Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Buenos
Aires, Instituto Di Tella/Siglo XXI, 2001.
Aporte: matizar la visión personalista del peronismo, en la que todo queda subordinado al
poder del líder, para en cambio atender al conflicto y la negociación presentes en la
conformación del partido peronista.
Introducción: realiza un estado de la cuestión a partir del cual considera que a pesar de lo
mucho que se ha escrito sobre el peronismo, no ha ocurrido lo mismo con el partido
peronista, el cual no ha sido objeto de un análisis en profundidad. La autora considera que
este desinterés se deriva de la consideración de que el mismo es un tema inexistente en sí
mismo, en la opinión de Félix Luna y otros autores que no ven en el partido peronista más
que una estructura “vertical y monolítica, reducida desde el comienzo mismo a una red
vacía e impotente de vinculaciones corporativas” (pág.16). Esta visión enfatiza el
autoritarismo y el personalismo de Perón.
Luego de un trabajo de investigación la autora concluye que esta caracterización no
es correcta; por el contrario, sostiene que a lo largo del período 1946-1950 durante el cual
Perón disolvió al Partido Laborista y a la UCR-Junta Renovadora y creó un nuevo partido
(escindido en la Rama Sindical, la Rama Política y la Rama Femenina), se abrió un proceso
conflictivo lejano de la difundida imagen de encuadramiento indiscutible y verticalista.
Entonces, enfatizando el conflicto, la lucha y la negociación, la autora considera que la
visión simplista se deriva del soslayo, en los análisis convencionales, de tres dimensiones
imprescindibles para comprender las luchas al interior de la organización; en primer lugar,
alude a la necesidad de distinguir las variadas tendencias presentes en el peronismo;
segundo, la necesidad de diferenciar etapas en el desarrollo del partido; tercero, la
necesidad de diferenciar entre las relaciones verticales (entre las bases y el líder) de las
horizontales (entre los propios miembros del partido).
En este sentido, critica las aproximaciones al tema hechas exclusivamente de la lectura de
documentos como las cartas orgánicas no es suficiente para comprender la lógica
organizacional y de funcionamiento de un partido, puesto que el establecimiento de reglas
formales por sí mismo no explica todo, es apenas el paso preliminar necesario a toda
investigación sobre el tema; pero este acercamiento no agota el tema, pues la sanción de
una norma no implica desde luego su acatamiento; más aún, las reglamentaciones no tienen
nunca un sentido unívoco. Por ello Mackinnon sostiene la necesidad de analizar tanto los
componentes formales como informales para captar correctamente la organización del
peronismo.
Hipótesis:
- Durante sus años de formación, el principal problema del Partido Peronista fue el de
encontrar una fórmula organizativa que contuviera a la diversidad social y política
presente al interior del mismo.
- La trayectoria del partido desde una estructura abierta a una “encuadrada” no se
explica obviando el conflicto interno derivado de la diversidad de sus integrantes y
el liderazgo ejercido por Perón.
- En el partido se despliegan dos polos organizativos: uno democrático y otro
carismático.
Parte del análisis teórico de Angelo Panebianco, para quien el cambio organizativo
ocurre dentro del contexto de relaciones internas que el momento fundacional de los
partidos ha puesto en marcha, perspectiva que focaliza la atención en las alianzas y los
conflictos por el poder al interior de la organización. Según este autor, el objetivo principal
de los dirigentes de una organización no es sólo su propia supervivencia, sino, sobre todo,
el mantenimiento de la estabilidad organizativa. Mackinnon considera que éste (lograr la
estabilidad organizativa) es indudablemente el fin prioritario de las autoridades partidarias
del peronismo (sobre todo del propio Perón).
La autora considera que las estrategias para lograr la estabilidad organizativa adquirirán
Diversas modalidades según el contexto y así, en los primeros años, éstas se caracterizarán
por su prudencia; de esta manera, en un principio se intenta “convencer” a los Laboristas de
disolver su partido, pues aún no se sabía exactamente cuál era el poder con el que este
contaba, por lo que este período inicial se caracterizó por la negociación y los acuerdos. En
cambio, hacia fines de 1949, cuando ya hayan sido medidas con mayor precisión tanto la
fuerza electoral de los núcleos disidentes por un lado, como el liderazgo carismático de
Perón por otro, las estrategias de este período se caracterizarán por ser agresivas e
innovadoras.
En definitiva, lo que la autora sostiene es que, aún cuando un solo líder parece
detentar un poder absoluto sobre una organización, el análisis demuestra que la estructura
del poder presenta una conformación mucho más compleja; a menudo (y sobre todo al
principio) el líder debe negociar con otros actores organizativos, pues son quienes controlan
recursos de poder. “En realidad, él es el centro de la organización de fuerzas internas del
partido, pero debe avenirse a pactos con estas fuerzas” (pág.28). Por ello retoma el
concepto de “coalición dominante” de Panebianco, “vinculado a una noción de poder en la
que la relación entre un líder y sus seguidores debe concebirse como una relación
asimétrica pero recíproca, de intercambio desigual, en la que aquél gana más que éstos, a
pesar de lo cual se ve obligado a otorgar algo a cambio” (pág.27). Para la autora, la
aplicación del término coalición dominante también es útil porque permite incluir a actores
que no se ubican dentro del partido en sentido estricto; por ejemplo, el caso de los
sindicatos, organizaciones extrapartidarias con una participación fundamental respecto a la
estructuración del partido.
Fuentes, metodología: análisis de la literatura sobre los partidos políticos (especialmente
las propuestas teóricas de Angelo Panebianco). La investigación se llevó a cabo en dos
planos: nacional y provincial, mediante la consulta de diarios y publicaciones de la época,
además de fuentes documentales y éditas y el Archivo de Historia Oral del Instituto
Torcuato Di Tella.
La autora propone para estos años iniciales “un contrapunto entre el protagonismo de
Perón y unas fuerzas políticas que no se comportaron como un séquito disciplinado. La
investigación puso de manifiesto que hubo una historia en dicha relación, una historia que
estuvo pautada por equilibrios cambiantes, tanto en lo referido a la fórmula organizativa
del partido como a las líneas de autoridad dentro del mismo.” (pág.176).