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Vol. IV, número 45, 1o de agosto de 2009. CEDICULT Director: Leonel Durán Solís
En este número:
correodelasculturas@gmail.com
Museos
en Irak. Dos años más tarde, un ambicioso estudio fotográfico y epigráfico de los
fue nombrado por el presidente Harper para ocupar la más alta posición en la
Breasted fue uno de los primeros en defender el papel que el antiguo Cercano
Museos
bre antiguo hacia la civilización, mucho antes del surgimiento de las civilizacio-
Rockefeller, Jr., quien, en 1919, financió la fundación del Instituto Oriental como
antiguas.
Hoy en día este edificio sigue funcionando como un renombrado centro a escala
personas visitan las salas del museo cada año y cientos de estudiosos van a
de las excavaciones del Instituto han definido la base para muchas cronologías
Museos
aéreos que emplean cometas, globos aerostáticos y aviones para trazar los mapas
de sitios arqueológicos.
Hoy en día el Instituto Oriental sigue siendo uno de los líderes en los estudios del
antiguo Cercano Oriente. No sólo destaca por las expediciones que actualmente
trabajan en Egipto, Jordania, Siria, Irak, Israel y Turquía, sino también por las
monografías y una serie de publicaciones que dan cuenta de los resultados de las
y estudiar las lenguas, la historia y las culturas del antiguo Cercano Oriente. Hoy
en día, la tarea se hace más fácil merced a los adelantos de la tecnología. Técnicas
Museos
Museos
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Plano de la planta principal del Museo del Instituto Oriental en la Universidad de Chicago.
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Conmemoración
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Conmemoración
Libros
M urasaki Shikibu (c. 978? - c. 1014) fue una escritora japonesa, creadora de
una de las obras literarias más importantes y reconocidas de la literatura
oriental, Genji Monogatari (o La historia de Genji, en español). Nació a
mediados del período Heian, hija del modesto letrado y literato Fujiwara no
Tametoki, perteneciente a una familia de funcionarios letrados de la mediana
nobleza, aunque lejanamente emparentada con la poderosa familia Fujiwara.
Era nieta del gran poeta Kenesuki, cuyas canciones siguen siendo populares en
Japón.
Su padre le dio una excelente educación y la niña destacó por su inteligencia,
asimilando libros que incluso los jóvenes encontraban difíciles. Su lectura de
escritores clásicos chinos era mal vista en la época.
Casó con un noble de similar clase social, Fujiwara no Nobutaka, que moriría
dejándole una hija. En este penoso contexto creó su novela La historia de Genji,
de carácter realista, que le granjeó mucha popularidad, por lo que el primer
ministro Fujiwara no Michinaga la agregó a la corte de la emperatriz Akiko
en calidad de dama de compañía hasta el año 1013. Al año siguiente murió y
su tumba se conserva en la antigua capital japonesa, Kioto, escenario de las
andanzas de sus personajes.
Murasaki Shikibu es autora de un diario (Murasaki Shikibu Nikki) y de la ya
mencionada Genji monogatari, la novela psicológica más antigua de la literatura
universal y la más importante de la literatura japonesa clásica.
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Libros
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Libros
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Esquela
DESCANSE EN PAZ
Julio de 2009
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Poesía clásica japonesa
Nota introductoria, selección y traducciones de Aurelio Asiáin
L os poemas japoneses más antiguos que conocemos son las pocas canciones
que recogen el Kojiki y el Nihonshoki, dos obras de historiografía mítica del
siglo VII, y el Manyoshu, el vasto florilegio de la época de Nara, compilado en la
primera mitad del siglo VIII. Aunque a lo largo de esta antología se advierte la
herencia simbólica y metafórica china (por ejemplo, en la preeminencia del árbol
del ciruelo sobre el del cerezo), los poemas que contiene alternan sin excepción y
exclusivamente versos blancos de cinco y siete sílabas, como hará prácticamente
toda la poesía japonesa, desde entonces hasta finales del siglo XIX. Salvo un
puñado de poemas un poco más extensos, además, todos tienen o debieran tener
treinta y un sílabas, distribuidas en cinco segmentos de cinco, siete, cinco, siete
y siete sílabas. Es lo que se llama waka, poema japonés (por oposición a poema
chino), o tanka, poema corto (por oposición a chooka, poema largo). Dejando
de lado la poesía en chino, los poetas japoneses no practicaron otra forma desde
el siglo VIII hasta el siglo XV, cuando, suprimiendo los dos versos finales de la
estrofa, desarrollaron (el verbo es paradójico) lo que hoy llamamos haiku.
¿Por qué no se desarrollaron más versos que los de cinco y siete sílabas, ni más
formas que la del tanka? La respuesta está, en parte, en la lengua japonesa, cuyo
espectro sonoro se reduce a ciento veintiséis sílabas estrictas, siempre iguales a sí
mismas y que constituyen la unidad mínima de la lengua. (Las sílabas de la lengua
española, que se alteran y transforman al entrar en contacto unas con otras, suman
mil doscientas y tantas y se descomponen en un número reducido de fonemas.) En
un territorio tan escaso no caben los versos extensos, los poemas largos resultan
monótonos y la rima resulta contraproducente.
¿Por qué, sin embargo, se escribieron poemas largos como los de Hitomaro, y
luego no volvieron a intentarse? En parte, dicen algunos, porque durante la época
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de Nara el sistema fonético se redujo, y las ocho vocales existentes quedaron en
cinco. Pero no se entendería entonces cómo los poetas de nuestros días han logrado
escribir, con buena fortuna, poemas considerablemente más extensos (aunque es
cierto que sin desarrollar una métrica contemporánea).
La explicación hay que buscarla no en el espacio de la lengua, sino en los
límites de la cultura. El waka es una invención popular, pero su desarrollo a partir
del Manyoshu es obra de una cultura cortesana, ritualista y conservadora, que
no entendía la invención sino como homenaje a la tradición y en la que no se
ejercía la crítica sino como enérgica preceptiva. A cambio de no extenderse más
allá de las treinta y un sílabas, la poesía japonesa tuvo una suerte de crecimiento
interior: desarrolló un complejo sistema de alusiones y sobreentendidos, extremó
las contracciones sintácticas y sometió su universo simbólico a una codificación
extrema (que devino, al cabo, en un manierismo).
En la cultura japonesa es de primordial importancia la forma de hacer las cosas:
lo mismo en la ceremonia del té que en las artes marciales, en la caligrafía que
en el intercambio de saludos en la calle, la forma tiene preeminencia sobre el
fondo, la intención o el sentido. Mejor dicho: se confunde con ellos. La poesía,
como idea abstracta, como noción general, como género literario, no se concibe en
Japón antes del encuentro con Occidente. Cuando Ki no Tsurayuki declara, en el
prólogo al Kokin waka shu, que “La poesía japonesa tiene el corazón del hombre
por semilla y miríadas de palabras como hojas”, no habla en términos generales:
se refiere al waka, las series de líneas
Cultura ibérica.deFinales
cinco S.
y siete versos.
III, inicios S. IIMatsuo
a.C. Basho, seis
siglos más tarde, hablará siempre de haiku, no de poesía.
Las traducciones que siguen intentan ser fieles a los rasgos aquí descritos. Son
parte de un libro en preparación.
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Poesía clásica
Cambia el color
de la hierba y los árboles,
pero la flor
de las olas del mar
no conoce el otoño.
Bunya Yasuhide
Se desvanece
un color sin ser visto:
el de la flor
que guarda el corazón
de los hombres del mundo.
Ono no Komachi
Minamoto no Muneyuki
Izumi Shikibu
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Poesía clásica
Ahora voy,
dijiste, y tus palabras
también se ajaron.
¿Dónde podrá posarse
noche a noche el rocío?
Izumi Shikibu
Es este mundo
lo mismo que una sombra
en el espejo,
que no está donde está
ni ahí deja de estar.
Minamoto no Sanetomo
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Lecturas
Esta obra ofrece al lector hispanohablante un panorama amplio de las tareas que
en la actualidad enfrenta la sociedad coreana en términos de la consolidación
democrática, la reestructuración económica, el rescate del patrimonio cultural,
la integración a un mundo cambiante y la inserción de la diáspora coreana
en las sociedades latinoamericanas. Los autores de este libro parten de una
propuesta analítica que busca trascender el binomio tradición-modernidad
propio de las ciencias sociales y cuyos factores son considerados excluyentes,
para concentrarse en una reflexión constructiva que sintetiza los elementos
históricos que permanecen en la sociedad coreana, y los aportes promotores
del cambio, muchos de ellos recibidos de las sociedades calificadas como
“desarrolladas”. A través de la síntesis permanencia-cambio, las transiciones
coreanas en curso son una fuente de aprendizaje para los actores sociales
latinoamericanos con deseos de participar en la modernidad, sin abandonar
las tradiciones que los distinguen de los Otros. Ser modernamente tradicional,
o tradicionalmente moderno, puede ser una alternativa a la homogeneidad
implícita en la globalización de los valores propios de las “sociedades
desarrolladas”.
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Lecturas
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Lecturas
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Lecturas
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Directorio
DIRECTOR GENERAL
ALFONSO DE MARIA Y CAMPOS CASTELLÓ
SECRETARIO TÉCNICO
RAFAEL JULIO PÉREZ MIRANDA
SECRETARIO ADMINISTRATIVO
LUIS IGNACIO SAINZ CHÁVEZ
EDITOR
MARIANO FLORES CASTRO
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