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sigatoisae soitifog MAS ALLA DE LA SOCIOLOGIA El grupo de discusién: teoria y critica por JESUS IBAREZ editores Spats ‘Sgentina R. sae PREFACIO - . Para comenzar, uno ha de comenzar pregunténdose qué es lo Jue comienza, Situacién bastante més embarazosa que Ia del ciem+ iG que, antes de echar a andar, duda sobre qué pata moverd primero", Pues uno de los que pomposa e irreflexivamente se sutodenominan socidlogos, y que ademés ha cedido a la petulante tentacién de situarse en una perspectiva critica, pasa por el ya de por sf extrafio trance de escribir una tesis doctoral, pero més extrafio atin si Ia tesis la escribe un sociblogo y Ia escribe a des- tiempo. El candidato a doctor se encuentra en la situacién de un ciempiés cuyo émbito de duda supera ampliamente el problema del orden de movimiento de las patas: ya que ignora cuéntas patas tiene y si en realidad tiene patas, en todo caso no sabe si con las patas se puede andar y —elast but not least»— si el andar sirve para algo. Dudas que, de la mano de Antonio Machado, planeando sobre Descartes, le depositan a 1a orilla de Scrates*, Las paradojas se anudan a las paradojas, Ya es dificil hablar ‘como socidlogo: pues {cémo se distancia ei socidlogo de Ia so- ciedad de la que é1 mismo y su discurso forman parte? El soci6logo critico toma nota de esta dificultad y desplaza el foco de su atencién del objeto a los instrumentos —especialmente al len- ‘guaje—; pero la dificultad subsiste, pues 2edmo puede establecer | Lexatra.o (1957.9. 1) renin, pera ffir invented Yeica, w los que cuenian la fabula del clempite que perdié la capacidad de andar cuando ‘alguien le preguntd qué pate movie primero, Para ello ampl ‘fibula: le pregunta fue hecha, dice, por un metodélogo que. deresba me capacided de marcha de ln comunided de lox ciempiés; otro individvor fueron spaces de dar respuestas algo mis razonables, y, como resultado de le inves: tigncén, Ta capacidad media de marcha de le comunidad de clempiés melons tun poco. No es un azar que Sdcuaves est otra yer de moda: gracias, sobre todo, 4 Maurice CiaveL (1977), Cuando el fuguro humano ‘parece blogveado, cuando el saber de lo general —“y el poder— nos arrastran «00 calleién sin sali, ‘qeremoe ‘regres, mediante una cura de ignorancie, « Jo singular, al hombre con" mindeeula--, A scada uno en tanto que ea ireemplazable y nico, en tanto. que quizk es, en esta scledad ontologies, el terreno oftesido al trabalo del dion desconocidoe. Dasaxtt (1977) 2 Jestts Ibdfiez tun saber en la materia de un lenguaje que se modifica por el hecho ilizarlo? > : de urlleaber sobre la sociedad es I6gicamente imposible, pero —agu{ estin para demostrarlo los socilogos, viviendo de la socio- Jogia— es précticamente posible. {Cémo es es0? La afirmacién sobre la ignorancia necesaria del socidlogo es la aplicacién de una Vieja paradoja: la paradoja de! ementiroso». Si yo digo que mien to —-o que mo s6—, ic6mo puedes estar td seguro de si lo que —o de si sé Jo que digo? Bertrand, RUSSELL fevacu6 esta peredoja mediante su tcoria de los niveles de lengus- fer en le expresion «(yo digo que) no sé» hay dos niveles de len- guaje, un segundo nivel («yo digo») domina sobre el primer nivel (ano 86»), produce su verdad. Sélo se rodea la paradoja estable- ciendo un orden jerdrquico* que divide y clasifica interiormente ‘2 cada uno de los socidlogos, que divide y clasifica a los sociélogos fen el conjunto social’. La evacuacién de la paradoje es la esqui- ‘pero una esquizofrenia socialmente reguleda, jerar- izada. Aisa posibilidad préctica del saber del soci6logo es fundada por a Sucesién de dos hechos: que 61 mismo se adelante a atribuirse Tine Gittad —aplicaciéo del princiio de Inceriumbre— e+ deta ae Et Ws tereoucido en framnento en BovnDiny (S76, tetcamen Piedad un mods genera boda deiner como le dali gre 30 7 gfrmacn aun vera de nag con Is arate el doe Serum Sntndaa pri se auleve caper todo el tentdo de te speto be "dtnnon musica cr fh tome de um rato de Snuexiey erations (alniayenltra oy dives aeyden + Respondedot, un ota ido fro Reponder no ponder ore nal se ma Soe: conoat yu one cna part de Ia expos °F gave Gove "ay reams on modes htc de refuar poet ee amnimente, iting. coblando » Sécrate! oe Joo lpr 2, "ve abe En arsine ier he tomade consi oo Fe ene rece eno Antoine mero 2 hn besko ie tela aimee 2 af agmare 1. Ea nce modern ve itngita siveen.eraruladon sere oe OE mcueyo sae qe ch youbeto no sabe sada, Enel mundo See aces elo cxpet, od el dcumnen perk, el medley Stele, al covdro 7 eh encsdradsn TSathors fern el picunnse 1966, . 148), tefalbe te a oe yar fbern intl, en ene necenrin equlzcteni haber te te rare armonte etembica ai donde ts cums hn desearadat Shen carkter tego. de In realidad eu a go tere ya 80 ano enol inttor 4 at ine me's, come todo tnstrumento de encucta, sno une pate ander prs et mismo moso sla une pare deaf mine, exe LEUNG Seine ae uromentoy pera co el mundo obj Go ei Woe Eland Wi (0550), en Bovaoity (5TG, p. 30. 5 Prefacio S e el nombre de sociGlogo (adelanténdose designer con él una parte de su actividad) y que el derecho a esa denominacién le sea reco- nocido por los demas. El movimiento se demuestra andando, y ya sabemos qué pata hay que mover primero. El primer movimiento es un farol. Pero para que ese farol se sostenga y él se mantenga en el juego, un juego en el que el ganador gane el derecho de pro- ducir la verdad de la reulidad social, la realidad social como orden jerdrquico, como orden de dominacin, contribuyendo @ la produc- cién desde el lado préctico de su actividad de dispositivos de dominacién, justificando esos dispositivos desde su lado teérico, hhaciéndolos pasar por méquinas tedricas que los instituyen como necesarios..., ha de ser aceptado por los demés como sociélogo, hha de lograr que abdiquen en él su pretensién de hablar y de pensar sobre Ia sociedad, que dejen que los represente. Para forzar esa aceptacién puede poner en marcha dos dispo- sitivos, el dispositivo privado de Ia propiedad, de la propiedad del nombre de sociélogo, 0 el dispositivo pablico de la institucién, de la instituci6n del nombre de socidlogo. El primero es «estocéstico», el segundo «mecénico» ’. El primero opera en el mercado, es arbi- trario, particular y contingente, siempre pendiente del azar de las voluntades, teniendo perpetuamente que demostrat que sabe. El segundo es necesario, fundado en ley, el saber queda de una vez por todas instituido por el titulo que se lo confiere. Uno, que ha adquirido en el mercado el derecho privado de propiedad del nombre de sociélogo, pasa por el trance de convalidarlo publica. mente, mediante le decisién de un tribunal que va a juzgar lo que escriba, que le va a juzgar por lo que escriba aquf y ahora, Nuevas paradojas se anudan en este punto, Pues 2de dénde extracn los sefiores que le van a juzgar el derecho a juzgarle, con arreglo a qué medida es su saber de un ‘orden superior al suyo, emo pueden ellos saber si sabe 0 no sabe?: s6lo en la medida en que estén por encima de él, porque han Tle- gado antes @ ese lugar, dominan sobre él, estén en condiciones de producir un discurso de un nivel légico superior el del suyo, un discurso que es Ia medida del suyo, que produce su verdad; de modo que su derecho a juzgarle, a hablar de él en funcién de 7 Usiizando 1a terminologle de LevtSreavss (1988, pp. 308317: 1973, pb sinas 5496350), que clisificn los modeloe que repreentan una realidad empltica fn amecinicor» y eestadiscose, sean los elementos que lntervienen en ellos bean 0.0 del mismo orden de magnityd 0 estén o no en la misma excale que for fendmenon que tienen gue represents "Es la diferencia entre el profesor numererio (funcionario) y_ el profesor 10 mumererio (contretado)" el profesor no umerario tiene que demoutrar wi fapecidad en cada momento, ef profesor mumerario la demuestra de una vez ere todas. a Jestis Ibéfiex verdad, es el mismo derecho que él tiene « hablar de la sociedad como sociélogo, midiéndola y juzgéndola. 'Y. Zqué puede pretender él con ese reconocimiento piblico de ‘su saber, siino es el derecho a decir que sabe cuando incluso su yo de segundo nivel sabe que no sabe? ‘Con fo que escriba va a intentar pasar un examen, un examen para obtener el grado de doctor, el derecho a lamarse docto, sabio, Escendiendo un escalén en la pirdmide jerarquizada del saber socio- T6gico, pero un escalén que ocupa un lugar paradéjico, pues es ‘una posicin en exceso respecto a In cara discente de la pirémide y unt posicién en defecto, el grado cero que abre el acceso a los grados que cuentan, respecto a su cara docente, Més arriba del ‘oficialmente necesario para ejerver como productor del sa- ber, més abajo del punto oficialmente suficiente para ejercer como reproductor de ese saber. Prestarse a pasar por un examen es cam- biar todo 1o que ha sido y ha hecho hasta shora —sus acciones ‘como productor y reproductor del saber sociolbgico—, por lo que eseriba aqui y ahora, por el papel que va a registrar el juicio del tribunal sobre eso que escriba. Si ese juicio fuera negativo, dtodo Jo anterior nada valdria? El examen es una «ceremonia de objetivaciéne : el examinan- do queda frente al punto de mira del poder, objetivado, en el doble sentido tebrico de objeto y préctico de objetivo. Los rituales de examen (clinico, pedagégico, industrial) han jugado un papel central en el movimiento de las llamadas ciencias humanas: han fensefiado « producir datos —registros escriturales de los fenéme- fnor— y @ tratarlos, a comparar unos registros con otros. Una de fas caracterfsticas esenciales del modo socrético de producir y re- producir saber es que no deja tres de s{ huellas escriturales: es un Giscurso sin texto, un discurso incitante, que incite « hablar al ‘otro, mientras el texto le roba la palabra. Para ser, con. derecho, tujeto de seber hay que haber sido objeto, y objeto escriturado °. En el examen se disuelve la singularidad y s6lo quedan las gene- ralidades: las generalidades que se construyen a partir de les hue- {las registradas. En la escritura yo desaparezco, desaparezco como singularidad Gnica e irrepetible; sélo queda lo que escribo, mis tesiduos. Es el modo préctico de matar a Sécrates ". sublicenses, 7 sableacoote, 7 Precio exsumo, ae ia experiencia de la eEacvele Cries do ce ee ce vine con perateoca © intasiad, wo rte aquallo Seer ce revstoe easiturls pablo. Oe Seeatas no gundam is buon ncuidas on ol dscaro do Pao, Prefacio . 7 5 Para ese viaje, Zse necesitaban tantas alforjas? 2Cémo uno que pretends et socio, pregunta para ue cada noe Pegune yra que todos rompan_a hablar, puede entrar en un juego que teorica y précticamente Te aniquile? nese De seguir el consejo de WiTtoENs ® aqui miner, jo STEIN, aquf habrla que ter- Y deberfa terminar si pretendiera construt tio y coherent, on dcure que amy dora run dee to —contuviese en sf todos los meta-discursos posibles—. Pero su pre- tensién es, a la fuerza, mucho mas modesta: haciendo de necesidad virtud, asume fa pluratidad y la contradiccién. Lo que va a eseri- bir se sostiene, efectivamente, de una voluntad plural y contradic- toria: cumplir con ef trémite’ administrative del doctorado, produ- cir un texto que contribuya @ comunicar a los posibles lectores el saber adquirdo através de To experiencia personal, y todo elo sin wunciar al zumbido provocador e incitante que disuelve mites y los saberes. ee __ 1. La tesis doctoral es un trimite y un tito, dos caras —t6o- nica y mitica— de todo examen. Como Fito, culmina la secuencia de los ritos iniciativos: 1 que pasa este examen recibe, de manos de sus pares, Ia alternativa, el derecho a proclamarse igual ellos yy @ actuar igual que ellos ®, El nuevo doctor recibe un titulo, es marcado y etiquetado, se le asigna un lugar, el lugar més alto, en el sistema institucional del saber“: marca que le separa, lugar De To que no ve puede hablar, mejor ev callaree, Wrrrornermn (1973, alternative, «doctors: ye es, en derecho, Igual alos toreroe que se Ja dan; sun diferencias verda Fancién ‘el 3 civil del mereado, del favor alestorio y-veratt del cadémicos,tradicionales consutuye una préctica habitual ahtemativa de doctor se Je permita tutear, ratar de ti a td ‘oe al que recibe AT etedrtico: sano de wu eauvaecin tec, por compari el nombre de e'cTitulos deriva del tatin atts wari de, ae shin Ole ot) ede Geniicante del titulo: mace de pertcoenca, diploma) y valorado ancién del tae 6 an enya me ec cl a ca ei ee eal ona lle serene Pere aS pls Baie ge 6 Jestts Ibdhiex distanciado, desde el que puede hablar pero no escuchar, lugar de Ia comunicacién irretroactiva, lugar de —en los dos sentidos de Ia palabra— dictador. La tarea que se le exige cumplir, la tesis doctoral, es un ejercicio de lectura, de lectura del texto del poder, la escritura de un discurso acorde con ese texto —de una prolongacién del texto—: el criterio de evaluacién es Ia concor- Gancia del discurso con el texto; concordancia en la forma, de taht el estilo— o mejor, ausencia de estilo— que caracteriza a la escritura académica, y que Ilevaré a a ablacin de toda huella personal, significada por la climinacién en los enunciados de! su- Feto en primera persona, que desaparece detrés del plural —implt- Gito 0 explicito—, el «nosotros» que denota a erepiblica de los Sabioe» y connota la «Majestad» —plural mayestético— del po- der; concordancia en el contenido, pues el discurso es —denotada- mente una taracea de datos y'de citas, una escritura estirada hhasta cubrir exhaustivamente una extensiOn —aun a riesgo de que Ia comprensién se pierda—, lo que connota un homena (ignificante de la positividad, de la situaciOn actual, instituida, de Ine relaciones de, poder) y a ia autoridad (la cita cobija al citante tras Ia autoridad.del citado, pero a la vez erige a éste en autori- dad). Las crticas suelen versar sobre lo que falta, m&s que, sobre fo présente: falta tal dato, falta de citar a fulano, Siempre mirando més alld del discurso presente, en direccién al texto, que es el lugar de todos los discursos posibles. Esta tesis incluye un ele mento de antitesis, no sélo porque esté hecha a destiempo, sino Propiedad (en tn socledad civil), de exhibie y usar sw titulo, Une marca, ave Pemareay le permite. marcar a ots, una, sefiel de omogeneidad, El titulo Mabe inttuclonalizado, su registro oficial, Toda funcién de designacion ctlor marca fw limiter de nu octividad: «conducir cade uno & Yadad'del slovlacro,cleificer magiatralmente el error y devolver ls TEivtne ‘numinosor "(Leomone, 1974, p. 102). Bl doctor a0 debe produc tare, Raber debe \wensitar por él —debe ser transparente al aeber—y lo ‘eve eatirar ou texto para. que cubra todos los casos, pars con ar ere, edo Io. mucvo: elo Un comentariat, un glosador, que "In Ley Yor sucesor nuevos, que van emersiendo a impulsos “hoe rosupere el conflisto socal. El dicurso del doctor est see a na prces, primero a tn Kfurgia —en au origen medieval luego wrest que oe le proveccén formal de ta Titurgia—: Le Uturaie remule le sein detign, Is Tégice regula cl enunclado. La logics y le Tturgia devoran tat 7 9s, contadisines entre ln realidad y el texto. EL ‘yor del ‘peble en nombre del Otro, para au Muna, (eso. nome 10 pregunteis a mf, que, #09 PeSranter doctores tiene Ta Sante Madre Iglesia que ov sobrin responders) Gi doctor es dialéctico, ea el cual ventido de lx palabra: concili Prefacio - 4 también porque aspira a cumpli el trémite, sin renunciar @ sub- ane en cierta manera, el rito®. . Hay un curioso hueco en la bibliografia i le invengneon noc st que conespondene le descripten te nolégica—, a la fundamentacién —metodolégica— y a la justifi- ae laahalienn de is prictsn twegadara de lor we cidlogos que se aman —se Haman a si mismos y/o son lamados por los demas— criticos *. Abundan, aunque no tanto en nuestro Pee eels toe cee cetacean spon neces fundados— a otras perspectivas de la investigacién (especialmente metodolégico la estadistica, tiene su modelo técnico en la encues- area lencisas pricicamente ebaslto nob ue ells ee Eee eerie shi ata i tna Cam TH wom, suas Jeremete,wbterido aq, anand do cami at cana at ate handle pena nnaletndl, Psmnde Cn ee ce ee angst i rete car Me ett i meal tnaie hg inser pael sic aa Dearie Utt, p37 ¥ say, abn Renton, ih natn ym tog he Souk mnt “tate fe Ryo senda dena, ee ernntnda: e's ley un pinto de sequin mao, tin cama ee all ete Meee Sons In ae a fre ee ian PONG CAD iad” nant peetae t faerea de esposerve con una ley, un sima falsamente sometida legs « camblerla te cr act lcm como A Tinea panasnaae cites ie ee a : ore Ealoen 1976). ae eee Tie each eater gran en Bieta, como sled y smo i, ve ccna city Se ect ities Be Comins Solr, Resid SRR th ferns ans Seo iy a, 1 ones pr sur cea ol ile ea ree nen 9 ie reas ot Amano ie Mico. GWT sere ees ae'tcey Dias Since C9Te’. 13). mi so wee faltedttl of mis"pchemen’ i, seed wcolga: eset See ma un apeio &e finance (weit tee soa Ba ame eather anatase tu Sgn ase Se ae Seale ntl bencones Tein" 9 oles ae ee ee ae eat aerate Metal oes fee ey nau onan oad wet Gato ita wrlone lw aus mules ont povpecee wee‘ Grolacds a sha cop eungoe ‘anni crete Sand tino fore eec oa o terse Suite tt vas) o pllenten clndetan ton Giro en que su publicncién ests prosrta por In cenwu vane See Sinful gun Ets cn one & cree moln cof sto, a ante aide sgl ein de al ‘analizar A realidad de su mitificacién. ae aed y ta net Silla il mods de poeder de un teins cut te puede ccméieatCaparese'cce ft webdols Sas mae wen te prt 8 Jesis Ibdiex do alguien pregunta por, zbibliografie», el preguntado queda ata- cado de parélisis: busca desesperadamente —en el acerbo del saber sociolégico— un. titulo, un articulo, une idea, y slo encuentra lun negro vacio; mientras acuden a su imsginacién oleadas de tratados, articulos © ideas que no corresponden al espacio cienti- fico acotado a la sociologia, y menos al espacio cientifico acotado a las téenicas de investigacién social *. ; 3. Para cumplir los dos objetivos, el candidato doctor in- ta presentar como tesis un trabajo que constituye una reflex fobre fo que ha hecho hasta afore: durante afos ha trabsjado como investigador empirico, sabiendo hacer medianamente bien Tas cosas, pero sin saber muy bien por qué y para qué las hacia asi, La reflexién sobre un campo articula dos operaciones de fle- xi6n: flexién del campo sobre sf mismo, del conjunto sobre las partes y de las partes sobre el conjunto, de unas partes sobre tras; flexién de otros campos sobre él. En definitiva, es una ope- raci6n de transporte y comunicacién. Este trabajo se acopla como ‘un guante a la situacién de reconversién —algo més que el reci- clajoyde que hablan los tecnécratas— en que se encuentra. Durante muchos afios ha trabajado en un campo —estudios sobre semiolo- gia y_semantica de 1a comunicacién publicitaria— éptimo desde jos pintos de vista tecnolégico (el sistema pone a disposicién del investigador sobrados medios), metodolépco (el. tabalo est tra vesado por un vector de urgencia préctica que impone el que. su: Terultedos se acoplen # la realidad —podando cualquier veleidad especulativa—, pero —al mismo tiempo— al hacer rebotar cual- quier vinculacién afectiva o ética, incita como compensacién a un Gierto ensayismo Iidico, a aplicar y poner a prueba conceptos J teorias, cogidos aqui y allé, espigados al ras de lecturas ansiosas ¥ apresuradas, de modo que el motor de Ia urgencia acaba trans- formindolas en. metodologia stil) y epistemoldgico (el mercado es fl terreno donde se cuece Ia sociedad de consumo); pero pésimo desde el punto de vista ético-politico, pues la actividad del inves- tigador de mercados se inscribe en un horizonte préctico de ena Te mp ner, eqornra en Mints (196, Aptaic): sanave we modo So dioale en, ‘una artesanfa que sabe hacer bien las cosas —como lo prucban Teac an ra cosa i en pods suneut no we ie is bce vi De cpocdren 2 toe exmcon el marinmo, él pcan, dete te ne sgt at investaadr soc vite alla wgenone ne. ce ech ea eran aparentenente mi neperadon 30 Bitch a mlete on cl lngune poco, cn une novela Go cles. Hee Soe noe ta balla oe on vn aur eas ioc 9 0 Sissi" cca ‘bao In ice socloet. Prefacio . . 9 jenacién de las necesidades y manipulaci6n de los deseos. Las Gireunstancias por que atraves6 el pais pueden justificarlo, Ahora que esas circunstancias empiezan a cambiar, cuando ya es posible levantar la cabeza, y mirar en torno y hacia atrés, e incluso —con precaucién— hacia adelante, parece legado el momento de cam- biar de trabajo, de poner a disposicién de los demés —devolvién- dosela— la experiencia acumulada, Reconversién en el sentido de a dovencia —recuperando un impulso inicial truncado por las circunstancias— y la escritura piblica —rompiendo la maldicion de una supuesta agrafis—. Los dos objetivos le levan a escribir un texto: # froter su discurso contra el texto —contra el texto de la ideologia domi- hnante— hasta aplanarlo, de modo que el discurso sélo sea una ampliacién, una pagina més, del texto; podando todo vestigio de palabra. El discurso es explicito y el texto implicito. Un discurso €8 —en cuanto a su contexto lingiiistico— «una segmentacién de Ja cadena ilimitada del lenguaje» ® en la dimensién del habla. Cada discurso se suelda con esa cadena por dos puntos privilegiados, el comienzo y la conclusién. Comenzar un discurso es una operacién paradigmética: asumir una posicién de discurso, escoger uno entre todos los discursos posibles, atribuirse el tener algo que decir. Con- cluir un discurso es una operacién sintagmética: fundir el discurso con el silencio, revertirlo al lenguaje, en la dimensién de la lengua. En su contexto existencial el discurso es «lenguaje puesto en ac- cin, y necesariamente entre partes». Quién habla?, 2a quién (© con quién habla?, cpara qué? Un texto pertenece —en su con- junto lingiifstico— ‘a la dimensién de Ia lengua, y es —en su contexto existencial— un modo de silenciar al lector. {Hasta d6n- de puede asumir la posicién de palabra sin subvertir —excesi ‘mente— el texto? Es evidente que nos deslizamos por un espacio de tanteo y compromiso (pero el compromiso tiene una virtud epistemol6gica: ajusta a Ia realidad las fantasfas omnipotentes). 2) El primer terreno de compromiso se refiere a Ia forma, serd el estilo, El estilo es 1a huella de la singularidad en la escri- Las pretensones inicales del socislogo critica, infladas de perulanca, raufragaron en el mar de la manipulecgn: su trabajo se bunde en @ més a Y Veedad, el Bien y In Belleza). "Fars (1971, p. 94). ® BavenastE (1971, 10 Jesits Ibdiez 2 el exceso de estilo supone la pérdida de la intencién, el lengua 2 ‘utiizado como un arma; él defecto de estilo supone In pérdida de la fuerza; se mata al lector por exceso, se sulcida tl exctitor por defecto, El estilo académico se postula como imper- Sonal, por tanto sin fuerza: es una castracién. No se puede escri- fh asf'sobre una perspectiva metodolégica que pone en juego la singularidad del investigador, que se_aprende transformando, ese Singularidad. Se impone un compromiso que, sin renunciar al es filo lo haga funcionar, permita manejarlo intencionalmente, 'b) El segundo terreno de compromiso se referird al contenido, ‘a ta extension de las referencias lingifsticas —citas— y existe fiales —hechos—. El repertorio de las referencias puede est Estructurado por una légica de la extensién (buscard la exhausti- Sidad) 0 por una légica de la comprensién (buscaré la, pertinen- Gia): el criterio de exhaustividad es objetivo, el de pertinencia es cil menos en parte— subjetivo. El modo académico de haccr res onde, en general, a 1a l6gica de la exhaustividad. La acorecisy, Fel tema del trabajo como reflexién sobre la. propia _activid favettigadora genera una soluci6n de compromiso: permite que /2 exbaustividad se pliegue sobre la pertinencia. El repertorio de Rost referir seré el conjunto de hechos indicados por trabajos Ge investigacién realizados por el autor; el repertorio de textos. & Shar verd el conjunto de textos que han alumbrado —proporcio- gndo un armazon teérico para poder pensarlo— ese trabajo (le Dibliografia incluida al final constituye, en consecuencia, un reper Boric. basico de las lecturas pertinentes para poder incorporar le Derspectiva metodolégica a 1a que llamamos «estructural» y Para Ebrirse a otras perspectivas metodologics). - El tercer terreno de compromiso se referiré a le. enuncia- ciés) (los dos primeros se refieren al plano del enunciado): la Tot blo ot nme de slo, w foe wn len sunt, ee chgt personal 7 teeta del Asn em m8 a ie ig primers perce de ns Dubs : Balan donde form Rod lo qrones tens vebales de eo exten a ime dene Es ety el elo siempre ene algo eu Wut: We Sect tot pace Set eum mde me ae Bhcion vena 9 nlters de oe pags, 8 ge, ea eg ea see Me: et a ERO, ano al deserroio metodoldgico— de todos nosotros he sido Ta de At me Prefacio a enunciacién viene indicada en el enunciado por su sujeto™ (que es el embrague entre el contexto existencial de la enunciacién y el contexto lingiistico del enunciado). La escritura académica de a expulsar al sujeto real —de la enunciacién— del enunciado: bien sustituyéndolo por un sujeto demasiado vacio (forma no per- sonal —él>—, forma personal no terminal indefinida —«se»—: la polaridad «yo/ti» es negada por intervencién de «ninguno» © de un etercero»), bien sustituyéndolo por un sujeto demasiado leno (pluralizando' «yo»: sustituyendo el «yo» concreto por el «nosotros», indicante de la abstraccién de la ciencia y/o manifes- tante de la majestad del poder). En el extremo opuesto, el uso de la primera persona en un texto cientifico indica una hipertrofia de la funcién-autor (y un cierto narcisismo del autor). La produc- ci6n cientifica implica «invencién» y «comunicacién»: la invencién cexige la transformaci6n del ruido en sentido® —los lugares de invencién son lugares muy ruidosos—; Ia comunicacién, por el contrario, exige la eliminacién del ruido, su abstraccién te6rica y su ablacion préctica. El lugar tradicional de invencién ha sido el individuo, 1a materia prima, su inconsciente —el ruido de sus pasiones y de sus deseos—: la invencién era producto de un «yo» y la comunicaci6n se producia en el ambito de un «nosotros»; hhabfa una tensiGn entre la enunciacién —su sujeto era «Jo», que ha inventado— y el enunciado —su sujeto era «nosotros» entre quienes se establece la comunicacién—. Hoy el lugar de invencién se desplaza del espacio del individuo a un espacio social (0 mejor: se pone de maniliesto que cl espacio del individuo era s6lo un espacio imaginario), al encuentro de individuos en el espacio del lenguaje: encuentros intermetodol6gicos ¢ interdisciplinarios, de puntos de vista diferentes, cada uno actuando inicialmente como tun ruido para los demés, como una informacién que hay que inte- * En Dunots (1970, p. 159 y sig) puede verse une teorta completa de las releciones entre lo indices de detinador ~el que habla y de destinaario —al {ue ewuchi=s Lu reacién Gtete seria eyo/ti pero'@ partir dee reac, Yom desviscién respecto a sla, se conrruyen numerosor artefact rete, {aor gue detinador y cextinatrio se desplaran intercambian, 2a “pantir devon Forssren (1960) se hs puesto de manifieto el pagel oruminador el ovorden (Gel sido) —sorder from noise, principles— Sa Gaeipulo Aruaw (3!2m, 19920) ha splicado aus ldene al orden. bil6pca, po- ‘hondo so afonis en el papel onganizador dal ezar.E Monty (977) hu aplcedo ster ideas al orden antoposcea. A nbvees fics, biggie 9 antroponciales, {Oda organizacién {el stomo, el orgamimo, le tela) provede. del coat pe bo et obre de un demiurgo exterior al cao, es producto de la intersccin’ de ftden ye deorden, que emerge en cl coon y a patr del tos. Ast se disipa lvemisteio do la ceacén® (o mejor, el itr se deaplaga del orden al caos fal" que enerso 2 Jestts Ibdfiex i » ‘en sentido; encuentros que evitan el enfrentamiento dual Somo forma de comunicacién (el enfrentamiento tradicional entre ins sescuclas»), pues no se combaten las personas, sino que st debaten las ideas; el enfrentamiento se cumple en el plano fenunciado, y no en el plano de la enuneiacion. Bl sujeto del com: promiso es un «nosotros», pero no el «nosotros» abstract de la feneralidad, sino un «nosotros» conereto que engloba, de la parte del destinador al conjunto de los téenicos que han trabajado desde fa perspectiva metodol6gica que consideramos, de ta parte del des tinatario al conjunto de los que pueden trabajar desde ella o tenet fen cuenta: menos general que el «nosotros» ideal, menos singular fue el «yo» actuante, es un sujeto particular, lugar la vez invenci6n y comunicacién. ; . TI texto escrito supone un transporte y acumulacién de mas: rialea: los materiales han sido transportados por el. discurso det Tutor —destinador— desde el almacén de su memoria 0 lugar [Hi eafrentamiento dual —Is averrs— et el principio de tods comunicai frentamicversarion frente a frente, permite 1s sincronia dele emisiga SPE etegion dsl menue: disingiendo el vencodor ¥ et vencdo, imgiee 2 Sr ytbten ioe doa ula ver ¥ qe sun vooes oe recubrane (Guuexswwe. 1976, Pisina 107), Hon. (1973, p. 153 rmanifieto como Fatento*—dual— de comiunicacion a aden ln ene Gl oO"), Be gor al to neonate orerics i cotiencie ae, dentine itso Jo Sree So une concn Fe ee eee temor en moet, 7 eleven Sl te ree be gon wearer tambin usr, caperer 6 U4 ue fate emg ae eS a sateen epee fay” dot game a can, sii aoe eee ate Lacon, be demorade eno, ao nous eonntlc. 7 "pdr el Falo, el Orden simbélco— hace ls comuniacin un tera, -al ies eco de oo dermal, del ceidio del Esp pea (c nilo Zest cbiene mediante Idetfcaign tmeginerin com Ie ma “eT adipic ue ve de In Senza con oh nae, un 00 10 erect, eral PF Ooaen bio saiiado por ca diferent SPIRE cs Tint; a sn enn 0 eit, Sanne entee reaie Ie scedn de omen su ie Ane re ge ln conciencie de sf; in poscion exguizo paranoid aa ee oe ge Sowa la vead cn la detrcsion de los obits, Sere et aa Ins von. procul por celeste 1 ete es da cefica ediico re el camino 8 TEESE MTs iar negtver da pensunento y ol tel weg Prefacio . . 13 inscripeién en su cuerpo de la lengua, y han sido acumulados —continuamente— en el texto. La escritura es tiempo de invencién ra el destinador, la lectura es tiempo de invencién para el des- tinatario: el texto es cl lugar de su encuentro mutuo (el tercero que hace la comunicacién posible). El texto escrito es la base ma- terial del «nosotros» concreto que es el sujeto del discurso. Este «nosotros» indica el nivel chomskiano de xcompetencia»: intersec- cién entre la institucién social de la lengua y su apropiacién por los individuos, terreno comin —de comunicacién— entre éstos. El tema del tebajo es una reflexion sobre el agrupo de di cusién. El punto de vista, 0 punto ideal de reflexién, sobre esa técnica serd sincrénico: estard situado, hacia arriba, en un plano que corta perpendicularmente el proceso histérico de su aparicién y desarro- Ho, a la altura del momento presente. Desde ese punto ideal podre- mos contemplar esa técnica en perspectiva, que en direccién hori- zontal la compararé con otras téenicas (a su lado otras de Ins tée- nicas estructurales». —mal Mlamadas «técnicas cualitativas»—, frente a ella las técnicas «distributivasy —mal lamadas «técnicas cuantitativas»—), que en direccién vertical permitiré hablar sobre ella articulando tres niveles de discurso (tecnol6gico, metodolégi- ©0, epistemolégico). Si hacemos del «grupo de discusién» el objeto de nuestra refle- xin es, empiricamente, porque es —de las «técnicas estructura- les»— a que més experiencia ha incorporado durante los dltimos afios en nuestro pais: pero esperamos demostrar que este hecho no es de azar, que esta técnica de investigacién que resume y ejem- plifica una perspectiva metodolégica, a la que Tlamaremos «estruc- tural», constituye su aplicacién a la vez més concreta y mds gene- ral, lo mismo que la técnica de «encuesta» resume y ejemplifica ‘otra perspectiva metodolégica, @ ta que lamaremos «distributivay. La comparacién seré, pues, entre el «grupo de discusiGn» y otras téenicas xestructurales», entre las téenicas y las técnicas «distributivas», La reflexién integraré, articuléndolos, tres niveles un nivel * Los tees niveles sefalados por, ta escuela de BacueLano: especialmente Bouroity (1976), para el que el domilo clentfico de los thechos.sociless ‘=u ereceidn como objetos de saber clemtficos— supone tres operaciones, jerar- Guizadas, cada une de ellas dando rez6n de la siguiente: una sconguista contra 1s itusion del suber inmedisto» (nivel epistemolégieo), una sconstrucein teérice» (Givel metodolégico) yuna scomprobacién emplricas (nivel tecnolégca). La Jestis Ibdhex 4 i se hace (aunque el —o atecnolbgicor—, esto es, cémo se hace (aunque eet np define une puta soma, un procelimiens eaneico, én definitiva una prescripeién, sino que abre una red plural, de rocedimientos situando al investigador en la pista ® de la inven: Eidn del procedimiento adecuado para cada 280 conereto de inves én yen el horizonte para pensar en las consecuenci Ice resultados de la elecei6n de ese procedimiento; um nivel te rico —o emetodoldgicon—, est0 es, por qué se hace asi (pregunta ae implica una doble demanda, de justilicacién moral y de cohe; encia Idgiea, de acuerdo con al gntenido y on fa forms det iscurso del poder); un nivel prictico —o «epistemol6g esto ie pon ct in ron Cculta el aspecto politico, a voluntad que se afirma detrés de los actos de investigacién, el poder que impone fines y abre la post Bilidad de los medios —rupturas epistemologicas— necesarios pars realizarlos). Cada nivel exige un discurso que esté dominado por el siguiente, de_ mayor potencia Ligica, que constituye su emels: Tenguaje>. El discurso resultante serd un discurso plural, 4 ticule los tres niveles. ; aeneie reflexiGn sobre esta téenica, y sobre Ta perspe estruetyal ds Ta investigncién, de la que es epicaién privileged, exige también, para llegar ja, coniencia de, ous posiiidadss su limites, un punto de vista diacrénico: situado, asimismo, 2 1 r mn plano que atraviesa el Mencia? culminacion y egolamient, Una mirada bifonte re ‘ae sees (iggy 13" ney, Dee heel soe ee Newel Se ucts Gavi, pe). Ua fen onions Satta ie so. cue conve m ngaleobo— a cane FO Oa tao, Cease caturaln, copontine), un lenge dee Satin Fe ec os Tai Sm a ‘Sino ai oT io en un sentido literal de chugar de Se ew ooee pat lt seeks Tae ean Soe re racic eae 2 ke ek Ti get 2p puter a Se arene hae (obese Ae Prefacio oy trospectiva y prospectiva: rememoracién de las condiciones hist6- ricas de su génesis, proyeccién de los limites de su aplicabilidad. La «Introduccién» —cémo hemos, colectiva ¢ individualmente, Negado a esta técnica— es el momento retroyectivo. Una «Exodue. cin» final —cémo podremos seguir con ella y, en la medida de su posible agotamiento, salir de ella— serd el momento proyectivo. El «grupo de discusién» constituye el tema del discurso, pero no su centro; el discurso no es centrado, La referencia a un centro genera un espacio cerrado, pero este discurso se abre, se derrama en Iineas de fuga que constituyen aberturas en direcciones dispersas, gérmenes de otros discursos posibles. Estas aberturas se producen escrituralmente mediante «Notas» (para dejar abierto el tiempo de lectura). «Notas» que cumplen funciones miltiples y contradictorias: al lado de las tradicionales que «perfeccionans el texto —obturando las posibles salidas— (referencias bibliogréficas, definiciones de términos, extensiones en direccién sistémica —como la introduccién de nuevos conceptos (© nuevos paradigmas— o en direccién operatoria —como los ejem- plos—), se incluyen otras que lo «dialogizan» —abriéndolo a la discusién y a la reconsideracin— (aplicacién de los principios de relatividad e incertidumbre a Io que se ha dicho, exposicién de posiciones complementarias o contradictorias, complejificacién de los concepts...) El texto resultante pretende ser un espacio abierto. No un Ambito en el que se sumerge el lector, como son. todos los textos que pretenden constituir la tinica interpretacién valida del mundo. Sino un instrumento que ayude al lector a repensar sus experien- cias; que le incite a reescribirlas. Este texto exige una lectura activa, no para comprenderlo —interpretarlo—, sino para negarlo —anaiizarlo— Sélo esta lectura activa (que redistribuye entre autor y lectores las tareas de lectura y escritura) hard operatorio el «nosotros» que, explicita o implicitamente, Jo enuncia, El texto es un terreno de encuentro (de colaboracién y/o lucha), una maquina de produc- cién de otras sociologias posibles. INTRODUCCION . (Génesis del «grupo de discusién») Abordaremos la génesis del «grupo de discusién» desde dos pers- ectivas, que reflejan —respectivamente— su despliegue imaging. tio y su repliegue real La primera perspectiva se inscribiré en el orden del saber (en el orden de los discursos: la cara abstracta de la epistemologia), EL egrupo de discusién» aparece por encima y por delante de la encuesta estadistica, por encima porque es mayor su potencia me- todolégica (I6gicamente superior y mateméti la encuesta pertenece al habla, el «grupo de discusién» a la lengua), por delante porque se funda en una ruptura epistemoldgica poste. rior (la renuncia a Ia ilusién de transparencia del lenguaje y su consideracién como objeto, y no sélo como instrumento, de la investigacin social), y estos dos aspectos del «grupo de discusién» son reales. Pero han generado la expectativa —ilusoria, imagine. ria— de que, por ser metodolégicamente superior y epistemol6gi- camente posterior, es précticamente més «progresivo», un elemento de liberacién frente a la encuesta manipulativa. Sin’ embargo, en |a préctica, el «grupo de discusién» se ha i de una manipulacién mucho més a fondo de la que pe encuesta; la encuesta se integra en procesos de manipulacién de la incidencia de los fenémenos, el «grupo de discusion» en pro. cesos de manipulacién de su sentido (especialmente en los estudios Mamados de «motivacién»: para todos los mercados politicos, de bienes, de mujeres o de mensajes). La segunda perspectiva se inscribiré en el orden del poder (en i orden de las précticas: la cara concreta de la epistemologia). Las técnicas de investigacién social aparecen como instruments empiricos de unos discursos cientificos —las sociologias—: pero, Por una parte, los discursos cientificos tienen una cara préctica, 82 inscriben en dispositivos practicos de dominaci6n; pero, por otra parte, Tas técnicas no son meros instrumentos empiricos de los discursos, instrumentos de un saber empirico, constituyen dis Positivos précticos de poder. La autohom(a tedrica de las ciencia y la heteronom{a préctica de las técnicas manifiestan sus efectos de saber, pero ocultan sus efectos de poder. Hay una heteronomia Préctica de las ciencias (toda formacién discursiva se inscribe en » Jestis Ibdiex un diopostivo préctico: su negeci6n constituye Ja ideotog, Cen, un disrruna, autonomia t6rica de las ténicas (a técnica plone iste) Pies preguntas 10 real, pero les plantea en un, S°pmer wae ormootad por la urgencia préctica:. bajo la ilusén de) empi- tiempo ncotconde un plegamiento a los fines del sistema), F¥ dese, rismo of ‘ine teenices, precede al de las ciencas (Filtrandolo tem rrollo de las Vjante el formalismo metodolégico que niege realidad eMngue ‘se le escapa; condicionéndolo positivament); responde to ue octets. del desarrollo del capital —no es acumulaci@n a eee orsan espacio meramente tecnol6pico-— (B0 hay ésnices sbetracforea» y ln apoaterioridad> de una téenice solo indict et tha surgido después). El desarrollo de Tas cienci puesta ha surgids s{ decarrllo de las téenicas: cumple la funcién précticn mmemorie dels siempre a mano, ¥ 1a funciin mitica de oculier, Sejeitn superficie de su continuidad y su coherencia, les contradic: Tikes Gesgarramientos que su aplicacién, causa, Cs Hane de clones y dessfnien surge en un momento del desarrollo del captil enue ee no de produccién y acumulacién— con una funcién Productive, como dispositivo préctico en el proceso de ‘produceién Prot ict ce'(gvomos humans acoplables al capita). Le teenies de «grupo de discusiOn» surge en otro momento de! desarrollo del Ceptal = -capitalismo de consumo— con una funcién consuntiva, capita antivo préctico en el proveso de acoplamiento, d¢ fos come, spon capital. La primera vale para ta producciOn y elroy individve® Josat’Gncluidos los seres humanos cosficados): [a fecha vale pera el consumo de personas, para su vinculaciOn & le méquina del capital. Mine J otra perspective constituyen como una tesis ¥, Ue ante, “peo reversibies: desde el punto de vista subjetivo Jes antiiesis, spertadas por el «grupo do discusién» son 1a esis, ut itusione®lovpor la realidad de su aplicacén prictice: desee el unto de vista objetivo, Tos requerimientos pat st aplicacién Tul y ahora serén la tesis, que seré negada por {as fantasias del sau Jador de desviara hecia Sus fines propios: pero las Tuvoves investi or fr tas desviaciones son recuperadas, sélo qued Ie si tesis (nica del capital 1 LAS TECNICAS DE INVESTIGACION’ SOCIAL COMO SABER: RUPTUI Ss SONG SABER: RUPTURAS EPISTEMOLOGICAS bas spn as ruptur epistemolégicas, son ruptura sent br mu em vr go ak 3a cna maa nu chechon err ae ict pede ln ate em mbién, con ella, Ia cosa rupture ingle: desconstuye la neidaiieetig ne construir con sus fra Feeney heh ig Set es hoe contri para econstuiruna cena); “abel ¥ sue dee DEOLOGIA) 1. fsoein Todo orden social tomo textos inplcine "s funcionan como matrices de discur Be fom textos implicitos que producen discursos explicitos, ds ie ee orden hacigndolo comprensible, produciem, & una explicacign global y compatible de todos tos fensmenos Son saberes sistémicos ' ' Todo saber supone nee Ps ee ve el cruce de una dimensién esistémicas y it UY tote" coat Cer ae weet Fa Ss Sea en Gea ge Si he i Scat i el ha ina 2 Jesiis Ibéfiex esos discursos, la magia al mito? En las sociedades histricas, 168 eso discormediatos s6lo son parcialmente operatorios © deieh de sepeeperatorios en absoluto, Esto ocurre porque, al ester fundadas Ser operalfades en cl dominio de una parte sobre otra, 8 raves de estas smcrones de propiedad, el saber inmediatamente opsratar 1es eave a la parte que tiene el poder. A las demés partes s6lo Tar undo mteo/mbic implica une wnlded coe ol Rombre,y el mance eae ems hi ene fires y fond; exe ot coun 0 rg, Gcotre psioY SP, aca) unad en. oO ea cone sratn prerndn (como el carain sombrio 9 Tose, Fe ac ee el slic, de inves), al enone oe als dose de Teno ervey el undo, Ba, undad do on cl taereamble eT oa a figuras so deagnns del fondo, we dem ey relia, fens s figuras: a emuctiry 628 cede de ceserviegindoe se obicivan y converten on ObiCOs tos jucarn omens Jpraciones tecnica, eto Nemo, Crammenes “taponibies ex todo Tugar y/o momento; vette; Gengeamiento del fondo: el poder del emir, La HE, Pcendeneln dv Le magn ene i mondo ae abet, Suan. inferor 8 Te unigad (ote, oS lie iment, acumulanco o}6% 1 PETC FS ay dee ufendo), ia religign’tene estate ied” do unidad eo decir Sidnr por. revelacém, Para recupe como. coriplerento, del per Pe reese al modo ec, ee DeoN ilo tenia/ ein, rid, produc, del modo lon, ee clo, em unm Ge fond per,» difrecia dee isle ye ee, Pty “acl mundo, reptiendo,momentos/usares re, Ses otn por un red enlace is snaoe® Pera Do seiieiae Y lesa aa, weicin_ del primero: por eo, 68 It Matra Poms de une avencin, ef germen imeinaio del concen @H Pte recuerdo para Je vei, a erdgn,prveco imagine eI ld isan, ee oasis conjunc ncaa 1a medals on fenones, medicines no, comaniabeg oO plement) eat ce, comuncable, een, Pe Oe Yc) inde ean mada tcrco yun modo pricics (noting, fy ‘comunicacén, Ho do. dew ennciacién). Cuando. 18 camuniyeén, del eyecto dorset a wnidad dl mundo, sam ‘quedan lot eh pravecte, TetMgccion, Las ponblidads vitules son, inte de) stoma tebrico, que permite pensar coherence Em tagsign. tecnica. Tu representacion concep ae operas EE Jens Lar poids opaias ton inerais JS rane ren na moral, ltaria y pragmica, ée fivamente ito @ fracaso de las acciones. Cuando rerladoy, pins mundo socal, se denibla tambien ¢9 or Breve tabrco et un saber monista, cspeculativos cl mote, egmente, contingents ¥ deducido, de lo uniycret 8 ra debile de mperaves catego, jnconic et | mek tong oa nenge el conenido de fondo de as vias, wt erate as tenicas de Investigacion como saber 2 se les dispensan sabere: & un ord parcial de reciones (come el ssber'de lon expert, retin of pendence cls a ey su fates 7 © estén circunscritos s6lo a un dmbito parcial ey fe saber de los padres, que se agota en la institucién fami- oie ore a oder, pelea de sujeto a objeto’, sdlo ented Sous 9h ce or Pate conie en apap an owe impredect .-Y atribuir la norma, poder explicar y predecir‘, El orden Sean Tarlo ean eaten rata adearteecitee ts ‘tecnologias> 0 fbelase Couric, ‘pera obtener una Ientes). Le moral Pv esl acim en etn, yl contenido de fondo ea floes cl Feet. Soni mean ene ets dos o_o dy, Boseduct el sidye ceiene de hewrogesilds” "SORE _-- [zona] RELIGION] +, — [RAGTICA 1 Ciencia a ~ ‘ad cet * Geese) — 5 (Sitoxoon, 1966.) No hay ave entender « sujetor como Individvo Rumano existent! suk ce get la bin tate re (cis tary por ot lengua oma el tire te conatye come’ ston —tesventre, 197 ne some stce CisT6p. 1 lips elpoder, dentro de una rsa iad de edt nce \ioenelne wen une nega si rac Yc dene ened, det cont Serer sobre una fuente de incertumbre que eecta a Te perecucin ineclone. La concepion Oe Cnowien es" demasiado onaliso fmitlor de MAReH Simon y lo #2 ahd sol Gor ebay el anne Fee rae eas er tande'e deermions avis ue lo mlnen y © no ejarse determiner por elle. Cuando’ el poder 2 poder es invisible y los sbltos Py Jesits Iodiiex social atribuye # aquellos que, por ser objeto del poder, deben ignorar, un saber ilusorio que cubre la realidad de lo que ignoran, que, en particular, oculta el hecho del poder y su brutalidad. El Saber distribuido esponténeamente justifica al poder, racionalizén- dolo, ante los que lo padecen, para que actien razonablemente, de modo eficaz, para que las relaciones de poder se reproduzcan, pero sin poner en cuestiGn ef hecho y el derecho de esas relaciones. Pero las sociedades histGricas estén atravesadas por un vector de cambio. El repertorio de saberes que distribuyen esponténeamente sobre si mismas n0 puede ser estable: son necesarios crecimientos uantitativos (aplicaciones acumulatives de un punto de vista @ objetos distintos) y desarrollos cualitativos (produccién de nuevos puntos de vista). Asi se producen las rupturas epistemolbgicas *: Conquistas contra el saber esponténeo, reducciones aparentes del Grea de no-saber que oculta. Algunas de estas rupturas han produ- tido el tipo de saber al que lamamos cientifico, otras la aplicacién de ese punto de vista a la sociedad misma. El discurso cient {6 sistémico y operatorio, puede crecer continuamente en su dimen- si6n propia digiriendo una masa creciente de fenémenos, en un proceso al parecer indefinido, lo que ha permitido acariciar la Hlusion de haber recuperado, a un nivel superior y ademés diné- mico, la unidad primitiva de magia y mito. Vistblen, cl poderoeo tiende a parar a Jos otro y a moverse con libertad; cuando poder se hece invisible y lor mibdton visbls, el poderoso tiende « mover ‘ato normas a low otros. En Espaia, et franguismo he fracesado en au intento Ge evolucionar de uno # otro modo de ejercicio del poder: el poder inicial de Puanco, ganado con le expads, ete como el poder feudal sengrientamente {toe sibdlion quedaban_puralizados en «temor y temblors); cuando, después del Driner plan’ de estabilizacién tccnocritice, el poder intente normalizare, regular Biimoviniento de low subgitos en el entorno de unas normas, la situacién extala Guaco rewlt6 imprevisble arta cl final de sus dias, pero no foe capez do Gcterminer fos movimientor de for espalcles, pues pretendis etarles cuando debla Dretender hacerles moverse en orden) TL expresién erupture. epistemoidalces ex de Bacwstann: el concepto de ruptures depende del de «obstdeulow (FeleciOn imaginaria del cientifico con ra Drictice cenffca), une sruptures hace frente a un cbstéculo 0 grupo de obstécw- fe, capone une. dscontinuided histgrica (apericin de una clencie 0 reorganize fea de sus. axloms) ¥_epistemol6gica (abandono de las nociones de sentido oma), Bacuevaan (1938). La concepeiée Je Bacastasd es excesivamente psico- fogisa por ave eurgen loe obsticulos una y otra ver?): Lecourr (975, p. 38) fice que hny algo que Bacreako designa pero no piensa, Ia sideologia» (eral se imaginara de los indvidos con sus condiciones reales de existenciay, unt fonda que have alusién a lo realidad —ALIWOSsEn, 1976, p. 101). ALIMisseR Y nus seguidores tatan de pensar 1o que BACHELARD slo habta designado: hblaréa escorts epstemoligicor 0 smuteciin de una problemética precientficn en una Dproblematicacienifieas (ALTWSS6R, 1966, p. 24). FL corte coria I ideologla Ge le ciencia: demeriado tajentemente, pues no toda deologia consituye un Sbstdoulo epstemologco ni todo obstdculoepistemolégico proviene de una idealogia (Casrauts, 1975, p. 151). Las téenicas de investigacion como saber ~ - 8 Pero el punto de vista cientifico no es un punto de vista uni tario: por una parte, su aplicacién a un mismo objeto esté some- tida a mutaciones, rupturas epistemoldgicas internas, el proceso de su operacién no es sélo de crecimiento, sino también de desarrollo; Por otra parte, su aplicaciGn a los objetos llamados sociales plan- tea problemas diferentes que su aplicacién a Toe objeto lamados ‘sicos. RUPTURAS EPISTEMOLOGICAS QUE FUNDAN LA INVESTIGACION SOctOLOGICA En el campo concreto de las t6enicas de investigacién social pode- ‘mos sefialar, grosso modo, dos grandes olas de rupturas epistemo- ogicas. ‘A. La proto-ruptura: emergencia del deseo de una investigacion socioldgica (extension del dmbito espacio/temporal de la observacién) La primera ola, a la que habria que designar como pre-cientifica, supone una ampliacién del campo de observacién. Podemos ima- ginar una «linea de universo»*, que enlaza todos los puntos del espacio-tiempo que recorre a lo largo de su vida cada individuo hhumano: la linea de universo» de cada individuo esté condicio- nada socialmente, 1a posibilidad de pasar por uno u otro punto del espacio en uno u otro momento del tiempo no es aleatoria, cada individuo esté atrapado por su red de relaciones sociales, hay puntos del espacio-tiempo social que nunca atravesaré, en la me~ dida en que esté implicado en relaciones de exclusién (como el preso al que le esté vedado casi todo el espacio por un tiempo, como el loco al que Ie esté vedado un espacio, el espacio de las relaciones que rechaza y que al decir de Platén constituyen su mundo propio, todo el tiempo). y en todo caso la probabilidad de atravesar uno u otro punto queda afectada por las relaciones que Ie clasifican, La mayor parte de los individuos quedan confinados durante toda su vida en Ia red de sus elineas de universo» mis + Munxowsxs fundis los conceptos dB espacto y tempo en el més general de suniverso» (conjunto de todor Tor sucesos)" dado un wstema de referencia, un Suceso esth determinado por tres coordenadas en el expacio ¥ una coordene tiempo. La «linea de universo» es el conjunto de fas posiciones de un punto Iévil respecto est sistema de cuato coordenadas. (LAscevin, 1956, pp. 21-22).

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