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ESTUDIOS FILOLOGICOS 31 (1996) La imagen de la mujer en la literatura de ciencia ficcién Alicia Irene Bugallo A pair del concepto de ciencia fieci6n como literatura de Ia pasi6n y no de Ta ciencia, ig autora analiza la problemiética femenina proyectada a un futuro del deseo y aun futuro del estino; para ello, estudia obras de autoras norteamericanas actuales relacionadas con el feminismo (Ursula Le Guin, Joanna Russ, Racoona Sheldon, etc.), examinando problemas como la transformacién de la estructura familiar, el lesbianismo, la eleccién de pareja a autosuficiencia de la mujer y Ia dimensién asexuada de la sociedad. The image of woman in science fiction literature Starting with the idea of science fiction as literature of passion and not of science, this paper discusses the feminine problem projected to the future of desire and destiny. To do this the works of some contemporary science fiction writers related to feminism (Ursula Le Guin, Joanna Russ, Racoona Sheldon, ete.) are studied in relation to the transformation of ‘amily structures, lesbianism, choice of partner, women’s self-sufficiency and the a-sexualized dimension of society. INTRODUCCION Si bien mi formacién no esté en las Tetras sino en la filosoffa, més de una vez me adentré en un género literario muy afin al pensamiento filos6fico, como es la ciencia ficcién, En este camino, no muy profuso pere pleno de emociones, sorpre- sas, espantos, tuve una particular sensibilidad hacia los personajes femeninos, y el tratamiento que la c.f. hacfa de ellos. {Qué podrfamos destacar de “la realidad” de la mujer antes de pasar a la ficcién? En primer lugar, su rol en la constitucién de la célula bésica de toda sociedad: desde siempre la mujer viene ocupindose de los hijos, del habitat, de la salud. Es la jefa de un tercio de los hogares del mundo; en casi todas las culturas es responsable de la educacién de los nifios en su primera infancia, como también de la transmision de las costumbres de una generacién a otra, Por otra parte, ha heredado un papel fundamental en el plano econdmizo, cosa que ha permanecido oculta a lo largo de los siglos. DELA REALIDAD ALA FICCION Angélica Gorodischer sostiene que la c.f. no es Ia literatura de Ta ciencia, sino una literatura de la pasidn, entendiendo por pasién propiamente “lo que se padece”. ESTUDIOS FILOLOGICOS 31 (1996) La imagen de la mujer en la literatura de ciencia ficcién Alicia Irene Bugatlo A partir del concepto de ciencia ficcién como literatura de la pasién y no de la ciencia, | autora analiza la problematica femenina proyectada a un futuro del deseo y a un futuro del destino; para ello, estudia obras de autoras norteamericanas actuales relacionadas con el -ninismo (Ursula Le Guin, Joanna Russ, Racoona Sheldon, etc.), examinando problemas ‘como la transformacién de la estructura familiar, el lesbianismo, la elecciGn de pareja, la utosuficiencia de la mujer y la dimensién asexuada de la sociedad, The image of woman in science fiction literature Starting with the idea of science fiction as literature of passion and not of science, this paper discusses the feminine problem projected to the future of desire and destiny. To do this the works of some contemporary science fiction writers related to feminism (Ursula Le Guin, Joanna Russ, Racoona Sheldon, ete.) ae studied in relation to the transformation of ‘amily structures, lesbianism, choice of partner, women’s selC-sulficiency and the a-sexualized dimension of society. INTRODUCCION Si bien mi formacién no esta en las letras sino en la filosofia, mas de una vez ‘me adentré en un géneto literario muy afin al pensamiento filoséfico, como es la ciencia ficcién, En este camino, no muy profuso pero pleno de emociones, sorpre- sas, espantos, tuve una particular sensibilidad hacia los personajes femeninos, y el tratamiento que la ef. hacia de ellos. Qué podriamos destacar de “Ia realidad” de la mujer antes de pasar a la ficci6n? En primer lugar, su rol en la constitucién de la célula bisica de toda sociedad: desde siempre la mujer viene ocupdndose de los hijos, del habitat, de ta salud. Bs la jefa de un tereio de los hogares del mundo; en casi todas las culturas es responsable de la educacién de los nifios en su primera infancia, como también de la transmisiOn de las costumbres de una generacién a otra, Por otra parte, ha heredado un papel fundamental en el plano econdmico, cosa que ha permanecido oculta a lo largo de los siglos. DELA REALIDAD ALLA FICCION Angélica Gorodischer sostiene que la c.f. no es la literatura de la ciencia, sino tuna literatura de la pasién, entendiendo por pasién propiamente “Io que se padece”. ALICIA IRENE BUGALLO Advertimos entonces que la relacién entre feminismo y c.f, no es nada arbitraria; en efecto, la mujer sufte, padece diversos tipos de discriminacién por su género, ppor su clase y por su etnia, Si bien representa mas de Ia mitad de la poblacién del planeta, y tiene a su cargo la produccién de la mayor parte de los alimentos del mundo, desde los comienzos de la civilizacién sus trabajos no han sido remunera- dos y se los sigue considerando econémicamente sin valor. Cuando se calcula el Producto Interno Bruto de una nacién, no se contabiliza el aporte de las tareas agricolas femeninas, y mucho menos sus contribuciones como cocinera, enfermera, educadora. Un destino de sensibilidad hacia lo que es realmente vital la coloca en la actualidad como una de las primeras victimas de la crisis ambiental y ecolégica que atravesamos. Ambas, Mujer y Naturaleza, han sido objeto del mismo descuido, como consecuencia de un orden econémico que prioriza las leyes del mercado y los beneficios materiales. Los dones gratuitos de la Tierra, fundamento mismo de la vida, no han sido valorados convenientemente, como tampoco los trabajos de esa “mujer invisible”, que podian explotarse sin costo alguno. El predominio de un modo masculino de conocimiento, produccién y gobierno tendid a destruir —tam- bién en muchos varones— ese principio femenino considerado “pasivo”, sin lograr no obstante sofocarlo. Desde otro punto de vista, feminismo y c.f. coinciden en su cardeter ut6pico, prospectivo, visionario, que proyecta la problematica femenina, segiin el caso, a un “futuro del deseo” 0 a un “futuro del destino”. EXTRANOS MUNDOS POSIBLES DEL DESEO La época actual encuentra a las mujeres ejerciendo el mismo espiritu de civis- mo que en otras épocas, comprometidas como siempre en los episodios de guerra © revoluci6n, catistrofes naturales 0 éxodo de refugiados. Su voz se hace escuchar cada vez més en los foros internacionales, organizaciones no gubernamentales y grupos feministas, reclamando la igualdad de derechos respecto del hombre en los planos politico, econémico, social y familiar. Entre las expresiones de tal vigor reivindicativo, tal vez la més impactante aunque no la més conocida- se encuentre en a literatura de ciencia ficcién, especialmente en la escrita por mujeres. Sus obras reflejan expectativas y anhelos en Ia lucha contra “la necesaria dependencia femenina y la natural autoridad mas- culina”, contra los prejuicios raciales y la cultura belicista, Siguiendo el hilo conductor del “futuro del deseo”, elegi ciertas autoras de c.f. anglonorteamericanas vinculadas de algtin modo con el movimiento feminista, como Ursula K. Le Guin, Joanna Russ, Racoona Sheldon, Gwyneth Jones, Tanith Lee, Josephine Saxton, Frances Gapper; sus posturas no son coincidentes, pero en conjunto se destacan contra un fondo edificado por la imagineria de R. Bradbury 0A. Clarke. Allf las innovaciones técnicas podfan ser alucinantes en medio de escenarios espaciales fantésticos, pero nada nuevo parecia necesitarse en cuanto a vinculos familiares; 1a misma madre ama de casa, el mismo padre que sale para ganar el dinero necesario para vivir y eriar a los hijos a la antigua Desde el feminismo combative. En los titimos veinte afios, y motivado en grandisima medida por la eclosién del movimiento feminista, la c.f. fue dejando de lado -en lo que a familia se refiete- el modelo clisico patriarcal, comiinmente 16 LA IMAGEN DE LA MUJER EN LA LITERATURA DE CIENCIA FICCION Hamad “familia tipo Bradbury”. Sobrevino entonces un profundo cuestionamiento de ta familia nuclear biol6gica. Pero aquf hubrfa qae haveise una pregunta: .siem- pre hablan las mujeres en nombre de las mujeres? Porque la separacién entre placer sexual y procreacién no sélo fue promovida masivamente por el uso de Ia pildora anticonceptiva, sino también por las necesidades genéricas del lesbianismo y del movimiento gay. Desde esta postura combativa se plantea que si el feminismo es la teoria, el lesbianismo es la dinica priictica posible. Las relaciones entre los sexos son vividas ‘no como un hecho bioldgico sino como un hecho politico: como las relaciones de poder que un grupo de gente ejerce sobre otro grupo de gente. Como en todo ‘movimiento que surge con una imperiosa necesidad de contradecir, de desautori- zar, sus primeras épocas son también dogmiticas; en muchos casos el tinico cam- bio que se percibe es la inversidn de las relaciones de poder, donde un matriarcado ‘masculinizado se opone al patriarcado imperante, y donde el valor supremo sigue siendo el “falo”, ahora simplemente en otras manos. De todos modos el feminismo no es un movimiento homogéneo, y las opinio- nes no son siempre coincidentes, Si las relaciones familiares son politico-sociales y no biol6gicas, Gwyneth Jones se permite ironizar sobre esta idea en “La Intersee- cin”, En lugar de vivir aislados y reunirse circunstancialmente sélo para hacer el amor, los indigenas de la Tierra conforman un submundo bérbaro, amontonados “en una habitacién dedicados a una interminable orgia de parloteos e intercambio de miradas No obstante, se insiste en que la eleccién de pareja no tiene una apoyatura biolégica sino espiritual; un personaje de Tanith Lee en “Bl amor se altera” recuet- da que “mucho antes de que tuviese lugar la transformacién de los mecanismos de la reproduecién biolégica, hubo innumerables hembres y una ciffa creciente de mujeres que preferfan hallar placer con parejas de su mismo sexo, y que no con- cebjan el amor bajo forma distinta a ésta, Fueron simplemente las funciones bio- 6gicas las que retrasaron el proceso de transformacién. El instinto fisico natural era de indole varén-hembra, pero la verdadera alraccién intelectual, la auténtica afinidad espiritual se presentaba siempre en oposici6n al instinto fisico”. Es frecuente en la c.f. contempordnea la imagen de soledad y bloqueo afectivo de los personajes, en un medio ambiente tecnificadio y lejano a la naturaleza, y la ausencia casi total de nifios. Lo habitual es que ro haya embarazos accidentales; sin embargo, la planificacién no siempre es sinénimo de autodeterminacisn, Puede ser la objetiva decision de un Comité de Seleccién Social quien elija a la joven para cumplir su rol de Reproduetora sin chance para opinar cudndo ni con quign, ‘© puede ser una decisién absolutamente individual y libre, poniendo en juego avanzadas tecnologias de fertlizacién que permiten a fas personas engendrar hijos sin comprometer su cuerpo. Desde la postura radicalizada y homosexual se apoya la tesis de la tiranfa del cuerpo -menstruacién, embarazo, iactancia— come el origen de la esclavitud de Ta mujer. “La heterosexualidad era el s6rdido e ignorante acto que realizabamos cuan- do todavia éramos animales esclavizados por las funciones procreativas”. Asi lo vefa Joanna Russ en “T6picos del Espacio Exterior”. De todos modos hay una gran distancia entre las posturas del feminismo negro 6 tercermundista en general, por ejemplo frente al aborto, y los criterios del femi- nismo blanco, burgués, eurocéntrico, acusado a menudo de un exceso de individua- lismo. Racoona Sheldon ~mis conocida por su seudnimo masculino James Tiptree Jr reflexiona en “Carne de probada moralidad” sobre las distintas actitudes de blancos y negros hacia la familia, En una parte del relato, la enfermera Tilley 1 ALICIA IRENE BUGALLO comenta: “lo que sf hay que decir de las familias negras es que muchos padres que tienen ya dos, tres, y hasta cuatro hijos, adoptan a un nifio, a veces incluso a dos. En cambio, con los blancos, son las parejas sin hijos las que adoptan”. Es decir, se puede proteger a la infancia por las necesidades de Ia infancia misma o por las necesidades de los adultos. En “Gran operacién en Altair Tres", Josephine Saxton se rebela contra la manipulacién del cuerpo femenino, el uso publicitario para vender cualquier cosa, Ja conveniencia de la histerectomia para conseguir empleo, imagenes de una cultu- +a orgullosa de su tecnologia quirirgica... “{Si la diferencia es biolégica, sefioras, no se preocupen, eso tiene arreglo!” La preferencia det relato corto sobre Ia novela indica también la dificultad de imaginar estos universos alternativos; a menudo los cuentos son casi escenas esti- ticas, situaciones puntuales sin evolucién en el tiempo, sin mafiana, casi un deco- rado espacial para escuetas reflexiones de los personajes femeninos. En esos mun- dos no hay crecimiento; los nifios son siempre “mocosos” que esperan en el Banco Infantil que el Grupo Doméstico de turno los Hleve de paseo, superando todas las molestias ¢ inconvenientes que producen. O son graciosas criaturas que se alquilan para amenizar la opresiva vida del adulto, Nunca ilegan a la adolescencia; se los presenta en la edad en que pueden ser manipulados, Adolescentes en estas configuraciones serfan ya demasiado comple- jos ¢ imprevisibles. O también son apenas embriones, ni siquiera fetos, resultado muchas veces indeseado de las aventuras de una “simple célula reproductora cual- quiera”, La mujer autosuficiente. La maternidad es rechazada desde una historia en que la reproduccién condicioné la divisién sexual del trabajo, y donde los roles reproductivos mantuvieron a la mujer en la esfera doméstica, originando su inferio- ridad econdmica, Lamentablemente, reproduccin y creacién son ideas tan cerca- nas para cierto feminismo, que toda actividad creativa de la mujer fue ideol6gica- mente censurada, prefiriéndose otra con menos tufo a maternidad: segtin el nuevo estereotipo, en gran parte de Ja c.f. las mujeres simplemente “funcionan”, cum- pliendo roles de gran responsabilidad. La excelencia de su trabajo es indiscutible; son astrénomas reconocidas mundialmente, especialistas en tecnologia laser, licen- ciadas en genética boténica, cubren todas las ramas del saber y manejan con sol- vencia las tecnologfas de punta. Sin embargo, es casi imposible detectar si se sienten libres o estén felices; pero funcionan, agobiadas por altisimas responsabi- lidades. Curiosamente, su puesto de trabajo las mantiene en relacién de dependencia. Es frecuente encontrar sobre ellas a un invisible jefe inescrupuloso, a un Comité de Planificacién opresivo, a una Administracin que ordena los asuntos ciudadanos 0 a una Cooperativa de Trabajo Femenina que impone turnos de trabajo alienantes. A partir de 1a década del *80, se fue perfilando un feminismo considerado posi- tivo, al valorar la dimensién femenina del ser en si misma, y no por oposicién a otra cosa, Se rescaté entonces su creatividad, ya sea para generar hijos, obras de arte 0 ideas filoséficas. Qué implicancias podré tener esta actitud para el desarrollo de la sociedad del futuro? Luego de siglos de monstruosa usurpacién del rito de la maternidad por la irrupcién de 1a cultura patriarcal -se dice-, estamos en los albores de una era ‘matriarcal partenogenética, en la cual seremos engendradoras ademas de nutridoras y alumbradoras de los hijos de nuestras entratfas, sean nits, libros, 0 el fruto que sean. B LA IMAGEN DE LA MUJER EN LA LITERATURA DE CIENCIA FICCION Si la cultura posmoderna que transitamos se caracteriza por la “pérdida de los zgtandes relatos” que otrora dicran sentido a la existencia humana, también es cierto que se estiin desarrollando nuevos mitos en el complejisimo caldo de cultivo de la actual crisis de valores. La “Atléntida” de Platén habia sido construida siguiendo un orden divino; la “Nueva Atléntida” de Bacon reflejaba el potencial tecnol6gico masculino. Mis atin, para este filésofo moderno el nuevo método cientifico era producto de un Parto Masculino, La escritora F-ances Gapper encuentra en su “Atldntida 2045”, creada por partenogénesis femenina, un mundo mejor y salva- dor. Hacia una dimensién asexuada. En lugar de acentuar y profundizar la diferen- cia entre los géneros, ciertas posturas buscan una instancia superior en la cual dichos conflictos quedarfan disueltos. En este sentido, Ursula K. Le Guin considera su novela “La mano izquierda de Ia oscuridad” una obra-experimento. Dice la autora al respecto: “nos cuesta ver con claridad qué diferencia en verdad a los hombres de las mujeres, aparte de una forma y funcién puramente fisiolégicas, GExisten genuinas diferencias en temperamento, capacidad, talento, procesos psi- quicos, ete.? (...) Eliminé el género para averiguar qué quedaba. Lo que quedaba serfa, presuntamente, meramente humano, Definirfa la zona que hombres y mujeres comparten por igual”. Segtin Le Guin, ese mundo imaginario dande los seres adquieren s6lo temporariamente rasgos sexuales masculinos 0 femeninos indistintamente, tendria ciertas ventajas notables: ausencia de sexualidad como un factor social continuo, ausencia de explotacién, ausencia de guerras En la novela “Contacto” de Carl Sagan, se capian intenciones similares; en ella aparecen todos los condimentos requeridos por el feminismo de la década del "80; el personaje principal es la Dra. Eleanor Atroway ~Ellie-, astr6noma norteameri- cana directora del Proyecto Argos, a cargo de 151 radiotelescopios en busca de inteligencias extraterresttes. De acuerdo con las preferencias de Sagan, viene a reeditar la historia de Hipatia, matemética, astrénoma y fisica del s. IV que legs a ser jefa de la Escuela Neoplat6nica de Alejandrfa, Habiendo sido una mujer bella y muy liberal para su época, ejercié una profesiéa habitualmente reservada a los hombres, como Ellie. Nunca acepts casarse, como Ellie. Los resabios paganos de su ciencia y su cultura le valieron la enemistad d2 Cirilo, Arzobispo cristiano de Alejandra. En pleno s. XX no es poco lo que debe luchar Ellie contra la misoginia y la discriminacién de la mujer, en especial dentro de la comunidad cientifica.. Pero el feminismo de Sagan y los grupos gndsticos de Comell y Princeton tiene otras implicancias; su mensaje es :por qué las mujeres no pueden usar y usufructuar su hemisferio cerebral izquierdo al igual que los varones? © también {por qué discriminar a la mujer cuando su cerebro es igual al del var6n? Obviamente, estamos lejos de las tipificacionas habituales donde aparecfan las rubias tontas acompafiantes del héroe de tumo, las morenas misteriosas y poco confiables, o las pelirrojas mas humanizadas; pero comprendemos que la causa no son las mujeres, sino la raz6n, la ldgica, la matemitica; Ia ciencia no es ni mascu- lina ni femenina, es agenérica, 0 sobre todo en Sagan, supragenérica. Su propuesta cs un mundo donde tanto hombres como mujeres puedan ocupar los mismos car- 1208, politicos © cientificos, usando su raz6n asexvada, universal. 19 ALICIA IRENE BUGALLO EN PROCURA DEL FUTURO DEL DESTINO Asf como la Revolucién Industrial increment6 en su momento el aprovecha- ‘miento de los recursos humanos, la Era Posindustrial descubrié capacidades feme- ninas inexplotadas, como una mayor flexibilidad para adaptarse a las situaciones cambiantes, aptitud para crear lazos de solidaridad, establecer prioridades y recha- zat las jerarquias, sumamente aptas para amoldarse al inestable fin de siglo. ‘A su vez, también en la década del "80, surgieron sfntomas de un cambio que no tenfa que ver ya con la “Tercera Ola” familiar y social de que hablara Toffler, sino con otra realidad, un poco marginal para el gran piiblico, como es la gestacién del mito del Espacio Exterior: tarde 0 temprano la humanidad deberd dejar la ‘Tierra..., ;qué rol le cabe a la Mujer en esta perspectiva? Los cientificos gndsticos de Cornell y Princeton proponen que nos vayamos familiarizando con el lugar que la ciencia nos tiene reservado en un futuro, ni posible ni deseable, sino necesario. El desarrollo de la carrera espacial puso de manifiesto en ella condiciones fisiolégicas més favorables que en el vardn para adaptarse a la ingravidez. A partir de entonces, su presencia se ha tornado insoslayable en todo proyecto de investi- gaciGn y de ocupacién del sistema planetario, como en los planes de habitar Marte en un futuro no tan lejano. Carl Sagan desarrolla en “Contacto” una obsesiva propaganda a favor de Ia salida al espacio, instando a la mujer a superar Ios sintomas nefastos de la vida en cautiverio su atadura a la tierra, liberarse de una vex de la carcel que es el planeta, y asumir por fin la libertad de contactarse con el Cosmos. Lejos de la pobreza y el analfabetismo, del deterioro ambiental y 1a amenaza nuclear, el eterno femenino aparece proyectado a las estrellas. Pero si en el cielo feminista desaparecia la vida doméstica, en el cielo cientificista se da por sentado que la mujer tiene, ademas de las nuevas actividades, otras que le estin especial- ‘mente reservadas. En medio del océano c6smico, la Mujer seguir siendo medium de lo inefable, cuidadora de la salud galactica, ama de casa del Universo. Universidad Tecnoligica Nacional 25 de Mayo 374, 1638 Vicente Lépez Buenos Aires, Argentina 80

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