Sei sulla pagina 1di 162

EL TESORO DE DIOS

EN

VASOS DE BARRO

RAFAEL HIDALGO COBO


DEPOSITO LEGAL

V 622-10

DEPOSITADO EL 21-4-10

2
INDICE
TEMAS PAGINAS

PROLOGO DEL AUTOR 4


PATRIARCAS DE LA BIBLIA 8
EGIPTO 12
CANAHAN 16
ISRAEL 19
SAMARIA 28
FENICIA 31
MOAB 33
INDIA 35
CHINA 38
SIRIA 40
ASIRIA 42
BABILONIA 44
MEDO PERSIA 49
GRECIA 54
ROMA 58
PORTUGAL 64
ESPAÑA 67
FRANCIA 99
REINO UNIDO 103
ITALIA 111
SUIZA 116
ALEMANIA 119
AUSTRIA 125
REPUBLICA CHECA 127
SUECIA 129
RUSIA 131
IBEROAMERICA 135
NORTEAMERICA 141
EPILOGO 158
BIBLIOGRAFIA 159

3
PROLOGO DEL AUTOR
“Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro.”
(2ª Corintios 4: 7).
¿Qué quiso decir aquí San Pablo?
Analicemos brevemente estos términos:

EL TESORO DE DIOS
No cabe duda de que el gran apóstol Pablo, está hablando de Cristo, por el cual hay
salvación y vida eterna para todos los hombres y mujeres que crean en él, como único
medio de salvación.
“Porque la paga del pecado es la muerte, pero el don gratuito de Dios es la vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6: 23)
Ya, antes, Jesús había dicho:
“Además, el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en un campo, que un
hombre encuentra…y lleno de gozo, va vende todo lo que tiene, y compra aquel
campo. También el reino de los cielos es semejante al mercader que busca buenas
perlas. Y al encontrar una perla de gran valor, vende todo lo que tiene, y la compra”.
(Mateo 13: 44-46).
No es extraño, pues,, que el mismo Pablo dijera que cualquier cosa comparada con este
tesoro, tenía poco o nulo valor:
“Pero lo que para mi era ganancia, lo he considerado pérdida por amor de Cristo…y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3: 7, 8).
Así pues, este es el tesoro, por excelencia.
Pero este tesoro lleva otras joyas, que se añaden a la “Perla Preciosa” y que también son
dones o regalos de Dios para todos los que le buscan y le sirven con arreglo a la luz que
reciben, con corazón sincero. Estos dones no son producidos en el hombre por méritos
propios, sino que son regalos del Espíritu Santo, aunque los receptores no sean conscientes
de ello. dice la Escritura lo siguiente:
“Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio propio…”
(Gálatas 5: 22, 23)
Y más adelante, dice:
“Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, y desciende del Padre de las
luces, en quien no hay mudanza ni sombra de variación” (Santiago 1: 17).

4
Esto nos enseña que el tesoro de Dios está muy repartido, ya que Dios no es cicatero, sino
amplio en amar y en regalar amor.
Por supuesto, que siempre ha habido y habrá un pueblo con más luz que otros y hombres
más cerca de la verdad que otros, pero esto no los hace mejores, sino más responsables.
Dice una nota de un manual de estudio de la “Iglesia Adventista del Séptimo Día”:
“En toda la Biblia el remanente era los que vivían con más luz que los
demás…Resumiendo, la idea del remanente, tenía más que ver con una revelación de
la verdad y del carácter de Dios que con la santidad de quienes tenían ese
conocimiento…ni significa que los que no son parte del remanente están perdidos…”
(Guía de estudio de la Biblia Enero-Marzo 2009, pag. 33)
Por todo ello, hablaremos a continuación de los vasos de barro, receptores y portadores del
“Tesoro de Dios”.
Para ello pasemos a analizar el término siguiente:

LOS VASOS DE BARRO


En primer lugar, estos vasos no son otra cosa que hombres y mujeres. ¿No dice la Escritura
que la raza humana fue hecha del barro?. El término “humano” ¿no proviene del latín
“humänus”, y este, a su vez de “humus” = “mantillo”, “tierra”?.
Pero no es solo una cuestión semántica, sino real, por sus componentes orgánicos. Real, por
sus consecuencias postreras, y sobre todo, real, por sus limitaciones y deficiencias.
Ciertamente, que Dios podría haber escogido para la predicación del Evangelio y para la
preparación del Reino de Dios, a seres no caídos en el pecado, como ángeles, o
“extraterrestres” de mundos no caídos, pero por una razón que nosotros no podemos juzgar,
El, en su sabiduría ha querido que aquellos que habíamos caído, participásemos en la obra
de redención y restauración de la humanidad, lo cual además de hacernos solidarios, nos
ayuda a comprender mejor el amor de Dios.
Así estos “vasos de barro” fueron patriarcas bíblicos, jueces de Israel, reyes fieles de este
pueblo, profetas del A. Testamento, israelitas verdaderos, santos apóstoles, padres de la
iglesia primitiva y santos cristianos de todas las épocas, etc.
Pero también pueden ser creyentes sinceros, aunque equivocados, que han servido a Dios
según la luz que han recibido.
Así lo expresa el apóstol Pedro en Pentecostés, dirigiéndose a los judíos que poco antes
habían exclamado:
“¡Crucifícale, crucifícale!”:
“Y matasteis al Autor de la vida…Ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis
hecho, como también vuestros gobernantes” (Hechos de los apóstoles 16: 15-17)
¿No era también Saulo de Tarso uno de ellos, cuando incluso perseguía a los cristianos,
creyendo que hacía la voluntad de Dios? He aquí como él se expresa:
“Yo creí que era mi deber hacer muchas cosas contra el Nombre de Jesús de
Nazaret…encarcelé a muchos de los santos; y cuando eran matados, di mi voto. Y

5
muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé a blasfemar…” (Hechos
de los Apóstoles 26: 9-11)
Y no solo entre creyentes más o menos confesos, sino que podemos encontrar estos “vasos”
entre reyes, gobernadores, lingüistas, colonizadores, militares, filósofos, literatos,
compositores musicales, artistas de todas las clases, etc. Y hasta paganos, que sirven al bien
y a la justicia en la medida de sus conocimientos y posibilidades.
Me permito citar un hermoso párrafo de una autora cristiana que vivió entre los siglos 19 y
20:
“Siempre que haya un impulso de amor y simpatía, siempre que el corazón anhele
beneficiar y elevar a otros, se revela la obra del Espíritu Santo de Dios…El Espíritu
Santo ha implantado la gracia de Cristo en el corazón del salvaje…”
(Elena G. White.- PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO” PAG. 317, 318).
Y la misma autora, en otra ocasión, dice:
“Entre los paganos, hay quienes adoran a Dios ignorantemente, quienes no han
recibido jamás la luz por un instrumento humano, y sin embargo no perecerán .
Aunque ignorantes de la ley escrita de Dios, oyeron su voz hablarles en la naturaleza e
hicieron las cosas que esa ley requería. Sus obras son evidencia de que el Espíritu de
Dios tocó su corazón, y son reconocidos como hijos de Dios”.
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 593)
Y esto demuestra una vez más que Dios no ha dejado al hombre perdido para siempre, sino
que su Espíritu sigue trabajando aún en la tierra, promoviendo en las criaturas inteligentes
ese sentimiento de perfección y una conciencia que como un despertador, reprende el mal y
aplaude el bien en cada hombre y mujer que vienen a este mundo. Así lo expresa, una vez
más, el gran San Pablo:
“Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la Ley;
los tales…son ley para sí mismos. Muestran la obra de la Ley escrita en sus corazones.
Su propia conciencia lo atestigua y sus propios pensamientos los acusan o los defienden”
(Romanos 2: 14, 15)
Pero no solo obra Dios a través de los individuos, sino que queriendo el Señor que nadie
perezca y que todos los hombres tengan la oportunidad de conocer la verdad, también obra a
veces a través de las naciones, y hasta movimientos religiosos, o sociales, como “vasos de
barro” mayores, que aunque no posean más que una parcela de la verdad, pueden ser
“escalones” de la misma, para preparar el camino hacia una sociedad más justa y verdadera,
hasta que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad plena, que solo Dios puede
impartir. Pues solo El pudo decir:
”…Yo soy el camino, la verdad y la vida…”(Juan 14: 6).
Por lo tanto, nos disponemos ahora a relatar y comentar brevemente, las oportunidades que
han tenido las naciones y las vidas de grandes individuos que han existido en ellas,
glorificando a Dios de alguna manera, enseñando y ayudando a la humanidad para alcanzar
los ideales de la justicia y la bondad, que Dios espera y desea para todos los hombres.
Aclararemos que habiendo una inmensa cantidad de personas maravillosas, nos es imposible
hablar de cada una de ellas, y nos hemos limitado a escoger unos cuantos ejemplos para la
edificación del lector y de todos nosotros.

6
Tampoco hablaremos de todas las naciones, pues ello, haría interminable este libro. Nos
limitaremos solamente a aquellas que más han llamado nuestra atención sobre la obra de Dios
en ellas, para testimonio de un Dios que no “ ha muerto”, sino que vive y vive eternamente.
¡A El sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos.!
Dos fuentes principales serán el soporte de la información que aportaremos:
LA SANTA BIBLIA: La versión escogida por el autor es la “Nueva Reina –Valera 1990.
LA HISTORIA.- En sus diversos manuales tradicionales y en Internet.
Empecemos ya por la primera nación, si así se la puede llamar, o sea la Era Patriarcal Bíblica.

7
PATRIARCAS DE LA BIBLIA

Aquí no hablaremos de una nación concreta, según se entiende por una nación.
Hablamos de una época, vasta, sin grandes datos históricos, salvo los que nos aporta el
Libro Sagrado. Posiblemente no hay todavía ningún estado, ninguna sociedad organizada,
ningún poder gubernativo, legislativo, ni judicial. O sea, no hay un estado de derecho, tal
como hoy lo entendemos.
Es una sociedad primitiva, aunque no salvaje, ni cavernícola, ni nada parecido, como
pretenden algunos historiadores, al hablar de la prehistoria.
En efecto, ya el Génesis nos habla de una sociedad bastante desarrollada, al menos en
ciertos aspectos.
Leamos, como ejemplo, algunos cortos pasajes del Génesis:
“…Y Caín edificó una ciudad…” (Génesis 4: 17)
“Ada engendró a Jabal, que fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganado”
(Génesis 4: 20)
“Su hermano fue Jubal, padre de todos los que tocan flauta” (Génesis 4: 21)
“A su vez, Zila dio a luz a Tubal Caín, artífice de todo instrumento cortante de bronce
y de hierro…(Génesis 4: 22).
Esto demuestra una sociedad relativamente evolucionada y “culturizada”.
Esto no impide, que simultáneamente, otras sociedades, después del pecado, hubieran caído
en un estado de salvajismo y primitivismo.
¿No ocurre aún hoy día, que mientras hay países
enormemente desarrollados, hay otros en un estado de “tercermundismo”?
Pero pasemos ya a hablar de los patriarcas:
La Biblia nos ofrece una lista de los principales, en Génesis 5: 1 – 32.
Son los siguientes: Adán, Set, Enós, Cainán, Malalel, Jared, Enoc, Matusalén, Lamec y
Noé. (Génesis, capítulo 5)
A continuación, se establece un interregno, para hablarnos del Diluvio Universal. (Génesis
capítulos 6 al 10).
Y después del Diluvio, sigue la relación en Génesis, a partir del capítulo 11, con Sem,
Arfaxad, Sala, Heber, Peleg, Reu, Serug, Nacor, Taré, Abrahan, Isaac y Jacob, luego
llamado Israel, con quien empieza el pueblo de “Israel” Pero, entre ellos, destacaremos,
solo, aquellos que fueron grandes “tesoreros” de los tesoros de Dios, aunque a su vez
fueran “vasos de barro”, como ya se ha explicado.

8
ABEL.-
No se trata de un “patriarca” en todo el sentido de la palabra, ya que no deja posteridad,
pero es digno de mención, por su carácter y hechos.
“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, y por ella fe declarado
justo, cuando Dios aprobó sus ofrendas. Y aunque está muerto, aún habla por medio
de su fe” (Hebreos 11: 4).

ENOC
En muy pocas palabras se dice mucho de este hombre:
“Después que nació Matusalén, Enoc anduvo con Dios…caminó pues Enoc con Dios y
desapareció, porque Dios lo llevó”. (Génesis 5: 22-24).
¡Que hermosa expresión!, ¡Caminar con Dios!. O sea, vivir sintiendo siempre la presencia
del Señor en su vida y haciendo solamente lo que Dios aprueba, hasta el punto que Dios
juzga que el mundo no es digno de un hombre así y decide llevarlo a su reino de gloria,
como un anticipo de todos los que serán trasladados en ocasión de la segunda venida de
Cristo.
Pero la Escritura añade algo más:
“Por la fe Enoc fue trasladado sin ver la muerte, y no fue hallado, porque Dios lo
trasladó. Y antes de ser trasladado, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”
(Hebreos 11: 5).
Y aún tuvo otro gran privilegio: Fue el primero, al menos que se registra, en profetizar la
segunda venida de Cristo:
“De ellos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, cuando dijo: El Señor viene
con sus santos millares, a juzgar a todos, y a convencer a todos los impíos de todas las
malas obras que cometieron,…” (Judas 14, 15)

NOE.-
El relato sagrado nos dice que en su tiempo había una gran crisis de valores:
“El Eterno vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solo el mal.”
(Génesis 6: 5)
Y un poco más adelante se dice:
“A la vista de Dios, la tierra se había corrompido, y estaba llena de violencia”
(Génesis 6: 11).
Pero en medio de esa sociedad y de ese ambiente, Noé surge como un hombre santo y se
nos dice:
“…Noé fue un varón justo y perfecto entre los de su tiempo. Con Dios caminó Noé”.

9
(Génesis 6: 9)
“Y Noé hizo así. Hizo conforme a todo lo que Dios le mandó” (Génesis 6: 22).
Y de nuevo la epístola a los Hebreos nos dice:
“Por la fe Noé, advertido de cosas que aun no se veían, con santa reverencia construyó
el arca para salvar a su familia. Por su fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de
la justicia que viene por la fe”
(Hebreos 11: 7).
Y así llegamos al “padre” de la fe y al “padre”, en cierto sentido, de todos los creyentes:

ABRAHAN
Lo primero que se nos dice de este hombre es que recibió una orden divina y obedeció por
fe.
“El Eterno había dicho a Abram: Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu
padre, a la tierra que te mostraré…Y tal como el Señor le había dicho, Abram se fue y
Lot fue con él…y salieron para ir a Canaán. Y a la tierra de Canaán llegaron”.
(Génesis 12: 1 – 5).
Y más adelante, dice el texto sagrado:
“…Y Abram edificó allí un altar al Señor…” (Génesis 12: 7).
“…Y edificó allí otro altar al Eterno…(Génesis 12: 8)
Y así, sucesivamente, este hombre aparece como un hombre de gran fe y devoción, aunque
también tiene grandes flaquezas como todos los “vasos de barro”.
Pero la gran prueba de fe, inigualada por ningún otro hombre de “barro”, es la disposición a
ofrecer a su hijo sobre el altar, algo que nosotros no podemos comprender, y que gracias a
ello, él pudo comprender como ningún otro hombre el sacrificio del Padre Celestial al
ofrecer a su Hijo único sobre el altar del Calvario para todos los hombres.
“Cuando Abrahán fue probado, por la fe ofreció a Isaac…estuvo a punto de ofrecer a
su hijo único”.
(Hebreos 11: 17).
Por ello, es el prototipo de hombre de fe para todos los creyentes de todos los tiempos y
como ya hemos dicho, el “padre” de todos los creyentes.
“Y ya que sois de Cristo, de cierto sois descendientes de Abrahán, y conforme a la
promesa, herederos”.
(Gálatas 3: 29).

ISAAC
Y ¿que diremos de Isaac, que se somete voluntariamente a su padre y al Padre celestial,
aunque no comprendiera todas las cosas, pero obedece, por la fe?

10
JACOB
Es el hombre, que de engañador llega ser un luchador con Dios y por lo tanto recibe el
nombre de “Israel”, que da el nombre a todo el pueblo de la promesa.
En efecto, habiendo engañado a su padre para obtener la bendición de la primogenitura, y
habiendo, por ello, sufrido terribles consecuencias, y habiendo a su vez, sido engañado,
ahora, cuando se ve en gran peligro para él y su familia, ante la ira de su hermano Esaú, se
postra en oración de arrepentimiento, pidiendo protección, cuando “un Varón” que no es
otro que Cristo mismo, como un aparente enemigo. lucha con él, hasta el alba. Y cuando
Jacob ve que no puede con ese Ser misterioso, comprendiendo que se trata de Dios mismo,
le dice:
“…No te dejaré si no me bendices” (Génesis 32: 26),
A lo que el “Varón” misterioso le dice:
“…No te llamarás más Jacob, sino Israel” (Luchador con Dios) “porque has peleado
con Dios y con los hombres y has vencido”. (Génesis 32: 28).
Y así, llegamos al final de la era patriarcal, y a José, el hijo predilecto de Jacob, que nos
llevará de la mano, a Egipto:

11
EGIPTO

Posiblemente hubo muchas personas en Egipto, con valores humanos y por tanto,
agradables a Dios. Pero al no tener el autor de este libro conocimiento de ellas, me limitaré
a citar a tres personajes de la realeza que destacan por su sentido de bondad o por su
cooperación, consciente o inconscientemente a la causa divina:

EL FARAON DE JOSÉ
No hay seguridad sobre el nombre de este faraón. Nos limitaremos, por tanto a llamarle
simplemente, el faraón de José.
Creo que todos conocemos la historia bíblica de José, el hijo de Jacob, que fue vendido por
sus hermanos a unos mercaderes, los que a su vez lo vendieron como esclavo en Egipto.
También recordaremos cómo este muchacho fue fiel a su Dios y a su amo ante las
insinuaciones de la esposa de este y por ello, fue a parar a la cárcel, donde pronto se ganó el
aprecio del jefe de los carceleros, que puso en sus manos la dirección de todos los demás
reclusos. A continuación, nos cuenta el relato bíblico, que dos de esos reclusos tuvieron
sendos sueños, que José interpretó correctamente, por inspiración divina, de tal manera que
uno de ellos, el panadero real, fue ejecutado, y el otro, el copero real, fue restablecido en su
puesto.
Y cuando un tiempo después, fue Faraón el que tuvo sueños extraños e intrigantes, sin
encontrar entre sus “sabios” a ninguno que se los interpretara,. fue José, recomendado por
el copero, siendo aquel, el único que pudo desvelar dichos sueños, a completa satisfacción
del rey.
Veamos ahora, como este rey reacciona ante esta interpretación y ante los consejos que le
sugiere José:
“Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hallaremos a otro hombre como éste , que tiene el
Espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Ya que Dios te ha hecho saber todo esto…tu
estarás a cargo de mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo. Sólo yo seré
mayor que tu en el trono…ahora te he puesto sobre toda la tierra de Egipto” (Génesis
41: 38-41)
Y cuando después de muchos avatares que omitimos por razón de la brevedad, los
hermanos de José, ante la hambruna en Canaán, van a Egipto a por comida, el Faraón les
invita a venir como inmigrantes, con palabras maravillosas, llenas de humanidad y amor:
“Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto. Cargad vuestras bestias y
volved a Canaán. Tomad a vuestro padre y a vuestras familias, y venid a mí, que yo os
daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comeréis lo más preciado de la tierra. Y tú
mándales que lleven de Egipto carros para sus niños y sus esposas. Y que traigan a
vuestro padre y vengan. Y no se preocupen por sus enseres, porque el bien de la tierra
de Egipto será de ellos”. (Génesis 45: 17-20).
Y una vez que la familia de José llegó, he aquí las palabras de Faraón:

12
“Entonces Faraón dijo a José: Tu padre y tus hermanos han venido a ti. La tierra de
Egipto se halla ante ti. En lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus
hermanos. Habiten en la tierra de Gosén, y si entre ellos hay hombres capaces, ponlos
por mayorales de mi ganado”. (Génesis 47: 5, 6).
Y como resultado de esta bondad por parte de Faraón y sobre todo, de la bendición de Dios,
“Así Israel habitó en Egipto, en la tierra de Gosén. Adquirieron propiedades allí, y se
aumentaron y multiplicaron en gran manera”.
(Génesis 47: 27).
Y cuando, finalmente murió Jacob, los hermanos de José temieron que este se vengara de
sus hermanos, pero he aquí sus tranquilizadoras palabras, que además de reflejar amor y
grandeza de alma, demuestran una visión amplia sobre la conducción de Dios a través de la
historia:
“Vosotros pensasteis mal sobre mí, pero Dios lo encaminó para bien, para hacer lo
que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”. (Génesis 50: 20).
Y así, pasamos al segundo “vaso de barro”, en Egipto, que tuvo el privilegio de contener un
“tesoro de Dios”:

HATSHESPSUT
Parece ser que esta fue la princesa que vio al niño Moisés en una barquilla sobre el Nilo, y
que compadeciéndose de él, y pensando que se trataba de uno de los niños hebreos
condenados a morir, lo acogió y adoptó, tratando, más tarde, de encumbrarlo hasta el trono
de Egipto.
Y es que esta princesa, era hija de Tutmosis I (1525-1508 a. C.), al que sucedió por muy
breve tiempo, Tutmosis II (1508-1504 a. C.). Esto la llevó a ser regente y luego, corregente
durante, aproximadamente, 22 años, (de 1504 a 1482 a. C.), con su sobrino, el futuro
Tutmosis III, que luego reinaría entre los años 1482 a 1450 (a. C.)
Fue durante esta regencia que ella rodeó a Moisés de todos los privilegios educativos de un
futuro Faraón. Pero, a medida que el sobrino adquiría años y poder, fue desplazándola,
hasta anularla prácticamente. Esto motivó que cuando Moisés mató a un egipcio
maltratador de un hebreo, tuvo que huir, no teniendo ya la protección de su madre adoptiva.
Pero, he aquí, que también de esto se valió el Dios Todopoderoso, para preservar y
preparar a Moisés para la gran misión de sacar a Israel y conducirlo hasta la tierra
prometida, como pueblo, destinado a ser un tesoro especial:
“Ahora, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro
sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra”. (Exodo 19: 5).
Pero pasemos ya al tercero y último personaje destacable por su “grandeza” de espíritu, que
lo convirtió en otro “vaso de barro” y “tesorero de Dios”:

13
AMENHOTEP IV (1387-1366)
La evidencia nos dice que el éxodo de Israel y su paso milagroso por el Mar Rojo debió
ocurrir hacia el año 1445 (a. C.).
No cabe duda que todo esto debió impactar enormemente a la gran nación egipcia y hacer
que algunas almas sinceras meditaran en estas cosas, haciéndoles pensar en la falsedad e
inutilidad de los dioses paganos y de los ritos absurdos que les acompañaban.
Posiblemente por ello y también por influencia de su esposa Nefertiti, que era una gran
mujer, este faraón, emprendió una verdadera reforma religiosa, casi inconcebible en aquel
país y en aquel tiempo.
Hombre pacifista y moralista, proclamó la instauración de un solo dios, al que llamó Atón y
al que representó por el disco solar. El mismo se cambió el nombre, haciéndose llamar
Akenatón. Suprimió el culto a todos los demás dioses y contrariamente al culto practicado
por los sacerdotes, en lo más profundo de los templos, y rodeados de rituales misteriosos, él
adoraba a Dios en plena luz de día, a pleno sol y en un ambiente de sencillez y naturalidad.
Incluso, cambió la capitalidad del reino, para borrar todo vestigio de la antigua religión,
instaurando una nueva capital, cerca de Tebas, llamada hoy día Tell Amarna.
Pero no fue solamente una cuestión doctrinal o ritual, sino que impulsó una verdadera
reforma moral. oponiéndose a la violencia, a la guerra y a la muerte, como medios de
gobernar.
Como resultado de estas reformas, la nación conoció un periodo de prosperidad moral y
material, que por desgracia fue muy breve, ya que la fuerza de la costumbre y “Los
intereses creados” (Que diría Benavente) por parte del clero, acabaron con todo ello. Y es
así, que su sucesor en el trono, Tutankatón (1366-1357 a. C.), volvió a lo antiguo,
cambiando su nombre por el de Tutankamón, como adorador de nuevo, del dios Amón.
Pero, como ya se ha dicho, desde el principio de este libro, no solo los seres humanos han
podido ser “vasos de barro”, llevando el “tesoro de Dios” a otros hombres, sino que
también las naciones pueden ser y han sido muchas veces, instrumentos inconscientes, para
proclamar las grandezas del Dios verdadero a otras naciones.
He aquí lo que dice ahora la señora White:
“Dios dirigió los acontecimientos para que su luz fuera comunicada al pueblo egipcio.
Tanto en la casa de Potifar como en la cárcel, José recibió una educación y un
adiestramiento que, con el temor de Dios, le prepararon para su alta posición como
primer ministro de la nación. Desde el palacio de Faraón se sintió su influencia por
todo el país, y por todas partes se divulgó el conocimiento de Dios”,
(E. G. White.- Patriarcas y Profetas, pág. 344)
Y así terminamos de hablar de Egipto para pasar de Africa a Asia, donde encontraremos de
nuevo, al pueblo elegido, pero ahora, ya libre y convertido en una nación organizada, con
leyes establecidas por el mismo Dios, con jueces inspirados para ejercer el poder ejecutivo
y con un sacerdocio sagrado para conducir al pueblo hacia la santidad y hacia la llegada del
Mesías redentor.

14
Y como quiera que Israel va a ocupar la tierra de Canaán, hablemos muy brevemente de
esta tierra:

15
CANAHAN

Una vez liberados, los israelitas, después de vagar 40 años por el desierto, llegan a las
inmediaciones de la tierra de Canaán.
Según el relato bíblico, Noé tuvo tres hijos varones, que se llamaron Sem, Cam y Jafet
(Génesis. 5: 32). Y los hijos de Cam, fueron Cus, Fut, Mizraim y Canaán (Génesis 10: 6)
Y a su vez Canaán fue padre de diez tribus, enumeradas en Génesis 10: 15 al 18. Estas
tribus, se llamaron en su conjunto, cananeos, por el nombre de su progenitor Canaán. Y de
ellos, la tierra que habitaron se llamó a su vez “la tierra de Canaán”, aunque después tuvo
diversos nombres como Palestina, Israel, etc.
El territorio que ocupaba esta tierra estaba limitado por Fenicia al norte, y Gaza al sur,
(Génesis 10: 19), y por el mar Mediterráneo al oeste, y el río Jordán, al este.
En cuanto a su situación moral, debió ser extremadamente mala.
En Génesis, capítulo 15: 12-16, Dios habla a Abram y le dice que sus descendientes serían
peregrinos en tierra ajena, durante 400 años, y en la cuarta generación volverían a la tierra
de Canaán, “Porque la maldad del amorreo aún no ha llegado al colmo” (Génesis 15:
16).
El amorreo era una de las 10 tribus cananeas.
Posiblemente se nombra a esta tribu como la más corrompida o como “botón de muestra”,
ya que otros textos y otros documentos de la historia profana nos hablan de una corrupción
generalizada entre estos pueblos.
Como demostración, hay dos hechos significativos:
Cuando Abrahán era anciano pide a su criado Eliécer que vaya a la tierra de sus
antepasados a buscar esposa para su hijo Isaac. Pero le obliga por un juramento:
“Y júrame por el el Eterno, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás esposa para
mi hijo de las hijas de los cananeos, entre los cuales habito”. (Génesis 24: 3).
Y cuando ya Isaac se ha casado con una hija de la parentela de Abrahán, llamada Rebeca, y
Rebeca piensa en una posible esposa para su hijo Jacob, dice lo siguiente:
“Tengo fastidio de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma esposa de las
hijas de Het como estas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?”.
(Génesis 27: 46).-
(Het, es el nombre genérico de los hititas o heteos, una de las tribus de Canaán).
Y ya Israel en el desierto, camino de Canaán, Dios los instruye sin cesar hasta en los
detalles más diversos, para preservar su pureza, como pueblo que está llamado a ser
instrumento de evangelización universal. Y para ello les enseña a no contaminarse con los
cananeos:

16
“En tu tierra no habitarán, para que no te hagan pecar contra mi al servir a sus
dioses, porque te será de tropiezo” (Exodo 23: 33).
Leamos ahora el comentario siguiente:
“La profundidad de la depravación y degeneración moral en que se habían sumido los
habitantes de Canaán en el tiempo de Moisés queda de manifiesto por su literatura
mitológica, posteriormente descubierta. Ellos describen a sus dioses como seres
crueles y sedientos de sangre, que se matan y engañan mutuamente, y cuya
inmoralidad sobrepasa toda imaginación. A semejanza de los antediluvianos y de los
sodomitas, los habitantes de Canaán, al igual que sus dioses, estaban movidos por las
pasiones más viles. Los encontramos sacrificando a sus hijos, adorando serpientes y
practicando rituales inmorales en sus templos. Sus santuarios albergaban a
prostitutas profesionales y a homosexuales…” (Comentario Bíblico Adventista, tomo I,
pág. 328).
Y en el seno de este pueblo, como flor en basurero, hubo al menos un “vaso de barro”, una
“ramera”, en la ciudad de Jericó, que conoció y reconoció al Dios verdadero y se salvó ella
y a su familia, de la destrucción de la ciudad.

RAHAB
No sabemos demasiado. Sabemos que era “ramera” puesto que la Escritura lo dice: (Josué
2: 1). También se dice que dos espías enviados por Josué para reconocer la tierra, antes de
conquistarla, posaron en su casa, en Jericó. Y que alguien los vio y avisó al rey de la ciudad
y Rahab fue amenazada si no los entregaba. Pero Rahab ya había tenido una vislumbre del
Dios verdadero, cuando dice:
“Sé que el Señor os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre
nosotros…porque hemos oído que el Eterno secó el agua del Mar Rojo ante vosotros
cuando salisteis de Egipto…porque el Eterno vuestro Dios, es Dios arriba en el cielo y
abajo en la tierra.” (Josué 2: 9-11).
A continuación, Rahab, les pide un juramento ante ese mismo Dios, al que ella ya conoce,
en el sentido que cuando tomen los israelitas la ciudad, respeten su vida y la vida de sus
parientes cercanos. A cambio, ella los esconde y consiguiendo burlar a los seguidores, los
encamina hacia la montaña hasta su salvación. Y Josué respeta el juramento de sus espías y
salva a esta mujer con sus seres queridos.
Y he aquí, como una “ramera” llega a ser una creyente y una antepasada de Jesucristo. En
el Evangelio de Mateo encontramos esta breve cita. hablando de la genealogía del Salvador:
“Salmón fue padre de Booz, cuya madre fue Rahab…y Jacob engendró a José, esposo
de María, de quien nació Jesús, llamado el Cristo”. (Mateo 1: 5-16).
Más adelante, encontramos a esta mujer en la “galería” de los “héroes de la fe”:
“Por la fe Rahab la ramera, no pereció junto con los desobedientes, porque recibió a
los espías en paz” (Hebreos 11: 31).

17
Y el apóstol Santiago nos dice que fue justificada (declarada justa):
“De igual modo, Rahab la ramera, ¿no fue justificada por sus obras, cuando recibió a
los mensajeros y los envió por otro camino?”
(Santiago 2: 25).
Y por fin veamos ya, en la tierra de Canaán, al pueblo de Israel:

18
ISRAEL
Sobre esta nación, omitiremos muchos detalles, para no caer en repeticiones explicadas en
mi anterior libro titulado:
“ISRAEL ENTRE LA BENDICION Y LA MALDICION”
Diremos en primer lugar que se trata de una historia de contrastes, como en todo lo
humano, en que el “tesoro de Dios” está contenido muchas veces en deplorables “vasos de
barro”. Y es que aquellos hombres y mujeres de antaño, no eran mejores que los de hoy día,
ni posiblemente, peores.
Ya, la Escritura Sagrada dice:
“Pues está escrito: No hay justo, ni aún uno”. (Romanos 3: 10).
Sin embargo, aún dentro de las limitaciones humanas, en Israel hubo, como en todos los
pueblos, personas maravillosas, que con el poder de Dios y su gracia salvadora, hicieron
grandes cosas para el Reino del Señor. Veamos a algunas de ellas:
Encontraremos caudillos maravillosos, algunos reyes buenos, santos profetas, israelitas
verdaderos, y hombres malvados, y deplorables, como en todas las sociedades y en todas
las épocas.
Por supuesto, al tratarse de un pueblo eminentemente religioso y poseedor de una luz
mayor, podríamos citar cientos de personas fervientes y consagradas. Pero si citáramos a
todas, sería casi interminable la relación.
Citaremos, pues, solo a algunos que vivieron en el seno de este pueblo o en la misma tierra
de Israel, así como algunos otros que vivieron en el exilio,, pero ejercieron una bendita
influencia en medio de las naciones paganas, a donde Dios permitió que fueran llevados
para ser un testimonio a favor de la verdad.
Y ¿Cómo no?. Empecemos por el gran caudillo y conductor de este pueblo, cuando,
realmente pasa de ser una multitud de esclavos a un “ejército” espiritual, de parte de Dios.

MOISES (1525-1405 a. C.)


Vive 120 años, (a. C.) y gobierna a Israel durante 40 años entre 1445 y 1405 (a. C.)
Sería interminable decir las virtudes maravillosas de este hombre de Dios. Nos limitaremos
a unas pocas frases que le honran en gran manera:
Aunque es en el Exodo donde se relata con más detalle la epopeya de Moisés con el pueblo
de Israel, en Hebreos 11 : 23-29, hay un resumen bastante bien logrado:
Pero Moisés no es solo un libertador. También es un profeta:
“Por medio de profeta el Eterno sacó a Israel de Egipto, y por medio de profeta lo
guardó”. (Oseas 12: 13).
Sería interminable relatar los sufrimientos de este hombre ante un pueblo rebelde e ingrato
hasta la saciedad. ¿Y como respondió él ante toda clase de afrentas?

19
“Aunque Moisés era un hombre muy humilde, el hombre más manso de la tierra”.
(Números 12: 3)
Y es tanta su abnegación, que cuando Dios promete renunciar a Israel como pueblo elegido,
a causa de sus maldades, Moisés intercede fervientemente y prefiere ser borrado él, del libo
de la vida eterna, antes que su pueblo, al que él ama más que a sí mismo:
“Te ruego que perdones su pecado. Y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito”.
(Exodo 32: 32).
Indudablemente, se está refiriendo al libro de la vida:
“El que venza, será vestido de ropa blanca. No borraré su nombre del Libro de la
Vida. Y confesaré su nombre ante mi Padre y ante sus ángeles”. (Apocalipis 3: 5).
Y así, Moisés, pudo llevar al pueblo hasta las puertas de Canahán, y desde la cumbre del
monte Pisga, vio, en visión panorámica, la tierra prometida, y allí murió lleno de años y
cansado, como el guerrero que se acuesta, al final de la batalla.
Pero si bien Moisés no pudo entrar en la tierra prometida de carácter temporal, el Señor le
tenía reservada un patria mejor. (Hebreos 11: 13-16).
Hay un texto, que demuestra que este hombre, no quedó en el sepulcro, sino que Dios lo
resucitó, siendo una de las pocas excepciones, anteriores a la segunda venida de Cristo:
“En cambio, ni aún el arcángel Miguel, cuando contendía con el Diablo, por el cuerpo
de Moisés, se atrevió a pronunciar un juicio de maldición contra él, sino que sólo le
dijo: El Señor te reprenda”. (Judas 9).
Y gracias a ello, pudo ser uno de los pocos privilegiados que apareció con Jesús en el
monte de la transfiguración, junto a Elías.
(Mateo 17: 1-3)
Y, finalmente, los redimidos, en la gran liberación, entonarán el “canto de Moisés y del
Cordero”, con estas palabras maravillosas:
“Y vi como un mar de vidrio mezclado con fuego. Y los que habían alcanzado la
victoria…estaban sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantaban el canto
de Moisés siervo de Dios, y el canto del Cordero. Diciendo: ¡Grandes y maravillosas
son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son tus caminos, Rey
de las naciones!”. (Apocalipsis 15: 2, 3).
Luego vienen los jueces, que gobiernan a Israel, durante 400 años aproximadamente,
teniendo que luchar con denuedo con un pueblo rebelde, que constantemente deja al Señor
y cae en manos de enemigos, de los cuales solo son librados por la misericordia divina que
les envía nuevos jueces. Pero cuando se ven libres, vuelven a las andadas una y otra vez, y
así, hasta la saciedad.
Es en medio de este estado de cosas, tan deplorable, que los jueces, en general se presentan
como verdaderos “vasos” que aunque “de barro” son capaces de llevar “El tesoro de Dios”
y parar la “inundación” del pecado que amenaza con “anegar” al pueblo, sin remedio.

20
JOSUE (Gobierna a Israel entre los años 1405 y 1364, a. C., aproximadamente).
Nada más hacerse cargo de la dirección del pueblo y ante el reto no solo de gobernarlo, sino
de introducirlo en la tierra de Canaán, recibe, de parte del Señor, estas alentadoras palabras:
“Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo en herencia la tierra que
juré a sus padres que les daría. Sólo que te esfuerces y seas muy valiente, para hacer
conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a la
derecha ni a a la izquierda, para que seas prosperado en todo lo que emprendas. El
libro de la Ley nunca se aparte de tu boca. Antes medita en él de día y de noche, para
que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Entonces prosperarás y todo te
saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No temas ni
desmayes, porque el Eterno tu Dios estará contigo donde quiera que vayas”.
(Josué 1: 6-9).
Y toda la trayectoria de Josué fue un cumplimiento de obediencia a estas exhortaciones
divinas y también de las promesas aquí enumeradas.
Y ya, hacia el final de su ministerio dice al pueblo, usando una expresión referida a su
muerte:
“Yo estoy por entrar por el camino de toda la tierra; reconoced con todo vuestro
corazón y con toda vuestra alma, que no faltó ni una palabra de las buenas promesas
que el Eterno vuestro Dios había dicho. Todas se han cumplido sin faltar ni una de
ellas”. (Josué 23: 14).
Pero, como todo tiene su fin en este mundo, Josué también llegaba al final de su liderazgo y
ante el peligro de que Israel imitara las costumbres paganas de los cananeos, veamos con
que palabras maravillosas exhorta al pueblo, él a su vez:
“Ahora. Pues, reverenciad al Eterno. Servidle con integridad y en verdad…Y si os
parece mal servir al Eterno, entonces elegid hoy a quien servir; o a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres…o a los dioses amorreos en cuya ierra habitáis; que yo y mi
casa serviremos al Eterno”(Josué 24: 14, 15).
Luego viene un largo periodo, gobernado por más jueces, desde 1364 hasta 1050 (a. C.), en
el que no entraremos en detalle, porque solo eso merecería otro libro o varios libros.
A partir del año 1050 (a. C.) entran en escena los reyes, siendo el primero Saul, de triste
memoria. Luego viene uno de los más grandes reyes y personajes del Libro Sagrado:

DAVID (Reinado: Desde el 1011 al 971 a. C.).


Aunque tuvo una grave caída, de la cual se arrepintió, sufrió consecuencias tristes, y fue
perdonado por el Señor, su vida, en general, fue maravillosa y llegó a ser un “tipo” del
Mesías. Entre otras muchas cosas, fue “un dulce cantor de Israel”. Creó instrumentos
músicos y cantó como pocos la grandeza y el amor de Dios. Nos limitaremos solamente a
transcribir dos de sus salmos:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios,
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

21
Un día emite palabra al otro día,
y una noche a la otra noche declara sabiduría.
Aunque no se escuchan palabras, ni se oye su voz,
por toda la tierra sale su pregón,
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En los cielos puso tienda para el sol;
y él, como un novio que sale de su aposento, se alegra cual gigante para correr el
camino.
Sale desde un extremo del cielo,
y hasta el otro extremo sigue su curso;
y no hay quien se esconda de su calor”.
(Salmo 19: 1-6).
Pero si en este salmo describe la grandeza de Dios, en lo que hoy podemos llamar “diseño
inteligente”, en el que mostraremos ahora, describirá la protección divina, fruto de su
experiencia personal:

“El Eterno es mi pastor, nada me faltará.


En verdes praderas me hace descansar,
junto a tranquilas aguas me pastorea.
Restaura mi alma.
Me guía por sendas de justicia por amor de su Nombre.
Aunque ande en el valle sombrío de la muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Me preparas una mesa en presencia de mis angustiadores.
Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando.
La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor viviré para siempre”.
(Salmo 23).
Y así, dejamos la realeza, para hablar, aunque solo sea, con un ejemplo, del profetismo en
Israel:

22
ISAIAS (Ministerio: Entre los años 740 y 686, (a. C., aproximadamente)
Es uno de los más grandes profetas de Israel, que ejerce su ministerio en el reino de Judá,
cuando el pueblo ya se ha separado entre el norte y el sur, o sea “Israel y Judá”.
Se podrían decir tantas cosas…pero nos limitaremos a dos profecías o vaticinios
asombrosos:
Ante la futura cautividad del reino de Judá por Babilonia, él anuncia que este imperio
también tendrá su fin, dando detalles asombrosos, hasta el nombre del jefe militar que
entraría en esa ciudad para liberar a los judíos:
“Así dice el Señor…Yo, el Eterno que hice todo, que hice solo los cielos, que extendí la
tierra por mí mismo. Que frustro las señales de los adivinos, y enloquezco a los
agoreros; que trastorno a los sabios y desvanezco su sabiduría…Digo a Jerusalén:
Serás habitada y a las ciudades de Judá: Serán reconstruidas, y sus ruinas
reedificaré…Que digo de Ciro: Es mi pastor, cumplirá todo lo que quiero, al decir a
Jerusalén: Serás reedificada; y al templo: Serás fundado”.
(Isaías 44: 24-27).
Es asombroso notar que Isaías pronuncia estas palabras hacia el año 700 (a. C.) y que Ciro
entró en Babilonia y liberó a Israel a partir del año 539 (a. C.). Por lo tanto, pasan,
aproximadamente 160 años entre ambos hechos. Y es muy importante saber que el libro de
Isaías, es uno de los que se encontraron entre los famosos rollos del Mar Muerto en 1947
(d. C.), entre los pergaminos copiados por los esenios, hacia el año 200 (a. C.).
Pero el profeta sigue ampliando detalles sobre estos acontecimientos, dando de nuevo el
nombre de Ciro, llamándole “ungido” (en sentido figurado), y aludiendo a las inmensas
puertas de bronce de Babilonia, aparentemente inexpugnables.
“Así dice el Eterno a su ungido, a Ciro, a quien tomó por su mano derecha…para
abrir ante él puertas, puertas que no se cerrarán. Yo iré delante de ti, nivelaré las
montañas, quebraré puertas de bronce…y te daré los tesoros escondidos…para que
sepas que Yo Soy el Eterno, el Dios de Israel, que te pongo nombre…aunque no me
conocías. Para que desde donde nace el sol, hasta donde se pone, se sepa que no hay
más Dios que yo. Yo Soy el Eterno y ninguno más que yo”.(Isaías 45: 1-6).
Como es obvio, este texto no solo es un motivo de aliento y esperanza para Israel, sino
también demostración universal de la existencia y grandeza del Creador.
Pero Isaías, tiene muchas otras profecías, que sería largo comentar. Nos limitamos a otra
profecía asombrosa en que se anuncian los detalles del Mesías, de tal manera que se ha
dicho que aunque no se hubieran escrito los cuatro evangelios, podríamos conocer el drama
de la Salvación, por medio de este profeta. Tal es así que su libro ha sido llamado por
algunos “El Evangelio de Isaías” o “El Protoevangelio”.
Veamos algunas frases, pronunciadas más de 700 años antes de su cumplimiento, en todo el
capítulo 53 de su libro, del que extraemos solo unas pocas:
“¿Quién ha creído a nuestro anuncio?...Mi siervo…no tenía… majestad para
atraernos…Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto…fue menospreciado y no lo estimamos…Sin embargo,

23
él llevó nuestras enfermedades…herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados…y por su llaga fuimos curados. Todos nos descarriamos como ovejas…pero
el Eterno cargó sobre él el pecado de todos nosotros…Angustiado y afligido, no abrió
su boca. Como cordero fue llevado al matadero…fue juzgado injustamente…se
dispuso con los impíos su sepultura, pero con los ricos fue en su muerte; porque nunca
hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” (Isaías 53: 1-9).
(Para los no familiarizados con la literatura hebrea, aclaramos que es una “licencia y
costumbre literaria el cambio de los tiempos, como el pasado por el futuro).
Y a continuación, podríamos hablar de Jeremías, de Ezequiel, de Oseas, de Joel, de Amós,
de Abdías, de Miqueas, de Nahum, de Habacub, de Sofonías, de Ageo, de Zacarías y de
Malaquías, cuyo libro es el último del Antiguo Testamento.
También podríamos hablar de otros profetas y profetisas, que no están representados por
ningún libro en la Biblia, pero que ejercieron también un buen ministerio.
Y además, están otros profetas y grandes creyentes, que mencionaremos en relación con las
naciones paganas donde ejercieron su ministerio.
Pero todos los conductores, jueces, reyes o profetas de Israel, eran solo anticipos y tipos del
CONDUCTOR, JUEZ, REY, PROFETA Y MUCHO MAS, que había de venir y del que
hablaremos a continuación, de Aquel de quien Isaías profetizo en su “Protoevangelio”:

JESUS DE NAZARET (4 a. C.--31 d. C.)


Hemos llegado a una honrosa excepción. Este, no es un “vaso de barro”, sino de “oro
purísimo”.
Y no era “vaso de barro en su origen:
1.- Porque no es creado, sino Creador:
“En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era
Dios…Todas las cosas fueron hechas por él. Y nada de cuanto existe fue hecho sin él”.
(Juan 1: 1-3).
2.- Porque no es sustentado, sino sustentador:
“Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Por él
fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos y las que están en la tierra,
visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados o autoridades. Todo
fue creado por medio de él y para él. Porque Cristo existía antes de todas las cosas, y
todas las cosas subsisten en él”. (Colosenses 1: 15-17).
3.- Porque es el resplandor de la gloria del Padre:
“El Hijo es el resplandor de su gloria, la misma imagen de su ser real, el que sostiene
todas las cosas con su poderosa Palabra…”.(Hebreos 1: 3)

24
4.- Porque nunca pecó:
“Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas. El no cometió pecado, ni fue hallado engaño en su
boca” (1ª Pedro 2: 21, 22)
Para mejor comprender esto, la Palabra de Dios, define de una forma muy sencilla y
esquemática, las tres principales formas de tentación que sufre la humanidad y que
desembocan en el pecado:
“Porque todo lo que hay en el mundo-los malos deseos de la carne, la codicia de los
ojos y la soberbia de la vida-, no procede del Padre sino del mundo” (1ª Juan 2: 16).
Así fue en el caso del primer Adán, en quien estaba incluida Eva:
“Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer (malos deseos de la carne),
agradable a los ojos (Codicia de los ojos) y codiciable para alcanzar sabiduría
(Soberbia de la vida), tomó de su fruto y comió. Y también dio a su esposo, que comió
igual que ella” (Génesis 3: 6).
Yo, ahora, invito al amable lector, a que piense en la esencia de todas las tentaciones que
nos asedian a los humanos, y comprobará que siempre están incluidas en algunos de estos
tres aspectos.
Pues bien, si es verdad que todos las experimentamos en alguna forma y que todos caemos
alguna vez en algunas de ellas, afortunadamente, hubo UNO que vino a la tierra como “El
Segundo Adán” para vencer al Maligno, donde el primer Adán había caído y adonde todos
habíamos sido arrastrados con él:
He aquí las tres tentaciones por él sufridas (Mateo 4: 1-11). Que podemos resumir de esta
manera:
1.- De caer ante el apetito:
“Si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” (Mateo 4: 3)
2.- De caer ante el orgullo:
“Si eres hijo de Dios, échate abajo…”(Mateo 4: 6).
3.- De caer ante la codicia de los ojos:
“Todo esto te daré si te postras y me adoras”
(Mateo 4: 9).
Es maravilloso saber que las tres veces, él respondió con un “Escrito está”, rechazando
totalmente la tentación. ( Mateo 4: 4, 7, 10).
y en su condición humana, al llegar al Getsemaní, donde debía decidir si escapar a la
muerte por toda la humanidad, o afrontar la terrible prueba, se sometió a la voluntad del
Padre celestial, con estas palabras:
“Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa. Sin embargo, no sea como yo quiero,
sino como quieras tú” (Mateo 26: 39).
Y una segunda vez, repita el mismo ruego:

25
“Padre mío, si esta copa no puede pasar de mí sin que yo la beba, hágase tu voluntad”.
(Mateo 26: 42).
Y aún una tercera vez:
“Dejándolos se apartó de nuevo, y oró por tercera vez, repitiendo las mismas
palabras”.
(Mateo 26: 44).
Si Cristo no se hubiera sometido totalmente al Padre y hubiera rechazado el sacrificio que,
por supuesto, él no merecía, habría sido arrebatado por los ángeles para llevarlo de nuevo
ante el Padre y recibir nuevamente la gloria que había, voluntariamente, dejado.
Pero todos nosotros, sin excepción, estaríamos perdidos eternamente, sin Dios y sin
esperanza.
Pero no solo no era “vaso de barro”, sino que era “VASO DE ORO PURISIMO”.
1.- Porque él mismo se compara a un tesoro:
“Además el reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en un campo, que un
hombre encuentra…y lleno de gozo va, vende todo lo que tiene y compra aquel
campo.”
(Mateo 13: 44).
“También el reino de los cielos es semejante al mercader, que busca buenas perlas. Y
al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene, y la compra.”
(Mateo 4: 45, 46).
2.- Porque él mismo se identifica como “El reino de los Cielos”:
“Los fariseos preguntaron a Jesús, cuando había de venir el reino de Dios. Y él
respondió: El reino de Dios no vendrá con manifestación exterior. Ni dirán: Aquí está
o allí, porque el reino de Dios está entre vosotros ya”.
(Lucas 17: 20, 21).
3.- Porque él es el gran “YO SOY”, o sea, el Eterno.
“Yo soy el pan de vida” Juan 6: 35
“Yo soy la luz…” Juan 9: 5
“Yo soy la puerta” Juan 10: 7
“Yo soy el buen pastor” Juan 10: 11
“Yo soy la resurrección” Juan 11: 25
“Yo soy el camino…” Juan 14: 6
4.- Porque era y es:
El rey de reyes Apocalipsis 19: 11-16
El sumo Pontífice Hebreos 7: 24-26.
El único Salvador Hechos 4: 12.
El “centro” del A. Testamento: 1ª Pedro 1: 10,11.
El “centro” del N. Testamento: 1ª Juan 1: 1-4.

26
Y el “centro de toda la historia humana, que desde entonces, se divide entre las dos grandes
eras.
Dice un comentarista los siguiente:
“Muchos hombres y muchas mujeres que han existido a lo largo de la historia
realizaron cosas maravillosas, cosas que superficialmente son más impresionantes que
las que realizó Jesús de Nazaret. Después de todo, él fue un rabí “no oficial” de una
provincia romana pequeña e insignificante, que murió tempranamente, y dejó
únicamente un puñado de seguidores temerosos y desmoralizados. Por otro lado,
cuando aceptamos quién fue Jesús y qué hizo mientras estuvo aquí , nos damos cuenta
de que nada que ningún otro ser humano ha hecho, es siquiera digno de compararse
con él. De hecho, al fin, sin Jesús y lo que él hizo por nosotros, cualquier cosa que
alguna persona haya hecho en este mundo, en el gran esquema de las cosas, es nada,
porque sin Jesús y su muerte, todo el mundo y todo lo que hay en él llegará a ser
nada”.
(Guía de Estudio de la Biblia, Editorial Safeliz, 2º Trimestre de 2008, pág. 29).
Resumimos diciendo que Israel fue puesto en la tierra para ser el instrumento, en las manos
de Dios para dar al mundo la luz del Dios verdadero y ser así una “cabeza de puente” para
el establecimiento paulatino del Reino de Dios en la tierra.
He aquí las palabras de Moisés, antes de que Israel entrara en Canahán:
“Mirad, os enseñé las normas y preceptos que el Eterno mi Dios me mandó, para que
los cumpláis en la tierra que entráis a poseer. Guardadlos, cumplidlos, porque ésta es
vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante las naciones, que al oir todas estas leyes,
dirán: ¡Que pueblo sabio y entendido, que nación grande es esta!”…Y ¿que otra
nación tan grande tiene normas y preceptos tan justos, como es toda esta ley que hoy
promulgo ante vosotros?”.
(Deuteronomio 4: 5-8).
Por lo tanto, demos a El todos los honores, sumándonos así a los seres celestiales:
“Y miré y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono…Su número era miles de
millares, y diez mil veces diez mil. Y decían a gran voz: El Cordero que fue muerto es
digno de recibir poder y riquezas, sabiduría y fortaleza, honra, gloria y alabanza”.
(Apocalipsis 5: 11,12).
Y una vez, puesto el “broche de oro” al pueblo de Israel, pasamos a otros pueblos de su
entorno:

27
SAMARIA.
Samaria, al origen de nuestra historia, es una región natural, al norte de Canaán, y que
desde la llegada de los israelitas a esta tierra forma parte de la tierra de Israel, estando
situada entre las regiones de Galilea y Judea.
Pero a la muerte del rey Salomón, en el año 931 (a. C.), sube al trono su hijo Roboán. (lº
Reyes 11; 43). Y como quiera que Salomón había hecho sufrir al pueblo con impuestos
muy gravosos, se levanta un disidente llamado Jeroboán, que pide a Roboán que disminuya
los impuestos. Roboán no solo no los disminuye, sino que amenazaza con aumentarlos.
Ante esta situación Jeroboán, al frente de 10 tribus, declara la independencia y se separa del
rey y de la capital Jerusalén, formando, al norte, un nuevo reino, que se llamará desde
entonces “Israel”,para distinguirlo de las otras dos tribus del sur, que se llamarán desde
ahora el reino de “Judá”, compuesto esencialmente, por Judá y Benjamín.
Pero Jeroboán no solo promueve una secesión política, sino, y esto es lo más grave,
espiritual y religiosa.
En el libro primero de los Reyes, capítulo 12, a partir del versículo 25, se nos dice que
“reedificó a Siquém” y “habitó en ella”. Esto supuso el establecimiento de una capital
nueva para su nuevo reino. A continuación, hizo 2 becerros de oro para que el pueblo los
adorase, estableciendo con ello una verdadera idolatría. También hizo “santuarios paganos”
y “designó sacerdotes del pueblo que no eran levitas”, con lo cual, introduce un nuevo
culto totalmente ajeno al establecido por Dios. Aun instituyó nuevas festividades…”que
había inventado en su corazón” (1º Reyes 12: 25-33).
Y si hacemos una relación de sus reyes, encontramos que de los 19 que reinaron, 18
“hicieron lo malo” y solo de uno, no se dice nada, porque reinó solo un mes. Pero además
hubo 9 dinastías, por causa de que, sus reyes, casi siempre, subían al trono, matando a su
antecesor.
Pero, como generalmente ocurre, el pueblo no se eleva más que sus dirigentes, y la
corrupción fue generalizada.
Durante doscientos años aproximadamente (Del 931 al 722 a. C.) estas dos naciones
coexisten, pero, generalmente, no conviven, llegando a veces, incluso, a ser enemigas.
Pero en el año 722 (a. C.) el reino de Israel es conquistado por Asiria y deportado en su
gran mayoría, de tal forma que a efectos prácticos, desparece.
Sin embargo, los asirios, dejan en la tierra a algunas personas pobres o ancianas, además de
otras gentes que transportan de diversos lugares, para que la tierra no quede desierta. Desde
entonces esas gentes, medio israelitas, medio paganas, forman el reino de Samaria.
Este reino casi siempre será hostil a los judíos.
Y cuando estos vuelven de su cautividad en Babilonia, y tratan de restaurar las murallas de
Jerusalén, los samaritanos se oponen y organizan toda clase de obstáculos para impedirlo.
Esto motiva que judíos y samaritanos apenas se relacionen y sean casi siempre enemigos
declarados.

28
Todo esto se puede leer, con más detalles en los libros históricos de la Biblia, de Esdras y
Nehemías.
Pero, como siempre ocurre, Dios también tiene en Samaria almas escogidas:

LA MUJER SAMARITANA
El relato bíblico nos dice que Jesús, con sus discípulos, llegó hacia la hora del mediodía a
una ciudad de Samaria llamada Sicar y cansado, se sentó junto a un pozo famoso, llamado
“de Jacob”. Mientras sus discípulos iban a la ciudad a comprar alimentos, una mujer
“samaritana”, de una vida “irregular” que había tenido ya “cinco maridos” y que el que
ahora tenía “no era su marido”, vino a sacar agua del pozo. Ante la inesperada petición de
Jesús pidiéndole que sacara agua del pozo y le diera de beber, ella se extraña de que un
judío pida algo a una mujer samaritana y le manifiesta su extrañeza. Pero el Salvador, que
no ha venido a reprocharla sino a salvarla, después de un cruce de palabras, le manifiesta
conocer su vida, con el fin de despertar su interés y conducirla hacia el “agua de la vida”
que él le puede dar y que solamente puede calmar su sed definitivamente. Ante esta
revelación, ella, le pregunta sobre el Mesías que había de venir, a lo que él le dice: “Yo
Soy, el que habla contigo”. Y ante esta sorprendente revelación, ella deja su cántaro y va a
la ciudad y proclama:
“¿Venid a ver a un hombre que me dijo todo cuanto hice! ¿No será el Cristo?.
(Juan 4: 29).
Y muchos de aquellos samaritanos, salieron de la ciudad y vinieron a ver a Jesús… “Y
decían a la mujer: Ya no creemos solo por tu palabra, sino porque nosotros mismos le
hemos oído, y sabemos que en verdad este es el Salvador del mundo”. (Juan 4: 42).
Más adelante, posiblemente en parte, debido a esta semilla, Samaria fue receptiva al
Evangelio. El texto dice que
“…se desató una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén, y todos se
dispersaron por Judea y Samaria, excepto los apóstoles…los que fueron esparcidos,
iban por todas partes anunciando la Palabra. Entonces Felipe . descendió a la ciudad
de Samaria y predicaba a Cristo. La gente escuchaba unánime atentamente, lo que
hacía Felipe, porque oían y veían las señales que hacía. Porque los espíritus impuros
salían de muchos…y muchos paralíticos y lisiados eran sanados. Así, había gran
alegría en aquella ciudad”. (Hechos 8: 1-8).
Desde entonces Samaria fue un centro importante de evangelización hacia todo el mundo
greco-romano.

EL BUEN SAMARITANO
Pero, anteriormente, como quiera que aún persistían los prejuicios entre sus seguidores de
Jesús, contra los samaritanos, y más aún, entre sus opositores, y ante la pregunta capciosa
de un doctor de la Ley sobre ¿Quién es mi prójimo?, el Salvador le cuenta una parábola, o
posiblemente, un hecho real:

29
“Entonces Jesús respondió: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en
manos de ladrones, que lo despojaron, lo hirieron, y se fueron, dejándolo medio
muerto. Por casualidad un sacerdote descendía por aquel camino, y al verlo, pasó por
el otro lado. De igual modo, un levita llegó cerca de aquel lugar, y al verlo, pasó por el
otro lado. Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, se
compadeció de él. Se acercó, vendó sus heridas, y les echo aceite y vino. Y poniéndolo
sobre su cabalgadura, lo llevó al mesón y lo cuidó. Al partir, el siguiente día, sacó dos
denarios, los dio al mesonero, y le dijo: Cuídalo, y todo lo que gastes de más, te lo
pagaré cuando vuelva. ¿Cual de estos tres te parece que fue un prójimo para el que
cayó en manos de ladrones? El doctor de la Ley respondió: El que tuvo misericordia
de él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tu lo mismo”.
(Lucas 10: 30-37).
¡Que lección para cada uno de nosotros, cuando tenemos prejuicios raciales, nacionales,
regionales o religiosos, olvidando que el verdadero prójimo es el que “usa de misericordia”
o el que necesita esa misma misericordia.
Y ahora, entramos en otro caso:

LOS DIEZ LEPROSOS


Nos dice el relato que yendo Jesús de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Y
diez leprosos, desde lejos le gritaron, pidiéndole que los sanase, a lo que el Maestro,
accedió.
“Entonces uno de ellos, al verse sanado, volvió alabando a Dios a gran voz. Se postró
a los pies de Jesús y le dio las gracias. Y este era samaritano. Entonces Jesús
preguntó: ¿No son diez los que fueron limpiados? Los otros nueve ¿Donde están? ¿No
hubo quien volviera a dar gloria a Dios, sino este extranjero?. Y le dijo: Levántate y
vete. Tu fe te ha salvado.” (Lucas 17: 15-19).
Otra vez la lección ante un “extranjero” (samaritano) que estuvo dispuesto a “dar gloria a
Dios” en lugar de otros “nacionales” (judíos).
Y así, siguiendo hacia el norte, ahora llegamos a otro país vecino de Israel:

30
FENICIA

Estamos ante un país muy conocido y estudiado en la Historia como tierra de grandes
navegantes, que partiendo de Tiro y Sidón, llegaron a fundar famosas colonias por todo el
Mediterráneo. Una de esas colonias, fue Tarsis, en el sur de la Península Ibérica, nombrada,
incluso por la Biblia, refiriéndose a la destrucción de Tiro, profecía que se cumplió al pie de
la letra:
“Profecía acerca de Tiro. Aullad, naves de Tarsis, porque Tiro es destruida hasta no
quedar casa, ni adonde entrar…(Isaías 23: 1).
Pues bien este país, aunque pagano, tuvo una gran relación amistosa con Israel y algunos de
sus monarcas:

HIRAM, REY DE TIRO


El texto sagrado nos dice que tuvo una gran amistad con David, rey de Israel, y que envió
embajadores, madera de cedro, carpinteros y canteros, para que edificaran la casa de David.
(2º Samuel 5: 11).
Pero no quedó todo en un asunto diplomático o comercial. La Escritura nos dice que
además, Hiram, también cultivó la amistad con Salomón, el hijo y sucesor de David en el
trono y reconoció al Dios de Israel y lo bendijo:
“Entonces Hiram rey de Tiro, respondió por escrito a Salomón: El Eterno amó a su
pueblo, por eso te ha puesto por rey sobre él. Además decía Hiram: Alabado sea el
Eterno, el Dios de Israel que hizo el cielo y la tierra, y dio al rey David hijo sabio y
entendido, cuerdo y prudente, para edificar casa al Eterno y casa para su reino”.
(2º Crónicas 2: 11, 12).
A continuación, así como había hecho alianza con David, ahora la hace con su hijo
Salomón, contribuyendo en mucho, con artífices y materiales, a la construcción del templo
de Jerusalén.
Y pasamos ahora, de un rey, a una humilde mujer:

“LA MUJER CANANEA”


Aunque el texto la llama “cananea”, en el tiempo de este relato, parece ser que se
encontraba en Fenicia, ya que el texto dice que Jesús
“Se retiró a la región de Tiro y Sidón” (Mateo 15: 21). Y continúa:
“Una mujer cananea de ese vecindario, vino a él, y clamaba: ¡Señor! ¡Hijo de David,
ten misericordia de mí! Mi hija está grave, atormentada por un demonio. Pero Jesús
no le respondió nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él, y le rogaron:
Despídela, que viene gritando detrás de nosotros. El respondió: Soy enviado solo a las

31
ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino, se postró ante él y le dijo:
¡Señor, ayúdame!. El le dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los
perrillos. Ella replicó: Sí, Señor. Pero aún los perrillos comen las migajas que caen de
la mesa de los amos. Entonces Jesús respondió: Mujer, ¡grande es tu fe!. Sea hecho
como quieres. Y su hija quedó sana desde esa hora”.
(Mateo 15: 21-28).
¡Que lección de fe y de amplitud de miras para los discípulos, para quienes los extranjeros
eran
“perros inmundos”! Y que lección para todos nosotros, cuando somos xenófobos o
exclusivistas, pensando en una salvación egoísta y orgullosa. Dios tiene almas escogidas en
todas las naciones de la tierra y en todos los ambientes sociales, religiosos y culturales.
Y ahora, de Fenicia, dando un pequeño paso geográfico, entraremos en otra nación muy
relacionada históricamente con Israel:

32
MOAB

El origen de este reino está en un hijo incestuoso de Lot (sobrino de Abrahán), que después
de huir de Sodoma fue embriagado por sus hijas solteras, para poderse acostar con él y
engendrar un hijo cada una. Y el de la mayor se llamó Moab, que fue el padre de los
moabitas y que dio nombre a esta nación. Por lo tanto, los habitantes de Moab eran
parientes lejanos de los hijos de Abrahán, o sea de los hebreos. Estaba este reino situado al
este y sureste del Mar Muerto, y por lo tanto fronterizo con Israel.
Pero como casi todos los pueblos paganos de aquel entorno, eran idólatras groseros, dando
culto a Cemos y a Baalpeor, con ritos obscenos y sacrificios humanos, a veces, ejerciendo
una degradante influencia sobre los países de su entorno, entre ellos, incluso a veces, Israel.
Pero como ya hemos dicho en varias ocasiones, Dios también tenía allí “almas escogidas”,
como la que nos ocupa ahora:

RUT, LA MOABITA
Es tan importante esta historia que ocupa uno de los libros de la Biblia:
En Rut, capítulo 1 nos dice que hubo hambre en la tierra de Israel y un hombre llamado
Elimélec, emigró a tierra de Moab con su esposa Noemí y sus hijos Malón y Chelión. Pero
una vez en Moab murió Elimélec, y pasado el tiempo los hijos se casaron con moabitas.
Una de ellas, se llamaba Orfa y la otra, Rut.
Pero la desgracia se cebó también en los dos hijos de Noemí, de tal manera que murieron y
ella quedó sola con sus dos nueras. Y como también la “crisis” había pasado en Israel,
Noemí decidió volver a su tierra. Durante una parte del camino, fue acompañada por sus
nueras, hasta que ante la insistencia de ella, de que volvieran a su “patria chica”, Orfa
obedeció. Pero, aquí llega lo maravilloso, cuando Rut, respondió a su suegra:
“…No me ruegues que te deje y me aparte de ti; porque donde quieras que tú vayas,
iré yo; y donde quiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios mi Dios.”
(Rut 1: 16).
Notemos que no se trata solo de un asunto humano y familiar (“Tu pueblo será mi pueblo”),
sino también religioso: (“Y tu Dios mi Dios”).
¿Qué vería esta joven mujer en aquella anciana, que ya nada le podía ofrecer, desde el
punto de vista material?. Si grande es la decisión de Rut, no es menos grande el testimonio
de Noemí.
Como resultado, Rut habitó el resto de sus días en la tierra de Israel y se casó con un
hombre bueno y temeroso de Dios, llamado Booz, siendo así ascendiente nada menos que
del rey David y sobre todo del Rey de Reyes, Jesucristo. La cronología del Salvador que
encontramos en el Evangelio de San Mateo, dice:

33
“Salmón fue padre de Booz…Booz fue padre de Obed y su madre fue Rut. Y Obed fue
padre de Isaí. Isaí fue padre del rey David…y Jacob engendró a José, esposo de
María, de quien nació Jesús, llamado el Cristo” (Mateo 1: 5-16).
Pero antes de seguir con los grandes imperios que tuvieron relación con Israel, nos
tomamos la licencia de hablar de dos grandes naciones de Asia, aunque lejanas en la
distancia y en la historia, del pueblo de Dios:

34
INDIA

Estamos ante un país, que se nos antoja algo lejano, no solo geográficamente, sino en
relación a su cultura, su historia, sus costumbres y religión, tan diferente de nuestro mundo
occidental. Sin embargo, el mundo, se va empequeñeciendo cada vez más a medida que
entramos en la “aldea global” y vemos que el hombres es más o menos, igual en todas
partes, con sus miserias de “barro” y sus capacidades de portar “tesoros” divinos. Por
tanto, hablaremos solo de unos pocos seres humanos que allí fueron portadores de bondad,
justicia y bien hacer:

RABINDRANATH TAGORE (1861-1941)


Poeta, narrador, filósofo, músico y pintor, de intensa vida interior y gran sensibilidad, su
literatura fue reconocida internacionalmente, con la concesión del premio Nóbel de
Literatura. en 1913. Acometió la empresa de llevar a efecto su ideal de una universidad
internacional en la escuela de Bolpur, que él había abierto en 1901 y para ello donó los
40.000 dólares del premio
obtenido.
Pero su principal obra fue la “predicación” de la ley suprema del amor, que ejerció una gran
influencia en el pensamiento de la india y en el carácter pacifista de muchos de sus
conciudadanos, de tal manera que es muy posible que influyera incluso en Gandhi, aparte
de otros muchos.
He aquí sus palabras:
“La falta de amor es un grado de imbecilidad, porque el amor es la perfección de la
conciencia. No amamos porque no comprendemos; es más bien, que no
comprendemos porque no amamos, porque el amor es el mundo último de cuanto nos
rodea; es la verdad, es el gozo que está en la raíz misma de toda creación”
Y así pasamos ya a uno de los más grandes hombres que han existido, fuera del
cristianismo, no solo en la India, sino a nivel mundial:

MAHATMA GANDHI (1869-1948)


Su verdadero nombre era Mohandas Karamekand Gandhi, pero los indios le dieron el
sobrenombre de Mahatma, que significa “alma grande” o “el magnánimo”.
Estudió leyes en Inglaterra, pero al observar a los cristianos, aunque admiraba a Cristo, se
sintió decepcionado y mostró aversión por la cultura occidental.
En 1920, se puso al frente del movimiento independentista, con una campaña de
desobediencia pasiva. Siempre lucho por evitar la revolución violenta, pues le repugnaba la
violencia.

35
Estaba penetrado de sentimientos religiosos y profesaba una doctrina basada en el amor
universal, que prohibía matar o herir a cualquier criatura.
Exigía sinceridad absoluta y renunciamiento a los bienes materiales, ideales profundamente
arraigados en el alma india.
Uno de sus anhelos era acabar con los sufrimientos de los “intocables”, por parte de la casta
hindú. Obligó a los templos sagrados hindúes a que les abrieran sus puertas, ya que habían
estado excluidos desde hacía siglos, de penetrar por ellas.
Los principios de su doctrina eran: “Fe en Dios, en sí mismo, como instrumento
divino, y en los medios pacíficos para llegar a Dios en la gloria, y alcanzar la felicidad
en la tierra.”
Cuando los ingleses lo encerraron, emprendió un “ayuno hasta la muerte”, que resultó más
eficaz que ninguna otra campaña, por los ecos despertados en el mundo entero.
Cuando uno de sus opositores argumentaba contra Gandhi que “ningún País en la historia
ha podido conquistar su independencia por medios no violentos”, el Mahatma le respondió:
“Escribamos entonces una nueva historia.”
Y Gandhi, la escribió de forma brillante:
El 22 de junio de 1948, el rey de Inglaterra renunció oficialmente al título de emperador de
la India y el 26 de Noviembre de 1949, una India independiente votó su Constitución
republicana.
Pero Gandhi, como tantos otros grandes hombres no pudo ver el fruto de su obra terminada,
ya que murió asesinado por un fanático el 30 de enero de 1948.
Un banquero indio dijo:
“Las puertas del cielo estaban abiertas para él desde hacía tiempo. Pero Gandhi
esperó hasta conseguir que la tierra se pareciera un poco más al paraíso”

MADRE TERESA DE CALCUTA (1910-1997)


Esta mujer no nació en la India, sino en Yugoslavia, pero al nacionalizarse en la India y
ejercer allí su gran obra, la encuadramos en ese país.
“Si amas hasta que te duela, ya no habrá dolor, sino amor”
He aquí una de sus frases, que definen por si solas lo que esta gran mujer era y enseñaba: El
amor.
Cuentan que en una ocasión, un periodista malintencionado preguntó a la madre Teresa de
Calcuta, qué sentía cuando entraba en una estancia llena de gente que la aplaudía
entusiasmada. Ella contestó que al escuchar los aplausos se acordaba de Jesús entrando
sobre un borriquito en Jerusalén entre aclamaciones y hosannas de la multitud. Por
supuesto, ella se consideraba el burro. ¡Un “burro” feliz, porque llevaba a Jesús!.
Fundadora de Las Misioneras de la Caridad, que actualmente cuenta con más de 3600
monjas, 411 novicias y 260 aspirantes, están esparcidas por 119 países, en 560 casas de
oración.

36
Pero no se trata solo de vida contemplativa, sino de servicio, ayudando a toda clase de
personas enfermas, ancianas, contagiadas de sida, o desprovistas de casa o de alimento.
Ella fue un testimonio vivo de amor a Jesucristo, por su entrega total a servirle en los “más
pobres entre los pobres”. Defendió la santidad de la vida humana, la familia y la moral.
Luchó por la dignidad de la mujer. Dijo que la mayor pobreza no la encontró en los
arrabales de Calcuta, sino en los países más ricos, cuando falta el amor, en las sociedades
que permiten el aborto. Dijo ella:
“Para mi, las naciones que han legalizado el aborto son las más pobres, le tienen
miedo a un niño no nacido y el niño tiene que morir”.
En 1972, recibió el premio “Fundación Kennedy”, por su obra filantrópica y humana a
favor de la India.
En 1979, recibió el premio Nóbel de la paz, cuya cantidad, donó íntegramente a obras
benéficas entre los “pobres” del cuerpo, y del alma.
Aunque puede que tengamos credos diferentes, en cuanto a doctrinas cristianas, no cabe
duda que su amor por los más necesitados, es un referente válido para todos nosotros.
Ella dijo:
“Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero ¿Lo
predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo
que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en
nosotros.”
Y en otra ocasión:
“La mayor enfermedad hoy día no es la lepra ni la tuberculosis, sino más bien el
sentirse no querido, no cuidado y abandonado por todos. El mayor mal es la falta de
amor y caridad, la terrible indiferencia hacia nuestro vecino que vive al lado de la
calle, asaltado por la explotación, pobreza y enfermedad.”
Y todavía:
“En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que
hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este
amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño.”
Pero pasemos ahora, al mayor país de la tierra en cuanto a población humana, donde
también encontraremos “vasos de barro” con el “tesoro de Dios”:

37
CHINA

Estamos ante el mayor país de la tierra, en cuanto a población, de tal manera que se piensa
que es la gran potencia del futuro. Aunque esto está por ver.
También es uno de los pueblos más antiguos del mundo.
Durante milenios ha estado en un estado de “atraso” relativo en comparación con otras
potencias y civilizaciones, aunque con distintas etapas, como ocurre siempre en la historia.
Sin embargo se le atribuye la invención de la brújula, que parece ser que Marco Polo trajo a
Europa. Y no falta quien piensa que fueron los inventores del papel, de la tinta y hasta de la
imprenta, muchos siglos antes que los europeos.
Pero lo que más nos interesa, para este estudio, es su posición religiosa.
Hoy día, conviven en China cinco grandes religiones:
El Budismo, con 150 a 250 millones de seguidores.
El Taoísmo, con 30 a 150 millones.
El Islamismo, con 48 millones, aproximadamente.
El Cristianismo, con 5 o 6 millones.
Y el Lamaísmo, con 2 millones y medio, aproximadamente.
Pero, hablando del cristianismo, este ha tenido diversas alternancias, desde que los
primeros cristianos trataran de llevarlo a China.
Una de esas alternancias, fue durante la revolución comunista, implantada en 1949 de
nuestra era. El comunismo, ateo por antonomasia, relegó el cristianismo a su mínima
expresión, deportando o deteniendo a los misioneros extranjeros y persiguiendo a los
cristianos nacionales.
Afortunadamente, hoy las cosas han empezado a cambiar, habiendo una mayor apertura y
libertad parcial religiosa, lo que está permitiendo un resurgir del evangelio en ese vasto
país.
Solo Dios sabe lo que nos espera en el futuro en ese sentido.
Sin embargo, China, como todo pueblo, ha tenido sus “vasos de barro”, capaces de portar
“el tesoro de Dios” total o parcialmente, conforme a la luz que estos seres han tenido la
oportunidad de conocer. Y uno de ellos es:

CONFUCIO (551-479 a. C.)


Fue un pensador chino, cuya filosofía influyó en la civilización de su patria. Pero, también
en las civilizaciones de Japón, Corea y Vietnam.
En el año 497 emprendió una gira “misionera” de 13 años, rodeado de discípulos. Anduvo
de uno a otro estado chinos, ofreciendo toda clase de consejos morales a sus compatriotas y
también sus servicios. Sin embargo, no pretendió ser “santo”, ni “profeta”, ni poseer la

38
clave de los secretos del Universo. Pero fue reconocido multitudinariamente como maestro
y proclamado “Gran Perfección”, “Sabio Definitivo” y “Primer Maestro”.
Fue el primer hombre, en China, en dedicar su vida entera a la enseñanza y en atender a la
formación integral del individuo.
Autodidacta, llegó a ser considerado el hombre más culto de su época.
Se le atribuye la autoría de “Ch·un Ch·iu” (Anales de Primavera y Otoño), primer intento de
una historia china sistemática, libre de mitos y leyendas. Pero esta obra no era solo historia.
Contenía juicios morales que habían de servir de norma de gobierno en China durante 2000
años.
Se preocupaba ante todo del hombre. Enseñó literatura, ética, lealtad, fidelidad, piedad
filial, respeto fraternal, rectitud, paz, seriedad, liberalidad, veracidad, diligencia y
generosidad, autodominio y decencia.
Decía:
“No hagas a los demás lo que no quieras que los demás hagan contigo”.
Para él, “un buen gobernante es el que considera a su país como una familia y los
súbditos como a sus hijos. Reina por ejemplo moral más que por la fuerza”.
También decía que el buen gobernante, “eleva a los hombres capaces a puestos de
responsabilidad sin mirar su origen o estado social”.
Este último principio condujo a la implantación del sistema de exámenes, abierto a todos
para el desempeño de los servicios públicos, sistema que rigió en China desde el siglo VII
hasta el XIX (d. C.) y fue adoptado, en parte, por Francia, Inglaterra y EE. UU.
Otras de sus frases célebres eran estas:
“Adonde quiera que vayas, ve de todo corazón”. “La mayor falta es tener faltas y no
tratar de enmendarlas”. “No te creas tan grande que te parezcan los demás
pequeños.”
Y ahora, después de estos dos gigantes, India y China, pasaremos a otros grandes imperios,
que han tenido relación con el pueblo de Israel y por lo tanto, con las profecías bíblicas,
hasta ser, a veces, sin saberlo, instrumentos en las manos de Dios para el cumplimiento del
Plan de la Salvación.

39
SIRIA

Desde los primeros tiempos de Israel en Canaán, aparece Siria, al Noreste, como una gran
nación, que conforme a la costumbre de casi toda la historia, trata de invadir a otros
pueblos más pequeños y menos poderosos, con incursiones frecuentes, con rapiña y
cautividad de personas para convertirlas en esclavas.
Es así, como entra en escena una muchachita indefensa, extranjera y cautiva.

UNA MUCHACHA (De la que no se dice el nombre)


En una de esas incursiones, nos dice el texto sagrado que una cuadrilla de invasores, se
llevaron, posiblemente entre otras personas, a una muchacha israelita a la que convirtieron
en esclava de un general sirio, llamado Naamán y de su esposa. (2ª Reyes 5: 1, 2).
Pero, he aquí, que Naamán, que era un gran general, valeroso y muy apreciado por el rey de
Siria, también era leproso. Y es aquí, donde Dios se vale del instrumento más humilde, para
dar testimonio del verdadero “General”, o sea del Dios eterno.
Nos dice el texto, ahora:
“Ella dijo a su señora: Si mi señor rogase al profeta que está en Samaria, él lo sanaría
de su lepra”. (2º Reyes 5: 3).

NAAMÁN
El relato bíblico nos enseña que Naamán, accede a visitar al profeta Eliseo, en Samaria. Y
que este le dice que se sumerja 7 veces en el río Jordán. Después de una serie de avatares,
que omitimos por razones de brevedad, por fin Naamán, accede, a regañadientes, a
sumergirse 7 veces en el río Jordán, como el profeta Eliseo le ha “prescrito”, como un acto
de fe y de humildad, y queda limpio de la lepra. Y ahora viene lo más interesante. Aquel
hombre “grande” e “importante”, reconoce al Dios verdadero:
“Naamán volvió al varón de Dios. con toda su comitiva. Se paró ante él y dijo: Ahora
conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel…” (2ª Reyes 5: 15)
Pocas palabras, pero solo Dios sabe cuanta influencia pudo ejercer este hombre en su patria,
para extender el conocimiento del verdadero Dios.
A continuación este general expresa de manera asombrosa su idea del culto verdadero al
único Dios verdadero. Nos dice el texto:
“…Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrenda a otro
Dios, sino al Eterno. Pero que solo esto el Eterno me perdone: Que cuando mi señor
(El rey) entre en el templo de Rimón para adorar y él se apoye sobre mi mano, que me
perdone, si yo también me inclino, que el Eterno perdone a tu siervo”
(2º Reyes 5: 17, 18).

40
He aquí una conciencia purificada y “matizando” sabiamente hasta extremos, que bien
pueden ser ejemplo para muchos creyentes nominales.
Otra cita de la ya citada autora americana:
“En todos los países hay ahora personas sinceras de corazón, sobre las cuales brilla la
luz del cielo. Si perseveran con fidelidad en lo que comprenden como deber suyo,
recibirán más luz, hasta que, como Naamán antiguamente, se verán constreñidas a
reconocer que “no hay Dios en toda la tierra” excepto el Dios vivo, el Creador”.
(E. G. White.-PROFETAS Y REYES, Pag. 189).
Y ahora tenemos que pasar a la Era Cristiana, para ver, también en Siria, otros “vasos de
barro” portadores del “tesoro divino” en una u otra medida:

BERNABE Y SAULO
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos dice que Antioquía de Siria, fue desde el
principio de las misiones un centro importantísimo de evangelización.
Una vez más, Dios, el Dios de las cosas “grandes”, con medios “pequeños” y aún adversos,
se valió de una persecución para llevar allí el Evangelio de Jesucristo:
“Los que habían sido esparcidos por la persecución…anduvieron hasta Fenicia,
Chipre y Antioquia…hablaron a los griegos (gentiles) y les anunciaron el evangelio del
Señor Jesús. La mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió
al Señor…entonces Bernabé fue a Tarso a buscar a Saulo. Cuando lo encontró lo llevó
a Antioquia”.
(Hechos 11: 19-25).
Y más adelante:
“Había entonces en la iglesia de Antioquia, profetas y maestros; Bernabé…y Saulo.
Un día mientras estaban celebrando el culto al Señor y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la cual los he llamado. Entonces
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos, y los enviaron” (Hechos 13: 1-3).
Por lo tanto Antioquia, (De Siria) se convirtió en una plataforma o “cabeza de puente” del
Evangelio. Y también creo que casi todo el mundo sabe, más o menos, la obra ingente que
estos hombres y especialmente Saulo, luego llamado Pablo, hicieron a continuación,
llevando el evangelio de Cristo a casi todo el mundo entonces conocido.
Ojala que hoy surjan también hombres y mujeres de este “calibre” para evangelizar a un
mundo que se aleja del Salvador y de las verdades hermosas del cristianismo.
Pero, mientras tanto, de Siria, pasemos a Asiria, que no es lo mismo.

41
ASIRIA

Asiria es parte de un gran y antiguo imperio que nace y se desarrolla entre los ríos Eufrates
y Tigris. Unidas a veces, y separadas otras, conviven y pelean, estas dos grandes potencias
que son Asiria y Caldea, conocida también por Babilonia, debido a esta ciudad estado.
Pero centrándonos en Asiria, que es la que nos ocupa ahora, en ella también encontramos
algunos, aunque pocos, “vasos de barro”, capaces de llevar el “tesoro de Dios”.
A partir del siglo XIII (a. C.), Asiria, y con ella, su capital Nínive, alcanza un gran
esplendor. Documentos antiguos del siglo I (a. C.) describen a Nínive como un rectángulo
alargado de 150 x 90 estadios, con un perímetro de 480 estadios (Cerca de 100 kilómetros).
Se trataba de una ciudad muy grande para sus tiempo. Las ruinas actuales tienen un
perímetro de 12 kilómetros, encerrando una superficie de 664 hectáreas. Esto coincide con
el relato bíblico, donde se dice que era “una ciudad de 3 días de camino” (Jonás 3: 3).
Pero, como siempre, la prosperidad, trae orgullo y pecado en diversas formas.
Se dice que Nínive era “la ciudad de la gloria y la violencia”. Una ciudad de crimen y
maldad.
Y es así que Dios tiene que enviar a sus mensajeros, para llamarles al arrepentimiento

JONAS
Este libro, está atribuido al mismo Jonás como su autor, alrededor del año 790 (a. C.).
Empieza el mismo, con una misión divina, a él encomendada:
“Vino palabra del Eterno a Jonás, hijo de Amitai, que le dijo: Levántate, ve a Nínive,
a esa gran ciudad, y pregona contra ella, porque su maldad ha subido ante mí” (Jonás
1: 1, 2)
A continuación, el relato dice, y muchos lo conocen, que Jonás, huyó de la presencia de
Dios, embarcándose en una nave que iba a Tarsis. Que en el camino hubo una gran
tormenta y los marinos , supersticiosos, lo achacaron a Jonás, arrojándolo al mar. Pero
después de una serie de avatares, Jonás volvió a encontrase en tierra, y de nuevo, le llegó el
mandato divino:
“Entonces por segunda vez vino palabra de Eterno a Jonás, que le dijo: Levántate, ve
a Nínive, a esa gran ciudad, y publica en ella el pregón que te diré” (Jonás 3: 1, 2).
“Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la orden del Eterno…Jonás entró en la
ciudad, y caminó un día pregonando: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”
(Jonás 3: 3, 4).
Y es que aunque poco se nos dice de esta ciudad, unas palabras del profeta Nahum,
hablando de ella, son suficientes para darnos una idea de su estado moral:
“¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, que nunca suelta la
presa!” (Nahum 3: 1)

42
Pero veamos un reacción muy excepcional y muy sorprendente por parte del rey y del
pueblo:

EL REY DE NINIVE
No sabemos que rey era el que estaba en el trono en ese momento. La Palabra de Dios no lo
especifica. Posiblemente era Adad-nirari III, que reinó entre 810 y 782 (a. C.).
Pero lo principal es que ocurrió el milagro: “Y los hombres de Nínive creyeron a Dios,
proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor, La noticia
llegó hasta el rey de Nínive, Y él se levantó de su trono, se quitó sus vestido, se cubrió
de cilicio y se sentó sobre ceniza. Mandó anunciar en Nínive: Por orden del rey y de
sus grandes: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna, no se les de
alimento ni beban agua. Sino cúbranse de cilicio todos los hombres y clamen a Dios
con toda su fuerza, y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en
sus manos. Tal vez Dios se arrepienta y desista del furor de su enojo, y no
perezcamos” (Jonás 3: 5-9)
Y cuando los hombres se arrepienten de corazón, Dios también “se arrepiente” de las
consecuencias anunciadas y cambia el curso de los acontecimientos.
Posiblemente fue esta la causa de que se produjo una verdadera revolución religiosa:

ADAD NIRARI III (810-782 a. C.)


De una forma extraña e inesperada, al menos humanamente, este monarca proclama una
nueva religión monoteísta, declarando que no hay más que un dios, al que él llama Nebo, el
cual es único señor en el cielo y en la tierra, siendo además el creador de todo cuanto existe.
Esta “revolución religiosa” es parecida a la que realizó en Egipto, Amenhotep IV (1387-
1366 a. C.).
Pero por desgracia, esta “revolución pacífica” duró poco tiempo, ya que, como en Egipto, la
fuerza de la costumbre, la imperfección humana y “los intereses creados”, debieron ejercer
una gran presión, para la “vuelta a las andadas” o sea, al politeísmo, con toda su carga de
maldades y aberraciones, que pronto llevaron al país, de nuevo a la decadencia moral y
material. Y así, tenemos que hablar de otro rey, de triste memoria:

SALMANASAR V (727-722)
Y digo triste memoria, porque tuvo que ser el instrumento divino para “castigar” la maldad
del reino del norte o reino de Israel.
En efecto, en el año 722 (a. C.), los asirios invadieron este reino y llevaron cautivas a las 10
tribus que lo constituían, haciéndolas desaparecer prácticamente del escenario de la historia
hasta el día de hoy.
Y ahora, pasamos a la otra mitad del Imperio Asirio Caldeo, o sea a la llamada Babilonia, al
sur de Asiria:

43
BABILONIA
(HEGEMONÍA MUNDIAL: 605-539 a. C.)

De acuerdo con el relato bíblico, Babilonia, igual que Nínive, tiene su origen en Nimrod,
descendiente de Cam:
“Cus fue padre de Nimrod, el primero que llegó a ser poderoso en la tierra…los
primeros centros de su reino fueron: Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.
De esa tierra salió para Asiria y edificó a Nínive, Rehobot y Cala” (Génesis 10: 8-11)
No obstante, Babilonia es solo la capital del gran imperio de Asiria Caldea y en otras
ocasiones, solo de Caldea.
Pero, para el objeto de esta obra, hablaremos de Babilonia, como sede y representación de
todo el estado, a partir del 2º imperio o “Neobabilonismo”, inaugurado por Nabopolasar
(626-605 a. C.). y cuya hegemonía mundial va del 605 al 539 (a. C.)
En el año 605 (a. C.) sube al trono Nabucodonosor II, y con él, Babilonia alcanza su
máximo esplendor.
Sería interminable relatar las maravillas que los historiadores antiguos nos cuentan de esta
gran ciudad.
Dice Javier Gómez Espelosín, profesor titular de historia antigua de la universidad de
Alcalá de Henares:
“Emplazada a orillas del río Eúfrates, en el corazón de Mesopotamia, la fama de las
murallas, jardines, templos y palacios de la ciudad de Nabucodonosor traspasó los
límites de su tiempo hasta convertirse en una leyenda que no ha perdido un ápice de
su capacidad de fascinación”.
Continúa diciendo dicho profesor que esta ciudad abarcaba un recinto de 16 kilómetros
cuadrados y pudo haber contado con cerca de medio millón de habitantes. Se hallaba
rodeada por un doble recinto amurallado, jalonado por unas 200 torres, que la hacían,
aparentemente, inexpugnable. Además de esto, tenía hermosísimos palacios, grandes
avenidas, jardines colgantes, y enorme cantidad de oro y otros metales preciosos. Era,
sencillamente, “La reina del mundo”.
Pero como siempre ocurre, la riqueza no les hizo más sensatos ni humildes, sino todo lo
contrario.
Atribuyeron todo su poder a los dioses paganos y a la bondad de los babilonios, cayendo en
una idolatría degradante. Contaban con más de mil santuarios, 35 templos consagrados a las
grandes divinidades y 955 capillas, con 180 altares dedicados a la diosa Ishtar. Había
también rituales en el templo de Ishtar, donde se practicaban ceremonias sexuales, como la
prostitución sagrada. Se subastaban las mujeres para el matrimonio, subvencionando a los
maridos de las menos agraciadas, con el importe obtenido por la venta de las más bellas.
Además de esto, Nabucodonosor emprendió diversas campañas de conquista sobre Siria,
Fenicia e Israel, convirtiéndose para el pueblo de Dios en un “martillo” de corrección,

44
según le llama la Escritura y convirtiendo a Israel en un “mensajero” para Babilonia y el
mundo.
Veámoslo, en sus diversos vasos de barro:

JEREMIAS
Ante las continuas rebeliones de Judá (el reino del sur), Dios habla al pueblo por medio de
Jeremías:
“Voy a reunir a todas las tribus del norte-dice el Eterno-, y a Nabucodonosor rey de
Babilonia, mi siervo…Y toda esta tierra quedará desolada, en espanto. Y estas
naciones servirán al rey de Babilonia setenta años. Y cuando se cumplan los setenta
años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su maldad-dice el Eterno- y a la
tierra de los caldeos; y la convertiré en desierto para siempre.” (Jeremías 25: 9-12)
En efecto, no tardó en cumplirse la profecía de Jeremías:
En el año 605 (a. C.) hay una primera invasión, con la captura de rehenes, entre los cuales
están Daniel y sus compañeros. (2º Reyes 24: 1-4) y (Daniel 1: 1-7).
En el año 597 (a. C.), hay una segunda invasión y más rehenes (2º Reyes 24: 10-17)
Y en el año 586 (a. C.) una tercera y mayor invasión, con la destrucción del templo de
Jerusalén y prácticamente de todo el reino de Judá.

NABUCODONOSOR II (Reinado: 605-562 a.C.)


Como ya se ha anunciado esquemáticamente, este rey, es el principal promotor de las tres
invasiones mencionadas. Es también el monarca más importante y “glorioso” de este
imperio, al menos, en la época que nos ocupa. No es extraño, que conforme al corazón
humano, el orgullo ocupara también en él un lugar importante. Pero Dios que ama
infinitamente y que actúa sabia y pacientemente, iba a moldear a este gran monarca hasta
hacerle caer de su orgullo, a los pies del Rey de Reyes y Señor de los Señores.
Veamos el proceso:
Posiblemente la primera noticia que tiene este rey, en cuanto a Israel, sea la de que hay
un profeta en Judá, que está anunciando la invasión y recomendando a los judíos que no
ofrezcan resistencia, ante lo que de momento, es inevitable. Y posiblemente por ello, ya
tiene un primer gesto de humanidad hacia ese profeta:
“Nabucodonosor había ordenado a Nabuzaradán capitán de la guardia, acerca de
Jeremías: “Tómalo, vela por él, y no le hagas ningún mal. Antes haz con él como él te
diga”.
( Jeremías 39: 11, 12).
Y es gracias a esto que este capitán actúa humanamente con el profeta de Dios:

45
NABUZARADAN
“El capitán de la guardia dijo a Jeremías: El Eterno tu Dios, anunció este mal contra
este lugar…Esto sucedió porque pecasteis contra el Eterno y no le obedecisteis. Ahora
te solté de las cadenas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a
Babilonia,ven…
pero si no te parece bien…déjalo.”
(Jeremías 40: 1-5).
Y Jeremías se quedó en Israel, donde fue una bendición para los pocos que quedaron y
también para los exiliados que recibieron mensajes de aliento mediante este profeta.
Pero a fin de seguir la obra de Dios en el corazón de Nabucodonosor, veamos ahora la
actuación de algunos cautivos:

DANIEL Y SUS COMPAÑEROS


Entre los cautivos llevados a Babilonia en la primera deportación, se nombran
específicamente cuatro jóvenes hebreos, llamados Daniel, Ananías, Misael y Azarías, a los
que el jefe de los eunucos cambia los nombres por los de Beltsasar, Sadrac, Mesac y
Abebnego. (Daniel 1: 1-7).
Muy pronto, estos muchachos fueron sometidos a una prueba de fidelidad, cuando creyendo
agasajarlos, se les fijó su ración alimenticia entre los manjares de palacio, en cuya dieta
entraban carnes prohibidas a los judíos, por ser perjudiciales para la salud y por ser muchas
veces ofrecidas a los ídolos, así como bebidas alcohólicas, que habrían disminuido sus
facultades mentales y morales. El texto nos dice:
“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la comida ni con el vino del
rey…Danos legumbres a comer y agua a beber…Al cabo de diez días el rostro de
ellos se veía mejor y más nutrido que los otros jóvenes que comían de la comida del
rey” (Daniel 1: 8-15).
Pero no solo fue una cuestión física, pues el texto añade:
“En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey los consultó, los encontró diez
veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino”. (Daniel 1:
20).
¡Qué testimonio para aquella nación y para el mundo, de las bendiciones divinas que Dios
otorgó al pueblo de Israel cuando fue fiel a sus enseñanzas!
He aquí una hermosa cita de la Sra. White:
“En la corte de Babilonia estaban reunidos representantes de todas las tierras,
hombres de los más encumbrados talentos, de los más ricamente favorecidos con
dones naturales, y quienes poseían la cultura más amplia que el mundo pudiera
otorgar; y sin embargo, los jóvenes hebreos no tenían pares entre todos ellos. En
fuerza y belleza física, en vigor mental y realizaciones literarias, no tenían rivales. El
porte erguido, el paso firme y elástico, el rostro hermoso, los sentidos agudos, el
aliento no contaminado, todas estas cosas eran otros tantos certificados de sus buenos

46
hábitos, insignias de la nobleza con que la naturaleza honra a los que obedecen sus
leyes”.
(E. G. White.- PROFETAS Y REYES, Pag. 356).
Y pronto hubo ocasión de demostrar esto:
El capítulo 2 de este libro de Daniel, nos dice que el rey Nabucodonosor tuvo un sueño, que
le perturbó y del que nada podía recordar a la mañana. Y como quiera que este monarca
absolutista, ante la incapacidad de los sabios para mostrarle el sueño, mandase matar a
todos los “magos” de Babilonia, Daniel, después de orar con sus compañeros, fue capaz de
revelarle al rey, no solo lo que había soñado, sino también su significado.
Esto, lo podemos encontrar en todo el capítulo 2 de este libro de Daniel, cuya lectura
recomendamos encarecidamente, por su belleza y su exacto cumplimiento, a través de la
historia.
Y una vez que Dios revela a Daniel el sueño que el rey había tenido y su significado, el
profeta no se atribuye en absoluto la “sabiduría” sino que glorifica al Dios que se la ha
otorgado:
“Dijo Daniel: “Alabado sea el Nombre de Dios por los siglos de los siglos; porque de él
son el poder y la sabiduría. El cambia los tiempos y la épocas, quita reyes y pone
reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los entendidos. Revela lo profundo y lo
escondido, conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con él. A ti, oh Dios de mis
padres te agradezco y alabo, porque me diste sabiduría y fortaleza, y me revelaste lo
que te pedimos, y nos diste a conocer el asunto del rey” (Daniel 2: 20-23).
El hecho es que el rey, al final de la explicación, no tiene más remedio que aceptar la
superioridad del Dios de los hebreos sobre los otros “dioses” de Babilonia:
“ Y el rey dijo a Daniel: Realmente vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de los reyes,
que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio” (Daniel 2: 47)
Pero ahora cambia la escena. El punto focal va dirigido hacia los amigos de Daniel:

ANANIAS, MISAEL Y AZARIAS


El rey Nabucodonosor, manda hacer una enorme estatua en el campo de Dura, toda de oro ,
de treinta metros de altura y tres metros de ancho, convocando en la gran planicie a todos
los hombres eminentes, entre los cuales estaban estos muchachos, con la orden de que, al
toque de instrumentos musicales, todos debían arrodillarse ante ella, y rendirle culto, como
reconocimiento al imperio y a su monarca.
Indudablemente, esta estatua era una “réplica” a la que él había visto en el sueño, para
demostrar que el imperio babilónico duraría no solo el tiempo de la cabeza de oro, sino
durante toda la historia humana.
Y cuando sonó la música, estos jóvenes, fieles a su Dios y al mandamiento divino, no se
arrodillaron, siendo lanzados a un horno de fuego ardiente, del que Dios los libró
completamente, lo que motivó estas palabras por parte de Nabucodonosor:

47
“Entonces Nabucodonosor exclamó: ¡Alabada sea el Dios de Sadrac, Mesac y
Abebnego que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él…por lo tanto
decreto, que toda persona de cualquier pueblo nación o lengua, que hable contra el
Dios de Sadrac, Mesac y Abebnego, sea descuartizado y su casa sea destruida. Por
cuanto no hay dios que pueda libar como él” (Daniel 3: 28, 29).
He aquí lo que dice litada autora E. White:
“Las nuevas de su liberación admirable fueron transmitidas a muchos países por los
representantes de las diferentes naciones que Nabucodonosor había invitado a la
dedicación. Mediante la fidelidad de sus hijos, Dios fue glorificado en toda la tierra”.
(E. White, “Profetas y Reyes” 375, 376).
Pero aún el rey no estaba totalmente convertido. Y Dios que tiene paciencia y que no quiere
que nadie se pierda, aún permitiría otra prueba para acabar de doblegar su orgullo y
conducirlo a la salvación:
En el capítulo 4 de este mismo libro de Daniel se relata que el rey tiene un sueño extraño,
consistente en un gran árbol que “gobernaba” toda la tierra y que es cortado bruscamente.
Llamado de nuevo Daniel le dice que ese árbol representa al monarca enorgullecido y que
va a sufrir una enfermedad mental temporalmente, que lo incapacitará para el trono. A
pesar de ello, el rey no se humilla, sino que se auto-alaba una vez más. Al fin se cumple el
sueño y Nabucodonosor sufre la incapacidad durante siete años, al final de los cuales, es
restaurado en su juicio, en su trono y en el Señor, con un reconocimiento total y conversión
verdadera. Y he aquí su confesión:
“Al fin del tiempo, yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue
devuelto. Entonces alabé al altísimo. Honré y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo
dominio es dominio eterno, y su reino por todas las generaciones.” (Daniel 4: 34).
Pero volvamos al sueño del rey, interpretado por Daniel. El rey había visto una gran
estatua, cuya cabeza era de oro, el pecho y brazos de plata, el vientre de metal, las piernas
de hierro y los pies de hierro y barro.
El profeta le había dicho que la cabeza de oro representaba a Babilonia y que los metales
sucesivos, representaban otros imperios que vendrían después. Que los pies de hierro y
barro, significaban que el cuarto reino sería dividido en varios reinos, con fortaleza de
hierro y debilidad de barro, y que aunque tratarían de unirse, no lo conseguirían, como el
hierro y el barro no se pueden unir.
Y siguiendo esquemáticamente la historia real de este imperio, Nabucodonosor fue
sustituido por Evil Merodac, cuyo reinado es del 562 al 560; Neriglisar, del 560 al 556;
Labasi Marduk, en solo 556: Nabonido, del 556 al 539; y Belsasar (Corregente del 553 al
539).
En efecto, la cabeza de oro, Babilonia, fue sustituida en el año 539 (a. C.), por un nuevo
imperio mundial: Medo Persia, que será el objeto de nuestro próximo capítulo:

48
MEDO PERSIA
(HEGEMONIA MUNDIAL: 539-331 a. C.)

Así lo dice la Escritura:


En el capítulo 5 de Daniel, se relata que un descendiente de Nabucodonosor, llamado
Belsasar, organizó un gran banquete, con todos los principales del reino, en cuyo “bacanal”
bebían vino en los vasos sagrados traídos del templo de Jerusalén, haciendo mofa y
escarnio del Dios de los hebreos, y pretendiendo demostrar la superioridad de sus dioses
paganos, que “les habían dado la victoria sobre Israel. Pero he aquí, que en mitad del
banquete, una mano misteriosa apareció y escribió sobre la pared unas frases extrañas:
“MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN”.
Ante el terror de los asistentes y la incapacidad de los “sabios” babilonios para descifrar
estas frases, Daniel, ya anciano, fue llamado por consejo de la reina madre, que
indudablemente conocía, la revelación hecha por él, en ocasión del sueño de
Nabucodonosor.
Y he aquí la interpretación que este verdadero “sabio”, bajo la inspiración divina, hizo de la
escritura en la pared:
“MENE: Contó Dios tu reino, y le dio fin”.
“TEKEL: Has sido pesado en balanza y fuiste hallado falto”.
“PERES: Tu reino ha sido roto, y es dado a medos y persas”. (Daniel 5: 26-28).
En efecto, mientras tanto, ya los medo-persas, mandados por el general Ciro, estaban
entrando por el cauce del río Eufrates, que cruzaba la ciudad desde un extremo al otro, y
matando al rey y a los príncipes, se apoderaban del reino e instauraban un nuevo imperio,
en el cual veremos también algunos “vasos de barro” capaces de llevar el “tesoro de Dios”.
El capítulo 5 de Daniel termina con estas palabras:
“Esa misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el
reino, cuando tenía 62 años”. (Daniel 5: 30, 31).
Hablemos, pues de este monarca:

DARIO DE MEDIA (Reinado: 550-537 a. C.)


(Posiblemente se trata de Ciajares II).
En el capítulo 6 del mismo libro de Daniel se nos relata que Daniel fue víctima de una
intriga por parte de los grandes “caciques” de la corte de Darío y como consecuencia, este
profeta fue lanzado a un foso de leones hambrientos. Pero Dios intervino milagrosamente y
Daniel fue librado una vez más de la muerte, Y a continuación Darío pronuncia palabras
maravillosas:
“Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en
toda la tierra: “¡Paz os sea multiplicada! De mi parte ordeno que en todo mi reino,

49
todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel. Porque él es el Dios
viviente y permanente por todos los siglos. Su reino no será destruido y su dominio
nunca tendrá fin…” (Daniel 6: 25-26)

CIRO, EL GRANDE (GENERAL Y GOBERNADOR (553-537 a. C.) y REY (537-530 a.


C.)
Como ya se ha explicado en el capítulo dedicado a Israel, después de anunciar con muchos
detalles la caída de Babilonia, el profeta Isaías, llega a dar, incluso, el nombre del general
que entraría en ella, aproximadamente 140 años antes de que esto ocurriera y, por supuesto,
mucho antes de que este naciera:
Hemos dicho que Ciro era el general, que tomó la ciudad. Pero el rey, era Darío de Media,
(Posiblemente, Ciajares II, (550-537 a. C.) Pero en el año 537 (a. C.), Ciro es proclamado
rey de los persas. Y ahora, ya no será solo conquistador de Babilonia, sino libertador de
Israel, y edificador del templo de Jerusalén.
“En el primer año de Ciro, rey de los persas, en cumplimiento de la Palabra del
Eterno por medio de Jeremías, el Señor movió el espíritu de Ciro, rey de los persas,
quien mandó pregonar por todo su reino, de viva voz y por escrito:… El Eterno, el
Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra. Y El me ha encargado que le
edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. El que de vosotros pertenezca a su
pueblo, que suba, y el Eterno su Dios, sea con él”.
(2º Crónicas 36: 22, 23).
Y esto ocurre en el 536 (a. C.), justamente a los “70 años” de la primera cautividad, que
tuvo lugar entre 606 y 605 (a. C.), tal como había anunciado el profeta Jeremías (Jeremías
25: 11, 12).
Pero, quizás nos preguntemos: ¿A qué se debe tanta generosidad por parte de Ciro?. No es
corriente que un conquistador se preocupe por edificar un templo para una nación
extranjera que adora a un dios extranjero.
Pero he aquí, que Flavio Josefo, historiador judío, contemporáneo de Jesús, dice lo
siguiente,
refiriéndose a una carta escrita por Ciro:
“El rey Ciro dice: Puesto que el Dios supremo de toda la tierra me ha constituido en
rey, creo que este Dios es el que adoran los israelitas. Este, por intermedio de los
profetas, predijo que restauraría su templo en Jerusalén en tierra de Judá”. Ciro se
informó de estos por la lectura del libro de sus profecías que doscientos diez años
antes había dejado Isaías. Este aseguró que Dios le dijo secretamente: Quiero que
Ciro, a quien designaré rey de pueblos grandes y poderosos, restituya mi pueblo a su
tierra y que reedifique el templo. Esto fue predicho por Isaías ciento cuarenta años
antes de que el Templo fuera destruido. Ciro lo leyó y admirado de la inspiración
divina, ansió cumplir lo que estaba escrito”
(Flavio Josefo. ANTIGÜEDADES DE LOS JUDIOS, LIBRO XI , 1, 2.- Editado por libros
CLIE, tomo II, pag. 217, 218).

50
Y gracias a esta disposición real, regresaron 49.697 judíos, dirigidos por Zorobabel
(Esdras, 2: 1-65).
Pero, pronto, apareció la oposición por parte de los enemigos de Israel, que habitaban en
Samaria y la obra sufrió diversos retrasos. Pero el Dios de los recursos, tenía preparado a
otro hombre, como “vaso de barro” que se convertiría en instrumento, para la obra de Dios:

DARIO I (HISTAPES) (Reinado: 522-486 a. C.)


En el año 520 (a. C.) promulgó, a su vez, otro decreto para continuar la reconstrucción del
templo:
“Ahora pues, Tatnai, gobernador del otro lado del río, Setar, Boznai y sus
compañeros gobernadores del otro lado del río, retiraos de ahí. Dejad que siga la obra
de la casa de este Dios. Dejad que el gobernador y sus ancianos reedifiquen la casa de
Dios en su lugar” (Esdras 6: 6, 7).
Este decreto de Darío fue dado en 520 (a. C.) como ya se ha dicho. En ese mismo año fue
reiniciada la reconstrucción, acabándose en 515 (a. C.).
Pero todavía sería necesario otro hombre y otro decreto para realizar el plan divino. En
efecto, el templo ya estaba reconstruido, pero Jerusalén seguía semidestruida y
desprotegida, ante sus numerosos enemigos, sin un estado constituido, por los poderes
reales de todo estado de derecho, como son el poder legislativo, gubernamental y judicial.
Y este tercer hombre, fue:

ARTAJERJES I, (Longímano) (Reinado: 465- 423 a. C.)


En el año 457 (a. C.) este rey promulgó el decreto siguiente:
“Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios, pon jueces y magistrados
que administren justicia a todo el pueblo que está del otro lado del río, a todos los que
conocen las leyes de tu Dios; y al que no las conozca, se las enseñarás”. (Esdras 7: 25).
Y algún tiempo después, en el año 444 (a. C.),ante la preocupación del profeta Nehemías,
en la cautividad, por el retraso que lleva la restauración de Jerusalén y sus murallas, este
mismo rey, le otorga permiso, poderes y credenciales, para que vaya a la citada ciudad y
promueva la continuidad de las obras. (Nehemías 2: 1-8). Y gracias a esto., la
reconstrucción continuó a buen ritmo y debió terminarse hacia el año 408 (a. C.), según la
profecía de las 70 semanas, descrita en Daniel 9: 24-27.
Pero, no queremos terminar este capítulo sin hablar de otro gran hombre persa, que no
aparece en la Biblia, pero sí en la Historia:

ZOROASTRO (Año 660 a. C. aproximadamente)

51
Parece ser que su verdadero nombre es Zaratustra, al que los griegos llamaron Zoroastro.
No está clara la fecha de su nacimiento. Se la sitúa entre el siglo 10º y el 7º o 6º a. C.
Como Amenhotep IV, en Egipto, hacia 1360 (a. C.), y como Adad Nirari III, hacia el 800
(a. C)., este filósofo persa, que no es rey como los anteriores, también proclamó un cierto
monoteísmo, en contra del politeísmo existente.
Para él, solo había un Dios alto, llamado en persa, Ahura Mazda, el cual era el Creador del
Universo y manantial de todos los beneficios que recibe el hombre.
Según este “sabio” los hombres debían practicar la liberalidad, la veracidad, la fidelidad, la
castidad y el trabajo de la tierra. Consideraba sagradas las fuentes de la Naturaleza, como
la tierra, el agua y el fuego.
Este hombre no tenía todo el conocimiento del Dios verdadero, como se supone que debían
tener los hebreos, pero no cabe duda que fue un “adelantado” en su tiempo, y por lo tanto
un “vaso de barro”, que preparaba el camino para una luz mayor, derivada del “tesoro de
Dios”.
Y ¿quién sabe si las enseñanzas de este hombre pudieron influir en el pensamiento de los
“magos de oriente”?. Hablemos brevemente de ellos:

“LOS MAGOS DE ORIENTE”


Nos referimos a los famosos magos, que vinieron a adorar al niñito Jesús, en ocasión de su
nacimiento, según nos relata el Evangelio:
“Después que Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes, unos magos
llegaron del oriente a Jerusalén, y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que
ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el oriente, y hemos venido a
adorarlo…”Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo
adoraron. Entonces abrieron sus tesoros y le ofrecieron dones de oro, incienso y
mirra” (Mateo 2: 1-11).
La Escritura no nos da detalles sobre el origen, ni el número, ni el nombre de estos
“magos”. Solo la tradición, dice que eran, posiblemente de Persia, (Al menos alguno o
algunos de ellos), que eran tres, que uno era negro, que eran reyes y que se llamaban
Gaspar, Melchor y Baltasar. Pero no podemos afirmar nada de esto, al no estar registrado
en los libros inspirados.
Lo que sí es cierto, es que estos “magos” (sabios), no solo fueron portadores de los
“tesoros” de Dios, sino que fueron “entregadores” de verdaderos “tesoros” al Niño Dios y a
la Sagrada Familia, gracias a lo cual, debió esta, subsistir en Egipto, hasta que el peligro de
Herodes el Grande pasó y pudieron regresar a tierra de Israel.
Una autora cristiana, ya mencionada en este libro, la Sra. E. White, dice lo siguiente:
“Los magos de Oriente eran filósofos. Pertenecían a la clase numerosa e influyente,
que incluía hombres de noble alcurnia y poseía gran parte de las riquezas y del saber
de su nación…Mientras estos magos estudiaban los cielos tachonados de
estrellas…contemplaban la gloria del Creador. Buscando un conocimiento más claro,

52
se dirigieron a las Escrituras hebreas. En su propia tierra , se conservaban escritos
proféticos que predecían la llegada de un maestro divino…”
(E. White.- El Deseado de Todas las Gentes, pág. 41).
Y un poco más adelante, en otro párrafo, dice:
“Los magos no eran idólatras, y a la vista de Dios, ocupaban una posición mucho más
elevada que aquellos que profesaban adorarle; y sin embargo, los judíos los
consideraban paganos…” (Idem, pág. 43).
Pero también Persia pasaría, según el esquema dado a Nabucodonosor, en el famoso sueño
de la estatua, en que este imperio estaba representado por el pecho y brazos de plata (Daniel
2: 32). Por lo tanto, “un tercer reino”, representado por el “vientre de bronce”, sustituiría al
imperio medo persa en la hegemonía mundial. (Daniel 2: 32 Y 39). Y este reino, no fue
otro que Grecia. Entraremos, pues, ahora en Grecia y con ello, en Europa.

53
GRECIA
(HEGEMONIA MUNDIAL: 331-168 a. C.)

Si de cualquiera de estos imperios, habría tema suficiente para escribir uno y varios libros,
sin agotar el tema, lo mismo, o más si cabe, podríamos decir de Grecia, ese pequeño estado,
geográficamente hablando, pero “inmenso”, si nos referimos a su historia, a su cultura y a
su influencia sobre toda Europa y el mundo occidental. Pero no vamos a hacerlo, pues no
es el fin de este tratado.
Nos vamos a ceñir a hablar de ciertas vidas que han contribuido, en mayor o menor grado a
“llevar” en sus seres algo de los “tesoros divinos”, para bien de la verdad, y por lo tanto,
para el bien de la humanidad.
La historia de Grecia, es, como casi todas las historias ya comentadas, amplísima y
antiquísima, abarcando diversas y variadas etapas. Se podría hablar de una “cultura” egea,
minoica, pasando por colonizaciones, por “republica aristocrática”, por el “estado militar”
de Esparta, o por la democracia (Relativa) de Atenas, etc. y sobre todo, por la época del
esplendor filosófico, que tanto ha influido en el mundo, hasta nuestros días.

LOS FILOSOFOS GRIEGOS


La lista de filósofos famosos en Grecia, es interminable:
Tales de Mileto, Empéocles, Solón, Demócrito, Sócrates, Platón, Aristóteles, Hipócrates,
Diógenes, etc. son solo unos pocos de esa nube de ellos, que hoy todavía nos asombran, por
su saber y por su “bien hacer”.
Pero volviendo al tema de este libro, ¿que bienes han aportado a la causa de Dios, los
hombres y mujeres que han vivido en este “pequeño” pero gran país”?
No cabe duda de que muchos de estos filósofos, eran hombres sinceros, que buscaban la
sabiduría y la perfección, y que han aportado a la humanidad ideas y consejos sabios, cuya
influencia ha sido buena en general.
El libro de los Hechos de los Apóstoles, en el Nuevo Testamento, nos relata que en Atenas,
existía, en los días de San Pablo, una estatua dedicada “al Dios desconocido” (Hechos 17:
23).
Esto demuestra, que aquellos hombres, en su búsqueda de la verdad, habían pensado,
incluso, en la posibilidad de un dios ignorado, que podría ser el verdadero, como el gran
apóstol trató de enseñarles, magistralmente, tomando este detalle como “punto de
contacto”.
Sin embargo, este anhelo de conocimiento, al no tener el privilegio de la revelación divina
directa, como la tuvieron los patriarcas y profetas del Altísimo, se quedó muchas veces en
divagaciones sin fin, que no llegaron a ninguna parte. Y no solo en divagaciones, sino en
esterilidad y paganismo. En efecto, se nos dice que, Atenas, la capital de Grecia y de la
filosofía, estaba “inundada” por la idolatría, en los días de San Pablo:

54
“Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía al ver la ciudad llena
de ídolos”. (Hechos 17: 16).
Es así, que cuando hacemos un estudio histórico de los diversos filósofos y sus diferentes
escuelas, comprobamos que cada nuevo representante de esta disciplina, pretende haber
alcanzado el total de la sabiduría o, al menos, una etapa superior, que pronto es superada
por el siguiente.
No obstante, como ya hemos dicho, hubo maravillosos filósofos, que, dentro de la luz de
que disponían, y aunque no conocieran la “verdad revelada”, llegaron a cuotas muy altas de
grandeza humana. Solo hablaremos de unos pocos, como muestra:

EMPEDOCLES DE AGRIGENTO (Siglo V a. C.)


Hablando de los orígenes de la humanidad, él se aproxima bastante al relato del Génesis,
bien fuera por tradiciones recogidas, o bien por mera intuición filosófica: El dice lo
siguiente:
“En sus comienzos triunfaba el amor. Los hombres eran entonces tan buenos que no
mataban a ningún ser vivo. Comer carne era considerado un crimen abominable y
todos los animales vivían en perfecta armonía con los hombres. Los árboles estaban
siempre verdes y daban frutos sabrosos todo el año, pero este paraíso desapareció sin
esperanza de retorno. Desgraciados de vosotros pobres mortales que no conocéis más
que miseria y lamentaciones”.
(Historia universal Daimón, tomo 2: pág. 125).
Y aquí tenemos un ejemplo, de la deficiencia de la filosofía, por la carencia de la
revelación, cuando él nos habla de ese “paraíso que desapareció “sin esperanza de
retorno”.Si él hubiera conocido la Escritura, habría sabido que Dios, por medio de Cristo,
restaurará ese hermoso mundo a su belleza original:
“Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva…Y Dios enjugará toda lágrima de los
ojos de ellos. Y no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor…Yo hago nuevas
todas las cosas…” (Apocalipsis 21: 1-5).
Pero pasemos ahora, a otro gran filósofo:

DEMOCRITO (Siglo V a. C.)


Se dice que es el fundador de la ética. He aquí como plantea él, el problema fundamental:
“¿Qué debe hacerse para vivir de la manera más digna? Conservar un equilibrio
espiritual. ¿Cómo conseguirlo? No gozar de lo transitorio, absteniéndose del placer
sensual y de cuanto pueda turbar la paz del alma, como la ambición, la aversión y el
odio…Una codicia insaciable es mucho más penosa que la mayor pobreza”. (Iden,
pág. 127).
Pero, aunque podríamos multiplicar los ejemplos de “hombres grandiosos” en el mundo de
la filosofía, para no alargar más este trabajo, concluiremos, hablando del, posiblemente
“mayor gigante moral”, dentro de esta serie:

55
SOCRATES (469-399 a. C.)
Este hombre, enseñaba a los hombres que cada cual tiene en el mundo una tarea que
cumplir y la más elevada es la de buscar la verdad, la justicia y la bondad. Que hay que
escuchar la voz de la conciencia, que nos advierte cuando obramos mal. Al contrario de los
sofistas, él estaba convencido de que existía una ley eterna válida para cada hombre, que
nadie puede transgredirla impunemente. También decía que quien hace el mal, solo se
perjudica a sí mismo.
Finalmente, creo que todos hemos leído u oído de cómo este hombre “fuera de serie” murió
de una manera digna, sin inmutarse, ante una sentencia injusta, diciendo: “Ha llegado el
momento de partir, yo para morir y vosotros para vivir. Pero solo Dios sabe quien de
nosotros se encamina hacia un destino mejor”.
(Iden pág. 231).
Y dejando a los filósofos, hablemos ahora de un rey y militar, cuya fama ha transcendido a
todos los países y a todos los tiempos:
Se trata de un hombre, que sin ser un creyente a nuestra manera, ni un filósofo reconocido,
ha influido notablemente en la historia de la salvación y en la historia d e la humanidad, en
general:

ALEJANDRO MAGNO (356-323 a. C.).


Hijo, del rey Filipo II, de Macedonia, y de Olimpia, educado por el filósofo Aristóteles, fue
elegido como comandante en jefe de las fuerzas griegas destinadas a emprender la esperada
expedición contra Persia.
Dotado de facultades físicas y mentales excepcionales, así como de un gran carácter, con
una voluntad de hierro y un valor indomable y con una visión estratégica y política
extraordinaria, fue el hombre oportuno para esta gran misión, como posiblemente ningún
otro lo habría sido.
De Grecia, pasó a Asia Menor, con 30.000 soldados de infantería y 5.000 jinetes.
En muy poco tiempo, llegó hasta las costas de Fenicia, derrotando a Tiro en 7 meses. Luego
pasó a Gaza y de allí a Egipto, donde fue proclamado rey. Pero, quizás lo más importante,
para nuestra historia, sea la fundación de Alejandría, en donde más tarde subsistieron
multitud de judíos de la diáspora hasta constituir una importante colonia, que conservó en
gran medida las tradiciones y leyes de los hebreos. Y con su famosa biblioteca posterior,
fundada en 284 (a. C.) donde sabios judíos pudieron traducir al griego todas las escrituras
hebreas, entre ellas los libros inspirados del Antiguo Testamento, lo que ha tomado el
nombre de “Septuaginta” o “Versión de los 70”, por el número aproximado de sabios que
contribuyó a su traducción del hebreo al griego, Y esta versión es la que más tarde fue
usada por Jerónimo, para hacer la primera traducción al latín, alrededor del año 400 (d. C.)
y que fue llamada “Vulgata Latina”, por estar escrita en la lengua que empezaba a ser la
lengua vernácula, o del pueblo.

56
Pero no solo hubo una “Alejandría”, sino 13, con este mismo nombre, lo que demuestra su
afán por extender la cultura griega por el mundo.
Y aun, hay otro gran factor posiblemente de mayor importancia para la obra de Dios. Y es
la extensión de la lengua griega, que pronto fue lengua universal en gran parte de Asia y de
Europa y gracias a lo cual, hubo un idioma común para la predicación del Evangelio de
Jesucristo, que fue enseñado en esta lengua durante los primeros tiempos del Cristianismo,
escribiéndose en ella, incluso, todo el Nuevo Testamento.
Y es en las muchas provincias y ciudades griegas, que el gran San Pablo y otros, predicaron
el Evangelio, pero esta queda para un capítulo posterior.
Pero, ahora, tenemos que pasar al cuarto imperio, representado por las piernas de hierro de
la estatua de Nabucodonosor, o sea, al Imperio Romano:

57
ROMA
(HEGEMONIA MUNDIAL: 168 a. C. – 476 d. C.)

Necesario es que volvamos a considerar esa extraordinaria profecía bíblica, explicada por el
profeta Daniel al rey Nabucodonosor, en el capítulo 2 del libro llamado, precisamente de
Daniel.
Recordemos que el rey vio en sueños una enorme estatua, cuya cabeza era de oro puro, el
pecho y brazos de plata, el vientre y muslos de bronce o metal, (Según la traducción), las
piernas de hierro, y los pies de hierro y barro.
Que cuando el monarca estaba contemplando esta imagen, vio caer del cielo una gran
piedra que hirió a la estatua en sus pies y los desmenuzó, desmenuzando también todos los
demás metales, hasta convertirlos en polvo de la era, en verano.
Y que finalmente, esa piedra creció hasta convertirse en un gran monte que cubrió toda la
tierra.
Recordemos también que el profeta le dijo al rey que la cabeza significaba el reino de
Babilonia, en su esplendor, en días de Nabucodonosor; que el pecho representaba un
segundo reino; que el vientre, significaba un tercero; y que las piernas de hierro, serían un
cuarto reino, fuerte como el hierro. Y que los pies de hierro y barro, indicaban que el cuarto
reino se dividiría en varios reinos, con la fortaleza del hierro y la fragilidad del barro, y que
aunque tratarían de volverse a unir, no lo conseguirían.
Y que finalmente, la piedra, representaba un reino que Dios mismo levantaría, acabando
con todos los reinos de la tierra, y estableciéndose él para siempre.
Ya hemos hablado de la cabeza de oro, o Babilonia.
También lo hemos hecho del pecho de plata, o Medo Persia.
Y también, hemos comentado algo sobre el vientre de metal, o Grecia.
Nos queda, pues, ahora, hablar de ese cuarto reino de hierro, que no puede ser otro, según la
sucesión hegemónica histórica, que Roma.
Si de Grecia, habría material suficiente para llenar este y varios libros más, lo mismo
podríamos decir de Roma.
El más grande imperio en extensión, del mundo antiguo, ha sido, junto con Grecia, la cuna
de la civilización occidental, legándonos, en parte, la ciencia, la lengua, el derecho, el arte,
la religión,
Y tantas cosas, que somos, en parte, romanos en una grandísima medida.
Pero como siempre, en este tratado, hablaremos, sobre todo de su relación con el Dios
verdadero, a través de sus “vasos de barro” y de los “tesoros divinos”, por ellos
transportados.

FILOSOFIA ROMANA

58
No es de comparar con la filosofía griega, pero tampoco es inexistente.
Roma ha dado también “grandes filósofos”, como por ejemplo:

LUCIO ANNEO SENECA (4 a. C - ¿65 d. C.)


Filósofo romano, nacido en Córdoba (Hispania), pero educado en Roma, fue preceptor de
Nerón, sobre el que tuvo gran ascendiente, que perdió, cuando Popea se convirtió en
favorita del emperador.
Acusado de conspirar contra Nerón, fue condenado a muerte, abriéndose las venas.
Gran moralista, sus tesis son muy parecidas a las del cristianismo, hasta el punto que
algunos “padres” de la iglesia han pretendido que se convirtió a la fe cristiana, por la
predicación de San Pablo, en Roma, cuando este estaba cautivo en esa ciudad, y cuando el
filósofo aún vivía en ella.
Este gran poeta y filósofo se había liberado completamente del politeísmo reinante y
hablaba de Dios, como el único Creador de todas las cosas. “Solo Dios es bueno” decía él.
Y hablaba del “amor de Dios, manifestado hacia todos los hombres que hacen el bien”.
Para él, todos los hombres son hermanos, incluso los esclavos y los bárbaros.
Transcribiremos un párrafo suyo, de gran valor:
“Ningún hombre puede considerarse libre de pecado. Quien se declara puro de toda
falta, solo puede hacer profesión de su conducta externa, pero no del juicio de su
propia conciencia, que es incorruptible”.
(Historia Universal Daimon tomo 3, pág. 264).
En cuanto a la religión romana, todos sabemos que fue un sincretismo entre las enseñanzas
orientales y griegas, con el “marchamo” romano, produciéndose una religión, llena de
pasiones, aberraciones y absurdos, que no contribuían para nada a la elevación moral, sino
todo lo contrario.
Pero precisamente en Roma, es donde se produce el mayor “choque” con la religión
verdadera, o sea con el cristianismo. Veamos, algunos de estos encuentros:

OCTAVIO (AUGUSTO CESAR)


(Emperador del 27 a. C. al 14 d. C.)
Cuando abrimos el Evangelio de San Lucas, vemos que si Jesús nace en Belén y no en
Nazaret, donde vivían sus padres en ese tiempo, es motivado por una orden de
empadronamiento dada por Augusto, que obliga a estos a desplazarse a su pueblo de origen.
(Lucas 2: 1-7).
Pero así se cumplió la Escritura:
“Pero tú Belén Efrata, pequeña entre los millares de Judá, de ti saldrá el que será
Señor en Israel. Sus orígenes son desde el principio, desde los días de la eternidad”.
(Miqueas 5: 2).

59
Y Augusto es, sin saberlo, el instrumento para ese cumplimiento.
Pero pasemos a otro romano eminente:

UN CENTURION ROMANO, CON UN CRIADO ENFERMO


“Al entrar Jesús en Capernaúm, vino un centurión, y le rogó: Señor, mi asistente yace
en casa paralítico, gravemente atormentado. Jesús respondió: “Bien, iré y lo sanaré”.
Pero el centurión respondió: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Solo dí
la palabra, y mi asistente sanará. Porque yo también, aunque soy un subalterno, tengo
soldados bajo mis órdenes. Digo a éste: “Ve” y va. Y al otro “Ven” y viene: Y a mi
siervo: “Haz esto” y lo hace. Cuando Jesús lo oyó, quedó admirado, y dijo a los que le
seguían: Os aseguro que ni en Israel he hallado tanta fe”. (Mateo 8: 5-10).

LA ESPOSA DEL GOBERNADOR PILATO


Estando el gobernador Poncio Pilato, en un dilema, tratando de exculpar a Jesús, y al
mismo tiempo, contentar al pueblo, Dios le habló por medio de su esposa:
“Cuando Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le mandó decir: No tengas
nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueño por causa de él”.
(Mateo 27: 19).
¡Qué grande es la misericordia divina y cómo trató de salvar a Pilato por este medio!
Pero el gobernador, prefirió la popularidad y el cargo, antes que la justicia.
Y sabemos, por la historia posterior, que terminó mal, perdiendo el cargo, la popularidad, la
vida y la aprobación divina.
Y todavía, el Cielo, envió otros testimonios a favor de la verdad y de la justicia, para su
pueblo Israel y para la potencia romana.

OTRO CENTURION Y SUS ACOMPAÑANTES


Ahora el texto, hablando de la muerte de Jesús, y los fenómenos que acompañaron el óbito,
dice:
“El centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, al ver el terremoto y las
cosas que habían sucedido, temieron en gran manera, y dijeron: ¡Realmente éste era
el Hijo de Dios! (Mateo 27: 54).
Pero Dios todavía iba a hablar al imperio Romano, por medio de hombres de
responsabilidad.

EL CENTURION CORNELIO

60
“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía la
Italiana, piadoso, que veneraba a Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al
pueblo, y oraba a Dios siempre.” (Hechos 10: 1, 2).
El relato continúa diciendo que el Señor envió una visión al apóstol Pedro, para que fuera a
su casa a evangelizarle. Después de algunos pormenores, que omitimos, el apóstol Pedro va
a la casa de Cornelio y vemos como este reacciona, ante la Buena Nueva, junto con los
suyos:
“Mientras Pedro estaba aún hablando estas palabras, el Espíritu Santo descendió
sobre todos los que oían el sermón…Entonces Pedro respondió: ¿Puede alguno negar
el agua para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo igual que
nosotros? Y mandó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesús…” (Hechos
10: 44-48).

UN CENTURION, LLAMADO JULIO


Lo encontramos en Hechos, capitulo 27. Pablo, es conducido preso a Roma, encomendado
a un centurión llamado Julio, y ante una tempestad, con peligro de naufragio, los soldados
traman matar a los presos, para evitar su fuga. Pero el centurión aboga por ellos,
impidiendo el acuerdo, “por salvar a Pablo” (Hechos 27: 43).

UN HOMBRE PRINCIPAL, LLAMADO PLUBIO


Después del naufragio, consiguen llegar a la isla de Malta y allí fue Pablo tratado con
humanidad por el “principal” llamado Plubio, el cual vio recompensada su amabilidad y
hospitalidad, por la intervención de Pablo, que orando, consiguió la curación de su padre,
enfermo de disentería. (Hechos 28: 7-9).

LOS SANTOS APOSTOLES PEDRO Y PABLO


Posteriormente, Roma, tuvo el privilegio de tener es su seno, a veces presos, y a veces, con
cierta libertad, nada menos que a los grandes apóstoles Pedro y Pablo, que han sido los
más eminentes paladines del Evangelio.

LOS MARTIRES DEL CRISTIANISMO


¿Puede haber mayor privilegio para una ciudad y para un imperio, que albergar en su seno
los cuerpos de miles de mártires, que durante cuatro siglos, regaron con su sangre los circos
romanos, siendo, como dijo Tertuliano, “ semilla de nuevos cristianos”?
Pero, como suele ocurrir, Roma, sin ella saberlo y a pesar de ella, iba a contribuir al
adelanto del Reino de Dios en la tierra.
Así como Babilonia había sido instrumento divino para reprender a Israel. Así como Medo
Persia, lo había sido para castigar a Babilonia y libertar al pueblo de Dios. Así como
Grecia, había ayudado a extender el Evangelio mediante una lengua universal, Roma sería

61
una “vía” útil, mediante sus “vías” o calzadas y mediante sus soldados, que esparcidos por
todo el imperio, llevarían las “buenas nuevas” al mundo conocido.
En efecto en los días del Imperio Romano había una red de carreteras de cerca de 80.000
km. que abarcaban prácticamente todo el imperio.
Por ejemplo, la Vía Apia fue la primera gran carretera romana. Fue iniciada en el año 313 a.
C. y unía Roma con Capua, llegando, posteriormente, hasta Brundisium (Brindisi),
alcanzando los 575 km. de longitud. Y en la época de mayor esplendor, la capital romana
era el punto de partida de unas 30 carreteras, que irradiaban hasta las provincias más
distantes.
Indudablemente, todo esto, junto con una red también de puentes, acueductos y otras
estructuras, y todo ello, unido a la “Pax Romana”, que duró siglos, debió facilitar
enormemente el desplazamiento de misioneros y creyentes y con ello, la difusión del
Evangelio.
No es extraño que el gran apóstol Pablo, dijera:
“…Este es el evangelio que habéis oído, que es predicado a toda criatura que está
debajo del cielo, del cual yo, Pablo, fui hecho ministro”.
(Colosenses 1: 23).
(Para comprender esta expresión del apóstol, entendamos que el mundo conocido era
prácticamente el del Imperio Romano).
Como resumen a esta sucesión de imperios universales, citamos otra vez a la autora E.
White:
“A cada nación que subió al escenario de acción, se le permitió ocupar su lugar en la
tierra, para que pudiese determinarse si iba a cumplir los propósitos del Vigilante y
Santo. La profecía describió el nacimiento y el progreso de los grandes imperios
mundiales: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. Con cada uno de ellos, como con
las naciones de menos potencia, la historia se repitió. Cada uno tuvo su plazo de
prueba; cada uno fracasó, su gloria se desvaneció y desapareció su poder”.
(E. G. White.- PROFETAS Y REYES, pág. 392).
Pero no termina aquí la sucesión de reinos, representados por el sueño del rey de Babilonia.
Según el relato bíblico, las piernas de hierro (Roma) serían sustituidas por los pies de hierro
y barro, mezclados, pero inestables e incapaces de unirse, como el hierro es imposible que
se pegue con el barro. Y según la explicación del profeta, esto significaba que este cuarto
reino sería dividido en una serie de reinos, que tratarían en vano de unirse de nuevo, sin
conseguirlo.
Si interpretamos esto a la luz de la historia, tenemos que admitir que esa división, no es otra
que el conjunto de naciones resultantes del antiguo imperio romano. Veamos, pues, lo que
hay hoy, en esas condiciones.
Para comprender mejor lo que vamos a considerar a continuación, es necesario que
hablemos primero de lo que era el Imperio Romano.

62
Estaba compuesto este imperio de provincias imperiales, senatoriales, y colonias, como
posibles futuras provincias, repartidas por Europa, Asia y Norte de Africa.
Las principales de ellas, en Europa, adonde vamos a entrar a continuación, eran Lusitania,
Hispania, Galias, Italia, Britania, Hibernia, Iliria, Dacia, Tracia, Macedonia, Dalmacia y
parte de Germania.
Pero, volviendo a la profecía de la estatua de Daniel, capítulo dos, recordemos las palabras
que siguen:
“Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de arcilla de alfarero y en parte de
hierro, el reino será dividido. Sin embargo, tendrá algo de la fortaleza del hierro, tal
como viste el hierro mezclado con la arcilla. Y por ser los dedos de los pies en parte de
hierro y en parte de arcilla, el reino será en parte fuerte y en parte frágil, Y eso que
viste, el hierro mezclado con la arcilla, significa que se mezclarán por medio de
casamientos, pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con la
arcilla”.
(Daniel 2: 41-43).
Veamos ahora el cumplimiento asombroso de esta profecía:
Como todos sabemos, desde el siglo IV (d. C.), una serie de sucesivas divisiones, nos han
llevado hasta la desaparición del Imperio Romano, sustituido por una serie de naciones en
Oriente Próximo, en el Norte de Africa y en Europa, aunque con diversas uniones y
desuniones, hasta la fecha actual.
Hablaremos, ahora, de “vasos de barro” hallados especialmente en varias de estas naciones
en Europa.
1.- Recordemos, primero, cuales son esas principales naciones europeas, resultantes de las
antiguas provincias romanas:
Siguiendo el mismo orden aproximado, de Occidente hacia Oriente, establecido para las
provincias, he aquí las actuales naciones que citaremos, aunque, como hemos dicho, con
variaciones a lo largo de la historia:
Portugal, España, Francia, Suiza, Italia, Bélgica, Holanda, Irlanda, Reino Unido, Alemania,
Chequia, Eslovaquia, Austria, Hungría, Rumanía, Yugoslavia, (dividida actualmente),
Grecia, y Rusia europea.
Y ahora, trataremos de hablar de “vasos de barro” en algunos de estas naciones, que nos
han parecido más interesantes, por su labor en la, glorificación de Dios, llevando el
“tesoro” del Evangelio.
Hablemos ya, pues del primer país, en este sentido:

63
PORTUGAL

Uno de los primeros pobladores de Portugal son los lusitanos, que ocupaban una parte de la
Península Ibérica, al Oeste de la misma, aunque sus límites no eran exactamente los
mismos que en la actualidad.
Luego, en el siglo II (a. C.), toda la península es prácticamente invadida por los romanos,
salvo algunos “rincones” montañosos, especialmente en el Norte. Sin embargo, la
ocupación de lo que más o menos luego sería Portugal, no es fácil, debido especialmente a
la resistencia de lusitanos acaudillados por Viriato. Es entonces que los romanos tienen que
recurrir a una treta, consiguiendo que un traidor acabe con la vida de este valeroso pastor de
ovejas. Y es ahora, ya sin el heroico jefe guerrillero, que la ocupación de esta parte
peninsular, se realiza por completo, quedando esta como una provincia más de Hispania
romana, con el nombre de Lusitania.
Pero cuando llegan las oleadas de bárbaros, procedentes de Germania, son los suevos los
que ocupan este suelo, al norte del río Tajo, mientras los visigodos quedan en el resto del
territorio.
Y llegan los musulmanes en el siglo 8º, como es sabido, que ocupan prácticamente toda la
península, aunque también con excepción de algunos enclaves en las montañas del Norte.
Y a partir de D. Pelayo, que inicia la reconquista desde los montes de Asturias, otros
muchos se suman a esta gesta épica, con el fin de liberar el suelo hispano de los que ellos
consideran “infieles”. Y desde todos los núcleos montañosos norteños, van bajando
hombres que, dejando sus hogares, sus tierras de labor y sus ganados, y aún, a veces sus
vidas, luchan con valor y fe por lo que ellos consideran tan sagrado como es su Dios, su
patria y su cultura.
Y así, en lo que respecta a Portugal, nos detendremos solo en unos cuantos hombres
emblemáticos, que han marcado hitos importantes en esta empresa:

ALFONSO III (No es aún de Portugal, sino de Hispania).


En el año 868, este rey repobló la pequeña ciudad de Portocale, que ha dado el nombre a
toda la nación, convirtiéndola en cabeza de un condado, para fortificar así la línea del río
Duero, estableciendo con ello una importante cabeza de puente en la reconquista de lo que
sería más tarde Portugal.
Pero este monarca aún no es de Portugal, sino de
Hispania en general, como ya se ha dicho.

ALFONSO ENRIQUEZ (1114-1185)


Este rey es el primero en realizar la independencia portuguesa separándola del reino de
León y por lo tanto, de lo que luego sería España.

64
ALFONSO III (De Portugal) (1247- 1279).
Este monarca, que no es el mismo que el nombrado anteriormente, fue el que estableció la
capital del reino en Lisboa.
Pero, no es esta su última obra importante.
Después, tomó la ciudad de Faro, y con ello, dio fin a la reconquista, en el año 1279,
adelantándose en algo más de 200 años al final de la reconquista española.
De esta forma, Portugal, junto con España, se convierte en el primer estado moderno de
Europa.
Pero estos dos países, Portugal y España actuales, no solo sienten una vocación
“independentista”, sino que una vez terminada la reconquista, su vocación se convierte en
colonizadora, “misionera” y civilizadora por lo se lanzarán a la colonización y
evangelización de medio mundo. Pero esto lo veremos más adelante.

ENRIQUE EL NAVEGANTE (1394-1460)


Este príncipe portugués, hijo de Juan I, rey de Portugal, creó en 1416, la famosa escuela de
Sagres, iniciadora de una etapa científica en la historia de los descubrimientos, de la que
surgieron cartógrafos y navegantes insignes, como Bartolomé Perestrello, Vaz Tejeira,
Gonzalves Zarco y Gonzalo Vehlo Cabral y otros muchos. Además, este príncipe,
promovió notables descubrimientos como Río de Oro, Sierra Leona., Cabo Verde, etc.
También a él se debe la invención de las famosas “cartas planas” que tan buen servicio
hicieron a la navegación,
Y hablando de navegación, pasamos a hacerlo de algunos navegantes famosos:

BARTOLOME DIAZ (-1500)


Fue el descubridor del Cabo de Buena Esperanza, que dobló, encontrando así el camino
hacia las Indias Orientales, cuando el paso por Europa y Oriente Medio estaba
imposibilitado por el Imperio Otománo.
Más tarde participó con Cabral en el descubrimiento de Brasil. Pero en el regreso, pereció
en un naufragio a causa de una tormenta.

PEDRO ALVAREZ CABRAL (1460-1526). Como ya se ha apuntado, se le atribuye a él,


el descubrimiento del Brasil, aunque probablemente no fue el primer europeo en visitar sus
costas.
Es sabido que este gran país, Brasil, ha producido millones de cristianos, con el correr de
los tiempos, tanto en la fe católica como evangélica.

65
VASCO DE GAMA (1469-1524)
Este navegante insigne, es el primero en llegar a las Indias Occidentales, o sea a la auténtica
India, descubriendo una ruta directa entre oriente y occidente. Una vez en la India, fundó
varias colonias y estableció relaciones comerciales importantes para el desarrollo tanto de
Portugal como de la India.
Además, fundó Mozambique, Sofala y Cochin.
Como resultado de su labor fue reconocido como almirante (1502) y virrey (1524) de las
indias, conde de Videgueira y “Uno de los más grandes hombres que Portugal ha
producido”.
Finalmente, figura como protagonista en el poema épico de Camoëns “Os Lusiadas”.

HERNANDO DE MAGALLANES (1480-1521)


Este navegante portugués, tras los descubrimientos de Balboa, pensó que sería posible
encontrar una ruta marítima que enlazara ambos océanos, Atlántico y Pacífico, a través del
continente americano, permitiendo llegar a las islas de la Especias. Pero siendo rechazado
por el rey de Portugal, expuso su teoría al emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Entusiasmado el emperador, puso a su disposición 5 barcos y 265 hombres.
El 20 de Septiembre de 1519 zarpó de San Lúcar de Barrameda, en una gesta que por
primera vez en la historia de la Humanidad, daría la vuelta al mundo, aunque él no tendría
la fortuna de realizarla por completo.
Tomo rumbo SO y después de costear el continente americano, navegando siempre hacia el
sur, después de muchos avatares y penurias sin cuento, el 21 de octubre de 1520, encontró
el famoso estrecho, que luego se llamaría de Magallanes, en memoria de él.
El 7 de abril de 1521, llegó a la isla de Cebú, en Filipinas, donde perdió la vida en combate
con los indígenas.
Es entonces cuando debió tomar el mando Juan Sebastián Elcano, que tendría el honor de
seguir la expedición y finalmente completar la vuelta al mundo.
No obstante, de Elcano, hablaremos en el capítulo dedicado a España.
Aún hoy, podemos decir que hay en el continente africano una serie de países, que gracias a
Portugal, hablan la lengua lusa y conocen la civilización occidental, incluido el
cristianismo, aunque con todas las limitaciones y defectos propios de la especie humana.
Pero pasemos, siguiendo hacia oriente, al vecino país, hermano de raza, historia y
proximidad:

66
ESPAÑA

Antes de entrar en materia, deseo hacer algunas aclaraciones que me parecen oportunas.
Posiblemente este capítulo sea el más extenso de cuantos integran esta obra. Algunas de las
razones para ello, pueden ser las siguientes:
1.-Al tratarse del país donde el autor ha nacido y vivido la mayor parte de su existencia, es
también, el más conocido y entrañable para él.
2.- A pesar de lo dicho, este autor desea huir del “patriotismo” a ultranza. Creo que esta
nación ha tenido y tiene, como todas, grandes hombres y mujeres y también personas
mezquinas y deplorables, con sus virtudes y miserias, como “vasos de barro”, pero
capaces, algunas de llevar el “tesoro” de Dios.
3.- Pero si este autor huye del “patriotismo “rancio”, también quiere huir del “anti-
españolismo” por sistema, en que algunos caen, porque está de moda.
España, como todos los imperios han sido víctimas de una “leyenda negra”, fruto, a veces
de envidias o rivalidades, que a veces, han tenido motivos y a veces, han sido
exageraciones.
Sin más preámbulos, hagamos primero un breve bosquejo histórico, para situarnos mejor en
la materia:
Todos recordaremos, desde la primera enseñanza, que la Península Ibérica, fue poblada por
Iberos, Celtas, Cartagineses, Romanos, y más tarde, diversas tribus bárbaras.
Pero, una vez asentada la nación ibérica, más o menos, ocurre la invasión musulmana, con
el riesgo de erradicar la huella del cristianismo y de implantar la fe del Islam.
Y es entonces, cuando esto despierta, como un revulsivo, un sentimiento de defensa a
ultranza, de la fe cristiana, a la par que la independencia nacional y lingüística.
Y este sentimiento generalizado, encuentra pronto hombres de la realeza que se ponen a la
cabeza del pueblo llano y que luchan denodadamente para reconquistar el país.
Y especialmente, desde las montañas de Asturias, Cantabria, Vasconia, e incluso Navarra,
Aragón y Cataluña, van bajando, durante siglos, hacia el sur, hasta completar la
recuperación total de su suelo patrio.
Veamos, ahora ya, algunos de estos reyes que destacan especialmente en esta obra y más
tarde en la colonización y evangelización de otros mundos, o en el establecimiento de
libertades justas, que también son propias del verdadero cristianismo:

GRANDES REYES
DON PELAYO (-737)
Don Pelayo era un noble godo, descendiente de Chindasvinto e hijo de Favila, aunque
existen dudas sobre su progenie.

67
El caso es que, La Península Ibérica había sido invadida desde el año 711 por las hordas
musulmanas, que en poco tiempo, habían ocupado casi toda la Hispania Romana. Solo unos
pocos “indomables” españoles, se habían refugiado en las montañas de Asturias, Cantabria
y Vascongadas, aprestándose a una lucha a muerte contra el invasor.
Y fue, precisamente, en Asturias, donde los “rebeldes” astures eligen a D. Pelayo para que
los acaudille en la lucha contra el Islam.
En el año 718 el valí Anbasa envió un poderoso ejército para reducir a los indómitos. Pero
Pelayo tuvo la suerte o la habilidad de vencer y aplastar al enemigo en los riscos de
Covadonga.
Esta famosa batalla, no fue ni mucho menos decisiva, pero sí supuso el primer quebranto
grave del Islam en España, siendo desde entonces tomada como el inicio de la reconquista.
A continuación, Pelayo, es elegido rey y establece su corte en Cangas de Onix, donde reina
hasta su muerte, en 737.
Y pasaron muchos años. Y la reconquista siguió su curso, unas veces lentamente y otras
veces, con mayor rapidez, con avances y retrocesos, con “parones” y “reinicios”, con
victorias y derrotas, pero siempre, con la idea común y el sentimiento generalizado de
expulsar al “infiel” del suelo patrio y recuperar para España, la religión cristiana y la
cultura del mismo nombre.
Y entre los líderes reales que surgen, unos formando el reino de Asturias, otros el de León
y de Castilla, otros el de Navarra, otros el de Aragón y Cataluña, aparecen, ahora:

FERNANDO III, EL SANTO (1199-1252)


Este rey hizo de su lucha contra el “infiel” el objetivo supremo de su vida. Conquistó, entre
otras plazas, Ubeda, Andujar, Martos, Baeza, Córdoba, Murcia, Jaén y Sevilla. Reduciendo
el territorio musulmán a su mínima expresión. Además fundó las catedrales de Burgos y
Toledo, así como la Universidad de Salamanca.
Y, ahora, dando un gran salto, llegamos a los dos últimos monarcas de la reconquista:

JAIME I EL CONQUISTADOR (1208-1276)A partir de ese comienzo en los montes de


Asturias, por D. Pelayo, poco a poco se establecen varios frentes, que con cierto
independencia unos de otros, van recuperando el suelo español. Uno de esos frentes, el
oriental, comenzando en Cataluña y pasando por una buena parte del Mediterráneo, es el
dirigido por Jaime I, al que por sus innegables victorias se le llamará El Conquistador. En
efecto, él recupera el reino de Aragón, con Cataluña, el reino de Valencia, las Islas Baleares
y llega hasta Murcia, que caballerosamente, cede a los castellanos, cumpliendo así un pacto
preestablecido.
Después de Iniciada la reconquista por Don Pelayo, prácticamente, todos los reyes o condes
de Asturias, Castilla, León, Aragón, Cataluña y Navarra, continúan la lucha , con la vista
puesta
en la completa erradicación del invasor y recuperación de toda España para la fe cristiana.

68
Es cierto, que esta lucha es lenta a veces, y algo más rápida otras. Que hay etapas de calma,
en que, por las dos partes se asumen las fronteras alcanzadas hasta ese momento, como
indican muchos lugares que llevan el nombre “De la Frontera”.
Pero de tiempo en tiempo, surge un monarca, más “luchador”, que emprende una campaña
eficaz y libera una gran parte del territorio peninsular e insular, como en en el caso de
Baleares.

LOS REYES CATOLICOS


Aunque ambos monarcas formaron una unidad casi inseparable, nos limitaremos a tratarlos
individualmente, por separado.
Es evidente que hay opiniones de todas las clases, favorables las unas y desfavorables las
otras. Yo no entraré en este juego, ya que no es este el objetivo de esta obra, sino
demostrar, que ha habido multitud de personas que han colaborado, a pesar de sus defectos,
al establecimiento o recuperación de la verdad de Dios en la sociedad en que han vivido
con arreglo a la luz que ellos tuvieron.

FERNANDO, EL CATOLICO (1452-1516)


En cuanto a Fernando el Católico, tuvo virtudes importantes, pero no tan notorias en el
terreno de lo espiritual o religioso como su regia esposa,. No obstante, es innegable que en
colaboración con Isabel, y gracias a sus grandes dotes de estadista, tiene mucho que ver en
la reconquista primero, y en el descubrimiento de América, después, aunque de esto
trataremos más adelante en este mismo capítulo.
Por supuesto, que lo más conocido y emblemático de él, en cuanto al final de la reconquista
es la toma de Granada en 1492, último reducto musulmán en España, con lo cual, termina
oficialmente la ingente obra comenzada 800 años antes.
Muy poco tiempo después, en 1512, este mismo rey, toma el reino de Navarra,
incorporándolo a la corona española, compuesta por Granada, León, Castilla, Cataluña,
Aragón y Navarra, con lo cual se cierra España, convertida en uno de los dos estados
modernos europeos, junto con Portugal, que a su vez, inician la Edad Moderna, como ya se
ha explicado.
Y es ahora, con una nación unificada y pacificada, que España puede emprender la gran
empresa de colonización y evangelización de una gran parte del orbe.

ISABEL I, LA CATOLICA (1451-1504)


La “Gran Enciclopedia del Mundo, Durvan”, dice lo siguiente, al hablar de esta reina, en el
tomo 11, página 111:
“Moralmente forman maravilloso contraste en ella virtudes tan difíciles de conciliar
como la afabilidad y la severidad, la mansedumbre y la energía, la generosidad y la
justicia. Idealista, acogió con entusiasmo toda empresa noble. Valerosa, enardecía a
los soldados vistiendo la armadura en la toma de Granada. Amante del hogar, ella

69
misma hilaba las camisas de su esposo. Enamorada del saber, coadyuvó al triunfo del
Humanismo”.
Para Isabel, su patria era la cristiandad. Aún había en el sur de la Península, tres millones
de infieles que desde sus fortalezas montañosas bajaban a hostilizar la frontera, saquear
pueblos, robar mujeres, etc. Al Oriente, todo el Islam amenazaba invadir el mundo
cristiano.
Cuando los enfermos y heridos comenzaron a llenar sus campamentos, la Reina organizó
hospitales de sangre con sus tiendas, cirujanos, medicinas y vendajes, todo pagado de su
bolsillo particular. Y cuando las tropas empezaron a carecer de víveres y municiones,
empeñó sus rubíes y perlas y todo el oro y plata heredados de sus abuelos, hasta la propia
corona de San Fernando. Y con el dinero obtenido, compró catorce mil mulas para acarrear
municiones y víveres desde todos los rincones del reino.
Y por si fuera poco, cuando Cristóbal Colon se presentó ante los dos esposos con aquel
extraño proyecto de encontrar una nueva ruta a oriente, y ante la incredulidad de la
mayoría, y tras largos años de espera, ella misma reclutó en el puerto de Palos los buques y
marineros, para esa gran empresa, que cambiaría la historia de la humanidad y del
Evangelio, en su cometido universal. Pero de esto, hablaremos aún, más adelante.
Y continúa la fuente citada, hablando de ella en los términos siguientes:
“No ha habido en nuestros tiempos, en el mundo, más glorioso ejemplo de verdadera
bondad, de grandeza de ánimo, de prudencia, de temor de Dios, de honestidad, de
liberalidad y de toda virtud, en fin que esta famosa reina.”
(Gran Enciclopedia del Mundo Durvan, 11:111)
Y dice Baltasar de Castliglione:
“Cuentan las crónicas que un noble de gran influencia, Alvar Yánez, dio muerte a un
notario.
Al comparecer ante la justicia real, el noble ofreció a la soberana una importantísima
suma de dinero si le perdonaba la vida. Algunos consejeros de la reina insinuaron a
esta que, dado lo escaso del tesoro real, haría bien en aceptar. Pero Isabel, respondió:
“Prefiero la justicia al dinero”. E hizo cortar la cabeza al culpable”.
(Idem. 11: 111)
Sin embargo, no ocultaremos, lo que a nuestro entender fue un error muy importante en su
gestión real. Y fue, pedir al Papa, la instauración en España de la Inquisición que ya existía
en Europa, con toda su crudeza.
No cabe duda, que, dada la mentalidad de la época, ella debió creer que hacía un bien,
tratando así de preservar la pureza de la fe cristiana y católica, frente al judaísmo.
Pero veamos su actitud en relación con el Nuevo Mundo:
Como quiera que ya se estaba introduciendo la venta de esclavos, en el año 1500, Isabel
ordena detener dicha venta y consultar a teólogos y letrados sobre el particular. Pero sin
esperar la respuesta, decreta la libertad de los indios de América con carácter general, y
tenerles como “ súbditos libres de la corona”.

70
Y a los enviados por Colón “rescatarles uno por uno de las manos de sus dueños y
remitirles a su patria”
Y en el año 1502 hace la última recomendación a Colón para su cuarto viaje:
“Y no habéis de traer esclavos; pero si buenamente quisiere venir alguno por lengua
(intérprete), con propósito de volver, traedle”.
(2000 AÑOS DE CRISTIANISMO, Tomo 6, Pág. 212).
Y ahora, dando un gran salto en el tiempo, no queremos dejar de nombrar al último rey
español, hasta el momento, que tuvo mucho que ver con la instauración de la democracia y,
por tanto, de las justas libertades.

DON JUAN CARLOS I, DE BORBON (1975-)


No hablaré de este monarca., desde el punto de vista puramente religioso, ni para bien ni
para mal. Sí lo haré, brevemente, como hombre amante de la libertad y por lo tanto, de la
justicia. Todos sabemos que España, ha sufrido muchas veces, por la falta de libertades y
entre ellas, de libertad religiosa.
Pues bien, cuando D. Juan Carlos I, de Borbón, subió al trono en el año 1975, una de las
primeras cosas que hizo fue promover un cambio político hacia la democracia y con ello,
entre otras muchas leyes justas, la Libertad Religiosa, de la que hoy gozamos todos los
españoles.
Y todos hemos conocido los momentos difíciles que España y su rey tuvieron que afrontar,
ante los nostálgicos del régimen anterior, que se opusieron, mientras pudieron al cambio
político.
Y el miedo que flotaba en el ambiente ante una situación nueva, tanto por temor a un
intento de volver al ambiente revolucionario de la república, como a un nuevo golpe de
estado como el de 1936, con guerra civil incluida, y pérdida de libertades.
Y posiblemente, el momento más difícil que Don Juan Carlos y España tuvieron que
soportar fue el famoso intento de golpe de estado conocido como el “23 F”. Pero, la
serenidad, la firmeza y la justicia, triunfaron, creo que para bien.
Pero es difícil hablar de Don Juan Carlos, sin nombrar a su regia esposa:

DOÑA SOFIA DE GRECIA, REINA DE ESPAÑA (1938-)


Como reina consorte, ella no ha jugado un papel decisorio en esa libertad religiosa, al
menos, oficialmente. Pero ha demostrado ser una mujer creyente y respetuosa,
interesándose, a través de unos cursos universitarios sobre Humanidades Contemporáneas,
por conocer las minorías religiosas, visitando incluso algunos lugares de culto, como una
sinagoga judía y una Iglesia Cristiana Adventista del Séptimo Día, en Madrid , lo cual,
aunque no tenga un valor vinculante, sí lo tiene, en el orden moral y testimonial.

71
Pero, dejando de momento, a los representantes reales, pasamos ahora a otros, de carácter
simplemente religioso, aunque también, a veces, de gran talla intelectual y moral:

GRANDES CREYENTES
CARDENAL CISNEROS (1436-1517)
Este famoso cardenal y político español, fue
nombrado confesor de la reina Isabel la Católica, por su cualidades espirituales e
intelectuales.
A la muerte de Felipe el Hermoso, en 1506, fue nombrado regente, cargo que desempeñó
con prudencia y energía.
En lo cultural, desarrolló una ingente labor, que cristalizó en la fundación, en 1508, de la
Universidad de Alcalá de Henares, y en 1517, en la impresión, a sus expensas, de la
famosa Biblia Políglota Complutense, que tanto ha contribuido a la difusión de las
Sagradas Escrituras.

JORGE MANRIQUE (1440-1479)


Este poeta español, tuvo muchas y variadas virtudes literarias. Pero lo citamos por una de
las poesías más hermosas que se han escrito en el terreno religioso, con un contenido
exhortativo de gran alcance, que ha ayudado a muchas personas a meditar en la fugacidad
de la vida y la necesidad de buscar a Dios.
Nos permitimos, transcribir solo algunos párrafos de esta obra magistral, dedicada a la
muerte de su padre:
“Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;…
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir:
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos;
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos,…
Este mundo es el camino

72
para el otro, (qu´es) morada
sin pensar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos….”

JUAN DEL ENCINA (1469-1529)


Poeta, músico y dramaturgo español, compuso entre otras, una poesía que no nos resistimos
a transcribir:
“Nació nuestro Salvador
Por nos librar de cautivos,
De muertos nos torna vivos,
Y cura nuestro dolor.
El fue solo el Mediador Entre nosotros y Dios.
Hizo justo al pecador,
Buscónos con mucho amor,
Y no buscándole nos
Buscónos sin le buscar,
Por hacer que le busquemos;
Pues tal buscador tenemos,
No lo debemos errar.
No debemos olvidar
A quien nunca nos olvida;
Debémosle contemplar,
Y contemplando, adorar,
Que El es vida y da la vida”.

TERESA DE JESUS (1515-1582)


Su verdadero nombre fue Teresa de Cepeda y Ahumada.
Es mucho lo que podría decirse de esta gran mujer, que tenía mucho de mística y, al mismo
tiempo, de estadista, sin serlo en el sentido que se entiende generalmente. Fue una
organizadora preclara, con una precisión y capacidad de organización muy poco común.

73
Pero ante todo era una mujer con una fe y consagración extraordinaria, al tiempo que era
escritora de gran belleza y realismo.
También fue fundadora de numerosos conventos, y también fue reformadora, en una época
en que las costumbres del clero se habían relajado bastante. Tal es así que se llegó a
sospechar de ella como posible evangélica o protestante, de tal manera que el libro de su
vida fue denunciado a la inquisición, y quisieron desterrarla a las Indias. Pero finalmente,
salió libre.
Tuvo incluso el valor de dirigir a Felipe II, en 1569, unas “advertencias espirituales”.
Citaremos solo algún párrafo de uno de sus escritos en prosa, para que el lector juzgue:
“Después que vi la gran hermosura del Señor, no veía a nadie que en su comparación
me pareciese bien ni me ocupase; que con poner un poco los ojos de la consideración
de la imagen que tengo en mi alma, he quedado con tanta libertad en esto, que
después acá todo lo que veo me parece hace asco”.
( VIDA, 37, 4). (Citado en “2000 AÑOS DE CRISTIANISMO”, Tomo VI, Pág.. 36).
Y no dejaremos de citar una de las piezas poéticas más hermosas de esta mujer:

“Vivo sin vivir en mí,


y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Aquesta divina unión,


del amor con que yo vivo,
hace a Dios ser mi cautivo,
y libre mi corazón;
mas causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.
……………………………………………………
Estando ausente de ti,
¿qué vida puedo tener,
sino muerte padecer
la mayor que nunca vi?
Lástima tengo de mí,
por ser mi mal tan entero,
que muero porque no muero”.
(Versos nacidos del fuego del amor de Dios que en sí tenía).

FRAY LUIS PONCE DE LEON (1529-1591)


Si Teresa de Cepeda y Ahumada, estuvo cerca de ir a una cárcel de la Inquisición, este otro
místico, ya había estado en una de ellas, en Valladolid.
De ascendencia hebrea y con tendencias humanistas, licenciado y maestro en Teología, hizo
varios comentarios sobre la versión Vulgata de las Sagradas Escrituras y también escribió

74
una versión del Cantar de los Cantares, de Salomón. Esto le valió envidias y denuncias que
le llevaron a la cárcel durante cuatro años y medio, de 1572 a 1576.
Y e aquí, cómo él se expresó al salir de la prisión, reflejando su amargura:
“Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado!
Y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
a solas su vida pasa;
con sólo Dios se acompaña,
ni envidiado ni envidioso.”
Cuando fue libertado, reanudó su clase en su cátedra de Salamanca con la famosa frase:
“Decíamos ayer…”.
En 1578 fue nombrado miembro de la comisión para la reforma del calendario, llamado
Gregoriano.
En lo estrictamente religioso, fue un digno continuador de la reforma de la orden
carmelitana, iniciada por Teresa de Cepeda y Ahumada.
Citamos, para terminar este apartado, unas pocas frases de su poesía
VIDA RETIRADA:
“¡Que descansada vida
la del que huye del mundanal rüido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
(Fray Luis de León.- “Vida Retirada”).
Y en otra poesía, dedicada a la Ascensión de Jesucristo, dice:
“¡Y dexas, Pastor santo,
tu grey en este valle hondo, oscuro,
con soledad y llanto,
y tú rompiendo el puro
aire, te vas al inmortal seguro!

Los antes bienhadados,


y los agora tristes y afligidos,
a tus pechos criados,
a Ti desposeídos,
¿a dó convertirán ya sus sentidos?

¿Qué mirarán los ojos


que vieron en tu rostro la hermosura

75
que no les sea enojos?
Quién oyó tu dulzura,
¿qué no tenga por sordo y desventura?
Aqueste mar turbado, ¿quién lo pondrá ya freno?
¿Quién concierto al viento fiero airado?
Estando tú encubierto,
qué norte guiará la nave al puerto?
¡Ay! Nube envidiosa
Aún de este breve gozo, ¿qué te aquexas?
¿Do vuelas presurosa?
¡Cuán rica tú alexas!
¡Cuán pobres y cuán ciegos, ¡ay!, nos dexas!”.
(Fray Luis de León.- “En la Ascensión”)

JUAN DE LA CRUZ (1542-1591)


Su nombre era Juan de Yepes y Alvarez. Pero era tal su amor por Cristo, que quiso ponerse
ese sobrenombre.
Una de las mayores influencias en su vida espiritual fue el contacto con Teresa de Jesús.
También, como ella, fue investigado por la Inquisición, a causa, en su caso, de haber escrito
un libro titulado “Cántico Espiritual”, el cual fue impreso primero en francés, en 1622 y
luego en castellano, pero en Bruselas, en 1627.
Para muchos, es el mayor poeta en lengua castellana.
A causa de luchas internas entre carmelitas descalzos y calzados, fue encarcelado en Toledo
en una celda oscura, sin ventilación, sin luz y sin comida y sufrió malos tratos. Pero Teresa
de Jesús pidió a Felipe II su libertad y, una vez conseguida, se trasladó a Almodóvar. Luego
recorrió Andalucía y Castilla, predicando y fundando congregaciones, hasta que se retiró a
las soledades de Ubeda, donde murió en 1591.
A continuación, transcribimos un soneto magistral, que es atribuida a este gran creyente:
“No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tu me mueves, Señor, muéveme el verte


clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,


Que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

76
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera”.
Y así pasamos ahora, al gran genio de las letras españolas:

DON MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA (1547-1616)


Cervantes es universalmente conocido, especialmente por su obra cumbre “Don Quijote de
la Mancha”.
Pero posiblemente, es menos conocido por sus conocimientos y citas bíblicas, a veces
explícitas y a veces veladas, en algunas de sus obras literarias.
Por ejemplo, en “Los trabajos de Persiles y Segismunda” alude a uno de los libros menos
conocidos del Antiguo Testamento, citando Levítico 19: 26.
Pero es en El Quijote, donde hay la mayor cantidad de citas, con aproximadamente 300
referencias o alusiones a la Biblia.
Entre ellas, por ejemplo:
Jeremías 22: 25; 1º Reyes 10: 1-10; Salmo 51: 2; Job 8: 9: Salmo 90: 5; Isaías 40: 6, 7;
Génesis 2: 21-24; Salmo 111: 10; Lucas 10: 5; Etc.
Y ahora pasamos a otro genio universal de las letras españolas:

FELIX LOPE DE VEGA (1562-1635)


Se ha llamado a este hombre “Monstruo de la Naturaleza”, por su inmensa fecundidad
literaria. Parece ser que llegaba a escribir una comedia en una noche, y el número de sus
obras teatrales, pasan de 300, todas ellas de gran calidad.
También es conocido por su vida disipada, adulterina y sacrílega, ya que siendo sacerdote,
mantenía relaciones amorosas con diversas mujeres. Sin embargo, parece ser que se
arrepintió finalmente y cambió su vida por completo. Pero nosotros no debemos, ni
podemos juzgar estos extremos, que solo a Dios compiten.
Sin embargo, me permito citarlo, especialmente por un soneto que me parece maravilloso y
elevador desde el punto de vista espiritual:
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío. que a
mi puerta, cubierta de rocío, pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío si de
mi ingratitud el hielo frío secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
“Alma, asómate agora a la ventana;
verás con cuánto amor llamar porfía”
¡Y cuántas, hermosura soberana, “Mañana le abriremos”, respondía, para lo mismo
responder mañana!

77
JUAN DONOSO CORTES (1809-1853)
(Marques de Galdegamas)
Fue político, diplomático, orador y literato.
Fue un alumno brillante en la Universidad de Salamanca, donde estudió Leyes, Filosofía e
Historia. Después de estar afiliado al partido liberal, y de ser secretario particular de la
regencia de María Cristina, a quien acompañó a Paris en su destierro, luego dirigió en
Madrid, los estudios de Isabel II.
La muerte prematura de su hermano, produjo en él una profunda conmoción, que le llevó a
una mayor religiosidad, escribiendo varios tratados sobre temas trascendentales y
religiosos. Pero posiblemente, lo más grande de este hombre, fue su discurso sobre la
Biblia, pronunciado en la Real Academia de la Lengua Española, con motivo de su ingreso
en la misma, de cuyo discurso, hemos extraído, solo, las palabras introductorias:
“Hay un libro, tesoro de un pueblo que es hoy fábula y ludibrio de la tierra, y que fue
en tiempos pasados estrella del Oriente, adonde han ido a beber su divina inspiración
todos los grandes poetas de las regiones occidentales del mundo y en el cual han
aprendido el secreto de levantar los corazones y de arrebatar las almas con
sobrehumanas y misteriosas armonías. Ese libro es la Biblia, el libro por
excelencia…”

GABRIEL GARCIA TASSARA (1817-1875)


Posiblemente este autor es poco conocido por el público en general. Sin embargo, tiene en
Sevilla una calle céntrica a su nombre, muy cerca de “La Campana”, (para los que conocen
esa ciudad). Y es que era un diplomático sevillano, del cual no se habla mucho en general y
que sin embargo, escribió una poesía sobre la 2ª venida de Cristo, que al menos a mí, me
parece magistral.
Como es bastante larga, nos limitaremos a citar solo algunas estrofas, de ella:

HIMNO AL MESIAS
“Baja otra vez al mundo,
Baja otra vez, ¡Mesías!,
de nuevo son los días
de tu alta vocación;
y en su dolor profundo
la humanidad entera
el nuevo oriente espera
de un sol de redención.
………………………………………………
Tiniebla es ya le Europa:
ella agotó la ciencia,
maldijo su creencia,
se apacentó con hiel;
y rota ya la copa
en que su fe bebía,

78
se alzaba y te decía:
“¡Señor!, yo soy Luzbel.”
…………………………………………..
Ya pasarán los siglos
de la tremenda prueba,
ya nacerá, ¡luz nueva
de la futura edad!
Ya huiréis, ¡negros vestigios
de los antiguos días!
Ya volverás, ¡Mesías!,
en gloria y majestad”.

JOSE ZORRILLA Y DEL MORAL (1817-1893)


Es considerado “el poeta nacional por excelencia. Es el autor de la famosa obra teatral
“Don Juan Tenorio”, que representa la vida de un hombre mundano, que al final de su
existencia, llega al arrepentimiento.
Pero si citamos aquí a este poeta, es particularmente, por otra poesía magistral:

LA TEMPESTAD
¿Qué quieren esas nubes que con furor se agrupan
del aire transparente por la región azul?
¿Qué quieren cuando el paso de su vacío ocupan
del cenit suspendiendo su tenebroso tul?
……………………………………………………………………………………

¡Señor, yo te conozco! La noche azul, serena,


me dice desde lejos: “Tu Dios se esconde allí;
pero la noche oscura, la de nublados llena,
me dice más pujante: “Tu Dios se acerca a ti”…”

Pero pasemos ahora, de la poética a otra forma de honrar al Creador. Y esta vez será por
medio de una mujer:

GRANDES FILANTROPOS
CONCEPCION ARENAL (1820-1893)
Ilustre escritora, penalista y socióloga., que tuvo que disfrazarse de varón para poder asistir
a las clases de la Universidad Central, donde estudió leyes.

79
Se caracterizó especialmente por su amor a los desgraciados, trabajando por los reclusos, en
varios congresos penitenciarios europeos. En 1864 fue nombrada Visitadora general de
prisiones de mujeres, y en 1870 fundó la revista “LA VOZ DE LA CARIDAD”,
escribiendo, además numerosas obras de carácter sociológico.
De ella, he de citar solo una frase, que actualmente aún se encuentra en murales de
prisiones españolas y que coincide, en gran manera, con el espíritu del Evangelio:
“ODIA EL DELITO Y COMPADECE AL DELINCUENTE”

ANTONIO MACHADO (1875-1939)


Muchas cosas se podrían decir de este gran hombre, pero nos limitaremos al tema de esta
obra, o sea al ámbito religioso, citando de él una hermosa poesía, bastante conocida, de la
que entresacamos alguna estrofa:

ANOCHE CUANDO DORMIA


“Anoche, cuando dormía,
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di ¿Por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
……………………………………………

Anoche, cuando dormía,


soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.”

GREGORIO MARAÑON (1887-1960)


Aunque mucho se podría decir de este ilustre médico, escritor e historiador español, lo
citamos aquí por un gesto humanitario, fuera de lo común.
Habiendo conocido personalmente las famosas “Hurdes” extremeñas, que habían
sobrevivido durante muchos años en un total aislamiento y en un estado casi primitivo de
pobreza y atraso absoluto, compadecido este insigne Dr. en medicina, invitó al rey D.
Alfonso XIII a que le acompañara y conociera directamente la situación, a lo que el rey
accedió, viajando ambos, a veces, a lomos de caballerías, del 20 al 24 de junio de 1922.
acompañados de diversas personalidades. de la política española.
Como consecuencia de esta visita, se tomaron medidas sociales, que cambiarían
sustancialmente la situación de aquellas gentes para bien.

80
Posiblemente el lector diga: “No se ha hablado nada de religión”. Pero Jesús dijo:
“Entonces el rey dirá a los de su derecha:¡Venid, benditos de mi Padre!...Porque tuve
hambre, y me distéis de comer; tuve sed y me distéis de beber,…estuve desnudo y me
cubristeis, enfermo y me visitasteis…”
(Mateo 25: 34-36).
Pero también como médico, demostró su amor y humanitarismo. El escribió:
“Sólo es dignamente médico quien ante el enfermo actúa sabiendo que trabaja con
instrumentos imperfectos y con medios de utilización insegura, pero con la conciencia
cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor.”
Ahora, dejando este apartado de grandes creyentes, pasamos, transitoriamente a hablar de
grandes lingüistas, como preparación de una obra de evangelización hacia otros mundos.

GRANDES LINGUISTAS
ISIDORO DE SEVILLA (570-636)
Está considerado como el más grande erudito e historiador de la España visigótica.
Su obra magna, “Originum Sive Etymologiarum, Libri XX”, está considerada como la
primera enciclopedia, abarcando todos los conocimientos de su época. Trata de la
Medicina, la Jurisprudencia, la Historia religiosa, y sobre todo del lenguaje, al que dedica
los 12 últimos libros, de los 20 en que está dividida la obra.
Su aportación a la lingüística fue importantísima, tanto por las etimologías, como por un
verdadero diccionario y por otras obras de carácter poético.
Gozó de fama universal durante muchos siglos, después de su muerte. Y es uno de los
“padres” o “abuelos” de la lengua española.
Pero aún habían de pasar varias centurias para que esta lengua tomara cuerpo y por lo tanto,
carta de legalidad y fama universal.
Para ello, tenemos que, dejando por un poco de tiempo a las personas, hablar brevemente
de un lugar clave en el desarrollo del Idioma Castellano:

(SAN MILLAN DE LA COGOLLA)


En la comunidad de la Rioja, al sureste de Logroño, se encuentra este pueblo, cargado de
historia y romanticismo.
Y en ese pueblo, hay dos monasterios célebres por su historia y trascendencia.
A mediados del siglo VI, un eremita llamado Millán, se instaló en una montaña y fundó el
monasterio de Suso (o de arriba). Más tarde fue fundado otro monasterio que se llamó de
Yuso (o de abajo).
Y es en ese monasterio de Yuso, donde al margen de un discurso de Agustin de Hipona,
hacia el año 1000, un monje, angustiado por lo que el creía que eran señales del fin del

81
mundo, escribió unos comentarios en un castellano primitivo, que fueron, entre ptros, los
primeros balbuceos de dicha lengua.
Pero cinco siglos después, otro hombre iba a hacer una importantísima aportación en este
sentido:

ELIO ANTONIO DE NEBRIJA (1444-1522)


Su verdadero nombre fue Antonio Martínez de Cala y Jarava. Pero como nació en Nebrissa
(actual Lebrija, provincia de Sevilla), se puso el nombre de Elio Antonio Lebrisense, en
memoria de su pueblo natal.
Enseñó en las universidades de Salamanca y Alcalá de Henares y fue cronista de los Reyes
Católicos en 1509. Colaboró con el Cardenal Cisneros en la edición de la Biblia Políglota,
en 1502, y escribió la primera gramática de la lengua castellana, publicada en 1492,
justamente el año del descubrimiento de América.
Esta obra, persigue tres fines:
1.- Dar fijeza a la lengua vulgar.
2.- Facilitar el aprendizaje del latín.
3.- Exaltar la lengua como instrumento de la grandeza nacional.
También escribió un diccionario de la Biblia.
Pero, volviendo a su gramática, una vez terminada, y acompañado del cardenal Hernando
de Talavera, acudió a presentarla a la reina Isabel la Católica. Y como esta le preguntara,
para que podía aprovechar aquello, el cardenal replicó, como inspirado:
“Después que Vuestra Alteza meta debajo de su yugo muchos pueblos bárbaros e
naciones de peregrinas lenguas, e, con el vencimiento, aquellos “ternán” necesidad de
recibir las leyes que el vencedor pone al vencido, e con ellas nuestra lengua, entonces,
por este arte podrán venir en el conocimiento della”.
Podremos desaprobar el tono de algunas de estas palabras, fruto de una época y de una
mentalidad, pero Dios pudo valerse de esa lengua y de esa gramática, para la predicación
del Evangelio entre los nativos del gran continente americano, que hoy alberga aún
millones de creyentes en Cristo.
Pero antes de hablar de esa evangelización, se hace necesario que hablemos de la
“colonización”, ya que en el devenir histórico del Nuevo Mundo, esta, precedió a aquella.
Y antes de hablar de la colonización, creo que se hace preciso puntualizar algunos
extremos:
No podemos ni debemos negar que una gran cantidad de hombres que fueron al Nuevo
Mundo, lo hicieron, en parte, por el afán de poder y riquezas, lo cual se comprende si
pensamos en la miseria en que vivía la gente del pueblo llano, no solo en España, sino en
toda Europa y en todo el mundo. Tampoco debemos olvidar que es así la condición
humana, que es la de ser, en parte “trigo” y en parte “zizaña”.
Tampoco debemos obviar, que alrededor de la colonización y conquista de América, ha
habido y aún quedan exageraciones que, partiendo de hechos verdaderos, se han ensañado,

82
unas veces con razón, y otras veces sin ella, por envidia, cosa que ha ocurrido siempre
contra todos los imperios.
Pero, aún admitiendo todos los males que hayan podido ocurrir, tampoco hay que olvidar
que muchos de estos hombres, llenos de intereses materiales, por el poder y la riqueza,
también estaban llenos de afán misionero, fruto de una sociedad mucho más religiosa que la
actual. Una prueba de ello, es que detrás de los conquistadores, indefectiblemente, iban los
misioneros, con su obra evangelizadora, aunque con las doctrinas y prácticas religiosas de
su tiempo. Y que gracias a esa obra evangelizadora, hoy los misioneros de las diversas
organizaciones cristianas, encuentran un terreno abonado para la instalación de la fe
cristiana, cosa que sería inmensamente más difícil de tratarse de países paganos o con
religiones diferentes.
Pero pasemos ya a hablar de colonizadores, primero, para luego hacerlo de misioneros:

GRANDES COLONIZADORES

CRISTOBAL COLON (1451-1506)


Hemos llegado, probablemente, al personaje más conocido, entre los descubridores de
todos los tiempos y de todos los países.
Hoy se admite, casi con toda seguridad, que nació en Génova (Italia), pero es innegable que
la empresa del descubrimiento era española.
Después de hacer varios viajes, como marinero, en diversos barcos, por el Mediterráneo, y
naufragar en uno de ellos, se dirigió a Lisboa donde vivía su hermano Bartolomé, que
ejercía como cartógrafo. Fue allí donde pensó en la idea de llegar a las “Indias” (Japón,
China y la India), por el Oeste, pensando que la tierra era redonda.
En 1484, presentó su proyecto al rey de Portugal, Juan II, que lo rechazó totalmente.
Es entonces que se dirigió a España y presentó su proyecto a los Reyes Católicos. Ya
hemos dicho, en un apartado anterior, que, especialmente, gracias a la Reina Isabel, fue
aceptada la idea y patrocinada.
El resto, ya es más conocido aún, y no abundaremos sobre ello.
Pero lo más importante, desde el punto de vista de este libro y su propósito es ver la
relación de este hombre con Dios y los “tesoros”, que él había de llevar al Nuevo Mundo.
Un dato curioso es que él no hablaba solo de “Las Indias”, sino de “Un país nuevo en
occidente”. ¿Tenía él alguna intuición sobre el nuevo mundo?. No lo sabemos, pero es
posible.
Pero aún hay otras curiosidades: Por ejemplo, él decía que “Nadie más podría realizar aquel
descubrimiento, ya que sólo él había sido elegido por Dios para llevarlo a cabo”.
Sea como fuere, Dios estaba encaminando las cosas, por caminos desconocidos para el
hombre, como suele hacer tantas veces. Al llegar a España, se dirigió primero a Sevilla,
donde los duques de Medina - Sidonia y los de Medinaceli, se interesaron en su proyecto, e

83
influyeron para que más tarde fuera recibido por los Reyes Católicos en 1486, aunque aún
no fructificaron las gestiones, pero sirvió de preparación para entrevistas futuras.
Más tarde, otro hombre iba a aportar su “granito de arena” a la causa de Colón. Fue el prior
del convento de la Rábida, Juan Pérez, que había sido confesor de la Reina Isabel, y que
aún mantenía cierto influjo sobre ella. Rogó, pues a la reina que recibiera de nuevo al
navegante y meditara en la posibilidad de patrocinar la pretendida hazaña.
No obstante, a causa de los recelos e ironías de los cortesanos, fue imposible llegar a un
acuerdo. Ya Colón se retiraba de la corte, cuando el tesorero del rey Fernando le comunicó
la grata noticia de que los monarcas, al fin, habían decidido aceptar las condiciones
presentadas por Colón, el cual se creía investido por una misión divina.
Se ha dicho que Colón no era un visionario, pero sí “un hombre poseído de una mística de
tipo misional” . Estaba convencido de que su nombre de pila, Cristóbal (Christo ferens)
(portador de Cristo), era una premonición, estando, por lo tanto destinado a ser un
verdadero “vaso de barro”, que llevaría a otros mundos el “tesoro” celestial.
En la biblioteca colombina de Sevilla hay un libro autógrafo de él, en el que reunió
profecías tanto de la Biblia, como de autores profanos, sobre los viajes y descubrimientos
que él proyectaba.
Un escritor cristiano dijo: LA HUMANIDAD SE AGITA Y DIOS LA CONDUCE”.
Posiblemente todo fue por azar. O posiblemente todo fue por designio divino. El caso es
que en un momento determinado de la historia, varios factores conducen al descubrimiento
y evangelización de un mundo nuevo:
1.- La terminación de la reconquista, por parte de Portugal y España, dejando a estas dos
naciones las manos libres para nuevas empresas.
2.- La invasión, por parte del Islam, del sureste de Europa y Turquía, impidiendo el paso
naval hacia las Indias Orientales.
3.- El afán o vocación marinera por la navegación y la aventura de descubrir nuevas tierras.
4.- El conocimiento de la brújula, la pólvora y la imprenta, que permiten un salto en el
desarrollo del conocimiento.
5.- La convicción, cada vez mayor de la redondez de la tierra.
6.- La convicción consecuente, de buscar nuevas rutas hacia oriente por occidente.
Y, posiblemente, podríamos añadir a estas otras razones. El caso es que Dios pudo conducir
las cosas para que se cumpliera su mandato de predicar el Evangelio “hasta lo último de la
tierra”
Pero antes de pasar a otros colonizadores de América, queremos hablar de 18 hombres que
dieron la vuelta al mundo por primera vez, cuyo capitán fue:

84
JUAN SEBASTIAN ELCANO (1460-1526)
Este navegante español, nacido en Guetaria (Guipúzcoa), se enroló en la expedición que
Magallanes había preparado para llegar a las Indias por Occidente.
Partieron de Sevilla, haciéndose a la mar en San Lucar de Barrameda, con 5 naves, en
agosto de 1519.
Después de aguar en Tenerife, y de atravesar el Atlántico en dirección sur-oeste, llegaron a
Brasil, donde descansaron algunas semanas. Se hicieron de nuevo a la mar, arrostrando
terribles tempestades hasta que consiguieron hallar un estrecho, hoy llamado de
Magallanes, por donde pasar al Pacífico. Una vez en este océano, el viaje se hizo
“interminable” ya que este mar era muchísimo más grande de lo imaginado. Tuvieron que
arrostrar toda clase de penurias, tormentas, escasez, escorbuto, hambres y sed y peligros de
indígenas que frecuentemente les eran hostiles. Tal es así, que en las Filipinas, Magallanes,
pereció a manos de los nativos, de tal forma que el mando pasó a Elcano, como ya se ha
comentado en el capítulo sobre Portugal.
Una vez reanudado el viaje, las penurias y el hambre fueron terribles. Tuvieron que comer
el cuero del palo mayor y galletas roídas por gusanos y orinadas por ratas, con un olor
insoportable.
Finalmente, consiguieron doblar el cabo de Buena Esperanza en el sur de Africa y llegar a
España de nuevo, el 8 de Septiembre de 1522.
Pero de los 237 hombres que habían partido en 5 naves, 3 años antes, solo llegó un barco
con 18 hombres a bordo (13 españoles, 3 italianos, 1 portugués y 1 alemán), tan exhaustos,
que ya no podían ni remontar las aguas del Guadalquivir para llegar a Sevilla, teniendo que
solicitar ayuda.
Pero, al fin, una vez coronada la empresa, recibieron el título honorífico de “PRIMUS
CIRCUMDEDISTI ME” (El primero en rodearme)
Con ello, aparte de la gesta heroica, no hay duda que se ha contribuido al progreso de todo
el mundo en lo científico y en lo material. Pero, y esto es lo más importante, para nuestro
tema. se ha dado un paso de gigante para la obra que Jesús encomendara a los cristianos:
“Pero recibiréis el poder, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”
(Hechos 1: 8).
Y para el cumplimiento de la profecía:
“Entonces vi a otro ángel que volaba por el cielo, con el evangelio eterno para
predicarlo a los que habitan en la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Decía a
gran voz: “¡Reverenciad a Dios y dadle honra, porque ha llegado la hora de su juicio!
Y adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
(Apocalipsis 14: 6, 7).
Y aunque esta labor, quizás pudiera hacerse por otros medios de los usados, lo cierto es que
hubo primero una avanzada de colonizadores, que luego serían seguidos por los misioneros.
Hablaremos ahora de algunos de esos colonizadores. Lo haremos siguiendo un orden
cronológico aproximado, ya que no siempre hay seguridad en las fechas, especialmente del

85
nacimiento de algunos de ellos, y diremos, esquemáticamente, algunos de sus principales
descubrimientos y fundaciones:

JUAN DIAZ DE SOLIS (-1516)


Descubrió la desembocadura del Río de la Plata.

JUAN PONCE DE LEON (1460?-1521)


En 1511 fundó San Juan de Puerto Rico.
En 1513, tomó posesión para España, de la tierra de Florida, a la que llamó así por haber
pisado tierra el día de Pascua Florida.

RODRIGO DE BASTIDAS (1460-1526)


Descubridor de Colombia y Panamá.

FRANCISCO PIZARRO (1470-1541)


Conquistador y fundador del Perú.

VASCO NUÑEZ DE BALBOA (1475-1517)


Primer europeo que ve y pisa el Océano Pacífico.

HERNAN CORTES (1485-1547)


Conquistador y colonizador de Méjico y Baja California.

FRANCISCO DE ORELLANA ( 1490-1545)


Descubre y cursa totalmente el río Amazonas desde sus fuentes hasta la desembocadura.

ALVAR NUÑEZ CABEZA DE VACA (1490-1557)


Caminó errabundo, con solo dos compañeros más, durante 8 años, por Texas y Méjico,
fundando pequeñas ciudades.

HERNANDO DE SOTO (1496-1542)


Descubre parte de Nicaragua, Perú, Florida y río Misisipí.

86
PEDRO DE VALDIVIA (1498-1542)
Participa en la conquista de Perú y funda en Chile las ciudades de Santiago, La Serena,
Valparaíso, Concepción, Imperial y Valdivia.

PEDRO DE MENDOZA (1500-1537)


Realiza la primera fundación de Buenos Aires.
Descubre el río Paraná y funda Nuestra Señora de la Esperanza.

JUAN DE GARAY (1527-1583)


Funda la ciudad de Santa María del Buen Aire, que es la segunda fundación y definitiva de
Buenos Aires. Funda, además Santa Fe de la Vera Cruz, Villa Rica de la Esperanza y
Santiago de Jerez.
Pero ahora, a medida que se conquista, pacifica y organiza un nuevo mundo, viene la
evangelización.
Para comprender mejor la necesidad de esta evangelización, hablaremos brevemente de las
creencias y prácticas de los indios en aquellos momentos.
Como casi todos los pueblos primitivos, adoraban la Tierra, el Sol, el viento y la lluvia.
Se sentían vinculados con antepasados míticos, a veces animales, como el jaguar o el
ciervo.
Sepultaban los cadáveres, con alimentos, para acompañarlos al país de los muertos.
En ocasiones ofrecían el corazón de víctimas humanas, sacrificadas a los dioses y ellos
consumían su carne o bebían un brebaje compuesto por las cenizas de haber incinerado sus
huesos.
Por supuesto, como casi todos los pueblos paganos, eran polígamos.
Tal es así, que cuando se les decía que el rey de España no tenía más que una esposa,
preguntaban con mofa: “Pero ¿tan pobre es?”
Pero, en medio de estas creencias, había una curiosa: Había una tradición que decía que un
día vendría del Oriente un Mesías Redentor. Por supuesto, esto facilitó muchísimo la
acogida a los españoles.
(2000 AÑOS DE CRISTIANISMO, Tomo VI, pág. 203)
Dios puede usar caminos insospechados para hacer su obra en la tierra.
Hablaremos, pues, a continuación de algunos de los muchos< misioneros españoles que
dieron su juventud, y muchas veces su vida, para llevar a este continente un evangelio, no
siempre bien interpretado, pero, en general, predicado con amor, según la luz que ellos
tenían en ese tiempo.
También, como en la lista anterior, solo nombraremos y esquemáticamente, a algunos de
esos misioneros y su obra más importante o más conocida:

87
GRANDES MISIONEROS

FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS (1474-1566)


Habiendo habido numerosos abusos por parte de los conquistadores contra los indios, este
fraile emprendió una campaña a favor de estos, exponiendo su causa ante el rey Fernando el
Católico en 1515, para que se aplicaran las primitivas ordenanzas de estos Reyes Católicos,
que exigían que los indios fueran tratados como hombres libres. Pero una vez fallecido D.
Fernando, De las Casas, expuso de nuevo el problema ante el Cardenal Cisneros, que era
ahora regente. Durante años sufrió como consecuencia atentados y persecuciones de todo
tipo.
Como resultado, Carlos V promulgó nuevas leyes:
“Que ningún indio sea reducido a la esclavitud…que nadie emplee a un indio contra
su voluntad…” (Historia Universal Daimon, tomo 6, pág. 242)
Por desgracia, no siempre se cumplieron estas leyes, pero siempre fueron un referente que
con el tiempo darían frutos positivos.

FRAY JUAN DE ZUMARRAGA (1476- 1548)


Fue uno de los primeros obispos de la capital del virreinato de Méjico.
Además fue un gran organizador de la iglesia en Nueva España.
Se le ha conocido por el título honorífico de “Protector de los indios”
Con una gran visión evangelizadora y educadora, gestionó la fundación de la Universidad
de Méjico y fue el primero en introducir la imprenta en ese país, adelantándose en 100 años
a los EE. UU. de América.
Finalmente, se le ha llamado: “Organizador, maestro y apóstol de la eficacia silenciosa”.

FRAY PEDRO DE GANTE (1486-1572)


Su obra fue gigantesca, consistiendo en exploración, descubrimiento de nuevas tierras,
evangelización y educación de indios y españoles (niños y adultos) y adiestramiento en
artes y oficios diversos. Y todo ello, realizado especialmente en Panamá y Nueva España.

FRAY JULIAN GARCES (Siglo 16)


Fue el primer obispo de Méjico. Se conoce su carta dirigida al Papa, Paulo III, en 1537, en
defensa de las libertades de los indios, exponiendo sus buenas cualidades, lo cual influyó
para que se recomendase a los monarcas españoles un trato justo hacia estos aborígenes.

88
FRAY LUIS DE ESCALONA (Siglo 16)
Fue uno de los primeros españoles en pisar tierra de los actuales EE. UU. en lo que hoy es
el estado de Nuevo Méjico.
Una vez allí, construyó una cabaña o choza, donde cuidaba un rebaño de carneros, para su
subsistencia. Desde allí, se dedicó a adoctrinar indios, llevándoles a la fe cristiana. Pero
siendo que su predicación los liberaba de la hechicería, entre otras cosas, pronto se
suscitaron los celos y fue asesinado por uno de esos hechiceros.

FRAY JUNÍPERO SERRA (1713-1784)


Hablamos de un misionero franciscano español, fundador de las misiones de California. Era
filósofo, teólogo y eminente predicador. Enviado a misionar entre los indios de Sierra
Gorda, permaneció allí durante nueve años. En 1769, partió con la segunda expedición de
Portolá a la Alta California, donde fundó la misión de San Diego y la de San Antonio de
Padua, San Gabriel Arcángel y San Luís, ascendiendo a nueve el número total de misiones
por él fundadas. De tal manera que en la California norteamericana se encuentran por
doquier las huellas luminosas de su paso.

TORIBIO DE MOGROVEJO (Siglo 16)


Fue arzobispo de Lima (Perú) desde 1681.
Se le conocía por ser un “Prelado de bordón y sandalias, sin más pertenencias que las
dichas.
Convivía en las “provincias” (parroquias), con los indios, siendo uno más entre ellos.
He aquí un testimonio de su vida, dado por un
contemporáneo:
“Ha fundado los hospitales en los pueblos de los indios, que no los había, ni memoria
de ellos…En unas cuentas que se tomaron de sus rentas de diez años, se halló que
había dado por libranzas en limosnas gruesas ciento cuarenta y ocho mil pesos
corrientes, fuera de las ordinarias.
Es tan pobre en su persona que toda su recámara no vale ni darán por ella
cuatrocientos ducados. Hale acontecido pidiendo limosna para los hospitales y no
teniendo dineros, dar la mula en que paseaba y no tener otra…y quedarse a pie…
Su comida es muy escasa y su cama una tabla con una alfombra, y todo lo demás de su
vida responde a esto, y no hará a sabiendas un pecado venial por todas la monarquías
del mundo”.
(Archivo de Indias.- Sevilla).

89
OBRA ESPAÑOLA EN AMERICA
EDUCACION
Resumiendo la obra educadora y civilizadora, diremos que al terminar la dominación
española, había en América 28 universidades, con planes de estudios semejantes a los de la
Metrópoli
Dice un historiador:
“La dominación española, tan parecida en ciertos aspectos a la romana dejó en el
Nuevo Mundo gran número de obras de ingeniería, fortalezas como el morro de La
Habana o las murallas de Cartagena de Indias, debidas a Baptista Antonelli (1550-
1616), entre otras muchas. Los países selváticos se vieron dotados de excelentes
acueductos como el de Zampoala (Méjico); diques o “tajamares” para contener las
inundaciones de los ríos (como el de Lima sobre el Rimac); canales de desagüe, como
el de Huchetoca (Méjico), y carreteras-en ocasiones se aprovecharon las antiguas
calzadas peruanas-que permitían rápida y relativamente fácil comunicación de un
extremo a otro del Nuevo Continente, entre otros muchos y notables proyectos-como
el de un canal interoceánico-imposibles de realizar en su época”.
(Historia de España. Joseh M.Walker, pág. 245)
Carlos V ordenó en 1550 que se pusieran maestros a los nativos que voluntariamente
quisieran aprender la lengua española, de forma gratuita, para cuya misión se podría
destinar a los sacristanes.
Y con la enseñanza de la lengua se trasmitió la cultura en escuelas, universidades y
seminarios, formándose una aristocracia de la inteligencia, que constituyó la élite del
Pensamiento, el Arte y la Ciencia en el Nuevo Mundo.
“A pesar de esto, no se pudo evitar que aparecieran reacciones anti-españolas, que
desembocaron en lo que se ha llamado la “Leyenda Negra”. Veamos las causas:

REACCIONES ANTIESPAÑOLAS
“Los éxitos de España como nación descubridora y los extensos dominios que a ella se
incorporaron, dice el profesor Ballesteros Gaibrois, despertaron fatalmente
la envidia y la emulación de las restantes naciones europeas: primeramente Francia,
luego Inglaterra, y por último, Holanda. A las razones económicas se unieron otras de
índole política, en especial la lucha contra la hegemonía marítima de España y su
poderío colonial”.
(HISTORIA UNIVERSAL MARIN, TOMO 3, PÁG. 541).
Pero, ahora, dejando la colonización y evangelización de América, volvemos a España,
para hablar de grandes creyentes, esta vez, en el mundo evangélico o “protestante”

GRANDES EVANGELICOS
Hasta ahora hemos visto a muchos cristianos convertidos en “vasos de barro”, llevando el
“Tesoro de Dios”.

90
La mayor parte de estos hombres y mujeres eran sinceros y fervientes cristianos que servían
a Dios con arreglo a la luz que tenían.
Pero a través de la Edad Media y sobre todo del siglo XVI, una nueva luz estaba brillando
en Europa, con el descubrimiento de verdades bíblicas, que habían sido olvidadas desde los
primeros siglos de la Cristiandad y que ahora resurgían con fuerza inusitada, impeliendo a
miles de creyentes a proclamar las “Buenas Nuevas” del Evangelio “contra viento y marea”
aún a costa de ser perseguidos, y a veces incluso, condenados a la hoguera de la
Inquisición.
Aunque estos movimientos fueron mayores en Europa Central, también llegaron a España,
con el resultado de hombres y mujeres que sufrieron valientemente consecuencias adversas.
A principios del siglo III, el apologista Tertuliano decía:
“Es un derecho humano, un privilegio de la naturaleza, el que cada uno rinda culto
según su deseo”
Y Lactancio, en su “Divinae Institutione”, decía:
“Nada pertenece tanto al reino de la libertad como la religión…Ofrendar a los dioses
sin desearlo es una injuria…”
A pesar de estas palabras, la Cristiandad, a partir del siglo IV, se había convertido en
“Estatal”, en algunos países, y por lo tanto, en “Dictatorial”, obligando a los hombres a
seguir la fe de los monarcas que los regían en lo político, material y religioso.
Esto produjo, por lo tanto, una serie de conflictos, de “conversiones” ficticias y de procesos
judiciales, cuya máxima expresión fue la famosa Inquisición, en que bastantes europeos en
general y españoles en particular, pagaron con la cárcel y a veces con la vida, su fe y su
fidelidad.
Hablaremos, pues, brevemente, de solo algunos de estos fieles españoles, paladines de un
Evangelio más puro, según ellos entendían.
Aunque no tenemos las fechas de nacimiento y muerte de algunos de ellos, podemos decir
que la mayoría, vivieron durante el siglo XVI, o XVII.

FRANCISCO DE ENCINAS
En 1543, publicó en Amberes una versión del Nuevo Testamento en Castellano. que fue
confiscada. Luego, él fue encarcelado en una cárcel de Bruselas, durante quince meses,
hasta que un día se encontró, con gran sorpresa por su parte, que las puertas de su prisión
estaban abiertas de par en par, sin que hubiera nadie para guardar el camino. Entendiendo
que sería obra de Dios, abandonó tranquilamente la prisión, escapando de Bruselas y
llegando sano y salvo a Wittemberg, donde podía gozar de libertad religiosa plena.

JUAN PEREZ
En 1556, este hombre que vivía a la sazón en Ginebra, también terminó una versión
castellana del Nuevo Testamento y al año siguiente preparó un catecismo con las doctrinas

91
de la Reforma, así como una traducción de los Salmos. Pero lo difícil era, ahora, introducir
en España estos libros, a causa de la vigilancia que había en las fronteras, para impedirlo.
Pronto surgió otro hombre que sería el vehículo apropiado para ello:

JULIAN HERNANDEZ
Este hombre era transportista de mercancías, usando un carro con sus respectivas
caballerías.
Habiéndose convertido a la fe evangélica, no le importó arriesgar su vida en pro de la
difusión de las Sagradas Escrituras en la lengua popular.
Para ello preparó barriles en los que habitualmente transportaba arenques rojos, con un
doble fondo, donde guardaba la literatura prohibida.
Es así como durante bastante tiempo pudo pasar las fronteras y recorrer España de norte a
sur, llevando Biblias y Nuevos Testamentos, amén de otros tratados, y repartiéndolos en
diversas ciudades como Valladolid, Sevilla, etc.
Finalmente, fue descubierto y quemado vivo en Sevilla, dando un testimonio impresionante
de fe y valor cristiano.
Pero hablemos ahora de un convento que aceptó la doctrina reformada en su plenitud.

(SAN ISIDORO DEL CAMPO)


A cuatro kilómetros de Sevilla, hay una ciudad llamada Santiponce, junto a la antigua
ciudad romana de Itálica.
Y en Santiponce hay un convento dedicado a San Isidoro del Campo, donde la práctica
totalidad de sus monjes habían abrazado las nuevas doctrinas de la fe reformada, hasta que
descubiertos, algunos pudieron huir hacia los países protestantes, donde ejercer su fe
libremente. Otros, fueron encarcelados en el castillo de San Jorge, junto al río
Guadalquivir, en donde todavía existe el “Callejón de la Inquisición”. desde el cual,
algunos salieron para la hoguera.
Entre los monjes que huyeron, fue famoso Casiodoro de Reyna, por su traducción de la
Biblia a la lengua castellana, publicada por primera vez en 1569, y que hoy es una de las
versiones más conocidas y leídas en el mundo de la Reforma.

ALFONSO DE VALDES
Como secretario imperial que era, acompañó a Carlos V en la ceremonia de coronación en
1520.
En 1521, volvió a acompañarle, en ocasión de la dieta de Worms, en que vio la
comparecencia de Martín Lutero. Aprovechando esta estancia en aquella ciudad, pudo
informarse sobre el movimiento evangélico y sus postulados.

92
Diez años después, volvió a acompañar al emperador a la dieta de Augsburgo, lo que
aprovechó para hablar con el reformador, amigo de Lutero, Melanchton.
Finalmente, abrazó la Reforma.

JUAN DE VALDES
Era hermano de Alfonso de Valdés. Pero también era un sabio jurisconsulto y secretario del
virrey de España en Nápoles.
Sus obras se caracterizaban por un “amor a la libertad, digno del más santo
encarecimiento”
(De Castro.- Historia de los protestantes españoles, págs. 99-102) (Citado en El Conflicto
de los Siglos pág. 261)
“Escritas con gran maestría y agudeza, en estilo ameno y con pensamientos muy
originales, contribuyeron grandemente a echar los cimientos del protestantismo en
España”.
(Iden. págs.262, 262)

CONSTANTINO PONCE DE LA FUENTE


Era confesor y capellán de Carlos V. De él dijo Felipe II que era “Muy gran filósofo y
profundo teólogo y de los más señalados hombres en el púlpito y elocuencia que ha habido
de tiempos acá”.
En 1548, acompañó al príncipe Felipe a los Países Bajos.
Cuando predicaba en la catedral de Sevilla, a las 8 de la mañana, desde las 4 y aún desde
las 3 de la madrugada, ya estaba tan repleta, que apenas había sitio para poder escucharle.
Pero, por la noche se reunía con sus amigos en casas particulares para estudiar secretamente
la doctrina reformada.
Cuando Carlos V se retiró al monasterio de Yuste, entre los 30 libros favoritos que llevó,
estaba la “Suma Doctrina Cristiana”, de Constantino Ponce de la Fuente.
Y cuando le llegó al monarca la noticia de la detención de este gran hombre, exclamó:
“Si Constantino es hereje, gran hereje es”.
Y finalmente, cuando fue condenado, dijo:
“No podéis condenar a otro mayor”.

93
BARTOLOME DE CARRANZA (1503-1576)
Era este gran hombre, arzobispo de Toledo, cuando tuvo los primeros contactos con la
reforma.
Por mandato de Felipe II, pasó muchos años leyendo libros heréticos, para poderlos refutar
más tarde. Esto hizo que de implacable enemigo del protestantismo se convirtiera, en
secreto, en defensor y sostenedor del mismo.
En 1558, en Amberes, hizo unos comentarios sobre el catecismo, por lo que fue acusado
por la inquisición, de herejía; encarcelado primero en España y luego en Roma en el castillo
de Sant´Angelo.
En los cometarios citados sobre el catecismo él decía hablando de los prelados
reformadores que surgían en España por entonces que “Querían ver revivir en su
sencillez y pureza el antiguo espíritu de nuestros antepasados y de la iglesia
primitiva.”
Esto, pronto le valió la acusación y encarcelamiento entre los muros de la Inquisición,
primero en España, luego en Roma y finalmente en España de nuevo, en un convento de
dominicos.
Y aunque podríamos hablar de muchos otros, nos limitaremos a hacerlo del último
ajusticiado de la Inquisición, a caballo entre los siglos XVIII y XIX:

CAYETANO RIPOLL (-1826)


Era un maestro de escuela español, que había luchado contra los franceses en la guerra de la
Independencia. Fue hecho prisionero y llevado a Francia donde por su relación de un grupo
de cuáqueros franceses que le acogieron, se convirtió al Deísmo. A su vuelta a España fue
denunciado por no llevar a sus alumnos a misa y por sustituir la frase “Ave María” por “Las
alabanzas pertenecen a Dios”, en las oraciones del colegio.
En 1824, fue arrestado, encarcelado y juzgado, y tras una espera de dos años fue condenado
a morir en la horca. Se preparó una “hoguera” simbólica, en que las llamas estaban pintadas
en un barril, bajo la horca. Pero la horca era real, y en ella murió el 26 de julio de 1826. Sus
restos fueron introducidos en el barril y quemados en el antiguo cremador de la Inquisició,
junto al puente de San José, en el río Turia, que hoy forma parte del jardín del Turia.
Finalmente, el 15 de julio de 1834, se publicó un decreto por el que se suprimía
definitivamente el “Tribunal de la Santa Inquisición” y se destinaban todas sus propiedades
a la extinción de la deuda pública y al justo pago de los salarios de los antiguos
funcionarios . A partir de entonces, dejó de existir la Inquisición en España.
(Descargado por Internet, de Wikipedia, la enciclopedia libre).
Pero aunque pareciera que nunca llegaría a España la libertad religiosa, Dios, que sabe
esperar, permitiría que pasando el tiempo, surgieran nuevas ideas, nuevas maneras de
entender las cosas y nuevas personas, con mentes nuevas, para facilitar una nueva era en
este sentido.
Y pasando por alto varios siglos, llegamos a la Guerra Civil española de 1936-1939, que
condujo a unas décadas de ausencia de libertades, entre ellas, la religiosa.

94
Pero, poco a poco, pasados los primeros tiempos de radicalismo en contra, se fueron
abriendo algunas personas y algunas circunstancias favorables a un cambio en este sentido.
Y varios hombres contribuyeron a ello:

GRANDES DEFENSORES DE LA LIBERTAD


FERNANDO MARIA CASTIELLA (1907-1976)
Habiendo sido ministro de Asuntos Exteriores, presentó sus credenciales al Papa Juan
XXIII, al poco de ser este, elegido como Sumo Pontífice.
Y cuando algunos años después, ya él jubilado, el que escribe estas líneas, tuvo el
privilegio, con otro compañero, de visitarle, nos contó algo sobre su primera entrevista con
el Papa.
Parece ser que el papa Juan XXIII era muy locuaz y si empezaba a hablar el primero, ya
sería muy difícil poder expresarle cualquier inquietud. Es por ello, que Castiella usó una
sencilla estratagema:
Nos decía que llevando un obsequio de parte del General Franco, lo primero que hizo, nada
más ser recibido, fue decirle, más o menos, al tiempo que le entregaba el presente:
“Santidad, en España las cosas van mal”.
Esto produjo una reacción rápida en el papa, preguntando a Don Fernando María el motivo
de esta afirmación, lo que le permitió a este, explicarle los problemas españoles por la falta
de libertad religiosa, como soldados en prisión, templos cerrados, dificultades de pastores
para ejercer el ministerio, etc.
Fue entonces cuando el papa prometió promover recomendaciones, a través del Concilio
Vaticano II, que se celebró en Roma entre los años 1962 y 1965.
Y aunque esta no fuera la única razón, ni los únicos hombres que influyeran en ello, lo
cierto es que en 1967, se publicó, por fin en España, una Ley de Libertad Religiosa, que
aunque aún era mejorable, ya fue un gran paso en el buen sentido.
Luego vino el reinado de Don Juan Carlos I, como ya se ha comentado. Y con ello, la
Democracia, que permitió una mayor apertura, hasta el día de hoy.
Pero, otros muchos hombres contribuyeron al establecimiento de este Estado de Derecho:

JOAQUIN RUIZ-GIMENEZ (1913-2009)


Habiendo sido ministro de Educación en la Dictadura, poco a poco evolucionó en sus ideas
hacia la Democracia, debiendo por ello abandonar su cargo gubernamental.
Fundó una revista titulada “CUADERNOS PARA EL DIALOGO” que fue ya un primer
paso audaz hacia la Democracia. Durante cierto tiempo lideró varios movimientos en este
sentido, siendo uno de ellos a favor de la Libertad Religiosa. Por aquel tiempo el autor de
estas líneas se ocupaba de este Departamento, en la Iglesia Adventista, para la Defensa de
la Libertad Religiosa, y tuvo la oportunidad de asistir a varias reuniones con otros
responsables de otras denominaciones, para este mismo fin.

95
En varias de estos encuentros, asistía Don Joaquín. Era un hombre afable, culto, inteligente
y valeroso, que luchaba con denuedo por lo que él consideraba una causa justa.
Como fruto de sus gestiones y de las de otros muchos que lucharon en este mismo sentido,
poco a poco llegó a nuestro país la tan ansiada Libertad Religiosa que hoy gozamos todos
los que amamos ese derecho inalienable.
Más tarde, ya establecida la Democracia en España, fue el primer Defensor del Pueblo en
nuestro país.
Y mientras escribo estas líneas, me entero por los medios de comunicación que D. Joaquín
ha fallecido a los 96 años de edad. Espero verle en el día glorioso de la resurrección de
todos los que hicieron bien.
“Y los que hicieron bien, resucitarán para vivir…”
(Juan 5: 29).

ADOLFO SUAREZ GONZALEZ ( 1932- )


Fue elegido por el Rey, como presidente del Gobierno Español el 3 de Julio de 1976. con la
difícil tarea de promover la transición de la Dictadura a la Democracia, labor que ejerció
con gran tacto y sabiduría, hasta ver establecida esta en 1978, con la Constitución del 6 de
Diciembre del mismo año.
Ejerció su mandato como presidente del gobierno hasta 1981, en que se vio obligado a
presentar su dimisión.
Pero ningún hombre es suficiente, por sí solo, para los grandes logros, y fue necesario el
concurso de tantos y tantos, unos más conocidos, y otros anónimos. Entre los más
conocidos, nombraremos solo unos pocos:

MARCELINO OREJA AGUIRRE. (1935- )


Jurista, político y diplomático, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores entre 1976 y
1980.
También tuve el privilegio de hablar con él, durante aquellos años inciertos que
luchábamos, desde nuestro humilde puesto, por la Libertad Religiosa. Y me consta que fue
uno de los “luchadores políticos” en pro de esta noble causa.

LOS “PADRES” DE LA CONSTITUCION


No nombraremos a ninguno en particular, pero sí diremos, que siendo hombres sin
experiencia política en este tema, creo que redactaron una constitución de las mejores y
más avanzadas en el mundo moderno, que hoy sigue siendo válida y garante de libertades
en general y de la libertad religiosa en particular.

96
Y por fin, terminado ya este capítulo sobre España, no lo haremos, sin expresar nuestro
aprecio por personas que, religiosas o no, trabajan por el bien de la humanidad:

GRANDES BENEFACTORES
Nos referimos aquí a tantas y tantas personas que por medio de las O. N. G. s realizan un
voluntariado en España y en países del tercer mundo, sacrificando su tiempo, medios
económicos, y comodidades, a favor de miles y miles de necesitados.
Y también los donantes de sangre y órganos, que lo hacen de forma totalmente altruista, a
través de sus familiares o personas autorizadas.
Y las familias “acogedoras” que apadrinan y acogen niños de tantos países y de tantas
familias desafortunadas.
Creo que España es una de las naciones más solidarias en este sentido y damos a Dios las
gracias por ello, deseando que esto sea un referente para todos nosotros, en la medida de lo
posible.
Y cuando ya había dado por terminado este capítulo sobre España, acaba de morir un
hombre maravilloso:

VICENTE FERRER (1920-2009).


Este catalán, nacido en Barcelona, que luchó en la guerra civil, en el bando republicano,
estuvo en la célebre batalla del Ebro, aunque nunca llegó a disparar ni una sola vez.
En 1952, llegó a Bombay, para terminar su formación como jesuita.
Enseguida vio que uno de los grandes problemas de aquella zona era la falta de agua. La
pobreza era extrema y la única fuente de subsistencia era una agricultura pobre, basada
especialmente en el cultivo de algunas hortalizas que apenas daban para mal comer a los
nativos. Inmediatamente se propuso la tarea de enseñar a los lugareños a cavar pozos para
obtener agua y plantar árboles frutales. Al principio. careciendo de herramientas adecuadas,
cavaban los posos casi “hasta con las manos”. Pronto fue conocido como “El cura de los
pozos”.
A continuación, fundó un hospital y un colegio, para ayudar a la gente a salir de su
“miseria” y catapultarlos a una vida nueva.
Pero pronto, los poderosos, creyeron ver un peligro en la emancipación de los más pobres.
Y este temor, llegó más lejos cuando en el semanario de mayor tirada de la época, en 1968,
apareció un articulo titulado “La Revolución Silenciosa”, elogiando la labor de este
hombre.
Y a causa de las intrigas, enseguida llegó una orden de expulsión del país, para Vicente
Ferrer.
Pero más de 30.000 personas recorrieron 250 kilómetros desde Manmad hasta Bombay,
pidiendo la anulación de esta orden.
Y fue la primera ministra Indira Gandhi que encontró una solución “salomónica”:

97
“El padre Ferrer se marchará al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien
recibido en la India”.
Un año más tarde llegó a Anantapur, la única región que le admitía y allí ha vivido hasta su
muerte.
En 1969, abandonó la Compañía de Jesús y se casó con la periodista británica Anne Ferrer
(Apellido del esposo), la cual ha sido desde entonces la “otra mitad de la fundación Vicente
Ferrer”.
Desde entonces, junto con su esposa, siguió cavando pozos para el desarrollo rural, plantó
árboles, promovió el apadrinamiento de 150.000 niños. Benefició directa o indirectamente a
2.500.000 personas, en 2000 pueblos y construyó más de 30.000 viviendas, 3 hospitales, 1
centro de lucha contra el sida y 14 clínicas rurales.
Además de eso, 170.000 niños estudian en 1600 escuelas y 15.000 niños discapacitados lo
hacen en 1300 centros especializados.
También ha construido 2.300 embalses.
A raíz de su muerte, se le ha hecho una entrevista a su viuda, ahora responsable de su
fundación. He aquí una pregunta, a ella dirigida, y su respuesta:
-De donde procedía la fuerza de Vicente?-
-De su fe, que era fuerte como una roca. Tenía fe en que Dios lo había puesto en el
mundo para trabajar por el bienestar de los pobres. Esto le daba mucha fuerza. Su fe
nunca se tambaleó…-”
Y ahora, hemos ya de pasar a otro país, vecino;

98
FRANCIA

Se trata aquí de una de las principales provincias del Imperio Romano, conocida por Las
Galias.
Con las invasiones de los bárbaros, se convierte en paso obligado de visigodos, ostrogodos,
vándalos, borgoñones, lombardos, alamanes, etc.
Ya en plena Edad Media, a partir del año 476, vemos a los primeros reyes francos, unidos
por Clodoveo.
Y no podemos hablar de este rey sin mencionar a su esposa:

CLOTILDE (474?-545)
Era hija de Childerico, rey de Borgoña. Casó con Clodoveo I, rey de los francos, a quien
convirtió al cristianismo.
Al enviudar se retiró a un monasterio y con el tiempo, fue canonizada por la Iglesia
Católica, conociéndosela actualmente por Santa Clotilde.
Siguen los reyes merovingios, que ante su debilidad, son sucedidos por los Carolingios, con
sus famosos “mayordomos de palacio”, con uno de los cuales, empezamos a hablar de la
defensa de la cristiandad, frente a la invasión del Islam:

CARLOS MARTEL (689?-741)


Como ya se ha dicho al hablar de España, desde el año 711, el Islam se había extendido
por toda la Península Ibérica, llegando hasta el sur de Francia, amenazando con invadir el
reino galo y sustituir el Cristianismo por el Islamismo.
Fue entonces cuando Carlos Martel, mayordomo de palacio (equivalente a primer ministro),
presentó en Poitiers una férrea resistencia en el año 732, consiguiendo una victoria total y
salvando así a Francia para la civilización cristiana, lo cual tendría una gran influencia en
toda Europa, hasta nuestros días, al igual que ocurriera con España y Portugal, aunque
mucho tiempo después.
Pero veamos ahora a algunas personas que dentro del cristianismo en Francia han sido una
inspiración religiosa para millones de otros cristianos.

TERESA DEL NIÑO JESUS (1873-1897)


De una cortísima vida, es conocida en el mundoreligioso por su santidad, siendo llamada
“La florecilla de Jesús”.
Escribió una autobiografía titulada “Historia de un Alma” que ha sido una inspiración para
miles y miles de jovencitas, no solo en Francia sino también en toda la Cristiandad.

99
Pero al igual que en España, también en Francia, brotaría la semilla de la Reforma
Evangélica, incluso con mayor número de seguidores y con más tiempo de fructificación,
aunque también como casi siempre, sufriría la persecución, fruto de la ignorancia y el
fanatismo propios de una época.
Veamos solamente algunos casos, entre los muchísimos que podrían citarse:

LOS HUGONOTES
Entre los siglos XVI al XVIII, el protestantismo penetra en Francia con fuerza,
conociéndose a los seguidores como “hugonotes”.
Como en España, se unieron a este movimiento, diversas personas, principalmente entre la
clase media y la nobleza, de tal manera que una gran parte de los que tenían oficios,
estaban entre los seguidores de un “Evangelio Reformado” y “más puro” según ellos lo
entendían.
Esto desató pronto la persecución, especialmente a finales del reinado de Francisco I (1494-
1547) y creciendo bajo Enrique II, (que reinó entre 1547 y 1559).
Después de diversos avatares, incluidas guerras de religión, hay que destacar especialmente
la famosa “Noche de San Bartolomé” el 24 de Agosto de de l572.
Durante el reinado de Luis XIV (1638-1715) muchos millares de ellos, huyeron a otros
países de Europa y a las colonias de Norteamérica, donde encontraron libertad para
practicar un culto según su conciencia.
Pero como resultado de este éxodo obligado, Francia sufrió una enorme pérdida, ya que
quedó sin una gran parte de la sociedad más capacitada y selecta.
A partir de la Revolución Francesa (1789-1793), cambiaron las cosas para bien de esta
causa, y los reformados gozaron de igualdad de trato que los católicos.
Pero hablaremos ahora de otros grandes hombres en el mundo de la ciencia:

JEAN FRANCOIS CHAPOLLION (1790-1832)


En el año 1799, el ejército francés de Napoleón, encontró en Egipto la famosa piedra
“Rosetta”, losa de basalto negro con una inscripción trilingüe, en griego, demótica
(escritura tardía cursiva egipcia) y gerolífica (escritura pictórica primitiva).
Una legión de eruditos, conocedores del griego, trataron de descifrar las otras dos
escrituras, consiguiendo algunos avances en 1802 y en 1819. Pero seguía faltando bastante
para el desciframiento definitivo, hasta que un inteligente joven francés, Juan Francisco
Champollion lo completó en 1822, llegando a la conclusión de que las tres escrituras decían
lo mismo, Y esta fue la clave para descifrar las dos escrituras, hasta entonces,
desconocidas.
Y esta fue también la clave, no solo de la escritura egipcia, sino también de gran parte de la
historia de Egipto y por ende, del mundo bíblico.
Desde entonces, este sabio francés es considerado el padre y fundador de la Egiptología.

100
Este hombre pudo, o no, ser creyente, pero contribuyó y mucho al conocimiento de la
Historia Antigua y al prestigio de los relatos bíblicos, especialmente, aquellos que se
desarrollan en Egipto o su entorno geográfico e histórico.

LOUIS PASTEUR (1822-1895)


Tampoco citamos aquí a este hombre por sus creencias o influencias religiosas, que
pudieron ser buenas, pero que no son el tema de su labor más conocida.
Pero como creemos que a Dios se le honra también haciendo bien a la humanidad y
salvando vidas humanas, lo mostramos como un gran científico que trabajó
incansablemente por la raza humana.
Este sabio francés sentó las bases de la cirugía aséptica, cuando la infección era el terror de
los cirujanos.
Descubrió el procedimiento de la leche “pasteurizada” (de él viene el nombre), que ha
salvado a millones de niños de la tuberculosis ósea, por causa del bacilo de la misma.
Descubrió la vacuna contra la rabia, que a tantas personas había matado, sin que se
encontrase remedio para ellas. Para ello, él mismo chupaba la saliva de perros rabiosos a
través de un tubo de cristal, arriesgando su propia vida, para luego inyectarla en conejos y
luego les extraía la médula espinal, poniéndola a secar hasta debilitar el virus y volverlo
inocuo.
Con los años, el Instituto Pasteur ha adquirido fama de ser el laboratorio de investigaciones
médicas más fecundo del mundo.
Hoy hay una cadena de laboratorios Pasteur que está esparcida por todo el globo, aplicando
las técnicas de este Instituto y siendo una verdadera bendición para la Humanidad.

JEAN HENRI CASIMIR FABRE (1823-1915).


Este naturalista francés, realizó tan deliciosas descripciones de la vida de los insectos que
fue llamado por algunos “El poeta de los insectos”, “El Virgilio de los insectos” y
“Observador incomparable”.
Antes de dedicarse a esta especialidad, había sido profesor de Matemáticas, Física y
Química.
Pero al retirarse de la enseñanza, se dedicó con fervor a su afición favorita, de la que ya
hemos hablado, especializándose en Entomología.
Se dedicó a estudiar la vida, costumbres e instintos de los insectos vivos, ya que lo hacía en
el jardín de su casa, sobre el terreno y no sobre los libros, como lo hacían la mayoría.
Publicó una serie de libros científicos elementales, llenos de colorido, que fueron libros de
texto durante mucho tiempo en las escuelas francesas de primera y segunda enseñanza.
Escribió otra obra en diez volúmenes, llamada:“Souvenirs Etimologiques” en la que se
hacía una descripción literaria de la vida de la araña, mosca, abeja, avispa, oruga,
saltamontes, luciérnaga, escorpión, etc., que fue la delicia de millones de personas en
Francia y allende las fronteras.

101
Pero si era un buen científico, también lo era un buen creyente. Dice un autor:
“Hay en todos los escritos de Fabre una honda reverencia religiosa-nunca expresada
directamente, pero nunca ausente-y una firme creencia en el orden de la naturaleza.
Este sentido de lo divino en cuanto observaba era su instrumento principal”
Alguien le preguntó en cierta ocasión si creía en Dios.
No-respondió-no tengo necesidad de creer en El; Lo veo en todas partes.
Y en nuestro recorrido de oeste a este por Europa, pasamos ahora a buscar “vasos de barro”
en otro país de nuestro entorno geográfico:

102
REINO UNIDO

Su nombre actual es REINO UNIDO DE LA GRAN BRETAÑA, y está formado por


Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte.
En el siglo II (a. C.) fue invadido por los celtas que establecieron su civilización propia.
Poco después fueron los romanos los que conquistaron parte de su territorio.
En el siglo V, los galeses se convirtieron al cristianismo y en 597, Agustín de Hipona
realizó una obra importante de afianzamiento de le fe cristiana.
Enrique VIII (1509-1547) se separó de Roma y fundó la Iglesia Anglicana.
Bajo Eduardo VI (1547-1553) se introdujeron en Inglaterra las tendencias calvinistas,
precedentes del futuro partido de los “Puritanos”
María Tudor (1553-1558) reinstauró el catolicismo en Inglaterra.
Isabel I (1558-1603) adoptó una postura intermedia entre católicos y calvinistas.
Jacobo I (1603-1625) fue absolutista, con una intransigencia política y religiosa que
provocó la emigración de los puritanos a Norteamérica.
Y así, ahora, debemos hablar de su obra y relación con el mundo moderno:
Inglaterra siempre ha sido y es un país de navegantes, debido, posiblemente en parte, a su
carácter insular. Y, entre los muchos grandes navegantes que ha dado este país, citamos a
uno, verdaderamente extraordinario:

JAMES COOK (1728-1779)


Aunque españoles y portugueses habían descubierto, explorado y colonizado gran parte del
globo, aún quedaban muchos “rincones” por descubrir. Y tras los iberos, serían
especialmente los ingleses los encargados de ello.
Y posiblemente el hombre más destacado en este sentido fue el marino y explorador que
nos ocupa.
En los años 1763-67 estudió las costas de Terranova y Labrador. En 1768, exploró la costa
de Nueva Zelanda y la costa oriental de Australia. En los años 1772-75 llegó a las latitudes
más australes que ningún otro navegante anterior. Exploró el Oceáno Antártico y las
Nuevas Hébridas y descubrió Nueva Caledonia, Nueva Georgia y las islas Salomón y
Lealtad. Levantó cartas de la costa norteamericana del Pacífico y llegó hasta el estrecho de
Bering, donde se unen Asia y América. También trazó mapas de algunos de los más
distantes y peligrosos mares del mundo.
Pero además se vio obligado a combatir el escorbuto, aprendiendo a tomar medidas que han
salvado a Inglaterra más marineros de los que perecieron por ella en las guerras
napoleónicas. Finalmente, en 1778, descubrió las islas Hawai, que son las mayores del
extenso archipiélago de la Polinesia.

103
Pero no se trata solo de descubrir tierras y mares. Toda esta labor de tantos y tantos
hombres intrépidos, facilitaría después la extensión del Evangelio entre paganos, ganando
territorios para la cristiandad. ¿No dijo el Salvador:
“…y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra”? (Hechos 1: 8).
Pero si han sido muchos y muy buenos los navegantes, no lo han sido menos los científicos.
Hablemos de algunos de ellos:

ISAAC NEWTON (1642-1727)


Este matemático y físico inglés , es conocido universalmente por haber enunciado la ley de
la Gravitación Universal.
Pero hizo muchas más cosas: En 1666, consiguió descomponer la luz blanca en sus colores
constituyentes. En 1668, construyó el primer telescopio de reflexión. Inventó, además, un
nuevo sistema matemático: El cálculo diferencial.
El famoso librepensador francés, Voltaire, después de conocer a Newton personalmente,
dijo que “Si se reuniesen todos los genios del universo, él debería dirigir al grupo”.
(La ciencia descubre a Dios, pág. 23, 24).
Pero lo más interesante para el objeto de nuestro libro es que era una gran creyente.
Afirmaba que el sistema planetario “tenía que ser atribuido a un sistema perfectamente
ordenado”. Que demostraba la existencia de un Supremo Creador”.
En cierta ocasión escribió, hablando de su trabajo:
“No sé cómo me considera el mundo, pero a mí me parece que he sido como un niño
que juega en la playa y se divierte encontrando una piedra más lisa que otra, o una
concha más bella que la anterior, mientras que el inmenso mar de la verdad aparece
desconocido ante mí”.
Y además de todo eso, Newton fue un gran estudioso de la Biblia, que él podía leer en las
lenguas originales, hebreo, arameo y griego, llegando a interpretar algunas de las profecías
más desconocidas como las que se hallan en el libro del profeta Daniel, capítulos 7-9,
llegando a la conclusión que algunas de estas profecías predecían la historia del mundo.
Creía también, que todas las naciones que existen se derivan de Noé y que Dios ha creado
todas las cosas.
Sentía una profunda reverencia hacia Dios y comentó: “Este ser gobierna todas las cosas,
no como el alma del mundo, sino como Señor sobre todos” (Iden, pág. 27).
Contribuyó, además, en la construcción de cincuenta nuevas iglesia en el término municipal
de Londres y en el reparto de Biblias entre los pobres.
Muchos lo consideran el mayor científico de todos los tiempos, pero esto no era
incompatible con una profunda fe religiosa.
Al observar nuestro Sistema Planetario, decía:

104
Este bellísimo sistema del sol, los planetas y los cometas solo podría proceder del
consejo y el dominio de un Ser inteligente y poderoso”.
(La Ciencia encuentra a Dios, pag. 22, 23).
Y terminamos con una frase más de él:
“Así, por tanto, la gravedad puede poner a los planetas en movimiento, pero sin el
poder divino nunca habría podido ponerlos en un movimiento circundante como el
que tienen en torno al Sol, y, en consecuencia, por esta y por otras razones, me veo
obligado a atribuir la estructura de este sistema a un agente inteligente”. (Iden, pág.
45).

ALEXANDER FLEMING (1881-1955)


Transcribo de una hoja de calendario del “Sagrado Corazón de Jesús”, 8 Mayo de 2008, lo
siguiente:
“Se apellidaba Fleming. Era un pobre granjero escocés. Un día oyó un grito que venía
de la ciénaga. Corrió allí. Aterrorizado y atascado en el fango hasta la cintura estaba
un niño tratando de liberarse. El granjero lo salvó de una terrible muerte. Al día
siguiente un vistoso carruaje se acercó al solitario lugar del escocés. Un hombre
elegante y de aristocrático aspecto salió de él y se presentó como el padre del niño
salvado.
-Quiero pagarle por haber salvado la vida de mi hijo.
-No, no puedo aceptar un pago por lo que hice-dijo el granjero en el momento en que
llegaba su hijo a la puerta de su pobre casita. .
-Te hago un trato-continuó el noble-, Déjame que yo me ocupe de que tu hijo tenga la
misma educación que tendrá el mío. Si el chico es como su padre, no hay duda deque será
un hombre del que ambos estaremos orgullosos.
Así se hizo. El hijo del granjero estudió Medicina en Londres y llegó a ser conocido en
el mundo entero como Sir Alexander Fleming, el inventor de la penicilina. El chico
salvado sería con el tiempo Sir Winston Churchill.”,
(Recordemos que este fue, en gran medida, “salvador” de Inglaterra, en la segunda guerra
mundial).
A primera vista no estamos hablando de un hombre religioso. Solo de un científico. Pero
¿No ama Dios a los hombres y mujeres de este mundo y quiere que sufran lo menos
posible? ¿No quiere Dios que ayudemos a la humanidad. para aliviar sus sufrimientos en la
medida humana que podamos?. ¿No quiere el Señor que trabajemos, aprovechando el
tiempo sagrado que El nos concede en “dar vida” cuando tantos tratan de quitarla?
Finalmente, Fleming recibió el premio Nobel de Medicina y Fisiología, que compartió con
tres colaboradores más, que trabajaron con él en el famoso descubrimiento.
Pero pasamos ahora al terreno puramente religioso, para ver a algunos “héroes de la fe”,
como llama San Pablo a otros creyentes en la Epístola a los Hebreos.

105
JOHN WICLEFF (1324-1384)
Siendo sacerdote católico, reprobó el lujo en que habían caído las órdenes religiosas y pidió
que fueran disueltas y que los monjes se dedicaran a ganar el pan con el sudor de su frente.
Esto le valió ser condenado como hereje por el papa Gregorio XI en 1377.
Entonces, él propuso que la iglesia tomase como única dirección la Sagrada Escritura y
condenó el celibato obligatorio del clero, el valor de las misas por los difuntos, la teoría de
las indulgencias y la veneración de los santos y de las reliquias.
En 1380 tradujo la Biblia al inglés, basándose en la Vulgata Latina.
Aunque su reforma no fue aún completa, pues la luz llega a los hombres gradualmente, él
fue un precursor de la gran reforma que posteriormente emprendería Lutero.
Además su vida y enseñanzas influyeron en otros precursores, como Juan Huss, de que
hablaremos cuando lleguemos a la República Checa.

JOHN KNOX (1505?-1572)


Si Wicleff había sido una luz para Inglaterra, knox lo fue para Escocia, su tierra natal.
Fue el principal fundador de la Iglesia Presbiteriana.
Por sus predicaciones reformistas y condenatorias de las enseñanzas católicas fue
condenado como hereje.
En 1547 fue capturado por los franceses y condenado como galeote en el río Loira durante
19 meses.
Más tarde, vivió en Ginebra donde fue pastor de la Iglesia Inglesa durante tres años.
Al volver a Escocia introdujo el calvinismo.
Y en 1572, se trasladó a Edimburgo donde siguió predicando con energía a pesar de su
ancianidad, de tal manera que tenían que ayudarle para subir al púlpito, hasta que falleció,
Pero como ya hemos dicho, su influencia no falleció y la semilla por él sembrada daría sus
frutos no solo en el Reino Unido sino en otros países,
Pero la intransigencia puede venir de cualquier iglesia, cuando esta tiene mayoría, y por
consiguiente, poder.
Ya hemos visto como Enrique VIII (1509-1547) se separó de Roma y fundó la Iglesia
Anglicana,
Pero también hemos visto que el anglicanismo, pronto cayó en el error de convertirse en
religión oficial del Estado.
Y es así, como casi siempre ocurre, que gradualmente, los estados y las iglesias estatales,
van suplantando la libertad de los grupos minoritarios, llegando a la persecución y muerte
de los que se atreven a vivir según su conciencia.
Y apareció el hombre que llevaría a ejecución esta política en su máximo grado.

106
Jacobo I, (1603-1625) fue un rey absolutista, uniendo a la intransigencia política la
religiosa, sosteniendo el principio del “Derecho Divino de los Reyes”, según el cual, los
monarcas son amos de vidas, haciendas y conciencias.
Y es así como la famosa Torre de Londres fue el escenario donde más de 1500 personas
murieron por su fe religiosa y otros motivos.
Hablaremos en primer lugar de:

CUATRO JESUITAS INGLESES


En el año 1606, había una dura persecución contra los católicos. Más de 1500 personas
murieron cautivas en la famosa Torre de Londres, uno de los lugares más tenebrosos y de
más triste memoria que han existido.
Entre los mártires fueron los jesuitas Nicholas Owen, Edgard Oldocorne, Ralph Ashley y
Henry Garnet.
Pero la intransigencia religiosa no tiene ni justificación alguna, ni atenuantes de ninguna
clase. Y cuando surge ese espíritu demoníaco, puede alcanzar a cualquier credo y persona.
Y si bien, en esta ocasión se cebó con católicos, en otras, lo hizo con reformadores
evangélicos de diferentes denominaciones:
Y así, una vez establecida la Iglesia Anglicana, con una mezcla de calvinismo con carácter
estatal, se convirtió, especialmente bajo Jacobo I, en intransigente y perseguidora, no solo
ya de católicos, sino también de “protestantes” con ideas diferentes a las de la Iglesia
Oficial.

“LOS PADRES PEREGRINOS”


Dice la Historia Universal Daimon, tomo 7, página 389, lo siguiente:
“El descontento y la miseria impulsaron a muchos ingleses, acaso los mejores y con
mayor deseo de justicia y de libertad, a buscar al otro lado de océano un hogar en que
pudieran vivir a tenor de sus leyes y según su conciencia…”
En otoño de 1620, zarpaba de Inglaterra un barco, hoy mundialmente celebre llamado May-
flower (Flor de Mayo) con unos cien puritanos a bordo, llamados posteriormente “Los
padres peregrinos”. Después de una travesía de tres meses desembarcaron en las costas de
Massachussets, donde hoy está la segunda ciudad de Plymount. Los descendientes de
aquellos “padres” son considerados hoy como el núcleo histórico del pueblo americano.
Todos sabemos que este pueblo, con sus enormes defectos y carencias propias de todo lo
que es humano, es todavía un ejemplo de libertades y defensa universal de las mismas.
Pero lo hablaremos cuando lleguemos al capítulo correspondiente.
Hablemos ahora de otros reformadores, amantes de la libertad de conciencia que
permanecieron fieles a su Dios en medio de la persecución y oposición.
Y ahora, pasamos a dos hermanos en la carne y también en la fe, de un carácter
extraordinario.

107
Se trata de los hermanos Wesley:

JOHN WESLEY (1705-1791


Fue el fundador del Metodismo, uno de los movimientos evangélicos más pujantes y
extendidos que han existido.
Sus inquietudes religiosas le llevaron a fundar el “Holy Club” (Club Santo) donde sus
componentes se reunían periódicamente para estudiar el Nuevo Testamento de la Biblia.
Pero no era un hombre solamente teórico. También lo era práctico. Se dedicó a asistir a los
enfermos y visitar a los presos.
En 1735, siendo diácono de la Iglesia Anglicana, fue enviado a la nueva colonia de
Georgia, por la Sociedad de la Propagación del Evangelio para atender las necesidades
religiosas de los nuevos colonos, y misionar a los indios.
Pero a su regreso a Londres, asistió a una reunión de los “Hermanos Moravos” y dice que
“sintió en su corazón un fuego extraordinario”, de tal manera que esta experiencia marcó un
“nuevo nacimiento” en su vida religiosa. Comprendiendo que hasta ese momento su vida
religiosa había sido un tanto formalista, se entregó a Dios sin reservas y empezó una labor
de predicación ferviente del Evangelio, organizando iglesias, que luego fueron llamadas
“metodistas”, de tal manera que a su muerte, había solo en Inglaterra 71.668 miembros. Y
aún más, en los EE.UU,

CARLOS WESLEY (1708-1788)


Habiendo sido ordenado al Ministerio para la predicación del Evangelio, viajó a EE.UU.
junto con su hermano Juan., En el mismo barco había un grupo de Moravos. Durante el
viaje se desencadenaron violentas tempestades que producían gran temor entre los
pasajeros. Pero los hermanos Wesley observaron que los moravos permanecían en completa
calma, y esto les impactó de tal manera que Carlos, también comprendió la necesidad de
consagrarse a Dios por completo, y así lo hizo, siendo desde entonces un cristiano más
ferviente y consagrado, hasta su muerte.
Hablando de esta experiencia, dice Juan Wesley, al hablar del culto que los moravos
estaban celebrando en el barco, cuando se desató una tormenta:
“Cuando iban a mitad del salmo que estaban entonando al comenzar su culto, el mar
embravecido desgarró la vela mayor, anegó la embarcación y penetró de tal modo por
la cubierta que parecía que las tremendas profundidades nos habían tragado ya. Los
ingleses se pusieron a gritar desaforadamente. Los alemanes siguieron cantando con
serenidad. Más tarde pregunté a uno de ellos: -¿No tuvisteis miedo?-Y me dijo- No,
gracias a Dios.- Volví a preguntarle- ¿No tenían temor las mujeres y los niños? – Y
me contestó con calma: - No, nuestras mujeres y nuestros niños no tienen temor de
morir.-“
(Whitehead, op. cit., pag. 10)
(Citado en El Conflicto de los Siglos pág. 297, 298).

108
DAVID LIVINGSTONE (1813-1873)
Creo que es bastante conocido este misionero y explorador escocés.
En 1849 inició sus exploraciones con un viaje al lago Ngami, que descubrió y exploró, y al
río Zambeze.
En 1852 llegó de nuevo al Zambeze, remontó el río y llegó a la costa de Luanda. Después
volviendo sobre sus pasos, descubrió las cataratas Victoria.
En mayo de 1856 llegó a Quelimane.
En 1858, acompañado del Dr. Kirk, exploró los ríos Zambeze, Shiré y Robuma y descubrió
el lago Nyasa en 1859.
Luego realizó un viaje a Inglaterra y otro a la India.
En 1866 acometió su último viaje a Africa con el objetivo de descubrir las fuentes del Nilo.
Para ello desembarcó en Mikindani y desde allí siguió por el río Royuma y el lago Nyasa,
atravesando los ríos Luangwa y Chambre hasta el lago Tanganika. Continuó por la costa
meridional del lago Gweru, descubrió el lago Bangweulu, atravesó el lago Tanganika y
llegó a Ujiji. A pesar de encontrarse emfermo, partió de Ujiji en julio de 1869 y, tras sufrir
penalidades sin cuento, dio con el Lualaba en Nyangwe. A su vuelta a Ujiji en octubre de
1871. encontró a Stanley , enviado en su ayuda por el periódico New York Herald. Luego,
mientras el periodista volvía a la costa llevando los diarios del explorador, él siguió hacia el
sur y bordeando la ribera suroriental del Tanganika, llegó a la aldea de Chitambo, donde
murió.
Había abierto el camino a las expediciones misioneras y colonizadoras como nadie antes ni
después lo pudo hacer, prácticamente solo.
Resumamos diciendo que trabajó por Africa durante treinta y tres años de viajes y fatigas,
en constante lucha con las enfermedades tropicales y bajo el peligro de ataques por parte de
salvajes y de animales feroces. Pero llevó la luz de la civilización cristiana a la parte más
atrasada del mundo.
Luchó incansablemente contra la esclavitud, las supersticiones y el analfabetismo. Dedicó
también su vida a combatir el tráfico de esclavos, de tal manera que los negros le
bautizaron con el nombre de “El Hombre Bueno”.
Cuando llegaba a nuevas tierras repartía telas, herramientas y medicamentos, solo a cambió
de su amistad. Una vez lograda la amistad se quedaba a trabajar en la tribu durante semanas
o meses.
Los domingos por la mañana reunía a los nativos a su alrededor y les predicaba mensajes
evangélicos en los diversos idiomas o dialectos.
Esto hacía que aquellos salvajes, aunque no siempre comprendieran sus palabras, si
comprendían e intuían que aquel hombre era bueno y que por lo tanto el Dios del que
predicaba debía también ser bueno.

109
Diariamente demostraba el valor de la quinina en el tratamiento de la malaria. Durante los
primeros cinco años de trabajo, él mismo sufrió treinta y un ataques de fiebre, pero pudo
sobrevivir gracias a la quinina. Y con ella devolvió la vida a familias y tribus enteras.
En resumen, cumplió con el mandato de Jesús:
“…¡Venid, benditos de mi Padre!...Porque tuve hambre…tuve sed…estuve
desnudo…enfermo…y vinisteis a mí.” (Mateo 25: 34-36)

WILLIAM CAREY (1761-1834)


Fue orientalista y el primer misionero inglés enviado a la India, bajo el patrocinio de los
baptistas.
Fue profesor de lenguas en Calcuta de 1801 a 1830. Compuso diversas gramáticas y
diccionarios y publicó diversas partes de la Biblia en unas 40 lenguas orientales y editó el
“Ramayana”.

FLORENCE NIGHTINGALE (1820-1910)


Fue conocida como “La dama de la lámpara” o “El ángel de Crimea”.
Había nacido en Florencia (Italia), pero de nacionalidad inglesa, esta enfermera de la alta
sociedad victoriana, se dedicó a la desprestigiada profesión por aquel entonces, de cuidar
enfermos.
Por aquel tiempo había un guerra en Crimen y el hospital militar británico se encontraba en
condiciones desastrosas. Al tener conocimiento de ello, esta dama rica y agraciada, se
ofreció al Ministerio de la Guerra para ir a Crimea y realizar una labor que era vista con
malos ojos por aquella sociedad inglesa.
En 1854 viajó a aquel país con 38 enfermeras que ella misma había adiestrado y se dedicó a
la difícil tarea de reorganizar los hospitales de aquel país, aplicando medidas de asepsia y
educación sanitaria.
Pronto la mortalidad descendió del 42% al 2%.
A consecuencia de unas fiebres que contrajo en ese país, quedó parcialmente inválida, pero
siguió trabajando hasta 20 horas diarias, para el ejército británico y para la India en general,
cambiando totalmente la mentalidad de la época y los métodos hospitalarios y sanitarios del
país.
Como resultado, en Inglaterra numerosos hospitales adoptaron sus métodos en la
preparación de enfermeras, hasta los tiempos actuales.
También fue defensora y propagandista ferviente de la fundación de la Cruz Roja
Internacional.
En 1907, fue la primera mujer en recibir la Orden del Mérito por el gobierno británico.
Descendamos ahora un poco hacia el sur y entremos en otro gran país:

110
ITALIA

Nos encontramos ahora en el centro histórico de Europa. Si Grecia fue la “abuela” de este
continente, Italia fue la “madre” del mismo, a la que ha aportado su cultura.
Y como toda nación, ha dado al mundo grandes vidas humanas, como exploradores, sabios,
artistas, santos y “pacificadores”, capaces, todos ellos de transportar en su seno de “barro”,
el “tesoro” de Dios
Veamos algunos de ellos:

PEDRO DE VALDO (c. 1140-1217)


Aunque no era italiano, lo colocamos aquí por su influencia en el gran movimiento
valdense, en Italia
Era un rico comerciante de Lyon, que en 1170 renunció a las riquezas y emprendió un
peregrinaje, predicando la pobreza voluntaria, como medio de seguir las pisadas de
Jesucristo.
Pronto aparecieron seguidores, llamados los “hombres pobres de Lyón”, muchos de los
cuales se establecieron en los valles de los Alpes Cotios, en los de Torre Pellice, (en el
Norte de Italia), en los de Angrogna y Chisone, así como en la Provenza y el Delfinado.
Se trataba de cristianos que trataban de volver a la pureza del Evangelio, no aceptando más
autoridad que las Sagradas Escrituras.
Enseñaban que la Iglesia Popular se había desviado del verdadero cristianismo y
rechazaban, por consecuencia, muchas de sus doctrinas.
Los que se establecieron en los valles del Piamonte, vivían una vida austera, enseñando a
sus hijos a vivir fielmente según las enseñanzas de Jesucristo.
Cuando estos niños crecían y ya estaban preparados para la “misión” bajaban a los
poblados, llevando baratijas para vender, que mostraban en una bandeja colgada del cuello,
por lo que fueron llamados “colportores”. Y cuando tenían ocasión, sacaban porciones de la
Biblia que llevaban ocultas y predicaban la doctrina que ellos consideraban verdadera. Esto
hacía que bastantes personas, algunas de la alta clase social, se convirtiera y, dejando a un
lado sus riquezas y comodidades, marchara con ellos a los valles de la montaña para seguir
la nueva fe, por ellos abrazada.
Como es natural, esto provocó pronto la persecución.
En 1148, fueron excomulgados por el papa Lucio III.
En 1215, volvieron a ser excomulgados por el papa Inocencio III.
Por supuesto, estas excomuniones eras seguidas de persecuciones más o menos terribles,
con muertes espantosas, muchas veces.
Hubo mujeres, que se lanzaron al vacío con sus niños en brazos antes que abjurar de su fe.

111
Una de las persecuciones más terribles fue la desatada contra los albigenses en el sur de
Francia y sur y oeste de Alemania, entre los años 1209-1229, en que muchos valdenses
perecieron también.
Bajo el pontificado de Juan XXII (1316-34), sufrieron otra gran persecución.
Igualmente bajo Urbano V (1362-70).
Y también bajo Gregorio XI (1370-78).
En 1475 la duquesa de Saboya les declara la guerra “a muerte”, enviando a las montañas
piamontesas verdaderos ejércitos para aniquilarlos. Y muchas de sus casas y templos, son
destruidos. Pero cuando ellos se reponen, reedifican una y otra vez, y siguen ejerciendo su
fe religiosa “contra viento y marea”. Hubo templos que fueron destruidos y reedificados
hasta cuatro y cinco veces. Y cuando ya no tenían templo, se reunían en una famosa cueva
llamada la “Chiesa de la Tana”.
En 1487, el papa Inocencio VIII organiza una cruzada contra ellos, con la consiguiente
destrucción.
Por fin en 1561, el duque de Saboya les concede libertad de cultos en algunos valles
piamonteses.
Pero en 1686, otro duque de Saboya los destierra a Ginebra, donde gozan de plena libertad
religiosa, al amparo de un país protestante.
Pero, pasado poco tiempo, ellos no están conformes, pensando que han dejado de testificar
en su patria y organizan un regreso a Italia, a través de los Alpes, aprovechando un terrible
invierno en que los pasos fronterizos no están vigilados. Y en esa travesía mueren
bastantes. Pero los supervivientes se establecen de nuevo en su tierra, hasta el día de hoy,
dando testimonio de su fe.
Hoy día, son una denominación más, sin gran número de seguidores. Pero históricamente,
han sido como un nexo de unión y continuidad entre los cristianos primitivos y los
creyentes fieles de los tiempos actuales.
Y si lector desea conocer más detalladamente estos hechos, pued e hacerlo, visitando el
Museo Valdense, en la ciudad piamontesa de Torre Pellice, en el norte de Italia.

FRANCISCO DE ASIS (1182-1226)


Se llamaba Juan Francisco Bernardote y era, según algunos “el más grande espíritu que ha
vivido jamás entre los hombres”. Indudablemente, debemos exceptuar a Jesucristo, del que
Francisco era su discípulo.
Siendo un rico y joven comerciante, se despojó de todos sus bienes y hasta de sus ropas
prescindibles, para dar todo a los pobres y vivir como el más pobre de los hombres. Desde
ese momento, el mundo sería su casa y todos los pobres, su familia.
Es bastante conocido su amor por todas las criaturas, hasta el punto de llamarlas hermanas.
“La hermana liebre”, “la hermana golondrina”, etc. lo cual hacía con un cariño
auténticamente fraternal.

112
Se cuenta que estando en el pueblo de Gubbio, supo que había por los alrededores un feroz
lobo que tenía atemorizada la comarca. Se fue hacia él y le habló de tal manera que el
animal se volvió manso y se convirtió en compañero de juego de los niños y nunca más
hizo daño a nadie.
Ya al final de su vida, Francisco, enfermo y postrado en su lecho compuso un salmo de
alabanza a Dios:
“Excelso y omnipotente Señor. A Ti sea alabanza, gloria, honor y todas las
bendiciones, con todas tus criaturas, especialmente nuestro hermano el Sol que nos
trae el día y nos trae la luz…Alabado seas, Señor, por nuestro hermano el viento…el
aire…las nubes…las calmas…las tempestades…el agua…el fuego… la tierra…”
(“Grandes Vidas Grandes Hechos”, de Selecciones del Readers´s Digest, Pág. 188).

MARCO POLO (1254-1323)


Su padre, Nicolo, y su tío Maffeo ya eran navegantes, como buenos venecianos y ya habían
viajado por Oriente, siendo recibidos por el gran emperador mogol de Catay, Kublay.
En 1271 emprendieron un nuevo viaje a Oriente y llevaron consigo al joven Marco.
De nuevo en la corte de Kublay, este, nombró a Marco gobernador de uno de sus estados.
Los viajeros permanecieron en aquel país hasta 1292, regresando a Venecia en 1295.
En 1298, hubo una guerra entre Catay y Venecia y Marco Polo que mandaba un navió fue
capturado en un combate naval.
Y fue durante su cautiverio que pudo relatar sus viajes, en francés, a un compañero de
cautividad.
En 1299 fue liberado y pasó a ser miembro del gran consejo de Venecia hasta su muerte.
No tenemos noticias de ninguna hazaña puramente religiosa, pero sus relatos han sido una
inspiración y orientación para multitud de otros viajeros y misioneros que han llevado el
Evangelio de Jesucristo a gran parte del gran continente asiático.
Gracias a sus relatos, los europeos pudieron leer noticias sobre Japón, Corea, Indochina,
Birmania, Java, las islas de Andamán, Liberia, Abisinia y Madagascar.
Pero ante todo, Dios vela y dirige la historia de forma que los hombres ni sospechamos
muchas veces. El no sospechó jamás que el mundo fuera redondo, pero ciento cincuenta
años después, su relato de que un gran océano bañaba Asia por Oriente, sugirió a Cristóbal
Colón la idea de que navegando hacia Occidente, a través del Atlántico, se podría llegar a la
China.
Lo asombroso es que Colón en su primer viaje, llevaba en su equipaje un volumen de los
viajes de Marco Polo.
Pasemos, ahora, a hablar de un gran sabio italiano, en relación con el tema que nos ocupa:

113
DANTE ALIGHIERI (1265-1321)
Estamos ante uno de los más grandes poetas de todos los tiempos. Era visionario, y
precursor y padre del idioma italiano.
Por muchas cosas merece ser nombrado, pero hay una que le hace aparecer entre los
portadores del “tesoro de Dios” de forma especial.
Es universalmente sabido que escribió “La Divina Comedia”, la cual, más que una
comedia, yo diría que es un drama de hondo calado espiritual. Se trata de una visita
imaginaria al más allá, traducida en cincuenta idiomas.
Al leer esta obra, el lector se ve compelido a examinar su conciencia y dejar la vida
pecaminosa, para emprender una vida de orden, de justicia y de paz.
Como resultado de este cambio, él soñaba con un mundo unido y justo. Pero también
preveía el tormento de los réprobos, la felicidad de los salvados y sus azarosas aventuras en
el camino hasta llegar a la perfección y salvación eterna.
Esta obra inspiró a Miguel Angel en su “Juicio Final”.
Y al hablar de una Europa unida, censuraba la guerra, la injusticia, la tiranía y la corrupción
de los poderosos. Finalmente asegura que el amor es lo que mueve el Sol y las estrellas.
Después de su muerte, su libro era explicado en las universidades de Italia y en las iglesias
como la obra moral y religiosa más importante de su época.

GIROLAMO SAVONAROLA (1452-1498)


Este dominico italiano, fue en cierto sentido un adelantado a su tiempo, un precursor de la
Reforma, desde dentro de la Iglesia Católica, sin salir de ella, como otros lo harían después.
Emprendió una reforma cívica en Florencia, declarando a Cristo el Rey de esa ciudad, lo
que le granjeó el favor de los florentinos. Sin embargo, cuando fue propuesto para el
cardenalato, rehusó tal honor, alegando que la Iglesia, ya no era cristiana. Esto le valió la
excomunión en 1497 por parte del papa Alejandro VI, a lo, que él respondió,
excomulgando a su vez al papa y proponiendo un concilio para reformar la iglesia, lo cual
le fue denegado taxativamente.
Durante una revuelta fue encerrado en prisión y torturado varias veces para que renunciara
a sus predicaciones. Pero ante su firmeza y lealtad a su conciencia, fue condenado a morir
en la hoguera, lo que ocurrió el 23 de Mayo de 1498.
Hemos dicho que fue, relativamente, un precursor de la Gran Reforma del siglo XVI.
Martín Lucero reimprimió en 1524 el salmo “In te Dominne Speravi”, escrito por
Savonarola en la prisión

114
GALILEO GALILEI (1564-1642)
Mucho podríamos decir de este genio italiano.
Pero lo más conocido es su teoría sobre el heliocentrismo, en contra de la reinante sobre el
geocentrismo.
Mil años antes de él, ya Tolomeo había enseñado que la tierra es el centro del universo y
que tanto el sol, como la luna y las estrellas giraban alrededor de la tierra. Pero Galileo se
atrevió a descartar los dogmas reinantes y familiarizado con las teorías de Arquímedes,
refutó las teorías aristotélicas sobre la caída de los cuerpos, y descubrió la ley de la
dinámica y de la inercia de los cuerpos, tanto terrestres como celestes. En realidad, fue el
precursor de la ley de Newton sobre la gravedad.
Además, proyectó puentes y máquinas de guerra. Inventó la regla del cálculo de intereses y
la extracción de las raíces cuadrada y cúbica.
Pero lo que le valió casi la muerte fue su teoría sobre el movimiento de la tierra alrededor
del sol en vez de a la inversa, como se enseñaba hasta entonces. Gran número de fanáticos,
envidiosos, le acusaron ante el tribunal de la Inquisición. Fue amenazado con tormentos
sino abjuraba de sus teorías. Ya anciano y enfermo, abjuró para salvar la vida. Pero parece
ser que en un susurro apenas audible dijo: “Y sin embargo se mueve”.
Pero lo interesante, para este tema, es que era profundamente religioso. Creía que Dios se
revela de continuo en la majestad de las leyes naturales”.
Y ahora, con permiso del lector, pasamos a hablar de un gran pacificador:

PAPA JUAN XXIII (1881-1963)


Angelo Giuseppe Roncalli, fue el papa del “aire fresco” para el Vaticano y para toda la
Iglesia Católica, introduciendo un aire de modernidad y adaptación a los nuevos tiempos.
Pero, para el tema de esta obra, lo más importante es que defendió la Libertad Religiosa, a
través de recomendaciones universales, propuestas en el Concilio Vaticano II (1962-1965).
Y como creo que esto es justo, creo que también es justo reconocerlo y difundirlo, en honor
de la verdad y del Dios de la Verdad.
Y junto a Italia, muy relacionada con ella por motivos históricos y de vecindad,
encontramos un país pequeño geográficamente, pero muy grande en otros sentidos:

115
SUIZA

Durante muchos años, Suiza ha sido un país “protestante” y refugio de “protestantes”,


aunque este término pueda haberse usado en forma despectiva.
Entre los grandes próceres de ese “protestantismo” nombraremos solo unos pocos, como
botón de muestra:

ULRICO ZUINGLIO (1484-1531)


Después de haber estudiado en la Universidad de Viena, fue trasladado a Basilea en 1502,
donde ejerció la enseñanza por cierto tiempo.
En 1506 fue nombrado párroco de Gladis. Estudió las Sagradas Escrituras en los idiomas
originales, Hebreo y Griego y pronto se dio cuenta que las enseñanzas de Roma no
coincidían en muchos aspectos con la Biblia, lo cual le hizo tener serias dudas sobre la
Iglesia Católica. Más tarde, descubrió diversos misales y al compararlos, vio que no
concordaban entre sí en varios puntos, contrariamente a la enseñanza de que la liturgia no
había sido alterada a través de los tiempos.
Tímidamente, empezó a mostrar sus dudas a algunas personas de su entorno. Pero al ser
trasladado a Einsiedeln, que era el más famoso lugar de peregrinación de Suiza y Sur de
Alemania, predicó con más libertad, afirmando que la Biblia era la única regla de fe y
práctica para el creyente. También se opuso frontalmente a la enseñanza de las
indulgencias, por considerarlas contrarias a la enseñanza de la Escritura, y así, sobre otras
varias cuestiones.
Finalmente, no pudiendo ya por más tiempo, comulgar con Roma, pasó a ser predicador
evangélico.
En 1519, fue nombrado pastor de la Iglesia Catedral de Zurich, donde siguó predicando
según sus ideas reformadas.
En 1523, se reunió la Gran Asamblea del Ayuntamiento de la Ciudad y calurosamente
fueron aprobadas las doctrinas que Zuinglio enseñaba.
Aunque, el protestantismo estaba aún en sus comienzos históricos, y había algunas
diferencias entre los evangélicos de los diversos países, Zuinglio siempre acarició una idea
ecuménica y luchó por aunar esfuerzos a favor de una alianza entre los protestantes de
Zurich, sur de Alemania, Francia, Dinamarca, Venecia, Inglaterra, Bohemia, Hungría y
Turquía.
Pero su muerte prematura lo impidió, cambiando el posible curso de la Historia.

FRANCISCO SAMUEL GAUSSEN (1790-1863)


Hemos dado un pequeño salto en la cronología histórica. Nos encontramos ahora a caballo
entre los siglos 18 y 19. Hace muy poco tiempo ha tenido lugar la famosa “Revolución

116
Francesa” que ha cambiado, en gran medida, la mentalidad de Europa, implantando un
espíritu racionalista. Ya no es tiempo de tanta exaltación y menos aún de tanto fanatismo
religioso y tantas matanzas absurdas. Pero la fe, que debe ser ante todo racional, no está
reñida con la razón, aunque no dependa solamente de ella para subsistir.
Por lo tanto, Gaussen es un representante de este tiempo, siendo un hombre muy culto y
racional, y al mismo tiempo, un gran cristiano y ferviente teólogo.
Buscando siempre pruebas racionales en que basar su fe, estudió concienzudamente las
profecías del profeta Daniel, especialmente las del capítulo 2 de su libro y se sorprendió
positivamente del cumplimiento exacto a través de la historia. Entonces, quiso enseñar estas
verdades a personas adultas, pero viendo que había entre ellas grandes prejuicios, como que
las profecías son misterios imposibles de comprender por los seres humanos, empezó a
enseñar a los niños, como anteriormente lo había hecho el predicador Farel, pensando que
luego estos niños lo dirían a los mayores. Y es así como su predicación pudo ser conocida,
más tarde en gran medida, en Suiza, ejerciendo gran influencia posterior en el mundo
centroeuropeo.
Hoy día, muchos años después, aún se estudian sus enseñanzas en grandes ambientes del
mundo evangélico y teológico en general.
Terminemos diciendo que uno de sus temas favoritos de estudio es la segunda venida de
Jesucristo, ayudando a muchas personas a interesarse por este tema y a reavivar en las
iglesias la esperanza bienaventurada.
Pero no solo Dios usa a los hombres y mujeres para el adelanto de su reino. También, como
ya hemos considerado otras veces, usa a las naciones. Y este es el caso de Suiza.
Una vez que la Reforma hubo triunfado en gran parte de Suiza, este país se convirtió en un
“asilo” para muchos de los perseguidos por su fe religiosa. He aquí como lo comenta la
autora del siglo 19. ya citada varias veces;
“De Ginebra salían publicaciones y maestros que esparcían las doctrinas reformadas.
Y a ella acudían los perseguidos de todas partes, en busca de instrucción, de consejo y
de aliento…La ciudad…se convirtió en un refugio para los reformadores que en toda
la Europa occidental eran objeto de persecución…Muchos de los que se refugiaron
allí regresaron a sus propias tierras para combatir…Juan Knox, el valiente
reformador de Escocia, no pocos de los puritanos ingleses, los protestantes de Holanda
y de España y los hugonotes de Francia, llevaron de Ginebra la antorcha de la verdad
con que desvanecer las tinieblas en sus propios países.”
(E. G. White). (El Conflicto de los Siglos, pág. 251)
Finalmente, hablaremos ahora de un gran filántropo:

JEAN HENRI DUNANT (1828-1910)


Ha aquí a un filántropo suizo nacido en Ginebra, fundador de la Cruz Roja Internacional.
Heredero de una gran fortuna, al visitar el frente de batalla de Solferino en 1859, tuvo la
inspiración de fomentar un acuerdo internacional para paliar los daños de la guerra, por
medio de una sociedad permanente de voluntarios. Así que promovió la Conferencia

117
Internacional de Ginebra de 1863 y la Convención de Ginebra de 1864, quedando
autorizada la organización de la que más tarde se llamó Cruz Roja Internacional, con fines
puramente filantrópicos y con carácter apolítico, aconfesional e internacional, como ya
indica su nombre. Posiblemente todos conocemos algo de los muchos beneficios que esta
organización ha aportado a la humanidad.
Finalmente, Dunant obtuvo, junto con otro, el primer premio Nobel de la Paz en el año
1901.
Y así, pasamos ahora a otro vecino país:

118
ALEMANIA

Como prácticamente todos los países, Alemania ha tenido multitud de grandes filósofos,
sabios, moralistas y creyentes que han aportado mucho del “tesoro divino” a la humanidad:

TOMAS DE KEMPIS (1380-1471)


A este místico alemán se le atribuye una de las más hermosas obras literarias de todos los
tiempos, llamada “La imitación (o Seguimiento) de Cristo”.
Esta obra, (y otras del mismo autor), ha sido durante mucho tiempo una inspiración
espiritual para millones de personas en casi todo el mundo, ya que, ha sido traducida a casi
todas las lenguas importantes. Se trata de un tratado místico, que ha animado a millones de
jóvenes y adultos a una vida piadosa, humilde y ferviente, imitando al maestro Cristo Jesús,
e induciéndoles a la santidad práctica.

JOHANN GUTENBERG (c. 1397-1468)


Se atribuye a este impresor alemán, al menos en occidente, el invento de la impresión con
tipos movibles, y que la gran Biblia de Gutenberg, publicada en Maguncia en 1456, es su
primera obra completa. Y aunque esto está en discusión, sí se admite, generalmente, que él
fue el inventor, al menos, del molde en el que se fundieron los tipos de la Biblia llamada
“De las 42 líneas”.
Sea como fuere, la imprenta ejerció, desde entonces una enorme influencia en la
civilización de la humanidad, siendo con la brújula, y otros inventos y descubrimientos,
uno de los factores del paso a la edad moderna.
Pero, además de desarrollo cultural, la imprenta, ha contribuido enormemente al estudio y
difusión de la Biblia.
En el año 1494, se estableció la primera imprenta en España, en Alcalá de Henares, bajo la
protección del Cardenal Cisneros, gracias a lo cual se pudo imprimir la famosa Biblia
Políglota”, terminada en 1517 y llamada: “Milagro del siglo”, aunque de esto, ya hemos
hablado en el capítulo dedicado a España.

MARTIN LUTERO (1483-1546)


Posiblemente, se trata del hombre más discutido de la historia, al menos en occidente.
Para unos, fue el hombre que desestabilizó la unidad religiosa y en parte, política del mayor
imperio de la edad media y moderna. Un verdadero “alterador” de la paz y la concordia y
un verdadero “hereje” y padre de muchas otras herejías. Durante muchos años, fue
denostado como la encarnación misma de Satanás.
Para otros, fue un valiente adalid de la fe verdadera, que tuvo la osadía de enfrentarse, nada
menos que a los grandes poderes de su tiempo, o sea al Papado y a la Corona imperial,

119
defendiendo, a riesgo de su vida, las grandes verdades de la Sagrada Biblia, contra las
supersticiones y tergiversaciones de la fe, como “las indulgencias”, “la salvación por las
obras”, “la infalibilidad papal”, “la intercesión de los santos”, “el culto a las imágenes”, etc.
Lo que no cabe duda, es que fue un hombre de una profunda fe religiosa y un valor
innegable.
Que cambió las ideas de millones de seres y que influyó notablemente en un cambio de
mentalidad, facilitando el paso de la Edad Media a la Edad Moderna y a un nuevo
concepto de la sociedad humana europea y luego, americana.
Una de sus grandes obras fue traducir la Biblia. hasta entonces, al alcance solo de unos
pocos eruditos, al alemán, para ponerla al alcance del pueblo. En cuatro meses, lo hizo con
el Nuevo Testamento y diez años más tarde, concluyó la traducción total, con la ayuda de
Melanchthon y otros colaboradores.
Además compuso numerosos himnos, que han sido una verdadera inspiración para millones
de fieles evangélicos, además de sermones y escritos diversos.
Toda una comunidad de países mayormente evangélicos, han sido conducidos por él a la
Fuente principal, o sea a la Santa Biblia y han contribuido a crear una sociedad más
cristiana, más democrática y más libre durante la Edad Moderna y Contemporánea, hasta
nuestros días.
Y así, podríamos nombrar a otros muchos reformadores alemanes y no alemanes, que han
seguido, más o menos sus pisadas, muchos de los cuales, han pagado con su vida, la fe que
profesaban.
Pero ahora saltamos a un hombre de ciencia, que también ha revolucionado los conceptos
medievales, en otro sentido:

JOHANN KEPLER (1571-1630)


Entre sus trabajos a favor de la Ciencia, destacamos su ASTRONOMIA NOVA, en 1609,
según la cual “Los planetas describen órbitas elípticas en las que el Sol ocupa uno de los
focos y cuyos radios vectores barren áreas iguales en tiempos iguales”. Además, este sabio,
ocupa un lugar muy importante entre los fundadores del cálculo infinitesimal. Se trata,
pues, de un “adelantado” a su tiempo.
Pero además, como prácticamente todos los científicos de la Edad Moderna, era un gran
creyente.
He aquí una de sus frases hermosas:
“Si he sido seducido a caer en la insolencia por la maravillosa belleza de tus obras, o si
he amado mi propia gloria entre los hombres mientras avanzaba en la obra destinada
a tu gloria, perdóname con dulzura y misericordia; y, por último, dígnate con
gentileza a hacer que estas demostraciones puedan conducir a tu gloria y a la
salvación de las almas, y que no sean obstáculo para ello en parte alguna. Amén”.
(Citado por Ariel A. Roth, en “LA CIENCIA DESCUBRE A DIOS”):

120
Albert Einstein lo llamó “Genio incomparable”, pues fue un verdadero gigante de la ciencia
y particularmente de la Astronomía. En cierto sentido fue un continuador de la teoría de
Nicolás Copérnico, que ya en su tiempo, sostenía, revolucionariamente que la tierra gira
alrededor del sol, en contra de lo que se había creído hasta ese momento.
El escribió en cierta ocasión, cuando aún era estudiante, a este respecto:
“Aparte de hallarse en el centro del Universo, el Sol es el espíritu que lo anima. Me
propongo demostrar que la máquina celeste se asemeja a un mecanismo de relojería
en el cual una sola pesa nueve todas las ruedas y que la totalidad del complejo
movimiento celeste obedece a una sola fuerza magnética”.
Y basándose en esta teoría escribió sobre la armonía del Universo.
Y con las inconclusas tablas astronómicas de Brahe, Kepler compuso tres leyes que llevan
su nombre, a saber:
1.- Las órbitas de los planetas son elípticas
2.- Las áreas descritas por un planeta son proporcionales a los tiempos.
3.- Los cuadrados de los tiempos de la revolución de los planetas son proporcionales a los
cubos de su distancia media al Sol.
Estas leyes demostraron la falsedad del sistema de Tolomeo que colocaba a la tierra en el
centro del Universo, e iniciaron la era de la astronomía moderna.
Además, completó los laboriosos cálculos sobre la posición de 777 estrellas observadas por
Brhae, a las que añadió 228, observaciones suyas.
También fundó la ciencia de la óptica geométrica. Estudió la anatomía del ojo humano.
Compuso una obra de ciencia ficción y estudió las manchas del Sol.
Pero lo más interesante, para nuestro estudio, es que fue un gran creyente. Aún se recuerda
esta oración compuesta por, él:
“Dios mío, gracias te sean dadas por guiarnos hacia la luz de tu gloria con la luz de la
Naturaleza. Llevé a cabo la tarea que me señalaste y me regocijo en tu creación, cuyas
maravillas me han concedido que conozca a los hombres. Amén”.
(GRANDES VIDAS, GRANDES HECHOS, Pag. 493.- Selecciones del Reader´Digest).
Por supuesto, Alemania también ha dado grandes creyentes, tanto en el catolicismo como
en el protestantismo.

BARON VON GOTTFRIERD WILHELM LEIBNIZ (1646-1716)Fue este hombre, un


gran filósofo, estadista y matemático, siendo el inventor del “cálculo diferencial” e
integral”, descubierto simultáneamente por Newton. Pero no fue solo un científico, en el
sentido que se suele entender, ya que cultivó también la Teología, la jurisprudencia, la
historia y la política, llevando estos conocimientos al terreno práctico y moral. Le parecía
factible una civilización universal, basada en diferentes culturas, bosquejando un plan que
proporcionaría la armonía intelectual entre Oriente y Occidente.

121
Aunque hemos hablado de Lutero, como el principal iniciador de la Reforma protestante,
no es el único, ni siquiera el primero.
Como gran creyente que era, Leibniz, sostuvo que la razón y la fe están, por esencia, en
armonía. Partiendo de la existencia de la armonía entre la “mónadas”, (sustancias completas
en si mismas, que reflejan por si solas el mundo entero), llegó a la conclusión de que Dios
existe y es el Autor de esta armonía universal, de tal manera que, “el universo existente es
el mejor de todos los posibles”.
Pero como a Dios también se le puede alabar mediante la música, citamos a continuación
dos grandes “alabadores de Dios” a través de este arte:

JUAN SEBASTIAN BACH (1685-1750)


Este hombre podría ocupar un puesto de honor en un apartado de “Grandes músicos”, pero
preferimos considerarlo, además, entre los grandes creyentes que han nacido en suelo
alemán.
Y es que este genio se consagró por entero a la música y a la piedad, impregnado así, todas
sus obras.
Produjo, nada menos que 295 cantatas religiosas, cinco misas, cuatro pasiones, seis
motetes, además de numerosas cantatas profanas y otras obras.
Sus cantatas, oratorios, misas y pasiones, pertenecen a la música más excelsa de todos los
tiempos.
Tal es así que Robert Schummann dijo en cierta ocasión:
“La música ha contraído con Bach la misma deuda que una religión con su
fundador”.
No cabe duda que millones de personas han sido inspiradas y elevadas espiritualmente,
gracias a la música, sin par, de este gran “apóstol de la música”. Especialmente con “La
Pasión según San Mateo”. El decía:
El único objeto de toda música debe ser la glorificación de Dios y el dulce recreo”.
Y dice un comentarista:
“Para Bach la música era un acto de adoración, como si las notas, una vez superado el
oído humano, todavía hubieran de continuar ascendiendo a los cielos en una especie
de oración y alabanza armoniosa”.
Pero, pasemos a otro gran músico con gran vida cristiana:

GEORGE FRIEDRICH HÄNDEL (1685-1759)


Entre sus obras musicales, están “La Pasión”, “Ester”, “Saúl”, “Israel en Egipto”, “Sansón”,
“Judas Macabeo”, “Josué”, etc., todas ellas impregnadas de un profundo sentido religioso y
de piedad.

122
Pero, es indudable, que su obra cumbre es “El Mesías”, que tanto ha influido en la
elevación religiosa de millones de personas
Y ahora, dejando a los grandes músicos, hemos de pasar a un gran filósofo:

IMMANUEL KANT (1724-1804)


Su familia pertenecía a la secta pietista, que en Alemania, jugaba un papel parecido a la de
los cuáqueros en Inglaterra, con su insistencia en la piedad, la humildad y las buenas obras.
Fue un firme defensor de los derechos y de la igualdad del hombre, abogando por los
gobiernos representativos.
He aquí uno de sus postulados:
“En todas tus acciones, trata a la humanidad, bien sea en tu propia persona o en la de
otros, como un fin y nunca como un simple medio”
Como consecuencia, condenaba la esclavitud y la guerra, defendiendo el derecho de toda
persona a participar en el autogobierno. Así, Kant, es uno de los fundadores de la teoría
moral del estado democrático.
En 1795, publica un pequeño libro titulado “ ZUM EWIGEN FRIEDEN”, en el que
propugna el establecimiento de la paz mediante una liga de naciones o confederación de
estados, adelantándose así, en 123 años a la Sociedad de Naciones, y en 150 años a la ONU
actual.
Su influencia, dominó en los círculos intelectuales durante los principios del siglo 19.
¡Lástima, que más tarde, Guillermo I, con el primer Reich, Guillermo II, con el segundo
Reich y Adolfo Hitler, con el tercero, provocaron una época de belicismo, que hoy,
afortunadamente, parece superada, al menos por el momento.
Pero, hablemos ahora de un gran misionero, que todavía forma parte del siglo XIX, llamado
por algunos “el gran siglo de las misiones modernas“.

ALBERT SCHWWEITZER (1875-1952)


Fue teólogo, filósofo, músico, y misionero, germano-francés. Podría haber sido encuadrado
entre las grandes vidas de Francia o de Alemania, pero hemos optado por este último país.
En 1913, se fue como médico misionero a Lambarené (Gabón, Africa Ecuatorial) donde
fundó su propio hospital que, prácticamente, construyó él mismo.
Lambarené estaba infestado de animales salvajes, serpientes pitones, gorilas y cocodrilos
Aunque poseía muchos talentos, su principal pasión y labor fue la de misionero.
Además de tener cuatro carreras (filosofía, medicina, teología y música), escribió libros
sobre Bach, Jesucristo, la historia de la civilización y fue la máxima autoridad mundial en
su tiempo, en la construcción de órganos, al mismo tiempo que uno de los organistas más
famosos. Además sabía mucho sobre estética, zoología tropical, antropología y agricultura.
Era un buen carpintero, albañil, veterinario, constructor de barcos, dentista, delineante,
mecánico, farmacéutico y jardinero.

123
Pero, ante todo, era un “hombre de Dios”.
En las comidas, se sentaba en el centro de una larga mesa, frente a los invitados de honor.
Antes de comer, elevaba una oración en francés. Y al terminar la cena, se distribuían entre
los comensales himnarios, y mientras él tocaba en un destartalado piano, todos cantaban,
alabando al Creador. Luego leía, a veces, pasajes de la Biblia y los comentaba.
Finalmente, Schweitzer, “dio” literalmente su vida por Africa, muriendo en ese continente,
pero dando vida y esperanza a millones de africanos.

JOSE WOLFF (Siglo XIX)


Fue llamado “El Misionero Universal”, con toda propiedad.
También podemos decir que fue un “precursor” del movimiento adventista moderno.
Era alemán, de origen judío. Su padre era rabino. En su casa se reunían frecuentemente
otros correligionarios israelitas para hablar de la esperanza de Israel en la llegada de un
“mesías” venidero. En una ocasión, aunque era un niño, oyó hablar de Jesús de Nazaret y
preguntó quien era. Se le dijo que era un hombre bueno y muy sabio a quien las autoridades
israelitas habían condenado a muerte. Entonces preguntó:-¿Por qué Jerusalén está
semidestruida? ¿Y por que los israelitas estamos exiliados?.-
Se le contestó:-Porque matamos a los profetas-Entonces pensó, si Jesús de Nazaret no sería
uno de los profetas. En otra ocasión habló con un vecino anciano acerca de la grandeza de
Israel. Y el anciano le dijo que Jesús de Nazaret era el verdadero mesías. Que leyera, para
comprenderlo, el capítulo 53 del libro del profeta Isaías. Lo leyó y preguntó a su padre el
significado, pero este guardó silencio. Poco a poco, se convenció de la fe cristiana y aceptó
ser miembro de la Iglesia Católica. Deseando prepararse para misionero fue a estudiar al
“Colegio de Propaganda” en Roma. Pero allí denunció muchos abusos del clero y doctrinas
contrarias a la Sagrada Escritura, por lo que no pudiendo continuar fue a Inglaterra, donde
abrazó la fe protestante. Más tarde, comprendiendo la importancia de la doctrina de la
Segunda Venida de Jesucristo, se propuso ser misionero de sostén propio y viajó sin cesar
por infinidad de países, como Egipto, Etiopía, Palestina, Siria, Persia, India, Yemen,
Tataria, Rusia, etc. y finalmente EE.UU. donde fue recibido por el presidente John Quincy
Adams, que le invitó a dar una conferencia en el salón del Congreso, con asistencia del
obispo de Virginia y del clero y de los vecinos de Washington. También se le dio este
mismo honor por los miembros del gobierno de Nueva Jersey y de Pensilvania, pudiendo
dar conferencias sobre sus investigaciones en Asia y sobre el reinado personal de
Jesucristo.
Pero, no queriendo alargar más la lista de alemanes “tesoreros” de Dios, pasamos a otro
país:

124
AUSTRIA

Llegamos ahora a un país relativamente pequeño en el centro de Europa, pero muy grande
en el pasado. Y es que Austria fue parte importantísima del antiguo imperio Austro-
húngaro, con más de 50.000.000 de habitantes y compuesto por alemanes-austriacos,
húngaros, checos, polacos, eslovenos-croatas, servios, rutenos, italianos, valacos, gitanos,
etc.
Este feudo patrimonial de los Habsburgos, fue convertido por Maximiliano en el Sacro
Imperio Romano en 1493, como una añoranza del antiguo Imperio Romano.
Mientras tanto, los turcos aparecen por primera vez en Europa a mediados del siglo XIV.
Expulsados por los mogoles del centro de Asia y Armenia, se extienden hacia el Oeste de
Asia Menor.
Osman II (1258-1326) establece la capital en Brusa, frente a Constantinopla.
En 1358, Solimán captura Gallípoli, estableciendo por primera vez una cabeza de puente en
Europa.
Murad I, (1359-1389) establece la capital en Adrianápolis.
Bayaceto I (1389-1402) somete Valaquia, Bulgaria, Tesalia y Macedonia y aniquila
Hungría y Polonia en 1396.
Luego hay algunos reveses por parte de los turcos, con pequeños retrocesos.
Pero Mohamed I (1402-1421) restablece el imperio turco.
Y bajo Murad II (1421-1451) Turquía se ha convertido de nuevo en una potencia agresora.
Y en 1453, fecha ,muy conocida y emblemática, Turquía, bajo Mohamed II, conquista
Constantinopla, la que fue capital del Imperio Romano de Oriente, llamado también
Bizancio.
En 1456, cae el Peloponeso.
En 1470, cae Albania.
En 1474, cae Crimea.
En 1478, le toca el turno a Moldavia
Selim I, (1512-1520) somete el SO. de Asia y N. de Africa.
Y bajo Solimán II ((1520-1566) el Imperio Turco se convierte en una verdadera amenaza
para la Cristiandad. Pero aún continúan las conquistas:
En 1521 es tomada Belgrado.
En 1523. cae Rodas.
En 1526, es conquistada Hungría.
Y en 1529, los turcos llegan al pie de las murallas de Viena, aunque así permanecerán
bastante tiempo sin conseguir tomar esta ciudad.
Pero las conquistas siguen en el mar:

125
Mientras tanto los turcos van siendo dueños del Mediterráneo, con la excepción de la Isla
de Malta que consigue mantenerse sin ser conquistada. Y es entonces cuando tiene lugar la
célebre batalla de Lepanto, en que la flota combinada de Venecia, el Vaticano y sobre todo
España, derrotan a los turcos, produciendo un punto de inflexión en su hegemonía naval.
Pero, volviendo a tierra firme, en 1683, Viena es sitiada por segunda vez. Y por fin cunde
la alarma en toda la Europa cristiana. Y de nuevo, España, entre otras naciones, envía sus
soldados para defender lo que ellos consideran el legado sagrado del Cristianismo,
evitando así la toma de esta ciudad emblemática.
Y a propósito de estos hechos tenemos que relatar una anécdota curiosa y posiblemente
providencial: Tomo lo siguiente de una hojita de calendario:

LOS PANADEROS DE VIENA


Transcribo lo que leo en una hojita de calendario:

“ORIGEN DEL CROISSANT


En el año 1683, el ejército otomano puso cerco a Viena. A pesar de sus repetidos
asaltos no había conseguido quebrantar la resistencia de los vieneses. Los turcos
decidieron entonces tomarlos por sorpresa. Idearon socavar el terreno a fin de que
una trinchera o corredor pasara por debajo de las murallas hasta desembocar en el
centro de la ciudad. Para no ser descubiertos trabajaban solo, por la noche, pero no se
percataron de que los panaderos también trabajaban de noche.
Estos dieron la voz de alarma y los vieneses pudieron echar por tierra los planes
otomanos.
En recompensa, el emperador de Austria concedió honores y privilegios a los
panaderos, que a su vez, para mostrar su gratitud inventaron dos panes: uno al que le
pusieron el nombre de “emperador” y otro al que llamaron “croissant” es decir
“media luna” en recuerdo del emblema de los turcos.”
Y si bien hasta ahora hemos visto principalmente, como Dios ha usado a grandes vidas
humanas para defender su gloria y su causa, con este país hemos visto, como Dios puso en
él y por medio de él y de otros, un “valladar” para defensa de la cristiandad.
Pero pasemos ahora a otra nación:

126
REPUBLICA CHECA

En realidad, podríamos hablar de precursores de la Reforma, de reformadores y de


continuadores de la Reforma.
Pues bien, en la República Checa, encontramos, entre otros, a dos de estos “precursores”:

JUAN HUSS (1369-1415)


A los 30 años ya era profesor de la Universidad de Praga y habiendo abrazado la carrera
eclesiástica, empezó a divulgar las tesis del reformador inglés John Wyclef, alcanzando una
extraordinaria audiencia.
En 1410, fue excomulgado y sus escritos, junto con los de Wyclef, quemados
públicamente.
Fue convocado ante un concilio en Constanza y acusado de herejía, fue condenado y
quemado en la hoguera, donde murió dando un ejemplo de paz y valor, que impresionó a
todos los presentes.
Antes de morir, se arrodilló exclamando:
“¡Señor, Jesús, perdono a mis enemigos en nombre de tu infinita misericordia! Tú
sabes que me han acusado sin razón y han levantado falsos testimonios contra mí.
¡Perdónalos, según tu gran bondad!”.
(Historia Universal Daimon, tomo 5, pág. 81)
Después de su muerte, sus seguidores fundaron una sociedad llamada “La Comunión de los
Hermanos” o “Los Hermanos de Moravia”, predicando la importancia de la moralidad y la
relación directa entre el individuo y Dios. Rechazaban el juramento, la guerra, y la unión de
la Iglesia con el Estado, propugnado “la vuelta a la religión simple y pura de Cristo y sus
discípulos”.

JERONIMO DE PRAGA (Muerto en 1416)


Jerónimo era amigo íntimo de Juan Hus y había luchado junto a él en Bohemia, para
propagar las doctrinas reformadas. Pero cuando Hus compareció ante el concilio de
Constanza, él quiso asistir para acompañar a su amigo y alentarle, a pesar de que este se lo
desaconsejara. Enseguida fue arrojado a una prisión y las torturas fueron tan grandes, que
sucumbió por un tiempo, abjurando de su fe, Pero poco tiempo después, se arrepintió y
declaró estar dispuesto a seguir la suerte de su amigo y maestro. Fue condenado a morir en
la hoguera, muerte que soportó con valor admirable.
Un tiempo después el poeta Milton, decía:
“Si los prelados ingleses de su época no

127
hubiesen puesto obstáculos, con tanta terquedad, en el camino de aquel hombre de
Dios que se llamó Wiclef, los nombres de los bohemios Hus y Jerónimo de Praga,
como los de Lutero y Calvino, no hubieran pasado a la posteridad” (Iden, tomo 5, pág.
82).
Y así, pasamos a otra nación europea:

128
SUECIA

Antes de entrar en otros aspectos respecto a Suecia, daremos algunos apuntes someros
sobre la cultura de este gran país:
La religión oficial es la Iglesia Luterana, cuya cabeza visible es el rey. Sin embargo, hay
una tolerancia y libertad de cultos completa para todas las confesiones.
Es uno de los países más cultos del mundo, sin prácticamente, analfabetos.
Se caracterizan los suecos por su seriedad, amor a la patria, apego a la religión, a las leyes y
a la libertad, honradez, valentía, hospitalidad, e inteligencia.
Como en todos los países, ha habido en Suecia grandes sabios. Pero como siempre, en este
manual, nos limitaremos a señalar alguno o algunos solamente, por razones de brevedad:

CARLOS LINNEO (1707-1778)


Creo que este sabio es bastante conocido por el público en general. Fue el fundador de la
botánica sistemática moderna. Es famoso su sistema de clasificación de las plantas, basado
en la disposición y estructura de sus órganos reproductores. Sus aportaciones a la botánica,
han servido de base a esta rama del saber durante muchos años, aunque con algunos
errores, propios de toda ciencia y de todo científico.
Pero como la ciencia no está reñida en absoluto con la creencia religiosa, él creía que “La
naturaleza está creada por Dios para su honra y para bendición de la humanidad, y
que cuanto ocurre sucede por orden de él y bajo su dirección”.
(La Ciencia Encuentra a Dios., pág. 29).
Pero sigamos con lo que más nos interesa para el tema de esta obra.
Después de la Reforma en Alemania, hubo algunos jóvenes que llevaron a sus compatriotas
suecos las verdades descubiertas en Alemania.
Uno de esos jóvenes fueron los hermanos, hijos de un herrero de Orebro, Olaf y Lorenzo
Petri, que habían estudiado bajo la dirección de Lutero y de Melancton, en Alemania.
OLAF PETRI
Este caudillo reformador, había sido discípulo de Lutero.
A él se debe la traducción, por primera vez, del Biblia al sueco. A fin de que el pueblo llano
pudiera tener acceso al santo libro
Con gran fervor y elocuencia despertaba al pueblo, atrayendo grandes masas a la fe de la
Reforma. Era fogoso e impulsivo, aunque muy sincero. Pero en todo equipo hace falta el
equilibrio compensatorio. Y así su complemento ideal estaba en su hermano, Lorenzo Petri.

129
LORENZO PETRI
Mientras que Olaf, como ya hemos dicho, era ferviente y elocuente, este era sabio, juicioso
y de ánimo sereno.
Ambos jóvenes eran hombres de piedad ardiente, de profundos conocimientos teológicos, y
de gran valor para luchar contra la oposición y el fanatismo.
Varias veces las turbas los asaltaron y estuvieron a punto de morir.
Pero el rey de Suecia, estaba convencido de que tenían la verdad y se opuso a que fueran
arrestados, convocando una reunión pública, donde pudieran ser escuchados.
En presencia del monarca y de los grandes de la nación, Olaf Petri defendió con sabiduría
las doctrinas de la Reforma. Dijo que las enseñanzas de los padres de la iglesia no debían
aceptarse si no concordaban con la Santa Biblia, de una forma clara y sencilla que todos
pudieran entender.
Como resultado de esta reunión el rey de Suecia, aceptó la fe protestante y poco después
también la Asamblea Nacional se declaró a favor de la Reforma.
Ya Olaf Petri había traducido el Nuevo Testamento al Sueco y ahora, por deseo del rey,
ambos hermanos emprendieron la traducción de la Biblia entera, de tal manera que el
pueblo pudiera recibir por primera vez la Palabra de Dios en su propio idioma.
A continuación la Dieta dispuso que los ministros explicasen al pueblo las Escrituras y que
en las escuelas se enseñase a los niños a leer la Biblia.
Desde entonces, Suecia vino a ser uno de los baluartes del protestantismo. Y un siglo más
tarde, cuando Alemania estuvo en peligro por la guerra de los treinta años, la única nación
que pudo prestarle ayuda fue Suecia.
Fueron los ejércitos suecos, los únicos que habilitaron a Alemania para rechazar la ola de
peligro y asegurar la tolerancia para los, protestantes-calvinistas y Luteranos- y para
devolver la libertad de conciencia a los pueblos que habían aceptado la Reforma.
De nuevo citamos unas hermosas palabras de la pluma de E. White:
“Si las enseñanzas de la Palabra de Dios ejercieran una influencia dominadora en la
vida de cada hombre y mujer, y los corazones y las mentes fueran sometidos a su
poder refrenador, los males que ahora existen en la vida nacional y social no hallarían
cabida. De cada hogar emanaría una influencia que haría a los hombres y mujeres
fuertes en percepción espiritual y en poder moral, y así naciones e individuos serían
colocados en un terreno ventajoso”.
(E. G. White.- PROFETAS Y REYES, PAG. 143).
Y así, vamos ahora a la más grande nación europea:

130
RUSIA

Si hablamos solamente de la Rusia europea, estamos ante el país más grande de Europa; y
si hablamos de toda Rusia, estamos ante el más grande del mundo. Y si hablamos de la
U.R.S.S. (ya desaparecida), con mayor motivo.
A mediados del siglo IX (d. C.) fue invadida por los vikingos procedentes de Escandinavia,
que fusionándose con los eslavos, dieron lugar a un nuevo pueblo, llamado Rus, de donde
se deriva el nombre de Russia o Rusia.
Durante mucho tiempo, la ciudad más importante fue Kiev.
En el año 988, Vladimiro, abrazó el cristianismo, e hizo bautizar en masa a sus súbditos,
conforme a la mentalidad y costumbre de aquellos tiempos, con lo cual, desde entonces el
país fue nominalmente cristiano.
Pero en 1380, la hegemonía pasó a Moscú, cuya capital la ha ostentado hasta el día de hoy.
Cuando en 1453, cae Constantinopla en poder de los turcos, Moscú reclama para sí la
hegemonía y sede de la Iglesia Ortodoxa, que lidera en Rusia hasta ahora.
Pero Rusia permanece en un estado de atraso con respecto al resto de Europa, hasta que en
1697, Pedro el Grande, emprende un viaje de incógnito por varios países europeos,
llegando incluso a trabajar anónimamente en astilleros holandeses, según algunas fuentes
no confirmadas. Y en 1703, este gran dirigente de ideas modernas pone la primera piedra
de una nueva ciudad, San Petesburgo, a caballo entre Rusia y los países escandinavos, que
hoy es una joya de belleza sin par.
Pero, aunque algo había mejorado la situación, Rusia seguía siendo un país muy atrasado.
Y como un lucero en las tinieblas del atraso, surge un hombre “adelantado” a su época:

LEON TOLSTOI (1828-1910)


Era escritor y moralista. Pero su literatura, casi siempre iba encaminada a promover la paz
entre los pueblos, la justicia social y condenar la revolución, la guerra, la pena de muerte, y
el sacrificio de animales para la dieta humana.
Cuando tenía aproximadamente 50 años tuvo una crisis espiritual, que describió en “Mi
Confesión”.
Pero una vez vencida dicha crisis, abrazó el cristianismo con toda su fuerza. Sin embargo,
no aceptaba la liturgia de la Iglesia Ortodoxa, llena de iconos, luces, y aparatosidad.
Abogaba él por una religión más sencilla y natural, expresada en el amor al prójimo, el
trabajo manual, la autodisciplina y la pobreza voluntaria.
Como quiera que sus ideas producían un cambio en los creyentes, fue excomulgado en
1901 por el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa, pero no se atrevieron a atentar contra su
persona física debido a su gran popularidad.
Sin embargo, el pueblo le reconocía como “Primer Escritor” y como “La Conciencia Viva”.

131
No era solamente un hombre idealista, como algunos pudieran pensar. Hablaba, además del
ruso (su lengua), francés perfectamente, y también alemán, italiano e inglés y conocía
perfectamente los clásicos de la literatura griega.
Creó una escuela para educar a los hijos de los campesinos con teorías educativas
progresistas.
Y procuró libertar a los siervos, de lo que en realidad era una verdadera esclavitud.
También luchó por la libertad de palabra y de ideas, siendo un adelantado de la democracia.
Una vez muerto, ha sido honrado como un “santo patriarca” para cristianos y creyentes de
otras religiones y para todos los que buscan la fe en Asia, Europa y América.
Y llegó una primera revolución, en 1904, que no cambió mucho las cosas.
Pero la verdadera revolución, la grande y decisiva fue la de 1917, que acabó con los zares y
arrojó a Rusia en brazos del comunismo.
Y poco a poco, por anexiones más o menos lícitas, se formó la U. R. S. S. (Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas), con 22. 171.700 km. 2, siendo el país más grande de la
tierra y una de las mayores potencias del mundo.
Pero lo más trascendente de ello es que su forma de gobierno y su forma de ser era el
“Marxismo – Leninismo”, o de otra manera, el “Comunismo”, con su ideología de igualdad
social, de ateismo, y de conquista de toda la tierra para esta idea.
Y esto, como todos sabemos ha producido durante casi todo el siglo XX, una enorme
tensión entre el mundo comunista y el mundo llamado capitalista, con amenazas constantes,
con rearmes recíprocos y con la llamada “guerra fría” que parecía que en cualquier
momento podría desembocar en una verdadera “guerra caliente”, con armas convencionales
y nucleares de carácter imprevisible.
Pero, cuando ya parecía inevitable “Una pira nuclear funeraria”, surgieron hombres, como
si Dios mismo los enviara:
Antes de hablar de ellos, me permito transcribir un párrafo de la Sra White:
“Pero mientras Jesús siga intercediendo por el hombre en el Santuario Celestial, los
gobernantes y el pueblo seguirán sintiendo la influencia refrenadora del Espíritu
Santo, la cual, seguirá también dominando hasta cierto punto las leyes del país. Si no
fuera por estas, el estado del mundo sería mucho peor de lo que es. Mientras muchos
de nuestros legisladores son agentes activos de Satanás, Dios tiene también los suyos
entre los caudillos de la nación…”
(E. G. White.- El Conflicto de los Siglos, pág. 668,669)
Hablemos, pues, de algunos de estos hombres, pacificadores:

NIKITA KRUSCHEV (Mandato: 1953-1964).


Y así ocurrió. En octubre de 1962 los EE. UU, denunciaron que la URSS. había instalado
rampas de lanzamiento de cohetes de alcance medio sobre suelo cubano, con amenaza para
Norteamérica. Inmediatamente el gobierno norteamericano decretó el bloqueo de la isla,

132
impidiendo el abastecimiento por parte de Rusia de armamento nuclear, amenazando con
hundir los barcos rusos que siguieran dirigiéndose a Cuba y traspasaran una línea
establecida en el Atlántico. Pero lo más terrible es que la U. R. S. S. respondió que no
acatarían ninguna orden de detención y seguirían llevando a la Isla el material bélico
necesario, para su “defensa” contra las amenazas estadounidenses.
Todo parecía el cumplimiento de las profecías del Apocalipsis:
Todo el mundo tembló, ante el temor a una conflagración de caracteres apocalípticos entre
las dos grandes potencias nucleares.
El secretario general de la ONU, U Thant propuso que fueran fuerzas de 45 países no
alineados las que se interpusieran entre las naves soviéticas y norteamericanas.
El papa, Juan XXIII, urgió a Kruschev y a Kennedy para que salvaran la paz por todos los
medios.
Poco después, Nikita Kruschev anunció que la URSS aceptaba la mediación de la ONU, y
en el último momento, los barcos rusos se desviaron de su ruta, evitando así el
enfrentamiento.
Y el presidente Kennedy declaró que “la actitud de la Unión Soviética ha constituido
una importante contribución al mantenimiento de la paz”.
Posiblemente esto fue el cumplimiento parcial de una intervención divina:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro ángulos de la tierra, que
detenían los cuatro vientos de la tierra… para que no soplase viento alguno sobre la
tierra… Entonces vi a otro ángel que subía del este y tenía el sello del Dios vivo.
Clamó a gran voz a los cuatro ángeles…y les dijo: No dañéis la tierra…hasta que
sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios…”
(Apocalipsis 7: 1-3).
Pero todavía habría otro hombre que posiblemente, dirigido por Dios, contribuiría
enormemente a la paz en el mundo moderno.

MIJAIL GORBACHOV (Mandato: 1985-1991)


Al ser más reciente, casi todos, pienso, conocen los hechos relacionados con este gran
hombre.
De forma casi inesperada, al menos por el hombre de la calle, cuando la U. R. S. S. se
encontraba en una situación económica desastrosa y con la amenaza constante de un
enfrentamiento militar contra occidente. este Secretario General del PCUS y líder del
Kremlin, pronunció dos palabras nuevas para algunos de nosotros:

PERESTROIKA (Reestructuración) y

GLASNOST. (Transparencia)

133
Pero en realidad, lo que ello significó fue una “descongelación de la “guerra fría”, un
cambio radical de actitud y una caída del Comunismo y de la U.R.S.S, colocando a Rusia
en el camino de la Democracia, que lentamente parece ir llegando.
Y uno de los acontecimientos más sorprendentes fue la caída del muro de Berlín el día 9 de
Noviembre de 1989, con lo cual, Alemania pudo recuperar la unidad entre el este y el oeste,
y cayó el “Telón de Acero” que durante años había dividido y enfrentado al mundo con la
amenaza de una guerra nuclear.
Pero aún habría otra caída no menos sorprendente: Fue la caída, el 31 de diciembre de
1991, de ese gigante que parecía invencible y que parecía amenazar la paz mundial,
llamado la U. R. S. S. y con ello, del comunismo ruso.
Estos cambios eran impensables tan solo diez años atrás. Pero la Palabra de Dios dice:
“…Alabado sea el nombre de Dios por los siglos de los siglos…El cambia los tiempos y
las épocas, quita reyes y pone reyes, da sabiduría a los sabios e inteligencia a los
entendidos” (Daniel 2: 20, 21)
Finalmente hoy, en Rusia, hay libertad de cultos y gran número de creyentes pueden adorar
a Dios en sus templos con toda libertad y predicar a otros las buenas nuevas de salvación.
Pero después de hablar de Africa, Asia y Europa, pasamos ya al “Nuevo Mundo” o sea a
América, al que trataremos en dos grandes apartados, basándonos en sus respectivas áreas
lingüísticas:

134
IBEROAMERICA

Otros la llaman Latinoamérica. A mi me ha parecido mejor decir Iberoamérica o


Hispanoamérica puesto que fue el resultado de un “injerto” entre las dos naciones hispanas
o ibéricas y la América actual, de habla española y portuguesa.
En cuanto al primer poblamiento de América en general, todo parece indicar que se realizó
por la llegada de tribus nómadas, que caminando hacia el norte por las estepas de Asia, y
empujadas por otras tribus y por la falta de recursos, fueron abandonando el caballo, a
medida que entraban en zonas más frías y sustituyéndolo por el reno. Pasaron por el
estrecho de Bering, helado en invierno, y luego fueron caminando hacia el sur por el
continente americano en oleadas sucesivas y lentamente hasta poblar todo este vasto
continente. Una de las posibles evidencias de ello, son la ausencia de caballos, cuando
llegan los españoles. Otra, es la variedad de razas que allí se encuentran. Por ejemplo, los
esquimales pueden ser considerados mogoles y por lo tanto pertenecientes al tronco común
de chinos, tibetanos, birmanos, etc. aunque por el pliegue de los ojos y la nariz aguileña,
parecen iranios y por lo tanto, arios. Hay otros grupos de Arizona que tienen características
semejantes a las de los primitivos egipcios.
Como quiera que sea, se confirma el texto bíblico que dice:
“De uno solo hizo todo el linaje de los hombres, para que habitaran en toda la tierra.
Y les ha fijado el orden de las estaciones, y los límites de su residencia; para que
busquen a Dios, si tal vez, palpando lo puedan hallar, pues no está lejos de ninguno de
nosotros”.
(Hechos de los Apóstoles 17: 26, 27).
Luego hay otros contactos temporales que no dejan huella trascendente en el tiempo ni en
la raza:
En el año 860, un temporal empujó a una nave vikinga a una isla desconocida. Al cabo de
un año, otro navío con varias familias fue a instalarse allí. Pero en vista de que nunca se
fundían los hielos le dieron el nombre de Islandia (ice = hielo y land = tierra).
Y así Islandia, aunque pertenece políticamente a Europa, fue una especie de base, desde la
cual otros pueblos seguirían navegando hacia el continente americano.
En el 870 ya había en América 10.000 colonos noruegos.
En el año 985, un islandés, Erik el Rojo, con 25 buques cargados de colonos y ganado,
tomó rumbo oeste, llegando a una tierra a la que llamó Groelandia (tierra verde). De allí
pasó a otra costa americana, fundando una colonia en Brattalid, que en el siglo XII ya
contaba con 190 granjas, doce iglesias y dos conventos.
El hijo de Eric el Rojo, Leif, continuó explorando más al sur, descubriendo un país donde
crecía la viña, al que llamó Vinland (tierra del vino), la que hoy probablemente es Boston.
Pero todos estos colonos, empujados por el clima inhóspito, terminaron por desaparecer, sin
dejar huella duradera ni importante.

135
Y así, hasta que llegó la hora, en que un hombre posiblemente predestinado, Cristóbal
Colon, tuvo el acierto o inspiración para la gesta que ya se ha comentado y que todo el
mundo conoce más o menos.
Luego seguirían los otros , los conquistadores, los misioneros y los colonos, hasta poblar e
incorporar todo un continente al conjunto de las naciones del mundo moderno.
Y ya nos encontramos en la América Ibérica, la de habla española y portuguesa:
Territorio de 20.000.000 de Km.2, con geografías de todo tipo, desde regiones andinas, a
selvas amazónicas, de fríos glaciares a calores ecuatoriales y de pampas interminables a
costas paradisíacas. Y pueblos de razas diversas y diversos orígenes raciales, como los
“caribes”, “chibchas”, “quechuas”, “aymaraes”, “araucanos”, “patagones”, “fuenguinos”,
“Puelches”, “guaraníes”, “tupíes”, “maya–quichés”, “arahuacos”, “aztecas”, “toltecas”, etc.
Además de todo esto, mientras había pueblos con un gran desarrollo en algunos aspectos,
como denota la construcción de grandes pirámides, había otros, que estaban en un estado
muy primitivo.
Y todos ellos, por supuesto en cuanto a religión, se hallaban en un estado de paganismo
absoluto y muchos de ellos, de prácticas brutales como el canibalismo ritual y los
enterramientos de vivos para agradar a los dioses representativos de los fenómenos
naturales. Y a este mundo, lleno de macizos inmensos, de selvas infestadas, de distancias
grandísimas y de peligros desconocidos, se aventuraron miles de hombres españoles y
portugueses, muchos de ellos de “barro”, que ambicionaban el oro. Pero muchos que
también llevaban el “tesoro de Dios” buscando a esas almas sumidas en el paganismo para
evangelizarlas.
Y se produce, como ya hemos apuntado un “injerto”, puesto que los colonizadores se casan
con las “indias”, sin prejuicios o por necesidad, y lo hacen de tal manera que hoy, viajando
por aquellas tierras, podemos ver la mezcla entre la sangre ibérica y americana de una
forma incontestable.
Pero Iberia no da solo su semilla humana. También da su sangre, en una verdadera
“transfusión”, con la muerte de tantos y tantos colonizadores y evangelizadores, lo cual
enriquece a ambos pueblos y también los empobrece en cierto sentido.
Pero hablemos ya de la obra puramente evangelizadora:
Desde que empieza la evangelización en el siglo XVI, la única iglesia presente es la
Católica, como es natural, ya que es la única que Iberia tiene para exportar.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, sigue siendo lo mismo. Su labor es inmensa y los
resultados son espectaculares, hasta el punto de que cuando estos pueblos alcanzan la
independencia política, son oficialmente cristianos.
Sin embargo, las conversiones han sido hasta ahora, masivas y masificadas, produciendo en
muchos casos, el típico creyente que lo es porque le han bautizado al nacer y le han llevado
a la iglesia desde la niñez, pero que no ha experimentado en sí mismo la conversión o
“nuevo nacimiento”.

136
Pero a partir del siglo XIX y sobre todo del XX, han penetrado en esta parte del mundo, con
gran éxito, diversas confesiones evangélicas, con un estilo de predicar más personalizado y
más agresivo, produciéndose millares y millares de conversiones.
Por ejemplo, la Iglesia Cristiana Adventista del Séptimo día, que no es mayoritaria
mundialmente hablando, cuanta al día de hoy con aproximadamente, 6.000.000 de
creyentes en este subcontinente iberoamericano. Esto no quiere decir que todos sean
“practicantes netos” en el sentido de la palabra. Pero sí que lo son la mayoría. Y también
que un gran porcentaje son misioneros laicos activos, lo que produce un importante
crecimiento anual.
Pero estas cosas, las relatamos, no para vanagloria humana, sino para decir que Dios está
aún vivo y sigue trabajando por la humanidad. Ya lo dijo el Salvador:
“Jesús respondió: Mi Padre siempre está en su obra y yo también” (Juan 5: 17)
Pero como Dios tiene instrumentos escogidos en todos los lugares, según la luz que cada
uno ha recibido, hablemos ya de algunos fieles testigos del “tesoro divino”, de grandes
vidas que han testificado con sus palabras y sus hechos a favor del Dios que “hizo el
mundo y todo lo que en él hay”:
Pero hablemos también de algunos “vasos de barro” americanos, que también son usado por
el gran Alfarero (Dios) para llevar el “tesoro” divino, en la dimensión humana:

ARANSUNU ( - 1628)
Estamos hablando del 1 de Noviembre de 1628. En las selvas rioplatenses de América del
Sur, en la recientemente fundada reducción de Todos los Santos de Caaró (hoy territorio
brasileño),fueron martirizados los dos misioneros jesuitas Roque González de Santa Cruz y
Alfonso Rodríguez. Pero Pedro Romero, compañero de Roque González, encargado de
la vecina misión de Candelaria de Cazapaminí y que recogió los restos de sus compañeros
mártires, incluido el corazón de Roque, cuenta en una carta dirigida al superior general de los
jesuitas, que el cacique Arasunú, que se estaba preparando para el bautismo, indignado,
defendió a los predicadores del Evangelio. Esto motivó que Aransunú recibiera el bautismo,
pero no de agua, sino de fuego, mediante el martirio, así como los que le habían adoctrinado.

HERDER CAMARA
He aquí las palabras literales de este obispo católico en Iberoamérica, pronunciadas en un
sínodo en Roma en 1974:
“…¡Que alegría poder anunciar el Evangelio a los pobres!...¿No es esta la hora de
Dios para que hagamos como San Pablo y nos dirijamos a los paganos, o a los
bárbaros, mucho más cercanos a nosotros?...¿Por que dudar de que el Espíritu Santo,
siempre vivo, realiza ahora milagros tal vez más grandes que los de los primeros siglos
del cristianismo?...¡Mis queridos hermanos, vayamos a los paganos, vayamos a los
bárbaros! ¿No vemos al pobre que nos hace señas, que nos llama como el macedonio,
llamaba a San Pablo?”

137
LEONIDAS PROAÑO
Este otro obispo, estableció las escuelas radiofónicas populares, para educar a los indios.
Pronto, los terratenientes emprendieron una campaña de acoso y difamación, por lo que
consideraban “una locura”.
Pero el obispo, no se arredró por ello, y para poner en aplicación sus enseñanzas sobre la
reforma agraria, donó las tierras que pertenecían a la diócesis de Riobamba a los
campesinos y él se refugió en la vieja catedral de madera y ladrillo.
Decía él que “los pobres, lo indios, todos los que tienen hambre y sed de justicia, han
tenido siempre más confianza en la cruz que en las metralletas.”
Pero pasemos ahora a hablar de uno de los más grande creyentes que han existido en
Hispanoamérica:

MANUEL DE LACUNZA Y DIAZ (1731-1801)


El 17 de junio de 1801, fue encontrado su cadáver en un foso de las afueras de Imola
(Italia). Hacía más d e 30 años que había sido proscrito de su patria (Chile) y vivía en esta
ciudad.
Y todo el “pecado” de este jesuita chileno, fue atreverse a investigar en la Biblia, y
especialmente en los libros de Daniel y Apocalipsis, sobre el regreso de Jesús y escribir una
obra magistral titulada “LA VENIDA DEL MESIAS EN GLORIA Y MEGESTAD”.
Pero como en aquel tiempo de densa oscuridad religiosa, solo la jerarquía de la Iglesia
Católica podía interpretar las Escrituras y Lacunza interpretaba por su cuenta la profecía
respecto al retorno de Cristo y todos los acontecimientos relacionados con ello, tuvo que
publicar su libro bajo el seudónimo de un autor judío llamado JUAN JOSAFAT BEN
EZRA. A pesar de todo, como ya hemos comentado fue proscrito de su país de origen y se
vio obligado a refugiarse en Italia, donde terminó sus días en forma sospechosa.
Sin embargo, su obra cumbre ya citada, es posiblemente el mejor tratado que se haya
escrito en la cristiandad sobre las profecías del fin del tiempo y los acontecimientos que han
de rodear a la segunda venida de Jesucristo.
Hoy, doscientos años después de que este hombre lo escribiera, esta obra es un tesoro en las
bibliotecas de estudiosos y seminarios evangélicos. Y ha sido sobre todo motivo de estudio
por parte de un gran teólogo perteneciente a la Iglesia Adventista, llamado Alfredo Vaucher,
el mayor especialista en la obra de Lacunza.
Veamos ahora, para terminar, las palabras del mismo Lacunza, en el prólogo de su gran libro:
“Deseo y pretendo en primer lugar despertar por este medio, y aún obligar a los
sacerdotes a sacudir el polvo de las Biblias, convidándolos a un nuevo estudio, a un
examen nuevo, y a una nueva y más atenta consideración de este libro divino, el cual
siendo libro propio del sacerdocio, como lo son respecto de cualquier artífice los
instrumentos de su facultad, en estos tiempos respecto de no pocos, parece ya el más
inútil de todos los libros.

138
¡Qué bienes no debiéramos esperar de este nuevo estudio, si fuere posible reestablecerlo
entre los sacerdotes hábiles y constituidos en la Iglesia por maestros y doctores del
pueblo cristiano!
Deseo y pretendo, lo tercero, dar alguna luz, o algún otro remedio más pronto y eficaz a
mis propios hermanos los judíos, cuyos padres son los mismos de quien desciende Cristo
según la carne.
¿Qué remedio pueden tener estos miserables hombres, sino el conocimiento de su
verdadero Mesías a quien aman, y por quien suspiran noche y día sin conocerlo? ¿Y
cómo lo han de conocer, si no se les abre el sentido? ¿Y cómo se les puede abrir
suficientemente este sentido en el estado de ignorancia y ceguedad en que actualmente
se hallan, conforme a las Escrituras, si solo se les muestra la mitad del Mesías,
encubriéndoles y aún negándoles absolutamente la otra mitad? ¿Si sólo se les predica
(quiero decir) lo que hay en sus Escrituras perteneciente a vuestra primera venida, en
carne posible, como redentor, como maestro, como ejemplar, como sumo sacerdote,
etc.; y se les niega sin razón alguna lo que ellos creen y esperan, según las mismas
Escrituras, aún con ideas poco justas y aún groseras perteneciente a la segunda?” El
sabio Gorriti, arcediano de la Iglesia Catedral de Sarta. Le llama “El incomparable
americano Lacunza, honra no solo de Chile, que fue su patria, sino de todo nuestro
continente”.
Y el Diccionario Biográfico Americano de Cortés le proclama
“Una de las glorias de la Teología en el siglo XIX”.
Y Menéndez Pelayo asegura que “Notables y ortodoxísimos teólogos ponen sobre su cabeza
el libro del Padre Lacunza, como sagaz y penetrante expositor de las Escrituras”.

AMADO NERVO (1870-1910)


Pero terminemos con unos versos preciosos del gran poeta mejicano Amado Nervo,
dedicados a Tomás de Kempis, de quien ya hemos hablado en el capítulo de Alemania, por el
libro por él escrito, “IMITACION DE CRISTO”:
“Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste;
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!
¡Oh, kempis, antes de leerte, amaba
la luz, las vegas, el mar Océano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!

Antes, llevado de mis antojos,


besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grandes ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!
Mas como afirman doctores graves
que tú, maestro, citas y nombras,

139
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras,

huyo de todo terreno lazo,


ningún cariño mi mente alegra
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra…
¡Oh, Kempis, Kempìs, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
Ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!”

ADOLFO PEREZ ESQUIVEL (1931-)


Este arquitecto argentino, fue el fundador del Servicio Justicia y Paz, para América
Hispana. Fue profesor de la universidad de La Plata y se adhirió al movimiento pacifista en
1971.
En 1977 fue detenido en Argentina. Fue torturado y permaneció 14 meses en prisión.
En 1980, fue galardonado con el premio Nobel de la Paz.
Pero, además, el movimiento de Pérez Esquivel prolonga la línea de “no violencia”
propugnada por Gandhi, por Luther King y por otros muchos.
Pero sobre todo, por Jesucristo, quien dijo:
“Bienaventurados los mansos…” (Mateo 5: 5). Y
“Bienaventurados los pacificadores…” (Mateo 5: 9).
Y marchando hacia el norte, dejamos Iberoamérica, para entrar en Norteamérica:

140
NORTEAMERICA

Al hablar de Norteamérica, nos ceñiremos a los Estados Unidos de Norteamérica, por ser en
ese gran país donde trascurre la Historia de forma más trascendente, en cuanto al temario
de este libro.
Y así como Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma, y los estados europeos estaban
representados en la profecía bíblica mediante una estatua, que vio en sueños el rey
Nabucodonosor y que se relata en el libro profético de Daniel, capítulo 2, también los
EE.UU. están representados en una visión que vio el profeta Juan y que él mismo escribió
en el libro de Apocalipsis, capítulo 12.
Veamos esta interesante profecía:
“Cuando el dragón vio que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a la
mujer…Pero le fueron dadas a la mujer dos alas de una gran águila, para que volara
de la presencia de la serpiente, al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un
tiempo, tiempos y medio tiempo. Entonces la serpiente echó de su boca tras la mujer,
agua como un río, para que fuese arrastrada por el río, Pero la tierra ayudó a la
mujer. La tierra abrió su boca y sorbió el río que el dragón había arrojado de su boca.
Entonces el dragón se airó contra la mujer y fue a combatir al resto de sus hijos, los
que guardan los Mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apocalipsis
12: 13-17).
No pretendemos dar ahora una explicación exhaustiva de este pasaje, que merece un
estudio., aparte, más detallado. Pero sí daremos algunos breves apuntes, a fin de que el
lector, si lo desea, pueda profundizar un poco más en ello.
En primer lugar se habla de un dragón o serpiente: El mismo libro de Apocalipsis nos dice,
un poco antes:
“Y fue lanzado fuera ese gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y
Satanás…” (Apocalipsis 12:9).
Luego, nos habla de una mujer. Leemos en otro lugar:
“Esposos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella” (Efesios 5: 25).
En este y otros textos bíblicos se evidencia el símbolo empleado por Dios., al comparar a la
iglesia con una esposa para El.
A continuación nos dice que la mujer huye al desierto donde es sustentada por tres tiempos
y medio. Este mismo periodo está reseñado en otras profecías paralelas, como de tres años
y medio proféticos, a razón de un día por año que representan 1260 años. (Números 14: 34;
Ezequiel 4: 6).
Por lo tanto, se trata aquí de un periodo de grandes persecuciones medievales sobre las
iglesia reformada, que ocurren principalmente entre los años 538 (d. C.) en que queda
establecido y afianzado el poder político religioso de Europa, hasta el año 1798, en que este
poder, es quebrantado temporalmente por la Revolución Francesa.

141
Sin embargo, durante ese periodo de oscurantismo y fanatismo, hay siempre una iglesia
“remanente”, que ora escondida en los Alpes italianos, ora en bosques y en casas
particulares, ora en países lejanos de Europa, permanece fiel, manteniendo la “antorcha” de
la verdad que ellos conocen, o de otra manera, llevando el “tesoro divino” aunque sea en
“vasos de barro”.
A continuación se habla de agua como un río, echado tras la mujer o iglesia.
Es muy frecuente en lenguaje simbólico de la Biblia, representar a las multitudes o a los
ejércitos, como ríos que amenazan con anegarlo todo a su paso. Estaría. pues hablando de
las grandes persecuciones, que cayeron sobre tantos fieles, ya que todos no tuvieron el
privilegio de estar ocultados en montañas o lugares desiertos.
Pero ahora se dice que “la tierra ayudó a la mujer…y sorbió el río” (Versículo 16).
Es aquí donde vemos un símbolo de los EE. UU. mediante esa “tierra de promisión” que se
abre para acoger a los miles y miles
de creyentes, que huyendo de Europa, encuentran una “tierra” de libertades, donde podrán
practicar libremente su fe, sin que el “río” los anegue.
Pero veamos esto, ahora, en la historia real de esta “tierra” que se llama LOS ESTADOS
UNIDOS DE NORTEAMERICA:

(HISTORIA BREVE)
Después de que España y Portugal descubrieran y colonizaron parcialmente el gran
continente americano, Inglaterra, Holanda, Francia y otras naciones europeas se lanzan a la
conquista y también colonización, imitando y secundando a los ibéricos, deseosos también
de recoger el “botín” unos y de llevar la civilización y la fe cristiana los otros. Solo Dios
juzgará a todos y “pesará en balanza” las motivaciones”, pues de todo hay en este mundo
de pecadores indignos y de grandes hombres.
Y a medida que llegaron, principalmente los ingleses, se formaron aquellas primeras
colonias que luego formarían los primeros seis estados específicos que son los
nororientales, Maine, Vermont, New Hampshire, Massachussets, Connecticut y Rhode
Island. Y que formaron la llamada NUEVA INGLATERRA.
Dice la Enciclopedia Durvan:
“Una fuerza cultural común prestó originariamente unidad a estos estados, cuando,
en calidad de colonias inglesas, suscribieron los principios del Puritanismo.
Probablemente ninguna otra empresa colonial ha estado dotada del impulso
intelectual que caracterizó la colonización de la bahía de Massachussets (1630) y
zonas próximas. Este caudillaje intelectual representó la contribución principal a la
civilización americana de Nueva Inglaterra, que hasta bien entrado el siglo XIX siguió
siendo la capital cultural de la nación.
Los primeros colonizadores de Nueva Inglaterra fueron los famosos peregrinos que
arribaron a Plymouth en 1620. Los Peregrinos se fusionaron muy pronto con los
Puritanos que iban llegando en sucesivas inmigraciones y que han venido a constituir
un símbolo nacional.

142
(Gran Enciclopedia del Mundo Durvan, tomo 14, pag. 123, 124).
Resumamos:
En 1607 llegó el primer contingente, fundando la colonia de Virginia.
En 1643, se fundó la colonia de Maryland.
Un poco antes, en 1629, los famosos “padres peregrinos”, de los que ya hemos hablado en
el capítulo del Reino Unido, fundaron en la región del río Hudson, la ciudad de Plymouth.
Guillermo Penn (1644-1718), fundó al oeste de New Jersey, Pennsylvania, cuya capital fue
Philadelphia, donde pronto reinó la más completa libertad de credos religiosos y de formas
políticas.
Se ha calculado que entre los años 1600 y 1700 embarcaron para el Nuevo Mundo de
700.000 a 750.000 emigrantes.
Y así, poco a poco, fueron apareciendo las colonias inglesas y luego algunas francesas.
Pero llegó lo inevitable. La gran distancia geográfica e ideológica entre las colonias y la
metrópoli, pronto “alumbró” en los colonos ese deseo innato a la humanidad de
independencia y libertad.
Y después de diversos conflictos, largos de enumerar, el 4 de julio de 1776, se aprobó en
Philadelphia, la Declaración de Independencia. Desde entonces, ese día, se celebra en todo
el país como el más importante en lo político.
Y en 1778, se votó la primera Constitución, que ha sido motivo de inspiración para muchas
otras constituciones modernas.
Finalmente, en 1783, por la Paz de Versalles, los Estados Unidos fueron reconocidos como
estado independiente y soberano.
Y en 1789, es elegido Jorge Washington como primer presidente de la nación.
Luego, continuó la expansión lenta y continua hacia el oeste, hasta alcanzar la plenitud
actual y llegar a ser la nación más poderosa del mundo y gran defensora de libertades.
Pero un pueblo no es más que lo que sean las personas que lo componen. Por lo tanto,
hablemos ahora de unas cuantas personas, como “botón de muestra”. Empezaremos por
algunos sabios famosos:

BENJAMIN FRANKLIN (1706-1790)


Posiblemente haya sido el hombre más importante que ha producido el continente
americano. Fue impresor, autor, filósofo, hombre de estado, científico e inventor. El líder
revolucionario francés Mirabeau, dijo “que era el filósofo que hizo más para extender los
derechos del hombre en toda la tierra”, y declaró: “La antigüedad hubiera levantado altares
en honor de este gran genio”.
Era el número quince entre los diez y siete hijos de un pobre fabricante de velas. Pero esto,
que para algunos parecería una desgracia, es para muchos un “trampolín” donde se fraguan
los caracteres de los hombres. Como dice el poeta español José María Gabriel y Galán en la

143
poesía “Mi Vaquerillo”, hablando de un muchachito que cuida sus vacas en el día o la
noche, en el frío o el calor y en peligros potenciales:
“Para hacerse de acero los cuerpos; para hacerse de oro las almas”.
Y esto, amén de otros factores, forjó a Benjamín Franklin.
Casi todo lo que sabía: ciencia, filosofía, idiomas, lo aprendió por sí mismo. Hablaba latín,
francés, alemán, español e italiano. Sin embargo solo asistió a la escuela poco más de un
año. Su padre lo puso a trabajar a los diez años de edad.
Como político, fue el primero que pensó en los Estados Unidos como una sola nación en
vez de un conjunto de colonias separadas. Inventó también el sistema de gobiernos estatales
unidos bajo una autoridad federal.
Fue el primero que identificó los puntos positivo y negativo de la electricidad, bases de la
“batería”, “carga eléctrica”, “condensador”, y “conductor”. Con la invención del
pararrayos, hizo desaparecer el miedo de muchas personas a las descargas eléctricas.
También inventó las gafas bifocales, aliviando así el problema de muchas personas
mayores. Tocaba el arpa, la guitarra y el violín. Escribió con gran conocimiento sobre los
problemas de la composición musical.
También creó la primera agrupación de policía profesional y el primer servicio voluntario
de bomberos.
Pero lo más importante, para el tema que nos ocupa es su fe religiosa. Pues bien, él creía y
esperaba la resurrección de los salvados en ocasión de la Segunda Venida de Jesucristo.
Leamos el epitafio en su tumba, que él mismo había redactado en su juventud:
“El cuerpo de B. Franklin, impresor, como la cubierta de un libro viejo, al que le han
arrancado las páginas y las letras y el oro, yace aquí, comida para los gusanos. Pero el
trabajo no se habrá perdido en su totalidad: porque según él cree, aparecerá una vez
más, en una nueva y más perfecta edición, corregida y aumentada por su Autor”.

SAMUEL MORSE (1791-1872)


¿Quién no ha oído hablar de este gran inventor del telégrafo eléctrico?
En el Museo Nacional de Washington existe una copia certificada de los diagramas que él
dibujó de un aparato emisor y otro receptor y el sistema de puntos y rayas, que luego,
perfeccionado, se convirtió en el famoso código Morse.
Cuando Ezra Cornell tendió una línea experimental entre Washington y Baltimore, el 24 de
mayo de 1844, Morse envió desde la Cámara de la Corte Suprema el histórico mensaje:
“What hath God wrought” (“Lo que ha hecho Dios”).
Un amigo le preguntó en cierta ocasión: - Profesor, mientras investiga, ¿ha llegado alguna
vez a una situación en que no sabe cual es el paso siguiente?. - Morse respondió: - Sí, más
de una vez. Le voy a hacer una confidencia que no he hecho a nadie. Siempre que no
veo el término con claridad, me arrodillo y le pido a Dios que me de luz y
entendimiento. -¿Y se aclara con ello? -. Si, afirmó Morse. – Y le aseguro que cuando
me llegan grandes honores por los inventos que llevan mi nombre, nunca pienso que

144
los merezco. He realizado una valiosa aplicación de la electricidad, pero no porque yo
sea superior a los demás, sino porque Dios quiso que se supiera; y debió revelárselo a
alguien, siendo yo el privilegiado”.

LEWIS WALLACE (1827-1905)


¿Quién no ha leído o visto en la gran pantalla la famosa novela, llevada al cine, de BEN
HUR? Todavía hoy es considerada como una de las obras maestras de la literatura moderna
y de la cinematografía.
Pero, ¿Cuántos conocen la historia personal, que incitó a su autor a escribirla?
Pues bien; el autor, general norteamericano Lew Wallace vivía en el tiempo en que un
inteligente ateo, R. G. Ingersoll, negaba públicamente la existencia de Dios.
Pero el azar, o la providencia, quiso que un día, ambos, se encontraran en un tren. El ateo
Ingersoll, estaba burlándose del cristianismo y de los cristianos. De pronto, se volvió hacia
Wallace y le dijo: “Wallace, tu que eres un hombre letrado y pensador, ¿Por qué no reúnes
material suficiente para escribir un libro dando pruebas de la falsedad de Jesucristo?
Demuestra que ese hombre nunca ha existido y que tampoco es el autor de las doctrinas del
Nuevo Testamento”.
Wallace aceptó el desafío y empezó a buscar y recopilar material suficiente para probar la
falsedad del cristianismo. Para ello, viajó a diversos lugares del mundo bíblico, consultando
manuscritos antiguos y fuentes originales del periodo histórico en que se suponía que había
vivido Jesús de Nazaret.
Como resultado de este trabajo de investigación concienzuda, sacó tres conclusiones:
1.- Jesucristo ha sido una figura histórica real.
2.- Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.
3.- Jesucristo es la respuesta a las necesidades del ser humano.
Y a causa de este descubrimiento, este versado general, con cincuenta años de edad, cayó
sobre sus rodillas, pidiendo el perdón divino y pidiendo ser transformado en un verdadero
discípulo de Aquel que hasta entonces solo había sido para él un personaje de leyenda.
Cuando terminó su oración, Wallace era un verdadero cristiano, que desde entonces llevaría
una vida nueva de entrega a Dios. Y en lugar de escribir un libro en contra de Cristo,
escribió uno de los libros más hermosos: BEN HUR, para demostrar que Jesucristo es el
Salvador del mundo.
Esta historia, nos demuestra lo fácil que es equivocarse en materia de religión y ¡Cuan
fácilmente edificamos nuestras creencias sobre opiniones y comentarios en lugar de
examinar de cerca los hechos.

ALBERT EINSTEIN (1879-1955)


Aunque era alemán de nacimiento, al ser voluntariamente nacionalizado en EE. UU. lo
tratamos en este país.

145
La ignorancia es muy atrevida. Creen algunas personas, posiblemente de buena fe, pero por
ignorancia, que la religión es cosa de “ignorantes” y que hoy, con todos los conocimientos
actuales, hay que ser ateo o gnóstico. Pero quizás se sorprendan muchos, al comprobar que
una gran cantidad de eminentes sabios han sido grandes creyentes y que Einstein era uno de
ellos.
Como ya se ha indicado, aunque era alemán, emigró a EE. UU. por estar en desacuerdo con
el régimen de Adolfo Hitler. Allí, siguió estudiando la ciencia del átomo, hasta conseguir
la famosa bomba atómica. Sin embargo y contrariamente a lo que pueda parecer, era un
gran pacifista, cuyas ideas parecían quiméricas para la mayoría. Y parece ser que al ver los
resultados, se arrepintió de haber colaborado en el descubrimiento de la bomba atómica.
En una ocasión dijo:
“Solo una vida vivida para los demás, merece ser vivida”.
En realidad, fue siempre un hombre incomprendido. Para unos, era un “bolchevique”. Para
otros un “instrumento de Wall Street”, y para otros, era un “ateo”. Y sin embargo, como ya
hemos dicho, era un gran creyente.
Muchos hombres de ciencia lo calificaron de “santo”, “noble”, “amable”. Estaba
convencido de que siempre habría de encontrase respuestas a los grandes enigmas de la
ciencia, porque decía:
Dios es sutil, pero no travieso” Y ante los grandes misterios a los que no encontraba
respuesta, decía:
“¿Podría ser esta la manera como Dios creó el Universo?”
Sabía que los hombres nunca llegarían a saberlo todo y que “La cosa más bella con que
podemos experimentar es el misterio”:
Y terminamos con una hermosa frase de él:
“Hay dos maneras de vivir una vida: La primera es pensar que nada es un milagro.
La segunda es pensar que todo es un milagro. De lo que yo estoy seguro es que Dios
existe”.
He aquí una frase “lapidaria” de este hombre:
“La ciencia sin religión está tullida; la religión sin ciencia está ciega”
(“La ciencia descubre a Dios” pág. 15)
Pero aunque hasta ahora hemos tratado de personas creyentes, las hemos clasificado entre
los “grandes sabios”, demostrando que es perfectamente compatible la ciencia humana con
la fe religiosa. Sin embargo, ahora trataremos de “grandes creyentes”, aunque también
pudieran ser sabios.

INDIOS DE NORTEAMERICA
Tengo en mis manos un libro escrito por Ascensión López, titulado EL SONIDO DE LA
CARACOLA. En la página 23, dice:

146
“Es posible que no tengamos conocimiento del Dios verdadero, que lo adoremos con
formas incorrectas, pero es a El a quien nos dirigimos porque hemos escuchado su
llamada. Como muestra he insertado una de esas oraciones”. Y a continuación se
transcribe una oración pronunciada por uno de los indios de Norteamérica, antes de que
llegaran allí los europeos:
“¡Oh, Gran Espíritu que está en el viento, escúchame!
Déjame contemplar la belleza del alba
y de los ocasos rojos; haz que mis manos maten
solamente lo necesario para vivir.
Haz que yo no sea superior a mis hermanos, y que sepa, si la ocasión se presenta,
combatir con valor, contra mí mismo…
Para que cuando el sol se ponga
pueda cabalgar hacia ti, por las grandes praderas,
sin vergüenza”.
Entre los muchos creyentes que llegaban a Norteamérica, durante los siglos XVI al XIX ,
están:

LOS CUAQUEROS
En la Inglaterra del siglo XVIII surgió una secta, cuyos creyentes fueron conocidos por el
nombre de “quakers”, Ya que decían que su emoción religiosa les hacía temblar.
Eran pacifistas a ultranza. Defendían la libertad de conciencia y práctica de la religión,
cualquiera que fuese su credo. Su carácter, en general, era humilde y manso. Pero como
rehusaban la violencia en todas sus formas, incluida la guerra, y también se negaban a
pagar impuestos, eran odiados por la sociedad inglesa, que deseaba que fueran desterrados
del país, a alguna tierra lejana, de donde no pudieran volver.
Y esto es precisamente, lo que ocurrió.
El jefe de los cuáqueros, William Penn, que había contribuido a la restauración de Carlos II
y a quien el monarca debía diez y seis mil libras, pero que no podía pagárselas, se dirigió al
duque de Cork, el futuro Jacobo II y le propuso saldar la deuda a cambio de que se les
cediera un territorio en Norteamérica para ser colonizado y albergar en él a todos los
cuáqueros.
Y es así como en 1681, surgió la colonia, hoy estado, de Pensilvania, en memoria del
fundador.
Desde entonces Pensilvania no fue colonizada solo por ingleses, sino también por
escoceses, irlandeses, alemanes, franceses y suizos.
Pronto, aquella colonia alcanzó un notable desarrollo.
Dice un historiador inglés:

147
“Aquellos santos varones no pasaban de ser relativamente santos; en cambio,
demostraron ser unos hábiles comerciantes”.
(Historia Universal Daimon, tomo 9, pág. 383).
Y leemos a continuación en el mismo manual de Historia:
“Filadelfia fue la primera en beneficiarse de tan rápidos progresos, y la ciudad se
convirtió muy pronto en centro comercial de la joven América y en importante foco
cultural ochenta años después de su fundación; en medio de un verdadero desierto
contaba ya Filadelfia con una población de 20.000 almas…con avenidas rectas y
prolongadas, provistas ya de aceras y con alumbrado público, en una época en que la
mayoría de las ciudades europeas ignoraban todavía esta innovación. En Filadelfia se
fundó el primer hospital de América y se estableció su primera biblioteca pública”.
Y termino yo con una reflexión personal:
Si la “vieja Europa” hubiera respetado a todos los hombres y sus creencias, habría recibido
una gran “bendición”, de la que fue privada, por su falta de “visión”. Aquel país, que
“Ayudó a la mujer” (Iglesia), fue bendecido en extremo por el Dios del amor y de la
libertad.
Y pasamos ya a otro gran creyente, que además fue gran estadista:

ABRAHAM LINCOLN (1809-1865)


Este hombre fue un “fuera de serie” por muchas cosas. Una de ellas era su aspecto físico.
Otra, era su inmensa bondad.
El novelista Nathaniel Hawthorne le entrevistó en 1862. Después dijo:
“Sería preciso buscar durante mucho tiempo en todos los estados para poder hallar
un rostro más feo que el suyo. Pero la expresión amistosa de su mirada , logra
proporcionarle luminosidad. Mucha sensatez, una sabiduría que en nada debe a los
libros…y una honradez que procede directamente del corazón”.
(Idem. Pág. 203)
Pero el mayor problema que tuvo que afrontar fue, sin duda, el de la esclavitud. Ante su
elección como presidente, los estados del sur abandonaron, uno tras otro, la Unión.
En diciembre de 1860, lo hizo Carolina del Sur.
A primeros del siguiente año, lo hicieron otros seis: Misisipí, Florida, Alabama, Georgia,
Luisiana y Texas., proclamándose ESTADOS COFEDERADOS DE AMERICA (C. S. A.)
eligiendo como presidente a Jefferson Davis.
Ante esta situación, dijo, basándose en la Biblia;
“Una casa dividida y enfrentada no, puede sobrevivir. No creo que esta nación pueda
permanecer siempre dividida en estados libres y estados esclavistas”.
(Idem, tomo 11, pág. 202).
Ya, antes de ser presidente, era odiado por los sudistas, a causa de sus campañas contra la
esclavitud.

148
Pero no era esta su única “virtud”, para ser odiado por muchos. Y es que en la América de
aquel tiempo, muchos adoraban el dinero, como la manera de ser “grandes” y el dólar era la
única medida del éxito. Mientras, Lincoln proclamaba sin rebozo el desprecio que le
inspiraba el dinero y su incompetencia en asuntos financieros. Decía él: “No sé nada de
dinero y jamás he tenido que soportar su carga”.
Sin embargo, esta incompetencia en asuntos financieros, contrastaba con una gran
competencia en asuntos juristas, acompañada de seriedad, rigor, vigor y tolerancia, siendo
con todos amable, paciente y generoso.
Y en sus “batallas”, jamás hablaba mal de sus adversarios políticos. Ni siquiera usaba
palabras duras contra los sudistas sublevados.
Quiso evitar la guerra por todos los medios, hasta el último momento, pero no fue posible.
El 12 de Julio de 1861, había una guarnición de tropas concentradas en Fort Sumter, cerca
de Charleston, Carolina del Sur, cuando un batallón de confederados sitió la plaza fuerte.
Lincoln, para evitar el conflicto, no quiso enviar refuerzos militares, y sí envió
aprovisionamiento. Pero los sudistas tomaron la plaza por la fuerza y el comandante de la
misma se vio obligado a capitular. Entonces, Lincoln pidió al congreso 75.000 voluntarios
para tres meses y los sudistas lo consideraron como declaración de guerra y el conflicto fue
inevitable.
Guerra horrible, como todas las guerras y posiblemente más horrible al ser “guerra civil”
entre hermanos, familiares y amigos.
Lincoln sufrió lo indecible y trató por todos los medios de acortarla y aliviarla en lo
posible. Pero duró más de cuatro años. Desde 1861 a 1865.
Y cuando por fin, ya terminada la contienda, ofreció el perdón a todos sus adversarios y la
libertad a todos los esclavos, y parecía que estaba a punto de conseguir su gran objetivo de
consolidar la democracia y propagarla al resto del mundo, un fanático sudista, John Wilkes
Booth, llegó hasta el palco del Ford´ Theatre de Washington, donde el presidente estaba
con su esposa presenciando una función y disparó contra él “el último proyectil” de la
guerra, el 14 de abril de 1865, causándole la muerte en pocas horas. Uno de sus secretarios
diría después:
“Su rostro abatido quedó cubierto de una paz indecible”.
Y ahora hablaremos de una mujer:

ELENA G. WHITE (1827-1915)


Alrededor de los años cuarenta del siglo XIX, surge en los EE.UU. un movimiento
religioso que al estudiar las Escrituras, comprende que la segunda venida de Jesucristo está
cerca y que es necesario preparar un pueblo de creyentes para ese magno acontecimiento,
volviendo a los orígenes del cristianismo y reformando verdades olvidadas como la
obediencia a todos los mandamientos de la Ley de Dios. Pronto, este movimiento toma el
nombre de IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA.
Y en el seno de este movimiento, luego convertido en iglesia, entra una jovencita de salud
precaria y sin formación académica, que se convierte en una ayuda providencial para la

149
proclamación del Evangelio de Cristo, en toda su pureza. Aunque ya hemos dicho que no
tiene formación oficial, ella cree recibir inspiración directa de Dios, por medio de sueños,
visiones y mensajes directos, que son corroborados por un cumplimiento extraordinario y
una bendición para la iglesia naciente. Después de ser sometida a un exhaustivo examen y
de muchas evidencias la mayoría de los creyentes de la Iglesia Adventista consideran que
Dios la ha llamado a la función profética para conducir a esta iglesia en sus orígenes. Ella
estudia la Palabra de Dios de forma autodidacta, amén de Historia Universal, y escribe
miles de páginas que son una bendición para todos los estudiantes de la Biblia. Entre sus
muchos libros, hay una serie que comentan toda la Escritura y que tienen los títulos
siguientes:
PATRIARCAS Y PROFETAS, que comenta la primera mitad del Antiguo Testamento
PROFETAS Y REYES, que comenta la otra mitad.
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, que comenta los Evangelios.
LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES, que comenta el libro de los Hechos y las Epístolas.
Y
EL CONFLICTO DE LOS SIGLOS, que comenta los libros proféticos de Daniel y
Apocalipsis.
Además de estos, escribe numerosos libros y artículos para la familia, para la juventud, para
la Iglesia, para la vida cristiana en general, para la salud, etc.
Y para mayor testimonio, diremos que millones de personas han leído estos libros y otros
muchos de esta autora y han sido inmensamente enriquecidos con la lectura, llegando a
tener una experiencia y visión religiosa mucho mayor que antes de conocerlos.
Y como botón de muestra, me permito transcribir dos párrafos, escogidos casi al azar, de
entre sus muchas obras:
“La naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre
celestial es el manantial de vida, sabiduría y gozo. Mirad las maravillas y la bellezas
de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad,
no solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes. El sol y la lluvia que
alegran y refrescan la tierra, los montes, los mares y los valles, todo nos habla del
amor del Creador. Dios es el que suple las necesidades diarias de todas sus criaturas”
(El Camino a Cristo, pág. 15).
“La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren;
hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no
teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan
leal al deber como la brújula al polo; hombres que permanezcan de parte de la
justicia aunque se desplomen los cielos”.
(La Educación, pag. 57).
Además, esta mujer que trabajaba incansablemente, durmiendo apenas y viajando en
condiciones muy precarias por el mundo entero, ha sido una bendición no solo para los
millones de adventistas de toda la tierra, sino para otros muchos millones de lectores, que
han sentido el poder del Espíritu Santo, tocando sus corazones.

150
Sus consejos, por escrito y de palabra, fueron inspiradores para la naciente iglesia
Adventista que, como resultado, hoy se extiende por todo América y por el resto del
mundo. Y aunque no pretende ser una iglesia mayoritaria, sí lo es “progresista” y
evangelizadora, creciendo en número y en infraestructuras, hasta el punto que hoy cuenta
con más de 20.000.000 de creyentes, además de clínicas, hospitales, editoriales, centros de
beneficencia, estaciones misioneras en el tercer mundo, programas de salud y campañas
para la liberación del tabaco, alcoholismo y drogadicción, emisoras de radio y televisión,
además de una gran obra filantrópica, a través de la agencia ADRA (Asociación para el
desarrollo y recursos asistenciales).
No pretendemos que todo esto se deba solamente a E. White, pero es evidente que ella
ejerció una gran influencia.
En cuanto a su vida personal, ella fue una gran cristiana, aunque no perfecta, como “vaso
de barro” que era. Era una mujer de consagración evidente, de trabajo incesante, de espíritu
humilde y de bondad manifiesta, dando pruebas de estar dirigida por el Espíritu Santo.
Ha sido honrada y reconocida por adventistas y por no adventistas, creyentes y no
creyentes.
Pero ella siempre dio toda la gloria a Dios, de quien dijo recibir toda la sabiduría. Y a ese
Dios, nosotros honramos también al escribir estas sencillas líneas para honra y honor del
Creador.
Y hablemos aún de otra mujer, que en condiciones físicas horribles, ha sido y es una
referencia para el mundo moderno:

ELLEN KELLER (1880-1968)


Casi todos los lectores habrán oído hablar de esta mujer.
Como la historia de esta mujer es muy conocida, no repetiremos detalles que son públicos y
notorios. Ciega, sorda y muda (a consecuencia de la sordera), desde los primeros años de su
vida, fue, sin embargo una de las personas más conocidas del mundo moderno.
Si mucha hay de mérito en ella, no lo hay menos en aquella paciente profesora particular
llamada Anne Sullivan, que soportando de ella un carácter horrible (debido a su situación)
y unas reacciones “salvajes”, con paciencia infinita, con amor sin igual y con tacto
providencial, hizo de ella una gran mujer, con gran cultura y gran carácter humano.
Pero lo que interesa especialmente para el tema que nos ocupa es que ella fue al mismo
tiempo una gran cristiana.
Para ella, su posesión más valiosa era su Biblia escrita en Braille. Sabía capítulos enteros de
memoria.
Dice una biógrafa suya:
“Helen Keller es una mujer profundamente espiritual. Su fe la sostiene en las horas de
reposo, cuando, terminadas las ocupaciones del día, vuelve a ese profundo silencio que
solo los ciegos sordomudos conocen”.
Y a continuación cita palabras textuales de ella:

151
“Espero gozosa el advenimiento de otro mundo, donde todas mis limitaciones físicas
caerán como grilletes; allí encontraré a mi amada maestra y me dedicaré dichosa a un
servicio mucho más grande del que hasta ahora he conocido”
(Grandes Vidas, Grandes Hechos.- Selecciones del Reader‘Digest, Pág. 154).

DWIGHT D. EISENHOWER (1890-1969)


Casi todo el mundo sabe que fue uno de los protagonistas principales en la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945), sobre todo en la fase final con el desembarco aliado en Normandía y
la derrota alemana por parte de los aliados.
También es bastante conocido que fue presidente de los EE. UU. entre 1953 y 1961.
Pero lo que probablemente, muchos no saben, es lo que dijo, refiriéndose a él, un hermano
suyo:
“Mi hermano, jamás toma una decisión importante, sin antes entrar en su despacho y
arrodillarse para pedir la dirección de Dios”.
Y esto, que no parece más que un pequeño detalle aislado, es sin embargo una muestra de
lo que es todavía en gran medida el gran pueblo americano.
No es un pueblo perfecto. Tiene, como todos los pueblos muchas cosas ”objetables”.
Incluso, puede haber en muchos casos, bajo la capa de la religión, hipocresía, pues todas
estas cosas son “componentes” frecuentes de la especie humana, tras el “pecado” o
separación de Dios. Pero no cabe duda de que aún con todos estos defectos. sigue siendo un
pueblo con grandes raíces bíblicas que en mucho ayudan a tener una mentalidad cristiana,
amiga de libertades justas y de principios éticos y morales. Y todo esto, demuestra, que el
Espíritu de Dios sigue actuando en la humanidad, sobre aquellos que lo permiten, aunque
dejando a los hombres libertad para elegir su propio destino.
Pero pasemos ahora a otro “héroe” de la fe y de la defensa de la justicia:

MARTIN LUTHER KING (1929-1968)


Se trata de un ministro de la Iglesia Bautista y activista del Movimiento por los Derechos
Civiles en los Estados Unidos para los Afroamericanos.
Fue tal su actividad a favor de la igualdad de derechos entre blancos y negros, que recibió
el premio Nobel de la Paz en 1964. Organizó y llevó a cabo marchas por el derecho al voto
de los negros, la no discriminación y otros derechos civiles básicos, que fueron
promulgados en su mayoría en las leyes de los EE. UU. con la aprobación del Acta de los
Derechos Civiles y el Acta de los Derechos de Votación.
Posiblemente, lo que le hizo más famoso es su frase. “I have a dream” (“Yo tengo un
sueño”), dada frente al monumento a Lincoln durante la marcha sobre Washington, por el
trabajo y la libertad, en 1963.
Y ese “sueño” era que un día llegaría en que los negros pudieran viajar, estudiar, ir a los
espectáculos públicos, trabajar, comer en restaurantes, etc. junto a los blancos, sin

152
discriminación alguna, gozando de los mismos derechos en todas las cosas de la vida
corriente.
Desgraciadamente, siempre hay fanáticos “ciegos” que aún no han sido iluminados por la
“luz” de Cristo. Y es así que uno de esos hombres, más dignos de lástima, porque “no
saben lo que hacen” acabó violentamente con la vida de este gran hombre de Dios. Y digo
de Dios, porque ante todo era un gran cristiano y predicador del amor y de la justicia. Y aún
hoy, es recordado como uno de los mayores líderes de la historia de Estados Unidos y de
los grandes defensores de la no violencia.
Pero en su tumba de Atlanta, hay un epitafio que resume magistralmente su principal sentir:
“Ahora permanecen estas tres virtudes: La fe, la esperanza y el amor. Pero la mayor
es el amor”. (1ª Corintios 13: 13).
Y si hoy viviera, vería con asombro, cumplido su sueño al ver a un hombre negro, no solo
indiscriminado, sino como ¡Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica!.
Pero, de un hombre famoso, pasamos ahora a un hombre anónimo:

EL SOLDADO DESCONOCIDO ( ¿……..?)


No sabemos su nombre, ni su fecha de nacimiento. Sabemos que era un soldado
norteamericano, muerto en la Segunda Guerra Mundial.
Transcribo literalmente una nota tomada por Internet, sobre este soldado, del que yo tenía
noticias hace mucho tiempo:
“Fue Jimmy Walter, ex alcalde de Nueva York, ahora comentarista de la radio, quien
leyó ante el micrófono por primera vez el poema más hermosos y conmovedor que jamás
haya escrito un poeta desconocido, porque el poema en cuestión fue encontrado en el
campo de batalla, en el bolsillo de la chaqueta de un soldado norteamericano destrozado
completamente por una granada.
El cuerpo no pudo ser reconocido y le faltaba, además la chapa de identificación. Sin
embargo, las líneas halladas en el bolsillo lo identifican como uno de los poetas más
grandes de nuestra época.
El poema del soldado desconocido alcanzará la inmortalidad. Sus versos no podrán ser
más sencillos en su magnitud, ni más humanos en su sinceridad, como podemos
apreciarlos en su traducción literal”:

POEMA DEL SOLDADO DESCONOCIDO


Escucha Dios…Yo nunca hablé contigo.
Hoy quiero saludarte, ¿Cómo estás?
Tu sabes…me decían que no existes
y yo, tonto de mí, creí que era verdad.
Yo nunca había mirado tu gran obra
y anoche, desde el cráter que cavó una granada,

153
vi tu cielo estrellado
y comprendí que había sido engañado.
Yo no sé si tú, Dios, estrecharás mi mano. Pero voy a explicarte, y me
comprenderás… Es muy curioso: en este terrible infierno he encontrado la luz para
mirar tu faz.
Después de esto, mucho que decirte no tengo, tan solo que…me alegro de haberte
conocido. Pasada medianoche habrá ofensiva, pero no temo. Sé que tú vigilas.
¡La señal! Bueno, Dios, ya debo irme. Me encariñé contigo…aún quería decirte que,
como sabes tú, habrá lucha cruenta y quizá esta noche aún llamaré a tu puerta.
Aunque no fuimos amigos,
¿me dejarás entrar si hasta ti llego?
Pero, si estoy llorando…¿ves Dios mío?
se me ocurre que ya no soy impío.
Bueno, Dios, debo irme, buena suerte.
Es raro, pero ahora, ya no temo a la muerte”
(Traducción literal del inglés de Américo Szily)
Y pasamos a otro soldado americano:

DESMOND DOSS (¿……….?)


Aunque no tengo las fechas de su nacimiento y muerte, sé que tenía 24 años cuando
ingresó en el ejército americano, durante la II guerra mundial y que murió hacia el año
2008.
Lo verdaderamente curioso y original es que este joven, miembro de la Iglesia Adventista.
alistado en el ejército, rechazó el llevar armas. Por supuesto esto debió acarrearle toda clase
de problemas ante sus jefes y posiblemente arrestos continuos.
Además de esto, tuvo que sufrir la burla de sus compañeros que le llamaban “cobarde”,
“niña”, etc. y que, cuando después de leer su Biblia, se arrodillaba para orar, le lanzaban
botas y reían a
carcajadas.
Sin embargo, él nunca se negó a hacer servicios humanitarios, como atender enfermos o
heridos y cualquier otro servicio a favor de la vida humana. Y pronto llegó la ocasión de
demostrarlo:
A principios del año 1945, los americanos estaban avanzando en el océano Pacífico,
mientras Japón estaba en franca retirada. Y así, antes de lanzar su último ataque contra
Japón, los americanos llegaron a Okinawa, la mayor de las islas Ryukyn, en el grupo de
Okinawa, con 1212 Km.2, frente a la costa de Asia Oriental, entre el Pacífico y el Mar
Oriental de China.
La orden era tomar esta isla, como base de operaciones antes del asalto final al mismo
Japón.

154
El 23 de marzo de 1945 comenzó el ataque a las defensas de la isla y el 3 de abril, comenzó
el desembarco. Las defensas eran muy sólidas y la batalla fue cruenta. Lo colina Sugar
Loaf, cambió de mano veinte veces, hasta su ocupación definitiva el 7 de junio de 1945,
con enormes pérdidas por ambas partes. Al final de la batalla principal, América había
perdido 6721 hombres y 24 barcos, constituyendo las mayores pérdidas en el Pacífico.
Pero llegó un momento en que una guarnición de soldados americanos se encontraba en
peligro en lo alto de un acantilado, bajo un fuego nutrido de balas enemigas. Es entonces
cuando “el cobarde” Desmond Doss, se arrastró hasta el lugar, ató una cuerda a una peña y
a riesgo de su vida, fue bajando hombres, uno a uno, hasta un total de 75, mientras las balas
llovían a su alrededor, sin que él sufriera ni un rasguño, cumpliéndose en él la promesa
bíblica:
“Caerán mil a tu lado, y diez mil a tu diestra, pero a ti no llegará…Pues a sus ángeles
mandará por ti que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para
que tu pie no tropiece en piedra.” (Salmo 91: 7-12).
Por ello, al terminar la guerra, Desmond Doss, recibió la medalla de Honor del Congreso,
en una ceremonia especial, en la Casa Blanca, de manos del presidente Harry S. Truman.
Esta medalla ha sido otorgada a muy pocas personas y nunca a un soldado desarmado.
Y cuando el presidente le entregaba la medalla, le dijo algo muy alagador: “Que él quisiera
recibir esa medalla antes que ser presidente”.
Posiblemente el lector piense que esto es inaudito. Por supuesto la noticia fue oficialmente
difundida, por lo menos, en los EE. UU.
Pero muchos años antes ya hubo muchos otros héroes de la fe, que encontramos registrados
en el capítulo 11 de la epístola a los Hebreos.
Y no digamos de los cuatro israelitas, Daniel y sus compañeros, victoriosos, en Babilonia.
Y hablamos ahora de otro americano excepcional:

JAMES B. IRWIN
En agosto de 1971, dos astronautas norteamericanos, David Scott y James B. Irwin,
viajaron hacia la Luna en la nave Apolo XV. Una vez alunizados, pilotaron sobre la
superficie lunar el primer vehículo a motor que pisaba el satélite, el “Lunar Roving
Vehicle”, durante 18 horas y 37 minutos.
Y contrariamente al astronauta ruso, Gherman Titov que al volver del espacio dijo que no
había encontrado ningún dios y que aunque había buscado ángeles tampoco los pudo
encontrar, James B. Irwin se convirtió a la fe cristiana y decidió dedicar el resto de su vida
a la predicación del Evangelio.
Y aproximadamente diez años después, llegó a Madrid y dio una conferencia en la
Embajada de EE. UU., a la que tuve el privilegio de ser invitado.
Después de explicar algunos pormenores pronunció una frase hermosa:
“Es muy importante que un hombre haya pisado la Luna. Pero es mucho más
importante que Dios haya pisado la Tierra”.

155
Esto demuestra que como dijo alguien:
“No hay más que una gramática y una lógica. Pero hay muchos estados del corazón”.
Y todo esto demuestra, en mi opinión, que contrariamente a lo que Nietzsche dijo: “Dios a
muerto”, Todos estos grandes creyentes que hemos descrito, nos dicen muy enfáticamente:
“DIOS NO HA MUERTO”.
Parece ser que en una calle de Nueva York apareció una pintada que decía:
“DIOS HA MUERTO”.- NIETZSCHE”.
Pero alguien escribió debajo:
“NIETZSCHE HA MUERTO.- DIOS”.
Y una prueba de que Dios no ha muerto es el “instinto” religioso, común en todos los
tiempos y latitudes.
Dice aún la Escritura:
“Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, es grande mi Nombre entre las
naciones, y en todo lugar se ofrece a mi Nombre incienso y ofrenda limpia. Porque
grande es mi Nombre entre la naciones-dice el Eterno Todopoderoso” (Malaquías 1:
11).
Y comentan los editores del Libro de E. White “El Deseado de Todas las Gentes”, en el
Prefacio, en la página 5:
“En el corazón de todos los seres humanos, sin distinción de raza o posición social, hay
un indecible anhelo de algo que ahora no poseen…En vano procuran los hombres
satisfacer este deseo con los placeres, las riquezas, la comodidad, la fama, o el poder…
Es el designio de Dios que este anhelo del corazón humano guíe hacia el único que es
capaz de satisfacerlo… Cristo, EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES”.
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 5).
Pero hemos comentado desde el principio de este libro que Dios no ha usado solo personas
humanas como “vasos de barro” para glorificar al Creador, sino que también ha usado a las
naciones, como instrumentos en sus manos para hacer adelantar su obra y para preparar el
reino de los cielos en la tierra, de formas diversas que no siempre entendemos los humanos.
Y es así que los EE. UU. de Norteamérica, con todos sus defectos propios de la humanidad,
también ha contribuido para bien a la causa de la justicia y de la libertad. Vemos algunos
ejemplos de ello:
Como ya se ha explicado, cuando en Europa se carecía de libertad, los EE. UU. fueron un
refugio para millones de creyentes.
Y cuando Europa se vio amenazada por el afán de dominio del 2º Reig de El Kaiser, en la
primera guerra mundial, la entrada en el conflicto de los EE. UU. fue decisiva para las
naciones democráticas del “Viejo Continente”.
Y cuando la amenaza fue mayor aún ante el auge del nazismo de Adolfo Hitler, la entrada
de los EE. UU. fue decisiva para las democracias europeas.

156
Y como quiera que, al terminar la guerra, un nuevo peligro se cernió sobre Europa, con la
amenaza del comunismo de la U. R .S. S., gracias a la firmeza de los EE. UU. no cayó este
continente bajo el dominio del comunismo ateo.
Y algo parecido ocurrió en Corea, donde el sur, gracias a la intervención norteamericana,
no cayó en el comunismo y hoy goza de un mayor desarrollo y libertad que Corea del
Norte.
Y posiblemente, en todo el mundo actual, la historia sería muy diferente, sino hubiera sido
por ese gran país, lleno de abusos capitalistas y de otras maldades, pero con un transfondo
de libertades, entre las que se encuentra la libertad religiosa, entre otras.

157
EPILOGO

Y terminando, este sencillo trabajo, con posibles carencias, pero con buena voluntad, es el
deseo de este autor para todo el que lo lea, que estas reflexiones y experiencias puedan
ayudar al lector a aumentar su fe en un Creador y Salvador, que nos ofrece su “tesoro” en
humildes “vasos de Barro”.
A través de este sencillo trabajo, he perseguido una cosa:
Decir a los amables lectores, que Dios no ha muerto.
Decirles que Dios ¡VIVE!
Que vive y ha vivido en los corazones de millones de creyentes y vidas maravillosas, en
todos los pueblos de la tierra y en todas las latitudes y épocas de la historia.
Dice, de nuevo, la Sra. White:
“Entre los habitantes de la tierra, hay dispersos en todo país, quienes no han doblado
la rodilla ante Baal. Como las estrellas del cielo, que sólo se ven de noche, estos fieles
brillarán cuando las tinieblas cubran la tierra y densa oscuridad los pueblos. En la
pagana Africa, en las tierras católicas de Europa y de Sudamérica, en la China, en la
India, en las islas del mar y en todos los rincones oscuros de la tierra, Dios tiene en
reserva un firmamento de escogidos que brillarán en medio de las tinieblas para
demostrar claramente a un mundo apóstata el poder transformador que tiene la
obediencia a su ley”.
(E. G. White.- Profetas y Reyes, pág. 140).
Y finalmente, todo el mundo tendrá la oportunidad de saber que hubo Uno, que vino a esta
tierra, para que los hombres vivan eternamente, gracias a Aquel que dijo:
“Yo soy el que vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos. Y
tengo las llaves de la muerte y del sepulcro”
(Apocalipsis 1: 18).

158
BIBLIOGRAFIA

SANTA BIBLIA.-
Nueva Reina Valera 1990
Sociedad Bíblica Emmanuel.
Miami.- EE. UU.

COMENTARIO BIBLICO ADEVENTISTA


(7 tomos)
Publicaciones Interamericanas
Pacific Press Publishing Association
Mountain View, California. EE. UU.

CONCORDANCIA ESPAÑOLA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS.


Sociedad Americana d e Tratados.
22 West 46, Street
New Cork.

DICCIONARIO DE LA SANTA BIBLIA.


Editorial Caribe
Apartado 1307
San José de Costa Rica

GUIAS DE ESTUDIO DE LA BIBLIA.


Colección Guía de Estudio de la Biblia
Editorial Safeliz S. L.
Pradillo 6.- Pol. Ind. La Mina.
E-28770 Colmenar Viejo. (Madrid).

2000 AÑOS DE CRISTIANISMO.


(10 Tomos)
Sedmay Ediciones
Société D’ Histoire Chrétienne.

PATRIARCAS Y PROFETAS
E. G. White
Publicaciones Interamericanas
1350 Villa Street,
Mountain View, California 94042
EE. UU. de N. A.

159
PROFETAS Y REYES
Idem.
EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES Idem.
LOS HECHOS DE LOS APOSTOLES Idem.
EL CONFLICTO DE LOS SIGLOS Idem.
PALABRAS DE VIDA DEL GRAN MAESTRO Idem.
EL CAMINO A CRISTO Idem.

EDUCATION
Idem. Edtions S. D. T.
Dammarie-les-Lys. (S.- et- M.)

HISTORIA DE LA SALVACION
A.F. Vaucher
Editorial Safeliz
c/ Aravaca 8,
28040 – Madrid (España).

ANTIGÜEDADES DE LOS JUDIOS


(3 tomos)
Flavio Josefa
Libros Clie
Galvani 113
08224 .- Terrassa (Barcelona)

GRAN ENCICLOPEDIA DEL MUNDO


(20 Tomos y apéndices)
Durvan S. A. De Ediciones.
Bilbao (España).

HISTORIA UNIVERSAL MARIN (6 tomos)


Editorial Marin S. A.
Nicaragua 85-89
Barcelona (España)-

HISTORIA UNIVERSAL DAIMON


(12 tomos) Publicaciones Reunidas, S. A.
c/Aragón 390. Barcelona.
HISTORIA DE ESPAÑA
Joseph M. Walter
Edimat Libros
c/ Primavera 35

160
Polígono Industrial el Malvar
28500.- Arganda del Rey
Madrid (España).

HISTORIA DE LA INQUISICION ESPAÑOLA


Idem.

HISTORIA DE LAS RELIGIONES


Carlos Cid – Manuel Riu
Editorial Optima, S. L.
Rambla Cataluña, 98, 7º, 2ª
08008 Barcelona (España).

HISTORIA DE LA IGLESIA CRISTIANA


Williston Walter
Editorial La Aurora
Corrientes 728.
Buenos Aires (Argentina).

FRANCISCO PIZARRO
Roberto Barletta Villará
Nowtilus.

HERNAN CORTES
Juan Miralles.
ABC, S. L.

ALCALA Y LA BIBLIA
Edita: Consejo Evangélico de Madrid
c/Pablo Serrano 9, Posterior 243. Madrid.

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
(9 tomos)
UNESCO
Editorial Planeta

CR0NICA DEL SIGLO XX Plaza & Janés Editores, S. A.

LAS MIL ,MEJORES POESIAS DE LA LENGUA CASTELLANA


Ediciones Ibéricas

161
Apartado 8085.- Madrid (España)

GRANDES VIDAS, GRANDES HECHOS


Selecciones del Reader’ Digest.

CALENDARIO DE TACO Sagrado Corazón de Jesús.


Diversos documentos descargados de Internet.

LA CIENCIA DESCUBRE A DIOS.


Ariel A. Roth.
Editorial Safeliz (España)

Contacto:

Rafael Hidalgo Cobo


Tlf: 96 118 63 69
E-mail: Hidalgomaestre@ono.com

162

Potrebbero piacerti anche