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DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
PARA EL DESARROLLO
CYTED
PROGRAMA CYTED
Editado por
Miguel A. Blesa
2001
ISBN: 987-43-3809-1
2001 Miguel A. Blesa (para CYTED)
Impreso en La Plata, Argentina por Gráfica 12 y 50.
LISTA DE AUTORES
Alfano, Orlando M., Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC),
Universidad Nacional del Litoral- CONICET, Güemes 3450, 3000 Santa Fe, Argentina,
Correo electrónico: alfano@ceride.gov.ar, y alfano@intec.unl.edu.ar; Teléfono: (54) 342-455-
9175/6/7; FAX: (54) 342-455-9185.
Arancibia, Alejandra, Facultad de Química, Pontificia Universidad Católica de Chile,
Vicuña Mackenna 4860, Santiago, Chile, Correo electrónico: aarancir@puc.cl; Teléfono: (56)
2- 686-4406; FAX: (56) 2- 686-4744.
Bandala, Erick R., Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, Paseo Cuauhnahuac 8532,
Jiutepec, Morelos 62550, México, Correo electrónico: ebandala@tlaloc.imta.mx; Teléfono:
(52) 73-194281; FAX: (52) 73 194281.
Bilmes, Sara A., Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
DQIAQF-INQUIMAE; Ciudad Universitaria. Pabellón II - 3er Piso, C1428EHA Buenos
Aires, Argentina. Correo electrónico sarabil@q3.fcen.uba.ar; Teléfono (54) 11-4576-
3378/79/80 Int 130; Fax: (54)-11-4-576-3341.
Blanco Gálvez, Julián, CIEMAT/Plataforma Solar de Almería, Química Solar, Apdo. 22;
04200 Tabernas, Almería, España, Correo electrónico: Julian.Blanco@PSA.ES; Teléfono:
(34) 950-38-7939; FAX: (34) 950-36-5015.
Blesa, Miguel A., Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad Química,
Avenida del Libertador 8250, 1429 Buenos Aires, Argentina y Escuela de Posgrado,
Universidad Nacional de General San Martín. Correo electrónico: miblesa@cnea.gov.ar;
Teléfono: (54) 11-6772-7161; FAX: (54) 11- 67724-7886.
Brandi, Rodolfo J., Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC),
Universidad Nacional del Litoral- CONICET, Güemes 3450, 3000 Santa Fe, Argentina.
Correo electrónico: rbrandi@intec.unl.edu.ar, Teléfono: (54) 342-455-9175/6/7; FAX: (54)
342-455-9185.
Candal, Roberto J., Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
DQIAQF-INQUIMAE; Ciudad Universitaria. Pabellón II - 3er Piso, C1428EHA Buenos
Aires, Argentina. Correo electrónico: candal@q1.fcen.uba.ar; Teléfono (54) 11-4576-
3378/79/80 Int 130; FAX: (54) 11-4-576-3341.
Cardona, Ana Isabel, CIEMAT, Departamento de Energías Renovables, Química Solar,
Avenida de la Complutense 22, 28040 Madrid, España, Correo electrónico:
anaisabel.cardona@ciemat.es; Teléfono: (34) 91 346-6054; FAX: (34) 91 346-6037.
Cassano, Alberto E., Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC),
Universidad Nacional del Litoral- CONICET, Güemes 3450, 3000 Santa Fe, Argentina,
Correo electrónico: acassano@ceride.gov.ar, y acassano@intec.unl.edu.ar; Teléfono: (54)
342-455-9175/6/7; FAX: (54) 342-455-9185.
Chocrón, Mauricio, Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad Química,
Avenida del Libertador 8250, 1429 Buenos Aires, Argentina, Correo electrónico:
chocron@cnea.gov.ar ; Teléfono: (54) 11-6772-7161; FAX: (54) 11- 6772-7886.
Colón, Gerardo, Centro Mixto CSIC- Universidad de Sevilla, Instituto de Ciencias de
Materiales de Sevilla, Avenida Américo Vespucio s/n, 41092 Sevilla, Sevilla, España. Correo
electrónico: colon@cica.es; Teléfono: (34) 95 448-9500; FAX: (34) 95 446-0665.
i
Curcó, David, Universitat de Barcelona, Dep. de Ingeniería Química y Metalúrgia, Martí i
Franquès, 1, 08028 Barcelona, España, Teléfono: (34) 93-402-1293; FAX: (34) 93-402-1291.
Domènech, Xavier, Univ. Autónoma de Barcelona, Departamento de Química, Unidad de
Química Física, 08193 Bellaterra. Barcelona, España, Correo electrónico:
Xavier.Domenech@uab.es; Teléfono: (34) 93-581-2772; FAX: (34) 93-581-2920.
Estrada Gasca, Claudio A., Centro de Investigación en Energía de la Universidad Nacional
Autónoma de México, Privada Xochicalco S/N Col. Centro, Temixco 62580, Morelos,
México. Correo electrónico: ceg@cie.unam.mx; Teléfono: (52) (5) 622-9729; FAX: (52) (5)
622-9742.
Gelover, Silvia, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, Paseo Cuauhnahuac 8532,
Jiutepec, Morelos 62550, México, Teléfono: (52) 73-194281; FAX: (52) 73 194281.
Giménez Farreras, Jaime, Universitat de Barcelona, Dep. de Ingeniería Química y
Metalúrgia, Martí i Franquès, 1, 08028 Barcelona, España, Correo electrónico:
gimenez@angel.qui.ub.es; Teléfono: (34) 93-402-1293; FAX: (34) 93-402-1291.
Grela, María Alejandra, Departamento de Química, Facultad de Ciencias Exactas,
Universidad Nacional de Mar del Plata Casilla de Correo No. 422, C.P. 7600, Mar del Plata,
Provincia de Buenos Aires, Argentina, Correo electrónico: magrela@mdp.edu.ar; Teléfono:
(54) 223-475-6167; FAX: (54) 223-475-3150.
Guimarães, José Roberto, Universidade Estadual de Campinas, Faculdade de Engenharia
Civil, Departamento de Saneamento e Ambiente, Caixa Postal 6021, CEP 13083-970,
Campinas-SP, Brasil, Correo electrónico: jorober@fec.unicamp.br; Teléfono: (55) 19-3788-
2378; FAX: (55) 19- 3788-2411.
Gutarra, Abel, Universidad Nacional de Ingeniería, Facultad de Ciencias, Av. Tupac Amaru
210, Lima 25, Lima, Perú, Correo electrónico: agutarra@uni.edu.pe; Teléfono: (51) 1-481-
0824; FAX: (51) 1-481-0824.
Ibáñez, Jorge, Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad Radiobiología,
Av. Gral.Paz 1499, 1650 Gral. San Martín. Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico:
ibanez@cnea.gov.ar; Teléfono (54)-11-6772-7008; FAX: (54)-11-6772-7188.
Jardim, Wilson F., Universidade Estadual de Campinas, Instituto de Química, Laboratório
de Química Ambiental, Caixa Postal 6154 Campinas-SP 13083-970, Brasil, Correo
electrónico: wfjardim@iqm.unicamp.br; Teléfono: (019) 3788-3135.
Jimenez González, Antonio, Centro de Investigación en Energía de la Universidad Nacional
Autónoma de México, Privada Xochicalco S/N Col. Centro, Temixco 62580, Morelos,
México. Correo electrónico: ajg@mazatl.cie.unam.mx; Teléfono: (52) (5) 622-9729; FAX:
(52) (5) 622-9742.
Lagorio, María Gabriela, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales, DQIAQF-INQUIMAE; Ciudad Universitaria, Pabellón II, 1er. Piso, C1428EHA
Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: mgl@qi.fcen.uba.ar; Teléfono: (54)11-4576-
3378/79/80 Int 108; FAX: (54)11-4576-3341.
Leal, Teresa, Centro de Investigación en Energía de la Universidad Nacional Autónoma de
México, Privada Xochicalco S/N Col. Centro, Temixco 62580, Morelos, México. Teléfono:
(52) (5) 622-9729; FAX: (52) (5) 622-9742.
Litter, Marta I., Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad Química, Av.
Gral. Paz 1499, 1650 Gral. San Martín. Buenos Aires, Argentina, Correo electrónico:
litter@cnea.gov.ar; Teléfono: (54)-11-6772-7016/7121; FAX: (54)-11-6772-7886.
ii
Lizama, Cristian, Facultad de Ciencias Químicas, Laboratorio de Recursos Renovables,
Universidad de Concepción, Casilla 160-C, Concepción, Chile, Correo electrónico:
hmansill@udec.cl; Teléfono: (56) 41-204601; FAX: (56) 41 247517.
Loeb, Barbara, Universidad Católica de Chile, Facultad de Química, Vicuña Mackenna
4860, Santiago, Chile, Correo electrónico: bloeb@puc.cl; Teléfono: (56) 2-686-4404; FAX:
(56) 2-686-4744.
Malato Rodríguez, Sixto, CIEMAT/Plataforma Solar de Almería, Química Solar, Apdo. 22;
04200 Tabernas, Almería, España, Correo electrónico: sixto.Malato@psa.es; Teléfono: (34)
950-38-7940; FAX: (34) 950-36-5015.
Mansilla, Héctor D., Facultad de Ciencias Químicas, Laboratorio de Recursos Renovables,
Universidad de Concepción, Casilla 160-C, Concepción , Chile, Correo electrónico:
hmansill@halcon.dpi.udec.cl; Teléfono: (56) 41-204601; FAX: (56) 41-247517.
Martín, Carlos A., Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC),
Universidad Nacional del Litoral- CONICET, Güemes 3450, 3000 Santa Fe, Argentina,
Correo electrónico: cmartin@intec.unl.edu.ar;Teléfono: (54) 342-455-9175/6/7; FAX: (54)
342-455-9185.
Paolella Martín, Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad Química, Av.
Gral. Paz 1499, 1650 Gral. San Martín. Buenos Aires, Argentina, Teléfono: (54)-11-6772-
7016/7121; FAX: (54)-11-6772-7886.
Peral, José, Univ. Autónoma de Barcelona, Departamento de Química, Unidad de Química
Física, 08193 Bellaterra. Barcelona, España, Correo electrónico: jose.peral@uab.es; Teléfono:
(34) 93-581-2772; FAX: (34) 93-581-2920.
Pizarro, Ramón, Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad
Radiobiología, Av. Gral.Paz 1499, 1650 Gral. San Martín. Buenos Aires, Argentina. Correo
electrónico: pizarro@cnea.gov.ar; Teléfono (54)-11-6772-7008; FAX: (54)-11-6772-7188,
Repetto, Pablo, Comisión Nacional de Energía Atómica, Unidad de Actividad Química, Av.
Gral. Paz 1499, 1650 Gral. San Martín. Buenos Aires, Argentina, Teléfono: (54)-11-6772-
7016/7121; FAX: (54)-11-6772-7886.
Restrepo, Gloria M., Universidad de Antioquia, Dpto. de Ingeniería Química Facultad de
Ingeniería, AA 1226 Medellín - Antioquia, Colombia, Correo electrónico:
gloma@udea.edu.co; Teléfono: (57) 4-2105535-5536; FAX: (57) 4-2119028.
Rodríguez, Juan, Universidad Nacional de Ingeniería, Facultad de Ciencias, Av. Tupac
Amaru 210, Lima 25, Lima, Perú, Correo electrónico: jrodriguez@uni.edu.pe; Teléfono: (51)
1-481-0824; FAX: (51) 1-481-0824.
San Román, Enrique, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales, DQIAQF-INQUIMAE; Ciudad Universitaria, Pabellón II, 1er. Piso, C1428EHA
Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: esr@q1.fcen.uba.ar, Teléfono (54) 11-4576-
3358 y 78/9 Int 118, FAX: (54)-11-4576-3341.
Sánchez, Benigno, CIEMAT, Departamento de Energías Renovables, Química Solar,
Avenida Complutense 22, 28040 Madrid, España, Correo electrónico:
benigno.sanchez@ciemat.es; Teléfono: (34) 91 346-6417; FAX: (34) 91 346-6037.
Vigil Santos, Elena, Universidad de La Habana, Cuba, Correo electrónico:
evigil@ff.oc.uh.cu; Teléfono: (537) 33-3758.
iii
ÍNDICE
LISTA DE AUTORES i
Capítulo 2: Purificación de gases por fotocatálisis heterogénea: estado del arte: Benigno Sánchez , Ana
Isabel Cardona, José Peral y Marta I. Litter 27
1. Introducción 27
2. Degradación fotocatalítica de contaminantes en fase gas 28
2.1. Antecedentes y controversias 28
2.2. Algunos compuestos ensayados 30
2.2.1. Alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos y olefinas 30
2.2.2. Compuestos aromáticos 33
2.2.3. Compuestos con heteroátomos (halógenos, azufre y nitrógeno) 34
2.2.4. Especies inorgánicas 37
2.3. Mejoras en el proceso 38
2.3.1. Uso de catalizadores modificados 38
2.3.2. Iluminación periódica 38
2.3.3. Aditivos 39
2.4. Efecto del agua y de la temperatura 39
2.5. Desactivaciones de los fotocatalizadores 41
3. Aplicaciones potenciales 44
3.1. Tratamiento del aire del interior de edificios 44
v
3.2. Industria 45
3.3. Desinfección 45
3.4. Tratamiento de olores 46
3.5. Tratamiento pasivo de elementos de arquitectura. Materiales autolimpiables 46
3.6. Tratamiento de suelos y aguas contaminadas 47
Bibliografía 47
Capítulo 3: Purificación de aguas por fotocatálisis heterogénea: estado del arte: Julián Blanco Gálvez,
Sixto Malato Rodríguez, Claudio A. Estrada Gasca, Erick R. Bandala, Silvia Gelover y
Teresa Leal 51
1. Introducción 51
2. Control del proceso 53
3. Parámetros que influyen en el proceso 57
4. Aplicaciones potenciales 62
5. Tecnologías basadas en el uso de lámparas 69
6. Tecnologías basadas en el uso de radiación solar 70
Bibliografía 75
Capítulo 4: Semiconductores con actividad fotocatalítica: Roberto J. Candal, Sara A. Bilmes y Miguel
A. Blesa 79
1. Introducción 79
2. Estructura electrónica de semiconductores 79
2.1. Estructura de bandas 79
2.2. Densidad de electrones y de huecos 81
2.3. Estados localizados por impurezas y vacancias 81
2.4. Absorción de luz 84
2.5. Estados superficiales 86
3. Interfaz semiconductor-gas 86
4. Interfaz semiconductor-electrolito 88
4.1. Interfaz semiconductor-electrolito (del lado del sólido) 88
4.2. Interfaz semiconductor – electrolito (del lado de la solución) 92
5. Propiedades de los semiconductores: estabilidad, toxicidad y costos 95
5.1. Corrosión y fotocorrosión 95
Agradecimientos 101
Bibliografía 101
vi
2. Fundamentos cinéticos y termodinámicos 122
3. Comportamiento fotocatalítico de iones metálicos de transición 124
3.1. Cromo 124
3.2. Metales nobles y plata 125
3.3. Hierro, mercurio, cobre y uranio 129
3.4. Iones metálicos oxidables 133
4. Tratamiento de mezclas 136
5. Conclusiones 138
Agradecimientos 138
Bibliografía 138
Capítulo 8: Fotocatálisis asistida por potencial: Sara A. Bilmes, Roberto J. Candal, Alejandra Arancibia,
Bárbara Loeb y Juan Rodríguez 165
1. Introducción 165
2. Fotoelectrocatálisis 166
2.1. Generalidades 166
2.2. Interfaz semiconductor- electrolito con polarización externa 169
2.3. Transferencia de carga a través de la interfaz semiconductor/electrolito (sin iluminación) 171
2.4. Transferencia de carga a través de la interfaz semiconductor/electrolito (bajo iluminación) 173
3. Fotocorriente y velocidad de reacción 175
3.1. Fotocorriente y fotocatálisis 176
3.2. Fotoelectrocatálisis con participación de o2 u otros oxidantes en solución 177
3.3. Evaluación de la capacidad fotocatalítica 178
4. Reactores fotoelectroquímicos 179
4.1. Potencial aplicado y control del potencial 179
4.2. Electrodos y separadores 179
4.2.1. Electrodo de trabajo (ET) 179
4.2.2. Contraelectrodo (CE) 179
4.2.3. Compartimientos y separadores 180
4.2.4. Iluminación 180
5. Aplicaciones 180
5.1. Dispositivos con iluminación solar 181
5.2. Dispositivos con iluminación por lámparas 183
6. Epílogo 186
vii
Agradecimientos 187
Bibliografía 187
Capítulo 10: Diseño de reactores para fotocatálisis: Conceptos fundamentales: Alberto E. Cassano,
Orlando M. Alfano, Rodolfo J. Brandi y Carlos A. Martín 201
1. Introducción 201
2. Etapas del Modelado de Reactores Fotocatalíticos. Características especiales 201
3. Balances de materia 203
3.1. La ecuación general de conservación de materia 203
3.2. Reacciones heterogéneas 203
3.3. Reactores perfectamente mezclados 204
3.4. Reactores no mezclados 207
4. Velocidad de reacción 210
4.1. El modelo cinético 210
4.2. Expresión de la velocidad para la etapa activada por radiación 212
4.3. Expresiones de la velocidad para las etapas no activadas por radiación (oscuras) 212
5. Velocidad de absorción de fotones 213
5.1. Definición de la intensidad de radiación 213
5.2. Expresión general de la velocidad de absorción de fotones en un punto material 214
5.3. Radiación policromática 217
6. Ecuación de Transporte de Fotones 218
6.1. La ecuación general de transporte de fotones 218
6.2. Condiciones de contorno 221
6.3. Parámetros de la ecuación de transporte de fotones 229
6.4. Resolución numérica de la ecuación de transporte de fotones 233
7. Aplicaciones: reactor fotocatalítico de lecho suspendido (“slurry”) 234
7.1. Definición del problema a analizar 234
7.2. El cálculo de la velocidad de reacción 236
7.3. Cálculo de la LVRPA en el reactor 236
Agradecimientos 239
Nomenclatura 239
Bibliografía 241
Capítulo 11: Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones:
Julián Blanco Gálvez, Sixto Malato Rodríguez, José Peral, Benigno Sánchez y Ana Isabel
Cardona 243
1. Introducción 243
2. Parámetros limitantes de diseño 247
2.1. Disposición del catalizador 247
2.2. Concentración e iluminación del catalizador / diámetro del reactor 248
2.3. Tiempo de residencia 249
3. Materiales para diseño de reactores 250
3.1. Superficie reflectante 251
viii
3.2. Fotorreactor 252
4. Reactores para tratamiento de gases 254
4.1. Fotorreactor de pared sumergida 256
4.2. Fotorreactor anular 256
4.3. Fotorreactor elíptico 257
4.4. Fotorreactor multilámpara 257
4.5. Fotorreactores de pared plana 257
4.6. Fotorreactores de película 258
5. Reactores para tratamiento de aguas 259
5.1. Reactores cilindro-parabólicos (PTCs). 259
5.2. Reactores solares sin concentración (sistemas de un sol). 260
5.3. Reactores Cilindro-Parabólico Compuestos (CPCs) 263
Bibliografía 265
Capítulo 12: Degradación de plaguicidas: Sixto Malato Rodríguez, Julián Blanco Gálvez, Claudio A.
Estrada Gasca y Erick R. Bandala 269
1. Problemática ambiental 269
2. Tecnologías disponibles y limitaciones 272
3. Degradación de plaguicidas mediante fotocatálisis 273
3.1. Tamaron 276
3.2. Pirimetanil 277
4. Caso práctico. Reciclado de envases de plaguicidas 278
Bibliografía 281
Capítulo 13: Tratamiento de residuos líquidos de la industria de celulosa y textil: Héctor D. Mansilla,
Cristian Lizama, Abel Gutarra y Juan Rodríguez 285
1. Introducción 285
2. Efluentes de la industria de celulosa 285
2.1. Tratamientos de efluentes de la industria de celulosa 286
2.2. Oxidación avanzada de efluentes de la industria de celulosa 287
3. Efluentes de la industria textil 289
3.1. Tratamiento de efluentes de la industria textil 290
3.2. Oxidación avanzada de efluentes de la industria textil 291
4. Conclusiones 293
Agradecimientos 293
Bibliografía 293
ix
Agradecimientos 304
Bibliografía 304
Capítulo 15: Desinfección de agua: José Roberto Guimarães, Jorge Ibáñez, Marta I. Litter y Ramón
Pizarro 305
1. Problemática de la contaminación 305
2. Tipos de microorganismos 305
3. Esterilización y desinfección 306
4. Mecanismos de desinfección y reinfección 306
5. Metodologías clásicas de desinfección de agua 307
6. Desinfección de agua por fotocatálisis heterogénea 309
7. Inactivación de microorganismos por fotocatálisis con TIO2 309
8. Conclusiones 315
Bibliografía 304
x
INTRODUCCIÓN
Miguel A. Blesa
1
0.9
0.8
0.7
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
1800 1850 1900 1950 2000
Figura 1. Evolución esquemática del grado de contaminación (en escala arbitraria) de las aguas naturales en
países desarrollados armónicamente. Las trazas, de izquierda a derecha, representan desagües cloacales
municipales, efluentes industriales, nutrientes y microcontaminantes.
xi
efectos toxicológicos de compuestos orgánicos que son activos ya a nivel de ultra-trazas
(dioxinas, etc), y la desinfección de aguas para comunidades rurales. Queda claro que se
necesitan procedimientos innovadores para enfrentar un amplio espectro de problemas, que
varían notablemente en la escala de su aplicación y en la complejidad de los problemas a
resolver.
1
0.9
0.8
0.7
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
1800 1850 1900 1950 2000
Figura 2. Evolución esquemática del grado de contaminación (en escala arbitraria) de las aguas naturales en
países desarrollados no-armónicamente. Las trazas, de izquierda a derecha, representan desagües cloacales
municipales, efluentes industriales, nutrientes y microcontaminantes.
xii
problema es la posibilidad de brindar un procedimiento barato, simple y con bajos
requerimientos operativos, para la potabilización (o por lo menos para la desinfección) de
aguas de consumo por pequeñas comunidades aisladas.
Los atractivos de la tecnología son muchos: en el caso ideal, se alimenta con energía
solar, destruye totalmente el contaminante orgánico (por lo que no hay problemas de
disposición posterior de residuos del proceso industrial), y emplea como insumo básico una
sustancia barata y no-tóxica, el dióxido de titanio (sustancia que incluso ha demostrado ser
biocompatible). A estas potencialidades se les deben oponer sus limitaciones: es un
procedimiento relativamente lento, que se vuelve apreciablemente más caro cuando se recurre
a lámparas ultravioletas como fuente de luz; la RFC puede brindar una alternativa de
desinfección del agua para pequeñas comunidades, pero no para grandes volúmenes de
consumo, como el de poblaciones urbanas grandes. La combinación de más de un tipo de
tecnología (por ejemplo, la combinación de RFC con tratamientos microbiológicos) ofrece en
muchos casos una potencialidad enorme para casos en los que cada tecnología presenta
problemas insalvables.
Este libro es el resultado del desarrollo que tienen en la región iberoamericana las
tecnologías RFC, y se ha vuelto posible gracias al Programa CYTED, que es el Programa
Iberoamericano para el Desarrollo. La Red VIII-G se constituyó esencialmente para vincular a
todos los científicos y tecnólogos del tema en la región, y está inserta en el Subprograma VIII,
Materiales. Dicha inserción ilustra la importancia que tienen los nuevos materiales para la
resolución de problemas tecnológicos diversos, en este caso la destrucción y/o remoción de
contaminantes. Las capacidades regionales en RFC son grandes: desde instalaciones de
importancia, como la Plataforma Solar de Almería, hasta casos concretos de aplicaciones en
desarrollo o en curso en diversos países latinoamericanos. Las Actas de nuestras Reuniones de
Coordinación describen las capacidades existentes [2-3]. Existe pues la base para ofrecer la
tecnología, y creemos que la difusión de sus potencialidades conducirá a la generación de
requerimientos concretos por el sector industrial y por las autoridades de aplicación de los
diversos países.
La organización del libro es la siguiente: la Primera Parte describe el estado del arte de
la tecnología, y está concebida como una reseña autoconsistente, dirigida a técnicos y
profesionales interesados en el problema de la purificación del aire y del agua. La Segunda
Parte describe los fundamentos científicos de la tecnología en más detalle, por lo que
interesará especialmente a estudiantes avanzados o profesionales que buscan dominar las
herramientas que ofrece la ciencia moderna para el tratamiento de aguas. La Tercera Parte
describe ejemplos concretos de aplicaciones, basados en la experiencia de algunos de los
grupos participantes en la Red CYTED; su lectura permitirá a industriales y autoridades tener
una clara idea de las potencialidades de la tecnología ofrecida.
Cada Capítulo es el resultado de la colaboración de varios grupos de distintos países de
la región. Muchas veces las autorías reconocidas explícitamente no hacen justicia con el alto
grado de participación e interacción de todos los grupos en cada Capítulo; tenemos pues entre
manos una obra verdaderamente colectiva, que al mismo tiempo mantiene las diferencias de
estilo propias de cada autor. Creemos que estas diferencias están fuertemente vinculadas con
los objetivos de cada Capítulo, y la tarea editorial no intentó buscar por lo tanto una
uniformidad mayor.
Como toda edición previa, la presente versión deberá seguramente ser expurgada de
numerosos errores e incoherencias. Creemos sin embargo que el resultado actual ya es de
mucha utilidad para los fines propuestos.
xiii
Las actividades de la Red VIII-G no hubieran sido posible sin el apoyo recibido por
parte de los Dres. José Antonio Cordero (Secretario General), Jesús Blanco y Miguel José
Yacamán (Coordinador Internacional del Subprograma VIII, Materiales). En lo personal,
debo agradecer también el apoyo de las autoridades de Ciencia y Técnica de la Argentina, y
de todos los países de la región.
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[3]. M.A. Blesa, Editor, Actas de la Segunda Reunión de Coordinación de la Red CYTED VIII-G,
Tequesquitengo (México), 2000.
xiv
PRIMERA PARTE:
1. INTRODUCCIÓN
Existen otras tecnologías que pueden incluirse también entre las TAOs, como el
tratamiento con barreras permeables reactivas de Fe metálico (Fe cerovalente) [9-10] y la
oxidación con K2FeO4 (Fe(VI)) [11]. Sin embargo, en este capítulo nos referiremos sólo a
aquellas tecnologías que involucran principalmente al radical HO•.
El siguiente cuadro resume las ventajas de estas nuevas tecnologías sobre los métodos
convencionales.
Compuesto HO• O3
Alquenos clorados 109-1011 10 -103
-1
El ozono puede reaccionar en forma directa con un sustrato orgánico a través de una
reacción lenta y selectiva, ecuación (1), o de una reacción radicalaria favorecida en medio
alcalino (rápida y no selectiva), ecuación (2) [3, 8, 13-14]:
1
Los potenciales dados en este capítulo están referidos al electrodo normal de hidrógeno.
6 Domènech, Jardim y Litter
Figura 1. Esquema de las principales especies de la descomposición de ozono en agua pura iniciada por iones
hidróxido [8].
Este camino indirecto es menos selectivo, ya que las especies formadas tienen gran
capacidad oxidante. Existen sin embargo compuestos refractarios, como los ácidos acético y
oxálico, productos de oxidación intermedia en ozonización y otros procesos de hidroxilación,
que resisten la mineralización. La materia orgánica reaccionará, por lo tanto, por una
combinación de ambas reacciones, dependiendo de la composición del agua tratada, del pH y
de la dosis de ozono. Debe tenerse cuidado de no elevar excesivamente el pH, debido a la
acción atrapadora de HO• competitiva de los iones bicarbonato y carbonato (esta competencia
ocurrirá en toda TOA cada vez que se formen HO• en soluciones carbonatadas):
HO• + HCO3- → CO3• (3)
HO• + CO32- → CO3•- + HO (4)
El ozono es un poderoso oxidante y eficiente bactericida, aplicado exitosamente desde
hace mucho tiempo como desinfectante de aguas potables. Su uso ha permitido un notable
mejoramiento del gusto, color, características de filtración y biodegradabilidad de las mismas.
Se ha empleado con éxito en la decoloración de caolín y de pulpa de celulosa y, en general,
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 7
2.2. Ozono/H2O2
Los conocidos ensayos de Fenton de fines del siglo XIX demostraron que las soluciones
de peróxido de hidrógeno y sales ferrosas eran capaces de oxidar los ácidos tartárico y málico,
y otros compuestos orgánicos[21]. Más tarde, Haber y Weiss sugirieron que se formaba HO•
[3, 22]por la reacción (16). Dichos radicales podían reaccionar luego por dos vías, la
oxidación de Fe(II) (una reacción improductiva) y el ataque a la materia orgánica:
Fe2+ + H2O2 → Fe3+ + HO- + HO• ; k = 76 L mol-1 s-1 (16)
Fe(II) + HO• → Fe(III) + HO- (17)
RH + HO• + H2O → ROH + H3O+ → productos oxidados (18)
A pH < 3, la reacción es autocatalítica, ya que el Fe(III) descompone H2O2 en O2 y H2O
a través de un mecanismo en cadena [23-26]:
Fe3+ + H2O2 = Fe-OOH2+ + H+ (19)
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 9
A pH > 5 se genera Fe(III) particulado; si bien se generan así barros que obligan a su
posterior gestión, es frecuente alcalinizar las aguas al final del proceso con el agregado
simultáneo de un floculante para eliminar el hierro remanente.
Teóricamente, la relación estequiométrica molar H2O2/substrato debe oscilar entre 2 y
10 cuando se usa el reactivo para la destrucción de compuestos solubles. Sin embargo, en la
práctica esta relación puede ser a veces de hasta 1000, ya que en muestras ambientales el
compuesto a destruir siempre viene acompañado de otros que también pueden ser atacados
por el HO•. La relación peróxido/Fe/compuesto puede ser mantenida por adición intermitente
del oxidante o fijada al inicio de la reacción.
En el laboratorio, el agregado del metal se realiza tradicionalmente en forma de sales
ferrosas puras, pero en escalas mayores el uso de éstas se vuelve prohibitivamente caro, y
normalmente se usa Fe2(NH4)2SO4, que contiene 20% de hierro activo. Se han usado otros
compuestos de hierro, incluyendo sólidos como la goetita, por ejemplo, en la destrucción de
tricloroetileno [32]. No se logra en estos casos, por lo general, la mineralización completa; se
forman intermediarios resistentes al tratamiento, (ácidos carboxílicos) que reaccionan muy
lentamente con el HO•, y predomina la reacción improductiva (17). A veces, como muestra la
Figura 2, pueden formarse productos más tóxicos que los iniciales, como quinonas, cuya
presencia debe controlarse cuidadosamente.
Figura 2. Oxidación de clorobenceno con el reactivo de Fenton. Condiciones iniciales: [Fe2+] = 5.0 mM; pH
3.0 [33].
un método relativamente caro. Se encuentra en etapa de planta piloto pero se prevé una
implementación comercial cercana. La combinación con ozono aumenta su eficiencia, debido
a la rápida formación de especies reactivas adicionales. En un contexto relacionado, existen
algunas plantas de irradiación de barros cloacales con radiación γ (60Co), cuyo objetivo
esencial es la desinfección de los mismos para permitir su uso agrícola.
Esta tecnología usa ultrasonido de alta potencia (de 15 kHz hasta 1 MHz), y se
aprovecha la cavitación electrohidráulica, es decir, el crecimiento y colapsado cíclico de
burbujas de gas. El gas implota y se alcanzan temperaturas y presiones locales muy altas
(4.000-10.000 K y 1.000-10.000 barios en el centro de las burbujas colapsadas) [3]. La
degradación de materia orgánica por sonólisis ocurre a través de tres procesos: reacciones de
H2O supercrítica (véase 2.8), pirólisis directa, y reacciones con los radicales generados por la
reacción térmica (29), o por las reacciones (31)-(33) en presencia de oxígeno. La reacción
(30) muestra la formación de peróxido de hidrógeno que, junto con el HO•, es un oxidante
útil.
H2O → H• + HO• (29)
2HO• → H2O2 (30)
O2 → 2 O• (31)
• •
H + O2 → HO2 (32)
H• + O2 → HO• + O• (33)
La técnica es económicamente competitiva y simple, y la degradación se completa en
tiempos breves (minutos a horas) [41]. El método es muy bueno para tratar sustratos volátiles,
ya que la combustión se realiza directamente dentro de las burbujas calientes colapsantes. Se
aplicó para abstraer el cloro de clorobenceno y m-diclorobenceno, para descomponer
hidrocarburos alifáticos y alifáticos clorados (CCl4, CHCl3), para degradar p-nitrofenol, TNT,
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 13
para descomponer y decolorar colorantes azo, para degradar Tritón X-100 y surfactantes
relacionados, para descomponer totalmente H2S, paratión, para degradar éter metilterbutilíco
(MTBE), etc. Puede mejorarse por agregado de H2O2, O3 ó Fe(II), y por eliminación de O2 y
operación en atmósfera inerte (Ar).
Se ha descrito recientemente la degradación de surfactantes [42], de azobenceno y
colorantes relacionados (incluyendo el aumento de eficiencia a través de reacciones de
Fenton) [41] y los efectos sinérgicos de la sonólisis combinada con la ozonólisis para la
oxidación de azobenceno y naranja de metilo [43]. Este último procedimiento (proceso
“sonozono”) aumenta notablemente la velocidad de transformación. El aumento del
coeficiente de transferencia de masa del O3 debido a efectos mecánicos (mayor mezclado y
ruptura de las burbujas de gas), favorece la disolución del O3 en agua, y la descomposición
térmica de ozono en burbujas colapsantes parece ser el principal mecanismo para la
destrucción de contaminantes, a través de la generación de HO• [44].
O3 → O2 + O(3P) (34)
O(3P) + H2O → 2 HO• (35)
2.8. Oxidación en agua sub/y supercrítica
Estas técnicas permiten la oxidación de los contaminantes en una mezcla en agua con
oxígeno o aire, a altas presiones y temperaturas [45-47]. El proceso que opera en condiciones
subcríticas es llamado también oxidación en aire húmedo (Wet Air Oxidation o WAO); se
trabaja a presiones entre 10-220 barios y temperaturas entre 150-370 ºC. El mecanismo
involucra la carbonización primaria de los sustratos orgánicos y su posterior reacción con HO•
producidos en la transformación catalítica del O2 disuelto en la superficie del centro
carbonoso, ecuaciones (36)-(37). El nitrógeno, los halógenos y el azufre son también
mineralizados, ecuaciones (38)-(40). La ecuación (41) muestra el origen de los principales
subproductos.
O2 → H2O2 → O2 y HO• (36)
•
HO + C → CO2 + H2O (37)
N → NH3, NO3- ó N elemental (38)
X → X (39)
S → SO42- (40)
C + HO• → ácidos orgánicos de bajo peso molecular (41)
El proceso puede autosoportarse si se oxidan residuos de 20.000 mg/L; en comparación,
la incineración requiere para ello residuos de entre 300.000 y 400.000 mg/L [48]. El proceso
ya ha sido comercializado, y en 1995 existían unos 200 procesos WAO operativos en todo el
mundo. El agregado de un oxidante como O2, H2O2 o persulfato de potasio [45] mejora la
eficiencia. Se puede tratar cualquier tipo de residuo, incluyendo barros, residuos acuosos de
alto DQO, residuos no biotratables, barros cloacales municipales, residuos de destilería, de
pulpa de papel, “black liquor” de aguas textiles, residuos acuosos con CN- y nitrilos, residuos
adsorbidos sobre el carbón usado en tratamientos de efluentes (para su regeneración), etc. Se
pueden destruir polifenoles, perclorofenoles, compuestos alifáticos y policloroalifáticos,
hidrocarburos aromáticos (tolueno, pireno y sustituidos con grupos no halogenados), y el
método es excelente para la destrucción de hidratos de carbono. En contraste con la
14 Domènech, Jardim y Litter
incineración, hay poca interacción con el ambiente y puede acoplarse fácilmente con un
tratamiento biológico.
Entre los inconvenientes, se debe mencionar que la mineralización es incompleta por
formación de ácidos carboxílicos de bajo PM, alcoholes, aldehídos o cetonas. Los ácidos
acético y propiónico son muy resistentes y requieren catalizadores para su destrucción, y lo
mismo ocurre con los compuestos aromáticos halogenados (1,2-dihalobencenos, PCBs,
perclorofenoles). La solubilidad del O2 en agua genera problemas de transferencia de masa,
que pueden limitar su eficiencia. Su mayor desventaja es el requerimiento de materiales de
construcción muy caros.
El proceso conocido como Oxidación en Aire Húmedo Catalizada (CWAO) [46]
(Figura 3) usa catalizadores homogéneos y heterogéneos, para mejorar la eficiencia. Se han
usado como catalizadores sales de Cu(II) disueltas homogéneamente, Cu/carbón activado, Cu
soportado en γ alúmina, compuestos de Mn(V) y de Cr activado, Co/Bi, Mn/Cu, MnO2, CuO,
Fe2O3, óxidos de Zn. Los mejores resultados se obtuvieron con catalizadores de Pd-Pt-
Ce/alúmina. El principal problema de esta técnica es precisamente la separación final del
catalizador. El método puede mejorarse con inyección de Fe2+/H2O2.
Figura 3. Mejoramiento de tratamientos WAO para la oxidación de ácido p-cumárico por agregado de
catalizadores [49].
La oxidación con agua supercrítica o método OXAS [47] usa agua en condiciones de
presión y temperatura superiores que las del punto crítico1, entre 450 y 700 ºC y presiones
cercanas a los 25 MPa. En estado supercrítico, el agua se comporta como un fluido cuya
viscosidad, densidad y constante dieléctrica son relativamente bajas. En condiciones
supercríticas, disminuye el número de uniones puente hidrógeno, aumenta la solubilidad de
los compuestos orgánicos y gases y disminuye la solubilidad de los electrolitos. Por ello, el
OXAS posee características que lo llevan a ser un excepcional sistema de tratamiento, con
una eficiencia de oxidación mayor que 99,99% en tiempos de contacto muy breves (5-60
segundos), que no requiere ningún tratamiento adicional de los productos gaseosos. Debido a
la alta solubilidad del O2 en el agua supercrítica, no existen problemas de transferencia de
masa. Como además la tensión superficial es nula, el O2 penetra en los poros más pequeños y
puede oxidar cualquier sustancia orgánica. Por otra parte, es posible remover los compuestos
inorgánicos por precipitación. El proceso puede autoabastecerse en energía si se queman
compuestos orgánicos de concentraciones superiores al 5%, y se puede recuperar el calor de
combustión como calor de proceso a alta temperatura o potencia. No hay formación
1
Puntos críticos del agua: Tc = 374 ºC y Pc = 22.1 Mpa.
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 15
3. TECNOLOGÍAS FOTOQUÍMICAS
La discusión de las tecnologías no fotoquímicas debe haber dejado en claro que las
mismas proveen una amplia batería de métodos, cada uno de los cuales tiene una serie de
capacidades y de limitaciones. La excelente capacidad de los radicales hidroxilo de oxidar
compuestos orgánicos sugiere también la utilidad de explorar su generación fotoquímica. El
Cuadro III muestra que el uso de luz proporciona ciertas ventajas en el tratamiento de aguas y
efluentes, que no se limitan al aprovechamiento del HO• como oxidante.
el uso más importante de la radiación VUV es la fotólisis del agua (ecuación (29)) en
presencia de luz), que produce radicales hidroxilo y átomos de hidrógeno con rendimientos
cuánticos dependientes de la longitud de onda de irradiación (por ejemplo 0,30 y 0,70 a 185 y
147 nm respectivamente) [50]:
H2O + hν → HO• + H• (29)
También se producen electrones acuosos, pero con bajos rendimientos cuánticos:
H2O + hν → HO• + H+ + e-aq ; φ185 nm = 0.04 (42)
A partir de los radicales primarios se generan rápidamente HO2• y O2•-:
O2 + H• → HO2• ; kHO2• = 1 × 1010 M-1 s-1 (43)
O2 + e-aq → O2• ; kO2•- = 2 × 1010 M-1 s-1 (44)
Los oxidantes (HO•, HO2•, O2•-) y reductores (H•, e-aq, HO2•, O2•-) generados pueden
llevar a cabo simultáneamente reducciones y oxidaciones. La técnica se utiliza para la
degradación de contaminantes en aguas y en corriente de aire con alto contenido de humedad,
para la obtención de agua ultrapura y para el tratamiento de compuestos difíciles de oxidar
(clorados y fluorados como ClCH3). El proceso posee alta eficiencia por la intensidad de la
iluminación y la alta sección eficaz de absorción del H2O a las longitudes de onda usadas. Por
otra parte, no es necesario agregar agentes químicos, y resulta un método competitivo y
simple. Sin embargo requiere el suministro de oxígeno, el uso de material de cuarzo y la
provisión de alta potencia. La técnica no está aún comercializada, y se encuentra en la etapa
de desarrollo. González y Braun han estudiado diversas reacciones con esta técnica, tales
como la fotólisis de nitrato y nitrito [50-51] y la mineralización de la atrazina, un pesticida
muy resistente [52]. Los resultados de este último trabajo se muestran en la Figura 4.
Figura 4. Degradación de atrazina por fotólisis del agua bajo irradiación UVV en argón (○), aire (●) y oxígeno
(■); [atrazina] o = 1× 10-4 mol L-1.
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 17
3.2. UV/H2O2
1
213 kJ/mol, correspondiente a luz de longitud de onda menor que 280 nm.
18 Domènech, Jardim y Litter
0.8
10
0.6
UV/H2O2
5
0.2
0.0
0 10 20 30 40 50 60 0
Tiempo (min) 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
Tiempo (min)
Figura 5. Tratamiento de un colorante azo por UV/peróxido [54]: (a), degradación del colorante con UV y con
UV7peróxido; (b) disminución del COT con UV/peróxido.
3.3. UV/O3
disponibles. Los tres procesos UV/H2O2, UV/O3 y UV/H2O2/O3 han mostrado ser muy
efectivos para la descontaminación de aguas subterráneas y remediación de suelos [3-4].
3.4. Foto-Fenton
contaminantes orgánicos [59]. El método es útil para tratar aguas con alta absorbancia a λ <
300 nm (debido a la elevada absorbancia del ferrioxalato), y permite usar luz solar, lo cual
hace a la técnica muy atractiva desde el punto de vista económico. Los reactivos son muy
solubles en agua, no existen limitaciones de transferencia de masa, el proceso es de bajo costo
y el oxidante es accesible. Se utiliza para el tratamiento de hidrocarburos aromáticos y
cloroaromáticos, etilenos clorados, éteres, alcoholes, cetonas y otros compuestos. De todos
modos, la mineralización total no es fácil de alcanzar y los contaminantes se transforman en
otros compuestos orgánicos. La Figura 6 compara la destrucción de 2-butanona por tres TAOs
diferentes, y muestra la alta eficiencia del ferrioxalato. La Figura 7 compara la foto-Fenton
solar y el ferrioxalato para el tratamiento de tolueno.
Potencialmente, se pueden usar otros carboxilatos de hierro [59-60]. Cuando ese
carboxilato es el contaminante que se desea destruir, por ejemplo EDTA, el agregado de
oxalato sólo compite por el Fe(III), y puede ocasionar una disminución de la eficiencia. En
estos casos no es necesaria ni conveniente la adición de oxalato [61].
Figura 6. Comparación de la destrucción de tolueno en un agua subterránea contaminada por irradiación solar
en presencia de ferrioxalato/H2O2 y Fe(III)/H2O2 [25].
Figura 7. Comparación de la destrucción de tolueno en un agua subterránea contaminada por irradiación solar
en presencia de ferrioxalato/H2O2 y Fe(III)/H2O2 [25].
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 21
3.6. UV/Peryodato
La irradiación de soluciones de peryodato con luz UV corta genera radicales (IO3•, HO•,
IO4•) y otras especies oxidantes (IO3-, O3). El ataque a contaminantes orgánicos se vuelve así
menos selectivo pero más eficiente [62]. El mecanismo es complejo y está ilustrado en la
Figura 8.
Figura 8. Posibles caminos de reducción de peryodato a yoduro basados en estudios de radiólisis e irradiación
UV de especies de yodo [62].
Con esta técnica se puede destruir una amplia variedad de compuestos en bajas
concentraciones. Se utiliza para la decoloración de aguas con colorantes y para el tratamiento
de otras aguas residuales. Para una mejor efectividad del reactivo, las aguas deben tener baja
absorbancia. Por otra parte, no existen en la legislación requerimientos de descarga de
compuestos de yodo, de las cuales I2 y I- son las más tóxicas, pero aun así de baja toxicidad.
Por otra parte, el yodo se puede recuperar por intercambio iónico, para regenerar el peryodato
electroquímicamente.
22 Domènech, Jardim y Litter
• Por excitación directa del semiconductor, de manera que éste es el que absorbe los
fotones usados en el proceso.
• Por excitación inicial de moléculas adsorbidas en la superficie del catalizador, las que a
su vez son capaces de inyectar cargas (electrones) en el semiconductor.
En esta sección se discute sólo el primer caso, que corresponde al caso más general y de
mayor aplicabilidad en fotocatálisis heterogénea. En el Capítulo 6 se hablará de las del
segundo tipo (TiO2+colorantes).
La Figura 9 esquematiza los procesos químicos que ocurren en una partícula de
semiconductor cuando ésta es excitada con luz suficientemente energética. En estas
condiciones, se crean pares electrón-hueco cuya vida media está en el rango de los
nanosegundos; en ese lapso deben migrar a la superficie y reaccionar con especies adsorbidas
(procesos c y d) [63].Los pares electrón-hueco que no alcanzan a separarse y a reaccionar con
especies en la superficie se recombinan y la energía se disipa. Esta recombinación puede tener
lugar tanto en la superficie como en el seno de la partícula (procesos a y b, respectivamente).
El proceso neto es la catálisis de la reacción entre el oxidante B y el reductor A (por ejemplo,
O2 y materia orgánica).
Procesos avanzados de oxidación para la eliminación de contaminantes 23
Existen diversos materiales con propiedades idóneas para actuar como catalizadores y
llevar a cabo reacciones fotosensibilizadas como, por ejemplo, TiO2, ZnO, CdS, óxidos de
hierro, WO3, ZnS, etc. Estos materiales son económicamente asequibles, e incluso muchos de
ellos participan en procesos químicos en la naturaleza. Además, la mayoría de estos
materiales puede excitarse con luz de no muy alta energía, absorbiendo parte de la radiación
del espectro solar que incide sobre la superficie terrestre (λ > 310 nm), lo cual incrementa el
interés para un posible aprovechamiento de la luz solar. Los fotocatalizadores más
investigados hasta el momento son los óxidos metálicos semiconductores de banda ancha y,
particularmente, el TiO2, el cual presenta una elevada estabilidad química que lo hace apto
para trabajar en un amplio rango de pH, al mismo tiempo que es capaz de producir
transiciones electrónicas por absorción de luz en el ultravioleta cercano (UV-A). Este tema se
discute en detalle en el Capítulo 3.
La fuerza impulsora del proceso de transferencia electrónica en la interfaz es la
diferencia de energía entre los niveles del semiconductor y el potencial redox de las especies
adsorbidas. En la Figura 10 se representan los procesos termodinámicamente posibles que
ocurren en la interfaz: los huecos fotogenerados dan lugar a la reacción de oxidación Red2 →
Ox2, mientras que los electrones de la banda de conducción dan lugar al proceso Ox1 → Red1.
Los semiconductores más usuales presentan bandas de valencia con potencial oxidante (+1 a
+3,5 V) y bandas de conducción moderadamente reductoras (+0,5 a –1,5 V) [64]. Así pues, en
presencia de especies redox adsorbidas en la partícula de semiconductor y bajo iluminación,
ocurren simultáneamente reacciones de oxidación y de reducción en la superficie del
semiconductor. Este tema se discute en detalle en los Capítulos 3-5.
24 Domènech, Jardim y Litter
bien el rendimiento cuántico (número de eventos producidos por fotón absorbido) suele ser
bajo en términos de conversión química, los rendimientos obtenidos, en términos de
conversión en función del tiempo, aprovechando luz solar o iluminación con lámparas son
adecuadamente elevados en muchos casos [68].
Los huecos, después de migrar a la superficie, reaccionan con sustancias adsorbidas, en
particular con el agua o los iones OH- adsorbidos, generando radicales HO• y/o otros
radicales. La fotocatálisis comparte pues con las otras TAOs la característica de involucrar
radicales hidroxilo en el mecanismo de reacción. Normalmente, en aplicaciones ambientales,
los procesos fotocatalíticos se llevan a cabo en ambientes aeróbicos, con lo cual el oxígeno
adsorbido es la principal especie aceptora de electrones:
O2 + e- → O2•- (57)
Si las aguas contienen iones metálicos nobles o pesados, los electrones de la banda de
conducción pueden reducirlos a un estado de oxidación más bajo, e incluso precipitarlos como
metales sobre el semiconductor:
Mz+ + n e-bc → M(z-n)+ (58)
La factibilidad del proceso depende críticamente de la estabilidad del semiconductor, y
ello limita severamente las opciones de elección de los materiales, como se discute en el
Capítulo 3.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo es parte del proyecto CNEA-CAC-UAQ #95-Q-03-05. M.I.L. agradece a la Red CYTED
VIII-G, al CONICET y a la ANPCYT (Argentina) por fondos para esta investigación. M.I.L. es miembro de
CONICET.
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26 Domènech, Jardim y Litter
1. INTRODUCCIÓN
pues los resultados demostraban que era imposible evitar la oxidación de las especies
orgánicas a CO2. En general, la oxidación de un alcano (CnH2n+2) con tres o más átomos de
carbono daba lugar a la formación de cetonas (CnH2nO) y aldehídos (CnH2n+2O) con 2<m<n.
La reactividad de diferentes tipos de alcanos seguía la secuencia Cterc>Ccuat>Csec>Cprim. El
átomo de carbono atacado preferentemente era aquel con mayor densidad electrónica y un
menor impedimento estérico, aunque cualquiera de los átomos de carbono de la parafina
podía recibir el ataque oxidativo. Los autores propusieron mecanismos de reacción que
pasaban a través de la formación de alcoholes, los cuales, para el caso de carbonos
secundarios y terciarios, sufrían una deshidratación formando especies intermedias
insaturadas. No obstante, los hidrocarburos más sencillos como metano, etano, etileno,
propileno, 1-butileno y 2-butileno reaccionaban directamente a CO2 y H2O sin pasar a través
de ningún intermedio detectable. En todo caso, las relaciones entre las cantidades de CO2 y
productos intermedios se mostraron en función de la relación de alimentación orgánico/oxígeno.
En la misma época, otros autores estudian la adsorción y desorción de oxígeno sobre la
superficie de los catalizadores [6-11]. El papel jugado por el oxígeno en la fotocatálisis
heterogénea ha sido ampliamente discutido, siendo el propio Teichner el que detecta, por
primera vez, la existencia de especies O2- y O- sobre la superficie del TiO2 iluminado y en
contacto con O2 gaseoso [2]. Pichat [6-8] mostró mediante experimentos de fotoconductividad
(conductividad eléctrica de un electrodo semiconductor bajo irradiación) que estas especies
realmente se formaban, aunque las proporciones relativas en las que aparecen las mismas
dependen del semiconductor utilizado. Los estudios de estos autores mostraron, además, que
fotocatálisis y fotoconductancia van a la par, presentando los dos fenómenos una misma
dependencia con respecto a la intensidad de luz incidente. Por otro lado, Munuera y col. [9-
11] mostraron que la adsorción de oxígeno sobre la superficie del TiO2 no tiene lugar en
oscuridad. Bajo irradiación, los centros Ti4+ de la red cristalina capturan electrones de la
banda de conducción para formar Ti3+. En ausencia de oxígeno estas especies son estables y
causan la aparición de una tonalidad azulada en el TiO2, color que desaparece rápidamente en
presencia de oxígeno. También realizaron experimentos que demuestran que la fotoadsorción
de oxígeno está favorecida en superficies altamente hidroxiladas, circunstancia que potencia
la captación de los huecos fotogenerados en la banda de valencia.
La continuación de las investigaciones de Teichner sobre oxidación fotocatalítica de
moléculas orgánicas no tiene lugar hasta la década de los 80. Cunningham [12] estudia la
oxidación de alcoholes en fase gaseosa, y describe dos posibles caminos reactivos para la
degradación de éstos: la deshidrogenación con formación de un aldehído o cetona, y la
deshidratación con aparición de una olefina. El mecanismo de reacción depende de la presión
parcial del alcohol en fase gaseosa: altas presiones favorecen la fisisorción del alcohol y
prevalece el mecanismo Elay-Rideal, mientras que a bajas presiones los sistemas obedecen
cinéticas de Langmuir-Hinshelwood (ver Capítulos 3 y 5). También se apunta que el O2 no
disociado y adsorbido es el responsable de la deshidrogenación.
Según algunos autores, es necesaria la existencia de agua adsorbida sobre la superficie
del semiconductor para que la actividad en fase gaseosa sea sostenible [13-14]. Según esta
idea, si el gas tratado está exento de agua, el catalizador utiliza su agua superficial para
generar los radicales OH• (especie considerada directamente responsable del ataque a la
materia orgánica) hasta que, una vez agotada ésta, la reactividad desaparece.
En las reacciones fotocatalíticas los pares electrón-huecos fotogenerados en la superficie
de TiO2 son capaces de oxidar cualquier compuesto orgánico. En solución acuosa, la
producción de radicales hidroxilo está favorecida debido a la abundancia de grupos hidroxilo
en la superficie del TiO2. Sin embargo, en fase gas los sustratos orgánicos pueden captar por
30 Sánchez, Cardona, Peral y Litter
sí mismos los huecos fotogenerados [15], ya que el número de moléculas de agua adsorbidas
sobre el catalizador es mucho menor. Aunque en presencia de vapor de agua siempre existirán
grupos OH• en la superficie de TiO2, y su contribución a la fotooxidación no será
despreciable, la adsorción de los compuestos orgánicos en fase gas es un prerrequisito
fundamental para la obtención de un eficiente proceso de detoxificación [15].
La controversia sobre el papel de los oxidantes en fase gas es mayor que en fase líquida,
debido a los resultados contradictorios obtenidos por diferentes autores, con distintos
parámetros de operación, tipo de contaminantes y concentraciones ensayadas. Implicados en
esta controversia están algunos compuestos organoclorados y la posible acción de los
radicales cloro como iniciadores de la reacción [16-17]. En un estudio de correlaciones entre
la oxidación fotocatalítica de contaminantes en aire por radicales cloro, radicales hidroxilo y
los huecos fotogenerados en el semiconductor [18], se concluye que en presencia de átomos
de cloro, el radical activo en la superficie es aparentemente Cl•. Otros autores apuntan que
tanto Cl• como •OH pueden iniciar el camino de oxidación, en función de características del
catalizador, como porosidad y superficie interna [19].
Está ampliamente aceptado que el oxígeno molecular es un eficiente captador de los
electrones de la banda de conducción del semiconductor, inhibiendo el no deseado proceso de
recombinación de los pares electrón hueco. Además, el oxígeno genera varias especies
reducidas muy reactivas. Se ha demostrado que la presencia de oxígeno es necesaria para la
fotodestrucción de muchos compuestos orgánicos e inorgánicos. Sin embargo, Alberici y col.
[20] cuestionan la necesidad de oxígeno como oxidante, ya que observan velocidades
similares de oxidación de propilamina y dietilamina en ausencia y en presencia de oxígeno; la
influencia de la presión parcial de oxígeno es despreciable. En cambio, la piridina no es
destruida de manera eficiente en ausencia de oxígeno, observándose tan sólo un 6% de
conversión. De acuerdo con Fox y Chen [21] la amina adsorbida puede capturar el hueco
fotogenerado, inhibiendo el proceso de recombinación electrón-hueco. La descomposición de
las aminas tiene lugar por un ataque electrofílico y un debilitamiento del enlace C-N, lo cual
puede deberse a la más alta densidad electrónica del átomo de nitrógeno. Para la piridina, los
electrones localizados en el átomo de nitrógeno están menos disponibles para atrapar huecos
(sp2 orbital) que aquellos de las aminas alifáticas (sp3 orbital) explicando por qué el enlace C-
N en la piridina no reacciona eficientemente en ausencia de oxígeno.
Figura 1. Algunas de las etapas reactivas iniciales de los metilbutanoles sometidos a procesos fotocatalíticos
heterogéneos, y descritas por Walker [25].
1
Lógicamente, la deshidratación no es una reacción de oxidación.
32 Sánchez, Cardona, Peral y Litter
del lecho de TiO2 y α un exponente que refleja la dependencia entre la velocidad de reacción y
la intensidad de luz incidente.
C
ln
C0 k0 K 1
=- -K (1)
( C - C0 ) αεν (C - C0 )
veces mayor que las partículas de TiO2 Degussa P-25 de 30 nm de diámetro (ver Capítulo 7) en
ausencia de vapor de agua, mientras que partículas de SnO2 de 22 nm resultaron inactivas por la
ausencia de grupos superficiales hidroxilo activos, y por las bajas áreas superficiales.
Noguchi y colaboradores [39] estudiaron la degradación fotocatalítica sobre TiO2 de
formaldehído, uno de los mayores causantes del síndrome del edificio enfermo. En la oscuridad,
el TiO2 tiene una alta capacidad de adsorción de formaldehído. Bajo iluminación, se consigue la
mineralización total a CO2 y H2O, en un proceso que responde al modelo cinético de Langmuir-
Hinshelwood. En síntesis, el TiO2 es un buen adsorbente y fotocatalizador para la eliminación
de formaldehído en fase gas.
Falconer y Magrini [38] estudiaron la oxidación termocatalítica y fotocatalítica de bajas
concentraciones de acetaldehído en aire (60 ppmv) sobre TiO2 (Degussa P-25) con un 0,5% de
Pt entre 24 y 200ºC. Sobre el Pt/TiO2 la contribución de la oxidación fotocatalítica es máxima a
140ºC donde la conversión es 2.8 veces mayor que a 24ºC. A altas temperaturas, el catalizador
de TiO2 sin depósito de Pt se desactiva.
K1 yTCE K2 yO2
v = K' x (3)
1 + K1 yTCE + K3 y H 2 O 1 + K2 yO2 + K4 y H 2 O
suficiente para que estos intermedios sean destruídos y se consiga la mineralización completa
del TCE.
.
OH
Mineralization
.
A4 . Cl
Cl C Cl CHCl2 CHCl 3
1
H Cl H Cl O2 H Cl O
H Cl O2 Cl Cl
C C Path A C C. C C C C 6 7
A2 A3
Cl Cl Cl Cl Cl O O. Cl O.
(1) (2) Cl Cl Cl
A5 H
A1 2a 3 4 .
C C Cl Cl
. .
Cl Cl H Cl Cl O
Cl
C C
Cl Cl
Cl Cl 5
8
H Cl
.C C
Path B Cl
Cl Cl
2b
Figura 2. Vía de degradación propuesta para el tricloroetileno [114] utilizando catalizadores conformados como
monolitos. Los radicales cloro son los iniciadores del proceso; tiempos de residencia de 1,5 s permiten la
degradación del TCE obteniéndose simples trazas de cloruro de dicloroacetilo y cloroformo.
Anderson [56] estudió la degradación del TCE en un reactor continuo con lecho de
gránulos de TiO2 preparados por sol-gel, lo que permitió la obtención de grandes superficies
específicas. Los resultados corroboraron que se puede evitar la formación de fosgeno mediante
la elección adecuada del tiempo de residencia. Para mayor información sobre la fotooxidación
del TCE, pueden consultarse las referencias [57-62].
Yuan y colaboradores [63] estudiaron la oxidación fotocatalítica de percloroetileno en
fase gas sobre vidrio impregnado con TiO2 Degussa P-25 utilizando un reactor tubular de
vidrio Pyrex, iluminado con cuatro lámparas UV de 10 W. Los productos de reacción
detectados son cloroformo, tetracloruro de carbono, pentacloroetano, hexacloroetano,
fosgeno, cloro, ácido clorhídrico, monóxido y dióxido de carbono. Hung y Yuan [64] usaron
el mismo sistema experimental pero con bolitas de vidrio impregnadas con TiO2 para estudiar
la influencia de la concentración de percloroetileno (entre 10 y 50 ppmv), del contenido en
vapor de agua (entre 0 y 100% de humedad relativa), de la concentración de oxígeno (0,31 a
21%), del tiempo de residencia (entre 0,55 y 1,83 s), y de la intensidad de luz (0,4 a 1
mW/cm2). La conversión fue del 99,8% con los tiempos de residencia más altos, detectando la
inhibición de la reacción en presencia de agua.
A escala piloto, Magrini y colaboradores [48], analizan la efectividad de unidades de
tratamiento de oxidación fotocatalítica con fuente de luz solar para destruir emisiones de
tricloroetileno y dicloroetilenos. Martin y colaboradores [65] estudiaron la degradación
fotocatalítica de clorobenceno sobre TiO2, mientras que Sánchez y colaboradores. [66]
realizaron estudios preliminares de oxidación fotocatalítica del ortodiclorobenceno, cuya
molécula es similar a la mitad de una molécula de dioxina. Alberici y colaboradores [67]
degradaron fotocatalíticamente tetracloroetileno, cloroformo y diclorometano.
Los compuestos clorofluorocarbonados (CFC) han concitado mucha atención. Ibusuki
[68], Tanaka [69], Raupp [70] y Niwa [71] han probado que la fotocatálisis heterogénea con
TiO2 es capaz de destruir de forma eficiente estas especies tan poco reactivas y, por tanto, servir
36 Sánchez, Cardona, Peral y Litter
de base para tecnologías de tratamiento de sus emisiones. Ibusuki también sugiere que las
partículas de oxidos metálicos semiconductores que se encuentran suspendidas en la atmósfera
terrestre, pueden proveer una de las pocas vías naturales de destrucción de los CFC en la
troposfera. Filby [72] usó ZnO como fotocatalizador para destruir CFC. Kutsuna y
colaboradores [73] estudiaron la adsorción en oscuridad, y la degradación fotocatalítica sobre
partículas de TiO2 en aire de algunos metilperfluoroalquileteres, potenciales sustitutos de los
hidroclorofluorocarbonos e hidrofluorocarbonos.
En contraste con la abundante bibliografía sobre la destrucción fotocatalítica de
hidrocarburos e hidrocarburos clorados, se han publicado pocos trabajos sobre la destrucción
de compuestos nitrogenados, contaminantes tóxicos que están presentes en atmósferas de
interiores. El tema es de gran interés por su impacto en la salud pública y, porque es bien
conocida su capacidad desactivadora de los catalizadores. Se está dedicando creciente
atención a la eliminación de las aminas y piridinas, compuestos que provocan malos olores.
Huang y colaboradores [74] estudiaron la fotooxidación de la trietilamina (TEA), que se usa
ampliamente en la industria y puede encontrarse en muchas aplicaciones comerciales
(incluyendo productos para el cuidado del cabello), tiene mal olor y se considera un posible
carcinogénico. Para ello utilizaron un fotorreactor plano en presencia de oxígeno, nitrógeno y
agua sobre dióxido de titanio. La TEA se oxida a CO2, dejando algunos subproductos en la
fina capa del catalizador. La velocidad de la reacción de oxidación intrínseca depende de la
concentración de TEA, nivel de humedad e intensidad de luz.
Alberici y colaboradores [20] estudiaron el proceso fotocatalítico TiO2/UV-Vis para la
destrucción, con y sin oxígeno, de compuestos nitrogenados responsables de malos olores
(piridina, propilamina y dietilamina). Confirman su degradación por un balance de masas que
incluye el seguimiento de NH4+ y NO3- que quedan atrapados en la superficie del TiO2. Las
concentraciones medidas con CG/FID antes y después del fotorreactor, indicaron
degradaciones del 90% para piridina (63 ppmv), 90% para dietilamina (235 ppmv) y 89%
para propilamina (99 ppmv). El olor a propilamina desapareció después de la irradiación; sin
embargo, la dietilamina producía un desagradable olor después de 30 min de irradiación. Los
experimentos se llevan a cabo en un único paso por el reactor a flujo de entre 180 y 250
ml/min utilizando aire sintético (21% de oxígeno y 0.8% de humedad relativa) o nitrógeno
(0.8% de humedad relativa) como gas portador a temperatura ambiente. En todos los casos se
observó desactivación del catalizador, atribuida a subproductos que quedan retenidos en el
mismo.
Suzuki [75] utilizó un reactor multicanal, tipo monolito, con las paredes recubiertas de
TiO2 para estudiar la destrucción de compuestos orgánicos que contienen nitrógeno o azufre y
que son causantes de malos olores en diversos ámbitos de la industria del automóvil. La Tabla I
recoge las constantes de velocidad de primer orden para el proceso de desaparición de diferentes
olores de naturaleza orgánica e inorgánica. La tabla demuestra que la técnica es altamente
eficiente para este tipo de aplicaciones.
Olor k (min-1)
CH3CHO 0.11
(CH3)2CHCOOH 0.0078
CH3C6H5 0.059
CH3SH 0.13
H2S 0.13
(CH3)3N 0.16
Tabla I. Velocidades de fotooxidación catalítica de algunos olores en presencia de TiO2 [75].
Purificación de gases por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 37
2.3.3. Aditivos
Se ha utilizado el ozono como potenciador de la reacción de oxidación fotocatalítica
(ver Capítulo 1). Este oxidante es particularmente atractivo para reacciones en fase gas. Pichat
y colaboradores [95] utilizaron el ozono para mineralizar 130 ppmv de n-octano en O2; en
estado estacionario, y para unas velocidades de flujo de entre 5 y 25 l/h, se alcanzaron
porcentajes de eliminación entre 97 y 100%. La longitud de reactor es insuficiente para
conseguir la mineralización de los productos intermedios, los cuales reaccionan entre si y con
el n-octano, que es introducido de forma continua. La adición de O3 a la corriente de aire
aparece como un medio de incrementar la densidad de esta especie oxidante. El ozono no
absorbe a las longitudes de onda utilizadas en los ensayos y es estable en ausencia de O2.
Utilizando únicamente O3 sin irradiación UV, y para un flujo de 24 l/h y un 3,5% (v/v) de O3
en O2, se consigue casi la completa eliminación de n-octano (130 ppmv) pero sólo un pequeño
porcentaje de mineralización. Bajo las mismas condiciones, el porcentaje de mineralización
alcanza el 75% cuando se encienden las lámparas y sube a un 90% cuando además la
concentración de O3 se incrementa a un 5,5% (v/v), y al 100% cuando se disminuye esta
relación.
El ozono es empleado en varios procesos industriales, tales como el blanqueado de
papel (ver Capítulo 13), y en estos casos la fotocatálisis con TiO2 en presencia de O3 puede
ser de interés. En procesos que no emplean ni generan ozono, el coste de su generación puede
ser prohibitivo; el interés en añadir ozono dependerá obviamente del caso particular y de las
regulaciones. Esta propiedad del O3 puede expandir el campo de aplicación de la purificación
fotocatalítica del aire en la industria, al menos en algunos casos.
adsorción competitiva del agua hace disminuir la concentración superfical del sustrato en los
sitios activos. Estos fenómenos no sólo se observan sobre TiO2, sino también sobre SnO2
[91]. Su importancia relativa varía de sistema a sistema, en función del papel que juegan los
radicales generados a partir del agua y a partir del sustrato. Por ejemplo, Park y colaboradores
[96] encuentran que la adición de agua favorece la oxidación completa de etileno C2H4 a CO2
y H2O con O2 y con un fotocatalizador de TiO2 en polvo finamente dividido. La adición de
una cantidad constante de vapor de agua conduce a un incremento en la producción de CO2,
mientras que no tiene efecto en la producción de CO. Se confirma que el agua adsorbida y el
O2 son activados por el fotocatalizador irradiado para generar, respectivamente, radicales •OH
y O2-• + O3-•, los cuales juegan un papel significativo como especies activas en la oxidación
fotocatalítica completa del etileno.
La posibilidad de usar temperaturas elevadas introduce dos aspectos propios de los
procesos en fase gas. Por un lado, la posibilidad de desactivación / reactivación del
catalizador (que será discutida en la sección siguiente ya que puede producirse aun a bajas
temperaturas), y por otro lado la posible aparición de catálisis heterogénea en oscuridad.
Vorontsov y colaboradores [97] estudiaron el efecto de la temperatura y del contenido en
vapor de agua de la corriente contaminante sobre la oxidación fotocatalítica de acetona con
TiO2; también estudiaron los procesos de desactivación del TiO2. Trabajaron a temperatura
controlada, entre 40 y 140 ºC, y con el oxígeno del aire como oxidante. El estado estacionario
se alcanza típicamente en 30 min por debajo de los 80ºC, pero lleva más tiempo en alcanzarse
a mayores temperaturas. La velocidad de oxidación es significativamente más alta a 80ºC que
a 40ºC en el rango de concentración de acetona entre 25 y 3000 ppmv. Como la dependencia
con el vapor de agua, la dependencia con la concentración de acetona cambia en el rango de
altas temperaturas. Cerca de los 115ºC, la concentración más alta tiene la velocidad de
reacción más baja. Las velocidades de oxidación presentan máximos al aumentar la
temperatura. La velocidad de disminución de actividad a temperaturas por encima del máximo
se incrementa con el aumento de la concentración de acetona. No se detecta formación de
CO2 en la oscuridad en las diferentes temperaturas ensayadas.
Falconer y Magrini [38] estudian la oxidación catalítica y fotocatalítica de bajas
concentraciones de acetaldehído en aire (60 ppmv) con TiO2 Degussa P-25 con un 0.5% de
Pt/TiO2, en el rango de temperaturas 24- 200ºC. La contribución de la oxidación fotocatalítica
es máxima a 140ºC, donde la conversión es 2,8 veces la observada a 24ºC.
Sánchez y colaboradores [54] y Cardona y colaboradores [55] estudian la conversión y
mineralización de TCE, tolueno y xileno en fase gas entre 60 y 200ºC, utilizando un mismo
catalizador monolítico mezcla en masa de silicato magnésico y TiO2, en un reactor plano con
iluminación frontal. La curva de eficiencia de destrucción de los compuestos aromáticos en
función de la temperatura sigue un comportamiento puramente catalítico, prácticamente sin
efectos fotónicos. La eficiencia de destrucción fotocatalítica del TCE es máxima desde 60 a
125ºC; a temperaturas más altas se produce un descenso brusco de la fotoactividad debido a la
desorción del TCE. Entre 60 y 125ºC la destrucción catalítica (termocatalítica) del TCE es
despreciable. En este sentido también Magrini y colaboradores [48] en ensayos de campo a
escala piloto mediante tecnología solar, apuntan hacia el tratamiento de compuestos clorados
(tricloroetileno y dicloroetilenos) a temperatura ambiente, y de tolueno y MEK a más altas
temperaturas debido a su mayor resistencia a ser oxidados fotocatalíticamente.
Sánchez y colaboradores [54-55] sobre un reactor tubular ensayan a temperaturas
constantes entre 60 y 100ºC. A 60ºC la conversión de TCE es mayor que a 100ºC, pero el
porcentaje de mineralización es más alto a 100ºC. Este resultado parece indicar que existen
dos etapas. Un primer paso de conversión de TCE a subproductos es favorecido a menor
Purificación de gases por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 41
Figura 3. Disminución de los porcentajes de 1-butanol (■) degradados en irradiaciones sucesivas de la misma
muestra de TiO2 [27].
42 Sánchez, Cardona, Peral y Litter
Los mismos autores [77, 98] han estudiado la fotooxidación de varios compuestos
orgánicos que contienen heteroátomos: decametiltetrasiloxano (DMTS), indol, pirrol y sulfuro
de dimetilo. Con la excepción del sulfuro de dimetilo, en el resto de los compuestos se observa
una disminución continuada de los porcentajes degradados con el tiempo (Figura 4). Para
describir la cinética de desactivación se ha propuesto la ecuación (4), donde v es la velocidad
de degradación para un tiempo t, v0 es la velocidad inicial, y b es un parámetro que depende
de la sustancia que se degrada.
v 1
= (4)
v0 1 + t b
Figura 4. Disminución de la fotoactividad de una muestra de TiO2 con la que se trata sulfuro de dimetilo en un
reactor continuo. Se representa la concentración de sulfuro de dimetilo a la salida del reactor con respecto al
tiempo [77].
Purificación de gases por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 43
Figura 5. Espectro Auger de la superficie de TiO2 desactivada por el tratamiento fotocatalítico de pirrol, donde se
observan los diferentes elementos detectados sobre la superficie del catalizador [77].
3. APLICACIONES POTENCIALES
octano y piridina); obtuvieron valores de 5 a 10 µmol por Wh consumido por la lámpara para
50 a 2000 ppmv de concentración y velocidades de flujo de 25 a 50 l/h (aire seco o O2). Estos
valores permiten visualizar la utilidad de un sistema de renovación continua de tamaño
razonable para la destrucción de contaminantes del aire de interiores, excepto para CO y CH4,
que se encuentran demasiado concentrados. Utilizando un prototipo de purificador de aire
individual pudieron reducir las concentraciones promedio de benceno, tolueno y xilenos por
un factor de 2 o 3 en una habitación tipo. Las velocidades de flujo de aire empleadas (hasta 50
l/h) obligaron a aumentar la concentración de contaminantes para alcanzar concentraciones
equivalentes a las esperadas en el aire de interiores. Consecuentemente, el cubrimiento de la
superficie de TiO2 por el contaminante es mayor, más similar al caso de efluentes industriales.
3.2. Industria
3.3. Desinfección
reacción las técnicas de microscopía electrónica de barrido y marcaje isotópico con 14C
estableciendo que el carbono contenido en E.Coli se oxida en presencia de TiO2. Apuntan la
idea de que una superficie fotocatalíticamente activa sea utilizada para la desinfección
acoplada en un sistema de purificación de aire.
los vidrios que cubren los sistemas de iluminación en ciudades. Fujishima [110] usó el
fotocatalizador TiO2 para la prevención de los efectos de la contaminación en edificios bajo
irradiación solar, y Murata [111] trató losetas de pavimento con esta misma finalidad.
Los suelos contaminados pueden ser tratados mediante extracción con vapor seguido del
tratamiento fotocatalítico de la corriente de aire. El mismo principio se aplica a la
descontaminación de los cuerpos líquidos. La elección de la fase en la cual realizar la
descontaminación fotocatalítica depende del coste del proceso. Se ha calculado recientemente
que el coste para destoxificar TCE en aguas subterráneas por combinación de arrastre con aire
(air stripping) y la oxidación fotocatalítica es significantemente menor que el coste del
tratamiento directo del agua mediante cualquier método de oxidación avanzada. En esta línea
hay que apuntar el trabajo realizado por Changrani y colaboradores [112] de integración del
proceso de oxidación fotocatalítica para depuración de aguas de acuíferos.
Brunet y colaboradores [113] presentan un sistema fotocatalítico para el control de
emisiones tóxicas en aire que contengan compuestos como el tricloroetileno y percloroetileno
encontrados en suelo y en aguas subterráneas en lugares con desechos peligrosos y en
efluentes industriales. Afirman que el coste económico del sistema es aceptable. Esta
tecnología utiliza la luz UV y un catalizador apropiado para adsorber y destruir los
contaminantes en condiciones ambientales, incluso con alta humedad. Los procesos de air
stripping y extracción suelo-vapor transfieren de forma eficiente los contaminantes a la fase
gas donde pueden ser económicamente tratados mediante fotocatálisis sin riesgo de formación
de subproductos peligrosos. Afirman que el sistema, denominado AIR 2000, ha sido instalado
con éxito en Stamina Mills Superfund en Rhode Island, donde instalan una unidad a escala
comercial para tratar 700 cfm y hasta 1000 ppmv de TCE, mezclado con percloroetileno,
dicloroetileno, tricloroetano y cloruro de vinilo. Como parte del programa de la
Environmental Protection Agency (EPA) de E.E.U.U, la monitorización del sistema ha
mostrado una eficiencia de destrucción total de 99% y hasta de 99,99% en los cuatro primeros
meses de operación, sin producción de subproductos peligrosos. El coste de operación del
sistema es aproximadamente el 20% del que correspondería al proceso de adsorción por
carbón activo.
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3
1. INTRODUCCIÓN
350 333
310
300 285 290
275
PUBLICACIONES
250
210
200
173
150 134
111
100
76
49
50 35 35 33 41
26
14 13 14 17 16 23
1
0
76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98
AÑO
Figura 1. Evolución histórica de las publicaciones internacionales relacionadas con el proceso de fotocatálisis
heterogénea, desde 1976 hasta 1998 [7].
2000
Oxidación Húmeda Avanzada / Incineración
1000 Incineración
Carbono Orgánico Total (mg L-1)
Ozono
Procesos de Fotocatálisis Tratamiento
10 Peróxido de Hidrógeno Biológico
Procesos Biológicos
1
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Caudal (m3 h-1)
Figura 2. Diagrama de las distintas tecnologías existentes para el tratamiento de agua, en función de la carga
orgánica existente y del volumen a tratar.
50
30
20
10
0
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
tR (min)
Figura 3. Degradación de 48 mg/L de Pirimetanil (•) y evolución del Carbono Orgánico Total (■) utilizando luz y
tecnología solar. Concentración de TiO2: 200 mg L-1.
Figura 4. Evolución de los principales productos intermedios, expresada en mg/L (símbolos rellenos) o área de pico
(símbolos claros), obtenidos en el proceso de descomposición fotocatalítica mediante TiO2 (200 mg L-1) y luz solar
del pesticida pirimetanil (48 mg/L) en solución acuosa.
PIRIMETANIL Y
DERIVADOS FENÓLICOS DERIVADOS PIRIMIDÍNICOS
DERIVADOS HIDROXILADOS
OH N
C NH2
N N CH3
O
N
Compuesto 11
CH3 DERIVADOS ALIFÁTICOS
Compuesto 2 O
C CH3
NH O
NH N CH3 O
C NH C
CH3 NH2
N
OH Compuesto 8
CH3
Compuesto 17
Compuesto 3
O NH2
O C
C CH3 CH3
OH N CH3
NH NH
Compuesto 15
N
CH3
O CH NH2
Compuesto 4 OH
Compuesto 12 Compuesto 16
OH
N O
N CH3
CH
N NH
OH
CH3
Compuesto 5
Compuesto 10
OH N CH3
NH
NH2
N
OH
CH3
Compuesto 6 Compuesto 14
OH
OH
Compuesto 7
OH
OH
Compuesto 9
Figura 5. Estructuras químicas del pirimetanil y sus compuestos derivados obtenidos durante la degradación
fotocatalítica mediante TiO2 [9].
Demanda Química de Oxígeno (DQO). Es la medida del oxígeno necesario para oxidar la
materia orgánica e inorgánica susceptible de oxidación contenida en una muestra. Su
determinación se basa en la oxidación enérgica de la materia orgánica e inorgánica que se
encuentra en el agua, en un medio fuertemente ácido con una solución valorada de dicromato
de potasio. Los valores de este parámetro están asociados al grado de avance de la oxidación
de los contaminantes, por lo que la determinación seriada de DQO es una herramienta útil de
seguimiento del proceso.
Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO). Este parámetro se obtiene mediante una prueba
empírica estándar, y mide la cantidad de oxígeno utilizado para la biodegradación de materia
orgánica e inorgánica contenida en una muestra. El oxígeno se consume también en la
oxidación de materia inorgánica como sulfuros o sales ferrosas. La prueba usa un tiempo fijo
de incubación; la medición de oxígeno consumido en un período de 5 días (DBO5) es la más
comúnmente empleada. Puede medirse también el oxígeno consumido hasta que no haya
modificación alguna en la concentración de éste, lo que puede tomar entre 30 y 90 días de
incubación (DBOultima). El procedimiento es sencillo: se determina el oxígeno disuelto al
inicio y al final del tiempo de incubación preestablecido. La DBO es simplemente la
diferencia entre la concentración inicial y final de oxígeno disuelto.
Carbono Orgánico Total (COT). El carbono orgánico total mide la cantidad de dióxido de
carbono producida en la mineralización total de una muestra. A diferencia del DQO, su valor
es independiente del estado de oxidación de los compuestos presentes en el sistema. Por
ejemplo, iguales concentraciones de CH4, CH3OH o CH2O dan idénticos valores de COT. El
COT se determina inyectando una porción de la muestra en una cámara de reacción a alta
temperatura, la cual está empacada con un catalizador oxidante. El agua es vaporizada y el
carbón orgánico oxidado a CO2 y agua. El CO2 generado es transportado por el gas portador y
medido en un analizador infrarrojo no-dispersivo. Esta medición proporciona la cantidad de
carbón total por lo que el carbón inorgánico debe ser determinado de manera separada y el
COT obtenido por diferencia. El seguimiento del proceso mediante esta herramienta es
importante porque valores de COT cercanos a cero son los únicos que garantizan que no se
acumulen contaminantes recalcitrantes, intermediarios de mayor persistencia, capacidad de
acumulación o toxicidad que los iniciales. La determinación del COT es un índice del grado
Purificación de aguas por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 57
Las mediciones de DBO, DQO y COT dan diferente información del estado del sistema
y en cierta medida son complementarias. Las mediciones de DBO permiten seguir la
evolución de los compuestos biodegradables. Combinada con el COT permite conocer el
cambio en la proporción de biodegradabilidad al avanzar la fotocatálisis. De igual forma, el
cambio de concentración de la DQO a lo largo del tiempo, genera una estimación de la
susceptibilidad a la oxidación química por parte de la materia presente a lo largo del
tratamiento. En tanto, el COT provee información sobre la disminución en concentración de la
materia orgánica y por ende del grado de mineralización debida a la fotocatálisis. El COT es
la manera más conveniente y directa de determinar la cantidad de materia orgánica, pero para
conocer cuáles son las fracciones del COT que pueden ser oxidados ya sea química o
bioquímicamente deben medirse la DQO y la DBO, respectivamente.
Velocidad de reacción
Cinética = f1 (I1)
Intensidad de iluminación
Figura 6. Dependencia de la velocidad de reacción con la intensidad de iluminación.
Diseño del reactor. Los parámetros derivados del diseño y del tipo de reactor también juegan un
papel importante en el resultado final de la reacción. Factores como la geometría, la óptica,
distribución de luz, tipo de flujo, etc. van a influir sobre el rendimiento final del mismo. Este
tema se trata en los Capítulos 9-11.
Naturaleza y concentración del contaminante. Una de las ecuaciones más sencillas y usadas para
describir la cinética del proceso fotocatalítico es la de Langmuir-Hinshenlwod:
(dC/dt)inicial = - k K C /(1 + K C) (1)
Esta ecuación modela originalmente un mecanismo de reacción en el que participan un
pre-equilibrio de adsorción y una reacción superficial lenta. En la práctica, se ha demostrado
que otros mecanismos pueden igualmente conducir a la ecuación (1), que debe considerarse
como una ecuación empírica y sencilla que permite modelar el comportamiento del sistema.
La ecuación (1) es una función implícita de la concentración y representa una transición
gradual desde un comportamiento de primer orden a otro de orden cero al aumentar la
concentración C. Los factores discutidos anteriormente (pH, temperatura, el catalizador, la
intensidad de radiación, etc.) influyen sobre los valores de k y K. Estos parámetros son
también muy sensibles a la naturaleza del contaminante, como lo demuestra la Figura 7, que
representa una versión linealizada de la ecuación de Langmuir-Hinshelwood, la ecuación (2),
que vincula la inversa de la velocidad con la inversa de la concentración.
60 Blanco, Malato, Estrada Gasca, Bandala, Gelover y Leal
Por su parte, los agentes oxidantes son imprescindibles para la degradación del
contaminante, ya que participan en la reacción de oxidación: son los responsables de una de
las dos semirreacciones (la captura de huecos); cuanto más eficaz sea el agente oxidante para
capturar huecos, mayor será la velocidad del proceso [16]. Este tema se discute en más detalle
en los Capítulos 5 y 8.
El oxígeno es el oxidante más empleado, ya que es el más barato y no compite con el
sustrato en el proceso de adsorción. Se ha comprobado que cuando desaparece el oxígeno
disuelto en el agua y no existe ninguna otra especie oxidante, el proceso fotocatalítico se
detiene totalmente. Después del oxígeno, el peróxido de hidrógeno es el agente oxidante más
extensamente estudiado. En la gran mayoría de los casos, la velocidad del proceso aumenta de
acuerdo con la siguiente secuencia: O2 < H2O2 < (H2O2 + O2). La Figura 8 muestra el caso de
la degradación de pentaclorofenol por O2 y por mezclas H2O2 + O2. Como ya se describió en
el Capítulo 1, el papel del H2O2 es múltiple; en el proceso de fotocatálisis heterogénea es
capaz de reaccionar tanto con huecos como con electrones, y generar en ambos procesos
Purificación de aguas por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 61
+
H 2O2 + hBV → 2 •OH (5)
Degradación de pentaclorofenol
C o n c e n t r a c i ó n d e C O T ( m g 1- 1 )
S2O82− + eBC
−
→ •
SO4− + SO42− (6)
•
SO4− + H 2 O → •
OH + SO42 − + H + (7)
-Ln C/Co
4. APLICACIONES POTENCIALES
Pondremos el énfasis en las aplicaciones de las tecnologías que aprovechan la luz solar
para el tratamiento de aguas residuales que contienen contaminantes no biodegradables; en
este caso, los tratamientos biológicos, obviamente, no son viables. A lo largo de la Tercera
Parte se verán en más detalle ejemplos de este tipo, y otros casos de interés.
La capacidad de tratamiento con esta tecnología [20] es linealmente dependiente del
flujo energético, y su aplicación se considera que normalmente va a estar en el rango de varias
decenas hasta varios cientos de m3 por día. En el caso de usar radiación solar, sólo se podrán
tratar aquellos residuos que se adapten a un modo de recirculación con cargas discontinuas, lo
que significa que el tratamiento debe ser independiente del proceso de generación de agua
residual. Dentro de este marco, la experiencia acumulada en estos últimos años [20] muestra
que el proceso de fotocatálisis puede ser aplicado, entre otros, al tratamiento de los siguientes
contaminantes en agua. En todos los ejemplos que se muestran se ha usado radiación solar.
Fenoles. Los fenoles son compuestos muy tóxicos que producen un sabor desagradable en el
agua incluso a muy bajas concentraciones (1-10 mg/L). Su concentración máxima en plantas
de tratamiento biológico no debe de superar 1-2 mg/L. Los fenoles son degradados fácilmente
mediante fotocatálisis. La Figura 10 muestra dos ensayos de degradación de agua residual
procedente de una industria de fabricación de resinas fenólicas. El agua tratada contenía,
además de fenol, otros muchos contaminantes como formol, ácido ftálico, ácido fumárico, ácido
maleico, glicoles, xileno, tolueno, metanol, butanol, feniletileno, etc.
Purificación de aguas por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 63
Ensayo 2:
Radiación solar UV: 36.1 W/m2
COT inicial: 56.3 mg/L
[S2O8-2]0 = 0.007 molar
40 100
90
35
80
Concentración (mg L-1)
30
- 70
Cl
Ion cloro (%)
25 C2HCl3 50 mg L
-1
60
-1
CH2Cl2 20 mg L
20 -1 50
C2Cl4 50 mg L
-1
CHCl3 50 mg L 40
15
Total Organic Carbon
30
10
20
5
10
0 0
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5 4,0
Una posible aplicación interesante de este caso es el tratamiento del agua procedente de
las torres de lavado (scrubbers) que controlan e impiden la emisión de VOCs a la atmósfera.
64 Blanco, Malato, Estrada Gasca, Bandala, Gelover y Leal
Las plantas de producción de PVC también producen efluentes que contienen multitud de
polímeros de cadena corta o monómeros del PVC que podrían ser tratados
fotocatalíticamente.
Figura 12. Degradación de aguas residuales de proceso de una industria farmacéutica, utilizando luz solar y 200
mg/L de TiO2 en suspensión (CIEMAT).
muestra como ejemplo la degradación de metham sodio; los resultados demuestran que es
posible aplicar el proceso para el tratamiento de aguas del lavado de tanques cisternas para el
transporte de ese producto [21].
Figura 13. Ensayo de degradación fotocatalizada de 1358 ppm de metham sodio, utilizando luz solar, 200 mg/L de
TiO2 en suspensión y adicionando S2O82- (0,001 M) (CIEMAT).
Eliminación de iones metálicos. Si bien hasta ahora nos hemos centrado en la oxidación de
materia orgánica, la fotocatálisis en esencia es una forma de acelerar una reacción redox, entre
un oxidante y un reductor. Los oxidantes que hemos mencionado incluyen al oxígeno, al agua
oxigenada y al peroxodisulfato; sin embargo, es posible también reducir iones metálicos
tóxicos, llevándolos en algunos casos al estado metálico, lo que facilita su remoción de la
solución acuosa. Es más, es posible acoplar la reducción de iones metálicos con la oxidación
de contaminantes orgánicos, para la remoción simultánea de ambos. En general, cuanto más
alta es la concentración de compuestos orgánicos, más rápida es la velocidad de reducción de
metales y un aumento en la concentración de metales aumenta la velocidad de oxidación de
los orgánicos [22]. La factibilidad de la remoción fotocatalítica de metales depende del
potencial de reducción estándar del par Mn+/M0. Así, por ejemplo, se puede remover Ag(II),
Cr(VI), Hg(II) y Pt(II), pero no Cd2+, Cu+2, y Ni+2. El requisito de factibilidad está también
vinculado con un aumento de la insolubilidad al reducirse; no es realmente imprescindible
llegar al estado metálico.
Una aplicación interesante es la reducción de Cr(VI) a Cr(III) (Figura 14). El potencial
redox E0(Cr(VI)/Cr(III)), y por ende la posibilidad de reducción fotocatalítica, es muy
sensible al pH. El proceso es más eficiente por debajo de pH 2; en estas condiciones, el
producto de reducción, Cr+3, es soluble; es necesario neutralizar parcialmente el ácido, hasta
alcanzar pH ≈ 5, para precipitar el óxido de cromo(III) hidratado, Cr2O3.xH2O. La velocidad
de reducción de Cr(VI) es muy sensible a la naturaleza del reductor orgánico que se oxida
simultáneamente. Generalmente, cuanto más fácilmente oxidable el compuesto orgánico,
mayor es la velocidad de reducción fotocatalítica, y diferentes aguas residuales pueden exhibir
velocidades muy diferentes de tratamiento, dependiendo de su composición química.
66 Blanco, Malato, Estrada Gasca, Bandala, Gelover y Leal
R educció n de C r6+
O x idació n de F enol
Figura 14. Reducción fotocatalítica de Cr6+ a Cr3+ simultánea a la oxidación de fenol utilizando luz solar y 200
mg/L de TiO2 en suspensión; pH = 1 [23].
CN − + 2OH − + 2hBV
+
→ OCN − + H 2O (8)
−
OCN − + 4O2 + 4 H 2O → NO3 + CO2 + H 2O2 (9)
SIMULACIÓN DE REGENERACIÓN DE
SUELO CONTAMINADO POR LINDANO
Ensayo: 1/octubre/93
Radiación UV: 38 w m - 2
Conc. inicial de lindano: 40 mg 1 - 1
Degradación obtenida: 89%
de CCOT 0 en 106 min.
Figura 15. Simulación de regeneración de suelo contaminado. Degradación fotocalítica de 40 mg/L de lindano
utilizando luz solar y 200 mg/L de TiO2 (Degussa P25) en suspensión (CIEMAT).
1
Existe una importante problemática medioambiental derivada de los isómeros del lindano que no son útiles
pero que se obtienen de forma paralela a la producción del compuesto comercializable.
68 Blanco, Malato, Estrada Gasca, Bandala, Gelover y Leal
Figura 16. Dos ejemplos de aniquilación de bacterias en agua mediante fotocatálisis, utilizando TiO2, luz y
tecnología solar.
A pesar del amplio espectro de investigaciones realizadas hasta la fecha [27-28] sobre el
proceso de fotocatálisis, el uso potencial de esta técnica para la desinfección de agua se
encuentra todavía esencialmente inexplorado.
De todo lo expuesto anteriormente se deduce que, mediante técnicas de fotocatálisis, se
puede tratar un elevado número de compuestos orgánicos no biodegradables que aparecen
presentes en aguas residuales. El proceso es capaz, en la gran mayoría de casos, de conseguir una
mineralización completa del carbono orgánico existente en el medio; es más, en las aplicaciones
comerciales no será necesario alcanzar el 100% de mineralización, ya que mucho antes se habrá
alcanzado siempre un nivel suficiente de biodegradabilidad que va a permitir transferir el agua a
un proceso de tratamiento biológico, más sencillo y económico que cualquier tratamiento
terciario de oxidación avanzada [29]. Un buen indicador del momento adecuado para transferir
las aguas de un proceso a otro es la toxicidad residual del efluente durante el proceso de
mineralización. Otro parámetro bastante útil es el denominado “Estado de Oxidación Medio”. La
Figura 17 muestra esquemáticamente un proceso combinado de ambas tecnologías.
Figura 17. Esquema conceptual de acoplamiento entre las tecnologías de fotocatálisis (solar) y de tratamiento
biológico (Cortesía de C. Pulgarín, Escuela Politécnica Superior de Lausana, Suiza).
Purificación de aguas por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 69
Espectro solar
estándar ASTM
Irradiancia (W m-2 nm-1)
Figura 19. Sistema fotocatalítico comercial con 72 lámparas fluorescentes UV para tratamiento de aguas.
Con estas premisas, a fines de los años 80 el National Renewable Energy Laboratory
(NREL, USA), comenzó sus experiencias de Fotocatálisis Solar en los Laboratorios Sandia
(Albuquerque), donde fue desarrollado el primer sistema solar para llevar a cabo experimentos
de tratamiento de agua. Posteriormente fue instalado otro sistema en los Laboratorios Livermore
(California) [32]. En 1990, el CIEMAT (España) inició también un programa de investigación
en la Plataforma Solar de Almería (PSA) como consecuencia del cual se instaló un sistema
experimental para la realización de ensayos y el desarrollo tecnológico del proceso para permitir
su aplicación a problemáticas industriales (Figura 20).
Tuberías de polietileno
Sistema de refrigeración
Tanques de polietileno
Mezcladores
Bomba Bomba
Figura 20. Instalación experimental de fotocatálisis solar con dos sistemas independientes basados en colectores
cilindro-parabólicos de dos ejes y en colectores estáticos tipo CPC (Plataforma Solar de Almería).
reforzadas. Si bien los sistemas con seguimiento poseen una mayor capacidad de intercepción
de la luz solar, esta diferencia no resulta ser demasiado grande: por ejemplo, para una
localización como la PSA un colector cilindro-parabólico con seguimiento en un eje y
orientación este-oeste es capaz de interceptar anualmente el 76% de la radiación solar,
mientras que una placa plana orientada al sur con una inclinación igual a la latitud local
intercepta el 70% de la radiación total anual. A estas consideraciones se le ha de añadir que
los sistemas estáticos no poseen pérdidas de rendimiento por factores asociados con la
concentración y el seguimiento solar, tienen un mayor potencial para reducir costes de
fabricación y la superficie necesaria para su instalación es más reducida, ya que proyectan
menos sombras que los otros.
La segunda desventaja de los sistemas con seguimiento solar, tan importante o más que
la primera para aplicaciones fotocatalíticas, es la imposibilidad de concentrar la radiación
difusa. Esta limitación no es importante para aplicaciones solares térmicas, ya que la energía
de la radiación difusa es una pequeña fracción de la energía de la radiación solar total. Para
aplicaciones fotoquímicas, en cambio, la limitación es severa, ya que la componente difusa
llega a representar el 50% de la radiación UV total que llega a la superficie terrestre. En
efecto, los fotones de luz UV solar tienen una alta probabilidad de cambiar su trayectoria,
transformándose de radiación directa en difusa, cuando interaccionan con las partículas de la
atmósfera. Esta alta dispersión de la luz UV es producida por el mismo mecanismo que
dispersa la luz azul mucho más que la luz roja, que es la causa por la que vemos el cielo azul.
Debido a la dispersión, la mitad de la radiación solar UV llega a la superficie terrestre como
luz difusa, incluso en días claros. La radiación solar UV (longitudes de onda desde 285 a 385
nm) da cuenta solamente del 2-3% de la energía total del espectro de la luz solar directa, pero
alcanza el 4-6% cuando se considera el espectro de la luz solar global (radiación directa más
difusa). También, las nubes delgadas, el polvo y la calima reducen el componente de luz
directa mucho más que la componente difusa. Como los colectores solares estáticos (sin
seguimiento solar) pueden utilizar ambas radiaciones directa y difusa cuando no concentran la
luz solar (grado de concentración = 1), su rendimiento puede ser apreciablemente más alto
para la aplicación fotocatalítica.
Por estas razones se ha realizado un gran esfuerzo en el diseño de sistemas solares
estáticos y sin concentración para aplicaciones fotoquímicas en general y en especial para
procesos fotocatalíticos. Sin embargo, el diseño de reactores robustos no es sencillo debido a
los requerimientos de resistencia a la intemperie, baja pérdida de carga, elevada transmitancia
en el UV, operación a elevadas presiones, etc. [33]. Los colectores Cilindro-Parabólico
Compuestos (CPC) han resultado ser una de las mejores opciones tecnológicas para
aplicaciones solares de fotocatálisis. Estos colectores solares estáticos, ampliamente utilizados
para tubos de vacío, están constituidos por una superficie reflectante que sigue una forma
involuta alrededor de un reactor cilíndrico y han demostrado aportar una de las mejores
ópticas para sistemas de baja concentración (Figura 21).
Aunque estos colectores CPC no poseen seguimiento solar alguno, pueden alcanzar un
factor de concentración de hasta unos 10 soles gracias a la forma geométrica de su superficie
reflectiva. En caso de aplicaciones térmicas, con una orientación adecuada, pueden conseguirse
unas 7 horas de aprovechamiento solar efectivo diario, siendo necesario corregir su orientación
cada 3 ó 4 días. Para aplicaciones de fotocatálisis pueden ser diseñados con factor de
concentración 1, con lo que, gracias al diseño particular del reflector, prácticamente la
totalidad de la radiación UV que llega al área de apertura del colector CPC (tanto la directa
como la difusa, independientemente ésta última de la dirección con que llega) es reflejada
hacia el reactor, iluminando la parte interior del reactor tubular. Además, la forma tubular del
reactor permite una fácil impulsión y distribución del agua a tratar, simplificando la parte
hidráulica de la instalación. Los reflectores CPC están generalmente hechos de aluminio
pulido y la estructura puede ser un simple marco soporte del fotorreactor con tubos
conectados.
Figura 22. Colector cilindro-parabólico compuesto (CPC) sin concentración solar (C = 1) para aplicaciones de
Fotocatálisis Solar (Plataforma Solar de Almería).
Figura 23. Esquema típico de un sistema de fotocatálisis para el tratamiento de contaminantes en agua.
Figura 24. Planta experimental industrial de Fotocatálisis Solar (Arganda del Rey, Madrid), con un campo
solar de 100 m2 de colectores CPC.
Purificación de aguas por fotocatálisis heterogénea: estado del arte 75
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SEGUNDA PARTE:
FUNDAMENTOS
4
1. INTRODUCCIÓN
Figura 1. Niveles electrónicos resultante del enlace entre átomos idénticos. (a) orbitales moleculares resultantes
del solapamineto de dos átomos, cada uno con un único orbital atómico; (b) cadenas de 4, 6 y N átomos. (c) es
la densidad de estados de energía (DEE) para una cadena infinita de átomos.
metal semiconductor
E E E E
EF Band e-
B B
EC EC z z zz
d
EF Eg EF EF
EV
Banda de
z z zz
h+
valencia B B
DEE DEE
Figura 2. Estructura de bandas y distribución de electrones a 0K para un metal (a) y para un semiconductor
intrínseco (b). Esquema simplificado de la estructura de bandas y la distribución de electrones para un
semiconductor intrínseco a 0 K (c) y a T » 0 K. El grisado indica los estados ocupados por electrones; EF es la
energía de Fermi.
Semiconductores con actividad fotocatalítica 81
E − EF
n = N C exp − C
k BT
(1)
E − EF
p = N V exp V
k BT
E − EC − Eg
n × p = N C N V exp V = N C N V exp = n i2 = cte (2)
k B T k T
B
La sustitución de algunos átomos del sólido con impurezas (del orden de 1 átomo cada
109 átomos del huésped) introduce niveles localizados cuya energía cae dentro del gap (Figura
3a).
1
Puede pensarse a los huecos como burbujas, cuyo estado de menor energía es sobre la superficie del líquido.
82 Candal, Bilmes y Blesa
B P Cr Fe Ga As Ag Tl Bi
EC
0.045 0.054 0.069
0.74
0.41
Eg=1.12 eV
0.70 0.30
0.77
0.045 0.072
EV
B P Cr Fe Ga As Ag Tl Bi
Figura 3a. Energía de los estados localizados introducidos por algunos dopantes en silicio (Eg =1.12 eV). La
línea punteada indica la energía de Fermi en el material sin dopar. Los elementos insertos en círculos son
aceptores y los recuadrados son dadores. Los números son los valores de energía (en eV) medidos desde EC
para los dadores y desde EV para los aceptores. Notar que Ag actúa como dador (Ed = 0.77 eV) y como aceptor
(Ea = 0.74 eV).
E
BC BC BC
Ed
EF
EF
EF
Ea
BV BV BV
Figura 3b. Posición del nivel de Fermi y densidad de estados ocupados para semiconductores intrínseco, tipo n
y tipo p.
La posición relativa del nivel de Fermi (potencial químico de los portadores de carga)
depende de la concentración de electrones y huecos, es decir, del dopaje del semiconductor
(Figura 3b):
n
E F = E F,i + k B T ln (3)
ni
La densidad típica de portadores para los semiconductores varía de 1015 a 1019 cm–3,
valores que corresponde a niveles de Fermi, EF, ubicados a 0,04 - 0,25 eV por encima
(semiconductores p) o por debajo (semiconductores n) de la banda de energía mas próxima
[6]. En un semiconductor tipo n con todas las impurezas donoras ionizadas, la concentración
de electrones en la banda de conducción es aproximadamente igual a la concentración de
impurezas, Nd. Dado que el producto n×p es constante (2), la concentración de huecos
disminuye con respecto a un semiconductor intrínseco (n ≈ Nd » ni = pi » p) .
Los defectos en el material, tales como vacancias, también introducen estados
localizados ionizables. Éste es el caso de varios óxidos y calcogenuros, (ZnO, Fe2O3 y TiO2,
CdS) que son termodinámicamente estables como compuestos no estequiométricos, con
deficiencia del anión. Esta deficiencia implica la presencia de vacancias aniónicas alrededor
de las cuales el déficit de carga negativa es compensada con una disminución de la carga
positiva de los cationes a su alrededor. En el caso del TiO2, que formalmente debiera
escribirse TiO2-x, las vacancias de oxígeno son formalmente compensadas por la adopción del
estado de oxidación +3 por un número equivalente de átomos de titanio. En la realidad, estos
iones Ti3+ actúan como donores de electrones, y el material es un semiconductor tipo n.
Ti t2g
Ti eg
O2px
O2py
Para una celda unidad, cuya composición es Ti2O4, se construyen los orbitales moleculares teniendo en
cuenta que en una unidad octaédrica aislada, los 5 niveles d del metal se desdoblan en tres niveles t2g y dos
niveles eg. Los orbitales t2g se orientan en la dirección de la bisectriz del ángulo O-Ti-O y por lo tanto no solapan
efectivamente con simetría σ los orbitales s ó p del oxígeno. El solapamiento π, si bien es posible por simetría, es
poco importante porque la extensión espacial de los orbitales t2g es pequeña [7].
El solapamiento de los orbitales p del oxígeno con los orbitales eg del Ti estabiliza al O 2p, que adquiere
un pequeño grado de Ti eg y desestabiliza al Ti eg, que adquiere un pequeño grado de O 2p. Los orbitales 2s del
O y los 4s del Ti tienen poca contribución al enlace.
84 Candal, Bilmes y Blesa
Ti2O4 calculado
Ti 4s Ti 4s
~O 2p +Ti eg
eg E
} ~ Ti
Ti 3d
t2g
~Ti t2g
O2p }~ Ti
~O 2p+Ti eg
}~ O
~O 2s O2s }~ O 2s
DD
Construcción de la estructura de bandas a partir del solapamiento de orbitales en una celda unidad de rutilo
(izquierda) y comparación con cálculos de la DDE (derecha).
absorptividad molar α1 con la energía de fotón depende del material [9-10]. En los materiales
más eficientes para fotocatálisis, α varía abruptamente cuando cambia la longitud de onda, y
por ende su energía. Si la energía del fotón es sólo 0,01 eV mayor que Eg, α aumenta mucho,
porque α ∝ (hν-Eg)½ (transiciones directas). Otros materiales presentan una absorbancia
menor en el entorno de Eg, y una dependencia más suave con la longitud de onda, α ∝ (hν-
Eg)2; en estos casos, la transición de la banda de valencia a la banda de conducción es asistida
por un fonón (vibración de la red).
La Figura 4 muestra algunos espectros de absorción de semiconductores. Los
semiconductores útiles para fotocatálisis son aquellos que tienen una banda prohibida de
energía comparable a la de los fotones de luz visible, o, en su defecto, de luz ultravioleta (Eg <
3,5 eV). Si se busca excitar al semiconductor con luz solar, la cola de la banda de absorción
deberá solaparse con el espectro de la radiación solar en la superficie terrestre (ver Capítulo
2).
E / eV
4,0 3,5 3,0
TiO2
0.4
Coeficiente de extinción, k
Rutilo
0.3 Anatasa
Amorfo
0.2
0.1
0
300 320 340 360 380 400 420 440
λ / nm
E / eV E / eV
3,5 3,0 2,5 3,0 2,5 2,0 1,5
1,5 2,0
Z
Absorbancia
1,5 cristal
1,0
1,0
0,5
0,5
0,0 0,0
350 400 450 400 500 600 700 800
λ/nm
λ/ λ / nm
Figura 4. Espectros de absorción de algunos semiconductores empleables en fotocatálisis: films de TiO2 con
distinta estructura cristalina [11]; film y monocristal de CdS (notar que para E < Eg la absorbancia de films es
mayor que la del monocristal) y film de ZnO.
1
En este capítulo usamos el símbolo α para la absorptividad molar, para evitar confusiones con el potencial
redox ε.
86 Candal, Bilmes y Blesa
Hasta aquí hemos analizado la estructura de un cristal infinito, pero un cristal real tiene
una superficie con aproximadamente 1015 átomos/cm2. Los orbitales de estos átomos y los
enlaces entre ellos y con los primeros vecinos debajo de la superficie son diferentes a los del
seno del material. La sola existencia de la superficie introduce estados localizados o estados
superficiales intrínsecos. Algunos de estos estados localizados tienen energías dentro de la
banda prohibida, lo cual refleja el debilitamiento de las uniones con respecto al seno del
sólido. Además, la superficie puede presentar defectos, impurezas o especies adsorbidas que
también introducen estados localizados o estados superficiales extrínsecos.
Sólo los estados superficiales con energías dentro del gap influyen sobre las
propiedades eléctricas y catalíticas del material: pueden ser centros de recombinación,
reduciendo el camino libre medio de electrones y huecos; pueden actuar como trampas de
portadores, modificando la distribución de potencial en la superficie.
3. INTERFAZ SEMICONDUCTOR-GAS
La Figura 5 muestra las estructuras cristalinas de la anatasa y del rutilo, compuestas con
el programa [12], que contienen átomos de titanio hexacoordinados y átomos de oxígeno
tricoordinados. El clivaje de un cristal expone superficies en las que los números de
coordinación están disminuidos.
(a) Anatasa
(b) Rutilo
O O O O
O Ti O Ti O Ti O Ti
O O O O
O Ti O Ti O Ti O Ti
O O O O
O Ti O Ti O Ti O Ti
O O O O
O Ti O Ti O Ti O Ti
O Ti O Ti O Ti O Ti
H2O
H H H H
O O O O
H H H
HO Ti O Ti O Ti O Ti OH2
C B A B A B C
Figura 6. Superficie (001) del dióxido de titanio, y esquema simplificado de su hidroxilación a través de la
quimisorción disociativa de agua.
En contacto con vapor de agua (o con agua líquida), tiene lugar la hidroxilación de la
superficie, a través de la quimisorción disociativa [14], tal como se muestra en la Figura 6. La
quimisorción disociativa del agua sobre la superficie plana genera dos tipos de grupos –OH:
aquellos en los que el átomo de oxígeno está unido a un solo átomo de titanio (sitios A), y
aquellos en los que el átomo de oxígeno está unido a dos átomos de titanio (sitios B). En
aristas se generan un tercer grupo de sitios, en menor cantidad pero más reactivos, los sitios C,
caracterizados por átomos de titanio unidos a dos grupos –OH (sitios C). La Figura 6 muestra
los tres tipos de sitios [12].
En contacto con gases contaminados, tiene lugar la quimisorción del contaminante y del
oxígeno, de manera que, al iluminar y generar pares electrón-hueco, existen aceptores de
ambos portadores disponibles. La captura de los portadores genera radicales libres adsorbidos,
y a partir de allí puede desencadenarse una reacción de oxidación (ver Capítulos 2 y 5). En
estas reacciones es particularmente importante la captura de huecos por los grupos
superficiales –OH, que genera radicales •OH en la superficie.
88 Candal, Bilmes y Blesa
4. INTERFAZ SEMICONDUCTOR-ELECTROLITO
capa de
Helmholtz región de
región de Gouy
carga espacial Chapman
~3 Å
~100 Å
~1000 Å
E C,s
EC
EF
E ,s
V
OHP
Ev
semiconductor líquido
Figura 7. Interfaz semiconductor electrolito. La interfaz se puede dividir en 3 zonas: la región de carga espacial
en el semiconductor, la región de Hemholtz entre el sólido y el plano externo de Hemholtz (OHP, la mínima
distancia de acercamiento de iones adsorbidos a la superficie), y la región de Gouy Chapman en la solución. La
región de carga espacial se extiende dentro del semiconductor y su extensión dependerá tanto de la cupla redox
en solución como del grado de dopaje y de otros parámetros del material. La región de Hemholtz depende
principalmente de la composición de la solución, mientras que la extensión de la región de Gouy Chapman (o
capa difusa) depende de la concentración del electrolito. Un valor típico del campo eléctrico en la capa de
Helmoltz es 3 109 V/m para un cubrimiento de iones (H+ u OH-) entre el 1% y 10 %, lo cual implica una
diferencia de potencial (VH) de 0.1 V a 1 V entre el OHP y la superficie del sólido.
Cuando se conecta un semiconductor con una solución o con un metal, los niveles de
Fermi de ambas fases se igualan, por transferencia de carga en la dirección adecuada.
Semiconductores con actividad fotocatalítica 89
En la ecuación (5) q es la carga eléctrica, medida en unidades de carga electrónicas (para un electrón, q =
-1) y se toma como potencial de referencia el de la cupla (H+/½H2) en el electrodo normal de hidrógeno
(EF(H+/½H2) = -4,5 eV, εo = 0 V) [16-17].
A partir de la ecuación (5) también se puede calcular el potencial de reducción de los huecos en la banda
de valencia para determinar si actúan como oxidantes frente a una especie en solución. La Figura 8 muestra
esquemáticamente el potencial redox correspondiente a la banda de valencia y a la banda de conducción para
distintos semiconductores (considerando el tipo de dopado cuando corresponde), en contacto con una solución
que contiene la cupla (H+/½H 2) en condiciones normales (ENH). También se muestran los potenciales redox
de algunas cuplas usuales en solución acuosa.
E/eV
ε/VENH
-3,0 -1,5
-1,0 O2/O2-
-3,5
EC S/S2+2-
-4,0 -0,5 Co /Co
-4,5 2,25 eV 0,0 H2/H+
1,4 O2/OH-
-5,0 0,5
-5,5 Eg=2,5 eV 1,0 H2O2/OH--
Figura 8. Posición relativa de los bordes de las bandas de conducción y de valencia y de algunas cuplas redox.
sólido son electrones o huecos, y en solución son iones). En solución, existen fenómenos
adicionales de separación de cargas (ver 4.2.) que en cierto modo, fijan el potencial en la
superficie del sólido. Si la transferencia de carga hacia la solución produce un déficit de
electrones en las cercanías de la superficie, el nivel de Fermi del sólido baja hasta igualarse
con el de la solución (3) [18]. En cambio, el nivel de Fermi de la solución permanece
prácticamente constante, porque la densidad de estados ocupados es suficientemente grande
(en este sentido, el comportamiento de la interfaz semiconductor-electrolito es análoga al de
la juntura semiconductor-metal). El potencial en la superficie del sólido permanece constante
(“clavado en la superficie”), ya que depende sólo de la composición de la solución. En
consecuencia, al bajar el nivel de Fermi del sólido, las bandas de valencia y de conducción se
curvan.
La curvatura (o doblado) es hacia arriba en caso de transferencia de los portadores
mayoritarios (en este caso, electrones) hacia la solución, generándose una región de
agotamiento. En el caso contrario, cuando la transferencia de carga promueve una
acumulación de portadores mayoritarios, se forma una región de acumulación. La Figura 9
muestra esquemáticamente el doblado de bandas por agotamiento para un semiconductor tipo
n.
EC Ec,s
EC qVs = Ec,s - EC Φs
qΦ
EF
Φ(x)
qΦ
EF,redox EF
W
EV
EV
x x
(a) estado inicial (b) en equilibrio
1
No confundir con potencial redox, ε.
Semiconductores con actividad fotocatalítica 91
2ε s Vs
W= (6)
q Nd
Para una densidad de portadores típica n = 1017 cm–3 y una barrera superficial, ΦS = 0.5
eV, W ~ 102 nm.
La concentración de los portadores mayoritarios (electrones en un semiconductor tipo n
como el TiO2) es constante en el seno del material, pero variable, según la posición, a lo largo
de la región de carga espacial:
q Φ(x )
n( x ) = N d exp − (7)
k BT
En equilibrio, la concentración de electrones en la superficie es:
q Φs
n s , eq = N d exp − (8)
k BT
En el análisis precedente se hizo caso omiso a los estados superficiales. En general,
éstos tienen poca influencia en la distribución de cargas. Sólo si la densidad de estados
superficiales es muy alta, comparable con ns,eq, ellos fijan el nivel de Fermi del sólido y se
establece otra condición de equilibrio.
Bajo iluminación, el nivel de Fermi en el seno del semiconductor sube (pues aumenta la
densidad de electrones en la banda de conducción). El gradiente de campo eléctrico en la
región de carga espacial promueve procesos migratorios de los portadores de carga; en
semiconductores tipo n, los electrones migran hacia el seno del semiconductor y los huecos
hacia la superficie. En consecuencia, la curvatura de las bandas disminuye. Sin embargo, aún
si la iluminación es suficientemente intensa como para aplanar las bandas, no habrá
transferencia neta de electrones a la solución como para reducir especies disueltas A a A- si el
nivel de Fermi es menor que el nivel en solución definido por potencial redox de la cupla.
Por último, es necesario resaltar que el análisis anterior es válido para sólidos con
dimensiones mayores que W. En el caso de partículas coloidales mas pequeñas, no hay
doblado de bandas (Figura 10).
d«W
d»W
EC,s
EF
EC,s
Figura 10. Región de carga espacial para partículas grandes (d»W) y para partículas pequeñas (d«W).
92 Candal, Bilmes y Blesa
En contacto con aguas contaminadas, más importante que la adsorción de las moléculas
neutras, es la adsorción de iones disueltos. En primer lugar, los sitios A (que escribiremos
como ≡Ti-OH) y B (que escribiremos como =OH) participan de reacciones protolíticas
superficiales [19], como lo muestran las ecuaciones (9) y (10), en las que Ka1 y Ka2 son las
constantes de acidez de los sitios A y B protonados:1
Como consecuencia inmediata de estos equilibrios, se define una carga superficial σ0,
que puede ser positiva o negativa, como muestra la ecuación (11); F es la constante de
Faraday (96.500 C) y las llaves {} denotan concentraciones (o excesos) superficiales (mol
m2):
σ0 = F ({≡Ti-OH2+}-{=O-}) (11)
El plano que contiene esta carga protónica suele llamarse plano superficial, o plano
cero. Asociado a la carga superficial, se genera un potencial superficial, ψ0, diferente al del
seno de la solución (este último, por convención, se toma igual a cero).
Los contraiones que neutralizan las cargas superficiales se encuentran disueltos, en las
adyacencias de la superficie. Se genera pues una doble capa eléctrica, que se puede asemejar
a un condensador [20]. Una de las paredes del condensador es el plano superficial; la otra se
ubica en la solución, y puede ser un plano bien definido o puede en realidad ser toda una
región de la solución. En este último caso se habla de la doble capa difusa, cuyas propiedades
son descritas por el modelo de Gouy-Chapman. En el primer caso, los contraiones están
fuertemente adsorbidos en el plano de Stern, o plano externo de Helmholtz, y el modelo que
lo describe es precisamente el de Stern. Las relaciones entre σ0 y ψ0 para cada caso están
dadas por las ecuaciones (12) y (13), en las que ε es la constante dieléctrica del fluido, no es la
concentración de iones en el seno de la solución, z la carga de los contraiones y C la
capacidad de la región interna de la doble capa .
1
Por simplicidad, se ha supuesto que la carga de los sitios A y B formados por quimisorción del agua es cero; en
realidad, se puede calcular cargas formales para cada tipo de sitio, que son iguales y de signo opuesto (≡Ti-
OH2(²/³)+ y =O(²/³)-). Este hecho no afecta demasiado nuestras conclusiones. El modelo presentado aquí supone la
existencia de un sitio ácido y un sitio básico, diferentes entre sí; son muy comunes también los modelos que
suponen la existencia de un solo tipo de sitio, de propiedades anfotéricas, que conducen a las mismas
conclusiones. Para más detalles, ver [13] y [18].
Semiconductores con actividad fotocatalítica 93
x x x
δ β β δ
+
σ0 σ0 σ0
σd σβ σβ σd
Figura 11. Perfiles de potencial y densidades de carga en los planos superficial (σ0), de adsorción específica
(σβ) y en la capa difusa (σδ) para varios modelos de la doble capa eléctrica (lado solución): a) Gouy-Chapman;
b) Capacitancia constante; c)Triple capa. Tomado de la Ref. [21].
1
La dependencia nernstiana es en realidad incompatible con el modelo de complejación superficial usado en esta
sección (ver M.A. Blesa y N. Kallay, Adv. Colloid Interface Sci 28, 111 (1998)). Sin embargo, las desviaciones
son pequeñas, y experimentalmente se comprueba que ψ0 disminuye aproximadamente 0,059 por cada unidad de
pH.
94 Candal, Bilmes y Blesa
de pH0. En principio, la fuerza iónica no es uno de ellos, ya que la misma afecta a pKa1 y a
pKa2 de la misma forma, y el valor de pH0 no cambia; en cambio, los valores no nulos de σ0 y
ψ0, a cualquier pH ≠pH0, son afectados por la fuerza iónica. En cambio, la adsorción
específica de otros iones (en el plano de Stern) puede traducirse en cambios muy fuertes en
los valores de pH a los cuales la carga protónica neta es cero; de allí que se encuentren
materiales con valores aparentes de pH0 muy alejados de 6,5.
Todas las especies adsorbidas en la superficie son potenciales trampas para los hbv+ o
para los ebc- (dependiendo de sus propiedades redox). De la discusión anterior surge
claramente que la especie más importante es el ion hidróxido, -OH-. Por esta razón, la
generación de radicales •OH es un fenómeno muy generalizado en la interfaz iluminada.
Tanto aniones como cationes pueden adsorberse específicamente, en el plano de Stern, y
ello genera una disponibilidad importante de estas especies para subsecuentes reacciones con
los portadores de carga. Los modelos de complejación superficial describen dichos fenómenos
de quimisorción como equilibrios químicos. Para los aniones, se entiende que la quimisorción
es una reacción de sustitución en la esfera de coordinación del titanio, del ligando –OH- por el
ligando Ln-:
La Tabla I muestra los semiconductores de banda prohibida ancha más importantes para
nuestros fines.
Semiconductor TiO2 (rutilo) TiO2 (anatasa) ZnO α-Fe2O3 α-ZnS CdS ZnSe
Eg / eV 3,03 3,20 3,35 2,2 3,68 2,43 2,58
-∆Gf / kJ mol-1 889,406 883,266 320,5 743,523 201,3 156,5 163,0
Tabla I. Ancho de banda prohibida y energía de Gibbs de formación de algunos semiconductores.
Todos estos compuestos son del tipo MXn, donde M es un metal en estado de oxidación
positivo y X es un calcógeno (elemento del grupo 16 de la Tabla Periódica), en estado de
oxidación –2. Los semiconductores comunes no incluidos, y muy usados en electrónica, como
Si, Se, Ge, GaAs o InP tienen valores demasiado pequeños de ancho de banda prohibida y,
además, son poco estables en contacto con agua.
Desde el punto de vista químico, la estabilidad de los compuestos de la Tabla I frente a
la descomposición en sus elementos, ecuación (21), es alta, como lo indican los valores de las
energías de Gibbs de formación.
MXn(s) = M(s) + (n/y) Xy (21)
En cambio, las estabilidades frente al agua son muy variables. Los sulfuros y seleniuros
son altamente sensibles a la oxidación, ya sea por acción de oxidantes disueltos, o inclusive
por la acción oxidante del propio solvente, especialmente en medio ácido. Los óxidos
metálicos son termodinámicamente más estables frente a la oxidación.
CdS(s) + (1/2) O2(ac) + 2 H+(ac) → Cd2+(ac) + S(s) + H2O(l) (22)
CdS(s) + 2 H+(ac) → Cd2+(ac) + S(s) + H2(g) (23)
Los iones metálicos del semiconductor pueden también participar en reacciones redox.
La reducción neta a metal elemental es en general desfavorable. Sin embargo, aquellos iones
que pueden tomar más de un estado de oxidación relativamente estable, son susceptibles a la
96 Candal, Bilmes y Blesa
descomposición redox. Por ejemplo, el α-Fe2O3 puede disolverse por acción de reductores. La
semirreacción (24) se completa con la semirreacción de oxidación del reductor disuelto:
α-Fe2O3(s) + 6 H+(aq) + 2 e- → 2 Fe2+(ac) + 3 H2O(l) (24)
Todas estas reacciones de semiconductores de banda prohibida ancha involucran cesión
hacia la solución de electrones desde la banda de valencia o de huecos desde la banda de
conducción. La factibilidad de este tipo de reacción depende de la posición relativa de estas
bandas con respecto a las cuplas redox disueltas. Las transferencias de electrones deben tener
lugar hacia niveles de menor energía, y la de huecos hacia niveles de mayor energía. La
Figura 12 ilustra estas reacciones. Los semiconductores sensibles a este tipo de degradación
serán pues los que tengan bandas de valencia altas en energía, o bandas de conducción bajas
en energía, en relación con la posición de las cuplas redox de las especies disueltas y del agua.
Para semiconductores de banda ancha, es difícil que ambas condiciones ocurran
simultáneamente, pero la mayoría de los mismos son susceptibles en cierto grado a una de las
dos formas de corrosión (reductiva u oxidativa).
E/eV Red → Ox
e-
h+
Ox → Red
ε/V
Figura 12. Posibles modos de ataque redox a un semiconductor a oscuras: inyección de electrones en la banda
de conducción por un reductor muy poderoso, o inyección de un hueco en la banda de valencia por un oxidante
muy enérgico.
A oscuras, existe todavía otro tipo de corrosión, que no implica una reacción redox neta:
la disolución ácida, ilustrada en la ecuación (25) para el caso del ZnO:
ZnO(s) + 2 H+(s) → Zn2+(ac) + H2O(l) (25)
La energía de Gibbs asociada a estas reacciones depende de la solubilidad de los óxidos
y de la tendencia a la hidrólisis de los cationes. El tema puede consultarse en detalle en [22].
Los iones de alta relación carga a radio, como el Ti(IV), se hidrolizan con mucha facilidad y
forman óxidos altamente insolubles, excepto en condiciones extremas de pH. En cambio, los
iones de menor carga a radio, como el Zn2+, se hidrolizan menos y forman óxidos más
solubles. En estos casos, la compatibilidad con soluciones ácidas depende de consideraciones
cinéticas. Sólo si el óxido se disuelve muy lentamente, puede en principio ser útil. La
solubilidad de los semiconductores limita también su uso en medios muy alcalinos, ya que las
Semiconductores con actividad fotocatalítica 97
Figura 13. Solución saturada con ZnO. La curva gruesa es la concentración total de cinc en solución; el
mínimo está punteado por la poca información disponible sobre la especie Zn(OH)2. Las líneas delgadas
corresponden a la concentración de las especies Znx(OH)y+(2x-y). Tomado de [20].
Figura 14 ilustra los cuatro casos posibles: (i) tanto la descomposición catódica (27) como la
anódica (28) son termodinámicamente desfavorables; (ii) ambas son favorables; (iii) la
descomposición catódica es favorable, pero la anódica no lo es; (iv) la descomposición
anódica es favorable, pero la catódica no lo es. El material es fotoestable únicamente en el
caso (i); es decididamente fotocorroíble en el caso (ii), y sensible a la fotocorrosión en mayor
o en menor grado en los casos (iii) y (iv).
E/eV
h+
MO(s) + 2 hbv+ = M2+ + (1/2) O2(g)
ε/V
(a)
E/eV
e-
MO(s) + 2 H+ + 2 ebc- = M(s) + H2O(l)
ε/V
(b)
Semiconductores con actividad fotocatalítica 99
E/eV
e-
ε/V
(c)
E/eV
e-
MO(s) + 2 H+ + 2 ebc- = M(s) + H2O(l)
h+
MO(s) + 2 hbv+ = M2+ + (1/2) O2(g)
ε/V
(d)
Figura 14. Fotocorrosión de un semiconductor de banda prohibida ancha: (a) material estable; (b) material
inestable anódica y catódicamente; (c) material inestable catódicamente; (d) material inestable anódicamente.
M(s) con el agua, ya que los metales involucrados son en general electropositivos y pueden
desplazar al hidrógeno del agua:
AGRADECIMIENTOS
SAB y RJC agradecen la financiación de la Universidad de Buenos Aires (UBACyT TX-002) y de la
Agencia de promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT 4438). MAB agradece subsidios de CNEA (P5),
CONICET y ANPCyT. SAB y MAB son miembros de CONICET.
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5
En el Capítulo 1, Sección 3.5 se han introducido brevemente los procesos primarios que
comprenden la generación del par hueco-electrón y su posterior captura, recombinación o
participación en las reacciones de transferencia de carga interfacial [1]. En lo que sigue se
ejemplificará el tema con el dióxido de titanio, aunque los conceptos a ser desarrollados son
aplicables a otros semiconductores.
Mediante la absorción de un fotón de longitud de onda menor que hγ/Eg, donde Eg es la
energía del bandgap, un electrón de la banda de valencia (BV) es promovido a la banda de
conducción (BC), generándose consecuentemente un hueco en la primera [2]:
Las especies fotogeneradas pueden participar en reacciones redox con diversas especies
químicas, ya que el hueco en la banda de valencia es fuertemente oxidante y el electrón en la
banda de conducción es moderadamente reductor (ver Figura 8, Capítulo 4).
En los sistemas acuosos los constituyentes más importantes son el agua, el oxígeno
molecular y otras especies disueltas, eventualmente contaminantes a ser removidos del
sistema. Los huecos pueden reaccionar con las especies adsorbidas, pero normalmente son
capturados por el agua o grupos OH• superficiales formando radicales hidroxilo, normalmente
retenidos en la superficie del catalizador [1]:
h+ + H2O → OH• + H+ (2)
h+ + OH– → OH• (3)
Estos radicales son altamente reactivos frente a la mayoría de las moléculas orgánicas y
muchas especies inorgánicas. En el primer caso, a través de reacciones de abstracción de
hidrógeno o de adición a dobles ligaduras o a anillos aromáticos, promueven la oxidación de
sustratos mediante la formación de radicales libres que reaccionan fácilmente con el oxígeno
disuelto, fragmentándose hasta alcanzar eventualmente la mineralización completa. De esta
manera los compuestos orgánicos pueden oxidarse con formación de dióxido de carbono, agua
y ácidos inorgánicos.
Entretanto, los electrones en la banda de conducción, libres o atrapados en la superficie,
reducen al O2 adsorbido para formar radical superóxido:
O2 + e– → O2•– (4)
En esta forma se reduce la probabilidad de recombinación del par hueco-electrón.
Además, el radical superóxido puede reaccionar con diversas especies o generar radicales
104 Grela, Loeb, Restrepo, Lagorio y San Román
hidroxilo, como se verá más adelante. Alternativamente, los electrones pueden reaccionar con
especies oxidantes presentes en el sistema.
Los procesos mencionados constituyen una primera aproximación al problema. El
estudio de la dinámica de los mismos ha recibido considerable atención en los últimos años
con el advenimiento de las técnicas de láser resueltas en el tiempo [3]. Básicamente, éstas
involucran la excitación del semiconductor mediante un pulso de muy corta duración
(nanosegundos a femtosegundos) seguida de la observación de las especies transitorias
generadas por técnicas de absorción o fluorescencia. En la Tabla I se resume el conjunto de
procesos primarios y los tiempos característicos determinados en soluciones coloidales de
dióxido de titanio de diámetro de partícula igual a 6 nm, en condiciones de baja intensidad de
irradiación (menos de un par hueco-electrón por partícula) [4-7]. En el cuadro se distinguen
los huecos y los electrones libres o atrapados, ya que poseen distinta reactividad.
recubriéndolo con colorantes que absorben radiación de menor energía [16]. En este último
caso, la absorción de radiación promueve a la molécula fotosensibilizadora a un estado
excitado que es a la vez mejor donor y mejor aceptor de electrones que el estado fundamental
[17]. Generalmente se produce una cesión de electrones desde el estado singlete del colorante
a la banda de conducción del semiconductor. La eficiencia de este proceso depende del tipo de
adsorción o de la forma de unión química de la molécula de colorante sobre el semiconductor,
ya que la transferencia de carga a la banda de conducción debe alcanzarse durante el tiempo
de vida del estado excitado [18]. La sensibilización de TiO2 y otros semiconductores se
desarrolló fundamentalmente con la meta tecnológica de convertir luz solar en energía
eléctrica en celdas fotoelectroquímicas [19], pero su utilización ha trascendido esta área y
tiene también relevancia en fotocatálisis [16]. Ambas aplicaciones aprovechan para distintos
fines el electrón generado en la banda de conducción por fotoexcitación del colorante: para
cerrar el circuito de una celda fotoelectroquímica (ver cuadro en Capítulo 6) o para ser
transferido a un aceptor en solución [20-21].
Para poder realizar un análisis adecuado de los factores que determinan la dinámica de
los procesos fotocatalíticos debe tenerse en cuenta que cada partícula de semiconductor es un
reactor diminuto en el que tienen lugar los procesos redox fotoinducidos [1, 4, 22-23]. Por lo
tanto, algunos de los conceptos que se usan habitualmente en cinética o fotoquímica de
sistemas homogéneos no son aplicables al problema.
A fin de comprender el alcance de los comentarios anteriores y a manera de ejemplo,
consideremos el proceso primario fundamental: la generación del par hueco-electrón (Proceso
1, Tabla I). Si bien la velocidad de este proceso es igual a la cantidad de fotones absorbidos
por unidad de tiempo, la variable de interés es, en realidad, la frecuencia con que cada
partícula de fotocatalizador absorbe un fotón1. Es esta cantidad la que determina el número de
especies reactivas (hbv+, ebc–) en cada microrreactor [15, 22-24]. Gerischer [24] demostró que
la velocidad de generación de pares hueco-electrón en cada partícula de TiO2 puede
expresarse en términos del flujo de fotones incidentes I0 (cm-2 s-1) y el radio de la partícula
R(nm) mediante la ecuación (5), donde κ ≡ I0 / IS es un parámetro adimensional, la intensidad
expresada en “número de soles”, e IS = 1 Sol = 2.0×1015 cm-2 s-1, el flujo actínico solar a nivel
del mar.
v1 (s-1) = 1.54×10-17 I0 R3 = 3.0×10-2 κ R3 (5)
Considerando κ = 1 y R = 15 nm (radio promedio del TiO2 Degussa P-25), v1≅1×102s-1,
lo que significa que, en esas condiciones, las partículas de fotocatalizador permanecen, en
promedio, 10 ms a oscuras entre la absorción de dos fotones sucesivos. Si bien estos números
son aproximados, resultan adecuados para apreciar algunas ideas fundamentales. A menos que
κ>>1 o R >> 15 nm; podemos concluir que: (a) la recombinación de las cargas fotogeneradas
debe obedecer a una cinética de primer orden [22, 25]; esta afirmación está basada en la
suposición de que el tiempo de vida media de los portadores de carga es menor que el tiempo
1La intensidad absorbida en fotones por partícula y por unidad de tiempo es Iap = Ia / Np, donde Ia es la intensidad
absorbida por toda la muestra y Np = C / ρTiO2 Vp es la densidad de partículas de fotocatalizador. En la ecuación
anterior C es la concentración del dióxido de titanio (masa por unidad de volumen), ρTiO2 la densidad del TiO2 y
Vp el volumen de la partícula, 4/3πR3.
106 Grela, Loeb, Restrepo, Lagorio y San Román
que transcurre entre la absorción de dos fotones sucesivos y (b) los procesos de transferencia
multielectrónica son poco probables. En efecto, un radical formado en un primer paso de
transferencia electrónica seguramente reacciona con el O2 disuelto o inyecta un electrón en la
banda de conducción antes que un segundo par hueco-electrón sea generado en la misma
partícula [23, 26].
De lo expuesto anteriormente se desprende que el radio de la partícula y la intensidad de
irradiación pueden afectar la cinética y la distribución de los productos de las oxidaciones
fotocatalíticas. Muller y colaboradores han demostrado recientemente que el etanol es
selectivamente oxidado a acetaldehido en partículas de tamaño micrométrico, mientras que en
el caso de partículas cuyo radio es del orden de los nanometros, los radicales α-hidroxietilo
formados en el primer paso intervienen en reacciones secundarias de dimerización o
desproporcionación [27].
Analicemos ahora los factores que determinan las velocidades de los procesos de
transferencia de carga interfacial. En fase homogénea, la constante de transferencia electrónica
entre un donor D y un aceptor A, puede factorizarse en tres términos según la ecuación (6),
donde νn es un factor de frecuencia, κel es el factor electrónico (depende de la distancia entre
las especies A y D) y κn es el factor nuclear (depende de la energía de activación para el
proceso de transferencia electrónica), clásicamente relacionado con el parámetro de
reorganización, λ, y la fuerza impulsora para la reacción, ∆G0.
ket = νn × κel × κn (6)
Gerischer ha derivado expresiones similares aplicables a los procesos de transferencia
de carga interfacial [24, 28]. Se pueden considerar dos casos diferentes, ejemplificados por la
reducción del oxígeno.
Caso 1: La transferencia de carga ocurre entre el aceptor y electrones móviles antes de
ser atrapados. La velocidad del proceso e–bc + O2 → O2•– puede expresarse con la ecuación (7)
donde ne es el número de electrones sobre la partícula, ρ el radio efectivo del electrón, R el
radio de la partícula, δ la distancia máxima desde la interfaz a la que las moléculas de oxígeno
pueden participar en el proceso de transferencia de carga, [O2] la concentración de oxígeno
disuelto y ket la constante de velocidad para la transferencia electrónica dada por la ecuación
(6).
δ
v(e − + O 2 ) = 2πρ 3 k et n e [O 2 ] (7)
R
El factor nuclear en este caso queda definido por la ecuación (8), donde kB es la
constante de Boltzmann, T la temperatura absoluta, ε 0A = ε 0 (O 2 / O •2− ) el potencial redox del
aceptor y εi= εBC el potencial correspondiente al electrón, considerado igual al de la banda de
conducción (BC) despreciando el band-bending.
κn = exp −
(
ε 0A − ε i − λ )
2
(8)
4kTλ
Caso 2: La transferencia de carga ocurre entre el oxígeno disuelto en solución y
electrones capturados en trampas superficiales. La velocidad del proceso ecap– + O2 → O2•–
Los mecanismos de destrucción de contaminantes orgánicos 107
− 2 3 T
v(e cap + O2 ) = πδ k et n t [O 2 ] (9)
3
(ε 0A − ε i − ∆ TR − λ) 2
κn = exp − (10)
4kTλ
3. PROCESOS ANÓDICOS
favorecidas respecto de las reacciones a partir de radicales. Por lo tanto, será necesario
considerar dos vías diferentes para la oxidación: la directa, que origina el catión radical D•+ a
partir de la transferencia electrónica desde el donor, y la indirecta, es decir la reacción de los
radicales hidroxilo con D. Aunque los primeros intermediarios detectados en las
degradaciones de una gran variedad de compuestos aromáticos son en general los derivados
hidroxilados [1, 19, 44], debe tenerse en claro que este hecho no necesariamente implica la
intervención de los radicales hidroxilo, ya que las mismas especies pueden formarse por la
hidrólisis del catión radical.
El ámbito donde se producen las reacciones de ambas especies tampoco permite
discriminar fácilmente entre uno u otro reactivo. La alta concentración de moléculas de agua o
iones hidroxilo sobre la superficie del catalizador favorece la rápida conversión de hbv+. Por
otra parte, si bien los radicales hidroxilo pueden migrar hacia el seno de la solución, el corto
tiempo de vida resultante de su gran reactividad determina que sus reacciones se verifiquen
sobre o en las proximidades de la superficie del fotocatalizador. Por lo tanto, ambos tipos de
oxidación deben tener lugar en la misma superficie o en su inmediata cercanía.
Aunque el tema ha sido reiteradamente considerado [1, 31, 45-50], la controversia sobre
la naturaleza del agente oxidante en las reacciones fotocatalíticas subsiste y sólo en algunos
casos se ha podido arribar a una respuesta concluyente. En general, los intermediarios
detectados coinciden con los que se observan usando otras fuentes de radicales, como la
reacción de Fenton (ver Capitulo 1) [51-52]. Pero, como se dijo más arriba, el análisis de los
productos de oxidación no permite generalmente discernir entre las dos posibles vías de
reacción.
Algunos ejemplos en los que se puede argumentar en favor de uno u otro oxidante son
los siguientes. Es conocido que en soluciones acuosas diluidas el fenol es preferencialmente
oxidado a través de reacciones homogéneas con radicales hidroxilo, mientras que en
soluciones concentradas la oxidación es iniciada por huecos [19]. Los experimentos de láser
flash fotólisis son útiles, ya que permiten el estudio de la dinámica de los portadores de carga
en semiconductores. Bahnemann y colaboradores [53] han demostrado que la adición de
dicloroacetato a soles de dióxido de titanio ocasiona una disminución en la intensidad del
espectro asignado a los huecos atrapados, los que sin embargo decaen con la misma cinética.
Este hecho representa una evidencia clara y directa en favor de la oxidación por transferencia
electrónica a los huecos.
Otras evidencias a favor de uno u otro proceso de oxidación han sido obtenidas
utilizando como solvente mezclas de acetonitrilo y agua a fin de controlar la generación de
radicales hidroxilo [54], o eligiendo sustratos adecuados que permitan discriminar entre la
degradación vía hbc+. Por ejemplo, en el caso de la quinolina (compuesta por dos anillos
condensados, uno bencénico y otro piridínico) se ha mostrado que el carácter electrofílico del
radical hidroxilo determina una reactividad dependiente de los sustituyentes del núcleo
bencénico, mientras que la oxidación directa se manifiesta en cambios producidos en el anillo
nitrogenado [55]. En el caso del ácido 2,4-diclorofenoxiacético se ha observado un cambio en
la distribución de productos al modificar el pH [56]. Se acepta en la actualidad que,
dependiendo del sustrato, ambos mecanismos pueden tener lugar en diferentes proporciones
[57]. Los factores que determinan la competencia entre el agua y el donor por las vacancias
involucran la afinidad de D por la superficie del semiconductor [1, 44, 53] y cuestiones de tipo
energético, a través de la posición relativa de la cupla D•+/D respecto de la banda de valencia
[30].
Los mecanismos de destrucción de contaminantes orgánicos 109
4. PROCESOS CATÓDICOS
Los procesos reductivos están vinculados con la suerte del electrón libre o capturado en
la superficie del semiconductor. En medios aeróbicos, habituales en procesos fotocatalíticos
medioambientales, el oxígeno adsorbido es la principal especie aceptora, conduciendo a la
formación de radical superóxido, O2•–, o su ácido conjugado, el radical hidroperoxilo, HO2•.
Este proceso está seguido generalmente por la formación de H2O2 (ver Capítulo 1 Sección
3.5), ecuación (26), o su reacción equivalente en medio ácido.
2O2•– + 2 H2O → H2O2 + O2 + 2 OH– (26)
A concentraciones de agua oxigenada suficientemente alta es posible la formación de
radicales hidroxilo por reacción con electrones, ecuación (11), o con radicales superóxido,
Los mecanismos de destrucción de contaminantes orgánicos 111
ecuación (27). De esta forma, indirectamente, los procesos catódicos pueden también activar
la oxidación de sustratos [68-69].
H2O2 + O2•– → O2 + OH– + OH• (27)
El mantenimiento de la electroneutralidad del sistema requiere que los procesos de
oxidación y reducción se verifiquen simultáneamente. Así, si el objetivo de la fotocatálisis es
la oxidación de un sustrato, los electrones de la banda de conducción deben ser consumidos
mediante la reducción de O2, ecuación (4), u otros oxidantes (por ejemplo, ecuaciones (11) y
(13)). Por el contrario, si el objetivo es la reducción, todas las otras especies reducibles, tales
como el O2, deben ser eliminadas [70].
Como regla, los primeros pasos en la degradación de compuestos orgánicos implican la
vía anódica, mediante la oxidación del sustrato a través de su reacción con radicales hidroxilo,
eventualmente generados en la reacción catódica, o huecos (ver Sección 3). La reducción
directa del sustrato ocurre por lo general sólo cuando éste posee átomos de carbono en su más
alto estado de oxidación, como sucede en los compuestos perhalogenados, y, por ende, no
pueden ser atacados oxidativamente [63]. La vía reductiva es importante también en
compuestos nitroaromáticos, con formación de cantidades apreciables de iones amonio. Esto
ocurriría en el caso de la descomposición de nitrofenoles [71].
De acuerdo con lo dicho más arriba, para que la descomposición del sustrato pueda ser
iniciada por la vía reductiva, en condiciones aeróbicas éste debe competir por el electrón con
el oxígeno. Las reducciones fotocatalíticas son menos frecuentes que las oxidaciones,
probablemente porque la capacidad reductora del electrón en la banda de conducción es
insuficiente o, al menos, mucho menor que la capacidad oxidante del hueco o el radical
hidroxilo. El electrón capturado es mucho menos reductor que el electrón acuoso, eac–, que se
genera, por ejemplo, por radiólisis. Otra posible explicación para la menor frecuencia de las
reducciones frente a las oxidaciones fotocatalíticas es cinética, en el sentido de que la mayoría
de los sustratos reducibles no pueden competir con el oxígeno en atrapar los electrones
incorporados a la banda de conducción [19].
No obstante el análisis anterior se ha comunicado la fotorreducción de algunos sustratos
orgánicos, muchos de ellos de relevancia medioambiental, en particular compuestos
halogenados [72-76]. El proceso se favorece en presencia de donores de electrones [77], como
ocurre con la reducción de metilviológeno en presencia de alcohol polivinílico [78-79].
Choi y Hoffman estudiaron la fotorreducción de CCl4 en una suspensión de TiO2 en
presencia de donores de electrones en un amplio intervalo de pH [80]. Los autores sugirieron
que el proceso inicial podría involucrar la transferencia de uno o dos electrones:
CCl4 + ebc– → CCl3• + Cl– (28)
CCl4 + 2 ebc– → CCl2: + 2 Cl– (29)
En medios anaeróbicos los radicales formados pueden recombinarse formando
percloroetano y percloroetileno. El radical diclorometileno puede reaccionar con agua
formando CO, ecuación (30), y finalmente CO2 por oxidación ulterior del CO. La ecuación
(31) representa la reacción total.
CCl2: + H2O → CO + 2 HCl (30)
CCl4 + 2 H2O→ CO2 + 4H+ + 4Cl- (31)
112 Grela, Loeb, Restrepo, Lagorio y San Román
En presencia de oxígeno, las posibles vías de reacción del radical CCl3• pueden
esquematizarse como sigue [63]:
O2 + CCl3• → •OOCCl3 (32)
•
OOCCl3 → •OCCl3 + 1/2 O2 (33)
• – –
OCCl3 + ebc → COCl2 + Cl (34)
COCl2 + H2O → CO2 + 2 H+ + 2 Cl– (35)
Otro ejemplo de fotorreducción es la deshalogenación de 1,1,2–triclorotrifluoroetano en
suspensiones de TiO2 en presencia de iones formiato y en ausencia de aire [74]. Los productos
principales de la reacción son 1,2–diclorotrifluoroetano y iones cloruro.
Un grupo de compuestos orgánicos de interés en el presente contexto está formado por
los nitroderivados [77, 81-83]. Un trabajo pionero y ampliamente citado en el tema es el de
Mahdavi y colaboradores [81], en el cual se discute la reducción de los grupos nitro a grupos
amino, tanto en compuestos alifáticos como aromáticos. Las características generales de la
reacción son las siguientes:
i) El rendimiento disminuye con la concentración del nitrocompuesto.
ii) La velocidad de reacción es mayor cuanto más bajo es el potencial redox del mismo.
iii) Contrariamente a lo esperable, la presencia de donores de electrones en el sistema reduce
la eficiencia del proceso. Esto se interpreta como una evidencia de la alta velocidad de
transferencia electrónica desde el semiconductor al nitrocompuesto y la baja velocidad de
recombinación.
iv) La eficiencia de la reducción aumenta marcadamente con la concentración de protones.
El mecanismo propuesto a partir de las consideraciones precedentes es el siguiente:
OH OH OH H H H
NO2 N NO N N
2e–, 2H+ –H2O 2e–, 2H+ 2e–, 2H+
H2O –H2O
R R R R R
flujo de fotones absorbido. Por otra parte, cuando se diseña un sistema fotocatalítico es
preciso tener en cuenta que la eficiencia del proceso se ve reducida por la dispersión de luz, la
cual determina que la penetración de la radiación incidente sea escasa.
Cuando un haz de luz monocromática de longitud de onda λ incide sobre un sólido, una
fracción αλ es absorbida, una fracción Tλ es transmitida y una fracción Rλ es reflejada en
forma difusa o especular:
1 = αλ + Tλ + Rλ (38)
La fracción transmitida es nula generalmente para una capa de sólido opaco de 1 a 3 mm
de espesor [85-86]. En este caso se dice que el sólido es ópticamente denso. Luego, la
medición de la reflectancia de una capa gruesa de sólido opaco alcanza para evaluar la
fracción absorbida. La determinación suele realizarse en un espectrofotómetro UV-visible
equipado con una esfera integradora. La teoría de Kubelka-Munk para sólidos ópticamente
densos [85] permite correlacionar la reflectancia difusa con propiedades intrínsecas del
semiconductor:
(1 − R λ ) 2 k (λ )
F(R λ ) = = (39)
2R λ s (λ )
donde k(λ) y s(λ) son respectivamente los coeficientes de absorción y de dispersión del
semiconductor a la longitud de onda de la radiación incidente y F(R) se conoce como la
función de remisión del material. A partir de las ecuaciones anteriores y despreciando la
contribución especular a la reflectancia, la fracción α puede calcularse conociendo k(λ) y s(λ)
a partir de:
αλ 2 k (λ )
= (40)
2(1 − α λ ) s(λ )
Se han propuesto diversos métodos para calcular la fracción de luz absorbida, válidos
cuando el tamaño de las partículas del catalizador es mucho mayor que la longitud de onda de
la radiación incidente, de forma tal que se aplican las leyes de la óptica geométrica y puede
excluirse la dispersión Rayleigh o Mie [89].
Augugliaro y colaboradores determinaron el flujo de fotones absorbidos por sólidos
policristalinos en suspensión [90]. La determinación de la fracción de luz absorbida se basa en
obtener la fracción de luz dispersada por extrapolación, midiendo la fracción transmitida en
función del espesor a concentración de fotocatalizador constante o en función de la
concentración a espesor constante. Este método fue utilizado para suspensiones con diámetro
de partículas entre 40 y 500 µm y longitudes de onda para la radiación incidente entre 200 y
600 nm.
Ballardini y Gandolfi usaron una celda cuadrada de paredes transparentes inserta en una
celda cilíndrica de paredes negras que tiene una entrada de luz lateral [91]. En un primer paso
se llena la celda central con una solución actinométrica apropiada, de concentración tal que
absorba todos los fotones provenientes de la radiación incidente. A partir de la degradación
116 Grela, Loeb, Restrepo, Lagorio y San Román
3
radiación
1 2
incidente
4
Las paredes externas, excepto la cara por donde entra la luz, están ennegrecidas y las
partes superior e inferior se cierran con superficies espejadas. Las celdas periféricas se cargan
con un actinómetro. En un primer experimento se llena la celda 1 con un actinómetro con
absorción total para determinar el flujo de fotones incidentes. En un segundo experimento se
llena la celda 1 con la suspensión a estudiar y se determina en la celda 3 la radiación
transmitida y dispersada, mientras que en las celdas 2 y 4 se determina solamente la radiación
dispersada por la suspensión. Suponiendo que la radiación dispersada a través de la cara
frontal es igual que la que reciben las celdas 2 o 4, puede estimarse la cantidad de fotones
netos que fueron absorbidos por la suspensión.
Los tres métodos requieren actinómetros y arreglos experimentales especiales. Otros
autores utilizan instrumental convencional para lograr el mismo propósito. Este es el caso del
método de Sun y Bolton [43,93], que usa una celda de camino óptico pequeño (0,2 mm)
colocada en la posición de la muestra en el accesorio de esfera integradora de un
espectrofotómetro utilizado para mediciones de reflectancia difusa, con una placa reflectante
de sulfato de bario detrás. La fracción de luz absorbida es en este caso (ver ecuación (38)):
αλ = (1 - Rλ) / 2 (44)
Donde el denominador 2 proviene de que la luz realiza dos pasajes por la celda. Dado
que el paso óptico usado es muy pequeño, las pérdidas de luz por las caras laterales resultan
despreciables. Ello mismo determina, sin embargo, que el arreglo no pueda ser utilizado para
mediciones cinéticas convencionales. Efectivamente, los autores proponen el método para
determinar el rendimiento cuántico de generación fotoquímica de radicales siguiendo la
reacción por resonancia paramagnética electrónica.
Amore y colaboradores desarrollaron un método que aúna la simplicidad del arreglo
experimental de Sun y Bolton con la metodología de Serpone y colaboradores y que permite la
determinación de rendimientos cuánticos en celdas convencionales de 10 mm de paso óptico
[94]. Las pérdidas laterales se estiman en este caso en base a la reflectancia no especular,
medida en un espectrofotómetro convencional de reflectancia difusa, y se corrige en base a
ello la ecuación (38), calculando así αλ.
Los mecanismos de destrucción de contaminantes orgánicos 117
Una vez evaluada la fracción de luz absorbida por la suspensión (o por el colorante en el
caso de fotocatalizadores sensibilizados) los rendimientos cuánticos pueden calcularse usando
una reacción en fase homogénea como referencia. En experimentos con radiación
monocromática, usando las mismas condiciones de irradiación para la muestra y la referencia,
se cumple la ecuación (47), donde φ es el rendimiento cuántico para una reacción con
velocidad r (mol dm-3 s-1), los superíndices M y R corresponden respectivamente al
fotocatalizador en suspensión y a la referencia en solución, A es la absorbancia de la
referencia y α es la fracción de luz absorbida por el fotocatalizador.
r M (1 − 10 − A )
φM = φR . (47)
rR α
En el caso de irradiación policromática dentro del intervalo de longitudes de onda λ1-λ2,
debe usarse la ecuación (48), donde I0λ es el flujo de fotones incidentes (mol.s-1.nm-1).
λ2
∫ I (1 − 10 ) dλ
− Aλ
0λ
M
r λ1
φM = φR λ2
(48)
rR
∫I
λ1
0λ α λ dλ
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6
1. INTRODUCCIÓN
fotoelectroquímicas. Por este motivo, se recomienda consultar el Capítulo 6 cada vez que
aparezcan conceptos vinculados en este capítulo.
-1.0 Mn2+/Mn0
Zn2+/Zn0
e- Cd2+/Cd0
cb
-0.3
Ni2+/Ni0
Pb2+/Pb0
0.0
Cu2+/Cu0
+0.5 Pt4+/Pt0
hν Ag+/Ag0
Hg2+/Hg0
+1.0 AuCl4-/ Au0
Cr2O72-/Cr3+
PbO2/Pb2+
+1.5
≈
vb
+2.9
+
h
Figura 1. Posiciones de los potenciales redox vs. ENH de varios pares metálicos con relación a los niveles de
energía de las bandas de conducción y valencia del TiO2 Degussa P-25 a pH 0.
3.1. Cromo
e − e − e −
Cr (VI) → Cr (V) → Cr (IV) → Cr (III) (6)
Como la oxidación conjugada del agua es muy lenta, el Cr(III) que se deposita sobre la
superficie de la partícula, puede ser reoxidado por los huecos acumulados [34]:
El uso extendido de metales del grupo del platino (Pt, Pd, Rh, Ru, Ir y Os) en
aplicaciones recientes, como convertidores catalíticos de escapes de automotores y en
fármacos inhibidores de cáncer ha aumentado, al mismo tiempo, la preocupación por la
contaminación ambiental provocada por estas especies metálicas. En su estado de oxidación
cero, las toxicidades de estos elementos son bajas, pero las formas solubles (como los
cloruros) son extremadamente tóxicas a niveles tan bajos como 1 ppb. Los convertidores
catalíticos, por otra parte, han introducido problemas tales como la emisión a la atmósfera de
partículas de metales nobles de tamaño adecuado para llegar a los pulmones [4].
El depósito fotoquímico de metales nobles y, en los años 70, la fotorreducción con TiO2
de iones de metales nobles encontró gran interés en procesos fotográficos (véanse, por
ejemplo, las referencias [40-42]).
Plata
Los efluentes de procesos fotográficos y las aguas residuales de joyería contienen
grandes cantidades de plata disuelta. Si bien no se conocen en detalle los efectos tóxicos de la
plata, se sabe que es un bactericida efectivo y que, consecuentemente, puede dañar
organismos vivos. Los niveles máximos permitidos en aguas municipales de los EE.UU.,
están en el intervalo 0,05-5,0 ppm [2]. Para evitar problemas de contaminación y para
recuperar la plata, se han desarrollado diversas metodologías de separación de los efluentes
que la contienen. El depósito fotocatalítico de plata metálica ha sido ampliamente usado en la
recuperación de este metal, principalmente de efluentes residuales fotográficos. También cabe
señalar que la fotocatálisis se ha utilizado en la preparación de semiconductores modificados
y como base de procesos para la obtención de imágenes fotográficas.
126 Domènech, Litter y Mansilla
En realidad, se conoce desde la década de los años 20 que la plata se fotodeposita sobre
semiconductores por irradiación de sales de Ag+ con luz UV [43-51], en algunos casos con
liberación simultánea de oxígeno en una relación molar Ag/O2 cercana a 4, de acuerdo con la
estequiometría de la reacción (8):
4 Ag + + 2 H 2 O → 4 Ag + O 2 + 4 H + (8)
m Ag 0 → Ag m (9)
− + −
Ag 0 + Ag + → (Ag) +2 →
e
→(Ag)3+ →
Ag 2 Ag e
Ag3 → ...... → Ag m (10)
El tipo y tamaño de las partículas de plata dependen de la naturaleza del TiO2: estudios
de TEM revelaron partículas de 2-8 nm homogéneamente distribuidas en el caso de P-25,
mientras que un fotocatalizador de BDH produjo partículas mayores y aglomeradas, de
tamaños y formas diferentes. La plata metálica no pudo ser detectada sobre rutilo porque la
dispersión de la plata sobre esta fase es muy pobre [61-62].
Los procesos primarios del depósito fotocatalítico de plata sobre nanopartículas de TiO2
fueron analizados recientemente mediante experimentos de fotólisis de pulsos láser resueltos
en el rango de los picosegundos [63]. En la misma escala de tiempo, se observaron estados
superficiales de fotoelectrones atrapados en la superficie (probablemente Ti(III)) y depósitos
de plata. Se infirió que el paso determinante de la velocidad de formación del depósito
coloidal es una transferencia de un electrón de esfera interna de Ti(III) a Ag+; las partículas
crecen de acuerdo con la secuencia alternante de agregación y reducción propuesta en la
ecuación (10).
Remoción de contaminantes metálicos 127
Platino
La producción de platino origina efluentes acuosos que contienen pequeñas cantidades
del metal; su recuperación es de enorme interés económico y ambiental. El platino soluble es
tóxico, y la inhalación de las partículas metálicas, pequeñas y finamente divididas, pueden ser
muy peligrosa. Se han usado varias técnicas de recuperación: precipitación, extracción por
solventes, intercambio iónico o reducción. El parámetro crítico para la elección del método lo
constituyen los costos económicos asociados. En este sentido, el depósito fotocatalítico puede
ser un método alternativo menos caro y más simple; el metal reducido mediante esta técnica
es separado del fotocatalizador con agua regia. Otra alternativa es el uso directo del producto
Pt/TiO2 como catalizador.
La ecuación (11) describe la reducción de PtCl62- sobre TiO2:
El proceso conjugado es la oxidación del agua por huecos, y la reacción redox global es:
hν ,TiO 2
PtCl 62− + 2 H 2 O → Pt 0 + O 2 + 4 H + + 6 Cl − (12)
básicos o ácidos, sólo se forma Pt(OH)2 [74]. En presencia de ácido acético, se deposita Pt(0),
probablemente a través de un mecanismo indirecto a partir de radicales libres fuertemente
reductores [75]. Sobre Pt/CdS, a baja concentración de H2PtCl6 y a pH 2.3, se produce PtS,
mientras que a pH 13 el depósito consiste en PtO2 y Pt(OH)2 [76-77].
Si existen depósitos de plata metálica sobre el dióxido de titanio, la totalidad de los
fotodepósitos de Pt se orientan sobre la plata, con un mecanismo similar al propuesto por las
ecuaciones (9) ó (10) [60, 62].
Se ha descrito recientemente un método para la recuperación de PtCl62- a bajas
concentraciones que usa condiciones similares a las de los procesos hidrometalúrgicos (bajo
pH y alta concentración de cloruro), en un sistema de flujo continuo con recirculación a través
de una columna iluminada que contiene el fotocatalizador, con metanol como reductor de
sacrificio. Con este método, se ha obtenido una esponja de Pt/TiO2, fácilmente separable por
centrifugación, de la cual el Pt fue recuperado casi cuantitativamente por disolución con agua
regia o ácido clorhídrico clorado [78].
Paladio
La formación de fotodepósitos UV de Pd sobre capas delgadas de TiO2 se interpretó
tempranamente como un proceso fotoelectroquímico [79]. Al avanzar en la interpretación del
fenómeno, se concluyó que la nucleación de Pd en cúmulos1 nanométricos requiere de una
concentración crítica de electrones elevada, que se logra mediante iluminación prolongada; de
ese modo, se forman granos de Pd sobre la superficie. La fuerza impulsora de la
fotonucleación es la remoción de huecos, que ocurre en los sitios superficiales desnudos del
TiO2 [80]. Como se dijo anteriormente [67-68], la formación de depósitos de Pt y Pd sobre
monocristales de TiO2 ocurre preferentemente en la oscuridad, si bien las grietas superficiales
también pueden ser sitios selectivos de reducción.
La adición de PdCl2 a suspensiones acuosas desgasadas de TiO2 da lugar al depósito
irreversible de Pd(0) [64-65, 81-82], sin que se registre evolución de hidrógeno. La velocidad
aumenta en presencia de metanol [83] y otros aceptores de huecos. Se ha propuesto que la
formación de fotodepósitos en ácido acético glacial está acoplada con la oxidación
fotoasistida del ácido [84]:
2 CH 3 COOH + Pd 2+ → CH 3 CH 3 + 2 CO 2 + Pd 0 + 2 H + (13)
Oro
El oro es un material de importancia económica extrema en varias aplicaciones
industriales y ampliamente usado en la manufactura de joyería y metalizado. Se investigan
constantemente métodos para su recuperación, y la fotocatálisis parece ser una excelente
técnica para este propósito.
1
Hemos traducido el término inglés cluster por su equivalente español más próximo, cúmulo.
Remoción de contaminantes metálicos 129
Rodio
La obtención de fotocatalizadores de Rh/CdS por irradiación UV o visible de soluciones
de cloruro de rodio bajo argón involucra la formación de Rh(0) sobre la superficie de CdS
[92-93]. Se ha ensayado este proceso como método de recuperación de rodio, lográndose la
reducción total al estado metálico a partir de soluciones acuosas de cloruro de rodio a pH 0 en
dispersiones de TiO2 con luz solar simulada [85] en ausencia de oxígeno y en presencia de
metanol (o etanol [86]). En contraste con el caso del oro, y más marcadamente que en el caso
del paladio, el oxígeno interfiere en la reacción. La cantidad de Rh eliminado aumenta con el
pH, debido a la lenta hidrólisis de Rh3+(ac) a Rh(OH)3.nH2O. La fotorreducción es más lenta
que en el caso del Au(III), lo cual sugiere algún tipo de barrera cinética; sin embargo, este
efecto puede aprovecharse para la recuperación selectiva (véase más adelante). La formación
de depósitos alcanza su máxima velocidad a pH 1,87; a pH mayores que 3,1, el Rh es estable
con respecto a la reducción y permanece en solución.
Hierro
El hierro no es especialmente tóxico y generalmente no se controla su presencia en
efluentes, salvo por los efectos indeseables de turbiedad ocasionada por precipitados de
óxidos o hidróxidos. La insolubilidad de éstos se suele aprovechar para eliminar el hierro, por
agregado de álcalis, cuando la situación lo requiere. El efecto principal de la presencia de
iones Fe(II) o Fe(III) en un sistema fotocatalítico es la aceleración o inhibición de las
reacciones de oxidación. Para este tópico se recomienda consultar el Capítulo 5, la referencia
[5] y las referencias allí indicadas.
Mercurio
El mercurio (II) es un componente frecuente de aguas residuales industriales. Es tóxico
a concentraciones mayores que 0,005 ppm, y no puede ser degradado bio- o químicamente. La
contaminación de aguas con mercurio fue responsable de un desastre ecológico de
proporciones en Minamata, Japón. En Suecia y Alemania la cantidad permisible en agua
potable es 0,001 ppm [2]. Los compuestos de mercurio se usan principalmente como
plaguicidas agrícolas; también se usan en la industria cloro-álcali, en pinturas, como
130 Domènech, Litter y Mansilla
CH 3 HgCl + H 2 O → 1
2 O 2 + H + + Cl − + Hg 0 + CH 4 (16)
Cobre
El cobre está presente como trazas en aguas naturales; también suele estar presente en
aguas residuales provenientes de industrias como la electrónica, construcción, maquinaria
industrial, transporte, suministros militares y galvanoplastía. Es tóxico en concentraciones
mayores a 100 ppm. En Suecia, el límite permisible para agua potable es 0,05 ppm [2]. La
remoción de cobre se lleva a cabo usualmente por electrólisis, intercambio iónico, adsorción
sobre carbón activado, precipitación química, ósmosis inversa o extracción por solventes,
pero algunos de estos métodos no son efectivos para bajas concentraciones. Se ha propuesto
que el depósito fotocatalítico de cobre sobre partículas de TiO2 sería una técnica eficiente y de
bajo costo [17, 107-110]. En el proceso fotocatalítico, el oxígeno es generalmente perjudicial,
porque su reducción a agua, a peróxido de hidrógeno o incluso a radical superóxido por los
electrones de la banda de conducción del TiO2 está favorecida termodinámicamente [111].
El trabajo pionero de Wrighton et al. [69] informa la medición de excelentes
fotocorrientes con depósitos de cobre por irradiación de electrodos de TiO2 y SrTiO3 en una
solución acuosa de CuSO4. Aun bajo condiciones de circuito abierto, el depósito de Cu(0)
ocurre en las áreas oscuras del fotoelectrodo junto con la producción de oxígeno en las zonas
iluminadas.
También se ha informado un método efectivo para la remoción y depósito de cobre en
concentraciones aun menores a 10 ppm (en ausencia de oxígeno), resultando ser éste un
procedimiento valioso para preparar materiales modificados de Cu/TiO2. En este
procedimiento se provoca la reducción de CuSO4 a Cu(0) por iluminación de suspensiones
acuosas de polvos de TiO2 y WO3 en condiciones anaerobias, tanto en presencia como en
ausencia de acetato [112]. En ausencia del atrapador de huecos, el depósito ocurre en el modo
fotosintético, ecuación (18) mientras que en presencia de acetato, la reacción es fotocatalítica
(ecuación (19)):
En este caso, no son posibles reacciones de tipo foto-Fenton (véase Capítulo 1 y ref. 5)
porque el cobre está depositado y no en solución. Los rendimientos de depósito de cobre
fueron más altos en el último caso porque, en el modo fotosintético, la reacción inversa es
espontánea y un cortocircuito conduce a la reoxidación del cobre. En presencia del atrapador,
la reacción inversa es menos probable porque la oxidación de acetato compite más
favorablemente que la del agua con la reoxidación del cobre [64]. Como hecho notable, el
depósito se observaba sólo con algunos donores como formiato, oxalato, ácido cítrico, EDTA,
etc., y no con otros como terbutanol, acetato o propionato, pero no se ha podido establecer
una correlación clara entre el depósito del cobre y las propiedades fisicoquímicas de los
atrapadores. Sin embargo, el depósito es siempre efectivo en presencia de pequeñas
cantidades de metanol, aun en mezclas que contienen otras sustancias orgánicas, sugiriendo
132 Domènech, Litter y Mansilla
que el agregado de metanol sería conveniente para tratar mezclas residuales de compuestos
orgánicos y cobre donde el depósito del cobre es lenta [110].
Con respecto a la naturaleza del depósito, se han obtenido resultados controvertidos y
dependientes de la presencia de oxígeno. En algunos casos, la remoción del Cu(II) fue exitosa
[64, 66, 112-114], pero en otros se observó una reproducibilidad pobre [107] o incluso la
ausencia de depósitos [12]. Se interpretó que la fotorreducción llega sólo a Cu(I), y no al
estado metálico, aun en presencia de ácido acético o bajo atmósfera reductora. Sobre ZnO,
tanto en suspensiones oxigenadas como desoxigenadas de tampón acetato, se ha observado
fotorreducción de Cu(II) con alto rendimiento, aunque con disminución de la velocidad a
largos tiempos de irradiación debido al efecto apantallante de los depósitos de cobre [107]. Se
ha informado también el depósito fotoelectroquímico de especies de cobre sobre partículas de
TiO2 en oxígeno en presencia de donores como EDTA y 2,2’,2”-nitriloetanol (TEA). En
suspensiones neutras y alcalinas, se forma Cu(0) ó Cu2O, pero a pH 5 el Cu metálico se forma
sólo en presencia de EDTA; se propone la participación del complejo Cu2+-EDTA, que se
reduce por electrones de la banda de conducción a Cu2O ó Cu. Como una interesante
aplicación de este sistema, se obtuvo el depósito de especies de cobre sobre las partes
irradiadas de una placa de alúmina recubierta con un sol de TiO2 a partir de una solución de
baño de cobreado químico que contenía EDTA [108]. Se propone que la formación de una
mezcla de Cu2O y Cu(0) a partir de soluciones oxigenadas de fenol [113] o formiato [115], se
debe a una reducción y reoxidación continua (ecuaciones 20 y 21) seguida por una reducción
más pronunciada de Cu2+ a Cu(0) o desproporcionación de Cu+ (ecuación (22)):
Cu + + 12 O2 + ebc − + 2 H + → H 2O + Cu 2 + (21)
2 Cu + → Cu 2+ + Cu 0 (22)
←
No puede excluirse tampoco el camino por el cual los iones Cu2+ actúan meramente
como trampas de electrones:
Cu 2+ + 2 ebc − → Cu 0 (23)
Se ha propuesto un método de metalizado de Cu por fotodepósito sobre películas y
partículas de TiO2 en una solución de tartrato de cobre alcalino, útil para la fabricación de
componentes microelectrónicos [113]. Estudios espectroscópicos sugieren que la
fotorreducción inicial forma pequeñas partículas de Cu2O, mientras que las partículas de Cu
se observan sólo a tiempos de iluminación largos y/o altas intensidades; nunca se forma CuO.
Otros trabajos informan resultados diferentes en ausencia de aire: la reducción genera Cu+ y
no se forma CuO; la reoxidación espontánea tiene lugar posteriormente, por exposición al aire
[109, 116]. En estos casos, no se obtiene cobre metálico, ni siquiera en presencia de ácido
acético o hidrógeno. Una consecuencia útil de este comportamiento es la posibilidad potencial
de separación simultánea de metales nobles y comunes, tal como se describirá más adelante.
Basándose en estas propiedades, se ha diseñado un procedimiento cíclico para corrientes
residuales mixtas de compuestos orgánicos y sales de cobre, como las generadas por los baños
de cobreado químico [109, 117]. Un primer paso fotocatalítico reductivo con TiO2, en
ausencia de O2, con formiato, produciría una mezcla de Cu(I) y Cu(0), al que seguiría un paso
oxidativo, concentrador de volumen, efectuado en la oscuridad y en presencia de oxígeno. Los
compuestos orgánicos serían luego mineralizados por un nuevo paso fotocatalítico.
Remoción de contaminantes metálicos 133
Uranio
Generalmente, el uranio se elimina de efluentes acuosos por adsorción sobre superficies
de óxidos, reducción biológica o precipitación. El uranilo (UO22+) no puede reducirse
fotocatalíticamente al estado elemental, aun a pH 14, pero sí a estados de oxidación menores
(U4+, UO2+, U3+), dependiendo del pH. Después de la fotorreducción de soluciones de uranilo
a pH 6 en suspensiones o sobre electrodos de TiO2 iluminados en presencia de reductores de
sacrificio (2-propanol, acetato o formiato), la reoxidación conduce a un óxido gris oscuro de
estequiometría cercana a U3O8, que se deposita sobre el catalizador. Se ha postulado que la
complejación de uranilo con los atrapadores de huecos es esencial en el proceso [120]. Los
iones uranilo también pueden eliminarse en presencia de EDTA; hay una influencia notable
de la relación U:EDTA y del pH de la solución. La velocidad es máxima a pH 2,14; la
reoxidación del sobrenadante a U(VI); es importante en estas condiciones, pero despreciable
en medios neutros y básicos. Se proponen dos tratamientos posibles: 1) a pH 7, para alcanzar
un compromiso entre la velocidad de reducción y la remoción de U adsorbido por adsorción;
2) a pH variable, realizando la reducción en medio ácido y aumentando luego el pH del medio
para adsorber el U reducido, con posterior centrifugación [121].
Níquel
La toxicidad del níquel es importante; las regulaciones alemanas exigen concentraciones
menores de 0,05 ppm para agua potable [2]. Las tecnologías de remediación más usuales
incluyen adsorción sobre carbón activado, biomasa u óxidos metálicos, así como retención
por intercambio iónico [7].
El Ni(II) (Eo = -0,23 V vs. ENH) y, en general, los metales con potenciales redox
relativamente negativos no pueden ser reducidos directamente por los electrones de la banda
de conducción del TiO2 a pH < 7 a través de los tres mecanismos mencionados en la Sección
2 [7]. La ruta oxidativa tampoco es posible porque el níquel no tiene estados de oxidación más
altos accesibles [75]. Es posible, en cambio, una reacción fotoinducida a través de una especie
oxidable que produzca un intermediario fuertemente reductor (véase más abajo).
Se han obtenido resultados contradictorios. Así por ejemplo, se informa sobre la
ausencia de depósitos de níquel sobre Degussa P-25, un fenómeno que está de acuerdo con
los datos del potencial redox del níquel [12]. Por el contrario, y en contradicción con lo
anterior, se informa la produccíón de un depósito de NiO a partir de una solución acuosa de
Ni(NO3)2 atribuida a la reducción fotocatalítica sobre SrTiO3, seguida de reoxidación [122].
La observación de un depósito en el caso del uso de nanopartículas de TiO2 [123] sólo pudo
134 Domènech, Litter y Mansilla
ser explicado por el efecto de cuantización (ver Capítulo 4), que provoca un aumento en el Ufb
del material de alrededor de 0.6 V con respecto al de la anatasa. Esto reforzaría la hipótesis de
que el níquel no puede reducirse termodinámicamente sobre partículas micrométricas de
TiO2.
Por otra parte, en presencia de oxalato, etanol o metanol, pudo observarse la reducción
del níquel en solución [75]. En estos casos, se ha postulado que el proceso tiene lugar por una
reacción indirecta que comienza por la oxidación del agente de sacrificio por huecos, con
formación de, por ejemplo, CO2 y CO2•- cuando el compuesto es oxalato:
2− .−
C2O4 + hbc + → CO2 + CO2 (24)
El CO2•- es un fuerte reductor (E0 ≅ -1.9 V) y podría reducir Ni(II) a una especie de
Ni(I), la cual a su vez se reduciría a Ni metálico, por acción de otro CO2•-, de un electrón de la
banda de conducción, o por desproporcionación a Ni(II) y Ni(0).
Otro trabajo propone que son posibles ambos mecanismos, el directo y el indirecto. En
ausencia de atrapadores de huecos, ocurriría la ruta reductiva directa que es cinéticamente
lenta porque el camino anódico es la oxidación del agua. El efecto deletéreo del oxígeno
confirma que la reacción es mediada por electrones. La adición de formiato causa una
aceleración de la velocidad de eliminación de Ni(II), que ocurriría por la ruta indirecta. La
detección de NiO por XPS después de la reacción, indicaría la posibilidad de ataque de
huecos sobre las islas de níquel inicialmente formadas [7].
Como ya se dijo, la ruta directa reductiva en sistemas fotocatalíticos con TiO2 para
metales con valores negativos de Eo relativamente altos, tales como el plomo (EoPb2+/Pb0 = -
0,126 V) o el manganeso (EoMn2+/Mn0 = -1,026 V), está prohibida o es muy difícil. En
contraste, es posible la ruta oxidativa a través del ataque por huecos, debido a la existencia en
estas especies metálicas de estados estables de oxidación más altos, que además forman
óxidos poco solubles en agua.
La irradiación de electrodos semiconductores sumergidos en soluciones conteniendo
plomo y talio bajo polarización anódica conduce al depósito de los respectivos óxidos sobre
las áreas iluminadas, de acuerdo con la ecuación (25) [40-41].
El tratamiento de soluciones de Pb2+ puede hacerse con TiO2 puro o TiO2 platinizado; el
proceso (favorecido en aire) es más eficiente en el segundo caso. Según el catalizador
empleado, se forma PbO o PbO2, respectivamente [97, 125-126]. Aunque el valor del
potencial EoPbO2/Pb2+ = +1,46 V, es suficientemente positivo para la oxidación del Pb(II) sobre
TiO2, la ausencia de oxidación sobre el semiconductor puro se ha atribuido al alto
sobrepotencial para la reducción conjugada de oxígeno. La carga de Pt sobre el dióxido de
titanio disminuiría este sobrepotencial [126]. Otra interpretación propone la reducción de
Pb(II) a Pb(0) sobre las islas de platino, con la oxidación del agua como proceso conjugado
[125], y la oxidación posterior a PbO2 por los huecos de la banda de valencia o por reacción
con O2-•:
Pb 2 + + 2 e cb
−
→ Pb 0 (26)
Este proceso no se observa en atmósfera de argón, o con TiO2 puro aun en presencia de
oxígeno. El Tl+, se transforma en Tl2O3; también se transforman Co2+ y Mn2+, especialmente a
bajas concentraciones, con un orden de velocidad Pb2+ > Mn2+ > Tl+ > Co2+ [97].
La fotocatálisis heterogénea de nitrobenceno en agua a pH 6 en presencia de bajas
concentraciones de Pb(NO3)2 conduce a la degradación del compuesto orgánico y a la
remoción simultánea de plomo como PbO2. La ausencia de eliminación a pH ácido se atribuye
a la repulsión electrostática entre la superficie positiva del TiO2 y el Pb2+ [127].
La reducción de Pb2+ a plomo metálico que, como hemos visto, no es posible sobre
TiO2 puro [97, 125], puede tener lugar usando un catalizador modificado, formado por
nanopartículas de TiO2 complejadas superficialmente con cisteína. De esta forma cambian las
propiedades redox del semiconductor y aumenta la adsorción de iones metálicos. Se ha
propuesto que también sería posible la reducción de Cd(II) en presencia de complejantes
adecuados [128-130]. El tratamiento fotocatalítico directo de complejos de plomo parece ser
un método promisorio para la recuperación del metal [131]. Trabajos recientes proponen la
eliminación de Pb(II) [132-133] y de Cd (II) [134] de soluciones con EDTA por fotocatálisis
heterogénea sobre TiO2 y posterior adsorción en medio alcalino. Se indica la formación de
depósitos de PbO2 a pH 6 en aire [135]. Recientemente, se ha informado que un sistema
fotocatalítico formado por un papel recubierto con oxalato de calcio y pintado con una
suspensión de anatasa es capaz de eliminar metales pesados (Pb, Hg, Ag y en menor extensión
Cd y Cu) bajo irradiación solar [136].
136 Domènech, Litter y Mansilla
4. TRATAMIENTO DE MEZCLAS
5. CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
A la Sra. María Cristina Skrzywanek y todo el personal del Centro de Documentación del Centro
Atómico Constituyentes de la CNEA por valiosa ayuda en la obtención de los materiales bibliográficos. Este
trabajo es parte del proyecto CNEA-CAC-UAQ #95-Q-03-05. M.I.L. agradece a la Red CYTED VIII-G, al
CONICET y a la ANPCYT (Argentina) por fondos para esta investigación. M.I.L. es miembro de CONICET.
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7
1. MATERIALES NO SOPORTADOS
El TiO2 en forma de polvo ultrafino, con tamaño de partícula promedio entre 50 y 100
nm y predominio de la fase anatasa, es el material más comúnmente usado en las plantas de
tratamiento de aguas; también es el precursor usual en la preparación de catalizadores
soportados para el tratamiento de aire. Resulta por lo tanto importante discutir brevemente
algunos de los métodos más comunes de preparación de TiO2 en polvo.
Las materias primas para la producción de TiO2 son ilmenita, rutilo, rutilo sintético,
leucoxeno y anatasa natural.
La ilmenita posee un 43-61 % de TiO2 y entre 34 y 49% de óxido de hierro. Se
encuentra en depósitos naturales primarios sitos en Noruega, Rusia, Finlandia, Canadá y
EE.UU. También se encuentran arenas de fácil procesamiento en Sudáfrica, Australia, India,
Brasil, Malasia y Egipto.
El rutilo se extrae de arenas de río, que poseen entre 90 y 98 % de rutilo, junto con Fe,
Zr, V, Cr, Al, Si y Mg. El principal productor es Australia.
El rutilo sintético se obtiene de la ilmenita, extrayendo el hierro y conservando la forma
de la partícula. Este tipo de partícula es especialmente adecuado para los procesos de
cloración en lecho fluidizado.
En Brasil se encontraron los depósitos más ricos del mundo de anatasa natural, con un
contenido de TiO2 de un 30 a un 40%. Este mineral constituye una importante fuente
potencial de materia prima para la obtención de TiO2 por el método de cloración.
Existen dos métodos en uso para la obtención del TiO2 a partir de las materias primas: el
proceso sulfato y el proceso cloro. (los detalles se pueden ver en la referencia [1].) El proceso
cloro se encuentra en expansión, y es el que provee la materia prima para la preparación del
TiO2 de mayor uso en fotocatálisis. El proceso se basa en el tratamiento de rutilo sintético con
cloro para formar el tetracloruro de titanio gaseoso. Este compuesto es relativamente fácil de
purificar y se lo utiliza para producir TiO2 en los procesos que se discuten a continuación.
primarias [4]. El tamaño de partícula oscila entre los 10 y 100 nm. Independientemente del
tiempo de residencia, los productos formados por oxidación en llama son generalmente fases
metaestables; en el caso del TiO2, el producto mayoritario es anatasa. Este comportamiento es
típico de los líquidos cristalizados rápidamente, que generan la fase sólida más parecida a la
fase líquida.
El proceso de agregación de sílice en la llama O2 + SiCl4 + H2 fue estudiado
ampliamente, y los resultados pueden extenderse a otros sistemas [5]. En el comienzo, el
proceso de agregación en la llama es “balístico”: los monómeros recorren distancias grandes
comparadas con el tamaño del cúmulo (cluster) al que se unen. Cuando choca, el monómero
penetra profundamente en el cúmulo, y se forman partículas densas, que llegan a alcanzar
unos 9 nm de diámetro. En esas condiciones, el camino libre que recorren los monómeros
antes de chocar es similar al radio del cúmulo, y las partículas continúan creciendo por un
mecanismo Browniano: los cúmulos más pequeños chocan con los más grandes y quedan
anclados en la superficie. La morfología cambia de partículas densas a agregados ramificados.
El aumento del tiempo de residencia en la llama lleva a la obtención de partículas de
superficie menos rugosa (ver referencia [6] y referencias relacionadas).
Proveedor dp / nm da / nm Sg / m2 g-1
Tabla I. Diámetro de partículas individuales (dp), diámetro de los agregados formados en agua de
conductividad 18 MΩ (da) y superficie específica de polvos de dióxido de titanio ofrecidos por diversos
proveedores. Tomada de M.I. Cabrera, O.M. Alfano, A.E. Cassano, J. Phys. Chem., 100(51), 20043-20050
(1996).
Cuando se acercan dos partículas coloidales, las fuerzas de London dan origen en todos
los casos a interacciones atractivas entre los átomos de las dos partículas. Estas fuerzas se
originan en la interacción de los dipolos fluctuantes creados por la mutua polarización de las
nubes electrónicas. Pueden existir además fuerzas entre dipolos permanentes (fuerzas de
Keesom), o entre un dipolo permanente y un dipolo inducido (fuerzas de Debye). Estas
fuerzas de atracción son aditivas sobre todos los átomos (teniendo en cuenta las distancias de
cada caso), por lo cual la fuerza de atracción entre dos partículas de un mismo material resulta
de la integración sobre el volumen de las partículas, y adquiere valores importantes. La
integración es relativamente sencilla para geometrías simples y permite calcular la energía de
interacción VA, que es función de la distancia h. Para dos planos infinitos VA es inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia, con una constante de porporcionalidad propia de
146 Candal, Rodríguez, Colón, Gelover, Vigil, Jimenez González y Blesa
cada material, medida por la denominada constante de Hamaker A, cuyo valor oscila entre
10-19 y 10-20 J.
VA = -A/12πh2 (3)
Para esferas, la expresión es más complicada; contiene un término logarítmico que
produce un decaimiento más lento que en el caso de los platos para distancias cortas, pero más
rápido para distancias largas. Para distancias de separación h mucho menores que el radio (R),
se aplica la ecuación (4), que predice una dependencia con la inversa de la distancia. Como
R/πh << 1, las partículas deben acercarse más que en el caso anterior, a unos pocos
nanometros para que la atracción sea importante.
VA = -AR/12h (4)
En ausencia de otros factores, las energías de atracción conducen a velocidades de
agregación elevadas, correspondientes al llamado régimen rápido de Von Smoluchowski,
ecuaciones (5) y (6), donde n es la concentración de partículas y kr es la constante de
agregación difusional, para esferas de radio R con un coeficiente difusional D:
-dn/dt = kr n2 (5)
kr = 16πRD (6)
Para prevenir la agregación, debe existir una barrera de repulsión electrostática entre las
partículas (debida a la existencia de cargas superficiales), o se debe impedir el acercamiento
por adsorción de una película orgánica suficientemente gruesa.
En el Capítulo 4 se describió la generación de cargas σ0 y potenciales superficiales ψ0 ;
también se describió el perfil del potencial eléctrico ψ en la región de la doble capa eléctrica
del lado de la solución, según los diversos modelos de la misma. A partir de la expresión de
ψ(h), se puede calcular la energía de repulsión entre las partículas, VR. Para dos esferas se
aplica la ecuación (7), donde n0 es la concentración analítica en moléculas por unidad de
volumen, γ = zeψ0/4kT es un potencial eléctrico reducido,1 donde e es la carga del electrón, z
= ±1 y k es la constante de Boltzman; κ-1 es una medida del espesor de la doble capa (ver
Capítulo 4).
VR = 64πRn0kTγ2κ-2 exp(-κh) (7)
La energía de interacción total VT es la suma de las contribuciones atractivas y
repulsivas. Para partículas esféricas y para R>>h,
VT = 64πRn0kTγ2κ-2 exp(-κh) - AR/12h (8)
La Figura 1 muestra como varía VT con la distancia de separación en el caso más
general. Cerca de las partículas hay un mínimo profundo (atracción) producido por las fuerzas
de van der Waals. Para acceder a este mínimo, es necesario superar la barrera de repulsión
electrostática asociada al máximo de la Figura 1. Si la barrera es mayor que ≅ 10 kT, todas las
colisiones producidas por el movimiento Browniano son elásticas, porque las partículas no
1
Se ha usado el potencial superficial ψ0 para definir el potencial reducido. Esta expresión es correcta cuando la
carga superficial se debe sólo a la quimisorción de protones. Cuando existe quimisorción de aniones y cationes,
las expresiones dependen de los planos de adsorción de aniones y cationes, y en general será más correcto usar
ψβ o ψd (ver Capítulo 3) para definir el potencial reducido. Como esta última magnitud suele identificarse con el
potencial ζ, las mediciones electroforéticas proveen importante información para predecir la estabilidad de una
suspensión.
Materiales para fotocatálisis y electrofotocatálisis 147
poseen energía suficiente para sobrepasar el máximo; la suspensión es estable (no hay
agregación). La altura de la barrera depende de diversas variables (ecuación (8), en su
máximo). Desde el punto de vista de su control, las más importantes son γ y κ La primera está
definida por el pH de la solución e influida por la quimisorción de aniones y cationes, y
adopta valores elevados (barreras altas) lejos del valor de pH0, que es del orden de 6,5 para el
dióxido de titanio (ver Capítulo 4). Cuanto menor es el espesor de la doble capa, κ-1, que
depende esencialmente de la fuerza iónica, menor es el potencial de repulsión.
1.1
Potencial Total x 10 /erg
0.7
0.5
0.3 mínimo
0.1
-0.1
0 50 100 150 200 250 300
-0.3
-0.5
Distancia interpartícula/A
Figura 1. Variación de la energia potencial en función de la distancia de separación, para dos partículas
esféricas de radio 100 nm. A= 10-12 erg; κ= 1,04x107 cm-1 (electrolito 1:1; 0,1 M).
Cε 3 k 5 T 5
cf = (9)
A 2e6 z 6
148 Candal, Rodríguez, Colón, Gelover, Vigil, Jimenez González y Blesa
4
3
Potencial de interacción x
2
1
10 /erg
0
11
-1 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
-2 Distancia interpartícula/A
Figura 2. Efecto de la fuerza iónica sobre la energía potencial en función de la distancia de separación, para
dos partículas esféricas de 100 nm de radio. A = 10-12 erg. Electrolito 1:1.
1
Ver nota al pie en pag. 146.
Materiales para fotocatálisis y electrofotocatálisis 149
Figura 3. Movilidad electroforética de TiO2 en NaCl 10 mM, sin () y con () fosfato de potasio. (Tomado de
B. P. Nelson, R. J. Candal, R. M. Corn y M. A. Anderson; Langmuir, X, 2000). Nótese el valor de pHo ≅ 4,9
(comparar con Capítulo 4).
2. MATERIALES SOPORTADOS
métodos se pueden clasificar en dos grandes grupos, los que usan suspensiones en fase líquida
(acuosa o alcohólica), y los que usan una fase vapor para el transporte de material a depositar.
Existen dos vías principales para fijar TiO2 sobre distintos tipos de sustratos, que
utilizan medios líquidos [21]:
Suspensiones de TiO2 prefabricado (STPF): Esta ruta está basada en la preparación de
suspensiones de TiO2 particulado en un dispersante adecuado, utilizando TiO2 previamente
sintetizado por alguno de los métodos discutidos en la Sección 1.1. La suspensión se pone en
contacto con el sustrato utilizando algunos de los métodos discutidos más adelante. Se forma
así una película compuesta por partículas adheridas a la superficie; se evapora entonces el
solvente y se seca la película para eliminar los restos de solvente. Habitualmente, se repite la
operación para disminuir imperfecciones. Finalmente la película se fija con un tratamiento
térmico adecuado que conduzca a la sinterización de las partículas entre ellas y con el
sustrato; la temperatura depende fuertemente del sustrato. En muchos casos, especialmente
cuando el dispersante es agua, se utilizan agentes ligantes tales como alcohol polivinílico o
polietilenglicol [15-16], para mejorar la adherencia de las partículas entre sí y con el sustrato.
Durante el tratamiento térmico, los ligantes se eliminan completamente por oxidación. El
proceso por el cual se fijan las partículas al sustrato no está totalmente esclarecido. Muy
probablemente estén involucradas interacciones electrostáticas entre partículas y superficies
cargadas [22], aunque no pueden descartarse interacciones covalentes cuando la adhesión es
extremadamente fuerte (por ejemplo con el vidrio).
Suspensiones Preparadas por Método Sol-Gel: En este caso las partículas de TiO2 se generan
en el mismo medio dispersante. Como precursores se utilizan principalmente alcóxidos de
titanio o, en menor medida, TiCl4. El proceso de formación de las películas involucra los
siguientes pasos: i) hidrólisis del precursor con formación de grupos OH terminales, ii)
condensación por formación de uniones ≡Ti-O-Ti≡ con pérdida de agua, iii) condensación
cruzada con formación de polímeros o partículas submicrométricas, iv) gelificación con
formación de una estructura tridimensional, v) deshidratación y densificación por
calentamiento. Existen dos alternativas para el proceso de hidrólisis: i) hidrólisis controlada
en medio alcohólico con cantidades estequiométricas o sub-estequiométricas de agua, que da
lugar a la formación de polímeros inorgánicos [23-24]; ii) hidrólisis con un exceso de agua
seguida de peptización en medio ácido o básico, que da lugar a partículas submicrométricas
(ver 1.1. y referencias [9-16]). El tamaño de partícula y las características de las películas
depende de las condiciones de síntesis del sol. Los soles poliméricos producen películas más
compactas debido a la interpenetración de las unidades poliméricas durante la gelificación y
secado. A partir de soles particulados se obtienen películas cuya porosidad depende del grado
de agregación de las partículas del sol. Cuanto mayor es la repulsión entre las partículas,
menor es la agregación, y durante el secado se empaquetan en forma compacta, generando
películas microporosas; cuando hay poca repulsión entre las partículas, el empaquetamiento
en las películas es menos compacto y son más porosas [25]. En lo que respecta a la actividad
fotocatalítica de las películas preparadas con uno u otro método, se han informado resultados
algo contradictorios; probablemente porque no siempre los experimentos se realizaron en las
mismas condiciones y/o porque no se consideraron efectos de limitación de transporte de
masa [21]. En general se acepta que deben conseguirse áreas superficiales lo mayor posible y
que la fase más fotoactiva es la anatasa. Sin embargo, tanto el área superficial como la fase
presente luego del tratamiento térmico, dependen fuertemente del sustrato, como se verá más
adelante en la Sección 2.3.
152 Candal, Rodríguez, Colón, Gelover, Vigil, Jimenez González y Blesa
Para aplicar la suspensión o el sol sobre el sustrato, existen varios métodos que permiten
hacerlo en forma controlada, es decir, regulando el espesor de la película a través del ajuste de
variables bien definidas, típicas de cada método.
Dip-coating: Se sumerge el sustrato en el sol, se lo mantiene inmerso durante un tiempo, y
luego se lo extrae a velocidad controlada. El control del tiempo de contacto es especialmente
importante cuando se usan substratos porosos cuyos poros se llenan por capilaridad, en el
proceso denominado slip-casting que se discutirá más abajo. La Figura 4 muestra los procesos
que tienen lugar cuando comienza a retirarse un substrato no poroso. Se forma una capa de
líquido asociada a la superficie que, cuando emerge de la superficie del baño, se separa en dos
corrientes: una que sigue al sustrato y otra que vuelve al baño.
Figura 4. (A) Etapas del proceso de dip-coating. (B) Corrientes del líquido durante la extracción del sustrato.
El espesor de la película depende de la altura a la cual se dividen las dos corrientes; esta
altura depende a su vez del balance de por lo menos tres fuerzas, la viscosa de arrastre, la de
gravedad y la debida a la tensión superficial en el menisco cóncavo (ver referencia [25] para
más detalles). Cuando la velocidad con la que se retira el sustrato (U) y la viscosidad del
líquido η son suficientemente grandes como para hacer despreciables el efecto de la tensión
superficial, el espesor resulta de la fuerza viscosa de arrastre y del drenaje producido por la
fuerza de gravedad g:
h = c(ηU/ρg)½ (12)
Materiales para fotocatálisis y electrofotocatálisis 153
donde c = 0,8 para líquidos newtonianos, ρ= densidad del líquido, g= aceleración gravitatoria.
En los procesos sol-gel, η y U no son en general suficientemente grandes, y debe
considerarse el efecto de la tensión superficial, que adelgaza la película al incorporar la
componente vertical de la tensión superficial (γ), paralela a la de gravedad:
-1/6
h = 0,94(ηU/γ)2/3(ηU/ρg)1/2 = 0,94(ηU)γ (ρg)1/2 (13)
La ecuación (13) es útil para analizar la influencia de los distintos parámetros sobre el
espesor de la película, aunque sus condiciones de validez son muy restrictivas. Un resultado
importante es que cuanto mayor es la velocidad de extracción U, mayor es el espesor de la
película.
Los procesos que ocurren durante el secado de la película ya se comentaron en los
párrafos anteriores
Muchas de estas películas no tienen un espesor constante, sino que el mismo es mayor
en la región extraída del baño al final. La incorporación de agentes tensioactivos adecuados al
baño permite evitar esta falta de homogeneidad [26].
Spin-coating: El proceso se divide en cuatro etapas: i) depósito: se coloca un exceso de sol
sobre el substrato en reposo adherido a una plataforma giratoria; ii) “spin-up”: al aplicar
aceleración y velocidad angular al substrato, el líquido fluye radialmente hacia afuera llevado
por la fuerza centrífuga; iii) “spin-off”: el líquido que llega al borde se elimina en forma de
gotas; a medida que el film se adelgaza, la velocidad de eliminación del exceso de líquido
disminuye porque cuanto más delgada es la película mayor es su resistencia a fluir, y porque
aumenta la concentración de partículas no volátiles, aumentando la viscosidad; iv)
evaporación: si bien la evaporación ocurre desde el comienzo mismo de todo el proceso, para
solventes poco volátiles la evaporación pasa a ser el principal mecanismo de remoción de
líquido y de adelgazamiento de la película sólo cuando el spin-off se hace muy lento. La
Figura 5 representa los pasos descriptos previamente.
Cuando la película se hizo muy delgada y viscosa, el espesor sigue disminuyendo, pero
controlado ahora por la evaporación. La rotación del sustrato con velocidad constante hace
que la evaporación del solvente, y por ende el espesor, sea muy uniforme.
Slip-casting: Este proceso es similar al dip-coating, pero se aplica a substratos porosos. El
líquido ingresa al soporte por capilaridad, y las partículas suspendidas van generando una
capa de gel sobre las superficies con las que entra en contacto. La diferencia de presión por
capilaridad, ∆Pc, entre los poros del soporte (de radio r, en el caso de capilares cilíndricos) y
el líquido, es proporcional a (2γlvcosβ)/r, donde β es el ángulo de contacto entre el líquido y la
interfaz sólida. La velocidad inicial de formación de las películas depende del tamaño de los
poros del soporte. Por un lado, la fuerza impulsora aumenta al aumentar ∆Pg (poros
pequeños). Sin embargo, al disminuir el tamaño de poro aumenta la resistencia al flujo y la
caída de presión en el soporte (∆Ps). Por lo tanto, existe una relación óptima para obtener la
máxima fuerza impulsora, ∆Pg (∆Pg=∆Pg - ∆Ps), para la formación de películas. Cuando el líquido
fluye, las partículas se siguen depositando sobre la capa de gel, y tanto el espesor como la
resistencia al flujo van aumentando con el tiempo. El espesor de la capa del gel (Lg) puede
describirse con la ecuación (14), donde K es una constante que incorpora factores
relacionados con la resistencia al flujo de la película de gel y de su tortuosidad, tamaño de
partícula y de poro, y La es el espesor de la película adherida por dip-coating [27].
Lg = 2Kγlvcosβ∆Pgη-1t1/2 + La (14)
electrones, etc. En la evaporación con haz de electrones, éstos, luego de ser generados
termoiónicamente, se aceleran eléctrica y magnéticamente hacia el crisol que contiene el
material a evaporarse. La técnica falla en el control de la estequiometría. Mediante
evaporación reactiva se puede, por ejemplo, obtener óxidos a partir de fuentes metálicas
evaporadas en atmósfera de oxígeno. En este caso la presión del gas reactivo suele ser de al
menos 10-3 Torr.
En depósitos químicos de vapor CVD, los constituyentes en fase vapor reaccionan para
formar una película sólida en la superficie del substrato, el cual se encuentra a temperatura
elevada. El proceso se caracteriza por la difusión, adsorción y reacción químicas de los
reactantes en la superficie, seguidos por la desorción y difusión de productos de la superficie.
Esta técnica puede llevarse a cabo a presión atmosférica o en vacío, cuando por ejemplo los
reactantes pueden reaccionar con el oxígeno del aire o cuando se va a utilizar un plasma para
potenciarla (en inglés, plasma enhanced chemical vapor deposition, PECVD). Algunos
ejemplos de aplicaciones fotocatalíticas con películas fabricadas utilizando pirólisis en rocío
(en inglés, spray pyrolysis) se puede hallar en [28-31] por PECVD en [32-33] y una
comparación entre spray pyrolysis con algunos métodos químicos en [34].
En depósitos por sputtering, una cámara sometida a presiones menores a 10-5 Torr
contiene dos electrodos, el cátodo o blanco, con el material a depositarse y mantenido durante
el depósito a un potencial negativo de algunos kV, mientras que de cara a él se encuentra el
ánodo o substrato. El substrato puede ser conectado eléctricamente a “tierra”, dejado flotante
o a un potencial determinado y calentado o enfriado según sea el caso. En estas
circunstancias, se introduce un gas noble a la cámara, usualmente argón a unos mTorr de
presión. Por efectos del alto potencial aplicado, la pequeña cantidad de portadores de carga
que fluyen en el sistema se incrementan con los electrones emitidos por el blanco y por
ionización del argón. Los iones de argón acelerados eléctricamente llegarán al blanco con
energías entre 10 y 30 eV, arrancando átomos y electrones, los átomos del blanco al llegar al
substrato formarán la película, mientras que los electrones ionizarán el argón hasta el punto
que se obtenga una descarga plasmática autosostenida. Para mantener el plasma
suficientemente intenso, usualmente se confinan magnéticamente los electrones en regiones
cercanas al blanco (magnetron sputtering). Cuando se utilizan gases reactivos, como por
ejemplo oxígeno, para oxidar los átomos de un blanco metálico que se dirigen hacia el
substrato, el proceso se denomina sputtering reactivo. En caso en que se utilicen materiales
dieléctricos como blanco, el potencial alterno usado debe caer en el rango de la
radiofrecuencia. Las referencias [35-36] proveen mayores detalles, y las referencias [37-40]
informan sobre las aplicaciones fotocatalíticas de películas fabricadas por sputtering.
Recientemente se obtuvieron películas de óxido de titanio con una gran superficie
interna y fotoactividad utilizando magnetron sputtering reactivo DC con blancos de titanio en
atmósfera de oxígeno y argón. La razón O2/Ar del flujo de gases se mantuvo constante
durante el depósito; se usaron presiones de ∼12 mTorr, que generan plasmas deficientes en
oxígeno. Las películas se prepararon sobre substratos mantenidos a una temperatura
específica, entre 50º y 250 ºC. A bajas temperaturas se obtuvieron películas amorfas, con una
microestructura uniforme y compacta [41-42]. Las obtenidas a alta temperatura resultaron
cristalinas, pasando de anatasa a rutilo cuando disminuyó la relación O2/Ar, y con una gran
superficie interna. Se obtienen depósitos de gran superficie interna, asociada a una morfología
arborescente o con forma de pluma (penniform structure) [43]. La morfología indica que el
depósito está limitado por difusión. Según el modelo de las cuatro zonas de Thornton [44], el
sistema se encuentra en la zona 1; en ella, la baja movilidad de los átomos que llegan al
substrato hace que puntos elevados de la superficie reciban más material que los valles,
produciendo fronteras abiertas (efecto de sombra). En el presente caso, como el depósito toma
156 Candal, Rodríguez, Colón, Gelover, Vigil, Jimenez González y Blesa
lugar bajo un ángulo de 50º entre la dirección principal del flujo de depósito y la normal al
substrato, el cual fue rotado durante el depósito, se obtiene uniformidad en las películas y bajo
condiciones apropiadas se alcanzan altas superficies internas, caracterizadas por la forma
arborescente característica.
distancia corta, y los portadores de carga puedan llegar a la interfaz TiO2/fluido. Miller y
colaboradores realizaron un interesante estudio sobre la propagación de la luz en cuarzo
recubierto con TiO2 [58]. Hoffmann y colaboradores [59-60] y Anderson y colaboradores [61-
62] estudiaron la aplicación de este sistema en la purificación de agua. Uno de los problemas
más graves es la adhesión del TiO2 a las fibras ópticas; este problema fue resuelto
parcialmente en el grupo de Anderson, utilizando un sistema de dos capas de TiO2 aplicadas
por sol-gel. La primera, se adhiere fuertemente a la fibra por tratamiento térmico a 800 ºC y la
segunda se adhiere sobre la primera por calentamiento a solo 300 ºC. De esta forma se
consigue buena adhesión sin perder área superficial ni actividad del catalizador (predomina la
fase anatasa).
Heller y colaboradores utilizaron esferas huecas de vidrio recubiertas de TiO2 para la
eliminación fotocatalítica solar de manchas de petróleo. De esta forma se mantiene el
catalizador a flote, evitando que el petróleo absorba toda la radiación UV necesaria para
activar su destrucción [63-64].
La excelente reseña de Pozzo y colaboradores provee más referencias sobre otros
sustratos que se probaron para el tratamiento de aguas, como la arena y el gel de sílice [21].
El vidrio conductor, consistente en una película de SnO2 dopada con indio (III) o con
fluoruro, se utiliza mucho como sustrato en aplicaciones fotoelectroquímicas. Se prepararon
películas de TiO2 utilizando todos los procedimientos descriptos en 2.2. Una revisión
completa escapa a este capítulo, pero se puede encontrar información en las referencias: [15-
16, 65-67]. La temperatura máxima de calentamiento, para evitar la degradación del
recubrimiento conductor, es próxima a los 600 ºC.
Metales (acero inoxidable, aluminio y titanio). Los metales comunes tales como el aluminio,
el acero y el latón, son soportes atractivos para el TiO2 debido a su bajo costo, y la
versatilidad que presentan para armar reactores resistentes, livianos y de formas muy variadas.
Entre los metales más estudiados se encuentran el acero, el titanio y el aluminio.
El TiO2 depositado sobre acero tiene actividad fotocatalítica, aunque menor que la de
depósitos sobre vidrio o vidrio conductor [45-46, 68]. Ha [45], propone que la formación de
una película de óxido de hierro por tratamiento térmico en atmósfera de aire, mejora la
adhesión del TiO2 al sustrato. Los sustratos metálicos permiten en principio la construcción de
fotoelectrodos para reactores fotoelectrocatalíticos (ver Capítulo 8); sin embargo, la oxidación
del sustrato puede constituirse en un problema serio. En el caso del acero, no pudo evitarse
hasta el momento la oxidación del metal durante los procesos fotoelectrocatalíticos; el
problema se origina en el carácter microporoso de las películas, que no evita el contacto del
sustrato con la solución a tratar.
Existen pocos estudios sobre la utilización de aluminio como sustrato. En aplicaciones
fotocatalíticas en fase acuosa, Candal y colaboradores [46] informaron que en el caso de
películas preparadas por sol-gel la actividad fotocatalítica del material es buena, aunque la
estabilidad es muy pobre (en medios con fuerza iónica 0,1 M). La película se desprende
después de tratamientos prolongados, como consecuencia de la corrosión del sustrato. La
aplicación de potenciales positivos acelera notablemente el deterioro del material.
El titanio resulta un buen soporte para aplicaciones fotoelectrocatalíticas, por tratarse de
un metal válvula, resistente a la corrosión electroquímica. Por técnica sol-gel se prepararon
fotoelectrodos de Ti/TiO2 con buena estabilidad y actividad fotocatalítica y
fotoelectrocatalítica, utilizando temperaturas de tratamiento térmico de 300 ºC [47]. Las
películas de TiO2 preparadas por oxidación térmica del sustrato a 300 ºC no presentan
158 Candal, Rodríguez, Colón, Gelover, Vigil, Jimenez González y Blesa
3. TiO 2 MODIFICADO
nanopartículas de CdS cubiertas por TiO2, cabe esperar la inyección de electrones desde la
banda de conducción de CdS hacia TiO2, y una disminución de la recombinación de los
portadores de carga generados durante la fotoexcitación del CdS. Kang y colaboradores [83]
informan una mejora en la fotodescomposición de 4-clorofenol en solución acuosa, al emplear
CdS como sensibilizador. Sin embargo, al final de la corrida se detectan en el agua niveles de
Cd de las ppb. La presencia de este metal tóxico en el agua representa una desventaja muy
seria (ver Capítulo 4).
El uso de colorantes, como Rosa bengala, clorofila, ftalocianinas o porfirinas, permite el
aprovechamiento de la inyección de carga desde los estados excitados del colorante,
adsorbido al TiO2, hacia la banda de conducción del semiconductor. Hodak y colaboradores
[84], y Héquet y colaboradores [85], han demostrado que el radical catión generado por la
inyección de electrones desde ftalocianinas al semiconductor, es el oxidante en sistemas
iluminados solamente con luz visible.
La fotosensibilización es un método conveniente para extender la fotorrespuesta de
materiales semiconductores de gran ancho de banda prohibida hacia la región del visible.
Típicamente, el colorante es adsorbido en la superficie de las partículas de semiconductor y al
absorber luz visible alcanza estado(s) excitado(s) que son reductores muy enérgicos, capaces
de inyectar electrones en la banda de conducción del semiconductor [86].
La absorción de luz puede generar estados excitados singuletes (espín 0) o triplete
(espín 1). Si bien ambos estados pueden inyectar carga al semiconductor, numerosos estudios
indican que el estado singulete del colorante adsorbido es la especie principalmente
responsable de la inyección de carga, con valores de k > 5x1010 s-1. Si bien el tiempo de vida
media del estado triplete es mayor, se conoce poco acerca de la inyección de carga de este
estado excitado [87]. En principio, el tipo de interacción entre el sensibilizador y el
semiconductor determina cuál de los estados excitados participa en el proceso de
sensibilización. El estado excitado singulete es el participante principal cuando el colorante
interactúa fuertemente con la superficie del semiconductor. Cuando la interacción es débil, se
espera que únicamente el estado excitado triplete pueda participar en la inyección de carga,
que está controlada difusionalmente [87].
Wang y colaboradores [88] estudiaron la sensibilización de TiO2 con escuarina, y
mencionan como antecedentes el uso de oxazinas, eritrocina-B, eosina, clorofilina,
ftalocianinas, complejos de Ru(bpy)3 2- y sus derivados. Siguiendo un modelo propuesto
previamente por Patrick y Kamat [87], atribuyen la sofocación (en inglés, quenching) de la
fluorescencia para un sistema colorante-TiO2 a la fuerte adsorción del colorante sobre las
partículas coloidales del semiconductor, e inyección de electrones desde el estado singulete a
la banda de conducción. Chen y colaboradores [89] usan el potencial de oxidación del
colorante y la energía del máximo de absorción para calcular la energía de los niveles
ocupado de mayor energía y desocupado de menor energía (en inglés, highest occupied
molecular orbital, homo, y lowest unoccupied molecular orbital, lumo), a fin de establecer la
factibilidad de la transferencia de carga desde el estado singulete hacia la banda de
conducción del TiO2.
Entre los sensibilizadores más eficientes se encuentran los derivados funcionalizados de
los complejos de rutenio(II) con bipiridina [90]. La funcionalización del ligando con grupos
carboxilato da lugar a fuertes interacciones química entre la superficie del catalizador y el
sensibilizador, por complejación superficial del Ti(IV).
La literatura sobre fotosensibilización con colorantes está esencialmente dirigida al
mejoramiento de celdas fotogalvánicas, y su aplicación a los procesos fotocatalíticos, es sólo
incipiente. En este campo, el obstáculo mayor por vencer es sin duda la obtención de
Materiales para fotocatálisis y electrofotocatálisis 161
AGRADECIMIENTOS
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8
1. INTRODUCCIÓN
(a) (b)
1 \ ν
hν
C
Rsup R
2 BV ⊕ BV
ν
hν
electrodo
6
3 R✙
⊕ \ O
⊕ \
⊕ A \
B A
R D O
4 Osup C
⊕ \
5
2. FOTOELECTROCATÁLISIS
2.1. Generalidades
(a)
fuente de
tensión o de
e corriente e
semiconductor electrolito
R✙
h O
R e
e hν O
contacto
metálico
ET CE
potenciostato A
fuente A
V V
ET CE ET CE
ER
(b) (c)
Figura 2. (a) transporte de carga en una celda fotoelectroquímica. ET: electrodo de trabajo (semiconductor);
CE: contraelectrodo (metal). (b) circuito con celda de dos electrodos. (c) circuito con celda de 3 electrodos. En
la celda de 3 electrodos se mantiene fijo el potencial del ET con respecto a un electrodo de referencia (ER) de
alta impedancia y circula corriente entre ET y CE. El control de potencial se realiza mediante un potenciostato
que contiene una fuente y un circuito de realimentación que da la lectura de corriente. La celda de 3 electrodos
puede operar en sentido inverso con un galvanostato que fija la corriente entre ET y CE. En este caso se mide la
diferencia de potencial entre ET y ER.
168 Bilmes, Candal, Loeb y Rodríguez
100
90
80
% SA
70
U=0.6V
CA
60
50
0 10 20 30 40
t/min
Figura 3. Fotodegradación de ácido salicílico (SA) con films de TiO2 de 300 nm de espesor en atmósfera de
oxígeno. (◆) a circuito abierto y (■) polarizando a 0,6 V (contra un electrodo de referencia de calomel
saturado, SCE).
llamado potencial de banda plana, para el cual se verifica Ufb = –Vs,eq. En cambio, si el
potencial es mas negativo que Ufb, se forma una región de acumulación, con un exceso de
electrones en la superficie con respecto al seno del material (Figura 4d). Dado que para un
determinado semiconductor Vs,eq depende sólo del nivel de Fermi de la solución, Ufb es
función de la composición del electrolito y, en particular para óxidos, del pH de la solución1
[7]. El potencial de banda plana se determina experimentalmente con medidas de capacidad,
empleando el modelo de Mott-Schottky para junturas metal-semiconductor [8-10]. A partir de
este análisis, se puede expresar el potencial aplicado en términos del potencial de banda plana
y de la caída de potencial en la región de carga espacial, ecuación (1).
U - U fb = −VS (1)
EV
EV
Figura 4. Interfaz semiconductor - electrolito polarizada con respecto a un electrodo de referencia, para un
semiconductor monocristalino tipo n. Cuando U = Ufb ≡ –Vs,eq, no hay diferencia entre las bandas en el seno y
en la superficie del material. Si U > Ufb, la superficie presenta un exceso de carga positiva (agotada en
electrones). Si U < Ufb, hay un exceso de carga negativa en la superficie por acumulación de electrones.
qU q (U - U fb )
n s (U) = N d exp − = n s,eq exp − (2)
k BT k BT
2ε s (U - U fb )
W(U) = (3)
q Nd
1
Para óxidos, qφH = cte + kT ln[H 3O + ] lo cual lleva a un corrimiento en Ufb de –59 mV por unidad de pH,
(ver Capítulo 4).
Fotocatálisis asistida por potencial 171
Cuadro II. Potencial aplicado y su relación con la caída de potencial en la región de carga espacial.
Es importante resaltar que el análisis anterior se basa en suponer que al aplicar un potencial externo, U,
entre un contacto óhmico colocado en la base del electrodo semiconductor y un electrodo de referencia sólo se
está afectando la región de carga espacial del semiconductor. En un análisis completo de la interfaz, es necesario
considerar que el potencial aplicado está dado por la ecuación (4), donde φel es la caída de potencial en la región
de Gouy y φH la caída de potencial en la capa de Helmoltz (ver Capítulo 4). En general φel es despreciable para
soluciones moderadamente concentradas (> 0.01 M) y la influencia de φH es más importante cuando se alcanza la
zona de acumulación. Otro aspecto a tener en cuenta es la presencia de estados superficiales que, según la
magnitud del potencial aplicado pueden estar cargados o descargados.
sólido electrolito
OHP
potencial
VS φH
φ el
U
QSS
nS QH Qel
carga
nS + QSS = QH + Qel
Figura 5. Variación de la carga y del potencial a través de la interfaz semiconductor / electrolito. QSS es la
carga localizada en los estados superficiales.
Teniendo en cuenta estos factores, la ecuación (5) expresa el potencial aplicado en términos de la
capacidad de la capa de Helmoltz, CH, de la diferencia de carga de los estados superficiales, ∆QSS, del exceso de
carga en la región de carga espacial, nS(U) dado por la ecuación ( 2), y de la caída de potencial en la región de
carga espacial, VS; cuando la contribución de los estados superficiales y el exceso de carga en el semiconductor
son pequeños, la ecuación (5) se reduce a la ecuación (1).
qn S ( U) ∆Q SS ( U)
U − U fb = + − VS (5)
CH CH
EC Dox q Dox
EF Eredox
Eredox Dred
hν
ν
EV
(c) (e)
0
Ufb
fotocorriente
corriente
Ufb
control
difusional
0
potencial potencial
Figura 6. Condiciones de transferencia de carga a través de la interfaz semiconductor (tipo n)-electrolito. (a) en
equilibrio, sin transferencia de carga debido a que la densidad de estados desocupados (Dred) no solapa con
estados ocupados en el semiconductor. (b) situación de transferencia de electrones del semiconductor a una
especie oxidada en solución. (c) curva corriente potencial correspondiente a la transferencia de electrones a
una especie oxidada () y al mismo proceso con control difusional (- - -).(d) esquema de la transferencia de
carga a través de la interfaz iluminada (a una especie reducida). (e) curva fotocorriente potencial
correspondiente a la transferencia de huecos a una especie reducida.
1 D[A ]
La corriente límite cuando el control es difusional es: i L = nFA , con D el coeficiente de difusión de la
δ
especie electroactiva y δ el espesor de la capa de difusión (δ = (πDt)1/2).
Fotocatálisis asistida por potencial 173
40 (a) (b)
0
x5
30 -20
µA
µA
I /µ
-40
Iph/µ
20
x5
-60
10
-80
0
-0,4 -0,2 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 -0,6 -0,4 -0,2
U/VSCE U / VSCE
Figura 7. (a) fotocorriente en función del potencial aplicado para un monocristal de rutilo con Nd = 1019cm-3
() y para un film de TiO2 de 300 nm de espesor (•), ambas medidas en HClO4 0,1 M (pH = 3,00). Notar
que la curva correspondiente al monocristal sube más abruptamente y a potenciales mas negativos que la del
1
La atenuación está dada por la absortividad, α, del material
2
La fracción de huecos que escapa a la recombinación aumenta con el ancho de la región de carga espacial, W, y
por lo tanto es mayor cuanto más positivo es U con respecto a Ufb.
174 Bilmes, Candal, Loeb y Rodríguez
film. (b) curva de polarización catódica para el mismo film de TiO2 () y para el mismo monocristal de rutilo
(- - -) en el mismo electrolito saturado con O2.
El formalismo desarrollado para un semiconductor ideal (ecuación (7)) tampoco es
estrictamente aplicable a materiales nanoparticulados y nanoporososos [12]. Cuando las
partículas son suficientemente pequeñas, no se desarrolla completamente la región de carga
espacial en el interior del semiconductor (ver Capítulo 4) y las junturas entre partículas genera
barreras de potencial adicionales [13].
contacto electrodo
sensibilizador
electrodo metálico
electrodo electrodo
contacto electrolito
semicond. metálico semicond.
tipo n tipo n
Figura 8. (a) procesos en una celda solar fotoelectroquímica; (b) procesos en una celda solar
fotoelectroquímica sensibilizada; (c) esquema de una celda sensibilizada.
Un grupo de sustancias que cumplen estos requisitos es el de los complejos polipiridínicos de rutenio, que
pueden aprovechar una amplia zona de la luz solar visible a través de sus bandas de absorción de transferencia de
carga del metal al ligando (TCML). Para mejorar el contacto con el semiconductor, se usan especialmente
complejos cuyos ligandos poseen grupos carboxilato, capaces de coordinar a los átomos de titanio de la superfice
del óxido, actuando como anclas de fijación. Se logra así que la transferencia de carga a la banda de conducción
pueda competir con la desexcitación de A*.[20] Uno de los complejos mas exitosos utilizados hasta el momento
es Ru(4,4’-(COOH)2-2,2’-bpy)2(SCN)2 el que muestra una eficiencia de conversión de luz solar en electricidad
del orden del 10%. [21]
Hace aproximadamente una década se produjo un dramático cambio en el desarrollo de las celdas solares,
al reemplazarse los electrodos planos de óxido semiconductor por una película porosa de nanopartículas de TiO2
[22]. En la película porosa, el área de superficie puede aumentarse hasta en un factor de 1000, lo que permite
incrementar notablemente la eficiencia del proceso de conversión de energía solar. En la actualidad, una
compañía australiana ha comenzado a fabricar industrialmente estas celdas.
La sensibilización de TiO2 y otros semiconductores se desarrolló fuertemente con la meta tecnológica de
convertir luz solar en energía eléctrica en celdas fotoelectroquímicas, pero su utilización ha trascendido esta área
y tiene también relevancia en fotocatálisis. También en fotocatálisis se explora la posibilidad de usar
sensibilizadores adheridos al semiconductor, que absorban luz visible e inyecten electrones en la banda de
conducción. Estos electrones deben a su vez reducir al oxidante (O2, etc), mientras que el sensibilizador oxidado
(A+) debe oxidar a la materia orgánica (ver Capítulo 7).
d(R•+)/dt = v4 + v5 − v6 − v7 (8c)
•
d(OH )/dt = v2 − v3 − v4 (8d)
En la ecuación (8b), ℑ es la constante de Faraday y A el área del electrodo. Suponiendo
que la electroneutralidad se alcanza instantáneamente, (d(hvb+)/dt = d(ecb-)/dt), se obtiene la
ecuación (9) para la fotocorriente:
I ph
= v2 + v5 − v3 + v6 − v7 (9)
ℑ.A
Los pasos de transferencia de huecos a especies adsorbidas o en solución junto con los
de inyección de carga conducen a un incremento de la fotocorriente. Por el contrario, los
pasos de recombinación llevan a una disminución de Iph.
Uop Uop
U(+) U(+)
In In
curva de polarización
catódica
Ip(Uop)=In(Uop)=qΦ0 Ip(Uop)=In(Uop)«qΦ 0
Figura 9. Curvas esquemáticas de polarización anódica y catódica y determinación del potencial operativo en
ambos casos. (a) proceso fotocatalítico limitado por la luz para el cual en el potencial operativo el flujo de
electrones y de huecos iguala el flujo fotónico. (b) proceso fotocatalítico limitado por la velocidad de
transferencia de carga.
Fotocatálisis asistida por potencial 177
ℑR
[
Y = m n (N av
P
]
− N Sav )
I
(13)
ph
178 Bilmes, Candal, Loeb y Rodríguez
P
Por ejemplo, para la mineralización de ácido salicílico, ( N av - N Sav = 4; n = 7) se
obtuvieron valores de (Y/m) que dependen de la concentración inicial y de la presencia de O2
disuelto [2]. En soluciones saturadas con N2, Y/m ≈ 1 y por lo tanto el salicilato mineraliza
casi totalmente, requiriendo un hueco o la inyección de un electrón en la banda de conducción
para la oxidación de cada intermediario. En soluciones saturadas con O2, Y/m ≈ 7, indicando
que bastan 4 huecos para alcanzar la mineralización de una molécula y que los intermediarios
son principalmente oxidados por O2, siempre y cuando el producto final sea CO2. Sin
embargo, hay que tener cuidado con la interpretación de los valores de longitud de oxidación:
antes de suponer que se ha alcanzado la mineralización completa (Nppr = 4), deben realizarse
las mediciones de carbono orgánico total (COT) que corroboren dicha suposición, pues un
valor bajo de Y puede significar que la mineralización no es completa.
de gas
Salida de gas
Potenciostato Ingreso
Iluminación ET ER CE Agitador
por el frente
Iluminación
Fotodiodo
por detrás
Lente Lente
Lámpara Filtro Monocromador
de Xenón de agua Recipiente de Teflón
Cámara oscura
Figura 10. Esquema de la configuración para determinar la eficiencia en la fotocorriente del fotón
monocromático incidente (IPCE).
4. REACTORES FOTOELECTROQUÍMICOS
1
Los CE de carbón vítreo dan buenos resultados para la reducción de Cu(II) a Cu metálico.
180 Bilmes, Candal, Loeb y Rodríguez
4.2.4. Iluminación
5. APLICACIONES
propuesto que las bacterias, cargadas negativamente, se adsorben sobre la superficie positiva,
y son destruidas por acción de los •OH fotogenerados.
Los desarrollos en escala piloto son mucho mas restringidos. Básicamente, se han
desarrollado dos tipos de reactores que usan iluminación solar [32, 38] y con lámparas [30].
En ambos reactores la solución a descontaminar recircula por el mismo, pero la geometría
(acorde con el tipo de iluminación escogido), el volumen y el tipo de electrodos difieren
apreciablemente.
Figura 11. (a) Reactores fotoelectroquímicos solares. Izquierda, módulo Helioman; derecha, colectores
parabólicos CPC.
182 Bilmes, Candal, Loeb y Rodríguez
GSL GSL
o o
TiO2/Ti
CDSL CDSL
Pt/SnO2
b1 b2
DSL
Figura 11. (b) Esquema de la sección transversal de un reactor de un compartimiento (b1) y de un reactor de
dos compartimientos (b2). Los tubos en estos prototipos son de 220 cm de largo y 4 cm de diámetro.
1
Es posible que el envenenamiento del CE de Pt también contribuya a este efecto
Fotocatálisis asistida por potencial 183
huecos transferidos es tal que permite suponer que si el producto de degradación es CO2, Y >
1 y por lo tanto hay pasos oxidativos que ocurren en fase homogénea, sin participación del
semiconductor.
45
40
35
30
W/m2, mA, mg/L
25
20
15
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70
Tiempo de Iluminación (min)
45
40
35
W/m2, mA, mg/L
30
25
20
15
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80
Tiempo de Iluminación (min)
Figura 12. Fotodegradación de 4 Cl- fenol (a) y de pirimetanil (b) en solución de H2SO4 0,01 N, empleando
una celda con dos electrodos con colectores CPC. () luz directa UV en W.m-2; (. . .) fotocorriente en mA; (•)
degradación en el reactor fotoelectroquímico (en mg/L); () degradación en un reactor fotoquímico (0,2 g/L
TiO2) (b).
Reactor Fotoelectrocatalítico
Parte Superior 1- Electrodo Ti/TiO
2- Electrodo RVC
3- Alambre de Platino
4- Lámpara UV (WICO F8T5BL)
5- Pared Externa (vidrio de borosilicato)
6- Pared Interna (vidrio de borosilicato)
7
7- Tapas de Teflón
2
1
5 6 6 1
5
4
4
5 6 6
5
1
Parte Inferior 3
Figura 13. Este reactor está armado con dos tubos de vidrio Pyrex concéntricos sujetos por dos tapas de
Teflon con perforaciones para ubicar a los dos electrodos (ET y CE) y la entrada y salida del líquido. En este
reactor se trata la solución almacenada en un reservorio con atmósfera controlada (O2, N2) mediante un sistema
de bombeo mecánico. En el reservorio se colocan sensores de pH y Cl-.
Como fotoánodo se emplea una película de TiO2 depositada por dip-coating [40] sobre
una lámina de titanio (0,05 mm de espesor), realizando un tratamiento térmico posterior a
300 ºC. Para obtener un campo eléctrico uniforme se utilizaron como CE tres varillas de
carbón vítreo reticulado de 5 mm de diámetro, distribuidas simétricamente en el interior del
reactor. Como ER se utilizó un electrodo de calomel saturado, conectado por un puente salino
delgado colocado muy cerca del fotoánodo. La fracción de materia orgánica remanente en una
solución de ácido fórmico (concentración inicial 2,0 mM en NaCl 0,01 M) en función del
tiempo de operación presenta curvas similares cuando se trabaja a velocidades de flujo entre
63 y 127 mL/min. Si bien los valores del número de Reynolds, calculados para estos flujos
considerando la geometría del reactor [29], corresponden a condiciones de flujo laminar, es
probable que la entrada de la solución con una inclinación de 45º respecto al eje del reactor y
la colocación de los CE muy cerca de la entrada, provoquen suficiente turbulencia para
evitarlo, creando un flujo “turbulento”. Bajo estas condiciones, la velocidad de degradación se
independiza del flujo de la solución por el reactor.
La velocidad de degradación de ácido fórmico no cambia significativamente cuando se
aplican potenciales mayores que 1,0 V si bien se encuentra un aumento de fotocorriente para
U > 1,5 V. Si el potencial supera los 2,5 V se produce la oxidación electroquímica del ácido
fórmico [40-41].1
1
Resulta interesante destacar que cuando se repitieron los experimentos luego de varios meses de operación del
reactor, se encontró una disminución en la fotocorriente sin una reducción equivalente en la velocidad de
degradación. Estos resultados, que en cierta forma coinciden con los observados durante la operación de
fotoelectrorreactores solares [33], podrían ser una consecuencia de la modificación de la superficie del
TiO2, que afectaría la transferencia de carga al fotoelectrodo, en beneficio de la oxidación por oxígeno.
Fotocatálisis asistida por potencial 185
100
90
pHo = 3.46
%C remanente en solución
80 pHo = 6.10
pHo = 9.54
70 pHo = 8.37 NAP
60
50
40
30
20
10
0
0 25 50 75 100 125 150 175 200
Tiempo (min)
pHo = 3.46
pHo = 6.10
12 pHo = 9.54
pHo = 8.37 NAP
10
6
pH
0
0 25 50 75 100 125 150 175 200
Tiempo (min)
Figura 14. Efecto del pH sobre la degradación fotoelectrocatalítica de una solución 2,08 mM de ácido fórmico
en NaCl 0,01 M. Se utilizó el reactor descripto en la Figura 13, trabajando a un flujo de 90 mL min-1. El
volumen total de la solución fue de 500 mL. a) variación temporal del porcentaje de carbono orgánico para
distintos pH iniciales; b) variación temporal del pH.
186 Bilmes, Candal, Loeb y Rodríguez
6. EPÍLOGO
En los aspectos de diseño, si bien se cuenta con una base fuerte de las tecnologías
electroquímica y fotoquímica, la combinación de ambas requiere algunos puntos de
compromiso entre la optimización de fotones y la optimización de distribución del campo
eléctrico. Los temas discutidos más arriba ilustran sobre algunos de los factores que hay que
considerar en el diseño de este tipo de reactores, y la complejidad de los procesos
involucrados. La elección de las condiciones adecuadas puede llevar a mejorar la eficiencia de
la oxidación fotocatalítica de un determinado compuesto o grupo de compuestos. Un desafío
en este campo es la obtención de fotocatalizadores soportados robustos, con estabilidad de
largo plazo y con alta actividad fotocatalítica prolongada en el tiempo.
La tecnología fotoelectroquímica puede brindar las bases para resolver problemas
puntales de alta complejidad, típicos de los países más desarrollados. Pero además, es muy
atractiva en el contexto de Iberoamérica. El problema de contaminación del agua es grave en
todo el planeta, pero aún mas en muchos de los países de nuestra región, donde la pobreza es
una gran barrera para la adaptación de tecnologías complejas (ver Introducción). Muchas
comunidades rurales de nuestros países, consumen aguas contaminadas biológicamente y que
contienen arsénico, nitratos, etc.; en algunos casos, esas comunidades carecen de energía
eléctrica para sustentar procesos de purificación. Es aquí donde la fotocatálisis con
catalizadores soportados y con reactores que usen iluminación solar (y el sol pareciera que
brilla más en el tercer mundo), puede combinarse con generación fotovoltaica de electricidad
para aportar a una mejor calidad de vida sin tener que esperar que se resuelvan los factores
políticos y socio-económicos que condenan actualmente a estas comunidades a la pobreza.
Fotocatálisis asistida por potencial 187
AGRADECIMIENTOS
BIBLIOGRAFÍA
[34]. J. Rodríguez, M. Gómez, S.E. Lindquist y C.G. Granqvist, Thin Solid Films, 360, 250-255 (2000).
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9
1. INTRODUCCIÓN
i) Modelos de emisión: Permitirán conocer para cualquier sistema el flujo fotónico que llega
al reactor (ver Figura 1).
ii) Modelos de absorción: Permitirán conocer la relación entre flujo absorbido por el
catalizador y flujo entrante en el reactor (ver Figura 1).
190 Giménez y Curcó
Reflectores
Reactor
Lámpara
Emisión Absorción
Figura 1. Esquema de un sistema fotocatalítico. Los modelos de emisión permiten predecir el comportamiento
de la luz desde la lámpara hasta llegar al reactor. Los modelos de absorción predicen qué ocurre con la luz una
vez entra en el reactor.
2. MODELOS DE EMISIÓN
El cálculo del flujo de fotones que entra (llega) en el reactor debe enfocarse de manera
diferente según la fuente de radiación sea el sol o sean lámparas. Dado que existen múltiples
tipos de geometrías fuente de radiación - reactor y que pueden haber elementos en el sistema
(por ejemplo reflectores) que compliquen notablemente la resolución analítica del problema,
se ha optado por una metodología general de tipo estocástico (simulaciones Monte Carlo)
mediante la cual será posible abordar cualquier tipo de solución sin tener que realizar ninguna
aproximación. A título de ejemplo, se desarrolla el caso para un reactor tubular situado en un
simulador solar, aunque los modelos aquí explicados son generalizables para cualquier
sistema y geometría. Un simulador solar consiste en una "caja" que contiene una lámpara
cilíndrica de xenón (ver Figura 2). La lámpara está situada en el foco de la parábola y el
sistema puede modificarse un poco colocando una segunda superficie reflectora en la parte
inferior de la caja que concentre la radiación que le llega hasta el reactor. Este sistema es
complejo debido sobre todo a la presencia de los elementos reflectores.
Modelos cinéticos y de radiación en sistemas fotocatalíticos 191
SOLAR BOX
Reflector
Lámpara Xe
El problema consiste en determinar el flujo fotónico que penetra en el reactor una vez
conocidas las características geométricas de la caja y del reactor, así como las características
ópticas de la lámpara y de las paredes del reactor. El método se basa en descomponer un
problema complicado en un conjunto de problemas sencillos y en utilizar la idea de que
parámetros ópticos tales como reflectividad o absortividad son parámetros estadísticos. Por
ejemplo, decir que un material posee una reflectividad del 60% equivale a decir que el 60% de
los fotones que inciden sobre este material se reflejan o, lo que es lo mismo, equivale a decir
que un fotón que incida sobre el material tiene un 60% de probabilidad de ser reflejado).
El método requiere la utilización de un algoritmo como el que se muestra en la Figura 3.
N=N+1
[1] N>Nmax? sí
fin
[2] Selección de λ y Rλ
Selección de punto de
[3]
lanzamiento y dirección inicial
[4] sí
¿Incide sobre el reactor? NR=NR+1
El paso [1] consiste en hacer actuar un contador que hará que el programa actúe el
número de veces Nmax que se fije. El paso [2] consiste en seleccionar una longitud de onda
para el "fotón simulado". La selección se hace en base al espectro de la lámpara (dato
suministrado por el fabricante). Supóngase una fuente de radiación que emite en tres
longitudes de onda: λ1, λ2 y λ3. Para λ1 se emiten 300 eins/s, para λ2 200 eins/s y para λ3 500
eins/s. Esta distribución indica que el 30% [300×100 /(300+200+500)] de los fotones son
emitidos con una longitud λ1, un 20% con la longitud de onda λ2 y un 50% con la longitud de
onda λ3, o expuesto en "términos estocásticos", la probabilidad de que un fotón emitido desde
la lámpara posea una longitud de onda λ1 es de 0,3, la probabilidad de que posea una longitud
de onda λ2 es de 0,2 y la probabilidad de que posea una longitud de onda λ3 es de 0,5.
Al "generar" un fotón se le asigna a éste una longitud de onda de acuerdo con la
probabilidad de que posea esta longitud de onda, según el siguiente algoritmo:
iii) Si R1>(Probabilidad de que el fotón posea una longitud de onda R0), entonces ir a paso 1,
si no, considerar que el fotón posee la longitud de onda R0. De hecho, para acelerar el método
conviene normalizar las probabilidades con respecto a la probabilidad máxima. Entonces, la
instrucción debería ser: si R1>(Probabilidad de que el fotón posea una longitud de onda R0) /
(Probabilidad para la longitud de onda con máxima probabilidad).
El método estocástico sirve, pues, en primer lugar para escoger una propiedad en
función de una distribución de probabilidades. En segundo lugar, el método permite decidir si
un determinado evento tendrá o no lugar. Para ello conviene considerar que en realidad un
gran número de leyes físicas tienen su traducción en leyes de probabilidad, idea base de la
mecánica estadística. Para el caso estudiado, se considera que el fotón viaja desde la lámpara
a través del sistema y choca sobre el reflector. ¿Cómo decidir qué es lo que sucede con el
fotón? Si se ha asignado anteriormente una longitud de onda al fotón en cuestión y se conoce
la reflectividad del material para esa longitud de onda, entonces, por definición de
reflectividad, se conocerá el porcentaje de fotones con esa longitud de onda que, incidiendo
sobre el material son reflejados. Este porcentaje se puede expresar como la probabilidad de
que un fotón particular sea reflejado. Para esta situación se tendría el algoritmo siguiente:
i) Generar un número aleatorio comprendido entre 0 y 1 (R1)
ii) Si R1>Probabilidad de reflexión, el fotón ha sido absorbido. En caso contrario, el fotón ha
sido reflejado
Continuando con el algoritmo, en el paso [3], a partir de la definición previa de un
sistema cartesiano de coordenadas con centro en la lámpara, se seleccionan unas coordenadas
iniciales que van a depender de un modelo determinado. Puede suponerse que todos los
fotones son emitidos desde el centro de la lámpara, desde la superficie de ésta o bien en
cualquier punto de la lámpara (modelo de fuente extensa). Este último modelo parece ser que
es el que mejor describe la realidad y también el que más difícil resulta de incorporar en una
formulación analítica del problema. En este paso también se elige una dirección aleatoria (un
vector director) para el fotón.
El paso [4] consiste en determinar, a partir de geometría analítica sencilla, si el fotón
llega al reactor. En caso afirmativo actúa el contador correspondiente y se genera un nuevo
fotón. En caso contrario, se decide que el fotón va a parar a una de las paredes del simulador
solar y se decide si es reflejado o no de acuerdo con lo explicado anteriormente (paso [5]).
Modelos cinéticos y de radiación en sistemas fotocatalíticos 193
El paso [6] consiste en determinar la nueva trayectoria del fotón. Éste es un punto
interesante pues muestra toda la potencia del método estocástico. Puede suponerse que las
paredes del reflector son perfectas, reflejando los fotones especularmente, de acuerdo con las
leyes de la óptica geométrica clásica (ángulo de reflexión = ángulo de incidencia), o puede
suponerse que las paredes son "rugosas" reflejando el fotón en cualquier dirección con la
misma probabilidad, o bien suponer una combinación de los dos casos, por ejemplo, una
probabilidad 0,4 de que el fotón se refleje especularmente y una probabilidad 0,6 de que la
reflexión sea difusa. En cualquier caso se obtiene una nueva dirección y se "reexplora" cuál
va a ser el nuevo punto de impacto del fotón.
Realizando este procedimiento un gran número de veces, puede determinarse cuántos
fotones llegan al reactor y además es posible determinar cómo se distribuye la radiación a lo
largo de las paredes del reactor, con qué inclinación entran los rayos, etc. En las Figuras 4 y 5
se muestran un par de ejemplos.
lámpara
Figura 4. Simulación con modelo de fuente extensa y reflexión especular en las paredes.
Figura 5. Simulación con modelo de fuente extensa y reflexión difusa. Como puede verse la cantidad de luz que
incide sobre el reactor es mucho menor que en el caso anterior.
Estos modelos pueden ser corroborados, con ciertas limitaciones, a partir de medidas
actinométricas. Por ejemplo, si se mide el grado de degradación de una sustancia absorbente
194 Giménez y Curcó
en el reactor con y sin los reflectores. La relación entre un grado de degradación y otro
debería estar correlacionado con la relación entre el número de fotones que por simulación se
ha obtenido que entran en el reactor cuando hay reflectores y los que entrarían suponiendo
una reflectividad cero en estas simulaciones. La proporción será diferente si se supone
reflexión especular o difusa y, por tanto, las medidas actinométricas podrían ayudar a decidir
por ejemplo "cómo se refleja la radiación en las paredes".
A título de ejemplo, la Figura 6 muestra cómo se distribuye la radiación en unos
colectores cilíndrico parabólicos. Estos reactores aprovechan la radiación solar, parte de la
cual incide de forma directa sobre los colectores (de forma diferente según la hora, el día y la
localización geográfica del reactor) y otra parte lo hace de forma difusa. Ambas fracciones de
radiación se aprovechan de manera distinta y el método estocástico permite obtener estos
grados de aprovechamiento.
Figura 6. En el caso (a) se muestra cómo incide la radiación directa en un CPC para una situación particular
de la posición del sol (casi toda la radiación es aprovechada pero la distribución de radiación es "mala"). En el
caso (b) hay muchas más pérdidas de radiación, pero la radiación se distribuye bastante uniformemente en las
paredes.
3. MODELOS DE ABSORCIÓN
Los modelos de absorción tienen por objetivo determinar qué fracción de los fotones
que penetran en un reactor son absorbidos por el catalizador y además, cómo se distribuye
esta radiación absorbida a lo largo del reactor. El método de Monte Carlo sigue siendo
aplicable. No obstante, hay que tener en cuenta, como se verá, que la cantidad de parámetros a
considerar es mayor que en el caso de los modelos de emisión. Se abordará el caso más
habitual (y complicado) en fotocatálisis, que es el de los sistemas heterogéneos con partículas
en suspensión.
Los puntos más importantes del razonamiento estocástico son los siguientes:
ii) El método estocástico debe permitir también obtener la distribución de fotones absorbidos
a lo largo del reactor.
Capa 1
Capa 2
h
R
Capa i-1
Fi h
Capa i
Capa i+1
R(i,j)
Celda (i,j)
Puede deducirse fácilmente que la longitud de la arista de esta celda viene dada por la
ecuación (2), donde D es el diámetro de partícula (para simplificar se suponen partículas
monodispersas y esféricas), ρs es la densidad del catalizador en suspensión y cp es la
concentración de catalizador. Como es lógico, a medida que la concentración aumenta, el
volumen de celda disminuye.
1/ 3
πρ
h = s D (2)
6c p
Se supondrá que un fotón incide perpendicularmente sobre esta celda y se calculará la
probabilidad de que el fotón “se encuentre” con la partícula. Si se obvia la naturaleza
ondulatoria de la luz y se desprecia la absorción de radiación por el medio líquido, la
probabilidad de interacción vendrá dada por el cociente entre la sección de la partícula y la
sección de la celda:
196 Giménez y Curcó
πD 2
P' x = (3)
4h 2
Esta fórmula se puede corregir introduciendo un factor adicional Qe(λ) que tenga en
cuenta la naturaleza ondulatoria de la luz y que suministre realmente el valor de la
probabilidad de interacción entre el fotón y la partícula. Entonces, se define Px(λ) como la
“verdadera” probabilidad de interacción:
Px(λ)=P’xQe(λ) (4)
Para la computación posterior conviene preguntarse cuál será la distancia que un fotón
puede recorrer a través de la suspensión sin interaccionar con ninguna partícula con una
probabilidad de 0,5 (considerando que el medio líquido no absorbe radiación). La respuesta se
obtiene fácilmente considerando que la probabilidad (Pλ) de que un fotón pase a través de "nh"
celdas sin interaccionar viene dada por la ecuación (5) y, si se supone Pλ=0,5, se obtiene la
ecuación (6).
Pλ=(1-Px(λ))nh (5)
nh=ln(0,5)/ln(1-Px(λ)) (6)
La distancia media recorrida por el fotón sin interaccionar, dh, será entonces
sencillamente:
dh= nhh (7)
El problema de la probabilidad de absorción y modo de dispersión de los fotones que
interactúan con las partículas es complejo, ya que la interacción depende fuertemente de la
forma de las partículas y de su tamaño con respecto la longitud de onda de la radiación
incidente. De hecho sólo hay expresiones físicamente rigurosas en unos pocos casos:
partículas perfectamente esféricas mucho más pequeñas que la longitud de onda (dispersión
de Rayleigh), partículas perfectamente esféricas de tamaño comparable al de la longitud de
onda (dispersión de Mie) o bien partículas mucho mayores que la longitud de onda (para las
cuales puede aplicarse la óptica geométrica clásica) (ver Capítulo 5). Además, para aplicar
estas ecuaciones es preciso disponer de parámetros ópticos (básicamente las componentes real
y compleja del índice de refracción), que difícilmente se encuentran en la bibliografía. Existe
un segundo método basado en la evaluación de las probabilidades de absorción y dispersión, y
del modo de dispersión a partir de medidas espectrofotométricas de absorbancia, reflectividad
y sedimentación, en función de la posición de las cubetas y de la concentración de partículas.
Con estos métodos, pueden obtenerse estimaciones razonables de Pabs (probabilidad de que un
fotón incidente sobre una partícula sea absorbido por ésta) y de Pdis = 1 - Pabs (probabilidad de
que un fotón incidente sobre una partícula sea desviado de su trayectoria por ésta). Las
mediciones deben realizarse con suspensiones que contengan diferentes concentraciones de
partículas de catalizador, cuidando que el tamaño de partícula sea invariable con la
concentración. Deben evitarse los fenómenos de coagulación, que hacen depender el tamaño
de las partículas de la concentración de catalizador de manera más o menos fuerte según el pH
de trabajo.
Tomando como razonables los parámetros de probabilidad mencionados y habiendo
estimado el modo en que los fotones se dispersan (modo que debe ser expresado también en
forma de función de distribución de probabilidades, p. ej., probabilidad de dispersión hacia
atrás de 0,2 y probabilidad de dispersión hacia adelante de 0,8), puede plantearse un
algoritmo de resolución del problema como el que se muestra en la Figura 8.
Modelos cinéticos y de radiación en sistemas fotocatalíticos 197
N=N+1
sí
N>Nmax? fin
no posición en el interior
no
del reactor? posición en el interior
del reactor?
sí
4. ECUACIÓN CINÉTICA
Llegados a este punto, hay que introducir los datos obtenidos anteriormente en una
expresión cinética. Se sigue aprovechando el modelo de celdas utilizado anteriormente,
modelo que se complementa con las siguientes suposiciones:
1- La reacción está controlada por la etapa de radiación (así debe ser ya que siempre se puede
disponer de un reactor lo suficientemente profundo como para que existan partículas mal
iluminadas donde ésta sea la etapa controlante).
En estas condiciones, en cualquier celda (i,j) (ver Figura 7), se cumple la ecuación (8);
(i,j) son las coordenadas de una celda, k es una constante que idealmente dependerá
únicamente de la reacción considerada y f(c) es una función de la concentración de los
reactivos que, por hipótesis de modelo de mezcla perfecta, será independiente de la posición
considerada. F(i,j) es el flujo fotónico absorbido por la partícula en la posición (i,j) y β un
parámetro comprendido entre 0 y 1 que será más grande cuanta menos radiación absorba la
partícula considerada. Este parámetro surge de considerar que, si una partícula está muy
iluminada, la etapa limitante de la reacción no será la luminosa y, por más radiación que
absorba, la velocidad de reacción será la misma. Para una cantidad de radiación absorbida
muy baja, la etapa controlante de la reacción deberá ser la luminosa y el coeficiente β deberá
ser la unidad. Estos límites en el coeficiente β han sido corroborados experimentalmente por
diversos autores.
R(i) = k f(c) npc [Ff Sf f(i)/npc]β = k f(c) npc(1-β) [Ff Sf f(i)]β (11)
BIBLIOGRAFÍA
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10
1. INTRODUCCIÓN
Las etapas del modelado de un reactor fotocatalítico pueden presentarse siguiendo una
secuencia lógica típica de los reactores químicos, pero describiendo ciertas características
intrínsecas que hacen necesario utilizar herramientas diferentes de las que se emplean en el
tratamiento de las reacciones puramente térmicas.
De acuerdo a un enfoque riguroso, a partir de los principios de la ingeniería química,
deberemos formular (ver Sección 3):
Los dos últimos balances van a exigir por una parte expresiones de velocidades de
reacción que participan en ellos como términos "fuente" o "sumidero" (dependiendo si se trata
de productos o de reactivos) y por otra los valores de ciertos parámetros que caracterizan
fisicoquímicamente al sistema reaccionante (coeficiente de difusión o de transferencia de
materia, densidad, conductividad térmica, viscosidad, etc.).
Las reacciones fotocatalíticas se inician cuando la partícula de catalizador absorbe un
fotón capaz de generar portadores de carga en su interior. Por esta razón es indispensable
cuantificar la velocidad volumétrica local de absorción de fotones (LVRPA), que
necesariamente participa en la expresión de la velocidad de reacción por medio de la etapa de
activación. El cálculo de los valores de la LVRPA requiere de dos tareas extras:
Es importante remarcar que, excepto en condiciones muy especiales, siempre existe una
acentuada no uniformidad en la distribución espacial de la LVRPA dentro del reactor (y
por ende de las velocidades de reacción), que es de carácter irreducible (a diferencia, por
ejemplo, de la temperatura o las concentraciones). Esta característica, sumada a lo descrito en
(d) y (e), le da a los requerimientos del diseño de fotorreactores sus características
"especiales", no consideradas cuando se analiza un reactor químico convencional (térmico o
catalítico).
Un análisis aparte merecen el grado de complejidad de la ecuación integro-diferencial
de la RTE para un sistema fotocatalítico (ver Secciones 5 y 6) y el tipo de relación o
interdependencia que existe entre los balances de materia y de energía radiante. En este último
aspecto pueden darse dos situaciones:
ii) Balances Acoplados: en este caso el catalizador no cumple las condiciones anteriores, o
bien alguna de las especies involucradas, de concentración variable con el tiempo
(reactivos, intermediarios, etc.) participa en la definición del campo de radiación.
3. BALANCES DE MATERIA
La ecuación (1), válida para una partícula material ubicada en un punto del espacio de
reacción, indica que la velocidad de cambio de la concentración con el tiempo (también
denominada velocidad de acumulación), sólo se puede modificar por flujos de materia de
entrada y salida de dicho espacio, y/o por reacción química. La ecuación diferencial es válida
en una única fase; por lo tanto sólo reacciones homogéneas pueden ser descritas por ella.
Como se verá más adelante, las reacciones heterogéneas (R Het ,i ) , como los procesos
catalíticos en superficies sólidas, pueden ser incorporadas en el análisis, sólo si se las
considera como condiciones de contorno de la ecuación (1). Sin embargo, si una reacción
homogénea ocurre en paralelo con la heterogénea – catalítica, tanto la RHom, i como la RHet,i
deben ser parte del análisis y modeladas por separado.
que la materia que llega a superficies catalíticas es alterada en su composición por la reacción
química. El proceso de interés ocurre en la interfaz fluido-sólido. Si la reacción heterogénea
es modelable incluyendo las etapas de adsorción y desorción, y teniendo en cuenta la correcta
estequiometría del proceso, necesariamente la diferencia de los flujos de materia hacia y
desde la pared catalítica es igual a la velocidad de la reacción química heterogénea. Si n
es la normal a la superficie sólida dirigida hacia fuera de ella, y teniendo en cuenta los signos
de cada flujo, se cumple la ecuación (2):
En x
→ N i (x )⋅ n (x ) = − R Het ,i Csup
i
.
(
, Csup .
j
)
, ..... T, pH, etc. = − R Het ,i (x ) (2)
Sobre la superficie Flujo de materia Reacción en la superficie
del componente i del componente i
N i (x ) = J i (x ) + C i (x ) v(x ) (3)
,
Flujo de materia Flujo difusivo del Flujo convectivo del
componente i componente i
Normalmente, aun en condiciones de muy buen mezclado, las paredes catalíticas están
envueltas por una capa de fluido (denominada capa límite) que se mueve junto con el sólido.
Ello significa que en la vecindad próxima a la superficie catalítica el flujo convectivo hacia
ella es cero (porque v en la dirección -n es cero). Luego, la componente normal del flujo
difusivo resulta igual a:
mol
J i (x ). n
= − R Het , i (x ) [=] (4)
Componente normal
cm 2 s
del flujo difusivo de i
ecuación (1) en el volumen material formado por la fase líquida de todo el sistema cerrado,
conduce a la ecuación (6):
∂C i (x , t )
∫ VL ,T ∂t
dV +
∫ VL , T
∇ ⋅ N i (x, t ) dV =
∫ VL ,T
R Hom,i (x , t ) dV (6)
∫ ∫[
d
C i (x , t ) dV − ( )v(x, t )⋅ n (x, t )] dA +
C i x, t
dt VL ,T S L −S , T
(7)
∫
d
VL,T C i (x, t ) VL , T
+ J i (x, t ) ⋅ n (x , t ) dA =
dt S L −S , T
(8)
VL,R R Hom,i (x, t ) + (VL,T − VL,R ) R Hom,i (x , t )
VL , R (VL ,T −VL ,R )
206 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
Se puede reemplazar la ecuación (4) en el segundo término, pero debe tenerse en cuenta
que la superficie de interfaz L-S,T es activa químicamente sólo dentro del reactor y en
consecuencia la velocidad de reacción es no nula sólo dentro del área de la integral
correspondiente a dicho reactor. Por otra parte, fuera de VL,R (a menos que persistan
reacciones térmicas homogéneas en el resto del sistema) la reacción homogénea es también
nula. Dividiendo además por el volumen total del sistema:
VL ,T d A L − S ,R VL ,R
C i (x , t ) V − R Het ,i (x , t ) = R Hom ,i (x , t ) (9)
VT dt L ,T A L −S ,R VT VT VL ,R
VL,T dC(t ) VL ,R VL ,R
= R Seudo (x, t ) + R Hom ,i (x , t ) V (12)
Hom ,i
VT dt Tk
A L−S ,R
VT VT L ,R
dC(t ) VR Seudo
= R Hom ,i (x , t ) + R
Hom ,i
(x, t ) (13)
dt Tk VT VR VL ,R
Claramente, esta ecuación vale también cuando VR = VTot y puede ser aplicada
asimismo cuando una cualquiera de las dos velocidades de reacción es cero porque el sistema
es puramente homogéneo o puramente heterogéneo. Para la condición inicial se deberá fijar
una concentración de partida para cada componente de la reacción.
De acuerdo con el esquema de representación de cada reacción particular, se podrá
escribir la expresión cinética que corresponda aplicar para R Seudo (x , t ) y R (x, t ) . NóteseHom ,i Hom ,i
Consideremos un reactor tubular formado por un cilindro de sección anular que rodea a
una fuente de radiación también tubular. Los espacios anulares son típicos de la iluminación
con lámparas cilíndricas aun en los casos muy simples de tanques perfectamente mezclados
con sistemas de lámparas de inmersión. Analizaremos un reactor continuo isotérmico, como
el de la Figura 2, que opera en las condiciones y/o bajo las hipótesis siguientes: (i) estado
estacionario, (ii) flujo laminar unidireccional de un fluido newtoniano e incompresible
completamente desarrollado, (iii) simetría angular, (iv) difusión axial despreciable en
comparación con la convección en la misma dirección, (v) paredes del reactor impermeables,
(vi) transporte de materia sólo por convección y difusión y (vii) propiedades físicas y de
transporte constantes. Si se dispone de una computadora muy veloz, la mayor parte de estas
suposiciones son innecesarias. Para cada longitud de onda se puede integrar la ecuación (1) en
un volumen arbitrario de líquido, por ejemplo la parte fluida de un volumen de ancho ∆β,
largo ∆r y altura ∆z del reactor al que le corresponde un valor ∆VR , L (Figura 3):
∂ C i (x , t )
∫ ∆VR , L ∂t
dV +
∫ ∇ ⋅ N i (x, t ) dV =
∆VR , L ∫
∆VR , L
R Hom, i (x , t ) dV (14)
∫ ∆VR , L
[
∇ ⋅ C i (x , t )v(x , t )]
Flujo convectivo del componente i
dV +
∫
∆VR , L
∇ ⋅ J i (x , t ) dV
Flujo difusivo del componente i
=
∫
∆VR , L
R Hom , i (x , t ) dV (15)
∫ J i r, z
PL , ∆A L − L
( ) ⋅ n dA =
∫ ∆VR , L
R Hom, i (r, z ) dV
flujo es la difusión en el fluido que no está en contacto directo con el sólido (ver Figura 3).
Por el momento, en ambas superficies los flujos se pueden escribir en función del gradiente de
concentraciones. La suposición de concentración total de especies constante conduce a la
ecuación (17), y una nueva aplicación del teorema de la divergencia en el segundo y cuarto
término agrupados conduce a la ecuación (18):
∂Ci (r , z )
∫ ∆VR , L
vz (r )
∂z
dV +
∫ PS, ∆A L − S
{− [Di,mez ∇Ci (r, z )]⋅ n}L −S dA +
∫ J(r,z
) ⋅ n dA
i
NPS, ∆A L − S
(17)
=0
∫ PL , ∆A L − L
{− [Di,mez ∇Ci (r, z )]⋅ n}L −L dA =
∫∆VR , L
R Hom , i (r, z ) dV
Todos los términos se pueden colocar bajo la misma integral de volumen que se
extiende en un dominio de integración arbitrario. Como los límites de integración no tienen
ninguna imposición, el integrando debe ser idénticamente cero, y la ecuación (19) es válida en
cada punto si la concentración de sólidos no es muy elevada:
∂C (r, z )
v z (r ) i − ⋅ [D i,mez ∇C i (r, z )]}L −L
{ ∇ =
∂z
Flujo convectivo axial Flujos de materia en las superficies de
intercambio fluidas
(19)
[
{∇ ⋅ D i,mez ∇C i (r, z ) } −S
L
] + R Hom, i (r, z )
Flujos de materia en las interfases Re acción química
sólido-líquido homogénea
La ecuación (20) resulta de desarrollar el segundo término bajo simetría angular y con
difusión axial despreciable frente al flujo convectivo (representado por el primer término), y
de aplicar la definición de divergencia en el tercer término:
∂C i (r, z ) 1 ∂ ∂C i (r, z )
v z (r ) − D i ,mez r ∂r =
∂z r ∂r
lim 1 (20)
V( Ψ )R →0 V(Ψ )
R ∫ A (Ψ )R
[J i (r, z ) ⋅ n (r, z )]S−L dA
+ R Hom, i (r, z )
Re acción química
homogénea
Ψ es la región del reactor que rodea el punto de coordenadas r,z donde está la superficie
catalítica, V(Ψ) es su volumen y A(Ψ) el área que envuelve a V(Ψ). De acuerdo a la
definición de una reacción heterogénea, el primer término del segundo miembro es la
velocidad de dicha reacción; en el límite, cuando la mayor dimensión de Ψ tiende a cero, es la
velocidad de reacción heterogénea en el punto material donde se encuentra la superficie
catalítica. Se obtiene así la ecuación (21) y, si el área catalítica por unidad de volumen se
expresa en función de la superficie específica y la carga de catalizador (que se supone
uniforme), se llega a la ecuación (22):
210 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
∂C i (r, z ) 1 ∂ ∂C i (r, z )
v z (r ) − D i,mez r =
∂z r ∂r ∂r
(21)
[ R
Het , i (r , z )]
dV
dA R
+ R Hom, i (r, z )
R
Reacción química Re acción química
heterogénea homogénea
∂C i (r, z ) 1 ∂ ∂C i (r, z )
v z (r ) − D i,mez r =
∂z r ∂r ∂r
[ R
Het , i (r , z )]S g C mp
+ R Hom, i (r, z )
(22)
Está claro que cuando no hay sólidos se obtiene la ecuación (23), que aplica a sistemas
estrictamente homogéneos. Cuando no hay reacción homogénea, la aplicación de la ecuación
(22) es trivial y corresponde al reactor fotocatalítico puro.
Ci (z = 0, r ) = Ci , 0 (24)
∂Ci
(z, r = r ) = 0
R ,in (25)
∂r
∂Ci
(z, r = r ) = 0
R , ou (26)
∂r
Sólo para reacciones de orden uno o cero, ecuaciones como la (22) pueden ser resueltas
analíticamente. En todos los demás casos se usan técnicas numéricas convencionales, por
ejemplo, diferencias finitas.
4. VELOCIDAD DE REACCIÓN
cada etapa, teniendo en cuenta que aquella en la que participa la radiación está representada
sólo por la etapa (1), mientras que el resto conforma una secuencia de etapas “oscuras”.
R 1 = e aλ Φ λ = κ λ G λ Φ λ (28)
4.3. Expresiones de la velocidad para las etapas no activadas por radiación (oscuras)
Siguiendo los procedimientos del Capítulo 5, se puede llegar a la ecuación (29) para la
velocidad de la de descomposición de un reactivo (i), donde las constantes kI, kII y kIII son
función de las constantes cinéticas y de equilibrio de las reacciones previas, y de la
disponibilidad de sitios superficiales del catalizador.
2
k II [Si ] k II [Si ] k [S ]
R 6 = − + + 4 k e Φ λ III i
a
(29)
1 + k I [Si ] 4 λ
1 + k [S
I i ] 1 + k I [Si ]
La ecuación (29) puede utilizarse en el modelado de un reactor incorporándola al
balance de materia. El carácter “intrínseco” se ve claramente en la dependencia explícita de la
expresión obtenida respecto a todas las variables relevantes (concentraciones y la LVRPA).
Esta expresión vale en cualquier punto del reactor y su uso requiere conocer los valores
puntuales (no globales) que representan las dos familias de variables independientes. Se puede
usar esta expresión para cualquier tipo de geometría o dispositivo, incluyendo cambios de
escala. Sin embargo, para comparar esta expresión local con valores experimentales, la
misma debe ser adecuadamente integrada de acuerdo al dispositivo empleado, forma de
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 213
operación, etc. En las referencias [5] y [6] se puede consultar una derivación más rigurosa y
general, que incluye su aplicación en un reactor fotocatalítico experimental.
dE λ
I λ ( x ,Ω , t ) = lim (30)
dA ,dΩ ,dt ,dλ → 0 dA cos θ dΩ dt dλ
En algunos casos, tanto Iλ como Gλ pueden ser también función del tiempo. Al igual que
en el caso de Gλ, como veremos mas adelante, muchas de las propiedades del campo de
radiación también surgen de la integración de la magnitud fundamental I λ .
q λ (x, t ) = ∫ I λ ,Ω (x , t ) Ω dΩ (32)
Ω
Se debe notar la diferencia entre el flujo así definido (un vector) y la Radiación
Incidente, que es un escalar. El flujo coincide numéricamente con la radiación incidente sólo
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 215
(
qλ x + ζP , t = ) ∫ I (x + ζ , t ) Ω dΩ
λ ,Ω P
(33)
Ω=4 π
deλa ,Sn (x + ζ P , t ) = [q λ (x + ζ P , t )⋅ n L ] dA = I λ ,Ω (x + ζ P , t ) Ω ⋅ n L dΩ
∫ dA (34)
Ω =4 π
La ecuación (34) es válida para todos los valores positivos del producto escalar. Para
toda la superficie externa de la partícula (ASn) se obtiene la ecuación (35) que, por aplicación
del teorema de la divergencia conduce a la ecuación (36), donde nL = - nS dado que la primera
normal sale desde el fluido.
eλa ,Sn ( x, t ) = ∫ dA I λ ,Ω ( x + ζ P , t ) Ω ⋅ n L = dA [q λ ( x + ζ P , t ) ⋅ n L ]
∫ ∫ (35)
Ω= 4 π ASn
ASn
Para avanzar en el análisis, debemos usar la ecuación (53) para la RTE, presentada más
adelante. Si despreciamos la emisión y la integramos en todo el espacio (Ω = 4π ) , todo el
“scattering” se cancela porque se cumple (37):
1
p(Ω ' → Ω ) dΩ = 1
4π Ω =∫4 π ∫
y dΩ = 4 π (37)
Ω=4π
4 π
Flujo de Radiación Absorción de Radiación
En la nomenclatura que estamos usando, esa igualdad se expresa con la ecuación (40).
∇ ⋅ q λ (x, t ) = − e aλ (x , t ) (40)
216 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
Las ecuaciones (36) y (40) se pueden combinar para dar la ecuación (41), que permite
calcular la velocidad de absorción de energía radiante monocromática por partícula. En la
ecuación. (41), VSn es el volumen de la partícula sólida “n”.
e λa ,Sn ( x, t ) = ∫ dV e
a
λ ,S ( x + ζ, t ) (41)
VSn
1 1 N
e λa ( x, t ) =
V V∫L
dVe λa ,L ( x + ζ, t ) + ∑
V n =1 V∫Sn
dV e a
λ ,S ( x + ζ , t )
(44)
Absorción por una partícula
1 N
e λa ( x, t ) = ∫
V VL
dV e λa , L ( x + ζ, t ) + ∫
V VSn
dV e λa ,S ( x + ζ, t )
(45)
= ε,L e λa ,L ( x + ζ, t )
VL
+ NV
, ∫
VSn
dV e aλ ,S ( x + ζ, t )
Fracción de volumen Número de
de líquido Promedio, en el volumen de partículas
líquido, de la velocidad de por unidad Absorción por una partícula
absorción por el líquido de volumen
a a a
e ( x , t ) N V = e λ ( x , t ) − ε L e λ , L ( x + ζ, t )
λ ,Sn (46)
V
Absorción por los sólidos Absorción por
L
la suspensión Absorción por el líquido
Si el líquido es transparente, el último término es cero; la absorción por todos los
sólidos en el punto material de volumen V es Nv (eaλ,Sn), y se cumple la ecuación (47). Si el
líquido también absorbe radiación, se debe usar la ecuación (46). En este caso, el campo
radiante se debe calcular con la absorción total (líquido más sólidos), pero la velocidad
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 217
einstein
e aλ ,Sol (x, t ) = N V e aλ ,Sn (x , t ) = e aλ (x, t )
[=] (47)
Solución
cm 3 s
Absorción por
las partículas de la ETR
sólidas
e aλ ( x ) = κ λ ,cat ( x ) G λ ( x ) (48)
Hasta ahora hemos definido todas las propiedades utilizando radiación monocromática.
Para las aplicaciones más comunes se usa radiación policromática, y debemos entonces
extender las ecuaciones de diseño del campo de radiación.
Comenzamos por describir la idea de intervalo útil de longitudes de onda. Las
propiedades ópticas del catalizador como el coeficiente de absorción y el coeficiente de
“scattering” son funciones de la longitud de onda; es decir el catalizador absorbe y dispersa la
radiación de manera continua en un rango determinado de longitudes de onda. Es fundamental
entonces adoptar una lámpara que emita la mayor parte de su potencia en el rango de
absorción del catalizador, que las paredes del reactor expuestas a la radiación sean lo más
transparentes posible en ese rango y, si se utilizan reflectores ya sea para concentrar la
radiación u optimizar su uso redireccionándola, que el coeficiente de reflexión sea lo más alto
posible en dicho rango de longitudes de onda.
El rango de emisión de la lámpara determina el rango base de longitudes de onda para
nuestro sistema. Este rango puede estrecharse por las características del coeficiente de
transmisión de las paredes del reactor y por aquellas del coeficiente de reflexión en caso de
trabajar con radiación reflejada. El rango útil puede reducirse aún más si el catalizador no
absorbe en determinada parte del intervalo que llega a la suspensión. Para el caso más general,
se define λ min como la menor longitud de onda práctica comprometida (para la cual los
valores de las propiedades antes mencionadas son diferentes de cero), y λ max como el límite
218 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
práctico superior en longitud de onda con las mismas propiedades. Como ejemplo, es común
emplear en reactores fotocatalíticos lámparas que emiten en el rango de 300-450 nm, paredes
de vidrio de borosilicato de buena calidad que no permiten el ingreso de la radiación por
debajo de los 240 nm (ya debajo de 290 nm la pérdida comienza a ser importante) y
catalizadores (TiO2) que no absorbe por sobre 380 nm. Si la fase fluida se supone transparente
a la radiación en el rango de longitudes de onda mencionado, el intervalo útil queda
determinado aproximadamente entre 300 y 380 nm.
Las lámparas pueden emitir radiación en forma continua o en líneas. La emisión
policromática de las lámparas puede describirse en general como una integración de las
potencias espectrales Pλ (correspondientes al intervalo entre λ y λ+dλ) en todo el rango de
emisión de la lámpara, ecuación (49).
λ max .
P =∫ Pλ dλ (49)
λ min.
Cuando las lámparas emiten en líneas, la integral adquiere la forma de una sumatoria de
las potencias espectrales de cada línea de emisión. Este concepto puede extenderse para
lámparas de emisión continua; en este caso el intervalo de emisión continua puede volverse
discreto dividiendo dicho intervalo en un número (n) de fracciones pequeñas del espectro de
emisión. Podemos asimilar cada línea de emisión ϕ (de la lámpara de emisión en líneas) con
un intervalo de emisión ∆ϕ , donde ∆ϕ corresponde a cada uno de los intervalos de longitud
de onda usado para la representación discreta de la emisión continua (∆ϕ toma valores desde
1 a n). Así, cuando la emisión es continua, n representa el número de intervalos usados para
volver discreta la curva continua de emisión de la lámpara. Para cada intervalo ∆ϕ , el índice
ϕ se refiere al valor medio de la longitud de onda del intervalo y provee las longitudes de
onda específicas donde deben computarse todas las propiedades que dependen de la longitud
de onda y que se usan en las ecuaciones del reactor y de la reacción.
Las expresiones de la radiación incidente y la LVRPA para radiación policromática son
las ecuaciones (50) y (51):
λ max
G( x ) = ∫ ∫ Ω I λ (x, Ω) dΩ dλ (50)
λ min
λ max
e a (x ) = ∫ ∫ Ω κ λ ,cat ( x) I λ ( x, Ω) dΩ dλ (51)
λ min
1 ∂I λ ( x , Ω )
c
t∂
.
+∇ (I λ ( x , Ω ) Ω ) = − Wλabs ( x , Ω ) − Wλout -s ( x , Ω ) + Wλem ( x , Ω ) +Wλin -s ( x , Ω ) (52)
Variación sobre
Pérdida por
Pérdida por
Ganancia por
Ganancia por
Transiente la dirección Ω absorción del medio "Out - scattering" emisión del medio "In - scattering"
dI λ ( x, Ω) σ (x)
p(Ω' → Ω )I λ ( x, Ω' )dΩ'
π ∫
+ κ λ ( x ) I λ ( x , Ω ) + σ λ ( x ) I λ ( x , Ω) = λ
ds
4 Ω '= 4 π
Pérdida por Pérdida por
(53)
Variación sobre absorción "Out −Scattering " Ganancia por
la dirección Ω "In - scattering "
∂I λ (x, y, Ω ) ∂I (x, y, Ω ) σ
µ +η λ = −(κ λ + σ λ )I λ (x, y, Ω ) + λ ∫ p(Ω' → Ω ) I λ (x, y, Ω') dΩ' (54)
∂x ∂y 4π 4 π
Las condiciones de contorno para la RTE están dadas por los valores de la intensidad:
• En la pared irradiada:
I λ (x = 0, y, Ω = Ω in ) = 0 I λ (x = L R , y, Ω = Ω in ) = 0
(57)
Las direcciones “in” constituyen el conjunto de direcciones que entran al sistema.
Con la intensidad de radiación Iλ(x,y,Ω), la LVRPA y (si fuera necesario) su promedio en todo el
volumen del reactor pueden calcularse con las ecuaciones (58) y (59).
λ max λ max
e a ( x, y) = ∫ e aλ ( x, y)dλ = ∫ κ λ ∫ I λ (x, y, Ω )dΩdλ
λ min λ min 4π
(58)
1 y= H R x = LR
e a ( x, y)
x ,y
=
H R LR ∫y =0 ∫
x =0
e a ( x, y) dxdy
(59)
El valor promedio es útil porque nos da una idea de la cantidad de radiación aprovechable por la reacción
en todo el volumen de reacción.
• En la tapa, fondo y en la pared externa del reactor, la radiación entrante es considerada nula:
Recientemente, Romero y colaboradores (2001) [12] han modificado estas dos condiciones de contorno
para incorporar: (i) “back-scattering” en la pared interna del reactor que realimenta la pared interna opuesta y (ii)
reflexión en la pared externa del espacio anular.
por la emisión superficial (Figura 8a) y volumétrica (Figura 8b) de lámparas tubulares de
radiación UV.
composición del material empleado. Entre estas lámparas se encuentran las lámparas
actínicas, de luz negra y las fluorescentes en general. Si el medio existente entre la lámpara y
la pared del reactor es diactínico (la intensidad no cambia con la trayectoria) a partir de la
definición de intensidad específica espectral se obtiene la ecuación (63) en función del
coeficiente de transmitancia de la pared del reactor ΥR,λ [4].
Pλ
I λ0 (θ, φ) = ΥR ,λ (63)
2π 2 rL L L
θ1 (φ) = tan
2 2
(2
-1 r cosφ − rL − r sen φ ) 1
2
(66)
(L L − z)
1
2 2 2 2
r cosφ − rL − r sen φ
θ 2 (φ) = tan -1 (67)
− z
(r 2 − r 2 ) 12
− φ1 = φ2 = cos -1 L
(68)
r
224 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
ρ1 = ρ I + ρ E ,1 ; ρ 2 = ρ I + ρ E, 2 (69)
[I (θ, φ)]
0
λ Rf
=
Pλ
[∆ρS ]Rf ΥR ,λ ΓRf ,λ (71)
4π 2 rL2 L L
Se pueden obtener los límites de integración de las coordenadas angulares (θ,φ) para la
radiación reflejada siguiendo un procedimiento similar al empleado para las ecuaciones (66)-
(68). Las expresiones finales son las ecuaciones (72) y (73) [14]:
' '
-1 ρ I (φ) + ρ E,1 (φ)
θ1 (φ) = tan (72)
( L L − z)
(1 − ρ 2 )(1 − ρ1 )τ1
ΥT ,λ (Ω ) = (79)
1 − ρ1ρ 2 τ12
Ensuciamiento de la pared
El dióxido de titanio puede adherirse fuertemente a las paredes del reactor (ver Capítulo
7), y este fenómeno depende fuertemente del origen del material empleado. Por ejemplo, la
fijación del TiO2 Aldrich es prácticamente despreciable, mientras que la correspondiente al
TiO2 Degussa P25 puede ser muy importante. Este efecto provocará un cambio importante en
las condiciones de contorno a utilizar en la RTE, ya que introduce una disminución adicional
en la transmitancia considerada en la sección anterior. Experimentalmente, Brandi (1998) [16]
encontró que, para cada longitud de onda, existe una correlación entre el grado de
ensuciamiento de la pared del reactor y la concentración de catalizador en la suspensión. Estos
resultados permiten definir y emplear un coeficiente de ensuciamiento YEns,λ(Cmp) para
corregir el coeficiente de transmisión en cada una de las paredes del reactor. Para la pared
ubicada en x = 0 resultan las ecuaciones (80) y (81). Para la pared opuesta (x = HR), se puede
realizar un planteo similar [10].
I o1,λ = ΓAVS,λ Ii1,λ + ΥT ,λ ΥEns ,λ (C mp ) I i 4,λ (80)
Las Ecuaciones (80) y (81) deben reemplazar a (75) y (76) cuando el ensuciamiento
producido por el dióxido de titanio es considerable.
Radiación UV solar
Cuando se usa radiación solar, se debe evaluar primeramente la radiación UV que incide
sobre la ventana de entrada de radiación al fotorreactor (condición de contorno de la RTE). La
predicción de la radiación solar UV sobre la superficie terrestre en un plano horizontal y en
días de cielo claro, se puede obtener empleando diferentes modelos (por ejemplo, Bird y
Riordan, 1986 [17]). La radiación global espectral sobre una superficie horizontal ( q G ,λ ),
ecuación (82), depende de la componente directa normal al sol ( q D,λ , ecuación (83)), el
ángulo cenital (θz) y la componente difusa ( q S,λ , ecuación (84)) de la radiación solar.
q S,λ = q r ,λ + q a ,λ + q g ,λ (84)
I λ (0, µ, φ) =
[1 − ρ ∗
ap (µ i ) ]q D,λ [1 − ρ pw (µ′r )]τ λ (µ′r ) δ (µ − µ r )δ ( φ − φ r ) +
µr 1 − τ λ2 (µ ′r )ρ ap (µ ′r )ρ pw (µ ′r )
(85)
[1 − ρ (µ )]
ap
∗
q S,λ n 2w [1 − ρ pw (µ′)]τ λ (µ′) (µ > 0)
π n a2 1 − τ λ2 (µ ′)ρ ap (µ ′)ρ pw (µ ′)
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 229
κ λ ,i = α λ ,i C i (86)
Cabrera y colaboradores (1996) [21] realizaron mediciones para tres marcas comerciales
de dióxido de titanio: Degussa, Aldrich y Hombikat, en un intervalo de concentraciones de
TiO2 entre 0,1 y 1,0 g/L y en el rango de longitudes de onda entre 275 nm y 405 nm. La
Figura 14 muestra los valores de los coeficientes específicos de absorción (κ*) y de
“scattering” (σ*) en función de λ, para las tres marcas comerciales citadas. Para el coeficiente
específico de absorción, se observa una notable disminución con la longitud de onda hasta
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 231
aproximadamente 285 nm; de allí en adelante, como es de esperar, la absorción es casi nula.
La absorción de radiación muestra el orden siguiente: Degussa > Aldrich > Hombikat, siendo
el primero mucho mayor que los dos restantes. En cambio, para el coeficiente de “scattering”,
se observa que la variación con la longitud de onda no es tan importante y que, además, el
“scattering” de la radiación sigue el mismo orden: Degussa > Aldrich > Hombikat.
p(θ0 ) = 1 (90)
b) Función de fase para partículas con reflexión difusa: las partículas sólidas producen
reflexión difusa, lo que genera una función de fase dependiente de la dirección
(anisotrópica). Los fotones tienen mayor probabilidad de moverse hacia atrás; la función es
nula cuando el ángulo es igual a cero y es máxima cuando el ángulo vale 180°. La
expresión (91), donde θ0 es el ángulo formado por la radiación incidente y la radiación
dispersada, describe este caso.
8
p(θ 0 ) = (sen θ 0 − θ 0 cos θ 0 ) (91)
3π
c) Función de fase para partículas con reflexión especular: las partículas reflejan la radiación
en forma especular, generando una función de fase altamente dependiente con la dirección
(anisotrópica). Los fotones tienen mayor probabilidad de moverse hacia adelante; la Figura
15 muestra el pico agudo que presenta la función para un ángulo igual a cero y los valores
decrecientes de la función a medida que este ángulo aumenta. La expresión matemática
correspondiente es la ecuación (92), donde ρ′(θ0) es la reflectividad especular direccional y
ρ es la reflectividad hemisférica.
ρ′(θ0 )
p(θ0 ) = (92)
ρ
Brandi y colaboradores (1999) [10] encontraron que la función de fase isotrópica es una
aproximación razonable para el “scattering” producido por las suspensiones de dióxido de
titanio.
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 233
Figura 15. Funciones de fase para el "scattering" isotrópica, difusa, especular. Adaptada
de [3].
por unidad de volumen de reacción λ Promediada en V
R
1
El término eficiencia cuántica es habitualmente reservado para la equivalente propiedad medida con radiación
policromática. Sobre este tema véase también el Capítulo 5.
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 235
t →0
RSeudo
Hom,i
(94)
] λ VR EXPERIM
0
Φλ T =
a
eλ V
R CALCULADA
VT lim C i ( t ) − Ci ( t = 0)
R Seudo (x, t ) = (96)
VR t →0
Hom ,i VR
t − t0 Tk λ
Para calcular la ecuación (94) se debe resolver la RTE en nuestro reactor. El mismo está
constituido por dos caras planas en un espacio cilíndrico. Si la cara de entrada de radiación
está esmerilada por fuera, la radiación ingresa al reactor en forma difusa. Entonces se tiene
simetría angular y es posible, con una muy buena aproximación, calcular el campo radiante
dentro del reactor con un modelo unidimensional (la coordenada x) y una sola dirección (la
coordenada angular θ) (Figura 17). La RTE resulta simplificada a las ecuaciones (97) y (98),
con condiciones de contorno (99) y (100).
d ∂ dx ∂
= =µ con µ = cosθ (97)
ds ∂x ds ∂x
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 237
µ =1
∂I λ ( x , µ ) σ
µ + (κ λ + σ λ ) I λ ( x , µ) = λ ∫ I λ ( x , µ ′) p(µ, µ ′) dµ ′ (98)
∂x 2 µ = −1
I λ ( L R , µ) = 0 µ<0 (100)
R
Figura 17. Modelo para el reactor unidimensional. Adaptada de [21].
La entrada de radiación difusa permite usar una condición de contorno con intensidades
independientes de la dirección. Como el reactor es relativamente grueso (dando lugar a mucha
absorción y “scattering”), se puede suponer que en la cara opuesta no hay reflexión con lo que
no hay ingreso de radiación por dicha cara.
I 0λ se puede obtener de dos formas diferentes: (1) Se puede usar actinometría en la
medida que se interpreten correctamente los datos experimentales y (2) Se puede usar un
modelo de emisión [26-28]. En el segundo caso, el modelo calcula con los datos espectrales
de la fuente y el reflector (tanto geométricos como ópticos así como la potencia de salida de la
lámpara) intensidades en cualquier punto del espacio irradiado. Estas intensidades provienen
de dos componentes: (i) la radiación directa desde la fuente y (ii) la radiación reflejada desde
el reflector. Estas intensidades se pueden convertir en flujos que deben ser sumados sobre la
cara externa del reactor. Puede ser conveniente trabajar con un valor promediado del flujo en
la superficie de entrada, dado que no siempre se tendrá una irradiación perfectamente
uniforme, aun para lámparas y reflectores perfectos. Para tener el valor de la intensidad en la
cara interior del reactor se debe calcular o medir la transmisión compuesta de la pared
238 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
rR π2
4
q T ,λ (r, β) A = ∫ r dr ∫ dβ q D ,λ (r, β ) + q Rf ,λ (r, β )
(101)
RC πrR2 0 0
Flujos directos
Flujos reflejados
Resultados del modelo
La ecuación (98) con las condiciones de contorno (99) y (100) se resuelve por el método
de la ordenada discreta. La función de fase más adecuada para el dióxido de titanio es la
isotrópica [p(µ' → µ ) = 1]. Los coeficientes de absorción y de “scattering” se suelen suponer
constantes (catalizador estable) o se deben corregir como una función del tiempo de
operación. Los resultados son Intensidades Específicas monocromáticas como una función de
la posición y la dirección. Con ellas se calcula la Radiación Incidente, ecuación (103),
teniendo en cuenta que en el modelo unidireccional para computar las direcciones de
irradiación sólo se requiere la integración en µ.
µ =1
einstein
G λ (x ) = 2π ∫ I λ (x, µ )dµ [=] (103)
µ = −1
cm 2 s
lim C ( t ) − C ( t = 0)
VTot
i i
VR t → 0 t − t0 Tk λ
Φ 0λ = EXP. (106)
T 1 LR a
LR 0 ∫
e λ (x ) dx
CALC.
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 239
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Universidad Nacional del Litoral, el CONICET, la Agencia Nacional de
Promoción Científica y Técnica, la SeTCIP y el programa CYTED por sus contribuciones para la realización de
este trabajo. Una mención especial a la Ing. Claudia Romani por su colaboración técnica en la edición del
mismo.
NOMENCLATURA
A = área, m2; también absorbancia, adimensional
av = área superficial de catalizador por unidad de volumen de dispersión, m-1
c = velocidad de la luz, m s-1
Ci = concentración del componente i, mol m-3
Cmp = concentración másica de partículas, kg m-3.
Di,mez = difusividad de un componente i en una mezcla, m2 s-1
ea = velocidad volumétrica local de absorción de fotones, einstein m-3 s-1
E = energía radiante, einstein s-1
G = radiación incidente, einstein s-1 m-2
H = espesor, m
h = constante de Planck, J s
I = intensidad específica de radiación, einstein s-1 m-2 sr-1
J = flujo difusivo molar, mol s-1 m-2
k = constante cinética, las unidades dependen de la etapa de reacción
K = constante de equilibrio de adsorcion, m3 mol-1
L = longitud, m
n = vector unitario normal.
N = flujo molar, mol s-1 m-2
Nv = número de partículas por unidad de volumen, m-3
p = función de fase, adimensional
P = potencia de la fuente de emisión, einstein s-1
q = flujo de radiación, einstein m-2 s-1
r = radio,m; también coordenada radial, m
r, z = coordenadas cilíndricas, m
R = velocidad de reacción, mol s-1 m-3
s = coordenada lineal a lo largo de la dirección Ω , m
Sg = superficie específica, m2 g-1
t = tiempo, s
240 Cassano, Alfano, Brandi y Martín
v = velocidad, m s-1
V = volumen, m3
W = pérdida o ganancia de energía radiante, einstein s-1 m-3 sr-1
x = vector posición, m
x, y, z = coordenadas cartesianas rectangulares, m
Letras Griegas
α = absortividad molar neperiana, m2 mol-1
β = coeficiente volumétrico de extinción, m-1; también coordenada cilíndrica, rad
ν = frecuencia, s-1
Φ = rendimiento cuántico, mol einstein-1
Γ = coeficiente de reflexión, adimensional
Ω = ángulo sólido, sr
ρ = coordenada esférica, m; también reflectividad, adimensional
θ = coordenada esférica, rad
φ = coordenada esférica, rad
Υ = coeficiente de transmisión, adimensional
κ = coeficiente volumétrico de absorción, m-1
σ = coeficiente volumétrico de scattering, m-1
λ = longitud de onda, m
εL = fracción de volumen del líquido, adimensional
Ω = vector unitario en la dirección de propagación, adimensional
µ, η, ξ = cosenos directores
Subíndices
ν = indica dependencia con la frecuencia
λ = indica dependencia con la longitud de onda
0 = indica condición de entrada o condición inicial
ads = indica adsorción
Cat = relativo al catalizador
Het = indica reacción heterogénea
Hom = indica reacción homogénea
i = relativo a la especie i
in = relativo a la radiación entrante; también relativo al radio interno.
L = relativo a la lámpara; también indica una propiedad de la fase líquida
L-S = indica una propiedad de la interface líquido-sólido
max = valor máximo
min = valor mínimo
ou = relativo a la radiación saliente; también relativo al radio externo
R = relativo al reactor
S = indica una propiedad de la fase sólida
Sn = relativo a un área envolvente de un volumen
T = total
Tk = indica propiedad medida en el tanque
w = relativo a la pared del reactor
Supraíndices
abs = relativo a la absorción
em = relativo a la emisión
Diseño de reactores para fotocatálisis: conceptos fundamentales 241
Símbolos especiales
= indica valor promedio
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[28]. O.M. Alfano, R.L. Romero, C.A. Negro y A.E. Cassano, Chem. Eng. Sci., 41, 1163-1169 (1986).
11
1. INTRODUCCIÓN
Figura 3. Colector cilindro-parabólico adaptado para fotocatálisis solar. Experiencia realizada por National
Renewable Energy Laboratory en Livermore (California) en 1991 para el tratamiento de agua contaminada por
tricloroetileno. Foto por cortesía de NREL (USA).
Una de las primeras cuestiones relevantes que aparecen a la hora del diseño de reactores
para procesos de fotocatálisis es la decisión entre reactores que van a trabajar con luz
concentrada o los que se basan en sistemas sin concentración lumínica, en sistemas tanto en
fase acuosa como gaseosa. Los sistemas de concentración presentan la ventaja de tener un
área de reactor sustancialmente menor, lo que puede significar un volumen más reducido de
reactor, un circuito menor y una mayor facilidad para confinar, controlar y manipular el fluido
que se pretende tratar. Por lo tanto, la utilización de reactores que van a trabajar con alta
irradiancia o radiación concentrada parece lógica, desde los puntos de vista tanto económico
como ingenieril, cuando se trate de reactores que presenten una alta complejidad, elevada
calidad en sus materiales (por ejemplo, el uso de cuarzo para conseguir una elevada
transmisividad de la radiación UV), o costosos mecanismos de soporte o fijación del
catalizador (este coste elevado puede proceder tanto del sistema de soporte en sí, como del
derivado del necesario reemplazamiento periódico del citado catalizador soportado).
No obstante, los sistemas basados en reactores con concentración o alta irradiancia
lumínica tienen tres importantes desventajas frente a los sistemas sin concentración. La
primera es su invalidación para el uso de la luz solar ya que no pueden concentrar (y, por
tanto, aprovechar) la radiación solar difusa; esto no es importante en el caso de aplicaciones
térmicas de la radiación solar dado que la radiación difusa es una pequeña fracción de la
radiación solar total. Sin embargo, como ya se ha reseñado, la descontaminación fotocatalítica
con TiO2 como catalizador utiliza sólo la fracción UV del espectro solar, y ya que esta
radiación no es absorbida por el vapor de agua atmosférico, se produce una dispersión de
dicha radiación a lo largo de la atmósfera similar a la que se produce con la longitud de onda
246 Blanco, Malato, Sánchez y Cardona
correspondiente al color azul y que hace que veamos el cielo de ese color. Como ejemplo, esta
dispersión (conversión de radiación UV directa en difusa) puede superar el 50 % del total de
radiación UV para un valor de masa de aire de 1.5: MA = 1.5 [2] (La Masa de Aire relativa –
“Air Mass”- se define como el cociente entre la trayectoria óptica oblicua descrita por un
fotón a lo largo de la atmósfera y la trayectoria vertical mínima que tendría que recorrer para
llegar al mismo punto sobre la superficie terrestre). Dado que los colectores solares sin
concentración pueden aprovechar ambas componentes de la radiación UV (directa y difusa),
su eficiencia puede llegar a ser muy alta.
La segunda desventaja es su mayor complejidad, coste y, como consecuencia, mayores
requisitos de mantenimiento. La tercera desventaja se fundamenta en las experiencias llevadas
a cabo por diferentes grupos de investigación [3], 5-7]. Durante estas experiencias, se ha
podido comprobar cómo la relación entre la velocidad de las reacciones fotocatalíticas (r) y la
intensidad de irradiación incidente en los foto-reactores (I) varía al aumentar esta última
(Figura 4). Esta transición no se produce a una intensidad determinada (diferentes autores
obtienen resultados distintos), puesto que las condiciones experimentales influyen de manera
importante [8]. Sin embargo, la forma que adquieren los gráficos, cuando se representa la
velocidad de reacción en función de la intensidad de reacción incidente, es siempre parecida a
la que apareció en la Figura 6 del Capítulo 3, (dependencia de la velocidad de reacción con la
intensidad de iluminación). Varios autores [8-11] responsabilizan de la transición de orden 1 a
orden ½ [r = k (I1.0)] → [r = k (I0.5)] al exceso de especies fotogeneradas (ebc-, hbv+ y •OH). A
intensidades de irradiación aún mayores se produce la transición de orden ½ a orden 0 [r = k
(I0.5)] → [r = k (I0)]. En este momento, la reacción fotocatalítica abandona su dependencia con
la intensidad de irradiación recibida, para depender únicamente de la transferencia de masa en
el seno de la reacción, estabilizándose la velocidad de reacción por mucho que aumente ya la
intensidad de irradiación. Este efecto puede deberse a diferentes causas, como pueden ser, las
limitaciones que tiene el catalizador iluminado en cuanto a la producción de huecos (h+), la
falta de concentración suficiente de captadores de electrones, o de moléculas orgánicas en las
proximidades de la superficie del catalizador y/o excesiva cantidad de productos de reacción
ocupando centros activos del catalizador. La consecuencia de estas desventajas es la tendencia
actual a escala mundial del uso de reactores sin concentración para las aplicaciones de
procesos de fotocatálisis.
Otro aspecto relevante a la hora del diseño de reactores es la dificultad para poder
comparar diferentes reactores entre sí, lo que suele complicar tanto el diseño de nuevos
reactores para fotocatálisis como su optimización. Esto es debido, por un lado, a los muchos
parámetros que intervienen en el proceso y a la complejidad del sistema fotocatalítico y, por
otro, a las importantes diferencias que suele haber entre reactores distintos cuando además
varía la escala de los mismos. Este problema se complica aún más cuando se trabaja con
radiación solar ya que, además, se tiene una iluminación que va cambiando continuamente.
Cuando se realizan ensayos de degradación fotocatalítica de diferentes sustancias, tanto
en agua como en gases, el parámetro más comúnmente utilizado para referir los resultados y
la evolución del proceso es el tiempo de residencia (tR), que indica el tiempo de exposición a
la luz de la mezcla (acuosa o gaseosa) que está pasando por el reactor. Debido a lo indicado
en el párrafo anterior, la utilización del tiempo de residencia no permite comparar
experiencias realizadas en sistemas experimentales diferentes ni, por lo tanto, extraer
conclusiones sobre la eficiencia comparativa de sistemas distintos. Este problema puede
evitarse representando la evolución de un proceso fotocatalítico en función de la energía útil
que ha ido acumulando el reactor a lo largo del tiempo, en vez de en función del tiempo de
residencia. Esto puede realizarse utilizando una expresión como la indicada en la ecuación
(1), que integra los principales parámetros del reactor:
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 247
A
EUV ,n = EUV ,n−1 + ∆tn UV G ,n ; ∆tn = tn − tn−1 (1)
V
donde EUV,n es la energía acumulada, por unidad de volumen de reactor, para una muestra n
del proceso fotocatalítico; UV G , n es la radiación media útil incidente (WUV m-2) sobre la
superficie del reactor en el intervalo de tiempo Δtn que representa el intervalo de tiempos
entre dos muestras experimentales consecutivas; A es la superficie exterior del reactor y V es
el volumen total del mismo. La utilización de esta relación entre el tiempo experimental, el
volumen del reactor, su superficie externa y la densidad de la radiación útil disponible permite
describir la evolución de un proceso fotocatalítico en función de la energía captada por el
reactor (por unidad de volumen) y, por lo tanto, permite comparar la eficiencia intrínseca de
diferentes fotorreactores.
• Si la lámpara está en el interior de reactor y coaxial con éste, la [TiO2] para rmax es muy
alta (del orden de varios gramos por litro) si el camino óptico es corto (varios mm). En
cambio, la [TiO2] para rmax es baja (cientos de mg por litro) si alcanza varios centímetros.
• Si la lámpara está en el exterior, pero el camino óptico es corto (1-2 cm max.), rmax se
consigue con 1-2 g L-1 de TiO2.
• Si la lámpara está en el exterior (similar a lo que se produce en un reactor iluminado por
radiación solar), pero el camino óptico alcanza varios centímetros, la concentración
adecuada de catalizador es de unos cientos de miligramos por litro.
UV
UV UV
UV UV UV
UV
UV
UV UV
Figura 4. Efecto de “apantallamiento”en función de la posición de la fuente de alimentación en reactores
fotocatalíticos para tratamiento de agua.
Esto no deja de ser una aproximación, basada en los resultados obtenidos por diferentes
autores. La intensidad de iluminación afecta a la relación entre la velocidad de reacción y la
concentración de TiO2. A mayor intensidad, más elevada puede ser la concentración de
catalizador. Además, la dispersión y absorción de la luz provoca un descenso
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 249
Canal abierto
Canal cerrado
Dado que los reactores fotocatalíticos que poseen unos mayores requisitos a la hora de
su diseño, desde el punto de vista de comportamiento y especificaciones de materiales, son los
que van a trabajar con luz solar (debido sobre todo a los condicionantes que conlleva el
trabajo continuo en intemperie), el análisis de los materiales para diseño se realiza para este
tipo de reactores. No obstante, gran parte de los conceptos y condicionantes que se indican
son igualmente válidos para reactores que vayan a trabajar en condiciones interiores con
lámparas eléctricas.
Desde el punto de vista del uso de la luz solar, los materiales específicos necesarios para
aplicaciones fotocatalíticas tienen mucho en común con los usados normalmente para
aplicaciones solares térmicas. Como resultado, los reactores de sistemas fotocatalíticos solares
han seguido inicialmente diseños de captación de fotones ya utilizados en colectores térmicos,
como son los colectores cilindro-parabólicos (PTC) y los colectores sin concentración. A
partir de aquí, los diseños deben diferenciarse debido a que:
• El fluido debe estar expuesto a la radiación solar UV y, por lo tanto, el material del reactor
debe ser transparente (o translúcido) a la luz solar.
• La temperatura no representa un papel significativo en los procesos fotocatalíticos por lo
que el aislamiento térmico no resulta necesario.
Lo que a continuación se indica es válido para todo tipo de reactores, con ciertas
particularidades en cada caso. Estas particularidades dependerán del tipo de superficie
reflectiva que se use para ayudar en la captación de fotones, o si ésta es necesaria o no
(colectores sin concentración) y, por último, de la forma en que circule el fluido a través del
reactor (muy diferente en el caso de un tubo, superficie inclinada, balsa agitada, etc.). Los
componentes básicos que van a definir por tanto un reactor para aplicaciones fotocatalíticas
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 251
van a ser el reflector (que puede ser concentrador o no) y el material del propio reactor
(normalmente tubular).
Esta superficie tiene por objeto dirigir y reflejar la luz útil hacia el reactor para
conseguir un máximo aprovechamiento de ésta y evitar pérdidas innecesarias, debiendo estar
compuesta por un material que sea altamente efectivo para la reflexión de la radiación
ultravioleta. Los espejos tradicionales basados en plata tienen una elevada reflectividad
(radiación reflejada/radiación incidente) en el visible, pero no así en el intervalo de longitudes
de onda entre 300 y 400 nm, siendo la mejor opción en este caso la utilización de espejos a
base de aluminio (Figura 6). Además, el vidrio utilizado normalmente como cubierta
protectora de los espejos convencionales no es adecuado ya que absorbe también parte de la
radiación UV que lo atraviesa, lo que ocurre doblemente ya que la luz lo traspasa dos veces en
su camino, hacia y desde la superficie metalizada.
Finalmente, una tercera posibilidad es el uso de técnicas sol-gel para proteger de forma
eficaz el aluminio y, simultáneamente, mejorar su reflectancia en el UV utilizando el efecto
de interferencia. Este efecto tiene lugar cuando un material es recubierto con una capa que
posee un espesor próximo a la longitud de onda de la radiación incidente. La máxima
reflectancia se obtiene cuando el producto del espesor de dicha capa y el índice de refracción
de la misma es ¼ de la longitud de onda. Para poder producir reflectores UV de alta eficiencia
es necesario alternar capas con un material de alto índice de refracción, como el TiO2, con
capas de otro material de bajo índice de refracción, como el SiO2 (Figura 7)
100
C
90
A
Reflectancia (%)
80 D
70
B
3.2. Fotorreactor
Con respecto a los materiales válidos como reactores para procesos de fotocatálisis, la
necesidad de tener una elevada transmisividad en el UV y una elevada resistencia a la
degradación hace que las posibilidades de elección sean limitadas. Entre las posibles
alternativas se encuentran los fluoropolímeros (inertes químicamente, con buena
transmisividad y resistencia y buenos difusores de luz UV), materiales acrílicos y varios tipos
de vidrio (necesariamente con bajo contenido en hierro ya que este absorbe UV). El cuarzo es
también un material excelente pero muy costoso, lo que lo invalida desde un punto de vista
práctico (Figura 8).
La utilización de materiales plásticos puede ser una buena opción ya que existen
diversos materiales (politetrafluoretileno, etileno-tetrafluoretileno, etilpropileno fluorado,
materiales acrílicos, etc) que pueden ser extruídos en forma tubular y poseen las necesarias
características de trasmisividad y resistencia térmica, así como el mantenimiento de sus
propiedades durante su uso a la intemperie. Sin embargo, una de sus principales desventajas
es la necesidad de incrementar el espesor del material cuando se desea que el reactor soporte
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 253
Cuarzo
80 80
TM
Transmitancia (%)
Pyrex TM
Duran
PTFE
60 60
Vidrio común
40 40
20 20
0 0
300 310 320 330 340 350 360 370 380 390 400
Longitud de Onda (nm)
Figura 8. Transmitancia de diferentes materiales válidos para reactores fotocatalíticos.
0,9
0,8
Transm itancia
0,7
0,6
0,5
0
250 275 300 325 350 375 400
Entre las diferentes configuraciones que puede adoptar el reactor la forma más usual es
la tubular debido a la sencillez de manejo del fluido. En estos casos uno de los parámetros
más importantes es el diámetro del reactor ya que se ha de garantizar una adecuada relación
entre la distribución de iluminación, la concentración de catalizador y la eficiencia del
proceso fotocatalítico. Cuanto menor es la concentración de TiO2, menos opaca es la
suspensión y mayor va a ser la penetración de la luz. Una concentración de 1 g L-1 de TiO2
reduce la iluminación a cero después de solo 10 cm de trayectoria óptica, por lo que si el
diámetro del tubo es superior sólo la parte exterior estará iluminada (Figura 10). Los valores
prácticos para fotorreactores tubulares van a estar normalmente entre 25 y 50 mm.; diámetros
menores van a suponer unas elevadas pérdidas de carga y valores mayores un excesivo
volumen sin iluminar, con la consiguiente reducción de la eficiencia general del proceso.
R = 29 mm
1 cm
ID = 58 mm
Área iluminada
[TiO2] = 1 g L-1
Figura 10. Zona de penetración de luz solar (sin concentrar) en un reactor tubular con una concentración de
TiO2 de 1 g L-1 (catalizador en suspensión).
En los reactores fotocatalíticos en fase gas se van a tener presentes interfases gas-sólido
por lo que van a surgir una serie de complicaciones fluidodinámicas. Al ser el absorbedor de
la radiación el sólido, se van a tener problemas de opacidad, "scattering" y de profundidad de
penetración de la radiación. Estos problemas afectan al diseño de tal forma que los resultados
obtenidos para sistemas homogéneos no pueden apenas considerarse. Una de las posibles
soluciones es mantener la fase sólida en suspensión lo que puede conseguirse mediante
agitación mecánica y mediante fluidización o seguir otras técnicas. Al igual que los rectores
químicos convencionales, los fotorreactores en fase gas pueden ser clasificados en diferentes
formas según sea el criterio de clasificación utilizado:
función del tiempo, mientras que a escala de planta piloto o industrial puede ser que interese,
por operatividad, sistemas continuos o de un único paso del fluido por el reactor.
Figura 11. Catalizador soportado sobre una malla iluminada por su parte exterior, mientras que el gas
circulará por la parte interior.
Según el tipo de fuente de luz empleada. Luz artificial y/o luz solar real. En la actualidad
existen muchas fuentes de radiación (lámparas) disponibles en el mercado, pero son
relativamente pocas de ellas las que son utilizadas para la fotoquímica. Esto depende en gran
medida de que la luz que se necesita pertenece a la región ultravioleta (UV) del espectro y
esto restringe la elección a lámparas de arco y tubos fluorescentes. El rango de potencia va
desde unos pocos vatios hasta incluso más de 100 kW. En cuanto a la utilización del sol como
fuente de luz para procesos de fotocatálisis, es necesario el desarrollo de reactores
fotocatalíticos capaces de colectar eficientemente la radiación solar.
Según la geometría del sistema fuente de luz-reactor. Planos, tubulares, etc. Este último
criterio se considera de los más importantes ya que la geometría juega un papel importante en
determinar el rendimiento de la reacción también como la operatividad del reactor. Por
ejemplo, probablemente en un reactor convencional de buena mezcla no debería preocupar si
el tanque donde se produce la reacción es cuadrangular o cilíndrico, mientras que esto
constituiría una diferencia fundamental en el caso de un fotorreactor que ha de ser irradiado
externamente. En la elección de la geometría se debe tener en cuenta la potencia, forma y
requerimientos de enfriamiento de las lámparas de la longitud de onda requerida para la
reacción que están comercialmente disponibles.
Figura 12. Reactor tubular para ensayos fotocatalíticos en fase gas con lámparas UV.
Este diseño de reactor es especialmente útil cuando se utilizan lámparas de baja presión
o tubos fluorescentes, los cuales se caracterizan por su pequeña potencia. Esta configuración
permite la instalación de muchos tubos fluorescentes en paralelo dando lugar así a flujos
radiantes altos. El reactor es cilíndrico y externamente rodeado por varias lámparas las cuales
se pueden a su vez rodear de adecuadas superficies reflectantes. El flujo del fluido a tratar
dentro del reactor puede ser de sección única o simple. Al igual que el anular, este reactor ha
sido también empleado industrialmente en el campo de la esterilización del agua.
Hasta ahora los fotorreactores descritos poseen una pared transparente cilíndrica y un
campo de radiación más o menos radial. Cuando se dispone de un campo de radiación de
rayos paralelos, como es el caso de lámparas de arco cortos proporcionados con espejo
cóncavo y óptica adecuada, en el caso de luz láser o irradiación solar, la pared del rector es
generalmente plana (Figura 13). En el caso de un reactor en continuo, el campo de radiación
puede disponerse en el mismo sentido de paso de flujo, en sentido contrario, o de forma que la
dirección de irradiación y la dirección de flujo sean perpendiculares (disposiciones
"cocurrent", "countercurrent" o en "cross-flow"). Los dos primeros son fotorreactores
axialmente irradiados y su eficiencia relativa depende, de una forma compleja, del tipo de
258 Blanco, Malato, Sánchez y Cardona
Entrada Salida de
de gases gases
Termopar
frontal
Termopares
traseros
Catalizador monolítico
dentro del reactor
Ventana
de cuarzo
Figura 13. Reactor de pared plana para usar luz solar concentrada. La luz penetra a través de la ventana de
cuarzo en sentido contrario a los gases sobre los que se quiere aplicar el proceso fotocatalítico a lo largo de un
catalizador monolítico situado en la zona iluminada del reactor.
Para solucionar el problema anteriormente indicado del filming, se han ideado algunos
diseños alternativos los cuales resuelven el problema por eliminación del contacto entre el
medio reactante y la pared transparente del reactor. Con este fin el medio reactante es
generalmente esparcido en una superficie sobre la cual fluye formando una película, la cual se
irradia externamente. Este concepto puede ser aplicado a cualquier geometría de reactor
concebible y resulta un tipo de configuración es particularmente útil con medios altamente
absorbentes.
A la hora de la elección del fotorreactor más adecuado para una cierta aplicación se
debe de considerar, ante todo, la escala y el propósito de tal aplicación. La elección de una
lámpara adecuada generalmente antecede al montaje del fotorreactor y la geometría de la
lámpara y el número necesario para llevar a cabo el proceso a menudo restringe la elección
del diseño. Cuando una fase sólida está presente, como en el caso de las reacciones
fotocatalizadas, se tienen que considerar cuidadosamente todos los factores que intervienen
como son el tipo de catalizador y la geometría luz-catalizador-reactor. Deben de tenerse
también en cuenta la turbulencia y los niveles de mezcla más adecuados en cada caso. Todo
esto, junto con el conocimiento de la vida media de los intermedios de reacción excitados,
puede ser una guía en la elección del tipo de fotorreactor y sus dimensiones. Teniendo en
cuenta las diferentes premisas indicadas a lo largo de esta sección, sólo la imaginación limita
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 259
los posibles diseños, como el ejemplo indicado en la Figura 14 que está en sintonía con la
línea de trabajo iniciada por algunos investigadores con fibra óptica [34].
MONOLITO
FIBRA ÓPTICA
Figura 14. Propuesta de reactor fotocatalítico basado en un catalizador monolítico al que se aportan los
fotones necesarios captados mediante un colector solar y transportados mediante fibra óptica.
con sistemas mucho menores. Esto también ha permitido reducir el número de variables a
ensayar, al poder utilizar los conocimientos ya desarrollados por otros autores.
Figura 15. Colector cilindro-parabólico con seguimiento en dos ejes instalado en la PSA.
• Placa plana o cascada: están formados por una placa inclinada hacia el sol por la que el
agua a tratar fluye (Figura 16). El catalizador se fija a la superficie de la placa. Suelen estar
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 261
abiertos a la atmósfera, por lo que no pueden ser utilizados para tratar aguas con
componentes volátiles [39]. Los reactores de flujo de película son una variante de este tipo
de dispositivos.
Figura 16. Instalación experimental de un colector de placa plana utilizado por el ISFH (Institut für
Solarenergieforschung GmbH, Hannover, Alemania) en las instalaciones de la PSA.
• Placa plana hueca (Figura 17): consisten en dos placas unidas entre las cuales circula el
líquido a tratar [40].
Figura 17. Instalación experimental de un colector de placa plana hueca construido a partir de materiales
plásticos.
Figura 18. Colector tubular experimental desarrollado por NREL (National Renewable Energy Laboratory,
Denver, USA). Foto por cortesía de NREL (USA).
• Balsa superficial: estos colectores son una interesante variedad (Figura 19), especialmente
para la industria de tratamiento de aguas de desecho, ya que son de fácil construcción “in
situ” [42]. Básicamente consisten en un depósito tipo balsa con poca profundidad para
permitir que penetre la luz a lo largo del espesor de agua existente.
Figura 19. Instalación experimental de un colector tipo balsa superficial ensayándose en la Plataforma Solar de
Almería (CIEMAT, España).
los tubos están disponibles en una gran variedad de materiales y tamaños y es una elección
natural para un sistema de flujo cerrado. Además, su construcción puede ser económica y
eficiente con pérdidas de carga reducidas.
Los colectores solares CPCs son una interesante mezcla entre los PTCs y los sistemas
sin concentración y suponen una de las mejores opciones para las aplicaciones fotocatalíticas
utilizando la luz solar. Antes de introducir los colectores tipo CPC, y debido a sus especiales
características, resulta interesante exponer las principales ventajas e inconvenientes de los
colectores PTCs y colectores sin concentración, lo que se realiza en la “Tabla I”.
Tabla I. Comparación cualitativa entre reactores PTC y reactores sin concentración para aplicaciones
fotocatalíticas, usando TiO2 y luz solar.
Los reactores tipo CPC son unos sistemas estáticos con una superficie reflectante
enfocada hacia un fotorreactor cilíndrico siguiendo una involuta (Figura 20). Estos
dispositivos proporcionan una de las mejores ópticas para los sistemas de baja concentración,
pudiendo además ser diseñados con una RC = 1, con lo que se consiguen simultáneamente las
ventajas de los PTCs y de los reactores sin concentración.
Figura 20. Radiación solar reflejada en un colector CPC. Toda la luz que llega a la apertura del colector será
reflejada sobre el reactor si el ángulo de incidencia es menor del ángulo de aceptancia del CPC (ver Capítulo 3,
Sección 6).
Gracias al diseño de su superficie reflectante, casi toda la radiación que llega al área de
apertura del colector (no sólo la directa, también la difusa) puede ser recogida y estar
disponible para el proceso fotocatalítico en el reactor. La radiación UV reflejada por el CPC
264 Blanco, Malato, Sánchez y Cardona
es además distribuida alrededor de la parte trasera del tubo fotorreactor y como resultado la
mayoría de la circunferencia del tubo fotorreactor se encuentra iluminada. Además, como en
un PTC, el agua es más fácilmente conducida y distribuida que en los diseños de los
colectores sin concentración. A diferencia de las instalaciones de PTCs, no se necesitan
equipos de refrigeración (que aumentan el coste de la instalación) porque no existe un
sobrecalentamiento del agua.
Algunas iniciativas han tenido como objeto el desarrollo de este tipo de reactores, sin
concentración solar, para aplicaciones fotocatalíticas [43]. En estos casos en los que no hay
concentración solar (RC = 1) ningún punto del tubo recibe mucho más de 1 Sol de radiación
UV, debido a la relación entre la superficie del tubo fotorreactor y del colector. Como
resultado, la radiación UV incidente en el reactor es muy similar a la de los fotorreactores
basados en colectores de placa plana. La eficiencia máxima de captación anual, para
colectores estáticos sin seguimiento, se consigue con un ángulo de inclinación del colector
sobre la horizontal semejante a la latitud del lugar de emplazamiento. Es importante resaltar
también que en estos reactores sin concentración se tiene una relación lineal entre la
velocidad de la reacción y la intensidad de irradiación incidente, según se comentó en el
Capítulo 3. Todos estos factores contribuyen a un excelente comportamiento de los colectores
CPCs en las aplicaciones fotocatalíticas solares.
Figura 21 Detalle de un colector CPC donde se observa la configuración de los tubos reactores.
La ecuación explícita para un reflector CPC con un reactor tubular se indica en la Figura
22; un punto reflector genérico S puede describirse en términos de dos parámetros: el ángulo
θ, sostenido por líneas originadas en 0 (centro del tubo reactor) y los puntos A y R, y la
distancia ρ, dado por segmento RS, que es tangente al tubo reactor en el punto R:
θ = OA OR (2)
ρ = RS (3)
Diseño de reactores para fotocatálisis: evaluación comparativa de las distintas opciones 265
θΑ
R C
r
O θΑ x
θ
A B
θ + θ a + π − cos (θ − θ a ) π 3π
ρ=r para θ a + ≤ θ ≤ − θa parte BC (5)
1 + sen (θ − θ a ) 2 2
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TERCERA PARTE:
APLICACIONES
12
DEGRADACIÓN DE PLAGUICIDAS
Sixto Malato Rodríguez, Julián Blanco Gálvez, Claudio A. Estrada Gasca y Erick R.
Bandala
1. PROBLEMÁTICA AMBIENTAL
absorción por la
planta
*fotodegradación
volatización
escorrentía
*adsorción en el suelo
lixiviación hacia aguas *degradación
subterráneas microbiológica
*degradación química
absorción por la
planta
Actualmente los residuos de estos plaguicidas han sido identificados en todo los
compartimientos ambientales (aire, agua y suelo), en todas las regiones geográficas
incluyendo aquellas muy remotas al sitio original de su liberación ambiental, como océanos,
desiertos y zonas polares. Igualmente se ha demostrado su presencia en organismos de todos
los niveles tróficos, desde el plancton hasta las ballenas y los animales del ártico. Estos
compuestos se bioacumulan en numerosas especies y se han biomagnificado a través de todas
las redes tróficas del mundo. Los seres humanos no están exentos de esta contaminación y los
plaguicidas se han podido identificar en diversos tejidos y secreciones humanos, inclusive de
los habitantes de regiones muy aisladas [3].
Existe una gran cantidad de informes en los cuales se alerta sobre la amplia distribución
de plaguicidas en el mundo [5-7]. En los países en desarrollo hay enormes cantidades de
plaguicidas tóxicos y/o obsoletos, que son un peligro mortal para la salud humana y el medio
ambiente. Se calcula globalmente que hay cientos de miles de toneladas de plaguicidas
obsoletos, y que más de 100.000 toneladas de ese total está en los países en desarrollo [8]. Los
plaguicidas que deterioran el paisaje urbano y rural de los países en desarrollo son: aldrin,
DDT, dieldrin, endrin, fenitrotion, HCH, lindano, malatión y paratión entre muchos otros. La
mayoría de las personas conocen el peligro del DDT, sin embargo se asegura que el dieldrin
es cinco veces más tóxico que el DDT al ingerirse, y 40 veces más tóxico si se absorbe por la
piel. El endrin es 15 veces más tóxico que el DDT para los mamíferos, 30 veces más tóxico
para los peces y hasta 300 veces más tóxico para algunas aves [3].
Por lo general, la aplicación final de los plaguicidas la hacen personas poco informadas,
más pobres y menos capaces de protegerse. A menudo los bidones se guardan a la intemperie,
junto a almacenes de alimentos o mercados y donde los niños tienen fácil acceso a ellos. Estas
reservas olvidadas son un grave peligro. Podrían producir una tragedia en las zonas rurales y
en las grandes urbes. Como resultado, no debe sorprender que la agricultura sea una
ocupación peligrosa. En Estados Unidos, una de las pocas naciones de América donde se tiene
registro de este tipo de problemas, la tasa de mortalidad entre los trabajadores agrícolas en
toda la nación está estimada en 20,9 por cada 100.000, debido a la exposición a los
plaguicidas, que es mayor que en cualquier otro segmento de la población [9].
Los informes de las Naciones Unidas estiman que de todos los plaguicidas usados en la
agricultura, menos del 1% alcanza los cultivos. El resto termina contaminando la tierra, el aire
y, principalmente, el agua. Como estos contaminantes son habitualmente no biodegradables y
sólo una pequeña cantidad de los residuos son tratados actualmente (por la carencia de
tecnologías de tratamiento disponibles in-situ), existe un gran problema de acumulación de
consecuencias no predecibles en un futuro cercano. No obstante todas las características
nocivas de estos compuestos, la venta de plaguicidas en todo el mundo aumenta
sustancialmente todos los años, sobre todo en los países en desarrollo. En 1996, las ventas
mundiales de esta industria fueron de 33.000 millones de dólares de las cuales mas del 70 %
por ciento se consume en países en vías de desarrollo. El uso de plaguicidas en
Centroamérica, es una práctica creciente. En México por ejemplo, aunque la producción de
plaguicidas ha estado disminuyendo, en 1996 se generaron alrededor de 6.000 toneladas de
tan sólo cuatro plaguicidas, y su consumo aparente durante ese año fue superior a las 6.700
toneladas (Figura 2) [10]. La venta y el consumo de DDT, plaguicida organoclorado de uso
restringido en muchos países desarrollados, se ha mantenido con fluctuaciones alrededor de
las 1000 toneladas anuales desde la década de los 80 y aún es empleado profusamente en la
prevención del paludismo [11]. En total, el volumen de insecticidas preparados solamente
Degradación de plaguicidas 271
para uso agrícola ha variado entre 16400 toneladas como mínimo durante 1995 hasta 23300
toneladas como máximo en 1999 (Tabla I) [12].
Tabla II. Trabajos publicados sobre tratamiento de plaguicidas mediante fotocatálisis con TiO2.
(latitud local). Esta planta ha estado operando desde 1994 como se ha descrito en detalle en
otros trabajos anteriores [130-131]. Los ejemplos a discutir incluyen un caso de comparación
de la descomposición de un producto puro con un producto comercial y un estudio del
producto comercial únicamente por la imposibilidad de disponer de compuesto puro en
suficientes cantidades para realizar ensayos en planta piloto. Se presentan dos enfoques
totalmente distintos de la experimentación en este campo. En el caso del metamidofos se
muestra cómo realizar experimentos cuyo objetivo sea obtener los parámetros necesarios para
diseñar el proceso de mineralización (y por tanto descontaminación). En el otro caso
(pirimetanil), se busca determinar, con mayor exactitud posible, el mecanismo de reacción
mediante la aplicación de técnicas analíticas complejas, para identificar la posible
acumulación de diversos productos de degradación parcial. Además, se estudia la factibilidad
de utilizar peroxodisulfato como oxidante, para acelerar la reacción fotocatalítica (ver
Capítulo 3). A continuación se describe el procedimiento empleado en todos los casos para
evaluar la cantidad de radiación incidente.
Las constantes cinéticas de los procesos fotocatalíticos pueden ser obtenidas mediante la
representación de la concentración de sustrato en función de tres variables diferentes: tiempo,
radiación incidente dentro del reactor y flujo fotónico absorbido por el catalizador.
Dependiendo del procedimiento, la complejidad de estas constantes varía tanto como su
aplicabilidad. Cuando se usa el flujo fotónico absorbido por el catalizador como variable
independiente, la extrapolación de los resultados es mejor. Sin embargo, este procedimiento
requiere conocer algunos parámetros como el número de fotones incidentes que pasan a través
del reactor sin interacción con el catalizador, la dirección de la luz dispersada, la distribución
de tamaño de las partículas suspendidas en el líquido, etc (ver Capítulo 9). Tales
requerimientos tornan impracticable el procedimiento para el reactor usado para estos
experimentos. El uso del tiempo experimental como unidad de cálculo podría originar errores
en la interpretación de los resultados, ya que el reactor tiene elementos iluminados y no
iluminados. Los reactores experimentales tan grandes como el utilizado en este trabajo,
requieren mucha instrumentación y el reactor debe ser también lo más versátil posible, lo cual
incrementa sustancialmente el volumen no iluminado. Usando el tiempo de residencia, que es
el tiempo que el agua está expuesta a la radiación, las conclusiones también pueden llegar a
ser erróneas, ya que, al usar el tiempo como la variable independiente, las variaciones en la
radiación incidente en el reactor durante un experimento no son tomadas en cuenta.
La intensidad de la radiación solar ultravioleta (UV) es un parámetro esencial para la
evaluación correcta de los datos obtenidos durante los experimentos fotocatalíticos en una
planta piloto de descontaminación solar de agua. Consecuentemente, la cantidad de energía
recogida por los colectores (por unidad de volumen, kJ L-1) desde el comienzo del
experimento hasta que cada muestra es tomada, QUV,n, puede expresarse mediante la ecuación
(1), donde UVG,n es la intensidad media de la radiación UV en el intervalo de tiempo ∆tn, Ar
es el área de los colectores solares del reactor, Vt es el volumen total del reactor y ∆tn = tn – tn-1
es el intervalo entre los tiempos en que se toman las muestras n-1 y n.
A
Q UV,n = Q UV,n -1 + ∆ t n UV G, n r
Vt (1)
∆ t n = t n - t n −1
incidente, WUV m-2, los cuales dan una idea de la energía que reciben las superficies que están
en la misma posición que él con respecto al sol.
3.1. Tamaron
120 3- 120
PO 4 (100% m ineralización)
COT, PO 4 , SO 4 (mg L )
-1
100 100
Periodo de
80 Inducción 80
2-
60 60
3-
40 40
20 20
0 0
0 20 40 -1 60 80
Q U V (kJ L )
Figura 3. Degradación de Tamaron 50 en suspensiones de TiO2 (200 mg/L). Sin S2O82-: ()COT, (∆) PO43-,
({) SO42-. Con S2O82- 10 mM: () COT, (S)PO43.
3.2. Pirimetanil
PIRIMETANIL
E DERIVADOS FENÓLICOS DERIVADOS PIMIDICOS
HIDROXIDERIVADOS
N O NH2 N CH3
C NH C
CH3 N
NH N CH3 O
N N CH3
C NH2
CH3
O DERIVADOS ALIFÁTICOS
PIRIMETANIL
OH O O
O O
N N CH3 C CH3 C CH3 C NH C
NH NH CH3 NH2
N
NH2
CH3 O C
CH3
NH N CH3 OH
N O O CH NH2
OH
CH3
CH
NH NH2
OH N CH3
NH
CH3 OH OH
OH
N N CH3
OH
N OH
OH
CH3
OH N CH3
NH
N
OH
CH3
Figura 4. Estructura química de pirimetanil y sus productos de degradación obtenidos mediante fotocatálisis
con TiO2 y luz solar.
Este caso está enfocado específicamente en los problemas derivados de las actividades
de la agricultura intensiva (invernaderos). Los problemas medioambientales asociados son
una de las amenazas más críticas para el futuro de este sector, tan importante
económicamente. Una de estas consecuencias medioambientales se deriva de la eliminación
de las botellas de plástico de los plaguicidas que todavía contienen pequeñas cantidades
residuales de éstos. Normalmente, la mayoría de dichas botellas son mezcladas con los
residuos convencionales de la agricultura o simplemente vertidas sin control. El reciclado de
estos envases de plástico para otros usos ofrece una posible solución para este problema. Tras
la recogida selectiva, los plásticos deben ser lavados antes de procesarlos para su nuevo uso,
dando lugar a agua contaminada con una mezcla de diferentes plaguicidas que debe ser
tratada. La eficiencia del proceso energía-solar/TiO2 ya ha sido probada en experimentos a
escala de planta piloto Aunque este ejemplo se concentra especialmente en el reciclado de
envases de plaguicidas usados en el área de El Ejido (Almería, España), donde la agricultura
intensiva (400 km2 de invernaderos) consume aproximadamente 1,5 millones de envases de
plástico de plaguicidas al año, pretende ser sólo un ejemplo de aplicación para validar la
tecnología propuesta. Los resultados obtenidos podrían ser aplicados a otros casos de
contaminación de aguas por plaguicidas y podría también aplicarse a una gran cantidad de
sustancias altamente contaminantes similares distribuidas actualmente en contenedores.
H H CH C O NO2
3
C C
O CN N
(CF3)2CHOC
a) O
H H H
C O
e) N
H
CH3 Cl CH2 N N
H H
CH3
H Cl F
CH3
OH H
O O H
O O O
CH3 CH3 H
f)
O R
H H
CF3CHFCF2 NHCONHCO
H H H H
OCH3 OCH3
H3C
H O H
Cl F
b)
O
OH
H
C O
Avermectin B1a R = CH2CH3 CH3O NH2
H3C P
H
O
H OH
H
CH3
g)
SCH3
Avermectin B1b R = CH(CH3)2
(CH3)2NCOC NOCONHCH3
Cl
h) SCH3
Cl O
Cl
c) Cl
O
SO
H
Cl
Cl N N CH3
N CHN(CH3)2
i) N
d) CH3NHCO2
CH3
(CH3)2NCH2CH2CH2NHCO2CH2CH2CH3
j)
Figura 5. Estructura de los ingredientes activos de los 10 plaguicidas seleccionados: a) Acrinatrin, b)
Avermectina B1, c) Endosulfan, d) Formetanato, e) Imidacloprid, f) Lufenuron, g) Metamidofos, h) Oxamilo, i)
Pirimetanil, j) Propamocarb.
2-
[S 2 O 8 ] 10
90 270
8
[H 2O 2]Consumido, mM
[S 2O 8 ]Consumido, mM
[H 2 O 2 ]
-1
COT, m g L
60 180 6
4
2-
30 90
2
0 0 0
0 50 100 -1
150 200
Q U V , kJ L
Figura 6. Mineralización de plaguicidas comerciales en diferentes condiciones experimentales. (z) TiO2 solo,
(S) con H2O2 25 mM y () con S2O82- 10 mM. Ambos oxidantes son mantenidos a concentración constante a lo
largo de todo el experimento. El consumo de H2O2 (U) y S2O82- () es también mostrado en esta figura.
inducción, el carbono orgánico total en transformado es CO2. Los valores de COT descienden
rápidamente hacia 0 en presencia de peroxodisulfato 10mM, sugiriendo que la adición acelera
fuertemente la degradación de intermedios. Se logra así una reducción muy importante de la
energía necesaria para la mineralización total dada por la ecuación (1) (al menos 6 veces para
COT inicial alrededor de 100 mg/L). Esta reducción puede traducirse en una reducción
equivalente de la superficie de colectores necesaria para degradar los orgánicos en el agua de
proceso. La concentración inicial máxima ha sido establecida como 100 mg/L porque a esta
concentración los plaguicidas comerciales producen una espuma apreciable en el agua y esto
produce problemas de operación en la planta piloto. Además, el objetivo de esta investigación
es el tratamiento de aguas residuales procedentes de una planta de reciclado de envases de
plaguicidas y estos problemas se producirán también en esta planta. Por lo tanto, 100 mg/L ha
sido considerada como la concentración máxima a tratar.
Como la reacción no sigue un modelo simple que conduzca a expresiones cinéticas
sencillas (por ejemplo, de orden uno o cero) no se puede calcular una constante de velocidad
de reacción. El COT es un parámetro global, que refleja la formación y descomposición
simultánea de muchos, a veces varios cientos de productos. Para obtener una herramienta
práctica para la comparación de varios experimentos, han sido elegidos dos parámetros
diferentes: en primer lugar la energía acumulada necesaria para alcanzar un grado de
mineralización determinado (QUV, X%COT se define como la energía acumulada incidente sobre
el reactor por unidad de volumen necesaria para mineralizar X% del COT máximo). Por otro
lado, es conveniente el uso de la pendiente máxima de la curva de degradación, que es
formalmente la pendiente de la tangente en el punto de inflexión (rQ,0). Esta magnitud tiene
las dimensiones de una constante de velocidad de orden cero (mg/kJ en lugar de mg/min, ya
que se usa QUV y no tiempo como variable independiente), y por lo tanto es de manejo simple.
Esta pendiente puede ser considerada aproximadamente como la velocidad inicial de la
reacción de mineralización.
Como se ha comentado, el área de El Ejido (Almería) consume aproximadamente 1.5
millones de botellas de plástico de plaguicidas por año. Como el tratamiento fotocatalítico
propuesto en este trabajo está enfocado al tratamiento de la cantidad de producto que queda en
cada envase, han sido realizadas varias pruebas para valorar esta cantidad. Se han considerado
dos situaciones diferentes: los envases son eliminados sin lavar o después de un enjuagado. La
última hipótesis es la más lógica porque estos productos son muy caros y, por lo tanto, los
agricultores normalmente los enjuagan y añaden el agua de enjuague a sus tanques de
dosificación de plaguicidas. Las cantidades residuales de COT en cada envase son, en el
primer caso, 0,673 g y 0,083 g en el segundo. Para 1.500.000 botellas, esas cantidades por
envase corresponden respectivamente a 1.000 y 125 kg de plaguicidas (calculados como
COT). Como se comentó anteriormente, la concentración inicial máxima de diseño es 100
mg/L. La energía total necesaria para destruir el 95% del COT máximo (si COTmax = 114
mg/L) es alrededor de 34.5 kJ/L. Estos datos corresponden a la media de 5 experimentos
realizados con un COTmax ≈ 100 mg/L. Debido a la incertidumbre producida por la
imposibilidad de obtener un modelo matemático se usará un “factor de seguridad” del 20%.
Resumiendo todas las consideraciones anteriores, serán necesarios 41.4 kJ/L para mineralizar
108 mg/L de COT.
La cantidad total de pesticida esperada de los 1.5 millones de envases por año (1.000 o
125 kg, como se ha comentado previamente) producirá por año 9300 m3 o 1200 m3 de aguas
residuales de concentración adecuada para su tratamiento, respectivamente, dependiendo de
que los agricultores laven o no los botes. Serán necesarios pues 3.85 x 108 kJ/año o 4.97 x 107
kJ/año de radiación Solar UV. Aunque los datos de radiación-UV en la localización de la
planta deben estar disponibles para el diseño de la misma, usando los datos de la radiación
Degradación de plaguicidas 281
solar UV de la Plataforma Solar de Almería (Latitud 37º 5´, Longitud 2º 21´ Oeste, 500 m
sobre el nivel del mar) podría estimarse el tamaño de la planta. La media anual de radiación
UV en la PSA es de 18,6 WUV m-2 (4380 horas de luz al año). Por lo tanto, están disponibles
2,93 x 105 kJ m-2 año-1. Consecuentemente, la planta de tratamiento tendría una superficie de
colectores entre 1300 y 170 m2, si se recogen todos los envases generados en la provincia de
Almería. La Figura 8 muestra las características de una planta diseñada para un tratamiento
anual inicial de 750000 botellas (el 50% de las que se comercializan) y una media de 0,25 gr
de COT de residuo por botella, lo que obligaría a tratar en la planta 175 kg de compuestos
fitosanitarios. Para ello sería necesario un campo solar de CPCs de 300 m2.
Inspección
Descarga de Triturado
envases usados
Lavado
15 m3
Unidad de
Micro-filtración Muelle de carga
(producto acabado)
Sur
Figura 7. Vista de la propuesta final de planta de reciclado de 750.000 envases plásticos anuales de
plaguicidas, incorporando un sistema de detoxificación solar para el tratamiento del agua de lavado. El
campo solar es de 300 m2 de colectores CPC.
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163-174.
13
1. INTRODUCCIÓN
La industria papelera tiene una gran importancia para las economías de Sudamérica
debido a la gran disponibilidad de recursos forestales; Brasil y Chile son los mayores
productores de celulosa del área. En Chile se procesan maderas de Pinus radiata y Eucalyptus
globulus con una producción anual de 2 millones de toneladas de celulosa, mientras que en
Brasil se usa preferentemente madera de E. grandis, con una producción de alrededor de 6
millones de toneladas de pulpa al año [1]. En ambos países se proyecta aumentar la
producción, que se duplicará en el corto plazo. En una planta moderna, el procesamiento de la
madera mediante el proceso Kraft requiere alrededor de 80 m3 de agua por tonelada de pulpa
generada, lo que implica que deben tratarse grandes volúmenes de agua al final del proceso.
Durante el pulpaje Kraft, la digestión de las astillas de madera se realiza con la mezcla
NaOH/Na2S con el propósito de solubilizar la lignina, un polímero aromático, amorfo y
altamente condensado, que representa entre el 20 y 30 % en peso de la madera. Luego, la
lignina solubilizada es concentrada y quemada para generar energía que se usará en el mismo
proceso de pulpaje. La pulpa que se obtiene en este proceso es posteriormente oxigenada para
continuar la deslignificación; la pulpa alcanza así tenores de alrededor de 2 - 3 % de lignina
residual.
En una segunda etapa, durante el proceso de blanqueo que utiliza una mezcla de cloro y
dióxido de cloro, se forman fenoles clorados por reacción de la lignina residual, que está
químicamente unida a la celulosa. Aunque el volumen de efluente generado en la secuencia de
blanqueo es mucho menor (alrededor de 10 m3/ ton pulpa), en esta etapa se forman los
compuestos de mayor peligrosidad. La Figura 1 muestra algunas de las estructuras de bajo
peso molecular frecuentemente encontradas en los efluentes de blanqueo de celulosa [2].
Estos compuestos han sido descritos en la literatura como bio-acumulables, tóxicos y con alto
potencial carcinogénico [3].
286 Mansilla, Lizama, Gutarra y Rodríguez
OH OH
OH Cl OH
CATECOLES
Cl Cl Cl Cl
Cl Cl
3,4,5- tetra-
OH OH OH
GUAIACOLES
Cl Cl Cl Cl Cl
Cl Cl Cl
3,4,5- 4,5,6- tetra-
OMe OMe
OMe Cl OMe
VERATROLES
Cl Cl Cl Cl
Cl Cl
3,4,5- Tetra-
OH
MeO OMe
SIRINGOL
Cl Cl
Cl
Tri-
Figura 1. Estructuras de algunos fenoles policlorados disueltos en efluentes de blanqueo de celulosa [2].
inactivar, e incluso destruir la flora microbiana, debido a la alta toxicidad del sustrato. Parte
de este problema se ha resuelto con la incorporación de nuevas secuencias de blanqueo, donde
se reemplaza totalmente al cloro molecular por dióxido de cloro (procesos ECF, del inglés
elementary chlorine free) o por reemplazo total de compuestos de cloro (procesos TCF, del
inglés total chlorine free). Estos procesos no eliminan totalmente el impacto ambiental de las
descargas líquidas, en el primer caso por la persistencia de algunos compuestos
organoclorados, y en el segundo por la necesidad de agregar grandes cantidades de quelantes
de hierro, tales como EDTA y DTPA, que generan un nuevo problema de contaminación. En
estos casos de aguas con contaminantes altamente tóxicos es conveniente realizar un
pretratamiento, previo a la etapa biológica, que permita aumentar la biodegradabilidad y
disminuir la toxicidad del agua residual (ver Capítulo 2).
Otra opción consiste en el uso de procesos totalmente libres de efluente (TEF, del inglés
total effluent free, o en español, ELE-0, emisión límite de efluentes cero), o de ciclo cerrado,
donde la mayor parte del agua es reciclada en el propio proceso. En este caso, es imperativo
tratar las aguas con un proceso eficiente que permita su reutilización. Para este fin, los
procesos de oxidación avanzada constituyen una opción válida, por su eficiencia para remover
la materia orgánica y el color del efluente, además de destruir los compuestos organoclorados
[4].
combinado, se lograron importantes grados de remoción del color, COT y fenoles totales en
70 %, 51 % y 83 %, respectivamente.
La búsqueda por mejorar los rendimientos de las oxidaciones fotocatalizadas ha llevado
a muchos investigadores a utilizar los catalizadores soportados en materiales inertes para
evitar la etapa de recuperación del catalizador al finalizar la reacción (ver Capítulo 6). Por
otro lado, el empleo de cuplas de semiconductores ha sido reportado como beneficioso para
aumentar la eficiencia de la degradación, debido a la separación de cargas lograda por la
transferencia de huecos y electrones entre ambos óxidos, disminuyéndose la recombinación
electrón-hueco [15]. La fotocatálisis de licor negro kraft con ZnO soportado en gel de sílice es
algo menos eficiente que con TiO2 o ZnO en suspensión, tanto para la decoloración como
para la remoción de fenoles, pero presenta la ventaja de facilitar la separación del catalizador
al finalizar la reacción [16]. Al mismo tiempo se observó una reducción de la toxicidad aguda,
medida por respirometría de E. Coli. Usando arena impregnada con ZnO en arena, se pudo
acelerar notablemente el proceso de decoloración, probablemente por el efecto del óxido de
silicio en el proceso de separación de cargas [17]. Además, la fotocatálisis durante tiempos
cortos (10 minutos) con ZnO en arena como una etapa pre-biológica hizo aumentar en un
100% la eficiencia del proceso de decoloración biológica. Yeber y colaboradores [18-19]
impregnaron recientemente TiO2 y ZnO en anillos de vidrio de 4 x 4 mm, y utilizaron un
fotorreactor concéntrico perfectamente agitado, donde el efluente circula entre los anillos
impregnados y lograron así la degradación de un efluente ECF de celulosa y de 6-
clorovanillina (utilizada como compuesto modelo de lignina clorada). Se observó una notoria
degradación de los fenoles de alta masa molecular y la transformación del cloro orgánico en
iones cloruro, fenómenos asociados con la disminución de la toxicidad aguda observada en el
efluente de celulosa. El análisis de los productos de oxidación de 6-clorovanillina indica que
en las primeras etapas de oxidación se produce la mineralización del cloro, la hidroxilación de
los anillos aromáticos y finalmente la apertura de los núcleos bencénicos, lo que genera
compuestos carbonílicos y carboxílicos.
La mineralización de la materia orgánica contenida en efluentes ECF sigue una cinética
de orden cero que se ajusta al modelo de Langmuir-Hinshelwood en saturación, por el alto
valor inicial de carbono orgánico total [20]. La mineralización ocurre en forma paralela a una
rápida decoloración del efluente. Por otro lado, Pérez y colaboradores [21], utilizando un
diseño factorial, observaron decaimientos de orden cero de la DQO, AOX y COT, bajo
condiciones optimizadas de la cantidad de catalizador (TiO2 en suspensión), concentración de
peróxido de hidrógeno y pH. Se observó además la destrucción total de fenoles clorados de
baja masa molecular y la disminución en más de 60 %, de la toxicidad aguda después de 30
minutos de irradiación.
En diversas publicaciones se ha señalado que un pre-tratamiento de efluentes de
celulosa mediante fotocatálisis reduce los tiempos del tratamiento biológico convencional, ya
sea por el aumento de la biodegradabilidad, por la disminución de la toxicidad, o por ambos
factores. Durán y colaboradores [22] observaron el aumento de la degradación enzimática de
lignina kraft en soluciones pre-irradiadas durante 15 minutos en presencia de ZnO. El sistema
fotoquímico-enzimático combinado aumenta la actividad degradativa de la enzima en casi 100
%. Recientemente, Yeber y colaboradores lograron una reducción considerable de la toxicidad
y del COT, junto con un aumento sostenido de la biodegradabilidad, empleando la
fotocatálisis con TiO2 y ZnO en suspensión. Los resultados fueron superiores a los logrados
con otros sistemas avanzados de oxidación.
Tratamiento de residuos líquidos de la industria de celulosa y textil 289
pero esta metodología es efectiva sólo en algunos casos, por lo que una alternativa más
promisoria sería la oxidación química parcial o total.
R1 R2 N
R1 N N
N N N N R3
R2 R2 R1 S
azo diazo tiazol
O R1
N N
O R2 N
antraquinona N M N
R N
N N
N N
Cl N Cl R
triazina ftalocianina
colorante. Por otro lado, Kiriakidou y colaboradores [40] estudiaron el efecto de distintos
parámetros operativos, en la degradación de naranja ácido-7, observando un efecto sinérgico
entre la irradiación UV y visible para conducir la degradación del colorante.
A pesar de los buenos resultados obtenidos al utilizar las partículas del semiconductor
en suspensión, esta metodología requiere una etapa de separación del catalizador desde la
solución tratada. Para evitar la etapa de filtración y aumentar la eficiencia del semiconductor,
se ha intentado el anclaje del catalizador sobre un soporte inerte [41-44], el agregado de
especies metálicas que minimicen la recombinación de cargas [45-46], el uso de agentes
oxidantes como aceptores de electrones para la banda de conducción [43,47] y, por último, el
diseño de reactores que permitan el aprovechamiento máximo de la fuente luminosa [48].
Vinodgopal y Kamat [43,49-50] inmovilizaron TiO2, SnO2 y SnO2/TiO2 sobre una
superficie conductora transparente, formando una celda electrolítica con un contraelectrodo de
platino. Al irradiar con λ > 300 nm, una solución que contenía los colorantes naranja ácido-7
o naftol azul-negro, manteniendo un potencial positivo en el fotoelectrodo para minimizar la
recombinación electrón-hueco, se observó la eliminación total del color después de 30
minutos de irradiación. Pellegrini y colaboradores [51] prepararon un electrodo mixto de
Ti/Ru0.3 Ti0.7O2 para tratar por vía electro-fotocatalítica una solución de colorante
antraquinónico azul reactivo-19, logrando remover 95 % del color y un 52 % del COT, tras
dos horas de irradiación con una lámpara de mercurio de presión media. El proceso
electrofotocatalítico muestra efectos sinérgicos por sobre los procesos electrolítico o
fotocatalítico por separado (ver Capítulo 6).
Con relación a los costos de cada tratamiento de colorante mediante la oxidación
avanzada, se han informado algunas cifras basadas en el consumo energético (kWh) necesario
para tratar un volumen fijo de colorante (m3) y reducir el COT, o la concentración inicial del
colorante, en un orden de magnitud. Este valor ha sido definido en la literatura como EE/O
(en inglés, electric energy per order, kWh/m3) [52]. Arslan y colaboradores [32] determinaron
los valores de EE/O en la decoloración de un efluente simulado, preparado con una mezcla de
colorantes y reactivos comúnmente encontrados en un efluente real. Para diluciones 1/20 del
efluente, tratadas durante una hora, se obtuvieron valores de 0.217, 0.721 y 4.848 kWh/m3,
para los sistemas O3, O3/H2O2 y UV/H2O2, respectivamente. También se observó en todos los
sistemas estudiados la eliminación total de la toxicidad sobre la fotobacteria Vibrio fischeri
después de 15 minutos de tratamiento. El tratamiento del colorante reactivo azul-19 con un
sistema UV/ H2O2/catalizador dio valores de EE/O de 50 kWh/m3 [53]. En un estudio
reciente, Lizama y colaboradores [54] estudiaron la eficiencia de dos sistemas fotocatalíticos
comparando la decoloración de cuatro colorantes reactivos (anaranjado-16, rojo-2, amarillo-2
y azul-19). Al utilizar radiación de λ> 254 nm con TiO2 en suspensión, se obtuvieron valores
entre 41 kWh/m3 y 104 kWh/m3, para los cuatro colorantes. Con el catalizador soportado en
anillos de vidrio, se obtuvieron valores entre 85 y 139 kWh/m3. A pesar del mayor consumo
de energía, los reactores con catalizador soportado pueden tratar un mayor volumen de
efluente sin necesidad de separar el catalizador de la solución.
El concepto de EE/O no sólo permite la evaluación económica de una forma de
tratamiento, sino que permite comparar diversos sistemas entre sí, dado que establece un
criterio universal de comparación, cual es el costo energético. Con este fin, Lizama y
colaboradores [55] evaluaron el rendimiento de los semiconductores TiO2 y ZnO en la
fotodegradación de azul reactivo-19, utilizando como herramienta de análisis la metodología
de análisis multivariado. Después de determinar el mejor conjunto de combinaciones de pH y
Tratamiento de residuos líquidos de la industria de celulosa y textil 293
cantidad de catalizador para lograr la eliminación del colorante en el menor tiempo posible, se
obtuvieron valores de EE/O de 8 y 21 kWh para los tratamientos conducidos con ZnO y TiO2,
respectivamente.
4. CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen el apoyo de la Red CYTED VIII-G. Los fondos para investigación han sido
aportados por Foncedyt (Chile, Proyectos 1980498 y 1010854), por el Instituto de Investigación de la Facultad
de Ciencias de la Universidad Nacional de Ingeniería (Perú), y por el International Science Programs de la
Universidad de Uppsala de Suecia.
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14
1. INTRODUCCIÓN
complejación a temperaturas próximas a los 100oC provee, en algunos casos, las condiciones
de agresividad adecuadamente efectiva y controlada.1
El solvente complejante ácido contiene casi la totalidad de los iones metálicos,
incluyendo los radionucleídos removidos, y el proceso aquí descrito apunta al tratamiento de
estas soluciones residuales, ya sea contaminadas radiactivamente o no [20].
[EDTA]/[EDTA]o
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
0 2 4 6 8 10
Tiempo/hs.
Figura 1. Perfil de degradación de EDTA por fotocatálisis heterogénea. [TiO2] = 1 g L-1 (Degussa P-25),
[EDTA] 0 = 10 g L-1, pH0 3,7, I0 > 7 × 1018 fotones seg-1 (366 nm), burbujeo de oxígeno a 200 mL min.1, T =
25oC.
ppmC/ppmC0
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Tiempo/hs.
Figura 2. Perfil de disminución del COT en la degradación fotocatalítica de EDTA. Condiciones como en
Figura 1.
• El reactor a escala de banco debe utilizar un tubo fluorescente de luz UV, y debe
contemplar la posibilidad de agregar Fe+3 y H2O2. El sistema debe garantizar la eficiencia y
seguridad adecuadas para el uso de la luz UV y los agentes reactivos anteriores,
principalmente el peróxido de hidrógeno. Los resultados deben permitir evaluar las
ventajas comparativas de los procedimientos fotocatalítico y foto-Fenton.
• La composición del fluido a tratar (pH, EDTA, ácido cítrico, ácido oxálico) debe ser
similar a la de los líquidos residuales de la descontaminación de centrales nucleares.
• El escalado posterior, para el diseño de la planta de tratamiento de volúmenes típicos
reales, debe poder lograrse simplemente mediante una batería de reactores en paralelo, con
tiempos de tratamiento no mayores que seis meses.
298 Blesa, Chocrón, Litter, Paolella y Repetto
LÍNEA DE AIRE
MEDIDOR DE pH
RESERVORIO
FOTORREACTOR
BAÑO
CALEFACCIONANTE
AGITADOR
MAGNÉTICO BOMBA DE
RECIRCULACIÓN
3.3 Resultados
10:01:0.1 Ensayo Nº 1
0.8
10:01:0.1 Ensayo Nº 2
ppm COT / ppm COT0
0.6
0.4
0.2
0
0 100 200 300 400 500 600 700 800
Tiempo [min]
Figura 4. Perfiles de degradación del COT para los ensayos 1 y 2. Las flechas indican agregado de H2O2. Se
indica la relación molar H2O2:EDTA:Fe+3 en cada caso. Condiciones según la Tabla I.
10:1:0.1 Ensayo Nº 2
0.8 5:1:0.1 Ensayo Nº 3
2.5:1:0.1 Ensayo Nº 4
[EDTA] / [EDTA]0
0.6
0.4
0.2
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200
Tiempo [min]
Figura 5. Perfiles de degradación del EDTA para distintas relaciones molares H2O2:EDTA. Condiciones según
la Tabla I.
Tratamiento de residuos convencionales y radiactivos de baja actividad de la industria nuclear 301
La Figura 6 muestra la cantidad total de agua oxigenada empleada en cada uno de estos
tres ensayos. En ella, puede verse que existe un menor consumo global de agua oxigenada
cuanto menor es la relación H2O2:EDTA.
76.8 ml (24%)
10:1:0.1
80 5:1:0.1
2.5:1:0.1
70
52.8 ml (16.5%)
Total de H2O2 agregada [ml]
60 45.6 ml (14.25%)
50
40
30
20
10
0
Ensayo Nº2 Ensayo Nº3 Ensayo Nº4
Figura 6. Consumo total de agua oxigenada en los ensayos 2, 3 y 4. Entre paréntesis aparece el porcentaje
respecto del volumen de suspensión tratado (320 mL). Condiciones según la Tabla I.
La Figura 7 muestra la disminución del COT en el tiempo para los ensayos realizados
variando la proporción de H2O2 con respecto a la de EDTA. En todos los casos se alcanza
prácticamente el mismo grado de mineralización en el mismo tiempo de tratamiento. En los
ensayos con mayor cantidad de EDTA respecto del agua oxigenada, para lograr la
mineralización total, se debe continuar el agregado del reactivo, aun después de la
desaparición del EDTA, para destruir los productos intermedios resistentes a la
mineralización.
0.9
10:1:0.1 Ensayo Nº 2
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0 100 200 300 400 500 600
Tiempo [min]
Figura 7. Perfiles de disminución del COT en el tiempo para los ensayos 2, 3 y 4. Se indica la relación molar
H2O2:EDTA:Fe+3 en cada caso. Condiciones según la Tabla I.
302 Blesa, Chocrón, Litter, Paolella y Repetto
La Figura 8 permite comparar la eficiencia del proceso fotocatalítico (con H2O2 y dos
concentraciones de Fe2+) y del proceso foto-Fenton (sin fotocatalizador). La técnica foto-
Fenton produce resultados similares a la fotocatálisis heterogénea. De los tres tratamientos, el
más eficiente para destruir el EDTA es el fotocatalítico, que emplea una concentración más
alta de Fe3+. Sin embargo, para lograr la mineralización completa, se requieren tiempos más
prolongados, y las tres condiciones son equivalentes (Figura 9).
La Figura 10 muestra que no hay diferencias muy apreciables en el consumo total de
agua oxigenada, y se concluye que tanto foto-Fenton como fotocatálisis son alternativas
equivalentes.
1.00
2.5:1:0.1 Ensayo Nº 4
0.60
0.40
0.20
0.00
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Tiem po [m in]
Figura 8. Perfiles de degradación del EDTA obtenidos de los ensayos 4, 5 y 6. El quinto corresponde a una
mayor cantidad de Fe+3, mientras que el sexto a una Foto-Fenton. Se indica la relación molar H2O2:EDTA:Fe+3
en cada caso. Condiciones según la Tabla I.
2.5:1:0.1 Ensayo Nº 4
0.6
0.4
0.2
0
0 100 200 300 400 500
Tiempo [min]
Figura 9. Perfiles de disminución del COT en el tiempo para los ensayos 4, 5 y 6. Se indica la relación molar
H2O2:EDTA:Fe+3 en cada caso. Condiciones según la Tabla I.
Tratamiento de residuos convencionales y radiactivos de baja actividad de la industria nuclear 303
55.2 ml (17.25%)
52.2 ml (16.3%)
60
45.6 ml (14.25%)
2.5:1:0.1
50
2.5:1:0.5
Total de H2O2 agregada [ml]
3:1:0.33 Foto-Fenton
40
30
20
10
0
Ensayo Nº4 Ensayo Nº5 Ensayo Nº6
Figura 10. Consumo total de agua oxigenada en los ensayos 4, 5 y 6. Entre paréntesis aparece el porcentaje
respecto del volumen de suspensión tratado (320 ml). Condiciones según la Tabla I.
4. CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
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15
DESINFECCIÓN DE AGUA
José Roberto Guimarães, Jorge Ibáñez, Marta I. Litter y Ramón Pizarro
1. PROBLEMÁTICA DE LA CONTAMINACIÓN
Las aguas utilizadas en los procesos productivos retornan contaminadas a los cursos de
agua; en la mayoría de los casos se deteriora su calidad para usos posteriores, inclusive la
irrigación. Dependiendo del grado de contaminación, el agua residual puede ser nociva para la
vida, causando por ejemplo, la mortandad de peces. También puede producirse una liberación
de compuestos volátiles, que provocan mal olor y sabor acentuado, y que podrían traer
problemas en una nueva operación de purificación y tratamiento del agua [1].
Según el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social Brasileño [2], el 65% de
las internaciones hospitalarias de niños menores de 10 años están asociadas a la falta de
saneamiento básico. En los países en desarrollo, se estima que el 80% de las enfermedades y
más de un tercio de las muertes están asociadas a la utilización y consumo de aguas
contaminadas [3]. La hepatitis infecciosa, el cólera, la disentería y la fiebre tifoidea son
ejemplos de enfermedades de transmisión hídrica, que representan un serio problema de salud
pública.
Las enfermedades infecciosas son transmitidas primariamente por la contaminación de
las fuentes de agua con deposiciones de animales, las cuales pueden ser agentes muy activos
para el transporte de enfermedades. El uso de tales aguas para beber o cocinar, el contacto con
la misma durante baños, o la inhalación de pequeñas gotitas (aerosoles) pueden resultar en
infecciones.
La desinfección de aguas de abastecimiento se define como el proceso integrante de una
estación de tratamiento de agua que tiene como objetivo la inactivación de microorganismos
presentes en el medio, minimizando la probabilidad de transmisión hídrica de enfermedades,
y el manejo del agua tratada [4].
2. TIPOS DE MICROORGANISMOS
3. ESTERILIZACIÓN Y DESINFECCIÓN
O O O O
CH3 CH3
CH3 H3C
HN NH HN NH
hν
+
O N H H N O O N N O
H H H H
El cloro molecular se dismuta en agua formando ácido hipocloroso (HclO, pKa = 7,54)
o anión hipoclorito (ClO-).
Cl2(ac) + H2O = HClO(ac) + Cl- + H+ (1)
308 Guimarães y Litter
La dismutación ocurre en mayor grado en medio alcalino, pero el cloro posee un poder
de desinfección mayor en medio ácido. El desinfectante también puede ser utilizado en forma
de sales. Su uso está muy extendido porque tiene varios aspectos atractivos: logra la
inactivación efectiva de una gran gama de patógenos comúnmente encontrados en las aguas,
su costo es bajo, y tiene un efecto residual fácilmente controlado y monitorizado que protege
al agua de una reinfección [8]. Una de las desventajas de la utilización del cloro es la posible
formación de compuestos orgánicos clorados, como triclorometano por reacción con los
contaminantes orgánicos.
Las cloraminas se forman por reacción del cloro con amoníaco. De las varias especies
formadas en esta reacción, la monocloroamina (NH2Cl) es la activa para la desinfección de
agua potable. En comparación con otros desinfectantes menos eficientes para la inactivación
de virus y protozoarios, la mezcla cloro/amoníaco provee un efecto residual que la hace útil
como desinfectante secundario, para evitar el crecimiento biológico en los tanques de
almacenamiento y puntos finales de redes. En sistemas donde se utiliza la cloroaminación, la
presencia de triclorometano es muy baja.
El dióxido de cloro también es un oxidante eficiente. Se obtiene normalmente por
reacción del Cl2, HClO ó HCl con el clorito de sodio. Puede obtenerse también por reacción
de clorato de sodio, NaClO3 con HCl. Debe producirse in situ, ya que el gas es explosivo a
altas presiones, y no puede comprimirse ni transportarse. No produce triclorometano, pero
genera como subproducto ClO2- y ClO3-, iones sospechosos de causar anemia. El ClO2 es
efectivo en la destrucción de patógenos como Giardia y Cryptosporidiun [16].
El ozono, al igual que el dióxido de cloro, es inestable y no puede ser transportado ni
almacenado y, por lo tanto, debe ser producido in situ. Las especies oxidantes son el propio
O3 o los radicales hidroxilo (ver Capítulo 1). En comparación con Cl2, ClO2 y las cloraminas,
es muy eficiente en bajas concentraciones, y más efectivo en la inactivación de patógenos,
incluyendo bacterias, protozoarios y virus. También sólo debe ser utilizado como
desinfectante primario, pues no tiene efecto residual en agua. El O3 no forma subproductos de
desinfección (SPD) organoclorados, pero pueden aparecer compuestos bromados si el agua
contuviera bromuros, además de otros productos orgánicos tales como aldehídos o cetonas [8,
16].
El permanganato (MnO4-) se obtiene a partir del dióxido de manganeso (MnO2). Se trata
de un compuesto bastante oxidante, y es utilizado principalmente en el control de olor y sabor,
remoción de color y control de crecimiento de microorganismos en estaciones de tratamiento
de aguas. También remueve hierro y manganeso, y puede ser útil en la remoción y en el
control de precursores de THM y otros subproductos antes del uso de otros desinfectantes. El
permanganato de potasio inhibe el crecimiento de bacterias (por ejemplo, coliformes, Vibrio
cholerae, Salm. Typhi y Bact. Flexner) y virus (polivirus, bacteriófagos) [8].
La radiación UV es una alternativa de creciente aplicación en la desinfección de aguas
de abastecimiento y residuales. Se ha comprobado fehacientemente que la radiación UV es
eficiente en la inactivación de bacterias, virus (colifago, virus de la hepatitis A, polivirus y
rotavirus) y protozoarios (por ejemplo, cistos de Giardia lambia y Giardia muris,
Acanthamoeba rhysodes y Cryptosporidiun). No se forman subproductos durante la
desinfección, y para mantener un efecto residual es habitualmente necesaria la adición de
otros agentes químicos [8].
Desinfección de agua 309
En las últimas dos décadas, las leyes ambientales en todo el mundo se han vuelto cada
vez más restrictivas. Por este motivo, en los últimos 10 a 15 años, se realizaron diversas
investigaciones para el desarrollo de tecnologías de tratamiento de residuos y abatimiento de
contaminantes con relaciones costo/beneficio adecuadas. Las TAOs (ver Capítulo 1) han
recibido gran atención porque, evidentemente, estos procesos pueden ser utilizados para la
destrucción de microorganismos patogénicos.
En este sentido, la fotocatálisis heterogénea ha sido bastante investigada, ya que el HO•
es uno de los radicales libres más reactivos y uno de los oxidantes más fuertes, tal como se ha
visto en el Capítulo 1 [17]. También se ha encontrado que la fotocatálisis heterogénea con
TiO2 es efectiva en sistemas bioquímicos para destruir células malignas [18-20].
La Tabla I muestra que el uso de UV/TiO2 aparece como una técnica muy prometedora,
ya que: (a) evita la formación de compuestos halogenados, que pueden ser peligrosos
(carcinogénicos o mutagénicos) o malolientes; (b) no es una técnica cara; (c) parece actuar
sobre todos los tipos de bacterias, incluyendo Gram (+) y (-), y sobre otros microorganismos
[11,21]. Como se vio a lo largo del libro, el fotocatalizador es abundante y barato y su
recuperación es fácil o puede ser inmovilizado sobre soportes adecuados. La técnica
fotocatalítica es particularmente conveniente para instalaciones rurales y remotas
(campamentos, instalaciones militares), pero incluso se ha considerado su aplicación a la
desinfección de aguas municipales [22-23]. No requiere suministro eléctrico de alto voltaje
como el ozono y puede ser usado aún con luz solar. Sin embargo, puede observarse que la
materia orgánica interfiere con el método, y es entonces aconsejable aplicar un tratamiento
fotocatalítico como paso final de un tratamiento en etapas. La variedad de microorganismos
tratados hasta el momento, indica la versatilidad de la técnica: bacterias, como Escherichia
Coli [14], Lactobacillus acidophilus,. Fecal Coliforms, Streptococus mutans, Streptococus
rattus, Streptococus cricetus, Streptococus sobrinus AHT, Deinococcus radiophilus (que es
resistente a los rayos γ y poco atacable por HO•, ver [14]), Serratia marcescens [15];
levaduras, como Saccharomyces cerevisiae; algas, como Chlorella vulgaris, y virus como
MS2 fago [14], B. fragilis bacteriofago [14] y Poliovirus 1. Los virus requieren el uso de
agentes adicionales como el Fe(II) y la presencia de O2. Aunque el mecanismo de acción es
aún desconocido, se cree que la actividad bactericida se debe a la oxidación directa de la
coenzima A. Los radicales HO• y probablemente otras especies activas como O2•-, HO2• y
H2O2 provocan daños sobre los microorganismos. Debido al gran tamaño de las bacterias, se
postula también que operan interacciones de largo alcance entre ellas y el fotocatalizador, en
contraste con las interacciones de corto alcance entre moléculas.
También se realizaron algunos ensayos con aguas superficiales, con color, algas y
carbono orgánico total en el rango de 20 mg L-1. Se alcanzó un factor de reducción de
coliformes totales de 1,7×102 en 6 minutos de exposición cuando la concentración inicial era
1 UFC/100mL, y en 18 minutos para concentraciones más bajas (<1 UFC/100mL). La
reducción de bacterias heterotróficas fue menor. La concentración inicial bajó por paso de 3,4
x 103 a 2,3 x 102 UFC/100mL. Para aumentar el poder de desinfección en ese medio, se
aumentó la concentración de radicales hidroxilo agregando peróxido de hidrogeno (H2O2) en
cantidades adecuadas para mantener una concentración de 6,5 mmol L-1 durante el ensayo.
Después de 9 minutos de exposición, los coliformes y bacterias heterotróficas se redujeron
tres órdenes de magnitud; después de 28 minutos se observó también una reducción del color
del agua.
En otro experimento, se irradiaron 25 galones (unos 100 L) de una suspensión de
Escherichia coli HB101, que contenía alrededor de 106 células/mL, con un conjunto de una
lámpara fluorescente (F40/CW, Sylvania) y otra de haluro de tungsteno (DEK/DFW,
Sylvania) en un reactor de vidrio termostatizado, en presencia de TiO 2 (Degussa P-25) 1 g/L.
Menos del 5% de la energía radiante relativa correspondía la luz de longitud de onda corta, es
decir, UV. Después de 30 minutos de irradiación (~ 1660 µY s-1 m-2) se produjo una
inactivación total de las células, o sea, la desinfección de la muestra de agua [28]. Al
disminuir la concentración de TiO2 a 0,1 g L-1, se duplicó el tiempo requerido para alcanzar la
inactivación prácticamente total. También se observaron efectos sinérgicos entre el calor, la
luz y la propia fotocatálisis heterogénea en la inactivación de las células.
Zhang y colaboradores [29] realizaron experimentos para evaluar el potencial de
inactivación fotocatalítica de bacterias (Escherichia coli #W0400) en agua utilizando luz
solar. Observaron una inactivación de las células en el orden de 99% después de 23 minutos
de exposición a la luz solar, con una concentración de 0,2 g L-1 en TiO2. Como no se utilizó
312 Guimarães y Litter
Figura 3. Eficiencia en la inactivación de colifago en dos condiciones. (o) TiO2 y () TiO2 + Fe.SO4; No(1×103
y 1×102 PFU/mL, respectivamente) y N son las concentraciones inicial e instantánea del fago, respectivamente.
100%, para el mismo tiempo de irradiación. El fenómeno fue atribuido a la ruptura de las
cadenas de DNA presentes en las células por las especies fotogeneradas, tales como HO•,
HO2• y H2O2. Cuando se agregó catalasa en la suspensión, disminuyó el efecto de
inactivación, pues esa enzima degrada el agua oxigenada [20].
Figura 4. Eficiencia del proceso de fotocatálisis en diferentes condiciones: (▲) TiO2 a oscuras; (○) luz UV; y
(■) TiO2 y luz UV.
En otro trabajo [12], se colocó una suspensión bacteriana de Escherichia coli (2×105
células/mL) sobre un vidrio plano cubierto con una película de aproximadamente 0,4 µm de
TiO2, y se irradió con una lámpara de luz negra de 15 W e intensidad 1,0 mW cm-2 a 360 nm.
Después de 1 hora de ensayo se consideró que se había producido la completa esterilización
del medio. Cuando las células fueron irradiadas únicamente con luz ultravioleta sólo se
alcanzó una inactivación de 50% después de 4 horas, mientras que no hubo inhibición en
ausencia de luz UV. En una segunda etapa, se aislaron las bacterias (1,5×104 células/mL) de
la película de TiO2 colocando sobre ésta una membrana hidrofílica de PTFE (50 µm de
espesor y poros de 0,4 µm), la cual retenía las bacterias, pasando prácticamente sólo agua. El
sistema fue irradiado desde la cara trasera de la película de TiO2. Aunque la intensidad
luminosa en la superficie de la capa de TiO2 fue menor, ≈ 0,4 mW cm-2(ver Capítulo 10), y a
pesar de la membrana, se observó un efecto de inactivación de las células bacterianas
semejante al caso anterior y se constató una concentración de 2×10-7 mol L-1 de H2O2 en el
agua en contacto con la película de TiO2 después de 2 horas de irradiación [12].
Con el objetivo de demostrar el potencial del proceso de fotocatálisis heterogénea,
Dillert y colaboradores [31] realizaron un estudio de desinfección en presencia de sustancias
tóxicas, en un agua residual municipal pretratada. También se hicieron ensayos con cultivo
puro de Escherichia coli. Se irradió TiO2 (Degussa P-25, 5 g L-1), con dos tipos de lámparas,
ambas de mercurio de alta presión. Las concentraciones iniciales de microorganismos estaban
en el rango de 1-20 ×104 y entre 300-1000 ×104 UFC mL-1, en las aguas residuales y en el
cultivo puro, respectivamente. En algunos casos, se produjo una reducción microbiana de 5
órdenes de magnitud en la primera hora de irradiación, llegando a 7 en cinco horas de ensayo.
Melián y colaboradores [32], realizaron trabajos de desinfección con desecho sanitario
urbano, utilizando fotocatálisis heterogénea y sólo luz UV (fuente artificial y natural). Los
314 Guimarães y Litter
organismos monitorizados fueron las bacterias del grupo de las coliformes totales y Faecal
streptococci. La irradiación con una lámpara UV de 800 W de potencia por un período de 3
horas en presencia de 0,25 g L-1 de TiO2 (Degussa P-25) produjo una variación de 205.000 a
900 UFC/100 mL-1, y en 1 hora hubo una reducción de dos órdenes de magnitud. Cuando se
usó luz solar se encontró una eficiencia un poco menor, debido la menor fracción de UV en
esa fuente. No se detectaron diferencias significativas en los sistemas irradiados con y sin
fotocatalizador. Los resultados de inactivación de Faecal streptococci fueron similares a los
encontrados en los ensayos con coliformes totales. Con luz artificial, con o sin catalizador, la
mayor caída de concentración celular ocurría en los primeros 30-60 minutos. Con luz solar, la
desinfección es muy lenta.
Se encuentran en marcha estudios de desactivación de distintos microorganismos,
Escherichia coli K12K, Pseudomonas aeruginosa, Salmonella typhimurium y Enterobacter
cloacae (existe poca o ninguna información previa sobre estas últimas tres), que han indicado
buena eficiencia de la técnica. Los resultados se muestran en la Figura 5 [33].
Efecto de UV-A + visible en presencia de TiO2sin Efecto de UV-A + visible en presencia de TiO2sin
y con pre-irradiación en Escherichia coli K12K y con pre-irradiación en Enterobacter cloacae
0 0
10 10
-1
10
-1
10
Fracción de supervivencia
Fracción de supervivencia
-2
10
-3 -2
10 10
-4
10
contsin 10
-3
contsin
-5 TiO2sin TiO2sin
10
contpre contpre
TiO2pre TiO2pre
-6 -4
10 10
0 10 20 30 40 0 10 20 30 40
-1
10
-1
10
Fracción de supervivencia
Fracción de supervivencia
-2
10
-2
10
-3
10
contsin -3
10
-4 10 contsin
TiO2sin
TiO2sin
contpre
contpre
TiO2pre
-5
TiO2pre
10 -4
0 10 20 30 40 10
0 10 20 30 40
Tiempo de irradiación (min)
Tiempo de irradiación (min)
Figura 5. Desinfección de aguas contaminadas con diversos microorganismos. Las curvas superiores muestran
resultados de experimentos de control sin fotocatalizador. La pre-irradiación del catalizador no produce
mejoras en la eficiencia de la desinfección.
Desinfección de agua 315
8. CONCLUSIONES
Los trabajos descritos en este capítulo muestran que las distintas técnicas de
desinfección y esterilización de efluentes, tienen ventajas y desventajas. Los desinfectantes
más frecuentemente usados, como O3, Cl2, ClO2 y cloraminas pueden conducir a la formación
de compuestos residuales nocivos, no tienen efecto residual, etc. La fotocatálisis heterogénea
muestra una serie de ventajas, ya que evita la formación de compuestos halogenados, que
pueden ser peligrosos (carcinogénicos o mutagénicos) o malolientes; por otra parte, no es una
técnica cara, parece actuar sobre todos los tipos de bacterias, incluyendo Gram (+) y (-), y
sobre otros microorganismos. El fotocatalizador es abundante y barato y su recuperación es
fácil o puede ser inmovilizado sobre soportes adecuados. Es particularmente conveniente para
instalaciones rurales y remotas (campamentos, instalaciones militares), y para la desinfección
de aguas municipales. No requiere suministro de alto voltaje como el ozono y puede ser usado
aun con luz solar. Sin embargo, puede observarse que la materia orgánica interfiere con el
método. Para evitar tiempos de irradiación excesivamente largos, es entonces aconsejable usar
la desinfección fotocatalítica como paso final de un tratamiento de más de una etapa.
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