Escuela Sabatica Programas

La mentira siempre será mentira

Servicio de canto

Himno inicial
"Castillo fuerte es nuestro Dios" (Himnario adventista, n° 255).

Lectura bíblica
Juan 8: 42- 47.

Oración
Mensaje de apertura y bienvenida
Buenos días tengan todos, qué bueno que hemos llegado A temprano para recibir las bendiciones que
Dios tiene preparadas para nosotros en este día. En Josué 24: 14 leemos lo siguiente:
"Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle a él con sinceridad y en verdad". En el pro-grama de hoy
veremos algunas formas de huir de la mentira. Que el Señor añada su bendición a este programa a fin
de que podamos aprender la forma de servirle con "sinceridad y en verdad". Sean todos bienvenidos
a la casa de Dios.

Marcando el rumbo
Himno o parte especial

Relato misionero
Director: Muchos de nosotros recordamos las fábulas de Esopo, un esclavo nacido en Frigia, hacia el
año 620 a.C. Sus fábulas tienen un valioso sentido didáctico-moral. Cuando Esopo deseaba hacer
comprender algo a la gente, en vez de insultar o herir los sentimientos de las personas, al escribir sus
fábulas protagonizaba animales aunque, en la realidad, los animales en su estado natural nunca se
comportaban como aparecían en las fábulas. La ilustración que Jesús usó en Mateo 7: 15, cuando
habló de lobos vestidos de ovejas, tiene ese mismo principio. Una de las más famosas fábulas de
Esopo es la del "pastorcito mentiroso". Seguramente muchos de nosotros la conocemos, pero la leeré
para recordarla:
"Queriendo divertirse a costa de los demás, un pastor se puso a gritar con todas sus fuerzas: "El lobo!
¡El lobo!"
Los campesinos, al oírle, corrieron en su auxilio, pero encontraron al pas tor recostado tranquilamente
a la sombra de un árbol.
"No contento con esta acción, al día siguiente volvió a llamar: "Socorro! ¡Socorro, que viene el lobo!"
"De nuevo, armados de hachas y palos, los vecinos acudieron; mas no encontrando al lobo,
regresaron disgustados a sus campos, mientras el pastorcillo, satis fecho, fes-tejaba su mentira.
"Poco después vino de verdad el lobo, y aunque el mentiroso gritaba con todas sus fuerzas, nadie
acudió a salvarlo. Entonces, el lobo hizo presa del rebaño y terminó matando al mentiroso que, en
vano, pedía auxilio".

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Esto confirma lo que asevera un refrán muy popular que tenemos en nuestro idioma: "En boca del
mentiroso, lo cierto se hace dudoso". De ahí la importancia y la necesidad de decir siempre la verdad.
Desde el mismo comienzo de la existencia humana, Satanás estuvo empeñado en continuar la obra
que había empezado en el cielo: rebelarse contra Dios. Por esos tramó la ruina de la humanidad. Por
eso elaboró un plan para tentar y hacer caer a nuestros primeros padres. Utilizó una mentira para
llevar a cabo su propósito y, como con-secuencia de ello, Adán y Eva perdieron el Edén, su relación
cara a cara con su Creador y muchas cosas más que nos afectan hasta hoy. En Patriarcas y Profetas,
página 38, Elena de White escribió: "En el juicio final, los hombres no serán condenados porque
creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la
oportunidad de aprender la verdad. Todas las lecciones que Dios mandó registrar en su Palabra son
para nuestra advertencia e instrucción. Fueron escritas para salvarnos del engaño. El descuidarlas nos
traerá la ruina. Podemos estar seguros de que todo lo que contradiga la Palabra de Dios procede de
Satanás".

Hoy, todavía el enemigo continúa haciendo de las suyas con mentiras y engaños; nosotros, que somos
el pueblo escogido por Dios, debemos estar atentos para no dejarnos "seducir" con estas mentiras. Es
por eso que hemos preparado este programa: para la edificación espiritual de cada uno de nosotros.
Estemos atentos a las mentiras más frecuentes:
Participante 1: "Los labios mentirosos son abominación a Jehová, pero los que hacen verdad son su
contentamiento" (Proverbios 12: 22).

Para cuidarnos de no decir mentiras al hablar, es necesario que nos refugiemos en los brazos
amorosos de nuestro buen Jesús. Él nos dice: "Yo soy el camino, y la ver-dad, y la vida" (Juan 14: 6). A
veces decimos que una mentirita no es mala, pero Dios es verdad, así que si decimos mentiras, no
somos hijos de nuestro Padre Dios, porque él es verdad.

Participante 2: "Como el que enloquece, y echa llamas y saetas y muerte, tal es el hombre que engaña
a su amigo, y dice: Ciertamente lo hice por broma" (Proverbios 26: 18, 19).
La Palabra de Dios dice en este texto que quien hace bromas es como quien está loco. Las bromas no
son agradables, en ninguna de sus formas, mas bien son una forma de mentira que Satanás creó para
ocasionarnos pesar y remordimiento. Las bromas siempre nos afectan a nosotros y a los demás. En la
Biblia no se registra que Jesús haya hecho bromas a nadie; más bien, su personalidad apacible,
serena, y tranquila fue de gran ayuda para animar a la gente. Estamos seguros que su personalidad
era muy agradable, y debiéramos tomarla como ejemplo, a fin de no hacer bromas a nadie. En el libro
Fundamentos de la educación cristiana, página 457, leemos: "La risa insensata, las bromas, las burlas,
disgustan al alma que se nutre de Cristo. Al Señor le resulta dolorosa la conversación vulgar,
disparatada... Los que gustan de la conversación deben tratar de que sus palabras sean escogidas...
Podemos suponer que el chiste y la charla insensata, apenan a nuestro Señor y entristecen a los
ángeles del cielo. Debemos evitar las bromas para no meternos en dificultades, y contar con la
aprobación de Dios en todo lo que hagamos. No usemos los chistes, solo porque nos divierten, pues
generalmente son una mentira".
Participante 3: "No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos" (Colosenses 3: 9).
Otras formas de "mentiras modernas" las hallamos en las novelas, las películas, las caricaturas y los
programas infantiles. Todo está basado en mentiras que no dejan ninguna enseñanza para nuestra

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vida espiritual. En las novelas y películas solo se ve adulterio, fornicación, violencia, engaños, etc. Y en
los programas infantiles también se observan como se hacen trampas, los héroes tienen "poderes
sobrenaturales", matan, roban, etc. El caso es que en ningún momento glorifican el nombre de Dios.
Y, ¿qué decir de la gran mayoría de avisos publicitarios? Todos sabemos que en muchos de los casos
nos dicen verdades a medias, y una media verdad, es una mentira completa. Cuando estemos frente
al televisor, pensemos si lo que estamos viendo es verdadero, y tratemos que nuestra fe no sufra
desviación alguna por lo que observemos en ella.
Participante 4: "Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo" (Efesios
4: 25).
Otra gran mentira moderna, anunciada a través de los medios de comunicación, es "haz lo que
quieras, siempre serás joven y tendrás salud". ¿Recuerdan los comerciales en los que se anunciaban, y
todavía se anuncian, cigarrillos? Todos los que aparecen en esos anuncios son jóvenes atractivos,
llenos de vida; nunca muestran a una persona en-vejecida por ese terrible vicio, ni con los dientes
amarillos, ni mucho menos con un cáncer en el pulmón. Lo mismo pasa con los anuncios de bebidas
alcohólicas. Y aún anuncios sobre comidas, como mortadelas, perros calientes, hamburguesas, etc.,
nunca muestran la parte negativa que pueda presentarse al consumirlas, y sus consecuencias. Hay
muchas personas que sufren de intoxicaciones y otros males más graves por el con-sumo de
alimentos que los anuncios muestran como buenos, pero que en realidad producen muchos males.
Por eso, debemos examinar cuidadosamente todo, y aceptar sola-mente lo que es bueno para
nosotros. Ese es un consejo bíblico, y la Biblia no miente.
Participante 5: "La mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni lo
tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis" (Génesis 3: 2-4).
Otras mentiras modernas son las siguientes: la Nueva Era con todas sus expresiones, las experiencias
cercanas a la muerte o "abandono del cuerpo", las apariciones, las misas por los muertos, el
Halloween, la reencarnación, las canalizaciones, la música rock, los poderes del cuarzo, la
proliferación de cultos y religiones panteístas, los movimientos del espiritismo moderno, los falsos
mesías, los falsos profetas, los curanderos y sus cultos sensacionalistas, los famosos cultos de la
siembra, etc. Todas son mentira y debemos ser muy cuidadosos para desenmascararlas. La Palabra de
Dios, en 1 Tesalonicenses 5: 21, dice: "Examinadlo todo y retened lo bueno." Pero no olvidemos que
lo bueno, ya está revelado en la Biblia por nuestro Dios. No nos dejemos engañar, entonces, con
falsas verdades.
Repaso de la lección

Palabras finales
Queridos hermanos, en Apocalipsis 21 hay una hermosísima descripción de la nueva Jerusalén, el
lugar donde esperamos llegar al regreso de Jesús, pero hay una exclusión en el versículo 27: "No
entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero".
Aferrémonos a la Palabra de Dios que nos muestra las mentiras y las trampas del enemigo, y pidamos
al Señor que por la intervención de su Santo Espíritu, podamos vivir en la verdad. Mantengamos en
mente la oración de Jesús registrada en Juan 17: 17: "Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad".
Que Dios los acompañe.

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Himno final
"Contendamos siempre por nuestra fe" (Himnario adventista, n° 380).

Oración

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