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Saed eg ICIENTE A CIELO ee Colette Soler “tenn i “ooozs1aanr 4.03.02 $6881 Soler. Colette EI inconciente a cielo abie: Sole, Colete "linconciene a il bln de piose ‘ed. Buenes Aes IVE, 200, 1p; 20d oN 9679203-12 1 Pies Tilo GoD sss Realizacion iter Héctor Osvaldo Pérez CCoroccin de los textos: ‘MonjeaE Torres Revisin de textos: Bibiana Bentez Revisién técnica general Juan Ventura Esquivel stracin de taps Fotogat crigaleoreapondente a peti env Micha, costa sn Ne Pari eo 193. © Tan Soe ‘Traducidn dl original en faneds: ‘Teodoro Pablo Leeman ISBN de a edicibn frances: 2-85816-610-2 @Presses Unjversitaires| ‘oan Vous Esuivel Ete Gens 1843 Deg 2 (Ga16) Buenos Aes “Teton: [5411] 490-9267 ‘mal joanee@yshoocom Primera edicin en castellano: junio de 2004, Iimpresoen Ja Argentina, Hecho el depésito que mares la ley 1.723 Todos ls derechos reservador. Prohibida le reproducciéa, total o parcial, por cualuier medio que fuere indice Introducei6n: La psicosis: una problemétiea, a9 Los fenémenos perceptivos del sujeto. Inconscienteypereepeién, 25, Tapolémica, 29 Latesis, 36 Estructura y funcién delos fenémenos erotomanfacos de a psic05I5, en. Problema, 45, ‘Un poco debistoria, 46 Estructura dela posiein erotomantaca, 50 Ambigtedad de la formula erotomaniaca, 51 Elejemplo de Schreber, 52 Eroticoman‘a y erotomanta propiamente dicha, 56 48 Autismoy paranoia. so vee 59 Blfuera de diseuso de Schreber, 60 ‘problema dela cura, 62 1a inclusin en el Otro, 64 Enifio Autista y el Oto, 67 2Qué Otre?, 70 Bleuerpo, 72 Una enfermedad de a libido, 74 Bleuerpo gobernado por el significsnte, 76, Que lugar para el analista?, 79 _inconcienteacetoabieto dea psicosis Laexperiencia enigmitica del psieético, de Schreber a Joyee. ens rns 8 ‘a estructura de la experienc enigmstica, 86 Las variaciones de la experiencia enigmtica, 93, La experiencia enigmética dela muerte, 94 La experiencia enigmtiea de lenguaje, 102 El goce enigmtico, 103 Elllamado esquizofréniee. so 107 Elllamado esquizofrénien, 107 Ellenguajede érgano, 108 Fracaso dela simboizaci6n, 10 Elsignificante real, 112 Las fenmenos de cuerpo, 114 Estabilizacién de la psicosis. ng Mirada sobre el paranoiea, nnn 99 Conclusion, ae rohan IB Para coneluie, 59 Introduccién La psicosis: una problemitiea Areconocer nuevamente en Schreber el complejo pa- temo, Freud se excusaporla monotonta de as soluciones que porta el psicoanlisis. Sin embargo, l literatura consagrada al tema muestra més bien una proliecacién de tesis sin refe- rencia al Edi. La enseia nea de Lacan nos sirve de guia res pecto tal dversidad, Parte de un testo ee, "De una cuestién preliminar a todo tratamiento posibe de la psieoss" al que hay que agregar, por eerto, los seminarios que lo entarcan, habiendo Lacan mismo situado, en To que Tam sus antece: dentes, ls tests precedentes Para lo que sigue, cerea de diez aios més tarde, en la presentaiin da traduccion de Schreber,publicada nel ni- sero 5 de os Cahiers pour fanalyse, Lacan evoeaba “la pena continygei6n” que convendaa dale ala evestion prelimi. CContiniacin que se puede decir no dio de manera explicit, pero que sin embargo podemos esperar deducir dela orienta cidnde conjunto de suselaboraciones de os iltimos diez aos Partamos de la doetrina dela forclusién: es la piedra angular del edifco. Con «De una cuestién preliminar.», La éan incye a psiosis en Yo que Ham la “foneiny el eampo dela palabra el lengua". Plantea all que la reacién con el significant, el hecho de engusje, es lo que hace la unidad de Blinconcent a cielo abierto dela psicosis lIaneurosisy dela psieosis, Lo que hace su unidad, y también su diferencia, Destaco al pasar que sitéa esta inclusion de la picosis en el campo de los hechos del lenguaje como forman- do parte del “aspecto del fendmeno",o sea delo que aparece, ‘mientras que en la neurosis, ala inversa, la estruetura de len- -uaje “lenguajera"] del sintoma s6lo aparece por el sesgo del desciframiento, Respecto asta tesis de la frclusion, se nos plantean dos ceuestiones:Zeud es su aleance operatorio, y qué se hace de ella cuando a partir de certo momento de su ensefianza Lacan bus- ‘cb cernirlo que en Ia experiencia no depende del significante? ‘Cuando lo que Lacan designs como estructura no es solo la estructura del lenguaje, sino la estructura del discurso, que inciuye un elemento heterogéneo al signiticante, csigue sien- {o Ia forclusin ta clave universal del abordaje de la psicosis? Es Ia euestin de la retroaecién dela definicion de la psivosis ‘como “fuera de discurso" sobre la tesis dela forclusion La forclusién es definida por Lacan como {in defecto, como ita ausenciaa nivel del Otro: auseneia de un signitican- te, “el Nombre-del-Padre", y de su efecto metaférico, Este ac- «on estructura quela separa dels neurosis" ELtéemino con- icién implica que la forelusi6n no es un fenémeno, No forma parte de lo observable: es una hipbtesis causa. Hipétesis eon Ja cual Lacan designa la eausalidad significant de la psicosis Punto que tiene su importancia en lo cancerniente ala eues- ‘ti6n del diagndstico. Sia forelusién no forma parte del fen6- ‘meno, no es por la forclusién que se diagnostica la psicosis ‘No seidentifica la forclusién, sino sus efectos, La forclusién es lente, dic, le da ala psicosis “su condicién esencial junto. § Introduccién. La pseosis: wna problema ‘como un axioma que da cuenta de los fenémenos. Lacan Ta habia elaboradoa partir de una tesis que era previa en él lade Ja incidencia del significante sobre el sujto. Por consiguiente ls euestion es esta: équé pasa a nivel del sujeto euando en el Otro, lugar del enguaje, Otro det que depende lo que pasa a nivel del sujeto, hay este defecto de la metéfors? Situar lap ito Se sustraga qu, de ese texto desgartadoen que isto se converte, se elve el aldo que alien como 8 Introducein. La picosis: wna problematic oso, para testimonismos qu el esamparo que lo stevia yanotene que ver con ningin sujeto, entonces, ose encventea all sugetién neesaria para orienta sconlostérminas precios que prowee el discurso de La~ cansobre Fred?” Se ve aqui que el Otto, en que el goce est incluido, es tanto Schreber como Dios. Tanto el diseurso infinito de Dios, ‘como Schreber en tanto texto desgarrado en el momento en que Dios se retira, Dicho de otto modo, Schreber mismo esta inelui- doen este disenrso, Se puede decir que el sujeto Schreber hace unuso del significante que nolo separa del Otro, acuya servicio seal permanece. Esto es, precisamente, lo que tiene como efecto la emergencia del goce a nivel del aspecto del fenémeno. Este nuevo acercamiento propuesto por Laean permite también una nueva aproximacién a Is suplencias del Nom- bredel-Padre, En «De una euesti6n preliminar..» est ya Ia ‘dea de que el defecto de In metifora paterna, Ia forclusion, puede ser compensada. Lo que se deduce por otra patte del hecho mismo de que la psicosis sedesencadeneen un momento dado, De abt la cuestion de saber qué le permitira al sujeto ‘mantener su eompostura antes del desencadenamiento. Ent 1956, Lacan responde: una identificaeion por Ia cual el sujeto ‘sum el deseo dela madre, Primera tess, por lo tanto: el Ia mado hecho en vano al Nombbre-dol-Padre, tiene como efeetohacer ‘caerlaidentificaci6n que al sujeto lo sostenfa hasta entonces. ‘Lc, Jaen, Chins pour Peal, 2,9. 70. 6 ca dae, Here, Pes, Seal 1968». 585. linconcienteacieloabierto dea pscass Hay alla idea de una compensacion por medio de lo imag nario, por medio del “como si”, ya evocado en el Seminario ITI Se podsia hablar de una especie de identifieaeén post ‘Mientras que en la neurosis una identifieacién quebrantada da lugar a otra, més bisia, alli, en la psicosis, la identitiea- cin quebrantada leva ale disolucién de lo imaginari. Correlativamente, el restablecimiento, por ejemplo el restablecimiento final de Schreber, se presenta como una es- tabilizacion del mundo imaginaro, ligada sin embargo, por tun lado al goce transexual, por otro, al fantasma de la cépula divina. E inducida, por lo tanto, por lo que Lacan lama “la metifora delirante”, que viene a coincidir eon la tess freudia- na del delitio como curacin. El trabajo del deliro construye ‘una metéfora sustitutiva. El“seris la mujer" que Sehreber rea- liza, viene en lugar de la significacin falicafaltante. Lacan no ej6 nunea de acentuar esta nocién de supleneia significante, pasandodel Nombre-del-Padreen singularalos Nombres-del- Padre en plural (los que designan diferentes ocirencias de tuna dniea funci6n), para considerar finalmente al Nombre- el-Padre mismo, como un elemento suplementatio del ea- ricter nodal de los elementos imaginarios, reales y simbéli- os. {Esta suplencia}, por lo demiés, estaba presente antes de «De una cuestion prelimina cen Ia idea de que el sintoma fobico es una eonstruceién que ports un complemento a la metéfora paterna, No es una su- pleneia completa, ya que Juanito no es un psicétco, sino un aditamento, Eslo que se encuentra mucho més tarde con Joy~ | ce: laidea de que, con su art, Joyce logré tapar el agujero de Ja forclusi6n paterna, idea que sitia al arte de Joyce operando en lestudiodelesso Juanito, | Introduction. La psiosis: una problemdtica antes del desencadenamiento lo que el delirio de Schreber ‘opera después, pues si Joyce es un psicdtic, es un psiestico no desencadenado. También all hay conclusiones que se im porten en cuanto a los objetivos eventuales del tratamiento de ‘unpsicétieo, Van en el setida de prescribe como finalidad, precisamente, construir un sintoma de suplencia, Una tarea preliminar podria ser, en el caso de establizacion efectiva, , evo- tel “Tondo lebrico” anterior a Freud. Ansloga construceién se encuentra, por lo demés, en los tres textos. Lacan entabla, sina polémica argumentada, aunque més omenos extensa, ton las tsis anteriores sobre el problema de la percepeién de ta realidad, pero esta polémica se entabla principalmente no cen nombre de la experiencia analitica, sino en el terreno de la experiencia comin. Slo después redoblaré esta primera ob- jeciin con la objecién que constituye el inconseiente a estas tecorias anteriores a Freud. La polémica ‘Me detengo en primer lugar en la polémica que Lacan entabla con las formulaciones de principio del siglo fxx] total mente solo, con Freud sin dua, pero en definitiva solo. Hay que decir que Ia euestion de la percepeién implica tun mundo de referencias. Sélo tomando los nombres que e- mergen en “el mar de los nombres propios’, retengamos para ‘empezar Platon y Aristteles;uego, toda la "larga cocina me- tafsia” dela Escuela, como dice Lacan: toda la Escolstica; la corriente empirsta: especisimente Locke y Hume; l filosofia 2 asa Scqus, fait, Pai Sel 986.19 3 Bid pase 2» Brinconconte a ciel abierto dela psicosis trascendental de Kant; més cera, si se quire, la corrientefran- ‘esa: Condillae, Diderot, Stuart-Mill y muchos otros que der vvan de esta corriente. Taine, que Lacan tocia como tefezencia | en 1936 en su Més alld de! “principio de realidad’; Alain tam- Dién, extraviado en el Siglo XX en medio de lo que Lacan lla- ‘ma maliciosamente su “nube de tiza”, para esigmatizaral pro- fesor retrasado, al que se le ha escapado la vuelta del siglo. Viene luego el gio, al menos aparente, de la Gestalitheorie, pero sobre todo de la fenomenologia, y..entre nosotros, Mer- leau-Ponty. Dejo de lado el cognitivismo. Ante todo, porque Lacan no habla de l directamente, y luego porque el cogniti- vismo no tiene estrictamente ninguna unidad teériea, y, lejos de ser muy nuevo, no hace més que retrotraerse a lo que es adecuado Hamar antiguallasepistemol6gieas, Toméndolo en singular, digamos que aborda el problema de la percepein y, ims en general, et del conocimiento, cortocireuitanda la pre- sencia del sujeto y postulando una especie de neutralidad de los supuestos aparatos del conocimiento, cualqiiera sea la ‘manera en que los coneiba. Epistemologicamente, el cognit vismo es anterior a Freud, ‘Como vemos, todo un mundo de referencias. Por cierto, el erudito no llegarfa nunca a coneluir nada de talabundancia. Loque hay ali de extraordinarioes que Lacan, que a pesar de su inmensa erudicfn es lo contrario de wn erudito (no tiene nada de rata de biblioteca), Lacan, deciamos, osa -lo dice él mismo: “oso"-, osa ponetlos a “todos en la misma bolsa", ‘empiristase idealistas confundidos. Es una barrida extraord ‘aria, mis audaz quizds que la duda cartesiana, Puesto que la ‘ads cartesian, por certo, pont en suspensotodoslossaberes, | 20 Los fendmenos perceptivs del syeto pero era metédica, nada ms, y no tenia porio tanto el aleance {de una refutacion. En cambio, Lacan pone todas estas teorias cen lu misma bolss, por b ° puntalar vigorosamente su propia tesis-, porque todas com- prten un mismo fracaso, cuya prueba, precisamente, reside ‘en a incapacidad que tienen, como lo destaca, de dar cuenta, dle nda alucinacion. Sobre euya definicién sin embargo todos cuerdan: el sentido comiin, Ios fil6sofs, pera también Li- ‘an, ya que todos estin dispuestos x decir, como lo destaca, ‘que la alucinaci6n “es un pereeptum sin objeto”. La esis de Lacan meteceriaserlargamente arguments- 1h, porque, después de todo, es sostenible,y muy convineen- temente, afirmar que Locke y Hume, empiristas declarados, confluyen sin saberlo eon los idealistas mas dures, mano ‘mano con Berkeley, si se me permite decir, pero requiere una demostracién extremadamente precisa. Perveptun <—— Pereipiens (anificante) Entonces, es may simple, cunndo una alueinaeién,o sea | ‘un pereeptura sin objeto, surge, slo queda pedir razén de ella al percipiens einterrogarlo sobre lo que ha fabricado. Pereeptum sin objeto <—— Pereipiens Seria divertido hacer un pequefo ejercieia respecto a la percepeién comin, retomando un ejemplo de Heidegger a Losfenmenespereptoes dl sjeto gropisito de In coneepeién del nimero. En Les Chem ai pene nile part plantea a pregunta de saber como p= {ftgar a decir veo tres manana, Se pode pedir su es- “esta tds los autores citados, todas sean muy diver ‘cas, Pero estd la cuestiOn de la alucinacién, de aquel que ve Shnanas, tres oas ge sean, evando no hay manzanas All thks responden:anomalia ena atividd de percipiens Ve whos que Lacan invert In tess no sal peeipions ave hay sj pdile avin de prceptumsn chet, Volverésabre el ‘Antes quisiera tomar ds ejemplos, ara entra un poco cw dldetalley mostear que Lacan, al hacer estebareido sabelo the lacey no est cediendo a deli de presoncion, EL primero ex el que Lacan lige en el testo de 1996, a saber Hippalyte Taine y so obra ttlada De fe intligencia, the vale como condensado de toda la psieogt defn dels oSIX.Agqien Lacan earacterza as“ valgatizador pero conseeente,coneienda deelio qu puede ser una referen- ‘afl Otro ejemplo es el de Mevieas-Ponty ys Fenomeno- iogiade ta percept stos dos autores dan frmulas def slucnacin extre- svadamente lamativas Taine nos proponea siguiente fxm lene! segundo tomo desu ib, epitlo:“lapereepein smaalacinain verdaders”. En cuanto Merlea-Ponty, pro- pone In expres, no menos lamatve, de “impostora scl ‘ator, en I Phénoménaloie dela pereepton, pina 394, cepital I ttlado: La chose et le monde ntire™ ‘Detengdmonos algunos instantes en Taine, que ya na- Aietee, por supuest, para vrfcar en este ator Ia tess de Lean, Taine ew ss tas consceuencias a tetativa de 2 _tinconclent a cel abierto dea psioss presentar una génesis de todas las funciones superiores de inteligencia, el eonocimiento y la razén, hasta el iltimo extre ‘mo légico, a partir de un dato inicialtnico: Ia sensacién, He aqui un empitismo verdaderamente maximalista, caya cons truceiéa, bastante simple cuando se la resume, nos permite verficar muy eémodamenteen qué seautorizaLaean para deci {que el ms empirista es ol ms idealist Sigamos su desarrollo “La impresién” producida por el objeto exterior se traduce para el individuo en sensaciones, Estas sensaciones se convierten en contenido$ mentales, les imigenes. Las imagenes, las deseribe como sustitutos de sen saciones, pero con In particularidad de que permanecen, de ‘que son memorizadas,y que tienen una especie de dinamismo propio que hace que se reevoquen solas en la memo ‘simulacros, fantasmas y apariencins desensacién", Esto en la pigina 14 de su libro. 2Qué es entonees pereibir pata 1a actividad de pereepei6n corresponde a la movilizacion de) ‘una imagen mental o de wna cominacién de imagenes, Dicho de otro modo, ¢s una alueinacién normal. Tods actividad de pereepcin reposa sobre la presencia de uns imagen mental de tipo alucinatorio. ePero eémo dlstinguir entonces la aluc nacién enfermiza de la alucinacién normal? He aqui la res puesta, muy significativa: “En lugar de decir que la alucina~ cid es una pereepeibn fal, hay que decir que a percepeion exterior es una alucinacin verdadera”. Ustedes ven el problema: no hay modo de decir del ereeplum que Taine sitiaa nivel delasiméigenes~ sies ver adlero ofalso sin hacer intervenie un ico, juicio que produce “Ia prueba de realidad’ y que dive ial alueinacin perceptiva 1 fonbmenos perceptive del sujto ‘ecorresponde, s10 natn objeto exterior. Lacan queda muy | utfcado en subrayar que esta teoria, que queria anelase en experiencia pura, ene porcritero limo de realidad eu. cioproferido pore percipios: para pasa dela sensacién pura >a afiemacion perceptva, el que deve es el penssmiento, + esquema sera el siguiente: ‘objeto —> Sensaciones —+ Imagenes+— Juicio del pereipiens Pereeptum Et mas empitista era entonces al mismo tiempo el mas «spiritualista. La misma tesis se aplicaria todos losempiristas, incluso a Locke, que Lacan evoea en la pigina 76 delos Eerits, ‘yas famosa formula, que traduzeo del atin: “no hay ads en elentendimiento que no haya estado antes en los sentidos", se ve obligado a agregar: “a no ser el entenditiento mismo". Eno que respecta a Merleau-Ponty, que no desarrolla- demasiado porqueharia falta citarlo mésextensamente para huallaren él provecho, su tesis dea mpostura alcinatoriaplan- ‘ea simplemente que“?aalucinacién noes una pereepei6n” sino luna usurpaci6n. Asien la pagina 395: “la alueinaeién wsurpa lugar dea percepcién pero no es una percepei6n". Por qué? Porque para la percepeién es “apertura al mando", que va «de consuno con la “fe perceptiva” que evoqué al principio, Ia ‘quehace que, cusndo percibo, estoy conectado con el exterior. Por el contrario en la alucinacin, esta falsa pereepeién, esta "fcein®(térmiino que emplea en In pagina 394), supone que _Etinconcienteacietoabisto de a picosis la pagina precedente, Lacan pone el punto sobre las“: eles tadio del espejono tiene una ligazon con I calidad de vidente encontrdndose Ja imagen narcsistatambién en el ciego priva- {do de visin (véase el problema de Molyneux), No tiene rela ‘i6n con el vidente, sino con la mirada, Es por ello que “el ie. {0 esallisujeto por saberse objeto de la mirada”, Se trata de la ‘oposicién visiéu-mirada, extensamente desarrolada en el Se ‘minario 1X, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoa- nlisis. Por eso mismo, Lacan puede repensar de ojro modo el jiibilonarcisista que habia explicado primero por la anticipa- ci6n imaginaria del dominio motre del swjeto todavia en lal prematurez, Lo reinterpreta agui como efeeto de la manipla- cidn de la mirada, que evoca el gesto del niio volviéndose ha- cia quien lo sostione Quiere decir que el valor de la imagen depende menos 4e Ja unidad de su completud que del hecho, bien opuesto, de {queesta descompletada por la mirada. La idea es éta: Jovi ble, e! umbral del mundo visible supone que se ha produeido ‘na sustracei6n por efecto del lenguaje, dicho de otro modo, ‘que la mirada se haya perdido. Esta sustraccién, por la falta ue engendra, crea la libido escépica, y le da su imprlso a la investidura del campo visual. Para que el mundo sea visible en el sentido humano del término, es necesario que sea con- ccemido por un deseo de ver. De abi la pregunta écon los ojos, pero sin Ia libido escépica, qué verfamas? “418, a7 eee al cso de un have de ees cet dublin que, | eo, reaper ln vista steals de ios sre pee or pare deace ele, dete ots. 2 _bs fendmenos percepivos del sgeto Por lo demés, en este pasaje, se suceden considers cones sobre lo que Lacan llama "el conocimiento especi- ‘7. Se trata mas bien de un desconoeimniento, en la medi- ‘x que, justamente, eae bajo el efecto de la inversion en «ion can el plano, pero, sobre todo, en gue no es un co: cinventa para nada, como lo muestran los fenémenos de spersonalizacion y de alueinacién del doble, que pone a nts de] seudoconocimiento especular, y de los que pre- isaenseguida que no tienen valor diagnésticoy ni siquiera sen de referencia para el fantasma, Antes, en. 1961, en el articulo de los Temps modernes, utre ls pginas 8 y 16, Lacan habia intentado una demos: ‘wan mucho més precisa de su tesis. El texto versa sobre vin ejemplo de ilusién Optica tomado a Merleau-Ponty. Alli rceisamente trata de demostra, a propésito de una lusion ‘queimpide ver un objeto, que el objeto slo aparece a condi- cian de que se produzca un efeeto equivalente a una repre ‘in, una desapariein del sjeto. Esa misma idea, pero apli- da a un ejemplo prec Para concluir, slo puedo invitar a cada une a que es- ludie estas demosteaciones muy de cerea y muy en deta, ‘que eneuentre otras referentes a la tes. Dejo la palabra ‘inal a Lacan. Alresumir y generaligar su punto de vista en ef atticulo de los Temps modernes, subraya “el privilegio ‘qne le corresponde al perceptum del significante ena con- versién a operar en la relaci6n del pereipiens con el suje lo", He ahi en el fondo, aquello a lo que Lacan se dedieé: a ‘una conversin de perspectiva. Es por eso también que tome como titulo para hoy “Las fenémenos perceptivos Binconconte eel abierta deka psiosis llenguaje. Dieho de otro modo, alli donde estaba el percipiens supuesto como unifieante, viene el sujto divide, Lacan intent6 dos demostraciones de su tesis con dos ejemplos precisos. Uno eoncierne a la “percepeién singular” dela cadena signtieante misma, Se encuentra en las primeras pginas de «De una cuestiOn preliminar..» Consiste en mos- tear, muy simplemente, contrariamente alo que dicen todas} las teorias elisieas que postulan que el perceptum resulta de} tuna actividad del peeipiens, que el perceptum ya gstéestrac turado, Por tanto, que la estructura no viene del pereipions, ‘que est ys en el pereeptum, y que ademas esellala que deters ‘mina al sujeto, e! que no es simplemente un pereipiens. De las tcorias elésicas a Lacan, los esquemas se invierten: Perceptum « Pereipiens Perceptum ———» Sujeto Esta demostracin la hace justamente a propésito dela petcepeién de ls cadena signifieante y de Ia palabra, No entro} «enlos detalles de a demostracin: slo saco sus conclusiones, Lejos de ser el organizador del pereeptumn dela cadena, el st jetoessu “paciente™ Es decir, sure cierto mimero de fenéme- hhos que se deben a que la palabra y la cadena signficante ya ‘stan organizades: cuando habla el otro, sutre los efectas dela gestion, cuando habla él, se divide entre locucién y audi cidn, Cuando esté alucinado, su palabra es ofda com vinien:| do del otro, y se le impone una oseilacién entre wn momento) de incertidumbrealusiva ydecortidumbre alueinatoria, Noes! 40 osfenémmenospereeptivs del eto. J, sino por el contrario esti sujetado a los efectos del S ffeante, sino justamente ‘Seiten dbl {ean bio ua segunda demosrcin, concerinte a spotepen vol Sobre est tena vac res estos alge pasesen De uesios antecedents elartealo de 1961 ‘Sus fompe moderne yn clad, yo el Seminario Xi. 1966, corige ss “Estado del espe" que poinpres- tunes confine a Gstlteors ent medida en qu ssn habia econocid enn migen de esp, ua estate Ton efectos formadores sobre el organism mismo. As, en os cuando yaa elaborado sei del nconcienteen- tn, rea que estado del espejo oes un edmeno de “sina agen isl juga all sv papel, por supest, pero no por elle exiado del expo ext menos enbornad a fect de lengua, Quere dese que a inagen de eopej slo toma sa importanea y eautiva al sojeto porque ya etd ‘onlaionada cone ecto mayor de lengua que 8 eee Tod faa. La pals eatin” no el presente en este isto de 1966, pro et imple, Lacon plete la veston

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