La ley abarca todos los aspectos relativos a los derechos de autor y
conexos, teniendo como fuente el derecho comparado y las más modernas legislaciones y convenios sobre la materia.
El objeto del derecho en concordancia con los Convenios
Internacionales es la protección de toda obra de carácter creador, cualquiera sea su género, forma de expresión, mérito o destino, la nacionalidad o el domicilio del autor o del titular del respectivo derecho, o del lugar de publicación de la obra.
Estará protegida exclusivamente la forma de expresión mediante la
cual las ideas del actor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las obras.
El goce o ejercicio de los derechos reconocidos en esta ley no está
supeditado al requisito del registro o al cumplimiento de cualquier otra formalidad.
El autor de una obra tiene, por el solo hecho de la creación, la
titularidad originaria de un derecho, oponible a todos, que comprende los derechos de orden moral y patrimonial determinados en la presente ley.
Las obras protegidas bajo esta ley pueden se objeto también de
otros regímenes de protección de propiedad intelectual, tales como marcas, patentes de invención, modelos industriales y otros.
Disposiciones especiales para ciertas obras
Protección de los Programas de Ordenador (Software).
Los programas de ordenador (software) se protegen en los mismos
términos que las obras literarias. Dicha protección se extiende a todas sus formas de expresión y tanto a los programas operativos como a los aplicativos, ya sea en forma de código fuente o código objeto. El productor del programa de ordenador es la persona física o jurídica que toma la iniciativa y la responsabilidad de la obra. Otros
La citada ley contiene títulos específicos referidos a la protección
de las obras audiovisuales, las radiofónicas, las obras arquitectónicas, las obras plásticas y los artículos periodísticos.
También se consagra el derecho de los organismos de
radiodifusión para autorizar o prohibir la retransmisión de sus emisiones por cualquier medio o procedimiento, así como los derechos de los productores de fonogramas, de los interpretes o ejecutantes.
La ley N° 1328 contiene un titulo destinado a la protección del
folklore, en la misma establece que las expresiones del folklore publicadas o no serán protegidas permanentemente de su explotación inadecuada y de sus mutilaciones o deformaciones.
Contratos
La ley contiene normas que regulan los siguientes contratos
relacionados al derecho intelectual:
Contratos de edición.
• Contratos de edición de obras musicales.
• Contratos de representación teatral y de ejecución musical. • Contrato de Inclusión Fonográfica. • Contrato de Radiodifusión.
Derechos conferidos
El autor goza del derecho exclusivo de explotar su obra bajo
cualquier forma o procedimiento, y de obtener de ello beneficios. Durante la vida del autor serán inembargables las tres cuartas partes de la remuneración que la explotación de la obra pueda producir.
El derecho patrimonial comprende la exclusividad de realizar,
autorizar o prohibir:
a) La reproducción de la obra por cualquier forma o
procedimiento.
b) La comunicación pública de la obra por cualquier medio.
c) La distribución pública de ejemplares de la obra.
d) La importación al territorio nacional de copias de la obra,
independientemente de que el autor haya o no autorizado la realización de dichas copias en el país de origen.
e) La traducción, adaptación, arreglo u otra transformación de la
obra, y
f) Cualquier otra forma de utilización de la obra que no esté
contemplada en la ley.
Duración
El derecho “patrimonial” durará toda la vida del autor y setenta
años después de su fallecimiento, y se transmite por causa de muerte de acuerdo a las disposiciones del Código Civil.
En las obras colectivas, los programas de ordenador (software), las
obras audiovisuales y las radiofónicas, el derecho patrimonial se extinguirá a los sesenta(60) años de su primera publicación, o en su defecto de su terminación.
Registro del Derecho de Autor y Derechos Conexos.
Por disposición de la Ley N° 1328/98 se crea la Dirección Nacional
del Derecho de Autor dependiente del Ministerio de Industria y Comercio, que llevará el registro nacional de las obras protegidas por esta ley y donde podrán inscribirse además los convenios y contratos que en cualquier forma confieran, modifiquen, transmitan, graven o extingan derechos patrimoniales.
El registro es meramente declarativo y no constitutivo, de manera
que su omisión no perjudica el goce ni el ejercicio de los derechos reconocidos por la presente ley.
Acciones judiciales
Los titulares de cualesquiera de los derechos reconocidos en esta
ley, sus representantes o las entidades de gestión colectiva, sin perjuicio de otras acciones que les correspondan, podrán pedir el cese de la actividad ilícita del infractor y exigir la indemnización de los daños materiales y morales causados por la violación o la recuperación de las utilidades obtenidas por el infractor en la comisión del hecho ilícito.
Las faltas, infracciones y delitos incluidos en la ley son ahora, en
virtud de una nueva Ley 1444/99, de acción penal pública, y consecuentemente pueden ser promovidas o iniciadas de oficio sin perjuicio de la promoción de la acción penal por las partes afectadas. La legislación anterior establecía que toda infracción deberá ser promovida exclusivamente por las partes afectadas (acción penal privada).
Finalmente y en armonía con TRIPS (adoptado por Ley 444/94), la ley
establece que el juez, a petición de la Dirección Nacional de Derechos de Autor, o cualquier persona legalmente constituida, su representante o cualquier entidad a cargo de su dirección, podrá ordenar la ejecución inmediata de las medidas cautelares necesarias para prevenir la comisión de una violación, su continuidad o la repetición de una ya cometida.
Medidas en frontera
En concordancia con lo dispuesto en los ADPIC del GATT (Ley N°
444/94), la Ley N° 1328 establece que el juez a instancia de la Dirección Nacional de Derechos de Autor, del titular del respectivo derecho, de su representante o de la entidad de gestión correspondiente, ordenará la práctica inmediata de las medidas cautelares necesarias para evitar que se cometa la infracción o que se continúe o repita una violación ya realizada. Como puede observarse, la acción contra la infracción al derecho de autor no puede ser iniciada de oficio por el juez por lo que ya no constituye un delito de acción penal pública, como lo establecía la ley vigente anteriormente.
El titular de un derecho protegido por esta ley, que tuviera
conocimiento y motivos fundados que se prepara la importación o exportación de productos que infringen ese derecho, podrá solicitar a la autoridad de la aduana suspender esa importación o exportación con las condiciones y garantías aplicables a las medidas precautorias. INNOVACIONES INTRODUCIDAS EN LA NUEVA LEY DE DERECHOS DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS N° 1328/98
La Ley 1328/98 se encuentra inspirada en convenciones
internacionales, ofreciendo una mayor protección a todo tipo de trabajos creativos independientemente de su clase, medios de expresión, méritos u objeto, nacionalidad del autor, domicilio del autor o propietario o sitio donde el trabajo fuera publicado. El goce o ejercicio de los derechos reconocidos por esta ley no está sujeto al requisito del registro o cumplimiento de cualquier otro tipo de formalidad. El autor de un trabajo, por el solo hecho de haberlo creado, goza de la titularidad legal derivada del derecho, lo cual puede ser utilizado en contra de cualquiera e incluye los derechos patrimoniales y morales protegidos por esta ley.
De acuerdo con la Ley 1328/98, la Dirección Nacional de Derechos de
Autor dependiente del Ministerio de Industria y Comercio tiene a su cargo mantener el registro nacional de obras protegidas. La función del registro es meramente declaratoria y no constitutiva, por lo que su omisión no perjudica el goce o ejercicio de los derechos reconocidos en la ley.
Las faltas, infracciones y delitos incluidos en la ley son ahora, en virtud
de una nueva Ley 1444/99, de acción penal pública, y consecuentemente pueden ser promovidas o iniciadas de oficio sin perjuicio de la promoción de la acción penal por las partes afectadas. La legislación anterior establecía que toda infracción deberá ser promovida exclusivamente por las partes afectadas (acción penal privada).
Finalmente, y en armonía con TRIPS (adoptado por Ley 444/94), la ley
establece que el juez, a petición del Departamento Nacional de Derechos de Autor, o cualquier persona legalmente constituida, su representante o cualquier entidad a cargo de su dirección, podrá ordenar la ejecución inmediata de las medidas cautelares necesarias para prevenir la comisión de una violación, su continuidad o la repetición de una ya cometida. Por lo tanto, el propietario de un derecho protegido por esta ley, que tuviera conocimiento y motivos bien fundados relacionados a la preparación de productos de importación y exportación que infringieran dicho derecho, podrá solicitar a las autoridades aduaneras la suspensión de la importación o exportación cumpliendo con los requisitos aplicables a las medidas cautelares.