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-Evonanh CBenerale ORIGENES | | DEL URBANISMO | | | MODERNO | a + INDICE a Prefacio 7 7 Ta formacin de la ciudad industrial B | Ta €poca de las grandes esperanzas (1815-1848) 37 } 1, Las utopias del siglo XIX 61 | 2. Los comienzos de la legislacién urbantstica en Inglaterra y Francia 117 \ 1848 y sus consecuencias WL ¥ ! ¥ PREFACIO t El urbanismo moderno no nace al mismo tiempo | gue los procesos técnicos y econémicos que hacen surgit la ciudad industrial y la transforman, sino que se forma % | cn un petiodo posterior, cuando los efectos cuantitativos de las transformaciones en curso se han hecho evidentes y cuando dichos efectos entran en conflicto entre si, ; haciendo inevitable una intervencién reparadora, Todavia en la actualidad la técnica urbanistica se en- cuentra, en general, retrasada respecto a los acontecimien- i tos que deberia controlar, y conserva el caracter de un || + temedio aplicado a posteriori. Por consiguiente, resulta ; importante estudiar las primeras experiencias urbanisticas aplicadas al ambiente industrial, para descubrir la raz6n del retraso inicial. Este ensayo pretende evidenciar en primer lugar, el i doble origen, técnico y moralista, de dichas experiencias, r A y paralelamente se propone reconstruir las dos clases ¥ de méviles que impulsaron a los primeros reformadores: | las transformaciones econémicas y sociales que produje- : | ron los desequilibrios de los primeros decenios del siglo } i xIX, y las modificaciones de la teoria politica y de la opinidn publica, que hicieron que aquellos desequilibrios no fuesen aceptados como una suerte inevitable, sino como obsticulos que podian y debian ser climinados. Los primeros intentos de corregir los males de la | | | NO SALE A DOMICILIO 51 | ap ciudad industrial se polarizan en dos casos extremos: © se pretende volver a comenzar desde el principio, contraponiendo a la ciudad existente formas de conviven. cia dictadas por la teorfa ura, o se intenta resolver cada uno de los problemas y remediar sus iaconvenientes, sin tener en cuenta sus vinculaciones y sin una visién global del nuevo organisme ciudadano, Al primer caso pertenecen los denominados utopistas Owen, Saint-Simon, Fourier, Cabet, Godin—, que no se limitan a describir su ciudad ideal, como Moro, Cam- panella 0 Bacon, sino que se esfuerzan en ponerla en prictica. Al segundo pertenecen los especialistas y funcio- narios que introducen en la ciudad los nuevos reglamen- tos higiénicos y las nuevas instalaciones y que, como deben encontrar los instrumentos técnicos y juridicos \para realizar esas modificaciones, dan origen, de hecho, a 1a moderna legislacién urbanistica. Ta mayor parte de estas iniciativas, aun aquellas que Gh apariencia tienen un casécter més técnico, poseen in trasfondo ideolégico reconocible, que coincide en ‘Bran medida con los principios del socialismo moderno, hasta el punto de que para encontrar noticias de estos sucesos conviene consultar los manuales de historia eco- ndmica y de historia del socialismo, antes que los libros técnicos especializados. Peto esta coincidencia s6lo es valida hasta 1848, pues el movimiento obrero no esta atin organizado en contra- posicién a los partidos burgueses; de hecho, en las expe- rlencias urbanisticas de este periodo confluyen diversas cortientes ideolégicas, desde el! comunismo igualitario cle Cabel hasta el neocatolicismo francés, Marx y Bingels imprimen luego al movimiento obrero un giro decisivo, y el socialismo marxista, dedicado a explicar Ia revoluicién de 1843 y su fracaso en términos estrictamente politicos, desvela Ins contradicciones de 8 SOA los movimientos anteriores, pero pierde de golpe la cone- xidn entre las instancias politicas y las urbanfsticas, que, aunque formulada con simplicidad, se habfa mantenido hasta entonces tenazmente, En adelante la teoria politica menospreciaré las investi- gaciones y experiencias parciales, esforzindose por absor- ber en su totalidad las propuestas de reformas aisladas en las reformas generales de la sociedad. Pot su parte, la cultura urbanistica, aislada del debate politico, adoptard cada vez més el aspecto de una técnica pura al servicio del poder constituido, aunque no por ello se vuelve politicamente neutra, sino que, también, cae dentro del Ambito de la nueva ideologia conservadora que se forma precisamente en esos afios, del bonapartismo en Francia, * de los grupos fories innovadores en Inglaterra, del impe- tialismo bismarckiano en Alemania. - De ello deriva el planteamiento agnéstico y sulbalterno de las principales experiencias urbanisticas después de 1848, detrds de lo cual se oculta el paternalismo politico de la nueva derecha. Tal es la tesis central de este libro, que contiene ademas una indicacién para el presente debate, Las instancias renovadoras de la cultura utbanistica moderna sélo pue- den traducirse, en realidad, reencontrando los contactos con las fuerzas politicas que tienden a una similar trans- formacién general de la sociedad, Eldebate cultural de los dltimos treinta afios ha ensefia- doa reconocer el virtual contenido politico de las orienta- ciones urbanisticas, pero tal reconocimiento tesultar sdlo teérico mientras rija el concepto del urbanismo como campo de intereses separado que, por lo tanto, debe dependet de los intereses politicos, lo que constituye precisamente la persistente herencia de la separacién entre los dos téminos, producida en 1848. Si bien vinculados a una idea primitiva de la planifica: FACEBOOK /ARQUILIBROS: _ a cién urbantstica, Owen y Chadwick nos muestran esta sencilla verdad: que el urbanismo constituye una parte de la politica, necesario para concretar todos los progra- mas operativos y, al mismo tiempo, irreductible @ f6rmu- _las programaticas generales. Para mejorar la distribucién de la actividad humana en el tertitorio es preciso mejorar las relaciones econémi- cas y sociales de las cuales depende dicha actividad; por lo demés, no basta con mejorar las relaciones econ micas y sociales para que las espaciales queden automati- camente cortegidas, pero la modificacion de las relaciones espaciales ¢s uino de los modos, inseparable de los demas, para lograr el equilibrio general que es el fin de la accion politica. Los tiempos y modos de esta accidn son infinitamente mas complejos de lo que suponia Owen, pero el objetivo establecido por su utopia sigue siendo valido para los planes urbanisticos contemporineos: «ncontrar una bieacidn ventajosa para todos, en un sistema que permi- ta continuar de forma ilimitada el progreso técnico». En la Storia dellarchittetura moderna, editada hace tres aflos por Laterza, se intents una reconstruccién de esas alternativas. Me veo inducido a volver al tema, no por tuna exigencia dialéctica, quiz4 prematura, sino por recien- tes experiencias que han tornado urgente Ia definicion de una nueva relacién entre’ urbanismo y politica, ¥ por lo tanto entre planificacién espacial y planificacion Socio-econémica. Cteo haber descubierto la principal de- ilidad de aquella exposicién, a saber, la falta de confron- tacién de las relaciones urbanisticas y arquitect6nicas con la profunda transformacién de la coyuntura politi ca entre 1830 y 1850, y sobre todo con la crisis de 18484 El esclarecimiento que se ofrece en estas paginas rectifica también, en mi opinién, Ia exposicién de los aconteci- mientos de final de siglo y permite una mejor compren- 10 #68 = a ee de vanguardia, de Morris en ascent ts es a ae dell archittetura moderna podtia voli eae ada de esta manera, sin queja alguna Rom pasts del AOE una ver aceptada la provisionalidad an dieurte fbiGcico que Cenga en cuenta las imposi- lones gperativa’ de nuestra época. Ello slo indica que Auestro trabajo cambian a cada instan- te, lo que exige una continua r Pea recente revision del balance del a LA FORMACION ¥ DE LA CIUDAD INDUSTRIAL La historia del urbanismo moderno ¢s en sus inicios una historia de hechos desnudos: las modificaciones pro- ducidas de forma gradual por la revolucién industrial en la ciudad y en el campo sdlo se desvelan y perciben como problemas més tarde, cuando las magnitudes en juego se han vuelto suficientemente grandes. La primera transformaci6n decisiva es el aumento de a poblacién, debido a la disminucién del coeficiente de mortalidad que, por primera vez, se alcja de forma decidida del de natalidad, Este mecanismo de crecimien- 1 Desde 1760 Is poblacién inglesa comienza a aumentar con rapidez. Calculos moderados, basados en las ciftas de defunciones '¥ Bautismos, estibtecen que en 1700 Ia poblacién de Inglaterra y Gales eta de cinco millones y medio, y en 1750 de seis millones y medio} pero en 1801, cuando se realiza el primer censo, ya habia ascendido a nueve millones, y en 1831 a catorce. Por otta parte, se sabe que la tatalidad —-tras un leve aumento en los cuatro primeros decenios del siglo xvim— se manticne casi constante en | todo el periodo, con un fndice variable del 36,6 al 37,7 por mil, YO consta que la inmigracién de otros paises haya sido permanente, manteniéndose cjertamente en un nivel inferior a la emigracion a las colonias, La mortalidad, por el conteario, temporalmente clevada hasta’ 1740 a consecvencia de Ia carestia y el alcoholismo, disminuys . : de modo gradual, del 35,8 por mil en el decenio 1730-40 al 24,1 por mil en 1811-21. Entee las eausas de esta disminucién Ashton } incluye Ja introducctén de tos cultivos de raices, io que facilies 5 hn erfa de ganado durante el invierno y permitié contar con catne ; Be i ani ~ | to produce también un cambio de la composicién interna , aumenta el porcentaje de la poblacién joven, debido al descenso de la mortalidad infantil— y, sobre todo, interrumpe el equilibrio secular de las circunstancias na. | turales, a consecuencia de las cuales cada generacién __ tendia a ocupar el puesto de las precedentes y a repetir _ Su destino. Las generaciones sucesivas se encontraron __ entonces con una nueva situacién, y debieron resolver, on nucvos medios, un problema inusitado. __ Alla vez que aumenta el némero de habit ;.es, cambia su distribucidn en el tertitorio por efecto de las transfor. maciones econémicas. Las primeras modificaciones se tefieren sobre todo a la organizacién del trabajo y crean Jas premisas para un cambio total de las técnicas de Produccién, lo que a su vez se refleja en la orpanizacin acelerando el desarrollo y la concentracién del nuevo sis- "tema econémico. Debido a ello, la modificacign de las Construcciones, impulsada por las primeras transforma. = Organizativas y acentuada por las innovaciones teonicas, adquiere el caricter de una verdadera crisis, itera bruscamente el antiguo equilibrio entre ciudad ¥ campo, y crea nuevas tendencias que sdlo podrin volver a equilibrarse a largo plazo. __,, Peto es conveniente seguir paso a paso los efectos de lh transformaciones econdmicas sobre las construccio. ; fSSea t6d0 lato; Ia sustitucion de los demés. cereales por el tH1g0 Yl mayor consumo de hortaliza; Ia mejor higiene personal, ceca 0. de jabsn y de ropemmeror se aneties sustitielon de Iasmadera.por ef tadrillo pata les paredes, de. la Yelk bless para los techos de lat habiacitee [PrOCESOS industriales que se desarrollaban SHEL HOA los progresos de la medicina y la cirugia, Ie TON Hospitales y ce tas ambulancias; la ubicacion TS TOS dleposlion de residuos y de los cementetios; nto He IN cloicis y acuecluctos en la ciudad, (Chr aelicln industrial, 1947.) nes urbanas y rurales, que se delinean en Inglaterra entre 1760 y 1830, La ocupacién de las tierras comunales situadas en tor- no a las antiguas aldeas inglesas hizo posible un mejor “aptovechamiento del suelo, y transformé de manera gra- “dual a los eultivadores directos en arrendatarios o jornale- ros, vinculados a un ritmo de vida obligado; apenas superior al minimo necesario para sobrevivir?, La alter- nativa de-este estado era el trabajo industrial, y antes que nada el textil, que desde hacia tiempo se habla organizade cn el campo, en la vivienda de los aldeanos, Pero la antigua organizaci6n familiar, en la que las opera- clones de hilado, tejido y tefido eran ejecutadas dentro de la propia familia, que resultaba demasiado estatica € improductiva para hacer frente a las demandas de un mercado en continua expansién. Los comerciantes Pteferian proporcionar la materia prima y retirar el pro- # En 1795 el subsidio que la parroquia debia pagar alos trabajado- Tes menesterosos fue precisado en la Speenbamland Resolution, que sstablecia que cada familia tenia detecho a una retribucion minits Felacionada con el precio del pan, y que la partoquia debia comple. {ap el silario real hasta alcanzar ese nivel: «Cuando una pieza, de pai del tamafio de un galén cueste un chelin, todo hombre pobre © industrioso secibicd pare su subsistencia tres chelines. semanales, © los obtendra de su trabajo, 0 del de su familia, o del subsidio formado con la tasa para pobres; y para el sostén de su esposa @ de cualquier otra persona de su familia recibir un chelin. y seis peniques. Cuando el teozo de pan de un galén eueste un chelit ¥ cuatro peniques, todos 1os hombres pobres ¢ industriosos recibirin cuatro chelines semanales para su subsisteacia, y un chelin y diecitle enigues para el de otro miembro de su familia. Y asi en adelante, dle forina proporcional..» (cit: en J. L. y B, Hammond, The Vlge Laborer, Londies, 1911, pag. 139) 3 Asf, el impusto de pobres sirvic hasta 1834 —fecha en que fueabolld— para mantencr bajos los salarios agricolas, asepurando # los ttabijadores el minimo vital, pero excluyendo toda mejora de su situacion, a: ducto terminado, pagando a destajo la labor efectuada, ¥ las diversas operaciones podian sep confiadas a distintos SMipos de trabajadotes especializados, las condiciones del trabajo Los tejedores usaban la méquina inventada en 1733 Por él relojeto J. Kay (fly shuttle), que permitia a cada Speratio trabajar solo en el telar, cin fy ayuda de un de ee cl catpintero Hargreaves inventé un auevo tipo Ge Eiiquina de hilar Gem), que hack Pesible que un Solo operatio manipulara més hilos ASt la jenny y Ia fly shuttle entrazon en las casas rurales de los distritos laneros algodonetos, modificando el ritmo de vida de cada uno de los componentes hibiles de la famil ‘ nuevo telar hidraulico, Estas invenciones dieron a las hilandertas una ventaja temporaria sobre las tcjedurias, hasta que en 1784 el Feverendo EB, Cartwright invents la primera tejedora me- 18 fanica; poco después, entre 1785 y 1790, se encontrd Ja forma de sustituir la energia hidraulica por la maquina de vapor de Watt, patentada en 1769. La industria textil se vio obligada, pues, a abandonar Ja antigua organizacion dispersa y a concentrane cal Brandes tabricas en Jas que se dispusiera de la fuera mottiz necesaria, primeto cerca de los cursos de agua ¥ luego de las minas de carbén, indispensables para | alimentar la mdquina de Watt. A su vex, la maquina de vapor permitié resolver de forma definitiva la elisvings cidn de las infiltraciones de agua en las excavaciones, tevolucioné la técnica de extraccién del carbon y trans- formé la propia mina en una fibrica moderna, En el mismo periodo pasé a ser de uso comin la pazncion de Darby pata remplazar el carbon de coque Por el carbén vegetal en la claboraciGn de los minercles fettosos, y en 1783 H. Cort encontré el modo de utiliza, €l catbén también en los procesos de forja y laminaci 5 la siderurgia pudo alimentar la naciente industria octet? €4,-y tanto las fundiciones como los altos hornos se Hasladaton de las regiones boscosas a las mineras, con 4o cual favorecieron el nacimiento de grandes instalackn nes de ciclo completo, Asi, en cl transcurso de una sola generacién, de 1760 4 1790, se realizaron progresos técnicos que posibilitaron ua aumento. itimitado de la produccién industrial; el desarrollo de las industrias y su concentracién en grandes talleres atrajeron a numerosas familias; de los distritos Gann Produccion de hiesto pass de 17.000 toneladas en 1740 Coan? €8 1830; la industria del algodén claborsba ce Hee Cognito se lnventé la fms) 3.800.000 libras anuales, aoe asaron ce 1775 —con eliadvenimiento del tclar de vapor 4 13 millones, Coe [> llones y en 1830 2 273 millones de likes (cf {9s gOaRAlOs Le orient dll grande indutriaeontemporamas, Poe i, 1951 19 agricolas del sur a los minetos del norte y centro, y las trasladaron de Ins aisladas viviendas de campo, a los compactos barrios construidos en las proximidades de las fAbricas; asi nacieron, de pronto, nuevas ciudades, y muchas de las antiguas crecieron de forma desmesura. -da.4 La asociacidn entre Ja industria y la ciudad fue pronto muy s6lida: en las nuevas ciudades, crecidas fuera del sistema tradicional de burgos y parroquias, empresatios y obreros podian eludir los vinculos anacrénicos del sistema corporativo isabelino. Los empresarios podian ~ contar con una reserva de mano de obra siempre abun- dante y sustituible, en tanto que los trabajadores, aunque explotados cruelmente por los nuevos patronos, encon- traban en la ciudad una mayor variedad de clecciones y una posibilidad de reconocerse como una eategoria, de organizarse en defensa de intereses comunes.5 Mientras tanto, a consecuencia de las exigencias del co- mercio, y en especial para cl transporte de mercancias de poco precio y pesadas como el carbén y los minerales fertosos, se tenové Ia red de vias de comunicacién; Jos intransitables caminos parroquiales fueron sustituidos a partit de 1745 por nuevas carreteras de peaje, construi- das_por compaiiias privadas; los estuarios y el curso 4 Manchester, que en Ia mitad del sigioxvirr era una aldea de 12.000 habitantes, se convierte ca 1800 en una ciudad de 95.000, y en 1850 tiene 400,000 habitantes; entre la mitad del siglo sym y Ia del xix, Glasgow pasé de 30.000 a 300.000 habitantes; Leeds, de 17.000 a 170,000. En Francia, Mulhouse pasé de 10.000 habitantes en 1812 a 36.000 en 1936; Roubaix tiene 8.000 en 1816 y 68,000 en 1866 (cfr. P. Lavedan, Historie de Purbanisme, vol. ll, Paris, 1958) he § Las primeras asociaciones obteras, surgidas como antitesis de las corporaciones tradicionales, incurfen en las prohibiciones de 3, Una parte de la periferin de Nottingham, donde los bloques si- Has fmneera de 1298 7 dele inglesa de 1800, revocades cespectira- MMMMMMN scuslUIB Golbs cuties Ge oe Line, Tas RENE mente en 1813 y 1823, y 8 4 eo eens, ee 20 - Hy \ a stented a AE stat 9s 6: Ee de los los navegables se unieron por nuevos canales después de 1760; otras compafiias privadas organizaron ~€n caminos y canales un servicio regular de diligencias y barcos para el transporte de pasajetos y mercancias ~ Eh 1767 R- Reynolds construyé la primera via Férrea para el transporte de carbdn, y en 1801 entrs en servicio el Surrey Iron Railway, la primera empresa ferroviaria Para el transporte de mercancias; pero solo después de 1825, Inego de la invencién de la locomotora de Stephen- ~Son, comenz0 el desarrollo de las tedes ferroviarias, que Puso un sello tan decisivo en los. decenios posteriores, 1 ph telacién con la nueva ted de transportes y. con cl movimiento comercial en creciente éxpansidn, es preci- so valorat el ascenso sin precedentes de algunas ciudades, hacia las cuales convergian las rutas comerciales y en Ias que se concentraban centros de decision, financieros y administrativos, de la nueva economia, Ya a fines del siglo xvi Londres tenia un millén de habitantes, y en 1841 contaba con 2.235.000, superando a cualquier otra ciudad del momento o anterior. Este conjunto de transformaciones hizo cambiar de domicilio y modo de vida a la mayor parte de la poblacién inglesa, y alter la utilizacién del suelo y el paisaje mismo. BI cardcter de los fendmenos es nuevo en todos los sentidos —la multitud de habitantes, el nimero de nuevas casas, la capacidad de las nuevas instalaciones industriales y comerciales, los kilémetros de nuevos caminos y cana- les, la cantidad de vehiculos que circulan por las calles j de las ciudades—, y la velocidad de las transformaciones catece de precedentes: ciudades que nacen y duplican Sus proporciones en una generacién, iniciativas de espe- culacién que se concrctan de repente en forma de estable- cimientos, caminos, canales, minas abiertas en pocos aiios cn el paisaje agteste y virgen, altos hornos y chimeneas erguidos hacia el cielo, junto a las torres de las catedrales ae a : , ee La cultura politica y econdmica de la época se_vio afectada, no tanto por todo lo nuevo que se construia, como por la caida de las estructuras tradicionales, y ¢€s testimonio sobre todo de Ia oposicién a los vinculos y a las instituciones que obstaculizan Ia libre expansion de las nuevas iniciativas, Los reformadores politicos adoptaron la critica racio- nal para acabat con los privilegios del absolutismo, de Ia jerarquia social, del dirigismo econémico, y mientras estudiaban con cuidado las garantias del ciudadano contra Jos abusos de la autoridad, dejaban en segundo plano la forma de organizacién del nuevo Estado, concebido fundamentalmente como un espacio vacio en el que el individuo y el poder puiblico se encontraban directamen- te, haciendo abstraccién de toda estructura intermedia que impidiera sus relaciones: la realizacién del ideal de- mocriitico parece, en efecto, condicionada a la absorci6n de todas las «sociedades parciales» en la areptblicar so- berana.6 Si bien este planteamiento tedrico coloca en primer plano los problemas politicos generales y constituciona- les, menosprecia, sin embargo, los problemas organizati- vos parciales 0 los reduce a simples deducciones de los enunciados tedricos generales. Todas las dificultades encontradas, vineuladas con la supervivencia de alguna institucién tradicional, favorecen Ja formacidn de teorias que excluyen toda forma de intervencién publica en ese sector, Durante la crisis de 1797 Malthus enuncié su teoria de la poblacién, en Ja cual demostraba Ia inutilidad de todas las leyes de ayuda a los pobres, y en 1817, durante Ia depresién de posguerra, Ricardo publicé su tratado de economia © is la terminologia de Rousseau en el Centrato social de 1762 24 uy =} INGHILTIERRA t GALtes Principall eanali e fiumi SCOTLAND « alVinizio del XIX secolo 1 Xancril eae eee Canett tans, Fount 5, La red de fos y de canales navegebles ingleses en 1800 (de 1. L, Bogart, Historia econimica de Europa). 6. Vista de una ciudad eacoliea en LMU (de A. W. Pugin, Contrasts, 1836). politica, en el cual sostenfa la necesidad de abolir los impuestos y tasas. ‘Asi, mientras el pensamiento liberal lograba eliminar Jas antiguas restricciones legales y consuetudinatias —co- sa que en Europa y América se realizé casi completamen- te entre 1776 y 1832—, In ciudad y el campo quedaron practicamente privados de adecuados controles utbani cos. La parte mas progresista de la cultura econémica,y politica convencié a los gobiernos y a la opinién publica de que no debian entrometerse ¢ inclusive, que no tenian que reconocer los problemas derivados de las transforma- ciones en curso en el tertitorios, desacredit6 y debilité los tradicionales métodos de control urbanistico, sin pro- poner otros, con lo cual impulsé en esta materia una absutda extensi6n del da/ssex faire (Adam Smith aconseja- ba a los gobiernos que se liberasen de sus propiedades para pagar las deudas) Las sistematizaciones urbanisticas barrocas, y sobre todo algunas composiciones dulicas de la primera mitad 26 Be \eensssniaslel 7, Vista de una ciudad catéliea en 1840 (de Pugin). del siglo xvrtr, anticipan en ocasiones, de modo sugesti- vo, la dimensién espacial de la ciudad moderna (podemos figurarnos las calles arboladas de Versailles transformadas | én los boulevards de una ciudad de fines del siglo xx, | del mismo modo que, efectivamente, la estrella diseftada por los jardineros reales en los Campos Eliseos se conver- tird en el trazado de la Fitoile haussmanniana), pero se manticnen totalmente ajenas a la dimensién temporal que a partir de entonces condiciona de manera tan decidi- da el nuevo ambiente urban. La ciudad antigua cambiaba con tanta lentitud, que en cualquier momento se la podfa considerar inmévil durante un tiempo indefinido. Sistematizar una plaza, an barrio 6 una Ciudad significaba imponer, de una ‘vez para siempre, una forma arquitect6nica precisa, dota- da de margenes suficientes para absorber, sin modifica- clones, los previsibles crecimientos futuros. Fin otras ‘palabens, sigaificaba aplicara una realidad en movimiento [snto Ja aproximacién plausible de una imagen en rigor invariable, 8. Paris, plaza Vendome (vista del plano de Turgot, 1734). La plaza fue proyectada por Mansart entre 1685 y 1699, en honor de Luis XVI. Cuando los terrenos se pusieron en venta, se habia es- tablecido que «los compradores de los terrenos orientados a la plaza se convertitian en propietarios de las fachadas que Su Majestad man- dase construir y podrian adquirir la longitud que desearan, siempre ‘que no fuera menor de dos vanos. Los compradores de los terrenos alrededor de la plaza y de las calles citeundantes no deberfan pagar ningin derecho por dicha adquisicion salvo los derechos sefioriales debidos a los propietarios anteriores, segtin el decreto del Consejo de Estado del 2 mayo 16860, 9. Paris, Plaza de la Concorde (de R. Auzelle, Encyclopédie de Parba- ism.) (Pég. siguiente), Gabtiel proyectd en 1757 la decoracién de la plaza, dedicadaa Luis XV, con el trazado en jardines hacia las Tulletias los Campos Eliseos, la perspectiva hacia cl palacio Borb6n, y las fa- chadas de los dos edificios al comienzo de la rue Royale, pero no proyects los edificios, y dej6 2 los propietarios la facultad de cons- teuir evando y como qusieran, salvo los limites impuestos por la uni- formidad arquitectdnica, «La Municipalidad se encargari de la cons- truccién de las grandes fachadas sobre la plaza y de sus lados sobre las avenidas; el terreno en el cual se encuenteen tales fachadas conti- ua perteneciendo a.los mencionados propietarios, junto con las fachadas que la Municipalidad cederd en las siguientes condiciones: 350 liras por toesa de columnata, 300 por tocsa de fachada, 250 por tocsa de los lados que dan a las avenidas.» (I. Insolera, Aipetti del ‘Pacsiguio urhano di Parigi, en «Uthacistica», sim. 32, pig. 21). qj ’s Square y el Royal Crescent (de 10 y 11, Bath, 30 roma Rue de Rivoli. La fachada fue disetada por Percer Fontaine, en 1806, ¢ impuesta a todos los edificios ee Gian, ne adi Gels avenida, Bo este casola Municipalided proporeie sel aclojnnldleehol|y 8:)6)a)Ios\propletarion| prvadea ere ia, kastos de la construccidn princi tes los ordenamientos constuctivos de John Nash pata el Pree tegente (de H.R. Hitchcock, Arsbitetin, Ninoreoo oer menz6 el proyecto en 1812, para valoricar serene eno de propiedad de la Corona, Entre 1820 y 1690 Sercaled ol parque pablico —Regent’s Pak—, con ls casas Liteon dantes, al ticmpo que se abtia la nueva via de acceso de Piccadilly Aireus — Regent's Strest— a través de ua populiso baie ee crnbaienl settos de los edificios en tomo. al parque y la eal trabajando siempre como empresatio privado, mienat que en 1813, er ienpetintendente general, tuvo la oportunidad de coordinat las iniciativas de otcos empresatios y disehack lores. Nash conté con ia golaboracién de Humphry Repton para In sistematizacion de » Alin canal — Feiroie 15. EI desarrollo constructive de Manchester ( Las wiles, ; 42 {880M CE) dain ion Canale mating de P. George, Hste dibujo basta para caracterizar el absurdo planeamiento Utbanistico en todo el barrio, en particular In parte. vecina Al Ink. La orilla meridional del Irk es muy escarpada, y de una altura de quince o treinta pies; sobre esta verticnte Ke hin construido cuando mucho tres hilerns de casis, la MMS jade las cusles esti junto al rio, en tanto que la Wiehida dle ta mas alta se encuentra al nivel de la cima Tiveolina, en Long Millgate. En el medio, cerca del rio, in las fibricas, Abreviando, el modo de construccién WHA tan apretado y desordensdo como en la parte inferior Bog Millgate. A la derecha ¢ izquierda tina cantidad Hos Cubiertos conducen de la calle principal « numero- HO allenerar cn los cuales se cae en una inmunda di suciedad, sin parangén, en especial en los Wanal Ink y que abarcan las més horribles habitacio. @ conocido hasta shora. En uno de estos patios, ludonice termina el pasaje cubierco, hay una lettina W tan suc, que parm entrar al patio o salir de ae 43 41 los habitantes tienen que atravesar una ciénaga de orina y_exerementos piitridos, que Ja circunda. Si alguien desea Visitarlo, es el primer patio vecino al Irk, sobre Ducie Bridge Abajo, junto al rio, hay muchas curtiembres que Ilenan todo el barrio con el olor a putrefaccidn animal. A los patios de abajo de Ducie Bridge se desciende, en general, por escale- tas estrechas y sucias, y sdlo se Iega a las casas caminando Por sobre montones de residuos ¢ inmundicias., El primer Patio de abajo de Ducie Bridge se llama Allen’s Court, y en la epoca del célera se encontraba en tales condiciones, que la policia sanitatia lo hizo desalojar, limpiar y desinfectar con cloro; en una publicacién suya, el doctor Kay! hace una aterradora descripcién de las condiciones en que se halla- ba ese patio en dicha época. Parece que desde entonces ha sido demolido y reconstruido en parte; sin embargo, desde Ducie Bridge se ven, todavia hoy, algunos muros en ruinas y altos monticulos de desperdicios, junto a algunas casas de nueva construccidn. La vista desde ese puente —pia- dosamente sustraida a la mirada de los mortales no demasiado altos por un parapeto de Ia altura de un hombre— es en general caracteristica de toda la zona. Abajo corre, o mejor dicho esta estancado el Irk, un tio estrecho y negro, hediondo, repleto de desechos y residuos que bafian la orilla derecha, mis baja. En tiempo seco se ve sobre esa orilla una serie de tepugnantes cenagales fangosos, verdosos, de cuyo fondo suben continuamente burbujas de gas miasmatico que difunde un olor insoportable, inclusive para quienes se encuentran sobre el puente, a cuarenta o cincuenta pies sobre el nivel del agua. Ademés, 2 cada paso el rio mismo es obstaculizado por altos diques, detris de los cuales se acumula denso cieno y se pudren los residuos y el fango. En la parte superior del puente hay grandes curtiembres; més arriba aun, tintore- s, moledoras de huesos y gasgenos, cuyos canales de desperdicios se vierten todos en el Irk, el cual recoge, ademis, 1 Tbe Moral and Physial Condition of the Working Clases, Employed in the Cotton Manafactare in Manchester, by James Pb. Kay, Dr. Med., Londres, 1832 (N. de Engels), 44 'y, dada ta inclinacién del rio, se ve un pedazo Tis letrinas y cloacas cercanas. Puede, por jinurse de qué naturaleza son los residuos que de #f, Al pie del puente se ven las basuras, Ih suciedad y Ia ruina de los patios que dan pada orilla derecha; cada casa se apoya en todo ello ennegrecido por el humo, ruinoso, Wi 108 Vidrios y los marcos de las ventanas rotos. 4 parecidas a cuarteles, constituyen el fondo2. Aueva [...] se extiende mas alla de la ciudad Aiguicta crece In hierba; las casas, 0 mejor | estin en pésimo estado, mal conservados, On s6tanos que se usan como habitaciones; vin pavimentadas ni tienen desagiles, pero jetnbles cerdos encerrados en paticcitos o tad de pasearse por la pendiente. El barro Jos puede atravesar sin hundirse hasta los puso, Cerca de St. George’s Road las consteuc- y forman una serie de calles, callejones fos internos y espacios abiettos, tanto més idenadamente dispuestos cuanto més cerca- fe It ciudad. En compensacién, son mis frecuen- wwimentadas, 0 por lo menos provistas de ffi uicer aqui algunas observaciones generales Ae construccién propio de los barrios obreros Hemos visto que en la ciudad vieja el azar Tile! reagrupamiento de las casa’ Cada casa “faa Consttaida sin tener en cuenta a las demés, y los espacios libres que quedan entre tas viviendas se designan don el nombre de patios, 4 falta de otro mejor. En las partes relativa- ‘mente auevas del mismo barrio, y en otros barrios obreros, que fueron construidos en los primeros tiempos del loreci, miento de la industria, encontramos una disposicién, mis Sistematizada. Fl espacio entte dos calles esté dividido en Patios més regulares, en general de forma rectangular; mas © menos de la siguiente manera calle dispuestos asi desde el comienzo, y se llega a ellos desde Ins calles por cotredores cubiertos. Peto si el complicado Thode de conseruccién, sin plan alguno, era ya nocivo para {os habitantes, por el impedimento que sigaificaba pat la buena ventilacién, este método de encerrar a los cbreros £8 patios cerrados por todos los lados es todavia mis perjudi- cial. El aite no puede salir, y las chimenens.de las casas, cuando esti encendido el fuego, son las tnicas vias de escape ara el aire viciado de los patios, A cllo se agrega el hecho ak que las casas en torno a éstos son en general dobl dias de dos en dos por el muro posterior, y esto ya es suficieure Para impedir una buena ventilacién. Y como la administeacion, dle las calles no) Se preocupa por el estado de los patios En cnestion, pues todo lo que se arroja puede permanccer tranguilamente en éllos, no hay que asombrarse de la sueiedad ¥ de los montones devceniza que alli se encuentra. ;He visto Patios —en las cercanias cle Millers Stzcet— que se encuencran 46 jo del nivel de Ja calle y que no tienen jini eheatzar las aguas pluviales! En tiem- Jehles ke pasd a otro modo de construir, que generalizado, Los coffages para obreros no se Bopeptrad, sino casi slempre por docens Fun solo empresario construye usda_o dos Bap et sors des siguiente mars €onstituido por los co/tages de la primera fila, iquieflo patio, y que son los que pagan el alqui- ‘Wetris del muro del patio de estos cottages sour yosta, 1a calle secundaria (back-street), oe ia jones en los dos extremos y en la que desemboca in estrecho caminito o un pasaje cubierto, Los din a esta calle pagan un arriendo més. bajo lis y estin en general mas descuidados. Tienen ferlor en comtia con la tercera serie de cottages, paille del otto lado y pagan un’ artiendo ean yimera fila, pero superior a los de la segunda. tercera hileral = ceva < < ZLLZe hilera central Milk por lo menos ro es peor que la de las constrie= pondientes al antiguo sistema; pero los de In dl eatin cuando menos tan mal yentilados como Tos patios, y el caminito interno es tan sucio My i ; } } como los patios. Los empresarios ptefieren este tipo de cons- Pills obreras de nueva construccién, truccién porque les ahorta espacio y les permite aprovecharse cilles internas o sin observar bien mis de los obreros mejor pagados, por medio de los més casas mismas, no se puede dejar de clevados alquiletes de las’casas de la primera y tetcera filas, feldn de los industriales liberales, de que Estos tres tipos de cosfages se encuentran en toda Manchester, en todo Lancashite y Yorkshire, a menudo confundidos, loro si se observa mas de cerca, se advierte eto mis gencralmente diferenciados, de modo que pot ellos [st0S co/tager tienen el minimo espesor se puede deducit la edad relativa de las distintas partes de exteriores, que sostienen el sdtano, la la ciudad, El tercer sistema, el de la calle interior, predomina | W) teeho, tienen, cuando mucho, el espesor de manera decidida en los grandes barrios obreros del este modo que en cualquier capa horizontal de St. George’s Road, en los dos lados de Oldham Road los por cl lado més largo;. pero he y de Great Ancoats Street, y es también el més difundido de la misma altura —y algunos todavia en los otros barrios obteros de Manchester y sus suburbios, con paredes exteriores que sdlo tenian io Iadtillo, y éstos se unian entonces por hho, Esto se hace en parte para economizar [parte porque los empresatios no son Ids {erren0, sino que, segiin la costumbre inglesa, Jo por veinte, treinta, cuarenta, cincuenta jenta afios, transcurridos los cuales vuelye jetatio con todo lo que hay construido Wicho propictario deba desembolsar nada por ies levantadas. Debido a ello el arrendatacio tilificios de modo tal, que al terminar el plazo pin el minimo valor posible; y como a menudo En el extenso bartio ya mencionado, que se designa con el nombre de Ancoats, estin situadas, en la orilla de los canales, Ia mayor parte de las mis grandes fabricas de Man- chester: colosales edificios de seis a siete pisos, que con sus altas y finas chimeneas dominan los bajos coftages obteros. La poblacién del barrio es, por lo tanto, principalmente de obreros de las fabricas y, en las calles peores, de tejedores manuales. Las calles mAs cercanas al centro de la ciudad son las mis viejas, y por lo mismo las peores; sin embargo, estin empedradas y provistas de desagiies. Me refiero a Ins calles vecinas 2 Oldham Road y Great Ancoats Street. Mis alld, hacia el nordeste, se encuentran muchas calles de nueva construccién; los cottages tienen alli una apatiencia graciosa y cuidada, las puertas y las ventanas son nuevas y con pintura reciente, las habitaciones internas bien encaladas; las calles ‘on mds aireadas, con espacios libres mas amplios y frecuentes, Peto esto se refiere sdlo 2 una parte, y no a la mayoria de las viviendas; a ello se agrega el hecho de que en casi todos los cottages hay sétanos habitados, de que muchas calles estan sin empedrar y sin desagiies, y, sobre todo, que ese hermoso aspecto no es mas que una apariencia. Una aparien- cia que no dura mAs de diez afios. En rigor la estructura de Jos cozéages mismos no es menos condenable que la disposicion de las calles. Bllos patecen al comienzo sdlidos y limpios, los macizos muros de ladrillos engafian a la vista, y si se 71-74 ‘A ello se agrega que estos empresarios, en albafiles, carpinteros o fabricantes, en parte biinuir los beneficios provenientes de los artiendos, Porque se acerca el momento de la devolucién ih que se levantan las construcciones, dedican Wyuna inversion a las teparaciones; y que a causa comerciales y de la consiguiente desocupacién, His quedan con frecuencia deshabitadas, y, por witages se arcuinan muy pronto y se vuelven 48 49 He aquf, en efecto, Ja descripcién de un barrio de cottages arruinado: En un hoyo bastante profundo, contorneado en semicie lo por el Medlock y sus cuatro lados por altas fabricas, altas orillas cubiertas de construcciones y de tcttaplencs, se encuentran 200 cottages en dos grupos, Ia mayot parte con el muto posterior comin para dos casas, y en ellos habitan en conjunto unas 4.000 personas, casi todos irland ses. Los cottages son viejos, sucios y del tipo mas pequer las calles desparejas, Uenas de baches y en la mayor parte sin empedtado y sin desagiles. Por todas partes inmundicias, desperdicios y fango entre charcas permanentes; Ia atmésfera esté apestada por las emanaciones, y se yuelve oscuta densa debido al humo de una docena de chimeneas. Gran numero de mujeres y nifios harapientos vagan por las cerc: nias, tan sucios como los cerdos que hozan en las charcas y montones de cenizas. En una palabra, toda la zona oftece tun aspecto tan desagradable y repugnante como el de {os peores patios vecinos al Irk. La raza humana que habita ea estos vo#tagis semi derruidos, detris de las ventanas rotas y remendadas con papel engrasado, detris de las puertas descui cindas y carcomidas, 0 aun en los sétanos oscutos y htimecios, en medio de esa mugre infinita y ese hedor, en un ambier {que parece intencionalmente cerrado, esta raza humana debe de pertenecer, en verdad, al grado més bajo de la humanida:! tal es la impresién y la conclusién que se imponen con sdlo observar cl aspecto exterior del barrio. ¢Pero qué deci si nos enteramos de que en cada una de esas casuchas, que cuando mucho tienen dos piezas y un desvan, y en el mejor de los casos también un sétano, habitan término medio veinte petsonas, que en todo el barrio existe una sola lettina —natn ralmente, en la mayorfa de los casos inaccesible— para cada 120 personis, mis o menos, y que a pesar de todas ‘as prédicas de los médicos, a despecho de la agitacion de que fue presa le policia sanitaria en la época del cdlera por |s situacién de Ia Pequefia Irlanda, todavia hoy, en el aiio de gracia de 1844, todo esti casi como estaba en 1831? El 50 hetor Kay cuenta que no sdlo los sétanos, sino todos los Pitos bajos son hiimedos; que numercsos sétanos fueron Tellenados de tierra en un primer petiodo, pero poco después Ibs vaci6 de nuevo, y ahora estén habitudos por irlandeses Hie cn un s6tano cuyo suelo se encontraba bajo el nivel lel fo, el agua brotaba continuamente por una boca subterré- Hea cerrada con arcilla, de modo que el inquilino, un tejedor, debia desagorar el sdtano y echar el agua a la calle,4 Mngels describe los casos peores, y no el témino Hedio. Sin embargo, su resefia de situaciones limite esta lificada, pues la opinin publica no las considera ya Imisibles, independientemente de su difusidn estadisti- ‘Tal es el verdadero motor de las denuncias literarias ntemporaneas y de las sucesivas acciones reformadoras, Los inconvenicntes del ambiente preindustrial eran feibidos como un destino ineluctable; existian desde Mempos inmemoriales y parecian —por lo menos dentro (los marcos de cada gencracién— sustancialmente in- iitables, Bh cambio, Ja ciudad industrial es un hecho nuevo, (ido en poco ticmpo bajo la mirada de las mismas TMonAS que soportan sus incomodidades, Es un hecho lular, trastorna las costumbres y la capacidad de repre- lucién cle los contemporéneos, pero en modo alguno € como algo fijo ¢ inevitable, Todavia no se ha Inttado un sistema razonable para controlar sus pro- Pero parece natural que la inventiva del hombre Wi fuerza de las maquinas puedan cambiar su curso, Mi Como han producido esa realidad. spat de comienzos del siglo xix, y es posible contea- FA Sus descripciones otros gscsitos mas antignos que repiten, en forma casi literal, las mismas cosas. Eso hizo Barbagallo, con citas de textos de Vauban (1698), de Boisguillebert (1697) y de Mercier (1783).5 En rigor, Ja diferencia no reside en las cosas que se describe, sino en el tono de las descripciones: triste y resignado en la época preindustrial, de pronto cargado de rcbeldia ¢ iluminado —a pesar de la miseria presente— por la fe en un futuro mejor. La pobreza —condicién soportada durante siglos sin esperanzas de una alternativa razonable— es reconocida entonces como «miseriay, es decir, vista en la perspectiva moderna de un mal que puede y debe ser eliminado con los medios de que se dispone. ‘A. Bevan escribe: «Por miseria entiendo una conciencia general de la existencia de privaciones no necesatias ~y tal es la condicién normal de millones de personas en la moderna ciudad industrial—, unida a un profundo sentido de desilusién ¢ insatisfaccion respecto de la actual situacién local. Es imitil replicar que las cosas, sin embar- go, van cada vez mejor que antes. La gente vive en el presente, no en el pasado. El descontento nace del contraste entre lo que se sabe posible y lo que efectiva mente es, Existe la conviccién universal y justificada, de que la gran masa de hombres y mujeres viven peor de lo que es posible vivir». Por lo tanto, conviene tomar los origenes de la urbanis- tica moderna en el momento en que las situaciones se han concretado en grado suficiente como para provocar no s6lo la incomodidad, sino inclusive la protesta de Jas personas incluidas en ellas; aqui la exposicién histérica debe ser ampliada de las formas de construccién a la © C, Barbagallo, Le origin della grante industria contemporanea, Flo- rencia, 1951, cap. XIX, © Citado en I Monds, 20 de diciembre de 1960. 52 mo » problemética social de la época, mostrar la ubicacién exacta de la urbanistica moderna como parte del intento de ampliar a todas las clases los beneficios potenciales de la revolucién industrial, y poner en claro, de una vez para siempre, las inevitables consecuencias politicas \contenidas en el debate técnico. No por casualidad sucede, p:ecisamente en Manches- tet, en 1819, el primer incidente importante que inaugura os conflictos sociales del siglo xrx: el episodio de Peter- loo, La politica represiva del gobierno habia levado a las asociaciones obreras y radicales extremistas a actuar de comtin acuerdo, Los obreros lefan el «Political Regis- tem, de Cobbett, que desde 1816 se vendia a dos peni- ques, y ¢l gobierno respondia movilizando Ja policia y el ¢jército, ordenando arrestos preventivos, haciendo sus- pender las seculares garantias dal habeas corpus. Bl 16 de agosto de 1819, en el campo de St. Peter, en Man- chester —revela Trevelyan—, se permiti6 la reunion de una multitud ordenada y desarmada de 60,000 hombres, miujetes Y nitios; pero luego los magistrades encargados de la vigilan- ia, alarmados ante la visi6n de una muchedumbre tan enor- me, ordenaron a la policia a caballo. que attestase al orador, el conocido radical Hunt, mientras la reunién se encontraba en su apogeo. Cuando los policias se introdujeron en-la masa humana para cumplit con su misiéa fueron recibidos con gri- tos y empellones, visto lo cual los magistrados ordenaron a la caballeria, mantenida en reserva, que se lanzara a la carga. La tembestida llev6 fuera del campo ala densa masa de seres hu- MANOS que prorrumpian en imprecaciones y gritos, en tanto que la milicia, formada por partidarios de los fories, distribuia wablizos a placer. En los conflictos de ese dia fallecieron por Jo menos doce personas, entre ellas dos mujeres, o mutieron tis tarde, a consecuencia de las heridas recibidas; mas de un -centenar quedaron hietidas por los sables, y varios centenares 53 golpeadas por los cascos de los caballos, 0 magulladas en el tumulto. Las mujeres golpeadas fucron mds de una centena,? Este episodio hirié la imaginacién de los contempori- eos, quienes lo bautizaron con el nombre de «batalla de Peterloo», La historia ha confirmado esta apreciacion, y en todos los manuales el nombre de Petetloo sigue, con significativa simettia, a continuacién del de Water. loo, esclareciendo el contraste entre los esplendores de la politica exterior y la oscuridad de la politica in- terna. Los contemporineos se sintieron impresionados, no por la magnitud de los hechos, ni por la crueldad de los magistrados responsables, que cedieron al panico —no actuaron de acuerdo con un plan preestablecido—, ino por el sentimicnto de inutilidad que pesaba sobre cl comportamiento de ambas partes, bloqueadas en apa- tiencia en un callején sia salida. Al adoptar la actitud enérgica, las autoridades no po- dian esperar resultados razonables y duraderos (desde hacia tiempo la historia inglesa habia hecho imposible gobernar con esos medios); a su vez, los manifestantes —habitantes de las callejas y los patios descritos por Engels— eran movidos por una rebelién elemental, tod: via carente de perspectivas de accién definidas. Cobbett habia inventado un témino significative: /a casa, «para indicar el conjunto de ministros, de ttaficantes electorales, de pensionados, sefiores, eclesiisticos, indus- triales, que encadenaban, tiranizaban, desangtaban a In- glaterray,® y contra una imagen de ese tipo se habia dirigido la ‘protesta de los manifestantes de Peterloo, ain incapaz de apuntar hacia objetivos precisos, 7G. M. Trevelyan, Historia de Ingletrra on el silo XIX (1922) 8 Op. cit. : fl cs 54 “La comprobacién de las incomodidades de la ciudad industrial, y la protesta de sus habitantes, se perfilan, pues, por el momento, en un vacfo ideoldgico que deja a la sociedad de los primeros decenios del siglo x1x temporalmente carente de instrumentos pata cortegir en la practica esos males: las antiguas herramientas, insu- ficientes y desacreditadas; las nuevas, todavia sin indivi- |. dualizar. ' ~ En adelante se trata de lenar ese vacio con una serie | de iniciativas individuales, de proposiciones, de leyes, capaces de consolidarse en una experiencia nueva y cohe- * rente; de precisar, uno pot uno, los lineamientos de la «cosa» para tratar de cambiarlos. El urbanismo moderno no es sélo un intento de repre- sentar en forma visual esas alternativas, traduciendo sus instancias en organizacin de los espacios, sino que ade- mis se ubica de manera conereta como uno de los Factores que colaboran en la construccién de una comunidad democritica, Asi pierde la aparente posicién de alejamien- to respecto de los conflictos sociales, conservada hasta ahora a la sombra del poder absoluto, y pierde asimismo . la aparente capacidad de regular, de una vez para siempre, desde arriba, el equilibrio de las construcciones. Se pre- senta, con mayor humildad, como una de las técnicas necesarias para definir dicho equilibrio; no apunta ya hacia una forma perfecta que es preciso realizar de una sola vez, sino hacia una serie de modificaciones parciales, hacia un razonable compromiso entre las fuerzas en jue- go, que debe renovarse continuamente segiin su moyi- miento reciproco. En el periodo que va de 1815 2 1848 —de Waterloo a la revolucién de febrero—, los aspectos técnicos y los aspectos politicos de la investigacién urbanistica apa recen fuertemente unidos y casi incorporados los unos a los otros. 55 Esta es una caracteristica de la cultura de la époc bastara recordar el caso de Bentham, el filésofo radical que dedicé los mejores afios de su vida y bueria parte del patrimonio al vano intento de realizar su «pandpticon, una circel modelo construida de modo que un solo carcelero pudiese vigilar a todos los prisionetos por medio de un sistema de espejos, sin ser visto por ellos. En el urbanismo, la facilidad con que se vinculaban entre sf los argumentos técnicos ¢ ideolsgicas nos parece hoy desconcertante ¢ ingenua, en la medida en que proce- de de una imperfecta valorizacién de las fuerzas actuantes y de los verdaderos obstéculos que se debia superar, Y que surgirian 2 la luz, de manera gradual, en los petiodos sucesivos. Pero esta capacidad de vinculacién sigue siendo fuertemente sugestiva, y constituye un testi- monio de la unidad ideal que subyace a las diversas experiencias urbanisticas del siglo xix, orientadas, des- pués de 1848, en un sentido notablemente divergente. Por ello dicho petiodo —que para los efectos de las realizaciones conctetas es més bien la prehistoria del urbanismo moderno— es, a la inversa, rico en temas metodolégicos por lo menos significativos. A partir de entonces surge a la luz el doble caracter, cientifico y moralista, del urbanismo moderno} se deli- nea Ja particular combinacidn de impulsos que distingue tan bien Ia accién responsable de sus promotores y la subalterna o literariamente evasiva de los artistas de un periodo, y que puede describirse con las palabras de Brecht: desdén y tenacidad, conciencia y rebelién, comprension de la parte y del todo. 9B. Brecht, La linea de conducta, 1932, 56 Fa el Ambito de ese esfuerzo hay dos lineas de accién que, por el momento se presentan claramente divididas: Jas que se aproximan a los problemas del urbanismo modernoa partir de un modelo ideolégico global, presen- tado como alternativa de la ciudad existente y que se trata de realizar experimentalmente, lejos de ésta, 0 bien a partir de las exigencias técnicas vinculadas al desarrollo dela ciudad industrial, y que trata de corregir sus defec- tos. Las dos lineas tienden a unirse e integrarse, porque las tentativas de realizar modelos teéricos llevan a las teorfas a encontrarse con Ia realidad, en tanto que las medidas para resolver los problemas técnicos arrojan luz sobre las vinculaciones entre los diversos problemas, y, en definitiva, sobre el problema unitario de la planifica- cidn territorial. Por consiguiente nuestra exposicién se dividiré en dos partes: en la primera se hablard de las utopias del siglo xx —las de Owen, Saint-Simon, Fourier y Cabet y de los experimentos para ponerlas en practica; en Ja segunda se examinaran las experiencias tedricas que alteraron cl equilibrio tradicional de la utilizacion del suclo ¢ introdujeron por lo tanto, la exigencia de un nuevo equilibrio calculado, Como veremos, los prineipa- Ies problemas no provienen de los grandes trabajos publi cos, sino de los pequefios inconvenientes de orden higié- nico de la ciudad industrial, que dependen de una combi- nacién de muchos factores y exigen una legislacion que pronto se extiende del campo sanitario al urbanistico en general. 57 BUILDING AND FURNITURE INDUSTRY-HOUSE ESTABLISHMENT, FOR 2000 PERSONS, OF ALL AGES. FANOPTICON OR CENTRAL-INSPECTION PRINCIPLE, —— ‘GEp For the Explanation of the several Figures of this Pave, seo “Outline fof Work, entitled Pavree Maxsozmest iurzoven;" Dentham's Works, vol. viii p. 969 to p. 499, ‘The Ranges of Bed-Stages and Cribs are respectively supposed to rou from End to End of the radial Walle exhitited in the Gracso Pua: they are tere represented as cut through by & Line parallel to the Side of the Polygon: in the DelStayes, what is represented as one in the Draught, in proposed, to ‘bon txy in the Description, Fra. 1—Exevarton, Figure 258 19 y 20, 1 Pandptico de Bentham. 58 Figure 20b x} B58) comenz6 a ganarse Ia vida feado de comercio en Londres; ~ ys mAs tarde, con algunos socios, las de New Lanark, en Escocia. le In Sociedad Literaria y Filosé le conocié a Dalton y probable- (influencia del doctor Perceval, promotores de la legislacién fabril. B14), uno de los filésofos radica- ¢] gobierno durante el periodo de ta lograda como operario y luego btrlal, tienen un acento original, » impacto cn el ambiente contempora- self-made man veorizado por los le forma preponderante la suerte mejorar esa suerte, entonces, lente, que debe ser reconstruido antes de pensar en otro beneficio al/p colectivo. nto en prictica estas ideas en Jas hilanderfas de New Lanark, en las cuales introdujo T lipitt, sobre las cosas naturales y artificiales, tuna serie de mejoras en el trato a los obretos: mejor horas de ensefianza para los nifios demasiado | paga, horarios reducidos, viviendas dignas y, en 1816, Inabijir, los locales serén aseados, ventilados, un singular centro denominado Institucién para la For- Simiaaar coldetdos, cle modo. que sempre eee ean Cocieiee Hinds para recibir a otros sectores de la poblacién, los Icales serin frecuentados por jévenes dice el propio Owen en el discurso inaugu- eeumpercedos #1 trabajo) durante cl dia, Tonarse en la lectura, escritura, célculos, cocina La Institucir ral— esti destinada sobre todo a recibir a los nifios desde Jos primeros afios, a partir del momento en que se encuentran en condiciones de caminar. La zona central de la planta baja les pertenece, y en ella pueden jugar y divertirse durante el mal tiempo. Cuando haga buen tiempo, en cambio, podran ocupar la sala delantera del edificio. Poco a poco iran crecien- do, se distribuirin por las habitaciones de la izquierda y Ja derecha, donde seran instruidos regularmente en los prime- ros rudimentos del saber, a fin de que antes de los seis afios estén en disposicida de recibir una ensefianza ms com- pleta. Después de haber pasado por estos cursos régulares erin acogidos en las zonas en que ahora nos encontramos (atilizables también como capilla) que, con las habitaciones Citcundantes, funcionarin como escuela general, para leer, escribir, hacer cuentas, cocinar y tejer; todo ello, segiin el plano en que deba ser realizado, se hari con considerable amplitud hasta la edad de diez afios, antes de la cual aingia nifio podra ser admitido en el trabajo. Pata beneficio de In salud y del espiritu, nifios y nifas recibiran lecciones de danza, y los varones hardin ejercicios militares; los que tengan buena voz aprenderin canto, y Jos que posean oido musical aprenderin a tocar algiin instru- mento musical, De hecho, sc ha pensado posibilitar tantos tipos de distracciones inocentes como permitan las circunstan- cias locales de las instalaciones. Las habitaciones del este y del oeste de la planta baja también estardin destinadas, durante el mal tiempo, a la distrac- cién y los juegos, para los alumnos de la escuela regular. MDS be Iebobitants of New lonark, Delp De este modo I institucién estaré ocupada de dfa durante ih or the Formation of Character, on the ist la mala estacidn, En verano se entiende que los nifios recorré- Ip View of Society and Otber Writings, Lond, tin con frecuencia los alrededores, con los maestros, para ; Infetiotes, que en invierno serin también leados, estarin reservados a la poblacién Heontraré todos los medios para aprender a iiloulas, cocinar, o aun para jugar, conversa POF Sen‘ana se tocaré musica y se bailar, pero its las ptecauciones para permitir que quicn uidlie © continie las ocupaciones propias de de las secciones sera asimismo utilizada imi impartir ensefianzas a los habitantes de de beneficios podria en teoria dispensarse § 6h habitats pequefios; pero es preciso comen- I 110 solo a los hijos de los habitantes Wi los que vivan en Lanark o en las vecinda- Af en condiciones de educar a sus hijos @nviarlos aqui, mencionando simplemente ‘erin objeto del mismo tratamiento que Al establecimiento. 62 63 Ciettamente resulta dificil sustraerse a Ia fascinacién Hill efectos tan prodigiosos; la consecuencia de este discurso de 1816 en el cual, por primera vez, Histhinucién de Ia demanda, Cuando debido una empresa filantrépica se concreta en una organizacién lo reducir las fuentes de abastecimiento, educativa estable y, partiendo de la educacién, tiende Hionito demostrado que la fuerza mecinica a abarcar la vida de toda la comunidad, completando MAY arata que el trabajo humano. A conse: cl trabajo en la Fabrica con el estudio y el tiempo libre, Ii primera fue mantenida, y el segundo y destinando a cada funcién un espacio y un tiempo BAtonces pudo ser obtenido 2 un precio proporcionados. ipl absolutamente necesatio para el man- La economia capitalista y Ia nueva técnica del trabajo Individuo a un nivel de vida mediocres, fabril han desquiciado las antiguas formas de construc. Hlente, como la mano de obra humana y cién, produciendo los males y miserias que se comprue- WON consideradas en el mismo plano, «las ban en toda Inglaterra, Pero la misma técnica y la misma HIB poscen medios adecuados para luchar capacidad de previsién pueden ser llevadas del trabajo J mecinica. Por lo tanto puede suceder a las demés funciones de la vida, de la fabrica a la is siguientes: ciudad, lo cual permite entrever una posible desaparicién del actual proceso desintegrador, a consecuencia de una aplicacién unilateral de los mismos principios. La Institucién y los ottos servicios establecidos por Owen en New Lanark funcionaron magnificamente du- Fante algunos afios. Pero, por su naturaleza, la propuesta de Owen tenia que ser generalizada, y al afo siguiente, en un informe relacionado con una investigacién parla. mentatia sobre Ia ley de Pobtes, pesentd su utopia como remedjo universal para el problema de la indigen- cia, 11 ePor qué —se pregunta— existe la desocupacién? Al final de la guerra Inglaterra poseia «una fuerza Productiva con Ja misma capacidad que si su poblacion fuese efectivamente aumentada en quince vecesn, Pero terminada la producciéa de guerra, «las riquezas del mundo resultaron insuficientes para adquitit lo que produ dela energia mecanica debe ser en gran ilo; o eres humanos motiran de hambre para intic el actual nivel productivo; o WO encontrar una ccupacién ventajosa desocupados, a Ios cuales debera sub- JO mecinico, en lugar de encontrarse pcuirre ahora, a sustituirlo». A que la tercera alteraativa es la nica In cle esta manera el objetivo de ta Beformadora: «encontzar un empleo Mlos los trabajadores, en un sistema Binur cl progreso mecénico de forma Hemisa politica —que coincide con Blalismé moderno—, Owen describe U plan: Hnnlo a mejorar la situacién, de los Hprencler medios para impedit que sus Hibitos y para imbuitlos de buenas BR Owen, Report tothe Committe for the Relief ofthe Mansactering Poor, March 1817 (en A New View of Society and Other Writings Pigs. 157-164), 64 65. costumbres; debe prever para ellos una enseflanza y un adies- tramiento oportunos; ofrecer un trabajo adecuado a los adul- tos; ditigir su trabajo de manera que produzcan los méximos beneficios para ellos y para la sociedad: ponerlos en condicio- nes que les alejen de las tentaciones iniitiles, y que unan estrechamente sus intereses y sus deberes. Estos beneficios no puedén ser oftecidos a los individuos ya las familias por separado, ni a masas demasiado numerosas. En cambio, es posible ponerlos en prictica reuniendo en una sola organizacién un grupo compuesto por 500 a 1.500 personas, o un promedio de 1,200 [..] BI dibujo muestra, en primer plano, uno de esos ordena- mientos, con sus anexos y una proporcién correspondiente de terreno, y en el fondo otras aldeas del mismo tipo. Cada aldea comprende un cuadrado de edificios con capaci- dad para alojar a 1.200 personds, circundado por un terreno de 1.000 a 1.500 acres. Dentro del cuadrado se encuentran ubicados los edificios pitblicos, que lo dividen en sectores, El edificio central contiene le cocina publica, los depésitos y todos los servicios necesarios para cocinar y recalentar en forma eficiente. A la derecha hay un edificio con Ia escuela 66 jequetios en la planta baja, una sala de igiir de oraciones en el primer piso. El edificio Fomiprende, en la planta baja, la escuela para yuna sala de reuniones; arriba, la biblioteca Pim los adultos. En el espacio desocupado jnido se hallan distribuidos los lugares para ON y recreacién, los cuales se debe suponer lados. i Iados del perimetro estin destinados a las todo para las personas casacas, compuestas EuAtro casas. El cuarto lado esté reservado os para los nifios que superan el mimero ill 0 que tengan mds de tres aos. En el lado estan los alojamientos para los encargados Jo, en un extremo la enfermeria y en el otro Hl para visitantes. En el centro de otros lados pira cl superintendente general, el sacerdote, y en el tercer lado los depésitos para las para la aldea. Fuera y detrés de las casas, firdines circundados por caminos. Un poco n lado, los edificios para las instalaciones ocluctivas, las caballerizas, el matadero, etc., plantaciones; en el otro lado, el lavadero, Mityor distancia los edificios rurales, con las Tiecesarias para la fabricacién de malta, de cerve- didad que oftecen los alojamientos populares Gue los nifos de mis de tres afios asisten men y duermen en comin (por supuesto, vetlos y conversar con ellos durante las HIM ovasiones oportunas); que antes de aban- Wi Habrin tenido’ una instruccién completa y/o en Io teferente a todos los conocimientos utiles y necesarios; que se dedicarén todos los cuidados a impedir que adquieran los malos habitos comunes en sus padres u otros mayores; que no se ahorraran esfuerzos pata inculcarles las costumbres y las disposiciones aptas para una vida feliz, y para convert los en miembros ttiles y valiosos de la comunidad a la que pertenecen, Se propone que las mujeres se ocupen: —antes que nada, del cuidado de sus hijos y de tener sus casas en orden; —en segundo lugar, del cultivo de sus jardines y la produc- cién de las hortalizas necesarias para Ia alimentacién comin; —en tercer lugar, del trabajo en los sectores de Ia indus- tria que se adapten a sus caracteristicas, pero no més de cuatto 0 cinco horas diarias; —en cuarto lugar de la preparacién de la copa para los habitantes de la comunidad; —en quinto lugar, trabajando periédicamente, por turno en la cocina comin, en el servicio de comedores y en Jos dormitorios; y ademés, si estén convenientemente instruidas, dirigiendo una parte de la educaci6n de los nifios en la escuela. Se propone que los nifios mayores sean adiestrados como ayudantes en Jos trabajos de jardineria o en las ocupaciones industriales, durante una parte del dia, segiin sus capacidadcs, y que todos los hombres se ocupen de las labores agricolas, industriales u otros trabajos utiles para la comunidad, La ignotancia de los pobres, su mala educacién y su falta de un aprendizaje racional hacen necesatio que los hombres de esta generacién estén regular y activamente ocupados durante todo el dia en alguna labor subalterna, aunque de manera que él ttabajo sea sano y productivo. El plan descrito lo permitiré del modo mis amplio, Para dar una idea concreta de las inversiones necesarias para fundar una comunidad como ésta, para 1.200 personas, 68 {erreno, 2 30 liras por acre 1,200 personas Ibllcos deniro de la plaza idero y lavadero Tos 300 alojamientos, a 8 liras , con molino y anexos para la Ti cerveza ‘Tos caminos para las labores agrfcolas '¥ Bastos accesorios la prosperidad nacional. liras 36.000 17.000 11.000 8.000 2.400 3.000 5,000 3.000 4,000 6.600 96.000 mit dividida por 1.200, da una inversiéa de capital “por cabeza, es decir, al 5 por ciento, una renta era parte del documento esta dedicada a un ento econdmico, que parte de las siguien- fon ditigido, el trabajo manual rinde a la comuni- esatio para mantener al trabajidor en W the Connéry of Lanark, Ist of May, 1820 (en dud Other Writings, pag. 276), 3. Es posible hacer que cl trabajo manual, bien dirigido, conserve sus valores en cualquier parte del mundo, con cual. quier crecimiento de la poblacién, todavia durante muchos siglos. 4. Con una adecuada organizacin del trabajo manual, In- glaterra puede encontrarse en condiciones de sostener un “incalculable crecimiento de la poblacién, en la forma mis Ventajosa para sus haoitantes. 5, Cuando el trabajo se organice de esta manera, se compro- bard que no es posible estimular a la poblacion, durante muchos afios, a aumentar, en Ia medida en que resultaria deseable para el bien comin. Por consiguiente, si existe miseria y desocupacién, «es preciso que haya surgido un grave obsticulo artificial, que hace vano el mejoramiento natural de la sociedad, © Dicho obsticulo no depende de Ia naturaleza, sino de la velocidad de las transformaciones en curso: «la falta de trabajo remunerativo para las clases trabajadoras y la consiguiente incomodidad publica derivan del rapido crecimiento de los medios productivos, para cuya venta- josa aplicacién la sociedad ha omitido realizat los cambios organizativos necesarios». Una tesis similar, que destruye el razonamiento malthu- siano hasta entonces generalmente aceptado, sé precisa en términos estrictamente econdmicos: 1, Mientras la productividad del trabajo humano es acte- centada pot los medios técnicos y cientificos, las necesidades fundamentales del hombre siguen siendo las mismas; solo depende cada vez menos de su fuerza fisica y de las contingen: cias vinculadas con ello. 2. El efecto directo de todos los progresos técnicos 0 cientificos es un aumento de la siqueza; Ia causa inmediata de la desocupacién actual debe buscarse, pues, en un exceso de produccién de tiquezas de todo tipo, que no pueden absorber todos los meteados del mundo, con la actual organi- zacién comercial. 70 femos para aumentar en medida Tlentificos de la produccion, & “4, Ta falta de ocupacién no depende de la carencia de “tapitales, o de los medios para aumentar en grado considera- distribucion de ese exteaordinario aumento de los capita- en la sociedad, o sea, hablando en términos comerciales, de Ih falta de mercados y de medios de cambio que tengan “Miisma amplitud que los medios de produccién. De aqui derivan los dos puntos principales del progra~ econdmico de Owen: la adopcién del trabajo humano pmo medida de los intercambios y la creacién de un iereado interno dentro del propio aparato productivo, que fuese ubicado como ocupacién bisica de toda ‘poblacién; el interrogante siguiente —que Ieva el Hiyonamiento al campo urbanistico— es el que pregunta (Cémo pueden ser distribuidos estos nuevos cultivadores elterritorio, y vinculados entre si, para que sus esfuer- produzcan los resultados mas beneficiosos para ellos para la comunidad». ntimero de personas que deben asociarse para ¢l micleo elemental de la nueva sociedad tendra nA eee que oscilar entre un minimo de 300 y un méximo de 2.000, y mejor atin entre 800 y 1.200. 2. El terreno cultivable perteneciente a la comunidad «tiene que oscilar entre medio acre y uno y medio por cabeza; de tal manera una asociacién de 1.200 personas necesitara de 600 a 1.800 acres». 3. La descripcién del niicleo residencial es aniloga a la de 1817; todos los edificios estarin reunidos en una gran plaza, en forma de paralelogramo. Los cuatro lados estarin ocupados por las habitaciones para los adultos, por los dormitorios comunes pata los nifios, los depésitos, los albergues y la enfermeria; el edificio central comprenderé Ia iglesia, la escuela, la cocina y el comedor. Como es esencial que exista abundancia de espacio dentro del perimetro de las habitaciones privadas, el paralelogramo tendra que ser cada vez ms extenso, sea que el mimero de habitantes se accrque al maximo o al minimo previsto, Para alojar a mas o menos habitantes, las casas podrin tener uno, dos, tres cuatro pisos, y por consiguiente se modificaré Ja distribuci6n interna, que sin embargo seré muy sencilla. No serdin necesarias cocinas, que se remplazarin por el tefectorio colectivo. Las habitaciones seran bien ventiladas, ysies necesario calefaccionadas o refrigeradas segiin el siste- ma recientemente introducido en Ia enfermetia de Derby. Para caldear, reftescar y ventilar los alojamientos bastard con abrir 0 certar dos postigos o vatvulas, en cada habitacion, cuyo ambiente sera siempre puro y templado gracias a ese sencillo dispositivo. ‘Una estufa de dimensiones convenientes, ubicada en forma racional, bastard para muchos alojamientos, con pocos incon venientes y reducidos gastos, si su instalacién es prevista en la construccidn [,..]. Dormitorios abiertos sobre jardines, hacia el campo, y viviendas de dimensiones convenientes, dirigidas hacia el espacio interno, proporcionaran a los culti- vadores asociados todas las comodidades deseables. 72 Ia educacién de los hijos, Owen establece esta lina escuela primaria para los nifios de dos a seis | Y Una secundaria para los de seis a doce afiosn. i jardines, como se ha indicado, estardn ubicados en parte exterior del paralelogramo, «y mis alla de ellos, istante distantes como para estar protegidos por una Viitbolada, se instalardn los talleres y las industrias». (Ii vez que empeotaba la situacién de muchos otros, | es una maquina para multiplicar la eficiencia fisica bienestar mental de toda la sociedad en forma ilimi 1 ptoposicién de Owen constituye el primer plan pantstico moderno desarrollado en todas sus partes, le las premisas politico-econémicas hasta el programa ifuctivo y el presupuesto financiero. 4 opinin publica se mostré interesada, pero sobre fhdo sc sintid estupefacta y desconcertada ante el plan Je Owen, El mismo publicé en 1817 algunos articulos de yparte del gobierno y de los periddicos, y aun la icin de economistas como Ricardo, pero fue obje- ficas de la mayor parte de los especialistas, i) Malthus, Cobbett y Place. * : hizo una caticatura de Owen, con el nombre iy 285-286. deyapaper del 30 de julio, 15 de agosto, 19 de agos- 1 deseptiembre de 1817, ee de Mr. Toogood, «el cooperativista [...] que desea dividir cl mundo en cuadrados, como un tablero de ajedrez, con una comunidad en cada uno, en la cual todas las cosas sean producidas una por la otra, y una gran méqui- na de vapor en el medio, como una criada para todo servicion. 18 Lo que muy pronto puso fuera de toda duda sus razonamientos entre los competidores de entonces fue el derrumbe de los términos econdémicos conocidos, y por lo tanto, precisamente, el concepto de la maquina de vapor como «criada para todo servicio» antes que como instrumento para aumentar la produccién indus- trial. Pata nosotros el plar. de Owen aparece como importan- te precisamente porque entrevé por primera vez los pro- blemas organizativos impuestos por el progreso mecini- 0, y porque sefiala el comienzo de la nueva linea de pensamiento de la cual partir, poco a poco, la experiencia urbanistica moderna. En cambio nos parece defectuoso ya que nos encontramos en condiciones de medit la inmensa distancia que existe entre su formulacidn esque- mitica y la problemitica tanto més rica que hacen surgir a la luz los sucesivos desarrollos. En particular, Owen se muestra tan entusiasmado por delinear el nuevo orde- namiento social y espacial, y por predicar el abandono de los vinculos provenientes del ordenamiento antiguo, que deja totalmente en segundo plano el problema de Ja autoridad frente a I: libertad de los individuos, Cuando debe sugerir a las autoridades del distrito de Lanark el método para realizar los paralclogramos, Owen se limita a decir: «Fstas nuevas unidades producti- vas pueden ser promovidas por uno 0 varios propietatios de tierras o grandes capitalistas; por sociedades constitui- 16 itado en B, Russell, Hiteria de las ideas del siglo XIX (1934), "4 \, que tengan fuertes capitales para invertir en obras Hiantrdpicas y publicas; por las autoridades locales que en sustraerse a la carga del. impuesto de pobres; 1 bien por asociaciones de burgueses o de trabajadores We |i agricultura, de la industria y el comercio, que ‘uleran cludir los males del actual sistema. Las nuevas ‘Gomunidades se mantendrin sujetas al gobierno central del pais, pagaran los impuestos en moneda legal (a la 7 «jue comerciaran entre si en la nueva moneda-trabajo) ptoporcionaran soldados en caso de guerra. En cambio, No constituirian una carga para la justicia del pais, pues, como habrian logrado una petfecta armonia, podrian prescindir de los tribunales y las carcelesy. 18 La tentativa de pasar de la teoria a la prictica pone Imuy pronto en claro la debilidad del plan de Owen. Presents sus proposiciones a todos los grandes personajes de su época: al futuro zar Nicolds I, de visita en New Tanark; a Napolen I, confinado en la isla de Elba; al emperador de Rusia, Alejandro I, durante el congreso de Aquisgrin, aparte de los gobernantes de su pais,17 Pero el fracaso sucesivo de sus.intentos lo convencié “de que debja hacer la experiencia por su propia cuenta. Fin 1825 adquirié a una secta protestante un terreno de 30.000 acres en Indiana, donde en 1826 se establecis con Ia familia y un grupo de unos 800 seguidores, dis- puestos a realizar inmediatamente la armonia universal. La decisidn de establecerse en Norteamérica proviene de la costumbre europea, de considerar el Nuevo Mundo como el campo abierto a las experiencias que resultaban _ imposibles en Europa; se vincula, ademés, con las recien- “tes experiencias de los veteranos napolednicos, que des- pués de Waterloo habjan construido en Norteamérica q 1 Report to the Couiry of New Lanark, op. cit. pag. 295, WB, Russell, of. cit, pag. 209. ia 15 el Champ dAsyle, y de los reformadores religiosos alema- nes, entre ellos George Rapp, que precisamente habia fundado la aldea de Harmony, adquirida por Owen. 18 La aldea, rebautizada New Harmony, estaba trazada en damero, con una plaza en el centro circundada por grandes edificios de ladrillo. El duque de Sajonia-Wei- mar, que visité el lugar en 1826, relata: Mr, Owen se alegré de mi visita, y se oftecié a explicarmelo todo. Como el plano calculado por la sociedad de los rappitas no podia adaptarse al de Owen, fue necesario introducir muchos cambios. Todas las casas de troncos de arboles que atin se encontraban en pie tuvieron que ser desribadas, dejan- do sélo los edificios de mamposteria, Aparte de todas las cercas de los jardines privados, result6 preciso eliminar las que ya existian, ademas de las que habia a los lados de Jos caminos principales que atraviesan el tersitorio. El conjun- to debfa asemejarse a un parque, en el cual las casas estuviesen dispersas.19 (Owen atrajo a muchos hombres de cultura notteameri- canos, entre los cuales un grupo de cientificos y educado- es llegados de Pittsburg a bordo de un batco experimen- tal, construido por William Maclure y llamado Boatload of Knowledge. A ellos se agcegé Frances Wright, una escocesa amiga de Lafayette que en 1825 habia fundado Jn colonia antiesclavista de Nashoba, cerca de Memphis. 18 R, W. Leopold, Robert Owen, a Biegraphy, Cambridge, 1940, pig. 25, se refiere a un himao que cantaban los seguidores de Owen ‘en 1825, y que comenzaba asi: Land of the West, we fly to thee Sick of the old world’s sophistry. \8 Bernhard, Duke of Saxe-Weimar-Eisenach, Travels through North America during the Years 1825 and 1826, Filadelfia, 1828, vol. Il, pag. 108. 16 Ilevaron a cabo importantes experiencias, sobre en la organizacién escolastica, pero las dificultades i en tanto que Maclure fundé muy pronto una nunidad disidente, Macluria, poco después imitada otros, hasta que en 1828 Owen se vio obligado \der-Ia propiedad, Luego traté de exponer Ia teorfa [os paralelogramos al presidente Jackson y al general Jeano Santa Anna, pero sin resultado. 20 ielas: Ia clase obrera y las nacientes organizaciones idicales de ésta. Hin 1824 fue derogada la ley que prohibfa las asociacio- de clase y en los afios posteriores se formaron nume- Asociaciones obreras. El movimiento cooperativista Proponer por George Mudie22— fue promovido én activa por William King, quien publicé de 1828 430 el periddico «The Co-operator», y por un grupo In época del experimento de New Harmony, otros seguid: ile Owen intentaron andlogas experiencias en Orbiston, Escocia, Her Comercio cooperative, Is Oldham Cooperative Supply. Mudie fund6 en 1821 la London Cooperative and Economical ington. Cuando Owen regres6 de Estados Unidos, ocupé Ia jefatura del movimiento, fundd en 1832 el National Equitable Labour Exchange (en el cual las mercancfas producidas habrian debido ser compradas y vendidas en moneda-trabajo) y traté de provocar un gran movimiento unitario en favor de la reforma inme- diata de la economia y de la sociedad inglesa. En 1833 los trabajadores de la construccién anunciaron la forma- cidn de la Grand National Guild of Builders, declarindo- se dispuestos a absorber toda la industria de la construe- cidn sobre bases cooperativas, y ofreciendo a los emplea- dores un puesto directivo en la nueva organizacién. Poco después los delegados de las Trade Unions de todo el pais se rcunieron cerca del Labour Exchange para dar vida a una,gran unidn nacional, que llegé a tener un millén de miembros, pero que muy pronto ents en conflicto con el gobierno y se disolvié en 1834, Después de estos sucesos, Owen se mantuvo apartado, pero su influencia continué dando sus frutos. La mayoria de las Trade Unions y de las sociedades cooperativas discutieron con la maxima seriedad la teorfa de los parale- logramos, y se dispusieron a ponerla en prictica; desde 1839 a 1845 funciond una comunidad owenita en Queens- wood, Hampshire. Pero principalmente después de la caida del cartismo, en 1842, la teoria de Owen influyd ampliamente sobre la segunda fase del movimiento coo- perativista, que comenzé en la Sociedad de los Pioneros de Rochdale. Esta fue fundada en 1844 por un grupo owenita que pretendia comenzar con una cooperativa de consumo, 25 A propésito de estas iniciativas se us6 por primera vez, en 1827, en cl «Co-operative Magazine» Ia palabra «socialismo». Véase B.Rossell, op. et. pig. 209, 78 Hn 1848 ented en escena el socialismo cristiano de John Malcolm (que habia estudiado las experiencias fran- sas de Philippe Buchez), y en 1863 se fundé la North if Hingland Cooperative Wholesale Society, que muy ironto se difundié a gran parte de Inglaterra y en 1868 bién a Escocia. Entretanto, en 1852 se habia yotado {ina ley para reglamentar el estado juridico de las coopera- Hivas, y en 1870 se constituyé una Unién Cooperativa Asi, en el periodo de prosperidad posterior a 1846, en el clima politico del nuevo conservadurismo refor- Mista nacido luego de la revolucién de 1848, el ideal swenita se concretaba en un sentido puramente econémi- , dejando a un lado los aspectos politicos y urbanisti- , que Owen consideraba objetivamente inseparables. 24, eieuela saint-simoniana Wuando atin eta nifio, el conde de Saint-Simon 1760-1825) vio que una cartoza avanzaba hacia un chi- juillo que jugaba en una calle, Cualquiet filantropo de Fl modelo urbanistico de Owen fue tomado nego por J. { Morgan, quien en el cuarto decenio del siglo formulé su plan int Christian Commonwealth, publicado en 1850. La nueva {i de construcciones debia llamarse SelF-Supposting Institution ‘garia 2 300 familias que se alojarian en cottages de cuatro Jones, en un terreno del mil acres. Es Ia utopia de Owen, gregado de Ia ayuda religiosa. Uno de los pastidarios de jan foc J. S. Buckingham, autor del plan de Victoria, del shablaré mas adelante corte antiguo habria corrido a salvar al pequefio, apartin- dolo del camino, pero el futuro predicador del socialismo se planté frente a la carroza, y no quiso moverse de alli para que el nifio pudiese jugar tranquilo. ‘Asi anticipaba, a su manera, su estilo propio, distinto del de los reformadores ingleses; la diferente escala de valores, de la cual se nutriria luego la accién reformadora del socialismo francés, La formacién de Saint-Simén y de Fourier, lo mismo que la de Owen, es anterior a la revolucién de 1789, y el primero se encontré personalmente envuelto en fas fases iniciales del movimiento; pero los términos del debate politico revolucionario no dejaban lugar para delinear los interrogantes sociales subyacentes, y sus im- plicaciones de orden urbanistico. Por tal motivo, los origenes del pensamiento urbanisti- co moderno deben ser buscados, en Francia como en Inglaterra, en los oscuros aftos de posguerra y de la restauracidn, cuando la especulacién tedrica efectiia los ptimeros intentos de cubrir el abismo existente entre Ja carga de esperanzas desatadas por la revolucién y Ia realidad de los hechos. En Francia, sin embargo, la decepcién tiene cardcter politico ¢ ideolgico, més que econémico; las consecuen- cias mas graves de la industrializacion y del urbanismo no se harin sentir hasta después de 1830, al tiempo que la attificiosidad de las formas de convivencia tradicio- ales queda al descubierto con el intento, parcial, de restaurar el ancien régime. En ese petfodo adquiere precisién Ia teoria social de Saint-Simdn,25 partiendo del principio de que los indus- triels los tenicos y 1a clase obreta— deberian ocupar 25. R. de Rouvroy Saint-Simon, Du gstime industriel, 18213 Catechisme des industrielty 1823-24; Newvean Chrictianisme, 1825. 80, ‘puestos de mando, desalojando a las antiguas clases Hnlyentes. Después de su muerte en 1825, sus ensefianzas 6n desarrolladas por un grupo de discipulos —Rodri- lie, Enfantin, Chevalier—, que fandaron en 1826 el idico «Le Producteur» y ptepararon, entre 1828 y (30, una exposicién sistemitica de la teoria.2 “Después de la revolucién de 1830 los saintsimonianos [pgraronmayor libertad, obtuvieronel control del «Globe» (e reunieron en una comunidad semimonastica, primero tlt rue Monsigny, en Parfs, y luego en Ménilmontant, Ih vez que establecian el uso de una divisa especial. “Thos leaders de este grupo fueron Barthélemy Enfantin (1796-1864) y Amando Bazard (1791-1832), con el titulo le «peres suprémes». Pero cuando Enfantin enuncié la “{eoria del «amor libre», para sustituir la «tiranfa del matt: {nonio», Bazard se retiré y Enfantin acentué el cardcter {folitico del grupo, hasta que la policia dispers6 el movi- Miento en 1832, Luego Enfantin intentd, en varias ocasiones, convertir 4us ideas al rey Luis Felipe. En 1841 fue nombrado jembro de la Comisién Cientifica de Estudio para Arge-~ Iii,2” y en 1845 secretario de la compafiia de la linea troviaria Paris-Lyon. Participé también en la constitu- ‘cidn de la Société d’Etudes pour le Canal de Suez, des- ‘pués de haber intentado personalmente, en 1837, conven- 1 del proyecto al virrey Mchemet Ali.28 Ni Saint-Simon ni sus discipulos egaron al terreno n técnica (en 1832 Chevalier expuso en el Globe un fantastico plano de is, que habria debido tener la forma de un hombre ] acto de caminat), pero trasmitieron a Ia cultura Pixposition de ta doctrine dt Saint-Siaron, Patis, 1828-30, B, P, Enfantin, Colonization de ? Algérie, Patis, 1834, Tsambert, Les fies sosiales en France dis 1815 4 1848, 1905, pags. 189-191 cid cn 1834, reapareci6 en 1836 con el titulo de «la Phalange» y se convirtio en cotidiano en 1843 con el tf tulo de «La Démocratie Pacifique», hasta que fue supri- mido en 1850. Tin la teoria de Fourier la realizacién de la armonia universal debia llegar en forma gradual, « uavés de ‘ete periodos histéricos. La humanidad se encuentra ctualmente en el transito del cuarto perfodo (barbarie) ‘il quinto (civilizacién), La civilizacién se caracteriza por la propiedad individual incontrolada, en tanto que el periodo siguiente (garantismo) estableceré una serie de limitaciones. De tal manera el desorden y_Ia_anatquia ‘de las ciudades contemporaneas deberin dejar lugar a un orden minucioso. He aqui la distribucién de una ciudad del sexto perio- francesa una aspiracién a actuar en gran escala y un énfasis moralista puesto sobre el valor de las obras publi- cas —los grands travanx—, que luego tuvieron gran im- portancia. Fourier y su influencia en Exropa y America Muy distintas son las ensefianzas de Charles Fourier (1772-1837), carente del entusiasmo civico de los saintsi- monianos, peto antor de una utopia minuciosa y exacta, basada en un fantastico sistema filosdfico-politico. Fourier comenz6 a exponer su sistema en un volumino- so tratado, publicado andnimamente en 1808.29 Conside- £2 inmoral y absurda una sociedad basada en la competi- ‘idn de los intereses individuales o de clase, y propone como alternativa la unién de los esfuerzos para lograr dd un estado de armonia universal. Ello resultaria posible mediante la eliminacién de las restricciones y contrastes que limitan, en el mundo actual, la satisfaccién de las pasiones, y reformando la sociedad de tal manera, que Se garantizara la libre satisfaccién de las tendencias indivi- duales, en el respeto de los derechos y las prerrogativas de los demés. Como no debia tener en cuenta las responsabilidades Opetativas, Fourier retocs y ampli6 en varias ocasiones su sistema en las obras sucesivas. 30 Después de la revolucién de julio obtuvo ua auditorio. ‘més vasto, polemizé contra las otras corrientes socialis- tas81_y comenzé a publicar, en 1832, un semanatio, «Le Phalanstére ou la Reforme Industrielles, que desapa. Es preciso delimitar tres zonas: la primera contiene la vite, 0 ciudad central, la segunda les suburbios y los grandes dificios, la tercera las avenues y a periferia. Cada una de as tres zonas adopta diferentes dimensiones para las construc- » ciones, ninguna de las cuales puede ser realizada sin Ia aproba- cidn de una comisién de ediles, que vigila la ejecucién de Jos estatutos de garantias, cuya exposicién sigue. Las tres z0- has sc encuentran separadas por cetcados, arbustos y planta- clones que no deben obstaculizar la vision. Cada casa de la cifé tiene que estar dotada de espacios libres, con patios 0 jardines, equivalentes pot lo menos a Ih superficie construida; estos espacios serin dobles en la Segunda zona, y triple en la tercera "Todas las casas estardn aisladas y formarén fachadas regula- 6s en todos los lados, con ormimentos graduados segtin Ii zona de que se trate, y quedarin excluidos los muros de apoyo desnudos. La distancia minima entre los edificios “Keri de tres toesas [...}- Los cetcacos s6lo podrin ser muros jnjos, coronados de rejas o empalizadas que dejen libres Ia visi6n por lo menos dos tercios de su desarrollo. 28 Théorie des quatre momements, Lyon, 1808. 80 Traité de I asiociation domestique-agricole, Paris, 1822; Nowsean mon- dt industriel et secittatre,Patis, 1829-30. i ie Pidges et charlatanisme ce denx sectes, St. Sinon et Owes, Paris, 82. 83 ; La separacién se calculard siempre en proyeccién hotizon- tal, inclusive en los terrenos pendientes, y ser4 por lo menos igual a Ja mitad de Ia altuta de la fachada del frente, ya sea a los lados o en la parte trasera. Los techos tendrin que formar pabellones, salvo Ia existen- sia de frontones ornados a los lados, y estarin provistos en todas partes de desagiies que conduzcan el agua hacia abajo.y por debajo de las aceras. Sobre las calles, las construcciones, hasta Ja gotera del techo, no podrin superar en altura el ancho de la calle, Ta distancia « los costados sera, entonces, igual, por lo menos, a 1/8 del ancho de Ja fachada que da sobre la calle [...), Precaucién necesaria para evitar el apifiamiento de la pobla. cién en un solo punto. Los eaminos tendrin como fondo un paisaje campestre oun monumento de argaitectura puiblica o privada; el mond- tono damero estaré excluido. Algunos caminos setin cutvos ¥ Serpenteantes para evitar la uniformidad. Las plazas tendrin que ocupar por lo menos 1/8 de la superficie. La mitad de los caminos estarin plantados de érboles de distintas espe- cies. Hlancho minimo de las calles es de nueve tocsas; para sis- tematizar las aceras, es posible deducirlo, si se trata ‘de sim. ples caminos para peatones, o tres toesas.32 En una ciudad de este tipo uno se podrén construir casas pequciasy, sino mis bien casas colectivas, que fayoreceran Ia concentcacién de los servicios y, por lo tanto, las relaciones mutuas. Esta descripcién anticipa en forma sorprendente el contenido de los reglamentos constructivos del siglo x1x, y les attibuye un valor resolutivo que sera desmentido por la expetiencia posterior; sigue sieado, quiz, la més importante contribucidn de Fourier a Ia prictica urbanis- 3 C. Fourier, Thallé dh lassociation domestique-agricale, en Onwores complites, Paris, 1841, 2.8 etl, t, IV, pigs. 300-502. 84 A futura, Pero para el autor ese sistema de teglas 46lo un elemento de transicidn hacia Ia armonfa univer- Ail, que se realizara en el séptimo periodo. 2 Bin este ditimo, el problema del ordenamiento sera Teplanteado, contraponiendo a la comunidad indetermi- fiida un grupo funcional racionalmente compuesto, la Vilange, y a la ciudad indiferenciada un dispositive cons- ‘Iuctivo unitario, denominado Falansterio:9 Supondremos que-el experimento es realizado pot un sobe- nO © pot un individuo adinerado [..], 0 por una compafifa ‘poderosa, que desea evitar los tanteos y organizar, sin més trimites, la Gran Armonia, el octavo periodo en toda su plenitud. Indicaré el procedimiento que se debe seguir en Bite caso. ; Para una asociacién de 1.500 a 1.600 personas es necesario lin terreno de una legua cuadrada [...]; el lugar tendrd que ‘lar provisto de una buena corriente de agua, sembrado ‘de colinas y adaptado 2 varios cultivos, cercano a un bosque Y poco alejado de una gran ciudad, pero Jo suficiente para ludir a los importunos. El capital necesario, si se piensa en un soberano que entregue gratuitamente los terrenos, es de cerca de 4.000.000 de francos, subdivisibles en 400 acciones de 10,000 francos. Bl ntimero de componentes es establecido por la teotia, que «fija en 810 el mimero de los caracteres distintos que componen la escala completa, o clavier général de Jos caracteres, para formar la Gran Armonia domésticar. ‘Ademés hay que agregar 192, entre nifios y ancianos, 450 omitidos del célculo pot enfermedad, viajes, misio- hes, noviciado o insuficiencia de carécter, y 168 complé- muntaires doublants, como tefuerzo de las clases activas, 88 0p. ct, pigs. 427-468. 85 a En total, 1.620 personas. Los hombres y las mujeres deberin estar en relacidn de 21 a 20, y los ingresos personales variardn entre 20.000 y 50,000,000 de francos. Las ganancias anuales se dividirin como sigue: 5/12 al trabajo anual; 4/12 al capital accionatio; 3/12 a los conocimientos tedticos y précticos. Todos pueden participar en los tres tipos de beneficios, inclusive acumulativamente. La direceiéa de la Falange Prevee para todos los miembtos pobres alimento, aloja- miento y vestidos de tercera clase, y entrega luego el saldo hasta la terminacién del trabajo, El edificio destinado a una Falenge no tiene semejanza alguna con nuestras construcciones de ciudad 0 de campo [..] Los alojamientos, las plantaciones y los establos de tuna sociedad que opera por seties de grupos tienen que diferenciarse en forma prodigiosa de nuestras aldeas o subur. bios, ocupados por familias que no tienen telacién societatia alguna y actéan contradictoriamente; en Iugar de ese caos de casitas que rivalizan entre si en suciedad y deformidad en nuestros arrabales, una Falange consteuye un edificio regu- lar en la medida en que el terreno lo permite [...]. El centro del palacio o Falansterio debe destinarse a las funciones publi. cas, los comedores, salas de consejo, de biblioteca, de estudio, En dicho centro se encuentran el templo, la tour d'ordre, cl telégrafo, las palomas mensajeras, el carillon de las ceremo. las, el observatorio, el patio de invierno, adornado de plantas petennes y ubicado detris del patio de actos. Una de las alas clebe dedicarse a todos los talleres ruidosos, como la carpintetia, In forja y a todas las reuniones de nifios, que por lo comtin son bastante alborotadoras [...]. El otro tla contendt Ins salas de bafto y de relaciones con personas ‘ajenas, para que no estorben las actividades del centro del Palacio y no pertutben las relaciones domésticas de la Falange. El Falansterio debe contener, aparte de otros departamen- tos individuales, muchas salas de relaciones pablicas, que 86 Henominarin «Seristerios», 0 lugares de reuniones y del lMarrollo de las series pasionales [...]. Para no dar al palacio frente demasiado extenso [que el propio Fourier fijé 400 toesas para el cuerpo central y en 150 para las dos ‘Wlas), convendra duplicar los cuerpos de edificios de las alas Yel centro, y dejar en el espacio entre los cuerpos paralelos fontiguos una separacién de por lo menos 15 0 20 toesas, squie formara tres patios alargados y atravesados cada 50 toesas "Or corredores con columnas al nivel de la planta baja, cerra- lbs con vidrieras y caldeados o ventilados segiin la costumbre ile Armonia [...]. El palacio debe estar atravesado de tanto fh tanto, como Ia galeria de El Louvre, por pasajes para Yehiculos. Para shorrar muros y terreno, 7 acelerar las relacionts, Fonvendré que cl Palacio gane en altura y tenga por lo Menos tres pisos y desvan, aparte de la planta baja y cl entresuelo, donde se encontraran los alojamientos y las salas ile reuniones de nifios y ancianos, aislados del camino-galeria, gue es el ambito principal del’ Palacio [...- Una Falange ciertamente una ciudad pequeia, pero no posee calles Pxternas expuestas a la intemperie. Todas las partes del edificio ‘Pueden unirse por una larga galeria situada en el primer piso (no en la planta baja, que debe ser atravesada en varios puntos por cl paso de los carruajes). En el extremo de esta tale, corredores con columnas y subtertincos bien termina~ "tos forman, en todas las partes del edificio y de sus dependen- elas, una comunicacién protegida, elegante y templada en ~ {oilas las estaciones por estufas o ventiladores. Ia calle-galerfa no recibe Ja luz por dos de sus lados, " Pitto esté vinculada con cada cuerpo de edificios; todos los Eulerpos tienen dos filas de habitaciones, una de las cuales fecibe luz de In parte exterior y la otra de la calle-galeria. Pista debe tener Ia altura de los tres pisos que se enfrentan, Tas puertas de acceso a todos los departamentos del primero, Nogundo y tercer pisos se abren sobre la calle-galeria, con @icaleras dispuestas de tanto eo tanto para subir a los pisos Aegundo y tercero. Las escaleras grandes, segtin Ia costumbre, Megan solo al primer piso; pero dos de las escalerillas laterales 87 conducen al cuarto piso. La calle-galeria tendra seis toesas de ancho en el centro, y cuatro en las alas, cuando dentro de treinta afios se construyan los edificios definitivos; pero provisionalmente, como la gente no es rica, se limitart a los edificios econémicos, y con tanta més razén cuanto que dentro de treinta afios deberén ser rehechos segiin planes mucho més vastos. Por consiguiente la calle-galeria se reduci- ré a 4 tocsas en el centro y a 3 en las alas. Los cuerpos de edificios tendsin 12 toesas de ancho segiin el siguiente célculo: galeria, 18 0 24 pies; habitaciones sobre la galeria, 20 pies; habitaciones hacia el exterior, 24 pies; las dos patedes exteriores, 4 pies. En total, 72 pies, es decir, 12 toesas. Algunas salas puiblicas podrén alcanzar 8 toesas de ancho, con frente a la galeria © al exterior [...]. Los alojamientos estarén distribuidos en orden compuesto y graduado; seran de 20 precios distintos, de 50 a 1.000, pero habra que evitar la progresién continua, que colocaria en el centro todos los alojamientos costosos, decreciendo hacia las alas. [Fourier ofrece un esquema de distribucién en «orden compuestoy.] El desvén contiene el campo celular, es decir, un albergue para visitantes, y depésitos de agua para casos de incendio, Fourier se manifiesta siempre seguro de poder llevar su utopia a la realidad, Pero en Francia el tnico intento de realizar el Falansterio terminé en un completo fracaso, En 1832 Baudet Dulary, diputado del Sena y Oise, adqui- tid una propiedad en Condé-sur-Vesgre, cerca del bosque de Rambouillet, para fundar una comunidad fourierista, pero cl capital cra inadecuado y la iniciativa termind muy pronto, Se realizaron otras tentativas en Rusia (por el filéntro- po M. B. Butascevic-Petrascevskij, en los afios anteriores 88 WL Planta esquemética del Falansterio de Fourier, deducida de Th descripcign del Tratado y de un grabado agregado a la edicién yy easeartol colin icafelltesarrallnvachieti-mealint (hem 3 3 2 3} ll 4 i "e Seecién esquemitica del Falansterio, segtin las. indicaciones | Trafede: 1 Desvin, con las habitaciones para los huéspedess P ilepdsitos de agua; 3 departamentos privados; 4 rue intéresre; F sala de reuniones; 6 entrepiso, con los alojamientos para los nifios; 7 planta baja, con pasajes; & pasarcla cubietta, 89 ala reacci6n zarista de 1849), en Argelia, en Nueva Cale- donia y sobre todo en América, donde las ideas de Fou- rier fueron difundidas por Albert Brisbane (1809-1890) 34 En el decenio 1840-1850 el movimiento fourierista conocié un notable éxito en Estados Unidos, donde se fundaron 41 comunidades experimentales; se adhirié al mismo Horace Greeley (1811-1872), director del «Tribune» de Nueva York,3® y fueron influidos por él los traseen- dentalistas de Nueva Inglaterra, entre ellos Charles A. Dana, Parke Godwin y George Ripley, quien fue el fundador de Brook Farm, el més interesante de esos experimentos norteamericanos. 96 En el verano de 1841 Ripley y su esposa organizaron un centro agricola y educative en West Roxbury, Massa- chusetts; los participantes realizaban un trabajo intelec- tual o manual, gozabaa de una total libertad de pensa- miento y se proponfan establecer una comunidad arméni- ca y cquilibrada, lejos de los intereses y las rivalidades del mundo contemporineo. La comunidad funcionaba como una sociedad por ac- ciones. Los beneficios eran divididos en partes correspon- dientes 2 las jornadas de trabajo intelectual o manual, y luego distribuidos entre los trabajadores en proporciéa alas jornadas trabajadas. Todos los participantes recibian un délar diario, ademas de los alimentos, vivienda, cale- faccién y ropa para si y para su familia, a precio de costo. Entre los primeros participantes se contaron Charles MA, Brisbane, Seeial Dettiny of Man, 1840; General Intraduction to Social Sciences, 1876, 35 Greeley fund6 en 1842 la colonia de Sylvania, que duré hasta 1845, Véase H. Greeley, Hints toward Reforms, 1850. 36 Cir. J. T. Coldman, Brook Farm, Boston, 1894; L. Swift, Brook Farm, 1900. Bl expetimento también es descrito en N. Hawt: hhorne, The Blithedale Romane, 1852. 90 A, Dana y Nathaniel Hawthorne, que en los primeros lifos dirigieron, juntos, la actividad agricola, Otros miembros fueron John S. Dwight, Minot Pratt, George Partridge, Bradford y Warren Burton.3? Durante cuatro iifios se publicé ademés una revista semanal, «The Har- binger», sobre problemas sociales y politicos. La iniciativa atrajo a diversos trabajadores —carpinte- 10s, zapateros, impresores—, aunque los estudiantes fue- ton siempre mayoria. El complejo escolistico incluia un asilo, una escuela elemental y una prepatatoria para los cursos superiores, de seis aiios. Los estudiantes debian dedicar algunas horas al dia a trabajos manuales —las muchachas en la cocina y la lavanderia, los jévenes en ¢l campo—, pero estabari en libertad de clegir su nivel de estudio. Durante tres afios fue desarrollindose la iniciativa, y junto al grupo primitivo se construyeron otras cuatro (isas, talleres y dormitorios, En ese punto, a consecuen- cin de la creciente influencia de la teoria fourierista, Ja comunidad tom6 el nombre de «Falangen, y todos los recursos financieros fueron dedicados a la construc- cidn de un edificio central, el Falansterio. Apenas quedé éste terminado, la noche del 2 de marzo de 1846, un Incendio lo destruyé por completo. La comunidad no logré recuperarse de este golpe, y se disolvié en 1849, fecha en que el terreno y los cdificios fueron vendidos en subasta publica. ** Ratre los discipulos de Fourier, el mis activo es Victor 8” La comunidad fue visitada por muchos de los més importantes ersonajes de Ia cultura norteamericana: Ralph W. Emerson, Amos jronson Alcott, Margaret Fuller, Theodore Parker, Orestes A. Bron~ son, William Channing. 34 Sobre el socialismo norteamericano, véase M. Hillquit, History Socialism in the United States, 1903; Nodhoff, Communist Societies in the U. S., 1875, 1 Considérant (1808-1893), quien Inego del golpe de Esta do de 1851 se establecié en Norteamérica y visitd, con Albert Brisbane, la North American Phalanx, en Nuevo México.99 Decidié intentar a su yee el experimento, adquirié un terreno en Texas y al regresar a Francia publicé un Lamamiento (4 Texas, 1854), mediante el cual reunié a cerca de 250 seguidores. Pero la iniciativa fracas6 por insuficiencia de capitales, y Considérant ter- mind quedéndose solo, con su familia, en la finca «La Réuniony.40 El Familisterio de Godin El intento de Considérant fue financiado, entre otros, por Jean Baptiste Godin (1817-1889), joven industrial que ocho afios antes habfa establecido una fabrica meta- Nirgica en Guise. Durante el II Imperio, Godin comenzé a realizar con sus propios medios el Falansterio de Fourier, modifican- dolo segiin su experiencia, y fue el unico que obtavo un éxito. Bl Familisterio de Godin es una reduccién del modelo de Fourier, enel que el grupo de edificios est igualmente compuesto por tres bloques cerrados, pero los patios, de modestas dimensiones, se encuentran cubiertos de vidtios y desempefian la funcién de las rues intérieures de Fourier, El primer bloque fue comenzado en 1859, el central en 1862 y el tercero en 1877. Entretanto se concretaron 50 Es una de las comunidades fourieristas norteamericanas, funda- da por Charles Seats en 1843 y activa hasta 1854 (cfr. C. Sears, The NAP, an Historical and Desriptive Sketch, Prescott, 1886). 4° Cfi, V. P. Considétant, Exposition du systéme de’ Fourier, 1845; Principes du sociatsme, \B47; Théorie du droit de propritte & du droit an travail, 1848. 92. Servicios generales (1860), el asilo-nido y el asilo intil (1862), las escuelas, el teatro (1369), los bafios Javanderia (1870). "t Tin 1880 Godin establecié una cooperativa entre sus WPoririos, a quienes confid Ia direccién de la fébrica Hel Familisterio. Lavedan afirma que la cooperativa wlavia desartollaba sus actividades a comienzo de 1939, lu. tal punto habfa crecido el establecim‘ento primitivo, Ta teoria de Godin, expuesta en su libro Solutions lales,41 deriva del principio cooperativo de Fourier, bstablece que el beneficio sea dividido en proporcién {cuatro factores: la compensacién a les trabajadores, I interés del capital, los derechos de los inventores fl fondo de seguridad social. Pero la vitalidad del movimiento depende de dos im- nes: el caricter industrial, no agrico- i de la empresa productiva, y de Ia renuncia a la vida Mi alojamiento particular, y el Familistetio protege su fulonomia, asegurindoles inclusive las ventajas de los WVicios comunes y facilitando sus relaciones. 5{ se anticipa, con singular precisién, el razonamiento ye la base de la unité d'habitation de Le Corbu- economia del suelo deja libre en torno del Familisterio If ran espacio, dispuesto en parques, de casi 20 acres, ii alojamicnto tiene ventanas que se abren sobre el parque, 0 delante como en la parte posterior y en los flancos |] Como frente al Familisterio no se levanta edificio alguno, jhiay vecinos curiosos que mizen a través de las ventanas, doen Pasis en 1870 y conocido principalmente por Miduccién de E. Howland, que aparccid por entrogas en el Hiddico «Social Solutions», en 1886. | cerradas 0 abiertas. En las tardes de buen tiempo, en verano, los habitantes certarin solo la puerta que comunica con el gran hall, y delante de la ventana abierta se podri gozar de la pipa o el libro, al amparo de las miradas, como si se tratase del propietario de una casa de campo aislada en sus tertenos propios.42 Un complicado sistema escoléstico satisface las necesi- dades de los jévenes, desde el nacimiento hasta la edad en que se encuentran en condiciones de trabajar: En el Familisterio la educacién esta organizada en siete divisiones, cada una con su cuerpo de dirigentes e instructo- res, sus locales y oficinas., Estas divisiones corresponden a la edad de los nifos: ’ 1. el anidon, para nifios desde su nacimiento hasta los 26 0 28 meses; 2. el«pouponnat», para nifios desde la edad en que comien- zan a caminat hasta los 4 afios; ‘i 3. el cbambinat», de los 4 a los 6 aios; 4. la atercera clase», de 6 a 8 afios; 5, la «segunda clase», de 8 a 10 afios; 6, la «primera clase», de 10 a 13 aiioss 7. el acurso superior», para los que continian los estudios, luego de haber demostrado diversos talentos; 8, cl «aprendizajen; ingreso de los jvenes en la vida pro- ductiva, que se produce gradualmente en la fabrica. Pueden legit entre las distintgs ocupaciones que se les oftece en el Familisterio, y el aprendiz rceibe muy pronto el precio de su ttabajo, 48 42 E, Owen Greening, The co-perative Traveller Abroad, en «Social Solutions», nlimy 6, 6 de agosto de 1886 (es el relato de una visita ‘ Guise, El periddico servia pata difundir la iniciativa de Topolobam- po, en México, dela eual habla E, Howard en el cap. 1X de Tomo- 42}. B, Godin, Social selutions, en «Social Solutions», nim. 10, 8 de setiembre de 1886. 94 y 25. (Péginat siguientes.) Planta del Falansterio de Guise (de J.B. Godin, Solutiones sociales, 1871). | patio interno; @ corredores en Ia planta baja; 6 escaleras del ibtano al atico; ¢ corredores en todos los pisos: d galerias de circula- lin; ¢ retretes y desagiies en todos los pisos (las lineas de puntos ican los drenajes fuera del edificios f bocas de riego para incendios fh todos los pisos; g vertederos para los desperdicios; # cuartos i¢ baiio con bavicras y duchas; 7 almacenes y tiendas para la venta He articulos de farmacia, vinos, licores, merceria, textil, calzado, “micéters, I Asilo y nido: j asilo; & habitaciones para cunas y dormitorios lp las murses; 1 la promenade, para ayudat a los nifios a caminar; Dficina; 1 servicios para las muses y los nifios; 6 espacio para primeros ejercicios gimnisticos de los nitos de dos a cuatro Jifios; # cuarto para el descanso y las primetas lecciones de los Ipifios de cuatro afios; q corredor cubierto exterior, que comunica 1G0n los prados y jardines, [ Bscuclas: r corredor de acceso; s sala para las reuniones generales le las escuclas, para las asambleas y las representaciones teatrales; umbinat, pata los nifos de 4 a 6 afios; aula para la tercera lvisién (nifios de 6 2 8 afos); 7 aula para Ia segunda division 10 afios); 2 aula para la primera divisiGn (10 afos y més); fxcenatio del teatro; z vestibulo en la planta baja, que funciona mmo sala de descanso del teatro; arriba, salas de musica y conferen- 1g servicios higiénicos. : | Conte de los edificios anexos: a! matadero y depésito de carne; P cocinas; ¢? restaursate; @° billares y otros juegos; #, # eras; f', ', f- establos, porquerizas, ‘gallincros; g', «” hornos # cafe, casino (club); ?, # talleres varios. Wanderia, baftos y piscina: 7 oficina; 4°, A’ lavadero; fy 7 ‘le lavar; m? pilas para enjuagar; 9” secaderos; ¢ cuattos ? batios privados; q’ piscina cubierta rica de gas. as a “= 26 y 27. (Paginas precedentes.) Seeci6n trasversal y planta del Fami- listesio (de Godin). Explicacion de Godin para Ia seccién: A Subterrineo; b sétanos; ¢ corredores; d canalizaciones para las tuberias de agua que alimentan a los cuatro pisos y al depésito en el desvin; ¢ acceso externo, al nivel de la fachada; f sétanos bajo el patio; g galerias subterrineas de ventilacin; apertures cen las galerias subterrineas de ventilaciGn; # conductos de ventilacién de los departamentos entre los arcos de los sétanos y la planta baja. B Planta baja y"pisos superiores: / entradas a las galerias, pasajes, escaleras, tuberifs de agua; & galerias de circulacién general; / puertas de ingreso a los departamentos. Cubierta de vidrio sobre el patio y las galerias: m desagites (para la lluvia bajo Ia cubierts de vidrio y sobre los aleros internos del techo); # pabelldn sobre la cubierta de vidrio, para la ventilacin. D Interior de los departamentos: 0 puerta de ingreso al vestibulo; 2 despensa; ¢ atmatio; r apertura en el muro que permite la coloca- cién dé una puerta para agrandar ripida y ficilmente cualquiér departamento en cualquier momento; s canales dle aire de las chime- reas para la ventilacidn de los cepartamentos. E Desvin: f corredores, 100 4. Vista del Familisterio (de Godin). A Ia izquierda, Ios tres Huerpos de los edificios residenciales, circundados por la curva del Ho; delame, los talleres y edificios que comprenden las eseuelas Wl teatro. A la derecha, las fabricas y las primeras casas de la cludad de Guise. a 101 Las dos primeras divisiones se retinen en un edificio ‘de un piso, unido al Familisterio por un pasaje cubierto; Hasta los dos afios los nifios estin en la sala-cuna o leyian, vigilados por las enfermeras, en un espacio ade- jlo, que comunica con un tertado cubierto, al mismo ~ hivel, Allf aprenden a caminar mediante «un doble paseo circular. Es otra invencién cooperativa [...]. Se puede ‘yor a los nifios que se arrastran y se tambalean hasta ‘llegar al paseo, se levantan apoydndose en la baranda comienzan a andar en circulo». En la seccién contigua ‘Tos nifios de dos a cuatro afios aprenden ua hablar correc- “{amente, a contar, a cantar y bailar, a formar circulos ¥ cuadrados, en juegos pacificos, a entender los cuadros ile Ins paredesn. 44 Jias escuelas propiamente dichas, para los de cuatro [rece afios, se encuentran ubicadas en otto edificio le dos pisos, frente a la fachada del Familisterio; entre los cuerpos simétricos de las aulas se halla el teatro, ue sirve también como aula magna para las reuniones ¥ fepresentaciones de los estudiantes. Junto con las Figs. 24, 25 y 26 ofrecemos las explicacio- originales de Godin, que incluyen todos los demas Mento més feliz de todos los intentados en el siglo x1x IF Jos tedricos del socialismo, #5 jente el recuerdo de Ja revolucién de 1789, a la B, Godin, fc. cit., nim. 5, 16 de julio de 1886. Pero también él fue juzgado negativamente por la critica martis- Hit! «Socialister de Paris, de 1886. Cir. F. Engels, La cwestéén imla, ed. Lautaro, B. Aires, 1946, pig. 75. 29. EI complejo de Guise tal como se encuentra hoy (de Auzelle): 2e1 Familistetio; 3 los edificios con los nuevos alojamientos construi dos después de 1886 ; 5las escucls y el teatro; 6 talleres; 7 lavanderia yb 103, f | que siguen vinculadas las experiencias y sentimentos de todo el pueblo francés. Entre los episodios de la revolu- cidn, se recuerda con particular insistencia la conjura de Babcuf cn 1796, vuelta a la actualidad por obra de Filippo Buonarroti, que en 1828 publica la Conspiracién pour Pégalite, dite de Babenf. En la conspiracién de 1796, es precisamente esa vision tedrica de la futura sociedad igualitaria lo que justifica la iniciativa politica, presentandosenos aquella sumaria- mente en los documentos de los conspiradores a los que Buonarroti datia precision mas tarde. En ese cuadro no falta el aspecto urbanistico. Buonarroti escribe: Puesto que Ia desigualdad de las fortunas ha condenado unos a un trabajo agotador, a otros a una inercia corruptora, cl campo ha absorbido a unos pocos habitantes, a menudo insuficientes para las necesidades de los cultivos, peto siempre extenuados por el exceso de fatiga. Se ha acumulado en Ia ciudad un exceso de la poblaciéa, bien para disipar en el ocio las riquezas producidas por los campesinos, bien para procurarse fiiciles medios de subsistencia, al servicio de la voluntad de los ricos o de los engranajes de la administra~ cién publica. Para acercarse a Ia igualdad, la sociedad habia tenido necesariamente que climinar esas enormes aglomera- ciones destructoras de la moral de la poblacién. Ios hombres a quienes habria sido justo devolver al trabajo habrian vuelto junto a quienes estén sobrecargados de él, para aliviarlos. Los ciudadanos industriosos habrian ido a embellecer la vida de quienes los alimentan; la simplificacién del gobierno habria alejado a esa multitud de empleados, alcjados de la agricultura y las artes tiles, ¥ el mantenimiento del orden, que depende de Ia precision de cada uno en la ejecucién de sus distintas obligaciones, habrfa sido entonces incompatible con esa acu- mulacion de gente en la cual resulta tan fécil sustraer las actividades de uno a la censura pitblica. No més una capital, no mas grandes ciudades; poco a poco el pais se habré cubietto de aldeas construidas en los 104 lugares més sanos y cémodos, dispuestas de maneta que pucdan comunicarse entre si con facilidad a través de caminos y de numerosos canales, que en beneficio del interés general se abrirfan en todas direcciones [...]., Como todos deberian fometerse a la ley suprema de Ia igualdad, la suntuosidad de los castillos habria cedido lugar a Ia salubridad, la comodi- dad y Ia limpieza de todas las habitaciones, dispuestas con clegante simetria, para el placer de la vista y para el manteni- miento del orden piiblico. Cuando ya no existan palacios, no existirin tampoco tugu- trios. Las casas serdn sencillas y la magnificencia de la arquitec- ura, y de las artes que destacan su belleza, estaré reservada ‘los almacenes piblicos, los anfiteatros, estadios, acueductos, puentes, canales, plazas, archivos, bibliotecas, y sobre todo alos lugares dedicados a las deliberaciones de los magistrados y al ejercicio de la soberanfa popular. 4 Por lo tanto es preciso considerar a Buonarroti, junta~ mente con Saint-Simon y Fourier, como la tercera fuente importante del pensamiento utopista francés posterior a 1830, y segiin Jules Prudhommeaux fue el inspirador directo de Etienne Cabet (1788-1856). Cabet participé en forma activa en la revolucién de 1830, y fue nombrado procurador general en Cércega, "pero pronto entré en conflicto con el gobierno orleanista y fue exiliado a Inglaterra, donde conocié a Owen. Alli escribié una novela utopista, Woyage en Icarie, que se publicd en 1840, cuando pudo regresar a Francia tras dh amnistia de 1839.47 La novela —quizas inspirada en la Utopia de Tomas Moro— describe un pais imaginario, Icaria, y su capital, cara, Bs éta una gran metrépolis, atravesada por un ‘tio rectilineo y construida sobre un plano perfectamente 4 P, Buonarroti, op. ct 47 Las teorias de Cabet son expuestas en sus obras histérieass lisoire de ta révolution de 1830, 1831; Histoire de la résolution jravptie, L840, y en Le srai christianicme de Jésus Christ, 1846, 105 geométrico, con las calles en damero atravesadas por dos anillos de boulevards. La organizacién colectiva de la economia ha climinado el comercio al por menor, y por lo tanto las tiendas, que son sustituidas por almacenes y aféliers estatales. Los cementerios, las fabricas y los hospitales se encuen- tran fuera de Ja ciudad, en medio de espacios verdes La circulacién esta regulada a fin de garantizar la seguri- dad de los peatones; éstos recotren adecuados pasajes cubiertos, en tanto que los vehiculos circulan por cami- nos apropiados, de los cuales no pueden salir; es obligato- rio conservar la derecha. La ciudad comprende sesenta barrios, cada uno de os cuales «lleva el nombre de una de las naciones princi- pales». Ea cada calle las casas son iguales y «epresentan las graciosas casas de los paises extranjeros». ‘Cabet explicd su programa politico —el comunismo integral, al cual se legaria por la persuasién, n0 por Ia violencia— en el periddico «Le Populaire, y reunio un discreto grupo de seguidores. En mayo de 1847, estimulado por el éxito, publicé un manifiesto titulado ‘Allons en Tearie, y difundié simultineamente un folleto, Realisation de la communauté @’Tcarie, en el cual anuncié gue podia contar con 10,000 0 20,000 hombres para evar a la prictica su programa, : Fin diciembre anuncié que el lugar previamente clegido se encontraba en Texas, donde la compaiiia Peters, conce- sionaria de los terrenos gubernamentales, habria puesto 1a su disposicién «mas de un millén de acres». 4? 48 Cit, en P, Lavedan, Histoire de Purbanisme, époque contemporaine, Paris, 1952, pig, 86, 48 Fs probable que Cabet haya entrado en contacto con Is compa fla Petets por sugerencia de Owen, quien habla efectuado una tentativa andloga en 1828. La historia de las colonias icarias en Estados Unidos es relatada y documentada ampliamente en J. Prud- hommeaux, Histoire de la conmuanté icarienne, Nimes, 1906. 106 de febrero de 1848 una vanguardia de 69 personas jared en Le Havre, pero pocos dias después estallé Yolucién, y la mayoria de ‘os partidarios de Cabet ici a partir. El propio Cabet participé en las prime- fixes del movimiento e intervino sin éxito en las pans, donde en 1848 se le reunieron otros cuatrocien- Compafieros.” Cabet se unié a sus partidarios en di- bre, los reanimé y obtuvo un nuevo terreno en “Construyeron alli su ciudad, utilizando los edificios las ruinas dejados por los mormones. Pero debido Jas defecciones y las enfermedades habia quedado redu- Jos solteros en habitaciones con dos camas, 5° 88 He aqut una deseripcién de los principales edificios de Nauvoo. era In escuela, nite si, me llamaron la atencién por sa gran limpieza. Dos vastos Bis sosbrenion de seis perma coe los ined Bip cerns ser bors de weeds = divers re, El cultivo de plantas de flores en pequefios cereados les 9107 oni Peto Ia vida de la comunidad siguis sicndo precaria debido a las dificultades econdmicas y a las disensiones internas. En 1856 se legé a una verdadera escision, y una minoria de partidarios de Cabet se trasladé a St. Louis, donde el fundador de Tearia fallecié en noviem- bre. Sus discipulos se organizaron en Cheltenham, en los suburbios de Ja ciudad, pero quedaton teducidos a menos de veinte y se disolvieron en 1864, Entretanto la mayoria que habia quedado en Nauvoo, decidi6é vender los bienes comunes, y en 1860 emigré a Corning, en Towa, donde finalmente encontré un atte- glo conveniente en una propiedad de 3.000 acres, Alli los 35 sobrevivientes realizaron su ciudad ideal, y logra- ron cierta prosperidad, En 1875, cuando el viajero francés A. Massoulatd visité Icaria, los habitantes eran ya 75, procuraba descanso de las fatigas mentales, y la gimnasia interrumpia agradablemente sus estudios. Nifios y niftas se acostumbraban, asi, a los trabajos manuales. Unos recogtan lefia para la calefacciGn, distribufan cl agua, acarteaban los alimentos, Las otras lavaban Jos cacharros de cocina, las hortalizas o Ia feuta, doblaban las piginas impresas [para la imprenta icariana}. Ademés, para las nifias, habia un taller de sastteria en el cual se confeccionaban las ropas de os pensionados» (Holynski, en «Revue Socialiste», setiembre de 1892, pig. 296, cit. en J. Pridhommeaus, op. it., pig. 133) La imprenta: «Nuestra imprenta compone en francés, inglés y alemén, Ha impreso tres periddicos en estos tres idiomas, numerosos Folletos, manifiestos, etc., para las necesidades de la administracion interna, La imptenta icariana trabaja también para afuera y obticne sumas més 0 menos importantes» (Informe sobre fa sitacion en 1855, publicado en «Colonie Icarienne», pég. 159; op. cit., pig. 109). El comedor: «Hay doce puertas y doce ventanas, Se entra por le puerta que da al attio del templo, y por las otras cuando es necesario, Dos puertas comusican con la cocina, y por una de cllas los platos salen de la cocina sobre largos tieles. Fl pan se encuentra dentro de un largo buffet, y sobre él, y en otto buffet pequefio, hay una fuente con agua para beber» (Informe cit. pigs. 111-112; of. ett, pig, 109). 108 Ih disposicién de las casas recuerda el paralelogeam lb Owen: a learia se encuentra situada casi en el centro de la propiedad, Ws icarianos Haman ula Ciudad» (si//e) al conjunto de las iviendas. En cl medio se encuentra el comedor, situado i cl centro de una vasta plaza cuadrada. Tres lados del lundrado estén ocupados por casas separadas entre si, y en los espacios libres se cultivan jardines decorativos. El cuarto liclo est destinado a los servicios comunes, lavanderia, pana- erla, etc. Ta ubicacién es agradable, en una colina, una de cuyas Tideras se extiende en forma de prado hacia un arroyuelo, ten In que se encuentra, mas o menos a una milla de distancia, tl molino. La otra, cubierta por un bosque préximo a la tiudad, esté dispuesta para cuando se la quicra transformar en un espléndido jardin. La edificacién esta en otra colina, un cuarto de milla, Mas all4, a una milla, aproximadamente, Se encuentran los campos cultivados. Nada més alegre que el aspecto de Iearia: El gran edificio del comedot, encuadrado en semicirculo por las casitas, se halla adosado a un bosque denso, que hace resaltar las casitas pintadas de blanco. Arboles frutales y exéticos, prados y flores, separan agradablemente las diversas partes de Ia aldea. Por desgracia no hay agua, y ello constituye un grave inconve- Hiente, porque hace necesario un servicio de transporte que cups a un hombre y un carro durante medio dia, Ademés, ello obliga a realizar economias en el uso del agua, inclusive grandes economfas. Los alojamientos se componen en general de dos habitacio- hes, una de las cuales sitve de sala y la otra de dormitorio, En cl piso superior, en el desvn, dos dormitorios pequefios para los hijos,5 Pero en 1879 una nueva escisida turbé este cuadto idilico. La propiedad Fue dividida en dos partes, y una fraccién, de tendencia socialista, quedé como propietatia $1 J. Prudhommeaux, op. cit, pig, 292 109 de Ia aldea, aunque poco mas tarde, reducida a 20 perso- nas, se trasladé a California, donde fund6 Iearia-Esperan- za, que fancioné hasta 1887, La segunda fraccion se establecis a cerca de una milla de la aldea precedente, y fundé Nueva Icaria, tratando con obstinacién de reconstruir el atménico ambiente sofiado desde el principio: En el verano de 1879 se trazé el plano de Ia futura aldea Los jefes de la comunidad se improvisaron como arquitect y determinaron, a detecha e izquierda del lugar destinado el gran saldn, el de las habitaciones y de las construcciones anexas [...]; en setiembre de 1879 una primera casa, trasporta- da sobre rodillos de madera, ocupé en Ia plaza el lugar designado. En los aitos posteriores otras siguicron el mismo camino, y luego otras més, asi como el salon destinado a convertirse en el centro de la vida comunitaria. Gracias al trabajo empecinado de padres e hijos, hierbas y malezas tetminaron por dejar paso a bosquecillos, prados, jardines plantados con frutales, huertos encuadtados placenteramente de flores. Algunos emparrados crecieron prometiendo un fepaso contra los ardores del estio; banquetas ruisticas invita- ban a los paseantes al reposo. Un columpio, un campio de ctfquet, oftecian diversién a la juventud, En poco tiempo, dos aftos, Ia explanada fue trasformada en un parque al cual se acudia en busca de placer desde todos los puntos del contorno, 52 % De los testimonios de los sobrevivientes, relatados por J. Prud- hommeaux, op. cit, pags. 390-391. Las relaciones de Owen y de Caber con las sectas protestantes norteamericanas sugieren una ¢om- paracién entre la comunidad socialista y la de origen rcligioso, gue ain no se ba intentado. Los «Harmonists», fundados por el alemin George Rapp, s¢ establecieron en Pennsylvania, en Indiana (donde en 1825 cedieron a Owen Ia aldea de Harmony) y luego ea Economy, cerca de Pittsburg. Otras comunidades fundadas por reformadores alemanes son Amana, Zoar, Bethel y Aurora. Los «Perfectionists» de John Hi Noyes construyeron en 1842 Oneid, en el Estado de Nueva York (cfr, J. H. Noyes, History of American 110 El edificio comunitario on la aldea rappien de Leonomy (de € ‘Tunaard, The City of Man). Nueva Icaria continué viviendo modestamente ie 1895, en que la comunidad se disolvi6, distribuyendo al patrimonio entre los 21 que tenian derecho a ello Asf se produjo una especie de reductio ad absurdum del ambicioso programa de Cabet, y la idea de i gaan metropolis condujo a la formacién de aldeas rurales cada vez mas exiguas, hasta llegar a las dimensiones de empre- sas privadas normales. Socialist, Piladelfia, 1870). El violinista noruego Ole B. Bull se tstablecié en Norteamérica en 1852, y alli fundé sucesivamente Oleons, New Norway, New Bergen y Walhalla fe. M. Smith re life of Ole Bull, Princeton, 1943). Son de particular impostancia se theta fandadas por tos mormoner; Nauvoo en 1639 (celia luego a Cabet) y Salt Lake City en 1847. M1 tores de las utopias del siglo xrx ha Bran cantidad de energias perdidas: én el terreno concreto parece confirm tedtico expresado al res; > histética, ningu: i » ningin movimiento. pol Como el desarrollo d ae ar con el de la industria, condiciones materiales de ln y se lanzan en busca de una ‘ie Permian crear esas condiciones in lugar de la actividad social co leg social ponen Ia activida s pronto ngcnlo: en lugar de las condiciones Peas o 2 ein ‘on, condiciones fantisticas; en lugar de lav nizacién gradual del proletari Ghia eae eae roletariado como el: cién de la sociedad inventad: fee gan a inventada por ellos. La histor ie] tuncdo se teduce pare elios'a Ia propagendhn ing Hag 08 planes socises ..] Repudien, por cor con an, por 30, toda que, naturalmente, Estas fantisticas fracasan siempre descripciones de la letariado, todavia’ muy sociedad futura, que Mas estas obras socialistas y clementos criticos. Atacan tox existente. Y de este modo 112 ce pensar en una Ja falta de éxito ar el duro juicio pecto por los escritores mari s mary, En cl Manifesto del Partido Connnista de 1848 ee ho, fampoco pueden encontrar las emancipacién del proletariado, Ciencia social, de leyes sociales an valor para instruir a los obreros. Sus tesis positivas Fontes a la gran sociedad Futura, tales como la desaparicién. contraste entre Ia ciudad y el campo, la abolicion de familia, de la ganancia privada y del trabajo asalariado, proclamacién de la armonia social y la transformacién del ado en una simple administracin de la produccién: todas Wiis tesis no hacen sino enunciar la desaparicién del antago- no de las clases, antagonismo que comienza solamente perfilarse y del que los inventores de sistemas no conocen «lavia sino las primeras formas indistintas y confusas.5% ih Pero en la distancia del tiempo, este juicio es sin luda correcto. Las «primeras aspiraciones, llenas de pro- lundo presentimiento», que surgen de estas experiencias, superan en ciertos aspectos los esquemas clisicos del marxismo, y anticipan la exigencia actual de volver a considerar, por partes, los problemas politicos y econd- mnicos, asi como observarlos englobados en una tinica formula programética. Las soluciones ofrecidas al problema de Ia ciudad mo- derna son abstractas y esquematicas, pues carecen de una valoracién realista de los vinculos existentes entre os programas urbanisticos y el desarrollo general de Jas relaciones econémicas y sociales, por lo que facilitan Ja ilusin de que el ordenamiento urbanistico y el ordena- miento social se identifican entre si, y de que el segundo puede ser construido con los ritmos y los métodos del primero. Sin embargo, partiendo de un andlisis directo de las relaciones econdmicas, Marx y Engels aceptan implicita- mente esa identidad, invittiendo los dos tétminos y supo- niendo que las modificaciones urbanisticas son una conse- cuencia necesaria de las relaciones sociales modificadas: 59 C, Marx y F. Engels, Manifesto del Partido Comunista, en Obras escigidar, od. Cartago, Buenos Aires, 1957, pig. 33. 113 de ahi la indiferencia hacia el problema urbanistico y la indeterminacién de las previsiones respecto a las for- mas de ordenamiento constructivo en la sociedad futu- ra.54 Latendencia de los utopistas a intervenit en el acto, sin esperar una reforma general de la sociedad, adquiere €n ese sentido un valor petmanente de estimulo, y la ciudad ideal por ellos imaginada entra en la cultura urbanfstica moderna como un modelo henchido de gene- rosidad y de simpatia humana, muy distinto de la ciudad ideal del Renacimiento, Las esquemfticas descripciones de Owen, de Fourier y de Cabet, constituyen, ademés, el gran veneto de ideas del que saldrin Iuego las expetiencias urbanisticas del periodo posterior, hasta la actualidad. Es fécil advertir {a impresionante semejanza que existe entre algunas de sus propésiciones’—Ia «unidad de vivienday con un nimero fijc de habitantes, las instalaciones centralizadas, los edificios centralizados, la rue intérieure, la citculacion. a la planta baja— y ciertas soluciones de la arquitectura. moderna. También el némero de habitantes previsto en el paraleogramo de Owen (1.200) y en el Falanstetio de Fourier (1.620) se asemeja al de la unité @habitation de Le Corbusier, y la densidad indicada por Owen, de un acre for habitante, es la misma que indica Wright para Broadacre City. La investigacisa tedrica de los reformadores socialistas ser utilizada por Howatd en las garden cities y por los disefadores alemanes en las Sisdlangen de la primera pos. guerta, empobreciendo el concepto de la ciudad ileal St

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