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Capitulo IL EL CICLO EVOLUTIVO FAMILIAR: CRISIS EVOLUTIVAS' Mark Beyebach y Alberto Rodriguez-Morején 1. INTRODUCCION Aunque el concepto de ciclo vital familiar ha estado presente en la literatura psicol6gica y -sobre todo- sociol6gica durante varias décadas (Duvall, 1957; Hill, 1960), lo cierto es que a partir de los afios 70 y 80 se ha convertido en uno de los grandes temas en el campo de la terapia familiar. A partir de esos momentos, el andlisis de las vicisitudes evolutivas de los grupos familiares ha ocupado un papel cada vez més importante tanto en la teorizacién e investigacin sobre familias (Carter y McGoldrick, 1989; Olson, McCubbin, Barnes, Larsen, Muxen y Wilson, 1983) como en los planteamientos de buena parte de la terapia familiar (Minuchin y Fishman, 1981; Haley, 1980; Pittman, 1990). En este trabajo haremos una breve revisiGn de las aportaciones a nuestro juicio més destacadas que se han ido produciendo en el tema del ciclo vital familiar, poniendo el acento ante todo en sus implicaciones clinicas. Comenzaremos analizando el propio concepto de "ciclo vital familiar”, y pasaremos después a comprobar las diferencias y similitudes ' Quisiera agradecer a Cristina Sanchez su paciente revisién de este manuscrito 58 Problemdticas familiares actuales y ... entre los diversos autores que proponen un esquema de etapas o de crisis evolutivas en el desarrollo de la familia "normal". La tercera seccién est dedicada a reflexionar sobre el cardcter cambiante del ciclo vital de la familia, y la seccién cuarta examinaré las relaciones entre ciclo vital familiar y problemas clinicos. Una vez revisados todos estos aspectos, trataremos de hacer una valoracién del modelo del ciclo vital, para terminar discutiendo sus implicaciones elfnicas Durante todo este trabajo mantendremos un doble punto de vista. Por una parte, trataremos de reflejar las diversas aportaciones al tema desde la éptica de los propios autores. Por otra, haremos comentarios y matizaciones desde nuestro personal punto de vista te6rico y clinico: un punto de vista constructivista, no-normativo, pragmético y centrado en las soluciones (Beyebach, 1994; O'Hanlon y Weiner-Davis, 1991). 2, EL CONCEPTO DE "CICLO VITAL FAMILIAR" La idea basica que subyace a la nocién del ciclo vital familiar es que todas las familias, entendidas éstas en su sentido més amplio, experimentan cambios a lo largo del tiempo y que estos cambios observan unas determinadas regularidades, en otras palabras, que se ajustan a un patron previsible que se puede describir en términos de etapas (Carter y McGoldrick, 1989), de transiciones (Barnhill y Longo, 1978) o de crisis (Pittman, 1990). Este punto de partida puede parecer obvio, pero no resulta tan evidente en un campo, el de la terapia familiar, que tradicionalmente ha optado por centrarse en el presente, en el aqui y ahora de la interacci6n, Y que ademas se ha interesado mucho més por los mecanismos atolégicos de! no-cambio que por la evoluci6n y el crecimiento. En este sentido cabe afirmar que la perspectiva del ciclo evolutivo ha permitido re-introducir en el terreno de la terapia familiar sistémica, cegada por la metéfora homeostética (Dell, 1982) la dimensién diacrénica, hist6rica, de los sistemas. Ademas ha Hevado a ampliar el campo de anidlisis, El ciclo evolutivo familiar... 59 habitualmente limitado al corto espacio de tiempo que una familia esta en tratamiento, hasta incluir el devenir de las familias a lo largo de varias generaciones. La otra premisa fundamental a la hora de adoptar la perspectiva del ciclo vital es que el ciclo de desarrollo familiar es algo diferente que la mera suma o yuxtaposin de las biografias individuales de los miembros de la familia (Carter y McGoldrick, 1989). No es el individuo el que (con la familia al fondo) va atravesando una serie de etapas en el transcurso del tiempo, sino la familia como tal la que evoluciona (Friedman, 1989). Se aplica pues la idea sistémica de que el todo es més, que la suma de las partes, Megando algunos autores a considerar a la familia como un verdadero organismo que nace, crece, se desarrolla y (eventualmente) muere (p.ej. Minuchin y Fishman, 1981). Esta consideracién holistica de la familia y de su recorrido evolutivo no supone, sin embargo, negar la complejidad inherente a la multiplicidad de individuos diferentes que la integran. Como veremos a continuacién, miembros distintos del mismo sistema: tendrén necesariamente experiencias diversas del desarrollo de su familia, vivencias que a veces pueden entrar en contradiccién e incluso en conflicto. El punto de vista holistico sf pretende, en cambio, subrayar la dimensién relacional en el proceso evolutivo asf como las conexiones entre personas distintas y también entre generaciones. Este sentido de conexién, de continuidad, es a nuestro juicio una de las principales aportaciones de la perspectiva del ciclo vital. Volveremos sobre ello més adelante Finalmente, seftalar que desde la perspectiva del ciclo vital familiar se asume también la relevancia de este esquema para el trabajo clinico de los terapeutas familiares, e incluso para el entrenamiento de los propios terapeutas (Simon en Carter y McGoldrick, 1989). Sin entrar todavia en un andlisis més detallado, podemos constatar que a priori la relevancia clfnica del ciclo vital familiar se encontraria justificada en base a que (2): todas 0 casi todas las familias atraviesan estas crisis evolutivas (0 al menos algunas de ellas); (b) a que este aspecto evolutivo se muestra como un factor importante en muchos casos clinicos; y (c): a que, 60 Problematicas familiares actuales y ... aungue los aspectos relacionados con las transiciones evolutivas no Jueguen originariamente un papel relevante, es inevitable que interactiien con el problema (Barnhill y Long, 1978).? 3. LAS ETAPAS DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA TRADICIONAL Hemos sefialado més arriba que la nocién de ciclo vital familiar supone que el desarrollo de las familias puede verse como una sucesién de etapas discontinuas entre las cuales se producen procesos que se describen como "transiciones* (Barnhill y Longo, 1978), "ritos de paso” (Imber Black, 1989) o “crisis de desarrollo" (Pittman, 1990) VER CUADRO 1. Pag 90 En [a literatura aparecen miltiples clasificaciones tanto de tas tapas propiamente dichas como de los procesos de transicién entre elas, algunas de las cuales aparecen resumidas en el CUADRO 1. Estas clasificaciones se diferencian en cuanto al tipo de criterios utilizados para marcar las diversas fases: entradas y salidas de miembros en el sistema familiar; cambios biopsicosociales de los integrantes de la familia; ? Cuando hablamos de "ciclo vital familiar" podemos hacerlo desde al menos tres perspectivas: (a) el ciclo vital como variable para el estudio empirico (p.ej. "variaciones de la cohesion familiar a lo largo del ciclo vital"); (b) el ciclo vital como constructo de orden superior, como una dimensién en la que integrar diversos resultados, teorizaciones y observaciones clinicas; (c) el ciclo vital como marco de referencia, como esquema conceptual y como (parte de un) modelo terapéutico. En este trabajo nos centraremos, salvo indicacién de lo contrario, en las dos Gltimas lecturas. El ciclo evolutivo familiar... 61 cambios sociolaborales... En consecuencia, se aprecia una cierta diversidad entre las distintas clasificaciones, variando el nimero y la duracién de las fases que cada una de ellas propone. En cualquier caso, todos estos autores comparten la idea de que Jas etapas son cualitativamente diferentes entre si, dandose constelaciones emocionales y relacionales distintas en cada una de ellas. ‘Ademés, se tiende a pensar que cada etapa plantea demandas especificas a la familia 0 que, en otros términos, implica unas tareas evolutivas determinadas. VER CUADRO 2. Pag 92 Un corolario de esta afirmaci6n es que el paso de una fase a otra supone algo més que un cambio cuantitativo, que un reajuste menor de la familia ante condiciones modificadas: se entiende que desplazarse a ‘una nueva etapa exige siempre una verdadera transformacién del sistema familiar (Hoffman, en Carter y McGoldrick, 1989). Desde este punto de vista, pasar de una etapa a la siguiente en el ciclo evolutivo ofrece tanto ‘oportunidades como peligros (Pittman, 1990), y constituye un momento privilegiado para la intervencién terapéutica’. tra forma de describir la discontinuidad de estos cambios es en términos de las transformaciones que sufte la definicién de la relacién entre los miembros del sistema considerado (Navarro Géngora, 1992). Desde este punto de vista, las diferentes etapas no exigen tinicamente ® Légicamente esto no quiere decir que las transiciones en el ciclo vital de la familia sean las Wnicas oportunidades de transformacién del sistema. Desde una perspectiva més amplia, podemos considerar que las tensiones evolutivas no son mas que uno de los muchos tipos de estresores que pueden incidir sobre una familia (Pittman, 1990), aunque sean ciertamente uno de los més ubicuos 2 Probleméticas familiares actuales y ‘cambios instrumentales, la creacién de nuevos repertorios de habilidades (de comunicacién, de resolucién de problemas, de crianza...) 0 ¢l manejo de procesos emocionales potencialmente dificiles, sino que implican también un replanteamiento del contrato relacional basico (y en especial, de las pautas de distancia e intimidad). Estos cambios en la definicién de Ja relacién no se limitan a la vertiente diddica (en especial la relacién de pareja), sino que incluyen transformaciones profundas en dimensiones interpersonales tan amplias como pueden ser la cohesion y la adaptabilidad descritas por Olson y su equipo (Olson y cols. 1983). Hay que recordar de todos modos que el hablar de procesos supraindividuales no debe levar a ignorar las variaciones individuales: la mujer, p.ej., puede encontrarse ya en la etapa “de nido vacio", mientras que su marido no ha pasado atin a esa etapa; un hijo puede hhaberse ya independizado mientras que su hermano mayor, que padece una deficiencia congénita, se encuentra ain en una etapa previa de escolarizacién. En otras palabras, las fases (al menos las que se postulan en las clasificaciones al uso) se solapan entre sf, y rara vez se dan en “estado puro". Sin entrar a discutir las diversos fuentes individuales de variacién, genéticos y de otra indole, (véase Martin, 1987 para una discusién mas amplia), s{ querfamos subrayar la importancia de la variable género como modulador del ciclo vital familiar. La "revolucién feminista” en ters familiar (Goodrich, Rampage, Ellman y Halstead, 1988) ha permitido apreciar cémo los estereotipos sexuales y la socializacién diferenciada (Saltzman, 1992) llevan a que la vivencia del ciclo vital haya sido tadicionalmente muy distinta para hombres y para mujeres. Y en este caso, hablar de diferencia supone también hablar de desigualdad. Posiblemente el ejemplo més claro de esta inequidad es que, tal y como sefialan Carter y McGoldrick (1989), durante siglos a las mujeres se les hha negado la posibilidad de vivir lo que ahora conocemos como la fase del "adulto joven emancipado"; simplemente, la mujer pasaba de manos de su padre a manos de sus esposo ((Nota a pie sobre el ritual de boda)).. El ciclo evolutivo familiar... 63 ‘Ademés de no pasar por alto estas diferencias, debemos observar también de qué forma tan dramética, los cambios culturales y sociales en el papel de la mujer que se han producido en la historia reciente han afectado profundamente al ciclo vital de la familia. Ello nos lleva ya a la seccién siguiente, 4, CAMBIOS EN EL CICLO VITAL FAMILIAR Sefialébamos més arriba que la nocién de ciclo evolutivo familiar conlleva la idea de una cierta estabilidad y predecibilidad en la secuencia evolutiva de las familias. Sin embargo, la propia configuracién del ciclo vital familiar, 0 al menos la forma de entenderlo, ha suftido considerables modificaciones a lo largo de la historia. Un examen de la historia de la familia (Aries y Duby, 1987) revela que muchos aspectos que hoy en dia nos parecen “naturales” son, en realidad, construcciones culturales ligadas a un determinado momento histérico. Por ejemplo, cabe considerar que la nocién de infancia es una creacién del siglo XVIII, y la de adolescencia, del siglo XIX. Planteamos por tanto que los cambios que la familia esté sufriendo en las naciones industrializadas no son un fenémeno nuevo, producto solamente de las especiales caracteristicas de nuestra época. Més bien al contrario: las definiciones del ciclo vital, e incluso las definiciones de familia, han sido siempre fluctuantes y cambiantes. Son solamente la falta de memoria histérica, la cortedad de miras 0 el prejuicio ideol6gico los que nos llevan a pensar en una identidad natural y estable. De todos modos, hay que reconocer también que en las sociedades cccidentales estos cambios se han acelerado drésticamente en el transcurso de las tltimas décadas (Carter y McGoldrick, 1989). La mayor longevidad, el descenso de la natalidad, los cambios en el papel de la mujer, la mayor tolerancia ante las parejas homosexuales, asi como la incidencia cada vez mayor del divorcio y de las segundas 0 terceras nupcias han producido un perfil familiar que se diferencia o Problematicas familiares actuales y ... claramente de la situacién anterior’. A nuestro juicio, estos cambios son de dos tipos: por una parte, los referidos a la duracion, caracterfsticas e importancia relativa de las diversas fases del ciclo vital; por otra, la presencia cada vez mayor de lo que podirfamos denominar "ciclos vitales familiares alternativos", en los que ya aparecen etapas diferentes. Por lo que se refiere al primer tipo de cambios, han afectado a casi todas las etapas del ciclo vital*, Como comentébamos més arriba, las mujeres tienen ahora mayor acceso a la etapa de “adulto joven emancipado", aunque en algunas sociedades (como la espaftola, sin ir més lejos) las dificultades para la independencia econémica han ido postponiendo el inicio de esta etapa, compensado esto por una nupcialidad cada vez més tardia. La revisién del papel de las mujeres ha venido unida, ademés, a una mayor abundancia de matrimonios con dos carreras y a posponer el nacimiento de los. hijos, modificando y alargando de esta forma la etapa de "matrimonio sin hijos*. La disminucién en el némero de hijos supone que la etapa "familias con hijos pequefios" se haya acortado, aunque paralelamente la necesidad de que la pareja negocie cémo compatibilizar el trabajo fuera y dentro de casa haya convertido esta etapa en una fase con alto riesgo de divorcio. La fase en que la familia tiene hijos adolescentes se alarga cuando, como comentébamos antes, la coyuntura socio-econdmica dificulta una efectiva * No consideramos que estos cambios supongan una "amenaza a la familia", o un "deterioro de la familia"; entendemos més bien que se trata de que la familia esta cambiando, o que -para ser mas precisos- estos cambios se estan produciendo de forma m4s generalizada. En cambio si consideramos que las situaciones de pobreza y marginalidad ponen en peligro a la familia. * De ahora en adelante emplearemos el esquema de etapas propuesto por Carter y McGodrick, 1989 El ciclo evolutivo familiar. 65 independencia del joven adulto, obligéndole en buena medida a permanecer en el hogar paterno més all de lo que antes era la norma. La etapa posterior a la emancipacién de los hijos es una de las que més se ha transformado. Hace apenas unas décadas, la menor expectativa de vida asi como el mayor nimero de hijos Hlevaba a que los padres dedicaran la mayor parte de sus vidas a la crianza de su descendencia. Hoy en dia la situacién es diferente, y una vez que los ‘vastagos se han emancipado la pareja tiene todavia mucho tiempo de vida por delante. En este sentido, el fendmeno de "nido vacio" es también de aparicién reciente, acentuado ademés por el progresivo adelanto de la edad de jubilacién. Simulténeamente, se da también la tendencia contraria: la salida tardia del tltimo hijo puede coincidir con la enfermedad y la incapacidad de los abuelos; en la préctica esto puede suponer que el nido no queda nunca vacfo. También se ha prolongado la "familia en las dltimas etapas de la vida", asociada cada vez més, como acabamos de apuntar, a la presencia de algin enfermo crénico en la familia. El segundo tipo de cambios en el discurrir de la vida familiar tiene que ver con la incidencia cada vez mayor de los "ciclos vitales alternativos": el "ciclo de divorcio (Stern y Manocherian, 1989; Herz, 1989), las familias reconstituidas, las parejas homosexuales, las familias monoparentales, las parejas que deciden no tener descendencia. De hecho, es cada vez menor el porcentaje de familias que se ajustan a lo que en los afios 50 y 60 era el prototipo de familia en las sociedades industrializadas. Como muestra, sirva citar datos obtenidos en Estados Unidos, que permiten estimar que el 12% de las mujeres j6venes no se casarén, que el 25% decidiré no tener hijos; que el 50% de las que se casen se divorciaran, y que un 20% tendré incluso dos divorcios (Carter y McGoldrick, 1989)°. Algunos autores consideran que apenas un 10% * gn realidad, y desde el punto de vista estadistico, el divorcio constituye ya en algunos paises el marco normativo del ciclo evolutivo familiar. Autores como Pittman consideran que 66 Problematicas familiares actuales y de las familias estadounidenses corresponden hoy en dfa al modelo tradicional de pareja casada, con hijos, en la que el marido trabajo fuera de casa y la esposa se dedica exclusivamente a la crianza de los hijos y las tareas domésticas (Friedan, citada en Carter y McGoldrick, 1989). ‘Aunque en nuestro pafs el nimero de familias que siguen este modelo sigue siendo mayor (Ministerio de Asuntos Sociales, 1994), no cabe duda de que esta también en franco retroceso. Finalmente, recordar que variables como la raza o la religion, y fenémenos como la emigracion o la pobreza originan también considerables variaciones en el ciclo vital familiar. Unidas estas fuentes de variabilidad a todos los cambios que acabamos de enumerar, parece evidente que en la actualidad es dificil hablar de un ciclo vital familar y que, por el contrario, coexisten en nuestra sociedad una multiplicidad de ciclos de desarrollo familiar. ;Cuéles son las implicaciones que tiene este andlisis? A nuestro juicio son vari a) Desde el punto de vista de tas propias familias, puede producirse un cierto conflicto entre las expectativas culturales socialmente transmitidas y la realidad del ciclo vital familiar. La mujer educada "para casarse de bianco y tener hijos" o el varén que sigue el modelo de sus padres y espera una esposa complaciente que se haga cargo de las tareas domésticas pueden tener dificultades para ajustarse a una situacién diferente; los hijos de padres divorciados pueden encontrarse en un medio que ain condena o margina su experiencia; o la madre soltera Puede comprobar ta falta de recursos que la sociedad pone a su disposicién para compaginar su desempefio laboral con la crianza de los hijos. La critica feminista ha puesto de relieve que las mujeres han sufrido y sufren de manera especial estas contradicciones entre, por una parte, una educacién patriarcal y las exigencias de una sociedad moderna ademas en ciertas subculturas pueden considerarse partes normativas del ciclo vital eventos como el embarazo adolescente, el ingreso en prisién o el inicio de la adiccién'a las drogas (Pittman, 1990) Fl ciclo evolutivo familiar... o7 y més igualitaria, y/o por otra, el deseo personal de una equiparacién efectiva de los sexos y las constricciones que en ese sentido buena parte de la sociedad sigue imponiendo. ) Desde el punto de vista de los terapeutas familiares, tener en cuenta esta realidad cambiante puede servir para replantearse de forma critica ciertas concepciones que corren el riesgo de haber quedado atrasadas, de haber sido superadas por una realidad siempre cambiante. En este sentido, consideramos que puede ser potencialmente peligroso ‘que los terapeutas familiares nos guiemos en nuestro trabajo con familias por el modelo de familia més 0 menos estereotipado transmitido por nuestros propios padres, 0 por concepciones tedricas que son herederas directas de un modelo de familia muy concreto: la familia patriarcal de clase media y raza blanca. En muchas situaciones clfnicas, la idea de la familia nuclear intacta, con una férrea division sexual de roles y funciones, no puede ya ser un marco de referencia stil para ayudar a las familias 0 los individuos que solicitan nuestra ayuda. Es més, consideramos que es un error querer imponer a nuestros clientes, bien por ignorancia, bien por una opcién ideolégica por otra parte muy respetable, una tinica versién de la familia. Pensamos que es preferible mantener una actitud activa de respeto ante la pluralidad de opciones familiares. Ello exige repensar de manera critica ciertos mitos cientificos acerca de la familia, por ejemplo, las investigaciones sobre el impacto nocivo del divorcio (y su corolario implicito de que a priori es siempre preferible mantener la unidad familiar), 0 la premisa de que un hogar monoparental es necesariamente deficitario’. Exige también cuidar 7 No queremos negar las evidencias que ha generado la investigacién sobre las dificultades que experimentan los hijos de padres divorciados. Sin embargo, también es cierto que muchos autores (p.ej., Caplan, 1989) pasan por alto el hecho de que su disefio experimental no permite discriminar si estos efectos negativos sobre los hijos son atribuibles al divorcio en si, o si se deben a la 68, Problemdticas familiares actuales y .. ‘nuestro vocabulario, y evitar un lenguaje sexista o discriminatorio: "hijos ilegitimos", "la mujer que se dedica a sus labores”, etc. Pensamos que con este actitud es mucho més dificil adoptar posiciones moralizantes 0 impositivas, que -al menos desde la tradici6n de la terapia familiar- no resultan en absoluto tities para nuestros clientes. 5. DISRUPCIONES DEL CICLO VITAL FAMILIAR. CICLO VITAL FAMILIAR Y FORMACION DE PROBLEMAS. Hemos dedicado la seccién precedente a mostrar de qué manera los contenidos de las diversas etapas del ciclo evolutivo familiar varfan en funcién de factores de tipo social, cultural e histérico. Ademés, habfamos sefialado anteriormente que existe un cierto grado de disparidad en cuanto a la forma de clasificar las fases del ciclo vital de la familia Esta pluralidad de contenidos no pone en duda, sin embargo la utilidad de entender el desarrollo de las familias en términos de un proceso de etapas 0 transiciones. En otras palabras, aunque los te6ricos del ciclo vital familiar mantengan esquemas evolutivos diferentes, y aunque las familias presenten grandes variaciones en cuanto al tipo de ciclo que recorren, sigue habiendo consenso entre los autores en el sentido de que las familias atraviesan etapas diferentes a lo largo de su desarrollo, que existencia (con o sin divorcio) de un conflicto marital prolongado. Algo similar sucede con el estudio de los hogares monoparentales: es dificil atribuir las posibles carencias de los hijos a la ausencia de uno de los padres cuando en este tipo de hogares se da también por lo general un menor nivel de ingresos y una configuracién étnica determinada. Para una discusién de los aspectos positivos que conlleva ser criado en un hogar monoparental (en este caso, con presencia de la madre, ausencia del padre), véase Goodrich y cols., 1988. El ciclo evolutivo familiar... 0 estas etapas plantean tareas evolutivas diferenciadas, y que entre una y otra fase se dan procesos de transicién*, Esta conceptualizacién enlaza directamente con una determinada forma de entender la psicopatologia o -en un lenguaje més neutro- la formacién y el mantenimiento de problemas. La posibilidad de dar una lectura en clave evolutiva a los problemas clinicos es precisamente uno de los grandes atractivos que para los terapeutas de familia tiene la perspectiva del ciclo evolutivo familiar. Dedicaremos este apartado a revisar la cuesti6n. Haley es probablemente quien mejor resume la postura clasica en cuanto a la relacién entre problemas clfnicos y ciclo vital: "El sintoma es una sefial de que la familia enfrenta dificultades para superar una etapa del ciclo vital" (Haley, 1980, p. 33). Asf, la angustia de la madre tras el nacimiento del primer hijo es sintoma de la dificultad de dejar atrés la etapa de pareja sin hijos, 0 la conducta perturbada (delincuente, extravagante, incluso psicética) de un joven corresponde a los problemas que el sistema encuentra para “destetar” a los hijos. Por tanto, una forma de "leer" los problemas que las familias presentan a los terapeutas es en términos de auténtico "atasco" evolutivo. Pittman (1990) apunta en la misma direccién al sefialar que las crisis de desarrollo exigen que la familia modifique su estructura para adapiarse a ellas. En su opiniGn, los problemas surgen tanto cuando parte de la familia (0 toda la familia) trata de evitar la crisis en vez de adaptarse a ella como cuando parte de 1a familia trata de apresurar la crisis. En cualquier caso, esta respuesta inadecuada ante la tensién evolutiva se debe a que existe alguna inflexibilidad estructural previa. ‘No podemos dejar de resefiar que hay autores que ponen en duda esta concepcién de las etapas como entidades discretas, y que prefieren hablar P.ej. de microtransiciones continuas e interrelacionadas (véase Falicov, 1991). No es ésta, sin embargo, la idea que m4s suelen manejar los ‘terapeutas familiares en su trabajo con familias 70 Problemdticas familiares actuales y ... Barnhill y Longo (1978) van més allé en su planteamiento, Desde su punto de vista, los problemas clinicos no se asocian Gnicamente a una detencién del ciclo evolutivo familiar, sino a una auténtica regresion a etapas anteriores. Desde esta concepcién, de clara raigambre psicoanalitica, los conflictos irresueltos de eiapas previas constituyen puntos de fijacién a los cuales, dado un estrés lo suficientemente fuerte, la familia tenderé a volver. Por ejemplo, el distanciamiento del padre tras, el nacimiento de su primer hijo puede indicar la regresién a la etapa previa al compromiso marital, en la que esa familia se ha quedado fijada por una inadecuada formalizacién del proceso de "compromiso". O, en el momento de transicién hacia e! "nido vacfo" afloran los conflictos que la pareja no resolvié en su momento, pero que quedaron encubiertos por el nacimiento de los hijos. Puesto que los conflictos de las diversas etapas nunca se resuelven en un 100%, existirdn en toda familia fijaciones parciales. Que la regresién tenga lugar dependeré tanto de la intensidad de la fijacién como de la potencia de la situacién de estrés actual. ‘A nuestro modo de ver, cualquiera de estos autores , adopta lo que en otro lugar (Beyebach, 1986) hemos denominado una posicién “etiologicista", segin la cual el atasco evolutivo o la regresién se explican en base a alguna deficiencia previa de ta familia, entendida generalmente en términos estructurales. Asi, la familia tiene dificultades para que los hijos se emancipen debido a que se trata de una familia aglutinada, con limites difusos entre los subsistemas (Minuchin y Fishman, 1981), 0 porque existe un conflict previo entre los esposos (Haley, 1980). A nuestro juicio, este modelo etiolégico vaca de contenido el ciclo evolutivo familiar, ya que plantea que lo verdaderamente importante no es el ciclo de desarrollo de la familia propiamente dicho, sino la disfuncién previa y subyacente. Dicho de otro modo, la crisis evolutiva, el proceso de transicién, no es importante en sf mismo, sino porque pone de manifiesto la limitacién pre-existente de la familia El ciclo evolutivo familiar.. a La formulacion que se hace desde la terapia sistémica breve (Fisch, Weakland y Segal, 1984; de Shazer 1991) es bien distinta. Se considera que los momentos de transicién en el ciclo vital pueden resultar estresantes para cualquier familia 0 individuo, y que en ese sentido constituyen uno de los posibles comienzos para una secuencia de ampliacién de la desviacién que puede terminar configurando lo que se entiende como "un problema”. Sin embargo, el énfasis no esta tampoco sobre el ciclo de desarrollo como tal, sino en la consideracién de si las, respuestas que pone en marcha la familia son eficaces 0, por el contrario, terminan siendo soluciones intentadas ineficaces que mantienen el problema que pretendieron resolver. El que los intentos de solucién sean 0 no eficaces no depende de la funcionalidad o disfuncionalidad de la familia 0 de la persona (algo que ni siquiera se cuestiona) sino, basicamente, de la buena o mala suerte. A nuestro entender, cabe una tercera via, en la que la perspectiva del ciclo de desarrollo familiar ocupe un lugar més central en la labor terapéutica. Algunas terapeutas familiares de orientacion feminista (McGoldrick, 1989; Goodrich y cols., 1988) se acercan por momentos a este tipo de posicién. Desde ella se entiende simplemente que las dificultades para realizar las transiciones evolutivas se deben, bien a la falta de las habilidades necesarias, bien a que p.e). no se han realizado adecuadamente los ritos de paso (Friedman, 1989; Imber-Black, 1989), bien a que el contexto més amplio pone trabas a un desarrollo satisfactorio. El que unas familias encuentren dificultades y no otras, no se debe necesariamente a la presencia 0 no de disfuncién o patologia, sino més bien con las circunstancias concretas (sociales, personales, relacionales) que en un momento dado configuran la situacién de la familia. Entre ellas, por supuesto, las diferencias de género?, ° Bl excesivo -y a veces exlusivo- énfasis sobre esta dimensién sexual lleva en nuestra opinién a una mueva postura que consideramos igualmente "etiologicista": las crisis evolutivas no harian més que poner de manifiesto las n Probleméticas familiares actuales y ... Otra forma de construir tas diversas posturas que sobre la relacién entre ciclo vital familiar y formacién/mantenimiento de problemas adoptan (de forma mas 0 menos explicita) los terapeutas familiares seria distinguiendo tres tipos de planteamientos: I. La posicién "dura", caracterizada por varios postulados més menos implicitos. (a) Se asume que la incapacidad o falta de voluntad de la familia para avanzar en el ciclo vital causa patologia. La relaci6n se entiende, eso sf, como circular: el atasco evolutivo genera y mantiene el problema, pero a su vez el problema mantiene el atasco evolutivo®. (b) Se considera que todo problema clinico en terapia familiar presenta este componente de "atasco evolutivo". Finalmente, (c) se piensa que las dificultades para avanzar en el ciclo de desarrollo se deben a una disfuncién estructural previa de la familia, Una forma de tomar -tal vez inadvertidamente- esta posicién consiste en formular "hipétesis evolutivas” a partir de los datos familiares recogidos en la Hamada telefénica: "Bueno, esté claro que la crisis del hijo se produce medio aflo después de la jubilacién del padre, y unos meses antes de que este hijo se vaya de casa. Mi hipétesis es que el hijo muestra esta conducta como una forma de evitar salir del hogar y dejar a los padres solos en casa. Ademés, hay datos para pensar que de hecho existe un conflicto entre los padres, que de esta forma..." limitaciones preexistentes en las definiciones sexuales y su plasmacién en términos de inequidad hombre/mujer en esa familia concreta ® Volviendo a uno de los ejemplo anteriores, el hijo desarrolla una psicosis como forma de evitar que los padres queden "frente a frente" (en palabras de Stanton y Todd, como forma de "pseudoindividuacién") pero a la vez la atencién dedicada al hijo psicético impide que los padres negocien y resuelvan sus diferencias. El ciclo evolutivo familiar. 3 2. La posicién "intermedia", segin la cual (a) los momentos de transicién de una etapa a otra pueden eventualmente constituir verdaderas “crisis evolutivas", eventos estresantes que, sumados a otros factores de tensién, precipiten algin tipo de problemética relacional o individual. De todos modos, se considera que (b) los problemas clinicos pueden tener otro tipo de origen. Ademés, (c) la disrupcién que la transicién pueda causar estaria desde esta Optica mediada por otras variables individuales y relacionales, ademés del conflicto previo. Worthington (1987) incluye p.cj. entre estas variables el grado de disrupcién en los horarios provocada por la transicién; la intensidad en los cambios en el equilibrio de intimidad-distancia; el grado de modificacién de los roles familiares; la magnitud del cambio percibido; y la cantidad y calidad de las decisiones que la familia debe tomar respecto a temas en los que parte del desacuerdo. La posicién de la familia en cada una de estas variables determinaria el impacto disruptivo de la transicién vital, y predeciria por tanto la capacidad de la familia para superarla. La amplia literatura sobre eventos vitales estresantes y su relacién con cuadros como la esquizofrenia apoya a nuestro entender esta posicién, 3. La posicién “suave” segin la que el ciclo vital familiar constituye uno de los contextos dentro de los cuales se desenvuelven los sistemas humanos y, por tanto, un contexto dentro del cual se generan y mantienen -entre otras cosas- los problemas. Es decir, el ciclo vital familiar no causa ni precipita los problemas, pero interactia con ellos. Volviendo de nuevo al ejemplo anterior, la psicosis del hijo no seria causada por los problemas de re-estructuracién de la familia, y tampoco precipitada necesariamente por la tensiGn que genera la crisis evolutiva. Sin embargo, es un problema que -entre otros aspectos- va a dificultar la emancipacién del hijo y a modificar el curso del desarrollo de la familia. A su vez, el momento evolutivo en que se encuentra la familia va a influir en como se responde ante el problema y el significado que se le otorga. La investigaci6n sobre familias normales, que no demuestra ” Problemdticas familiares actuales y ... que las transiciones sean etapas de un especial estrés psicolégico (Martin, 1987), apoyaria esta posicién. Nuestra propia postura oscilarfa entre la postura "dura" y la “suave”, pero incorporando también otra nocién sobre la que insistiremos més adelante: la idea de que no debemos relacionar el ciclo vital de las familias Gnicamente con patologtas, problemas, peligros o exigencias, sino que podemos ver la evolucién de las familias también desde la perspectiva de las oportunidades, los aprendizajes y el crecimiento. Ello nos lleva, una vez més, al siguiente apartado. 6. _CRITICA A LA NOCION Y UTILIDAD DEL CONCEPTO DE "CICLO VITAL FAMILIAR" Hasta aqui hemos esbozado algunas de las coordenadas fundamentales dentro de las cuales se mueve a nuestro juicio la teorizacién ¢ investigacién sobre el ciclo evolutivo de los sistemas familiares. Una vez. ofrecida esta perspectiva general, dedicaremos las prOximas Iineas a hacer una valoracién del concepto, a comentar los problemas que plantea y a discutir también las aportaciones que supone. Empezando por los elementos positivos, conviene repetir una vez mas que el interés por el ciclo evolutivo familiar ha tenido la virtud de reintroducir en el campo de la terapia familiar la dimensién temporal y la perspectiva hist6rica, que en buena medida se habfan visto descuidados ante el excesivo énfasis sobre la interacciGn presente". Esta recuperacion de lo histérico supone también revalorizar el aspecto intergeneracional y la continuidad entre las generaciones, afiadiendo una cierta "Se puede argumentar que, en realidad, algunos modelos de terapia familiar (el intergeneracional, el contextual) no han dejado nunca de tener en cuenta esta dimensién histérica, especialmente en las cuestiones de indole intergeneracional . El ciclo evolutivo familiar... val preocupacién por la solidaridad entre unas y otras. Ademés, lo ha hecho ofreciendo un marco conceptual que no es exclusivo de ninguna de las escuelas en que se encuentra fragmentado el campo, y que por tanto constituye un area de posible integracién supra-modelos. Desde nuestra particular orientacién teérica y clinica (la terapia breve, y por tanto la focalizacién sobre el cambio), es atin més relevante el hecho de que el estudio del ciclo evolutivo familiar constituye en definitiva el estudio de procesos naturales de cambio en los sistemas humanos. En esta linea, pensamos que un conocimiento més profundo del devenir histérico de las familias y de las formas en que afrontan las, circunstancias cambiantes de su propio desarrollo permitira arrojar més luz sobre el proceso de cambio terapéutico (Greenberg, 1986). Empezaremos asi a tener nuevas respuestas a preguntas tales como como cambian las familias, qué factores aumentan su capacidad de adaptacion, qué recursos ponen en juego los sistemas humanos para evolucionar, cic... Siempre desde la 6ptica de la terapia breve, la nocién de ciclo vital, su idea de continuidad y progresién, encaja perfectamente con una de las premisas més preciadas por los terapeutas breves centrados en soluciones: la de que el cambio no solo es posible, sino inevitable (O'Hanlon y Weiner-Davis, 1991) Finalmente, y como veremos con més detalle en la tiltima seccién de este trabajo, el marco de referencia del ciclo evolutivo familiar puede ser una herramienta muy stil para la intervencién terapéutica. Entrando ya en el terreno de las criticas, empezaremos sefialando que, como marco conceptual, ciclo vital es, por una parte, excesivamente amplio, y también demasiado impreciso. Queremos indicar con ello que es un constructo que corre el riesgo de quedar vacio de significado, en Ja medida en la que "todo" se puede relacionar con él. Este problema -que tiene més que ver con la utilizacién que se hace de esta dimension que con la dimensién en sf- queda especialmente de manifiesto en el terreno clinico. Asf, la influencia del estadfo de desarrollo familiar sobre un determinado problema, su papel en el mantenimiento e incluso en el origen de los trastornos més variados, es imposible (en la clinica) de falsear. Es una hipdtesis’ que se demuestra a si misma: cualquier 76 Probleméticas familiares actuales y problema dado coincide siempre con alguna transicién del ciclo vital, 0 con alguna fase que (para esa familia) se puede construir como problematica’”. La imprecisién tiene que ver con la diversidad de clasificaciones e, incluso, con la dificultad para delimitar con exactitud ciertas etapas y ciertos procesos de transicién, 10 cual hace algo més complicada la investigacién en este campo, asf como la comunicacién entre investigadores.. Desde este punto de vista, emplear el ciclo vital de la familia como variable empfrica en la investigacién presenta también sus dificultades. Paradgjicamente, también puede acusarse al ciclo vital familiar, en cuanto marco de referencia, de ser todo lo contrario: demasiado limitado, excesivamente estrecho. Y ello en dos sentidos: Por una parte, porque el establecer para la familia "normal" determinadas fases de desarrollo y transiciones entre ellas parece haber exclufdo la experiencia de muchas familias, obligando a nuevas formulaciones, a afiadir nuevas etapas, a plantear ciclos vitales familiares alternatives. Como apunta Jacob (1987) un modelo que requiere tantas " Un razonamiento de este tipo, asumido de forma acritica por la mayorfa de los autores en terapia familiar es el de que "no en vano" la esquizofrenia suele declararse en la fase de emancipacién del joven adulto, lo cual se considera una sefial clara de que la esquizofrenia es sintoma de una determinada constelacién relacional evolutiva, o incluso una "solucién" ante un problema de desarrollo del sistema familiar (Haley, 1980). Aplicando la misma légica no tardaremos en postular una relacién causal (circular, eso si) entre el ciclo vital familiar y p.ej. 1a enfermedad de Alzheimer... que "no en vano" se aparece con mucha mayor frecuencia en 1a etapa en que la pareja encara la etapa de "nido vacio" El ciclo evolutivo familiar. adaptaciones y nuevas versiones (para familias monoparentales, para divorciados, etc..) pierde utilidad.). Por otra, cualquier modelo de ciclo vital familiar que se tome como referencia en el trabajo clinico (bien sea para evaluar la normalidad de una familia, Fishman 1990, bien sea para determinar las metas del tratamiento, Haley, 1980), corre el riesgo de convertirse en un corsé intelectual, en un lecho de Procusto desde el que maltratar a las familias. Esta es ciertamente una objecién que surge desde nuestros planteamientos no-normativistas, desde los cuales observamos con suspicacia, no solamente esta posible utilizacion del modelo del ciclo vital familiar, sino cualquier teorizacién susceptible de ser impuesta como norma, como criterio para establecer de modo "objetivo" la normalidad/anormalidad de una conducta, Conviene recordar en este contexto que algunos teéricos del ciclo vital de la familia Hegan a proponer ciertos margenes temporales para las tapas del ciclo evolutivo, considerando los valores extremos como sefial de disfuncién®. Teniendo en cuenta lo comentado més atriba acerca de la relatividad y variabilidad de los ciclos vitales de la familia actual, no debe extrafiar que consideremos muy poco adecuados este tipo de postulados. Parafraseando a Michael White (1989), dirfamos que esta forma de utilizar el modelo del ciclo evolutivo familiar supone valerse del lenguaje cientifico para imponer una “historia dominante" que. margina una gran cantidad de experiencias alternativas, En estas ® Friedman, por ejemplo, propone unos perfodos eriticos en torno a cada rito de paso del ciclo vital de la familia (p.ej. entre los 21 y 27 afios como edad para contraer matrimonio, entre los 6 meses y un afio como duracién del noviazgo, etc.). Y afirma gue "en la medida en la que los miembros de una familia se acercan a estos extremos estén tomando decisiones mAs con el coraz6n que con la cabeza, y es sefial ademés de que existen importantes conflictos sin resolver con sus familias de origen " (Friedman, 127). cd Problematicas familiares actuales y ... condiciones. es muy dificil que el marco de referencia del ciclo evolutivo no se convierta en una plataforma desde la que moralizar, juzgar y -en tltima instancia- mistificar a nuestros clientes. Desde una 6ptica constructivista es ademas muy discutible el enfoque sociologizante que adoptan buena parte de los autores. Desde este presupuesto cabe plantearse si lo que repercute sobre las vivencias de las personas es el hecho de su situacién en el ciclo vital familiar, 0 la narracién que del mismo se hace en el nivel cultural. En otros términos, {Sufre una madre el "sindrome del nido vacfo" por el hecho de que sus hijos ya no estén en casa, o por la construccién social y personal que se hace de esa situaci6n? {Reflejan los investigadores y teéricos del ciclo vital familiar lo que sucede, 0 lo crean?"* El diltimo apartado de este ensayo estard dedicado, precisamente, a analizar las implicaciones de esta visién constructivista del ciclo vital familiar. UTILIDAD TERAPEUTICA DEL CICLO VITAL En este apartado pasaremos revista a las diversas implicaciones terapéuticas que tiene la adopcién det ciclo vital familiar como marco de referencia para una terapeuta'’ familiar sistémica. En la seccién siguiente cerraremos un poco més el foco, cifiéndonos a las implicaciones clinicas que tiene para una terapia breve, sistémica y constructivista. ™ opviamente ésta es una reflexién que cabe hacer no s6lo respecto del ciclo vital familiar, sino sobre cualquier constructo que manejemos. Sin embargo, pensamos que resulta especialmente pertinente en el tema del ciclo evolutivo. gn el texto utilizamos indistintamente el femenino y el masculino para referirnos a los terapeutas. El ciclo evolutivo familiar... 7.1. Cambio en psicoterapia y ciclo vital familiar. Ya hemos comentado més arriba que las transiciones "naturales" del ciclo vital familiar constituyen un modelo de transformacién (Hoffman, 1989), incluso de cambio II en el sentido del grupo de Palo Alto (Watzlawick, Weakland y Fisch, 1982). En este sentido, constituyen tun buen recordatorio para los terapeutas de que las familias no solo pueden cambiar, sino que estan de hecho cambiando constantemente, con y sin terapia. ‘Mas alld de este valor como modelo, las transiciones del ciclo vital constituyen para muchos autores (Friedman, 1989) momentos privilegiados de cambio. En palabras de Friedman, los procesos de transicién evolutiva flexibilizan la estructura de la familia, abriendo posibilidades que en otros momentos no se oftecen. Hay que tener en cuenta que desde esta éptica los ritos de paso no son procesos individuales, sino procesos que involucran y movilizan a toda la familia. ‘Ademés, os ritos de paso (p.ej. de adulto soltero a nuevo matrimonio) son més que la ceremonia (p.e). 1a boda), y por tanto su duracién, tanto antes como después del ritual propiamente dicho, es considerable. As‘, en los momentos previos y posteriores a un funeral es posible que miembros de la familia alejados por aftos de inflexible enemistad estén dispuestos a concederse otra oportunidad; 0 puede suceder que durante la época de preparacién de la boda de su hija la madre se replantee la relacién con sus propios padres. En esta misma linea, cabe pensar que los momentos de transicién evolutiva pueden funcionar como auténticas lentes de aumento que amplien los cambios que se produzcan en la terapia. Todos los terapeutas tenemos la experiencia de que a menudo la propia evolucién de la familia juega a favor del proceso de cambio: las relaciones con el nifio, que ya habjan empezado a mejorar, cambian atin més cuando éste empieza a ir 80 Problemdticas familiares actuales y a la escuela, o el nacimiento de un hijo termina de asentar los cambios que la pareja habfa ido introduciendo". 7.2. Evalua in en terapia familiar y ciclo vital familiar Los modelos de terapia familiar que asumen la necesidad de realizar una evaluacién comprensiva de la familia encuentran en el ciclo vital un punto de referencia atil En primer lugar, la terapeuta puede preguntarse en qué fase de su desarrollo esté la familia, para identificar a. continuacién las tareas evolutivas que esa fase plantea y calibrar hasta qué punto la familia esta cumpliéndolas adecuadamente. Es posible de esta forma concluir si la familia se esté comportando 0 no de acuerdo con los requerimientos de la etapa evolutiva en que se encuentra, Si la respuesta es negativa, las tareas no aboradadas se convertirén en objetivo terapéutico. Por otra parte, puesto que cada fase del ciclo vital aparece unida a ciertos riesgos y a ciertas oportunidades (CUADRO 3), el situar correctamente el momento evolutivo de la familia permite conocer a Priori, de una forma aproximada, cuéles pueden ser las debilidades y los, recursos de la familia en ese momento. VER CUADRO 3. Pag 95 “* La visién tradicional es que estos momentos de transicién son m4s bien crisis que pueden precipitar una "recaida", situaciones delicadas que tal vez comprometan los avances conseguidos en terapia. Nosotros defendemos que en principio es mds Util la perpectiva contraria, 1a consideracion de los hitos de desarrollo como nuevas oportunidades y areas de recursos. El ciclo evolutivo familiar... 8 ‘También es posible evaluar las transiciones vitales. Por una parte, se puede evaluar retrospectivamente la intensidad del estrés que la transicién ha generado, utilizando p.ej. los parémetros propuestos por McCubbin y Patterson 1982; olas variables que como hemos visto més arriba proponen Worthington. Ello permitiré valorar hasta qué punto el problema presentado por la familia puede relacionarse con las dificultades a la hora de atravesar la transicién, Ademés, se puede valorar si el rito de paso ha sido adecuadamente cumplimentado, y si se ha utilizado 0 no algiin ritual (Imber-Black, 1989) que haya funcionado como catalizador. Desde el punto de vista predictivo, es posible valorar estas mismas dimensiones a fin de estimar el impacto que puede tener una transicién futura, Esta evaluaci6n identificard las "areas de riesgo" y las hhabilidades que deben ser potenciadas (Worthington, 1987). ‘Ademés, el conocer Ios eventos vitales que la familia ha atravesado permite identificar situaciones de riesgo potencial: divorcio, familias monoparentales, enfermedad crénica 0 fallecimiento reciente de uno de los miembros. Esta es la base de muchos programas de intervenci6n secundaria, que inciden de modo muy focalizado sobre poblaciones de riesgo (por ejemplo Caplan, 1989). Desde un punto de vista ain més normativo (que no es cl nuestro), disponer de un modelo coherente de! ciclo vital familiar puede permitir en un momento dado hacer un diagnostico diferencial entre lo que puede ser el estrés familiar normal asociado a un cambio evolutivo, y lo que constituye un “verdadero” problema elfnico. 73. fami La intervencién en terapia familiar y el ciclo vital de = 1a El primer conjunto de implicaciones del modelo del ciclo vital familiar para la intervencién terapéutica se deriva directamente de lo que en el epigrafe anterior hemos sefialado respecto a la evaluacién. En funcién de cual haya sido la evaluacién de la problemética evolutiva de la familia, la intervencién terapéutica ira encaminada a satisfacer las demandas que plantea la nueva fase (p.cj., trabajando sobre las 82 Probleméticas familiares actuales y habilidades de comunicacion de-la pareja recién casada), a apoyar a la familia en aquellas areas de funcionamiento que constituyen potenciales puntos débiles, o a promover la transicién a la siguiente etapa incidiendo sobre las dificultades que la evaluacién haya revelado. Otra opcién es ayudar a la familia a cumplimentar los ritos de paso, a veces recuperando (© creando rituales satisfactorios para la familia (Imber-Black, 1989) Yendo un paso més alld, es posible ajustar el tipo de intervencién al momento evolutivo de la familia 0 al tipo de ciclo vital que esté atravesando. En terapia familiar disponemos de programas de enriquecimiento marital, programas de formato multifamiliar para enfermos fisicos cr6nicos, procedimientos estandarizados para intervenir en situaciones de ruptura de la pareja , para trabajar en casos de divorcio con hijos (para una revisién, véase Navarro Géngora, 1992), etc. Hay también autores que proponen elegir el modelo terapeutico a utilizar en funcién de las condiciones en las que la familia se enfrenta a la crisis evolutiva (Worthington, 1987). Existen también procedimientos técnicos especificos para trabajar directamente sobre el ciclo vital de las familias: técnicas como el ‘genograma familiar (McGoldrick y Gerson, 1989), 0 la linea del tiempo (Stanton, 1992) son tanto herramientas de evaluacién como formas de organizar la terapia (y por tanto, instrumentos de cambio). En ambos casos el ciclo vital de la familia pasa a un primerisimo plano, y se convierte cn el aglutinante de toda la terapia. Bésicamente se trata de que el terapeuta va reconstruyendo, en el didlogo con la familia, la historia de su evolucién y de sus cambios estructurales; en ambos casos se plasma esta historia de forma gréfica. En este procedimiento caben por supuesto técnicas auxiliares como la escultura familiar o la representacién de secuencias interaccionales en la propia sesi6n. Desde un enfoque més bien educativo, el que la terapeuta conozca ciertas estadisticas y ciertos datos de investigacién permite crear un marco cognitivo dentro del cual los clientes pueden organizar su experiencia. Por ejemplo para una madre maltratada que ha solicitado el divorcio pero se siente culpable en relacién con el dafio que ha podido El ciclo evolutivo familiar... 83 hacer a sus hijos puede ser desculpabilizador conocer ciertos datos (p.e)., que muchos nifios muestran sefiales de distrés durante el primer afto posterior al divorcio, pero que generalmente a los dos afios no quedan secuelas). Informar con antelacién también puede ser un buen método de inoculacién al estrés (“un afio tras el divorcio, el 75% de las parejas se arrepiente de su decisién , pero a los dos aftos, slo un 25% siguen arrepentidas"; "es normal que en algin momento el padre sienta celos de su hijo recién nacido"), y una ayuda en la toma de decisiones. El buen criterio del terapeuta deberé permitirle utilizar este tipo de informaciones para apoyar a sus clientes, y no para imponerles ninguna "verdad cientffica”. En este sentido, nosotros utilizamos este tipo de intervenciones, no con intencién de "informa" (lo que presupone que transmitimos "datos objetivos"), sino como un modo de tedefinir y de negociar significados"”. Esto nos lleva a centrarnos més en la utilidad de estos comentarios (entendiendo como itil todo aquello que contribuye a que la familia en cuestién alcance sus objetivos) que en su pretendida cientificidad : un dato, por muy "riguroso y objetivo” que sea, puede ser tremendamente negativo para la familia, mientras que otra informacion ‘menos precisa puede ayudar a abrir nuevas perspectivas. Preferimos hacer esto a base de preguntas: "Cudndo empez6 a pensar que el divorcio. era también la mejor opcién para sus hijos? (...) ;Le sorprenderfa comprobar que, tras la posible inestabitidad inicial, sus hijos mostraran una clara mejorfa? (...) Cémo supo Ud. que esta misma decisién la toman la mayorfa de las mujeres en su situacién?" La utilidad del ciclo evolutivo familiar en este tipo de imervenciones (tanto psicoeducativas como més 0 menos estratégicas) ” gn este sentido resulta Gtil conocer datos dispares sobre una misma cuestién, ya que permite usar unos u otros (o todos elles), segin la situacién terapéutica que se plantee. En este punto, el cardécter confuso y muchas veces contradictorio de la investigacién resulta tener ciertas ventajas. a Probleméticas familiares actuales y ... deriva a nuestro juicio del hecho de que la nocién de! desarrollo familiar es algo culturalmente compartido, algo que esté en la experiencia (directa 0 vicaria) de todos las personas. Esto convierte los conceptos ligados al ciclo de desarrollo familiar en un lenguaje stil para comunicarnos con nuestros clientes, por ejemplo, a la hora de. "vender" ciertas prescripciones (Fisch y cols.,1984), ‘Ademés, la redefinicién de los problemas de nuestros clientes en términos evolutivos ("Pensamos que probablemente lo que suceda es que no habeis terminado de adaptaros a vuestro nuevo papel de padres") tiene no s6lo la ventaja de ser desculpabilizadora (por producir un efecto de universalidad y desculpabilizcién), sino que ademés define el problema como algo transitorio (ya que es propio de una determinada etapa, pero no de otras) y que se va a superar (puesto que las etapas se suceden inexorablemente). Este es sin duda el motivo por el que las redefiniciones evolutivas son tan populares en terapia familiar. Finalmente, plantear una situacion familiar en términos evolutivos proporciona a menudo pautas de accién culturalmente aceptadas ("Sf, claro, no se puede tener a los hijos pegados a las faldas... creo que podrfamos darles un empujoncito jno?") Desde nuestro punto de vista constructivista, nos gusta entender el ciclo vital de ta familia como un tema que se puede discutir con nuestros clientes. En la conversacién con ellos comentaremos cémo entienden su ciclo vital (cémo construyen la historia anterior de su familia, cémo se plantea las fases siguientes, etc.), qué cosas pueden serles de utilidad para llevar adelante este planteamiento, qué dificultades prevén ellos (y no qué dificultades "sabemos nosotros" que les esperan), etc... En definitiva, consideramos que las cuestiones relacionadas con el ciclo vital pueden ser relevantes para que nuestros clientes alcancen sus metas, pero que pueden también perfectamente no serlo. Si Jo son, trataremos de ser respetuosos con su construccién, lo cual no impide explorar conjuntamente sus limitaciones y las construcciones alternativas ("iQué sucederfa si Ud. cambiara de idea y empezara a pensar que es preferible no solicitar el divorcio?” "Supongan por un momento que, en El ciclo evolutivo familiar. 85 contra de lo que estén diciendo, deciden dejar a sus padres en la residencia de ancianos {c6mo les sentaria esto? jes posible que no se sintieran tan mal como piensan? {c6mo reaccionarfan si comprobaran que sus padres no reaccionan con resentimiento, sino con alivio?. Ademés, hacemos hincapié en tas oportunidades que la etapa de desarrollo de la familia presenta, y trataremos de movilizar los recursos caracteristicos de esa etapa (CUADRO 3)", 8. CONCLUSIONES Hemos dedicado este articulo a,.por un lado, revisar algunos de los planteamientos clésicos sobre el ciclo vital familiar y, por otro, interrogarnos sobre algunos de los problemas conceptuales y clinicos que este marco de referencia plantea. Ademés, hemos subrayado las aportaciones que oftece la perspectiva del ciclo vital familiar y hemos sugerido algunas posibles formas de rentabilizarlo terapéuticamente Pensamos que la perspectiva del ciclo vital familiar seguira siendo durante mucho tiempo una referencia obligada para todos los terapeutas, familiares, asi como para cualquier estudioso de la familia. Pensamos ‘que la profundizacién en ta investigacién empirica, tanto sobre familias clinicas como sobre familias normales, seguira produciendo datos de gran interés y repercusién. Seré tarea de los terapeutas el utilizar de forma adecuada estos conocimientos en beneficio de las personas con las que trabajamos. ™ para una descripcién pormenorizada de cémo se traducen estos principios generales en la practica clinica concreta, véase Beyebach, 1994; de Shazer 1991; O“Hanlon y Weiner-Davis, 1990 86 Probleméticas familiares actuales y BIBLIOGRAFIA Aries Ph. y Duby G. (eds.), Historia de la vida privada. Barecelona: Altea, 1987. Barnhill L.R. y Longo D. (1978). Fixation and regression in the family life cycle. Family Process, 17, 469-478. Beyebach (1986). Estudio comparativo de cuatro escuelas de terapia familiar. Tesina no publicada. Salamanca: Universidad Pontificia. Beyebach (1994). Avances en terapia centrada en las soluciones. En (Navarro J. y Beyebach M., comps.) Avances en terapia familiar sistémica. Barcelona: Paidés (en prensa) Caplan, G. (1989). Prevention of psycholpathology and maladjustment in children of divorce. En (M. 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