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La “DEMORA” DE LA SEGUNDA VENIDA Carlos Steger, Ph. D. Universidad Adventista del Plata En su serm6n profético registrado en Marcos 13 y textos paralelos, el Sefior present6 los acontecimientos que habrian de anunciar la proximidad dela destruccién de Jerusalén, y las sefiales que habrian de indicar lacercania de su segunda venida. Lo que mésles interesaba a los apéstoles era saber “acuando seran estas cosas?” (Mar 13:4). El Maestro no les indicé el momento exacto, que sdlo el Padre conoce (Mar 13:32), pero transmitié alos discipulos un marcado sentido de inminencia respecto de la segunda venida, que se percibe en las reiteradas exhortaciones a velar permanentemente (Mar 13:33-37). El cumplimiento de las sefiales indicaria alos creyentes que la segunda venida “esta cerca, a las puertas” (Mar 13:29). Los miembros de la iglesia apost6lica vivieron con esta bendita esperanza latiendo en sus corazones, aguardando el regreso del Salvador ensus dias." Por otro lado, en su discurso profético Jestis también anticipé que transcurriria un periodo indefinido de tiempo antes de la segunda venida. Almencionar algunas sefiales, el Sefior advirtié “es necesario que suceda 1. Ver Rom 13:12; 1 Cor 7:29; 15:52; 16:22; 1 Tes 4:17; Heb 10:35-37; Sant 5:8; Apoc 22:20. 178 Marcos: el evangelista del tiempo cumplido asi; pero atin no es el fin” (Mar 13:7), dando a entender asi que el tiempo se extenderia mas alld de las expectativas de sus seguidores. En la parabola de las 10 virgenes, el esposo Ileg6 mas tarde de lo esperado (Mat 25:1-13), y en la parabola de los talentos el Sefior regres6 después de mucho tiempo (Mat 25:19). Antes de fines del primer siglo, esta aparente tardanza ya habja afectado a algunos creyentes de tal manera que renegaron de su fe, abandonando completamente la esperanza en el retorno de Jestis (2 Ped 3:1-9). Desde entonces, muchos han Ilegado a pensar “mi Sefior tarda en venir” (Mat 24:48), y han tratado de encontrar las posibles razones de esa tardanza, Muchos cristianos sinceros se han preguntado si hay alguna explicacién que les permita entender por qué Cristo no ha regresado todavia. Esta cuestiOn resulta particularmente importante para nuestra iglesia, que desde sus origenes tiene el convencimiento de que “la doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente la nota tonica de las Sagradas Escrituras”.? Aunque después de 1844 los adventistas nunca més establecieron una fecha definida para la segunda venida,’ continuaron creyendo que las sefiales se han cumplido y que Jestis regresara muy pronto. Pero varias generaciones han transcurrido, y el Sefior no vino. Inevitablemente ha surgido la pregunta: gpor qué esta demora? El paso del tiempo est4 produciendo ansiedad, incertidumbre, e interrogantes en las mentes de muchos creyentes. {Serd posible que algo haya demorado el regreso de Cristo? En realidad, el problema de la demora no es nuevo. Yaen tiempos del AT los creyentes verbalizaron su preocupaci6n por la demora de Dios en cumplir sus designios,’ tema que también aparece con 2. Elena G. de White, El conflicto de los sigios (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1954), 344. 3. Mediante su mensajera, el Seftor advirtié categéricamente contrael error de fijar una fecha para la segunda venida. Ver Elena G de White, Mensajes selectos (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1966), 1:217-25. 4, Arthur G, Daniclis, “Is Christ's Coming Being Delayed? If So, Why?”, Ministry, November 1930, 5. 5. Ver Hab 2:2, 3; Eze 12:22, 23, 25, 28; Sal 74:9, 10; 94:1-3; Zac 1:12 : j 179 La “demora” de la Segunda Venida frecuencia en los escritos apocalipticos y rabinicos del judaismo inter- testamentario y de los primeros siglos de la era cristiana® Lasrespuestas que se dieron en aquel tiempo fueron variadas, y vistas en conjunto presentan una tensi6n sin resolver entre inminencia y demora. El tema ha vuelto a surgir en tiempos moderos, y son conocidas las teorias de tedlogos tales como Charles H. Dodd, James A. T. Robinson, Albert Schweitzer, Rudolf Bultmann, y otros, enrelaciéncon él mismo. Sin desconocer los méritos de cada una de ellas, por razones de espacio este trabajo se limitara a considerar las principales respuestas que los adventistas han sugerido ante la demora de la segunda venida.’ Todas ellas pueden clasificarse en dos grandes grupos: las que enfatizan la responsabilidad humana por la demora, y las que recalcan el papel de Dios en la determinacién del momento de la segunda venida. Explicaciones que responsabilizan al hombre por la demora Estas explicaciones tienen como fundamento el principio de la condicionalidad de las profecias, segiin el cual el cumplimiento de las profecias depende de que los seres humanos cumplan ciertas condiciones establecidas por Dios. Numerosos ejemplos biblicos de profecias condicionales* y cumplimientos condicionados’ sugieren que 6. VerCharlesL. Holman, “Eschatological Delay in Jewish and Early Christian Apocalyptic Literature” (Ph.D. dissertation, University of Nottingham, 1982). Ver ademas 4 Esdras 4:33-37; 2 Barue 21:19, 21; 23:4, 5; The Babylonian Talmud, Sanhedrin 96b, 97a, 97. 7. Varios autores presentan el panorama de diferentes explicaciones que se han sugerido para la demora de la segunda venida. Ver Ralph E. Neall, Cudnto atin faltard, Sefior? (Buenos Aires: Asociacién Casa Editora Sudamericana, 1994), 14-16; Jonathan Gallagher, “The Delay of the Advent,” Ministry, June 1981, 5; Roy Branson, “Responding to the Delay,” en Pilgrimage of Hope, ed. Roy Branson (Takoma Park, MD: Association of Adventist Forums, 1986), 8-17; Tom Dybdahl, “How to Wait for the Second Coming,” en Pilgrimage of Hope, ed. Roy Branson (Takoma Park, MD: Association of Adventist Forums, 1986), 20-21. 8. VerDeut 8:19; 28:1, 15; 1 Rey 6:12-13; Jer 18:7-10;26:2-6; 12-13; Zac 6:15; Rom 11:22. 9. Algunas ilustraciones de la revocacién de juicios prometidos aparecen en Jon 3:3-10y 2 Rey 20:1-5. Algunas bendiciones prometidas que fueron revocadas se ven en Exo 6:2-8 (promesa) y Nam 14:26-35 (revocacién); 2 Cré 34:27-28 (promesa) y 2 Cré 35:20-24 180 Marcos: el evangelista del tiempo cumplido “Jas promesas y amenazas de Dios son igualmente condicionales”.!° Unaexplicacién bastante difundida desde los comienzos de nuestra iglesia y que tuvo su auge hace algunos afios, sostiene que el regreso de Cristo no ha ocurrido todavia simplemente porque su pueblo no est preparado para recibirlo. “Cristo espera con un deseo anhelante la manifestacién de si mismo en suiglesia. Cuando el caracter de Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces vendra él para reclamarlos como suyos”.'! Por su énfasis en la perfecci6n del cardcter, este enfoque a menudo se ha asociado con la idea de que los hijos de Dios deben desarrollar un caracter perfecto como una demostracion final de lo que Dios puede hacer con la humanidad, y asi finalizar el gran conflicto originado por Satanas.'? Mientras eso no ocurra, el Sefior demorara su segunda venida.'* (revocacién); ver ademas 1 Sam 2:30-31. Una ilustracién sorprendente es el fracaso de los israelitas en llevar adelante el plan divino, lo que trajo como consecuencia que muchas profecias no se cumplieran. Ver “El papel de Israel en la profecia del Antiguo Testamento,” CBA, 4:27-40. 10. White, Mensajes selectos, 1:77. Se ha hecho notar, sin embargo, que en las profecias del primero y segundo advenimiento la condicionalidad no aparece en la Biblia como un factor importante. William G. Johnsson, “Conditionality in Biblical Prophecy, with Particular Reference to Apocalyptic,” (manuscrito inédito), 29, 30, citado por Norval F. Pease, “The Second Advent in Seventh-day Adventist History and Theology,” en The Advent Hope in Scripture and History, ed. V. Norskov Olsen (Washington, DC: Review and Herald Publishing Association, 1987), 182 11. Elena G de White, Palabras de vida del gran maestro (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1971), 69 12. “El Sefior desea contestar por medio de su pueblo las acusaciones de Satanas, mostrando el resultado de la obediencia a los buenos principios.” Elena G. de White, Joyas de los testimonios (Buenos Aires: Asociacién Casa Editora Sudamericana, 1970), 2:366. Ver ademis idem, Palabras de vida del gran maestro, 342; y Herbert E. Douglass, The End: Unique Voice of Adventists About the Return of Jesus (Mountain View, CA: Pacific Press Publishing Association, 1979), 92- 114, 132-38. 13, “World Leaders in Annual Council Speak to the Church,” Review and Herald, November 14, 1974, 5. 181 La “demora” de la Segunda Venida Otra explicacién que se ha sugerido enfatiza mas bien la actitud que laconducta de los creyentes.' Para ello se hacomparado frecuentemente el éxodo de Israel a Canaan con el peregrinaje de la iglesia remanente hacia el hogar celestial.'> “Durante cuarenta afios, la incredulidad, la murmuracién y larebelién impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de Canaan. Los mismos pecados han demorado la entrada del modemo Israel en la Canaan celestial”.'° Mas especificamente, algunos han comparado el episodio de Cades Bamea con el rechazo del mensaje de lajustificacion por la fe en 1888."” Dejando de lado la preparacién de la iglesia para la segunda venida, otra clave frecuentemente presentada para entender la demora ha sido elincumplimiento de la mision evangelizadora. Cuando el evangelio sea predicado a todo el mundo, recién “entonces vendré el fin” (Mat 24:14). “Mediante la proclamacién del Evangelio al mundo, est4 a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Sefior. No solo hemos de esperar la venida del dia de Dios, sino apresurarla. Si la iglesia de Cristo hubiese hecho su obra como el Sefior le ordenaba, todo el mundo habria sido ya amonestado, y el Sefior Jestis habria venido a nuestra tierra con poder y grande gloria”,'® Esta idea ha sido ampliamente 14, Se ha sugerido que el Seflor permite que su venida se demore a fin de separarel trigo de la paja, sus siervos fieles de los que no lo son. Douglas Batchelor, “Dealing with Delay,” Adventists Affirm, Vol. 9, N° 2 (otofio 1995): 6. 15. Lewis R. Walton, Advent!: World Events at the End of Time (Washington, DC: Review and Herald Publishing Association, 1986), 67-83; Daniells, 6, 30, 31; Gallagher, “The Delay of the Advent,” 5, 6. 16. White, Mensajes selectos, 1:78; idem, El conflicto de los siglos, 511. 17. Taylor G. Bunch, Forty Years in the Wilderness in Type and Antitype (Loma Linda, CA: s.., s.f.), 12-22; Taylor G Bunch, The Exodus and Advent Movements in Type and Antitype (Battle Creek, MI: s.c., 1937), 82-117. 18. Elena G. de White, El deseado de todas las gentes (Mountain View, CA’ Publicaciones Interamericanas, 1955), 587, 588. Ver ademés idem, Los hechos de los apéstoles (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1957), 91: idem, El evangelismo, ed. rev. y ampliada (Buenos Aires: Asociacién Casa Editora Sudamericana, 1975), 505; idem, “Whosoever Will, Let Him Come,” RH, october 6, 1896, 1; idem, “Carrying Forward the Lord’s Work,” RH, December 24, 1903, 8: idem, “Necessity of the Oil of Grace,” RH, March 27, 1894, 2. 182 Marcos: el evangelista del tiempo cumplido sostenida dentro de la iglesia adventista desde sus comienzos," par- ticularmente como una de las motivaciones mas poderosas para el cumplimiento de la comisién evangélica al mundo entero.” En los ultimos afios, el desafio de alcanzar a los billones de personas que pueblan la tierra ha sido sustituido por un énfasis en grupos étnicos a los que debe llegar el evangelio, lo que hace mas alcanzable la meta de completar la predicacién en esta generacién" Enrealidad, las explicaciones de la demora que enfatizan el factor humano estan relacionadas entre si. “El objeto de la vida cristiana es llevar fruto, la reproduccién del cardcter de Cristo en el creyente, para que ese mismo cardcter pueda reproducirse en otros”.* Perfeccionar uncaracter cristiano y predicar el evangelio al mundo no pueden ir separados; son dos aspectos de una tinica realidad. Explicaciones que responsabilizan a Dios por la demora Dentro de la iglesia adventista también se han levantado voces destacando el papel decisivo que desempefia Dios en relacién con la 19. Entre los numerosos ejemplos ver W. W. Prescott, “The Time and the Work,” General Conference Bulletin, March 30, 1903, 7.; Don F. Neufeld, “This Generation Shall not Pass,” Review and Herald, November 30, 1972, 10; Morris, L. Venden, Here I Come, Ready or Not (Boise, ID: Pacific Press Publishing Association, 1987), 25 20. “An Earnest Appeal From the Annual Council," RH, December 6, 1973, 5; “Evangelism and Finishing God’s Work,” Ministry, December 1976, 4, 5. Segiin Mark Finley, los creyentes pueden hacer tres cosas para apresurar el regreso de Jestis: (1) Orar, ya que Jesis instruy6 a los discipulos a orar “Venga tu reino” (Lue 11:2); (2) Arrepentirse, segiin 2 Ped 3:9, 11; y (3) Reorientar sus prioridades, dando el primer lugar a la predicacién del evangelio (Mat 24:14), Mark A. Finley, “Divine Love, the Delay of the Advent and the Mission of the Church,” JATS, 4/2 (otono 1993): 231, 232. 21. Gottfried Oosterwal, “Mission and Missions: Converting Entire Peoples,” Spectrum 12, 3 (April 1982): 4; Greg Bratcher, “Claiming the Outer Limits,” The Last Frontier 1, 1 (Summer 1989): 3. 22. White, Palabras de vida del gran maestro, 47. | 183 La “demora” de la Segunda Venida determinacién del tiempo de la segunda venida.* Algunos sefialan la misericordia divina como la raz6n basica de la demora, mientras que otros enfatizan la soberania divina como el factor excluyente que resuelve toda especulacién en tomo a lademora. También se ha intentado explicar la demora en el contexto de la mentalidad hebrea y su concepcién del tiempo. La Biblia brinda abundante sustento a la idea de que la misericordia de Dios est postergando el fin.” El Sefior no se demora porque si, “sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”, afirmé Pedro (2 Ped 3:9).*_ “Por misericordia para con el mundo, Jesis difiere su venida para que los pecadores tengan oportunidad de ofr el aviso y de encontrar amparo en él antes que se desate la ira de Dios”. En contraste, algunos han sugerido que la demora no se debe tanto a que Dios esté esperando que los pecadores se arrepientan, sino que el mundo llegue al colmo de la maldad””, En este contexto es uttil recordar 23. A veces se ha afirmado que una raz6n de la demora es Ia prolongacién del juicio investigador mas allé de lo previsto. Es verdad que tradicionalmente se ha dicho que cuando termine el juicio investigador, entonces Cristo vendré (ver John L. Shuler, The Great Judgment Day: In the Light of the Sanctuary Service [Washington, DC: Review and Herald Publishing Association, 1923], 74). Pero decir que los angeles han estado juzgando a los muertos y a los vivos desde 1844, trabajando dia y noche para revisar los registros de cada persona, y tan pronto como finalicen con esta tarea, lterminaré el tiempo de gracia y caerdn la plagas [Douglass, The End: Unique Voice of Adventists About the Return of Jesus, 69], seria una comprensién errénea del juicio y de la naturaleza de Dios. Indudablemente, la demora no se debe a que el juicio es demasiado lento (Dybdahl, “How to Wait for the Second Coming”, 20) 24, Ver Jack W. Provonsha, God Is With Us (Washington, DC: Review and Herald Publishing Association, 1974), 140, 141; A. Graham Maxwell, Can God be Trusted? (Nashville, TN: Souther Publishing Association, 1977), 153-5; Roy Adams, “Why the Delay? A Personal Approach to a Troubling Phenomenon,” AR, October 21, 1993, 11-13. 25. Finley, 229, 230. 26. White, El conflicto de los siglos, 511. Ver ademas idem, Ei evangelismo, 503. 27. Venden, Here I Come, Ready or Not, 27-29. 184 Marcos: el evangelista del tiempo cumplido que el Sefior no concedié la tierra de Canaan a los Israelitas porque ellos la hayan merecido, sino por la iniquidad superlativa de los pueblos cananeos (Deu 9:4, 5). Dios esperé hasta que lamaldad de los cananeos llegara a colmar la copa de su paciencia para entregar la tierra recién entoncesa su pueblo (Gén 15:16). En forma similar, el Sefior concede tiempo a las naciones de hoy para que se arrepientan. Pero llegado cierto limite, intervendré para poner fin al reinado del pecado en este mundo.* Por otro lado, algunos subrayan la soberania de Dios como el elemento excluyente para determinar el momento de la segunda venida.” Razonan que la segunda venida es un acto de Dios, y no de los hombres. El es el unico que interviene en la fijacion del momento adecuado para realizarla (1 Tim 6:15). Para apoyar este concepto se suele citar la declaracién de Elena de White en relaci6n con la encarnacién, cuando escribié: “Como las estrellas en la vasta 6rbita de su derrotero sefialado, los propésitos de Dios no conocen premura ni demora... Fue determinada en el concilio celestial la hora en que Cristo habia de venir; y cuando el gran reloj del tiempo marc6 aquella hora, Jestis nacié en Belén”.” Por analogia podria pensarse que lo mismo ocurriré en relacién con el regreso de Cristo aestaticrra. Efectivamente, “puede parecer que el cumplimiento de la promesa de Dios tarda mucho; pues ‘un dia delante del Sefior es como mil afios y mil afios como un dia’; puede parecer que se demora, 28. Ellen G White, “Our Present Duty and the Coming Crisis,” Review and Herald, January 11, 1887, 1. Ver ademas idem, “Necessity of the Oil of Grace,” 2. 29. Sakae Kubo, God Mects Man: a Theology of the Sabbath and Second Advent (Nashville, TN: Southern Publishing Association, 1978), 97-104; Fritz Guy, “The Future and the Present: The Meaning of the Advent Hope,” en The Advent Hope in Scripture and History, ed. V.Norskov Olsen (Washington, DC: Review and Herald Publishing Association, 1987), 214-18; Venden, Here I Come, Ready or Not, 21-30; Kendra Haloviak, “Can We Hasten the Advent?” Adventist Review, January 2, 1992, 13-15; Amold Wallenkampf, La demora aparente: ;Depende de nosotros el dia y la hora del regreso de Cristo? (Buenos Aires: Asociacién Casa Editora Sudamericana, 1997), 61-67; 131-133. 30. White, £1 deseado de todas las gentes, 23. 185 La “demora” de la Segunda Venida pero al tiempo determinado ‘ 3:8; Hab 2:3)"3! El énfasis en la soberanfa de Dios suele ir acompaiiado por el cuestionamiento a la existencia misma de la demora. Normalmente se considera que una demora es una prolongaci6n del tiempo mis alla de Jo previsto, dando a entender que se fracasé en cumplir con el plazo fijado de antemano. Siendo que nadie sabe el momento determinado por Dios para la segunda venida, ies correcto decir que Cristo se ha atrasado en regresar? {Se puede afirmar con propiedad que se ha demorado, si el Sefior nunca especificé el momento de su regreso? Realmente, desde este punto de vista no tiene sentido hablar de demora.*? Algunos prefieren solucionar el problema diciendo que la demora es solo aparente desde el punto de vista humano, pero que no existe desde el punto de vista divino. Este enfoque suele basarse en el concepto filoséfico de que Dios esta més alla del tiempo, en un eterno presente.*> Tal concepcién tiene su origen en la metafisica griega y carece de fundamento biblico.* La Biblia ensefia que Dios es soberano sobre el tiempo, que esta bajo “su sola potestad” (Hech 1:7). Cuando Pedro afirm6 que “para con el Sefior un dfa es como mil afios, y mil afios como un dia” (2 Ped 3:8) no estaba diciendo que Dios esta fuera del tiempo, sino que el tiempo tiene un significado diferente para Dios que para nosotros. Esta diferencia entre nosotros y Dios respecto de la forma de telacionarnos con el tiempo esta mds alla de nuestra comprensién. Por in duda vendra; no tardara’ (2 Ped 31. Elena G. de White, Patriarcas y Profetas (Mountain View, CA: Publicaciones Interamericanas, 1955), 167. 32. Mario Veloso, “There is No Delay,” Ministry, December 1996, 6-8. 33. Wallenkampf, La demora aparente: ;Depende de nosotros el dia y la hora del regreso de Cristo?, 53 34, Oscar Cullmann, Christ and Time (London: SCM Press, 1962), 51; Fernando Luis Canale, A Criticism of Theological Reason: Time and Timelessness as Primordial Presuppositions (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 1983), 298- 387; Enrique Espinosa, “La demora aparente, ,cudnto aiin faltara?” Espigas, aiio + 2,NP 1-2, 4-8. 186 Marcos: el evangelista del tiempo cumplido eso hay quienes sostienen que el problema de la demora es un misterio, y como tal simplemente hay que reconocerlo sin buscarle explicacion. Si nuestros pensamientos y los pensamientos de Dios difieren tanto como la tierra respecto del cielo (Isa 55:8, 9), puede haber razones de la demora que estén mas alla de nuestra comprensién humana’*. Después de todo, la esperanza es, por su misma naturaleza, la paradoja de saber y no saber cuando se concretara.** Recientemente se ha sugerido que el tema de la demora debe ser considerado en el contexto de la mentalidad hebrea, que considera al tiempo desde el punto de vista cualitativo mas bien que cuantitativo. Para los orientales es mas importante el acontecimiento en si que el momento en que ocurre; la certeza de que ocurriré es lo que cuenta, y no tanto si demorara menos 0 mas en ocurrir. Ademés, en la sociedad oriental la importancia de una persona se mide por la extension de su atraso en Ilegar a una cita 0 auna fiesta. Siendo que la fiesta de bodas més importante que menciona la Biblia es la de Cristo con su iglesia, es natural queel novio, en vista de suimportancia suprema, se demore en llegar.” 4 Conclusién Creer en la segunda venida de Cristo significa vivir con una tension entre el sentido de inminencia y, al mismo tiempo, el sentido de demora. Dentro de la iglesia se han sugerido diversas explicaciones para la demora, unas enfatizando la responsabilidad humana y otras destacando el papel de Dios en el asunto. Cada explicacion tiene sus méritos y puede ser defendida, en mayor 0 menor grado, a partir de los escritos inspirados. El andlisis de todas ellas en su conjunto, sin embargo, sugiere que no es posible encontrar una explicacion 35. Fritz Guy, “Dynamics of the Advent Hope,” en Pilgrimage of Hope, ed. Roy Branson (Takoma Park, MD: Association of Adventist Forums, 1986), 118; Branson, “Responding to the Delay,” 14 36. Branson, “Responding to the Delay,” 110. 37. Zdravko Stefanovic, “Delay? What Delay? Seeing the Impending Advent Through Oriental eyes,” Adventist Review, October 29, 1998, 68-70. 187 La “demora” de la Segunda Venida realmente satisfactoria a menos que se tomen en cuenta ambos aspectos recién mencionados.>® Reconocer solamente la actividad del ser humano como el factor determinante seria limitar la omnipotencia de Dios, y hasta llevariaa dudar si la segunda venida ocurriria al guna vez o no. Esta postura podria inducir excepticismo y desesperacién. Sila generacién de los apéstoles y lade los pioneros adventistas no fueron suficientemente misioneros ni suficientemente santos cumpliendo asi las condiciones para que Cristo regrese, qué esperanza queda de que una generacién Posterior lo lograra? Porel otro lado, reconocer solamente la soberania de Dios parece demasiado arbitrario, y contrario al cardcter de Dios y asurespeto porel libre albedrio humano. Este enfoque podria llevar a la pasividad y laindolencia. ;Por qué habrian de preocuparse los seres humanos, si sus actividades no tuvieran ningtin papel en los planes de Dios? Evidentemente tanto la participacién humana como el. gobiemo divino son indispensables. Los tiempos y el control esté en manos de Dios, Pero atrasar o apresurar la segunda venida est, hasta cierto punto, en manos de sus criaturas. Aqui se unen la responsabilidad humana y la habilitacién divina.” La Bibliay el Espiritu de Profecia retienen ambos aspectos en tensién. Lo mas importante de todo no es saber cuando regresara Cristo, sino estar preparados para recibirlo.*° “Todo aquel que pretende ser siervo de Dios, esta llamado a prestar servicio como si cada dia fuera eltiltimo” de su vida.‘! El mayor peligro no estAen qué explicacion se le dé a la demora, sino en la actitud que se asume ante ella. 38, Neall, {Cudnto atin faltard, SeRor?, 150, 151; idem, “Why Are We Still Here?” Adventist Review, January 2, 1992, 9, 10; Gallagher, “The Delay of the Advent,” 5 Pease, “The Second Advent in Seventh-day Adventist History and Theology,” 187 39. LeRoy Edwin Froom, Movement of Destiny (Washington, DC: Review and Herald Publishing Association, 1971), 566; Finley, 231. 40. Batchelor, 5-10, 29. 41. Elena G. de White, ;Maranatha: El Sefior viene! (Buenos Aires: Asociacién Casa Editora Sudamericana, 1976). 106. 188 Marcos: el evangelista del tiempo cumplido Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su Sefior venga, lo halle velando (Mat 24:46).

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