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Esto obliga a Jos y Mara, una pareja israelita, a viajar desde Nazaret hasta la
aldea de Beln, a unos 160 km de distancia. Mara estaba embarazada y
cuando llegan a su destino se cumplen los das de su alumbramiento, con el
agravante de que todas las posadas estaban llenas, excepto el establo de un
mesn desconocido. En aquella sala de parto improvisada nace el nio Jess,
rodeado de animales, una escena que se recrea cada ao para esta fecha en
cientos de miles de nacimientos en todo el mundo occidental.
Noten que Juan no dice simplemente que se hizo Hombre. Usando el lenguaje
ms crudo posible Juan quiere que nosotros entendamos que la segunda
persona de la Trinidad vino a ser parte de la raza humana, hacindose como
uno de nosotros con todo lo que eso implica. Durante 9 meses estuvo en el
vientre de su madre Mara, siendo alimentado por medio de su cordn
umbilical, desarrollndose como nio en el ambiente de su placenta,
exactamente como sucedi contigo y conmigo.Ese Verbo, sin el cual nada de lo
que ha sido hecho fue hecho (Jn. 1:3), decidi venir al mundo como una
criatura dependiente de una joven virgen en Israel. Y cuando finalmente fue
dado a luz, no vino con una aureola alrededor de su cabeza, como se presenta
en algunas pinturas religiosas, sino como un nio judo comn y corriente. De
haber nacido en un hospital cualquiera, nadie hubiera sido capaz de diferenciar
a Jess de cualquier otro nio en la sala de maternidad.
No s cuntos de Uds. han escuchado un villancico navideo que dice:
Jess tuvo que crecer en el entendimiento de las Escrituras, hasta que poco a
poco comenz a darse cuenta que todo lo que estaba escrito en la ley, en los
profetas y en el libro de los Salmos, en realidad hablaba de Su propia vida, de
Su muerte en la cruz, de Su resurreccin.
El Verbo se hizo carne. Pero Juan nos dice tambin, en segundo lugar, que
habit entre nosotros; y eso es lo que espero ver en nuestro prximo artculo.