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LAS CIUDADES DE SENORIO ECLESIASTICO Y LOS CONFLICTOS POR EL CONTROL DEL GOBIERNO LOCAL (1252-1350)* 8 Ignacio Ruiz de la Peita Solar Universidad de Oviedo 1. INPRODUCCION Recientemente y en ef marco de una rapida sproximacion de canjunto al conaci- miento de las ciudades y sociedades urbanas de Ia Espana medieval, recordaba ‘como las colisiones de intereses que van « producirse entre los podetosos seiio- Flos dominicates y jurisdiccionales de fas mitras, en las viejas ciucades episco~ pales del novoeste de la Peninsula, y las cotectividades vecinales, organizadas en concejos, de esas misinas eiudades por et contro! del gobierno local y que tlega- rian a aleanzar en determinados momentos y lugares niveles de gran violencia, constituyen una de las manifestaciones més caracteristicas de ta conflictividad social urbana en los siglos finales dela Eclad! Media’ Trabajo celizaso en el marco del proyecto de investigacion Ovieda cfd medieval Be ka frcin linen (Siglos FUPAYD, fnmucade po i FIC (PBHUNO-). "11, RUIZ DE LA PERA SOLAR: «Cindadesy scieaidessibuins cn ta Espa medieval (sips XU XV)e, on Los sociadaes urbanas en fa Espana mater, XXIX Senta de Fstalios Medievtos, Epis, 202 (Panptons, 2003), p38 13 JAN TOMACIO RUEE DE LA MERA 80%, Ya el maestro Eduardo de Hinojosa, verdiclero adefantado en la rotura cin de tantos interesantes aspectos de nuestra historia juridico- institucional que hoy se nas ofrecen “on rasges de renovada actualidad, fijatia su perspicaz.aten- cién en esos conflictos, a los que dedica pginas memorables en su preciosa moniografia sobre ef origen del régimen municipal en Leén y Castilla, que vela la nz hace ahora exaetamente wn siglc Hinojosa pudo contar entonces con algiinos aisladas y venerables ante: Hentes, de valor todavia hoy vigente, como fos estudios dedicados por Lopez Ferreiro’ y Villaamil y Castro" al sefiorio temporal de los prelados de Santiago de Compostela y Lugo, respectivamente latin tiempo después otras dos grandes historiadores —espaftol uno, ppoituguds el otre— dedicarfai también su atencidn, de forma casi simulténen al analisis de sendos casos particulares de la confMictividad que por el control de los resortes del poder local se produce en las viejas ciudades de sefiovio episcepal divante Ja Edad Media: me estoy refiiendo a tos estudios de Carance, para Palencia’, y Sousa Soares para Portot. A ellos seguirfa rio mucho tiempo después ol de Galindo Romeo referid a Tuy’ Y ya modernamente y en el mateo de un ereciente interés por el conaci= "DIE RINOJOSA: «Origen sel regimen municipal en Lesn y Casilla, ox Estudioe sobre In Fierin del Dereco espaol (Mad, 1903), pp. 4358 * A. LOPEZ FERRENRO: Fueros municipaes de Smiega ys Hera. Spuiago de Conpestel, 1896 (cimpesion, Modi, 1975) striae la Sama A.M iglesia de Soin ele Composite esecia mente IF y IV, Saaage de Compmsteln, 1900 y 100, "5. VILLAMIL Y CASTRO: fst istirco del sete de ls oblopes de Lage wn su reliciones an ol murelpln ola lad Medi, Lag, (897 *R CARANDIE: «fl chispo, of soncefo y lo regres de oleic (1952-1422) Aportacion documentl Sobre e glenn dena cna x a ala Mein, chSiet snd de tori e Eapahaecatonn 1969), pp. 95-153. Segin confesie de su stay, ta primera reaecin de ext tabi 6 ley en Seman de Historia del Deecho,oelebada en abide 1932 ¥. BROCHADO DE SOUSA SOARES: Subsidive para extn da ovsanizagan mnsicipal da cidade ‘he Porto duronte Ida Midi, Barcelo, 193% 7" R.GALINDO ROMEO: Thy en ta baja ded Meda. Silos ATE, Madi 4. aul fecha a ola introductora a eit etn en 1950, aunque sviaiodo que rpeoice, sin motifiaciones, pubis 44 como eiseaso inngtaly del curso eniinico 1923-1924 en i Univeral ie Serene de Comore. tos tes estos monogrins ha ag ctidos debe atts ar, sige ante onl Vissypo y con preteniones se general, aunque bastante inferior de Hinojoes se tata del cule te BM. PEREZ VILGAMIL: uf seri temporal de los abisps de Eatin en h Pénd! Median, ov se teal Academia deta Histon, LVI (1916), yp. 361.390 ila LAS CIUMADES DE SENORID ECLESIASTICO ¥ LOS CONBLICVDS POR EI. CONTROL DEL ‘GOBIERNO LOCAL (1252-1350) niento € interpretacion de tos Fendmenos de contlictividad social y movimientos antiseforiales en nuestras ciudades medievales, a partir sobre todo de la renovae dora exposicisn de conjunto de Valdéin Baruque’, asistiremos a una estimable multiplicacién de monogeafias y articulos de muy diverso cardcter y alcance en este mismo émbito temético: desde los dedicados a las primeras rebeliones bur uesas, que tienen por escenario las formaciones locales del Camino de Santiago y se desarrotlan a lo largo del siglo XIV, coincidiendo con la emergencia de los ‘huevos y dindmicos grupos sociales urbarios", hasta las aportaciones que, én los ‘times affos y fundamentalmente deste perspectivas locales de observacién Centran su atenci6n en las ciudades episcopales de! norveste peninsular, A desta- car, por ejemplo, la abundante bibliogratja sobre Palencia, objeto, como vimos de la temprana atencién de Carande, reiterada ahora en usa larga serie de estu- dios de Nieto Soria, Fuentes Pérez, Esteban Recio y Coria Colino?. A estos hay ‘que sumar, también recientemente, las detenidas referencias al sefioria episcopal dle varias ciudades galaices en monogratias locates como las de Lopez Carreira y Durany Castillo sobre Orense” 0 Portela Silva y Ciareia Oro para Lugo™. 11, VALDEON BARUQUE: Los confers soclate en ezine de Cust en fos sigs XI pA, Me wis * La bibliogmlia 2s ya may extnsa. Vid una expasici de conivnta reciente en Hl. SALVADOR MARTINEZ: La rebeon ce os burgos (Modi, 1992), e¥pectalsente Ia segunia pte, pj 5554 % Vid com cackcter genera JJ. RUIZ DE LA PENA SOLAR: aepoblicisny soccedes bans ene Camino de Santingos, en £! Canin ce Suatingo y la articnlactds del expiiehispéniee, XX Seman de Batis Wediovaes, Enel, 1995¢Pamplony, 1294). pp. 271-304 ™ Hay que tener et evens andy, las abundant ceferencin a a conlitivdal en as chugs deseo o eelesiition qe inclyye . GAUTIER DALCHE en su tsave insert exponciin de Conjunto sobre i Hiiorta urbana ce Lesa y Casita fa Edel dela silos XI), Masi, 1979, “1M. NIETO SORIA: al relscén de poseres en un efor clesstico wlan, Palencin, 1280-1305» 9 fa chad hispinia durant fos sgl XH af XVE, 1 Maid, 1983), pp. 425-619, M3. FUENTES PERIEZ: Lo cicada Patoncia eno ito XV porta a esto de les cides susteliona ela ga Edad Mia, Madid,1988.A, ESTEBAN RECIO: cbleeciones conejies en Paleuia fines de le Edad Maia pga el abip0 y I sad, en Acta! Congreso de Higoria de Polonia 1 Fuemes documates y Edut Meda (Palen, 191)) pp. 332-562 y ul lasha por l poser pol 9 en Palencia dhrate el siglo XV: el conyin en el gobtsno wunicpsln, en Aina det t Congres. (Palencia, 1990), p. 369-600; ide: Palencia a fines el El Mal Una een de sera ep de Le, joel eBcaz imptso de .M. Ferman Caton 7 SUAN IGNACIO RULE I LA PEER SOLAR Los ejemplos cotresponden no s6lu a viejas cindades episcopales sine también a algunas vitlas importantes vinculadas por relaciones de dependencia sefiorial a los fitulaies cle aquellas seces. Inelnimos en esta matestra las localida: des galaicas de Santiago, Lugo, Orense, Thy, Moadofiedo, Pontevedra, Vivero y, cocasionalmente, algytnas otras villas de sefiorfa episcopal; tas asturleonesas de Oviedo, Castropol, Astorga, Lesin y Zamora; y la castellana de Palencia Fuera de nuestra atenoién quedan ahora algunas importantes villas de sefiotio monéstico que, como la de Sahagin, fueron también escenasio en in Epoca considerada y en la que la precede dle manifestaciones conflictivas homd- Togas a las de las eitadas ciudades y villas de sefiorio episcopal”, Igualmente se exeluyen fos movinientos antisefioriales protagonizados por contunidlades rr Jes sometidas a la jurisdiceidn de un poder episcopal y de las que encontramos muy interesantes ajemplos « Io largo de la Edad Media {He juzgado oportuno, sin embargo, incluir referencias ocasionales a la ciudad portuguesa de Porto, cuyo coneejo mantendes can sus obispos y setiores tempotales del lugar una dinamica de enfrentamientos que offecen en sus moti- vaciones, desarrollo y desentaces aspect: muy afines a los de fos conflictos de lag ciudades galaicas y castellano-leonesas aqui contemplados”” 2. LAS CIUDADES DE SENORIO EPISCOPAL En el punto dé partida de Ja presente exposicidn hay que situar algunas conside raciones previas tendentes a la caracterizacidn de las ciudades de seftotia epis- ” La villa del Ces cuenta, adams, con un nig Uaicin historogin en trent de las has tne el conerio y las ates, que se rensn al venease ob de ESCALLONA Histor dsl ent Monasterio de Sahogin, Masi, 1782, y et qe desta tori ecsieo estudio de 1 PUYOL Y ALONSO: El thadenga de Sabgin corr ibucih al estado al fowalishe en Espa, Mate, 1913 Por otra pit, in dactnentacign medieval de exe tnportante cent monisice ex hay acess és de ln depurada ec de esos foes publi en el maren dela calessidy wFuenis y Esudion Ae Historia Leowesan (eh supra, nota 24) Sefataremes dos bien spresshitivos. G CAVERO BOMINOURZ, Confcis y revnetas conta ta Inia asneicente (1s. NEY). I ejemplo de los Harring de Sex, Pootetrala, 1986, 1) RAZ DE LA PERNA SOLAR: els apersoraosy dle Ltnera. Una eesistencia consi al serio eplceoyl oxen (4408-1412, en Avtaiensto Mechevebia, 1 (1972). pp. 261-290, ° Remi al ib de SOUSA SOARES cit amp, nla 6 ug (AS CIUDADES DF SHERORIO ECLESIASTICO V Los COM! (GOBIERNO LOCA. (1252-1350) £05 POM FL CON*KOL DEL copal como marco de relaciones conflietivas de poder y a establecer también una primera y obligatia distincién, dentro de esa red urbana seaorial, de Jos tipos de formaciones locales por el propio aleance —pleno o restsingido— de esa autor’ ad sefloria eclesidstica Efectivamente, el primer grupo de ciudades esta representado por aque as en las que la respectiva Iglesia Catedral —obispo y cabildo— es titnlar de lun seftorio exchusivo sobre la comunidad urbana en cuya base se encuentra la correspondiente concesi6n del poder real, Este serfa el caso de las ciudades epis- copates gallegas, la de Porto y la casteltana de Palencia, asi como el de varias importantes villas ya citadas que se insertan en la érbita sefiorial de una juris~ diocidn episcopal Al lado de ellas se sitda un segundo y relativamente mumerose grupo de siudades en las que, siendo en principio realengas, los respeotivos obispos ejer- cen uni serie de facultades sefioriates, dominicales y ju sdiccionales, en con- currencia y frecuentemente en conflieto eon los eoncejos, como Srganos repre= sentatives dle las comunidades veeinales y vinculados directamente al seforlo regio, En esta situacién se encontraban localidades como Oviedo, Leéa, Astorga © Zamora. A pesar de que las luchas por el control del poder local vevisten caracte- risticas distintas en ambos caso: , como correspond a dilerentes niveles reivin- dicatorios, y distinto sera también ef comportamiento de Ia Corona como arbitro supremo de los enfrentamientos, en las actitudes de los protagonistas de los con- fictos, en sus estrateias, en los episadios de fucha y en tos objetivos finales que persiguen los contendientes se observan una serie de afinidades y paraletismos, 2 Jos que s¢ sums ta propia sincronia en el desarrotlo de los hechos, quae justifi- can el tratamiento unitario de esos conflictos como expresién de unos problemas estructurales de fondo que van més alld de las variantes locales derivadas de ta diversa situacién en que se encuentran los escensrios y los protagonistas, A esa idlentidad de base contribuyen no poco las propias condiviones que componen en telén de fondo del arco cronolégico propuesto como limite de ta presente exposicion. 19 GHC RUIZ DE LA PEA SOLAR 3. COORDENADAS TEMPORALES DE ANALISIS La elecci6n, como téimino inivial de fa misma, del reinado de Alfonso 2X no sesulta arbitratia, laro que fas sittaciones de enfieatamiento entre las eolectividades vecinales urbanas y los poderes sefloriales eclesiéstices no comienzan en ese momenta; © inciso en una época precedente —recuérdense 10s ejemplos de Santiago © Lugo, por citar s6lo dos bien representatives— presentan unos tintes do violencia equiparables e incluso superiores en viertos casos a tos de los peo 28 momentos de los Futuros conflictos. Pero no es menos cierto que con Alfonse X se abre una época en ta evolucign de las retaciones de poder entre la Corona, los convejos y-los poderes episcopales que atticipa, al menos en tétminos politi 0g, la larga crisis que constiluye el cafmazo en el que se desatrotian, en para- Ielo con atros graves conttictos soctales y econdmicos de diversa naturaleza, los procesos de enfrentamiento que ahora centran nuestia atencion, En este sentido conviene recordar eémo los pracuradores de las ciuda- des castellano-Jeonesas, en las hermandades que oforgan durante fas momentos nds convulsos de la minotia de Alfonso XI, se retrotraeran en la denuncia de los quebrantamientos de sus fueros y fibertades, det desorden piblico y Ia mengua de justicia a a situacién imperante —y eito textualmente por el cuaderno de la hhermandad coneejil leonesa otorgada en Benavente el }5-I-1313+ «desde el tien po del rey don Alfonso, padre del rey don Sancho, hasta en diay”, Con Alfonso X asistimos, por ol1a parte, a la apertura de una politica de intervencionismo regio en el régimen de gobieino y administracién de los con cejos —es la época en que suele situarse e] comienzo del proceso de wdecade cia de las libertades urbanas»— que se expresati ehi medidas tales como el inten (©, fallido, de inponer ta aplicacién del fuera real en sustitucién de fos ordena- imienitos jr jco-locales ya existentes (asi se observa, por ejemplo, etre las cit- dlades de seftorio eclesisstico en Palencia), el envio de jueces reales con autor dad sobie los de fiero 0 les ce nombiamiento episcopal 0 en ta revisién, nor- * Vid. con cricer general M, GONZALEZ. MENEZ; A¥foto X¢l Sabie, 1257-1284, Pate, 1993 Publ 1. RUZ DE LA PERIA: obs Hetmand leaves de 1313s, én Ledn moval Doce exits (Led, 1978), 9.157 120 bE SiNORIO ECLESIASTICO ¥ Los CONFLAC {COIERNO LOCAL, (1252-1950) ae ea ow EL CoMPRDL DEL malmente en términos desfavorables para los intereses de las mitras, de sus pro~ pias facultades sefioriales, politica que en sus manifestaciones extremas Hegaria inchiso @ la suipresién del sefiorio episcopal y a la sustraccidn del concejo a fa obediencia a su seftor eclesiistico, cumdo Ia actuaeién de los prélados no con- venia a los propios intereses del monarea, Asi ocurrié, por ejemplo, entre otras ciudades, en Orense, Santiago 0 Lugo. Por otra parte, la consolidacion de las sociedades urbanas en a segunda mitad del siglo XIII las convierten en poderasas fuerzas econdmicas © insins inentos de poder en ef juego potiticn de Ia propia realeza, muy a tener en cuenta en los enfrentamientos que las opondrian a sus seffores eclesifsticos y en tas ‘estrategiss de Ia Corona en beneficio de sus propios fines, 4, LOS FUNDAMENTOS JURIDICOS DEL SENORIO EPISCOPAL La wutoridad de las mitras sobre las comunidades urbianas encuentra ste fundamento juridico en las concesiones expresas del poder superior que transt ren a las Iglesias episcopates el seftorio dominical sobre el higar y unas facultades Jurisdiccionales que suponen la subsogacién de tos beneficiaries de la eoncesién —normalmente obispo, dean y cabitdo*— en el ejercivia de funcianes poblicas encomendadas en las tierras y lugares de realengo a los oficiales vegios y conce~ Jites. La ciudad y su alfoz, constituides asf en coto seforial, gozan de inmunidad xy quedan sustraigos, en principio, a la accién directa de esos oficiales Han Hegado hasta nosotros algunas de tales concesiones en su formula- cidn originaria, Asi, Ia que otorga en 1035 Sancho fil a favor de ta fglesia de Palencia’ la de la condesa doa ‘Teresa, hija de Alfonso Vi, por la que en 1120 dona el burgo portucalense al obispo Hugo"; ta donacién de Tuy a ta mitra otor- © La could dol sfc jurstesions! cea, en pxbesic, a eerie exchsivu po as obispo, salvo on fos caso de see vacate (vi, por ejemplo, pare Sanisge, FL VERE RODRIGUEZ: ommirio del cabo de a Catedral de Samiago de Compostetaen a Edad Sledia friglos XIATY), Sanniago, 1994, pp. 853 y 8. Sobre et wo y ss conformacionss wi FUBHTS PERE: La ended Paes il.XV. py ways. ® SOUSA SOARES: op cit, wp 31 5s. MAN IGNACIO RUIZ DE LA PRFIA SOLAR gada por Ramin de Borgofia y dofia Urraca en 1095; 0 la del burg de Pontevedra a ia seda compostetana, que concede en 1180 Femando It! En otres casos, sin embargo, el privilegio en vistud del cual e) poder superior transfiere el sefiorfo a ta iglesia episcopal remite —eomo ocurte, por ejemplo, en Santiago o Lugo— a muy antiguas donaciones de més que dudosa fiabilidad en fos términos en que pretenden apticarse; 0 se eontienen en conce- siones confitmatorias lardias que a veces revisan 0 derogan situaciones previas contrarias a fos intereses de fas mittas: como cuando en 1161 y al témino de un torluoso proceso con'episodias de gran vielene Fernanda Il devuelve al obis- po de Lugo ta jurisdiecién sobre fa ciudad”. Mas problemético resulta el establecimiento de los fundamentos jurte cos de las facultades seftoriales episcopales en las ciudades realengas de seftorio compartido entéc la mitra y el coneejo, como suced? en Oviedo, Leon, Astorga 0 Zamora. F estos casos y en una fase ya avanzada do su evolucién urbana los pte. Saclos aparecen interviniendo en el gobiemne local y participanda de los derechos ecanéi icos que genera la ciudad, por vfa de hecho, invocande titulos de no Facil identificacién o recurriendo a una costumbre inmemorial que es preciso probar ‘mediante la prietica de pesquisas como las que ordena realizar Alfonso X, en 1266, pata titucidar los derechos que correspondian a los obispos leoheses en esta ciudad; 0 la que realiza el adelantado mayor tle Sancho 1V para Oviedo en 1294% Un ejemplo muy expresive en esta linea es el que offece Oviedo. El fueto que eoncede a los pobladores de la ciudad Alfonso VII en 1145, adaptacién lel fuera sefirial de Sahagyin”, no eontiene la menor referencia al sefiorio de la initta: ¢¢ un ordenamiente juridico que contempla y reguta tas relaciones de una ciudad de realengo; de los vecines y del concejo con su sefior el rey. " Pub. con tos ocmnsntes pasterires de enntnaein y rvs del iter del cote GALIAID ROMEO: Tuy le Baja det Mati, pp I) #0 el Apa * ARMAS CASTRO: op. et 0.55 ® PORTELA SILVA y GARCIA ORO: op cit. p.281 * 1.A, MARTIN FUERTES: Colecién document del Archivo Municipal de Led (1209-1400), Leéa, 1998, nim, 9: EI este de los resliados de fe pelea em om {tLe de Oviedo, en Arch, Bisties Nacional, Cet, arp 162, nm. 16 "¢ Mcu Colercié hisivice-diploncitica del Ammanieno de Oviedo (Oxiedo, 1839, reimp. 1991), LAS CIUDADES Dk SEWORID ECLESIASTICO ¥ LOS CONFLICTOS #OR EL CONTROL DEL {GOMIERNO LOCAL (152-150) Posteriormente, sin embargo, los prelados ovetenses se arrogarlan la facultad de participar en el «égimen de gobierno de la ciudad nombrando wn jucz y un aleal- de que ejercerian sus fumeiones en concurrencia con los dos jueces y dos alcaldes ‘de nombramiento concejil; y tatarian de hacer valer su seforio sobre un tercio de ta jurisdiccién urbana y de los derechos econdinicos que comportaba su ejereicio, incluyendo esa participacién proporcional en el poriazgo local. La pretensi nde hacer valer tales facultedes sefloriales en una ciudad de realengo serta fuente de una endémica situacion de conflicto entre el concejo y la Iglesia que se prolonga a fo largo de toda la Bad Media, ¥ la efetividad del ejerci 0 de ese pdr seiio- rial residual iba a depender, en buena medida, de la cambiante voluntad regia, segiin dictaban en cada momento Jas propios intereses dle la Corona, 5. LAS FACULTADES SENORIALES in tanto que titular de un sefiorio pleno en el que al elemento puramen- te dominical se yuxtapone el ejercicio de la jurisdliccién, el obispo aparece inves- tido de un amplio hax de facultades juridico-piblieas sobre fa comunidad veei- nal: las propias del_monarca o sus representantes en los concejos de realengo. Asi, al Ido de las derivadas del dominio sobre fa tierra, como es la per- cepeidn de uni serie de censos o sontes por la ocupacién del espacio propiedad del setor, que apares fuentes lovales y cuys ‘wv ampliamente documentados con diversos nombres en las exact naturaleza juridi¢a —piblica o privada—-no siem- pre es Mcil de establecer, los prelados otorgan a sus vasallos ordenamientos y fueros de general obligatoriedad dentro del circulo local Enel ejereicio de esa primera y findamental potestad normativa vemos, por ejemplo, ai obispo Hugo en 1123 otorgando fuero, que remite al ordena Imiento modelo de Sahagin, a sus vasallos del burgo de Porto”. O al obispo Raimundo de Palencia cOncediéndoto a sus veeinos en 1180*, En 1122 el preta * C8 ira OUSA SOARES: op fe 2 ¥ 55. * FUENTES PEREZ: op. eit, pp. 32 y a, El exto dela roving de este fer, olorgads en 1B), en E. DB MINOIOSA: Decuanentes para lo Istria ce fay inatunctones te Laon Crs gles KeXTU), Macrig, 1919, ain, CMT 123 IAN 1GHACIO RUIZ DR LA PERA SOLAR «do orensanie Diego Velasco lo concedia s los de esta ciudad? mientras los com 8 €n teileradas acasiones pata regular el régimen juridico de Santiago y de las villas galaicas sothetidas a su sefiorfo”. En 1313 el obispo ave- tense Femando Alvaves, otorgata ftero a Los pobladores de su villa de Castropol, mientras que afios mis tarde (1376) ef obispo Femando Alfonso dictaba unas detalladas ordenanzas generales para el régimeti de los moradaves de dicha villa ampliadas después (1381) por su sucesor Gutierre de Toledo”. postelanos lo hack Ocasion ‘ne los seflores aparecen ejerciendo esta facullad normativa ea concurrencia con el concejo local: asi vemos céino en 1271 el dédn y eahitdo dde Santiago, sede vacante, diotaban con consejo de los justicias y concejo de la ciudad unas inferesantes ordenanzas de orden piiblico". A los titulares det seniorio cotresponde también, con cardcter exclusive, ordenat el régimen de gobierno y administracié de fa ciudad o villa mediante la provision de tas magistraturas concejiles, aunque normalmente con ciertas con: dieiones de idoneiciad. Asi, en Lugo cuando en 1312 y después de una de las fre: cuentes insuinisiones de los burgueses de ta ciudad fa mitra recupera Ja titulari- dad del sefiorio, se dispone que el obispo «aga dous alcalldes o primeito dia de janeiro cada anno, dous omes boos que foren vesynos ef reigados que moraren en Ja villa de porta a porta et que non sean paniaguados del obispo nen dol Cabillo, segiin que ast sempre os obispos 0 feserany* EL nombramiento directo de fos oficiaies locales por los prelidos solla veder ante la intervencidn de ta asatnbles concefil, ala que se le suele dar parti= cipacién en este proceso en ef sentido de reconocer al eoncejo el detecho de pro- puesta de cahdidatos entie los que el obispo elegia tos magistiados. Este ¢s el réginien, por ejemplo, que establece Alfonso X para Santiago en 1261: el prime- Fo de enero el concejo proponia doce hombres buenos de entre sus vecinos, excludes los de Jos mesteres de los ferreros, camiceros, zapateros, pelleteros concheros y aibergueros, y el arzabispo elegia de los propuestos dos por justi- Mt MARTINEZ SUEIRO: Fueros muiipoles ce Oren, Orense, 1978, eimpresign Remita con esreter genet a LOPEZ, FERREIRO: Fuems muniipoles, pain RUIZ. DELA PRR: Cor apolaes acturianes, nis. 35, 4D y Al det Diplonaivin, LOPEZ FERREIRO: op. it, np. 203-205, "* PORTELA SILVA GARCIA ORO: op. ep 273 124 LAS CHIDADES DE SENORIO ECLESIASTICO Y L08 CONFLICTOS POR FL CONTRO. DEL ‘GOBIERNO LOCAL. (3252-1350) cias*, Se trata del sistema de cobres, nombre que se aplica « los elegibles que presenta el concejo, que aparece ampliamnente difmdide en t Ballegas de seforio episcopal desde mediados del siglo XIII" y que observamos tambign en la asturiana de Castropol" ciudades y villas En las ciudades de seftorfo compartide, como Oviedo, Leén, Astorga 0 Zamora, las magistraturas son mixtas, sienclo Facultad del obispo la libre provi- sida de Ja cuota de magistrados que le corresponilia y que concurren con los oft iales de cleccién concejil y, en su caso, de nombramiento regio, en &) ejercicio de las Rinciones de gobiemo yjudiciales en el cit uo local En Oviedo, por ejemplo, al lado de las dos jueces y dos alealcles de elec Sn coneejil, concurrian um jucz y un alcalde de nombramiento episcopal por corresponder a la Iglesia un tercio de ta jurisdiccién urbana, En el Libro de las Jurisdicciones de la Mitra ovetense (1385) y en relacién con tos derechos epis- Copales tn la ciudad se establece lo siguiente: «pone el obispo un juez de tres que y son ¢ los das pone el rey ¢ de tres alcaldes que son pone et obispo un alealde E hael tergio de la jurisdiccion ¢ de ta cadena e del sello de ta ciucad>® En Astonga Sancho IY, en documento de 1288, reconave que el obispo 0 su vicario 0 los vicarios de ta Iglesia, asiempré usaron a poner un juee e ust aleal- dle vada aito en dia de San Pedro de los Arcos del mes de junio, que juzgue come nalmente tos pleitos con tos otros juezes reales de la dicha ciudad>" En Le6n fa pretensin de la mi de designar dos jueces, uno que juz- ase las alzadas al Libro y otro que actuase en eoneurrencia eon los jueces del fuero, daria lugar a fargas y porfiadas contiendas entre la ighesia y el concejo, sobre las que informa cumplidamente un interesanie cuuderno de 1268 que con- ‘iene ta pesquisa ordenada por Alfonso X dos adios antes para clavificar diversas * LOPEZ FEREEIRO: op. cit, p. 265 "Bn Pontevede, por semplo, los acakes eran noma por el sor def villa de ete os Sis cobres propuestos pore corse (ARMAS CASTRO: op cit, p 280) * Aft 1300: quel obispo) noa fuer ene gar Que ts Higa Clos juees, akalesy dems fils) sel que ane en 5 ugar por 1a ebres que I sl eoneso) esos is ques i prometeros dat 8 bon fd sia wanna e sin mlicin (RUIZ DE LA PENA: Las polite, nd 28 del Diplomas), “RUIZ DE LA PENA: «Not para lesa de! municipio atin medieval, pp. 49 y 8 Arch, dela Caodral de Ovieds, Libra Besero de don Ginleree, fo. 208 * MARTIN FUBRTES: £7 eoncejo de Atorga, M6 JUAN IGNACIO RUNE.DE LA PRIA SOLAR cuestiones objeto de vontlicto entre las das inslituciones —eclesistica y civil— le la ciudad”, En todo caso parece claro que desde tiempo de Alfonso EX la mitra leonesa nombraba un juez que participaba con los del concejo en la administra ion dle justicia en el ambito local, Fo Zamora Femando IH, en 1232, reconoce la composicin de fa cot poracién de magistrados locales, integrada por diecinueve oficiales de diversa procedencia en su representatividad, en la que se da entrada a uno le nombra- miento episcopal®, Enel vértice de las atsibuciones que coimporta fa litularidad de un sefio- {o jurisdiccional se encuentra fa administracién de Ia justicia ordinatia dentro dol cireulo local, que correspondia también al obispo a través de: fos magistrados or él nombraclos, y la percepeién de tos derechos —penas, calatias— dimanan- tes del ejercicio de esa funcién judicial Es la competeticia sin duda mis caracteristica de! sefiorio jurisdiccional ¥ que resunien alguiias fuentes tardies del siglo XIV bajo fcrmulas de gcan expr sividad, del tenor de la siguiente, referida a ta vida episcopal de Castvapol:« toda del obispo, espititual e tenporal, mero misto enperion. Un el haz de competencias sefioriales se comprende igualmente la per- cencién de_las rentas locales, en virtud dle una expresa transferencia del poder Superior. Entre ellas destacan por su importancia econémica en determminadas cive dades de animada vida mercantil portuaria —por ejemplo las mavitimas de Porto 0 Ponievedra’*— ios pottargos y, en general, los impuestos indivectos que gravaban ta circulacion y venta de bienes. MARTIN FUERTES: Crlrcn document im, 1. Vil tun ESTEPA DIEZ: pci. pp 472 y 55 ¥ CORSA COLIND: La eliminasi de los veces de Iglsinn pi COREA COLINO: cit, p. 112 * RUIZ DE LA PERA: Las qpolaes, hn 43 de Diplematria na pare important eles conflitos cu erent a es gies de Porto con aut obisos teen preczaent a origen eneleobro de los detestas qu grea el annade ica poronis Jel barge (il. SOUSA SOARES: op lh, pp. 55 908) * Reamto ot vex mea Mtv de Aras Casta eterdanente eta 126 \.AS CIIDADES DE StRORIO ECLESIASTICO ¥ 105 CONFLICTOS POR EL CONTROL DEL “GOBIERNO LOCAL, (1252-1350) Latenencia de la ensefta, los sellos, las Haves de ta ciudad y, en su caso, la fortaleza o casa fuerte de la misma, constituyen ta expresi6n tangible, simbs. ica, de ta jurisdiceién senorial; asi como la prestacién del pleito-homenaje y et juramento de fidelidad por el concejo, expresan el reconocimiénto formal de la relaci6n de dependencia vasallatica, que nos sitia de Meno en presencia de an entramado institucional de corte tipicamente Real Son muchos y muy reiterativos fos testimonios disponibles, a lo largo del periodo que centra nuesira exposicion, de las manifestaciones formates de es rolacién de dependencia vasallética 0, en su caso, de la sustraccién a Ia obedien cia cuando, en determinadas ocasiones, los monarcas decidieron avacar el sefio- rio episcopal, En 1289, por ejemplo, y con motivo de une de las numerosas interfe- rencias regias en el cjercicio del sefiorfo temporal de los obispos de Lugo, Sancho IV ordena que se ponga en manos de! coneejo te Ia ciudad ala fieldad y ta signa y tas Haves y las guardas de ta villa», Poco tiempo despuss el propio monarca ortenaba la devolucidn de las Haves y la enseta a In mitra, restable~ ciendo al prelado en él ejercicio de su autoridad, La resistencia del concejo a esa devolucién se resuelve con un mandato de Fernanda 1V (1295) ante el que se allanan tos lucenses en un acto de pleito homenaje en el que cineventa buegue- 3¢3 «os millores de sin, prestan el comrespondiente juramenio de fidelidad vasa~ Iética @ su seflor: «..que gattlasen o sennorio 8 que eran wenudos a el et a fa Ialesia de Lugo, asy commo deven guardar vasallos a sennory. Aiios después fos lucenses sc levantarian de neeve contra el obispo, arrebatdndole las Haves y la ensefia, simbolo de su autoridad, hirienco ineluso al prelado y obligindole abandonar su sede. En 1312 oando [V restitufa al prelado en ef disfrute del sefiorio: fa awforidad sefiorial comportaba Ia tenencia exelusiva de «las Haves et la seita ct los juzgados et slealderias et notarias et ta cadena de la prisisn et el CC a detatiaa reli de tas arias de preayo que peti el myyoidome del areobis em est ila ye dn clara ea de syarinnad va mercy pesiiea (LOPE FERRE: op. ct, pp 50919) * vara estos enfentamientos cate el cance y los obisps Je Lugo vill PORTELA SILVA y GARCIA, RO: op. it, pp 266 y «especialmente 127 VAN FGMACIO RUZ DE i PRRLA SOLAR mayordomalgo et la ficidaty. Pero la Wegua iba a ser corta y Ios canflictos rea- patecetian muy pronto con renovada virulencia, El mismo Fernando TV, en 1311, exigitla al concejo de Santiago, ponien- do fin a uno de sus frecuentes levantamientos antisefloriales, la devolueidn de las tablas del sello y las llaves de la puerta y fortaleza del muro de ta villa; y el eon ccjo compostelana, acatanto el mandate regio, prestaba vasallaje al prelado, haciendo ~-dice el testo que nos tansmile esta nolieia— lo que wdevera fazer en Fazén de senorfo como boos ¢ leales vasallos»™. Debe agvertirse, por otra patie, que ta posi episcopales de las ciudaces de sefiorio det noroeste peninsular se reforzaba, ade- Ins, en el marco de la sociedad local al sumnar a Ia tiularidad de sus facultades Jurisdiccionales la de importantes pattimonios furdiatios y derechos ceonémicos nde poder de las Iglesias © monopolios de venta, Baste recordar, a titulo de ejemplo, que el atzabispo de Santiago disponia de veinticineo tiendas de venta de conchas de las cien que existian en Ia ciudad, Mitra y cabildes junto con fos monasterios eran, con dif renela, los mayores propietarios tanto en bienes inmuebles urbanos como en el destrito tual de las eiudades" 3n este sentido resulia especialmente expresiva, ‘aun despojandola de su evidente tono hiperbélico, la peticién que tos procurado- res de las Cottes celebradas en Burgos elevan en 1367 al futuro Entique ff, mani- festindale como a mayoria de Tas heredacles de la ciuelad de Ledu pertenectan bien a tn Iglesia catedralicia de Santa Maria de Regla, al monastetio de San LOPEZ FERREIRO: ap cit, yp. 318 8 * Por ciemplo ol derecho de relagosobve fa venta de vino que distlab fe its de Tuy y ie wept Femmand It en 1230 ef. GALINDO ROMEO. op cit, p41) © LOPEZ FERREIRO: ep cif. p. S| “Bt patimoni de 08 ojeto en las ainos les catedrsicos, con especiat reference es propatadeswibanns, ha so 3 de msnerasos eats. Ete los wlthvor 4 nestasciudates de senor episcopal, pleno 0 compara, podemos seals, a iu de ejemplo, algunos de especial interés. As, S. SUAREZ BELTRAN: £1 Cobifde de le Catedral de Oviedo ta Fed Mea (Ove, 1985). ph (77 ys. expeciaimente;.A. FERBANDEZ. FLOREZ: Las ea dl Cabo catedrclilo ea cndnd Se Lebne, en Ares Zeoneses, 75 (1984), pp. 31-157; MT. GARCIA, MLL NICOLAS y M4 BAU “VISTA: La prpieded urbana det cabo de ia ctadra ds Leonel siglo XV, Let, 1992; F). PEREZ. RODRIGUEZ: £7 Dominio del Cab ce tx Catedral de Sotign de Conposteta en la Edod Maca (Gigs XIEKIM), Saving, 1998. Ura bibiogrto mas apis ena recente live do MLO? TIN, 1 Cablidn covecbticio de Toledo ene sila XV, Madi, 1003. Sobre kes glaci epscopaes vil. & CARRERO SANTAMARIA: ol fosalern del obigpo, El palcio episcops! urban en Dalila dirt Jn Buad Mein, en Casilor de Expasi, 110 2000) pi 128 LAS CLUDADES DE SERORIO ECLESIASTICO Y LOS CONFLICTOS POR EL, CONTROL-DEL GOBIERNO LOCAL, (1252-1380) Isidoro o a oltos monasterins, por lo que sus vecinos eran pobres; para favore- cerles el pretendiente les concerte exencion de portazgo, peaje, pasaje, eastellaje ¥ rodaje, en evalquier cosa que Heven 0 traigan” 6. LOS PROTAGONISTAS ¥ LAS MOTIVACIONES D! ALGUNOS EJEMPLOS Los ‘Alo largo de la presente exposicion he tenido ya ocasién de referitme a los protagonistas de los conflictos que estamos analizando. En un exiremo tas iglesias episcopates titulares de un poder seforial exclusive 0 compartido sobre bunas comunidades urbanas organizadas en concejo que, en el otro extrema, pre~ tenden anular 0 reducir en sn Favor ese poder. Son por tanto los enfrentamientos de Jos coneejas con sus sefiores episodios propios de la dialéctica de lucha por el control del poder local, en los que Ia iniciativa corresponde a aquélios 0 a éstos, ‘cuando tratan de recuperar fas posiciones ganadas por la comunidad concejil Fi tercer protagonista de estos enftentarnientos es el r8y, como sefor natural de unos y otras ¢ incluso con seforto directo en las ciuxdades de jurisdic~ cién compartida entre fa mitra y el concejo, Su papel no es el de un simple érbi- two en la contienda sino que interviene activa y desisivamente a favor de una w ‘otra parte, eon frecuencia adoptando actinides altemnativas de apoyo o reehazo y siempre que puede —no olvidemos las forzudas estentegias de los momentos de crisis cel poder reat— decidiendo el enfrentamiente en funcién de su propio inte- és 0 de situaciones coyunturales de compromise. Excepeionalmente, en supuesios de extrema gravedud, incluso el Papado intervendré en la pacificaciéa de los contlictos, como enando en 1327 Juan XXIL a instancias del obispo de Lugo, absuelve a los burgueses de Ia ci dad de las graves penas candnieas en las que habian ineurride por su rebeldia contra la autoridad de su sefior espiritual y temporal Hay que seflalas, por otra pate, que esos conflictos desbordaron nor- © © ALVAREZ ALVAREZ: Coleceidn documenta det rehivo ela Cate de Lean XIE(IASI-H7A), eta, 1995, Gan 3186 © PORTELA SILVA y GARCIA ORO: op. vt. p 275 MIAN IGUACIO RUZ BELA FFA SOLAR malmente el marco estrictamente urbano en el que se sittan las fuerzas conten lentes prara extenderse a fos (érminos rurales 0 alfoces de las ciuclaces y vitlas de seforio donde se protongaban las colisiones de inlereses episcopales y cottcejiles Las referencias a los contliclos entre el sefiorio episcopal y los concejos {7 @ Ias intervenciones regias en los misimos han dejado amplio eco en fa docu- ‘mentacién local, tanto en Ja de procedencia concejil™ como en fa catedralicia, asi con en fos ordenamientos de Cortes Contarnos asi con un material infor- mativo abundante y diversificado a la hara de aproximarno’ a su con mienta & interpretacién, aunque ahota, obviamente, nos limitaremos a considerar algunos ejemplos que testimonian situaciones bastante generatizadas en los escenarios y tiempo a los que se contrae fa presente exposicién. ‘Las motivaciones de Jos enfrentamientos son de naturaleza muy diver 2, como Jo som sus objetivos, que pueden ir desde fa pretensién, por paute del concejo, de supresién total de la dependencia seftorial —cosa que con la inter= vencién regia se conseguitia en no pocks ocasiones en las ciudades de sefiorlo episcopal pleno, aunque siempre transitoriamente—- hasta el simple drenaje de Jas competencias sefioriales, con su ajuste y la reduecién de determinadas cargas, 'En las ciudades de seRorio compartide Ia monarquia acabard por liqui dar la jurisdiccién vesidual de las mitras, que sélo subsistira desde mediados del siglo XIV y con continuas contestaciones del eoneejo en Oviedo ebe insistirse,finalmente, en ef hecho de que en las mediaciones de fos tonatcas en fa resolucién de los enfientarhientos y en sw inclinacién, seginn los “Fn este sent ort ny snd y expesivainfrtincin soi lot coilicos eel concen de Oviedo y sus abispos y sore as intervenciones egies mits les decarpenon i chive ne ‘ipa de te civ, eunides por C. MIGUEL VIGIL-en sy op. et. supr. nts 37 * for eesnpo tn correspon Ins sade de Asta y Ln, pubena cn as gras aoe en cide ‘is ediciones de In colecién ya citada Fuentes y Patios de Hist Leones, que dsige I Femindez Cat “ tnteressesposalnente pia Ts dyes qu Cea ta greene espoicin a 41 ne Cartes de en Cosi, Mel, 186) 130 1.8 CIUDADES DE SehOnio ECLESIASTCO Y LOS CONFLICTOS P08 FI, CONTROL DEL GOBIERNO LOCAL (1252-1350) casas, a favor de uno de tos contendientes, jugaron un papel decisive las propias relaciones personales de aquellos con los sefiores ectesiisticos, desvirmuéndose asi con frecuenvia su fimeién de arbitra. fin fa propia constitucion del reina y en su gobernacién los sefiorios episcopales Serian una pieza muy importante que Jos monarcas movertn segiin lo que, en cada caso, aconsejab y el afecto 0 desafecto de los prelados" wn las circunstancias Las motivaciones econémicas juegan, desde luego, un papel fiundamens tal en esa dialéctica de lucha, tanto en las ciudades de sefiorio episcopal exclusi- vo como en fas de jusisdiecién compartida Los privilegios de cxencién dle wibutacién de los que distrutaban las mitras y cubildos catedraticios para sus bienes y personas dependientes —los exensados © apaniaguados— en una época, la que se inicia con el reinado de Alfonso X, en ln que la presién fiscal a la que tenian que hacer frente los conce- Jos Hlegaba a limites insoportables | asi como el aumento de fos propiog gastos concgjiles, por ejemplo los destinados @ finaneiar la construs ny manteni- miento de fas cercas 0 murallas urbanass, syelen hacerse presentes comp uno de los factores de conflicto mas frecuentes. EL excesivo niimero de los excusados o exentos de hibutacién por su dependencia personal de los seores eelesidsticos y ta pretensién de los concejos de incluie a dichos excusados en el levantamiento de las cargas vecinales, tanto. reales como concejiles, daria hygar a continuas contiendas. Por ejemplo las que vive ta ciuuad dle Astorga, donde ot prelado tenia veintids servicinles exentos, ‘que se resuelven en 1257 con la directa intervencién de la Corona, Pocos alos después el concejo ce Oviedo pleiteaba con su abispo y ganaba del rey una sene CE NIETD SORIA: Iglesia» poder eal yp. 13 ys, “fa 1261 Alfonso X ardenabs que el coneejo de Ovo contbuyese con dos Lec oe 1 Bas08 GME ‘erigina fa consirccisn de cera y el cable bsp cone esi restate, tam tests sy stan de la areca pote dela jriiscin y derechos eeonOnicos de fa chad QMIGUEL WICH? wp ct, ion. XVI) © MARTIN FUERTES: 6 conogio de dsorse, 0 3 BI SOAR IGHACIO RUE DR LA PEBA SOLAK fencia que obligaba a fos hombres del prelado casados con vecinias de la ciudad y llevadiores de heredades realengas y foreras a tibutar con ios demas vecinos, sin que pucliera eximitles de dicha contribucién su condicitn de excusados™ Al lado de casos que, como los que quedan anolados, podrien calificar- se de menores nos encontramos con situaciones tan persistentes y llamativas como la que, can caricter encémico, enfienta ja durante mucho liempo al con- cejo y la Iglesia de Ia ciudétd de L.e6n por ta participacién ent los gastos de man- tenimiento de fa muralla de ta ciudad o en los salatios de los jueces de fuera eniviados por el rey” Pero sobre todos los mumerosos ejemplos de contflictos en los que se hacen presentes motivaciones econdmnicas del tipo de las sefialadas, destaca el que ofrece ia ciudad de Palencia, conde las pretensiones del concejo de incluir cn Ja tibutacién vecinal a tos excusados cle la mitra y el cabildo daria lugar a un prolongada y eneonado enfrentamienta sobre el que disponemos de abundante-y expresiva informacién®. El obispo palentino disponia de trece excusados a los dus, por privilegio de Alfonso X, se smaban los sesenta del cabildo. La concu- rrencia, al lado de esta situacisn especialmente gravosa tara el concejo, de otis factores de deseneuentio con ta Iglésia —negativa de los palentinos a satisfacer tiettas derechos sefloriates usuipades por dicto coneejo, intromisién de éste en Ja designacién de caigos cuya provisién era de competencia sefforial, desacato Feiterado a la autoridad de los prelados, etc. —enturbiarfa las relaciones hasta lle- garal extreme de una ruptura abierta entre el concejo y la tzlesia, favoreeida ade- Inds, por las criticas clretinstanetas de la minoria de Fernando 1V, que Hevaria a ‘ue se pronunciase sobre la ciudad la grave pena candtica de entredicho. Biv 1300 se restablecian las prorogativas seftoriales: una dura senteneia de Ia reina madre Maria de Molina outta los birgueses palentinos obligaba s éstos a un acto de piiblica penitencia en ef que cien Lombres buenos «en sayas, sin cintas ¢ sin cuchiellos ¢ descalzos» comparesian en-el palacio cel obispo solicitardo humitdemente su perdén”. Habla dle transcursir mucho tiempo hasta que, en > MUGUREL VIGIL ep, cit nim, XXKIT Estos conflicios an dejado angio eo on la dreamentncid focal, tao catedtaica como sslipn, ‘Val, por ejemplo A, MARTIN FUERTE, Colrchin document nit, Hl 49 7, ” OF os ests de R. CARANDE y NIEO SORIA cit. sup, notes 8,12 9 29 " Ejemplos dese tne de-yesiteeine colette pstagonznd oe commnidages eels «atid 132 |AS CIDDADUS DE SEHORIO ECLESIASTICO Y LOS CONELICTOS HOR EL CONROE. DEL. [GOBIERNO LOCAL (1252-1350) 177, los excusaclos, obligdndoles « pagar en wudos los pechos vecinales rigue Ua instancias det concejo de Palencia, anulase las exenciones de Aunque en la mayoria de Jos conflictos que vemos desarrollarse en las Viejas ciudades episcopales del norveste peninsular subyacen motivaciones de indole econémica, son muy diversos y recurrentes los factores desencadenantes ie tensiones entre tos concejos y sus seftores, aunque se trate, como ocurre en las Siudades de seitorio compartido, dle unas prerrogativas limitadas en sus conteni- dos jurisdiccionates, Enfeentamientos que se reproducen, con muy ligeras varian- ‘es, por toda ta geografia de lus cindades y villas de seftorio eclesidstico y que van desde los abusos cometidos por los agentes concejiles o reales contra los derech 8 y los bienes, ¢ incluso las personas, de la Iglesia, hasta la invasién por los coneejos del ejercicio de facultades reservadas en exclusiva a la autoridad sehorial; 6 Ia extralimitaciGn de los sefores en el uso de sus propias competen- cias jurisdiccionales © en mantener una concurrencia de autoridad, en el caso de {as ciudades de realengo —Oviedo, Leén, Astorga, Zamora— con los concejos locales que, en ciertos supuestos, Hevarian a la Corona a eliminar los oliciates de nombramiento episcopal: fue la decision que adopts, por ejemplo, en Ledn Feiando IV en 1304" De los ejemplos de excesos cometides por los ofiviales repios, sobrepa- sando fos propios limites impucstos @ su actuacién, desoyendo incluso los man- datos reales e incurriendo en verdaderas malferias earentes de justficacin, resulla particularmente Hamativo, tanto por su larga duuacién y os inusitados niveles de violencia a los que s¢ Hegé como por su plena implicacién en el endé- ‘miso enfientamiento entre el vecindario ovetense y ta Iglesia, el confieto que Protagonizarén en tos aios finales del siglo XUII y primeros de la sigulonte cen- {ura el alealde del rey, Alfonso Nicolis, y los representantes dc ka mitra y cabit- do de la ciudad. Merece ta pena que detengamos nuestra atencisn en la vonside- ravi6n de los hechos ‘pleco, ano wna como rates, repiten con insite In docaentacion df poce i jst puesta aa del vey Aono Nils wl las vec de Llanes por a eta © cont el setonn ef ta, en mi iio ct pea nota 26 * CORIA COLINO: et elisngcisn dos jces», p18 JUAN IGNACIO RUIZ DE LA PESTA SOLAR [288 Alfonso Nicotés, alealde del rey en Oviedo, hombre de cow. icho IV y, sin duda, ¢l personaje més poderoso ¢ influyente de la fianza de burguesta local, conclufa con la Iglesia ovetense una avenenecia por fa que, a cam- bio de la entrega de 12.000 maravedis reounciaba a fas demandas que hiaefa en hombre del monarea por taz6n de Tos realengos que habian pasado al abadengo. Se ttalaba de una actuacién puntual, acorde con la politica regia tenidente a evi- lar el despojo de los bienes del realetgo por su (raspaso a fos dominios eclesiés- Licos conte! consiguiente perjuicio para el fisco regio. Pot razones que se nos ocultan, en una fecha indeterminada de 1294, Sancho [V ovdenaba a su alealde la detencién del dean de la Catedral de Oviedo Femmando Alfonso con quien, en ese mismo affo, Alfonso Nicolis habfa tenido un serio enfientamicnto al no reconocer, siendo arrendatario de los dos tercios de los «derechos econdmicos concefiles, fa ttularidad de tercio restante a la Iglesia ove- lense que, representada por su dein Femando Alfonso, obtiene sentencia favora- ble @ ese reconocimiento def adelantado mayor del rey en Asturias y Lesn, La cnemiga entte ef oficial regio averense y ot dean venia de tiempo atrés, se agu- dizaba abora a rafz de ese fallo y no ¢s aventurado suponer que Alfonso Nicolss, hombre de confianza del monaica, debid influir en Ja orden de éste contra Femando Alfonso. La ejecuckin det mandato regio daria gcasién at alcalde de perpetrar toda tna serie de lamentables acciones que van deste el arbitratio despoio de tos bicnes del dean a la violencia moral y fisiea sobre su persona, levandoto «preso por medio del lodo, arrastrfindolo de las casas del arcediano Bartolomé Pérez ata las suas casas de ba Rian, sin duida fas mejores de la ciudad y signo externo del padet y In influencia de aquel burgués y oficial regio. Del triste estado al que se vela reducido el deén da cumplida noticia la descamada acusacién lanzada por susobtino Gonzalo Garcia contra su eaptor: incomunicade con el exterior, caren- te de los ewidados médicos que exigian las «fetidas de armas» recibidas cuando fue defenide, wdoliente € flacon, su vida corria serio peligro. F desoyendo ineluso el mandato regio favorable a la Tiberacién del deén, se niega Icalde del rey, a entregarlo a ta custodia de los oficiales concejiles avelenses, retonigndolo toda Los asitio con detale en si aniculo: wAltoneo Nicos, bunguts ds Ovid sielle det yeyn en Ashniansa Medhivotia, 2 (1973), pp. 376 34 LAS CIUDARES DE SERIDIIO ECLESIASTICO Y L08 CONELICTOS POR FL CONTHO), BEL GOBIERNO LOCaL, (1252-1350) vin algiin tiempo bajo su custodia y demorando fa puesta en libertad urgida por el propio monarca, Libre al fin el den, el 15-X1-1295 Bonifacio VIIL to promo- via a ta sede episcopal ovetense Desde su nuewa posicin de fherza, et flamante y ofendide prelado ove tense iba a descargar sobre su viejo enemigg todo el rigor de una venganza le- vada al extremo: fulmina sentencia de excomuniién conta él y contra quienes babian participado en las lamentables sucesos de! allo anterior, pero la apelacign a Roma y la consiguients absolucidn papal det oficial regio no pusieron fin a la vViolenta reaccién del prelado, que mantiene contra ét y sus parviales las duras penas canénicas que les habia impuesto Asi Ins cosas, el antiguo oficial de Sancho IY no duda en recur a la Justicia de su hijo, Fernando 1V, quien saldea en enérgica defensa de ta victima del iracundo prelado. En 1300 te conmina a que cese en sw actitud, sometiéndo- se alos dictados del Paps, levantando la excomunidn a Alfonso Nicolas y hacién- dole enmiencia de todos los perjuicios que le habia causado. La perentoria orden iba acompafiada de una expresa autorizacién al alcalde del rey para que por si ‘mismo y, si preciso fuera, con el concurso de todos tos cancejos y oficiales de Asturias, ejecutase severas represiones contra el obispo y sus bienes, en et caso de no deponer éste su vengetiva wetitud El obispo Fernando Alfonso fallecia en 1301; su sucesor en ta mitra, et enérgico Fernando Alvarez, se encargaria de buscar una salida al ya fargo con- ieto que pasaba por la imposicin al alealde del pago de una elevade inlemni- zaci6n, compensatoria del despojo de los bienes de su antecesor, y una rigurosa penitencia para el Ievantamiento de ta pena de excomunidn: se exigia al viejo alealde det rey que con cuarenta hombres «ea sayas € descalgosp, cefides las gar- santas con cuerdas y portando velas encendidas, reearviesen en procesion expia~ toria ef mismo itinerario por el que habian levado, preso y ultrajado, a Fomando Alfonso, compareciends finalmente en la Iglesia Catedral para obtener el perdén del prelado y el eabildo; se le confiseaban ademas las casas de la Rue, su pro- Piedad mas preciada, que pasaria a dominio de la mitra, y se le imponta una seve Fa sancién pecuniaria por su sacrilegio, Ocurria esto en 1306,Nd mucho tiempo después fallecia Alfonso Nivolas y en el clima de desorden pablico y deterioro progresivo de tas relaciones entre el conejo y la fk de Oviedo que vivied la 135 ciuclad en los afios siguientes, ef sucesor de Alfonso Nicolis, su hijo Fernando Alfonse, aparecerd como uno de los mas deslacados cabecillas del general movi niento de resistencia que, on 1308, opone el vecindario ovetense a los abusos de poder, cada vez més insoportables, cel obispo y cabildo de la Iglesia ovetense. ti el complejo entramado de factoras desencaclenantes de 10s confliclos que venimos analizando, uno de los mas varacteristicos y que eon mayor fre- ‘cuencia se repiten es la negative de los concejos a acatar ef derecho seftorial de hombramicnto de magistrades locales. Lo detectamos tanto en fas ciudades de seito compattida, por ejemplo en Oviedo, donde, a pesar de jurisdiccional pleno, por ejemplo en Porto", como en lag de jurisdiceign ss seiteradas demandas de fos obispos el concejo prescinula sistenséticamente de los oficiales puestas por la Iglesia”. Tambign se produce ta contestacién antisefiorial en las villas de sefio- 0 en las que Ia Iejania o la debilidad de Ia presencia det sefor tla brindar mejor ocasién para el desacato de su autoridad Bn este sentido resulta especialmente ilustrative el caso de la impoctan- te localidad portuaria gatlega tle Viveito, deperidiente de Ia jurisdicci6n de tos objspos de Mondonteda, donde desde las postrimerias del sigho XIII, reinanda Sancho IV, asistivemos a fa apertura de uti larga serie de enfrentamientos entre el concejo y ta mitra, con intervenciones direotas de ta Corona, que habrian de profongise durante més de unt sigto. El motive: la teiterada oposicién de los de Vivero a acoptar el sistema de cobres para la eleccion por el prelaclo de los off- ciales concsiiles. EI enconamieito del conflicto Hevaria incluso a episodios de ‘violencia, con ainques reciprocos a los bienes y a las personas y con resuliade de muertes que impulsaria al obispo mindusiense, en 1349, a Fulminat la, para estos casos, habitual sentoncia de entredlicho y excomunién contta todos Tos vecin Vivero™ * SOUSA SOARES: op ci, pp. 8658. "RUIZ DE LA PENA; ots para eso del susp mtriano medieval, po 283 ys, y nota 113 * HINOIOSA: ap cit, pp 55 ys 136 LAS citlOAeS DE SENORID ECLESIASTICO Y LOS CONFLACTOS 8 “GOBIERNO 1.00 (1252-1350) KEL CONTHOS. OFF En los afios siguientes of concejo de la villa solicitaria del monarca la presenicia de un oficial regio, ampardndose en ells para mantenerse en su negati- va a admitie los de elecci6n episcopal y persistiendo en esta actitud por lo menos hasta 1419, aiio en el que todavia los viverenses se niegan a presentar las eobres 4@ su sefior episcopat para que éste eligiese de entre ellos oficiales, invovando ta presencia de un alealde del rey”. Los episodios de violencia, a veces extremada, protagonizados por los concejos y las reacciones excesivamente rigurosas también, en no pocos casos, de los titulares del sefiorio en defensa de sus intereses —-y no hablamos sélo de Penas candnicas sino de alianzas con verdaderos malhechores y ejecuciones colectivas otdenadas por los agentes regios a instancias de los preludes, como la de cuarenta ciudadanos de Patencia en 1319 por haber agredido a su obispo — son rasyo comin a la situacidn de enfrentamiento generalizado a que se Hepa en las ciudades de jurisdicciOn episcopal del noroeste de la Peninsula en los con- vvulsos afos de la minoria de Fernando IV, seguida dle un caético reinado, y sobre todo de la muy larga y desastross de Alonso X!. No hace falta recordar aqui tas descarnadas dlenuncias de desgobiemo y ruine econémica que se hacen con som- brias Lintas, en las fuentes de la época, como la erdaica regia, el Poema de Alfonso XI, tas Finalmente y a la temprana edad de qui artas de hermandad 0 los ordenamientas de Cartes, Cuando, €aflos a instancias de fos procuradores reunidos en las Cortes de Valladolid (1325), Alfonso decide tomar personalmen- te las riendas del gobierno de sus estado (nyo entré en los quinze annos que ove hed conplida e que non devia aver tuior, lomé el poderio en mi para usar de Jos tnios regnos assi commo devo»), la primera impresion que nos transmite es la triste comprobacién de que «la mi tierra es robada ¢ estragada © yerma e las ren- tas son menguadas»* En relacién con las siluaciones de enfrentamiento entre fos concejos y suis sefiores eclesidsticos, los ejemplos de las actitudes de radicalizacién de pos- tees a fas que antes nos referiamos comparecen chora con reiterada frucuencia sem, * NIETO SORLA: Iglesia y poder, p18 © Contr de tain y Carll 1, p37. las Cores de Valdis 1322 se have eembign van expres ‘wacaezencn a ae malfior que siguar la yas oe Ferman 1Y (Ibe, p 360) 137 JUAN IGHACIO RINE DE LA PHBA SOAR. en In documentaciéa local de esas ciudades de seitorio episcopal. ¥ asi, asistire- ollo de los con mos en estes afios @ una fase de exttemada violencia en el desa fictos que venian manifestinduse desde tempo atras Tuvimos ya ocasidn de referitnos 2 fos continuos enfientamientos que protagonizan Jos burgueses fucenses con la mitra en torno al 1300, tratando de librarse del poder seftorial o de aflojar al menos sus lazos de dependencia vasa- Hatica, cosa que Hlegarfan a consegt cin de la autoridad temporal a ta Ia en detetmninados momentos, La reintegra- ia iucense en 1312 iba a suponer sola- mente un intento, fracasacl, al que seguitia el recrudecimiento de las aspiracio- ries autoriomistas del concejo, al calor de las favorables circunstancias que brin- daba el desgobietno imperante durante la minoria de Afonso Xt y del apoyo, ins o menos encubierto, del poderoso infante don Fetipe, cabecilla de una de fas facciones que se disputaban la titoria del rey nitio y con gran poder en Galicia®. De nada valdfan las disposiciones de I otra faceién, Ia encabezada por el infan- te don Juan, para restituit a los prefados en Ia plenitud de su sefiorio, ni fos man- datos pata que los burgueses devolvicsen a la mitra los simbolas de su autoridad sefforial: las Haves y la enseiia de ta ciudad y la casa fuerte episcopal” La eleccién como obispo para la sede Incense de Rodrigo Ibifies (1315- 1526), diseipulo aventajado del enérgico arzobispo compostetano Berenguer de Landoira, supondtia ta solucién, al menos temporal y en términos favorables para fa mitra, de un largo y en eierlos momentos my violento conflicto por el control del poder local, que habia llevado a que Ia ciuclad presentara en los afios veinte —como sefialan Portela Silva y Garcia Oro— «una cara de edificio cn ruie ras que cada vez.se clesplomaba nds por los enfientamientos de tas facciones en duelon. La absolucion otorgada a Jos bargueses por el papa Juan XXII en 1327 a instancias del nuevo prelado, sucesor de Rodrigo Ibéiiez, eontribuitia a apaciguar {0s levantiscos aaimos de Ia poblacién tu se, aunque muy pronto volverian a Fenovarse, con drainéticns episodios de violencia y una enérgica intervencion de Afonso XI, las viejas luchas En Santiago es bien conocida la situacion de contestacién antisehorial PORTELA SILVA y GARCIA ORO: op. cit, pp. 268 y 58 Vik. Contes le Cari (1317) y Cowes de Valli (1322) (Cortes, np. $10 y 345} 138 LAS CIUDADES DE SENOKIO ECLESIASTICO Y LOS CONFLICTS FOR EL CONTROL. DEL ‘GOMIERNO LOCAL (1252-1530) de sus burgueses y Ia pérdida de control de la autoridad de los prelados ante un concejo en permanente actitud reivindicatoria dle su autonomia, Come to son los hechos del arzabispo Bereng el de Landoirs, verdadero émuto de su lejano ante- cesor Diego Gelmirez, que durante fa turbulesta minoria de Alfonso XY recup +6 Ia autoriclad seforial y vengé con inusitada viotencia los desucatos y vejacio- res que los compostelanos habian perpetratlo contra la mitra En Orense, los levantamientos del concejo contra sus sefores reviston tos mismos rasgos de veiteracién y violencia que se observan en las dems ciu- dades episcopales gallegas, logrando aque! mantener una precaria autonomia frente a Ia mitra hasta la reintegracién de ésia en el seforio episcopal por deci- sidn de Alfonso XU En las ciudades de senorio episcopal residual os enfirentamientos en ningtin caso Heyarian a aleanzar fa gravedad que presentan en las de senorio pleno, con la excepeidn de Oviedo. Aqui los conflicios del concejo con la mitra en el periodo que estamos considerando revisten los mismos niveles de violen- cia que la que se observa en ciudades como Palencia, Santiago, Orense 0 Lugo, Al poco tiempo de Ja muerte de aleaide del rey Alfonso Nicolas, protagonista, segxin vimos, de un prolongado conflict con la Iglesia ovetense, las tensiones, hasta entonces a duras penas eouter ides, ante ol vecindario y el sefiorio episeo- pal daban paso, en 1308, a la apestura de unas hostililades que por espacio de vacios afios conviesten el endiémivo enfienta niento entre el conceja y la Iglesia ‘en una vewdadera guerra local, cuyas devastadoras eousccuencias se extignden at centomo rural de la ciudad y en la que el abispo Fernando Alvarez watard de afi ‘mar, recurricndo a todo tipo de tropelfas, un poder mente los Rorial que rebasabs ampli limites de ta jurisdiccién compantida con el coneejo™. fas bandas "GARCIA ORO: Hecho fon Barenguo de Lenlaira,arvobiaes de Sug, Satay, 198) “Vad. as infoaoaciones ue oliesen algunos exude ko inetos por 1.8. CASTRO en su Colecwan) fs documentos sel Archive de la Cute de Oren, val. 2, Oreave, 194-122. tanh, HINOIOSA. 9p. ct. pp $4 y 53 GAUTIER DALCHE: ep, ct, gp 289 y 5, HIETO SORIA’ Igtesay poe, po Hey S; DURANY CASTRILLO; op ci. psi, ‘onto la docu ines municipal como la estedetcn ppercionan muy deals informacion sobre ete aii period enetdesirlt de bs outs entree unex ya leis de Ovi, Rea ‘ua vezimis eerie eta Coleeisn ge MIGUEL. GIL. De fon fouls de pracodencia ele, side, obvamente paresis en la wnsnusin etaterpetsion deh hvu, esis opiate fa monestaidn que en 1313 peonuciselabipo Fema Alvatee—actvn protagonists ols ne ke 139) JAN SONACIO ROTEL PRSIA SOLAR anmvadas episcopates, divigidas por eabalteros de fortuna, verdaderos inalhecho res al servicio de la mitra, Hevaban la inguietud a los indefensos moradotes det aifoz y desde fos fuertes castillos que la mitra posela en las proxiinidades de la ciudad, robaban, acosaban y daban mueite a Jos vecinos de la ciudad que salian de a protecein de sus muros: viajetos y metcaderes eran el principal objetivo de esas malfetrias La reac n del coneejn no se hacia esperat. Bn la ciudad, donde la pasi- clin del vecindario era mis fuerfe, Ins represalias contia ta Iglesia se hicieron patentes en el asalto a las casas de fa Ria, Ia antigua motada de Alfonso Nicos, ahora en ma 108 de los parciales del obispo, derribando su tire y quebrantande asi el principal dispositive militar con que contaba dentro del eagco urbano; los foreros de las tierras del prelado y del cabildo padec cron lambién en sus perso- as y bienes el rigor de fa violenta represisn cancejil. {-lepados a un panto evi 9 de vordadera guerca abierta, el concejo y Ia mitta resuelven poner fin a sit largo enfientamiento otorgando en 1314 una avenencin en la que se pasaba revi fa a todos Jos puntos de friccidn y se buscaba una solucidn equitativa alas pre= tensiones de auibos contendicntes". Pero ¢l obispo y el cabildo negocinban desde tna posiciéin de Fuerza y el propio Alfonso XI, a (tavés de sus tulores desantor aria en 1315 ese convenio: después de demunciar alos males et premtias et fuer Gas que la Iglesia habfa perpretacio contra el concejo, ponienda ademés «intre dicho en fa villa et en los eimiterias...et porque ves, el dicho obispo — cor ta costa regia sodes muy paderoso en esa tierra cle Asiurias ¢ averles muchos vasallos que fesieron muchos robos e (uergas e mueites et males a los vesinos del dicho coneejon, considerando ademds la debilidad de dicho concejo, aion avien do ninguno que los deferndiese nin fos manparase de tos dichos obispo e dean & eabildon, se deja sin efecta Ia avenenia suscrita um affo antes", Los desafierns oleae on eesinnicnts-- conka les jee leads yotas justice de a clad de Oviedo y de "oe dems lgwes de abaya, parm qe nos ete con a persnasybienes de Insane nelle ex isp is excomunién y erteeho eas ils y hues eande lon steers ncaa seta eayeren edaten en syed (Ach, Caleta de Owain, Serie Reearg te nine toy Se wai de un extonto dacueto «jue cote wet inne extrnosinatnatents pornovcizady le gran interés soe e coulet (MIGUEL VGH: ap ei atin, REVI * Bl adat do fo toad egos et expe en Banos e2 de oetve desc sf ngs psi este en pots elas cons achciones que ene paren ae Cines ue ella h acid eae =I propio Alo XI cafinaie es oon em 1846 MAGUFL VIC pws nome evi) la LAS CIUPADES DE SEHONIO ECLESIASTICN ¥ LO8 CONFLICTOS POR EL CONTRON. EL GOBIERNO LOCAL 1232-1350) dle la Iglesia continuaron hasta que el propio coneejo de Oviede, enntando con el apoyo del podcroso magnate asturiano Rodrigo Alvarez, logrs hacerse con el contol te fa situacién. Sin embargo, el prelado ante via en el futuro su parti cipacién en el cexcio de la jurisdicein y derechos econémicos de la ciudad, pro- longandose sus coallietos con cl concejo, aunque ya sin la violencla anterior hasta fines de la Balad Media 7. HERMANDADES CONCESILES Y HERMANDADES. ECLESIASTICAS: LAS ASOCIACIONES DE OBISPOS ¥ ABADE: COMO INSTRUMENTO DE REACCION SENORIAL, El ambiente de crisis, inseguridad, violencia, de confiontacioness parti- distas € incluso durante largos periodos dle verdadero vacio de poder, por la tinoridad de fos monarcas y Ios conflictos entre sus turotes, que se abre en fos tltimos aflos del siglo X11 y se prolonga durante todo el primer cuarto del siglo XIY, hasta que en 1325 Alfonso XI asume el gobierno personal del reino, el fo talecimiento de tn fuerza social, econdmica y politics de las ciudades, por on parte, Tales son tos factores que forman el caldo de cutive adecuato para la emergencia de una institucién que encuentra precisamente en las criticas cunstancias de esa época la causa justificativa de su existencia, Me refiero a fas hermandades concejiles: asoviaciones de ciudades y villas que en movimiento solidario se unen para eombatir el eaos imperante y sal vaguardar sus propios intereses frente 1 eventuales agresiones de oteos puderes, 1.08 preambulos de esas ligas interlocales dan clara idea de Ia situacién ue tra tan de superar, en la que la violencia de los poderosos y el alaque a las libertades, y fueros concejiles ocupa un lugar central La tipotogia de esas hermandades es muy variada: desele tas generates de 1295 y, sobre todo, la gran hermandad de 1315, hasta ot 5 de dmbito regio- al, comarcal o que asocian 4 un niinero reducide de concejos, a veces no mas le das”. ™ C. GONZALEZ MiNGUIZ ofeca hace pocas ufos un completo bans historogrdic sre est ins ‘itasién: «Aprosinacicn a esto del «Moviqento Hermaninoy ex Castilla » Les, tol et Sete Bronte de Eades Medsvales, \(ISDN) y 2 (192), 9p, 38389 1900, mt IAN 1GHACIO RUIZ DELA PERIA SOLAR No es de extraiar que jos titulares de tos poderosos seftorios de las elu dades y villas episcopates asistieran con recelo al niacimiento y desarrollo de una institucién que, por sus propias caracteristicas y objetivos, constituian una ame: hhaza mas que potencial para sus intereses, por més que ext las grandes hermah- dades del reine nd se planteen de forma expresa ittides dle resistencia frente al poder sefierial de tos prelados”. Pero sf en fas fhetmandades mtenores: en alin case, incluso, as asociaciones de concejos se forman con fa finalidad especitica de combati sithinciones de violencia anparadas por las obispes. Asf oeurre, por iomplo, en 1309, con fa hermandad que otorgan tos de Oviedo y Grado para aca- bar con las malfetrias de cierto cabaltero, un verdadero «maltiechor feudabs, en Imac rtada concepluuacién que aplica a estos individuos Moteta Valayos, de nom- bre Gonzale Peldez de Coalla, vasallo del prelado ovetense, que desde 8 casti= los proximos a la ciudad y cuya tenencia e! propio obispo te habia contiade, cometia toda clase de tropelias contra los vecinos de esas dos poblaciones”: La reaccién de los obispos frente al peligro que representaban tas her ‘maridades cle coneejos, en fas que entraban lambién los de seflorio episcopal, par- cial o pleno, fue combatirlas con tas mismas armas. Quedaba probado, wna ver 4s, que In unién hacia fa Fueiza y ef mecanismo de defesisa emplende por fos sefiores fue el que estaban erisayando, con éxito, las ciudades: la formacién de hhermandades dle prelados, En 111 lo hacen los de Santiago, Braga, Ledn, Oviedo, Palencia, Orense, Mondofiedo, Coria, Ciudad Rodrigo, Tuy, Lago, Astorga, Avila, Plasencia y Segovia, Ties afios después otorgan nueva herivan ad los obispos de ‘Toledo, Sartiago, Sevilla, Burgos, Salamanca, Coria, Plasencia, Mondofiedo, Ciudad Rodrigo, Lugo, Badajoz, Avila y Tuy” ‘Ambas asociaciones son bien conocidas en su composicidn y abjetivos No parece que lo sea tanto, sin embargo, una lereera que se forma el 4 de agos- to de 1315 en el monasterio de Santa Marta fa Real de las Hutelgas, en Burgos —- importa precisar lngar y fecha— y que integra a fos ebispos de Burgos, Sigtienza. Palencia, Salamanca, Coria, Avila, Badajoz y Lugo, por si y por el arzobispo de Santiago, y a los de Oviedo, Calahiorra, Osma y Orense a través de procuradores * NIETO SORIA: Iptesiav der, pp. 191 ys » eau © NIETO SORIA: inleio xp 142, LAS CIUDADES DE SETIORIO C4 ESIASTICD ¥ L05 CONFLICTOS POR EL CONTROL DEL ‘GOBIERNO LOCAL, (25251350) sombradlos at etzeto, con et abad de Oaa y el de fan Millia de la Coyolla, La primera actuacibn de los pretados es presentar ante Ja seins Maria y los infantes don Juan y don Pedro, tutores det rey, una carta de protest por los ordenamiien- tos que se habian hecho en las Cortes celebradas en aquella cud a poticién de. tos caballeros, hidalgos y honibres buenos procuradores de tos concejos de los reinos de Castilla y Leon y que, a juicio de los agraviados, tesionaban las intere- ses de la Iglesia, dandose pormenorizada relacion de tales lesiones”. La retacion de cams Leteeto entte fa formacion de esta liga de prelados y las disposiciones emanadas de las Cortes, junto a fa gran hermandad d fas cia dades y villas de Ledn y Castilla que se forma en Burgos el mes anterior a ta re ridin de Las Huelgas, no offece fa menor dua Como tumpoco la ofvece que et apoye reeiproco de esas ciududes y villas frente a los eventuales ataques de los sefiores eclesidstivas, constituye uno de los casos que, implicitamente, contempla la institucin de ta Hermandad de conecjos, Pademos comprobatto incluso en un época tan cardia como es el atio 1350, cuando ya —segin es opi ‘in generalmente admitida”— la vitatidad de esas asociaciones interlocales habia side duramente quebrantada por la politica antihermandades de Alionso XI, Se trata cle un testimonio singular pero extraar- sinariamente revelador: el | de abril de 1350, el conceje de Valencia de don Juan, atendiendo ta peticién hecha por el concejo de Le6n, s¢ « Mpromete a ir en su ayuda para apayarle contea el obispo don Diego, de quiien los leaneses parece que recibian «muchos mates e dannosn, |.os de Valencia fundamentan su eooperacisn en la hermandad que con aquella ciudad «e con otros tnuchos concejos de Gib © Aroh. Cal Oviedo, Serle 8, exp. 6 fin. 18 le obie es reds en fas Hels et 1d gto, ys reclunasionesanerores, neva poe oor ‘a consti de fa gran Hermandad de 1515, o! ordenaoto que haven fos tees ely, a rata ‘ese Tos prelados on aquolaslsinas Cvs, ot 16 de septen bres en este inersan tonto sedan tn seni de medidas de proteccidn de ls dnuchos de a Iglesia litem eveatlesapresiones Ge 1S robles oto cones, dsticando por us denuneias plus ta igen: wats, (oe we pile ‘on gue vs peludos e abades que esti despois de ss seonerioy ede sus ogates ede ss derechos deus bites e Sennatadanient ef obispo de Pala ee ebisp de Calon obispo de Buajoa Se obispo de Lugo moneseto de Saal Faghn qe Sean enteyaese vosidos set. longamien 'o, Tengo por bien © por derecho w mandado he asi faze (Cres, . 296). evvcedese sin cmb 50, en a ovienyctn amy dita, I rea de? de ube dl mist a de 1105 obispo, dan fal de a Iglesia de Osteo (csr, nota $8) © NIETO SOMA: fea str, 1S ~ Por esa parte seguramene debs interprets come une resjtesin als peticione solidaras ds JUAH IGNACIO RUIZ DE LA PENA SOLAR, dades e villas de tos reanos de Led e de Gallizian habian firmado en Valladolid, caservigin de Dios ¢ del sey ¢ gitarda del su senniorto & a prod de toda la tierran* 8. CONCLUSION La consolidacién en el tone de Alfonso Xi, después de su farga y tur bulenia minoria, supone la apertura de una nievn fase en el desacrotio de los enientarnientos enlze Ios conce)os y los seitres eclesitations por el contr det povler focal, marcada por el enéigice interven jonismo regio y sensible aminoramiento dk: los niveles de violencia a les que se habia Hegado en en general, por un nuichas ejudades de sefiorig episcopal durante Ia convulsa etapa anterior Con Ia excepcién de Oviedo, donde los prelados continuardn manté niendo su participacidn en ef nombramiento de los oficiales locales y en la adii- nistracién de la justicia, con frecuencia de forma ms tedrica que real, en las demas ciudades de jurisdiccién compartida desaparecen los funcionarios de po visidn episcopal; y en los cuerpos dle regicores surgidos de la reformia municipal alfonsina, la mitea carecerd ya de representantes”, En ef futuro los eonttictos que ‘continuardn plantedindose entre los obispos y fos eoncejos afectarin casi exchusi vamente a cuestiones de indole econémica como fa participacién de las Iglesias fo ef levantamiento de las cargas vecinales, ta percepeidin a sit favor de ciertos derech Ja condicién de los excusados y otras ajenas, en pritcipio, a un émbi- {© competencial estrictamentejurisdiceional La situacidn en las ciudades de sefiorio episcopal pen seria distinta pero, en general, evohuciond en el sentido de expetimentar una cierta teduccién de Ia autotidad de las mittas paralela a un eteciente inlervencianisma de la Corona tendente al fovtalecimiento de fs posiciones del realengo y con medidas puntuales, en la correccién de tos excetos de los obispos, que liegaron a suponer en algunos momentos la pérdida temporal de su jurisdictién, Asi oeurrid, por ejemplo, en Lugo, donde un nuevo levantamiento de los burgueses con una violenta reaccién episcopal y Ia ejecuicidn de los procurado- res det conceje encargados de negociat con la auloridad seftorial Heveron all * RUIZ DE LA PERI: ea herman eonesnn, 9p, 163 ~ CORIA COLINO: op ci, spre, nota 4, 144 LAS CIUDADES DE SHNORIO ECLESIASTICO ¥ LOS COHELICTOS HOH EL. CONTHOE. OF ‘GOBIERNO LOCAL (12520350) monarca a decretar en 1345 of desticrty del prelasla, la confiseacion se gus bien. es y la pérdida del seftorio, que no seria devnetio hasta pasados unos altos", En Si arzobispo Berenguel de fndoira, a los que pone fir una avenen nliage, dsp 4és de Jos graves enfientamientas entre el concejo y eb a pactada en 1320, Alfonso XI maniersira con tos pretados compustelanos buenas relacianes, confirmanda en 1346 su seforio aunque dejando siempre a salvo el superior parler detisorin de la Corona”. Lo mismo haria en el caso ce Orense, en 1333, aunque aqui, tiempo des pués, las rebeldias del concejo volverian a alcanzar tos niveles de viotencia de los peores momentos de la époea anterior, legando it tener tna de ellas, ya a prin- cipios del siglo XV, un tégico desenlace: en 1419 Jos revoltosos arrojaran al rio Mio al prelado, que alll perects ahogado™® Palencia, ta ci ad eastetlana de sefiorio episcopal pleno con mas larga y violenta tradicién de enfientamientos entre el concejo y la ynitea, ka medi clan de Alfonso X1 en unos contlictos que habian dejade ya alris sus aguclos nive: fes de crispacisn, se caracteriza por el vasgo que es comin a ta politica de com- promiso y, en todo caso, nérgica salvaguarda del realengo propia d este auto- Hitario monarea: respet6 e incluso confirmé el seilorlo de tos prelados sobre la cite dad, pero vineulando estrechamente su suerte a la de los intereses de ta Corona’ Esta trats de ser, en defintiva, con mejor peor Psrtus, ls actitud de los mowareas Castellanos, de Allonso X 8 Alonso Xt, como actores eon papel une damental en Ios procesos que hemos venido analigan'o; fa rim qn: Uataekan lambién de obsorvar, segin las cambiantes cixcunstancias poiitivas, en el futuro, Puede atirmarse asi, sigticndlo a Nieto Soria, que «los monarcas aspiin a tener «2 too momento en los obispos que poseen un seforie sobre una ciudad a ele mento de contro! esa. misma ciudad, comporténdoss como sustentadores suyos, en tanto que fos preiados ejerzan esa funiciin de eanteal en favor de los intereses de la Monarqua™ “ POITET A SILVA y GARCIAORO, op wie, pp. 2769 33 LOPEZ FERREIRO: Fueros munioules, 394 y 5, * LOPE CARREIRA, Ourense no sdewo.AV Sictedade wane, po 440 y 1 NIEVO SORIA: Iglesia » poder po. 183 y 5 rien, 9.194

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