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7 He aqu que viene con las nubes, y todo ojo le ver, y los
que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harn
lamentacin por l. S, amn.
2) No un Jess desapercibido
2Ped. 3:10
10 Pero el da del Seor vendr como ladrn en la noche; en
el cual los cielos pasarn con grande estruendo, y los
elementos ardiendo sern deshechos, y la tierra y las obras que
en ella hay sern quemadas.
7 He aqu que viene con las nubes, y todo ojo le ver, y los
que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harn
lamentacin por l. S, amn.
Mat. 8:12
12 mas los hijos del reino sern echados a las tinieblas de
afuera; all ser el lloro y el crujir de dientes.
Pasajes como estos nos advierten de lo terrible que ser ese
da.
Mat. 25:31-32
31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos
los santos ngeles con l, entonces se sentar en su trono de
gloria,
32 y sern reunidas delante de l todas las naciones; y
apartar los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas
de los cabritos.
Mat. 25:46
46 E irn stos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
2 Tes. 1:8-9
8 en llama de fuego, para dar retribucin a los que no conocieron a Dios,
ni obedecen al evangelio de nuestro Seor Jesucristo;
9 los cuales sufrirn pena de eterna perdicin, excluidos de la
presencia del Seor y de la gloria de su poder,
Apoc. 20:10,15
10 Y el diablo que los engaaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y
sern atormentados da y noche por los siglos de los siglos.
15 Y el que no se hall inscrito en el libro de la vida fue
lanzado al lago de fuego.
2Tes. 1:10
10 cuando venga en aquel da para ser glorificado en sus
santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto
nuestro testimonio ha sido credo entre vosotros).
2 Ti 4:8
Por lo dems, me est guardada la corona de justicia, la cual
me dar el Seor, juez justo, en aquel da; y no slo a m, sino
tambin a todos los que aman su venida.
Conc.
Los cristianos no tenemos la capacidad de predecir el futuro;
ni siquiera podemos saber si veremos la venida del Seor
mientras estemos vivos; sin embargo nuestro corazn se llena
de alegra al saber que an estando muertos tendremos el
placer inmenso de ver a nuestro Seor descender con poder y
gloria, y no solo verlo y admirarlo, sino que nos ha prometido
llevarnos con el, y morar con el por los siglos de los siglos.
1 Pe 5:4
Y cuando aparezca el Prncipe de los
pastores, vosotros recibiris la corona
incorruptible de gloria.