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Museo Nacional

de las Culturas del Mundo


CORREO

Vol. IV, número 44, 15 de julio de 2009. CEDICULT Director: Leonel Durán Solís

En este número:

• Babilonia, severamente dañada por ataques militares de EEUU


• Extranjeros en casa, una crónica de Rosa Beltrán
• Algo sobre la cultura maorí

correodelasculturas@gmail.com
Patrimonio

Babilonia, severamente dañada por


ataques militares de EEUU

L os soldados y contratistas estadounidenses en Irak infligieron daños

considerables a uno de los sitios arqueológicos más importantes del

mundo, los restos de la legendaria ciudad de Babilonia, dijeron recientemente

expertos de la UNESCO al dar a conocer un nuevo informe.

La agencia cultural de las Naciones Unidas prometió reconocer a Babilonia

como Patrimonio Cultural de la Humanidad y tratar de prevenir un vandalismo

similar en guerras futuras.

Otrora sede de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete

maravillas del mundo antiguo, lo que queda de la ciudad de 4.000 años de

antigüedad se alza a 90 kilómetros (56 millas) al sur de Bagdad. Poco después

de la invasión encabezada por Estados Unidos en el 2003, el lugar pasó a ser

el ‘’Campamento Alfa’’ de los militares.

Los soldados estadounidenses y los contratistas, particularmente de KBR

_entonces subsidiaria de Halliburton_ cavaron trincheras de varios centenares

de metros (yardas) a través de los restos, aplanaron colinas y condujeron

vehículos militares pesados por el frágil pavimento de lo que fueron caminos

ceremoniales o Vía de las Procesiones, dijo el informe, presentado el jueves

en la sede de la UNESCO en París. ‘’Ha habido una cantidad considerable de

daños’’, dijo el arqueólogo John Curtis del Museo Británico, que inspeccionó


Patrimonio

el lugar justo después que los militares estadounidenses cedieron su control

a las autoridades iraquíes a fines del 2004, después de la indignación

internacional. Agregó que nueve de las tallas con figuras de dragones de la

Puerta de Ishtar, la máxima joya de las ruinas, parecen haber sido objeto de

vandalismo por parte de saqueadores mientras el lugar estaba bajo control

militar estadounidense.

Funcionarios de la UNESCO afirmaron que no todos los daños comenzaron

con los militares estadounidenses ni terminaron después de su salida. Muchos

de los artefactos más famosos de Babilonia fueron desprendidos de los muros

por arqueólogos europeos durante el siglo XIX para exhibirse en los museos

del Louvre y de Pérgamo, en París y Berlín respectivamente.

Saddam Hussein también restauró o distorsionó algunas de las ruinas de

tal modo que la UNESCO se había resistido a nombrarlas Patrimonio de la

Humanidad en el pasado, dijeron funcionarios de la organización. Agregaron

que los saqueos y negociaciones en el mercado negro han continuado en gran

escala desde que el sitioCultura


volvióibérica.
a manos Finales S. III,
de los inicios S. II a.C.
iraquíes.

La magnitud de los daños dificulta evaluar la cantidad de dinero que se

necesitará para restaurar y proteger el sitio arqueológico, dijeron Curtis y otros

expertos internacionales que prepararon el informe de la UNESCO después de

una investigación de cinco años.

Aunque un protocolo adicional a las convenciones de guerra de La Haya

proscribe dañar artefactos culturales, Fran‡oise Riviere, subsecretaria general


Patrimonio

de cultura de la agencia, dijo que cualquier posible arreglo financiero ‘’es

privativo de las partes en el conflicto’’.

El organismo cultural de la ONU encabeza los esfuerzos para hacer cumplir

las reglas de La Haya —que han sido frecuentemente ignoradas en conflictos

en el mundo— ‘’para que lo que ocurrió en Babilonia no vuelva a suceder

jamás’’, agregó.

Fuente: Assotiated Press/www.eluniversal.com.mx/isv


Crónica

Extranjeros en casa
por Rosa Beltrán

P ara un chilango, la Pequeña Corea es esa entrada a la dimensión


desconocida donde el transeúnte nunca se da cuenta de cuándo cambió
el paisaje. De pronto se sabe que se está en otro lugar porque todos los
que caminan junto a uno tienen los ojos rasgados. Jóvenes de portafolio,
familias con niños de peinado de fuente, un viejo que otea el horizonte con
gesto milenario. Uno sospecha que sigue estando en el DF porque las calles
(Hamburgo, Tokio, Londres) tienen los mismos edificios de cuando era Zona
Rosa. Algo, no obstante, alimenta la sospecha de que uno está en un país
que, siendo el suyo, ha empezado a rechazarlo.

No es que el paisaje sea misterioso sino que se torna siniestro en virtud de la


fama que antecede a sus avecindados. “Matones a sueldo, amos del negocio
de mercancía ilegal, mafias cuyo punto de reunión es el Pabellón Coreano
donde planean o celebran sus golpes”. Pero ésa es sólo reputación de oídas,
prejuicio. El rasgo distintivo es que los cabecillas que viven aquí pero negocian
en Tepito, en la Plaza de la Computación en Eje Central y en Plaza Meave se
cortan la parte de arriba Cultura ibérica.
del dedo Finales S.
meñique III, saludan
y se inicios S.sin
II a.C.
darse la mano.

Con esta advertencia en mente me interno en el restaurante Ham Ji Bak


(que ostenta un letrero: “se solicita lavaloza”) del barrio coreano, dispuesta
a no saludar a nadie de mano. Me limito a hacer una inclinación, a la que
sólo responde un mexicano que barre... y lava loza. El dueño manda a mi
mesa al mexicano, lo que no es de extrañar, sí, en cambio, que éste no tenga
la menor idea del menú ni entienda coreano. Me explica que los platos se
dividen en “dulces” y “picantes”. Pido una sopa y un plato de carne de algo,
no picantes. Resultan picantísimos. Mi vecino, un coreano al que responde


Crónica

el dueño con tres inclinaciones, pide varios platos. Lo que ocurre enseguida
empieza a enrarecerse como suelen hacerlo las películas de Coppola: el vecino
se puso a sudar. Pronto fue todo él un sudor; sacó unas servilletas de papel
del portafolios, se limpió los ríos de sudor de rostro, frente y cuello; prosiguió,
sudando aún más, mientras comía, el dueño y su mujer empezaron a reír, se
sentaron con él, se sirvieron un poco de cada fuente y pasaron del estado
sólido al líquido justo ahí frente a mis ojos. “Los días de Bok”, leí alguna vez,
“son los días más calientes del año y es la época en que se consumen más
perros, en la creencia de que comiendo la carne de los perros (que no sudan)
se refrescará el cuerpo del comensal. Por esta razón, los vecinos de la colonia
Roma fueron a protestar a la delegación porque se estaban robando a todos
los gatos de la zona y quien se los robaba eran los coreanos”.

Junto a la estética que hace mechas y cortes coreanos en Hamburgo 230


(donde dijeron no entenderme) y la panadería que sólo vende a locales,
se encuentra un centro de video donde el cine gore convive con cintas en
las que jóvenes coreanas se desnudan sólo en apariencia; de hecho, están
cubiertas por un ropaje denso que las hace impenetrables: todas hablan sólo
en coreano. Lo mismo que el súper con un fregadero a la entrada (donde
el infaltable empleado mexicano lava los trastes) o la tienda de productos
orientales Nul Bom Market que tiene una barra con el Hanin, diario para
clientes coreanos. No hay letreros en español y los dueños, serios como
tardes nubladas no responden a las preguntas de los clientes hechas en
español ni se muestran dispuestos a explicar para qué sirven las salsas, las
bolsas con productos comestibles secos, o los cortes del reino animal de sus
refrigeradores. Hay que conformarse entonces con saber que algunos de
los dueños de esos rostros descienden de los ciento cincuenta coreanos que
llegaron durante el porfiriato; que de los 30 mil coreanos que se calculan
en el país sólo 15 mil aparecen registrados y que de 1910 a 1945 cuando
los japoneses se apropiaron del territorio coreano les impusieron nombres
japoneses y les prohibieron el uso de la lengua coreana. Paradojas de la
globalización: Corea, uno de los países líderes en materia de comunicación,
ha dado en nuestro país una migración silenciosa.


Crónica

Salvo una excepción. Sung Hi Lee ha sido una joven más que pródiga en
información. No sólo quiso hablarme de cuándo nació (1970) y cuánto mide
(1.63) sino de las razones que la hicieron abandonar su país y dedicarse,
según ella, a las “artes aplicadas”. Hoy sé que desde que posó en Playboy la
llaman “La famosa perla oriental” y sé que por el alcoholismo de su padre
pasó una adolescencia atroz y estuvo al borde del suicidio. También aprendí
que cuando cantaba en una sala de fiestas y alegraba la vista de los presentes
(no con su voz sino con su propensión a sentirse acalorada y quitarse la ropa)
fue descubierta por quien hoy es su agente. Ella me dejó ver, por ejemplo,
que cuando bebe leche se repasa con la lengua los bigotes, que usa bikinis
con tacones y cuando se desviste se pone moñitos con coletas. No vive en
la Pequeña Corea sino en un lugar más amplio. La zona ciberespacial donde
todo migrante es escuchado en una sola y misma lengua.
Fuente: Suplemento Laberinto de Milenio diario.

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.


Etnografía

Algo sobre la cultura maorí

Los maoríes son los indígenas de Nueva Zelanda. Son


gente polinesia y abarcan cerca del 10% de la población
de ese país. Maoritanga es la lengua materna que se
relaciona con el tahitiano y el hawaiiano. Se cree que los
maoríes emigraron de Polinesia en canoas alrededor de los
siglos IX al XIII.
El navegante holandés Abel Tasman fue el primer europeo
en hallarse con ellos. En un encuentro sangriento en 1642
mataron a cuatro miembros de su equipo. En 1769 el explorador británico
James Cook estableció relaciones amistosas con algunos maoríes. Hacia
1800, las visitas de navíos europeos eran relativamente frecuentes. En este
tiempo, la guerra y la enfermedad diezmaron al pueblo maorí hasta que su
población cayó a cerca de 100,000.
En 1840 representantes de Gran Bretaña y los jefes maoríes firmaron el
tratado de Waitangi. Este tratado impuso un gobierno británico, concedió
la ciudadanía británica maorí, y reconoció los derechos de las tierras de esta
etnia. Hoy muchas de las disposiciones del tratado se disputan, y ha habido
y hay todavía esfuerzos del gobierno de Nueva Zelanda para recompensar a
los maoríes por algunas tierras que les fueron confiscadas de manera ilegal.
La población maorí del presente es de alrededor de 600,000 personas,
equivalentes al 14% de la población, y viven en todas partes de Nueva
Zelanda, pero predominantemente en la isla del norte, donde el clima es
más cálido.


Etnografía

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.


Susan / Rotorua

Esta fotografía, tomada en Nueva Zelanda entre 1890 y 1920, pertenece a la Colección Frank y
Frances Carpenter, que se encuentra en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Frank G.
Carpenter (1855-1924) fue un escritor norteamericano de libros sobre viajes y geografía mundial,
cuyas obras contribuyeron a popularizar la antropología cultural y la geografía en los Estados
Unidos a principios del siglo XX. Se estima que la colección, compuesta por fotografías tomadas
y recopiladas por Carpenter y su hija Frances (1890-1972) para ilustrar sus escritos, incluye cerca
de 16,800 fotografías y 7,000 negativos de cristal y de película. La fotografía, tomada en Rotorua
por un fotógrafo anónimo, es un retrato de medio cuerpo de una mujer maorí vestida con un traje
tradicional. Sostiene un palo decorado llamado wahaika, que los maoríes usaban para el combate
cuerpo a cuerpo. En el cuello lleva un hei tiki, un medallón ornamental maorí con forma humana.

Fuente: Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos / Biblioteca Digital Mundial


Etnografía

La fotografía muestra un grupo de hombres, mujeres y niños maoríes en el porche de una estructura
ceremonial, probablemente una casa de reuniones o whare. La talla en la parte superior del gablete
se conoce como koruru, que significa “rostro del antepasado”.Los remates tallados o raparapa de los
laterales o maihi simbolizan las manos del antepasado. Colección Frank y Frances Carpenter.

Los orígenes
Hay muchas teorías sobre los orígenes de este grupo étnico.
Algunos especulan que la isla de Hawaiki (su legendario
hogar con más de 1000 años de antigüedad) habría podido
estar cerca de Hawaii. Hoy la teoría comúnmente aceptada
afirma que los maoríes salieron de China, y viajando vía
Taiwán y las Filipinas a Indonesia, llegaron a Melanesia y
finalmente a Fiji. De allí a Samoa y luego a las Marquesas
y dieron vuelta hacia el suroeste de Tahití, para alcanzar
finalmente las Islas Cook y Aotearoa/Nueva Zelanda.

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Etnografía

Algunos creen que Aotearoa fue encontrada por los maoríes probablemente
por casualidad o error, pues habrían perdido curso en alguna de sus
navegaciones. Pero hay también evidencia de que los maoríes tenían un
antiguo y sofisticado conocimiento de
las estrellas y las corrientes del océano y
este conocimiento queda tallado en sus
“whare” (casas).
El término “Whakapapa” se utiliza
para describir la genealogía maorí. La
palabra “papa” no significa padre sino
cualquier cosa amplia, plana y dura,
como por ejemplo una roca plana.
Whakapapa significa entonces colocar
algo en capas y ésta es la manera
en que se miran las diversas órdenes
genealógicas. Una generación sobre otra.
El término maorí para el descendiente
es uri, cuyo significado exacto es
descendiente o edición ( en el sentido de
nueva generación).
Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Tawhiao (1822-94) era un jefe maorí conocido como el segundo


rey maorí. Sus 34 años de reinado (1860-94) abarcaron el periodo
más difícil de las relaciones entre los maoríes y los colonos
europeos. Al ser realista y un pacifista, renunció a la guerra contra
los europeos por la que su padre se había hecho tan famoso. Por
el contrario, buscó y ganó el reconocimiento como un visionario y
un líder espiritual. Colección Frank y Frances Carpenter.

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Etnografía

Tradiciones

Antes de la llegada de del Pakeha (hombre blanco) a Nueva Zelanda, toda la


literatura en maorí fue pasada de manera oral a las generaciones siguientes.
Esto incluía muchas leyendas y las waiata (canciones). La tradición más
reconocida hoy es el “Haka”, que es una danza de guerra. El Haka fue
ejecutado antes del inicio de la guerra en el siglo pasado maorí, pero ha sido
inmortalizado por el equipo del rugbi de Nueva Zelanda, los “Todos negros”,
que realizan esta danza antes de cada juego. La bienvenida maorí tradicional
se llama powhiri, e incluye un hongi, o sea, un saludo que implica presionar
las narices en comparación con un beso.
Otra tradición de la cultura maorí son los tatuajes llamativos. Tatuajes de
cara completa llamados “moko”, entre las tribus maoríes, eran una actividad
predominantemente masculina. Las formas femeninas de moko fueron res-
tringidas al área de la barbilla, al labio superior, y a las ventanas de la nariz.
El moko todavía se conserva, pues un número cada vez mayor de maoríes
están optando por recibir su Moko, en un esfuerzo por preservar su cultura
e identidad.
Una forma tradicional de cocinar llamada Hangi es un banquete preparado
bajo la tierra. Se calientan piedras en un fuego encendido en un foso, se
marcan con hoyos y se cubren con hojas o berro para evitar que se quemen
los alimentos. El cordero, el cerdo, el pollo, las patatas y Kumera (una patata
dulce) entonces se bajan al hoyo en una cesta. El alimento se cubre con la
piel del cordero o similar y tradicionalmente con lino. Finalmente la tierra se
coloca encima para mantener adentro el vapor. La comida tarda cerca de 3
horas en cocerse. El Hangi es una alternativa viable a una barbacoa de fin
de semana en América.

Fuente: www.virtualoceania.net/newzealand/culture/ Traducción de Mariano Flores Castro

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Etnografía

Cultura ibérica. Finales S. III, inicios S. II a.C.

Arte maorí

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Directorio

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

DIRECTOR GENERAL
ALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLÓ

SECRETARIO TÉCNICO
RAFAEL JULIO PÉREZ MIRANDA

SECRETARIO ADMINISTRATIVO
LUIS IGNACIO SAINZ CHÁVEZ

COORDINADORA NACIONAL DE MUSEOS Y EXPOSICIONES


MIRIAM KAISER

DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS


Y DEL CORREO DE LAS CULTURAS DEL MUNDO
LEONEL DURÁN SOLÍS

ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DEL


CENTRO DE ESTUDIOS SOBRE LA DIVERSIDAD CULTURAL (CEDICULT)
DEL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS

EDITOR
MARIANO FLORES CASTRO
correodelasculturas@gmail.com

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS POR LOS RESPECTIVOS AUTORES


DE LOS ARTÍCULOS, NOTAS Y FOTOGRAFÍAS.

MÉXICO, D.F., 15 de julio de 2009.

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