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Gasta Esping-Andersen Bruno Palier Los tres grandes retos del Estado del bienestar Traduecién de Pau Joan Hernéndez AP IEL cicosi voiien 18 Los mes craxnes neTOS ne ESTADO BEL. BENESTAR de un dia para otto, Pero el mérito de estas orientaciones inspira- das por ciertas expeviencias yreflexiones europeas es proponerun hhorizonte nuevo y comtin para las reformas de la proteccién so- ‘ial, que no se limite ya a simples restricciones presupuestavas, sino que se miate a fos eto conentonscondmicos y vances Printsna Lccion FAMILIA Y REVOLUCION DEL PAPEL DE LA MUJER Las mujeres estén cambiando el mundo I actus! debate sobre el futuro del Estado del bienestar, ob sesionadlo con Ins amenazas agoeladas a la globalizacién y al en- vejecimiento, ha cambio seguramente mucho més revolueionavia: el cambio del papel de las mujeres en la sociedad, ‘La revolucion femenina es un fenémeno con ramificaciones profundas. En primer liga; el perfil iogréfco de las mujeres ha Eambiadlo radiealmente en’ un tiempo increfblemente corto: en realidad, en el espacio de una generacion. Mientras que la mer prototipica de Ins décadas de In posguerra estaba destinada a las areas del hogar, su hija tenfa muchas més posibilidades de elegr tuna vida en la que tendefa un empleo y una auténtica autonomia feconémien, Bl Tactor decisivo de esta ruptura generacional ha sido el nivel de instruccién y el acceso a un buen salario, En cis to sentido, las mujeres han expetimentado una «masculinizacién» dds sus experiencias en términos de trayectoria vital. En la mayo- tia de los patses desarrollados, cuentan actualmente con wn nivel dds instruceién superior al de los hombres y,allf donde In revolt ‘cid femenina se inieié antes, es decir, en América del Norte, son ‘una ampli mayorfn (hasta el 75 %) las que tienen un empleo alo 2010s tees GeaNoHs RES EL HSFABO BRL MENESTAR largo de toda su vida, con ts interrupciones debldas la mater rida redueldas al minim, ‘Unn buena parte de la Europa continental se sta muy até, con tasas de empleo ferenino ue rondan el $0 6 en Europa del Sur y el 60 % en Francia y Alemania, La diferencia se prodce Prineipalmente entre Tas mujeres menos cualificadas, pod ‘udemfs reducise mds de prisa de lo que sucle creerse, cn fa me didn en que In tasa de actividad de Is mujeres Jovenes es ga. nando répidamenteel terreno que levabaatrasado, As, os datos nfs recientes referidos a Espatn, pas partcularmonte reeesed, tiwestran una tasn de actividad del 68 4 entre lng tajres de menos de 35 afos, Ta modifeacion de las traycctoras vitals femeninas cere, para lo bueno y para lo malo, considerables wefectos dominds Sobre In sociedad. El mas ineitiat es el ocaso de a fariia rm diciona, quella en ta que el mario tiene un trabajo remunerado ¥ la mujer permanece en el hogar Peo el nuevo papel de las ra jeres viene iualiente acompatado del desarrollo de los matt monios en el seno ce una misma categoria social del retaso en cliempo del primer naciniento, de unos tndlces de fecumdidad touy inferores ato que desenn ls chuladanos, de un aumento de la inesabidad conga y de la protiferncion de las Familias pias», muchas de las eulessufren de vilnerabiidad economice, ‘Ades, la tndencia de las mujeres & tener menos hijosafecta 8 largo plazo a la evolucién demogric, La vapcles dl ritmo al aque envejce la sociedad es en gran medida efecto de esa voli on femenina "El nuevo papel econémico dels mujeres es de buen auguro, pero anuneia asimismo graves problemas sociales, El endurei- Iento de la tendeneia ala paid que se proc en la forma: cién dels paelas amenaza con agravar ls difereneins de protec. Cl6n social entre familias vieas en trabajo y familias pobtes en trabajo. El hecho de sirasar el matnimonto y los nactmentos ten: dice las nuevas prioridaes vitals de oe indviduos (por efemplo, cunsar més extudon), peto tambien las Imposiciones que pesan sobre ellos (las mujeres ddan en tener hijos ante de que ss tuacién profesional estéasegurads) Esto disminuye ls posbil air ¥ REVOLUCION DA PPEL DE LA MUIR 2 ades de conseguir el objetivo de «dos hijos © més* que persigue la mayor parte de los adultos. ¥, si bien no es imposible ponerse al dia en este sentido, ello no deja de requerir unas condiciones muy favorable. Las uniones son asimismo mucho menos estables, y es previ sible que esta tendencia continée a medida que las mujeres vayan ‘vendo aumentads su suitonomia, Tanto en Escandlinavia como en ‘América del Norte, aproximadamente un nino de cada dos no ete ‘ceri en el seno de st familia bioldgica intacta, El divorcio tiene tonsecuencias negativas tanto sobre los padres como sobre los hijo, y la monoparentalidad puede suponer un perjueio parm el Gxita de los nis. El fenéieno comporta asimismo unos efectos socioeconsmi- ‘ns importantes, La desaparicion del ama de casa signifiea que las Familias deben externalizar su necesidad de servicios —desde la ‘comida y la limpieza hasta el cuidado de los nifios y ls personas Imayores-. La eantidad de empleo a crear es potencialmente con- siderable, especialmente en el campo de la asistencia social y de [es servicios directos a la persona, La importancia del aporte de las ‘mujeres a Is economfa es manifiesta. Actualmente, en Fscandina- via, las mujeres contribuyen de media al 42-43 96 de los ingresos el hogar, cosa que constituye una fuente fundamental de erect Imiento econémico y de finaneiacién del Estado, que puede il trarse mediante un simple ejercicio de simulacién: si las mujeres tzanan de media el 75 % del salatio de los hombres y su tasa de temple oscila entre el 50 y el 754 (es decir desde el nivel espanol hasta el nivel danés), el aumento de contribucin a los ingresos racionales que suponen seré aproximadamente del 15 %, cosa ‘aut, con una tasa impositiva media del 30 %, afadirfa el 10.0 el 12a los ingresos fiscales del Estado, {La revolucién femenins, inchiso alla donde més lejos ha llega do, permanece sin embargo incompleta tal como subraya Cathe tine Hakim, que distingue tres tipos de preferencias femeninas. EI primero es el de Ia mujer tradicional, orientada hacia el hogar; ‘que trabajn a veces por necesidad, pero cuyos objetivos prineipa 1. ay ane in Moma Wok, Londes Aone, 1996 2210s HHS oRANDRS REFOS DEL. ESTADO DEL BIENESEAR les sien sendo Ia materidad ya familia. Este grupo es mino- "lasioy derece réidamente:H segundo lipo =-guiente or nitavio- corresponde In mujer para Quien le sateen os Proritata y qu slo es susceptible de tener hijo sites sence Jam enol esquemas. El tere tpo. que representa a pan meee a, agrupn mujeres que tata de oncir deffo y conc de a carrera, Elemento importante: la masclspececn de ess tayectoias femeninayafeca principsimente lata éconémic sn disminute en la mayoria de elas ol desea ey madres. En consecuencia, una dels tensones ns importantes deta sociedad moderna tene que vercon la conclinedy cree can efor y mate Si ln evolucion femenina ets inacabada, es también pore obedec una etatifeacion sci nla vnguatin cncenn ‘os a las mujeres cualfleadsssugides dela ease media en tne ge fs mrs po cad etn enor nec Pore abajo emunetadoy Hnen mis postbildndes ds elope Stoel radon del an decnen av sents pase de ae preicen unas vainiones mas espectnctnes ets sage Patsy oan opts nando ern de as de empleo ent ts mujeres més y menos cualfeadas es menos pg todos los efecto, lama do cash cx actalinente ina cee dg Dovecida,Hsto stan lejos deer el aso en le Europ covtinng tay meridional Pr ejemplo, en Suan el 60S dens ours co ualiicades trabajn, conta cl 27 fen Talia Franca noe Dr, como on anos aspetos, na poscin intarmet, con ak El mismo esquema se encentia cuando nos fjams ene eas 4 las nates con his pee: en DimamurenySeeca so hag ahobaments nr dtc deta de ec ete taujres que no tienen hij y las madres de das nitos 0 nse ee Franc difrenla es de punton, ns? Bo {ue a revoicin femenina platen stios dsalfios a nuestros modelos de proteccion social no tstita srprendente, sue: sélo sen por el hecho de que afeta profundamente el fuses imino deo gue conta ano de tn ples fndamentas FAMILIA Y REVOLUCON DEL PEL BELA MAE 2 Familia y regimenes de proteccién social ora comprender bien los desaffos a los que debe enfrentarse cl Estado del bienestar, es indispensable rellexionar en términos de ragimenes de proteccién social. Tanto el individuo com la 0: edad deben necesariamente su proteccién social a Ia combina ‘ign de la familia, el mercado y las prestaciones saciales de los poderes pablices. Pero para la mayorta de Ia gente, la familia y el mereado son las fuentes principales de proteccion el salario nos viene esencialmente del mercado y, pr lo general, el grucso de la asistencia social nos lo proporcionan les miembros de nuestra familia, A escala del ciclo de la vida, el papel del Estado del bien= estar slo adquiere una importancia primordial en el curso de los 1er0s y los ditimos anos de muestra existencia Estos tres pilares de la proteceién social ejereen efectos Jos unos sobre los otros. Si el mereado fall, reeurrimos a la familia, 8 los poderes piblicas. En efecto, el mereado puede con facil dad! no satsfacer numerosas necesidades bésicas, sea porque los precios son elevados, sea porque Ia informacién esté desi mente repartda. La salud y la educactén constituyen dos ejem- plos clisicos de este tipo de fracaso, pero la revoluetén femenina pone de relieve dos nuevas necesidades: los servicios de cuidado de los nifios y de las personas ancianas, pues los servicios priva dos de ayuda a las personas son por regla general inaccesibles ppata la mitad menos rica de los hogares. De jgual manera, si Is, {familia fala nos apoyamos ms en et mercado & en los poderes piiblicos. El sfallow de la familia se desarvolla a medida que Ins -mujeres se van retirando de las funciones de cuidado qui les es {aban tradicionalmente asignadas y las distintas generaciones dejan de cohabitar bajo un mismo techo, Las sociedades contem- pordineas se ven pues confrontadas a problemas de fracasos ae ‘mulados en la medida en que ni el mercado ni Ia familia son ca paces de responder de forma adecuadsa a sus necesidades sociales. Fl euldado de las personas ancianas dependientes es un ejemplo se sfilenteAlginoe dels principales Shc, wane mera de an» Csldnexpeciamente iados aa seguridad dl empleo. Una pl tem qe spire combate est roma ten tendencia 9 com Postar nueto dlmas in define, sgunamente endremos qu 26 10s ms cuaNogs RETOS DEL ESTADO DEL. WENESTAR Iegara la conclusion de ta necesdad de una sfeminizaclén» de la ‘wayectoria vital masculina si quereinos Hepat a aleanzar-un equi. ibe positive, “a ‘AvuDa 4 as Faas Ls demégrtoshablan de «segunda transicién demogrtens bn describiruna tendenclaprolonga la disminucton dl ni mero de nacimentos, que ede el tate de la amills pero también st estbilidad. Algunos ven en ell una evolion bela tos valores poomederaos, qi rina Ia eaizaion del indvidue en detrimesto de In paternidad Siesta teva Toes cert, nos ‘evlamos confrontaos, ms que arto de una nucra pelicn a tnporvei infest Ea realidad, un xan ins prof fda ‘ie a teria de los valores posmodemos carece de fundaments Solio, Lata de fecundidedsustn a evoluconado en forma de Iontaas ras en fos aes 1980-199, stand de en 980 @ 2 en 1980, para volver a 1,6 final de In deca de os novela £Signifen eso que los suecos a waveron primero un poco menes posmoderros para luego volver ase? Tenendo en cuenta que In fecunaidad de Franeta 96 acerca rch al dos rente a 1,2 én tli, podemos deduce de ello que ln vison alta de ia da sn 50 % ns posmenterna? Virion estullos muestra elaramente que la norma de los dos hijos es Ta que contin recogiendo ms sufogios de un extremo soto de Europa. De fora bastante sorrendente, no hay pss. Camente ninguna vracion de Fania Portugal de Gra Bre tai a Grecia Sia ado tipo declan desea’ de media 23 his, ste desi nde Gann media el dea persona peguntada aument, cosa que se podifa arb bien a hecho de que nos volves ms reais af ener © bien la resignacion deta poblicn ane un hecho consumado Me aut pte eee ange lr noma dels ds ies permanezenbistenmenteinacta Se mantengn omnipresent: a Io hora de la verdad lo cidade ven ction abso Sepr sus preferncis dela realidad, i considramos el lugar central [AMILIA Y REVOLUCION DEL PAFEE DE LA MUJER 2 ‘que la familia ocupa en la vida social, éste constituye probable- mente el indicio més reveladlor de tn serio défcit de politica so: cial en nuestra sociedades, El deficit de ninos limitado en el puiado de paises (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Dinamarea y Noruega, especial: mente) que govan de tn indice de fecundidad estabilizado en 1,8 ‘0 més, Es, on cambio, considerable en la Europa del Sur y del ste, donde la fecundidad se acerca a un fndice sinttico dle fer cundidad (ISP) de 1,2 0 1,3, pero deseiende en ciertas regiones hasta el 082 ‘Una fecundidad baja acelera el envejecimiento de la poble ign, y las variaciones, ain menores, tendriin a largo plazo efee- tos auténtleamente draméticos. Si un indice sintético de fecundl dad de! 19 hace bajar Ia poblacion un 15 % solamente en un siglo, un fodice sintétio de fecundidad de 1,3 desembocara en tuna poblacién que no representaré més del 25 % de su volumen actual. For ejemplo, teniendo en cuenta los datos actuales, Ia po blacién espariola podria caer a 10 millones de habitantes, mien- tras que el declve de Ia poblacién francesa Ia llevaria slo al 85 % de su nivel presente. Asi, as simples variactones de fecundidad podrian hacer saltar un 138 % ln ratio de dependeneia demogr- fica en Espafia en 2050, contra un alza del 36 % en Suecia. Y Ins consecueneias macroeconémicas podrian ser graves. Se ha pro- nosticado que el envejecimiento y el declive de Ia poblacion ha- fan bajar el PIB de la Union Europea 0,7 pantos en el curso de las préximas décadas.? Para poner en marcha una politica, necesitamos saber qué se ‘oculta tras el défict de hijos. La teoria tradicional dela fertlidad pone el acento sobre dos fatores: por un lad, la decisién de tener 2. BLISPdependeprecpalmente de edad de nici de a fcundiad en In amiery del admev de nacinientor que xe prodicn. 51" MeDonnld Te tol‘ af puble pales to Impact on fey, ‘comnicncitn presninda ste Obseratorio Earopen de Pani, Seve (Ct de sepuembe de 200). “f Seutnn del lal entepoblcin ate enact 5. J lets, Zw Feiliy Raves tn OBCD Comes fats and responses, ‘BCD Social Tmpyeent and Miraon Working Papers” 1, 2008 28 Los Tes oeawows RaTOS EL ESTADO DE, ENESTAR hijos depende de los ingresos del cabeza ce familia (que es un hom: bre); por otro lado, si la maternidad representa para las mujeres un importante coste de oportunidades en relacisn a los ingresox de ue serfan susceptibles de beneficiarse en el curso de st vd, ten: ‘dn menos hijos!* Se dispone asf de una explicacion verosimil de. bido al hecho de que Ia fecundidad que tradicionalmente era més clevada era lade las mujeres poco cualifiadas ¢inactivas. Pero en Ja sociedad contempordnea estas explicaciones ya no son sulicien. tes, BI eruce de fos datos nacionales muestra inmediatamente que crxiste una eorrelacién entre empleo y fecundlidad. Se pueden cons latar wnas tasas de fecundidad més elevadas en los paises en los ‘que el empleo femenino esté ampliamente extendido, y viceversa” ‘Adem, si bien en la mayoria de los paises —Francia entre ellos_— Ia fecundliad se mantiene bastante més elevada entre las mujeres ovo cualifcadas, ste no es ya el caso de Escandinavia, donde son Drecisamente las mujeres con un bajo nivel de instrucei6n las que ‘menos hijos tienen, y la fecundidad mas alta se da entre las mule. res que han cursadlo estudios {In clave dela fecundidad contemporsinen reside —todos estin de acuerdo en ello— en el nuevo papel de las mujeres yen part 7 La ex le con la mater nidad, tal como muestra el caso de los paises nérdicos. Pero, sea como fuere, una politica que tratase de estima la feeundidadd incitand a las mujeres a trabajar menos seria del todo contrapro~ sJucente. Tal como mestro en la segunda leccion de este libro, la 4 Vd Hoty A, KlermaDy R Wills (The economics of ety in de ered conti i Rosemeig, . Si aal of puis iu amily Eons, it, seta, Bei 297, pp. 276M hog un eaaanewsn de conjum de stoi y linen ew ate emt veins 7A. Abn y F Mi, note of the eatonhip beeen Fett and fe sae crmpiyment rates in developed mike, Sun! ofPopeltog os ins, ol 134, 201, pe "6. Roping i ote ail iestmen strep. 2 6,29 Epinghcsen, Dale A Hrmerde Mes i) Wy We hea «He Welore Ste, Oxford nversly Press 202, 3. Te MeDoo art cdo Ht RSVOLUCIO EL PAPE. EA AER » reza es extremadamente problemstica paral desarrollo de Tes jor,mientrn que el tat del mates no lo en abu Ito, ¥ desde el momento en que Ia pobreza de ls nifios se ve claramente reducida por el echo de gue las madres trabalen, cl trabajo debe verse como na ventaja suplementaria, No oWide- thos tampoco que la perennad financier de Ine socledades qe tnvejecenrequlete in empleo méximo de las mujeres. Buena no- ticar una ereciente mayorta de mujeres aspra a tener un empleo Yn ser econémicamente aitSnoma. " Ast pcs, In bosqued de un suimento del ntimero de hips dete ila par con el nuevo papel de las mujeres. Bn materia de feounided, las decisiones de le mujeres esti cada ver menos ligadas sl nivel de ingresce desu companiro, y dependen mucho ins de su propia capacided de poner ple deforma stable en el Inercato de trabajo, y de la anicipactén de los costes en opo tunidades que pueda suponer Ia maternidad. Es sabido cela i certidumbre respecto al Futura consituye mn obstaculo para la fundacion de ina fala, Esta claramente establecido que la die mensién de penalizacin del hijo aumenta con In eapacdad de Ingresos de le mate. Ante esto, la dllacin del momento de los snimerosnacimientosconsituye una respuesta logic, Proporcic hi a Ia mujer més tfempo para alanzar st eartera profesional permite hacer dlminutrststancilmente el corte de a mater ddad en términos de Ingress. Esta dllacion es evidente en todos les pats, pero es mas acentuada en aqulosen que resin mts mente, implica también que ol Estado percibiré durante el mismo perfodo menos impuestos. A partir de los eéleulos referidos al ‘caso danés,estimo que las mujeres que se benefcian de un siste- ‘ma de cuidado subvencionado acaba, a largo plazo, por rembol- ‘sar (con intereses! la subyeneién inicial gracias al incremento de sus ganancias a escala de una vida y alos impuestos que se devi- van Ast, s el gasto piblico inicial se eleva a 72.850 euros, el im- puesto sobre la renta suplementario pereibido por los poderes piblicos se evalia en 110.000 euros, y el reembolso sobre la in version del Ministerio de Hacienda seré del 43 9% (cuadro I), vero el hecho de financiar un servicio pblico de euldado de los nillos pequetios produce unos beneficios mucho més elevados si, tal como mostrané en In segunda leceién, se lo considera también ‘como una inversi6n eficaz en las capacidades de aprendlzaje de los nifios, Dos argumentos principales defienden que el Estado del estar prevalezca sobre el mercado. En la medida en que los sev ios de pago de cuidado de nifos constituyen un impuesto regres vo sobre el empleo de las mujeres, la financiaci6n pitblica es de forma manifiesta un prerrequsito de la equidad y la justia. ¥, en caso ce que estos servicios de pago sean accesible «a mayors de las familias, presentaran Inevitablemente, como en Estados Uni- dos, grandes diferencias cuaitativas, cosa que signifien que ka desi- agualdad de poder adquistivo de las familias se traduciré en una calidad desigual de los culdados «los nifios, casa que comporta a su ver diferencias de desarrollo entre nos. Apoyar la ocupacién de Ia mujer a lo largo de su vida Alt donde prevalece la soluci6n familia, la necesidad de eu ados amenaza con convertirse en una pesada carga pata ls mu jeres que Hlegan a la edad madura. La probabilidad de tener pa lentes aumenta répidamente después de los 38 Los TRES cranes NETOS Dl. ESTADO EL MHENESTAR Cinna L. Conable dinanen de fos costes ingress sabre a inversion restate de modo de edad fuera def fila Hipesis Una mujer de 30.35 aos tiene dos hos. = No dja de trabaae (excepto tn permis de material de un ao} = Su silario representa el 67 9 del salar medio = Sigue tbajando si los 60 aos woe Coste para las fnoreas pions ow aos de guardera (x 2) 24,000 ‘Tres anos de edvencin infantil (x 2) 48350 Too. 72850 Ganancias pare le made ‘a) Cinco aes de saaeo pleno 114.300 1) Gananeiasaaval debi 3 la ausencia de terrapin (@escala dean vida) 200.100 ‘Tom. 374.000 Ganancias pare ls inanons pias Tngresosuplementari restilante de (a) 40.000 Ingresosuplementatio resultant de () 70.000 Tom. T1a.000 Reemboleo neo sobre le ines ical para los finanenspabliene (10.000 72.850) 7.150 50 aitos. Cuando los cuidados deben ser intensos, abligan a poner fin prematuramente a la carrera profesional. Ademts, la posibili= dad misma del euidado de una generacin por parte dela siguien- te se degrada. Quienes envejezcan en el transcurso de las préxi- mas décadas tendein muchos menos hijos que sus predecesores, lo que significa que la reserva potencial cle miembros de la familia, susceptibles de ocuparse de ellos se reduciré. Simultsneamente, In poblacién de personas mayores de riesgo aumentaré ruly ri aMHLA Y REVOLUCION RL PAPEL DE LA MER 39 damente.¥ tenemos que partir del principio de que Ia gran ma- yorfa de Ios mujeres que Hlegarén a los 50 aos en el wanseurso Ae as primas décadas tendo una clara preerencia por trern profesional Hs nro qe lis mujeres que hoy tienen 55 aos se beneficiaen en st momento de un grado de instruceineleva- {o, pero sta ser la norma para las mujeres en 2020, As, ae rente, slo el 29 % de las francesas de 60 aos tienen estudios sccunlarion esta tasa se elevar hasta casi 60% para las me- fes que fengan 60 aos en 2020. Finalmente las nevesidaes se transforman con la Tongevide,y se hacen mucho més intensas: ‘eda de-una persona afectada por la enfermedad de Alzheimer onstage un trabajo a plena dedicacin. ‘Examinemor ls tans de actividad entre las mujeres de edad rmadura (5564 aos). En Suecia, el 65 % continda trabajando, frente a s6lo el 25 % en Francia y todavia menos —16 %— en alia, Naturalmente, estas diferencias no tesultaninieamente de ln obligacién de ocuparse de miembros de la familia, sino que reflejan también unas tasas de empleo femenino glabalmente ba jas To largo de toda Ia vida. La edad ficial de la jubilacin tiene {ambign un papel En cualquier caso, y dela mista manera —ya Jo hemos visto que en eleaso de los abuelos que se ocupan de Ios nto, el hecho de tener que ocuparse de un pariente anciano 4 impone aproximadamente de manera idéntica en toda Europe. Si las excandinavas parecenlibrarse con ins frecuencia, la inten sida 5, una vez ms, bastante modest: un(a) danés(a le dedica 4 promedio dos horas y media por semana. La intensided es tnucho més elovada en Francia (9 horas por semana) y equvale dd hecho an trabajo a jornada completa en Talia 29 horas por semana)" En Escandinavia, ninguna mujer, 0 casi ninguna, se ve cortar su vida profesional para oeuparse de un p= ente;en Europa del Sty. esto es sigue siendo la norma. Dejar de trabajar alos $0 aos implica fentncar @ una paste esenctal 4e los ingresosw escala de una via y reduce probablemente ls 21, prcenae de mujeres de edd mdr que se ocupan de fos demas ‘a plonsdeicucin ex de natn 10% en ap de 2 els ates Has ‘Sis (06%) en Dinan (esiaclone seg nla de encuests 2000 de ‘Sheena europe dees hogs) 400s TRS cranpes nET0S DE. ESIADO DEL HENESTAR derechos de cara a la pension, Para una sociedad esto implica renuneiar a ingresos fiseales. La biisqueda de servicios dle cuidados en el exterior de la fa ‘ilia conoceré inevitablemente un aumento brutal. Una demanda {que no puede ser satisfecha por el mercado, ya sea bajo la forma de euidados en un centro expecializado © a domicilio, por la sen- cilla razén de que estos dos tipos de servicios resultan demasiado ‘earos para la mayoria de las familias. El coste de estancin en una residencia lega fieilmente al equivalente del sueldo femenina medio. La politica danesa ofrece, una vex més, an modelo ideal, ya que la oferta de cuidados debe corresponderse (por ley) a la ‘demanda. La cobertura total de las necesidades a través de la ayu- dla.a domiciio de las residencias cuesta aproximadamente el 3% del PIB (Ia ayuda a domiclio ests completamente financiad por los poderes pablicos, mientras que aproximadamente ln quinta paite del eoste de la residencia se cubre por In aportacién del ppaciente), El modelo da preferencia ala aytida a domiciio y trata ‘de reducir al minimo el recurso a las residencias, no s6lo porque la primera solucisn es la preferida por Ins personas ancianas, sino también porque presenta una mejar relacién coste-eficaca, Aut ‘que Ins visitas sean diatias, el eoste por cliente de la ayuda a do- Inicio representa menos de un tercio del de un alojamiento en residencia. Por otro lado, en easo de escaser de residencias, las familias necurrirén a Ia hospitalizacién, que es por lo menos el doble de cara que éstas En la medida en que basta tener necesidad de estos servicios para poder aspirar a ellos, ef modelo es equitativo en lo que se fefiere al acceso, Pero no olvidemos que la necesidad va ligada a 1a posicién social la financiacion, pues, deberia ser progresiva. El Sistema danés est6 financindo por los ingresos fiscales generals, ‘cosa que garantiza naturalmente un minimo de equidad, que se veri mejorada si la parte financiada por los clientes fuese tam- bién objeto de una retencién progresiva. Un segura de dependden- cia al estilo alemén es necesariamente no equitativo, a enusa al ‘misino tlempo del tope de ingresos sometidos a contribucicn y de unos baremos fiseales esencialmente proporcionales(y no progr sivos), En cuanto al sistema anglosajén —servicios gratultos para FAMILIA REVOLUCION DEE PAPE. DE LA MUJER 4a tos pabres, condicionados por los recursos, a los que se aiden servicios de pago (subvencionados por impuesto) para los de ro, garantizaré quiza una cierta equidad a los eiudadanos con ingresos muy bajo, pero al coste de desigualdades mayores y de ‘iferencios de cldados pata el resto dela pobacin. “Un planteamsiento al estilo danés estan eficaz como eat W'S, en la medida en que absorbe el eoajunto del mereado de Jn dependencia, pero el caste que coilevaharfaretroceder a mt chos, Sin embargo, af nuestro objetivo es satisfocer la demanda, In'soluciin de page no tiene muchas posbiidedes de suponer un ahorro, por el simple hecho de que fos beneficios a generar y de los clevads costes de transaccién. Y para la mayor de os ciu- dadavon esos servicios siguen siendo inaccesibles sin subvencio- nes piblieas. Pata mejor evaluat Ios costes, los podemos compa- {nv con los ingresos suplementarios que proporciona al Gobierno ti aumento del emplco de las mujeres de edad madara, i éstas ‘sien trabajando diez alos ns que Ta norma acta, los Ingre- Sos de a fala experimentardn un aumento sustancil, cosa gue Irs disminuir la pobreza, y por tanto la necesiad de esstenca sicily mejorar os ingresos scales del Estado, ‘illo fistrativ, pongemos como hipitesis que la tasa de ‘empleo de ls francesas de edad madira se doblase para aleanzar Tos niveles excandinavos si Francia adoptase el modelo danés en materia de asistencia a las personas. Esto quetra decir que un 55 ¥e mis de franecsns, de edades comprendldas entre 50 y 55, aos, se ganarfan Ia vide durante die aos suplementarios. Ick 5o si todas ells teabajasen a tiempo parcial la suma de sus con {ribuciones al impuesto compensarfa. probablemente en gran parte el conjunto de lo que cuestan al Estado los cudados a ns personas ancianas, No olvidemos que Ta pobreza de las personns Bcianas es particulimente acentuada entre las vides, sobre {edo porque el importe de sus pensiones, cuando ls tienen, es tradicionalmente muy bajo. Animande a las mujeres tener una Vida profesional mis larga, dispondiemos de un antidote efens conten In pobreza de las personas ancianas, 42 Los ues cranes RETOS DEL ESTADO ORL wiRNESTAR aFeminizar la trayectoria vital maseuina? Sila revolucién fermenina esté inacabada, es también porque la adquisicién por parte de las mujeres de win comportamniento rigs emasculino» en su trayectoria vital no ha encontrado equi- valente en términos de sfeminizaciéne del de los hombres. Su pponiendo que los padres dejen de trabajar en el momento del inacimiento de los hijos, esta interrupeién es poco mas que sim- btica (de una durscién andloga a la de una baja por enferme: dad debida a una gripe). Suecia y Noriega ofrecen la tiniea ex- ceepeién auuténtica: las politieas en vigor promueven activamente due los padres se tomen sus smeses de pap, un permiso de paternidad prolongado. En el transeurso de su vida profesional, los hombres han cambiado muy poco de comportaimiento res. Pecto al trabajo, con la vniea excepcién notable del adelanto en Ta edad de jubilscién, Si nos fijamos en su utilizacién del tiempo, veremos aparecer ‘cambios més signficativos. Las encuestas sobre cl tema nos mues> tran que la contribucion de Jos hombres al trabajo doméstico no retribuido ha dado un salto adelante en el transcursa de las alt ‘mas décadas, salto espectacular en dos tipos de actividades: las actividades ordinarias (I limpieza, por ejemplo) y las actividades relativas alos hijos (la contribucién de los padves se ha doblado desde los aios ochenta del siglo pasado en patses tan distintos ‘como Dinamarca, Francia y Estados Unidos). La division del tin bajo entre eSnyuges (produccién remunerada para el uno, trabajo sdoméstico para la otra) se vuelve mas equilibrada, con las mje es trabajando y los hombres dedicando mas hora a las tareas dloméstieas, La tendencia es significativa, pero no de una aroplitud revole clonaria. En primer lugar, la diferencia entre sexos en materia de actividad doméstica sigue siendo importante. Incluso cuando las ‘muleres tienen un empleo, su tiempo de trbajo es menor, y el ‘aumento del trabajo de los hombres en casa sélo hace disminuir ‘muy modestamente la carga de trabajo doméstico de las mujeres Ast, los franceses dedican de media 4 horas diarias a su trabajo, ‘contra 2,3 horas para las francesas, En lo veferente al trabajo dos FAMILIA YREVOLCION DE. PPR. DE A MOE a iiéstico, el cuadro es exactamente opuesto: 2,2 horas para los hombres, 43 horas para las mujeres.” ‘Tadavia mAs importante: el aumento de la contribucién de los hombres esté fuertemente mareada dle manera social, ya que se rufiere a los hombres con mAs titulacién y a ls familias en que la mujer se halla en posicién de fuerza para negociar. No sélo hay lun abismo que separa la manera en que los hombres mas y me- nos culificados se ocupan de sus hijos, sino que este abismo se fest haciendo cada vez mayor. La feminizacién de la trayectovia vital de los hombres afecta prineipalmente a a edspide de la pi ‘imide social, La simetria entre los sexos tiene un papel cada vex més impor tante en el comportamiento social, Lo hemos dicho anteriormen- te; est demostrado que la posibilidad de contar con la participa cién del companero es un factor decisivo de fecundidad entre las mujeres que trabajan, Esta asimismo demostrado que la contei- bucién del marido alas tareas domésticas hace disminul el vies: 20 de separncién y de divorcia.” Esto pada explicar por aué el tesgo de divorcio se concentra eada ver més en las caps sociales inferiores. Y si las desigualdades sociales en materia de estimula ion de los hijos se intensifian ~cosa que veremos en la sigulen- te leccién—es en gran parte porque los hombres més cualifieados dedican més tiempo a sus hijos que los menos eualficados. FI Inecho de que los segundos parezcan tan reticentes a ver abolida Ja divisin del trabajo entre los séxos consolida Ia dimensi6n du «© polarizada, dle la revolucién femenina, a homogamia marital (el hecho de easarse en el seno de un ‘mismo medio social) constituye un factor de mayor simetria entre los sexos. Cuando los céytges tienen el mismo ni otras caraeterfstieas en comin, hay més posi fengan las mismas preferencias; kes ventajas de una divisi6n de papeles son entonces igualmente reducidas. Sabemos que la selec: cién marital es particularmente pronuneiada en Ia parte més alta 22. calclado a patr de os mos dates Hurst (europe atoms ‘ewestattiate in Fens) 2. Ta P Cooke, oThe gendered dlvison af abo an family outcomes in ‘exnanye,dnnat of Meigen the Fly, 46, 2008 12861299 44 Los ees craton RETOS BEL. ESA DHL BRNESTAR ¥en lms bala del piri sci Peo as is sugleren que tan slo en Ta espidefavorece Ia lgaldad de soa" Segunde factor ln psiion de las mujeres onl negocio en el sno dl bog. u fuera de negoclaion enna principalmente de su grado dleundependenciaeconsmien, que depende su ver de mi cach tad de ingreson. Pero ol problema ex que ta es muy limita cr tre las menor cuaifcadas.Desle este punto de ist nos vemos confrantads a un nudo gordo fundamental ie solamente psble cortar de forma chen prolongando la vevallonfemenina Tica aj. Tas expractones dels mujeres a ser econdimfeamente ats nomas a tenes hijo producen benecosprvaas, por tambidn Ainvalr coletvosustanca a suplementaria pra recur Polticaspoblics, El papel dl Hist del bienestr en materia de Bais de materiad y pteridad, de euidade de tos y de ten clones «las personas alana ex spe: la cuestion es coencl Inente Ie de tos costes y de los beneficor uc estin ssoiados. ero silts esguadades ene fits ipnen un sei obstsulo para llegar aun mejor equitno, qu pee hacer el Extado dl Brenestar? Alin yal eabo se taia de un problema estechamen- te ign aI atid fia En Europa no flan declarscines simblicas y Hamamentos idcolégeos, pro no hay avichaspoibildades de que de esta me nara se vaya a cambiat ls cou. So ls inicio y las in taciones ls que enen tn papel clave; es por ello que necesitamos entienta La liniteciones puede resi en primer gar en ls ngativa de los indviis a romper com ls normastradcionales en mate "ae telacidn ente ls sexos, Pero esto no explica realmente nada, ya que sabemos qe un mero cada ver ms eleva de pareja etn unas por una relacin de mayor igualad entre los Sexos. Sea prineipamente de los hogar en ue ant cl hom bre como In mujer tienen wn nivel de cunifcacon elevadoy ta 24. 5. Boake, 6. BapingAnleren, Parental Investment in Chen: Hew wenn Homoguny. ant Brinig Af Tne. Alcan, Dense "etn Pape 13,3007 [PAMELA ¥REOLION DBE PAPEL DE A UE 4s boajan ambos, y en que la esposa se beneficia de una autonomia econdiniea importante. Si éste es el eat, decidir que la ayuda Aportada por cl Estado a las familias debe ser pagada a la espost fe ingresada en su cuenta banearia podria ser uno de fos elemen- tos de una estratepia eficaz, Segundo factor esencial que obstacu- liza el trabajo de Ine mujeres que tienen un bajo nivel de ewalil ccacién: la diferencia salatial entre ambos sexos, mucho més clevada, en numerosos paises, entre los menos cualifcados que fentte quienes lo estin més, La elevada tasa de empleo de que se Dbenefician en Escandinavia las mujeres poco cualificadas est in- dadablemente ligada @ una diferencia salarial muy modesta si se ‘compata a escala internacional, La solueién consistente en au ‘mentar los salarios dle estas mujeres poco cualificadas. por ejem plo elevando cl salatio minimo, podria llegar @ provocar wn au mento del paro. Si las nérdicas poco cualiicadas encuentran trabajo pese a unos salarios relativamente clevados, es principal ‘mente porque el Estado del bienestar ha ereado en st seno 1 enorme mercado de trabajo femenino, consecuencia de una ofer= tt piiblica de servicios muy riea. Pero, como ya hemos dicho, para bailar ef tango hacen falta dos: es en el lado masculino de la ecuacién donde podemos en- ‘contrat los principales obstéeulos, Qué podria impulsar a los hombres a -feminizars su comportamiento en su trayectorin vi- tal? Recordemos que el coste potencial de las interrupeiones de carrera profesional o del aumento del tiempo ledicado a la tareas domésticas es marginalmente mis elevado para los hombres que para las mujeres, ya que los hombres suelen beneficiarse de ga ranelas més elevadas, sean cuales sean Jos niveles de formacion ¥y de competencia. Pero esto se expliea ante todo por una diseri- rinaeién estadistica: como los empresarios esperan que la mujer Interrumpirs su carrera, compensan este riesgo pagando a las ‘meres menos que a los hombres, Si el riesgo pudiese ser neutra Tirado por los das sexos, tendriamos motives para esperar wna mayor eofvergencia entre los salarios. De hecho, la diferencia de salario entte los sexos es més reducida en los’ patses nérdicos pars fodos los niveles de competencia, muy probablemente por. ‘que e} comportamiento de Tas mujeres en el mereado de trabajo 46 Los mis craves NETOS NEL. ESO OAL NESTA est excepcionalmente emasculinizados. Y ya volvemos a encon: {ramos ante el nudo gordiane fundamental, ahora bajo una nueva forma. Una estratogia habitual estos dltimos aftos ha consistide en fanimar a los padres a prolongar su permiso de paternidad. Esta politica generalmente ha fracasado, Pero padenios sacar alguna enseniana de los dos exs0s en que ha dado frutos: en Noruega y cen Suecia. Entre los aiios ochenta y los noventa, el porcentaje de ppadres que optaban por el permiso de paternidad se dobl6 para egar a mis del 40 %,y la duracién del petmiso medio aument6, Lo que permitié a estos paises desmarcarse claramente de los de- ins fue la forma en que esta politica se habfa eoneebido. En ‘primer lugay el permiso no puede transferirse de un raiembro de Ia pareja al otro, cosa que significa que el nermiso especiico para cl pad se pier si éste decide no vecurvir a él. En segundo hi gar, el subsilio era del 80 % del salario habitual. Pero un examen. rns atento de la situacién permite descubrir que los permisos de los pacts, sobre todo los permisos de larga duracién, correspon- ‘den esencialmente a empleados del sector piblice (en que el sub- sidio se eleva al 100 % del salaio). ‘sta es una lecién importante, El carscter de penalizacién de las interrupciones de la carrera es minimo en los empleos que corresponden con Io que podriamos lamar economia blanda», pero éste:no es el caso en la xeconomta durao, en que se elereen presiones sobre la compettividad, Ast la igualacién de los sexos ‘través de los permisos de paternidad podia ser més limitada de lo que suele pensarse, Pod ser, en cambio, mucho més eficaz en todas partes una estrategia de igualacion de sexos a través de In ‘contribucién de los hombres alas tarens domésticas yal evidado. {de los his. Recientes investigaciones nos han mostrado que exis: ten tres medios de mover a los hombres a participar ms. Una, ya abordada, viene dela fuerza rlativa de In negaciacién de la espo: ‘sa en el seno de la familia, que depende bésicamente de su nivel ide ingresos, Otra se relaciona simplemente con el volumen reque- vido de trabajo y de cuidados, Los datos de que disponemos sobre rulacién entre generaciones nos aportan enseftanzas muy impor: tantes: la probabilidad de aceptar ocuparse de un pariente es in aNHUA REVOLUCION DEE. PAPEL. DE LA MUIER “ ‘wrsanente proporcianal a la intensidad del cuidado. Y evando se trata del tiempo que los padres dedican a st hij, vemos en nc- ‘ign la misma Togica: aunenza de forma significativa cuando los nifios son euldados durante el dia, Una politica de atencin uni- ‘wrsal a fa primera infancia tendrfa, por lo tanto, que contrbuir fmpliamente a introducir en la vid familiar més simetria entre les sexos. El tercer factor esta relacionado con la duracién de la jornada laboral esténdar: En Europa, los paises mediterréncos re presentan tn caso extremo: en ellos, a jomada de trabajo normal dura hasta Ios 8 0 las 9 de la noche, cosa que Implde de facto teualquier contribucién signtietiva del hombre, por mas igualita- sta que éste sea, Podrfa sev conveniente, pues, refermar los ho- ratios de trabajo. En el nicleo de la nueva politica familiar encontramos esta aparente paradoja: el bienestar dela familia en las sociedades cot temporiiness presupone una sdesfamilisrizaci6n» de eiertastareas. sto no implica evidentemente una intsin coercitiva en la vida familiar: Se trata esencialmente de ofrecerle opciones realists, Si In-ausencia de sohiciones de euidado de los nifos sbordables cons- ind, un servicio paibi- ‘dat una familia que se correspondiese realmente con sus deseo. ‘Seqgin una excencia muy extendlida, la externalizacion de las res- pponsabilidadles familiaes viene a comprometer Ia calidad de vida dela familia y evosiona sus solidaridades. Todo muestra exnct- ‘mente lo cantraio, Ya hemos vito eémo los Iazos entre las di tas generaciones de una misma familia parecen més fuertes y mits frecuentes cuando la obligacién potencial de ocuparse de los pa dres esté razonablemente limiteds; lo mismo suede en el caso del frado en que los padres se ocupan de sus hijos. Un nuevo reparto de papeles entre ol Estado, ‘el mercado, las asociaciones? 2Cual deber‘a ser; pues, el peso respectivo del mercado y del Estado cuando sustituyen a la familia para generar protecci6n? 48 Los RES GRaNrS RETOS DEL. ESPN OE. BIENESTAR Los contraris a las privatizaciones, para quienes todo lo privade ‘65 malo, se oponen regularmente a los que sostienen que todo lo {que es pablico es malo, Pero In verdad esté en los detalles, no en las generalizaciones ideologicas. EI abanice de Ia privatizacién es ‘muy amplio, desde un régimen puramente comercial hasta Iain troduceién de principios cast comerciales en la financiacin pti bilica. Entte ambos se pueden encontrar las asoclaciones sin dn io de lucro, los proveedores privados regulados o subvencionados, los sistemas paiblicos de bonos de compra, ete Primer punto sobre ef que hay que insistit: en términos ma- ‘eroeconsinicos, los costes totals de la proteceién soctal no ser probablemente muy diferentes sea eval sea In manera en que se ‘combinarén las aportaciones de! mercado y del Estado, Dinara ‘cay Estados Unidos, dos extremos opuestos en términos de gasto social pablico, llegan pese a ello pricticamente al mismo resulta. ddo desde el punto de vista de los gastos sociales tolales netos (véase mas adelante para més detalles) Si el mercado es realmen- le competitive, se puede esperat ima mejors cuslitativa y en cer tos easos, puede mostrarse que es posible limita los costes tra- ‘és de la provisi6n privada de servicios. Los servicios de ayuda a lomicilio serdn inevitablemente més caros si son asegurads por agentes de la funeién pablica que si son cubiertos por personal contratado. Pero en muchas residencias y eentros del sector pri- vado, el coste por persona del servicio ser normalmente superior ‘su equivalente en el sector piblico. Esto se expliea en parte por Ja necesidad del sector privado de obtener beneficis, pero sobre todo por el nivel elevado de los costes de transaccién (dedicados a hacer publicidad, o bien a las facturaciones) Inclaso si los pro- veedores de servicios sociales del sector privado son ims caros, esto no implica necesariamente que la financiacién por parte de los poderes pablicos sea la nica solucién alternativa. Las asocia- ciones de asistencia social catdlicas y protestantes representan luna parte esencial de la asistencia social disponible en ciettos paises. En Dinamarea, una tercera parte de los centvos que s© ‘ccupan de los nis estén fundados y dirigides por asociaciones de padres, yen Suecia, una escuela de eada diez es independien- te. El auténtico problema que se nos plantea es ms bien el de los | FAMILIA REVOLUCION DEL PAPEL DR LA NUDES 9 efectos secundarios de tal o cual tipo de combinacién sobre la rodistribucion y sobre los componentes. ‘A menos de ser subvencionados (por ejemplo, a través de de- uceiones de impuestos © mediante bones piiblicos de compra), low servicios sociales privads son generalmente demasiado eatos java la mitad menos tiea de las Familias, Lo mismo puede decirse e los soguros de enfermedad y los planes de pensiones privados. Los seguros de enfermedad en Estados Unidos nos ofrecen un ejemplo trigico: hasta 45 millones de norteamericanos no estén en absoluto cubiertos. Es importante referir siempre a la equidad tela potencial gananeia de efieacia, Por regla general, una ganan- cla en eficacia se ve casi siempre compensada por un precio pagar en términos de equidad. En cuanto a los efectos sobre los comportamientos, hay tres ccategorias particularmente dignas de atencién. En primer lugar, Jes efectos de incitacién —incitacin, principalmente, al ahorro y al tabajo—, Aunque sea dificil encontrar prucbas empsriens ia- bles, es plausible que un sistoma de proteceién social con una nnanciacién principalmente pablica implique un nivel impositivo plible de veducr ls incitaciones al trabajo y al ahorro de las Al contrario, podemos esperar ver progresar el trabajo y cl ahorra cuando los chudadanos deben financiatellos mismes st proteccién social. Pero sin estimacién erefble de los electos de cada solucién sobre el abotro y sobre el tinbajo, prestacién por prestacién, no estamos de moménto en condiciones de hacer una cleccion razonada en uno v otro sentido. ‘Un segundo efecto se relaciona con los déficit y asimetias de informaeién. La competencta puede favorecer mucho la calidad, pero muchos émbitos de la proteccién social suponen un cierto grado de conocimientos que los individuos tienen pocas posibili- hades de paseer: May pocos son eapaces de excoger entre diferen- tes tipos de trasplante cardiaco. Incluso el hecho de tener que clegir entre diferentes escuelas puede plantear grandes dificulta: des. Las asimetrias de informacién aparecen en el momento en ‘que cl cliente es eautivo de los conacimientos de quien vende la prestacién. Ademis, la capacidad de los eludadanos para infor: ‘marse esté desigualimente repartida. Los que tengan mas estudios 50.05 TES GRANDES NETOS DEL ESTADO DEL IENESTAR quiz no tendrin dificultades en un mercado competitive, pero los menos cuslificados pueden verse en una seria deaventaj. Los Aébiles podrén sero todavfa més sila compettividad del mercado leva a précticas de clasfiacién y exclusion de una parte de la clientela, Un asegurador privado racional tendré asf tendencia evitar los clientes de riesgo. EE tercer tipo de efecto se refiere a las external soetales, El hecho de que una parte importante de la poblacién no pudiese pagarse los servicios de proteccién social podtia tener repercusio- nes nada despreciables sobre Ia sociedad. Pongamos por ejemplo el acceso a las guanuerias. Si los padres con un nivel de ingresos bbajo no pueden permitrse recutvit a servicios de calidad, renecio- nara quizé adoptando una solucién peor para sus bij (sinsta landolose frente al televisor, por ejemplo) 0 decidiendo que la ma. de deje de tabajar: La primera «soliciéns es innegablemente perjudicial para los nifios. La otra reduce el empleo agregado (y Jos ingresosfiscales) y aumenta la pobreza de los ninos (cosa que reclamaré transferencias de dinero piiblico). Ademés, la inaccesi bilidad de los cuidados externos has descendet In fecundidad. Considero esencial integrar en la forma en que elaboramas uestras cuentas piblicas todos estos efectos sobre los comporta- :mientos y sobre la redistibuctén. Debemos asimiismo replica a Jos defensores y a los adversarios de cada opeién y proporcionar ‘una contabilidad social completa EE argumento de més peso en favor de Is privatizacién consis- teen decir que ncentda la libertad de eloceidn y Ia competencia, ‘que pueden, tanto la una como la otra, mejorar la calidad, Pero ln debilidad de esta posicién viene del hecho de que se podrfan ‘obtener beneficios identicos aplicando prineipios eeasi comercia- les» en los servicios piblicos (o reguladas por los poderes pabli- 0s). Un abanico de posbilidades mis amplio es compatible con ‘unos objetivos igualitaristas silos prestadores de los servicios ex ‘in sometidos a una regulacién aclecunda y si los consumitores estén correctamente informados, Tas investigaciones empiricas rebosan de casos de buena y de mala préetica de los que podria- mos sacar numerosas lecciones, $i se atoriza a los proveedores a seleccionar los riesgos o a decidir ks tarifas como les parezca, FAMILIA ¥ REVOLDCION DEL. PAPE DE UA MOE 3 hhay muchas posibilidades de desembocar en una segregactén en ‘materia de proteccién social. El problema fundamental es el esta- blecimiento de un marco de regulacién coherente y eficaz La coMParamtib4o 08 108 REOIMENES DE FROTECEION SOCIAL, Sea cial fuere Ia forma en que un pats decide combinat Io ppiblico y lo privado, una nueva politica familiar efiewz exigis un Ineremento del gisto pablico. Seytin una estimacién aproximal va basada en Ins eventas soctales de Tos pafses escandinavos, nos pormisos de paternidad y maternidad éptimos y un sistema de atencién universal y de alta calidad para los nifios y las personas ancianas dependientes necesitan un gasto equivalente al 5 % del PIB. Teniendo en cuenta las presiones que se ejercen hoy dla so- bre ls finazas pablicas, especialmente a causa del envejecimien- to de la poblacién, semejante carga podria parecer prohibitiva. Pero no alvidemos que la proteccién social eomporta tres pilares, gue eada uno representa una utilizacién, directa o inditecta, del PIB, El hecho de no poder aumentar el gasto paiblico no implica necesariamente un descenso del gasto total, pues los eiudadanos To compensan comprando prestaciones de pago o recurriendo ls ayuda familiar gratuita (que tiene, indirectamente, un valor mo- netario) EI problema fundamental de nuestra contabilidad social es aque se limita de forma excesiva y miope alos gastos paibicos. En Ise comparaciones internacionales estinday; tinieamente se nos presenta el gasto social pablico bruto. ¥ se constata normalmente ue los paises escandinavos y Francia gastan mucho (34 9% del PUB en Dinamarea, 33 % en Francia) aparentemente mucho mas aque Estados Unidos (16 96) la Gran Bretafa (25 4%). Estas eras estan en lo esencial carentes de sentido, ya que no tienen en cuenta el hecho de que muchas de las prestaciones so- ciales estan inmediatamente gravadas fiscalmente tanto en los Es 25, Panos glo, tod a lish ko proporcanadas por by OCDE, vse einen a 280 2001 52 108 THES ORANDES RETOS DEL ESTADO DEL MIENESTAR tacos del bienestar en que los gastos sociales piblicos som clevs- ‘dos como en los paises nérdicos, donde la mayoria de los ingresos idos de subvenciones pablicas son declarables. No tienen en cuenta los gastos fscales ocultos consistentes en despravaciones y subyenciones fiscales que tienen por objetivo favorecer Ia protec cién social privada (desfiscalizacion de las aportaciones a los fon: ddos de pensiones, por ejemplo). El recurso a Ins dediceiones ‘exenciones fiscales es en efecto muy importante en los sistemas de proteceién social que animan a recurris al meteado, Sie tiene ‘en cuenta por un lado la imposicion de las prestaciones saciales ¥¥ por el otro los gastos fiscales ocultos (exenciones y deducciones ‘de impuestos), se Hega a-un indicador mucho mas realista del xzasto social pablico nefo. Y la considerable distancia entre los diferentes paises se reduce: el gasto pablico neto de Dinamarea es sblo del 26 % del PIB, y el de Francia del 29 %, mientras que el de Estados Unidos se eleva al 17 9%, Peto estas cifras siguen sin tener demasiado sentido, ya que no tienen en cuenta los gastos privados de proteccién social, que pueden también ser muy elevados en los Estados paco generos0s fen materia de proteccién social publica. El gasto social privado (neto) es, como era de esperar, marginal en Escandinavia (s6lo el 0,8 % en Dinamarea), asf coma en Francia (2,1 % del PIB), y con- siderable en Estados Unidos (11 %) y en Gran Bretafia (498). En ‘el momento en que se tiene en cuenta el gasto privado, las dite rencias internacionales empiezan a parecer minimas. El gas 80 ial neto (pablico + privado) es entonces del 26 % en Dinamarca, 1.31 % en Francia y cl 25 % en Estados Unidos. De hecho, segiin teste procedimiento contable, de todos los paises de In OCDE, Francia es el que mas gasta, El cundro 2 praporciona na visién de conjunto, Primera leccién: gastos cuya amplitud parecia desmesurada, ‘como los de Dinamarca, esultan ser en realidad modestos. En otras palabras, lo que cuenta no es tanto Is carga global comor a) la pro ‘edencin del dinero, yb) los resultados en tésminos de proteci social para un nivel dado ce gastos. En Dinamarea y en Sueciae todo el dinero viene de contribuyente; en Estados Unidas viene en gran parte del consumior. Al final, ef danés medio y el americana {NLA YREVOLUCION De. PPL DE LA MIE sa ‘Cans 2. Gast sola aparetey pasta socal real en porcentaie ‘let PIB (2001) Dinanarce Francie Budo Unidos 4 3% 16 Casto socal pilin neto 26 » 0 Casto socal privudo neta 1 2 " Gast social fora Neto 2% a 25 Fane Adena He Lagu, Mer Soil Figen 2005 Elon. Doce neato de tabajo dl ELSA (OCDE, #2005 cua 8). ‘medio pagan més 0 menos lo mismo. Pero esté claro que ls otros ‘danesesy los otros americanos no reid lo mismo. Porque no todos los etidadanos son cludadanas medios, yes set lo que da. Ia coniablid loads roimenes de pote ‘ign social toda #4 pertinens inero debe venir en buena pave del conmioy el access ala protec soll depenerd ‘de su capacidad adquisitva, Una familia americana media puete, fen general, pagarse el seguro de enfermedad y los servicios de asistencia & la persona, pero estas mismas prestaciones estin fue- ra del alcance de la mayorfa de los hogares pertenecientes a la ind menos rica. Bs por esto que 45 millones de norteamerica- nos no tienen ningiin seguro de enfermedad, y es también por esto que la calidad de Ja assteicia los nifios y a las personas ancianas en Estados Unidos es extraordinariamente varlable. Por Citar un ejemplo andlogo, a inal de los afios noventa, el gablemo Blair empezs a desarvollar en proporciones considerables los ser- vicios de guarderia para los niios pequetios, y creé 600.000 pla- zas suplementarias en pocos afios. Su politica se apayaba en sguarderfas privadas de vocacién comercial, pero en Ia medida fen que las ayudas pablicas eran muy modestas, el acceso de las fit ili a estos servicios fue diffell Al final, ca ‘centros fueron cerrados «por fata de demandaw Debe considerarse como una perspectiva realista el aumento futuro det gasto en beneficio de los servicios a la familia. Bs ne- ‘esa hacer entender bien tna casa muy simple: a) si cqeremos S4 Los tne GRANDES RETOS BEL ESTADO OH BHENESTAR ‘realmente alcanzay estos objetivos sociales, In carga financiers su pplementatia es inevitable, independientemente dela manera como se combine lo privado y lo ptiblico; 6) si no accedemos réipida- mente a este gisto suplementario, debemos esperar unas caren. tas de proteccién social mayores ‘La carga financiera suplementaria serd inevitablemente vavia- bile segin los pafses de la Unidn Europea. Ein palses como Din marca 0 Suecia, una patte importante de las nuevas necesidades hha sido ya financiada, pues el cuidado de los nifios y de Ins perso ‘nas ancianas dependientes es east universal. Estos dos paises de dican ya aproximadamente el 5% de su PIB a estos dos aspectos. Los gastos suplementarios que se impondrdn en el transcursa de las pronimas décadas s6lo servirdn, ptes, para adaptar el sistema a cantidad de poblacién o a eventuales mejoras evaltativas. En clextremo opuesto, paises como Italia a Espafta han de salvar un retraso considerable. Entre los dos extremos, encontramos Fran cia, donde la necesidad de nuevos gastos ser un poco mds lime ada, pero seguiré siendo significativa a Ia vista de las graves in. suficenctas de la financiacién del euidado de los nifios y, todavia ims, de las personas ancianas dependlientes. En resumen, necesitamos conta sistema de contabili: dad social consolidada que nos permits: a) identifica el gasto pi biico real (por oposicién a una presentacién engariosa, y b) est liar Ia evolucion del gasto privado y pablico, su combinacién entre Imercados y gobiernos. Lo que cuenta es la utilizacion global de la Prodiccién nacional, la parte real, neta y total del PIB destinada a |i proteccién social, Si este planteamiento resulta tan valioso es Porque permite una evaluacion mucho mejor de la redistribucién ‘organizada por los diferentes modelos sociales, La cuestién no es si tendvemos los medlos para financiar més gasto socal tenemos que hacerlo de todas formas, La auténtica cuestin consiste en pre- funtarnos quiénes son los eanadores,qriénes son los perdedores y uses serin los efectos sociales de tal 0 cual combinacién entre privado y phblico. Si pudiésemos asimisimo desarollar un sistema fiable qie permitiese cuantificar los castes implicitos de los servi ios a fa familia, podrfamos aspirar a un autntic sistema de con- tabilidad de los egimenes de proteccn social, ‘SEGUNDA LBCCION HIJOS E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Introduccién Una critica elisica al Bstado del bienestar consiste en repr charle el hecho de sacrifcar Ia eficacia a Ia igualdad. Se dice qe las ventajas sociales que aporta erosionan la incitacién al trabajo, Feducen nuestra tendencia al ahorro y hacen disminuir la prodc- ividad. Si es cierto que la proteccién social muerde la mano que Te alimenta, estamos sometidos a un eruel arbitraj. Pero esta teorfa del arbitraje reposa sobre una creencia mis ‘ue sobre pruchas sélidas. Las evaluaciones empirieas serias ge- neralmente han fracasado a la hora de poner de manifiesta esos raves deficit de eficiencia imputables al Estado det bienestar! “Arguinentos igualmente plausibles muestran, al contrario, su ea- ppacidad para reforzar la economia: nos ciudadanos sans y cu lifeados son més productivos , si se sienten segutos, estin mis inclinados a aceptar cambios répidos. Ademis, el aspecto «igual- dad» del arbitraje es en general un poco demasiado indetermina- do, Para llegar a un nivel minimo de claridad, debemos por lo ‘menos distinguir entre igualdad de resultados e igualdad cle opor. tunidades, Debemos asimismo reconocer que los vinculos entre 1 eanss, por eemplo,N. Ban: he Hemonic of the Wille Ste, Stone for Unversy Press 199, yA Alkneosy G. Vy Mogens Welfare Work ‘conte, Chvendon Pres 15

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