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Segunda Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Tercera Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Cuarta Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Oh Jess, Mdico Celestial, elevado en la Cruz para curar nuestras
llagas con las Vuestras! Acordaos de las contusiones y
desfallecimientos que habis sufrido en todo Vuestros Miembros; y
que fueron distendidos a tal grado, que no ha habido dolor semejante
al Vuestro. Desde la cima de la cabeza hasta la planta de los pies.
Ninguna parte de Vuestro Cuerpo estaba exenta de tormentos. Sin
embargo, olvidando todos Vuestros Sufrimientos, no dejasteis de
pedir por Vuestros enemigos, a Vuestro Padre Celestial, dicindole:
Padre, perdnalos porque no saben lo que hacen.
Por esta inmensa Misericordia, y en memoria de estos sufrimientos,
Os hago esta splica: Conceded que el recuerdo de Vuestra muy
amarga Pasin nos alcance una perfecta contricin, y la remisin de
todos nuestros pecados, Amn.
Quinta Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Sexta Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Oh Jess, Rey infinitamente amado y deseado! Acordaos del dolor
que habis sufrido cuando, desnudo y como un criminal comn y
corriente, fuisteis clavado y elevado en la Cruz. Tambin fuisteis
abandonado de todos Vuestros parientes y amigos, con la excepcin
de Vuestra muy amada Madre. En Vuestra Agona, Ella permaneci fiel
junto a Vos; luego, la encomendasteis a Vuestro fiel discpulo, Juan,
diciendo a Mara: Mujer, he aqu a tu hijo! Y a Juan: He aqu a tu
Madre!
Os suplico, Oh mi Salvador, por la espada de dolor que entonces
traspas el alma de Vuestra Santsima Madre, que tengis compasin
de m. Y en todas mis aflicciones y tribulaciones, tanto corporal como
espirituales, ten piedad de m. Asistidme en todas mis pruebas, y
especialmente en la hora de mi muerte, Amn.
Sptima Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Octava Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Oh Jess, Virtud Real y Gozo del alma! Acordaos del dolor que habis
sentido, sumergido en un ocano de amargura, al acercarse la
muerte. Insultado y ultrajado por los judos, clamasteis en alta voz
que habais sido abandonado por Vuestro Padre Celestial, dicindole:
Dios Mo, Dios Mo, por qu me has abandonado?
Por esta angustia, Os suplico, Oh mi Salvador, que no me abandonis
en los terrores y dolores de mi muerte. Amn
Dcima Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Undcima Oracin
Padre Nuestro Ave Mara
Duodcima Oracin
Padre Nuestro Ave Mara