No puede afirmarse con seguridad lo que dar de s la tcnica de la posguerra,
pero ya conocemos lo bastante para deducir que el vapor de agua volver por sus fueros como agente inigualable de transformacin, y esta realidad, que tiene extraordinario inters de un modo general, lo tiene excepcional para los pases, como Espaa, que contamos con el carbn como principal fuente de energa. (dato histrico). Era evidente la reaccin de un agente tan puro, tan estable, tan barato, tan elstico, tan dcil y tan potente. Ya adverta el Profesor Thurston que 60 kg de agua, calentados a 4 5 atmsferas de presin, contienen tanta fuerza explosiva como 1 kg de plvora de can, y al rojo, 40 veces ms fuerza}); pero seguramente no podra presentir la evolucin producida en un perodo no mayor de treinta aos, en el que se ha llegado a temperaturas y presiones de trabajo cada vez ms altas, que, sobre todo en stas, alcanzan valores insospechados: actualmente 120 atmsferas es corriente, y se ensaya la caldera Benson en la que se pretende llegar al lmite del rendimiento con la presin crtica de 225 atmsferas. Con razn dice Lucini, en su Termodinmica aplicada, que la idea de transformar la energa trmica, o calor, en energa mecnica es tan antigua como la Humanidad, pero su desarrollo ha sido lento hasta que no se han encauzado los conocimientos en la verdad, pudiendo asegurarse que la Termodinmica, que indudablemente es una de las mayores glorias cientficas alcanzadas-por el hombre, estuvo embarrancada entretanto se mantuvo la equivocada hiptesis sobre la naturaleza del calor. Sabios tan admirables como Laplace y Lavoisier, matemticos como Bernouilli, fsicos como Young experimentadores como Davy y hasta el propio espritu filosfico de Rumford, que es indudablemente el que se aproximaba ms a la luz de lo cierto, estuvieron en completa desorientacin, porque lo que ms les preocupaba, para la interpretacin de cuantos fenmenos y experimentos realizaban, consista en procurar explicarlos ajustndolos a la hiptesis de la materialidad del calor.