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INFORME FINAL
Coordinador Arqueológico:
Ant. Eduardo Herrera Malatesta, M.Sc.
Asesor Osteoarqueológico:
Ant. Claudia Tommasino, M.A.
Texto:
Ant. Eduardo Herrera Malatesta, M.Sc.
Ant. Claudia Tommasino, M.A.
Asistentes de investigación:
Ant. Karina Sánchez
Ant. Nicolás González
Br. Guido Ruiz
Br. Marian Silva
la naturaleza y el hombre.
AGRADECIMIENTOS
agradecemos a la Alcaldía del Municipio Gómez su generosa atención durante nuestra estadía.
A la directora del proyecto Arq. Thamaira Caraballo por haber confiado en nuestro
al Ing. Carlos Rodríguez y al Ing. Bolívar por ayudarnos y estar siempre dispuestos a discutir
A la Ant. Lilia Vierma del Instituto de Patrimonio Cultural por estar atenta al
desarrollo del trabajo y siempre dispuesta a colaborar con sus opiniones y experiencias y así
Al personal de TRX Consulting C.A. por ayudarnos a entender mejor los resultados del
estudio de geodetección.
Al equipo de arqueología, Br. Guido Ruiz, Br. Marian Silva, Ant. Karina Sánchez y
Ant. Nicolás González por haber representado un excelente equipo de trabajo y colaborado
A Monseñor Carlos Alzate y al sacristán Ángel Moya quienes en todo momento nos
Al Sr. Jesús Tovar “Chuito” por ayudarnos en todo momento de manera desinteresada
y amable. Al Sr. Jesús Tovar “Chuchín”, quien siempre estaba “ahí” para llevarnos de un lado
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 5
Informe Final
a otro, con amabilidad y responsabilidad. A la Maestra Lourdes de Romero quien nos ayudó y
Al Sr. Gilberto Villarroel, quien nos ayudó durante los trabajos de campo y laboratorio
Anuel de Gutiérrez, Sr. Ismael José Gutiérrez y Sra. Carmen Carolina del Valle Gutiérrez de
Villarroel, quienes en todo momento nos trataron con cariño y nos hicieron sentir como en
casa. Igualmente, gracias a la familia Gutiérrez, a través de quienes pudimos alquilar “nuestra
casa”. Al Sr. Jahir Escobar, quien también trabajó con nosotros en el campo y fue un apoyo
excelente.
Figueroa ingeniero en Obra de la Empresa Yaroy C.A., a los Ing. Yadira y Roy Koselnik de la
empresa Yaroy C.A., por todo su apoyo y colaboración con nuestro trabajo.
A todos los miembros de la comunidad de Santa Ana del Norte que directa o
INDICE
Pág.
Agradecimientos 4
Listas de Anexos 7
I. Introducción 11
V. Materiales de Trabajo 23
XI. Conclusiones 81
Bibliografía 83
Anexos 87
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 7
Informe Final
LISTA DE ANEXOS
Pág.
Lista de Anexos 87
#1 Investigación Documental 88
#2 Informe Final entregado por la empresa TRX Consulting C.A. 105
#3 Carta del IPC con la asignación de códigos 106
Cambio y Asignación de Códigos proporcionados por el Instituto de
#4
Patrimonio Cultural (IPC) 110
#5 Trascripción de la Libreta de Campo Arqueológico 120
#6 Fichas de enterramientos adultos/subadultos 121
#7 Fichas de inventario de enterramientos adultos/sub-adultos 122
#8 Fichas de inventario de restos desarticulados 123
#9 Fichas de Material Arqueológico 132
Inventario General de Materiales Arqueológicos No Incluidos en Análisis
#10
Osteoarqueológico 133
#11 Elementos Generales de la Reunión con Técnicos de TRX Consulting 135
#12 Notas sobre del Hallazgo de Policarpo Mata Romero 136
I. INTRODUCCIÓN
el Templo Santa Ana, de la Villa de Santa Ana del Norte (mapa #1), e incluido dentro del
proyecto Restauración y Puesta en Valor del Templo Santa Ana del Norte, II Etapa, Santa
Ana del Norte, Municipio Gómez, Edo. Nueva Esparta, dirigido por la Arq. Thamaira del
materiales excavados, y por último, un cruce de las diversas líneas de evidencia trabajadas con
el objetivo de reconstruir el patrón de enterramientos del Templo y generar una propuesta para
su conservación arqueológica.
óseos humanos, por lo cual en el trabajo y en este informe, se les dio una atención detallada y
extensa. Para esto se generaron fichas de registro en Campo y Laboratorio, que permitieron la
segundo lugar, a partir del análisis descriptivo e interpretativo, como se explica en los análisis
de este informe; en tercer lugar con la adecuada ubicación de los materiales, en este caso a) re-
enterrando a los individuos dentro del Templo y b) ubicando los materiales en un Museo,
comunidad, trabajo que se hizo durante las entrevistas, al convivir y compartir con los
Malatesta 2009). Todo esto colabora en el cuidado de los bienes arqueológicos e históricos
nacionales, sin embargo es importante mantener el trabajo con las comunidades de manera que
el respeto por el pasado y la Historia sea común para todos los habitantes del país.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 13
Informe Final
Aunque no se sabe con certeza en qué fecha fue fundado el actual pueblo de Santa Ana
del Norte; se cree que fue alrededor de 1530, cuando Diego Vásquez de Coronado fundó el
hato llamado “Pueblo del Norte” (González Casas y Marín 2008: 6). Aunque, otras fuentes
comentan que este poblado se originó a partir de los descendientes de Marcelo Villalobos,
cuando se creó el poblado conocido como “Valle del Norte de la Margarita”, igualmente
Según los historiadores que han buscado los orígenes de Santa Ana del Norte, se cree
que el poblado se originó como un pueblo de indios o de doctrina, más que como un
asentamiento formal de hispanos (González Casas y Marín 2008: 7). En 1567 se reportó la
existencia de tres pueblos de doctrina: El Valle del Espíritu Santo, San José de Paraguachí y,
posiblemente, el poblado de El Norte (Márquez Gómez 2004). Esta referencia a los tres
pueblos de doctrina se mantiene en 1617, por una carta escrita por Fray Pedro Solier, Obispo
de Puerto Rico, en una visita pastoral que realizó a Margarita (Márquez Gómez 2004: 71). A
iglesia en honor a la Señora de Guadalupe (Narváez Alfonzo 1989: 7; Salazar 1992: 22).
También hay reiterada referencia acerca de que este primer poblado y su iglesia no
coinciden geográficamente con el actual, por lo que se sospecha que hubo un desplazamiento
poblacional hacia el sur y allí se continuó el poblado llamado El Norte. De hecho, es para el
año de 1651 que existe la primera referencia escrita del nombre Santa Ana, cuando el obispo
de Puerto Rico realizó una visita pastoral a Margarita y comentó que: “Esta isla tiene vecinos
en toda ella 475, repartidos en la principal ciudad y otros cuatro lugarcillos: Nuestra Señora
del Valle, San Joseph (Paraguachí), Santa Ana (El Norte), y una población de Guaiqueries, sin
cura (puerto de la mar)” (Quijada de González 2007: 13, en González Casas y Marín 2008: 9).
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Informe Final
gobernador para ese momento José Longart y Cobián escribe un informe al Rey informando
que se habían comenzado los trabajos para la construcción de una nueva iglesia (Páez 1982:
16). En el año de 1769, el párroco Manuel José Sotillo Verde informó al Rey que se había
culminado la obra, y que medía 46 varas de largo por 16 de ancho, con una torre de 17 varas
de alto hecha de bahareque y mampostería (Páez 1982: 16; Salazar 2007: 8).
El poblado del Norte, creció enormemente a través del tiempo, tanto así que para el año
de 1810 Santa Ana era el poblado más importante del Norte de la isla. La junta de patriotas
para el pueblo de Santa Ana del Norte, el cual fue concedido el 3 de agosto de 1811”
La Villa de Santa Ana del Norte presenció grandes momentos de la Historia Nacional
como, por ejemplo, el 6 de mayo de 1816 cuando el Libertador Simón Bolívar fue reconocido
como “Jefe Supremo de la República y de sus Ejércitos”, y así nació la Tercera República en
nuestro país (Anónimo 1980; Salazar Franco 1991; Natera Wanderlinder 1996; Márquez
Gómez 2004), este memorable evento histórico ocurrió en el Templo Santa Ana de la Villa de
Actualmente, Santa Ana del Norte es la capital del Municipio Gómez, está ubicada al
Sureste de Juan Griego, en un valle alargado y delimitado por el Cerro El Mico (Quijada de
de 1957, por Gaceta Oficial N° 25.301 de fecha 8 de marzo (Quijada de González 1994: 29;
SANTA ANA
Un elemento que ha sido fundamental tanto para la organización del trabajo de campo
restauraciones que han sido realizadas en el Templo. Muchas de las intervenciones que se han
hecho en el Templo han afectado el sub-suelo del mismo, y por ende la estratigrafía
afectaron o pudieron afectar el sub-suelo y los muros del Templo con el objetivo de poder
relacionar estas informaciones con los hallazgos realizados en el Templo y así poder
evidencias excavadas.
El Templo Santa Ana se construyó entre los años 1751 y 1758 (González Casas y
Marín 2008), aunque se comenzó a planificar su construcción en el año 1748 (Páez 1982;
La primera intervención importante que está registrada fue a mediados del siglo XIX,
escaleras que se dirigen al campanario. Este cuarto fue conocido como el “Cuarto de los
Muertos”, debido a la necesidad de poseer un espacio para poder velar a los muertos de otras
poblaciones menores. Luego de realizar las liturgias el sacerdote llevaba a los muertos al
cementerio que estaba localizado detrás del Templo, y posteriormente al cementerio actual de
Santa Ana (Márquez Gómez 2004). Se cree que la construcción de este cuarto se realizó por la
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 16
Informe Final
cantidad de muertos debido a las pestes que azotaban la región con frecuencia, y a una
epidemia de cólera que azotó la isla alrededor del año de 1853 (Salazar 2007: 59).
La segunda intervención importante se realizó entre los años de 1860 y 1866 (González
Casas y Marín 2008: 30). En esa oportunidad, se pintó el interior del presbiterio (1860) y en
1866 se construyó el Coro Alto (Márquez Gómez 2004). Sin embargo, como comentan
González Casas y Marín (2008) no se sabe si este cambio de pintura constituyó la inclusión de
La tercera intervención, y que significó una afectación importante del sub-suelo del
Templo se realizó entre 1911 y 1912, cuando se cambiaron los muros laterales de bahareque
por unos de mampostería (Salazar 2007, Márquez Gómez 2004). Es posible que, como
comenta Márquez Gómez (2004: 26) en ese momento se haya realizado también una
restauración de las columnas de madera que sostenían el techo del Templo, sin embargo no se
sustituir las columnas, el piso interno de la iglesia y renovar el techo. Este cambio se realizó
con motivo de la conmemoración del primer centenario de la muerte del Libertador. En primer
lugar, se cambiaron las columnas de madera (lámina #1) de la nave central del Templo por
unos de mampostería con sus arcos respectivos (lámina #2), esta nuevo agregado de pilares
subdividió más aún el espacio interior del Templo en tres naves diferenciadas. En segundo
lugar, se sustituyó el antiguo piso de ladrillos rojos por uno de concreto. Márquez Gómez
(2004: 27) señaló que al realizar este cambio en el piso del Templo se removieron y
1
Aunque Márquez Gómez no especifica en que zona del suelo del Templo se ubicaban estas lozas (lapidas). Se
puede deducir que se refiere a la zona frente a la puerta principal del Templo, y al suelo de la nave central.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 17
Informe Final
sepulturas en el interior del Templo; igualmente este autor señala que “actualmente es
imposible identificar el lugar exacto donde se encuentran estos restos (Márquez Gómez 2004:
27).
Es importante señalar que también al momento de cavar las fosas para los cimientos de
“el piso de la iglesia fue completamente cavado por la costumbre de enterrar a los muertos en
su recinto. Yo era un niño y recuerdo cómo en 1930, al cavar los huecos para las bases de las
columnas, tuvieron que hacerlos anchos y profundos porque la tierra estaba completamente
Es interesante destacar que además de conocer a través de esta cita que en 1930 fueron
Entre los años de 1946 y 1951 se volvió a realizar intervenciones en los techos y pisos
del Templo. En esta oportunidad en 1946 se cambió la estructura de varas y guatacare de los
techos por uno de alfardas y tablas (González Casas y Marín 2008: 34). Posteriormente, en
1951 se cambió el piso de concreto por uno de granito (Márquez Gómez 2004: 27). Sin
embargo, Márquez Gómez no comenta nada acerca de la afectación de este nuevo cambio de
piso sobre los enterramientos. Por otra parte, alrededor de 1954 (González Casas y Marín
2008: 35), se construyó una nueva sacristía adosada al muro testero del Templo, es decir en el
arquitectos. Márquez Gómez (2004: 28) señala que para ese momento se comenzaban a ver
nuevamente grietas en el piso de granito, el frontis y en el arco toral del Templo; el techo se
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 18
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había hundido y se desprendieron numerosas alfardas. Para ese momento Márquez Gómez era
párroco de Santa Ana, y personalmente gestionó a través de los entes pertinentes, que se
La intensión de esta restauración fue dejar al Templo tal cual lo vio el Libertador el 6
de mayo de 1816, aunque se mantuvieron algunos elementos “nuevos” como los muros
laterales de mampostería, las columnas de bloque y los arcos, se eliminaron varios elementos
como “el cuarto de los muertos, las capillas de Santa Teresita y El Calvario, el piso de granito
y los capiteles dóricos. Se puso un piso de ladrillos semejante al que tenía en la Colonia, se
doraron al fuego los nichos del presbiterio y toda la obra de madera fue de puro estilo Colonial
(Márquez Gómez 2004: 28). Márquez Gómez (2004: 106) señala que durante la
reconstrucción de los pisos se vieron afectadas las lápidas existentes en el suelo del
presbiterio, sin embargo los enterramientos debajo de ellas no sufrieron daños aparentes. Las
Entre 1981-1982 se realizó la segunda restauración formal del Templo, esta vez a cargo
del arquitecto Andrés Norgaard (González Casas y Marín 2008: 39). Un elemento interesante
de esta restauración es que, según Norgaard, “las lápidas que estaban en el suelo estaban
desniveladas, hundidas y quebradas, ya que los precintos de madera de las tumbas situadas en
el interior habían colapsado” (González Casas y Marín 2008: 39). En esta restauración se
realizaron varios arreglos al Templo, uno de ellos fue la demolición de la placa de concreto del
suelo construida en 1962. González Casas y Marín (2008), comentan que, en una entrevista
realizada al arquitecto Norgaard, durante este trabajo se tocó lo menos posible las tumbas, y
además se les colocaron marcos de acero y losetas de concreto. Es importante destacar que del
texto de González Casas y Marín no es posible deslindar exactamente a qué tumbas se hace
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 19
Informe Final
referencia, sin embargo se considera que están hablando de las tumbas ubicadas en el altar
mayor.
oportunidad a cargo del arquitecto Paolo D‟Onghia. Estas obras se iniciaron para restaurar el
maderamen del techo del Templo que había sido afectado por el “sismo de Cariaco” en 1996,
así como por el continuo azote del comején y de la humedad (González Casas y Marín 2008:
del inmueble histórico, para esto se realizaron pozos en las secciones externas del Templo.
Osteoarqueológica, fue posible conocer que durante la apertura de estos pozos se encontraron
enterramientos humanos directos, los cuales fueron extraídos por los obreros.
Aunque en el año 2004 se contrató por primera vez a un arqueólogo para trabajar en la
obra. En el informe presentado por el Ant. Luís Guillermo Román (2004), se destaca la
zonas de los pozos para los contrafuertes, donde los obreros habían encontrado enterramientos
directos. Según el informe de Izaguirre Serfaty (2007) se extrajo al menos tres enterramientos
directos del área Sur y, luego de una descripción somera fueron reenterrados de manera no
sistemática en una jardinera del área Sur del Templo. Posteriormente estos enterramientos
Luego de estas intervenciones el Instituto de Patrimonio Cultural decide parar las obras de
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 20
Informe Final
restauración pues se consideró que se estaban realizando con procedimientos no aprobados por
el Instituto2.
Templo a cargo de la arquitecta Thamaira Caraballo. Para este proyecto se contrató un equipo
quien continuó con las excavaciones iniciadas en el 2004. Para la segunda etapa se contrata al
siglo XIX contribuyeron tanto en lo que es el Templo hoy en día por encima del suelo como
cruce de evidencias que permitió reconstruir el patrón de enterramientos del Templo, así como
2
Para conocer al detalle los problemas y situaciones generadas en este proyecto de restauración sugerimos al
lector revisar el texto de González Casas y Marín 2008: 42-44
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Informe Final
Una de las soluciones planteadas por el equipo de ingenieros para consolidar el Templo
en el sub-suelo cercano a los muros del Templo para así lograr mejorar las condiciones del
suelo, fortalecer tanto la base como los muros (plano #1), y lograr evitar que el Templo
colapse por el fondo arcilloso sobre el que reposa. Antes de comenzar las excavaciones
arqueológicas se decidió contratar, por sugerencia de la Ant. Lilia Vierma Jefa de la Unidad de
Asistencia Técnica, Monitoreo y Control del Instituto de Patrimonio Cultural, una empresa
que se encargara de ejecutar un estudio de geodetección para así minimizar el área de impacto
de las prospecciones arqueológicas. Por medio de la empresa contratista que realiza los
trabajos (Yaroy C.A.), se contrató a la empresa TRX Consulting, la cual realizó estudios con
georadar en el área a ser afectada por las inyecciones armadas y se entregó un informe con los
resultados de sus exploraciones (TRX 2009, anexo #2). En vista de que las inyecciones
armadas van a generar una afectación a los bienes culturales muebles ubicados en el sub-suelo
del Templo, fue necesaria la intervención del equipo de arqueólogos. El trabajo realizado en el
Templo Santa Ana se mantuvo acorde con el objetivo general y los específicos planteados en
Objetivo General
Objetivos Específicos
una serie de objetivos específicos para poder plantear una investigación de rescate completa,
estos son:
del perímetro del Templo que no vaya a ser afectada por la introducción de
los micro-pilotes.
d. Conocer la relación de los habitantes del pueblo de Santa Ana del Norte con el
V. MATERIALES DE TRABAJO
Los materiales y métodos utilizados en este trabajo se dividen en dos aspectos: el personal y las
herramientas de campo y de laboratorio.
Equipo Arqueológico
El equipo seleccionado para realizar los trabajos arqueológicos en el Templo consta de:
Ant. Eduardo Herrera Malatesta (coordinador)
Ant. Claudia Tommasino (asesora osteoarqueología)
Ant. Karina Sánchez (asistente de investigación)
Ant. Nicolás González (asistente de investigación)
Br. Marian Silva (asistente de investigación)
Br. Guido Ruíz (asistente de investigación)
Sr. Gilberto Villarroel (obrero)
Sr. Jahir Escobar (obrero)
Pizarra
Lápices, marcadores finos y gruesos y marcador acrílico
Fichas de registro arqueológico y osteoarqueológico
Libreta de campo y laboratorio
Etiquetas
Tela de lino (para re-enterramiento de los huesos)
Lijas
Fondo de herrería y pintura
Equipo fotográfico
Computadora
Software de imágenes, planos y mapas
Todos estos materiales fueron utilizados para la realización de los pozos de sondeo y los pozos
extendidos, las calicatas realizadas en los muros, el tratamiento e identificación de los restos óseos,
restauración de los osarios, restauración de la fosa contenedora de los osarios y la digitalización de la
información.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 25
Informe Final
El Templo Santa Ana ha sido utilizado como área de „cementerio‟ formal por los
habitantes del pueblo hasta por lo menos inicios del siglo XIX (Marín y González Casas
2008), por lo que se esperaba una alta incidencia de restos óseos, fuesen estos primarios o
ocasiones anteriores (Izaguirre Serfaty en 2007 y Román en 2004 y 2008), y al menos ha sido
desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XX (Marín y González Casas 2008), lo
que advertía cierto grado de perturbación de la secuencia arqueológica del sitio. Considerando
material que pudiese ser afectada por las inyecciones armadas, se decidió que todas las
evidencias ubicadas fuera del área de afectación no serían afectadas y/o extraídas. Este
excavaciones arqueológicas: las verticales, que incluyen los pozos de sondeo y los pozos
extendidos; y, las horizontales que son las calicatas realizadas en los muros. Cada excavación
Para codificar las evidencias materiales del Templo se utilizaron los códigos
proporcionados por el Instituto de Patrimonio Cultural (anexo #3). Para este trabajo se
consideró que dado que el grueso del material trabajado consiste en los osarios que van a ser
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 26
Informe Final
reenterrados, no se marcó cada hueso de los osarios; en cambio se colocaron los códigos IPC
por unidades de muestreo. En el caso de los osarios, se consideró que cada uno representa una
unidad de muestreo. En el caso de los materiales excavados en el 2008 por el Ant. Luís
Izaguirre Zerfaty (2007), se colocaron todas las evidencias en una sola caja y se les asignó un
solo código para todas. Igualmente se realizó una lista con los cambios de códigos para no
perder la información de los códigos creados en el trabajo del Ant. Román (anexo #4). En
cuanto a los materiales excavados en esta II Etapa del Proyecto, se decidió mantener la
metodología y sólo asignarle código a las unidades de muestreo y no a las piezas; por lo cual,
Las evidencias de los pozos de sondeo, pozos extendidos y calicatas fueron registradas
de cuatro formas:
#5).
pozos extendidos y calicatas, así como de las evidencias encontradas y cualquier otro
sondeo, pozos extendidos y calicatas con relación al Templo, para poder registrar la
Pozos de sondeo
tener una noción general de la estratigrafía y materiales que presenta un sitio arqueológico. En
el caso del Templo de Santa Ana, ya se tenían indicios sobre la estratigrafía y posibles
contextos culturales a partir de los reportes arqueológicos previos (Román 2004, 2007, 2008;
Izaguirre 2007). Sin embargo, para ese momento no estaba planteada la propuesta de la
introducción de micro-pilotes, por lo cual el área intervenida por estos investigadores fue
diseñada con otros objetivos (plano #2). En vista de esto, y por sugerencia de la Ant. Lilia
Vierma del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), para la presente etapa del Proyecto de
resultados del estudio de geodetección (TRX Consulting C.A. 2009). Así se consideraron
diecinueve pozos de sondeo en las zonas interna y externa del Templo, y seis pozos de sondeo
terreno que afectaron la lectura del georadar, como por ejemplo: suelos arcillosos y bases de
concreto con refuerzos de acero o mallas (TRX Consulting C.A. 2009: 53). Sin embargo, en
una reunión con la empresa TRX Consulting C.A., luego de finalizado el trabajo de campo, fue
consistente. Es por esto que es importante que los entes contratantes consideren que
pero, cada una de estas se maneja con tiempos que deben ser respetados, para así poder
obtener los resultados esperados. En el capítulo IX se presentan los resultados de esta reunión.
profundidad de 80 cm con piqueta y luego hasta 1m con chícora. Se catalogó cada pozo con
números arábigos desde el #1 al #26 (lámina #3). La tierra extraída de estas excavaciones no
fue cernida dado que la intención era obtener una visión de las evidencias existentes en el sub-
suelo del Templo. Tanto la excavación de los pozos de sondeo como la de las extensiones se
hicieron siguiendo la estratigrafía “natural” del sitio y no por niveles estratigráficos arbitrarios.
Esto debido a que la secuencia estratigráfica del sitio presentaba gran remoción del suelo, y se
prefirió mantener el contexto de las evidencias dentro la estratigrafía del suelo del Templo. De
la base de una de las columnas de la arcada para poder observar cómo fue construido el
Pozos Extendidos
Las cinco extensiones de pozos de sondeo fueron catalogados con números romanos
desde el #I al #V. Dadas las condiciones del Templo, no fue posible hacer extensiones
elementos estructurales alrededor. Se decidió no cernir la tierra de estos pozos, dado que no se
observó un contexto cultural que requiriera el cernido de la tierra. Es importante destacar que
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 29
Informe Final
romana.
cultura material importante de rescatar. En este sentido, tres de los pozos se extendieron por la
presencia de enterramientos desarticulados de uno o varios individuos (pozos II, III, V), uno
por la presencia de una fosa funeraria de cemento (pozo I), y el último, por la presencia de una
Es importante destacar en este punto que, al iniciar los trabajos de campo el equipo de
arqueología había recibido la información por parte de la empresa Obrein C.A.3 que el área de
afectación horizontal de los micro-pilotes constituía 1.5m desde el muro del Templo, tanto en
información.
Posteriormente, estando en campo con los trabajos avanzados, se nos notificó que el
área de afectación de los micro-pilotes en el plano horizontal era de 0.5m desde la superficie
hasta 1m; luego de 1m desde 1m hasta 3m de profundidad y por último, de 1.5m desde 3m
metodología pues desde el inicio del diseño del trabajo de campo en Caracas y, en
concordancia con la autorización del Instituto de Patrimonio Cultural, se decidió que el trabajo
arqueológico sólo iba a rescatar aquellas evidencias presentes hasta 1m de profundidad, pues
excavar más profundo tan cerca de los muros podía afectar seriamente la condición física de
3
Empresa encargada de la introducción de las inyecciones armadas mediante micro-pilotes.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 30
Informe Final
Las evidencias encontradas en los pozos de sondeo, que nos llevaron a considerar la
ampliación de los mismos, estaban todas fuera de los 0.5m de afectación, algunas incluso
llegaban casi a 1.5m de distancia con la pared, y todas estaban entre 60cm y 80cm. Por esto se
decidió que ya que estaban abiertos los pozos y se estaban trabajando las evidencias sólo se
realizaría el registro gráfico y fotográfico de las evidencias y luego serían dejadas in situ para
asegurar su preservación.
asistencia en sitio permitió la evaluación de tres pozos de sondeo (#II, III y V) donde material
óseo humano surgió en las afueras del área de afectación. En estos casos se recomendó que,
debido a que los restos óseos no serían afectados por los micro-pilotes, se mantuviesen en el
sitio (lámina #11 y #12). El resto de los materiales arqueológicos que se encontraban dentro
del área de afectación, incluyendo los restos óseos humanos, fueron extraídos siguiendo todos
desarticulados, se llenaron fichas de restos óseos desarticulados para cada pozo en el sitio, y
se registraron los datos osteológicos de los huesos no extraídos por encontrarse en zonas no
afectadas.
fue excavada hasta la base y se registró toda la evidencia material que contenía, consistente en:
huesos humanos muy fragmentados, en algunos casos machacados; restos de tejas, bloques y
directora del proyecto Arq. Thamaira Caraballo y al Ing. Carlos Rodríguez tratar de minimizar
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 31
Informe Final
el impacto de los micro-pilotes en esta zona, razón por la cual el Ing. Rodríguez reconfiguró la
ubicación de los micro-pilotes4 y eliminó los que estaban ubicados en esa zona.
Los fragmentos de base de urna de madera (lámina #14) encontrado en el pozo #IV
modificación en el área de afectación de los micro-pilotes) retirar la base de madera pero está
comenzó a despedazarse. Por esto, se consideró que el registro gráfico y fotográfico iba a ser
para ser colocados en el subsuelo de los muros del Templo. Sin embargo, esto fue modificado
y fue ampliado para incluir las columnas del Templo. Esta decisión del equipo de ingeniería se
debió a que las grietas existentes en las columnas estaban mucho más abiertas que en un
armadas en las columnas y así poder asegurarse de que tendrían un buen basamento.
(Márquez Gómez 2004, Salazar 2007), así como por los habitantes del pueblo que han
4
Esto sumado al hecho de que cerca de esta fosa se encuentra la fosa que contenía los osarios enterrados en 1982,
y la fosa donde se encuentran enterrados los hermanos Monseñor Andrés y Thomas Márquez Gómez, enterrados
en 2005 y 2006 respectivamente.
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Informe Final
totalmente afectada durante el cambio de piso hecho en 1930, 1951, 1962 y en 1982.
Por referencia del actual párroco, Monseñor Carlos Alzate, se conoce que durante el
colocados en los osarios que existen hoy en día en la sección interna de la pared Norte.
2. Las naves laterales ya fueron prospectados parcialmente por el trabajo con los pozos de
sondeo.
3. Cuando se construyeron las columnas en 1930 se reportó que al cavar las fundaciones
4. Las zonas ubicadas entre las columnas no pueden ser excavadas pues no es posible
remover los apuntalamientos de madera que poseen actualmente por riesgo a colapsar
(lámina #15).
por lo cual efectuar vibraciones con el martillo eléctrico para abrir pozos de pala o de
Se considera que el papel de los arqueólogos en este proyecto es para el rescate y resguardo de
los bienes muebles, pero siempre orientado a la conservación; e intervenir una zona donde el
trabajo arqueológico pueda ocasionar daños graves a la estructura no es una opción. Además,
existe una gran posibilidad de que no haya evidencias en esas zonas5, más allá del patrón de
remociones que se han encontrado a lo largo y ancho del sub-suelo del Templo.
5
Esto es deducido a partir de las referencias históricas y verbales sobre las diversas afectaciones que se han
hecho en la zona interna del Templo (capítulo III).
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 33
Informe Final
Por otra parte, durante el tiempo que coincidieron los arqueólogos y la obra de
colocación de las inyecciones armadas se pudo supervisar esta actividad. Sin embargo, debido
los arqueólogos no fue posible presenciar todo el proceso. Por razones de tiempo y
esta actividad. Con la investigación arqueológica realizada fue posible determinar el patrón
estratigráfico del sub-suelo de Templo, y así lograr estimar que la introducción de las
embargo, se está consciente de que el resultado de un trabajo arqueológico como este, donde
se labora en tiempos muy reducidos puede tener errores de estimación. Por esta razón, dada la
ausencia de los arqueólogos en la etapa de las inyecciones armadas, no nos podemos hacer
Se realizaron seis calicatas en distintos lugares del Templo, y todas fueron catalogadas
con numeración arábiga desde la #1 a la #6 (láminas #17 a #22). Las calicatas se excavaron de
manera escalonada para dejar al descubierto los distintos materiales constructivos (lámina
#23). Algunas de ellas fueron ampliadas, pero la numeración se mantuvo igual debido a que
las ampliaciones sólo se hicieron para dejar más al descubierto la evidencia expuesta.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 34
Informe Final
Entrevistas
algunos habitantes del pueblo de Santa Ana para conocer dos elementos importantes:
2) conocer la relación de la gente del Pueblo con el Templo. Para las entrevistas se
preguntas estricto, en cambio se llevaron a cabo siguiendo los objetivos, pero dejando libre la
posibilidad de que los entrevistados sugieran nuevas temáticas relacionadas con su experiencia
personal.
Para lograr una perspectiva integral de las afectaciones que se han hecho en el Templo
a través del tiempo, se quiso cruzar las tres líneas de evidencias que se están abordando en esta
investigación: la arqueología, la tradición oral y los datos históricos. En este sentido, se utilizó
(2008) como base de la información histórica sobre el Templo Santa Ana y sus anteriores
referencias bibliográficas sobre el pueblo de Santa Ana y su Templo (Anónimo 1980; Páez
1982; Narváez Alfonzo 1989; Salazar Franco 1991; Salazar 1992, 2007; Natera Wanderlinder
humano
El trabajo de laboratorio con los restos óseos se basó en la utilización de tres libros:
El material óseo no fue lavado con agua en ningún caso. Instrumentos plásticos y de
uso odontológico fueron empleados para quitar la mayor cantidad de tierra posible de los
huesos, siendo terminado el trabajo con el uso de cepillos dentales que permitieran observar
con más detalle la superficie de los huesos en busca de tafonomía (lámina #24). El único caso
donde una pequeña cantidad de agua fue empleada se restringió a la limpieza de los dientes,
facilitándose así el registro del desgaste dental y la identificación de caries y cálculo en los
mismos.
de la colección. Esto produjo la división del material en dos tipos de fragmentos: los
“identificables” y los “no identificables” (lámina #25 y #26). Tal como indican sus nombres,
qué hueso del cuerpo humano pertenece el fragmento en cuestión; mientras que los no
registrar la data osteoarqueológica. Para esto se emplearon tres tipos distintos de fichas:
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 36
Informe Final
#7).
(anexo #8).
Es importante destacar que estas fichas no son fijas, sino que por el contrario, pueden
ser intercambiadas y combinadas de forma que se ajusten a las particularidades de los casos
encontrados. En este sentido, se decidió en algunos casos emplear algunas de las secciones de
las fichas de enterramientos adultos o subadultos para realizar un registro más detallado (por
ejemplo en la presencia de una mandíbula con dientes, para llevar a cabo la documentación del
desgaste dental y por tanto la edad del individuo). Esta complementariedad de las fichas se
Por otro lado, en caso de demostrarse la articulación de dos o más huesos entre sí
osteoarqueológico, que los mismos no fuesen marcados. Las razones para tal decisión se
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 37
Informe Final
estudio.
identificable) y los huesos que la componen (en el caso de la existencia de varias bolsas para
un mismo pozo/osario) (lámina #28). De esta forma, la colección se dividirá en bolsas que
permitan fácilmente ubicar qué material contienen las bolsas y los fragmentos que las
se dividió en tres tipos distintos de material (lámina #29 y #30), cada uno con una metodología
ligeramente distinta:
restos desarticulados. Esta ficha permite documentar datos osteológicos como tipo de
menos que se encuentre algún fragmento cuyas características exijan una descripción
información que este individuo pudiese aportar. Como ya se explicó, los restos óseos
fusión de los huesos (para establecer rangos amplios de edad) o tafonomía podrían
realizada por el Ant. Luís Guillermo Román (Román 2007), en el lugar donde de
humanos excavados por ella en la sección externa del muro Sur, frente a la puerta
lateral que da a la avenida (plano #2). Dado que no existía información de contexto, el
Ant. Román sólo pudo registrar la profundidad en la cual encontró los huesos. Ante
prácticamente inarticulado en todos los casos. Por este motivo, se decidió igualmente
estudio. Esta decisión fue tomada (en contraposición al empleo de la ficha de restos
Individuos (NMI) de 2. En estos casos se continuó utilizando una misma ficha pero se
individuo “1” y “2” en los casos en que fuese posible adjudicar los restos a uno u otro
Recomendaciones de tipo práctico para la conservación de los restos óseos humanos del
realizaron una serie de recomendaciones entre las cuales ya hemos señalado: no lavar con agua
6
Estos osarios fueron mandados a hacer por el actual párroco de la iglesia, Monseñor Carlos Alzate, debido a que
en el cambio de piso hecho en 1982 se encontraron enterramientos en la nave central del Templo. En ese
momento, Monseñor Alzate mandó a colocar todos los individuos en cajas de metal y éstas colocadas en una fosa
común construida en ese mismo momento.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 40
Informe Final
los huesos, no marcar cada uno de los fragmentos, no llevar a cabo un proceso de flotación
para los fragmentos más pequeños y conservar la tierra extraída de los propios huesos o sus
fragmentación de los huesos, así como la intención de re-enterrar los restos. En contraposición
Se recomendó que las bolsas de material no identificable, así como aquellas de pozos y
recolección no controlada (es decir aquel material que fue registrado como material óseo
desarticulado) sea pesado y su peso anotado en la ficha que identifica la bolsa. Este
sobre los huesos presentes o el número de individuos presentes, ésta es la mejor forma de
Con respecto a la tierra extraída de los huesos, se recomienda que sea reubicada en el
sitio, permitiendo así que los pequeños fragmentos de huesos que no han podido ser apartados
los haya separado de su lugar inicial de descanso. Esta re-ubicación de la tierra excavada no
alterará la estratigrafía del suelo, pues está fue perturbada hace ya varios años, como se ha
comprobado a través de las excavaciones arqueológicas presentes y los datos históricos sobre
las intervenciones en el Templo. De esta forma, lo que se intenta es que la mayor cantidad de
restos óseos humanos se mantengan (tanto como sea posible) en su lugar de sepultura.
de cerámica, semi-porcelana, fragmentos de bloque, ladrillo, teja, clavos de metal, una bisagra
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 41
Informe Final
posiblemente de urna y botones de plástico (lámina #31). Estas evidencias fueron limpiadas
con cepillos de cerdas suaves y levemente húmedas, y luego fotografiadas. Al igual que los
huesos humanos excavados en los pozos, el resto de las evidencias tendrán asignado el código
Así como los restos óseos ubicados en los osarios fueron procesados, también lo fueron
los osarios. Cada una de las cajas de metal fue lijada y luego se le aplicó una sustancia anti-
corrosiva (lámina #33). Se le colocó la información existente para cada individuo y la del
proyecto a un lado y en la tapa de la caja. Para asegurarse de que esta información perdurara
se colocó una base de barniz, luego se colocaron los datos con espray negro (lámina #33) el
cual se aplicó sobre una lámina de cartón utilizada como plantilla para las letras, y por último
los muros y piso, de manera de evitar filtraciones de agua y humedad (lámina #34);
igualmente, para asegurar que el ambiente interno a la fosa permanezca seca, se colocó un
manto geotextil (geotext 240 RT) en los muros (lámina #34). Para la tapa de la fosa
consistente en laminas de concreto, se decidió adquirir un manto geotextil (geotext 500) para
colocarlo entre los osarios y las laminas de concreto de manera de evitar filtraciones de agua y
humedad desde la superficie (lámina #35). Con esto lo que se busca es aislar la fosa de
elementos que continúen dañando los huesos de los osarios y los que serán colocados allí7.
7
Así como los osarios, el resto de las evidencias óseas excavadas en el Templo serán reenterradas en la fosa de
los osarios para asegurar su preservación física.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 42
Informe Final
En cuanto a los huesos humanos a ser colocados en los osarios fueron envueltos en
fardos de tela de lino (lámina #36), pues se considera que las bolsas plásticas generan
humedad atrapada, lo cual ayuda a la progresiva destrucción de los huesos. En cambio, la tela
absorbe la humedad y conserva los huesos por mucho más tiempo. Cada fardo contiene una
etiqueta de papel parafinado que posee toda la información del individuo. Las etiquetas se
hicieron de papel bond y se les escribió la información con lápiz de grafito, luego se le colocó
una capa de cera de vela para sellar el papel y así asegurar la conservación del mismo en el
reenterrados los osarios y los restos óseos que se excavaron durante el 2008 y 2009 en el
Templo, el sacristán del Templo, Ángel Moya, por orden de Monseñor Alzate, realizó la
excavaciones realizadas durante julio y agosto de 2009. Es importante destacar que en este
capítulo no se discutirán elementos relacionados con los huesos humanos, pues estos se
Pozos de Sondeo
consistente en tierra altamente removida y alterada, que sin embargo representaba un patrón
ladrillo macizo rojo, bloque contemporáneo gris, ladrillo contemporáneo rojo, tejas, piedras de
Como se puede observar en los perfiles de los pozos de sondeo (lámina #39), existen
varias capas de concreto diferentes en el suelo del Templo, primero se observa la capa de pego
sobre el cual estaban los ladrillos colocados en 1982 que fueron removidos en 2006, luego se
observa una capa de concreto contemporáneo correspondiente a la base del piso anterior a
1982, y más abajo una capa de concreto antiguo, correspondiente al suelo de concreto
posiblemente colocado en 1930. Este suelo no es constante en toda la estratigrafía, por lo que
se cree que en algunas zonas de la iglesia fue dejado por razones de conveniencia estructural,
como por ejemplo, este suelo de concreto antiguo sin malla metálica fue dejado en las zonas
términos generales, los diversos estratos que se aprecian en los perfiles estratigráficos de los
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 44
Informe Final
pozos de sondeo y de los pozos extendidos se pueden resumir en dos estratos. El primero, de
consistente en tierra marrón oscura suelta con presencia no regular9 de ladrillos, bloques,
nivel “0”, se mantiene la misma coloración de la tierra, muy suelta y húmeda, sin embargo la
presencia de materiales es menor, las piedras son más pequeñas en tamaño, y se observan
marrón amarillenta, muy dura y llena de piedras pequeñas. Es posible que en este tipo de
zonas la intervención haya sido menor, sobre todo considerando que este pozo de sondeo se
excavó al lado del campanario. En aquellos pozos ubicados cerca de los muros del Templo, la
estratigrafía responde a los movimientos de tierra que se han realizado en esas zonas. Como ya
se explicó, los actuales muros de mampostería fueron construidas en 1911, y los pisos han sido
cambiados en varias oportunidades, por esto, en los pozos de sondeo cercanos a los muros se
localizados en estas zonas. Estas evidencias materiales son sumamente escuetas para
reconstruir patrones culturales y cronológicos, más allá de corroborar la larga data del Templo,
8
El nivel “0” o nivel inicial de la estratigrafía del Templo fue considerado a partir de la capa de pego, y no desde
la tierra.
9
Es decir que estas evidencias no aparecen en todos los pozos.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 45
Informe Final
pues se encontraron fragmentos de objetos de diversas fechas cronológicas desde el siglo XVII
manera general en fichas (anexo #9 y #10). Los materiales óseos, que constituyen el grueso de
El objetivo de los 26 pozos de sondeo excavados fue tener una visión sistemática de la
estratigrafía del Templo y rescatar todas las evidencias posibles en el tiempo estipulado. Sin
embargo, un solo pozo (#26) fue excavado con otro objetivo. El pozo de sondeo #26 (lámina
#44), se excavó con la intención de conocer la fundación de las columnas de mampostería del
Templo. Se pudo conocer con esta excavación (lámina #45), que el plinto de las columnas se
encuentra 5cm por debajo del suelo, y luego se extiende la base del pilar posiblemente hasta
1m de profundidad10.
Pozos Extendidos
indispensable el rescate de material cultural mueble. Sin embargo, como ya se explicó luego
de iniciadas las ampliaciones se nos notificó que el área de afectación de los micro-pilotes se
había reducido de 1.5m a sólo 0.5m desde el borde del muro hacia adentro y hacia afuera, por
lo cual estas evidencias fueron dejadas in situ. En el plano #3 se puede observar la ubicación
de los distintos pozos extendidos, así como los pozos de sondeo y las calicatas.
10
Esta información fue proporcionada por el Sr. Jesús Romero “Chuíto”, pero no pudo ser corroborada por el
equipo de arqueología debido a lo delicado de realizar una excavación tan cerca de las columnas.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 46
Informe Final
Pozo #I
Este pozo (lámina #5) está ubicado en la sección interna del muro Noreste del Templo,
frente al Altar del Santísimo Sacramento en la nave del Evangelio; fue ampliado debido a la
presencia de una fosa funeraria de cemento (lámina #13). Dentro de la fosa no se encontró la
urna, pero si gran cantidad de fragmentos de madera, una bisagra y restos de huesos humanos
en muy mal estado de conservación. Durante la excavación de este pozo fue posible hablar con
uno de los obreros que excavó la fosa donde se enterraron los restos de los hermanos y
Monseñores Andrés y Thomas Márquez Gómez en los años 2005 y 2006, respectivamente. El
Sr. José Villarroel, nos dijo que ellos observaron también la fosa que se excavó pero que no
fueron ellos los que retiraron la urna, pues para el momento en que se excavó la fosa de los
que si bien muchos de los enterramientos fueron directos, otros fueron indirectos en urnas de
Pozo #II
Este pozo (lámina #6) está ubicado en la sección interna del muro Norte en la nave del
Evangelio, cerca de la puerta lateral que mira a la Plaza. Se decidió ampliarlo debido a que a
aunque en muy malas condiciones y con mucha humedad. Se excavó este pozo hasta
secundario desarticulado (lámina #11). Se realizó el registró gráfico (lámina #47) y fotográfico
de esta evidencia, sin embargo, se decidió dejar el entierro in situ debido a que se encontraba
Es interesante destacar que por la forma en cómo estaban colocados los huesos, y la
tierra alrededor que era suave y poco compacta, se puede sugerir que posiblemente estos
oscura de la tierra impidió poder observar algún tipo de cambio de color alrededor de los
Pozo #III
Este pozo (lámina #7) estaba ubicado en la sección interna del muro sur, en la nave de
la Epístola, cerca de la puerta lateral que da a la calle Carabobo. Se amplió el pozo de sondeo
un enterramiento completo, desarticulado o no, sino sólo huesos aislados. El único elemento
que sugirió la presencia de enterramientos fueron dos cráneos que se encontraron entre 65 y
75cm de profundidad (lámina #48 y #49). La condición de los cráneos era muy inestable y se
decidió dejarlos in situ, tanto porque si se trataba de extraerlos se romperían como porque se
encontraban fuera del área de afectación de las inyecciones armadas (lámina #12).
Pozo #IV
Este pozo (lámina #8) estaba ubicado en la sección interna del muro Sur en la nave de
la Epístola, entre la puerta que da a la calle Carabobo y el Altar del Sagrado Corazón de Jesús.
Se amplió el pozo debido a la presencia de una base de madera de una urna funeraria (lámina
(lámina #50), sólo se encontraron dos fragmentos de la base de madera, un grupo de botones
de plástico y 47cm más abajo un cráneo humano (lámina #51). Tanto la base de madera como
el cráneo se encontraban fuera del área de afectación por lo cual ambas evidencias fueron
dejadas in situ. Con la excavación realizada es muy difícil asegurar si existe una relación entre
el cráneo y la base de madera, sin embargo es muy posible que cada evidencia sea parte de
enterramientos diferentes por la separación de 47cm entre cada uno. Aunque, como ya se
comentó, la estratigrafía del Templo es de tierra removida, sobre todo en la sección interna del
mismo.
Pozo #V
Este pozo (lámina #9) estaba ubicado en la sección externa del muro Norte, cerca de la
puerta lateral que da a la Plaza. La razón de ampliarlo fue por la presencia de un fémur
estos huesos se hallaban fuera del área de afectación de las inyecciones armadas, por lo cual se
Calicatas
En las seis calicatas realizadas fue posible determinar zonas de los muros que fueron
11
Al menos después de 1950 por el tipo de ladrillo utilizado, por ejemplo ver láminas #16 y #17.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 49
Informe Final
tipo de material utilizado para la construcción del muro de mampostería (lámina #19).
Calicata #1
Esta calicata se realizó en un marco de ventana falsa que se colocó en 1962, cuando se
tapio una puerta que estaba ubicada en la capilla Norte en la nave del Evangelio al lado del
Altar Mayor. Se pudo confirmar este hecho al encontrar ladrillo contemporáneo rojo debajo de
Calicata #2 y #5
puerta tapiados por Graciano Gasparini en 1962 (lámina #18 y #21) correspondían a vanos de
puertas con arco. Se pudo observar con estas excavaciones verticales que las 2 puertas
tapiadas por Gasparini que comunicaban el Altar Mayor con la antigua Sacristía sí tenían la
parte superior en arcos de medio punto, y que fueron tapiadas con restos de ladrillos, tejas,
piedras y concreto.
Calicata #3
Esta calicata se excavó para ampliar una hecha por el Ant. Román en 2008 (Román
2008). La intención fue ampliar la visión sobre un arco antiguo que se observaba parcialmente,
y así poder corroborar que este nicho, es un nicho falso (lámina #19). Con la excavación se
pudo observar mejor el fragmento de arco que todavía está presente, y se registró presencia de
ladrillo rojo contemporáneo. Se cree que este vano antiguo fue tapiado durante la restauración
realizada en 1962 por Gasparini con motivo de cerrar las capillas laterales al Altar Mayor y
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 50
Informe Final
que estos espacios quedaran como nuevas sacristías para el párroco. Esto debido a que
Gasparini eliminó la sacristía construida en 1954 que estaba en la pared Noreste, en el muro
Calicata #4
En la pared sur, sección Sur-Este, se excavó una calicata cruzada con una calicata
hecha por el Ant. Luís Guillermo Román en 2008 (lámina #20). Sobre la excavada por el Ant.
alcanzaba el nivel del muro original o un nicho tapiado. Al comenzar a excavar en el ladrillo
se alcanzó un antiguo nicho tapiado (lámina #53). Este hallazgo es muy representativo debido
a que en el techo del nicho hay una pintura del escudo de Venezuela (lámina #54). Es muy
resaltante el hecho de que exista un nicho con un escudo de Venezuela tan cerca del Altar
Mayor y frente al altar del Sagrado Corazón. Por los comentarios de Monseñor Alzate, el
sacristán Ángel Moya y el Prof. Santiago Amparán, cronista de Santa Ana, se piensa que
posiblemente en este nicho pudo haber una figura de la Virgen del Coromoto, Patrona de
Es posible que este nicho haya sido tapido en la restauración de Gasparini en 1962,
aunque él no lo reportó. Sin embargo, algunas personas del pueblo piensan que este nicho fue
tapiado en las reparaciones del piso y del techo que se llevaron a cabo en 1982, aunque el
actual párroco, Monseñor Alzate, nos comentó que él fue quien ordenó las reparaciones de
Calicata #6
Esta calicata, ubicada en el muro Sur, sección Sur-este cerca del Altar del Santísimo
Sacramento (lámina #22), se realizó con el objetivo de observar si el friso del nicho superficial
existente estaba ocultando un nicho tapiado, sin embargo, no se registró ninguna evidencia de
Una vez identificados los restos óseos y registrados en las fichas (ver CD anexo), se
inició el análisis osteológico, el cual se llevó a cabo partiendo de las divisiones del material
descritas anteriormente.
Edad del individuo al momento de la muerte: para esto se evaluó el grado de cierre de
auricular del ilium (White y Folkens, 2005). En el caso de los individuos subadultos se
tomó en cuenta la formación y la erupción dental, así como el grado de unión de los
Sexo del individuo: para determinar el sexo de los individuos adultos se empleó la
Ubelaker (1994), exceptuando los molares, los cuales fueron registrados a partir de
Brothwell (1981)12.
huesos largo fue realizada, se llevó a cabo la estimación de la estatura de los individuos
a partir de Trotter y Gleser (1952, 1958) para Blancos y Negros Americanos, y según
Rasgos epigenéticos: éstos fueron identificados mediante los criterios expuestos por
Ortner (2003).
absoluta de la variable.
Como siguiente paso, se procedió a cruzar la información osteológica con los datos
12
Abreviaciones dentales:
Ubicación: S: diente superior (Maxilar), I: diente inferior (mandibular)
Lateralidad: D: lado derecho, I: lado izquierdo
Tipo de diente: I1: primer incisivo, I2: segundo incisivo, C: canino, P1: primer premolar, P2: segundo premolar,
M1: primer molar, M2: segundo molar; M3: tercer molar.
El orden que se sigue es ubicación, lateralidad, tipo de diente. Si un signo de interrogación sustituye alguna letra
significa que ya sea la ubicación, la lateralidad o el diente no pudieron ser determinados.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 54
Informe Final
Es importante destacar que para referirse a los pozos de sondeo, extendidos y los
encuentra la lista de códigos por unidades de recolección hecha en este trabajo y el cambio de
1. IPC-A-001-NE:
humanos hallados en el pozo #I era muy malo, donde la mayoría de los huesos estaban
presentes en menos del 25%, exceptuando un hueso corto (navicular) presente entre 25 y 50%
individuos al morir. Sin embargo, la presencia de una epífisis proximal de un fémur fusionada
2. IPC-A-002-NE:
este pozo era muy mala, con la mayoría de los restos presentes en menos del 25% de su
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 55
Informe Final
toráxicos, de huesos largos y planos, una mandíbula y una importante cantidad de dientes, el
preservación con una presencia mayor al 50% de su totalidad, mientras que los huesos más
sus molares permitió el establecimiento del rango de edad de muerte de un individuo entre 25
d. Salud bucal: la mandíbula del individuo adulto joven presentó dos caries
oclusales, una en el IIM2 y una en el IIM3. Entre los dientes sueltos se pudo observar la
3. IPC-A-003-NE:
pozo era, en general, mala. Sin embargo, encontramos una alta cantidad de huesos cortos de
manos y pies, así como de metacarpos y metatarsos con una preservación muy buena, los
cuales se encontraron en una totalidad cercana al 50-75%. Este pozo presentó una gran
13
MNI: Mínimo Número de Individuos
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 56
Informe Final
cantidad de material el cual representa todas las zonas del esqueleto, incluyendo huesos largos,
dientes.
desgaste dental. Sin embargo, un maxilar sub-adulto, aun en estado de formación, permitió
establecer la edad del individuo en 8 años (Brothwell, 1981) (lámina 56a). Además, la
presencia de una epífisis proximal de fémur no fusionada nos habla de un individuo sub-adulto
pequeñas caries en el SDm2 y SDm1, así como algo de cálculo en ambos molares. En cuanto a
los dientes sueltos, observamos caries de magnitud media en un SDI1 y un SIP1; un absceso
hipoplasia en un SDC.
4. IPC-A-004-NE:
estaba en muy mal estado, además de ser escaso. La mayoría de los fragmentos, representados
por huesos craneales, vértebras, huesos largos, costillas y un carpiano, estaba representado por
5. IPC-A-005-NE:
hallados en el pozo 005 era malo y la gran mayoría presentó menos del 25% de su totalidad,
exceptuando algunos huesos de las manos y los pies. El material estuvo representado por
huesos largos, algunos huesos planos, restos craneales y huesos de manos y pies, como se
mencionó anteriormente.
1. IPC-A-007-NE:
humanos hallados en el pozo de sondeo 4 era malo en general, con una totalidad de los huesos
menor al 25%. La mayoría de los restos fueron identificados como diáfisis de huesos largos,
determinación del NMI, aun cuando la presencia de dos mandíbulas derechas, permitió
establecerlo en 2 individuos.
de los individuos debido al alto nivel de fragmentación de los restos óseos humanos. Sin
establecer el rango de edad de los dos individuos identificados. Uno se encontraba entre los 17
y los 25 años de edad, mientras que el segundo murió entre los 25 y los 35 años de edad
(Brothwell, 1981).
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 58
Informe Final
una salud bucal regular con la presencia de caries en el SIM2, IDM2, IDM1, y cálculo en los
caninos superiores y el IIM2. El segundo individuo, representado por una mandíbula presentó
2. IPC-A-008-NE:
en este pozo era muy mala, dado que todos los fragmentos estaban representados por menos
del 25% de su totalidad, incluyendo algunas costillas, diáfisis de huesos largos y un posible
metacarpo.
3. IPC-A-010-NE:
humanos fue hallado en este pozo, con una totalidad menor al 25% y una preservación muy
mala.
4. IPC-A-011-NE:
totalidad de todos los fragmentos fue menor al 25% y su estado de preservación era regular, a
5. IPC-A-015-NE:
maxilar con la presencia de SDI1, SII2, SIC, SIM1. La preservación del maxilar era regular.
b. Edad del individuo al momento de la muerte: la raíz del SIC mostró que, a pesar
esto, podemos determinar la edad del individuo cerca de los 12 años de edad (Brothwell,
1981).
c. Salud bucal: la salud bucal de este individuo solo se vio afectada por la
1. IPC-A-021-NE:
igual al observado en los pozos descritos anteriormente. Todas las partes del esqueleto
humano estaban representadas en este material, aunque se nota una incidencia mayor de
diáfisis de huesos largos como fémur y tibia, huesos craneales, mandíbulas, huesos cortos de
las manos y los pies y metatarsos y metacarpos. En su mayoría los restos óseos estaban
representados por menos del 25% de su totalidad, exceptuando los huesos de alta preservación
huesos largos impidió la determinación de algunas edades de individuos. Sin embargo, algunas
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 60
Informe Final
masculina permitió la única determinación de sexo entre los fragmentos de restos óseos
humanos.
importante cantidad de dientes con cálculo, aun cuando se encontraba en pocas cantidades. Un
medias, sin llegar a provocar abscesos o algún tipo de patología dental grave.
presentaba soldada la epífisis distal de la fíbula, posiblemente producto de una fractura que
distintos) presentaban dos líneas, paralelas a la encía, incisas, a lo largo de la superficie bucal
del diente (lámina #58). Esta característica se puede deber a cierto uso recurrente de los
dientes.
IPC-A-022-NE al IPC-A-66-NE:
osarios con nombre demuestra una ligera predominancia de los restos en estado de
conservación regular (35.5%), seguido por individuos en mal (28.8%) y muy mal estado
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 61
Informe Final
(26.6%). Además, se encontraron tres osarios (6.6%) con restos en buen estado de
preservación y uno (2.2%) en muy buena conservación. La gran mayoría de los osarios (80%)
presentaron menos del 25% del total de los huesos de un esqueleto, mientras que el 15.5% de
los mismos mostraron entre un 25 y un 50% de los huesos. Un individuo se presentó entre el
50 y el 75% de su totalidad, al tiempo que otro osario presentó más del 75% de los restos
NMI de 3.
nombre pudieron ser evaluados para establecer el rango de la edad al momento de morir, lo
que representa el 25.8% del NMI calculado. La mayoría (40%) de los individuos fueron
establecidos como adultos jóvenes. A continuación, los “adulto medio” y “subadultos” (lámina
#60) conformaban 6 de los individuos, con 20% cada categoría. Los adultos representaron
d. Sexo del individuo: de este material, 21 individuos (36.2% del total NMI)
presentaron algún tipo de área diagnóstica para evaluar su sexo. Sin embargo, 7 dieron
establecieron como posible femenino, femenino y masculino, 3 personas para cada categoría
(14.2%).
que un solo absceso se pudo observar en esta muestra. Cálculo dental, en menor o mayor
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Informe Final
osarios que conforman este material. Todos estos aspectos son característicos de una
individuos contenidos en los osarios con nombre (tabla #2). El cálculo de la estatura fue
(tabla #3).
osarios identificados. Dos de las patologías fueron relacionadas con la desarticulación de los
distal (lámina #61a), mientras que una cavidad glenoidea se encontraba totalmente deformada
(lámina #61b). Un leve proceso infeccioso ya sanado se identificó en una tibia donde se
observó la presencia de actividad blástica con huesos lamelar, signo de una periostitis. Por otro
lado, un esternón mostró una intensidad actividad lítica que produjo un agujero de
#61c). Es difícil determinar la causa de esta patología tan agresiva pero un proceso infeccioso
intenso pudo haber ocasionado una cloaca de estas magnitudes. La epífisis proximal de un
cúbito mostró una actividad blástica muy intensa, con la presencia de hueso lamelar en el área
no articular, lo que pudo ser resultado de una sanación poco exitosa luego de una fractura
(lámina #61d). A pesar de esto, no pudieron observarse otros indicios de fractura en el hueso.
acetabulum, al tiempo que una vértebra (posiblemente torácica) presentaba un grado muy
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 63
Informe Final
avanzado de osteofitos en el cuerpo vertebral. Es posible que ésta última condición haya
producido una severa artritis vertebral o incluso una espondilitis anquilosante (lámina #61a).
con nombre presentó la misma modificación antrópica vista en uno de los fragmentos del
material de recolección no controlada, la cual consistía en una línea incisa paralela a la encía a
lo largo de la superficie bucal del diente, lo que podría haberse producido por el uso recurrente
IPC-A-067-NE al IPC-A-117-NE:
que varía entre regular (66.6%), malo (29.4%) y muy malo (31.3%). En cuanto a la totalidad
de los enterramientos, encontramos que la gran mayoría de los osarios (84.3%) presentaron
menos del 25% de los restos óseos que conforman un enterramiento completo, mientras que
los osarios donde se presentó entre el 50 y el 25% de los huesos del individuo representaron el
11.7%. Sólo dos osarios presentaron entre el 50 y el 75% de los restos óseos del humano que
contenía.
pudo establecer un NMI de 1, mientras que para 10 (19.6%) el NMI fue de 2 (lámina #62).
les pudo determinar el rango de edad en el cual el o los individuos contenidos murieron. De
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Informe Final
los 65 individuos en osarios sin nombre, a 29 (44%) se les determinó la edad. La distribución
por rango de edad produjo: 37% de adultos jóvenes, 34.4% de adultos, 13.7% de subadultos
(lámina #63a), 6.8% de adolescentes (lámina #63b) y para juveniles (lámina #63c) y adultos
ser evaluados para determinar su edad. De éstos, sólo uno resultó ser indeterminado, pues las
e. Salud bucal: 8 individuos presentaron una o más caries, al tiempo que dos
presentaron pérdida de dientes pre-mortem (lámina #64), lo cual sugiere una salud dental
total de 4 individuos (tabla #5). Por otro lado, fue posible calcular la estatura promedio para
tres individuos contenidos en los osarios sin nombre, dos masculinos y un femenino. Para los
hombres la estatura fue de 162-167cm y 167-169cm, al tiempo que la estatura del individuo
femenino arrojó un resultado de 157-160cm (tabla #6). Los rangos de variación para el primer
individuo son sumamente amplios debido a que su estimación fue hecha a partir de la longitud
mientras que otro cráneo mostró huesos suturales (lámina 65a), posiblemente el Hueso Apical
nombre. Una de estas patologías era dental, demostrándose un grado leve de periodontitis en
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 65
Informe Final
una mandíbula, producto de alguna infección a nivel de las encías. Otros procesos infecciosos
relativamente leves fueron encontrados en 3 individuos más, uno en el hueso parietal del
cráneo, otro en el cúbito (lámina #66a) y otro en la epífisis distal del fémur. Las tres periostitis
aproximadamente 5mm de diámetro fue hallado en un cráneo (lámina #66b), lo cual podría
indicar una infección grave que produjo una cloaca que atravesó el huesos craneal. Este
agujero mostró evidencias mínimas de remodelación, lo cual implica que comenzó su proceso
de sanación, la cual no finalizó exitosamente, quizás debido a la muerte del individuo. Por otro
lado, un individuo mostró signos de una osteoartritis avanzada (lámina #66c), enfermedad
típica de adultos de avanzada edad, en la cual se desarrollan osteofitos en las epífisis de los
huesos largos y la columna vertebral, entre otros síntomas. Un individuo presentó una
importante deformación femoral, cuyo origen pudo haber sido una osteomalacia (lámina
#66a), la cual produce una flexibilidad o debilidad extrema de los huesos. Ésta característica
es típica de la enfermedad del raquitismo, aun cuando es difícil asegurar que el individuo la
haya padecido por falta de otras evidencias en los huesos. En el hueso frontal del cráneo de
otra persona se pudo observar una pequeña cantidad de hiperostosis porótica (lámina #65a,
encontramos una hendidura en un fragmento de huesos largo, la cual no parece ser producto de
una condición patológica, sino de una posible inserción muscular o ligamento, aun cuando la
Material de remoción
observables a través de las características tafonómicas del material como quiebres recientes de
los huesos, mezcla aleatoria de los restos y presencia de objetos personales, de construcción,
Por otro lado, el contacto prolongado con el medio ambiente es también fácilmente
detectable en el material de remoción, no sólo por la forma como fueron hallados los restos,
sino por las grietas, la coloración y la pérdida de materia que se presentan en la gran mayoría
huesos. En este tipo de restos se observó una conservación importante de diáfisis de huesos
largos, mandíbulas, restos de la bóveda craneal y dientes, así como de una gran cantidad de
Al contrario, las epífisis y cualquier otra zona caracterizada por hueso esponjoso, así como los
huesos planos, tuvieron una preservación bastante precaria, hallándose en pocas ocasiones. En
terreno y contacto con el medio ambiente, como las evidenciadas en estos materiales, puesto
NE), de un posible contexto funerario caracterizado por una burbuja de aire rodeado de tierra
muy suelta con acumulación inusual de huesos, puede ser evidencia (posiblemente no
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 67
Informe Final
intencional, sino incidental) de las características que tendría la actividad funeraria del templo,
distribución típica con presencia de ambos sexos, así como de los rangos etarios. Con respecto
subadultos y adultos jóvenes puedan parecer discordantes. Sin embargo, es necesario recordar
que a muy pocos individuos se les pudo establecer con cierto grado de confiabilidad la edad,
siendo los huesos de estos grupos etarios los que mejor se conservan.
Por lo tanto, este análisis no debe ser empleado con carácter cuantitativo, sino más bien
cualitativo, donde se evidencia que en el templo todos los grupos etarios estaban representados
y fueron afectados por la alteración de la zona. Además, las presencia de patologías como
artritis y perdida pre-mortem de dientes, aun cuando no son exclusivos de individuos de edad
avanzada, sí son más comunes entre ellos. Por este motivo, podría inferirse que sí es posible la
de una salud dental de regular a mala, normal de este tipo de colecciones, al igual que la
presencia de fracturas e infecciones mal curadas. Por otro lado, la presencia de hipoplasia en
Material de osarios
incompletos indirectos.
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Informe Final
plásticas. Sin embargo, un importante número de enterramientos fueron afectados por agua
que se depositó en las cajas y bolsas, debido a las prolongadas fallas de almacenamiento
(lámina #67). Ante esto, más de la mitad de los restos óseos en osarios se encontraron en
condiciones malas o muy malas, estos fueron aquellos ubicados en la parte baja de la fosa. No
casos con buena o muy buena preservación, los cuales no parecen haber sido afectados por el
agua, estos fueron aquellos ubicados en la parte superior de la fosa. Aún más, la presencia de
cabellera, perfectamente conservada, es prueba de que algunos de los restos de estos osarios
Por lo tanto, el estado de conservación de los restos en los osarios es variado (lámina
grietas en la superficie de los huesos, pérdida de materia óseo y coloración, señales de haber
estado en contacto con el medio ambiente por un tiempo prolongado, mientras que otros restos
óseos no evidencian esto. Ésta diferencia no parece estar asociada al criterio de osarios con o
sin nombre, la única información arqueológica contextual que ha perdurado, lo que dificulta
de la ubicación del osario dentro de la fosa, pues el agua que se filtró durante tanto tiempo
terminó depositándose en los osarios inferiores y no afectando tan intensamente los osarios
superiores.
en osarios muestran que los huesos largos (tanto sus diáfisis como sus epífisis) se conservaron
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 69
Informe Final
bastante bien, junto con los huesos craneales y los dientes. Los huesos planos y las vértebras,
se conservaron en menor medida, mientras que los huesos cortos de manos y pies son bastante
terciarios indirectos, donde el escaso contacto con el medio ambiente ha preservado gran parte
del tejido esponjoso y huesos planos. Mientras tanto, la ausencia de huesos cortos también es
normal en estos contextos pues, aun cuando son muy resistentes, son fáciles de pasar por alto
reducido tamaño.
Este punto nos permite tratar de analizar el cuidado con el cual se realizó el proceso de
es posible pensar que los fragmentos con mayor pérdida de materia ósea, con efectos del
secundario o terciario distinto a aquellos mejor preservados. En este sentido, es posible que
algunos enterramientos primarios hayan sido exhumados de forma más descuidada, dejándose
expuestos a las condiciones ambientales por algún período de tiempo, durante el cual el
Este ínterin y un traspaso negligente de los restos óseos de un contexto a otro, pudieron
haber ocasionado la omisión y/o extravío de huesos más pequeños que no lograron ser
inhumados por segunda o tercera vez, por ejemplo hacia los osarios. Sin embargo, algunos
osarios pudieron ser re-enterrados con mayor atención, minimizándose el tiempo de contacto
de los restos con el ambiente y procurando con gran cuidado no obviar el traspaso de ningún
resto óseo a su osario, incluyendo también su cabellera y los objetos votivos (como broches,
restos de la vestimenta) que pudiesen encontrarse dentro del receptáculo del enterramiento
Más allá de la presencia y preservación de restos óseos y objetos asociados, los osarios
con identificación nos permiten ir un paso más allá en el análisis del proceso de inhumación
secundaria. Por un lado, la correlación del NMI y los nombres de los osarios demuestran que
era posible (aunque es difícil establecer si era un procedimiento común) que varios individuos
establecer hasta qué punto esta práctica se llevaba a cabo desde el enterramiento primario, o
sólo al momento del enterramiento secundario, pero demuestra cierto grado de atención a los
Por otro lado, la correlación entre la variable de sexo y nombre también puede
únicamente los individuos a los cuales se les estableció el sexo con alto grado de
confiabilidad.
cuidado que pudo haber tomado el entierro secundario con alguna otra variable, como
ubicación. Lo que sí parece seguro es que las variables de edad y sexo no parecen haber
de que estos osarios no representen enterramientos secundarios, sino más bien terciarios,
demuestra una presencia tanto masculina como femenina, aun cuando no nos atrevemos a
establecer un análisis estadístico por falta de información. Igualmente, como se mencionó para
el material removido, existe una distribución bastante amplia de los rangos etarios en los
adultos, tanto adultos jóvenes, medios y ancianos. La poca incidencia de éstos últimos, aun
funerario relacionado con la edad, sino más bien a la imposibilidad de establecer el rango
etario de la gran mayoría de los restos óseos encontrados en los osarios, como ya
mencionamos anteriormente.
Por otra parte, los objetos asociados a los osarios podían ser votivos o no, donde se
Algunas de las patologías presentes son comunes, incluyendo casos de artritis, desarticulación
de algún hueso, infecciones menores y fracturas. Sin embargo, algunas patología detectadas
son más llamativas como procesos infecciosos graves que pudieron haber incidido (aun
vertebral severo, que pudo haber afectado la movilidad del individuo, y la presencia de anemia
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 72
Informe Final
o fisiológicos.
demuestra un grupo de personas con características comunes para la época. En este sentido,
encontramos que todos los grupos etarios y ambos sexos están representados en la población,
Por otro lado, la salud bucal de la población es de regular a mala, característica usual
para colecciones de finales del siglo XVIII, XIX y principios del siglo XX, sobre todo en las
provincias, donde acceso a especialistas en la salud y herramientas de higiene eran aun más
escasos que en las grandes ciudades. La escasez de recursos médicos también puede
individuos, de una o varias líneas horizontales a la encía. Esto podría ser señal de algún oficio
que requiriese el uso de los dientes de una manera que produjese una abrasión permanente y
ocasionara la incisión de la cara bucal del diente (lámina #58), como podría ser la manufactura
de redes y/o chinchorros. Sin embargo, es difícil establecer una causa definitiva para esta
conocida.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 73
Informe Final
votivos o no. La presencia de madera, tornillos, clavos, manijas de metal y bisagras podrían
dar cuenta de la utilización de urnas de madera, mientras que los objetos que acompañaban a
los individuos sugieren que eran personas comunes, quienes eran enterrados con algunas
pertenencias personales no muy ostentosas, aunque sí podrían haber sido valiosas para sus
de la comunidad, sin mayores diferencias de estatus social, edad, sexo o causa de la muerte.
Por otro lado, al llevar a cabo un intento por reconstruir los patrones de enterramiento
practicados en el Templo de Santa Ana del Norte, encontramos que la pérdida de información
contextual, producto de la obvia remoción intensiva del suelo de la iglesia, muy posiblemente
en varias momentos de su historia y por diversas razones, así como en la falta de información
Una vez transcurrido cierto tiempo, o quizás por razones de espacio, los enterramientos
primarios eran exhumados, con mayor o menor grado de cuidado y rapidez y se les inhumaba
realizado envueltos en algún tipo de receptáculo perecedero como fardos de tela o urnas de
madera, lo cual podría estar evidenciado en la presencia del contexto 1 en el pozo IPC-A-002-
NE.
Se tiene referencia de los distintos cambios en el sub-suelo del Templo a lo largo del
tiempo, que disturbaron y removieron el sub-suelo de la iglesia, donde además, se conoce que
se hicieron sin mayor cuidado a los enterramientos (Márquez Gómez 2004) primarios y
secundarios, ubicados en las distintas naves. Esto ocasionó una alta perturbación de los
última de estas alteraciones registradas, fue la realizada en 1982, cuando una o varias zonas de
Con esto se confirma que las características de los osarios estudiados y del área
excavada de la iglesia, así como la preservación de los restos óseos que contienen, sugieren
que existe una alta probabilidad de que varios procesos de des-enterramiento y re-
enterramiento se hayan llevado a cabo durante toda la historia de la iglesia, sea por necesidad
relacionadas con la población enterrada en el templo, así como del proceso funerario que han
sustentar y dar una reconstrucción más detallada de la actividad funeraria del Templo Santa
Ana.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 75
Informe Final
afectaron la lectura del georadar, estás son: presencia de mallas metálicas y suelos arcillosos.
Estos elementos hicieron que los datos provenientes del equipo de geodetección fueran
difíciles de interpretar. En esta sección se plantearán algunos elementos de interés para los
del estudio de geodetección fue posible corroborar que las evidencias tenían relación. Como se
comentó, la localización de los pozos de sondeo se hizo tomando en cuenta las anomalías
señaladas en el estudio con el georadar. Sin embargo, al reconsiderar los resultados de TRX
Consulting C.A. con los obtenidos en las excavaciones se pudo observar de manera más clara
que la relación estaba presente; pues la premura y rapidez con la que se entregó el informe
final del estudio de geodetección, generó que no se pudiesen interpretar los datos en su
máxima resolución. Es por esto que es necesario que los entes contratantes configuren sus
contrataciones considerando que cada disciplina posee tiempos de trabajo particulares. Si bien
este tipo de proyectos requieren que todas las actividades se hagan de manera intensiva y
Histórico, es prudente conciliar y aceptar los tiempos de trabajo de cada equipo, tanto en
En la lectura de TRX Consulting C.A. se observa lo mismo que en el resto de las zonas,
las altas concentraciones de arcilla que encontramos los arqueólogos en las excavaciones. Las
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 76
Informe Final
características del sub-suelo y la malla metálica no ayudaron a tener una lectura clara del sub-
suelo del Templo, todo lo contrario, afectaron mucho los datos recolectados por el GPR.
geodetección es que el georadar sólo detecta los topes de las anomalías y no toda la dimensión
de ésta. Este elemento se observa claramente en el área donde se excavó el pozo #I. Aquí el
georadar detectó una anomalía amplia en el eje horizontal pero amorfo en el eje vertical. Sin
embargo, al revisar estos datos en conjunto con el técnico de TRX Consulting C.A. fue posible
determinar que el área de la anomalía desde una perspectiva en 3D corresponde con la fosa
antigua excavada.
La gran mayoría de anomalías reportadas en el estudio son puntuales desde 30cm hacia
abajo y, las evidencias arqueológicas en estas zonas, consisten en tierra removida: rocas, tejas,
ladrillos, huesos humanos. Estas anomalías puntuales son reflejo de los cambios en la
densidad de los materiales, por ejemplo la tierra no posee la misma densidad que un ladrillo.
Sin embargo, elementos pequeños como fragmentos de hueso, piedras pequeñas y fragmentos
determinación de las áreas a ser intervenidas por los arqueólogos, facilitando la delimitación
unan esfuerzos en investigaciones conjuntas de manera de poder ir creando una base de datos
uniforme, que facilite el trabajo de ambas disciplinas. Sin lugar a dudas, la inclusión de
y, se espera, que este caso en el Templo Santa Ana sirva de ejemplo a todos los entes
gubernamentales en el futuro.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 77
Informe Final
En este capítulo se presentarán las relaciones entre las diferentes líneas de evidencia
Si bien fue en el siglo XVI cuando la Corona Española decretó que se debía abandonar
la costumbre de enterrar a los muertos en las iglesias y se debían construir cementerios, esto
por razones de salubridad pública, en Venezuela fue en 1873, con el gobierno de Guzmán
Blanco que se inicia una campaña fuerte para erradicar esta costumbre (Zucchi 2000). A partir
de los datos recolectados tanto en las excavaciones, entrevistas, datos históricos como en los
análisis osteoarqueológicos, fue posible conocer que en el Templo Santa Ana se realizaban
enterramientos desde, al menos, el siglo XVII hasta inicios del siglo XX. Sin embargo, un
posterior traslado a otros lugares. Igualmente, las personas entrevistadas que trabajaron en el
pequeñas donde no pudo haber entrado un cuerpo humano extendido, lo cual sugiere que
primero eran enterrados directamente en el suelo y luego de pasados unos años desenterrados
para ser colocados de manera desarticulada dentro de estas urnas. En un solo caso los
entrevistados hicieron referencia a una urna grande donde pudo haber cabido un cuerpo
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 78
Informe Final
extendido, este es el caso del entierro del General Policarpo Mata Romero, sin embargo
en el mismo lugar. Aunque no se tiene certeza de que el hallazgo de los cráneos juntos
en el sub-suelo del Templo, aunado esto a las intervenciones realizadas desde finales del siglo
XVII, es comprensible la razón del patrón estratigráfico encontrado durante las excavaciones.
Sin embargo, al cruzar estas evidencias es posible conocer que en el Templo se enterraron a
encuentra un individuo directamente en el suelo pero sus huesos están desarticulados, lo que
quiere decir que primero fue enterrado directamente y luego vuelto a enterrar
último, a través de los análisis osteoarqueológicos fue posible definir un quinto tipo de
anteriormente, este caso se refiere a individuos que fueron enterrados posiblemente en urnas
activo de las intervenciones y afectaciones sobre los individuos. De hecho, en los osarios
aproximadamente 123 individuos, en las excavaciones del Ant. Román se describe alrededor
de cinco individuos más (contando los excavados por Izaguirre Serfaty en 2007). Según los
cálculos de MNI realizados para los huesos aislados excavados en los pozos de sondeo y las
lo que significa un número ínfimo para una iglesia donde se enterraron muertos desde finales
del siglo XVII hasta inicios del XX, provenientes de más de un pueblo, pues en el Templo de
Santa Ana del Norte se enterraban a los difuntos de Tacarigua, Pedrogonzalez y otros caseríos
En los siglos anteriores al XX, las iglesias eran subdivididas en sectores para ubicar a
los muertos, y su ubicación dependía de la cantidad de dinero que pudiera pagar la familia del
difunto, “el primero de los cuales estaba situado delante del altar mayor, y era el que tenía el
precio más elevado, los demás tramos seguían al anterior y se extendían hasta la puerta
principal, y su precio iba disminuyendo a medida que se alejaban del altar mayor” (Zucchi
2000: 53). Esto indica que los personajes importantes de las comunidades y las clases
pudientes eran enterrados de manera privilegiada dentro de la iglesia. Por ejemplo, en el pozo
extendido #I se encontró una urna de cemento antiguo suficiente para colocar una sola urna de
madera y por ende un solo muerto, la ubicación de esta fosa cerca del altar mayor indica que
importante dentro de la sociedad. Por otro lado, si bien cerca del altar mayor se esperaría una
incidencia menor, hacia nardex frente a la puerta principal del Templo debería haber presencia
de una alta cantidad de personas enterradas, pues en esa zona se enterraba a la mayoría de
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 80
Informe Final
lugar, dentro del Templo existieron muchos más enterramientos pero la mayoría está ubicada
hecho se tienen reportes (Márquez Gómez 2004; Salazar 2007) de que antes de construir el
cementerio actual de Santa Ana del Norte, el cementerio estaba ubicado detrás de la pared del
testero, es decir detrás de la pared Este del Templo, en la zona donde actualmente se encuentra
función de la data analizada y estudiada. Se está consciente de que podrían existir muchas
evidencias.
Arqueología de Rescate e Investigación Osteoarqueológica en el Templo Santa Ana. Herrera Malatesta y Tommasino, 2009 81
Informe Final
XI. CONCLUSIONES
alcanzar los objetivos planteados para el rescate de las evidencias arqueológicas a ser
como se pudo observar en este documento además de realizar excavaciones e interpretar las
los libros y documentos, así como entender que el valor histórico de este Templo no está dado
exclusivamente por los grandes eventos ocurridos en este, sino además del hecho de que desde
hace casi 300 años este monumento ha servido de eje a la comunidad norteña. Pues todas las
fiestas religiosas se realizan en el Templo, y todos los eventos de importancia en la plaza que
se encuentra en frente.
Otro elemento importante de este trabajo y que es necesario destacarlo aquí fue la
unión interdisciplinaria generada por la directora del proyecto, Thamaira Caraballo. Es gracias
considera que la unión de las disciplinas genera resultados concretos y densos que permite el
Recomendaciones
Como último elemento a ser destacado en este documento, y como parte del trabajo
considera que sería un elemento importante para el mantenimiento en la memoria local de las
iglesia hoy en día no se entierra a los muertos, en el pasado sí. Igualmente, se recomienda que
los restos del prócer Policarpo Mata Romero sean retirados del osario de metal en el que
reposan y colocados en uno de madera, y este puesto dentro de la fosa. Se podría colocar
encina una tapa transparente de algún material adecuado, como por ejemplo fibra de vidrio,
para que así tanto la fosa como los restos del prócer sean un testigo visual y presente de la
rescatar y restaurar el dibujo del escudo de Venezuela que allí se encuentra. Se considera que
este hallazgo es de gran valor histórico y debería estar visible para las generaciones presentes
y venideras.
seguir el ejemplo del trabajo en Santa Ana, donde fue un equipo de especialistas los
a hacer conciencia en la población sobre el valor histórico e identitario que tiene el pasado de
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