La

oracin no
consiste en repetir frmulas compuestas por otros. Como dice San Juan Crisstomo,
debemos practicar: una plegaria que no sea de rutina, sino hecha de corazn; que no
est limitada a un tiempo concreto o a unas horas determinadas. Conviene que elevemos
la mente a Dios no slo cuando nos dedicamos expresamente a la oracin, sino tambin
cuando atendemos a otras ocupaciones.

El ayuno consiste en privarnos de cosas y entretenimientos (que pueden ser tiles y

buenos en s mismos), para dedicarnos a cosas ms importantes, recordando que Jess
dijo que No slo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios (Mt 4,4). Tal como ensea Jess, el verdadero ayuno consiste en amar el alimento
espiritual ms que los alimentos corporales.

La limosna. Desde sus orgenes, la Iglesia ha considerado siempre que el ayuno sirve para
comprender mejor el sufrimiento de los pobres y para darles a ellos el fruto de nuestras privaciones. La
limosna ayuda a tener una relacin correcta con las cosas (los bienes no son fines en s mismos, sino
slo medios) y con las personas (todos somos responsables del bien de los dems y no podemos
desinteresarnos de la suerte de los desfavorecidos).