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VASOS DE BARRO
V 622-10
DEPOSITADO EL 21-4-10
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INDICE
TEMAS PAGINAS
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PROLOGO DEL AUTOR
“Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro.”
(2ª Corintios 4: 7).
¿Qué quiso decir aquí San Pablo?
Analicemos brevemente estos términos:
EL TESORO DE DIOS
No cabe duda de que el gran apóstol Pablo, está hablando de Cristo, por el cual hay
salvación y vida eterna para todos los hombres y mujeres que crean en él, como único
medio de salvación.
“Porque la paga del pecado es la muerte, pero el don gratuito de Dios es la vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6: 23)
Ya, antes, Jesús había dicho:
“Además, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en un campo, que un
hombre encuentra…y lleno de gozo, va vende todo lo que tiene, y compra aquel
campo. También el reino de los cielos es semejante al mercader que busca buenas
perlas. Y al encontrar una perla de gran valor, vende todo lo que tiene, y la compra”.
(Mateo 13: 44-46).
No es extraño, pues,, que el mismo Pablo dijera que cualquier cosa comparada con este
tesoro, tenía poco o nulo valor:
“Pero lo que para mi era ganancia, lo he considerado pérdida por amor de Cristo…y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3: 7, 8).
Así pues, este es el tesoro, por excelencia.
Pero este tesoro lleva otras joyas, que se añaden a la “Perla Preciosa” y que también son
dones o regalos de Dios para todos los que le buscan y le sirven con arreglo a la luz que
reciben, con corazón sincero. Estos dones no son producidos en el hombre por méritos
propios, sino que son regalos del Espíritu Santo, aunque los receptores no sean conscientes
de ello. dice la Escritura lo siguiente:
“Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio propio…”
(Gálatas 5: 22, 23)
Y más adelante, dice:
“Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, y desciende del Padre de las
luces, en quien no hay mudanza ni sombra de variación” (Santiago 1: 17).
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Esto nos enseña que el tesoro de Dios está muy repartido, ya que Dios no es cicatero, sino
amplio en amar y en regalar amor.
Por supuesto, que siempre ha habido y habrá un pueblo con más luz que otros y hombres
más cerca de la verdad que otros, pero esto no los hace mejores, sino más responsables.
Dice una nota de un manual de estudio de la “Iglesia Adventista del Séptimo Día”:
“En toda la Biblia el remanente era los que vivían con más luz que los
demás…Resumiendo, la idea del remanente, tenía más que ver con una revelación de
la verdad y del carácter de Dios que con la santidad de quienes tenían ese
conocimiento…ni significa que los que no son parte del remanente están perdidos…”
(Guía de estudio de la Biblia Enero-Marzo 2009, pag. 33)
Por todo ello, hablaremos a continuación de los vasos de barro, receptores y portadores del
“Tesoro de Dios”.
Para ello pasemos a analizar el término siguiente:
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muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé a blasfemar…” (Hechos
de los Apóstoles 26: 9-11)
Y no solo entre creyentes más o menos confesos, sino que podemos encontrar estos “vasos”
entre reyes, gobernadores, lingüistas, colonizadores, militares, filósofos, literatos,
compositores musicales, artistas de todas las clases, etc. Y hasta paganos, que sirven al bien
y a la justicia en la medida de sus conocimientos y posibilidades.
Me permito citar un hermoso párrafo de una autora cristiana que vivió entre los siglos 19 y
20:
“Siempre que haya un impulso de amor y simpatía, siempre que el corazón anhele
beneficiar y elevar a otros, se revela la obra del Espíritu Santo de Dios…El Espíritu
Santo ha implantado la gracia de Cristo en el corazón del salvaje…”
(Elena G. White.- PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO” PAG. 317, 318).
Y la misma autora, en otra ocasión, dice:
“Entre los paganos, hay quienes adoran a Dios ignorantemente, quienes no han
recibido jamás la luz por un instrumento humano, y sin embargo no perecerán .
Aunque ignorantes de la ley escrita de Dios, oyeron su voz hablarles en la naturaleza e
hicieron las cosas que esa ley requería. Sus obras son evidencia de que el Espíritu de
Dios tocó su corazón, y son reconocidos como hijos de Dios”.
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 593)
Y esto demuestra una vez más que Dios no ha dejado al hombre perdido para siempre, sino
que su Espíritu sigue trabajando aún en la tierra, promoviendo en las criaturas inteligentes
ese sentimiento de perfección y una conciencia que como un despertador, reprende el mal y
aplaude el bien en cada hombre y mujer que vienen a este mundo. Así lo expresa, una vez
más, el gran San Pablo:
“Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la Ley;
los tales…son ley para sí mismos. Muestran la obra de la Ley escrita en sus corazones.
Su propia conciencia lo atestigua y sus propios pensamientos los acusan o los defienden”
(Romanos 2: 14, 15)
Pero no solo obra Dios a través de los individuos, sino que queriendo el Señor que nadie
perezca y que todos los hombres tengan la oportunidad de conocer la verdad, también obra a
veces a través de las naciones, y hasta movimientos religiosos, o sociales, como “vasos de
barro” mayores, que aunque no posean más que una parcela de la verdad, pueden ser
“escalones” de la misma, para preparar el camino hacia una sociedad más justa y verdadera,
hasta que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad plena, que solo Dios puede
impartir. Pues solo El pudo decir:
”…Yo soy el camino, la verdad y la vida…”(Juan 14: 6).
Por lo tanto, nos disponemos ahora a relatar y comentar brevemente, las oportunidades que
han tenido las naciones y las vidas de grandes individuos que han existido en ellas,
glorificando a Dios de alguna manera, enseñando y ayudando a la humanidad para alcanzar
los ideales de la justicia y la bondad, que Dios espera y desea para todos los hombres.
Aclararemos que habiendo una inmensa cantidad de personas maravillosas, nos es imposible
hablar de cada una de ellas, y nos hemos limitado a escoger unos cuantos ejemplos para la
edificación del lector y de todos nosotros.
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Tampoco hablaremos de todas las naciones, pues ello, haría interminable este libro. Nos
limitaremos solamente a aquellas que más han llamado nuestra atención sobre la obra de Dios
en ellas, para testimonio de un Dios que no “ ha muerto”, sino que vive y vive eternamente.
¡A El sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos.!
Dos fuentes principales serán el soporte de la información que aportaremos:
LA SANTA BIBLIA: La versión escogida por el autor es la “Nueva Reina –Valera 1990.
LA HISTORIA.- En sus diversos manuales tradicionales y en Internet.
Empecemos ya por la primera nación, si así se la puede llamar, o sea la Era Patriarcal Bíblica.
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PATRIARCAS DE LA BIBLIA
Aquí no hablaremos de una nación concreta, según se entiende por una nación.
Hablamos de una época, vasta, sin grandes datos históricos, salvo los que nos aporta el
Libro Sagrado. Posiblemente no hay todavía ningún estado, ninguna sociedad organizada,
ningún poder gubernativo, legislativo, ni judicial. O sea, no hay un estado de derecho, tal
como hoy lo entendemos.
Es una sociedad primitiva, aunque no salvaje, ni cavernícola, ni nada parecido, como
pretenden algunos historiadores, al hablar de la prehistoria.
En efecto, ya el Génesis nos habla de una sociedad bastante desarrollada, al menos en
ciertos aspectos.
Leamos, como ejemplo, algunos cortos pasajes del Génesis:
“…Y Caín edificó una ciudad…” (Génesis 4: 17)
“Ada engendró a Jabal, que fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganado”
(Génesis 4: 20)
“Su hermano fue Jubal, padre de todos los que tocan flauta” (Génesis 4: 21)
“A su vez, Zila dio a luz a Tubal Caín, artífice de todo instrumento cortante de bronce
y de hierro…(Génesis 4: 22).
Esto demuestra una sociedad relativamente evolucionada y “culturizada”.
Esto no impide, que simultáneamente, otras sociedades, después del pecado, hubieran caído
en un estado de salvajismo y primitivismo.
¿No ocurre aún hoy día, que mientras hay países
enormemente desarrollados, hay otros en un estado de “tercermundismo”?
Pero pasemos ya a hablar de los patriarcas:
La Biblia nos ofrece una lista de los principales, en Génesis 5: 1 – 32.
Son los siguientes: Adán, Set, Enós, Cainán, Malalel, Jared, Enoc, Matusalén, Lamec y
Noé. (Génesis, capítulo 5)
A continuación, se establece un interregno, para hablarnos del Diluvio Universal. (Génesis
capítulos 6 al 10).
Y después del Diluvio, sigue la relación en Génesis, a partir del capítulo 11, con Sem,
Arfaxad, Sala, Heber, Peleg, Reu, Serug, Nacor, Taré, Abrahan, Isaac y Jacob, luego
llamado Israel, con quien empieza el pueblo de “Israel” Pero, entre ellos, destacaremos,
solo, aquellos que fueron grandes “tesoreros” de los tesoros de Dios, aunque a su vez
fueran “vasos de barro”, como ya se ha explicado.
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ABEL.-
No se trata de un “patriarca” en todo el sentido de la palabra, ya que no deja posteridad,
pero es digno de mención, por su carácter y hechos.
“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, y por ella fe declarado
justo, cuando Dios aprobó sus ofrendas. Y aunque está muerto, aún habla por medio
de su fe” (Hebreos 11: 4).
ENOC
En muy pocas palabras se dice mucho de este hombre:
“Después que nació Matusalén, Enoc anduvo con Dios…caminó pues Enoc con Dios y
desapareció, porque Dios lo llevó”. (Génesis 5: 22-24).
¡Que hermosa expresión!, ¡Caminar con Dios!. O sea, vivir sintiendo siempre la presencia
del Señor en su vida y haciendo solamente lo que Dios aprueba, hasta el punto que Dios
juzga que el mundo no es digno de un hombre así y decide llevarlo a su reino de gloria,
como un anticipo de todos los que serán trasladados en ocasión de la segunda venida de
Cristo.
Pero la Escritura añade algo más:
“Por la fe Enoc fue trasladado sin ver la muerte, y no fue hallado, porque Dios lo
trasladó. Y antes de ser trasladado, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”
(Hebreos 11: 5).
Y aún tuvo otro gran privilegio: Fue el primero, al menos que se registra, en profetizar la
segunda venida de Cristo:
“De ellos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, cuando dijo: El Señor viene
con sus santos millares, a juzgar a todos, y a convencer a todos los impíos de todas las
malas obras que cometieron,…” (Judas 14, 15)
NOE.-
El relato sagrado nos dice que en su tiempo había una gran crisis de valores:
“El Eterno vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solo el mal.”
(Génesis 6: 5)
Y un poco más adelante se dice:
“A la vista de Dios, la tierra se había corrompido, y estaba llena de violencia”
(Génesis 6: 11).
Pero en medio de esa sociedad y de ese ambiente, Noé surge como un hombre santo y se
nos dice:
“…Noé fue un varón justo y perfecto entre los de su tiempo. Con Dios caminó Noé”.
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(Génesis 6: 9)
“Y Noé hizo así. Hizo conforme a todo lo que Dios le mandó” (Génesis 6: 22).
Y de nuevo la epístola a los Hebreos nos dice:
“Por la fe Noé, advertido de cosas que aun no se veían, con santa reverencia construyó
el arca para salvar a su familia. Por su fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de
la justicia que viene por la fe”
(Hebreos 11: 7).
Y así llegamos al “padre” de la fe y al “padre”, en cierto sentido, de todos los creyentes:
ABRAHAN
Lo primero que se nos dice de este hombre es que recibió una orden divina y obedeció por
fe.
“El Eterno había dicho a Abram: Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu
padre, a la tierra que te mostraré…Y tal como el Señor le había dicho, Abram se fue y
Lot fue con él…y salieron para ir a Canaán. Y a la tierra de Canaán llegaron”.
(Génesis 12: 1 – 5).
Y más adelante, dice el texto sagrado:
“…Y Abram edificó allí un altar al Señor…” (Génesis 12: 7).
“…Y edificó allí otro altar al Eterno…(Génesis 12: 8)
Y así, sucesivamente, este hombre aparece como un hombre de gran fe y devoción, aunque
también tiene grandes flaquezas como todos los “vasos de barro”.
Pero la gran prueba de fe, inigualada por ningún otro hombre de “barro”, es la disposición a
ofrecer a su hijo sobre el altar, algo que nosotros no podemos comprender, y que gracias a
ello, él pudo comprender como ningún otro hombre el sacrificio del Padre Celestial al
ofrecer a su Hijo único sobre el altar del Calvario para todos los hombres.
“Cuando Abrahán fue probado, por la fe ofreció a Isaac…estuvo a punto de ofrecer a
su hijo único”.
(Hebreos 11: 17).
Por ello, es el prototipo de hombre de fe para todos los creyentes de todos los tiempos y
como ya hemos dicho, el “padre” de todos los creyentes.
“Y ya que sois de Cristo, de cierto sois descendientes de Abrahán, y conforme a la
promesa, herederos”.
(Gálatas 3: 29).
ISAAC
Y ¿que diremos de Isaac, que se somete voluntariamente a su padre y al Padre celestial,
aunque no comprendiera todas las cosas, pero obedece, por la fe?
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JACOB
Es el hombre, que de engañador llega ser un luchador con Dios y por lo tanto recibe el
nombre de “Israel”, que da el nombre a todo el pueblo de la promesa.
En efecto, habiendo engañado a su padre para obtener la bendición de la primogenitura, y
habiendo, por ello, sufrido terribles consecuencias, y habiendo a su vez, sido engañado,
ahora, cuando se ve en gran peligro para él y su familia, ante la ira de su hermano Esaú, se
postra en oración de arrepentimiento, pidiendo protección, cuando “un Varón” que no es
otro que Cristo mismo, como un aparente enemigo. lucha con él, hasta el alba. Y cuando
Jacob ve que no puede con ese Ser misterioso, comprendiendo que se trata de Dios mismo,
le dice:
“…No te dejaré si no me bendices” (Génesis 32: 26),
A lo que el “Varón” misterioso le dice:
“…No te llamarás más Jacob, sino Israel” (Luchador con Dios) “porque has peleado
con Dios y con los hombres y has vencido”. (Génesis 32: 28).
Y así, llegamos al final de la era patriarcal, y a José, el hijo predilecto de Jacob, que nos
llevará de la mano, a Egipto:
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EGIPTO
Posiblemente hubo muchas personas en Egipto, con valores humanos y por tanto,
agradables a Dios. Pero al no tener el autor de este libro conocimiento de ellas, me limitaré
a citar a tres personajes de la realeza que destacan por su sentido de bondad o por su
cooperación, consciente o inconscientemente a la causa divina:
EL FARAON DE JOSÉ
No hay seguridad sobre el nombre de este faraón. Nos limitaremos, por tanto a llamarle
simplemente, el faraón de José.
Creo que todos conocemos la historia bíblica de José, el hijo de Jacob, que fue vendido por
sus hermanos a unos mercaderes, los que a su vez lo vendieron como esclavo en Egipto.
También recordaremos cómo este muchacho fue fiel a su Dios y a su amo ante las
insinuaciones de la esposa de este y por ello, fue a parar a la cárcel, donde pronto se ganó el
aprecio del jefe de los carceleros, que puso en sus manos la dirección de todos los demás
reclusos. A continuación, nos cuenta el relato bíblico, que dos de esos reclusos tuvieron
sendos sueños, que José interpretó correctamente, por inspiración divina, de tal manera que
uno de ellos, el panadero real, fue ejecutado, y el otro, el copero real, fue restablecido en su
puesto.
Y cuando un tiempo después, fue Faraón el que tuvo sueños extraños e intrigantes, sin
encontrar entre sus “sabios” a ninguno que se los interpretara,. fue José, recomendado por
el copero, siendo aquel, el único que pudo desvelar dichos sueños, a completa satisfacción
del rey.
Veamos ahora, como este rey reacciona ante esta interpretación y ante los consejos que le
sugiere José:
“Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hallaremos a otro hombre como éste , que tiene el
Espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Ya que Dios te ha hecho saber todo esto…tu
estarás a cargo de mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo. Sólo yo seré
mayor que tu en el trono…ahora te he puesto sobre toda la tierra de Egipto” (Génesis
41: 38-41)
Y cuando después de muchos avatares que omitimos por razón de la brevedad, los
hermanos de José, ante la hambruna en Canaán, van a Egipto a por comida, el Faraón les
invita a venir como inmigrantes, con palabras maravillosas, llenas de humanidad y amor:
“Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto. Cargad vuestras bestias y
volved a Canaán. Tomad a vuestro padre y a vuestras familias, y venid a mí, que yo os
daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comeréis lo más preciado de la tierra. Y tú
mándales que lleven de Egipto carros para sus niños y sus esposas. Y que traigan a
vuestro padre y vengan. Y no se preocupen por sus enseres, porque el bien de la tierra
de Egipto será de ellos”. (Génesis 45: 17-20).
Y una vez que la familia de José llegó, he aquí las palabras de Faraón:
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“Entonces Faraón dijo a José: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. La tierra de
Egipto se halla ante ti. En lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus
hermanos. Habiten en la tierra de Gosén, y si entre ellos hay hombres capaces, ponlos
por mayorales de mi ganado”. (Génesis 47: 5, 6).
Y como resultado de esta bondad por parte de Faraón y sobre todo, de la bendición de Dios,
“Así Israel habitó en Egipto, en la tierra de Gosén. Adquirieron propiedades allí, y se
aumentaron y multiplicaron en gran manera”.
(Génesis 47: 27).
Y cuando, finalmente murió Jacob, los hermanos de José temieron que este se vengara de
sus hermanos, pero he aquí sus tranquilizadoras palabras, que además de reflejar amor y
grandeza de alma, demuestran una visión amplia sobre la conducción de Dios a través de la
historia:
“Vosotros pensasteis mal sobre mí, pero Dios lo encaminó para bien, para hacer lo
que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”. (Génesis 50: 20).
Y así, pasamos al segundo “vaso de barro”, en Egipto, que tuvo el privilegio de contener un
“tesoro de Dios”:
HATSHESPSUT
Parece ser que esta fue la princesa que vio al niño Moisés en una barquilla sobre el Nilo, y
que compadeciéndose de él, y pensando que se trataba de uno de los niños hebreos
condenados a morir, lo acogió y adoptó, tratando, más tarde, de encumbrarlo hasta el trono
de Egipto.
Y es que esta princesa, era hija de Tutmosis I (1525-1508 a. C.), al que sucedió por muy
breve tiempo, Tutmosis II (1508-1504 a. C.). Esto la llevó a ser regente y luego, corregente
durante, aproximadamente, 22 años, (de 1504 a 1482 a. C.), con su sobrino, el futuro
Tutmosis III, que luego reinaría entre los años 1482 a 1450 (a. C.)
Fue durante esta regencia que ella rodeó a Moisés de todos los privilegios educativos de un
futuro Faraón. Pero, a medida que el sobrino adquiría años y poder, fue desplazándola,
hasta anularla prácticamente. Esto motivó que cuando Moisés mató a un egipcio
maltratador de un hebreo, tuvo que huir, no teniendo ya la protección de su madre adoptiva.
Pero, he aquí, que también de esto se valió el Dios Todopoderoso, para preservar y
preparar a Moisés para la gran misión de sacar a Israel y conducirlo hasta la tierra
prometida, como pueblo, destinado a ser un tesoro especial:
“Ahora, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro
sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra”. (Exodo 19: 5).
Pero pasemos ya al tercero y último personaje destacable por su “grandeza” de espíritu, que
lo convirtió en otro “vaso de barro” y “tesorero de Dios”:
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AMENHOTEP IV (1387-1366)
La evidencia nos dice que el éxodo de Israel y su paso milagroso por el Mar Rojo debió
ocurrir hacia el año 1445 (a. C.).
No cabe duda que todo esto debió impactar enormemente a la gran nación egipcia y hacer
que algunas almas sinceras meditaran en estas cosas, haciéndoles pensar en la falsedad e
inutilidad de los dioses paganos y de los ritos absurdos que les acompañaban.
Posiblemente por ello y también por influencia de su esposa Nefertiti, que era una gran
mujer, este faraón, emprendió una verdadera reforma religiosa, casi inconcebible en aquel
país y en aquel tiempo.
Hombre pacifista y moralista, proclamó la instauración de un solo dios, al que llamó Atón y
al que representó por el disco solar. El mismo se cambió el nombre, haciéndose llamar
Akenatón. Suprimió el culto a todos los demás dioses y contrariamente al culto practicado
por los sacerdotes, en lo más profundo de los templos, y rodeados de rituales misteriosos, él
adoraba a Dios en plena luz de día, a pleno sol y en un ambiente de sencillez y naturalidad.
Incluso, cambió la capitalidad del reino, para borrar todo vestigio de la antigua religión,
instaurando una nueva capital, cerca de Tebas, llamada hoy día Tell Amarna.
Pero no fue solamente una cuestión doctrinal o ritual, sino que impulsó una verdadera
reforma moral. oponiéndose a la violencia, a la guerra y a la muerte, como medios de
gobernar.
Como resultado de estas reformas, la nación conoció un periodo de prosperidad moral y
material, que por desgracia fue muy breve, ya que la fuerza de la costumbre y “Los
intereses creados” (Que diría Benavente) por parte del clero, acabaron con todo ello. Y es
así, que su sucesor en el trono, Tutankatón (1366-1357 a. C.), volvió a lo antiguo,
cambiando su nombre por el de Tutankamón, como adorador de nuevo, del dios Amón.
Pero, como ya se ha dicho, desde el principio de este libro, no solo los seres humanos han
podido ser “vasos de barro”, llevando el “tesoro de Dios” a otros hombres, sino que
también las naciones pueden ser y han sido muchas veces, instrumentos inconscientes, para
proclamar las grandezas del Dios verdadero a otras naciones.
He aquí lo que dice ahora la señora White:
“Dios dirigió los acontecimientos para que su luz fuera comunicada al pueblo egipcio.
Tanto en la casa de Potifar como en la cárcel, José recibió una educación y un
adiestramiento que, con el temor de Dios, le prepararon para su alta posición como
primer ministro de la nación. Desde el palacio de Faraón se sintió su influencia por
todo el país, y por todas partes se divulgó el conocimiento de Dios”,
(E. G. White.- Patriarcas y Profetas, pág. 344)
Y así terminamos de hablar de Egipto para pasar de Africa a Asia, donde encontraremos de
nuevo, al pueblo elegido, pero ahora, ya libre y convertido en una nación organizada, con
leyes establecidas por el mismo Dios, con jueces inspirados para ejercer el poder ejecutivo
y con un sacerdocio sagrado para conducir al pueblo hacia la santidad y hacia la llegada del
Mesías redentor.
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Y como quiera que Israel va a ocupar la tierra de Canaán, hablemos muy brevemente de
esta tierra:
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CANAHAN
Una vez liberados, los israelitas, después de vagar 40 años por el desierto, llegan a las
inmediaciones de la tierra de Canaán.
Según el relato bíblico, Noé tuvo tres hijos varones, que se llamaron Sem, Cam y Jafet
(Génesis. 5: 32). Y los hijos de Cam, fueron Cus, Fut, Mizraim y Canaán (Génesis 10: 6)
Y a su vez Canaán fue padre de diez tribus, enumeradas en Génesis 10: 15 al 18. Estas
tribus, se llamaron en su conjunto, cananeos, por el nombre de su progenitor Canaán. Y de
ellos, la tierra que habitaron se llamó a su vez “la tierra de Canaán”, aunque después tuvo
diversos nombres como Palestina, Israel, etc.
El territorio que ocupaba esta tierra estaba limitado por Fenicia al norte, y Gaza al sur,
(Génesis 10: 19), y por el mar Mediterráneo al oeste, y el río Jordán, al este.
En cuanto a su situación moral, debió ser extremadamente mala.
En Génesis, capítulo 15: 12-16, Dios habla a Abram y le dice que sus descendientes serían
peregrinos en tierra ajena, durante 400 años, y en la cuarta generación volverían a la tierra
de Canaán, “Porque la maldad del amorreo aún no ha llegado al colmo” (Génesis 15:
16).
El amorreo era una de las 10 tribus cananeas.
Posiblemente se nombra a esta tribu como la más corrompida o como “botón de muestra”,
ya que otros textos y otros documentos de la historia profana nos hablan de una corrupción
generalizada entre estos pueblos.
Como demostración, hay dos hechos significativos:
Cuando Abrahán era anciano pide a su criado Eliécer que vaya a la tierra de sus
antepasados a buscar esposa para su hijo Isaac. Pero le obliga por un juramento:
“Y júrame por el el Eterno, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás esposa para
mi hijo de las hijas de los cananeos, entre los cuales habito”. (Génesis 24: 3).
Y cuando ya Isaac se ha casado con una hija de la parentela de Abrahán, llamada Rebeca, y
Rebeca piensa en una posible esposa para su hijo Jacob, dice lo siguiente:
“Tengo fastidio de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma esposa de las
hijas de Het como estas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?”.
(Génesis 27: 46).-
(Het, es el nombre genérico de los hititas o heteos, una de las tribus de Canaán).
Y ya Israel en el desierto, camino de Canaán, Dios los instruye sin cesar hasta en los
detalles más diversos, para preservar su pureza, como pueblo que está llamado a ser
instrumento de evangelización universal. Y para ello les enseña a no contaminarse con los
cananeos:
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“En tu tierra no habitarán, para que no te hagan pecar contra mi al servir a sus
dioses, porque te será de tropiezo” (Exodo 23: 33).
Leamos ahora el comentario siguiente:
“La profundidad de la depravación y degeneración moral en que se habían sumido los
habitantes de Canaán en el tiempo de Moisés queda de manifiesto por su literatura
mitológica, posteriormente descubierta. Ellos describen a sus dioses como seres
crueles y sedientos de sangre, que se matan y engañan mutuamente, y cuya
inmoralidad sobrepasa toda imaginación. A semejanza de los antediluvianos y de los
sodomitas, los habitantes de Canaán, al igual que sus dioses, estaban movidos por las
pasiones más viles. Los encontramos sacrificando a sus hijos, adorando serpientes y
practicando rituales inmorales en sus templos. Sus santuarios albergaban a
prostitutas profesionales y a homosexuales…” (Comentario Bíblico Adventista, tomo I,
pág. 328).
Y en el seno de este pueblo, como flor en basurero, hubo al menos un “vaso de barro”, una
“ramera”, en la ciudad de Jericó, que conoció y reconoció al Dios verdadero y se salvó ella
y a su familia, de la destrucción de la ciudad.
RAHAB
No sabemos demasiado. Sabemos que era “ramera” puesto que la Escritura lo dice: (Josué
2: 1). También se dice que dos espías enviados por Josué para reconocer la tierra, antes de
conquistarla, posaron en su casa, en Jericó. Y que alguien los vio y avisó al rey de la ciudad
y Rahab fue amenazada si no los entregaba. Pero Rahab ya había tenido una vislumbre del
Dios verdadero, cuando dice:
“Sé que el Señor os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre
nosotros…porque hemos oído que el Eterno secó el agua del Mar Rojo ante vosotros
cuando salisteis de Egipto…porque el Eterno vuestro Dios, es Dios arriba en el cielo y
abajo en la tierra.” (Josué 2: 9-11).
A continuación, Rahab, les pide un juramento ante ese mismo Dios, al que ella ya conoce,
en el sentido que cuando tomen los israelitas la ciudad, respeten su vida y la vida de sus
parientes cercanos. A cambio, ella los esconde y consiguiendo burlar a los seguidores, los
encamina hacia la montaña hasta su salvación. Y Josué respeta el juramento de sus espías y
salva a esta mujer con sus seres queridos.
Y he aquí, como una “ramera” llega a ser una creyente y una antepasada de Jesucristo. En
el Evangelio de Mateo encontramos esta breve cita. hablando de la genealogía del Salvador:
“Salmón fue padre de Booz, cuya madre fue Rahab…y Jacob engendró a José, esposo
de María, de quien nació Jesús, llamado el Cristo”. (Mateo 1: 5-16).
Más adelante, encontramos a esta mujer en la “galería” de los “héroes de la fe”:
“Por la fe Rahab la ramera, no pereció junto con los desobedientes, porque recibió a
los espías en paz” (Hebreos 11: 31).
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Y el apóstol Santiago nos dice que fue justificada (declarada justa):
“De igual modo, Rahab la ramera, ¿no fue justificada por sus obras, cuando recibió a
los mensajeros y los envió por otro camino?”
(Santiago 2: 25).
Y por fin veamos ya, en la tierra de Canaán, al pueblo de Israel:
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ISRAEL
Sobre esta nación, omitiremos muchos detalles, para no caer en repeticiones explicadas en
mi anterior libro titulado:
“ISRAEL ENTRE LA BENDICION Y LA MALDICION”
Diremos en primer lugar que se trata de una historia de contrastes, como en todo lo
humano, en que el “tesoro de Dios” está contenido muchas veces en deplorables “vasos de
barro”. Y es que aquellos hombres y mujeres de antaño, no eran mejores que los de hoy día,
ni posiblemente, peores.
Ya, la Escritura Sagrada dice:
“Pues está escrito: No hay justo, ni aún uno”. (Romanos 3: 10).
Sin embargo, aún dentro de las limitaciones humanas, en Israel hubo, como en todos los
pueblos, personas maravillosas, que con el poder de Dios y su gracia salvadora, hicieron
grandes cosas para el Reino del Señor. Veamos a algunas de ellas:
Encontraremos caudillos maravillosos, algunos reyes buenos, santos profetas, israelitas
verdaderos, y hombres malvados, y deplorables, como en todas las sociedades y en todas
las épocas.
Por supuesto, al tratarse de un pueblo eminentemente religioso y poseedor de una luz
mayor, podríamos citar cientos de personas fervientes y consagradas. Pero si citáramos a
todas, sería casi interminable la relación.
Citaremos, pues, solo a algunos que vivieron en el seno de este pueblo o en la misma tierra
de Israel, así como algunos otros que vivieron en el exilio,, pero ejercieron una bendita
influencia en medio de las naciones paganas, a donde Dios permitió que fueran llevados
para ser un testimonio a favor de la verdad.
Y ¿Cómo no?. Empecemos por el gran caudillo y conductor de este pueblo, cuando,
realmente pasa de ser una multitud de esclavos a un “ejército” espiritual, de parte de Dios.
19
“Aunque Moisés era un hombre muy humilde, el hombre más manso de la tierra”.
(Números 12: 3)
Y es tanta su abnegación, que cuando Dios promete renunciar a Israel como pueblo elegido,
a causa de sus maldades, Moisés intercede fervientemente y prefiere ser borrado él, del libo
de la vida eterna, antes que su pueblo, al que él ama más que a sí mismo:
“Te ruego que perdones su pecado. Y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito”.
(Exodo 32: 32).
Indudablemente, se está refiriendo al libro de la vida:
“El que venza, será vestido de ropa blanca. No borraré su nombre del Libro de la
Vida. Y confesaré su nombre ante mi Padre y ante sus ángeles”. (Apocalipis 3: 5).
Y así, Moisés, pudo llevar al pueblo hasta las puertas de Canahán, y desde la cumbre del
monte Pisga, vio, en visión panorámica, la tierra prometida, y allí murió lleno de años y
cansado, como el guerrero que se acuesta, al final de la batalla.
Pero si bien Moisés no pudo entrar en la tierra prometida de carácter temporal, el Señor le
tenía reservada un patria mejor. (Hebreos 11: 13-16).
Hay un texto, que demuestra que este hombre, no quedó en el sepulcro, sino que Dios lo
resucitó, siendo una de las pocas excepciones, anteriores a la segunda venida de Cristo:
“En cambio, ni aún el arcángel Miguel, cuando contendía con el Diablo, por el cuerpo
de Moisés, se atrevió a pronunciar un juicio de maldición contra él, sino que sólo le
dijo: El Señor te reprenda”. (Judas 9).
Y gracias a ello, pudo ser uno de los pocos privilegiados que apareció con Jesús en el
monte de la transfiguración, junto a Elías.
(Mateo 17: 1-3)
Y, finalmente, los redimidos, en la gran liberación, entonarán el “canto de Moisés y del
Cordero”, con estas palabras maravillosas:
“Y vi como un mar de vidrio mezclado con fuego. Y los que habían alcanzado la
victoria…estaban sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantaban el canto
de Moisés siervo de Dios, y el canto del Cordero. Diciendo: ¡Grandes y maravillosas
son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos, Rey
de las naciones!”. (Apocalipsis 15: 2, 3).
Luego vienen los jueces, que gobiernan a Israel, durante 400 años aproximadamente,
teniendo que luchar con denuedo con un pueblo rebelde, que constantemente deja al Señor
y cae en manos de enemigos, de los cuales solo son librados por la misericordia divina que
les envía nuevos jueces. Pero cuando se ven libres, vuelven a las andadas una y otra vez, y
así, hasta la saciedad.
Es en medio de este estado de cosas, tan deplorable, que los jueces, en general se presentan
como verdaderos “vasos” que aunque “de barro” son capaces de llevar “El tesoro de Dios”
y parar la “inundación” del pecado que amenaza con “anegar” al pueblo, sin remedio.
20
JOSUE (Gobierna a Israel entre los años 1405 y 1364, a. C., aproximadamente).
Nada más hacerse cargo de la dirección del pueblo y ante el reto no solo de gobernarlo, sino
de introducirlo en la tierra de Canaán, recibe, de parte del Señor, estas alentadoras palabras:
“Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo en herencia la tierra que
juré a sus padres que les daría. Sólo que te esfuerces y seas muy valiente, para hacer
conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a la
derecha ni a a la izquierda, para que seas prosperado en todo lo que emprendas. El
libro de la Ley nunca se aparte de tu boca. Antes medita en él de día y de noche, para
que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Entonces prosperarás y todo te
saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni
desmayes, porque el Eterno tu Dios estará contigo donde quiera que vayas”.
(Josué 1: 6-9).
Y toda la trayectoria de Josué fue un cumplimiento de obediencia a estas exhortaciones
divinas y también de las promesas aquí enumeradas.
Y ya, hacia el final de su ministerio dice al pueblo, usando una expresión referida a su
muerte:
“Yo estoy por entrar por el camino de toda la tierra; reconoced con todo vuestro
corazón y con toda vuestra alma, que no faltó ni una palabra de las buenas promesas
que el Eterno vuestro Dios había dicho. Todas se han cumplido sin faltar ni una de
ellas”. (Josué 23: 14).
Pero, como todo tiene su fin en este mundo, Josué también llegaba al final de su liderazgo y
ante el peligro de que Israel imitara las costumbres paganas de los cananeos, veamos con
que palabras maravillosas exhorta al pueblo, él a su vez:
“Ahora. Pues, reverenciad al Eterno. Servidle con integridad y en verdad…Y si os
parece mal servir al Eterno, entonces elegid hoy a quien servir; o a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres…o a los dioses amorreos en cuya ierra habitáis; que yo y mi
casa serviremos al Eterno”(Josué 24: 14, 15).
Luego viene un largo periodo, gobernado por más jueces, desde 1364 hasta 1050 (a. C.), en
el que no entraremos en detalle, porque solo eso merecería otro libro o varios libros.
A partir del año 1050 (a. C.) entran en escena los reyes, siendo el primero Saul, de triste
memoria. Luego viene uno de los más grandes reyes y personajes del Libro Sagrado:
21
Un día emite palabra al otro día,
y una noche a la otra noche declara sabiduría.
Aunque no se escuchan palabras, ni se oye su voz,
por toda la tierra sale su pregón,
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En los cielos puso tienda para el sol;
y él, como un novio que sale de su aposento, se alegra cual gigante para correr el
camino.
Sale desde un extremo del cielo,
y hasta el otro extremo sigue su curso;
y no hay quien se esconda de su calor”.
(Salmo 19: 1-6).
Pero si en este salmo describe la grandeza de Dios, en lo que hoy podemos llamar “diseño
inteligente”, en el que mostraremos ahora, describirá la protección divina, fruto de su
experiencia personal:
22
ISAIAS (Ministerio: Entre los años 740 y 686, (a. C., aproximadamente)
Es uno de los más grandes profetas de Israel, que ejerce su ministerio en el reino de Judá,
cuando el pueblo ya se ha separado entre el norte y el sur, o sea “Israel y Judá”.
Se podrían decir tantas cosas…pero nos limitaremos a dos profecías o vaticinios
asombrosos:
Ante la futura cautividad del reino de Judá por Babilonia, él anuncia que este imperio
también tendrá su fin, dando detalles asombrosos, hasta el nombre del jefe militar que
entraría en esa ciudad para liberar a los judíos:
“Así dice el Señor…Yo, el Eterno que hice todo, que hice solo los cielos, que extendí la
tierra por mí mismo. Que frustro las señales de los adivinos, y enloquezco a los
agoreros; que trastorno a los sabios y desvanezco su sabiduría…Digo a Jerusalén:
Serás habitada y a las ciudades de Judá: Serán reconstruidas, y sus ruinas
reedificaré…Que digo de Ciro: Es mi pastor, cumplirá todo lo que quiero, al decir a
Jerusalén: Serás reedificada; y al templo: Serás fundado”.
(Isaías 44: 24-27).
Es asombroso notar que Isaías pronuncia estas palabras hacia el año 700 (a. C.) y que Ciro
entró en Babilonia y liberó a Israel a partir del año 539 (a. C.). Por lo tanto, pasan,
aproximadamente 160 años entre ambos hechos. Y es muy importante saber que el libro de
Isaías, es uno de los que se encontraron entre los famosos rollos del Mar Muerto en 1947
(d. C.), entre los pergaminos copiados por los esenios, hacia el año 200 (a. C.).
Pero el profeta sigue ampliando detalles sobre estos acontecimientos, dando de nuevo el
nombre de Ciro, llamándole “ungido” (en sentido figurado), y aludiendo a las inmensas
puertas de bronce de Babilonia, aparentemente inexpugnables.
“Así dice el Eterno a su ungido, a Ciro, a quien tomó por su mano derecha…para
abrir ante él puertas, puertas que no se cerrarán. Yo iré delante de ti, nivelaré las
montañas, quebraré puertas de bronce…y te daré los tesoros escondidos…para que
sepas que Yo Soy el Eterno, el Dios de Israel, que te pongo nombre…aunque no me
conocías. Para que desde donde nace el sol, hasta donde se pone, se sepa que no hay
más Dios que yo. Yo Soy el Eterno y ninguno más que yo”.(Isaías 45: 1-6).
Como es obvio, este texto no solo es un motivo de aliento y esperanza para Israel, sino
también demostración universal de la existencia y grandeza del Creador.
Pero Isaías, tiene muchas otras profecías, que sería largo comentar. Nos limitamos a otra
profecía asombrosa en que se anuncian los detalles del Mesías, de tal manera que se ha
dicho que aunque no se hubieran escrito los cuatro evangelios, podríamos conocer el drama
de la Salvación, por medio de este profeta. Tal es así que su libro ha sido llamado por
algunos “El Evangelio de Isaías” o “El Protoevangelio”.
Veamos algunas frases, pronunciadas más de 700 años antes de su cumplimiento, en todo el
capítulo 53 de su libro, del que extraemos solo unas pocas:
“¿Quién ha creído a nuestro anuncio?...Mi siervo…no tenía… majestad para
atraernos…Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto…fue menospreciado y no lo estimamos…Sin embargo,
23
él llevó nuestras enfermedades…herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados…y por su llaga fuimos curados. Todos nos descarriamos como ovejas…pero
el Eterno cargó sobre él el pecado de todos nosotros…Angustiado y afligido, no abrió
su boca. Como cordero fue llevado al matadero…fue juzgado injustamente…se
dispuso con los impíos su sepultura, pero con los ricos fue en su muerte; porque nunca
hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” (Isaías 53: 1-9).
(Para los no familiarizados con la literatura hebrea, aclaramos que es una “licencia y
costumbre literaria el cambio de los tiempos, como el pasado por el futuro).
Y a continuación, podríamos hablar de Jeremías, de Ezequiel, de Oseas, de Joel, de Amós,
de Abdías, de Miqueas, de Nahum, de Habacub, de Sofonías, de Ageo, de Zacarías y de
Malaquías, cuyo libro es el último del Antiguo Testamento.
También podríamos hablar de otros profetas y profetisas, que no están representados por
ningún libro en la Biblia, pero que ejercieron también un buen ministerio.
Y además, están otros profetas y grandes creyentes, que mencionaremos en relación con las
naciones paganas donde ejercieron su ministerio.
Pero todos los conductores, jueces, reyes o profetas de Israel, eran solo anticipos y tipos del
CONDUCTOR, JUEZ, REY, PROFETA Y MUCHO MAS, que había de venir y del que
hablaremos a continuación, de Aquel de quien Isaías profetizo en su “Protoevangelio”:
24
4.- Porque nunca pecó:
“Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas. El no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su
boca” (1ª Pedro 2: 21, 22)
Para mejor comprender esto, la Palabra de Dios, define de una forma muy sencilla y
esquemática, las tres principales formas de tentación que sufre la humanidad y que
desembocan en el pecado:
“Porque todo lo que hay en el mundo-los malos deseos de la carne, la codicia de los
ojos y la soberbia de la vida-, no procede del Padre sino del mundo” (1ª Juan 2: 16).
Así fue en el caso del primer Adán, en quien estaba incluida Eva:
“Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer (malos deseos de la carne),
agradable a los ojos (Codicia de los ojos) y codiciable para alcanzar sabiduría
(Soberbia de la vida), tomó de su fruto y comió. Y también dio a su esposo, que comió
igual que ella” (Génesis 3: 6).
Yo, ahora, invito al amable lector, a que piense en la esencia de todas las tentaciones que
nos asedian a los humanos, y comprobará que siempre están incluidas en algunos de estos
tres aspectos.
Pues bien, si es verdad que todos las experimentamos en alguna forma y que todos caemos
alguna vez en algunas de ellas, afortunadamente, hubo UNO que vino a la tierra como “El
Segundo Adán” para vencer al Maligno, donde el primer Adán había caído y adonde todos
habíamos sido arrastrados con él:
He aquí las tres tentaciones por él sufridas (Mateo 4: 1-11). Que podemos resumir de esta
manera:
1.- De caer ante el apetito:
“Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” (Mateo 4: 3)
2.- De caer ante el orgullo:
“Si eres hijo de Dios, échate abajo…”(Mateo 4: 6).
3.- De caer ante la codicia de los ojos:
“Todo esto te daré si te postras y me adoras”
(Mateo 4: 9).
Es maravilloso saber que las tres veces, él respondió con un “Escrito está”, rechazando
totalmente la tentación. ( Mateo 4: 4, 7, 10).
y en su condición humana, al llegar al Getsemaní, donde debía decidir si escapar a la
muerte por toda la humanidad, o afrontar la terrible prueba, se sometió a la voluntad del
Padre celestial, con estas palabras:
“Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa. Sin embargo, no sea como yo quiero,
sino como quieras tú” (Mateo 26: 39).
Y una segunda vez, repita el mismo ruego:
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“Padre mío, si esta copa no puede pasar de mí sin que yo la beba, hágase tu voluntad”.
(Mateo 26: 42).
Y aún una tercera vez:
“Dejándolos se apartó de nuevo, y oró por tercera vez, repitiendo las mismas
palabras”.
(Mateo 26: 44).
Si Cristo no se hubiera sometido totalmente al Padre y hubiera rechazado el sacrificio que,
por supuesto, él no merecía, habría sido arrebatado por los ángeles para llevarlo de nuevo
ante el Padre y recibir nuevamente la gloria que había, voluntariamente, dejado.
Pero todos nosotros, sin excepción, estaríamos perdidos eternamente, sin Dios y sin
esperanza.
Pero no solo no era “vaso de barro”, sino que era “VASO DE ORO PURISIMO”.
1.- Porque él mismo se compara a un tesoro:
“Además el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en un campo, que un
hombre encuentra…y lleno de gozo va, vende todo lo que tiene y compra aquel
campo.”
(Mateo 13: 44).
“También el reino de los cielos es semejante al mercader, que busca buenas perlas. Y
al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene, y la compra.”
(Mateo 4: 45, 46).
2.- Porque él mismo se identifica como “El reino de los Cielos”:
“Los fariseos preguntaron a Jesús, cuando había de venir el reino de Dios. Y él
respondió: El reino de Dios no vendrá con manifestación exterior. Ni dirán: Aquí está
o allí, porque el reino de Dios está entre vosotros ya”.
(Lucas 17: 20, 21).
3.- Porque él es el gran “YO SOY”, o sea, el Eterno.
“Yo soy el pan de vida” Juan 6: 35
“Yo soy la luz…” Juan 9: 5
“Yo soy la puerta” Juan 10: 7
“Yo soy el buen pastor” Juan 10: 11
“Yo soy la resurrección” Juan 11: 25
“Yo soy el camino…” Juan 14: 6
4.- Porque era y es:
El rey de reyes Apocalipsis 19: 11-16
El sumo Pontífice Hebreos 7: 24-26.
El único Salvador Hechos 4: 12.
El “centro” del A. Testamento: 1ª Pedro 1: 10,11.
El “centro” del N. Testamento: 1ª Juan 1: 1-4.
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Y el “centro de toda la historia humana, que desde entonces, se divide entre las dos grandes
eras.
Dice un comentarista los siguiente:
“Muchos hombres y muchas mujeres que han existido a lo largo de la historia
realizaron cosas maravillosas, cosas que superficialmente son más impresionantes que
las que realizó Jesús de Nazaret. Después de todo, él fue un rabí “no oficial” de una
provincia romana pequeña e insignificante, que murió tempranamente, y dejó
únicamente un puñado de seguidores temerosos y desmoralizados. Por otro lado,
cuando aceptamos quién fue Jesús y qué hizo mientras estuvo aquí , nos damos cuenta
de que nada que ningún otro ser humano ha hecho, es siquiera digno de compararse
con él. De hecho, al fin, sin Jesús y lo que él hizo por nosotros, cualquier cosa que
alguna persona haya hecho en este mundo, en el gran esquema de las cosas, es nada,
porque sin Jesús y su muerte, todo el mundo y todo lo que hay en él llegará a ser
nada”.
(Guía de Estudio de la Biblia, Editorial Safeliz, 2º Trimestre de 2008, pág. 29).
Resumimos diciendo que Israel fue puesto en la tierra para ser el instrumento, en las manos
de Dios para dar al mundo la luz del Dios verdadero y ser así una “cabeza de puente” para
el establecimiento paulatino del Reino de Dios en la tierra.
He aquí las palabras de Moisés, antes de que Israel entrara en Canahán:
“Mirad, os enseñé las normas y preceptos que el Eterno mi Dios me mandó, para que
los cumpláis en la tierra que entráis a poseer. Guardadlos, cumplidlos, porque ésta es
vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante las naciones, que al oir todas estas leyes,
dirán: ¡Que pueblo sabio y entendido, que nación grande es esta!”…Y ¿que otra
nación tan grande tiene normas y preceptos tan justos, como es toda esta ley que hoy
promulgo ante vosotros?”.
(Deuteronomio 4: 5-8).
Por lo tanto, demos a El todos los honores, sumándonos así a los seres celestiales:
“Y miré y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono…Su número era miles de
millares, y diez mil veces diez mil. Y decían a gran voz: El Cordero que fue muerto es
digno de recibir poder y riquezas, sabiduría y fortaleza, honra, gloria y alabanza”.
(Apocalipsis 5: 11,12).
Y una vez, puesto el “broche de oro” al pueblo de Israel, pasamos a otros pueblos de su
entorno:
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SAMARIA.
Samaria, al origen de nuestra historia, es una región natural, al norte de Canaán, y que
desde la llegada de los israelitas a esta tierra forma parte de la tierra de Israel, estando
situada entre las regiones de Galilea y Judea.
Pero a la muerte del rey Salomón, en el año 931 (a. C.), sube al trono su hijo Roboán. (lº
Reyes 11; 43). Y como quiera que Salomón había hecho sufrir al pueblo con impuestos
muy gravosos, se levanta un disidente llamado Jeroboán, que pide a Roboán que disminuya
los impuestos. Roboán no solo no los disminuye, sino que amenazaza con aumentarlos.
Ante esta situación Jeroboán, al frente de 10 tribus, declara la independencia y se separa del
rey y de la capital Jerusalén, formando, al norte, un nuevo reino, que se llamará desde
entonces “Israel”,para distinguirlo de las otras dos tribus del sur, que se llamarán desde
ahora el reino de “Judá”, compuesto esencialmente, por Judá y Benjamín.
Pero Jeroboán no solo promueve una secesión política, sino, y esto es lo más grave,
espiritual y religiosa.
En el libro primero de los Reyes, capítulo 12, a partir del versículo 25, se nos dice que
“reedificó a Siquém” y “habitó en ella”. Esto supuso el establecimiento de una capital
nueva para su nuevo reino. A continuación, hizo 2 becerros de oro para que el pueblo los
adorase, estableciendo con ello una verdadera idolatría. También hizo “santuarios paganos”
y “designó sacerdotes del pueblo que no eran levitas”, con lo cual, introduce un nuevo
culto totalmente ajeno al establecido por Dios. Aun instituyó nuevas festividades…”que
había inventado en su corazón” (1º Reyes 12: 25-33).
Y si hacemos una relación de sus reyes, encontramos que de los 19 que reinaron, 18
“hicieron lo malo” y solo de uno, no se dice nada, porque reinó solo un mes. Pero además
hubo 9 dinastías, por causa de que, sus reyes, casi siempre, subían al trono, matando a su
antecesor.
Pero, como generalmente ocurre, el pueblo no se eleva más que sus dirigentes, y la
corrupción fue generalizada.
Durante doscientos años aproximadamente (Del 931 al 722 a. C.) estas dos naciones
coexisten, pero, generalmente, no conviven, llegando a veces, incluso, a ser enemigas.
Pero en el año 722 (a. C.) el reino de Israel es conquistado por Asiria y deportado en su
gran mayoría, de tal forma que a efectos prácticos, desparece.
Sin embargo, los asirios, dejan en la tierra a algunas personas pobres o ancianas, además de
otras gentes que transportan de diversos lugares, para que la tierra no quede desierta. Desde
entonces esas gentes, medio israelitas, medio paganas, forman el reino de Samaria.
Este reino casi siempre será hostil a los judíos.
Y cuando estos vuelven de su cautividad en Babilonia, y tratan de restaurar las murallas de
Jerusalén, los samaritanos se oponen y organizan toda clase de obstáculos para impedirlo.
Esto motiva que judíos y samaritanos apenas se relacionen y sean casi siempre enemigos
declarados.
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Todo esto se puede leer, con más detalles en los libros históricos de la Biblia, de Esdras y
Nehemías.
Pero, como siempre ocurre, Dios también tiene en Samaria almas escogidas:
LA MUJER SAMARITANA
El relato bíblico nos dice que Jesús, con sus discípulos, llegó hacia la hora del mediodía a
una ciudad de Samaria llamada Sicar y cansado, se sentó junto a un pozo famoso, llamado
“de Jacob”. Mientras sus discípulos iban a la ciudad a comprar alimentos, una mujer
“samaritana”, de una vida “irregular” que había tenido ya “cinco maridos” y que el que
ahora tenía “no era su marido”, vino a sacar agua del pozo. Ante la inesperada petición de
Jesús pidiéndole que sacara agua del pozo y le diera de beber, ella se extraña de que un
judío pida algo a una mujer samaritana y le manifiesta su extrañeza. Pero el Salvador, que
no ha venido a reprocharla sino a salvarla, después de un cruce de palabras, le manifiesta
conocer su vida, con el fin de despertar su interés y conducirla hacia el “agua de la vida”
que él le puede dar y que solamente puede calmar su sed definitivamente. Ante esta
revelación, ella, le pregunta sobre el Mesías que había de venir, a lo que él le dice: “Yo
Soy, el que habla contigo”. Y ante esta sorprendente revelación, ella deja su cántaro y va a
la ciudad y proclama:
“¿Venid a ver a un hombre que me dijo todo cuanto hice! ¿No será el Cristo?.
(Juan 4: 29).
Y muchos de aquellos samaritanos, salieron de la ciudad y vinieron a ver a Jesús… “Y
decían a la mujer: Ya no creemos solo por tu palabra, sino porque nosotros mismos le
hemos oído, y sabemos que en verdad este es el Salvador del mundo”. (Juan 4: 42).
Más adelante, posiblemente en parte, debido a esta semilla, Samaria fue receptiva al
Evangelio. El texto dice que
“…se desató una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos se
dispersaron por Judea y Samaria, excepto los apóstoles…los que fueron esparcidos,
iban por todas partes anunciando la Palabra. Entonces Felipe . descendió a la ciudad
de Samaria y predicaba a Cristo. La gente escuchaba unánime atentamente, lo que
hacía Felipe, porque oían y veían las señales que hacía. Porque los espíritus impuros
salían de muchos…y muchos paralíticos y lisiados eran sanados. Así, había gran
alegría en aquella ciudad”. (Hechos 8: 1-8).
Desde entonces Samaria fue un centro importante de evangelización hacia todo el mundo
greco-romano.
EL BUEN SAMARITANO
Pero, anteriormente, como quiera que aún persistían los prejuicios entre sus seguidores de
Jesús, contra los samaritanos, y más aún, entre sus opositores, y ante la pregunta capciosa
de un doctor de la Ley sobre ¿Quién es mi prójimo?, el Salvador le cuenta una parábola, o
posiblemente, un hecho real:
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“Entonces Jesús respondió: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en
manos de ladrones, que lo despojaron, lo hirieron, y se fueron, dejándolo medio
muerto. Por casualidad un sacerdote descendía por aquel camino, y al verlo, pasó por
el otro lado. De igual modo, un levita llegó cerca de aquel lugar, y al verlo, pasó por el
otro lado. Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, se
compadeció de él. Se acercó, vendó sus heridas, y les echo aceite y vino. Y poniéndolo
sobre su cabalgadura, lo llevó al mesón y lo cuidó. Al partir, el siguiente día, sacó dos
denarios, los dio al mesonero, y le dijo: Cuídalo, y todo lo que gastes de más, te lo
pagaré cuando vuelva. ¿Cual de estos tres te parece que fue un prójimo para el que
cayó en manos de ladrones? El doctor de la Ley respondió: El que tuvo misericordia
de él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tu lo mismo”.
(Lucas 10: 30-37).
¡Que lección para cada uno de nosotros, cuando tenemos prejuicios raciales, nacionales,
regionales o religiosos, olvidando que el verdadero prójimo es el que “usa de misericordia”
o el que necesita esa misma misericordia.
Y ahora, entramos en otro caso:
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FENICIA
Estamos ante un país muy conocido y estudiado en la Historia como tierra de grandes
navegantes, que partiendo de Tiro y Sidón, llegaron a fundar famosas colonias por todo el
Mediterráneo. Una de esas colonias, fue Tarsis, en el sur de la Península Ibérica, nombrada,
incluso por la Biblia, refiriéndose a la destrucción de Tiro, profecía que se cumplió al pie de
la letra:
“Profecía acerca de Tiro. Aullad, naves de Tarsis, porque Tiro es destruida hasta no
quedar casa, ni adonde entrar…(Isaías 23: 1).
Pues bien este país, aunque pagano, tuvo una gran relación amistosa con Israel y algunos de
sus monarcas:
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ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino, se postró ante él y le dijo:
¡Señor, ayúdame!. El le dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los
perrillos. Ella replicó: Sí, Señor. Pero aún los perrillos comen las migajas que caen de
la mesa de los amos. Entonces Jesús respondió: Mujer, ¡grande es tu fe!. Sea hecho
como quieres. Y su hija quedó sana desde esa hora”.
(Mateo 15: 21-28).
¡Que lección de fe y de amplitud de miras para los discípulos, para quienes los extranjeros
eran
“perros inmundos”! Y que lección para todos nosotros, cuando somos xenófobos o
exclusivistas, pensando en una salvación egoísta y orgullosa. Dios tiene almas escogidas en
todas las naciones de la tierra y en todos los ambientes sociales, religiosos y culturales.
Y ahora, de Fenicia, dando un pequeño paso geográfico, entraremos en otra nación muy
relacionada históricamente con Israel:
32
MOAB
El origen de este reino está en un hijo incestuoso de Lot (sobrino de Abrahán), que después
de huir de Sodoma fue embriagado por sus hijas solteras, para poderse acostar con él y
engendrar un hijo cada una. Y el de la mayor se llamó Moab, que fue el padre de los
moabitas y que dio nombre a esta nación. Por lo tanto, los habitantes de Moab eran
parientes lejanos de los hijos de Abrahán, o sea de los hebreos. Estaba este reino situado al
este y sureste del Mar Muerto, y por lo tanto fronterizo con Israel.
Pero como casi todos los pueblos paganos de aquel entorno, eran idólatras groseros, dando
culto a Cemos y a Baalpeor, con ritos obscenos y sacrificios humanos, a veces, ejerciendo
una degradante influencia sobre los países de su entorno, entre ellos, incluso a veces, Israel.
Pero como ya hemos dicho en varias ocasiones, Dios también tenía allí “almas escogidas”,
como la que nos ocupa ahora:
RUT, LA MOABITA
Es tan importante esta historia que ocupa uno de los libros de la Biblia:
En Rut, capítulo 1 nos dice que hubo hambre en la tierra de Israel y un hombre llamado
Elimélec, emigró a tierra de Moab con su esposa Noemí y sus hijos Malón y Chelión. Pero
una vez en Moab murió Elimélec, y pasado el tiempo los hijos se casaron con moabitas.
Una de ellas, se llamaba Orfa y la otra, Rut.
Pero la desgracia se cebó también en los dos hijos de Noemí, de tal manera que murieron y
ella quedó sola con sus dos nueras. Y como también la “crisis” había pasado en Israel,
Noemí decidió volver a su tierra. Durante una parte del camino, fue acompañada por sus
nueras, hasta que ante la insistencia de ella, de que volvieran a su “patria chica”, Orfa
obedeció. Pero, aquí llega lo maravilloso, cuando Rut, respondió a su suegra:
“…No me ruegues que te deje y me aparte de ti; porque donde quieras que tú vayas,
iré yo; y donde quiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios.”
(Rut 1: 16).
Notemos que no se trata solo de un asunto humano y familiar (“Tu pueblo será mi pueblo”),
sino también religioso: (“Y tu Dios mi Dios”).
¿Qué vería esta joven mujer en aquella anciana, que ya nada le podía ofrecer, desde el
punto de vista material?. Si grande es la decisión de Rut, no es menos grande el testimonio
de Noemí.
Como resultado, Rut habitó el resto de sus días en la tierra de Israel y se casó con un
hombre bueno y temeroso de Dios, llamado Booz, siendo así ascendiente nada menos que
del rey David y sobre todo del Rey de Reyes, Jesucristo. La cronología del Salvador que
encontramos en el Evangelio de San Mateo, dice:
33
“Salmón fue padre de Booz…Booz fue padre de Obed y su madre fue Rut. Y Obed fue
padre de Isaí. Isaí fue padre del rey David…y Jacob engendró a José, esposo de
María, de quien nació Jesús, llamado el Cristo” (Mateo 1: 5-16).
Pero antes de seguir con los grandes imperios que tuvieron relación con Israel, nos
tomamos la licencia de hablar de dos grandes naciones de Asia, aunque lejanas en la
distancia y en la historia, del pueblo de Dios:
34
INDIA
Estamos ante un país, que se nos antoja algo lejano, no solo geográficamente, sino en
relación a su cultura, su historia, sus costumbres y religión, tan diferente de nuestro mundo
occidental. Sin embargo, el mundo, se va empequeñeciendo cada vez más a medida que
entramos en la “aldea global” y vemos que el hombres es más o menos, igual en todas
partes, con sus miserias de “barro” y sus capacidades de portar “tesoros” divinos. Por
tanto, hablaremos solo de unos pocos seres humanos que allí fueron portadores de bondad,
justicia y bien hacer:
35
Estaba penetrado de sentimientos religiosos y profesaba una doctrina basada en el amor
universal, que prohibía matar o herir a cualquier criatura.
Exigía sinceridad absoluta y renunciamiento a los bienes materiales, ideales profundamente
arraigados en el alma india.
Uno de sus anhelos era acabar con los sufrimientos de los “intocables”, por parte de la casta
hindú. Obligó a los templos sagrados hindúes a que les abrieran sus puertas, ya que habían
estado excluidos desde hacía siglos, de penetrar por ellas.
Los principios de su doctrina eran: “Fe en Dios, en sí mismo, como instrumento
divino, y en los medios pacíficos para llegar a Dios en la gloria, y alcanzar la felicidad
en la tierra.”
Cuando los ingleses lo encerraron, emprendió un “ayuno hasta la muerte”, que resultó más
eficaz que ninguna otra campaña, por los ecos despertados en el mundo entero.
Cuando uno de sus opositores argumentaba contra Gandhi que “ningún País en la historia
ha podido conquistar su independencia por medios no violentos”, el Mahatma le respondió:
“Escribamos entonces una nueva historia.”
Y Gandhi, la escribió de forma brillante:
El 22 de junio de 1948, el rey de Inglaterra renunció oficialmente al título de emperador de
la India y el 26 de Noviembre de 1949, una India independiente votó su Constitución
republicana.
Pero Gandhi, como tantos otros grandes hombres no pudo ver el fruto de su obra terminada,
ya que murió asesinado por un fanático el 30 de enero de 1948.
Un banquero indio dijo:
“Las puertas del cielo estaban abiertas para él desde hacía tiempo. Pero Gandhi
esperó hasta conseguir que la tierra se pareciera un poco más al paraíso”
36
Pero no se trata solo de vida contemplativa, sino de servicio, ayudando a toda clase de
personas enfermas, ancianas, contagiadas de sida, o desprovistas de casa o de alimento.
Ella fue un testimonio vivo de amor a Jesucristo, por su entrega total a servirle en los “más
pobres entre los pobres”. Defendió la santidad de la vida humana, la familia y la moral.
Luchó por la dignidad de la mujer. Dijo que la mayor pobreza no la encontró en los
arrabales de Calcuta, sino en los países más ricos, cuando falta el amor, en las sociedades
que permiten el aborto. Dijo ella:
“Para mi, las naciones que han legalizado el aborto son las más pobres, le tienen
miedo a un niño no nacido y el niño tiene que morir”.
En 1972, recibió el premio “Fundación Kennedy”, por su obra filantrópica y humana a
favor de la India.
En 1979, recibió el premio Nóbel de la paz, cuya cantidad, donó íntegramente a obras
benéficas entre los “pobres” del cuerpo, y del alma.
Aunque puede que tengamos credos diferentes, en cuanto a doctrinas cristianas, no cabe
duda que su amor por los más necesitados, es un referente válido para todos nosotros.
Ella dijo:
“Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero ¿Lo
predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo
que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en
nosotros.”
Y en otra ocasión:
“La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis, sino más bien el
sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de
amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la
calle, asaltado por la explotación, pobreza y enfermedad.”
Y todavía:
“En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que
hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este
amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño.”
Pero pasemos ahora, al mayor país de la tierra en cuanto a población humana, donde
también encontraremos “vasos de barro” con el “tesoro de Dios”:
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CHINA
Estamos ante el mayor país de la tierra, en cuanto a población, de tal manera que se piensa
que es la gran potencia del futuro. Aunque esto está por ver.
También es uno de los pueblos más antiguos del mundo.
Durante milenios ha estado en un estado de “atraso” relativo en comparación con otras
potencias y civilizaciones, aunque con distintas etapas, como ocurre siempre en la historia.
Sin embargo se le atribuye la invención de la brújula, que parece ser que Marco Polo trajo a
Europa. Y no falta quien piensa que fueron los inventores del papel, de la tinta y hasta de la
imprenta, muchos siglos antes que los europeos.
Pero lo que más nos interesa, para este estudio, es su posición religiosa.
Hoy día, conviven en China cinco grandes religiones:
El Budismo, con 150 a 250 millones de seguidores.
El Taoísmo, con 30 a 150 millones.
El Islamismo, con 48 millones, aproximadamente.
El Cristianismo, con 5 o 6 millones.
Y el Lamaísmo, con 2 millones y medio, aproximadamente.
Pero, hablando del cristianismo, este ha tenido diversas alternancias, desde que los
primeros cristianos trataran de llevarlo a China.
Una de esas alternancias, fue durante la revolución comunista, implantada en 1949 de
nuestra era. El comunismo, ateo por antonomasia, relegó el cristianismo a su mínima
expresión, deportando o deteniendo a los misioneros extranjeros y persiguiendo a los
cristianos nacionales.
Afortunadamente, hoy las cosas han empezado a cambiar, habiendo una mayor apertura y
libertad parcial religiosa, lo que está permitiendo un resurgir del evangelio en ese vasto
país.
Solo Dios sabe lo que nos espera en el futuro en ese sentido.
Sin embargo, China, como todo pueblo, ha tenido sus “vasos de barro”, capaces de portar
“el tesoro de Dios” total o parcialmente, conforme a la luz que estos seres han tenido la
oportunidad de conocer. Y uno de ellos es:
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clave de los secretos del Universo. Pero fue reconocido multitudinariamente como maestro
y proclamado “Gran Perfección”, “Sabio Definitivo” y “Primer Maestro”.
Fue el primer hombre, en China, en dedicar su vida entera a la enseñanza y en atender a la
formación integral del individuo.
Autodidacta, llegó a ser considerado el hombre más culto de su época.
Se le atribuye la autoría de “Ch·un Ch·iu” (Anales de Primavera y Otoño), primer intento de
una historia china sistemática, libre de mitos y leyendas. Pero esta obra no era solo historia.
Contenía juicios morales que habían de servir de norma de gobierno en China durante 2000
años.
Se preocupaba ante todo del hombre. Enseñó literatura, ética, lealtad, fidelidad, piedad
filial, respeto fraternal, rectitud, paz, seriedad, liberalidad, veracidad, diligencia y
generosidad, autodominio y decencia.
Decía:
“No hagas a los demás lo que no quieras que los demás hagan contigo”.
Para él, “un buen gobernante es el que considera a su país como una familia y los
súbditos como a sus hijos. Reina por ejemplo moral más que por la fuerza”.
También decía que el buen gobernante, “eleva a los hombres capaces a puestos de
responsabilidad sin mirar su origen o estado social”.
Este último principio condujo a la implantación del sistema de exámenes, abierto a todos
para el desempeño de los servicios públicos, sistema que rigió en China desde el siglo VII
hasta el XIX (d. C.) y fue adoptado, en parte, por Francia, Inglaterra y EE. UU.
Otras de sus frases célebres eran estas:
“Adonde quiera que vayas, ve de todo corazón”. “La mayor falta es tener faltas y no
tratar de enmendarlas”. “No te creas tan grande que te parezcan los demás
pequeños.”
Y ahora, después de estos dos gigantes, India y China, pasaremos a otros grandes imperios,
que han tenido relación con el pueblo de Israel y por lo tanto, con las profecías bíblicas,
hasta ser, a veces, sin saberlo, instrumentos en las manos de Dios para el cumplimiento del
Plan de la Salvación.
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SIRIA
Desde los primeros tiempos de Israel en Canaán, aparece Siria, al Noreste, como una gran
nación, que conforme a la costumbre de casi toda la historia, trata de invadir a otros
pueblos más pequeños y menos poderosos, con incursiones frecuentes, con rapiña y
cautividad de personas para convertirlas en esclavas.
Es así, como entra en escena una muchachita indefensa, extranjera y cautiva.
NAAMÁN
El relato bíblico nos enseña que Naamán, accede a visitar al profeta Eliseo, en Samaria. Y
que este le dice que se sumerja 7 veces en el río Jordán. Después de una serie de avatares,
que omitimos por razones de brevedad, por fin Naamán, accede, a regañadientes, a
sumergirse 7 veces en el río Jordán, como el profeta Eliseo le ha “prescrito”, como un acto
de fe y de humildad, y queda limpio de la lepra. Y ahora viene lo más interesante. Aquel
hombre “grande” e “importante”, reconoce al Dios verdadero:
“Naamán volvió al varón de Dios. con toda su comitiva. Se paró ante él y dijo: Ahora
conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel…” (2ª Reyes 5: 15)
Pocas palabras, pero solo Dios sabe cuanta influencia pudo ejercer este hombre en su patria,
para extender el conocimiento del verdadero Dios.
A continuación este general expresa de manera asombrosa su idea del culto verdadero al
único Dios verdadero. Nos dice el texto:
“…Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrenda a otro
Dios, sino al Eterno. Pero que solo esto el Eterno me perdone: Que cuando mi señor
(El rey) entre en el templo de Rimón para adorar y él se apoye sobre mi mano, que me
perdone, si yo también me inclino, que el Eterno perdone a tu siervo”
(2º Reyes 5: 17, 18).
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He aquí una conciencia purificada y “matizando” sabiamente hasta extremos, que bien
pueden ser ejemplo para muchos creyentes nominales.
Otra cita de la ya citada autora americana:
“En todos los países hay ahora personas sinceras de corazón, sobre las cuales brilla la
luz del cielo. Si perseveran con fidelidad en lo que comprenden como deber suyo,
recibirán más luz, hasta que, como Naamán antiguamente, se verán constreñidas a
reconocer que “no hay Dios en toda la tierra” excepto el Dios vivo, el Creador”.
(E. G. White.-PROFETAS Y REYES, Pag. 189).
Y ahora tenemos que pasar a la Era Cristiana, para ver, también en Siria, otros “vasos de
barro” portadores del “tesoro divino” en una u otra medida:
BERNABE Y SAULO
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos dice que Antioquía de Siria, fue desde el
principio de las misiones un centro importantísimo de evangelización.
Una vez más, Dios, el Dios de las cosas “grandes”, con medios “pequeños” y aún adversos,
se valió de una persecución para llevar allí el Evangelio de Jesucristo:
“Los que habían sido esparcidos por la persecución…anduvieron hasta Fenicia,
Chipre y Antioquia…hablaron a los griegos (gentiles) y les anunciaron el evangelio del
Señor Jesús. La mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió
al Señor…entonces Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo. Cuando lo encontró lo llevó
a Antioquia”.
(Hechos 11: 19-25).
Y más adelante:
“Había entonces en la iglesia de Antioquia, profetas y maestros; Bernabé…y Saulo.
Un día mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los he llamado. Entonces
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos, y los enviaron” (Hechos 13: 1-3).
Por lo tanto Antioquia, (De Siria) se convirtió en una plataforma o “cabeza de puente” del
Evangelio. Y también creo que casi todo el mundo sabe, más o menos, la obra ingente que
estos hombres y especialmente Saulo, luego llamado Pablo, hicieron a continuación,
llevando el evangelio de Cristo a casi todo el mundo entonces conocido.
Ojala que hoy surjan también hombres y mujeres de este “calibre” para evangelizar a un
mundo que se aleja del Salvador y de las verdades hermosas del cristianismo.
Pero, mientras tanto, de Siria, pasemos a Asiria, que no es lo mismo.
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ASIRIA
Asiria es parte de un gran y antiguo imperio que nace y se desarrolla entre los ríos Eufrates
y Tigris. Unidas a veces, y separadas otras, conviven y pelean, estas dos grandes potencias
que son Asiria y Caldea, conocida también por Babilonia, debido a esta ciudad estado.
Pero centrándonos en Asiria, que es la que nos ocupa ahora, en ella también encontramos
algunos, aunque pocos, “vasos de barro”, capaces de llevar el “tesoro de Dios”.
A partir del siglo XIII (a. C.), Asiria, y con ella, su capital Nínive, alcanza un gran
esplendor. Documentos antiguos del siglo I (a. C.) describen a Nínive como un rectángulo
alargado de 150 x 90 estadios, con un perímetro de 480 estadios (Cerca de 100 kilómetros).
Se trataba de una ciudad muy grande para sus tiempo. Las ruinas actuales tienen un
perímetro de 12 kilómetros, encerrando una superficie de 664 hectáreas. Esto coincide con
el relato bíblico, donde se dice que era “una ciudad de 3 días de camino” (Jonás 3: 3).
Pero, como siempre, la prosperidad, trae orgullo y pecado en diversas formas.
Se dice que Nínive era “la ciudad de la gloria y la violencia”. Una ciudad de crimen y
maldad.
Y es así que Dios tiene que enviar a sus mensajeros, para llamarles al arrepentimiento
JONAS
Este libro, está atribuido al mismo Jonás como su autor, alrededor del año 790 (a. C.).
Empieza el mismo, con una misión divina, a él encomendada:
“Vino palabra del Eterno a Jonás, hijo de Amitai, que le dijo: Levántate, ve a Nínive,
a esa gran ciudad, y pregona contra ella, porque su maldad ha subido ante mí” (Jonás
1: 1, 2)
A continuación, el relato dice, y muchos lo conocen, que Jonás, huyó de la presencia de
Dios, embarcándose en una nave que iba a Tarsis. Que en el camino hubo una gran
tormenta y los marinos , supersticiosos, lo achacaron a Jonás, arrojándolo al mar. Pero
después de una serie de avatares, Jonás volvió a encontrase en tierra, y de nuevo, le llegó el
mandato divino:
“Entonces por segunda vez vino palabra de Eterno a Jonás, que le dijo: Levántate, ve
a Nínive, a esa gran ciudad, y publica en ella el pregón que te diré” (Jonás 3: 1, 2).
“Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la orden del Eterno…Jonás entró en la
ciudad, y caminó un día pregonando: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”
(Jonás 3: 3, 4).
Y es que aunque poco se nos dice de esta ciudad, unas palabras del profeta Nahum,
hablando de ella, son suficientes para darnos una idea de su estado moral:
“¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, que nunca suelta la
presa!” (Nahum 3: 1)
42
Pero veamos un reacción muy excepcional y muy sorprendente por parte del rey y del
pueblo:
EL REY DE NINIVE
No sabemos que rey era el que estaba en el trono en ese momento. La Palabra de Dios no lo
especifica. Posiblemente era Adad-nirari III, que reinó entre 810 y 782 (a. C.).
Pero lo principal es que ocurrió el milagro: “Y los hombres de Nínive creyeron a Dios,
proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor, La noticia
llegó hasta el rey de Nínive, Y él se levantó de su trono, se quitó sus vestido, se cubrió
de cilicio y se sentó sobre ceniza. Mandó anunciar en Nínive: Por orden del rey y de
sus grandes: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna, no se les de
alimento ni beban agua. Sino cúbranse de cilicio todos los hombres y clamen a Dios
con toda su fuerza, y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en
sus manos. Tal vez Dios se arrepienta y desista del furor de su enojo, y no
perezcamos” (Jonás 3: 5-9)
Y cuando los hombres se arrepienten de corazón, Dios también “se arrepiente” de las
consecuencias anunciadas y cambia el curso de los acontecimientos.
Posiblemente fue esta la causa de que se produjo una verdadera revolución religiosa:
SALMANASAR V (727-722)
Y digo triste memoria, porque tuvo que ser el instrumento divino para “castigar” la maldad
del reino del norte o reino de Israel.
En efecto, en el año 722 (a. C.), los asirios invadieron este reino y llevaron cautivas a las 10
tribus que lo constituían, haciéndolas desaparecer prácticamente del escenario de la historia
hasta el día de hoy.
Y ahora, pasamos a la otra mitad del Imperio Asirio Caldeo, o sea a la llamada Babilonia, al
sur de Asiria:
43
BABILONIA
(HEGEMONÍA MUNDIAL: 605-539 a. C.)
De acuerdo con el relato bíblico, Babilonia, igual que Nínive, tiene su origen en Nimrod,
descendiente de Cam:
“Cus fue padre de Nimrod, el primero que llegó a ser poderoso en la tierra…los
primeros centros de su reino fueron: Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.
De esa tierra salió para Asiria y edificó a Nínive, Rehobot y Cala” (Génesis 10: 8-11)
No obstante, Babilonia es solo la capital del gran imperio de Asiria Caldea y en otras
ocasiones, solo de Caldea.
Pero, para el objeto de esta obra, hablaremos de Babilonia, como sede y representación de
todo el estado, a partir del 2º imperio o “Neobabilonismo”, inaugurado por Nabopolasar
(626-605 a. C.). y cuya hegemonía mundial va del 605 al 539 (a. C.)
En el año 605 (a. C.) sube al trono Nabucodonosor II, y con él, Babilonia alcanza su
máximo esplendor.
Sería interminable relatar las maravillas que los historiadores antiguos nos cuentan de esta
gran ciudad.
Dice Javier Gómez Espelosín, profesor titular de historia antigua de la universidad de
Alcalá de Henares:
“Emplazada a orillas del río Eúfrates, en el corazón de Mesopotamia, la fama de las
murallas, jardines, templos y palacios de la ciudad de Nabucodonosor traspasó los
límites de su tiempo hasta convertirse en una leyenda que no ha perdido un ápice de
su capacidad de fascinación”.
Continúa diciendo dicho profesor que esta ciudad abarcaba un recinto de 16 kilómetros
cuadrados y pudo haber contado con cerca de medio millón de habitantes. Se hallaba
rodeada por un doble recinto amurallado, jalonado por unas 200 torres, que la hacían,
aparentemente, inexpugnable. Además de esto, tenía hermosísimos palacios, grandes
avenidas, jardines colgantes, y enorme cantidad de oro y otros metales preciosos. Era,
sencillamente, “La reina del mundo”.
Pero como siempre ocurre, la riqueza no les hizo más sensatos ni humildes, sino todo lo
contrario.
Atribuyeron todo su poder a los dioses paganos y a la bondad de los babilonios, cayendo en
una idolatría degradante. Contaban con más de mil santuarios, 35 templos consagrados a las
grandes divinidades y 955 capillas, con 180 altares dedicados a la diosa Ishtar. Había
también rituales en el templo de Ishtar, donde se practicaban ceremonias sexuales, como la
prostitución sagrada. Se subastaban las mujeres para el matrimonio, subvencionando a los
maridos de las menos agraciadas, con el importe obtenido por la venta de las más bellas.
Además de esto, Nabucodonosor emprendió diversas campañas de conquista sobre Siria,
Fenicia e Israel, convirtiéndose para el pueblo de Dios en un “martillo” de corrección,
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según le llama la Escritura y convirtiendo a Israel en un “mensajero” para Babilonia y el
mundo.
Veámoslo, en sus diversos vasos de barro:
JEREMIAS
Ante las continuas rebeliones de Judá (el reino del sur), Dios habla al pueblo por medio de
Jeremías:
“Voy a reunir a todas las tribus del norte-dice el Eterno-, y a Nabucodonosor rey de
Babilonia, mi siervo…Y toda esta tierra quedará desolada, en espanto. Y estas
naciones servirán al rey de Babilonia setenta años. Y cuando se cumplan los setenta
años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su maldad-dice el Eterno- y a la
tierra de los caldeos; y la convertiré en desierto para siempre.” (Jeremías 25: 9-12)
En efecto, no tardó en cumplirse la profecía de Jeremías:
En el año 605 (a. C.) hay una primera invasión, con la captura de rehenes, entre los cuales
están Daniel y sus compañeros. (2º Reyes 24: 1-4) y (Daniel 1: 1-7).
En el año 597 (a. C.), hay una segunda invasión y más rehenes (2º Reyes 24: 10-17)
Y en el año 586 (a. C.) una tercera y mayor invasión, con la destrucción del templo de
Jerusalén y prácticamente de todo el reino de Judá.
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NABUZARADAN
“El capitán de la guardia dijo a Jeremías: El Eterno tu Dios, anunció este mal contra
este lugar…Esto sucedió porque pecasteis contra el Eterno y no le obedecisteis. Ahora
te solté de las cadenas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a
Babilonia,ven…
pero si no te parece bien…déjalo.”
(Jeremías 40: 1-5).
Y Jeremías se quedó en Israel, donde fue una bendición para los pocos que quedaron y
también para los exiliados que recibieron mensajes de aliento mediante este profeta.
Pero a fin de seguir la obra de Dios en el corazón de Nabucodonosor, veamos ahora la
actuación de algunos cautivos:
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hábitos, insignias de la nobleza con que la naturaleza honra a los que obedecen sus
leyes”.
(E. G. White.- PROFETAS Y REYES, Pag. 356).
Y pronto hubo ocasión de demostrar esto:
El capítulo 2 de este libro de Daniel, nos dice que el rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que
le perturbó y del que nada podía recordar a la mañana. Y como quiera que este monarca
absolutista, ante la incapacidad de los sabios para mostrarle el sueño, mandase matar a
todos los “magos” de Babilonia, Daniel, después de orar con sus compañeros, fue capaz de
revelarle al rey, no solo lo que había soñado, sino también su significado.
Esto, lo podemos encontrar en todo el capítulo 2 de este libro de Daniel, cuya lectura
recomendamos encarecidamente, por su belleza y su exacto cumplimiento, a través de la
historia.
Y una vez que Dios revela a Daniel el sueño que el rey había tenido y su significado, el
profeta no se atribuye en absoluto la “sabiduría” sino que glorifica al Dios que se la ha
otorgado:
“Dijo Daniel: “Alabado sea el Nombre de Dios por los siglos de los siglos; porque de él
son el poder y la sabiduría. El cambia los tiempos y la épocas, quita reyes y pone
reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los entendidos. Revela lo profundo y lo
escondido, conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él. A ti, oh Dios de mis
padres te agradezco y alabo, porque me diste sabiduría y fortaleza, y me revelaste lo
que te pedimos, y nos diste a conocer el asunto del rey” (Daniel 2: 20-23).
El hecho es que el rey, al final de la explicación, no tiene más remedio que aceptar la
superioridad del Dios de los hebreos sobre los otros “dioses” de Babilonia:
“ Y el rey dijo a Daniel: Realmente vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de los reyes,
que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio” (Daniel 2: 47)
Pero ahora cambia la escena. El punto focal va dirigido hacia los amigos de Daniel:
47
“Entonces Nabucodonosor exclamó: ¡Alabada sea el Dios de Sadrac, Mesac y
Abebnego que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él…por lo tanto
decreto, que toda persona de cualquier pueblo nación o lengua, que hable contra el
Dios de Sadrac, Mesac y Abebnego, sea descuartizado y su casa sea destruida. Por
cuanto no hay dios que pueda libar como él” (Daniel 3: 28, 29).
He aquí lo que dice litada autora E. White:
“Las nuevas de su liberación admirable fueron transmitidas a muchos países por los
representantes de las diferentes naciones que Nabucodonosor había invitado a la
dedicación. Mediante la fidelidad de sus hijos, Dios fue glorificado en toda la tierra”.
(E. White, “Profetas y Reyes” 375, 376).
Pero aún el rey no estaba totalmente convertido. Y Dios que tiene paciencia y que no quiere
que nadie se pierda, aún permitiría otra prueba para acabar de doblegar su orgullo y
conducirlo a la salvación:
En el capítulo 4 de este mismo libro de Daniel se relata que el rey tiene un sueño extraño,
consistente en un gran árbol que “gobernaba” toda la tierra y que es cortado bruscamente.
Llamado de nuevo Daniel le dice que ese árbol representa al monarca enorgullecido y que
va a sufrir una enfermedad mental temporalmente, que lo incapacitará para el trono. A
pesar de ello, el rey no se humilla, sino que se auto-alaba una vez más. Al fin se cumple el
sueño y Nabucodonosor sufre la incapacidad durante siete años, al final de los cuales, es
restaurado en su juicio, en su trono y en el Señor, con un reconocimiento total y conversión
verdadera. Y he aquí su confesión:
“Al fin del tiempo, yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue
devuelto. Entonces alabé al altísimo. Honré y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo
dominio es dominio eterno, y su reino por todas las generaciones.” (Daniel 4: 34).
Pero volvamos al sueño del rey, interpretado por Daniel. El rey había visto una gran
estatua, cuya cabeza era de oro, el pecho y brazos de plata, el vientre de metal, las piernas
de hierro y los pies de hierro y barro.
El profeta le había dicho que la cabeza de oro representaba a Babilonia y que los metales
sucesivos, representaban otros imperios que vendrían después. Que los pies de hierro y
barro, significaban que el cuarto reino sería dividido en varios reinos, con fortaleza de
hierro y debilidad de barro, y que aunque tratarían de unirse, no lo conseguirían, como el
hierro y el barro no se pueden unir.
Y siguiendo esquemáticamente la historia real de este imperio, Nabucodonosor fue
sustituido por Evil Merodac, cuyo reinado es del 562 al 560; Neriglisar, del 560 al 556;
Labasi Marduk, en solo 556: Nabonido, del 556 al 539; y Belsasar (Corregente del 553 al
539).
En efecto, la cabeza de oro, Babilonia, fue sustituida en el año 539 (a. C.), por un nuevo
imperio mundial: Medo Persia, que será el objeto de nuestro próximo capítulo:
48
MEDO PERSIA
(HEGEMONIA MUNDIAL: 539-331 a. C.)
49
todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel. Porque él es el Dios
viviente y permanente por todos los siglos. Su reino no será destruido y su dominio
nunca tendrá fin…” (Daniel 6: 25-26)
50
Y gracias a esta disposición real, regresaron 49.697 judíos, dirigidos por Zorobabel
(Esdras, 2: 1-65).
Pero, pronto, apareció la oposición por parte de los enemigos de Israel, que habitaban en
Samaria y la obra sufrió diversos retrasos. Pero el Dios de los recursos, tenía preparado a
otro hombre, como “vaso de barro” que se convertiría en instrumento, para la obra de Dios:
51
Parece ser que su verdadero nombre es Zaratustra, al que los griegos llamaron Zoroastro.
No está clara la fecha de su nacimiento. Se la sitúa entre el siglo 10º y el 7º o 6º a. C.
Como Amenhotep IV, en Egipto, hacia 1360 (a. C.), y como Adad Nirari III, hacia el 800
(a. C)., este filósofo persa, que no es rey como los anteriores, también proclamó un cierto
monoteísmo, en contra del politeísmo existente.
Para él, solo había un Dios alto, llamado en persa, Ahura Mazda, el cual era el Creador del
Universo y manantial de todos los beneficios que recibe el hombre.
Según este “sabio” los hombres debían practicar la liberalidad, la veracidad, la fidelidad, la
castidad y el trabajo de la tierra. Consideraba sagradas las fuentes de la Naturaleza, como
la tierra, el agua y el fuego.
Este hombre no tenía todo el conocimiento del Dios verdadero, como se supone que debían
tener los hebreos, pero no cabe duda que fue un “adelantado” en su tiempo, y por lo tanto
un “vaso de barro”, que preparaba el camino para una luz mayor, derivada del “tesoro de
Dios”.
Y ¿quién sabe si las enseñanzas de este hombre pudieron influir en el pensamiento de los
“magos de oriente”?. Hablemos brevemente de ellos:
52
se dirigieron a las Escrituras hebreas. En su propia tierra , se conservaban escritos
proféticos que predecían la llegada de un maestro divino…”
(E. White.- El Deseado de Todas las Gentes, pág. 41).
Y un poco más adelante, en otro párrafo, dice:
“Los magos no eran idólatras, y a la vista de Dios, ocupaban una posición mucho más
elevada que aquellos que profesaban adorarle; y sin embargo, los judíos los
consideraban paganos…” (Idem, pág. 43).
Pero también Persia pasaría, según el esquema dado a Nabucodonosor, en el famoso sueño
de la estatua, en que este imperio estaba representado por el pecho y brazos de plata (Daniel
2: 32). Por lo tanto, “un tercer reino”, representado por el “vientre de bronce”, sustituiría al
imperio medo persa en la hegemonía mundial. (Daniel 2: 32 Y 39). Y este reino, no fue
otro que Grecia. Entraremos, pues, ahora en Grecia y con ello, en Europa.
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GRECIA
(HEGEMONIA MUNDIAL: 331-168 a. C.)
Si de cualquiera de estos imperios, habría tema suficiente para escribir uno y varios libros,
sin agotar el tema, lo mismo, o más si cabe, podríamos decir de Grecia, ese pequeño estado,
geográficamente hablando, pero “inmenso”, si nos referimos a su historia, a su cultura y a
su influencia sobre toda Europa y el mundo occidental. Pero no vamos a hacerlo, pues no
es el fin de este tratado.
Nos vamos a ceñir a hablar de ciertas vidas que han contribuido, en mayor o menor grado a
“llevar” en sus seres algo de los “tesoros divinos”, para bien de la verdad, y por lo tanto,
para el bien de la humanidad.
La historia de Grecia, es, como casi todas las historias ya comentadas, amplísima y
antiquísima, abarcando diversas y variadas etapas. Se podría hablar de una “cultura” egea,
minoica, pasando por colonizaciones, por “republica aristocrática”, por el “estado militar”
de Esparta, o por la democracia (Relativa) de Atenas, etc. y sobre todo, por la época del
esplendor filosófico, que tanto ha influido en el mundo, hasta nuestros días.
54
“Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía al ver la ciudad llena
de ídolos”. (Hechos 17: 16).
Es así, que cuando hacemos un estudio histórico de los diversos filósofos y sus diferentes
escuelas, comprobamos que cada nuevo representante de esta disciplina, pretende haber
alcanzado el total de la sabiduría o, al menos, una etapa superior, que pronto es superada
por el siguiente.
No obstante, como ya hemos dicho, hubo maravillosos filósofos, que, dentro de la luz de
que disponían, y aunque no conocieran la “verdad revelada”, llegaron a cuotas muy altas de
grandeza humana. Solo hablaremos de unos pocos, como muestra:
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SOCRATES (469-399 a. C.)
Este hombre, enseñaba a los hombres que cada cual tiene en el mundo una tarea que
cumplir y la más elevada es la de buscar la verdad, la justicia y la bondad. Que hay que
escuchar la voz de la conciencia, que nos advierte cuando obramos mal. Al contrario de los
sofistas, él estaba convencido de que existía una ley eterna válida para cada hombre, que
nadie puede transgredirla impunemente. También decía que quien hace el mal, solo se
perjudica a sí mismo.
Finalmente, creo que todos hemos leído u oído de cómo este hombre “fuera de serie” murió
de una manera digna, sin inmutarse, ante una sentencia injusta, diciendo: “Ha llegado el
momento de partir, yo para morir y vosotros para vivir. Pero solo Dios sabe quien de
nosotros se encamina hacia un destino mejor”.
(Iden pág. 231).
Y dejando a los filósofos, hablemos ahora de un rey y militar, cuya fama ha transcendido a
todos los países y a todos los tiempos:
Se trata de un hombre, que sin ser un creyente a nuestra manera, ni un filósofo reconocido,
ha influido notablemente en la historia de la salvación y en la historia d e la humanidad, en
general:
56
Pero no solo hubo una “Alejandría”, sino 13, con este mismo nombre, lo que demuestra su
afán por extender la cultura griega por el mundo.
Y aun, hay otro gran factor posiblemente de mayor importancia para la obra de Dios. Y es
la extensión de la lengua griega, que pronto fue lengua universal en gran parte de Asia y de
Europa y gracias a lo cual, hubo un idioma común para la predicación del Evangelio de
Jesucristo, que fue enseñado en esta lengua durante los primeros tiempos del Cristianismo,
escribiéndose en ella, incluso, todo el Nuevo Testamento.
Y es en las muchas provincias y ciudades griegas, que el gran San Pablo y otros, predicaron
el Evangelio, pero esta queda para un capítulo posterior.
Pero, ahora, tenemos que pasar al cuarto imperio, representado por las piernas de hierro de
la estatua de Nabucodonosor, o sea, al Imperio Romano:
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ROMA
(HEGEMONIA MUNDIAL: 168 a. C. – 476 d. C.)
Necesario es que volvamos a considerar esa extraordinaria profecía bíblica, explicada por el
profeta Daniel al rey Nabucodonosor, en el capítulo 2 del libro llamado, precisamente de
Daniel.
Recordemos que el rey vio en sueños una enorme estatua, cuya cabeza era de oro puro, el
pecho y brazos de plata, el vientre y muslos de bronce o metal, (Según la traducción), las
piernas de hierro, y los pies de hierro y barro.
Que cuando el monarca estaba contemplando esta imagen, vio caer del cielo una gran
piedra que hirió a la estatua en sus pies y los desmenuzó, desmenuzando también todos los
demás metales, hasta convertirlos en polvo de la era, en verano.
Y que finalmente, esa piedra creció hasta convertirse en un gran monte que cubrió toda la
tierra.
Recordemos también que el profeta le dijo al rey que la cabeza significaba el reino de
Babilonia, en su esplendor, en días de Nabucodonosor; que el pecho representaba un
segundo reino; que el vientre, significaba un tercero; y que las piernas de hierro, serían un
cuarto reino, fuerte como el hierro. Y que los pies de hierro y barro, indicaban que el cuarto
reino se dividiría en varios reinos, con la fortaleza del hierro y la fragilidad del barro, y que
aunque tratarían de volverse a unir, no lo conseguirían.
Y que finalmente, la piedra, representaba un reino que Dios mismo levantaría, acabando
con todos los reinos de la tierra, y estableciéndose él para siempre.
Ya hemos hablado de la cabeza de oro, o Babilonia.
También lo hemos hecho del pecho de plata, o Medo Persia.
Y también, hemos comentado algo sobre el vientre de metal, o Grecia.
Nos queda, pues, ahora, hablar de ese cuarto reino de hierro, que no puede ser otro, según la
sucesión hegemónica histórica, que Roma.
Si de Grecia, habría material suficiente para llenar este y varios libros más, lo mismo
podríamos decir de Roma.
El más grande imperio en extensión, del mundo antiguo, ha sido, junto con Grecia, la cuna
de la civilización occidental, legándonos, en parte, la ciencia, la lengua, el derecho, el arte,
la religión,
Y tantas cosas, que somos, en parte, romanos en una grandísima medida.
Pero como siempre, en este tratado, hablaremos, sobre todo de su relación con el Dios
verdadero, a través de sus “vasos de barro” y de los “tesoros divinos”, por ellos
transportados.
FILOSOFIA ROMANA
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No es de comparar con la filosofía griega, pero tampoco es inexistente.
Roma ha dado también “grandes filósofos”, como por ejemplo:
59
Y Augusto es, sin saberlo, el instrumento para ese cumplimiento.
Pero pasemos a otro romano eminente:
EL CENTURION CORNELIO
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“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía la
Italiana, piadoso, que veneraba a Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al
pueblo, y oraba a Dios siempre.” (Hechos 10: 1, 2).
El relato continúa diciendo que el Señor envió una visión al apóstol Pedro, para que fuera a
su casa a evangelizarle. Después de algunos pormenores, que omitimos, el apóstol Pedro va
a la casa de Cornelio y vemos como este reacciona, ante la Buena Nueva, junto con los
suyos:
“Mientras Pedro estaba aún hablando estas palabras, el Espíritu Santo descendió
sobre todos los que oían el sermón…Entonces Pedro respondió: ¿Puede alguno negar
el agua para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo igual que
nosotros? Y mandó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesús…” (Hechos
10: 44-48).
61
una “vía” útil, mediante sus “vías” o calzadas y mediante sus soldados, que esparcidos por
todo el imperio, llevarían las “buenas nuevas” al mundo conocido.
En efecto en los días del Imperio Romano había una red de carreteras de cerca de 80.000
km. que abarcaban prácticamente todo el imperio.
Por ejemplo, la Vía Apia fue la primera gran carretera romana. Fue iniciada en el año 313 a.
C. y unía Roma con Capua, llegando, posteriormente, hasta Brundisium (Brindisi),
alcanzando los 575 km. de longitud. Y en la época de mayor esplendor, la capital romana
era el punto de partida de unas 30 carreteras, que irradiaban hasta las provincias más
distantes.
Indudablemente, todo esto, junto con una red también de puentes, acueductos y otras
estructuras, y todo ello, unido a la “Pax Romana”, que duró siglos, debió facilitar
enormemente el desplazamiento de misioneros y creyentes y con ello, la difusión del
Evangelio.
No es extraño que el gran apóstol Pablo, dijera:
“…Este es el evangelio que habéis oído, que es predicado a toda criatura que está
debajo del cielo, del cual yo, Pablo, fui hecho ministro”.
(Colosenses 1: 23).
(Para comprender esta expresión del apóstol, entendamos que el mundo conocido era
prácticamente el del Imperio Romano).
Como resumen a esta sucesión de imperios universales, citamos otra vez a la autora E.
White:
“A cada nación que subió al escenario de acción, se le permitió ocupar su lugar en la
tierra, para que pudiese determinarse si iba a cumplir los propósitos del Vigilante y
Santo. La profecía describió el nacimiento y el progreso de los grandes imperios
mundiales: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. Con cada uno de ellos, como con
las naciones de menos potencia, la historia se repitió. Cada uno tuvo su plazo de
prueba; cada uno fracasó, su gloria se desvaneció y desapareció su poder”.
(E. G. White.- PROFETAS Y REYES, pág. 392).
Pero no termina aquí la sucesión de reinos, representados por el sueño del rey de Babilonia.
Según el relato bíblico, las piernas de hierro (Roma) serían sustituidas por los pies de hierro
y barro, mezclados, pero inestables e incapaces de unirse, como el hierro es imposible que
se pegue con el barro. Y según la explicación del profeta, esto significaba que este cuarto
reino sería dividido en una serie de reinos, que tratarían en vano de unirse de nuevo, sin
conseguirlo.
Si interpretamos esto a la luz de la historia, tenemos que admitir que esa división, no es otra
que el conjunto de naciones resultantes del antiguo imperio romano. Veamos, pues, lo que
hay hoy, en esas condiciones.
Para comprender mejor lo que vamos a considerar a continuación, es necesario que
hablemos primero de lo que era el Imperio Romano.
62
Estaba compuesto este imperio de provincias imperiales, senatoriales, y colonias, como
posibles futuras provincias, repartidas por Europa, Asia y Norte de Africa.
Las principales de ellas, en Europa, adonde vamos a entrar a continuación, eran Lusitania,
Hispania, Galias, Italia, Britania, Hibernia, Iliria, Dacia, Tracia, Macedonia, Dalmacia y
parte de Germania.
Pero, volviendo a la profecía de la estatua de Daniel, capítulo dos, recordemos las palabras
que siguen:
“Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de arcilla de alfarero y en parte de
hierro, el reino será dividido. Sin embargo, tendrá algo de la fortaleza del hierro, tal
como viste el hierro mezclado con la arcilla. Y por ser los dedos de los pies en parte de
hierro y en parte de arcilla, el reino será en parte fuerte y en parte frágil, Y eso que
viste, el hierro mezclado con la arcilla, significa que se mezclarán por medio de
casamientos, pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con la
arcilla”.
(Daniel 2: 41-43).
Veamos ahora el cumplimiento asombroso de esta profecía:
Como todos sabemos, desde el siglo IV (d. C.), una serie de sucesivas divisiones, nos han
llevado hasta la desaparición del Imperio Romano, sustituido por una serie de naciones en
Oriente Próximo, en el Norte de Africa y en Europa, aunque con diversas uniones y
desuniones, hasta la fecha actual.
Hablaremos, ahora, de “vasos de barro” hallados especialmente en varias de estas naciones
en Europa.
1.- Recordemos, primero, cuales son esas principales naciones europeas, resultantes de las
antiguas provincias romanas:
Siguiendo el mismo orden aproximado, de Occidente hacia Oriente, establecido para las
provincias, he aquí las actuales naciones que citaremos, aunque, como hemos dicho, con
variaciones a lo largo de la historia:
Portugal, España, Francia, Suiza, Italia, Bélgica, Holanda, Irlanda, Reino Unido, Alemania,
Chequia, Eslovaquia, Austria, Hungría, Rumanía, Yugoslavia, (dividida actualmente),
Grecia, y Rusia europea.
Y ahora, trataremos de hablar de “vasos de barro” en algunos de estas naciones, que nos
han parecido más interesantes, por su labor en la, glorificación de Dios, llevando el
“tesoro” del Evangelio.
Hablemos ya, pues del primer país, en este sentido:
63
PORTUGAL
Uno de los primeros pobladores de Portugal son los lusitanos, que ocupaban una parte de la
Península Ibérica, al Oeste de la misma, aunque sus límites no eran exactamente los
mismos que en la actualidad.
Luego, en el siglo II (a. C.), toda la península es prácticamente invadida por los romanos,
salvo algunos “rincones” montañosos, especialmente en el Norte. Sin embargo, la
ocupación de lo que más o menos luego sería Portugal, no es fácil, debido especialmente a
la resistencia de lusitanos acaudillados por Viriato. Es entonces que los romanos tienen que
recurrir a una treta, consiguiendo que un traidor acabe con la vida de este valeroso pastor de
ovejas. Y es ahora, ya sin el heroico jefe guerrillero, que la ocupación de esta parte
peninsular, se realiza por completo, quedando esta como una provincia más de Hispania
romana, con el nombre de Lusitania.
Pero cuando llegan las oleadas de bárbaros, procedentes de Germania, son los suevos los
que ocupan este suelo, al norte del río Tajo, mientras los visigodos quedan en el resto del
territorio.
Y llegan los musulmanes en el siglo 8º, como es sabido, que ocupan prácticamente toda la
península, aunque también con excepción de algunos enclaves en las montañas del Norte.
Y a partir de D. Pelayo, que inicia la reconquista desde los montes de Asturias, otros
muchos se suman a esta gesta épica, con el fin de liberar el suelo hispano de los que ellos
consideran “infieles”. Y desde todos los núcleos montañosos norteños, van bajando
hombres que, dejando sus hogares, sus tierras de labor y sus ganados, y aún, a veces sus
vidas, luchan con valor y fe por lo que ellos consideran tan sagrado como es su Dios, su
patria y su cultura.
Y así, en lo que respecta a Portugal, nos detendremos solo en unos cuantos hombres
emblemáticos, que han marcado hitos importantes en esta empresa:
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ALFONSO III (De Portugal) (1247- 1279).
Este monarca, que no es el mismo que el nombrado anteriormente, fue el que estableció la
capital del reino en Lisboa.
Pero, no es esta su última obra importante.
Después, tomó la ciudad de Faro, y con ello, dio fin a la reconquista, en el año 1279,
adelantándose en algo más de 200 años al final de la reconquista española.
De esta forma, Portugal, junto con España, se convierte en el primer estado moderno de
Europa.
Pero estos dos países, Portugal y España actuales, no solo sienten una vocación
“independentista”, sino que una vez terminada la reconquista, su vocación se convierte en
colonizadora, “misionera” y civilizadora por lo se lanzarán a la colonización y
evangelización de medio mundo. Pero esto lo veremos más adelante.
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VASCO DE GAMA (1469-1524)
Este navegante insigne, es el primero en llegar a las Indias Occidentales, o sea a la auténtica
India, descubriendo una ruta directa entre oriente y occidente. Una vez en la India, fundó
varias colonias y estableció relaciones comerciales importantes para el desarrollo tanto de
Portugal como de la India.
Además, fundó Mozambique, Sofala y Cochin.
Como resultado de su labor fue reconocido como almirante (1502) y virrey (1524) de las
indias, conde de Videgueira y “Uno de los más grandes hombres que Portugal ha
producido”.
Finalmente, figura como protagonista en el poema épico de Camoëns “Os Lusiadas”.
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ESPAÑA
Antes de entrar en materia, deseo hacer algunas aclaraciones que me parecen oportunas.
Posiblemente este capítulo sea el más extenso de cuantos integran esta obra. Algunas de las
razones para ello, pueden ser las siguientes:
1.-Al tratarse del país donde el autor ha nacido y vivido la mayor parte de su existencia, es
también, el más conocido y entrañable para él.
2.- A pesar de lo dicho, este autor desea huir del “patriotismo” a ultranza. Creo que esta
nación ha tenido y tiene, como todas, grandes hombres y mujeres y también personas
mezquinas y deplorables, con sus virtudes y miserias, como “vasos de barro”, pero
capaces, algunas de llevar el “tesoro” de Dios.
3.- Pero si este autor huye del “patriotismo “rancio”, también quiere huir del “anti-
españolismo” por sistema, en que algunos caen, porque está de moda.
España, como todos los imperios han sido víctimas de una “leyenda negra”, fruto, a veces
de envidias o rivalidades, que a veces, han tenido motivos y a veces, han sido
exageraciones.
Sin más preámbulos, hagamos primero un breve bosquejo histórico, para situarnos mejor en
la materia:
Todos recordaremos, desde la primera enseñanza, que la Península Ibérica, fue poblada por
Iberos, Celtas, Cartagineses, Romanos, y más tarde, diversas tribus bárbaras.
Pero, una vez asentada la nación ibérica, más o menos, ocurre la invasión musulmana, con
el riesgo de erradicar la huella del cristianismo y de implantar la fe del Islam.
Y es entonces, cuando esto despierta, como un revulsivo, un sentimiento de defensa a
ultranza, de la fe cristiana, a la par que la independencia nacional y lingüística.
Y este sentimiento generalizado, encuentra pronto hombres de la realeza que se ponen a la
cabeza del pueblo llano y que luchan denodadamente para reconquistar el país.
Y especialmente, desde las montañas de Asturias, Cantabria, Vasconia, e incluso Navarra,
Aragón y Cataluña, van bajando, durante siglos, hacia el sur, hasta completar la
recuperación total de su suelo patrio.
Veamos, ahora ya, algunos de estos reyes que destacan especialmente en esta obra y más
tarde en la colonización y evangelización de otros mundos, o en el establecimiento de
libertades justas, que también son propias del verdadero cristianismo:
GRANDES REYES
DON PELAYO (-737)
Don Pelayo era un noble godo, descendiente de Chindasvinto e hijo de Favila, aunque
existen dudas sobre su progenie.
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El caso es que, La Península Ibérica había sido invadida desde el año 711 por las hordas
musulmanas, que en poco tiempo, habían ocupado casi toda la Hispania Romana. Solo unos
pocos “indomables” españoles, se habían refugiado en las montañas de Asturias, Cantabria
y Vascongadas, aprestándose a una lucha a muerte contra el invasor.
Y fue, precisamente, en Asturias, donde los “rebeldes” astures eligen a D. Pelayo para que
los acaudille en la lucha contra el Islam.
En el año 718 el valí Anbasa envió un poderoso ejército para reducir a los indómitos. Pero
Pelayo tuvo la suerte o la habilidad de vencer y aplastar al enemigo en los riscos de
Covadonga.
Esta famosa batalla, no fue ni mucho menos decisiva, pero sí supuso el primer quebranto
grave del Islam en España, siendo desde entonces tomada como el inicio de la reconquista.
A continuación, Pelayo, es elegido rey y establece su corte en Cangas de Onix, donde reina
hasta su muerte, en 737.
Y pasaron muchos años. Y la reconquista siguió su curso, unas veces lentamente y otras
veces, con mayor rapidez, con avances y retrocesos, con “parones” y “reinicios”, con
victorias y derrotas, pero siempre, con la idea común y el sentimiento generalizado de
expulsar al “infiel” del suelo patrio y recuperar para España, la religión cristiana y la
cultura del mismo nombre.
Y entre los líderes reales que surgen, unos formando el reino de Asturias, otros el de León
y de Castilla, otros el de Navarra, otros el de Aragón y Cataluña, aparecen, ahora:
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Es cierto, que esta lucha es lenta a veces, y algo más rápida otras. Que hay etapas de calma,
en que, por las dos partes se asumen las fronteras alcanzadas hasta ese momento, como
indican muchos lugares que llevan el nombre “De la Frontera”.
Pero de tiempo en tiempo, surge un monarca, más “luchador”, que emprende una campaña
eficaz y libera una gran parte del territorio peninsular e insular, como en en el caso de
Baleares.
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misma hilaba las camisas de su esposo. Enamorada del saber, coadyuvó al triunfo del
Humanismo”.
Para Isabel, su patria era la cristiandad. Aún había en el sur de la Península, tres millones
de infieles que desde sus fortalezas montañosas bajaban a hostilizar la frontera, saquear
pueblos, robar mujeres, etc. Al Oriente, todo el Islam amenazaba invadir el mundo
cristiano.
Cuando los enfermos y heridos comenzaron a llenar sus campamentos, la Reina organizó
hospitales de sangre con sus tiendas, cirujanos, medicinas y vendajes, todo pagado de su
bolsillo particular. Y cuando las tropas empezaron a carecer de víveres y municiones,
empeñó sus rubíes y perlas y todo el oro y plata heredados de sus abuelos, hasta la propia
corona de San Fernando. Y con el dinero obtenido, compró catorce mil mulas para acarrear
municiones y víveres desde todos los rincones del reino.
Y por si fuera poco, cuando Cristóbal Colon se presentó ante los dos esposos con aquel
extraño proyecto de encontrar una nueva ruta a oriente, y ante la incredulidad de la
mayoría, y tras largos años de espera, ella misma reclutó en el puerto de Palos los buques y
marineros, para esa gran empresa, que cambiaría la historia de la humanidad y del
Evangelio, en su cometido universal. Pero de esto, hablaremos aún, más adelante.
Y continúa la fuente citada, hablando de ella en los términos siguientes:
“No ha habido en nuestros tiempos, en el mundo, más glorioso ejemplo de verdadera
bondad, de grandeza de ánimo, de prudencia, de temor de Dios, de honestidad, de
liberalidad y de toda virtud, en fin que esta famosa reina.”
(Gran Enciclopedia del Mundo Durvan, 11:111)
Y dice Baltasar de Castliglione:
“Cuentan las crónicas que un noble de gran influencia, Alvar Yánez, dio muerte a un
notario.
Al comparecer ante la justicia real, el noble ofreció a la soberana una importantísima
suma de dinero si le perdonaba la vida. Algunos consejeros de la reina insinuaron a
esta que, dado lo escaso del tesoro real, haría bien en aceptar. Pero Isabel, respondió:
“Prefiero la justicia al dinero”. E hizo cortar la cabeza al culpable”.
(Idem. 11: 111)
Sin embargo, no ocultaremos, lo que a nuestro entender fue un error muy importante en su
gestión real. Y fue, pedir al Papa, la instauración en España de la Inquisición que ya existía
en Europa, con toda su crudeza.
No cabe duda, que, dada la mentalidad de la época, ella debió creer que hacía un bien,
tratando así de preservar la pureza de la fe cristiana y católica, frente al judaísmo.
Pero veamos su actitud en relación con el Nuevo Mundo:
Como quiera que ya se estaba introduciendo la venta de esclavos, en el año 1500, Isabel
ordena detener dicha venta y consultar a teólogos y letrados sobre el particular. Pero sin
esperar la respuesta, decreta la libertad de los indios de América con carácter general, y
tenerles como “ súbditos libres de la corona”.
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Y a los enviados por Colón “rescatarles uno por uno de las manos de sus dueños y
remitirles a su patria”
Y en el año 1502 hace la última recomendación a Colón para su cuarto viaje:
“Y no habéis de traer esclavos; pero si buenamente quisiere venir alguno por lengua
(intérprete), con propósito de volver, traedle”.
(2000 AÑOS DE CRISTIANISMO, Tomo 6, Pág. 212).
Y ahora, dando un gran salto en el tiempo, no queremos dejar de nombrar al último rey
español, hasta el momento, que tuvo mucho que ver con la instauración de la democracia y,
por tanto, de las justas libertades.
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Pero, dejando de momento, a los representantes reales, pasamos ahora a otros, de carácter
simplemente religioso, aunque también, a veces, de gran talla intelectual y moral:
GRANDES CREYENTES
CARDENAL CISNEROS (1436-1517)
Este famoso cardenal y político español, fue
nombrado confesor de la reina Isabel la Católica, por su cualidades espirituales e
intelectuales.
A la muerte de Felipe el Hermoso, en 1506, fue nombrado regente, cargo que desempeñó
con prudencia y energía.
En lo cultural, desarrolló una ingente labor, que cristalizó en la fundación, en 1508, de la
Universidad de Alcalá de Henares, y en 1517, en la impresión, a sus expensas, de la
famosa Biblia Políglota Complutense, que tanto ha contribuido a la difusión de las
Sagradas Escrituras.
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para el otro, (qu´es) morada
sin pensar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos….”
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Pero ante todo era una mujer con una fe y consagración extraordinaria, al tiempo que era
escritora de gran belleza y realismo.
También fue fundadora de numerosos conventos, y también fue reformadora, en una época
en que las costumbres del clero se habían relajado bastante. Tal es así que se llegó a
sospechar de ella como posible evangélica o protestante, de tal manera que el libro de su
vida fue denunciado a la inquisición, y quisieron desterrarla a las Indias. Pero finalmente,
salió libre.
Tuvo incluso el valor de dirigir a Felipe II, en 1569, unas “advertencias espirituales”.
Citaremos solo algún párrafo de uno de sus escritos en prosa, para que el lector juzgue:
“Después que vi la gran hermosura del Señor, no veía a nadie que en su comparación
me pareciese bien ni me ocupase; que con poner un poco los ojos de la consideración
de la imagen que tengo en mi alma, he quedado con tanta libertad en esto, que
después acá todo lo que veo me parece hace asco”.
( VIDA, 37, 4). (Citado en “2000 AÑOS DE CRISTIANISMO”, Tomo VI, Pág.. 36).
Y no dejaremos de citar una de las piezas poéticas más hermosas de esta mujer:
74
una versión del Cantar de los Cantares, de Salomón. Esto le valió envidias y denuncias que
le llevaron a la cárcel durante cuatro años y medio, de 1572 a 1576.
Y e aquí, cómo él se expresó al salir de la prisión, reflejando su amargura:
“Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado!
Y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
a solas su vida pasa;
con sólo Dios se acompaña,
ni envidiado ni envidioso.”
Cuando fue libertado, reanudó su clase en su cátedra de Salamanca con la famosa frase:
“Decíamos ayer…”.
En 1578 fue nombrado miembro de la comisión para la reforma del calendario, llamado
Gregoriano.
En lo estrictamente religioso, fue un digno continuador de la reforma de la orden
carmelitana, iniciada por Teresa de Cepeda y Ahumada.
Citamos, para terminar este apartado, unas pocas frases de su poesía
VIDA RETIRADA:
“¡Que descansada vida
la del que huye del mundanal rüido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
(Fray Luis de León.- “Vida Retirada”).
Y en otra poesía, dedicada a la Ascensión de Jesucristo, dice:
“¡Y dexas, Pastor santo,
tu grey en este valle hondo, oscuro,
con soledad y llanto,
y tú rompiendo el puro
aire, te vas al inmortal seguro!
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que no les sea enojos?
Quién oyó tu dulzura,
¿qué no tenga por sordo y desventura?
Aqueste mar turbado, ¿quién lo pondrá ya freno?
¿Quién concierto al viento fiero airado?
Estando tú encubierto,
qué norte guiará la nave al puerto?
¡Ay! Nube envidiosa
Aún de este breve gozo, ¿qué te aquexas?
¿Do vuelas presurosa?
¡Cuán rica tú alexas!
¡Cuán pobres y cuán ciegos, ¡ay!, nos dexas!”.
(Fray Luis de León.- “En la Ascensión”)
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Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera”.
Y así pasamos ahora, al gran genio de las letras españolas:
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JUAN DONOSO CORTES (1809-1853)
(Marques de Galdegamas)
Fue político, diplomático, orador y literato.
Fue un alumno brillante en la Universidad de Salamanca, donde estudió Leyes, Filosofía e
Historia. Después de estar afiliado al partido liberal, y de ser secretario particular de la
regencia de María Cristina, a quien acompañó a Paris en su destierro, luego dirigió en
Madrid, los estudios de Isabel II.
La muerte prematura de su hermano, produjo en él una profunda conmoción, que le llevó a
una mayor religiosidad, escribiendo varios tratados sobre temas trascendentales y
religiosos. Pero posiblemente, lo más grande de este hombre, fue su discurso sobre la
Biblia, pronunciado en la Real Academia de la Lengua Española, con motivo de su ingreso
en la misma, de cuyo discurso, hemos extraído, solo, las palabras introductorias:
“Hay un libro, tesoro de un pueblo que es hoy fábula y ludibrio de la tierra, y que fue
en tiempos pasados estrella del Oriente, adonde han ido a beber su divina inspiración
todos los grandes poetas de las regiones occidentales del mundo y en el cual han
aprendido el secreto de levantar los corazones y de arrebatar las almas con
sobrehumanas y misteriosas armonías. Ese libro es la Biblia, el libro por
excelencia…”
HIMNO AL MESIAS
“Baja otra vez al mundo,
Baja otra vez, ¡Mesías!,
de nuevo son los días
de tu alta vocación;
y en su dolor profundo
la humanidad entera
el nuevo oriente espera
de un sol de redención.
………………………………………………
Tiniebla es ya le Europa:
ella agotó la ciencia,
maldijo su creencia,
se apacentó con hiel;
y rota ya la copa
en que su fe bebía,
78
se alzaba y te decía:
“¡Señor!, yo soy Luzbel.”
…………………………………………..
Ya pasarán los siglos
de la tremenda prueba,
ya nacerá, ¡luz nueva
de la futura edad!
Ya huiréis, ¡negros vestigios
de los antiguos días!
Ya volverás, ¡Mesías!,
en gloria y majestad”.
LA TEMPESTAD
¿Qué quieren esas nubes que con furor se agrupan
del aire transparente por la región azul?
¿Qué quieren cuando el paso de su vacío ocupan
del cenit suspendiendo su tenebroso tul?
……………………………………………………………………………………
Pero pasemos ahora, de la poética a otra forma de honrar al Creador. Y esta vez será por
medio de una mujer:
GRANDES FILANTROPOS
CONCEPCION ARENAL (1820-1893)
Ilustre escritora, penalista y socióloga., que tuvo que disfrazarse de varón para poder asistir
a las clases de la Universidad Central, donde estudió leyes.
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Se caracterizó especialmente por su amor a los desgraciados, trabajando por los reclusos, en
varios congresos penitenciarios europeos. En 1864 fue nombrada Visitadora general de
prisiones de mujeres, y en 1870 fundó la revista “LA VOZ DE LA CARIDAD”,
escribiendo, además numerosas obras de carácter sociológico.
De ella, he de citar solo una frase, que actualmente aún se encuentra en murales de
prisiones españolas y que coincide, en gran manera, con el espíritu del Evangelio:
“ODIA EL DELITO Y COMPADECE AL DELINCUENTE”
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Posiblemente el lector diga: “No se ha hablado nada de religión”. Pero Jesús dijo:
“Entonces el rey dirá a los de su derecha:¡Venid, benditos de mi Padre!...Porque tuve
hambre, y me distéis de comer; tuve sed y me distéis de beber,…estuve desnudo y me
cubristeis, enfermo y me visitasteis…”
(Mateo 25: 34-36).
Pero también como médico, demostró su amor y humanitarismo. El escribió:
“Sólo es dignamente médico quien ante el enfermo actúa sabiendo que trabaja con
instrumentos imperfectos y con medios de utilización insegura, pero con la conciencia
cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor.”
Ahora, dejando este apartado de grandes creyentes, pasamos, transitoriamente a hablar de
grandes lingüistas, como preparación de una obra de evangelización hacia otros mundos.
GRANDES LINGUISTAS
ISIDORO DE SEVILLA (570-636)
Está considerado como el más grande erudito e historiador de la España visigótica.
Su obra magna, “Originum Sive Etymologiarum, Libri XX”, está considerada como la
primera enciclopedia, abarcando todos los conocimientos de su época. Trata de la
Medicina, la Jurisprudencia, la Historia religiosa, y sobre todo del lenguaje, al que dedica
los 12 últimos libros, de los 20 en que está dividida la obra.
Su aportación a la lingüística fue importantísima, tanto por las etimologías, como por un
verdadero diccionario y por otras obras de carácter poético.
Gozó de fama universal durante muchos siglos, después de su muerte. Y es uno de los
“padres” o “abuelos” de la lengua española.
Pero aún habían de pasar varias centurias para que esta lengua tomara cuerpo y por lo tanto,
carta de legalidad y fama universal.
Para ello, tenemos que, dejando por un poco de tiempo a las personas, hablar brevemente
de un lugar clave en el desarrollo del Idioma Castellano:
81
mundo, escribió unos comentarios en un castellano primitivo, que fueron, entre ptros, los
primeros balbuceos de dicha lengua.
Pero cinco siglos después, otro hombre iba a hacer una importantísima aportación en este
sentido:
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unas veces con razón, y otras veces sin ella, por envidia, cosa que ha ocurrido siempre
contra todos los imperios.
Pero, aún admitiendo todos los males que hayan podido ocurrir, tampoco hay que olvidar
que muchos de estos hombres, llenos de intereses materiales, por el poder y la riqueza,
también estaban llenos de afán misionero, fruto de una sociedad mucho más religiosa que la
actual. Una prueba de ello, es que detrás de los conquistadores, indefectiblemente, iban los
misioneros, con su obra evangelizadora, aunque con las doctrinas y prácticas religiosas de
su tiempo. Y que gracias a esa obra evangelizadora, hoy los misioneros de las diversas
organizaciones cristianas, encuentran un terreno abonado para la instalación de la fe
cristiana, cosa que sería inmensamente más difícil de tratarse de países paganos o con
religiones diferentes.
Pero pasemos ya a hablar de colonizadores, primero, para luego hacerlo de misioneros:
GRANDES COLONIZADORES
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influyeron para que más tarde fuera recibido por los Reyes Católicos en 1486, aunque aún
no fructificaron las gestiones, pero sirvió de preparación para entrevistas futuras.
Más tarde, otro hombre iba a aportar su “granito de arena” a la causa de Colón. Fue el prior
del convento de la Rábida, Juan Pérez, que había sido confesor de la Reina Isabel, y que
aún mantenía cierto influjo sobre ella. Rogó, pues a la reina que recibiera de nuevo al
navegante y meditara en la posibilidad de patrocinar la pretendida hazaña.
No obstante, a causa de los recelos e ironías de los cortesanos, fue imposible llegar a un
acuerdo. Ya Colón se retiraba de la corte, cuando el tesorero del rey Fernando le comunicó
la grata noticia de que los monarcas, al fin, habían decidido aceptar las condiciones
presentadas por Colón, el cual se creía investido por una misión divina.
Se ha dicho que Colón no era un visionario, pero sí “un hombre poseído de una mística de
tipo misional” . Estaba convencido de que su nombre de pila, Cristóbal (Christo ferens)
(portador de Cristo), era una premonición, estando, por lo tanto destinado a ser un
verdadero “vaso de barro”, que llevaría a otros mundos el “tesoro” celestial.
En la biblioteca colombina de Sevilla hay un libro autógrafo de él, en el que reunió
profecías tanto de la Biblia, como de autores profanos, sobre los viajes y descubrimientos
que él proyectaba.
Un escritor cristiano dijo: LA HUMANIDAD SE AGITA Y DIOS LA CONDUCE”.
Posiblemente todo fue por azar. O posiblemente todo fue por designio divino. El caso es
que en un momento determinado de la historia, varios factores conducen al descubrimiento
y evangelización de un mundo nuevo:
1.- La terminación de la reconquista, por parte de Portugal y España, dejando a estas dos
naciones las manos libres para nuevas empresas.
2.- La invasión, por parte del Islam, del sureste de Europa y Turquía, impidiendo el paso
naval hacia las Indias Orientales.
3.- El afán o vocación marinera por la navegación y la aventura de descubrir nuevas tierras.
4.- El conocimiento de la brújula, la pólvora y la imprenta, que permiten un salto en el
desarrollo del conocimiento.
5.- La convicción, cada vez mayor de la redondez de la tierra.
6.- La convicción consecuente, de buscar nuevas rutas hacia oriente por occidente.
Y, posiblemente, podríamos añadir a estas otras razones. El caso es que Dios pudo conducir
las cosas para que se cumpliera su mandato de predicar el Evangelio “hasta lo último de la
tierra”
Pero antes de pasar a otros colonizadores de América, queremos hablar de 18 hombres que
dieron la vuelta al mundo por primera vez, cuyo capitán fue:
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JUAN SEBASTIAN ELCANO (1460-1526)
Este navegante español, nacido en Guetaria (Guipúzcoa), se enroló en la expedición que
Magallanes había preparado para llegar a las Indias por Occidente.
Partieron de Sevilla, haciéndose a la mar en San Lucar de Barrameda, con 5 naves, en
agosto de 1519.
Después de aguar en Tenerife, y de atravesar el Atlántico en dirección sur-oeste, llegaron a
Brasil, donde descansaron algunas semanas. Se hicieron de nuevo a la mar, arrostrando
terribles tempestades hasta que consiguieron hallar un estrecho, hoy llamado de
Magallanes, por donde pasar al Pacífico. Una vez en este océano, el viaje se hizo
“interminable” ya que este mar era muchísimo más grande de lo imaginado. Tuvieron que
arrostrar toda clase de penurias, tormentas, escasez, escorbuto, hambres y sed y peligros de
indígenas que frecuentemente les eran hostiles. Tal es así, que en las Filipinas, Magallanes,
pereció a manos de los nativos, de tal forma que el mando pasó a Elcano, como ya se ha
comentado en el capítulo sobre Portugal.
Una vez reanudado el viaje, las penurias y el hambre fueron terribles. Tuvieron que comer
el cuero del palo mayor y galletas roídas por gusanos y orinadas por ratas, con un olor
insoportable.
Finalmente, consiguieron doblar el cabo de Buena Esperanza en el sur de Africa y llegar a
España de nuevo, el 8 de Septiembre de 1522.
Pero de los 237 hombres que habían partido en 5 naves, 3 años antes, solo llegó un barco
con 18 hombres a bordo (13 españoles, 3 italianos, 1 portugués y 1 alemán), tan exhaustos,
que ya no podían ni remontar las aguas del Guadalquivir para llegar a Sevilla, teniendo que
solicitar ayuda.
Pero, al fin, una vez coronada la empresa, recibieron el título honorífico de “PRIMUS
CIRCUMDEDISTI ME” (El primero en rodearme)
Con ello, aparte de la gesta heroica, no hay duda que se ha contribuido al progreso de todo
el mundo en lo científico y en lo material. Pero, y esto es lo más importante, para nuestro
tema. se ha dado un paso de gigante para la obra que Jesús encomendara a los cristianos:
“Pero recibiréis el poder, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”
(Hechos 1: 8).
Y para el cumplimiento de la profecía:
“Entonces vi a otro ángel que volaba por el cielo, con el evangelio eterno para
predicarlo a los que habitan en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Decía a
gran voz: “¡Reverenciad a Dios y dadle honra, porque ha llegado la hora de su juicio!
Y adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
(Apocalipsis 14: 6, 7).
Y aunque esta labor, quizás pudiera hacerse por otros medios de los usados, lo cierto es que
hubo primero una avanzada de colonizadores, que luego serían seguidos por los misioneros.
Hablaremos ahora de algunos de esos colonizadores. Lo haremos siguiendo un orden
cronológico aproximado, ya que no siempre hay seguridad en las fechas, especialmente del
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nacimiento de algunos de ellos, y diremos, esquemáticamente, algunos de sus principales
descubrimientos y fundaciones:
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PEDRO DE VALDIVIA (1498-1542)
Participa en la conquista de Perú y funda en Chile las ciudades de Santiago, La Serena,
Valparaíso, Concepción, Imperial y Valdivia.
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GRANDES MISIONEROS
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FRAY LUIS DE ESCALONA (Siglo 16)
Fue uno de los primeros españoles en pisar tierra de los actuales EE. UU. en lo que hoy es
el estado de Nuevo Méjico.
Una vez allí, construyó una cabaña o choza, donde cuidaba un rebaño de carneros, para su
subsistencia. Desde allí, se dedicó a adoctrinar indios, llevándoles a la fe cristiana. Pero
siendo que su predicación los liberaba de la hechicería, entre otras cosas, pronto se
suscitaron los celos y fue asesinado por uno de esos hechiceros.
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OBRA ESPAÑOLA EN AMERICA
EDUCACION
Resumiendo la obra educadora y civilizadora, diremos que al terminar la dominación
española, había en América 28 universidades, con planes de estudios semejantes a los de la
Metrópoli
Dice un historiador:
“La dominación española, tan parecida en ciertos aspectos a la romana dejó en el
Nuevo Mundo gran número de obras de ingeniería, fortalezas como el morro de La
Habana o las murallas de Cartagena de Indias, debidas a Baptista Antonelli (1550-
1616), entre otras muchas. Los países selváticos se vieron dotados de excelentes
acueductos como el de Zampoala (Méjico); diques o “tajamares” para contener las
inundaciones de los ríos (como el de Lima sobre el Rimac); canales de desagüe, como
el de Huchetoca (Méjico), y carreteras-en ocasiones se aprovecharon las antiguas
calzadas peruanas-que permitían rápida y relativamente fácil comunicación de un
extremo a otro del Nuevo Continente, entre otros muchos y notables proyectos-como
el de un canal interoceánico-imposibles de realizar en su época”.
(Historia de España. Joseh M.Walker, pág. 245)
Carlos V ordenó en 1550 que se pusieran maestros a los nativos que voluntariamente
quisieran aprender la lengua española, de forma gratuita, para cuya misión se podría
destinar a los sacristanes.
Y con la enseñanza de la lengua se trasmitió la cultura en escuelas, universidades y
seminarios, formándose una aristocracia de la inteligencia, que constituyó la élite del
Pensamiento, el Arte y la Ciencia en el Nuevo Mundo.
“A pesar de esto, no se pudo evitar que aparecieran reacciones anti-españolas, que
desembocaron en lo que se ha llamado la “Leyenda Negra”. Veamos las causas:
REACCIONES ANTIESPAÑOLAS
“Los éxitos de España como nación descubridora y los extensos dominios que a ella se
incorporaron, dice el profesor Ballesteros Gaibrois, despertaron fatalmente
la envidia y la emulación de las restantes naciones europeas: primeramente Francia,
luego Inglaterra, y por último, Holanda. A las razones económicas se unieron otras de
índole política, en especial la lucha contra la hegemonía marítima de España y su
poderío colonial”.
(HISTORIA UNIVERSAL MARIN, TOMO 3, PÁG. 541).
Pero, ahora, dejando la colonización y evangelización de América, volvemos a España,
para hablar de grandes creyentes, esta vez, en el mundo evangélico o “protestante”
GRANDES EVANGELICOS
Hasta ahora hemos visto a muchos cristianos convertidos en “vasos de barro”, llevando el
“Tesoro de Dios”.
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La mayor parte de estos hombres y mujeres eran sinceros y fervientes cristianos que servían
a Dios con arreglo a la luz que tenían.
Pero a través de la Edad Media y sobre todo del siglo XVI, una nueva luz estaba brillando
en Europa, con el descubrimiento de verdades bíblicas, que habían sido olvidadas desde los
primeros siglos de la Cristiandad y que ahora resurgían con fuerza inusitada, impeliendo a
miles de creyentes a proclamar las “Buenas Nuevas” del Evangelio “contra viento y marea”
aún a costa de ser perseguidos, y a veces incluso, condenados a la hoguera de la
Inquisición.
Aunque estos movimientos fueron mayores en Europa Central, también llegaron a España,
con el resultado de hombres y mujeres que sufrieron valientemente consecuencias adversas.
A principios del siglo III, el apologista Tertuliano decía:
“Es un derecho humano, un privilegio de la naturaleza, el que cada uno rinda culto
según su deseo”
Y Lactancio, en su “Divinae Institutione”, decía:
“Nada pertenece tanto al reino de la libertad como la religión…Ofrendar a los dioses
sin desearlo es una injuria…”
A pesar de estas palabras, la Cristiandad, a partir del siglo IV, se había convertido en
“Estatal”, en algunos países, y por lo tanto, en “Dictatorial”, obligando a los hombres a
seguir la fe de los monarcas que los regían en lo político, material y religioso.
Esto produjo, por lo tanto, una serie de conflictos, de “conversiones” ficticias y de procesos
judiciales, cuya máxima expresión fue la famosa Inquisición, en que bastantes europeos en
general y españoles en particular, pagaron con la cárcel y a veces con la vida, su fe y su
fidelidad.
Hablaremos, pues, brevemente, de solo algunos de estos fieles españoles, paladines de un
Evangelio más puro, según ellos entendían.
Aunque no tenemos las fechas de nacimiento y muerte de algunos de ellos, podemos decir
que la mayoría, vivieron durante el siglo XVI, o XVII.
FRANCISCO DE ENCINAS
En 1543, publicó en Amberes una versión del Nuevo Testamento en Castellano. que fue
confiscada. Luego, él fue encarcelado en una cárcel de Bruselas, durante quince meses,
hasta que un día se encontró, con gran sorpresa por su parte, que las puertas de su prisión
estaban abiertas de par en par, sin que hubiera nadie para guardar el camino. Entendiendo
que sería obra de Dios, abandonó tranquilamente la prisión, escapando de Bruselas y
llegando sano y salvo a Wittemberg, donde podía gozar de libertad religiosa plena.
JUAN PEREZ
En 1556, este hombre que vivía a la sazón en Ginebra, también terminó una versión
castellana del Nuevo Testamento y al año siguiente preparó un catecismo con las doctrinas
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de la Reforma, así como una traducción de los Salmos. Pero lo difícil era, ahora, introducir
en España estos libros, a causa de la vigilancia que había en las fronteras, para impedirlo.
Pronto surgió otro hombre que sería el vehículo apropiado para ello:
JULIAN HERNANDEZ
Este hombre era transportista de mercancías, usando un carro con sus respectivas
caballerías.
Habiéndose convertido a la fe evangélica, no le importó arriesgar su vida en pro de la
difusión de las Sagradas Escrituras en la lengua popular.
Para ello preparó barriles en los que habitualmente transportaba arenques rojos, con un
doble fondo, donde guardaba la literatura prohibida.
Es así como durante bastante tiempo pudo pasar las fronteras y recorrer España de norte a
sur, llevando Biblias y Nuevos Testamentos, amén de otros tratados, y repartiéndolos en
diversas ciudades como Valladolid, Sevilla, etc.
Finalmente, fue descubierto y quemado vivo en Sevilla, dando un testimonio impresionante
de fe y valor cristiano.
Pero hablemos ahora de un convento que aceptó la doctrina reformada en su plenitud.
ALFONSO DE VALDES
Como secretario imperial que era, acompañó a Carlos V en la ceremonia de coronación en
1520.
En 1521, volvió a acompañarle, en ocasión de la dieta de Worms, en que vio la
comparecencia de Martín Lutero. Aprovechando esta estancia en aquella ciudad, pudo
informarse sobre el movimiento evangélico y sus postulados.
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Diez años después, volvió a acompañar al emperador a la dieta de Augsburgo, lo que
aprovechó para hablar con el reformador, amigo de Lutero, Melanchton.
Finalmente, abrazó la Reforma.
JUAN DE VALDES
Era hermano de Alfonso de Valdés. Pero también era un sabio jurisconsulto y secretario del
virrey de España en Nápoles.
Sus obras se caracterizaban por un “amor a la libertad, digno del más santo
encarecimiento”
(De Castro.- Historia de los protestantes españoles, págs. 99-102) (Citado en El Conflicto
de los Siglos pág. 261)
“Escritas con gran maestría y agudeza, en estilo ameno y con pensamientos muy
originales, contribuyeron grandemente a echar los cimientos del protestantismo en
España”.
(Iden. págs.262, 262)
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BARTOLOME DE CARRANZA (1503-1576)
Era este gran hombre, arzobispo de Toledo, cuando tuvo los primeros contactos con la
reforma.
Por mandato de Felipe II, pasó muchos años leyendo libros heréticos, para poderlos refutar
más tarde. Esto hizo que de implacable enemigo del protestantismo se convirtiera, en
secreto, en defensor y sostenedor del mismo.
En 1558, en Amberes, hizo unos comentarios sobre el catecismo, por lo que fue acusado
por la inquisición, de herejía; encarcelado primero en España y luego en Roma en el castillo
de Sant´Angelo.
En los cometarios citados sobre el catecismo él decía hablando de los prelados
reformadores que surgían en España por entonces que “Querían ver revivir en su
sencillez y pureza el antiguo espíritu de nuestros antepasados y de la iglesia
primitiva.”
Esto, pronto le valió la acusación y encarcelamiento entre los muros de la Inquisición,
primero en España, luego en Roma y finalmente en España de nuevo, en un convento de
dominicos.
Y aunque podríamos hablar de muchos otros, nos limitaremos a hacerlo del último
ajusticiado de la Inquisición, a caballo entre los siglos XVIII y XIX:
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Pero, poco a poco, pasados los primeros tiempos de radicalismo en contra, se fueron
abriendo algunas personas y algunas circunstancias favorables a un cambio en este sentido.
Y varios hombres contribuyeron a ello:
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En varias de estos encuentros, asistía Don Joaquín. Era un hombre afable, culto, inteligente
y valeroso, que luchaba con denuedo por lo que él consideraba una causa justa.
Como fruto de sus gestiones y de las de otros muchos que lucharon en este mismo sentido,
poco a poco llegó a nuestro país la tan ansiada Libertad Religiosa que hoy gozamos todos
los que amamos ese derecho inalienable.
Más tarde, ya establecida la Democracia en España, fue el primer Defensor del Pueblo en
nuestro país.
Y mientras escribo estas líneas, me entero por los medios de comunicación que D. Joaquín
ha fallecido a los 96 años de edad. Espero verle en el día glorioso de la resurrección de
todos los que hicieron bien.
“Y los que hicieron bien, resucitarán para vivir…”
(Juan 5: 29).
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Y por fin, terminado ya este capítulo sobre España, no lo haremos, sin expresar nuestro
aprecio por personas que, religiosas o no, trabajan por el bien de la humanidad:
GRANDES BENEFACTORES
Nos referimos aquí a tantas y tantas personas que por medio de las O. N. G. s realizan un
voluntariado en España y en países del tercer mundo, sacrificando su tiempo, medios
económicos, y comodidades, a favor de miles y miles de necesitados.
Y también los donantes de sangre y órganos, que lo hacen de forma totalmente altruista, a
través de sus familiares o personas autorizadas.
Y las familias “acogedoras” que apadrinan y acogen niños de tantos países y de tantas
familias desafortunadas.
Creo que España es una de las naciones más solidarias en este sentido y damos a Dios las
gracias por ello, deseando que esto sea un referente para todos nosotros, en la medida de lo
posible.
Y cuando ya había dado por terminado este capítulo sobre España, acaba de morir un
hombre maravilloso:
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“El padre Ferrer se marchará al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien
recibido en la India”.
Un año más tarde llegó a Anantapur, la única región que le admitía y allí ha vivido hasta su
muerte.
En 1969, abandonó la Compañía de Jesús y se casó con la periodista británica Anne Ferrer
(Apellido del esposo), la cual ha sido desde entonces la “otra mitad de la fundación Vicente
Ferrer”.
Desde entonces, junto con su esposa, siguió cavando pozos para el desarrollo rural, plantó
árboles, promovió el apadrinamiento de 150.000 niños. Benefició directa o indirectamente a
2.500.000 personas, en 2000 pueblos y construyó más de 30.000 viviendas, 3 hospitales, 1
centro de lucha contra el sida y 14 clínicas rurales.
Además de eso, 170.000 niños estudian en 1600 escuelas y 15.000 niños discapacitados lo
hacen en 1300 centros especializados.
También ha construido 2.300 embalses.
A raíz de su muerte, se le ha hecho una entrevista a su viuda, ahora responsable de su
fundación. He aquí una pregunta, a ella dirigida, y su respuesta:
-De donde procedía la fuerza de Vicente?-
-De su fe, que era fuerte como una roca. Tenía fe en que Dios lo había puesto en el
mundo para trabajar por el bienestar de los pobres. Esto le daba mucha fuerza. Su fe
nunca se tambaleó…-”
Y ahora, hemos ya de pasar a otro país, vecino;
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FRANCIA
Se trata aquí de una de las principales provincias del Imperio Romano, conocida por Las
Galias.
Con las invasiones de los bárbaros, se convierte en paso obligado de visigodos, ostrogodos,
vándalos, borgoñones, lombardos, alamanes, etc.
Ya en plena Edad Media, a partir del año 476, vemos a los primeros reyes francos, unidos
por Clodoveo.
Y no podemos hablar de este rey sin mencionar a su esposa:
CLOTILDE (474?-545)
Era hija de Childerico, rey de Borgoña. Casó con Clodoveo I, rey de los francos, a quien
convirtió al cristianismo.
Al enviudar se retiró a un monasterio y con el tiempo, fue canonizada por la Iglesia
Católica, conociéndosela actualmente por Santa Clotilde.
Siguen los reyes merovingios, que ante su debilidad, son sucedidos por los Carolingios, con
sus famosos “mayordomos de palacio”, con uno de los cuales, empezamos a hablar de la
defensa de la cristiandad, frente a la invasión del Islam:
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Pero al igual que en España, también en Francia, brotaría la semilla de la Reforma
Evangélica, incluso con mayor número de seguidores y con más tiempo de fructificación,
aunque también como casi siempre, sufriría la persecución, fruto de la ignorancia y el
fanatismo propios de una época.
Veamos solamente algunos casos, entre los muchísimos que podrían citarse:
LOS HUGONOTES
Entre los siglos XVI al XVIII, el protestantismo penetra en Francia con fuerza,
conociéndose a los seguidores como “hugonotes”.
Como en España, se unieron a este movimiento, diversas personas, principalmente entre la
clase media y la nobleza, de tal manera que una gran parte de los que tenían oficios,
estaban entre los seguidores de un “Evangelio Reformado” y “más puro” según ellos lo
entendían.
Esto desató pronto la persecución, especialmente a finales del reinado de Francisco I (1494-
1547) y creciendo bajo Enrique II, (que reinó entre 1547 y 1559).
Después de diversos avatares, incluidas guerras de religión, hay que destacar especialmente
la famosa “Noche de San Bartolomé” el 24 de Agosto de de l572.
Durante el reinado de Luis XIV (1638-1715) muchos millares de ellos, huyeron a otros
países de Europa y a las colonias de Norteamérica, donde encontraron libertad para
practicar un culto según su conciencia.
Pero como resultado de este éxodo obligado, Francia sufrió una enorme pérdida, ya que
quedó sin una gran parte de la sociedad más capacitada y selecta.
A partir de la Revolución Francesa (1789-1793), cambiaron las cosas para bien de esta
causa, y los reformados gozaron de igualdad de trato que los católicos.
Pero hablaremos ahora de otros grandes hombres en el mundo de la ciencia:
100
Este hombre pudo, o no, ser creyente, pero contribuyó y mucho al conocimiento de la
Historia Antigua y al prestigio de los relatos bíblicos, especialmente, aquellos que se
desarrollan en Egipto o su entorno geográfico e histórico.
101
Pero si era un buen científico, también lo era un buen creyente. Dice un autor:
“Hay en todos los escritos de Fabre una honda reverencia religiosa-nunca expresada
directamente, pero nunca ausente-y una firme creencia en el orden de la naturaleza.
Este sentido de lo divino en cuanto observaba era su instrumento principal”
Alguien le preguntó en cierta ocasión si creía en Dios.
No-respondió-no tengo necesidad de creer en El; Lo veo en todas partes.
Y en nuestro recorrido de oeste a este por Europa, pasamos ahora a buscar “vasos de barro”
en otro país de nuestro entorno geográfico:
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REINO UNIDO
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Pero no se trata solo de descubrir tierras y mares. Toda esta labor de tantos y tantos
hombres intrépidos, facilitaría después la extensión del Evangelio entre paganos, ganando
territorios para la cristiandad. ¿No dijo el Salvador:
“…y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra”? (Hechos 1: 8).
Pero si han sido muchos y muy buenos los navegantes, no lo han sido menos los científicos.
Hablemos de algunos de ellos:
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Este bellísimo sistema del sol, los planetas y los cometas solo podría proceder del
consejo y el dominio de un Ser inteligente y poderoso”.
(La Ciencia encuentra a Dios, pag. 22, 23).
Y terminamos con una frase más de él:
“Así, por tanto, la gravedad puede poner a los planetas en movimiento, pero sin el
poder divino nunca habría podido ponerlos en un movimiento circundante como el
que tienen en torno al Sol, y, en consecuencia, por esta y por otras razones, me veo
obligado a atribuir la estructura de este sistema a un agente inteligente”. (Iden, pág.
45).
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JOHN WICLEFF (1324-1384)
Siendo sacerdote católico, reprobó el lujo en que habían caído las órdenes religiosas y pidió
que fueran disueltas y que los monjes se dedicaran a ganar el pan con el sudor de su frente.
Esto le valió ser condenado como hereje por el papa Gregorio XI en 1377.
Entonces, él propuso que la iglesia tomase como única dirección la Sagrada Escritura y
condenó el celibato obligatorio del clero, el valor de las misas por los difuntos, la teoría de
las indulgencias y la veneración de los santos y de las reliquias.
En 1380 tradujo la Biblia al inglés, basándose en la Vulgata Latina.
Aunque su reforma no fue aún completa, pues la luz llega a los hombres gradualmente, él
fue un precursor de la gran reforma que posteriormente emprendería Lutero.
Además su vida y enseñanzas influyeron en otros precursores, como Juan Huss, de que
hablaremos cuando lleguemos a la República Checa.
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Jacobo I, (1603-1625) fue un rey absolutista, uniendo a la intransigencia política la
religiosa, sosteniendo el principio del “Derecho Divino de los Reyes”, según el cual, los
monarcas son amos de vidas, haciendas y conciencias.
Y es así como la famosa Torre de Londres fue el escenario donde más de 1500 personas
murieron por su fe religiosa y otros motivos.
Hablaremos en primer lugar de:
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Se trata de los hermanos Wesley:
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DAVID LIVINGSTONE (1813-1873)
Creo que es bastante conocido este misionero y explorador escocés.
En 1849 inició sus exploraciones con un viaje al lago Ngami, que descubrió y exploró, y al
río Zambeze.
En 1852 llegó de nuevo al Zambeze, remontó el río y llegó a la costa de Luanda. Después
volviendo sobre sus pasos, descubrió las cataratas Victoria.
En mayo de 1856 llegó a Quelimane.
En 1858, acompañado del Dr. Kirk, exploró los ríos Zambeze, Shiré y Robuma y descubrió
el lago Nyasa en 1859.
Luego realizó un viaje a Inglaterra y otro a la India.
En 1866 acometió su último viaje a Africa con el objetivo de descubrir las fuentes del Nilo.
Para ello desembarcó en Mikindani y desde allí siguió por el río Royuma y el lago Nyasa,
atravesando los ríos Luangwa y Chambre hasta el lago Tanganika. Continuó por la costa
meridional del lago Gweru, descubrió el lago Bangweulu, atravesó el lago Tanganika y
llegó a Ujiji. A pesar de encontrarse emfermo, partió de Ujiji en julio de 1869 y, tras sufrir
penalidades sin cuento, dio con el Lualaba en Nyangwe. A su vuelta a Ujiji en octubre de
1871. encontró a Stanley , enviado en su ayuda por el periódico New York Herald. Luego,
mientras el periodista volvía a la costa llevando los diarios del explorador, él siguió hacia el
sur y bordeando la ribera suroriental del Tanganika, llegó a la aldea de Chitambo, donde
murió.
Había abierto el camino a las expediciones misioneras y colonizadoras como nadie antes ni
después lo pudo hacer, prácticamente solo.
Resumamos diciendo que trabajó por Africa durante treinta y tres años de viajes y fatigas,
en constante lucha con las enfermedades tropicales y bajo el peligro de ataques por parte de
salvajes y de animales feroces. Pero llevó la luz de la civilización cristiana a la parte más
atrasada del mundo.
Luchó incansablemente contra la esclavitud, las supersticiones y el analfabetismo. Dedicó
también su vida a combatir el tráfico de esclavos, de tal manera que los negros le
bautizaron con el nombre de “El Hombre Bueno”.
Cuando llegaba a nuevas tierras repartía telas, herramientas y medicamentos, solo a cambió
de su amistad. Una vez lograda la amistad se quedaba a trabajar en la tribu durante semanas
o meses.
Los domingos por la mañana reunía a los nativos a su alrededor y les predicaba mensajes
evangélicos en los diversos idiomas o dialectos.
Esto hacía que aquellos salvajes, aunque no siempre comprendieran sus palabras, si
comprendían e intuían que aquel hombre era bueno y que por lo tanto el Dios del que
predicaba debía también ser bueno.
109
Diariamente demostraba el valor de la quinina en el tratamiento de la malaria. Durante los
primeros cinco años de trabajo, él mismo sufrió treinta y un ataques de fiebre, pero pudo
sobrevivir gracias a la quinina. Y con ella devolvió la vida a familias y tribus enteras.
En resumen, cumplió con el mandato de Jesús:
“…¡Venid, benditos de mi Padre!...Porque tuve hambre…tuve sed…estuve
desnudo…enfermo…y vinisteis a mí.” (Mateo 25: 34-36)
110
ITALIA
Nos encontramos ahora en el centro histórico de Europa. Si Grecia fue la “abuela” de este
continente, Italia fue la “madre” del mismo, a la que ha aportado su cultura.
Y como toda nación, ha dado al mundo grandes vidas humanas, como exploradores, sabios,
artistas, santos y “pacificadores”, capaces, todos ellos de transportar en su seno de “barro”,
el “tesoro” de Dios
Veamos algunos de ellos:
111
Una de las persecuciones más terribles fue la desatada contra los albigenses en el sur de
Francia y sur y oeste de Alemania, entre los años 1209-1229, en que muchos valdenses
perecieron también.
Bajo el pontificado de Juan XXII (1316-34), sufrieron otra gran persecución.
Igualmente bajo Urbano V (1362-70).
Y también bajo Gregorio XI (1370-78).
En 1475 la duquesa de Saboya les declara la guerra “a muerte”, enviando a las montañas
piamontesas verdaderos ejércitos para aniquilarlos. Y muchas de sus casas y templos, son
destruidos. Pero cuando ellos se reponen, reedifican una y otra vez, y siguen ejerciendo su
fe religiosa “contra viento y marea”. Hubo templos que fueron destruidos y reedificados
hasta cuatro y cinco veces. Y cuando ya no tenían templo, se reunían en una famosa cueva
llamada la “Chiesa de la Tana”.
En 1487, el papa Inocencio VIII organiza una cruzada contra ellos, con la consiguiente
destrucción.
Por fin en 1561, el duque de Saboya les concede libertad de cultos en algunos valles
piamonteses.
Pero en 1686, otro duque de Saboya los destierra a Ginebra, donde gozan de plena libertad
religiosa, al amparo de un país protestante.
Pero, pasado poco tiempo, ellos no están conformes, pensando que han dejado de testificar
en su patria y organizan un regreso a Italia, a través de los Alpes, aprovechando un terrible
invierno en que los pasos fronterizos no están vigilados. Y en esa travesía mueren
bastantes. Pero los supervivientes se establecen de nuevo en su tierra, hasta el día de hoy,
dando testimonio de su fe.
Hoy día, son una denominación más, sin gran número de seguidores. Pero históricamente,
han sido como un nexo de unión y continuidad entre los cristianos primitivos y los
creyentes fieles de los tiempos actuales.
Y si lector desea conocer más detalladamente estos hechos, pued e hacerlo, visitando el
Museo Valdense, en la ciudad piamontesa de Torre Pellice, en el norte de Italia.
112
Se cuenta que estando en el pueblo de Gubbio, supo que había por los alrededores un feroz
lobo que tenía atemorizada la comarca. Se fue hacia él y le habló de tal manera que el
animal se volvió manso y se convirtió en compañero de juego de los niños y nunca más
hizo daño a nadie.
Ya al final de su vida, Francisco, enfermo y postrado en su lecho compuso un salmo de
alabanza a Dios:
“Excelso y omnipotente Señor. A Ti sea alabanza, gloria, honor y todas las
bendiciones, con todas tus criaturas, especialmente nuestro hermano el Sol que nos
trae el día y nos trae la luz…Alabado seas, Señor, por nuestro hermano el viento…el
aire…las nubes…las calmas…las tempestades…el agua…el fuego… la tierra…”
(“Grandes Vidas Grandes Hechos”, de Selecciones del Readers´s Digest, Pág. 188).
113
DANTE ALIGHIERI (1265-1321)
Estamos ante uno de los más grandes poetas de todos los tiempos. Era visionario, y
precursor y padre del idioma italiano.
Por muchas cosas merece ser nombrado, pero hay una que le hace aparecer entre los
portadores del “tesoro de Dios” de forma especial.
Es universalmente sabido que escribió “La Divina Comedia”, la cual, más que una
comedia, yo diría que es un drama de hondo calado espiritual. Se trata de una visita
imaginaria al más allá, traducida en cincuenta idiomas.
Al leer esta obra, el lector se ve compelido a examinar su conciencia y dejar la vida
pecaminosa, para emprender una vida de orden, de justicia y de paz.
Como resultado de este cambio, él soñaba con un mundo unido y justo. Pero también
preveía el tormento de los réprobos, la felicidad de los salvados y sus azarosas aventuras en
el camino hasta llegar a la perfección y salvación eterna.
Esta obra inspiró a Miguel Angel en su “Juicio Final”.
Y al hablar de una Europa unida, censuraba la guerra, la injusticia, la tiranía y la corrupción
de los poderosos. Finalmente asegura que el amor es lo que mueve el Sol y las estrellas.
Después de su muerte, su libro era explicado en las universidades de Italia y en las iglesias
como la obra moral y religiosa más importante de su época.
114
GALILEO GALILEI (1564-1642)
Mucho podríamos decir de este genio italiano.
Pero lo más conocido es su teoría sobre el heliocentrismo, en contra de la reinante sobre el
geocentrismo.
Mil años antes de él, ya Tolomeo había enseñado que la tierra es el centro del universo y
que tanto el sol, como la luna y las estrellas giraban alrededor de la tierra. Pero Galileo se
atrevió a descartar los dogmas reinantes y familiarizado con las teorías de Arquímedes,
refutó las teorías aristotélicas sobre la caída de los cuerpos, y descubrió la ley de la
dinámica y de la inercia de los cuerpos, tanto terrestres como celestes. En realidad, fue el
precursor de la ley de Newton sobre la gravedad.
Además, proyectó puentes y máquinas de guerra. Inventó la regla del cálculo de intereses y
la extracción de las raíces cuadrada y cúbica.
Pero lo que le valió casi la muerte fue su teoría sobre el movimiento de la tierra alrededor
del sol en vez de a la inversa, como se enseñaba hasta entonces. Gran número de fanáticos,
envidiosos, le acusaron ante el tribunal de la Inquisición. Fue amenazado con tormentos
sino abjuraba de sus teorías. Ya anciano y enfermo, abjuró para salvar la vida. Pero parece
ser que en un susurro apenas audible dijo: “Y sin embargo se mueve”.
Pero lo interesante, para este tema, es que era profundamente religioso. Creía que Dios se
revela de continuo en la majestad de las leyes naturales”.
Y ahora, con permiso del lector, pasamos a hablar de un gran pacificador:
115
SUIZA
116
Francesa” que ha cambiado, en gran medida, la mentalidad de Europa, implantando un
espíritu racionalista. Ya no es tiempo de tanta exaltación y menos aún de tanto fanatismo
religioso y tantas matanzas absurdas. Pero la fe, que debe ser ante todo racional, no está
reñida con la razón, aunque no dependa solamente de ella para subsistir.
Por lo tanto, Gaussen es un representante de este tiempo, siendo un hombre muy culto y
racional, y al mismo tiempo, un gran cristiano y ferviente teólogo.
Buscando siempre pruebas racionales en que basar su fe, estudió concienzudamente las
profecías del profeta Daniel, especialmente las del capítulo 2 de su libro y se sorprendió
positivamente del cumplimiento exacto a través de la historia. Entonces, quiso enseñar estas
verdades a personas adultas, pero viendo que había entre ellas grandes prejuicios, como que
las profecías son misterios imposibles de comprender por los seres humanos, empezó a
enseñar a los niños, como anteriormente lo había hecho el predicador Farel, pensando que
luego estos niños lo dirían a los mayores. Y es así como su predicación pudo ser conocida,
más tarde en gran medida, en Suiza, ejerciendo gran influencia posterior en el mundo
centroeuropeo.
Hoy día, muchos años después, aún se estudian sus enseñanzas en grandes ambientes del
mundo evangélico y teológico en general.
Terminemos diciendo que uno de sus temas favoritos de estudio es la segunda venida de
Jesucristo, ayudando a muchas personas a interesarse por este tema y a reavivar en las
iglesias la esperanza bienaventurada.
Pero no solo Dios usa a los hombres y mujeres para el adelanto de su reino. También, como
ya hemos considerado otras veces, usa a las naciones. Y este es el caso de Suiza.
Una vez que la Reforma hubo triunfado en gran parte de Suiza, este país se convirtió en un
“asilo” para muchos de los perseguidos por su fe religiosa. He aquí como lo comenta la
autora del siglo 19. ya citada varias veces;
“De Ginebra salían publicaciones y maestros que esparcían las doctrinas reformadas.
Y a ella acudían los perseguidos de todas partes, en busca de instrucción, de consejo y
de aliento…La ciudad…se convirtió en un refugio para los reformadores que en toda
la Europa occidental eran objeto de persecución…Muchos de los que se refugiaron
allí regresaron a sus propias tierras para combatir…Juan Knox, el valiente
reformador de Escocia, no pocos de los puritanos ingleses, los protestantes de Holanda
y de España y los hugonotes de Francia, llevaron de Ginebra la antorcha de la verdad
con que desvanecer las tinieblas en sus propios países.”
(E. G. White). (El Conflicto de los Siglos, pág. 251)
Finalmente, hablaremos ahora de un gran filántropo:
117
Internacional de Ginebra de 1863 y la Convención de Ginebra de 1864, quedando
autorizada la organización de la que más tarde se llamó Cruz Roja Internacional, con fines
puramente filantrópicos y con carácter apolítico, aconfesional e internacional, como ya
indica su nombre. Posiblemente todos conocemos algo de los muchos beneficios que esta
organización ha aportado a la humanidad.
Finalmente, Dunant obtuvo, junto con otro, el primer premio Nobel de la Paz en el año
1901.
Y así, pasamos ahora a otro vecino país:
118
ALEMANIA
Como prácticamente todos los países, Alemania ha tenido multitud de grandes filósofos,
sabios, moralistas y creyentes que han aportado mucho del “tesoro divino” a la humanidad:
119
defendiendo, a riesgo de su vida, las grandes verdades de la Sagrada Biblia, contra las
supersticiones y tergiversaciones de la fe, como “las indulgencias”, “la salvación por las
obras”, “la infalibilidad papal”, “la intercesión de los santos”, “el culto a las imágenes”, etc.
Lo que no cabe duda, es que fue un hombre de una profunda fe religiosa y un valor
innegable.
Que cambió las ideas de millones de seres y que influyó notablemente en un cambio de
mentalidad, facilitando el paso de la Edad Media a la Edad Moderna y a un nuevo
concepto de la sociedad humana europea y luego, americana.
Una de sus grandes obras fue traducir la Biblia. hasta entonces, al alcance solo de unos
pocos eruditos, al alemán, para ponerla al alcance del pueblo. En cuatro meses, lo hizo con
el Nuevo Testamento y diez años más tarde, concluyó la traducción total, con la ayuda de
Melanchthon y otros colaboradores.
Además compuso numerosos himnos, que han sido una verdadera inspiración para millones
de fieles evangélicos, además de sermones y escritos diversos.
Toda una comunidad de países mayormente evangélicos, han sido conducidos por él a la
Fuente principal, o sea a la Santa Biblia y han contribuido a crear una sociedad más
cristiana, más democrática y más libre durante la Edad Moderna y Contemporánea, hasta
nuestros días.
Y así, podríamos nombrar a otros muchos reformadores alemanes y no alemanes, que han
seguido, más o menos sus pisadas, muchos de los cuales, han pagado con su vida, la fe que
profesaban.
Pero ahora saltamos a un hombre de ciencia, que también ha revolucionado los conceptos
medievales, en otro sentido:
120
Albert Einstein lo llamó “Genio incomparable”, pues fue un verdadero gigante de la ciencia
y particularmente de la Astronomía. En cierto sentido fue un continuador de la teoría de
Nicolás Copérnico, que ya en su tiempo, sostenía, revolucionariamente que la tierra gira
alrededor del sol, en contra de lo que se había creído hasta ese momento.
El escribió en cierta ocasión, cuando aún era estudiante, a este respecto:
“Aparte de hallarse en el centro del Universo, el Sol es el espíritu que lo anima. Me
propongo demostrar que la máquina celeste se asemeja a un mecanismo de relojería
en el cual una sola pesa nueve todas las ruedas y que la totalidad del complejo
movimiento celeste obedece a una sola fuerza magnética”.
Y basándose en esta teoría escribió sobre la armonía del Universo.
Y con las inconclusas tablas astronómicas de Brahe, Kepler compuso tres leyes que llevan
su nombre, a saber:
1.- Las órbitas de los planetas son elípticas
2.- Las áreas descritas por un planeta son proporcionales a los tiempos.
3.- Los cuadrados de los tiempos de la revolución de los planetas son proporcionales a los
cubos de su distancia media al Sol.
Estas leyes demostraron la falsedad del sistema de Tolomeo que colocaba a la tierra en el
centro del Universo, e iniciaron la era de la astronomía moderna.
Además, completó los laboriosos cálculos sobre la posición de 777 estrellas observadas por
Brhae, a las que añadió 228, observaciones suyas.
También fundó la ciencia de la óptica geométrica. Estudió la anatomía del ojo humano.
Compuso una obra de ciencia ficción y estudió las manchas del Sol.
Pero lo más interesante, para nuestro estudio, es que fue un gran creyente. Aún se recuerda
esta oración compuesta por, él:
“Dios mío, gracias te sean dadas por guiarnos hacia la luz de tu gloria con la luz de la
Naturaleza. Llevé a cabo la tarea que me señalaste y me regocijo en tu creación, cuyas
maravillas me han concedido que conozca a los hombres. Amén”.
(GRANDES VIDAS, GRANDES HECHOS, Pag. 493.- Selecciones del Reader´Digest).
Por supuesto, Alemania también ha dado grandes creyentes, tanto en el catolicismo como
en el protestantismo.
121
Aunque hemos hablado de Lutero, como el principal iniciador de la Reforma protestante,
no es el único, ni siquiera el primero.
Como gran creyente que era, Leibniz, sostuvo que la razón y la fe están, por esencia, en
armonía. Partiendo de la existencia de la armonía entre la “mónadas”, (sustancias completas
en si mismas, que reflejan por si solas el mundo entero), llegó a la conclusión de que Dios
existe y es el Autor de esta armonía universal, de tal manera que, “el universo existente es
el mejor de todos los posibles”.
Pero como a Dios también se le puede alabar mediante la música, citamos a continuación
dos grandes “alabadores de Dios” a través de este arte:
122
Pero, es indudable, que su obra cumbre es “El Mesías”, que tanto ha influido en la
elevación religiosa de millones de personas
Y ahora, dejando a los grandes músicos, hemos de pasar a un gran filósofo:
123
Pero, ante todo, era un “hombre de Dios”.
En las comidas, se sentaba en el centro de una larga mesa, frente a los invitados de honor.
Antes de comer, elevaba una oración en francés. Y al terminar la cena, se distribuían entre
los comensales himnarios, y mientras él tocaba en un destartalado piano, todos cantaban,
alabando al Creador. Luego leía, a veces, pasajes de la Biblia y los comentaba.
Finalmente, Schweitzer, “dio” literalmente su vida por Africa, muriendo en ese continente,
pero dando vida y esperanza a millones de africanos.
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AUSTRIA
Llegamos ahora a un país relativamente pequeño en el centro de Europa, pero muy grande
en el pasado. Y es que Austria fue parte importantísima del antiguo imperio Austro-
húngaro, con más de 50.000.000 de habitantes y compuesto por alemanes-austriacos,
húngaros, checos, polacos, eslovenos-croatas, servios, rutenos, italianos, valacos, gitanos,
etc.
Este feudo patrimonial de los Habsburgos, fue convertido por Maximiliano en el Sacro
Imperio Romano en 1493, como una añoranza del antiguo Imperio Romano.
Mientras tanto, los turcos aparecen por primera vez en Europa a mediados del siglo XIV.
Expulsados por los mogoles del centro de Asia y Armenia, se extienden hacia el Oeste de
Asia Menor.
Osman II (1258-1326) establece la capital en Brusa, frente a Constantinopla.
En 1358, Solimán captura Gallípoli, estableciendo por primera vez una cabeza de puente en
Europa.
Murad I, (1359-1389) establece la capital en Adrianápolis.
Bayaceto I (1389-1402) somete Valaquia, Bulgaria, Tesalia y Macedonia y aniquila
Hungría y Polonia en 1396.
Luego hay algunos reveses por parte de los turcos, con pequeños retrocesos.
Pero Mohamed I (1402-1421) restablece el imperio turco.
Y bajo Murad II (1421-1451) Turquía se ha convertido de nuevo en una potencia agresora.
Y en 1453, fecha ,muy conocida y emblemática, Turquía, bajo Mohamed II, conquista
Constantinopla, la que fue capital del Imperio Romano de Oriente, llamado también
Bizancio.
En 1456, cae el Peloponeso.
En 1470, cae Albania.
En 1474, cae Crimea.
En 1478, le toca el turno a Moldavia
Selim I, (1512-1520) somete el SO. de Asia y N. de Africa.
Y bajo Solimán II ((1520-1566) el Imperio Turco se convierte en una verdadera amenaza
para la Cristiandad. Pero aún continúan las conquistas:
En 1521 es tomada Belgrado.
En 1523. cae Rodas.
En 1526, es conquistada Hungría.
Y en 1529, los turcos llegan al pie de las murallas de Viena, aunque así permanecerán
bastante tiempo sin conseguir tomar esta ciudad.
Pero las conquistas siguen en el mar:
125
Mientras tanto los turcos van siendo dueños del Mediterráneo, con la excepción de la Isla
de Malta que consigue mantenerse sin ser conquistada. Y es entonces cuando tiene lugar la
célebre batalla de Lepanto, en que la flota combinada de Venecia, el Vaticano y sobre todo
España, derrotan a los turcos, produciendo un punto de inflexión en su hegemonía naval.
Pero, volviendo a tierra firme, en 1683, Viena es sitiada por segunda vez. Y por fin cunde
la alarma en toda la Europa cristiana. Y de nuevo, España, entre otras naciones, envía sus
soldados para defender lo que ellos consideran el legado sagrado del Cristianismo,
evitando así la toma de esta ciudad emblemática.
Y a propósito de estos hechos tenemos que relatar una anécdota curiosa y posiblemente
providencial: Tomo lo siguiente de una hojita de calendario:
126
REPUBLICA CHECA
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hubiesen puesto obstáculos, con tanta terquedad, en el camino de aquel hombre de
Dios que se llamó Wiclef, los nombres de los bohemios Hus y Jerónimo de Praga,
como los de Lutero y Calvino, no hubieran pasado a la posteridad” (Iden, tomo 5, pág.
82).
Y así, pasamos a otra nación europea:
128
SUECIA
Antes de entrar en otros aspectos respecto a Suecia, daremos algunos apuntes someros
sobre la cultura de este gran país:
La religión oficial es la Iglesia Luterana, cuya cabeza visible es el rey. Sin embargo, hay
una tolerancia y libertad de cultos completa para todas las confesiones.
Es uno de los países más cultos del mundo, sin prácticamente, analfabetos.
Se caracterizan los suecos por su seriedad, amor a la patria, apego a la religión, a las leyes y
a la libertad, honradez, valentía, hospitalidad, e inteligencia.
Como en todos los países, ha habido en Suecia grandes sabios. Pero como siempre, en este
manual, nos limitaremos a señalar alguno o algunos solamente, por razones de brevedad:
129
LORENZO PETRI
Mientras que Olaf, como ya hemos dicho, era ferviente y elocuente, este era sabio, juicioso
y de ánimo sereno.
Ambos jóvenes eran hombres de piedad ardiente, de profundos conocimientos teológicos, y
de gran valor para luchar contra la oposición y el fanatismo.
Varias veces las turbas los asaltaron y estuvieron a punto de morir.
Pero el rey de Suecia, estaba convencido de que tenían la verdad y se opuso a que fueran
arrestados, convocando una reunión pública, donde pudieran ser escuchados.
En presencia del monarca y de los grandes de la nación, Olaf Petri defendió con sabiduría
las doctrinas de la Reforma. Dijo que las enseñanzas de los padres de la iglesia no debían
aceptarse si no concordaban con la Santa Biblia, de una forma clara y sencilla que todos
pudieran entender.
Como resultado de esta reunión el rey de Suecia, aceptó la fe protestante y poco después
también la Asamblea Nacional se declaró a favor de la Reforma.
Ya Olaf Petri había traducido el Nuevo Testamento al Sueco y ahora, por deseo del rey,
ambos hermanos emprendieron la traducción de la Biblia entera, de tal manera que el
pueblo pudiera recibir por primera vez la Palabra de Dios en su propio idioma.
A continuación la Dieta dispuso que los ministros explicasen al pueblo las Escrituras y que
en las escuelas se enseñase a los niños a leer la Biblia.
Desde entonces, Suecia vino a ser uno de los baluartes del protestantismo. Y un siglo más
tarde, cuando Alemania estuvo en peligro por la guerra de los treinta años, la única nación
que pudo prestarle ayuda fue Suecia.
Fueron los ejércitos suecos, los únicos que habilitaron a Alemania para rechazar la ola de
peligro y asegurar la tolerancia para los, protestantes-calvinistas y Luteranos- y para
devolver la libertad de conciencia a los pueblos que habían aceptado la Reforma.
De nuevo citamos unas hermosas palabras de la pluma de E. White:
“Si las enseñanzas de la Palabra de Dios ejercieran una influencia dominadora en la
vida de cada hombre y mujer, y los corazones y las mentes fueran sometidos a su
poder refrenador, los males que ahora existen en la vida nacional y social no hallarían
cabida. De cada hogar emanaría una influencia que haría a los hombres y mujeres
fuertes en percepción espiritual y en poder moral, y así naciones e individuos serían
colocados en un terreno ventajoso”.
(E. G. White.- PROFETAS Y REYES, PAG. 143).
Y así, vamos ahora a la más grande nación europea:
130
RUSIA
Si hablamos solamente de la Rusia europea, estamos ante el país más grande de Europa; y
si hablamos de toda Rusia, estamos ante el más grande del mundo. Y si hablamos de la
U.R.S.S. (ya desaparecida), con mayor motivo.
A mediados del siglo IX (d. C.) fue invadida por los vikingos procedentes de Escandinavia,
que fusionándose con los eslavos, dieron lugar a un nuevo pueblo, llamado Rus, de donde
se deriva el nombre de Russia o Rusia.
Durante mucho tiempo, la ciudad más importante fue Kiev.
En el año 988, Vladimiro, abrazó el cristianismo, e hizo bautizar en masa a sus súbditos,
conforme a la mentalidad y costumbre de aquellos tiempos, con lo cual, desde entonces el
país fue nominalmente cristiano.
Pero en 1380, la hegemonía pasó a Moscú, cuya capital la ha ostentado hasta el día de hoy.
Cuando en 1453, cae Constantinopla en poder de los turcos, Moscú reclama para sí la
hegemonía y sede de la Iglesia Ortodoxa, que lidera en Rusia hasta ahora.
Pero Rusia permanece en un estado de atraso con respecto al resto de Europa, hasta que en
1697, Pedro el Grande, emprende un viaje de incógnito por varios países europeos,
llegando incluso a trabajar anónimamente en astilleros holandeses, según algunas fuentes
no confirmadas. Y en 1703, este gran dirigente de ideas modernas pone la primera piedra
de una nueva ciudad, San Petesburgo, a caballo entre Rusia y los países escandinavos, que
hoy es una joya de belleza sin par.
Pero, aunque algo había mejorado la situación, Rusia seguía siendo un país muy atrasado.
Y como un lucero en las tinieblas del atraso, surge un hombre “adelantado” a su época:
131
No era solamente un hombre idealista, como algunos pudieran pensar. Hablaba, además del
ruso (su lengua), francés perfectamente, y también alemán, italiano e inglés y conocía
perfectamente los clásicos de la literatura griega.
Creó una escuela para educar a los hijos de los campesinos con teorías educativas
progresistas.
Y procuró libertar a los siervos, de lo que en realidad era una verdadera esclavitud.
También luchó por la libertad de palabra y de ideas, siendo un adelantado de la democracia.
Una vez muerto, ha sido honrado como un “santo patriarca” para cristianos y creyentes de
otras religiones y para todos los que buscan la fe en Asia, Europa y América.
Y llegó una primera revolución, en 1904, que no cambió mucho las cosas.
Pero la verdadera revolución, la grande y decisiva fue la de 1917, que acabó con los zares y
arrojó a Rusia en brazos del comunismo.
Y poco a poco, por anexiones más o menos lícitas, se formó la U. R. S. S. (Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas), con 22. 171.700 km. 2, siendo el país más grande de la
tierra y una de las mayores potencias del mundo.
Pero lo más trascendente de ello es que su forma de gobierno y su forma de ser era el
“Marxismo – Leninismo”, o de otra manera, el “Comunismo”, con su ideología de igualdad
social, de ateismo, y de conquista de toda la tierra para esta idea.
Y esto, como todos sabemos ha producido durante casi todo el siglo XX, una enorme
tensión entre el mundo comunista y el mundo llamado capitalista, con amenazas constantes,
con rearmes recíprocos y con la llamada “guerra fría” que parecía que en cualquier
momento podría desembocar en una verdadera “guerra caliente”, con armas convencionales
y nucleares de carácter imprevisible.
Pero, cuando ya parecía inevitable “Una pira nuclear funeraria”, surgieron hombres, como
si Dios mismo los enviara:
Antes de hablar de ellos, me permito transcribir un párrafo de la Sra White:
“Pero mientras Jesús siga intercediendo por el hombre en el Santuario Celestial, los
gobernantes y el pueblo seguirán sintiendo la influencia refrenadora del Espíritu
Santo, la cual, seguirá también dominando hasta cierto punto las leyes del país. Si no
fuera por estas, el estado del mundo sería mucho peor de lo que es. Mientras muchos
de nuestros legisladores son agentes activos de Satanás, Dios tiene también los suyos
entre los caudillos de la nación…”
(E. G. White.- El Conflicto de los Siglos, pág. 668,669)
Hablemos, pues, de algunos de estos hombres, pacificadores:
132
impidiendo el abastecimiento por parte de Rusia de armamento nuclear, amenazando con
hundir los barcos rusos que siguieran dirigiéndose a Cuba y traspasaran una línea
establecida en el Atlántico. Pero lo más terrible es que la U. R. S. S. respondió que no
acatarían ninguna orden de detención y seguirían llevando a la Isla el material bélico
necesario, para su “defensa” contra las amenazas estadounidenses.
Todo parecía el cumplimiento de las profecías del Apocalipsis:
Todo el mundo tembló, ante el temor a una conflagración de caracteres apocalípticos entre
las dos grandes potencias nucleares.
El secretario general de la ONU, U Thant propuso que fueran fuerzas de 45 países no
alineados las que se interpusieran entre las naves soviéticas y norteamericanas.
El papa, Juan XXIII, urgió a Kruschev y a Kennedy para que salvaran la paz por todos los
medios.
Poco después, Nikita Kruschev anunció que la URSS aceptaba la mediación de la ONU, y
en el último momento, los barcos rusos se desviaron de su ruta, evitando así el
enfrentamiento.
Y el presidente Kennedy declaró que “la actitud de la Unión Soviética ha constituido
una importante contribución al mantenimiento de la paz”.
Posiblemente esto fue el cumplimiento parcial de una intervención divina:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro ángulos de la tierra, que
detenían los cuatro vientos de la tierra… para que no soplase viento alguno sobre la
tierra… Entonces vi a otro ángel que subía del este y tenía el sello del Dios vivo.
Clamó a gran voz a los cuatro ángeles…y les dijo: No dañéis la tierra…hasta que
sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios…”
(Apocalipsis 7: 1-3).
Pero todavía habría otro hombre que posiblemente, dirigido por Dios, contribuiría
enormemente a la paz en el mundo moderno.
PERESTROIKA (Reestructuración) y
GLASNOST. (Transparencia)
133
Pero en realidad, lo que ello significó fue una “descongelación de la “guerra fría”, un
cambio radical de actitud y una caída del Comunismo y de la U.R.S.S, colocando a Rusia
en el camino de la Democracia, que lentamente parece ir llegando.
Y uno de los acontecimientos más sorprendentes fue la caída del muro de Berlín el día 9 de
Noviembre de 1989, con lo cual, Alemania pudo recuperar la unidad entre el este y el oeste,
y cayó el “Telón de Acero” que durante años había dividido y enfrentado al mundo con la
amenaza de una guerra nuclear.
Pero aún habría otra caída no menos sorprendente: Fue la caída, el 31 de diciembre de
1991, de ese gigante que parecía invencible y que parecía amenazar la paz mundial,
llamado la U. R. S. S. y con ello, del comunismo ruso.
Estos cambios eran impensables tan solo diez años atrás. Pero la Palabra de Dios dice:
“…Alabado sea el nombre de Dios por los siglos de los siglos…El cambia los tiempos y
las épocas, quita reyes y pone reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los
entendidos” (Daniel 2: 20, 21)
Finalmente hoy, en Rusia, hay libertad de cultos y gran número de creyentes pueden adorar
a Dios en sus templos con toda libertad y predicar a otros las buenas nuevas de salvación.
Pero después de hablar de Africa, Asia y Europa, pasamos ya al “Nuevo Mundo” o sea a
América, al que trataremos en dos grandes apartados, basándonos en sus respectivas áreas
lingüísticas:
134
IBEROAMERICA
135
Y así, hasta que llegó la hora, en que un hombre posiblemente predestinado, Cristóbal
Colon, tuvo el acierto o inspiración para la gesta que ya se ha comentado y que todo el
mundo conoce más o menos.
Luego seguirían los otros , los conquistadores, los misioneros y los colonos, hasta poblar e
incorporar todo un continente al conjunto de las naciones del mundo moderno.
Y ya nos encontramos en la América Ibérica, la de habla española y portuguesa:
Territorio de 20.000.000 de Km.2, con geografías de todo tipo, desde regiones andinas, a
selvas amazónicas, de fríos glaciares a calores ecuatoriales y de pampas interminables a
costas paradisíacas. Y pueblos de razas diversas y diversos orígenes raciales, como los
“caribes”, “chibchas”, “quechuas”, “aymaraes”, “araucanos”, “patagones”, “fuenguinos”,
“Puelches”, “guaraníes”, “tupíes”, “maya–quichés”, “arahuacos”, “aztecas”, “toltecas”, etc.
Además de todo esto, mientras había pueblos con un gran desarrollo en algunos aspectos,
como denota la construcción de grandes pirámides, había otros, que estaban en un estado
muy primitivo.
Y todos ellos, por supuesto en cuanto a religión, se hallaban en un estado de paganismo
absoluto y muchos de ellos, de prácticas brutales como el canibalismo ritual y los
enterramientos de vivos para agradar a los dioses representativos de los fenómenos
naturales. Y a este mundo, lleno de macizos inmensos, de selvas infestadas, de distancias
grandísimas y de peligros desconocidos, se aventuraron miles de hombres españoles y
portugueses, muchos de ellos de “barro”, que ambicionaban el oro. Pero muchos que
también llevaban el “tesoro de Dios” buscando a esas almas sumidas en el paganismo para
evangelizarlas.
Y se produce, como ya hemos apuntado un “injerto”, puesto que los colonizadores se casan
con las “indias”, sin prejuicios o por necesidad, y lo hacen de tal manera que hoy, viajando
por aquellas tierras, podemos ver la mezcla entre la sangre ibérica y americana de una
forma incontestable.
Pero Iberia no da solo su semilla humana. También da su sangre, en una verdadera
“transfusión”, con la muerte de tantos y tantos colonizadores y evangelizadores, lo cual
enriquece a ambos pueblos y también los empobrece en cierto sentido.
Pero hablemos ya de la obra puramente evangelizadora:
Desde que empieza la evangelización en el siglo XVI, la única iglesia presente es la
Católica, como es natural, ya que es la única que Iberia tiene para exportar.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, sigue siendo lo mismo. Su labor es inmensa y los
resultados son espectaculares, hasta el punto de que cuando estos pueblos alcanzan la
independencia política, son oficialmente cristianos.
Sin embargo, las conversiones han sido hasta ahora, masivas y masificadas, produciendo en
muchos casos, el típico creyente que lo es porque le han bautizado al nacer y le han llevado
a la iglesia desde la niñez, pero que no ha experimentado en sí mismo la conversión o
“nuevo nacimiento”.
136
Pero a partir del siglo XIX y sobre todo del XX, han penetrado en esta parte del mundo, con
gran éxito, diversas confesiones evangélicas, con un estilo de predicar más personalizado y
más agresivo, produciéndose millares y millares de conversiones.
Por ejemplo, la Iglesia Cristiana Adventista del Séptimo día, que no es mayoritaria
mundialmente hablando, cuanta al día de hoy con aproximadamente, 6.000.000 de
creyentes en este subcontinente iberoamericano. Esto no quiere decir que todos sean
“practicantes netos” en el sentido de la palabra. Pero sí que lo son la mayoría. Y también
que un gran porcentaje son misioneros laicos activos, lo que produce un importante
crecimiento anual.
Pero estas cosas, las relatamos, no para vanagloria humana, sino para decir que Dios está
aún vivo y sigue trabajando por la humanidad. Ya lo dijo el Salvador:
“Jesús respondió: Mi Padre siempre está en su obra y yo también” (Juan 5: 17)
Pero como Dios tiene instrumentos escogidos en todos los lugares, según la luz que cada
uno ha recibido, hablemos ya de algunos fieles testigos del “tesoro divino”, de grandes
vidas que han testificado con sus palabras y sus hechos a favor del Dios que “hizo el
mundo y todo lo que en él hay”:
Pero hablemos también de algunos “vasos de barro” americanos, que también son usado por
el gran Alfarero (Dios) para llevar el “tesoro” divino, en la dimensión humana:
ARANSUNU ( - 1628)
Estamos hablando del 1 de Noviembre de 1628. En las selvas rioplatenses de América del
Sur, en la recientemente fundada reducción de Todos los Santos de Caaró (hoy territorio
brasileño),fueron martirizados los dos misioneros jesuitas Roque González de Santa Cruz y
Alfonso Rodríguez. Pero Pedro Romero, compañero de Roque González, encargado de
la vecina misión de Candelaria de Cazapaminí y que recogió los restos de sus compañeros
mártires, incluido el corazón de Roque, cuenta en una carta dirigida al superior general de los
jesuitas, que el cacique Arasunú, que se estaba preparando para el bautismo, indignado,
defendió a los predicadores del Evangelio. Esto motivó que Aransunú recibiera el bautismo,
pero no de agua, sino de fuego, mediante el martirio, así como los que le habían adoctrinado.
HERDER CAMARA
He aquí las palabras literales de este obispo católico en Iberoamérica, pronunciadas en un
sínodo en Roma en 1974:
“…¡Que alegría poder anunciar el Evangelio a los pobres!...¿No es esta la hora de
Dios para que hagamos como San Pablo y nos dirijamos a los paganos, o a los
bárbaros, mucho más cercanos a nosotros?...¿Por que dudar de que el Espíritu Santo,
siempre vivo, realiza ahora milagros tal vez más grandes que los de los primeros siglos
del cristianismo?...¡Mis queridos hermanos, vayamos a los paganos, vayamos a los
bárbaros! ¿No vemos al pobre que nos hace señas, que nos llama como el macedonio,
llamaba a San Pablo?”
137
LEONIDAS PROAÑO
Este otro obispo, estableció las escuelas radiofónicas populares, para educar a los indios.
Pronto, los terratenientes emprendieron una campaña de acoso y difamación, por lo que
consideraban “una locura”.
Pero el obispo, no se arredró por ello, y para poner en aplicación sus enseñanzas sobre la
reforma agraria, donó las tierras que pertenecían a la diócesis de Riobamba a los
campesinos y él se refugió en la vieja catedral de madera y ladrillo.
Decía él que “los pobres, lo indios, todos los que tienen hambre y sed de justicia, han
tenido siempre más confianza en la cruz que en las metralletas.”
Pero pasemos ahora a hablar de uno de los más grande creyentes que han existido en
Hispanoamérica:
138
¡Qué bienes no debiéramos esperar de este nuevo estudio, si fuere posible reestablecerlo
entre los sacerdotes hábiles y constituidos en la Iglesia por maestros y doctores del
pueblo cristiano!
Deseo y pretendo, lo tercero, dar alguna luz, o algún otro remedio más pronto y eficaz a
mis propios hermanos los judíos, cuyos padres son los mismos de quien desciende Cristo
según la carne.
¿Qué remedio pueden tener estos miserables hombres, sino el conocimiento de su
verdadero Mesías a quien aman, y por quien suspiran noche y día sin conocerlo? ¿Y
cómo lo han de conocer, si no se les abre el sentido? ¿Y cómo se les puede abrir
suficientemente este sentido en el estado de ignorancia y ceguedad en que actualmente
se hallan, conforme a las Escrituras, si solo se les muestra la mitad del Mesías,
encubriéndoles y aún negándoles absolutamente la otra mitad? ¿Si sólo se les predica
(quiero decir) lo que hay en sus Escrituras perteneciente a vuestra primera venida, en
carne posible, como redentor, como maestro, como ejemplar, como sumo sacerdote,
etc.; y se les niega sin razón alguna lo que ellos creen y esperan, según las mismas
Escrituras, aún con ideas poco justas y aún groseras perteneciente a la segunda?” El
sabio Gorriti, arcediano de la Iglesia Catedral de Sarta. Le llama “El incomparable
americano Lacunza, honra no solo de Chile, que fue su patria, sino de todo nuestro
continente”.
Y el Diccionario Biográfico Americano de Cortés le proclama
“Una de las glorias de la Teología en el siglo XIX”.
Y Menéndez Pelayo asegura que “Notables y ortodoxísimos teólogos ponen sobre su cabeza
el libro del Padre Lacunza, como sagaz y penetrante expositor de las Escrituras”.
139
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras,
140
NORTEAMERICA
Al hablar de Norteamérica, nos ceñiremos a los Estados Unidos de Norteamérica, por ser en
ese gran país donde trascurre la Historia de forma más trascendente, en cuanto al temario
de este libro.
Y así como Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma, y los estados europeos estaban
representados en la profecía bíblica mediante una estatua, que vio en sueños el rey
Nabucodonosor y que se relata en el libro profético de Daniel, capítulo 2, también los
EE.UU. están representados en una visión que vio el profeta Juan y que él mismo escribió
en el libro de Apocalipsis, capítulo 12.
Veamos esta interesante profecía:
“Cuando el dragón vio que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la
mujer…Pero le fueron dadas a la mujer dos alas de una gran águila, para que volara
de la presencia de la serpiente, al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un
tiempo, tiempos y medio tiempo. Entonces la serpiente echó de su boca tras la mujer,
agua como un río, para que fuese arrastrada por el río, Pero la tierra ayudó a la
mujer. La tierra abrió su boca y sorbió el río que el dragón había arrojado de su boca.
Entonces el dragón se airó contra la mujer y fue a combatir al resto de sus hijos, los
que guardan los Mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apocalipsis
12: 13-17).
No pretendemos dar ahora una explicación exhaustiva de este pasaje, que merece un
estudio., aparte, más detallado. Pero sí daremos algunos breves apuntes, a fin de que el
lector, si lo desea, pueda profundizar un poco más en ello.
En primer lugar se habla de un dragón o serpiente: El mismo libro de Apocalipsis nos dice,
un poco antes:
“Y fue lanzado fuera ese gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y
Satanás…” (Apocalipsis 12:9).
Luego, nos habla de una mujer. Leemos en otro lugar:
“Esposos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella” (Efesios 5: 25).
En este y otros textos bíblicos se evidencia el símbolo empleado por Dios., al comparar a la
iglesia con una esposa para El.
A continuación nos dice que la mujer huye al desierto donde es sustentada por tres tiempos
y medio. Este mismo periodo está reseñado en otras profecías paralelas, como de tres años
y medio proféticos, a razón de un día por año que representan 1260 años. (Números 14: 34;
Ezequiel 4: 6).
Por lo tanto, se trata aquí de un periodo de grandes persecuciones medievales sobre las
iglesia reformada, que ocurren principalmente entre los años 538 (d. C.) en que queda
establecido y afianzado el poder político religioso de Europa, hasta el año 1798, en que este
poder, es quebrantado temporalmente por la Revolución Francesa.
141
Sin embargo, durante ese periodo de oscurantismo y fanatismo, hay siempre una iglesia
“remanente”, que ora escondida en los Alpes italianos, ora en bosques y en casas
particulares, ora en países lejanos de Europa, permanece fiel, manteniendo la “antorcha” de
la verdad que ellos conocen, o de otra manera, llevando el “tesoro divino” aunque sea en
“vasos de barro”.
A continuación se habla de agua como un río, echado tras la mujer o iglesia.
Es muy frecuente en lenguaje simbólico de la Biblia, representar a las multitudes o a los
ejércitos, como ríos que amenazan con anegarlo todo a su paso. Estaría. pues hablando de
las grandes persecuciones, que cayeron sobre tantos fieles, ya que todos no tuvieron el
privilegio de estar ocultados en montañas o lugares desiertos.
Pero ahora se dice que “la tierra ayudó a la mujer…y sorbió el río” (Versículo 16).
Es aquí donde vemos un símbolo de los EE. UU. mediante esa “tierra de promisión” que se
abre para acoger a los miles y miles
de creyentes, que huyendo de Europa, encuentran una “tierra” de libertades, donde podrán
practicar libremente su fe, sin que el “río” los anegue.
Pero veamos esto, ahora, en la historia real de esta “tierra” que se llama LOS ESTADOS
UNIDOS DE NORTEAMERICA:
(HISTORIA BREVE)
Después de que España y Portugal descubrieran y colonizaron parcialmente el gran
continente americano, Inglaterra, Holanda, Francia y otras naciones europeas se lanzan a la
conquista y también colonización, imitando y secundando a los ibéricos, deseosos también
de recoger el “botín” unos y de llevar la civilización y la fe cristiana los otros. Solo Dios
juzgará a todos y “pesará en balanza” las motivaciones”, pues de todo hay en este mundo
de pecadores indignos y de grandes hombres.
Y a medida que llegaron, principalmente los ingleses, se formaron aquellas primeras
colonias que luego formarían los primeros seis estados específicos que son los
nororientales, Maine, Vermont, New Hampshire, Massachussets, Connecticut y Rhode
Island. Y que formaron la llamada NUEVA INGLATERRA.
Dice la Enciclopedia Durvan:
“Una fuerza cultural común prestó originariamente unidad a estos estados, cuando,
en calidad de colonias inglesas, suscribieron los principios del Puritanismo.
Probablemente ninguna otra empresa colonial ha estado dotada del impulso
intelectual que caracterizó la colonización de la bahía de Massachussets (1630) y
zonas próximas. Este caudillaje intelectual representó la contribución principal a la
civilización americana de Nueva Inglaterra, que hasta bien entrado el siglo XIX siguió
siendo la capital cultural de la nación.
Los primeros colonizadores de Nueva Inglaterra fueron los famosos peregrinos que
arribaron a Plymouth en 1620. Los Peregrinos se fusionaron muy pronto con los
Puritanos que iban llegando en sucesivas inmigraciones y que han venido a constituir
un símbolo nacional.
142
(Gran Enciclopedia del Mundo Durvan, tomo 14, pag. 123, 124).
Resumamos:
En 1607 llegó el primer contingente, fundando la colonia de Virginia.
En 1643, se fundó la colonia de Maryland.
Un poco antes, en 1629, los famosos “padres peregrinos”, de los que ya hemos hablado en
el capítulo del Reino Unido, fundaron en la región del río Hudson, la ciudad de Plymouth.
Guillermo Penn (1644-1718), fundó al oeste de New Jersey, Pennsylvania, cuya capital fue
Philadelphia, donde pronto reinó la más completa libertad de credos religiosos y de formas
políticas.
Se ha calculado que entre los años 1600 y 1700 embarcaron para el Nuevo Mundo de
700.000 a 750.000 emigrantes.
Y así, poco a poco, fueron apareciendo las colonias inglesas y luego algunas francesas.
Pero llegó lo inevitable. La gran distancia geográfica e ideológica entre las colonias y la
metrópoli, pronto “alumbró” en los colonos ese deseo innato a la humanidad de
independencia y libertad.
Y después de diversos conflictos, largos de enumerar, el 4 de julio de 1776, se aprobó en
Philadelphia, la Declaración de Independencia. Desde entonces, ese día, se celebra en todo
el país como el más importante en lo político.
Y en 1778, se votó la primera Constitución, que ha sido motivo de inspiración para muchas
otras constituciones modernas.
Finalmente, en 1783, por la Paz de Versalles, los Estados Unidos fueron reconocidos como
estado independiente y soberano.
Y en 1789, es elegido Jorge Washington como primer presidente de la nación.
Luego, continuó la expansión lenta y continua hacia el oeste, hasta alcanzar la plenitud
actual y llegar a ser la nación más poderosa del mundo y gran defensora de libertades.
Pero un pueblo no es más que lo que sean las personas que lo componen. Por lo tanto,
hablemos ahora de unas cuantas personas, como “botón de muestra”. Empezaremos por
algunos sabios famosos:
143
poesía “Mi Vaquerillo”, hablando de un muchachito que cuida sus vacas en el día o la
noche, en el frío o el calor y en peligros potenciales:
“Para hacerse de acero los cuerpos; para hacerse de oro las almas”.
Y esto, amén de otros factores, forjó a Benjamín Franklin.
Casi todo lo que sabía: ciencia, filosofía, idiomas, lo aprendió por sí mismo. Hablaba latín,
francés, alemán, español e italiano. Sin embargo solo asistió a la escuela poco más de un
año. Su padre lo puso a trabajar a los diez años de edad.
Como político, fue el primero que pensó en los Estados Unidos como una sola nación en
vez de un conjunto de colonias separadas. Inventó también el sistema de gobiernos estatales
unidos bajo una autoridad federal.
Fue el primero que identificó los puntos positivo y negativo de la electricidad, bases de la
“batería”, “carga eléctrica”, “condensador”, y “conductor”. Con la invención del
pararrayos, hizo desaparecer el miedo de muchas personas a las descargas eléctricas.
También inventó las gafas bifocales, aliviando así el problema de muchas personas
mayores. Tocaba el arpa, la guitarra y el violín. Escribió con gran conocimiento sobre los
problemas de la composición musical.
También creó la primera agrupación de policía profesional y el primer servicio voluntario
de bomberos.
Pero lo más importante, para el tema que nos ocupa es su fe religiosa. Pues bien, él creía y
esperaba la resurrección de los salvados en ocasión de la Segunda Venida de Jesucristo.
Leamos el epitafio en su tumba, que él mismo había redactado en su juventud:
“El cuerpo de B. Franklin, impresor, como la cubierta de un libro viejo, al que le han
arrancado las páginas y las letras y el oro, yace aquí, comida para los gusanos. Pero el
trabajo no se habrá perdido en su totalidad: porque según él cree, aparecerá una vez
más, en una nueva y más perfecta edición, corregida y aumentada por su Autor”.
144
los merezco. He realizado una valiosa aplicación de la electricidad, pero no porque yo
sea superior a los demás, sino porque Dios quiso que se supiera; y debió revelárselo a
alguien, siendo yo el privilegiado”.
145
La ignorancia es muy atrevida. Creen algunas personas, posiblemente de buena fe, pero por
ignorancia, que la religión es cosa de “ignorantes” y que hoy, con todos los conocimientos
actuales, hay que ser ateo o gnóstico. Pero quizás se sorprendan muchos, al comprobar que
una gran cantidad de eminentes sabios han sido grandes creyentes y que Einstein era uno de
ellos.
Como ya se ha indicado, aunque era alemán, emigró a EE. UU. por estar en desacuerdo con
el régimen de Adolfo Hitler. Allí, siguió estudiando la ciencia del átomo, hasta conseguir
la famosa bomba atómica. Sin embargo y contrariamente a lo que pueda parecer, era un
gran pacifista, cuyas ideas parecían quiméricas para la mayoría. Y parece ser que al ver los
resultados, se arrepintió de haber colaborado en el descubrimiento de la bomba atómica.
En una ocasión dijo:
“Solo una vida vivida para los demás, merece ser vivida”.
En realidad, fue siempre un hombre incomprendido. Para unos, era un “bolchevique”. Para
otros un “instrumento de Wall Street”, y para otros, era un “ateo”. Y sin embargo, como ya
hemos dicho, era un gran creyente.
Muchos hombres de ciencia lo calificaron de “santo”, “noble”, “amable”. Estaba
convencido de que siempre habría de encontrase respuestas a los grandes enigmas de la
ciencia, porque decía:
Dios es sutil, pero no travieso” Y ante los grandes misterios a los que no encontraba
respuesta, decía:
“¿Podría ser esta la manera como Dios creó el Universo?”
Sabía que los hombres nunca llegarían a saberlo todo y que “La cosa más bella con que
podemos experimentar es el misterio”:
Y terminamos con una hermosa frase de él:
“Hay dos maneras de vivir una vida: La primera es pensar que nada es un milagro.
La segunda es pensar que todo es un milagro. De lo que yo estoy seguro es que Dios
existe”.
He aquí una frase “lapidaria” de este hombre:
“La ciencia sin religión está tullida; la religión sin ciencia está ciega”
(“La ciencia descubre a Dios” pág. 15)
Pero aunque hasta ahora hemos tratado de personas creyentes, las hemos clasificado entre
los “grandes sabios”, demostrando que es perfectamente compatible la ciencia humana con
la fe religiosa. Sin embargo, ahora trataremos de “grandes creyentes”, aunque también
pudieran ser sabios.
INDIOS DE NORTEAMERICA
Tengo en mis manos un libro escrito por Ascensión López, titulado EL SONIDO DE LA
CARACOLA. En la página 23, dice:
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“Es posible que no tengamos conocimiento del Dios verdadero, que lo adoremos con
formas incorrectas, pero es a El a quien nos dirigimos porque hemos escuchado su
llamada. Como muestra he insertado una de esas oraciones”. Y a continuación se
transcribe una oración pronunciada por uno de los indios de Norteamérica, antes de que
llegaran allí los europeos:
“¡Oh, Gran Espíritu que está en el viento, escúchame!
Déjame contemplar la belleza del alba
y de los ocasos rojos; haz que mis manos maten
solamente lo necesario para vivir.
Haz que yo no sea superior a mis hermanos, y que sepa, si la ocasión se presenta,
combatir con valor, contra mí mismo…
Para que cuando el sol se ponga
pueda cabalgar hacia ti, por las grandes praderas,
sin vergüenza”.
Entre los muchos creyentes que llegaban a Norteamérica, durante los siglos XVI al XIX ,
están:
LOS CUAQUEROS
En la Inglaterra del siglo XVIII surgió una secta, cuyos creyentes fueron conocidos por el
nombre de “quakers”, Ya que decían que su emoción religiosa les hacía temblar.
Eran pacifistas a ultranza. Defendían la libertad de conciencia y práctica de la religión,
cualquiera que fuese su credo. Su carácter, en general, era humilde y manso. Pero como
rehusaban la violencia en todas sus formas, incluida la guerra, y también se negaban a
pagar impuestos, eran odiados por la sociedad inglesa, que deseaba que fueran desterrados
del país, a alguna tierra lejana, de donde no pudieran volver.
Y esto es precisamente, lo que ocurrió.
El jefe de los cuáqueros, William Penn, que había contribuido a la restauración de Carlos II
y a quien el monarca debía diez y seis mil libras, pero que no podía pagárselas, se dirigió al
duque de Cork, el futuro Jacobo II y le propuso saldar la deuda a cambio de que se les
cediera un territorio en Norteamérica para ser colonizado y albergar en él a todos los
cuáqueros.
Y es así como en 1681, surgió la colonia, hoy estado, de Pensilvania, en memoria del
fundador.
Desde entonces Pensilvania no fue colonizada solo por ingleses, sino también por
escoceses, irlandeses, alemanes, franceses y suizos.
Pronto, aquella colonia alcanzó un notable desarrollo.
Dice un historiador inglés:
147
“Aquellos santos varones no pasaban de ser relativamente santos; en cambio,
demostraron ser unos hábiles comerciantes”.
(Historia Universal Daimon, tomo 9, pág. 383).
Y leemos a continuación en el mismo manual de Historia:
“Filadelfia fue la primera en beneficiarse de tan rápidos progresos, y la ciudad se
convirtió muy pronto en centro comercial de la joven América y en importante foco
cultural ochenta años después de su fundación; en medio de un verdadero desierto
contaba ya Filadelfia con una población de 20.000 almas…con avenidas rectas y
prolongadas, provistas ya de aceras y con alumbrado público, en una época en que la
mayoría de las ciudades europeas ignoraban todavía esta innovación. En Filadelfia se
fundó el primer hospital de América y se estableció su primera biblioteca pública”.
Y termino yo con una reflexión personal:
Si la “vieja Europa” hubiera respetado a todos los hombres y sus creencias, habría recibido
una gran “bendición”, de la que fue privada, por su falta de “visión”. Aquel país, que
“Ayudó a la mujer” (Iglesia), fue bendecido en extremo por el Dios del amor y de la
libertad.
Y pasamos ya a otro gran creyente, que además fue gran estadista:
148
Pero no era esta su única “virtud”, para ser odiado por muchos. Y es que en la América de
aquel tiempo, muchos adoraban el dinero, como la manera de ser “grandes” y el dólar era la
única medida del éxito. Mientras, Lincoln proclamaba sin rebozo el desprecio que le
inspiraba el dinero y su incompetencia en asuntos financieros. Decía él: “No sé nada de
dinero y jamás he tenido que soportar su carga”.
Sin embargo, esta incompetencia en asuntos financieros, contrastaba con una gran
competencia en asuntos juristas, acompañada de seriedad, rigor, vigor y tolerancia, siendo
con todos amable, paciente y generoso.
Y en sus “batallas”, jamás hablaba mal de sus adversarios políticos. Ni siquiera usaba
palabras duras contra los sudistas sublevados.
Quiso evitar la guerra por todos los medios, hasta el último momento, pero no fue posible.
El 12 de Julio de 1861, había una guarnición de tropas concentradas en Fort Sumter, cerca
de Charleston, Carolina del Sur, cuando un batallón de confederados sitió la plaza fuerte.
Lincoln, para evitar el conflicto, no quiso enviar refuerzos militares, y sí envió
aprovisionamiento. Pero los sudistas tomaron la plaza por la fuerza y el comandante de la
misma se vio obligado a capitular. Entonces, Lincoln pidió al congreso 75.000 voluntarios
para tres meses y los sudistas lo consideraron como declaración de guerra y el conflicto fue
inevitable.
Guerra horrible, como todas las guerras y posiblemente más horrible al ser “guerra civil”
entre hermanos, familiares y amigos.
Lincoln sufrió lo indecible y trató por todos los medios de acortarla y aliviarla en lo
posible. Pero duró más de cuatro años. Desde 1861 a 1865.
Y cuando por fin, ya terminada la contienda, ofreció el perdón a todos sus adversarios y la
libertad a todos los esclavos, y parecía que estaba a punto de conseguir su gran objetivo de
consolidar la democracia y propagarla al resto del mundo, un fanático sudista, John Wilkes
Booth, llegó hasta el palco del Ford´ Theatre de Washington, donde el presidente estaba
con su esposa presenciando una función y disparó contra él “el último proyectil” de la
guerra, el 14 de abril de 1865, causándole la muerte en pocas horas. Uno de sus secretarios
diría después:
“Su rostro abatido quedó cubierto de una paz indecible”.
Y ahora hablaremos de una mujer:
149
proclamación del Evangelio de Cristo, en toda su pureza. Aunque ya hemos dicho que no
tiene formación oficial, ella cree recibir inspiración directa de Dios, por medio de sueños,
visiones y mensajes directos, que son corroborados por un cumplimiento extraordinario y
una bendición para la iglesia naciente. Después de ser sometida a un exhaustivo examen y
de muchas evidencias la mayoría de los creyentes de la Iglesia Adventista consideran que
Dios la ha llamado a la función profética para conducir a esta iglesia en sus orígenes. Ella
estudia la Palabra de Dios de forma autodidacta, amén de Historia Universal, y escribe
miles de páginas que son una bendición para todos los estudiantes de la Biblia. Entre sus
muchos libros, hay una serie que comentan toda la Escritura y que tienen los títulos
siguientes:
PATRIARCAS Y PROFETAS, que comenta la primera mitad del Antiguo Testamento
PROFETAS Y REYES, que comenta la otra mitad.
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, que comenta los Evangelios.
LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES, que comenta el libro de los Hechos y las Epístolas.
Y
EL CONFLICTO DE LOS SIGLOS, que comenta los libros proféticos de Daniel y
Apocalipsis.
Además de estos, escribe numerosos libros y artículos para la familia, para la juventud, para
la Iglesia, para la vida cristiana en general, para la salud, etc.
Y para mayor testimonio, diremos que millones de personas han leído estos libros y otros
muchos de esta autora y han sido inmensamente enriquecidos con la lectura, llegando a
tener una experiencia y visión religiosa mucho mayor que antes de conocerlos.
Y como botón de muestra, me permito transcribir dos párrafos, escogidos casi al azar, de
entre sus muchas obras:
“La naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre
celestial es el manantial de vida, sabiduría y gozo. Mirad las maravillas y la bellezas
de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad,
no solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes. El sol y la lluvia que
alegran y refrescan la tierra, los montes, los mares y los valles, todo nos habla del
amor del Creador. Dios es el que suple las necesidades diarias de todas sus criaturas”
(El Camino a Cristo, pág. 15).
“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren;
hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no
teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan
leal al deber como la brújula al polo; hombres que permanezcan de parte de la
justicia aunque se desplomen los cielos”.
(La Educación, pag. 57).
Además, esta mujer que trabajaba incansablemente, durmiendo apenas y viajando en
condiciones muy precarias por el mundo entero, ha sido una bendición no solo para los
millones de adventistas de toda la tierra, sino para otros muchos millones de lectores, que
han sentido el poder del Espíritu Santo, tocando sus corazones.
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Sus consejos, por escrito y de palabra, fueron inspiradores para la naciente iglesia
Adventista que, como resultado, hoy se extiende por todo América y por el resto del
mundo. Y aunque no pretende ser una iglesia mayoritaria, sí lo es “progresista” y
evangelizadora, creciendo en número y en infraestructuras, hasta el punto que hoy cuenta
con más de 20.000.000 de creyentes, además de clínicas, hospitales, editoriales, centros de
beneficencia, estaciones misioneras en el tercer mundo, programas de salud y campañas
para la liberación del tabaco, alcoholismo y drogadicción, emisoras de radio y televisión,
además de una gran obra filantrópica, a través de la agencia ADRA (Asociación para el
desarrollo y recursos asistenciales).
No pretendemos que todo esto se deba solamente a E. White, pero es evidente que ella
ejerció una gran influencia.
En cuanto a su vida personal, ella fue una gran cristiana, aunque no perfecta, como “vaso
de barro” que era. Era una mujer de consagración evidente, de trabajo incesante, de espíritu
humilde y de bondad manifiesta, dando pruebas de estar dirigida por el Espíritu Santo.
Ha sido honrada y reconocida por adventistas y por no adventistas, creyentes y no
creyentes.
Pero ella siempre dio toda la gloria a Dios, de quien dijo recibir toda la sabiduría. Y a ese
Dios, nosotros honramos también al escribir estas sencillas líneas para honra y honor del
Creador.
Y hablemos aún de otra mujer, que en condiciones físicas horribles, ha sido y es una
referencia para el mundo moderno:
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“Espero gozosa el advenimiento de otro mundo, donde todas mis limitaciones físicas
caerán como grilletes; allí encontraré a mi amada maestra y me dedicaré dichosa a un
servicio mucho más grande del que hasta ahora he conocido”
(Grandes Vidas, Grandes Hechos.- Selecciones del Reader‘Digest, Pág. 154).
152
discriminación alguna, gozando de los mismos derechos en todas las cosas de la vida
corriente.
Desgraciadamente, siempre hay fanáticos “ciegos” que aún no han sido iluminados por la
“luz” de Cristo. Y es así que uno de esos hombres, más dignos de lástima, porque “no
saben lo que hacen” acabó violentamente con la vida de este gran hombre de Dios. Y digo
de Dios, porque ante todo era un gran cristiano y predicador del amor y de la justicia. Y aún
hoy, es recordado como uno de los mayores líderes de la historia de Estados Unidos y de
los grandes defensores de la no violencia.
Pero en su tumba de Atlanta, hay un epitafio que resume magistralmente su principal sentir:
“Ahora permanecen estas tres virtudes: La fe, la esperanza y el amor. Pero la mayor
es el amor”. (1ª Corintios 13: 13).
Y si hoy viviera, vería con asombro, cumplido su sueño al ver a un hombre negro, no solo
indiscriminado, sino como ¡Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica!.
Pero, de un hombre famoso, pasamos ahora a un hombre anónimo:
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vi tu cielo estrellado
y comprendí que había sido engañado.
Yo no sé si tú, Dios, estrecharás mi mano. Pero voy a explicarte, y me
comprenderás… Es muy curioso: en este terrible infierno he encontrado la luz para
mirar tu faz.
Después de esto, mucho que decirte no tengo, tan solo que…me alegro de haberte
conocido. Pasada medianoche habrá ofensiva, pero no temo. Sé que tú vigilas.
¡La señal! Bueno, Dios, ya debo irme. Me encariñé contigo…aún quería decirte que,
como sabes tú, habrá lucha cruenta y quizá esta noche aún llamaré a tu puerta.
Aunque no fuimos amigos,
¿me dejarás entrar si hasta ti llego?
Pero, si estoy llorando…¿ves Dios mío?
se me ocurre que ya no soy impío.
Bueno, Dios, debo irme, buena suerte.
Es raro, pero ahora, ya no temo a la muerte”
(Traducción literal del inglés de Américo Szily)
Y pasamos a otro soldado americano:
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El 23 de marzo de 1945 comenzó el ataque a las defensas de la isla y el 3 de abril, comenzó
el desembarco. Las defensas eran muy sólidas y la batalla fue cruenta. Lo colina Sugar
Loaf, cambió de mano veinte veces, hasta su ocupación definitiva el 7 de junio de 1945,
con enormes pérdidas por ambas partes. Al final de la batalla principal, América había
perdido 6721 hombres y 24 barcos, constituyendo las mayores pérdidas en el Pacífico.
Pero llegó un momento en que una guarnición de soldados americanos se encontraba en
peligro en lo alto de un acantilado, bajo un fuego nutrido de balas enemigas. Es entonces
cuando “el cobarde” Desmond Doss, se arrastró hasta el lugar, ató una cuerda a una peña y
a riesgo de su vida, fue bajando hombres, uno a uno, hasta un total de 75, mientras las balas
llovían a su alrededor, sin que él sufriera ni un rasguño, cumpliéndose en él la promesa
bíblica:
“Caerán mil a tu lado, y diez mil a tu diestra, pero a ti no llegará…Pues a sus ángeles
mandará por ti que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para
que tu pie no tropiece en piedra.” (Salmo 91: 7-12).
Por ello, al terminar la guerra, Desmond Doss, recibió la medalla de Honor del Congreso,
en una ceremonia especial, en la Casa Blanca, de manos del presidente Harry S. Truman.
Esta medalla ha sido otorgada a muy pocas personas y nunca a un soldado desarmado.
Y cuando el presidente le entregaba la medalla, le dijo algo muy alagador: “Que él quisiera
recibir esa medalla antes que ser presidente”.
Posiblemente el lector piense que esto es inaudito. Por supuesto la noticia fue oficialmente
difundida, por lo menos, en los EE. UU.
Pero muchos años antes ya hubo muchos otros héroes de la fe, que encontramos registrados
en el capítulo 11 de la epístola a los Hebreos.
Y no digamos de los cuatro israelitas, Daniel y sus compañeros, victoriosos, en Babilonia.
Y hablamos ahora de otro americano excepcional:
JAMES B. IRWIN
En agosto de 1971, dos astronautas norteamericanos, David Scott y James B. Irwin,
viajaron hacia la Luna en la nave Apolo XV. Una vez alunizados, pilotaron sobre la
superficie lunar el primer vehículo a motor que pisaba el satélite, el “Lunar Roving
Vehicle”, durante 18 horas y 37 minutos.
Y contrariamente al astronauta ruso, Gherman Titov que al volver del espacio dijo que no
había encontrado ningún dios y que aunque había buscado ángeles tampoco los pudo
encontrar, James B. Irwin se convirtió a la fe cristiana y decidió dedicar el resto de su vida
a la predicación del Evangelio.
Y aproximadamente diez años después, llegó a Madrid y dio una conferencia en la
Embajada de EE. UU., a la que tuve el privilegio de ser invitado.
Después de explicar algunos pormenores pronunció una frase hermosa:
“Es muy importante que un hombre haya pisado la Luna. Pero es mucho más
importante que Dios haya pisado la Tierra”.
155
Esto demuestra que como dijo alguien:
“No hay más que una gramática y una lógica. Pero hay muchos estados del corazón”.
Y todo esto demuestra, en mi opinión, que contrariamente a lo que Nietzsche dijo: “Dios a
muerto”, Todos estos grandes creyentes que hemos descrito, nos dicen muy enfáticamente:
“DIOS NO HA MUERTO”.
Parece ser que en una calle de Nueva York apareció una pintada que decía:
“DIOS HA MUERTO”.- NIETZSCHE”.
Pero alguien escribió debajo:
“NIETZSCHE HA MUERTO.- DIOS”.
Y una prueba de que Dios no ha muerto es el “instinto” religioso, común en todos los
tiempos y latitudes.
Dice aún la Escritura:
“Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, es grande mi Nombre entre las
naciones, y en todo lugar se ofrece a mi Nombre incienso y ofrenda limpia. Porque
grande es mi Nombre entre la naciones-dice el Eterno Todopoderoso” (Malaquías 1:
11).
Y comentan los editores del Libro de E. White “El Deseado de Todas las Gentes”, en el
Prefacio, en la página 5:
“En el corazón de todos los seres humanos, sin distinción de raza o posición social, hay
un indecible anhelo de algo que ahora no poseen…En vano procuran los hombres
satisfacer este deseo con los placeres, las riquezas, la comodidad, la fama, o el poder…
Es el designio de Dios que este anhelo del corazón humano guíe hacia el único que es
capaz de satisfacerlo… Cristo, EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES”.
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 5).
Pero hemos comentado desde el principio de este libro que Dios no ha usado solo personas
humanas como “vasos de barro” para glorificar al Creador, sino que también ha usado a las
naciones, como instrumentos en sus manos para hacer adelantar su obra y para preparar el
reino de los cielos en la tierra, de formas diversas que no siempre entendemos los humanos.
Y es así que los EE. UU. de Norteamérica, con todos sus defectos propios de la humanidad,
también ha contribuido para bien a la causa de la justicia y de la libertad. Vemos algunos
ejemplos de ello:
Como ya se ha explicado, cuando en Europa se carecía de libertad, los EE. UU. fueron un
refugio para millones de creyentes.
Y cuando Europa se vio amenazada por el afán de dominio del 2º Reig de El Kaiser, en la
primera guerra mundial, la entrada en el conflicto de los EE. UU. fue decisiva para las
naciones democráticas del “Viejo Continente”.
Y cuando la amenaza fue mayor aún ante el auge del nazismo de Adolfo Hitler, la entrada
de los EE. UU. fue decisiva para las democracias europeas.
156
Y como quiera que, al terminar la guerra, un nuevo peligro se cernió sobre Europa, con la
amenaza del comunismo de la U. R .S. S., gracias a la firmeza de los EE. UU. no cayó este
continente bajo el dominio del comunismo ateo.
Y algo parecido ocurrió en Corea, donde el sur, gracias a la intervención norteamericana,
no cayó en el comunismo y hoy goza de un mayor desarrollo y libertad que Corea del
Norte.
Y posiblemente, en todo el mundo actual, la historia sería muy diferente, sino hubiera sido
por ese gran país, lleno de abusos capitalistas y de otras maldades, pero con un transfondo
de libertades, entre las que se encuentra la libertad religiosa, entre otras.
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EPILOGO
Y terminando, este sencillo trabajo, con posibles carencias, pero con buena voluntad, es el
deseo de este autor para todo el que lo lea, que estas reflexiones y experiencias puedan
ayudar al lector a aumentar su fe en un Creador y Salvador, que nos ofrece su “tesoro” en
humildes “vasos de Barro”.
A través de este sencillo trabajo, he perseguido una cosa:
Decir a los amables lectores, que Dios no ha muerto.
Decirles que Dios ¡VIVE!
Que vive y ha vivido en los corazones de millones de creyentes y vidas maravillosas, en
todos los pueblos de la tierra y en todas las latitudes y épocas de la historia.
Dice, de nuevo, la Sra. White:
“Entre los habitantes de la tierra, hay dispersos en todo país, quienes no han doblado
la rodilla ante Baal. Como las estrellas del cielo, que sólo se ven de noche, estos fieles
brillarán cuando las tinieblas cubran la tierra y densa oscuridad los pueblos. En la
pagana Africa, en las tierras católicas de Europa y de Sudamérica, en la China, en la
India, en las islas del mar y en todos los rincones oscuros de la tierra, Dios tiene en
reserva un firmamento de escogidos que brillarán en medio de las tinieblas para
demostrar claramente a un mundo apóstata el poder transformador que tiene la
obediencia a su ley”.
(E. G. White.- Profetas y Reyes, pág. 140).
Y finalmente, todo el mundo tendrá la oportunidad de saber que hubo Uno, que vino a esta
tierra, para que los hombres vivan eternamente, gracias a Aquel que dijo:
“Yo soy el que vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos. Y
tengo las llaves de la muerte y del sepulcro”
(Apocalipsis 1: 18).
158
BIBLIOGRAFIA
SANTA BIBLIA.-
Nueva Reina Valera 1990
Sociedad Bíblica Emmanuel.
Miami.- EE. UU.
PATRIARCAS Y PROFETAS
E. G. White
Publicaciones Interamericanas
1350 Villa Street,
Mountain View, California 94042
EE. UU. de N. A.
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PROFETAS Y REYES
Idem.
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES Idem.
LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES Idem.
EL CONFLICTO DE LOS SIGLOS Idem.
PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO Idem.
EL CAMINO A CRISTO Idem.
EDUCATION
Idem. Edtions S. D. T.
Dammarie-les-Lys. (S.- et- M.)
HISTORIA DE LA SALVACION
A.F. Vaucher
Editorial Safeliz
c/ Aravaca 8,
28040 – Madrid (España).
160
Polígono Industrial el Malvar
28500.- Arganda del Rey
Madrid (España).
FRANCISCO PIZARRO
Roberto Barletta Villará
Nowtilus.
HERNAN CORTES
Juan Miralles.
ABC, S. L.
ALCALA Y LA BIBLIA
Edita: Consejo Evangélico de Madrid
c/Pablo Serrano 9, Posterior 243. Madrid.
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
(9 tomos)
UNESCO
Editorial Planeta
161
Apartado 8085.- Madrid (España)
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