La telenovela, el ms importante gnero de ficcin producido en Amrica Latina desde ya
cincuenta aos y principal producto de la industria cultural, es el exponente televisivo del
melodrama que, en sus distintas manifestaciones, tiene que ver con las emociones, las pasiones, los afectos. La telenovela se ha hecho cargo de los sueos, las fantasas, las emociones de grandes sectores de la poblacin. Su alcance es inmenso: enormes audiencias de todas las clases sociales a lo largo de todo el mundo, da a da, durante meses, mientras se desarrolla la trama. La intencin fundamental del melodrama es provocar la emocin de los espectadores, la risa, la compasin, el temor, el llanto. Se plantea un mundo marcadamente bipolar, donde los personajes que encarnen Bien, acosados por los malvados, se sumen en la desgracia, y deben luchar denodadamente para obtener la felicidad. Bien y mal se renen por azar. El melodrama abunda y prolifera la casualidad, hasta el abuso. La telenovela cuenta una historia de amor. Tiene que ser un imposible. Es necesario que venza obstculos, que cueste aceptarlo, mantenerlo, o recuperarlo. Debe ser ms fuerte que la pertenencia social y los lazos de sangre, superar al tiempo, a la distancia, a las desgracias ms terribles que pueden imaginarse. (21) Tambin existe otra regla la telenovela, final feliz. Para muchos autores y actores es una de las convenciones imprescindibles. No slo es un prime los personajes -que lucharon, vencieron obstculos, sufrieron- si no a las audiencias. Porque no se acompaa una telenovela todos los das, durante meses, para que la pareja no termine unida, iniciando camino de felicidad, o que los malvados no reciben el castigo que merecen. Aqu se equiparan los personajes y espectadores, comparten la emocin del final feliz. En este espacio de ficcin -y tal vez nicamente all- hay justicia, hay lugar para la felicidad. (22) Las historias que cuenta la telenovela son fciles de entender, de seguir. Est llena de ganchos, de secretos -verdadero motor narrativo de la telenovela, segn la expresin de Lucrecia Escudero Chauvel (1997)-, tiene personajes que se hacen familiares, representados por actores o actrices queridos. A veces se la ve para distenderse de la rutina diaria, para distraerse, emocionarse, compartir con la familia o con los vecinos, para poder conversar el da siguiente, en el mercado, en el trabajo, donde "que pas" es tema de charla, de socializacin; tambin se les ve para rerse cuando son muy malas. (23)