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Introducción:
Aquí tenemos las palabras sabias del Rey Salomón, quien inspirado por el Espíritu Santo nos narran
la historia de un hombre pobre, un hombre aparentemente insignificante ante la sociedad, que nadie
consideraba ni tomaba en cuenta.
Pero este hombre sí fue considerado por Dios, aunque no tenemos su nombre, seguramente este
hombre fue grandemente recompensado por Dios en el cielo porque gracias a este hombre toda una
ciudad fue salvada de la destrucción.
Esto delante de Dios no puede pasar desapercibido. Y él lo puso en la Biblia para que nosotros
podamos tomar en cuenta algunas verdades elementales.
En primer lugar vemos cómo una sola persona puede hacer la diferencia para toda una ciudad que
está sin esperanza y perdida. Si una sola persona sabia toma la responsabilidad, esa ciudad puede ser
salvada.
Vemos que el poder grande de los ejércitos enemigos puede ser detenido por la sabiduría e
inteligencia de una sola persona que obra con sabiduría.
Oh queridos hermanos que nosotros pudiéramos aprender de esta pequeña historia y pudiéramos
nosotros, unidos y no una sola persona, sino como iglesia tomar la responsabilidad de nuestra ciudad
creo que cosas maravillosas pasarían en nuestro alrededor.
Escobedo es la ciudad donde Dios nos ha puesto, donde la mayoría de nosotros vivimos, y esta
ciudad tiene muchos habitantes, pero nuestra ciudad está condenada por el pecado a la eternidad en
el infierno. Es responsabilidad de nosotros los cristianos salvar nuestra ciudad de la destrucción.
Somos los cristianos los únicos que podemos dar esperanza a este mundo malo y salvar nuestra
ciudad.
El enemigo, que es Satanás ha venido con todo su ejército para atacar nuestras ciudades, él ha
lanzado sus ataques para destruir cada cosa que nosotros tenemos:
Joh 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida,
y para que la tengan en abundancia.
El viene para hurtar, quiere robar a la gente su inocencia, quiere robar la pureza de nuestros jóvenes
y niños. Por eso el diablo ahora está distribuyendo droga entre niños de primaria y secundaria. El ha
implementado su plan para robar la pureza e inocencia de este mundo.
Quiere robar nuestras bendiciones en la medida que convence a la gente de alejarse lo más posible
de Dios por eso es que la gente que hablamos de Cristo se enoja porque les llevamos la palabra de
Dios, pero no se enojan con los borrachos en la calle ni con los drogadictos que hacen cosas malas.
El viernes pasado estuvimos ganando almas en una calle y me acerqué a un grupo de niños que
estaban allí sentados jugando, listos para ser salvos. Pero al darles el Evangelio salió una mamá muy
enojada regañando a sus niños y metiéndolos a ver la tele para que no me escucharan. No puedo
comprender cómo una mamá puede preferir que su niño se ponga a ver el mugrero de la tele que
escuchar de la Palabra de Dios. Por eso nuestra ciudad necesita ser salvada, porque el Diablo les ha
robado todo discernimiento de lo bueno y lo malo.
EL Diablo quiere robar a la gente su comunión con Dios, su oportunidad de ser salvos.
El Diablo no se conforma con Robar, él quiere Matar: Quiere que la gente se maten unos a otros, por
eso hace que cada vez personas más jóvenes entren al crimen organizado y puedan tener acceso a las
armas, él quiere que la gente mate sin clemencia ni control. El diablo quiere que la gente sola se
mate a sí misma. Por eso tanta música, tantas corrientes e información acerca de los métodos para el
suicidio. Se dice que más de 3 millones de jóvenes entre 15 y 19 años piensan seriamente en el
suicidio. De estos 700 mil lo van a intentar y más de 1,600 lo van a llevar a cabo en el país.
Pero el propósito principal de Satanás es el de Destruir: El quiere destruir las almas en el infierno
Mat 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a
aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Lo está logrando en la medida que los cristianos no hacemos nada por evitarlo. Nos hacemos los
cómplices de tales acciones cuando nos quedamos con los brazos cruzados sin hacer nada.
La Biblia dice que el mundo entero está bajo el maligno 1Jn 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el
mundo entero está bajo el maligno. Pero eso no quiere decir que no podamos hacer nada por salvar
nuestra ciudad.
Nuestra responsabilidad queridos hermanos es de Salvar nuestra ciudad, nuestro Estado, nuestro País
y nuestro mundo Hechos 1:8, Hechos 13:47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.
Pero lo que necesita nuestra ciudad para ser salva, no son mayores recursos económicos, no es mejor
métodos de seguridad ni una mejor política económica, o mejores partidos políticos. Andrés Manuel
López Obrador no puede salvar nuestro país, aunque él diga que sí. Felipe Calderón no puede Salvar
nuestro país, ni siquiera Enrique Peña Nieto o ningún otro político. El único que puede salvar
nuestro País es Dios y él lo hará solo sí hay cristianos que cumplan con los requisitos necesarios para
salvar su ciudad.
Bíblicamente hay algunas cosas que podemos hacer para salvar nuestra ciudad y si ponemos en
práctica estos principios podemos ver cambios muy grandes en nuestro país.
Quiero mostrarles algunos ejemplos en la Biblia de personas que salvaron su ciudad y animarles a
que practiquemos esos principios para que Dios salve a nuestra ciudad del pecado y de la
destrucción.
Transición: Quiero mostrarles algunos ejemplos en la Biblia de personas que salvaron su ciudad y
animarles a que practiquemos esos principios para que Dios salve a nuestra ciudad del pecado y de la
destrucción.
I. Ministerio de la Intercesión
A. Abraham pudo salvar ciudades intercediendo por ellas Génesis 18:20-33
1. Dios mismo vino ante Abraham para mostrarle lo que habría de hacer.
2. EL propósito era que Abraham intercediera por la ciudad
3. Abraham comenzó su intercesión muy bien pidiendo por 50, 45, 40, 30, 20
y 10
4. Pienso que tal vez si Abraham siguiera intercediendo pudiera haber logrado
salvar Sodoma y Gomorra.
5. La razón es que Dios perdonó a Zoar por causa del ruego de Lot Génesis
19:18-22
6. Dios perdonó una ciudad por la petición de Lot.
B. Números 16:45-48 Aarón intercedió por su pueblo Israel
1. Dios había determinado destruir a todo el pueblo de Israel por la rebelión
de Coré y era en serio que Dios los iba a matar, de hecho murieron 14,700
personas Vs. 49 más 250 que murieron con Coré, Datán y Abiram
2. Moisés y Aarón decidieron ponerse entre la línea de los vivos y los muertos
y Dios decidió cesar la mortandad, porque hubo un hombre que se puso
entre los vivos y los muertos rogando a Dios perdonar al pueblo.
C. Éxodo 32:30-33 Moisés intercedió por Israel
1. Dios se enojó grandemente contra Israel después que ellos hicieron el
becerro de oro y una vez más quiso destruirlos
2. Pero el clamor de un hombre que amaba a esa gente logró conseguir una
oportunidad para que ellos fueran salvos.
3. Moisés le dijo a Dios literalmente que quitara su salvación si no perdonaba
a su pueblo.
4. El Clamor de Moisés no era un berrinche, sino era un sentir real de que él
prefería la salvación de su pueblo que la suya propia.
D. I-Samuel 12:19-20, 23
1. Samuel intercedió delante de Dios por Israel cuando ellos pidieron rey para
ellos
2. Samuel mismo reconoció que sería un pecado si dejara de interceder por su
pueblo.
E. A todo esto aprendemos que la gente peca contra Dios y la ira y la condenación están
sentenciadas contra ellos Juan 3:18 El que en él cree, no es condenado; pero el que
no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo
de Dios.
1. El Cristiano tiene la responsabilidad de orar e interceder delante de Dios
por la salvación de su ciudad, de su familia de sus conocidos.
2. Hermanos no seamos indiferentes a la gente que vive en pecado y
condenación.
3. No sea usted partícipe o cómplice de las obras de Satanás cuando deja de
interceder por su gente.
4. Cuándo fue la última vez que usted derramó una lágrima por una persona
que no es salva, por su ciudad, por sus parientes.
5. ¿Entiende usted que si ellos mueren van al infierno sin ninguna
oportunidad de escapar de ese lugar?
6. ¿De verdad puede usted estar tan tranquilo cuando su gente está yendo al
infierno?
7. Si usted no siente amor por la gente perdida hay algo malo en su corazón y
debe rogar a Dios que ponga un corazón que ame las almas perdidas.
Conclusión:
Tiene usted de verdad un deseo de salvar su ciudad, o no le importa que toda su ciudad se pierda y
sea llevada al infierno.
A lo mejor a usted le preocupa ayudar a la gente damnificada por el huracán Alex y quizá tiene
intención de ayudarles, pero más debería actuar por salvar su ciudad.