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Introduccién ala mecdanica cuantica Daniel T. Gillespie EDITORIAL REVERTE, S. A. Taracas-México-Rio de Janeiro Rarcelona-Rogota-Buenos Aires-Caracas muta de 19 apea originar A Quantum Mechanics Primer fachin original on tongue Ingl Intertext Books Copyright © by International Textbook Company Lim Version espancia por or Dr. Julién Fernéndes Farrar Catedritico de Fisica de la Universidad Poltecnica de Barcelona Fellow of the Insitute of Mathematics te Applications Propleaad ae EDITORIAL REVERTE. S. A. Encarnacion. 88 Barcelona (12, Reservados todos los derechos. Ninguna parte del material cubiérto por este titulo de proviedad literaria puede ser reproducida. almacenada en un sistema de informé- ties 0 tranemitida de cualquier forma o por cualquier medio elactrénice, meciinico, fowcopia, grebaclin w olvos métodos ein wl previo y exprese permixa por e¥erito dal editor © EDITORIAL REVERTE, S. A..1976 Impreso an Esoata Printed in Spain 1b RZeTH/ne sa tpt 0 mre A mi esposa Prdélogo En este libro he intentady presentar una exposicién algo simplificuda pero even cialmente whonesta> y que no requiera conocimientos previos, de la teorla forme de la Mecénica Cudntica, dirigida a estudiantes del primer ciclo de Ciencias o Inge rieria. No he intentado tratar ninguna de las aplicaciones tradicionales de la Mecénic Cudatica; en vez de ello he pretendido solamente presentar wn desarrollo axiomatic conctso de ta teorta, con una visién que ponga de manifiesto de la manera mds clar posible las principales caracteristicas de su estructura matemdtica y conceptual El libro ha salido de una serie de conferencias que di a un curso intermedio de 1 Johns Hopkins University en la primavera de 1967. Ese experimento consistente e introducir la Mecénica Cudntica antes de lo que es usual me convencié de que, Se es suficientemente selectivo y minucioso, se puede dar a los alumnos del nin ensayado un conocimiento sorprendentemente bueno de la estructura formal de i ‘Mecénica Cudntica, Este tibro representa una ampliacién y reajuste de aquell conferencias, si bien el método y la meta han quedado esencialmente invariados. Hay que hacer resaltay que este libro no puede ni pretende «suplantarn a ningun de los textos existentes que tratan la Mecénica Cuéntica elemental. Su fin es, mé ‘ier, complementar dichos textos proporcionando al estudiante wna perspectiv Simplificada pero significativa de (a teoria. Para lograr dicha perspectiva, hay qu dar prioridad a Ia concisién y a Ia claridad; on consecuencia, he intentado evitar e este libro ta busca de resultados que no sean absolutamente necesurios para el de: arrolla de Ios principales aspectos de Ia teoria, aum cuando dichos resultados sea adi cuaco buscarlos como materia del curso en los tratamientos pausados y més extensc ‘que se encuentran en los textos normales. Al mismo tiempo, el tratamiento restris sido que se da on este libro contribuird, en virtud de su concisién, a la comprensié por parte del estudiante y a la apreciacién de Ios desarrolios mas elaborados de lc textos normales. Teniendo esto presente, creo que este libro puede ser apropiade par ewulyuiera de fas siguientes fines: (i) Como texto para un curso de medio semestre en el que se introduzca la Mc ednica Cudntica a los alunnos que hayan superade el primer curso de Ciencias Ingenieric (ii) Como texto de ealentamientor 0 «ansiliar» para um curso normal de intr duccién a ta Mecinica Cuintica pura ciclos superiores al primero, vu vu Prologo (ii) Como texto de lectura complementaria para alumnos aim no graduados. (iv) Como libro de estudio auténomo para estudiantes que sigan, 0 hayan seguido recientemente, un primer curso normal de Mecinica Cuintica. EL libro no requiere conocimientos previos de la materia, si bien se suponen las ‘iento de la Mecanica cldsica elemental, mds una nocién de cudndo no es adecuada Ia teoria cldsica, tomando como ejemplos la radiacién del cuerpo negra, el étomo de Bohr y el expertmento de Davisson y Germer); buen conocimiento det Calculo elemental en el que haya estudiado Ia integral impropia y la integracién por partes ciert dominio del Algebra vectorial en tres dimensiones, que incluya al producto ‘scalar: y por iltimo, la nocién de nimero complejo. Como ta meta 7 el método de este libro son totalmente diferentes de los de los textos normates de Mecénica Cudntica elemental, a estas notas sigue un «Prélogo para el profesor. En él he intentado explicar muy brevemente el plan y organizacién del libro para provecko de los que ya tengan certo conocimiento del tema. Me place agradecer la ayuda de muchas personas que han contribuido, de muy diversas maneras, a ta confeccién de este libro. Primerumente, tengo una deula de srattud con el Profesor F. Mandl autor del extraordinario libro Quantum Mechanics 538 acerca de este tema. El método general de mi libro sigue, en muchos aspect el del libro de Mandl y si mi libro puiiera lograr en su nivel algo de lo que ha logrado ‘Mandl en un nivel superior, me senttria muy saisfecho. Quiero agradecer a mi curso 1966-67 de Fisica General on la Johns Hopkins University par haberse prestado de tan buena gana al experimento; sin su verdadero inerés en mis conferencias origi- ales y su reaccién ante ellas, no se habria podido escribir este libro. En particular, ric place agradecer a la Profesora Brian R. Judd de la Johns Hopkins University, no Slo el haber tenido 1a amabilidad de leer dos borradores del manuserito, sino también sus observaciones y el énimo que me dio. Estoy muy agradecido a mis buenos amigos et Profesor Joseph B. Sneed de la Stanford University, el Dr. Gary A. Prinz do NRL, el Profesor James S. Marsh de la University of West Florida, el Dr. Faward J, Moses de la Vanderbilt University y el Profesor Ed S. Dorman de la Western ‘Kentucky University. por haberme comunicado sus concienzudas opiniones acerca de dar 1a impresién de que mi libro refleje necesariamente en cada detalle sus propios puntos de vista acerca de Ia Mecdnica Cuimica; en realidad, el hecho de que este tema signifique a menudo cosas tan diferentes a personas diferentes es para mi uno de sus més fascinantes y deleitables atributos. DANIEL T. GILLESPIE College Park, Maryland Prdlogo para el profesor El plan general del libro nos fo marca el indice: El capttulo 1 orienta al estudiante: l capitulo 2 desarrolla la matemética necesaria; el capitulo 3 repasa brevemente las caracteristicas sobresalientes de la Mecdnica clésica elemental (y en el proceso da tum estudio y una deduccién simplificada de las ecuaciones de Hamilton): y las tres cuartas partes restantes del libro estin contenidas en el capitulo 4 en ef que se des- arrolla la Mecinica Cuéntica. La teoria se desarrolla para un sistema no relativista de un solo grado de libertad ‘mediante la representacién posicional de la imagen de Schrodinger —es decir, Me~ céinica ondulatoria unidimensional. No obstante, siempre se intenta hacer esto bajo capa de Ia teoria general de Dirac; concretamente, aun cuando no se utiliza fa nota- cidn ubrasker» de Dirac, el tema central del desarrollo es que la Mecéiniea Cusntica trata, desde el punto de vista matemditico, con vectores y operadores en un espacio de Hilbert. En consecuencia, se considera siempre a Vitx) como vector de estado del sistema, que puede «desarrollarse como combinacin lineal de los vectores propios fast) del operador observable A, YAx) = Yalta Yedaa(X), em cuanto aue estos vectores propios formen una base ortonormal en el espacio de Hilbert de infinitas dimensiones». Este método debe evar al estudiante a una comprensién més profuanda de Ia teoria que la que se conseguiria mediante el método inmediato de la afancién de onda, si bien requiere una exposicién simplificada, aunque indicando el signi cado, de ta matemética del espacio de Hilbert. Esto lo tenemos en §§ 2-2, 2-3 y 2-4. La clave para esta exposicién se encuentra en §2-3, donde se desarrolla el concepto de espacio vectorial de Hilbert en estrecha analogia con la conocida nocién de vector ‘en tres dimensiones. El sentido de este apartado se resume en la tabla de la pagina 23 ¥ da pie a ulterlores comentarios. Ta principal analogia vectorial se obrione en realidad entre un segmento orientado v 1 una funcién compleja y de una variable real x; pero, al menos inicialmente, no se Obtiene entre la n-pla de componentes {v1} v t~(x)}. Dicho de otro modo, en §2-3 no consideramos la x de y(%) como un indice de componente continuo, sino mis bien como la variable de la funcion y, que es el vector abstracto en el espacio de Hilbert. Se hace esta para poner de relieve el hecho imporiante de que un vector en el espacio de Hilbert existe independientemente de cualquier base particular de representacisn, al igual que sucede con wun vector en un espacio de tres dimensiones. Exponiendo la 1x x Prélogo para el profesor “analogia entre las definiciones de producto escalar ¥y-¥4 = 4% 608 Oy ¥ (as 2) = Syilxdwe(x\dx, que sélo se consideran como maneras de obtener un escalar de dos sectores de tal forma que se cumplan clertas reglas, sc puede entonces pasar a cual quier representacién particular por n-pla de los vectores ¥ y w(x) mediante los con- juntos de productos escalares {e,-V} y {(é,,9)}. Después de estudiar la funcién delta de Dirac en § 4-6b, se demuestra que un vector en el espacio de Hilbert «se repre~ enta a si mismon respecta a Ine vectores propine dle hase del aperadar pasicién—es decir, que {(3» ¥)} = {y(o)}. Pero este hecho sélo se considera como «resultado interesante» y no como caracteristica clave del concepto de espacio de Hilbert. Este ‘punto de vista no sélo es coherente, sino que tiene la importante ventaja pedagégica de. suprimir la estrechez conceptual de trabajar en la representacién posicional, lle- vando con ello al estudiante mucho més cerca del espritu real del método de Dirac exent de coordenadas, Para mantener el desarrollo de la teoria cudntica In menos complicado posible, se imponen tres restricciones simplificativas: (i) el sistema tiene un solo grado de libertad, (ii) los valores propios del operador se distribuyen de manera totalmente disercta, y (il) los valores proplos del operador no son degencrades. No obstante, en [0s apartados finates del libro ($§4-6a, 4-66 y 4-0c) se presentan dlscusiones reves que muestran cémn se modifiea la teoria al suprimir cada una de dichas rose tricciones, La funcién delta de Dirac en particular, sube muy deprisa hasta § 46b @ incluso aqui sblo se estudia brevemente EI método de presentacién del capitulo 4 es postulativo-deductivo: el juego con- siste en deducir, desarrollar y sintetizar las implicaciones de seis postulados funda- rmentales dando una imagen coherente de la Mecdnica Cunt. Dichos postulados ‘se encuentran en las paginas siguientes: Postulado 1 (el vector de estado) p40 Postuludo 2 (operadores observables) .......cccceee po AZ Postulado 3 (predicciones de medida) p48 Postulado 4 (cfectos de la medida) 5 P56 Postulado > (evolucion en el tiempo) - sees BOB Postulado 6 (posicién y cantidad de movimiento)...... p. 82 A lo largo de todo ef desarrollo se hace resaliar que la principal diferencia entre Jas Mecéinicas clisica y euntica no reside en sus respectivas esquemas de la evalucién temporal de un sistema, sino mds bien en sus respectivos conceptos de westadon, observables» y «mediday. Los tres primeros opartados del capitulo 4. que abarcan los postulados 1 a 4, se dedican a dilucidar cuidadasamente tales conceptos. El tra tamiento de dichos temas sigue Ia interpretacidn ortodoxa «de Copenhaguen de la Mecénica Cudntiea, por cuanto parece haber ganado la aceptacién de a mayoria de fisieus uctuales. La tesis esencial de la interpretacién de Copenhague ex que la Mecénica Cuéntica proporciona una descripcién completa y abjetiva de la Dinémica de wm sistema que no es solamente una deseripcién de nuestro estado de conocimiento de dicha Vinamtea, m es simplemente una descripcton de la Dinamica media de un Préiogo para el prolesor XI conjunto estudistico de sistemas, La interpretaciin de Copenhague implica conch siones un tanto radicales relativas a los conceptos de estado, «observables» y «ne diday, conclusiones muy desarrolladas y considcradas en serio (coma, por ejemplo, en el estudio de §4-3b del «valor de un observable» y en el de §4-5b de ta «dualidad onda-particulay). Al seguir la interpretacién de Copenhague no se pretende que sea necesariamente mejor 0 més correcta que cualquier otra; pero el hecho es que si 3€ pretende wna camprenciin completa de la Mecinica Cuintica no os posible evitar el adeptar, aun cuando sea a ticulo de ensayo, un cierto punto de vista y parece razo- able, a estas alturas, adoptar el mds cominmente aceptado. El estudio de la teorka de la medida de §4-3 se basa en wna definicién un tanto ‘dealista o simplista de la medida —que es una operacion fisica bien definida en prin- cipio, la cual al efectuarla sobre un sistema, da un niimero real inico carente de error. ‘Se desarrotian con especial cuidado los conceptos de valor de la esperanza y de incer- tidumbre, habigndose fundamentada ya este tratamiento en § 2-1 estudiando un exe perimento sencillo de ssorteo aleatorion. Se da un estudio cuidadoso del problema cde compatibilidad que culmina enunciando y demostrando el Teorema de la Compa- tibilidad y el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. En § 44 se aborda el problema general de a evolucion temporal del estado cudntico (Postulado 5). Se hace hincapié en las semejanzas existentes entre las evoluciones temporales de tos estados cudntico y cldsico. También se tnsiste en Ia tnttma conextén bvittente entre Ia onergin dle un sittema y ou decarralia temporal, cegiim pane do manifesto en: el operador evolucién en el tiempo, el principio de incertidumbre tiempo- energia, el requisito de que un observable sea una constante del movimiento y el papel importante que desempefan los estados estacionarios. Este libro no aborda el estudio, como hacen otros, de la identyficacion del operador energia con el operador that; ‘ereemos que ello no corresponde a una teoria no relativisia en la que los vectores en el espacio de Hilbert mo son fiincién det tiempo. Tos aperadares observables especiticos X= x y P= — ihaldx se intraducen, Finalmente, en §4-5 (Postulado 6). Entonces, las dos ecuaciones ile Schr ddinger, ta de probabilidad de posicién y corriente de probabilidad de posicién y las ecuacio- nes de Ehrenfest se deducen todas de la formulacién més gencral de los cuatro apar tados anteriores. En este apartado destaca de manera prominente un estudio de la dualidad corpisculo-onda, otro acerca del limite cldsico de la Mecdnica Cuintica {y otro del pozo cuadrado infinito (tinico «problema real considerado en todo el libro). FF libra concluve con §4-6, en donde se intenta dar al estudiante una idea apro- ximada de lo que sucede cuando se suprimen las restricciones simplificativas antes ‘mencionadas. Este dpartado pretende sobre todo alisar el camino que lleva a un estudio més detallado y amplio de los textos normales. En el texto se han intercalado 73 ejercicios, ta mayoria de los cuales son cortos » faciles. Con ellos se pretende dar al estudiante un mayor sentido de participacién ‘activa en ef desarrollo de ta teorka. La formulacién concisa de! teorema de compatibilidad se ha tomado de 1a obra de F. Mandl,t la cual también ha inspirado la analogia entre €y y 28, ast como cl xi Préloyo para el profesor ‘método global de lox postulados fundainentates, El desarrollo de la relactén de incer- ‘tidumbre tiempo-energia y el estudio de la interpretacién cldsica de las ecuaciones de Ehrenfest sigucn cl tratamiento que se da cn el texto de A. Messiah. El autor reconoce agradecido la ayuda particular que ha recibido de estos dos textos «cldsicos» y los recomienda al lector interesado en proseguir el estudio de la Mecénica Cuéntica ‘mds allé de fos confines de este libro. fF. Mandl, Quonnum Mechanice, Ruterworths Publications, Ltd, Landon, 1957 4 Aitert Miah, Qnowtioe Markowine 9 tome), Nasth-Holand Buhiching Om. Ameterdary, 1067 Capitulo 1 Capitulo 4 41 42 43 Indice analitico Introduccion . : EI lenguaje matemitico de Ia mecinica cainticn Probabilidad y estadistica ........+.5 Niimeras complejo YVeetores en el espacio de Hilbert . Operadores del espacio de Hilbert Brove repaso de In mecinica clisica ‘Sistema mecénico Estado clisico Evolucién temporal del estado elésico . 33a Formulacién newtoniana . i 336 Energia. 33¢ Formulacion de Hamilton . 33d El edeterminismon en Ia mecéniea clésica .... 0... Teoria de Ia mecénica cudmtica aeons Estado enfinticn Los observables en mecénica cuéntica Teoria cuantica de la medida .. 43a Prediccién del resultado de una medida. Esperanzas ¢ ix- certidumbres ..... 436 Efecto de una medida sobre el estado. «Valor de un obser- able. 43¢ Teorema de compatibilidad y principio de incertdumbre de Heisenberg... = -Evolucién temporal del estado euantico 44a La energia y el operador hamiltoniano, Ecuacién de la ev ucién temporal para (x) : 4-th FReuacién de evolucién temporal para CA, certidumbre tiempo-energia . ‘ 44e beuacion de evolucion temporal dee. %,). Constantes det ‘movimiento y estados estacionarios 45 Indice analitico 44d EL sdeterminismon en mecdniea cudntica « ‘Movimiento de una particula en una dimensién . 45a Formaciin de los operadores observables, Ecuaciones de Schrodinger y probabitidad de postcton . 4:5h Relacién de incerticumbre posicién-cantidad de movimionto Dualidad onda-particula .... 45¢ Ecuaciones de Ehrenfest. Limite cldsico de la mecénica eudntica «0. . 43d Problema... Extensidn de Ia teorla 46a Sistemas con mas de un grado de libertad. 46h ‘Algunas observaciones acerca de los valores propios ean 46¢ Problema de la degeneraciin . 46d Obsersaciones finales ... 101 108 14 14 17 11 135 127 Capitulo 1 Introduccién ‘A finales del siglo x1%, los fisicos ereian que los conceptos generales de lo ‘que hoy llamamos «Fisica clésicay eran adecuados para describir todos 10s fe- némenos fisicos. La Mecinica clésica, formulada por Newton en el siglo xvii habia alcanzado su maximo esplendor y proporcionaba, evidentemente, un marco totalmente valido para el tratamiento de la Dindmica de los cnerpos ‘materiales, ‘Complementando la Mecdnica clésica se tenfa la Electuiodinamica elisica, finalizada ‘por James Clerk Maxwell en la sesunda mitad del siglo xix, la cual describia todas las propicdades del campo electromagnético y que daba, en particular, una explicacion inteligible de la naturaleza ondulatoria de la luz. En el primer cuarto del siglo xx, cuando los fisicos pasaron de su tratamiento satisfactorio del mundo macroscépico a examinar ci mundo microscépivo, sur- gunas dificultades inesperadas.” Fn lineas generales, dichas.dificultades Ht elasitives ou dus vatogurtas. Primeramente se descubrieron en la Naturaleza ejemplos en los que ciertas variables fisieas elo tomaban. valores cuantizados 0 diseretos, en contraste con la continuidad de valores que se desprendia de la Fisica cldsica. Por ejemplo, para explicar el espectro observado de intensidades de Ia radiacién electromagnética ‘mtergente del interior de una cavidad a temperatura constaute (lamada «radiacibn del cuerpo negro»), Max Planck se vio precisado en 1900 a admitir que cada osci- Iador atémico de las paredes de la cavidad radiara energia solamente en cantidades discretas inuales hy, hv, Shy, . donde y es la ficcueucia intiinseca del oscilador radiante (se suponia que Tas pa redes de la cavidad contenian osciladores de todas las frecuencias) y h es una cons- h = 6,625 X 10° joules ay Podemos citar cama otro ejemplo, que para interpretar el espectra de la radiacién ‘emitida por los étomos de hidrdgeno excitados, Niels Bohr se vio previsado en 1913 couesries fi 2 Introduceién ‘a admitir que el momento cinético de los electrones orbitales slo pudiera tomar Jos valores discretos h/2n, Bh/2x, Bh/2n, ‘Hubo otros varios ejemplos de tales «efectos cusnticosy descubiertos en la pri ‘mera parte del siglo xX, en los cuales Ia cuantizacién de la variable adecuada equivalia 2 una hipétesis pertinente que no tenia precedente en las aplicaciones anteriores de ia Fisica clasiva. La segunda categoria de dificultades que infestaron la Fisica clésica, al apli- caila al mundo microscdpico, se referia a la distincién entre ondas y particulas. En 1900 se crefa, en general, que la luz era una onda, mientras que el electron cra una particula. Sin embargo, con referencia a ta naturaleza de fa luz, Albert Einstein presents en 1905 su téoria del efecto fotoeléctrico, la cual indicaba que tun rayo de luz de frecuencia » se comporta como si fuese una coleccién de par- tleulas, cada una de las cuales tuviese una energia enhy La hipétesis de Einstein era una atrevida extrapolacién do la teorfa de Planck de Ja radiacion del cuerpo negro, pero fue confirmada en seguida con gran detalle por estudios experimentales precisos acerca del efecto fotoeléctrico; fue respaldada espectacularmente en 1923 al demostrar A. H. Compton que estas particulas de Iz, Tamadas efotones», podian hacer saltar electrones de acuerdo con las reglas usuales de la MecSnica clisica. Entretanto, con referencia a la natuialeza del elee- trén, C. Davisson y L. Germer demostraron en 1927 que dispersando un haz de clectrones mediante una red cristalina de tomos se podian obtener figuras de difraccién virtualmente iguales a las que se obtienen dispersando rayos X con un cristal De hecho, demostraron que tin hay de electrones de cantidad de movie iniento p producia una figuta de difraccidn caracteristica de una onda cuya Ton gitnd de onda: nese A=hip (2 cen perfecto acuerdo con fa conjetura hecha tes afios antes por L. de Broglie. En resumen, se encontré quo la luz se comportaba a veces como particula y a veces como onda; y lo mismo sucedia con el clectrén. Estos resultados implicaban, cicr- tamente, una cierta «dualidad onda-particula» en fa Naturaleza que no podia explicarse con los conceptos puramente clisicos. ‘Durante la primera parte del siglo xx fue haciéndose aparente de manera. gra- ual que estas dos dificuttades —cnales son In enantizacién de variables. fisicns ¥ la paradoja onda-corptisculo— portaban el mensaje totalmente inesperado de {ue ef mmdo microsedpico no podia comprenderse en el contexto de Ia Fisica Introduccion 3 clisica y que era necesario un método de estudio radicalmente diferente. Como era de esperar, no tardé en llegar tal método: hacia 1930 y gracias a los trabajos de W. Heisenberg, E. Schrodinger, M. Born, N. Bohr, P. A. M. Dirac y otros {isicos, surgié 1in nueva sistema de Mecénica conocido por el nombre de «Mecknica Cusintivar Lox prncpiosfandamentales de a Mesinia Cuno on, en muchos aspects habian y ain hay muchos fisicos eminentes que consideran insatistactoios algunos de dichos principios fundamentales. Seria ciertamente exagerado afirmar de manera sbmolta que la Mecinia Cudncea, tl como ge formula corentemente es Ia © incluso Ia mejor manera posible de entender log fendmenos fisicns. No seeaats, ‘ao puode negarse ol hecho de que la Mecénica Cudntica, en su forma actual, ha tenido un éxito abrumador desde un punto de vista «operativon; es decir, sus predicciones, aun cuando no scan usuales, han estadosicmpre de acuerdo con las observaciones experimentales. Esta es la raz6n, desde tego, de la acepta- ign de Ia teorfa cudntica moderna por parte de Ia inmensa mayoria de fisicos ‘actuals, En este libre pretendemos glosar, de manera concisa y simplifcada, la estructura tedrica de la Mecdniva Cudntiva, A tal fin, comenzarcmos en cl capitulo 2 por -Prsntar el eenensle matemitizo» de la Mecinca Cuntca,suponiendo que el Drevemente las caracteristicas esenciales de la Mecénica clisica, 2 finde poder comparar ficilmente Io nuevo con Io antiguo. En el capftulo 4 desarrollaremos, ‘con ciertas restricciones simplifcativas, cl formalismo bésico de la Mecénica Cudn- tica. Nuestro método de presentacidn sera esencialmente «postulativo-dednctivon; 8 docir, estableceremos algunos postulados ¢ intentarcmos deducir, desarrollar ¥ sintetizar sus implicaciones en un marco tedrico razonablemente coherente. No Iharemos hincapié ni en Ia evoluciéa histérica de la Meciniea Cuintica ni en sus aplicaciones a a solucién de diversos tipos de problemas. En vez de ello, nos ocu- pParemos principalmente de entender la estructura y el espiritu de Ia propia teoria En particular, intentaremos ver amo se las arregla la Mecdniva Cuéntiva pare englobar, hajo un solo punto de vista, el «sentido comin» de la Fisica macraseépica con las «paradojas obvias» de la Tisiea microsedpica. Siguiendo nuestro desarrollo de la teoria general, consideraremos brevemente su aplicacion a un sistema fisico de Ia teorfa. Terminaremos con un breve estudio de cémo podemos esperar que afecte a Ia teorfa glohal la supresién de algunas restricciones simplificativas im- Pucstas a nuestro desarrollo do la Mocénica Cudntica. Desparramados por el texto tenemos algunos ejercicios. La mayoria no son del tipo «problemas a resolver, sino que sus soluciones tienden a formar parte fntegrante del texto. Por ello, no podremos pasar por alto la mayoria de ellos sin perindicar gravementa-la precantacién da ta obra El hecho de que este libro ignore ex gran parte las miéltiples aplicaciones de 4 Introduceién la Mecénica Cuantica no implica que dichas aplicaciones carezcan de importancia, pars comprender Ia teorfa. Es cierto que Ie tcorfa de la Mecénica Cudntica pro: Porciona un marco conceptual para las diversas aplicaciones, relacionando éstas ‘entre si de manera légicamente satisfactoria; no obstante, también es cierto que lay aplicaciones espeeificas de la Mevanica Cuéntiva proporcionan ejemplos von ‘eetos de a muy abstracta teoria, haciendo asi a ésta intel ‘pués de estudiar a fondo su teoria y sus aplicaciones, cada una a la luz de la otra, Como este libro se limita a una presentacién elemental de tan sélo la teoria, evi- dentements no podré Hevar al lector al nivel de «Mecénico-cudmtico» completo. ‘No obstante, esperamos que la utilizacién de este libro como introdnecién 0 com- plemento de los textos y cursos de Mecanica Cudntica mas convencionales le ayuden 4 sostener y alargar los «primeros pasos» del lector en este viaje. » Capitulo 2 El lenguaje matematico de la * mecanica cuantica = La Mecanica clasica se formula con el lenguaje matematico del Célculo dife- ‘gencial e integral. Por ejemplo, In velocidad y la aceleracién se definen como deri- vradas, el (rabajo y el impulso vomo integraics y los principios de vonservaci6n de ‘a energia y de la cantidad de movimiento hallan sus justificaciones rigurosas en ‘iertos tcoremas clementales del Cilculo. También la Mecénica Cudntica tiene 1mm lenguaje matemético —un lenguaje en el que no sélo intervene el Calculo, sino también otras ramas de la Matemética. En este capitulo presentamos, de la manera “mas concisa y elemental posible, los concepts matematicos (no correspondientes al Célculo) esenciales para comprender el significado de la Mecénica Cuintica GLa novesidad de iograr un gradu de fluidee racouabic en ese ienguaje matemative ‘es afin mayor en el caso de la Mecénica Cudntica que en el de la Mecdnica clisica 8 que, desgraciadamente, la teoria cuintica no se presta fécilmente a aclaracioncs ‘no matematicas mediante nociones que nos sean familiares por nuestra experiencia ‘otidiana. Instamos, pues, al lector, 2 que adquiera una total comprensién de la ‘materia que se presenta en este capitulo antes de pasar a los siguientes. 24 PRORABILIDAD Y ESTADISTICA A fin de desarrollar diversos conceptos de la teoria de probabilidades que neve- sitaremos en nucstro estudio de la Mecdnica Cudntica, imaginemos que disponemos, {de una caja que contenga V bolas, cada una de ellas marcada con un cierto numero ‘que denotaremos generalmente por v. Fn general, un mismo niimero v puede figurar cu suds de uns Duis y sea ng of udmtery de Dulas cu ef que aparcaa ef udiuew particular v,. La caja de bolas vendra descrita, por tanto, por los dos conjuntos do miimeros YY Ys «+1 Y Ms May My «»-» Evidentemente, los enteros {n_} cumplen 2a = NT 1 Por resin de brevedad, representaremos a menudo un conjunto de ene ay, dy an, + «POF fa) 5 6 EI lenguaje matemético de la mecénica cuéntica ‘Supongamos que elegimos al azar una hola de la caja; zenél es la probabilidad Pr de que la bola clegida exhiba el valor 2 Como enlte N elecciones posibles, ‘my de ellas darian el niimero ¥,, sacamos la conclusién de que ne mn - (24) ‘Asi pues, si m= 0 seria imposibie eiegir una boia marcada con y, y tendriamos Px =0; en cambio, si = N tendrlamos Ia certera absoluta de que la bola elepida exhibieta vy y tendvlamos p= 1. Eu general, los condiciones OS py <1 para todo & Deena 2) Ejercicio 1, Demostrar las relaciones (2-2). Calculemos la probabilidad de que con una sola eleccién al azar en ta caja, saquemos una bola marcads 0 con vy 0 con vy Como de entre las N elecciones OSIDICS, (te + m4) NOS darian uno de estos dos nuimeros ¥, sacamos ia conciusién de que Po % 0 bien ¥) = Mp, + py (28a) A Ia vista de este resultado, podemos considerar que la relacién (2-2b) no dice mds que existe Ia absoluta certeza de que al elegir al azar una bola sta exhiba algin niimero Vy ‘Supongamos que hacemos ahora das eleeciones al azar, cuidando de devolver a la caja [a primera bola elegida antes de electuar la segunda extraccién (por tanto, ser posible sacar la misma bola las dos veces). {Cuil é la probabilidad de que a primera bola exhiba el valor vy y luego la segunda el »,? Existen m, maneras de sacar una bola r, y para cada una de ellas existen n, maneras de sacar una bola »,: por wn, existitén en Wiad m-ny maucias Ge vavat primuery una duia me y luego una hola v, Sin embargo, existen N elecciones posibles para la primera hola y para cada una de ellas hay N elecciones posibles de la segunda, por lo que el ni- mero total de elecciones dobles sera W-.N, Sacamos entonces la conclusion de que Th Ty NON - P(primero yy, luego y) PPh (2:3b) Las expresioncs (22) constituyou 1a base de vasi todas las wuusidctavivce cit fas que interviene la teoria de probabilidades. EI lenguaje matemético de la mecdnica cudntica 7 Ejercicio 2, En el caso que estamos tratando, supongzmos que Ia caja contiene N= 50 bolas, cada una de las cuales lleva un ndmero entero comprendido entre 1 y 8; concretamente, siendo mel nfimero de bolas que llevan el valor ve =A, supongamos que m = 3, 1m —2 m= 5, m4 =8, r= 13, m= 9, n,= 6 y na= 4. Utilizar los conceptos probabilisticos desarrollados ante- riormente para caloular Ia probabilidad de que los mimeros hallados con dos muestreos al azar sumen 5. [Kesp.; 68/2500]. Supongamos que sometemos nuestra caja de WV bolas a M muestreos; es decir, legimos al azar una bola de la caja, anotamos su mimero v y la devolvemos a la aja, cfectuando esta operacidn M vects en total. Representaremios por v el valor y anotado en el muestreo i-ésimo y haremos las dos detiniciones siguientes: La media de los valores ¥ anotados es ye & w (2-4) y Ia desviacién cuadratica media de dichos valores es (25) La definicién de <»> es conocida, indudablemente, y precisa de poco comen- tario. Describe Ia manera cmb caleulariamos ordinariamente el «valor mejor» de tuna serie de medidas 0 la «calificacién media» al preguntar en clase, Esta tltima -analogia ef In més adecuada para muestra estudio actual yn que, evidentemente, ‘mo queremos implicar que <»> tenga cierta verdad o legitimidad més alla de la de cualquiera de los valores v? individuales. ‘Menos eonocida, tal vez, que la definicién del valor medio es la desviacion cuadritica media Av. Vemos que para calcular esta cantidad calculamos primera- mente Ia desviacién respecto a Ia media, v9 — (+>, de cada mimero v obtenidos 2 continuacién calculamos Ia media de los cusdrados de las desviaciones (se toman los cuadrados para evitar que se compensen las desviaciones positivas con las ne- gativas); y por iio, para coutratiestar hasta cierto punto el efecto de haber elevado ‘al cuadrado, se toma la raiz cuadrada de dicha media. Asi pues, Av es a rafz cuadrada de Ia media de los cuadrados de las desviaciones de los valores »!” Fespecto a <»>. Esta cantidad podria lamarse también dispersion cuadratica media, ya que mide, evidentemente, el grado de dispersién de los valores v alrededor de <>. Desde luego, esta cantidad no es la nica que se puede calcular para medir dicha dispersién; por ejemplo, podriamos también calcular la media de los valores 8 El lenguaje matomatico de fa mecénica cusntica ‘absolutos de las desviacioncs, }¥ — <9]. Sin embargo, Ia cantidad de la expresién (2-5) tiene la ventaja de poderse escribir de otra manera que resulta Wl a menudo. Coneretamente, de (2-5) vemos que De - 200 +] : (avy == =) 2) + (0? Por tanto, ov=V@)- oF (2-6) Esto significa que Ia desviacién cuadrética media de los valores +" es igual a la saiz cuadrada de la diferencia entre la media del cuadrado y cl cuadrado de la média. Obsérvese aue estas dos cantidades no son iguales en general: en efecto, compa- rando las expresiones (2-5) y (2-6) vemos que (+2) — <+® tan sélo si cada valor v9 ‘coincide con <¥>. La expresidn (2-6) nos indica que la cuantia en que difleran <2) y 3? praporeiona una medida directa de In dispersién de los valores Si conovemos los dos vonjuntos de némeros {%,} y {tm}, © lo quc es equivalente 4} y {ps}, puede parecer que deberiamos ser capaces de predecir aproximada- smente qué valores se obtendrian para <») y Av. Lajelave para hacor dicha predic- ‘ion reside en Ja hip6tesis siguiente: como m, de laS NV bolas llevan el ntimero ¥, fen M muestreos al azar de estas bolas deberiamos obtener el valor », aproximada ‘mente m, veces, donde m,/M = n/N. Ast pues, utilizando la expresién (2-1), el rrimera aproximado de veces que apareceria el valor v, en.el canjunta de valares P96, OY serd N ‘Con esto, podremos escribir Ia suma (2-4) de la manera siguiente: Sie = Dirwin = Elena, y la expresién (2-4) queda en Ia forma my = M = PRM os Cnn en FI lenguaje matematico de la mecénica cusntica 9 “que expresn (2) coma asuma panderadan de los valares 1 posibles; ol peso asige ‘nado a cada valor vp particular ¢s, precisamente, la probabilidad p, de su ocu- rencia. Debe observarse que este valor de <> es el valor «esperado teéricamentey: ‘valor experimental» de la expresin (2-4) diferiré, en general, algo de este valor ‘e6rico a causa de la aleatoriedad del experimento. Sin embargo, en el limite de muchos muestreot experimentales (M-—> ), puede esperarse que el valor dado por (2-4) sc aproxime tanto como qusremos al valor dado por (2-7). © La generalizacién de la expresién (2-7) es muy facil, segin puede verse en el ‘Sjeivicio siguiente. Ejercicio 3. Sea f una fancién dada de v y calculémosla para cada uno de los valores v°. Demostrar que la media del conjunto de valores f(v) resule tante es «fo = Yow fom) (2-8) * [Nétese que haciendo fv) — v en (2-8), obtenemos (2-7)}. Haciendo f(y) = en (2-8), vemos que Oty = Y pyn? Dom Utilizando esta expresin y Ia (2-7), podemos escribir la (2-6) en la forma w= [Rmm) em) vey ¢ \ x (29) Observamos aqui que las expresiones (2-7) y (2-9) nos dan las dos cantidades bé- sicas <9) y Av totalmente cn funcién de los mtimeros {%4} y {p.}- Asi pucs, dado un conjunto de valores v, va, ... distribuidos con probabilidades py, Py...» las ‘expresiones (2-7) y (2-9) nos permiten calcular la media y la desviaciém cuadritica ‘media esperadas te6ricamente que se obtengan en cualquier muestreo al azar de estos valores. v Ejercicio 4. Consideremos la coleccién de bolas mumeradas descrita en el Kjer- cicio 2 (@) Caleular <¥> y ay, [Kesp.: (> = 4,94 y Ay = 18] (©) Dibujar un histograma de los resultados esperados de M — 100 mues- ‘00s {es decir, tomar los valores y» en el ee horizontal y comstruir barras verticales que indiquen el néimero de veces que habria que obtener cada valor vs. Indicar sobre el gréfico, por medio de una recta vertical, ol valor (W). 10 El lenquaje matematico de la mecénica cuantica ‘Trazar también un segmento horizontal de longitud 2Ay de manera que indique aproximadamente Ia «dispersién» de los valores v respecto 2 (1). El ejercicio anterior ilustra el significado glohal de y Av. La descripcién ‘completa de os resultados csperados de un experimento de «mucstreo miltiple» requiere que se especiiquen todos los mimeros (2). (mPa On P.-E Cam dat los valores de <¥> y Av: es esenclalmente un «valor colectivoy para el con- Junto de niimeras », mientras que Av (o su pequeer) proparciona na medida ‘cuantitativa del grado hasta ol cual es realmente significative caracterizar asf el conjunto de valores v mediante wn solo valor. Estas ideas desempefiarin un papel ‘muy importante en la comprensién de ciertos coneeptos fundamentales de la Mc- cénica Cudntica. 2-2 NUMEROS COMPLEJOS Para entender la Mecénica Cudntica es necesario conocer algunas propicdades elementales de los nimeros complejos. Para nuestros fines, podemos definir un niimero complejo ¢ como una cantidad que puede eseribirse en la forma c=atib (2-10a) donde @ y 6 son udmeros reales, mientras que el «ndmeroy i satisface lo siguiente: =-1 osea 1ey-1 (2-10b) EI mimero real a se denomina «parte reab» de ¢: y el mimero real b se denomina ‘eparte imaginarian de ¢: (2100) Si 6 = 0, ve dive que ce» un mimero «real puron; si a= 0, ve dive entonces que © fest niimero «imagination pron. Fscrihiremas '¢ =O si, y sélo si, a= h=0, Los némeros complejos pueden sumaise y mulliplicarse. Las ceglas para efce- tuar estas operaciones son las mismas que rigen para niimeros reales ordinarios, ppero teniendo en cuenta ol convenio (2-10b). Asi, si cy — a | iby ¥ c= ay | iby Gefinimos la suma de ¢, ¥ ¢ como el numero complejo er $2 Fay 4 10,) # (a2 +102) = (ay Ha) +O) +02) (ZL) y el producto de ¢, por cy viene definido por el nimero complejo ay + iby Y= (ay + iby) = (ay as ~ by ba) +i(ay by +b, a2) (2-11b) Si se esoribe c en la forma (2-10a), el complejo conjugado de c seri, por definicisn, et mimero complejo ot =o (212) EI lenguaje matematico- de la mecénica cuéntica " To 5. Demostrar las siguientes propiedades de los complejos conjugados: (2.13) @) Ree~* (®) ¢serd un mimero real puro si, y sélo si ct =. ser vin niimero imaginaria pura si, y sblo si c* © ct#me (2-14a) (er teem et +e (2-44b) (ere )* = eter (2-140) = »El cuadrado de! médulo de ¢ se representa por | veriv tava (2-21) ‘Serd un vector definido en 6. tra caracteristica importante de muchos espacios vectoriales (pero no de todos) s la existencia de una operacién llamada producto escalar. En 8, cl producto e3- calar de dos vectores ¥, y Ye se representa por ¥,-Ys Y a veces se le llama «producto interior» do ¥, y vy Por definicién, ¥y V2 = Ivi1 v3] 008012 (2-22) donde Ojy ¢s el éngulo que Forman y y ¥z cuando se haven eoincidir sus origenes. Geométricamente, podemos considerar ¥,-¥, como el producto de la longitud de ¥, por la proycccién,|yq| cos 912,de Yesobre 10,10 que es cquivalente, cl producto de Ia Jongitud de vy por la proyeccion,|y| cos ade ¥, Sobre él. De Ia definicién (2-22) resulta evidente que el producto csealar de dos vectores €s siempre un escalar (en este caso, un mimero real). En particular, el producto de un vector por af miomo ee denomina norma del vector y seri siempre un mimero real no negativo: Norma dev sv=wP 20 (228) Puede demostrarse, en virtud de la definicién (2-22), que el producto escalar en & cumple las relacioncs siguientes: eee (2-248) TV, 7 TaV_ = Tra My * V2 (2-24b) Wr telein teen on tim tv tu ede Wy ow IS Ve Ve (2.244) Ejercicio 8. Verificar las relaciones anteriores. La igualdad (2-24a) nos dice que el producto escalar es conmutativo. Las igual- dades (2-24b) y (2-24) onsefian cémo se comporta el producto escalar ante las ‘operaciones de multiplicacion por un escalar y adicién vectorial, La relacién (2-24d) establece una propiedad muy importante del producto escalar; a dicha relacién sucle Hamérsele desigualdad de Schwarz. Se dice que dos vectores son artaganales si son perpendiculares. Como 0s (7/2) = 0, la dofinicién (2-22) nos permite escribir que MY Ye som ortogonales si, y a6lo si ¥y %y—0 (2.25) El Jonguaje matemétice de la meeénica cusntica 15 "En realidad, podemos adoptar esto como definicién de ortogonalidad, si conve rimos en cousiderar que el vector nulo 0 es ortogonal a todo otro vector y también si mismo. ‘A menudo trataremos con conjuntos de vestores, YY, -.. 0 de manera més ‘compacta, {v,}. Con relacién a dichos conjuntos daremos as definiciones siguientes: @ Se dice que el conjunto {v,} es orfonormal si, y s6lo si cada vector del con- Junto os ortogonal a todo otro vector del conjunto y cada vector del conjunto tiene ‘norma unidad. Fstas propiedades pueden expresarse més sucintamente con auxilio, del simboto «della de Kronecker 84 que se define de la manera siguiente: _ fo sit#y is . (2-26) 1 sizj ‘Ast pues, tenemos {rd} sera conjuito ortonormal si, y s8lo si vow — Oy (227) Gi) FI conjunto {¥,} se dice que es completo si y s6lo si todo vector de &', puede ezeribirse como combinacién lineal do los vectores de {v,}. De otra manera, {v,} ‘seré.conjunto completo si y solo si, para todo vector v de é,, existe al menos un conjunto de escalares {r,} tal que v= yr, Resulta que, en &,, todo conjunto de tres 0 més vectores no copianarios constituye un conjunto vompletv. Presentan especial interés aquellos conjuntos de vectores que son a la vez orto- -pormalcs y complctos; @ un tal vonjunto se le denomina base ortunormal. En xisten infinitas bases ortonormales diferentes (se pasa de una a otra mediante ‘otacioncs simples) y todas ellas tionon exactamente éres vectores; por esta razén ‘dice que 6 ¢s «iridimensionaly: Una base ortonormal concreta de 6 stele es- ‘eibirse en la forma (x, ¥,2) 0 Gj, )'0 (e, , €): nosotros utilizaremos esta vitima anotacidn. Asi, en virtud de la ortonormalidad del conjunte {e,}, tenemos ee =5y e712) (2-28) ‘Ademic, como {e,} es completo, dado un vector cualquiera v podremos hallar fescalares ry, re Y ra tales que veins (229%) En efecto, de las expresiones (2-24) y (2-28), vemos que oy Dinsu-r (2-296) Es deotr, 10s coeficientes de desarrollo © componentes r, de ¥ en la base ortonormal 16 Ef lenguaje matemético de la mevénica cudntica {er} som, precisamente, los escalares ev. Por tanto, la expresin (2-29a) podemos eseribirla en la forma : veer (2-298) lad que pmede canciderarse coma identidad para toda ¥ de ‘ortonormal {¢,}. En la figura 1 podemos ver el significado de la expresién (2-29). Ejercicio 9. Si dos vectores a y b de & tienen por componentes {ai} y {b,) res- pecto a una base dada (¢,.e,,€,). demostrar que arb= Sab (2-30a) y on partioular que (2-306) [Sugerencia: Utilizar tas expresiones (2-24) y (2-28), El estudio anterior de los vectores de é', no es completo, en modo alguno, pero 6 suficientemente amplio para nuestros fines. Vamos a ver ahora cémo podemos trasiadar al espacio de Hilbert #” estos conceptos de los vectores de Sx. Definimos un vector de 2 como una funcién compleja y de rma sola variable real x [v. 2-19}}. De otra mancra, un vector es una regla de correspondencia que asigna a cada nimero real x un nimero cémplejo ix). Para ser precisos, digamos que no todas las funciones complejas de una variable real son vectores de’, sino solamente las que satistagan cierta condicién que enunciaremos y estu- diaremos més adelante [v. 235)]. Los escaiares de." son, por definicion, ios que integran ei conjunto de todos los miimeros complejas. Pademos camparar esta con lo que sucede en 4, en donde los escalares constituyen el conjunto do todos los nimeros reales. Las dos operaciones de «multiplicacién por un escalar» y «adicién de vectores» s¢ definen de acuerdo con las roglas usuales de adicién y multiplicacién do canti- dades complejas [¥. (2-Ia) y (2-11b)]. Asi pues, si ys(%) ¥ va(x) son dos vectores cualesquiera de # y c, y ¢, son dos escalares cualesquiera de (es decir, dos ni- ucts vouiplejus vuakeoquicia), la wuurbinavidu Tasealn EI lenguaje matemético de la meeénica cuéntica 7 olty-Mes a ea" viee ‘Be 1. Desarrollo de un vector arbitravio ven una base ortonormal El producto escalar(¢-1) 9c mis que In proyeccién 0 eeomponente» de v segin la drecién de z 3 tanto, v puede eseribine ‘ex forma de suma vectorial y= (eves. (a) = cr Wa (H) Fea 2) (231) “eri un vector definido de 264+ Ent’, el producto escalar de dos vectores v(x) ¥ ysx), tepresentado por (1. define de Ta manera siguiente: z (wade J viens wae (2-32) ‘Ast puss, para caloular (y, 3) multiplicaremos y4(x) por el complejo conjugado ‘de v(x) ¢ integraremos el Fesultado para todes los valores de x. A esta cantidad se le llama a veces «solapamienton de w(x) y v(x), ya que, en cierto sentido, es 1 Queremos sealer qu, a reprsntar un vector del epacio de Hilbert por esata ym isha Wtiende nin fontbay dele ravine ny ml ne oa fui yun 18 EI lenguaje matemético de la mecénica cudntica ‘uaa medida de Jo que se adaptan o complementan estas dos funciones entre si ‘sobre elie x, Ejercicio 10. Escribir p(x) = u(x) + 0), para f=1 y f=2 y demostrar ‘explicitamente que (yi. 3) #8 wn escalar de 2, Nétese, en particular, que si no se hubicra integrado respecto a x en la expresién (2-32), (yy ya) no habria sido un escalar de 2. EL hecho de que (y, y4) sea siempre un escalar en vf” guarda un paralelismo con el de que ¥,-¥, sea siempre un escalar en @, En 6, definiamos la norma de un vector como su producto escalar por sf mismo. ‘Anélogamente, en 2 definimos que la norma del vector y(x) es ‘Noumde va)=(¥H)- [ vmavande- [wey ax 0 23) Ejercicio 11. Escribir y(x) = wlx) + iv(x) y demostrar explicitamente que (vv) es un miimero real no negativo, Observar, en particular, que si una de las ftunciones det integrando de (2-32) no fuese compleja conjugada, (y, ) no siempre seria un niimero real ‘Vemos, pues, que tanto en 6 como en’, la norma de un vector es un mimero real no negative, De hecho, la norma de un vector sélo es nula en ol caso de los ‘avectores nulos» ¥= 0 y ¥X) En analogia con las relaciones (2-24), no es dificil demostrar que la definiciSn de producto estalar implica las propiedades siguientes: (ad) = inbad™ (2-34a) (er ¥1sea¥2) = eer (YY) (2-340) (Wa Ua Ws FU (b iba) ts ad + oid) + (Yaa) (2-240) ida S$ VO) Va) (2-34d) Ejercicio 12. (2) Utilizando Ta definicién (2-32), demostrar las tres primeras relaciones 234, (b) Demostrar fa relacién (2-34d) de la manera siguiente: definir el vector vs) = (vo vdviC®) — (Vn vdvx@) ¥ aprovechar el hecho de que la norma de y,(x) es no negativa. En este libro no tendremos muchas ocasiones de calcular intograles explicitas ‘de producto escalar. No obstante, as cuatro propiedades (2-34) de la integral pro- El lenguaje matemético de la mecanica cuéntica 19 ducto escalar se utilizarin mucho, por lo que el lector debe familiarizarse con ellas” “todo lo posible. Observamos, en particular, Ia aparicidn de la operacién de con~ "ugacién compleja en (2-34a) y (2-34b), cosa que no sucede en (7-da) y (0-744); en cambio, en las tltimas relaciones la operacién de conjugacién compleja no serfa ‘ncorrecta, sino simplemente innecesaria. La desigualdad de Schwarz (2-34d) tiene Ja forma de (2-24d), si bien debe notarse que en (2-24d) |¥,-¥g) signifiea valor ab: ssoluco del nimero real ¥,-Y, (posiblemente negativo), mientras que en (2-344)|(v. Ws) ‘Significa médulo del niimero (en general) complejo (ys) EL lector puede ya empecat a darse cuenta de por qué se aman «vectoresy | de un espacio vectorial a las funciones complejas. Desde un punto de vista estric- iamente matenético, los segmentos orientados pueden considerarse como «vee~ “Tores», no porque posean las propiedades de magnitud, direcciOn y sentido, sino’ “porque para los segmentos orientados podemos definie las tres operaciones d zaultiplicacién por un escalar, adicién vectorial y producto escalar de dos vectores, de tal manera que se cumplan (2-23) y (2-24), Son estas ikimas relacianes Ins que ‘determinan realmente el «arécter vectorialr de los segmentos orientados y no el ‘oncento del propio scemento, ni tampoco las férmulas concretas para formar la « mltiplicacién por un escalar, la suma de vectores 0 el producto escalar para seg, ‘mentos orientados. Acabamos de ver que si adoptamos ciertas reslas definidas |pata Ia obtencién del «producto de un escalar por un vector», de la «suma vec- “torialn y del «producto escalar, relativas a funciones complejas de una variable {real,llegamos a las propiedades (2-33) y (2-34). Fstas propiedades son esencialmente iguales u las (2-23) y (2-24); en vonsecucucia, esté plenamente justificado que con- “Sideremos las funciones complejas como «vectores» de un espacio vectorial. En particular, nuestra definicin (2-32) del producto escalar, que puede parecer, a primera vista, un tanto peculiar al-lector, se eligié simplemente porque era una ‘manera de obtener un escalar nico a partir de dos vectores de manera que se ‘eampliesen (2-33) y (2-34). Si hubiésemos podido establecer un conjunto diferente de reglas para formar acombinaciones lineales» y «productos escalares de fin= ‘ones complcjas, que también cumplicsen todas las condiciones (2-33) y (2-34), ha- bbriamos construido con ello otro «espacio vectorial» de funciones complejas perfec- ‘tamente vilido; sin embargo, este expacio vectorial no seria, probablemente, tan “itl para describir los fenémenos fisicos como lo es nuestro «espacio de Hilbert». Podemos ya establecer Ia condicién, a que aludiamos anteriormente, que debe ‘cumpiir una funcidn y(x) para ser un vector de of". Como vectores de 4 wdmiti- remos solamente aquellas funciones y(x) que tengan norma finita: (x) es vector de # si y sdlo si (W, f W(x)P de y (yp ys) < o Nuestro resultado se deduce ya inmedia ‘tamente de In desigualdad de Schwarz: IW Wa S VOI VOI < & Gi) Si yA(2) y Pa(@) son dos veclores de 30, también lo serd la combinaciéu Tineal y(x) = eyvs(x) + cxya(x). Para verlo, escribamos (WY) (ends #OrVa.Us Hess) = eter (isi) + ePer (Ysa) * CFe1(Y2,¥s )* Cher (V2 ,V2) = Ler 1581) her 2rb2) + efes Wis) + [eFes (Ws Wa) * = leva.) #lesl* (U2 Ua) + BReleFes (ss )] fuego (UW)S Ler I (Uy Ua d+ Ley PV2 2) * Zletes IVs Wo IE Ahora bien, los dos primeros (rmines del segundo micmbro estin avotados on virtud de (2-35) y el tercero lo est en virtud del resultado () anterior. En con- seeuencia, (y, y) < o> y por tanto la combinacién Hineal y(s) — ays) aval) sera, en virtud de (2-35), un vector de 7”. Los dos resultados anteriores significan, primero, que podemos estar seguros dde que las integrales impropias que aparecen en la definicién del producto escalar siempre convergen (tienen sentida) para fincianes del-espacio de Hilbert; y se- gundo, que la operacién de tomar combinaciones lineales de funciones del espacio de Hilbert no puede dar una funcién que no sea del espacio de Hilbert. En analogia directa con (2-25), se dice que dos vectores de 2" son ortogonales si se anula su producto escalar: wi(2) y W(x) som ortogonales si y slo si (ys, yx) = 0 2:36) Un conjunto de vectores det’ {p.(x)} se dice que es ortonormal si y s6lo si cada vector del conjunto es ortogonal a todo otro vector del conjunto y cada vector del ‘conjunto tiene norma unidad. Utilizando la delta de Kronecker definida en (2-26), tendremos, en analogia con (2-27), {7} 02 conjunto ortonormal ai y s6lo si (yy) —%y 37) El lenguaje matemético de la mecénica cuéntica a Un conjunta {p.(x)} de veetores de 3 6 dice que es un conjumto completo si ‘todo vector de 4#° puede escribirse como combinacién lineal de los vectores de {9.29}. Dicho de otro modo, {yj(2)} serd un conjunto completo si y sélo si, para todo vector y(x) de 2, existe al menos un conjunto de escalares {e,} tal que wx) = Leal). Especialmente tiles serdn los conjuntos de vectores de 2 que son a un tiempo ‘ortonormales y compictos; a un lal conjunto se Ie lama base ortonormal. En of, como en é,, existen infinitas bases ortonormales. Sin embargo, mientras en 6, ‘dichas bases contienen tres vectores cxactamente, en of" todas las bases ortonor- ‘ales contienen infinitos vectores: por esta razén se dice que 2” tiene infinitas dimensiones. Si cs {e(x)} una base ortonormal, tendremos, on virtud de sx orto normalidad, (ene) 8q > 1,2,-..) (2-38), Es mas, como {e((x)} es un conjunto completo, dado un vector y(x) cualquiera ‘do HP, podremos encontrar un conjunto de esealares {c)} tal que ¥(@) =) cera) (2-394) Y¥ utilizando (2-34) y (2-38), vemos que (2-39) Es decir, 1os cvefictentes de desarrollo 0 componentes cy de yx) en ta base ortonor- imal {6,(o)} son, precisamente, los escalares («,,). Por tanta, podremos escribir @-39a) cn la forma v(x) = J" (enw E(x) (2-390) jgualdad que puede considerarse como identidad para toda y(x) de af y todas las bases ortonormales {6:(2)} Ejercicio 13, Si dos vectores y(s) y a) de I tienen componentes (ed y {ds respectivamente, con relacién a una base dada {<(x)}, demostrar que (v.6)= 2 etd; (2.40a) 22 EI lenguaje matematico de la mocénica cudntica yen particular que z Wwe Diet (2-40h) Comparar estos resultados con los del Ejercicio 9. Las propiedades del expacio vectorial 2 son, en muchos aspectos, mis pro undas y sutiies de io que parcce indicar ei desarroiio anterior. No obsuante, ia profundidad y rigor de nuestra presentacién son suficientes para los fines de este libro. Los principales resultados de este apartado estén compendiados en la tabla adjunta. En el resto del libro sélo nos ocuparemos de vectores de 3 y no de vec- tores de 43. No obstante, las correspondencias que hemos establecide entre los dos espacios vectoriales nos permitirin a menudo «visualizar», por analogia con 44, lo que estamos haciendo en 3. Esto nos ayudard a tener los pies en el suelo, por asi decir, al avanzar a través de la teoria un tanto abstracta de la Mecéinica Cubntica 2-4 OPERADORES DEL ESPACIO DE HILBERT Del Caiculo elemental, recordemos que una «funcién» f es, por definicion, tuna «regla» que asocia a cada niimero ¥ otro niimero y —=f(x), Este concepts de funcidn puede ampliaise para ser aplivado a vectores igual que a némeros; we obstante, en tal caso se acostumbra a utilizar en vez del término «funcidén» el de coperador. Asi pues, diremos que © es un operador del expacio de Tilbert si y s6lo si O especfica una cierta regla de correspondencia que asocie a cada vector ‘y(2) de otto vector d(x). Eecribiremos esto en la forma #(2) ~ O¥(e) (24) y diremos que © eopera sobre el vector (x), transforméndolo en ef vestor $a)» Fn el apartado anterior vimos ofmo un vector de 2 qwede () multiplicarse por un escalar, (i) sumarse a otro vector y (il) multiplicarse por otro vector. Para {os operadores pueden detinirse operaciones andlosas. Asi, (1) el operador cO trans- forma un vector dado y(x) en el vector e(Ory()), (i) el operador O, + 0 transforma tun vector dado y(x) en el vector Oyy(x) + Oay(x) y (il) el operador O,O, trans- forma un vector dada p(x) en el vector O,(O.y(x)). Asi, el producto de ¢ por O, Ta suma de ©, y Op y ol producto de 0, por Oy, son por definicidn tales que seat Vilidas las siguientes relaciones para todos los vectores (x) de 2: (cO)v (a) = O(a) (2-42a) (01 +02) (4) = 0, v(x) + Or VER (2-42) (0,05 ix) =O, (0, veED) (zazey {demovowo sey sei0dOTe ITHAA sepre ov nperé BP Spepetdona spawn =("0) swEON, sposeacagn fate) oes orsnpau TReUE UgDEREED RE ECON mare El lenguaje matematico de la mecénica cuéntica 24. FI lenguaje matematico de la mecdnica cuantica Por lo que respecta a In relacfn (2-422) dehe reenlearse que no es necesariamente cierto que 0,0; ~ 0,04; dicho de otro modo, no real Ejercicio 16, Si 0, y Oy son operadores hermiticos, probar que (a) G0; + eOy €s hermitico sic, y cy son reales. () 8,4, es hermitico si 0, y 6, conmutan, Pasemos ahora a estudiar un aspecto final de los operadores que resultara: esencial para la formulacién matematica de Ia Mecinica Cudntica. Hagamos la siguiente definivion. Si ef efoto de un vpadr dado © sobre an ciciiv vector EI lenguaje matematico de la mecdnica cudntica 25 EX particstar ylo) em simplemente, multiline dicho vector por un esclar de, Ox) ~ eb (x) (2-46) diremos que dicho vector y(x) es un vector propio (0 una funcién propia) de O ¥ que ¢ es el valor propia correspondiente. Ejerccio 17. del operador ad/dx», ,Cual es el valor propio correspondiente? (&) Demostrar que Ia funcién x" (donde m = 1) es una funcién propia del operador «x-dldi. (Cuil es el valor propio correspondiente? (© se qué operador (excluido el O = ¢) ex funcién propia la funcién 03 ax? Podemos ahora establecer dos importantes resultados referentes a los vectores propios y valores propios de los operadores hermiticos: (@ Los valores propies de un uperador hermitico son némeros reales purus. Para verlo, snpangamos que 0 es un aperadar hermitica con un vector propia 1(2) ‘y un valor propio correspondiente c, En virtud de las propiedades (2-46) y (2-340) ‘podemos escribir (09) = (eH) = eH) (0¥.9) = (cb) = eV.) ‘Pero, como O es hermitico, estas dos cantidades deben ser Iguales: (dev) = eF(b.0) Bretayendo ef eato trivial en que g(x) sen ef vector mulo, tenemos (y, 3) 0, dé donde sacamos la conclusiin de que c— ec; ov deci, ¢ © un nimero real puso, {i Los vectores propios correspondientes a das valores roping flsinalce de tm operador hermilico son ortogonales. La demostracién de eso es cl toma del fjercicio spuiente Ejercicio 18. Sea O un operador hermitica con funciones propias yx(s) y vsCs) ¥y sean desiguales los valores propios correspondientes ¢, y ey. Probar que a(x) ¥ ysC2) son ortogonales. [Sugerencia: Considerar las dos cantidades Gy OY.) yOyn yy aprovechar el hecho,que acabamos de demostrar, de GUE ¢; ¥ ee deben ser reales puros.] + Algunos tlaman eautovalores a tos valores propos y uautovectores) a los vectors propios. No ws puree it ituduccion mas eoecuade Uet Yocabio seman eigenvektor 26 EI lengusje matemético de la mecénica cuéntica Vamos a demostrar un teorema que es casi el reciproco de los dos anteriores, y Gi). Supongamos que A es un operador lincal que posee tun conjtnto ortonormat completo de vectores. propios {2,(2)} y un correspondiente eonjunto de valores pro- ios reales {a,}: Aag(2)=dnaa(2), Gq teal ‘ : } (247) « todo m.n ‘Vamos a demostrar que estas condiciones implican que el operador A es hermitico. Lo haremos demostrando que, para dos vectores de 2 cunlesquiera w(x) y 42), so cumple que (y, Ag) = (Ay, #)- Definamos c, = (24. ¥) ¥ ex = (a6) y desarrollemos w(x) y (x) en la base ortonormal {4(3)} de acuerdo con las expresioncs (239): W2)=T enone) 62) = Prevented Usilizando Ia linealidad de A, las propiedades del producto escalar (2-%4) y Ia ortonormalidad del conjunto {2,(2)}, tenemos S (2 Endndin mtn) = Vetat en (enstm) con Jo que (Av.oy= J)" ctaten De manera enteramente anéloga, hallamos que (W,A0) =F" chentty Ef lenguaje matematico de la mecénica cuéntica 27 Bffeicio 19. Desarrollar los pasos que conducen a esta itima expresién. Como hemos dicho que los valores propios {a,} son reales, af — mmediatamente que’ (Ay, ¢) = (y, Ag); por tanto, A. es hermitico, FI teorema anterior y su demostracién dehen estudiarse con detalle. No sélo 453 contenido es importante, sino que los pasos de su demostracién ijustran el tipo ‘é transformaciones matematicas aue se precisarén en nuestro desarrollo de la “Mecinica Cuintica. , $0 deduce Ejercicio 20, Supongamos que un operador lineal A tenga un conjunto completo ortonormal de yeotores propios {a4(s)} y un conjunto correspondicate de valores propios {a,}. Demostrar que el conocimiento de los elementos de los dos conjuntos {u9(x)} ¥ {a4} es suficioate para cspecifcar por complcto el operador. [Sugerencia: Demostrat que, para todo vector dado de 2, w(x), el vector Ap(x) esté definido mediante las cantidades {24(%)} y {a,}.] Capitulo 3 Breve repaso de la mecanica clasica Precrequisito importants para comprender todo ol significado de la Mecéinica Cuantica es una clara apreciacién de 1os principios fundamentales de la Mecé- nica eldsica. Se eupone que el lector ya conoce las actitudes e ideas mas elementales de la Mecdnica clisica, En este capitulo s6lo intemtaremos organizar y ocasional- mente desarrellar dichas ideas y actitudes, de manera que nos permita ver Io mejor posible, mas adelante, las diferencias y semejanzas fundamentales existentes entre Ia Meciinioa elisica y In enfintica. AI mismo tiempo, el nivel y el métado de mnestro desarrollo de la tcoria elésica cp este capitulo daré allector una indicacién apro- ximada del nivel y método de nuestro desarrollo de la teoria cuantica en el capitulo Siguiente. 3-1 SISTEMA MECANICO Nuestros objetos de cstudio serdn sistemas mecéuicos» que, por razén de sencillez, tendrin un solo grado de libertad. Concretamente, tomaremos como sis- tema una particula de masa constante m que sélo puede moverse a lo largo del eje x en un campo de fuerzas «conservative F(x), Para evitar las complicaciones de In Teoria de Ia Relatividad, limitaremos nuestro estudio a los casos en los que Ja velocidad de Ta particule de ve (3) sea siempre mucho menor que la velocidad de Ja luz. La funcién fuerza F(x) da la fuerza que sobre la particula ejerce su ambiente cen cada punto x; asi puss, podemos decir que la funcién fuerza describe la inter accién mecdnica de la particula con el medio que la rodea, Esta interaccién también puede deseribirse mediante Ia funcién potencial V(x) la cual, por definicién, es aquella 2 90 Breve repaso de la mecénica clasica funcién cuya derivada respecto 2 x, cambiada de signo, nos di la funcién fuerza Fay=- 2 ve) (3-2) ‘Aun cuando es posible considerar fucrzas que no puedan derivar de ninguna fun cién V3), segin Ia defnicién (32) (por ejemplo, una fuerza de rozamionto, I cual io aGly Uepeude de a, sino tambicn do la disci y seutide del movimivato), fo que hemos estipulado al principio de que el campo de fuerzas sea «conservativo» significa, precisamente, que existe una V(x) dofinida por (3-2). En consecuencia, en los sistemas que nos interesan da lo mismo describir la interaccidn entre la par- ticula y el medio que la rodea expecificando F(x) que especificando V(x), ya que siconocemos una de estas funcionés podemos hallar la otra mediante la relacién (3-2). El significado fisieo de la funcién potencial podemos comprenderlo de la ma- neta siguiente: Consideremos la geéfica de V(x) en el entorno dé-un punto x Si Ja gratica sube en este entorno, sera dV|dx|.o> 0 y Ia expresién G-2) implica que la fuerza F(x) tenga cl sontido de las x nagativas; en cambio, sila grifica bajasc, seria dVidx\ag <0 y la expresion (3-2) nos dice que la fuerza F(x) tiene el sentido de las x positivas. Asi pues, Ia fuerza F(x) siempre tiende a mover Ia particula en tun sentido que dé origen a una disminucidn de V(x); ex més, la relacion (3-2) nos ice que Ia intensidad o magnitud de esta fuerza en un punto dado es ignal a la Umino KK pon snide longibad ca ists pu. Pondesios, pics, 62 siderar 1a gréfica de V(x) como una especie de «terreno montafiosa» por el cual ruede 1a partioula bajo Ja influencia do una fuerza preudogravitatoria. Ejercicio 21. (a) Demostrar que dos funciones potenciales que sélo difieran en una cons- ante (6s decir, ¥4(2) = Fa(a) + ©) dan lugar a funciones fuerzas iguales ¥ por tanto son funciones potencial afisicamente equivalentes». (b) Para ct campo de fucrzas (a) — — ha, joual es el campe de potenciales? Para el campo de potenciales V(x) = k/x, icual es el campo de fuerzas? (© Siel punto xy es un minima loeal de (2), demostrar que 29 ¢3 un punto de equilibrio estable; es decir, demostrar que la particula no experiments ninguna fuerza en xj, mientras que en cualquier punto ligeramente se- * parado de ap experimenta una fuerza dirigida hacia xy De manera and- ova. demostrar que si x, ¢% un maxima Iocal de V(x), el punta x, serk tun punto de equilibrio inestable. EI programa bisico de Ia Mecdnica, tanto clasica como cuantica, tiene dos aspectos: Primeramente, hemos de decidir emo especificamos el estado instanténco de un sistema mecénico dado y ego debemos descubrir e6mo evoluciona con al tiempo dicho estado. Fn este capitulo vamos a repasar cémo logra estos obje- tivos la Mecinica clésica y eu el siguiente cousideraremos el método que adopta Ia Mecanica Cuantica Brave repaso de la mecénica clasica 3 3-2 ESTADO CLASICO En la Mecénica clisica, el estado instanténeo de un sistema mecénico se des- eribe mediante los valores de ciertas «variables observables» del sistema. En el caso del sencillo sistema constituido por una particula de masa m que s6lo puede moverse a lo largo del eje x, las variables observables utilizadas para definir el estado suclen ser la pusicidn x y la eantidad de movimiento p = mv de la particu. Dicho de otro modo, el estado del sistema en el instante r queda especificado por of par de valores {x(), pO} Esta definici6n clasica del estado de un sistema mecanico supone técitamente que @ las variables posicién y cantidad de movimiento tienen ambas valores pre- cisos, bion definidos en cada instante ¢ del tiempo; y Gi) siempre es posible, al menos en principio, medir dichas valores sin perturhar apreciablemente ¢l sistema. Estas hipotesis pueden parecer tan naturales ¢ inocuas como para suponer que no vale la pens mencionarlas. Sin embargo, en el préximo capitulo veremos que la Mecénica Cuantica, en su formulacién mas ampliamente aceptada, miega la validez general de estas dos hipétesis. Ello resulta como consecuencia del punto de vista radicalmente diferente que adopts la Mecénica Cuéntice con relacién a los von- ceptos de «estado» y «variables observables» y al papel que desempefiael proceso de medida. En el capitulo siguiente estudiaremos detenidamente estas importantes, cuestiones. 3-3. EVOLUCION TEMPORAL DEL ESTADO CLASICO 3-32 Formulacién newtoniana Habiendo definido el estado instanténeo de nuestro sistema clisico de una partcula, pasinos a tatar cl problema de descubrir e6imo varia cl extado con tiempo. Desde luego, suponemos que las variables de estado x y p uardan ‘una relacién funcional definida con la variable tiempo ¢ y nuestro objeto es determinar las formas precisas de las funciones x(t) y pc). Un camino para lograr estos obje fivos es postilar la segunda ley de Newton Fuerza = masa x aceleracién, que escribiremos en la forma dx _ Fe) (3-3a) a? om 32 Breve repaso@ee Esta ley nos dice que Ia funcién buscada x(¢) es aquella ivada respecto al tiempo es igual a la funcién fuerza ‘particula. Evidentemente, pues, para hallar x(7) emcee oe Ao respecto a ¢ la ecuacidn (3-3a); una vez hallada 2(), vee Fes derivando x(¢) y multiplicando por m: pom La doble integraciin de lu segunda ley de Newton = ay iti, ai ‘no imposible, de realizar analiticamente en el caso de ‘feerza F(x). No obstante, este es muds un problema de Matematica ee Fisica (aun cuando a veces sucede que el «oler> un problema fistoo dais sess un camino provechoso para efectuar las integraciones requeridasle Paes aaesoe‘ fines, cin embargo, nos contentaremos con pensar que la ecuacida: Sa sSeereaesaa en prin- cipio Ia funcién x(¢) para todo campo de fuerzas dadoe Fist sodiGpenientemente de lo dificil que pueda resullar resolver explicitamente’ i Cexmaatiae elevencial. En la doble integracidn de la ecuncisn (3-%A), ceneramemay dive constants de integracién cuyos valores podrén fijarse univocamente/espersicamde: Soa. valores de xydr/dten cierto «instante inicialy 1 = 0. O lo queesesumatixt=. como. dxdt y p estin relacionadas mediante la definicién (3-36), ———— al valor inicial de p en vez del de dx/dt. i En conclusin, vemos que dada F(x) 0 V(x) y cece dt anda iniciab» [2(0), p(0)], las ecuaciones (3-34) y (3-3b) nos peviniten dedecsitae 5 ‘embigiedad el estado del sistema [x(¢), p(0)] en todo instante #> OF" CConsideremos un ejemplo conocido, Para cl sencilo camps de fceaas Fs) — hy — kx, la segunda ley de Newton queda'ex ix Sera dx ik am tHe, Tuego, Lk ae a) 9, UGE Ce, pith=moe {Ft tector so proguntaré por qué, cnc apaslade antriog, opaicann of eto del sistema pot et par do variables a(9), e()] ¥ no por alo (0). La raxba ex br sigue: cone Sa some Qe) de cree fecién cn el tiempo de a() coulis una devivada de sepals endes, rapes al empe la epectcacién {de (0) sols mo Destaa pata dotesinae <0) sin anbigiead pare tooo t > O De Tamers penal Ie vaviables ubscreables legis para eopeiicar el eestado lasieo» ce wn sem Oeben Se les que 88 no eteusinen Wolecvaineute sus valuie> Salmon. Breve repaso de la mecdnica clésica 3 Los requisitos de que x(0) = x, y (0) =p implican que C= x y mC, = pe En conscoucncia, si es [xy po] él estado en cl instante 0, on el instante ¢ cl estado sera, evidentemente, LR yp Pores, ' [iki sera, arn] 3-3b Energia Consecuencia muy importante de la segunda ley de Newton es Ia introduecin el eoncepto de energia, el cual surge de mancra natural al considerar la cantidad Was [Pree (3-4) Tamada «trabajo efectuado sobre la particula por fa fuerat F(x) durante ef movie miento de'x, a xp. Esta definicién, como todas las definiciones, no nos dice, desde Tucgo, nada nucvo; sin embargo, vamos a utilizar las dos expresiones de F(a) dadas ‘en (3-2) y (3-3a) para calcular dos expresiones diferentes de Ws ¥ luez0 veamos qué deducimos al igualar los resultados. Primero, de la definicién (3-2) de funcién potencial, tenemos cue" (Aten [ar Vix) 0 sea . Was =- (VG) - Vee) (35a) Segundo, de la segunda ley de Newton (3-32) y utilizando la definicién (3-1) y la regla de cadena para las derivadas, tenemos (35b) cusses 34 Breve repaso de la mecénica clésica donde x, y ¥, son las velocidades de la particnla en x, y x, respectivamente. Igna- lando las dos expresiones (3-Sa) y (3-5b), hallamos que ; mot + Vie) =i mo} + V(x) (3-5¢) Pero como los puntos x, y Xs eran totalmente arbitrarios, podremos sacar la con- slusién de que ta cantidad mut + Vx) mantiene constante su valor a lo largo del moviniienta de la particula, A la canti- dad £ se la denomina energia del sistema. Vemos que esté compucsta de dos partes, una asociada al movimiento, mv#/2 y otra asociada a la posicién, V(x); es evidente que la particula se mueve de tal manera que toda dismimacién de uno de esos tér ‘minos Viene siempre compensada exactamente por un aumento del otro. Para poner de manifiesto la utilidad del concepio de energfa en el estudio de la Dinamica de un sistema mevinicu, presentamos en la figura 2 tina grafica de V(x) en funcién de x para una particula sometida aun eampo: de fuerzas hipotétics, Si es E la cuergia tolal, 1a particula slo pods& moverse por las regiones en las cuales V(x) 0 Bjercicio 24. Vlemos deducidy tas cvuaciones de Manilton a partir de las de Newton. Probar ahora que se pueden deduct Ins ecuaciones de Newton cen de as (3-10) al tener en cuenta las definiciones de Hix, p) y YO). 3-3d_ EI adeterminismo» en la Mecénica clisica Los fil6sofos han dicho, en ocasiones, que la Mecanica clasica implica un Uni- veren aeterministas Con esta quiaren decie qua, dada al actada inicial dal Taiveree 38 Breve repaso de la mecanica clésica (es decir, dadas las posiciones y cantidades de movimiento exactas de todas las particulas del Universo en un cierto instante 1 = 0) y dadas también las formas funcionales de todas las fuerzas que se ejerven sobre divhas partivulas y entte elias, la subsiguiente «historia» del Universo queda, en principio, determinada por las eeuaciones dindmicas de Newton (0 de Hamilton). En cl capitulo siguicate veremos Capitulo 4 Teoria de la mecanica cuantica TEI resumen de la Mecéniea clisica dado on el capitulo anterior se ha presentado desde un punto de vista muy elemental: No intentamos analizar en forma critica los concepts bisicos de longitud, tiempo, fuerza y masa; nos limitamos a ur sistema tan simple que no hubo lugar a estudiar cuestiones tan importantes como el momento cinético y los fendmenos de sistemas cle particulas; no presentamos 1a formulacién de Hamilton en toda su gencralidad ni mencionamos ninguna otra forrmulacién; y no intentamos utilizar Ia Mecénica clisica para resolver diversos ‘eproblemas» especificos. En verdad, nuestra Gnica intencién fue presentar, de la ‘manera mas sencilla posible, los fundamentos escuetos de la teoria clasica. Y 2 pesar de todas nuestras omisiones (0 quiz a causa de ellas), conseguimos una perspectiva concisa y bastante exacta de los propositos generales, hipstesis y me- todologia de Ia Mecéniea elésica. Fn este capitulo intentaremos hacer algo seme. Jante von la Mevinica Cudutica, Desgraciadamente, la Mecénica Cudntica es abstracta de por si y no es tan ficil de captar y comprender como la Mecdnica clésica. Podria parccor raro que en su intento de formular uia imagen mas verdadera de los fenémenos fisicos, los cientificos hayan creado una teoria tan abstracta que parezca muy alejada de la realidad fisica. Ahora bien, debemos tener presente que nucstras nociones per sonales de Ia realidad fisica derivan de nuestra contacto con los fenémenos ma: croscépicos. Mediante expcrimentos de gran precisidn, el fisico ha encontrado que la realidad microscopica se caracteriza por fendmenos como el de la dualidad conda-particula que parecen totalmente ininteligibles con un razonamiento do «sen: tido comin». No nos sorprendera, pues, que el sistema logico que dé a entender estas aparentes anomalias pueda parecer extraiio a nuestro firmemente arraigadc punto de vista eldsico. En consecueneia, of lector tendré que aveptar simplemente lo abstracto de la Mecdnica. Cuantica porque, por el momento, no parece que haya otra manera de progresar. Si cs una consccuencia de «émo son las cosas, ‘si esto indica que nuestro actual entendimiento de la Mecinica Cuantica es un tanto deficiente, es algo que aiin estin examinando los fisicos ‘Vamos @ preventar ta tcorfa de la Mecdnica Cuintica estableciendo alguner postulados (seis, para ser precisos), a partir de los cnales dednciremas diversas consccuencias, Es indudable que dichos postulados parecerin raros al lector y 40 Teorla de la mecénica cudntica estarin desprovistos de todo recurso intuitive, No obstante, el lector debe tener presente que dichos postulados, todos juntos, constituyen la base Idgica mas am- pliamente aceptada idenda hasta ahora para comprender evantitativamente wna enorme variedad de fenémenos fisicos; este os el hecho, en realidad y no la «razo- nabilidad» por parte de los propios postulados que nos lleva a aceptarlos. Los ppostulados, junto con las consceuoncias que de ellos se deducen, consttuirin ‘nuestra «imagen de la Mecénica Cuéntica. Debe observarse que tanto el miimero como el contenido de los postulados fundamentales de la Mevinica Cuéntiva son, hasta cierto punto, cuestién de gustos. Dados los fines limitados de este libro, los postulados que vamos a presentar no serdn tan gencrales ni légicamente ccondmicos como podrian serlo y sélo inten- taremos, desde nego, deducir una seleccidn limitada de sus consecuencias. La teorfa de Ia Mecénica Cudntica vamos 2 desarrollarla para un sistema fisico no relativista de un solo grado de libertad que representaremos por x, Aun cuando nuestro tratamiento en Tos apartades que van de §4-1 a § 4-4 serf aplicable a todo tipo de sistema no relativista de un grado de libertad, el lector puede encontrar ‘itl tener presente el sistema especitico estudiado en el capitulo anterior. es decir, una particula de masa m que se mueve a lo largo del ojo x en un campo de poten cial V(x). En §45 particularizaremos nuestro tratamiento para este importante tipo de sistema. 41 ESTADO CUANTICO o En el capitulo 3 vimos que Ia Mecénica clasica identifica el estado de un sistema fisico con los valores ordinarios de ciertos observables del sistema (por ejemplo, la posicidn x y la cantidad de movimiento p). En cambio, la Mecénica Cudntica extablece nina neta distincién entre estadas y observables. Con referencia al estado de un sistema on Mecéinica Cudntica, tenemos el postulado siguiente: Postulado 1. Todo posible estado fisico de un sistema dado corresponde 2 un cierto vector del espacio de Hilbert normado (x), y reciprocamente, todo vector y (x) del espacio de Hilbert normada corresponde a un posible estado fisicu det sistcina. Esta correspondencia entre estados fisivos y veu~ tores de 2 normados es biunivoca salvo en que dos vectores normados deo que sélo dificran on un factor cscalar de médulo unidad correspondon al mismo estado fisico. El vector de 2" particular al que corresponda el estado del sistema en el instante 1 se representa por (x) y se denomina vector de estado Uel sistema, se dive que el sistema westi en el estade ‘(2 Fl estado del sistema lo deserihe por completo el vector de estado en el sen tido de que todo lo que sea, en principio, conocible acrea del sistema en el mstante ¢ se puede obtener de la tuncion ¥(x). Teoria de la mecénica cuntica a Este postulado afirma tres cosas: Primero, afirma que los estados fisicos posi- bles de un sistema dado se encuentran en correspondencia con los vectores nor- mados y(1) de Jf que extn definides salvo un factor de escala de médulo unidad. AL decit que y(2) es «normado», queremos decir simplemente que su norma, 0 producto escalar por sf mismo, es igual a 1 : (ys y) —1. Al decir que y(x) est efinido salvo un factor de escala de modulo unidad, queremos significar que si es ¢ un escalar cualquiera de % (es decir, un mimero complejo cualquicra) que cumpia je)? = i, ios dos veciores de 4; yi) y @() = cp(x) son aiisicamente equi- valentes» por cnanto corresponden a tin mismo estado fisico. Ejercicio 25. Si w(x) tiene norma unidad y es ¢ un néimero complejo que cumpla |e? = 1, demostrar que $(x) = cy() también tiene norma unidad. La segunda afirmacién del Postulado'1 es que todo lo que posiblemente se conozca del estado del sistema en cl instante # puede obtencrse de su «vector de estado» (x). Sin embargo, el postulado no dice nada acerca de qué cosas pueden conocerse, ni de cémo pueden deducirse del vector de estado, Estas, cuestiones deberan contestarlas nuevos postuludos. Fn vista de estas dos primeras afirmaciones del Postulado 1, podemos sacar 4a conclusia de que ef estado de un sistema en el instante Cqueda especiicade totalmente si y s6lo i se da el vector de estado ¥s(x) como fincidefnida de x. tema en el instante 1 queda especificado si y solo si se dan en forma de milmeras” reales definidos las variables de estado (por ejemplo, x(t) y p(0). En relaciéa con esto, el lector no deberd intentar idemtificar lx de (x) con la variable de posicibn clisica (7): es decir, ¥.(2) no es ¥(x(Q). La x de ¥.(3) sélo representa Ia variable de la funcién ‘7; 63 una variable muda y no depende en modo alguno de la varia- ble tiempo 1. En el caso particular de que el sistema fisico considerado sea una particula material, resulta existir una relacién muy intima entre la «posiciém> y Ja variable de ios vectores del espacio de Hilbert; sin embargo, esta reiacién es totalmente diferente de Io que pueda suponer el lector y no puede explicarse hasta después de haber introducide todos los postulados de la Mecdnica Cudntica. La tercera afirmacién del Postulado 1 es un tanto indirecta. Al escribir el vector de estado del sistema cn el instante ¢ en la forma (x) queda implicito que el vec: tor de estado es, en cierto sentido, funcién del tiempo. Para poner esto de mani- YG). Sin embargo, debemos recalear que Ia dependencia funcional existente entre ’ y ¢ es esencialmente diferente de Ia que hay entre ¥ y x: como vector del espacio de Hilbert, (x, ¢) ¢s propiamente funcién sélo de x y el parémetro ¢ sélo sirve para rotular diferentes vectores de 2. Asi, (x, 1) ¥ ¥(% fa) deben consi- dorarse como vectores de.# diferentes —es decir, son dos funciones de x diferentes— que especifican el estado del sistema en dos instantes diferentes 1, yt, El compor- tamienta da W(x) = Cr, 1) cama firncidn dal tiempo 1 ecir, Ty wovol 42 Teoria de la mecénica cudntica temporal del vector do estado, se consideraré en el postulado 5 [§ 4-4]. Hasta entonces nos ocuparemos principalmente del estado del sistema en un solo instante r. Por iltimo, mencionaremos que el vector de estado ¥,(x) se denomina a veces ‘«funcién de estado» 0 «funcién de onda» del sistema, 4-2 LOS OBSERVABLES EN MECANICA CUANTICA La especificacién mecinico-cusntica del estado de un sistema no hace refe- rencia alguna a ningtin observable fisico del sistema, lo cual contrasta con la maners de especifcar el estado de un sistema en Mecéiniea clisiea [v.§ 2}. No ohstante, el Postulado'1 afirma que el veotur de estado contiene de alguna manera todo 10 ‘que posiblemente podamos saber del sistema. Parece, pues, razonable esperar que sien un instante ¢ conoccmos la forma funcional exacta del vector do estado T\(3), deberiamos poder formular algunas afirmaciones bastante definidas acerca de los observables fisicos del sistema en dicho instante; realmente, si no pudiéramos hhacer tal, el vector de estado serfa una abstraccidn matemética totalmente indtil. ‘Antes de protentar el pastulade que noe indique exactamente qué podemae decir de un observable cuando conozcamos el vector de estado, seré necesario definir con mayor precisién el concepto mecinico-cuantico de observable. Como por ahora necesitamos dar la mayor generalidad posible a nuestro estudio, represen taremos los observables por letras mavisculas manuscritas (Dor ejemplo. el obser- vvable , el observable #, ete.). Como en Mevinica elisica, un observable wf no ex mis que un variable ‘nimica que podemos medir; por ejemplo, en el caso de una masa en el eje x, los ‘observables son Ja posicién, la cantidad de movimiento y fanciones de Ta posi- ign y de la cantidad de movimiento (de las cuales la enersia, tal vez, sea la mas Util), La medida de un observable =f es una operacién fisica bien definida que, al realizarla sobre el sistema, da un nimero real llamado «valor de wy. Por razon de senciller, consideraremos que todas Ine medidas son «idealems en el sentide de que el Valo! medido tiene una incertiduinbre experimental nula., En Mecéinica clisiea no se hacia ninguna distincidn real entre la representacién matemética de un observable y los valores de éste; en cimbio, en Mecénica Cudn- tica dicha distincién es de importancia fundamental, EI Postulado 2, que vamos 4 enunciar, trata de (a) la representacién matemitica de of y (B) los valores posi bles deo. Postulado 2. (a) A cada observable fisico sf corresponde en el espacio de Hilbert un ‘operador lineal hermitica A que posee un conjunto completo ortonormal de vectores proplos 2(x), %4(2), #3(x), ... ¥ tin conjunto correspondiente de valores propios reales Ay, Ay Ay, Hassler) — Asal) 1a, aa Teoria de la mecénica cudntica 43 Reciprocamente, a toda operadar de ese tipo en el espacio de Hilhert corresponde un cierto observable fisico. (b) Los iinicos valores posibles que puede dar toda medida de #f son Jos valores propios yy diy Ay --~ Comencemos el estudio de este postulado repasando las definiciones de los \érminos matemiticos ulilizados en el apartado (4). El hecho de que los veetores de 2€ {%,(x)} sean «vectores propios» del operador A con «valores propios {4} significa simplemente que las relaciones (4-1) se cumplen para todo i. Decir que los vectores propios forman un «conjunto completo ortonormal» significa que para todo iy j, tana) J atta yaseyie = by 20-2! eta) y ademés que todo vector $(x) de 3 se puede escribir en la forma #0) = D (es Saul) “f° (48) Dicho de otro modo, el conjunto de vectores propios {ai(»)} constituye una «base ‘ortonormat» en el espacio de Hilbert. Para abreviar, al conjunto {a,(x)} le lama- remos base propia de A. La condicién de que sean reales todos los valores propios {As} puede expresarse en la forma AR=A; (43) Por tltimo, el hecho de que A sea un operador «hermitico» significa que, para todo par de vectores de. $y(x) y d(x), (61, 82) = (As 92) (44) Notemos que no era nevesatio postular la hermiticidad de A, pues ya vimos en el capitulo 2 {v. Ej. 19] que todo operador lineal que posea un conjunto completo ortonormal de vectores propios ¥ un conjunto correspondiente de valores propios reales es necesariamente hermitico.t A pesar de todo, como la propiedad de ser hermit es tan fundamental para los operadores observables, noz hemos permitido iniwoducit esta redundancia en nuestro enunciado dei rostuiago 2 EI Postulado 2 dice, en primer lugar. que un observable fisico sf esta arepre- sentado matemiticamente» por un operador lineal A quo posee un conjunto com pleto ortonormal de vectores propios y un conjunto correspondiente de valores 4 11m aperador lineal puede ser hermiticn sn poser vn ena compete artonormal de vectoes| ropine y um conjunto comespondiente de valores propios reales; in eabarga, un tal operador me Co- Trependeris s nm aheenshle “4 Teoria de la meeénica cusntica propios reales. A un tal operador Ie lamaremos operador observable. Las conse- cuencias de representar matematicamente los observables por operadores estén por ver, pero es razonable esperar que dichas eonsecnencias dependan en gran manera de las reglas mateméticas de manipulacién de los operadores. Dichas reglas se trataron en §2-4, ‘Tal vez la diferencia mas chocante entre estas reglas y las de manipulacién de nimeros ordinarios reside en que, mientras dos nimeros A y B siempre conmutan (AB = BA), dos operadores A y 6 no conmutan necesaria- mente [por ejemplo, v. Fj. 14}. Asf pues, en cierto sentido podriamos decir que los observables conmutan sicmpre en la Mevéniva elésica, pero no en ta Cuantica, Veremos més adelante que el hecho de que no conmuten todos los pares de ope- radores observables conduce a resultados sorprendentes (6s decir, no cldsicos) entre ellos se cuenta la «dualidad onda-particulay descrita en el capitulo 1. ‘Aun cuando ef Postulado 2 no stribuye ningiin significado fisico real ni al operador observable A ni a su base propia {a,(x)}, en el apartado (b) se afirma {que sus valores propios {4,} son los sinicae niimeros que pueden obtenerse en cual- quier medida de sf, El hecho de que estos valores propios sean reales corresponde al hecho de qne la operacién de medida da siempre un mimero real. No obstante, ‘obsérvese que en el postulade no hay nada que exija que estos valores propios formen un «conjunto continuo» (es decir, que cubran densamente la totalidad o parte del eje real); ciertamente, la notacidn que hemos empleado para los valores Propios parece sugerir que forman un «conjunto discreton (es decir, que la dife- tein eis ds valores pons das cage nner Sito noma) En realidad, el vonjunto {4,} puede ser continuo » disercto o una combi de ambos, sogin ual sea ef Oyerador Sbservable jartucular al cual peioncazan los valores propids."A"petar de todd, es muy importante que los valores propios uedan disiriburrse en forma discreta, ya que esto oftece inmediatamente 1a posi- bilidad de permitir «cuantizar» ciertos observables fisicos. Recordemos lo dicho cen el capitulo 1 que fue el descubriniiento experimental de dichos observables cuan- tizados lo que constituyé wna de las principales cansas de errar de la Mecinica clsica, Hasta ahora, la principal restriceién simplifcativa que hemos impuesto a nuestro desarrollo de Ia Mocénica Cuéntica ha sido ol limitarnos a sistemas de wt solo grado de libertad (y por tanto la aparicién de la unica variable x en las funciones de), Vamos a imponer una segunda restriccién simplificativa: de ahora en ade- Tanto vamos a tratar el operador observable ganérico A como si sus valores propius estuvieran distribuides enteramente en forma discreta. Hacemos esto porque el catudio de operadores con valores propios distribuidos con continuidad leva con- sigo transformaciones matematicas extraordinarias que, en este momento, tende- rian a confundir més que a aclarar conceptos. Concentrandonos en los operadores con valores propivs distribuidus en fornia divereta podremos presentar la. mayor parte de los puntos esenciales de la teoria con relativa claridad y senciller; es ms, se podrén comprender muchos aspectos de las propicdades dc los operadores ob- servables con valores propios distribuidos con continuidad, estableciendo analogias Teoria de la mecénica cudntica 45 con loz resultados correspondientes al caso disereto. Posteriormente, en § 4.6b realizaremos un breve estudio de las técnicas mateméticas necesarias para tratar can valores. propios contintos. En Mecdnica eldsica, si es sf un observable, toda funcién real de wf, /(w) también sera un observable (por ejemplo, sf 0 e%): ello se debe a que si medimas un valor de wf, tendremos medido también un valor de fle). ;Puede trasladarse este hecho a la Mecanica Cudntica? La respuesta es si, con tal que nos limitemos 4 funciones reales (2) desarrollables en serie de potencias (es decir, un desarrollo de Taylor) de 2: 2) = Yo ene"s real Baan Para ver cémo acontece esto, consideremos el operador f(A), que se define for- rmalmente sustitayenda In variable z por el operador observable A en el desarrolla en serie de f(z) 1A)= Yc, A" (4-50) Por A*, qucremos significar naturalmente A muitiplicado por si mismo n veces: asi pues, en vista de la definicones (2-82), f(A) ser un operador bien definido, Vamos a ver que /(A) cs en tealidad un operador ubsersuble y que el observable particular al que corresponde es jaf). Se leea a estas conchusiones a partir de los resultados del ojorcicio siguiente. Ejercicio 26. .: (@) Probar que el operador cA, donde n= 0, 1, 2,..., tiene vectores pro- pios {a,(x)} y valores propins {cA?}: aqui, {a,(x)} y {4,} son los vectores. propivs y los values propios, respectivamente, del operador observa- ble A. [Sugerencia: Establecer el resultado para m + luego: demostrar que el resultado es vélido para todo n = 2siloesparan 1] (b) Utilizando e1 resultado del apartado (a), probar que el operador f(A) tiene vectores propios {r,(x)} y valores propios {f(4)} ‘Vemos cntonves que ef operador /(A) tiene un conjunte completo ortononmal: de vectores propios ¥ un conjunto correspondiente de valores propios reales: as puss, sogiin ol Postulado 2, (A) 8 efectivamente un operador observable. Es més, ‘como los valores propios de f(A) son {f(4)}, parece razonable asociar este ope- rador observable al observable particular f(07). Filo establece lo que queriamos probar y demuestra también que el operador observable /(A) tice la misma base propia que A. ~ En Mecénica clasica, el hecho de que identifiquemos el estado de un sistema con ciertos observables fisicos sigminca que 1anto el estado como los observables 46 Teorla de la mecénica cuéntica dependen. dol ticmpo. En cambio, on Mecénica Cuéntica no puede cstablocorse ‘dicha identificacion y el examen de los Postulados 1 y 2 nos lleva 2 la conclusién de que mientras el vector de estado V(x) varia, en general, con el tiempo, el ope= rador observable A, junto con su bast propia. {a,(1)}-y.sus valores propios {4}, an todas independirntes del tiempo. Conseeuencia de esto es que si expresimas cl vector de estado ¥,(x) como combinacién lineal de los vectores propios {a(x)} como se indica en (4-2b), Fel) = Dansk dan 2) (46a) las componentes de (x) relativas a la base propia de A serin escalares. depen- dientes del tiempo: (ene) [ atn(x,Nde (n= 1,2,. (46) ‘A Ia expresién (4-6a) la Hamamos «desarrollo del vector de estado ¥,(x) en Ia ‘base propia del operador observable Av. Por el momento, no tenemos ningusra razén aparente para necesitar escribir ol vector de estado de tal manera: na abs- tante, segiin veremos més tarde, los dosarrollos de eso tipo desempefian un papel clave en la teoria cuantica, Debs notarse que la independencia temporal de A, fa(x)} y {4,) no significa necesariamente que los valores medidos de . sean constantes Io largo del tiempo, ya que queda por especificar eémo depende el resultado de una medida particular del estado def sistema en ef instante de la medida. Asi pucs, debido a la evolucidn temporal de ¥,(2), en instantes diferentes podrian medirse valores propios de A diferentes, Esta cusstién se aclarari més adelante, 4-3 TEORIA CUANTICA DE LA MEDIDA En el Postulado 1 hemos asociado estados fisicos a vectores del espacio de Hil- en el Postulado 2 hemos asociado observables fisicos a operadores del espacio de Hilbert. Sin embargo, no podemos, ciertamente, esperar formar una teoria fisica con significado sin mas que asociar dos entes fisicos separados con dos entes ‘matematicos separados. Se hace claramente necesario establecer una cierta relacién Igica entre el vector de estado del sistema y Tos operadores observables de dicho sistema. Esta relacion logica se tiene, aunque en forma un tanto indirecta, a través del concepto de medida. Asi, la teoria cudntica de la medida constituye la clave de la estructura teériea de la Mecdnica Cudntica; es en ella donde se aclaran y relacionan entre si los respectivos papeles del vector de estado y de los operadores, observables. Tal vez convenga repetir qué queremos significar por amedida», Consideramos Teorla de la mecénica cugntica ~ a7 ina. medida simplemente como una operacidn fisica hien definida en principio, la cual, al efectuarse sobre un sistema, da un mimero real exento de error. Por «exento de error queremos significar que no hay incertidumbre experimental alguna aso- ciada al niimero obtenido, por Io que éste puede considerarse infinitamente preciso, Esta claro que Jo que estamos considerando es una medida ideal, una abstraccion simplificadisima de lo que sucede en realidad en el Inboratorio. Para formar una yen verdaderamente completa Ue la teria eudntica habria que penetrar mucho ‘més profundamente en la naturaleza de Ia medida fisica, pero una tal critica seria demasiado complicada y no la vamos a abordar. En-el capitulo 1 mencionamos que os fundamentos logicos de la Mecanica CuSntica han sido y siguen siendo atin, objeto de debate entre ciertos fisicos y fil6sofos de la Ciencia. La mayor parte de este debate se ha centrado en la teorfa de In medida y no vamos a intentar discutir aqni Ios intrincados pros y contras ‘que nus limitaremos a presentar las caracteristicas esenciales de la de la medida en la forma mas corrientemente aceptada por los fisicos. No obstante, debemos indicar que existen algunos ottos puntos de vista defen bles referentes a la teoria cuantica de la medida, los cuales se hallan en conflcto, en mayor © menor grado, con el punto de vista «ortodoxo». Todos esos puntos de vista, incluido el ortodoxo, se basan en diversas predileccioncs filosdficas que van mds allé de lo que est directamente implicito en la evidencia experimental; ‘ew realidad, el vonificto entre estos puntos de vista se mantiene prineipalmente a nivel filos6fico, ya que hasta ahora no se ha podido idear ningtin experimento real de laboratorio capaz de sefalar cud! es el punto de vista correcto. Reciproca- ‘camente, hasta tanto que se realice dicho experimento, 1a cuestion de qué punto de vista’ es realmente mis legitimo carece de importancia préetica Comenzaremos en § 4-34 enunviando y discutieudo el Postulado 3, el cual nos dice exactamente qué podemos predecir acerca del resultado de la medida de un obsetvable « realizada sobre un sistema que se halle en un estado conocido de ‘Yaax). A continuacién, en §4-3b, presentaremos y estudiaremos el Postulado 4, que nos dice cémo afecta dicha medida al vector de estado, Por sltimo, en §4-3c, deduciremos dos consecuencias muy importantes de estos postulados: el teorema de Compatibilidad y el conocido principio de Incertidumbre de Heisenberg. 4-3a Prediccién del resultado de una medida Esperanzas e incertidumbres FI Postulado 2 nos ensefia que los dinicas valores de'un observable qne pueden medirse son les valores propios del correspondiente operador observable. Acerca de cual de estos valores propios se obtendré en un caso dado, podemos esperar que quede determinado de alguna manera por la forma particular del vector de estado en el instante de la medida. Segin veremos, dicha forma tiene una relacién importante con el valor propio que se mide, si bien no es posible, en general, pre- devin wun ulsulute cersidumbre el vesullady de wna medid 8 Teorla de la meeénica cudntica Postulado 3. Si un operador A tiene una base propia {4(2)} y valores pro pos {4,} y si se mide el observable of en un sistema que, inmediatamente antes de In medida, esté en el estado ¥(x), lo mas que podemor predecir acerca del resultado de esta medida es 19 siguiente: La probabilidad de que a medida dé el valor propio A, e8 [(, ¥oPt Este postulado sefiala incuestionablemente el punto en el cual diverge mas radicalmente la teoria de la Mecinica Cuintica de Ia teoria de la Mecdnica clisica. Recordemos que en Mecanica clasica, si se conoce el estado instantineo del si tema [x(¢), p(0)], resulta cierto que In medica de un cierto observable .of = f(x, p) en cl instante ¢ nos da ef ndmero /(a(0), AO). En coutraste con esto, ol Postulade 3 afirma que si se conoce el vector de estado instanténeo del sistema ‘¥\(2), todo Io que pucda predecirse acerca de Ia medida de w en cl instante # es que |(x, ))? 5 la probabilidad de que se obtenga el mimero A, |(a, YJ)? es la probabilidad de que se obtenga el mimero 4, y asi sucesivaments para los demés valores pro- pios de A, Ahora bien, como el Postulado 1 afirma que el estado de un sistema esté totalmente definide por el vector de estada V(x) y coma el Pastulado 3 afirma que cl conocimiento del vector de estado basta solamente para predecir probabi- lidades de obtencién de diversos resultados en una medida, nos vemos obligados 8 conchuir: (i) A menudo no es posible predecir con certidumbre el resultado de una me- ida que se realice sobre un sistema en un estado completamente definido Gi) Si se somete un sistema a dos medidas separadas pero idéuticas, (euiendo el debido cuidado de asegurarnos que el sistema se halle exactamente en el mismo estado inmediatamente antes de cada medida, los resultados de ambas no coinci- dirén necesariamente. La aceptacién del Postulado 3 entraia, evidentemente, aceptar esta «impredic tibilidad» y «falta de unicidad» del proceso de medida como manifestaciones de tuna cierta propiedad inherente a In Naturaleza. Aun cuando este punto de vista std en violento desacuerdo con nuestra intuicién «clésican tan profundamente arraigada, lo méximo que podemos hacer para refutarlo es pensar que, a nivel ‘macrosedpico, esta propiedad de la Naturaleza no debe ser apreciable. Sobre esto Volveremos en § 4-5. Habiendo visto este aspecto negativo del Postulado 3, cual es el hecho de que usualmente no se puede predevir un resultado tinico de una medida de so efec- tuada sobre un sistema que se halle en un estado conocido (x), consideremos ahora su aspecto positivo: la probabilidad de obtener cl valor propio dy so puede redecit y es inual a |lay, YP. 1 Sito valores propios Ue A estuvieen uinsbuidos con condnudad, babria que enunclar este pos: fuga Ue miaiere alg Uifeente: Verours eu cu $462. y. Teoria de la mecdnica cudntica 49 Rjercicin 27. Demostrar que, segiin exige el Postulado 1, 1a cantidad |(a., ©)? no varia si se sustituye (x) por el vector c¥(x), donde ¢ es un escalar de 2¢° cualquiera que cumple |e Revordemos de (4-64) que el producto escalar (ey, ‘Yes previsamente la wom ponente» del vector de estado ¥.(x) segiin la adireocién» del vector a(x) de a base propia; el valor de este mimero complejo dependiente del tiempo se puede calcular a paruir de las tunciones a(x) y YX) segun (4-6b). Es totalmente ade- cuado que la probabilidad de que se mids 4, para of en el estado ¥.(x) eaté de- terminado por el producto escalar (2, ¥,) ya que esta cantidad depende tanto del vector de estado del sistema coma de cierta propiedad de A asociada al valor propio en cuestiGn. No obstante, si cl cuadrado del médulo de (#, ¥1) ha de ser una pro habilidad, en analogia con (2-2a) deberemos tener, OS Hanh) S11 para todo k (47a) Ejercicio 28. Probar la desigualdad anterior. [Sugerencia: Uuilwar la desigualdad de Schwarz para demostrar la ultima relacién.] ‘Adomés de cumplir con (4-78), el producto scalar (jf) debe ser también tal que Taw. t ) Esta relacién, andloga a la (2-2b), s6lo expresa el requisito del Postulado 2 de que la medida de f dard ciertamente 0 Ay 0 dy © dy .... Para probar que se cumple (4-7), demostraremos que ¢ primer miembro no es mas que la norma de ¥,(x); el resultado se deducir§, entonces, del requisito del Postulado 1 de que (¥., ¥,) — 1. Utilizando et hecho de que los vectores propios {a,(x)} forman una base ortonormal de 2, tenemos para todo posible vector de estado ¥(x), (het) = (= (¥en tent) ia = =F Mentot @¥0) (iy) = Yer et oby = ~ Leento* ene) 50 Teoria de la meeénica cudntica Ast pues, (ek) = Do Kantor (48) y Ia relacién (4-76) se deduce inmediatamente. [Nétese que (4-8) no es més que ‘un caso particular de (2-40b).] Hemos probado, pues, que los mimeros |(=, ¥2), IG» YOR, [Ge YOR, --- cumplen las condiciones (4-7) y por tanto forman ‘un conjunto de mimeros probabilidad py, pp, py .-. andlogo al coujunto estudiado en §2-1. Mas adelante, en este mismo apartado, examinaremos con mayor detalle esta analogia, Si sucediera que fuesen iguales dos de los valores propios de A. por ejemplo y= dy = A, 1a probabilidad de medir ol valor A en el estado Y,(x) seria, segin (23a), la suma de las probabilidades |(2., ¥,)/* + I(@, Yolt. En este caso, utlizando Ia terminolagia de la Mecdnica Cudntica disfamos que 4 es un valor propio dege- nerado. Pars mantener lv més xencillo posible nuestro estudio de la Mevinica Cufntien, vamos a restringir nuestra atenciin a observables .af cnyos operadores tengan valores propios distintos © no degencrados: Se cxige Ay # Ay si F#/ (valores propios mo deenerados) (+9) [Nos cuesta trabajo imponer esta restriccién simplificativa a nuestro desarrollo de la tearia de la Mecinica Cuéntica, porque sucede que la aparicién de operadores observables con valores propios degenerados es relativamente frecuente y cous- tituye el origen de muchos fenémenos interesantes. Por ello, nos sentimos obligados a volver sobre esta cucstién al final de nuestro desarrollo (§ 4-62) y estudiar bro- ‘Yemente cémo se modificara alguna de nuestras conclusiones cuando no se cumpla Ja condicién (49). En el préximo ejercicio deduciremos el importantisimo resultado siguiente: La medida de en el esinda Wx) dach cieriamente el valor propio Ay si y sélo si YG) coincide con a(x). Utilizamos el término «coincider en el sentido amplio permitido por el Postulado 1: dos vectores de estado Yy(x) y Ys(x) «coinciden» © definen é! mismo estado fisico, si ¥,(x) — e¥y(x), donde ¢ ¢s un numero complejo cualquiera que cumpla |¢? = 1. Ejercicio 29. (a) Probar que, si ¥,(x) = cxs(x), donde |¢j* = 1, la medida de of en el instante ¢ da ciertamente cl valor y. (Sugerencia; Calcular la eantidad [Gu FoR (b) Probar que, si la medida de -f en el instante ¢ da ciertamente cl valor Ay, vera F(x) = cus(x), donde |¢* = I. Sugerencia: Probar primero que (07,0 =O para i k; Iuego utilizar (4-60), ‘Vemos, pucs, que para que la medida de sf dé un valor predecible tinico, es condicion necesana y sutciente que el vector de estado del sistema coincida con Teoria de Ia mecénica cusntica 51 algin vector propio de A. Fvidentemente, éste es un resultado muy ‘itil e impor- tante. No obstante, no debe considerarse que implique que el estado fisico corres- pondiente al vector de 2€ normado a(x) esté definido més precisamente que el estado fisico correspondiente a una cierta combinaciém lineal normada de dos mas vectores {z(x)}: ya que el Postulado | estipula que todo vector de 2’normado define por completo un estado fisico, independientemente de si el vector en cuestién coincide o no con un vector propio de un operador observable. Ademas, aun cuando x(x) pueda ser un «buen» vector de estado para predecir el resultado de una me- dida de ., no coincidiré necesariamente con uno de los vectores propios {6,(3)} de otro cierto operador observable B, en cuyo caso el vector de estado (x) 10 correspondré «bien» a una medida de @, En cierto modo, no hacemos més que volver a insistir en el punto fundamental de que, en Mecénica Cuantica, el estado de un sistema esté tinica y totalmente determinado por la forma funcional de st, vector de estado y nu, como en Mevinica clésica, por el resultado esperado de toda medida que pueda efectuarse sabre el sistema En §2-1 considerdbamos el probloma de elegir al azar una bola cn una caja que contuviera iV bolas izuales.n, de las cuales estaban marcadas con el mimero ¥, ‘ngecon el niimero ¥y, ote.,y siendo En, — N. Observibamos que la probabilidad p, de que la bola elegida al azar estuviera marcada con el mimero % era my/N. Su- Pongamos que hacemos \ I (4-100) Hea ear ‘Observamos que la segunda de estas igualdades es realmente legitima, ya que Ia ‘expresin (4-70) usegura que Zym = Nj ademas, todos los néuneros [(s, FAN pneden hacerse tan prdximos a enteros como se quiera sin més que tomar N sufi- icntemente grande. La probabilidad de que une bola clegida al azar presente cl rmimero A. es, evidentemente, Dy = My IN = May. We)P? (4-10b) que es, precisamente, la probabilidad de medir A, en el estado W(x). Por tanto, vemos que este experimento hipotético de extraccidu de bolas simula ef provese de medir f en un sistema en el estado ¥,(x). La principal diferencia estriba en que, en cl experimento de extraccién de bolas es posible, en principio, climinar la ampredecibilidad y falta de unieidad de una extraccion sin mas que aVveriguar fas posiciones exactas de las bolas en Ia caja y extrayendo en consecuencia; en cambio, segin hicimos resaltar anteriormente, no hay manera de eliminar el elemento de incertidumbre en In medida de un ohservahle en un estado dada. Otra diferencia estriba en que, debido a depender del tiempo los productos escalares (ey) los ‘miimeros {n:} y las probabilidades {p,} de las expresiones (4-10) variaran, en gene- ral, con el tiempo (pero nétese que los valores {v4} — {4,} permanecerin, eviden- tememtc, Ojos). No obstante, puspondremos hasta §4-4 ia consideracién de ests 52 Teoria de la mecénica cudntica dependencia temporal y por ahora seguiremos nuestro estudio on un instante En vista de la anterior analogia entre el proveso de medida en Mecdnica Cuan- tica y el experimento de extraccién de bolas de § 2-1, est claro que para una serie de medidas podemos definir un «valor medio» y una «desviacién cuadritica media» analogos a los <»> y av de (2-4) y (2-5), Sin embargo, recordemos que en el pro- cedimiento de la extraccién miltiple utilizado para defini y Av, devolviamos a la caja cada bola extraida antes de efectuar la extracciGn alcatoria siguiente; dicho de otro modo, queriamos que cada extraccién se efectuara con la caja de bolas en el mismo «estado». Por tanto, para definir cantidades audlogas a y ‘Ay en una serie de medidas, deberemos tener cuidado de que el vector de estado del sistema sca el mismo para cada medida de la serie. No vamos a ocuparnos aqui de cémo se logra esto; sin embargo, seflalaremos que este requisito no es trivial Porque, segin veremos en el Postulado 4, el vector de estado del sistema suele sufrir una drdstica alteracién & consecuencia de la medida. Por eso, en nuestro estudio signiente deheremos distingnir dos tipos diferentes. de medidas miiltiples: (i) Una serie de M medidas repetidas sobre el estado ¥1(x)es una seric de Mf ‘medidas que se efectian con el sistema siempre en el estado Y.(x) inmediatamente antes de cada medida. (i) Una serie de M medidas sucesivas es una serie de M medidas efectuadas en sucesién répida, de manera que el vector de estado del sistema para la medida mésima sea el del estado resultante de ja medida (n-1)-ésimns, Esttdiaremos los resultados obtenidos en una serie de medidas sucesivas des- pués de haber introducido el Postulado 4, Por ahora, consideremos una serio de muchisimas medidas repetidas de f en el estado Y,(x): Representaremos por el simbolo , se denomina «ator de la esperanca de of en el estado Vix)» y AA, cincertidumbre de of en el estado F(x) Debemos tener culdado de no leer en estos dos nombres ninguna implicacién in- correcta. Asi, no dehemos «esperar» necesariamente obtener el valor (A), en toda medida def en el esiado ‘T\(2), porque , no va a coincidir nevesariamente con uno de los valores propios de A. Ademés, Ia «incertidumbre» descrita por AA, no es debida a una tenica de medida no del todo perfecta y los valores medidos ue difieran mucho del valor de la esperanza no son Menos legitimos que los valores_ Teoria de la mecénica cudntica 53 rmadidos que sean casi iguales al de la esperanza, Fn el anilisis final, CAD, y MA, sc compreiiden mejor por analogia con los valores y Av de §2-1: Siendo , por detinicion, la media de los valores obtenidos en una serie de muchisimas me- didas repetidas de of en el estado ¥,(x), e¢ una especie de «niimero representa tivo» de todos esos valores; 4A, es, por definicién, la desviacién cuadratica media de dichos valores, por lo que proporciona una estimacién cuantitativa de su «dis- persiénr y por tanto una estimacién cuantitativa de fo adecuadumente que esi ‘representados» dichos valores por el valor ‘nico ,. Ejercicio 30. Sies (z)una funcién real cualquiera desarrollable en serie de Taylor, demostrar que la esperanza , de /) en el estado (x), viene dada por (fA = Pee Wor An) (418) donde (o4(s)} y {4s} son los valores propios y veetores propios, respecti- yamente, del operador observable A, Comparar Ja forma de este resultado: con la expresién (2-8). [Sugerencia: Para probar (4-13), aplicar (4-11) al ‘operador f(A) definido on la forma (4-5b) y estudiado ca el Ejercicio 26.] Es importante sefialar que, de acuerdo con (411), , est4 univocamente podemos predecir la wesperanza» de of en el estado ¥(x). Las esperanzas de los valores observables tienen importancia practica por la razén siguiente: Al efectuar medidas en el laboratorio, el fisico efectuard a menudo una medida simultinea de muchos sistemas iguales (por ejemplo, étomos), cada uno de los cuales se halla en el mismo estado ¥,(x). Evidentemente, si se mide una vez cada uno, M sistemas separados pero iguales, todos en el mismo estado Y,(x), los resultados serfan esen- cialmente os mismos que si s¢ sometiera uno de los sistemas a M medidas repe- idas en dicho estado. Asi pues, In esperanza serf.a menudo un niimero finico muy dl para caracterizar un tesultado experimental. ~ Tas expresiones (4-11) y (4-12) de CAD, y AA, no son las formas més conve- ientes de expresién de estas dos cantidades. En los dos cjescicios siguientes dedu- ciremos expresiones mas uiiles para la esperanza y la incertidumbre, Ejercicio 31. Aplicando la expresion (4-13) a la (4-12), probar que A, - VOR AE (414) Esta expresién de la incertidumbre c3 anéloga a la (2-6) para Av y podemos aplicar aqui las observaciones formuladas en aquella ocasién, La importancia de (4-14) reside en que expresa la incertidumbre solamente en funcién de espe- Tanz. Esto have que sea muy importante el resultado del ejercicio siguiente. os Teorla de la mecénica cudntica Bjercieio 32, Probar que (An = 4 AV), (4-15) [Sugorencia: Desarrollar el producta esealar (¥,, AY.) tal como desarrolla- mos (7) ca Ja deduexign de (48) y obtener asi cl segundo micmbro “de 41D) De acuerdo con (1-15), podemos caleular la esperanza de uf en el estado ¥,(x) formando primeramemte el vector A,(x) y luego formando el producto escalar de este vector por ¥i(x): Ay = f WPA (x1 de (4-16) La virtud de la expresién (4-15) (0 (4-16) cn contraposicién con (4-11) es que Ia ‘primera expresa (Ap, en funcidn del operador A y del vector de estado (x) sola- ‘mente y no hace intervenir a los vectores propios y valores propios de A. También debe hacerse notar que las expresiones (4-11) y (412) deben modificarse ligeramente 1 fin de acomodar los valores propios distribnides con contimuidad, mientras. que (15) y (414) son validas independientemente de odmo se distribuyan los valores rouios. mS B2 interesante notar que la realidad do , 9 real. Podemos sustituir Ia A de (4-15) por f(A) y obtener asi AA = (fA) (4417) ‘Aplicando esto (4-14), podremos escribir 4A, en ta forma mas expliita ah -VG RE) WA (418) Para resumir las caracteristicas principales de una serie de medidas repetidas, presentamos en la figura 3 el tipo de resultados que podrian esperarse al efectuat ‘M modidas repetidas do # ca un ostado (4). Eu el eje de abscisas representa remos los valores propios de A y sobre cada uno de ellos levantamos una barra cuys altura sea igual al mimero de veces que se haya medido dicho valor propio. El conjunto de barras constituye ‘un histograma. Idealmente, esperamos que el valor propio A, se obtenga |(x,, ¥,)[%M veces,,st bien el niimero verdadero de veces que se obtiene’, sucle ser alge diferente. debido. ala aleatoriedad inherente. En fa figura 3 hemos unido con-und.curva cofitraa.tos puntos (4, |(@s ¥.)f® M): a Teoria de la meednica cuéntica 55 Nov do veces que 20 midi6 ‘ol valor propio. ane { { 1 i 1 1 1 1 I ' ' t 4 @® Valores propice de A ig. 3. En un sei hpotica de M mesidas ropes de fen etado Yi), sa rad va hit togama ae ini mero dvr aue shay oben ls alors propos de A. La car cootnes ‘ia ecu de dtsbucion dean et ead Tey or dean ne fon panos leo, POI 3) edie una curva cominua peo arbitra. Las cntidaes Ab AA meni mea ispersion adidtca media den curve de dni, dicha curva se la donomina «curva de distribucién para sf on al estado V(x. Es evidente que la especiticacién completa de los resultados esperados de estas medidas repetidas exige una especificacién de todos los puntos (4, |(r VJ? M). es devir, (oda la curva de distribucién. Otra descripcién de estos resultados menos ‘etallnda pera ain muy ‘itil se obtiene sin mAs que especiicar los valores , = (Ay). (®) Usizando <1 resultado del apartado (a), domostrar que on este a0, (Ad. = ALY BA, = 0. Desenibir a forma de la curva de aistribucton paca en el estado (x). 4-3b Efecto de una medida sobre el estado «alor do un observablen Scgiin el Postulado 3, si sobre un sistema en un estado dado se efectiian dos medidas repetidas, 10s resultados de dichas medidas mv wii fu usualicnte. 56 Teoria de la mecénica cudntica Si estuviéramos acostumbrados a efectuar medidas a nivel microscdpico, este hecho nos parcceria habitual. Igualmente habitual seria el hecho siguiente: si sobr sistema se efectian dos medidas sucesivas de sf. los resultados coinciden sien Concretamente, supongamos que el sistema se halle en un cierto estado W(x) que no tine por qué ser un vector propio de A y supongumos que unt media de =f da el valor propio 4.. Si inmediatamente efectuamos tina mieva medida de , sin ‘ceajustary el vector de estado como 86 hacfa en el caso de las medidas repetidas, podemos estar seguros de obtener el mismo resultado 4s. La nueva medida debe efectuarse «inmediatamente» para asegurar que cl veetor de estado no haya s ninguna evotucién en el tiempo entre la$ dos medidas. La predictibilidad de medidas sucesivas de of, si se contrasta con la impredic- Uibilidad de las medidas repetidas Ue sf, aparove como un agesto catitativon de la Naturaleza. Para ver cémo podemos incorporar esta caracteristica a mestra teoria de la Mccénica Cudntica, razonaremos de la mancra siguiente: Si, de acuerdo con cl Ejercicio 29, tenemos la certidumbre de que la nueva medida de sf dara el mismo valor propio 4, que dio la primera, el vector de estado del sistema en el instante de la segunda medida deberd coincidir con el vector propio ay(x). Esto implica que el vector de estado del sistema inmediatamente después de Ia primera medida debe coincidir com a(x), independientemente de cual eta et vevtor de estado inme- diatamente antes de la primera medida, Estas consideraciones hacen plausible (si bien no intentan «probar») nuestro cuarto postulado, cl cual nos dice cémo afecta, luna medida al vector de estado, Postulado 4. La medida de un observable suele originar una alteracion drdstica e incontrolable del vector de estado del sistema; concretamente, sea cual sea la forma del vector de estado inmediatamente antes de la me- dida, inmediatamente después de ella coincidiré con el vector propio co- rrespondiente al valor propio obtcnido on la medida. Ejercicio 34. Probar que, a consecuencia de los Postulados 3 y 4, dos medidas sucestvas de of daran, necesariamente, resultados iguales, suponiendo que las medidas se efectan suficientemente préximas en el tiempo. EL Postulado 4 afirma que la medida de un observable of obliga esencialmente al vector de estado del sistema a ser un vector propio de A. Sin embargo, no dive nada acerca de los detalles del proceso de cambio del vector de estado. Asi es: Puesto que no ¢¢ posible, en gencral, predecir con certeza qué valor propio va a obtenerse en una medida, se deduce que generalmente no sera posible predecir 1 La evotuco temporat det vecor de estado consituye ef tema del Fostulado 3 y se etude a8 4 Si noestra expossién atendiera a operaciones observables con valores propion depenerade, tends: sot que enunciar tots portlade de seancra alge diferente, Verumes sxe cu'b1 Go Teoria de la mecénica cuantica 57 con certiduumbre a qué veetar propia s© va a abligar a pasar el estado del sistema a causa de la medida. Sélo podomos decir que la probabitidad de que una medida de uf obligue a que el vector de estado del sistema pase a ser el vector propio a(x) 5[(am %,)#,donde ¥,(x) 08 el vector de estado del sistema inmediatamente antes de la medida. Ast pues, el mismo elemento de «indeterminismo» que ocupaba e Postulado 3 nos viene a recibir en el Postulado 4 Una implicacién un tanto curiosa de los Postulados 3 y 4 es que una medida nos dice mucho mas acerca del estado del sistema inmediatamente después de la medida que del éstado del sistema inmediatamente antes de ella. En efecto, supon- amos que una medida de .’ da el valor propio 4,. Del Postulado 4 podemos deducir que el vector de estado del tistema inmediatamente después de In medida coincide con el vector propio s(x); en cambio, todo lo que podemos decir del vector de estado inmedintamente antes de Ia medida es que, en virtud del Post Jado 3, su producto escalar por a(x) no era nulo. Asi pucs, el resultado de una sola medida nos dice con cierta precisién cual es el estado del sistema como conse- ‘euencia de haberlo medio, pero dice muy poco acerca de cull era su estado cuando iniciamos la medida. En cierto sentido, pues, la operacién de medida en Mecanica ‘Cuintica tiene mis la naturaleza de «proparacién» de un estado que de «observa- idm» del mismo (aun cuando no tengumos, evidentemente, control real aiguno sobre qué estado va a aprepararse> en una medida dada). Tl lector puede ya comenzar a apreciar la diferencia realmente profunda exis tente entre las teorias clisica y cuéntica de la medida. Dicha diferencia se aclarara atin més con un examen cuidadoso del significado de tn oxpresién «valor de un observablen, En Mecénica clisica consideramos que un observable siempre «tiene un valor» y la medida de un observable equivale simplemente a aleanzar el eseondite donde se encnentre su valor corriente, sin perturharlo. En particular, se presume que el valor del observable existe independientemente de si es percibido ono en una me- dida efectuada por un observador. En Mecinica Cuéntica, en el caso particular en que el vector de estado ¥,(x) coincida con algin vector propio a(x) de A, podemos adoprar sin diffcultad ef punto de vista de la Mecénica clisica y decir que .of atiene el valors As. Fsto se justifica porque, seg el Postulado 3, es absolutamente cierto que una medida ideal de sf, nos dard el mimero As. Sin embargo, aparecerén dificultades cuando considcremos el caso més general en cl cual (x) sca combinacién lineal de dos ‘© mas vectores propios de A Ve) = Den dee) (419) En este caso, la medida de f podré dar, claramente, cualquier valor 4, para al cual no sea nula la componente (q, ¥:) correspondiente; por tanto, el valor ob- tenido en la medida de af en este estado no serd ni predecible ni tnieo. Por esta razén, parece un tanto raro, si no carente de significado, intentar asignar un «valor» particular a sf en este estado. De hecho, el punto de vista que prevalece hoy en 58 Teoria de la mecénica cuéntica dfa entre los fisicos ex que si el vector de estado del sistema no coincide con tn vector propio de A, no podrd decirse que el observable sf correspondiente «enga un valor» en el sentido generaimente aceptado de esta expresién. Fxisten otros puntos de vista Uefendibles en esta cuestidn un tanto filosdfica; sin embargo, el anterior punto de vista es el aortodoxo» y por tanto serd el que utilicemos en esta introduccién a Ta Mecinica Cuéntica. ‘La anterior conclusion constituye una divergencia tan radical respecto a nuestra linea elisica de pensamiento que vamos a buscar alguna manera ficil de evitarla. Por ejemplo, nos sentiios tentados de intentar interpretar el desarrollo (4-19) de ¥,(x) como una manera répida de decir que «el vector de estado del sistema coincide realmente con un vector propio particular a(x), pero debido a una falta de informacion s6lo podemos decir que |(x,. ¥.)F es 1a. probabilidad de que este vector propio particular sea «(x)». Pero, si fucse legitima csta intorpretacién de (4-19), podria decirse que s¥ «iene un valor»; no tendriamos la seguridad de cual seria realmente dicho valor, ya que-no estamos seguras de con qué vector propio coincide ¥,(x) en realidad. Sin embargo, de acuerdo von el punto de vista orto- doxo de Ia Mechniea Cudntica, esta interpeetacién del desatrallo (4-19) no ex com rrecta, Ya que esta combinacién lineal es un vector de 2 normado perfectamente legitimo y segtin el Postulado 1 define un estado tisico del sistema tan precisa y completamente como cualquiera de los vectores propios de A. Es mis, si sucediera que esta combinacidn lineal coincidiese con algin vector propio fa(x) de algin otro operador observable B (en cuyo caso podria decirse que # «tiene el valor By»), seria inconsecuente devir que el vevtor de estado, voincide reulmente von uno de Jos veetores propios a(x). Vemos, pues, que dentro del marco de los cuatro post- Jados enunciados no parcce existir ninguna manera satisfactoria sencilla de obviar Ja conclusion de que un observable no siempre «tiene un valor». En general, pues, In medida de of en Mecénica Cudntica no es simplemente ccuestidn de «alcancar el escondite del valor de wf sin perturbarlor, Ya que si el vector de estada del sistema na coincide can uno de los vectares propios de A, entonces (j) la medida seria «perturbadora», ya que el vector de estado se verd alterado nevesariamente por la medida y (ii) ni siquiera existe un «valor de > en el sentido usual de Ia expresiGn, ya que el resultado de Ia medida no esté pre determinado univocamente. Seria, tal vez, mas preciso describir el proceso de me- dida diciendo que el mismo acto de medir of desarrolla esencialmente un valor de of; esto se cumple, evidentemente, con el simple expediente de obligar al vector de estado a ser uno de los vectores propios de A, con lo que entonces .f tendré un valor, Con este punto de vista, |(a,,¥,)[* ¢s la probabilidad de que una medida de af en el estado ,(x) desarrolle el valor 4,. Pero, ya lo hemos dicho, esto no 68 lo mismo que decir que |(«,,'¥ ,? sea In probabilidad de que .f tenga el valor 4, fn el estado ¥,(x). Aparte de nuestro propio punto de vista en esta cuestién un tanto filoséfiea, suele ser més seguro hablar del «valor obtenido en una medida de sf que del «valor de fn, Concardaremos, pues, en que €s estrictamente legitimo decir que sf «tiene un Teoria de Ia mecénica cuéntica 50 valor» en el estada W(x) si y slo sies cierto que una medida de of en este estado da un resultado definido, os decir, si y sélo si (x) coincide con un vector propio de A. Supongamos que sucede que '¥\(x) «casi» coincide con un vector propio de A; mis concretamente, supongamos que en el desarrollo de ¥(x) en In base propia de A, [expresién (419)], el coeficiente de un vector propio particular a(x) pre- domina fuertemente sobre los coeficientes de los demés vectores propios, con lo ‘que de acuerdo con (7b), <1 pau ik Ha ¥)F S10 paraink Ejercicio 35. Si ¥,(x) es tal que se cumplan las condiciones anteriores, probar que: (a) La curva de distribucion (v. fig. 3) de «en este estado presenta un pico agudo estrecho en el valor propio 4, (b) Una medida de of en este estado es casi seguro que dé un resultado definido. En vista de 1a conclusion (b) del ejercicio anterior, estamos tentados de decir ‘que of casi tiene un valor en el estado V(x). La fuerza del adverbio ucasi» est regida, evidentememte, por ia anchura de ia curva de distrioucin de ww en este estado. Como su anchura ex proporcional a AAy, podremos, pues, considerar a. incertidumbre de sf en el estado "Y,(x) como indicativa de hasta qué punto puede decirse que of «tenga un valor» en este estado: cuanto menor sea MA, mavor sentido tendré decir que / «tiene un valor»; y cuanto mayor sea AA,, menor sen- tido tendra decirlo, Esta manera un tanto vaga de hablar resultaré util para inter- pretar algunos de los resultadas firturos. En cl apactado siguicute vamos 4 finalizar nuesto estudio general de la teorla ccudintica de Ia medida y en él deduciremos dos teoremas importantes correspon dientes a la medida de dos observables, of y 4-3c Teorema de compatibilidad y principio de incertidumbre de Heisenberg Vamos a considerar ahora uno de Jos temas mas interesantes ¢ importantes de la Mecénica Cuintica, cual es el problema de Ia «mensurabilidad simultinea> © «compatibilidady de dos observables. Comencemos por explicar qué queremos nificar con estas términos. Supongamos que un sistoma dado csté sometido a tres medidas sucesivar do dos observables .’ y : la primera medida, representada por Mu, mide fla segunda, representada por Ma, mide @; y por iltimo, la tercera, M's vuelve a anedir sf, Se sobreentiende que las medidas se efectian en susiGn muy répida, 60. Teorla de la mecénica cudntica de manera que no haya evolucién temporal apreciable del estado del sistema entre Ma y Mg, ni entre Ma y M's. Con rolucidn # estas medidas vamos w huver It Siguiente-definicién: se dice que las observables of y MI san simultdneamente mene ‘gurables 0 compatibles si y sélo si el resultado de M's ¢s cierto que coincide con €l resultado de Mr, independientemente de cual fuese el estado det sistema inme- Siatamente antes do Mu. “Desde el punto de vista de Ia Mecénica clésica, esta definicién es uin tanto indtil, porque en Mecénica clisica todas los pares de observables son «compatic ies»: wf y H «tienen un valor» cada uno en todo Uempo y como la medida (ileal) ‘Ma no tiene efecto alguno sobre el valor de af, se deduce que Ma y M’x darin siempre of mismo niimero. Tn cambio, desde el punto'de vista de la Mecénica Cuantica podemos ver fScilmente que f y @ pueden muy bien dejar de satisfacer muestra condicién de ser simulténeamente mensurables: Representemos por A y B los operadores obser- vables def y @y por {oux)}, {042)} y {Ae}, (B.} las bases propins y valores pro- pivs de dichos operadores. Aaj (x) = Aja,(x) 1,2)... 5 (4-20) BB, (x) = Bas x) 12)... Supongamos que Mur dé el valor A, y Mat dé el B,. Segiin el Postulado 4, el vector de estado inmediatamente después Ue Mat, o sea inmediatamente antes de M's, ‘coincide con B(x). Este no es necesariamente el caso en que 84(x) coincida con (2); si no coincide, scgiin ol Postulado 3 (0 cl Ejercicio 29) M’w no dara nece- Sariamente el valot Ay ¥ por tanto, sf y # no seran «compatibles». i, en el ejemplo anterior, no se hubiese efectuado Ia segunda medida Ma, los resullados de Mor y M’or habrian sido, evidentemente, iguales (. Ej, 34). Ello im- pica que Ma siempre pmede aleteriorar» In nueva medida M'ay. Dehe recalcarse que este deterioro, si se produce, no ¢s a causa de una técnica imperfecta de medida, sino que resulta como consecuencia directa y sencilla de los Postulados 3 y 4. ‘Vamos a enunciar y demostrar uno de os teoremas fundamentales de Ia Me- ‘cénica Cuantica, al qué lamaremos «teorema de compatibilidad», que nos propor- cciona das condiciones, cualquiera de las cuales es necesaria y suficiente para que of y @ sean observables compatibles. La demostraciGu de este (eorema es, en si misma, un ejercicio que aclara la aplicacién de los Postulados 3 y 4. Nuestra de- mostracién estar sometida a nucstra rostriceién de que A y B no tongan valores ropios degenerados [¥. condici6n, (4-9)]; el teorema es igualmente valido sin esta restriccién, si bien ciertas partes de la demostracién resultan més complicadas.t | La demostracin general del weorema de compatiiided se encuentra en el capitulo IV de F. Mandl, Quintam iechunioy iad cn la nvie Us pie de pigle del Frogs Teoria de la mecdnica cuantica 61 ‘Teorema de compatibilidad. Dados dos observahles f y @ com sus corres: pondicntes operadores A y B, cualquiera de las tres condiciones siguientes implica las otras dos: (@ 2 y B son observables compatibles. )) A y B poseen una base propia comin, i) Ay B conmmutan. Demostracién: Nuestra demostracién consistiré en demostrar que () y (i) se implican una a otra y que lo mismo sucede con (i) y (i). En tal caso, ¢s inmediato que también (i) y (ili) se implican una a otra. ( implica Gi): Supongamos que, inmediataments antes de Miz, cl vootor de estado del sistema coincide con un vector propio cualquiera a(x) de A. Entonces Maz dari el valor A, (v. Ej, 29). Al efectuar Ma, el vector de estado iré a eoincidir on algin vector propio 6,(x) de B (por Postulado 4). Ahora bien, como partimos do que of y @ son compatibles, serk cierto que Ia tercera medida M'ay debe dar 1 mismo valor 4, que se obtuvo en la primera medida, Pero segin el Ejercicio 29, si una medida de sf efectuada en el estado 04(x) da con certeza el valor propio A, (2) deberd coincidir con a(x). Hemos demostrado que un vector cualquiera del conjunto {(x)} coincide con algun vector del conjunto {1(x)}. Como estos com- juntos constituyen bases ortonormales, Ia, correspondencia debe ser biunivoca ‘asi sin més que reordenar los indices podeaos escribir {24(2)} = {6,(2)} = {Gh donde {4.(2)} es una base propia comin» para A y B: Aén(2)= Anda) m= 1,2, ‘} Ben (s)= Baba (x) m= 1,2, (4-21) (Gi) implica (i): Dada la base propi comiin {4,19} como en las expresiones (4-21), la medida May, con un resultado cualquiera Ay, deja al sistema cn el estado $4(x), en virrud del Pastulada 4. Entonces, segiin el Ejercicio 29, Ma deberd dar el valor By y lo que cs més importante, dejard el sistema en el estado ¢4(x). Luego, por cl Ejercicio 29, M'a debe dar de nuevo el valor ,. Como esta argumentacién no depende de qué valor A, se obtuviera en la primera medida, ser4 valida, por tanto, independientemente del estado que tuviera el sistema inmediatamente antes de dicha medida; en consecuencia, .f y 4 son observables compatibles. 4 Esto es sai evidenten. Hemos visto que cade vector a coincide con alain vetor . Ahora bien, oe ‘vretores nnn eoinctir cnn at mismo vector yx qe doe wretresrialecqiers son art ternal: nnllngnmente ns vetonen a pten coincide con un mn vector a. Sle queda por demon fr que nn sfatay ningin vrtar fan tn corespnndencia w con Para ello, mpongrmas ta antenrns {F vertor fae) no caine con ningin vector Entonces, el desarolia de fie) en la bate, Pu) Seen Pon, doberh tener af menor dae tarminon no mlos, 1a av impiearia ve Bs) 20 e# Oo {onl al'mince s doe rectores ox Pero como cada vectre colocide com un tuo vecor 8 debeme con lis que aCe) ao es ortoganal a dor vectors fl par lo menos, lo que extten contadicin com ‘normaidad de lor vectores . Por tant, Ia hipSteis ox flea Ia correspondeacia es verdadaramente 2 Teoria do la mecénica cugntica @ implica (ii): Dada la base propia comin {f,(2)} como en las expresio. nes (4-21), utilizando Ia linealidad de A y B tenemos ABGn (&) = ABn bn (X) = By Adn() = Brn dnl) BA6n (2) = BAndn(X) = An Bon (2) = An Bn Onl) Asi pues, (AB— BA},(2) = 0. Atin no estamos listos, ya que para demostrar que Ay B conmutan debemos demostrar que (AB —BA)y(x) = 0 para todo veo tor:y(x) de. A tal fin, desarrollemos y(x) en la base propia {$4(0)}: VO) = Do endnle) donde cy = (yy) [¥. (2-39)}. Entonces, aprovechando el hecho de que el pro- Auecta y la suma de dos operadores linenles también son operadores lineales, hallamos (AB BA)y@)- Las- Bayon) =) Gm 0=0 Asi pues, el operador AB aplicado a cualquier Vector wx) de J’ origina el mismo vector que el operador BA aplicado a p(x). Esto significa que A y B conmutan. (Gil) implica (i): Dados A y & que conmuten, para todo vector propio a(x) de A, tenemos Aflo,(x) = BAa(x) = BA,a,(x) = A,Bay(2) De otro modo, A operando sobre al vector de 2 Bux) tiene ol efecto de dejar fl vector multiplicado por el mimero Ay; ello implica que el vector B(x) es un veetor propio de A correspondiente al valor propio A, Como los valores propios de A no son degenerados, el vector Ba,(x) podeé diferir del vector a(x) en un factor esealar ¢ coma maximo, lo eval sélo tiene en cuenta el hecho de que las normas do a(x) y Buy(x) no tionen por qué ser iguales: Bay(x) = cai(x) Pero esta igualdad implica que a(x) es un vector propio (normado) de B pertene- ciente al valor propio ¢. Como los valores propios de B no son degenerados, para cistto j tendremos, ¢ = B, y a(x) = 8,(3). Hemos probade, pues, que (ado vector del conjunto {a,(x)} coincide con algin vector del conjunto {8,(x)}. Como estos conjuntos conatituyen bases ortonormales, Ia correspondencia debe ser biunivoca,t ‘con lo que sin mas que reordenar los {ndices podremos escribir {a,(x)} = {2,0} = {$C}, donde {4,(x)} es la «hase propia comin» de las expresiones (4-21). can. Como ejemplo sencillo de este teorema, recordemos del Ejercicio 26 que, para 1 Vere entation aula de pie de pata Teoria de la mecdnica cudntica 63 toda funcién razonable f, el operador /(A) es un operador observable que tiene la ‘mista base propia que el operador observable A. Por tanto, el teorema de compa- fibilidad nos dice que los operadores & y f(A) dehen commitar, segin puede com- probarse ficilmente mediante (4-5b) y también nos dice que los observables a ¥ fof) deben ser compatibles. lo cual parece muy razonable. Ejercicio 36. (@) Utilizando ef desarrollo en serie de potencias (4-5b) de f(A), probar dircotamente que A y f(A) coamutan. (6) Utilizando el hecho de que A y f(A) tienen la misma base propia {=4x)}, probar directamente que «f y f(sf) son compatibles. Si Ay B no poseen una base propia comiin, de acuerdo con el teorema de com- patibilidad dos medidas sucesivas Mar y M's de of, separadas por una medida Ma de @, no siempre dan resultados iguales. Sin embargo, para un resultado de Mer dado, es posible hacer predicciones probabilistas acerca del resultado deM'. Para ello comenzaremos por escribir el desarrollo de 1a base propia de A en fun- cién de Ia base propia de B y viceversa: aay 2) ~) “(itn Bi) ( Dx (2) Y (oi Beaux) Utilizando estos desarrollos, junto con Jos Postulados 3 y 4, se pueden caleular Jas probabilidades de todos los -ucaminos» posibles que conducen del resultado: dado de Ms a cualquier resultado particular de M's. Asi pues, supongamos que Maz da A, y queremos conocer In prababilidad de que M'r dé’ 4, Razonaremat de la manera siguiente: después de que Mar dé dq el sistema sc halla en el estado «.(x) y la probabilidad de que Mg dé un cierto resultado B, es |(S, 2)P. Si de Ia segunda medida sc obticne B;, el sistema se hallaré en el estado 6,(x) para M's, con lo cual la probabilidad de que Mx dé el resultado buscado Aq es |(en, Ba Asi pues, segin (2-3b), el producto |(%,)*{(én 8)[? dard la probabilidad de que en M's se obtenga el valor Aq @ través del resultado B, de Ma. Utilizando (2-38) sacamos Ia conclusién de que la suma ¥,|(@., 2,)?|(em. 9)|? es la probabilidad de que, dado cl resultado A, de Mav, M's dé cl valor Aq independientemente de cual sea el resultado de Mf. Hl ejercicio siguiente ilustraré lo anterior de manera mas explicita. Kjercicio 37. Supongamos que A y B «asi> poseen una base propia comin: ‘concretamente, supongamos que cuando se desarrollan los vectores propioa de B en tuncion de tos vectores propios de A, se uene ot Teoria de la mecénica cusntica v3 Bie) = Bailey +d als) fn ano 3 ase) Ba (x) = a Ae)=a.f), 22 (@) Verifcar que este desarrollo es compatible con In ortonormalidad de {ouca)} y {Pica}, decir, probar que si (wy aj) = By, también serd eB) = By (©) Desarrollar los veetores propios de A en funcién de los vectores pro pios de B. (© Probar que si Ma da uno cualquiera de los valores yy dy «5 Mat Gard necesariamente el mismo resultado, (@ Probar que si Mut da el valor A,, existe entonces una probebilidad 5/8 de que M's Jé Ay y una probubilidad 3/8 de que M'sr JE dy. Si son incompatibles dos observables sf y @, el teorema de compatibilidad nos dice que sus operadores correspondientes A y B no conmutan; es decir, al ‘menos para un vector (x) de °,(AB- BA) y(x) # 0. Ahora resulta que Ta no ‘conmiutabilidad de muchos ares de operadores observables no conmutativos puede cexpresarse mediante una igualdad de la forma AB- BA-e (422) donde ¢ es un cierto esvalar no auto; la igualdad (4-22) significa simplemente que, ppara todo vector w(x) de 26, (AB - BA)p(x) = oy(2). En tal caso, la incompati- bilidad inherente def y @ queda ilustrida de mancra llamativa por el famoso ‘principio de incertidumbren debido a W. Heisenberg: Principio de incertidumbre de Helsenberg. Si A y B son tales que 6 donde ¢ es un escalar, las incertidumbres de of y de @ en tado estado (x) cumplen BA, AB, > ; Ia (42a) Antes de presentar la demostracidn de este teorema (la demostracién es pura- ‘mente matematica y en ella no intervienen razonamientos fisicos), sefialemos sus profundas implicaciones fisicas. Segiin el principio de incertidumbre de Heisenberg, si dos operadores obser- vables A y 8 cumplen (4-22) con ¢ #0, of producto de las incertidumbres de ot y de # en todo estado ¥i(x) esta acotado inferiormente por un nimero positivo. ‘Asi pues, si nos ingeniamos para Hlevar de alguna manera el sistema a estados que tengan incertidumbre de 7 cada vez menores, dichos estados tendrén necesaria- ‘mente incertidumbres cada ver mayores de 4 'y reciprocamente, Fn vista de lo Teoria de la mecénica cudntica 65 fratado al final de § 4-3h, podemos expresar también estas conchusiones de Ia ma nora siguiente: Si A y B satisfacen (422) con ¢ # 0, la relacién (4-23) implica que ‘cuanto mds sentido tenga decir que « «tiene un valor» en un estado dado, menos sentido tiene decir que # «tiene un valor» en dicho estado y recfprocamente. Es mis, si sucediera que ¥,(x) coincidiera con uno de los vectores propios de A, con Io que 4A, =0 y por tanto .sf tendria realmente un valor, In relacién (4-23) exige, evidentemente, que 4B, — o:, en cuyo caso cureverla totalmente de sentido decir que @ tenga un valor. ‘A Ia vista de estas implicaciones, no cs sorprendente que el principio de incer- tidumbre de Heisenberg ocupe un lugar destacado en la estructura de la Mecénica Cusntica. Por ejemplo, en § 4-Se veremos que nos conduce a una resolucién satis factoria de la «paradoje onda-partivulan, ‘Vamos a conchuir nuestro desarrollo de la teoria cuintica de la medida demos- trando el principio de incertidumbre de Heisenberg. Aun cuando en la demostra- cin intervienen muchas transformaciones matemiticas, el lector notaré que se apoya principalmente en (i) Ia definicién (4-4) de hermiticidad, (i) Ia expresién matematica (4-14) de la incertidumbre y (it) las propiedades (2-34) del producto escalar de dos vectores de 2 (particularmente Ia desigualdad de Schwarz). A fin de simplificar nuestra notacién, en lo que sigue suprimiremos el sub- indice 1, teniendo presente el hecho de que todos nuestros cilculos son validos en algin instante. Utilizando las expresiones (= AB = VB) para las incertidumbres de .¥ y de %# en el estado ‘¥(x), demostraremos primera- mente la relacién de incertidumbre generalizada: aA. aB> Ev [AB- BA] ¥)1 (424) De esta relacién vilida generalmente, podemos obtener con facilidad Ia (4-23) introduciendo la (4-22) y utilizando el hecho de que (¥, ) Para demostrar la relacién (4-24), comenzaremos por definir dos operadores A’ y BY en la for As h- R=R- a Con relacién a estos operadores, vamos a probar tres lemas. Lema 1. A’ y BY son operadores hermidous Ejercicio 38. Probar el Lema 1. [Sugerencia: Aprovechando el hecho de que A’ cs la diferencia entre dos operadores hermiticos, demostrar que (y, A’) ~ A’yi vo pata dus veutures yi) y ya(s) Cualesyuicta del espacio de Hilbert] GiesPies. 66 Teoria do la mocdnica cudntica Lema 2. A'B'~ B'A' = AB- BA Ejercicio 39. Probar el Lema 2 { Sugerencia: Notar, por ejemplo, que A(B) = (ROA, ya que A es un operador lineal y (B) es un escalar] Lema 3. (A, AM — (A), La as melin del Lome 3 4 In siguiente (Aly, AM) = (8A 0) cr, [A- y 4A, asi como das propiedades matematicas expresadas en (234) y (2-42). Con estos tres lemas, la demostracién de la relacién de incertidumbre genera- lizada (4-24) es Ia siguicnte: (v [AB [por el Lema 2] =(A'v, B)- (By, Av) [por el Lema 1] - (Aly, By) - (A'9, By) luego (LAB BA} 1) = 21m (A', BY) En los dos wltimos pasos hemos utilizado tas propiedades (2-344) y (2-13), respec tivamente, Tomemos ahora el médulo de los dos miembros de esta ignaldad. Te- iendo en cuenta que |i| = 1, junto con (2-18a), obtenemos ley TAB - 4} La exprecién de AA del Lema 3 permite una demostracién muy simple dl hecho de que Is ane Iain de BA, ov condicism neceari» mfciente para que Wis) colncida cam an sector propio de A. Va ‘gus spin ol Loma 3, AAy ow enula ay alo ie vector AV {c)= (A ASDA) tone norma fl [Beto dl tnico vector con norma nal eel vector nulo,la)= 0. Por tanto, Ay ~ Osly silo sl Aa) = ‘Ay fa) decir, al solo 91 fa) co un vector propio de A. La condiién de ayfcencs Is hemor ‘Eedavkbs anteriavante ou fonsiaindveta a nsdn Ejtioon 399 99 Teoria de la mecénica cudntica e Segin (2.17), la magnitud de la parte imaginaria de un mtimero complejo es mayor que el médulo de dicho complejo, por lo que podremos escribir Iv 1AB- BALW)s 21K, BY)I aerihamos la desigualdad de Schwarz (2-344), con w(x) = Ay, Bwyis VAY, AY) - VB¥, BY) Aplicando esto a la desigualdad anterior, obtenemos 1 [AB- BA]¥)1 < 2V(R¥, AW) - VBE en virtud del Lema 3, 1QW,[AB- BA] W)I< 2A AR Fata tiltima relacién es, precisamente, Ia (4-24) y In demostracién queda, asi, come pleta 4-4 EVOLUCION TEMPORAL DEL ESTADO CUANTICO AL repasar, en el capitulo 3, la Mecénica clésica, consideramos con cierta extensién el problema de la evolueién temporal del estado clisico, si bien no juz- gamos nevesatio extendernos demasiado en la definicién, un tanto evidente, det estado clasico. En cambio, todo lo que nos hemos estado entreteniendo hasta ahora cn Mecénica Cusntica se ha dedicado casi exclusivamente a describir con precisién Jo que queremos significar por «estado de wn sistema» en Mecénica Cuantica, tarea que nos ha resultado cualquier cosa menos trivial. Como la Mecfnica Cudntica establece una distincién radical y aparentemente compli I eerado de wun sistema y los observables Fisicns, ha sido necesari di mente cada uno de estos conceptos por separado y después, utilizando la, teoria, cudntica de la medida, describir con cuidado Ia sutil relacion que existe entre’ ambos. Afortunadamente, sin embargo, una vez llegamos a comprender razonable- mente bien dichos conceptos, no resulta demasiado dificil alcanzar qué quiere decir la teoria de la Mecinica Cuéntica acerca de cémo se comporta un sistema en el transcurso del Giempo. Segin veremus, la Mecanica Cusntica tiene mucho ex comin, en este aspecto, con Ia clésica, pues nos proporciona unas «ecuaciones de movimiento» bien definidas para el vector de cstado (x) y también para_la ‘esperanza ¥(x, 0) = ¥4(x). En consecuencia, el vector de estado det sistema evoluciona con el tiempo de ma- nora totalmente determinista, al igual que Io hacen x(¢) y p(t) en Mecinica clisica. Esto es cierto mientras no s¢ pervurbe el sistema y en relacidn von esto debexus Teoria de la mecénica cuéntica 60 hacer resaltar qne, segiin el Postulada 4, ef proceso de medida representa una per- turbacién tal que altera cl desarrollo temporal del vector de estado que se tendria caso de no efectuarse la medida. Podemos ahora trazar un interesante paralelismo entre las Mecénicas clésica y ‘cudntica: En la Mecénica {clésica | cuéntica}, una vez especificado para un sistema {la fumeién H(x, p)| el aperador H} de Hamilton, pode& determinarse univocamente Ja cvolucién temporal no perturbada del sistema {[x(0), p(¢)]| FG, 0} resolviendo: la ecuacién de evolucién temporal {ecs. (3-10) | ec. (4-26)} sometida a la condicién inicial especificada {(x(0), 7(0)] — [x pal| "Cs, 0) — ‘Vy(s)}. Llevando algo mis adelante este paralelismo, recordemos que los postulados de Ia Mecénica clasica zo especifican Ia forma exacta que adopta Ia funcién hamiltonians para un sistema” fisico dado; por ejemplo, la segunda ley de Newton no nos dice que fa funcién hhamiltoniana adecuada para una masa m unida a un resorte sea H(x, p) = pt[2m + kx"/2, Andlogamente, el Postulado 5 no nos dice qué hay que escribir como upe- rador hamiltoniano H para un sistema fisico dado. Es al fisico, como. expert ‘observador de la Naturaleza» a quien eorresponde descubrir o inventar {una fun- ion A(z, p)] operador AY} de Hamilton para un sistema {clasico | cuantico} dado. Vemos entonces que, dada la forma explicita del operador hamiltonian, po demos calcular en principio el veotor de estado del sistema en el instante 1 sicono- ccemos el vector de estado en el instante 0. Surge inmediatamente la pregunta: jeémo, poets saber cul el vetor de estady en = 07 A menos que hayanes aaion ‘¥o(x) abiertamente, la tinica manera de poderlo conocer con seguridad es efectuar wa medida. dc. un cictto obscrvable wf on cl instante ¢— 0. Pero ol Postulado 4 nos dice que esta medida obligar4 al sistema a pasar a uno de los vectores propios de A y con sélo tomar conacimiento de qué valor propio se obtuvo en In medida, sabenios @ qué vector propio se hizo pasar al sistema. Asi pues, si una medida de of en el instante 0 da el resultado 4,, inmediatamente después de la medida el vector de estado comenzari a evolucionar desde el veoto? Yi(x) = a(x) do ka manera prevista por la ecuacion (4-26). sta evoltcién temporal ordenada prose- jguira hasta un instante en que se efectie otra medida sobre el sistema, en cuyo instante volverd a repetirse el proceso anterior. Obsérvese que este método dé «preparaciém» del estado (x) depende erucialmente del hecha de que la operacién de medida nos dice cudl es el vector de estado inmediatamente después de una medida, y no inmediatamente antes. —— ‘Uno de los requisites del Postulado I cra que el vector de estado del sistema tuviese siempre norma umidad:(¥,,¥,) = 1. Es razonable preguntar si et com- portamiento de,(x), especificado por In eewacién (4-26) es tal que si se cumpliese (YoY) = 1, también se cumplicra (¥ Ae) 1 para todo > 0. Para ver que es este el caso, demostraremos que la derivada respecto al tiempo de la norma de W(x) se anula idénticamente. Tenemos 3 (4-28) feowne (ie) « 70 Teoria de la mecénica cuéntica Ejercicio 40. Escribiendo el producto escalar (W/,,,) en su forma integral JPG, DFG, Oar y utilizando el hecho de que la variable de integraviGn x es independiente de 1, prohar Ia igualdad (4-28). De acuerdo con (4-26), 5 donde hemos aprovechado el hecho de que, como /® =-1, seré 1j!=— 1, Intro duciendo esto en el segundo miembro de. (4-28) ohtenemos @ - (Lav) + (e,-£2 dovwvae (-§ fv) + (vo Litm,) = [-i]°a@ Ld | i] (AY, ,) + n Joya = [i ]tais..e0- erattyor ‘Como Hi es un operador hermitico, para todo estado ‘¥,(x), se tendra (AV, W,) = (¥,,H¥,)5 por tanto, coneluimos que 2 tao az9 ar howe (429) Esto prueba que Ia evolucién temporal del vector de estado, segiin dicta el Pos- tulado 5, ¢s compatible con cl requisito del Postulado 1 de que el vector de estado tenga siempre norma unidad. ‘Aun cuando Ia evolucién temporal del vector de estado est& especificada total- mente por la ecuacidn (4-26), existe otra manera de deseribir esta evolucién tem poral que fiene una elegancia formal y wna utilidad ocasional, de las que carece Ia ecuacién (4-26). Segiin el Postulado 5, si poncmos cl sistema en un cierto estado particular Ye(x) en el instante 0, ef transcurso de un tiempo 1 «transforma» este vector de estado on un nuevo vector ¥(x) que puede hallarse resolviendo la ecua- cion (4-26). Sin embargo, recordemos de lo visto en § 2-4 que la transformacién de un vector dado de. en otro vector de. puede considerarse, en general, como el resultado de aplicat un operador al vector dado. Con esta idea, nos sentimos tentados de escribir Vila) = OV (x) (4-30) donde 0(1) es un operador que transforma’el vector de estado del instante 0 en el vector de estado del instante 1. Alora bien, por la ecuacidn (4-26) sabemos que la evolucién temporal del vector de estado depende crucialmente del operador hhamiltoniano H del sistema, por lo que ¢3 razonable esperar que U(¢) sea funcién de Hi ademas de tuncion des. 1ambien es posible que U{¢) pueda depender 1eual- Teoria de la mocdnica cudntica 7 mente de Y,(x), pero si asf succdicra, la rclacién (4-30) no seria ni interesante ni duil, En cambio, utlizando la definicién (4-30) de U(e) junto con la ecuacién (4-26) _para Ia evalncién temporal, podemos demostrar que él operador O() cs una fan ‘ién bien defiida de I y ¢ solamente, la cual es indepeniente del estado inicial la), Llamaremos a UC) operador de evolucién temporal del sistema Para deduci la forma de este operador, comenzaremos por susituir Ia igual dad (4-30) en fa ecuacion (4-26): agin ih SP Vole) ~ HOH (x) Esta relacidn nus dive que el operador i%(00/04) aplicado al vector de of, ¥y(x) debe dar el mismo vector que el operador HU al aplicarse a ¥,(x). Como queremos, que esto se cumpla cualquiera que sca. Te(x),_dcbsremos tener ade) ia) Fs esta una ecuacién en derivadas parciales para el operador Uf). FI operador de evolucién temporal debe satisfacer esta ecuacién en derivadas parciales para todo H y t y ademas satisfacer la «condicién iniciaby (0) =1 (4-22) Ejercicio 41. Deduct la relacién (4-32) a partir de ta definicién (4-30) de O(0) yy explicar su significado. TO(t) (431) ‘Vamos ahora a ver que Ia forma que ha de tener ef operador O(t) es om) (4-98) serie de potencias tiene un significado bien definido en virtud de las definiciones (2-42)) y vamos a representar esta serie de potencias por el simbolo exp (— iHL/) Al adoptar esta representacién simbélica de la serie de potencias (1-33), no hacemici mas que seguir el método descrito en §4-2 para definir funciones de operadores [v. ©); ya que debemos recordar que Ia funcién f(x) = e* tiene por desarrollo cen serie de Taylor wpe yy no hemos hecho mas que sustituir x por (~ iFfA) para obtener el iltime miem- bro de (4-33). 72 Teoria de la mecénica cudntica Es facil ver que Ia serie de potencias (4-33) satiaface la condicién inieial (4-32), ya que todos los términos del sumatorio so anulan para r= 0. Para ver que esta ferie de potencias también sntisface In ecuacién en derivadas parciales (4-31), calculemos su primera derivada, Recordando que el operador Hes Fineal, con lo que (Fiey" = Ar y también que H es independiente de f, de (4-33) tenemos va @D! aque es Io mismo que Ia seuacién (4-31). En consecuenci, el operador Oi) de (433) 5 realmente el operador de evolucién temporal del sistema; satisfuce lu cous ibn (£31) y (432) y por tanto satisface (4-30) para todo ¢ > 0'y cualquiera que seu ol vector ead inal Fs), Bjercicio 42 Demostrar que si se oh sstuibolos cap (i ‘mente formal. Como Ul) de (433) es una combinacién lineal de productos del operador Tincal H, deducimos que O(¢) es un oporador lineal. No obstante, los cocfciontcs de esta combinacin lineal no son obviamente reales, por Io que no se deduce que O(#) sea un operador hermitica [v. Fj. 16]. En efecto, es Facil ver que U(t) no es hhermitico: Recordemos del Ejercicio 26 que el operador /(A) tiene vectores pro- pink {2,()} y valores propins {f(4.)}, donde {2.(x)} y {A.} son los. vectores propios y valores propios de A. Por tanto, cl operador U(t) tiene veetores propios {n(x} ¥_ valores propios {exp (— i.t/M)}. En particular, como los valores pro- pioe do U(t) no eon reales puros {v. definicién (2-20a)}, (0) no puede ser hermitico (vease el estudio que precede al Kjercicio 18). Por tanto, O(e) no puede conside- rarse como operador observable; sn caracter y funcién son diferentes de los de lot operadores que hemos estudiado hasta ahora, El operador de evolucién temporal desempefia un importante papel en estu- ios superiores del comportamicnto de los sistemas con cl ticmpos no obstante, en lo que sigue utilizaremos la ecuacion de evolucién temporal (4-26) en vez del operador de evolucién temporal (4-33). Este operador lo hemos presentado princi- paliente a causa de la imagen que nos da (4-30) de pasar de Yo(x) a ¥,(x) mediante un operadar Fineal que sla depende de H y ¢, imagen que es muy importante desde un punto de vista conceptual y que rofuerza nucstra apreciacién del proceso de evolucion en el tiempo en Mecanica Cuantica, Teorla de la mecdnica cudntica 73 Hemos dicho anteriormente que cf operador observable general A, junto eon su base propia {=4(x)} y sus valores propios {44}, no dependen del tiempo. En cambio, la dependencia temporal de ¥,(x) preserita por el Postulado 5 implica laramente una dependencia temporal de la esperanza , = (1, AY) y de los coeficientes de prohahilidad (x, ¥,). En los dos préximos apartados deduciremos 4c la ccuacidn (4-26) las couaciones de evolucién temporal para estas dos cantidades. 4-4b EcuaciOn de evolucién temporal para , Relacién de incertidumbre tiempo-eneraia En § 43a vimos que los resultados de muchas medidas repetidas de un obser- vable uf on cl estado (x) pucden a menudo describirse adccuadamente por la esperanza ,, caleulemos simplements su derivada respecto al tiempo, Este calculo es muy parecido formalmente al realizado en el apartado anterior para demostrar (4-29). Utilizando el hecho de que la varia- ble de integracién x del producto esealar y el uperador observable A son ambos independientes del tiempo, tenemos por analogia con la regla (4-28), a ay, at = Zr dts (244 A0,) + (v.02) E imertando la expresién de er daa en l Postado 5, ty i) = [ef ewavoe [ile amen h s [i]uer avo (he AfYO} jad de A, obtenemos tw, [] (ov, HAW,)~ (4, ABV] 7” Teoria de la meeénica cudntica i at gr Ar a THA ABV) (434) Esta es la ecuacién fundamental de la evolucién temporal de la esperanza de tun observable wf. Da, cvidentemente, Ia velocidad instantinca de variacién de (AD, en funcion del Vector de estado instantaneo ¥,(x) y del operador (HA~- AH). Ejercicio 43. Utilizando 1a igualdad (4-34), probar que si A conmuta con el ‘operador hamiltoniano del sistema, tanto la esperanza , como la incer- tidumbre A, son constantes en el tiempo. (Sugerencia: Para probar que A, es constante, demostrar que lo son ] Fl ejercicio anterior nos proporciona una regla para determinar las wconstantes del movimiento»: Si A vonmuta von Hi, o lo que es equivalents, si of es compar fible con tn energin total del sistema, af serf una constante del movimiento en el sentido de que , y SA, son independientes del tiempo. En particul: H conmmut ciertamente consigo mismo. , variaria cn una cantidad igual a SA,. En ge- neral, aun cuando d¢A),/dt no fuese constante, es evidente que 7'v. detinido por (4-35), proporciona una estimacién muy razonable dol tiempo que debe transeurrir para que la esperanza de s varie en una cantidad igual a la incertidumbre de 7. Dicho de otro modo, Tis es el tiempo que debe transcurrir para que Ia media de Tus valores medidos de sf en una serie de melidas repetidas, , vasie » evolu- cione suficientemente para que sea apreciable dicha variacidn sobre la dispersién intrinseea AR, de dichos valores. Es en este sentido que Tw especifica cl «tiempo de evoluciony de of. Combinando la ecuacién (4-34) de Ia evolucién temporal de yak nly Ta es Feque‘io), el sistema no podré tener una energia bien definida (es decir. deberd ser grande). Estas prediociones de la relacién (4-36), aunque tienen obvic- ‘mente un cardcter «no clésico», han sido ampliamente confirmadas en el aboratorio. mediante estudios espectroscépicos en los que se comparan las vanchuras» de los niveles energéticos at6micos excitados con las correspondientes «vidas medixs» de estos niveles: se observa que los niveles energéticos estrechos y netos tienen vidas medias largas, mnientras que los niveles energétivos anchos y difusos las tienen cortas. Z Irecge } 4-4o Ecuacién de evolucién temporal de (1 %) eee Constants del movimento y extados eaalonaios <7 ‘Existen dos razones por las que ¢s itil conocer la dependencia temporal de las cantidades Gy (t) = (On Fr) ~1,2,... (4-37) Primera, que ef cuadrado de los médulos de estas cantidades determinan la forma de la curva de distribucién de yf (v. fig. 3).y es claramente de interés saber e6in0 varia esta curva con el tiempo. Segunda, que como siempre podemos escribir el vyeotor de estado del sistema en ta forma W(x) = Vila tante = Yestoaee (438) si pudigrsinos hallar una expresién sencilla de u(t), tendsiamus una representacis explicita del vector de estado variable con el tiempo. Para ver qué podemos descubrir accrea de la dependencia temporal de a,(t), calculemos su primera derivada. Como «,(x) es independiente de 4, tenemos at Sustituyendo en ésta la expresin de a(t dada por el Postulado 5, a i = a, ()= 7 lan BY) a Oe 7 ) 76 Teorla de la mecénica cugntica Y sien ver de V(x) escribimos su desarrollo (4-38) y utilizamos Ia linealidad de Ht: fant - bet Len nn) ~~ Yenotan) Por iltimo, aprovechando las propiedades (2-34b) y (2-346), obtenemos el resultado Deal) 0, Flay) n= 1,2, (4-39) i a Para una base propia cualquicra {«,(x)}, osto es todo io lejos que podemos Iegar. Teniendo presente que las cantidades (%, Haq) de las expresiones (4-39) son niimeros complejos ordinarios, vemos que las (4-39) expresan la derivada de cada a,(1) como combinaciGn lineal de todas las a(t). En principio, podriamos resolver este. sistema de infinitas «ecnaciones. diferenciales linealesacopladas» y obtener asi una expresién explicita para cada a,(t); sin embargo, en la préctica Tesultaria demasiado dificil en el caso de una base propia cualquiera {(x)}. ‘Sin embargo, existe un caso importante para el cual se puede resolver con rela- tiva facilidad el sistema de ecuaciones (4-39). Supongamos que_la_base_propia )} coincida con_la. base propia de Ia energia {n(x)}; esto sera cierta si_el. Opeiador observable A considerado coincide con fl o, suds generalmente, por el teorema de compatibilidad, si A conmuta con H. En este caso, es fécil demos- uc las ccuaciones (4-39) «no estén acopladas» y toman las formas sencillas a i . ge CH) Balin) =U 2, (440) Ejercicio 43, Demostrar que las ecuaciones (4-39) se reducen a las (4-40) cuando los vectores propios {«(x)} coincidan con los vectores propios de la energia {ni2)} definidos en (425). Las ecuaciones (4-40) se pueden integrar inmediatamente: Escrbiéndolas en a forma dln, ) (inte) una integracién elemental da 108 (ne) = donde la constante de integracién se ha escrito en la forma de log C. Utilizando Jas propicdades de Ia exponcncial, podemos escribir esta iltima ccuacién en 1a torma Teoria de Ia mecénica cudntica 7 (an sq) ~ ConBntn hhabiéndose definido y estudiado en el Ejercicio 7 Ia exponencial compleia. Por “timo, como e? — 1, vemos que debemos hacer C — (ty) Yi); en consecuencia, sacamos fa conclusién de que | (mH) = (inode F* n= 1,2,... (4-41) Asi pues, aun cuando no se puede decir mucho acerca de la dependencia temporal de (4) para una base propia {a,(x)} arbitraria, las expresiones (4-41) dan la ‘ependencia temporal explicta para el caso en que la base propia sea a dela energa. En el resto de este apartado, examinaremos algunas consecuencias de las solu- ciones (41). Estudiemos primeramente las (4-41) desde el punto de vista de que|(n,, ¥)2 representa una probubilidad, Recordemos del Ejercicio 43 que todo observable sf cnyo aperador correspondiente A conmute con Hi es una especie de «constante: del movimicnto» cn el sentido de que , y AA, no varfan en el transcurso del tiempo. Ahora bien, si A conmuta con Hl, segtin el teorema de compatibilidad, Avy H deberin compartir la misma base propia; as{ pues, con una cierta reorde- nacién de indices, podemos escribir an(z)= na) m=1,2, ‘Stendo este el caso, las (4-41) amplican que (He) = (nase) = (9m Vole MN = (Wo) eta Por tanto, la probabilidad de medir para of el valor propio 4, en el instante # es Hain Hed? = Mn so le Bo F = (an Ho)* donde hemos aplicado las propiedades (2-18a) y (2-204). Hemos, puss, demostrado que, si A conmuta con H, la probabilidad de medir para . el valor propio A, es Ja misma en el instante # que en el instante 0. Como las cantidades |, Yi? deter. ‘minan la curva de distribucién de sf en el instante £ (v. fig. 3). vemos entonces que, si A conmuta con H, no sélo son el «centro» y la «anchuran de la curva de dis- UibuciGn constantes en ef tiempo (¥. Ej. 43), sino que es toda fa curva la que no cambia con el tiempo. Queda, pues, jusificado decir que.s/ es una consiante del ‘movimiento siempre que A conuuute con Ti. Examinemos a continuacién. las soluciones (4-41) con respecto a la represen tacién del vector de estado variable con el tiempo. Como siempre podemos desarrollar ‘Y¥4@) segin la base propia de Hi, 1 Nuotea dnduciin de Lt) pce ae dad wn tanta indmad al lctor por haher interven un logasiuna complejo, sencepto Que no hemos extudiada, Sin embargo, elector purde veriienr Pele ‘mente que la female (41) de (ju, Wp sattace Is ecnciones diferentes (0, sin mas qve invocat 12 propiedad (2.200, Come lat expresiones (4) satinfacen fanto la ecuacionet difeencales como lat condiiente taille, senntiucia por tanto sclcién 78 Teoria de la mecénica cudntica Vole) = 2) a Veda) sustituyendo aqui (4-41) se tiene Wel) Do aso den EA na (2) (4-42) Como 10s némeros complejos (ny 9) no depenien del tempo, la expres (4-42) muestra explicitamente la dependencia temporal del vector de estado ¥’,(x) y repre- tenta por tanto una solucién general de la ecuacién de evolucén temporal fnda- ‘mental (4-26). Observemos en particular que, como e® = 1, para t = 0 la expre- sién (4-42) se reduce a Yo) =D (ns ¥o)na(e) (4-43) que os, desde Iuego, wna identidad para todo vector do.2 Yy(x)[véase ol decarro Ho (4-2b)]. Una manera sencilla de recordar el desarrollo (4-42) consiste en escribir primeramente et (4-43) y Inego introducir simplemente el factor exp (— iEat/h) en el nésimo término de la summa. En la expresin (4-42) tenemos win otro gemplo de la intima relacién existente entre el tiempo y la energia: si podemos hallar los vectores propios {1,(x)} y los valores propios {,} de la energia, es decir, si por demos resolver la ecuacién (4-23) de los valores propios de la energia—podrem escribir inmediatamente una solucién completa de lo ecuacién (4-26) de evoluciéa en el ticmpo del vector de estado. Ejercicio 46. Por sustitucién directa de (4-42) on (4-26), demostrar que esta ox- presion de ‘¥,(x) satisface 1a ecuacién de evolucién temporal del Postu- ado 5. [Sugerencia: Utilizar (2-202) y (425) y recordar que ni /2¢ ni HL tienen efecto alguno sobre las constantes complejas ("yy ¥a)-] 1 La exprsion (42) puede tambien deduce deta (49) tlizando ol operaos de evolu poral O()'= exp(— l/), estadlado en §4-4a. Recordemes que este operadores meal y ewe Vo ‘ropios {nsix)) ¥ valores propios {exp(— 12/8). Por tanto, (0D ims Vorintx) Wyle) ~ WO Vo(a)- =D lrberbong2d =D (neo) En x) 1 cual oe evidentemente, Ia expresitn (442), Teoria de la mecénica cusntica 70 Es interesante considerar el caso particular en que el vector de estado inicial ‘¥,(x) coincida con uno de los vectores propios de la energia n(x), En este caso, los coeficientes del desarrollo (4-42) son (ano) = (insta) = San y Ia expresién (4-42) se reduce a Heiaym eT My) Esto nos dice que ¥,(x) s6lo difiere de ¥4(x) = n(x) en un factor escalar cuyo cuadrado del médulo es la unidad [v. (2-20d)]: je! aun |? = 4 En consecuencia, por el Postulado 1, el estado del sistema en cl instante 1s el ‘mismo fisicamente que en el instante 0. En tal caso, esta claro que todos los obser- vables se comportarin como «onstantes del movimiento», Ejercivio 47. (@) Probar directamente que si ¥,(2) = 6m (x), para todo obsecvar ble of, Ia esperanza (AD, Ia incertidumbre SA, y'las probahilidades [Gm YD)? son todas constantes en cl tiempo, independientemente de ue A conmute. 0 n9. con fi. (&) Demostrar que en este caso tendremos en todo instante t, AH—0 y ‘Top = co, Estudiar este resultado a la luz de la relacion de incertidumbre tiempo-energia (4-36). [Sugerencia: Utilizar el Fjercicio 33 y Ia defint- in (435),) . Las.consideraciones anteriores nos inducen a definir, para un sistema dado con un hamiltoniano dado, ct conjunto de vectores de 2 dependientes del tiempo Aeon: YP EVENS cM ne) n=... (444) Segiin los razonamientos anteriores, si ¥,(x) coincide con »,(x), ¥,(x) vendrk dado por (x). Ademis, por el Ljercicio 47, si el vector de estado del sistema coincide con '¥,%%(2) todos los observables se comportarin como constantes del movimiento. Por esta ra26n, los vectores {Y¥"(x)} © denominan estados estacionarios del sis tema. En funcién de estos estados estacionarios, el desarrollo (4-82) puede eseribirse LOO .wo wre (4-45) Fi 1 Ejercicio 48. Probar que el desarrollo (4-45) sc deduce del (4-42) y de (4-44). ‘Asi pues, los estados estacionarios de un sistema son importantes porque, dado un vector estado inicial cualquiera Wy(x), el vector de estado on cualquier instante ¢ 60 Teoria de la mecénica cudntica posterior se puede escribir como combinaciGn lineal de los estados estacionatios. Los coeficientes de esta combinacién lineal son los mimeros complejos (¥,, ¥) independientes del tiempo, que podrén, cvidentemente, calcularse si se conocen en funcion de x los estados estacionarios y el estado inicial. Vemos pues que, en principio, se puede siempre hallar (x) si pueden deter minarse los estados estacionarios. Segin (4-44) la determinacién de los estados festacionarios es eqnivalente a hallar vectores propios v valores prapins del aperndar energfa H. Por esta razén, la mayoria de casos de «resolucién de problemas» en ‘Mecinica Cuantica se traduce en la resolucién de la ecuacién de los valor pios do la energia (4-25) para diversos operadores hamiltonianoé, empresa que Stiele ser muy dificil desde el punto de vista matematico. 4-4d EI «Determinism» en Mecénica Cuéntica ‘Ya hemos completado esencialmente la tarea de erigir Ia principal estructura conceptual de la Mecinica Cudntica, Para aplicar la teorfa a un caso particular, slo queda especificar las formas exacras de los operadores observables pertinentes y Inego hallar sus vectares propios y valores propios. Fn el apartado siguiente estudiaremos o6mo se hace eso en una clase de sistemas fisicos particularmente importante. Pero antes de hacerlo. parece adecuado reconsiderar. desde el punto de vista de In Mecénica Cudntica, nuestras breves observaciones hechas en § 3-3 acerca del «determinismon. Por «determinismo» queremos significar la posibilidad general de predecir exactamente eémo cumbiard'el estado de un sistema eit una circunstancia dada cualquiera, En Mecénica clisica, el cambio de estado de un sistema cualquiera con cl tiempo puede, en principio, predccirse (excluyendo, desde Iucgo, cualquier perturbacién nociva del sistema debida a algiin agente exterior) y basaindonos en esto, legdbamos a la conclusién de que Ia Mecdnica clisica implica un Universo «determinista». Con relaciin a la Mecénica Cuantica, desde un punto de vieta,tn situacién es muy parecida: Al estudiar el Postulado 5 vimos que el vector de estado de un sis- tema cuantico evoluciona con el tiempo de manera totalmente predecible y en este sentido podria decirse que la Mecinica Cuintica, como la Mecinica clisiea 3 tuna «teoria determinista». Sin embargo, en Mecinica Cuantica el estado de un sistema no sélo varia con el transcurso del tiempo, sino que también eambia como efecto de ser medido. Al estudiar los Postulados 3 y 4 vimos que el cambio inducido en el vector de estado por una medida no es en principio ni controlable ni prede- cible. Es decir, si decidimos medir en un estado dado, usualmente no scr posible conocer con precision a qué vector propio de A obligara la medida a que pase el vector de estado. Desde este punto de vista, es evidente que In Mecénica Cudntica no es una teoria totalmente determinista. Si queremos considerar toda el Universo coma un sistema tinicn, regido por un Tooria de la mocénica cusntica a1 operador superhamiltoniano, como no habré nada «exterior» que pueda efectuar una medida sobre el sistema, podremos firmar justificadamemte que el estado del Universo completo evatnciana con el tiempo de manera totalmente determinista En cambio, si quisigramos considerar, como sistema tan sélo una parte del Uni- ‘verso. omitiéndonos por eiemplo nosotros y nuestos instrumentos de medida, cada ‘vez que efectusramos una medida sobre el sistema deberiamos enfrentarnos evi dentemente, a comportamientos indeterministas El problema general de fijar el impacto de la Mecénica Cuantica sobre los con- veptos de detetminismo y causalidad es yerdaderamente apasionante y polifacs- tico e invade tanto el dominio de la filosofia como el de la Fisica. Sin quererle quitar importancia a este complicado problema, no intentaremos proseguir su estudio. Solo sefialaremos que cualquier estudio serio de estas materias debe también con- siderar Ia cuestién de ai la interpretacién «ortodoxa» de la Mecénica CuSntica, que hemos estado estudiando, proporciona 0 no la imagen mejor y més ilustrativa del mundo fisico. Fn cualquier caso, podemos decir que el problema del «Deter- minismo en la Naturalezan ya no se considera que sea una cuestién arraigada como Jo era antes de inventarse In Mecinica Cintica y prohahlemente. seguirA sin resolverse durante tiempo. 4-5 MOVIMIENTO DE UNA PARTICULA EN UNA DIMENSION El anterior desarrollo de la teoria de la Mecénica Cudntica se ha levado a cabo cn funcién de observables genéricos asociados a un sistema genético unidimensional. ‘Vamos ahora a aplicar estos resultados al sistema concreto de una masa m que se mueve a Jo largo del eje x en un campo de potencial V(x); sistema ya estudiado cn el capitulo 3 desde el punto de vista de la Mecénica clisica. La experiencia nog indica que el tratamiento elisicn de este sistema es totalmente adecnade para una particula «tangible» que recorra distancias «visibles». En cambio, Ia experion- cia también nos indica que nuestra descripeién clasica no es valida universalmente: falla, por ejemplo, en la descripcién correcta del comportamiento de un electron (masa ~ 10-* gramos) en una escala del orden de un dimetro atémico (distancia = 10 centimetros). Esperemos que el tratamiento cudntico de dicho sistema sea vilido en ambos casos; asi pues, experamos que, por una parte, la deseripeidn ccudntica se reduzca a la clisica en el limite macroscépico y por otra que dé cuenta de fendmenos no clisicos tales como los observables cuantizados y ta dualidad ‘onda-particula en el limite microscopico. En §4-5a definiremos y estudiaremos los operadores observables apropiados ara una masa m que se mueva a lo largo del eje x en um campo de potencial M4) Fn §4-Sh indicaremos cémo conducen dichas operadores al compartamiento lista «onda-particula». En §4-5e estudiaremos en qué forma la descripcién clasica aparece como caso limite de la cuantica. Por ultimo, en §4-Dd resolveremos un 82 Toorla de la mocénica cugntica uproblema de Meciinica Cuiintiea» sencilla repretentativo de los que se consideran cen casi todos los textos y cursos de Mecdnica Cuautica elemental. 4-5a Formacién de los operadores observables Ecuaciones de Schrédinger y probabilidad de posicién En Mevéniva clisica, of sistema consistente en una particula que se mueva z lo largo del eje x tiene dos observables basicos: la «posiciém x "la «cantidad de movimiento» p. Otros muchos obscrvables pueden expresarse ‘como funciones de Ja posicién y de la cantidad de movimiento: por ejemplo, los observables «velo- cidad» y «energian vienen dados, respectivamente, por las funciones ¥ = plm y E=pi/2m + V(Q). En Mecdnica Cudntica la situacién es muy parecida: 1a posi- cin y Ia cantidad de movimiento siguen siendo observables validos ya que son también las funciones posicidn y cantidad de movimiento las que mejor se com portan. Nucstro iiltimo postulado estipnla cdmo hemas de formar los operadores adecuados para representar dichos observables. Postulado 6. En el caso de una particula confinada al ¢je x, los observables «posiciém» y wantidad de movimiento» estén representagos, respectiva- mente, por los operadores d =o the (447) Es mis, todo observable que en Mecinica clasiea sea una fincidn sencilla de la posicién y de la cantidad de movimiento, flxp), estard representado en Mecanica Cuantica por el operador #(X.P); 20) tons Aa ne8)—r(o- m2) a Segiin las ecuaciones (4-46) y (4-47), el operador posicién X y el operador can- tidad de movimiento P son los operadores que transforman toda funcién dada (x) en las respectivas Iunciones [Xo(=)] = x of) dg(x) dx Frobablemente [a aplicacion mas umportante de 1a regia (4-48) sea 1a tormacion [Po(x)] =~ ih Teoria de la macénica cudntica 83 del operndar uenergia» 2 hamiltoniano Fl, Como en Mecinica clasica la energin viene dada por la expresién (3-6b) [v. también (3-8)], segiin el Postulado 6 tenemos ah + va (4-492) 0 sea ZS 4-49) me ve) (4-49b) Es decir, el operador energia Hi transforma toda funcién dada (x) en la funcién fig(x)) =- 2 Foe) (Hee) =~ 3 Ser + Viedoeey La posicién, cantidad de movimiento v energia no son los inicos observables que pueda tener en Mecinica Cufntica el sistoma considerado. Puoden haber otros uchos observables, algunos de los cuales no tengan andlogos en Mecinica clasica y que caractericen otros atributos del sistema. Sin embargo, Himitaremos nuestro estudio a descriir el sistema en funcién de los tres observabies antes definidos. ‘Antes de examinar algunas de las consecuencias inmediatas de las anteriores ‘eapresiones de X, B y Ti, hay que asegurarse de que estos operadores son hermi- ticos, segin exige el Postulado 2. Recordemos que un operador A es hermitico si y sélo si (fy, Ads) = (Adan fy) para dos veotores do 2 cualesquicea 4h(x) y dy(a)- Dejamos ai lector como ejercicio demostrar que el operador posicion (4-46) cum- ple con este requisto (v. Bj. 49). Para demostrar que el operador cantidad de mo- Vimeo (4-47) es Hetmitico, ploceereios de la manera siguieute: Uulizaudo la expresién (2-32) de producto escalar, tenemos para dos vectores de 2 44(x) y #2(2) cualesquicra (1 Pe, in = [ose (Pp. (2) }dx = fate oth f oF (=)d [92()) Imtegrando por partes, ubieucios f o cater con} Ahora bien, el primer término del segundo micmbro se anula por Ia siguiente razén: Como 4,(x) es, por hipotesis, un vector del espacio de Hilbert, segiin la condicién 0-35) tendré ina forma fnita (1 Poa) in {erence 84 Teoria de la mecénica cudntica versean= [fo outer arco Como [4,03 es siempre no negativo, Ia convergencia Je esta integral impropia cexige que |fy(2]? > 0 cvanda x» +: co. Luego, gy(x) se anula en x = -L co y por a misina razén To hard Yy(a). Por tanto (os Pony= mf ate sacl m J ee] o2()dx r fa ‘dx [estas J teen ba (x)dx tuego - (#1 Po2)= (Pos.62) Jo cual demuestra que P es realmente un operador hermitico, Ejercicio 49. (@ Probar que el operador posicién X definido por (4-46) es hermitico, (b) De igual manera, demostrar que si f(x) es una funcién real regular cualquiera de 2, el operador /(X) es hierinitic. Por iiltimo, para demostrar que es hermitico el operador Hi definido en (4-49), podemos proceder de la manera siguiente: Primeramente observanos en (4-493) que Hes la suma de dos operidores, cuales son el operador energia cinética P8/2m y el operador energia potencial P(X). El segundo operador es hermitico a conse: ypartado (b) del ejercicio anterior: en cuanto al primero, observamos, que como P,es hermitico, serd aA FmlPor Por) 2.) = © wo, oP o) Bm (01 PPO. 1 (P6,.4.)=(1 v4, 4.) VBm Pete] Por tanto, vemos que el operador cnergia cinética y cl operador energia potencial son hermiticos cada uno de ellos: asi pues, la hermiticidad de Hi se deduce del teo- rema probado on el Ejercicio 16, sogin el cual la suma de dos operadores hermi toos es otro operador hermitico. Acabamos de pastular las formas precisas de los operadores posicién X, ean lidad de movinnienty Py hauiltoniane TL, yonicnde de manifiesty fa heunitividad

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