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vibra con los sentimientos del otro como si fueran
suyos, antes incluso de tratar de saber si los comparte o no. El
psicologo Carl Rogers ha utilizado el nombre de «empatia»
para designar la facultad que «consiste en percibir exacta-
mente el cuadro de referencia interno de otra persona, con los
1 Utilizamos deliberadamente el demostrativo «estos», a pesar de que
Ja gramatica exigitia mas bien el posesivo asus» pars traducir exactamente
Ia actitud de la persona de tipo «T», que toma los sentimientos como un
dato més y no como una vivencia experimentada y compartida,
36componentes emocionales y los significados vinculados con
Slo como si uno fuera In otra persona, pero sin perder
tuna la condicién de como si». Las personas de tipo «F» se
ponen facilmente en el lugar del otro y tienen més dificultad
ee mantener la condicién de «como si». Las personas de tipo
Sih tienen una conciencia esponténea del «coro si» y perciben
con mayor dificultad los componentes emocionales.
a posicion distanciada del «T> le permite aleanzat mis
facilmente su objetivo de justicia y claridad; el deseo de impli
cacién del «Fs le capacita para hacer reinar la armonfa, que es
‘una de sus principales preocupaciones.
Esto se traduce también en el modo en que uno y otro
cemiten y reciben las criticas. Para el «T», lo que no funciona
bien galta a la vista y debe ser manifestado tal cual; la alaban-
2a, eventualmente, vendré después. Para el «F», lo primero es
Ia apreciacién positiva; los defectos solamente son sefialados
Wa tarde, cuando se ha creado un clima que permita decirlos
sin herir.
Cuando observan fa ptntualidad de los trenes, el «T» indica
primero, incluso tinicamente, Ios trenes cor retraso; el «F»
Fionde con facilidad a felicitar a los conductores por su put
tualidad habitual.
Reciben la ceftica de manera parecida a como la emiten. Es
decir, que el «T> queda satisfecho de que se le indique
Gefecta que debe corregir. Ast como juzga desde fuera, asf
ceeetjen becucha la critica desde fuera; lo que se critica es la
mmoteduta de pata y no a él. Por el contrario, en general, el «F>
Fiferencia mal la critica especifica y el ataque personal: lo que
apta no es que ha cometido un error, sino que es un inst
Gi el arte de la critica es dificil, es porque se presta a jue-
gos eruzados a los que hay que estar muy atento, sobre todo
arando entra por medio una relacién de autoridad. En efecto,
1 eT que critica al «F» a su manera, directa, sin florituras,
tiene muchas probabilidades de provocar una reaccién de
blogueo, ode rechazo, Esta reacci6n incomprensible para é)e
puede initar y hacerle todavia més cortante Insist dicen
a «Pero, en fin, sea usted I6gico y abjetivo..., consejos inti-
tiles para quien experimenta [a critica de manera subjetiva Y
37,afectiva, si no es para reforzar su sentimiento de que real-
mente no esté a la altura de los acontecimientos. En sentido
contrario, la manera suave del «F» desconcerta probablemen-
teal «T», que se pregunta qué ataque disimulan las alaban-
zas de su interlocutor. Y si entonces declara bruscamente:
«Bueno, zqué es lo que no marcha?, dimelo claramente», su
interlocutor «F> podria interpretarlo asi: «jadiés, ya le he
ofendido! Tengo que avanzar con mas prudencia», lo que, por
supuesto, no hace sino reforzar la impaciencia del «1».
Después de todo, nunca resulta fécil aceptar la critica, y pue~
den intervenir otros muchos factores. Un grupo con el que
reflexiondbamos sobre esla cuestién observé lo siguiente:
«qTodos somos “I” cuando se trata de criticar a los demés, y
“B" cuando nos critican!»
Los modos de comunicacién de «T» y «F» son diferentes.
E] mensaje de la persona de tipo Pensamiento se refiere a los
principios; lo mas importante para ella es el contenido del
discurso. El mensaje del «F» se refiere a las personas y a sus
valores; las modalidades de] discurso, la interaccién entre el
emisor y el receptor son esenciales para ella. El «T» demues-
tra y piensa que la adhesin intelectual es el motor de la deci-
si6n. El «F» estima que la motivacién personal es el resorte de
Ja accién. El «T» compara las posibles soluciones, es un espe-
cialista del andlisis a base de muchos criterios. El «F» evalia
en términos de bien y mal, su sistema es binario.
En lo que se refiere a las relaciones, el «T» las prefiere en
general impersonales y objetivas, lo que no quiere decir que
vite la intimidad con las personas que le son cercanas. Pero
esa intimidad la vive con frecuencia como un modo de com
prender intelectualmente. El «T» tiene ante todo necesidad de
Clatidad. Por su parte, el «F» desea relaciones personales, en
las que haya intimidad y emocién; lo que prima es la necesi-
dad de armonfa,
Exageracion de las preferencias
En esta dimensién como en las otras, las actitudes unilate-
rales pueden conducir a comportamientos inaclaptados, y las
38oposiciones entre preferencias conducen también a percep-
ciones recfprocas negativas.
De este modo, la persona de tipo «T» puede parecer fria,
incluso condescendiente o sin coraz6n. Su facilidad para cri-
ticar puede rozar la causticidad. De este modo, el «T» puede
hetir sin quererlo, y a veces, incluso, sin darse cuenta de ello.
El exceso de légica puede conducirle a descuidar de tal modo
los sentimientos de los demas que los vuelva en su contra.
Por el contrario, el «F» parece emotivo sin ton ni son; el
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