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Definición
Argumentar es exponer el punto de vista propio para hacer que otro lo comparta. La
argumentación está presente en la vida diaria en multitud de situaciones de comunicación, no
exclusivamente verbal, en las que alguien intenta justificar un pensamiento o un com-
portamiento, influir en la actuación ajena, etc.
Lo que determina que se produzca la argumentación es la existencia de un propósito en el
emisor: influir sobre las creencias o la forma de actuar del destinatario. Ese propósito se puede
realizar de dos maneras:
• Convenciendo al destinatario para tratar de que comparta un idea o realice una acción. Para
ello se apela a la razón.
• Persuadiendo al destinatario para que asuma una idea o realice una acción. Para ello se apela
sobre todo a los sentimientos y a veces se emplean conscientemente medios ajenos a la lógica.
Cualquier conducta argumentativa se caracteriza por dos rasgos: su carácter dialógico y su
carácter lógico.
propósito
Para que una argumentación tenga éxito, el emisor debe tener en cuenta al destinatario de la
misma, un destinatario que puede ser individual o colectivo, concreto o genérico. Ello
determina una serie de operaciones en dicho emisor:
• Reconocer la existencia de opiniones distintas sobre un tema.
• Definir el punto de vista propio e identificar otros distintos.
• Identificar al destinatario y prever sus opiniones.
• Seleccionar justificaciones adecuadas al destinatario.
• Saber hacer concesiones ante las razones del destinatario.
• Diferenciar a los receptores directos de la comunicación de los destinatarios de la misma.
El carácter dialógico de la argumentación se manifiesta especialmente en la contra-
argumentación, que constituye una de las técnicas empleadas para definir la posición que se
combate y se pone en boca de otros. Dos son los medios de contraargumentación más
importantes:
• La concesión o aceptación de una posición contraria para luego limitar su fuerza
argumentativa.
• La refutación o referencia a posiciones contrarias para contradecirlas a continuación.
Carácter lógico de la argumentación
La argumentación sigue normalmente una estructura lógica en la que se confrontan
elementos racionales para llegar a una conclusión. En tales casos podemos distinguir los
siguientes elementos:
• El objeto o tema sobre el que se argumenta.
• La tesis que se defiende o la postura que el argumentador tiene respecto al tema.
• Los argumentos o razones en los que se basa la postura del argumentador.
La postura del argumentador frente al tema puede ser de dos tipos:
• Positiva, lo que determina una argumentación de prueba consistente en presentar argu-
mentos que respalden la postura del argumentador.
• Negativa, lo que determina una argumentación de refutación consistente en presentar
argumentos que rechacen otros argumentos contrarios a la postura del argumentador.
Los argumentos empleados pueden ser a su vez de distintos tipos:
• Argumentos racionales. Se basan en ideas y verdades admitidas y aceptadas por el conjunto
de la sociedad.
• Argumentos de hecho. Se basan en pruebas observables.
• Argumentos de ejemplificación. Se basan en ejemplos concretos.
• Argumentos de autoridad. Se basan en la opinión de una persona de reconocido prestigio.
• Argumentos que apelan a los sentimientos del destinatario. Con estos argumentos se puede
mostrar halago, compasión, amenaza...
Un nuevo planteamiento
La experiencia didáctica muestra claramente, como se ha dicho anteriormente, que el
desarrollo de la lectura y de la escritura exige un tratamiento diversificado. Cada tipo de texto
presenta unas dificultades específicas. Por ello parece claro que los textos de opinión deben
estar presentes en los primeros niveles de enseñanza, insistiendo siempre en la interacción de
las actividades de expresión oral, lectura y escritura.
Los niños, como ya se ha visto, desde muy temprano argumentan en sus diálogos con otros;
ello hace suponer que lo que más dificulta su dominio de la argumentación escrita es que
deben representar de manera previa y autónoma la finalidad y el destinatario de su mensaje.
Por ello, puede resultar conveniente partir de la creación de situaciones de comunicación
variadas (discusión improvisada sobre un tema, entrevista, debate, exposición...) para enseñar
la argumentación oral desde la observación de este tipo de textos y el ejercicio con ellos. La
expresión oral en el tema de la argumentación (y también en otros campos) debe ser objeto
de enseñanza específica para asegurar la confianza en las situaciones de comunicación y el
dominio de éstas.
El texto argumentativo trata idealmente de argumentos integrados de manera conveniente
según ciertos lazos de unión que no son fáciles de identificar pues carecen de referencia
exterior. Esta referencia exterior es muy importante en los primeros niveles; gracias a ella el
relato resulta más accesible pues hace referencia a acciones y personajes, esto es, a un campo
de experiencia cercano al alumno, y puede servir de plataforma para trabajar las estrategias
argumentativas. A esta conclusión llega Bassart (1995), quien afirma: «Puede resultar
interesante empezar la iniciación a la argumentación escrita en la escuela primaria a través
del diálogo escrito». Esta forma de proceder aporta las siguientes ventajas:
• Los alumnos pueden encontrar ciertos aspectos argumentativos conocidos en los relatos
que ponen a varios personajes en escena.
• Permite ciertas alternancias entre lo oral y lo escrito.
• Facilita el trabajo con textos que pueden proporcionar discusiones orales.
• Da lugar a que se aborde la contraargumentación, pues el diálogo argumentativo escrito
obliga a reconocer y tener en cuenta varios puntos de vista distintos sobre un tema.
En cualquier caso al enfrentar al alumno al diálogo escrito hay que realizar actividades que se
basen en una interacción lectura-escritura. «La escritura permite a los alumnos tomar
conciencia de ciertas dimensiones ligüístico-discursivas que no siempre son tomadas en
cuenta por los lectores precarios [...] y que, por ello, constituyen un obstáculo para la
comprensión de un texto» (Dolz, 1995).
Dolz (1995), que defiende claramente la enseñanza precoz de la argumentación, señala que
deben ser tenidos en cuenta seis elementos para realizar una trabajo sistemático en ese
campo:
• Las situaciones de argumentación.
• La estructura de los argumentos.
• Las operaciones específicas de argumentación (apoyo, negación, negociación).
• Las estrategias y los procedimientos retóricos básicos.
• Las marcas y recursos lingüísticos propios del discurso argumentativo.
• La planificación global del texto argumentativo.
LA ARGUMENTACIÓN EN SANTILLANA
Planteamiento teórico
De los estudios teóricos citados se desprende que es conveniente abordar la enseñanza precoz
de la argumentación y que esta enseñanza no conlleva dificultades insuperables siempre que
se aborde bajo las siguientes condiciones:
• Tener en cuenta las capacidades argumentativas de los alumnos.
• Seleccionar contenidos de enseñanza apropiados a los alumnos.
• Establecer una progresión coherente.
• Proponer actividades pedagógicas que resulten interesantes para los alumnos.
En consonancia con esta línea de pensamiento que se ha espuesto, Editorial Santillana aborda
la enseñanza de la argumentación desde los primeros niveles educativos partiendo de las
siguientes premisas:
• El alumno tiene una capacidad casi innata para argumentar. Desde edades muy tempranas
el niño da razones. Se observa que no tiene problemas para argumentar en los diálogos
«cara a cara»; en ellos responde perfectamente a los estímulos.
• El alumno tiene la dificultad de concebir la argumentación monologal desde el punto de
vista dialógico previendo las ideas del destinatario.
• La enseñanza de la argumentación debe abordarse mediante la interacción entre las
actividades de expresión oral, lectura y escritura.
En consecuencia, la propuesta de Editorial Santillana para trabajar la argumentación tiene
dos vías de desarrollo:
• El programa de expresión oral en el que se proponen situaciones en las que el alumno tiene
que dar razón de sus opiniones.
• Los programas de lectura y escritura en los que se propone en principio el trabajo con
textos narrativos que ofrecen situaciones de argumentación para que el alumno se ejercite
en la comprensión y uso de aspectos argumentativos.
Programación: objetivos
El trabajo con la argumentación en Santillana se organiza en tres etapas:
1º. Etapa de iniciación.
2º. Etapa de desarrollo.
3º. Etapa de consolidación.
A continuación se exponen los objetivos de cada etapa.
Editorial Santillana dedica en toda la Educación Secundaria una atención preferente a la argu-
mentación y al texto argumentativo. Se trata de dotar a los alumnos de un sistema que les
permite trabajar ese tipo de texto. Para ello se siguen estos pasos:
1.º Conocer la teoría del texto argumentativo. Este primer paso se concreta en el conocimiento
de las estructuras que permiten la organización textual argumentativa, así como en las
marcas y otras características que definen dicha organización.
2.º Formalizar la teoría en conceptos y observarla directamente a través de la lectura de textos
argumentativos y del análisis de los mismos.
3.º Aplicar los conocimientos adquiridos a la producción oral y escrita de textos argumentativos.
Conceptos Conceptos
– Concepto y elementos de la argumenta- – El discurso argumentativo.
ción. – El lenguaje científico. Aspectos argu-
– Tipos de argumentación y clases de argu- mentativos en el lenguaje científico.
mentos. – El discurso periodístico de opinión.
– El texto argumentativo y su estructura. – Organización del texto periodístico de
– La lógica argumentativa. Errores en la ar- opinión.
gumentación. – El estilo de los textos periodísticos de
– La argumentación en los medios de co- opinión.
municación. – La comunicación publicitaria.
– Los géneros periodísticos de carácter – El lenguaje de la persuasión publicitaria.
argumentativo: el artículo de fondo y el
editorial.
Técnicas y procedimientos
– El lenguaje publicitario.
– El texto publicitario. – Reconocimiento de la organización de
– El debate. Estructura del debate. textos argumentativos.
– El discurso. Partes de discurso. – Reconocimiento de las funciones de los
enunciados en la argumentación: tesis,
– La instancia. Estructura de la instancia.
argumentos, contraargumentos, conce-
– La reclamación. Estructura de la reclama- siones.
ción.
– Identificación de los marcadores argu-
mentativos.
Técnicas y procedimientos – Reconocimiento de distintos tipos de ar-
– Definición de la situación de la argumen- gumentaciones y de argumentos.
tación. – Reconocimiento de la organización de las
– Definición del propósito que determina la ideas en textos argumentativos.
argumentación. – Realización de esquemas de textos argu-
– Planificación de los medios de la argu- mentativos.
mentación. – Análisis de textos científicos de carácter
– Formulación de la tesis y los argumentos. argumentativo.
– Elaboración de distintos tipos de argu- – Análisis de textos periodísticos de carácter
mentos. argumentativo.
– Selección de argumentos. – Análisis de textos publicitarios.
– Empleo de argumentos adaptados al des- – Comentario crítico de las ideas expuestas
tinatario. en textos argumentativos.
– Exposición de los argumentos de forma
ordenada.
– Empleo de técnicas persuasivas.
– Diseño de anuncios publicitarios.
– Elaboración de campañas publicitarias
para distintos medios.
– Contraargumentación.
– Razonamiento por inducción.
– Análisis de causas.
– Razonamiento mediante analogía.
– Redacción de instancias, reclamaciones y
recursos.
EL TRABAJO CON EL TEXTO ARGUMENTATIVO
Las siguientes páginas corresponden a la unidad 6 del libro de segundo curso de Educación
Secundaria Obligatoria de Editorial Santillana.
Justificar opi-
niones con ar-
gumentos.
Actividades
de expresión.
Diferenciar los
hechos de las
opiniones. Jus-
tificar las opi-
niones con ar-
gumentos.
Formular re-
clamaciones
razonadas.
Planificar una
argumentación
y redactar el
texto argumen-
tativo corres-
pondiente.
Montserrat Castelló y Carles Monereo (1996) han desarrollado un modelo que se pro-
pone enseñar estrategias que permitan gestionar y regular las operaciones cognitivas que el
escritor lleva a cabo a lo largo del proceso de composición.
Para ello proponen tres secuencias de enseñanza-aprendizaje de estrategias para la composición
de textos argumentativos escritos. Pretenden que el alumno interiorice las estrategias que se
proponen y que son definidas a partir del uso diferencial que puede hacerse de los procesos de
escritura. El alumno debe por tanto aprender a componer un texto, conceptualizar la escritura y
el conocimiento, y controlar y regular el propio proceso de composición.
Proponen la utilización de las denominadas «hojas de pensamiento» que inciden en acti-
vidades mentales diferentes y promueven procesos de composición más o menos complejos.
Jany Cotteron (1995) comparte la misma organización de las secuencias didácticas pro-
puesta por Joaquim Dolz.
Los talleres de aprendizaje que propone intentan dar respuesta a problemas de lectura y
escritura que los alumnos encuentran. Estos talleres incluyen contenidos de enseñanza de la
argumentación relativos a los tres niveles de operaciones que intervienen en la producción o
comprensión de un texto:
• La situación de argumentación.
• La organización del texto argumentativo.
• La redacción del texto.
Cada texto supone un intercambio constante de estas operaciones. Por razones de eficacia
pedagógica Cotteron opta por trabajar por separado los objetivos de escritura.
Los contenidos de enseñanza no se tratan por niveles (por ejemplo, la situación de argumen-
tación en un curso, los argumentos en otro, el esquema argumentativo en otro, etc.). El texto
argumentativo necesita unas capacidades argumentativas comunes y no sucesivas. Se propone
el tratamiento inicial de todas las nociones relativas al discurso argumentativo de forma no
reflexiva; posteriormente se irán precisando y desarrollando según las capacidades de los
alumnos.
PARA SABER MÁS