FIESTAS BARROCAS
EN CHARCAS
Femando Cajias de la Vega / Bolivia
INTRODUCCION
i «Ia fiesta la transgresion de lo cotidiano o es
tun complemento de lo cotidiano! La esencia
de Ia fiesta es la txanagresin; los eristianos
suspenden su trabajo cotidiano de seis das para
descansar uno; la mayor parte del afo, el dia es mas
importante que la noche, en las fiesta la noche es mas
importante que el. da; en el earnaval homes se wansfor-
rman en mujeres y viceverss, eselavos en amos, minezos
cen diablos. La méscara reemplaza la cara cotidiana y es
probable, parafaseando a Machado, que la mascara sea
ta verdadera cara, La fiesta permite un cambio de perso
nalidad, un eambio de roles,
Porque es transgzesora, la festa tiene un Kinite de
tiempo y los sres humanos festejan de tiempo en tiempo.
Probablemente, después de las fesas del imperio romano,
las mas excensas han sido las fiestas barracas que duraban
semanas, pero ain as tenn un limite de tiempo, duaban
menos tiempo que otzosaspectos de la vida porque, como
afirma Uwe Schult, "la festa, una intensficacin de la
vida en un lapso corto de tiempo, requiere caracterzarse
con una sefal que supere el tiempo”.
“Marquard no niega que la festa sea canspresor, arma
que vivit la vida es Io cotdiano, distanciarse de ella es la
fiesta; pero es complementaria& la vida y alo cotidiano
porque el er humano “necesita de Ia fiesta en todas sae
formas, pero no como susitucin sino como complements
de lo coridiano”, necesita inceerumpir la rutina para
sobrellevar la eotidianidad, (Qué serfael lunes sin el
domingo?
El ser humano es un ser que festea, pero no todos
actian de la misma manera en los dias de fies, parafa-
seando a Marquard, hay tes formas: lade los contempla-
tivos que aprovechan el dfa de festa para intensificar su
fe, su piedad, su unidn familiar; la de los lédieos que
incensifican el placer de los sentidos, la alegria y Ia
diversi; lade los pricticos que intensifican sus negocios,
en general, a costa de los liicos. A los tres grupos, hay
que afadir el de los contearios ala fiesta, los aguatiestas,
Tos que insisten en que las eales son slo para los eartos,
de trabajo y no para los alegéricos, los contrarios al
descanso, alas que no les gusta las celebraciones, en todo
«aso, los peores aguafiestas son los que se infin en ella
ya arruinan, algunos porque en lugar de ret Horan y
otros porque su forma de romper con la par eotidiana no
es con la fiesta, sino con la violencia y con la guerra
En el mundo judaico cristiano, cada semana tiene un
dade fiesta: pero ademas de a festa dominicalo sabatina,
hhan existido y existen muchos dias de fiesta, Todos los,
ritos de paso desde el nacimiento a la muerte son motivo
de festa; las grandes evocacionesreligiosas y politicas; el
dia del santo pareén, el carnaval. Pretextos no faltan y
menos faltaban en la época barroca, época en la que se
fescejaban durante semanas las fiestas religiosas y las,
polfticas, las mismas que dado el absolutismo de los Reyes,
se llevaban a cabo eada que nacia un principe, cuando se
casaban, cuando juraban lealtades, cuando visitaban una
ciudad y los pueblos del eamino, cuando se coronaba un
rey: Las vistas de altos funcionarios también eran motivo
de fiestas prolongadas. Como afirma Uwe Schult: las
fiestas més extensas, reinadas y dispendiosas fueron las
31del barroco, asf el nacimiento de un principe bien valfa
quince dias de corridas de toros y la visita de un Vireey,
siete dias.
Por todo ello la necesidad de estudiar la fiesta, no se
puede comprender una cultura o una época, o alas propias
individualidades sin estudiar la fiesta; lo cotidiano y la
ruptura, Ast como es necesaria [a historia de la politica,
de la economia, de las divisiones sociales, del arte, es
también necesario el estudio de eémo se festejaba en la
época barroca, estudio que es imposible abordarlo bajo
tuna sola mirada o un solo lenguaje.
La complejidad de Ia fiesta permite varias lecturas
Precisamente con el apoyo teérico de estudios, especial-
mente sobre el carnaval, realizados en varios paises del
mundo y, también en Bolivia, propongo para el anslisis
de las Fiestas Barrocas, seis lenguajes: el lenguae teligioso,
Lenguaje politico, el lenguaje de la identidad cultural,
el lenguaje artistico, el lenguaje socio econémico y el
lenguaje lidico.
La fuente principal de este estudio son los tres tomos
de la “Historia de la Villa Imperial de Potost”,escrta por
Bartolomé Arzins de Orsiia y Vela, en el primer tercio
del siglo XVII, editada con numerosas citas de comple-
mento por Gunnar Mendoza y Lewis Hanke en 1965,
ademés de las obras de otros autores de la época colonial,
documentos de la época y bibliograffa universal. En cuanto
a los estudios bolivianos, destaca el de Marcela Inch. El
presente trabajo enriquece un anterior sobre el mismo
fema que presenté en el Primer Encuentro Internacional
de Barroco Andino, realizado en 2003,
LENGUAJE RELIGIOSO
La mayor parte de las Fiestas Pablicas en la época
prchispinica, en la época de la colonia espasiola y en la
actuslidad tienen como principal motivo la religisn, e¢
decit, en las fiestas los seres humanos intensifican su
acercamiento a Dios. Los domingos, a festa teligiosa
tenia y tiene como acto central acura la misa dominical,
en cambio en las grandes fiestas eligionas, salvo la Semana
Santa, ademés de la misa y la procesién, el lenguaje
religiosodaba paso tambign a los otros lenguaes inchuido
el Kidico.
La fiesta religioss es un profindo acto de fe, una
renavacid de compromiso con la dvinidad: la evocacisn
festivade los paajes principales de la vida de Cristo, de
Ia Virgen y de los santos contribuye a a etermidad y a la
consoldacin de ae. La repetcin anal de los momentos
de ls pasicn que durante el barroco se teatralizaban con
52
snucho teaismo (en muchos lugares todavia persste esa
hherencia barroca como en Padeaya y San Ignacio de
Moxos o algunos barrios paceios), tenfan mis efecto que
ecensas de sermones.
Los prorestantes se diferenciaton y se diferencian de
los catslcos por dogmas de fey por la utilizacién del arte
‘como evocacién de lo divino, por supuesto también en
relacin a la fiesta. No es casual que dos de los dogmas
snis debatidosfueran motivos de grandes fiestas barrocas
en casi todas as cudades hispanoamericanas: el Corpus
yyla Inmaculada Concepcisn.
Por ejemplo, a dies aos de furdada la Vila de Potos,
en 1555 los wecinos de la Villa juraton en actos solemnes
¥ festivos tener como patronos de la Villa al Santisimo
Sacramento, a la Purisima Coneepeién y a Santiago
Apéstol. Desde entonces se realizaron fiestas su devocisn.
El enguaje religioso se observa por la devoid a los
Santos Patrones y porque en la mayoria de las fiestas
existan rtuales de carder tligioo que formaban parte
fundamental de la festividad. Bos stuales eran principal-
mente las misas, las procesiones y los novenarios
‘Arzins, por ejemplo, narra que en el afo 1555, en
‘asin dl uramento alos primeros patzones dela Vila,
se reali una solemne misa a las siete de la mafiana y
que lueg de la misma, se lleva cabo una solema‘sima
procesidn que partis dela Iglesia de San Francisco. Segsn
-stelato, en dicha procesién participaron distntos grupos
sociales. Por delante sban quince compasias de indios,
luego seguia otro grupo de indtos imitando al acompaa
rniento que tenia los aonascas ineas y a los propos ineas
‘quienes desfilaron de dos en dos. Luego se presentaron
‘varias naciones originaias de toda la América del Sur;
segufan diversas danzas en cuadeills de indios, después
venfan 3000 indios y 50 expatiles vestidos con traje
cortesano, todos ellos delante de la imagen del Apéscal
Santiago, Deteés del ApSstol Santiago, desilaban cuateo
‘compares de infantera espaol, detris todos los ofciales
4e oficos mecanicosy cuatentaindios tocando sus instru-
rmentos, También participazon los indios que eumplian la
mita encabesados por sus captanes; los espaiolestabaja
ores de minas y,Iuciendo sus jayas, el gtemio de los
uefios de minas, Luego iba un carro triunfl trade por
20 indios jovenes,seguido pot las Srdenes religiosas de
los rancscanos, dominics y mercedarios, Lego la clerecia
yy detrse de ella, la imagen de Cristo Sacramentado.
Finalmente, marchaba el cabioy todos los funcionarios
dela colonia y dewés dos compass de arcabuceros
espafoles y dos companias de indios, cerrando el desfile
un gran ntimero de indiosinfeles (Arzéns, tomo I, pig
95.97)Las procesiones eran enmareadas con altares. Por
«ejemplo, en la jura a los patromos de 1555, se refiere que,
a lo largo de las calles por donde pas6 la procesin, los
veeinos presentaton quince altares dedicados unos al
Santisimo Sacramento ¥ otos a la Inmaculada Concep-
cin, Adems, todas las calles estaban adomnadas con
cespejos y pinturas de santos el suelo con ricas mantas de
lana y algodiin que dieron los indios einfinidad de flores
y hietbas olorosas. Se construyeron, ademis, doce arcos
triunfales con variedad de adornos (Arséns, tomo lpg.
95,96).
En 1591, el eabildo regulé la manera de conmemorar
Ia fiesta de Santiago Apéstol, cémo debia sacarse el
estandarte “que se ha de sacar perpetuamente codos los
afios el dia del Apéstol Santiago y la manera que se ha
de tener as en llevarle desde las casas de cabildo a la
iglesia mayor de esta Villa y paseo que se ha de hacer por
las calles... que ls visperas del Sesor Santiago en la casas
cde cabildo pareaca el estandarte al amanecer..”-Seregulaba
todos los lugares que se debiavisitar eon el estandart, el
protocolo y las personalidades que debfan participar en
cel ceremonial.
‘Alrrefertse alas festas de 1654, Arofns sefala que las
fiestas religiosas anvales mas importantes de Potost eran
las siguientes: “las que se hacfan por el dia de Corpus, por
eldel Apéstol Santiago, su pate6n, porel de la Asuncién
de Nuestra Sefira (que ¢s fiesta de la Misericordia de
cesta Villa), por el del gran patriarea San Agustin, patrén
del Cerro, por el de Nuestra Sefiora del Rosario, y por el
de la Inmaculada Concepcion. En cada una de estas
celebraciones habian seis u ocho dias de fiestas en las
cuales se jugaban cafas, sotija, se comran roros, habla
toxneos, y ottas varias invenciones de regocijo” (Arzins,
tomo I, pag 159). En Oruro, durante la época colonial, la
principal fiesta religiosa, era la dedicada a Nuestra Sefiora
del Rosato,
Las inauguraciones de templos merecieron también,
importantes fiestas. Por ejemplo, cuando se inauguré la
iglesia mayor, las fiestas con todos sus aspectos duraron
10 dis y la que se onganizé por Ia inauguracin del tempo
de la Compania de Jests, en 1590, duré 15 dias. La
procesin de esta éltima fiesta ha sido descrita en detalle
por Arséns. En ella pariciparon indios y espatioles, los
primeros con danzas, con compafias de soldados com sus
ceaciques y sus representaciones de todos los ineas. Luego
segufan los espafioles como oficiales mecnicos, arcabu
eros, mosqueteros, mineros, azogueros y religiosos,
“También se dio una fiesta grande cuando Charcas se
cxigis en Arzobispado, en 1609, Las beatificaciones y
santificaciones se festejaron en Chareas tanto como en
Espasa, Por ejemplo, ls eanonizacién de San Ignacio de
Loyola, se festejé en Madrid, en 1622, durante ocho dias,
con actos religioso,fuegos artficiales, un paseo criunfal,
Yun certamen poético. En Potosi se festej6 dos aos
despues, en 1624 y duré quince dias, con més actividades.
‘Arains no da muchas referencias la conmemoracicn
de la Semana Santa, Sin embargo, en 1708, rfiere que
en dicha semana se realizaban procesiones de gran mag
stud, especialmente la que se dabs el ines santo, og
pisada por los jesuitas y acompatiada por cvatro mi indios,
“alumbrando cada uno con ciios de 6 y 8 libras, y este
feel principal motivo que tomaron para hacerla guitar,
porque dijeron era exorbitanisimo cl gasto de los naturales"
(Arzins, tomo 2, pag 327). También describe con mucho
detale las procesiones de los demés das
Refiere que el martes santo sala la procesién de la
Iglesia Mayor con varias cafzadis y una dacena de ims
gence: “Antiguamente shan por delante las cofradias de
los negeas con el Apéstol San Pedi, el Santo Cristo de
Ja Columana, el Angel con la Ténica del Seficey la Madee
de Dios de la Misericordia, y hoy no salen por el descae-
cimiento que ha padecido, Los indios ahora salen por
delante con sus cofradias, primero va la Muerte en sus
andas con su alfére ¥ luces, que se hace en memoria de
Jas bendlitasdnimas del pusgatorio;sfguese el paso de la
oracidn del huert, nueva coftadfade indios fandada en
Ja parroguia de San Roque hugo va el Apsstol San Pedro,
agquign se sigue el singel con la tinica del Seo, el Santo
rato de la Columna y Maria Santisima de Misericordia,
cada imagen con sus estandartes; y en dos hileras bien
condenadas de indis (los de la hermandad con tnicas y
Js dems con toda decencia) van en ntimero de 600 de
entre ambos sexos con ctios. Luego se siguen los espailes,
asf de Expat como de este peruano teina y alumbran al
Angel yal estandarte (que ordinariamente lo saca uno de
Jos alcaldes de Ia santa hermandad) mas de 200 de la
nobles vestidos de negro fondo, con hachas de a3 libros.
Siguese San Pedro, a quien alumbran 20 personas de
Grdenes menores, Luego se sigue el Santo Cristo de la
CColunna y van primero 40 hombres con nica yeapirotes,
negro, de a cftaia de Nuestra Sesora ce las Mercedes,
con velas de a dos libras tras éstos van 50 hombres con,
tsinicas y capitotes lancos, los cuales son de la cofradia
dle Nuestra Sefora de Misericordia con citios de a2 y3
libra a esto se siguen los 52 hermanos de dicha cofradia,
vestcos de blanco con galls, somibreros negro y esca~
platios verdes Siguese Marfa Santisima de Misericondia,
vrestida de rela morada yescapulario verde, quien alum-
bran con velas dea libra el ilustesimo Convenio, com-
puesto por més de 100 sefors clévigo presbiteros entre-
53verados los eaballeros seeulares,y ltimamente alumnbra
tun gran nimero de mujeres con velas de a dos Iibras. En
medio de las hileras van hermosos nifos vestdos ricamnente
de dngels y otros de blanco con escapulariosy velas como
también campanillas” (Arzins, tomo 2, pig. 328).
Con el mismo deralle describe las procesiones de los
ottos dias. La del miércoles salfa de Santo Domingo,
encabezada por mulatos, yen la que también participaban
todos los grupos émnicos, especialmente acompafiando a
Ja Madre de Dios, al finalizar la procesion, “wan de todas
tas calidades de mujeres y sefioras, mestizas, indias y
rmulatas por delante, y las sefioras después con citios’. La
del jueves santo salfa de San Francisco y Ia del viernes
santo de la Iglesia de la Merced. En ambas cerraba la
procesidn la imagen de Nuestra Sesora de la Soledad,
acompatiada de muchas mujeres; especialmente el jueves
participaban muchfsimas personas haciendo grandes
penitencias
Desde 1585 hasta 1670 se realizaron importantes fiestas
en las parroquias de Copacabana y San Pedro con nove-
narios, misasy fuegosartificials. Es interesante observar
aque, salvo referencias muy cortas, Arzins no da mayor
mportancia al dia de San Bartolomé. En 1708, al describir
Ias fiestas por el nacimiento del principe Luis I, refiere
aque éstas se iniciaron la noche del da de San Bartolomé.
En cambio, en Chayanta la fiesta de San Bartolomé
ra muy importante, duraba varios dias y se earacterizaba
por una inmensa feria asf como muchos baile y diversones
de los indios en la localidad de Pocoata. La reuni6n de
miles de indios era aprovechada por el coreegidos, en la
segunda mitad del silo XVIII, para cobrar los repartos
rmercantiles y enviar los mitayos a Potost
En cuanto al primer tercio del siglo XVIII, Arsénz
refiere varias fiestas religiosas como la de Compus en 1715
en la Iglesia Matris “con el mayor concurso de gente que
se ha visto en esta villa”; las que se organizaron por la
beatificacion de dos heatosjesuitas el novenario dedicado
a San Antonio de Padua con procesiones y cotrdas de
toros para que este Santo intercediese ante Dios para que
Ilueva, “fue cosa muy manifesta y prodigiosa que desde
el mismo da que se empeas esta novena llovis”. También
relaca una fiesta muy elegante en la inauguracién de la
‘nueva Iglesia de San Francisco en 1726. En esa inaugura-
cin partciparon el cabildo, la nobleza el pueblo, "yendo
‘pordelante los gigantes como en la celebridad del Corpus”
(Arzins, tomo 3, pég. 234)
La fiesta religiosa en Potosi fue utilizad, como en la
actualidad, para reforar la fe, para estimolar los senti-
mientas religiosos, para sacralizar todo el espacio de la
ciudad mediante las procesiones y los altares colocados
en los sitios mas signficativos. La diferencia entre la Fiesta
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Barroca de la época colonial con la festa de nuestros dias
es que en las fiestas actuales, la simbiosis religiosa se
presenta mucho més explicita
‘Otro testimonio importante, respecto a la vinculacién,
de la fiesta con la evangelizacién, la da el famoso jesuita
suizo alemén Martin Schmid, arquitecto constructor de
ta mayoria de las bella iglesias chiguitanas: "Acabo de
decir que no slo canto ¥ too mis instrumentos sino que
también bailo. No se si vuestra reverencia sabe que los
cespafolesfestejan sus alts fiesta religiosas no sSlo con
canciones, sino con danzas, dando asf mayor solemnidad
al oficio divino, imitando ast el ejemplo de David
(Hoffmann Werner, citado por Baptista, 1994, pig.45),
LENGUAJE POLITICO
En las fiestas reli
oss, como se analisaréa continu
ign, no todo era religioso, ni todas as fiestas piblicas en
Ia época colonial fueron religiosas. Existicton muchas
celebraciones en torno a momentos importantes de la
vida mondrquica: por otta parte algunas fiestas sivieron
para consolidar el poder, asi como para cuestionarlo;
especialmente en momentos de etsis fueron escenario de
enfrentamientos politicas como durante la guerra entre
vvicufas y vascongados en Potos, durante la sublevacién
general de indios de 1780- 1782 y en los prolegémenos
de la Guerra de la Independencia,
Dado el absolutismo de los reyes barrocos, los ritos de
‘paso de la familia real y de las principales familias de la
noblesa, eran motivos de fiesta pablica de larga duracisn.
‘Como anota Jenaro Alenda y Mira en su extenso libro de
“Relaciones de solemnidadesy fiestas publics en Espafa",
publicado en 1865, la mayor cantidad de fiestas pblicas
politicas, se debfan a nacimaientos de principes, a coronae
ciones de reyes, a matrimonios reales, a visitas de reyes
y principesa ciudades 0 a otros patses:situacidn que era
similar en Alemania, Flandes, Francia y los ottos paises
ceuropeos. También eran motivos de fiesta las visitas papales
y de cardenales
Estas ocasiones en Espafia, daban origen a fiestas muy
barrocas, earacterizadas por la larga duracin, la eleganc
el ljo, “las suntuosfsimas entradas y las brillantes fiestas”,
los arcostriunfales, las coplas, los rorneos, las comedias,
ls sara, las mascaradas, los fuegos artificiales y los tors.
En Charcas, como en Espafa y en todas las Indias,
estas fiestas tenfan una clara intencionalidad politica,
servian para afianzar el sometimiento y la fidelidad a la
‘monargufa. Las fiestas mas largas y mas costosas eran las
aque celebraban la jura de un Rey, el nacimiento de un
Principe, un matrimonio teal, una vietoria de las armas
cespafiolas, la llegada de un Virreyo la del nuevo CorregidorEntrada Vr Merit Pts chr Pr Hel
En Charcas, por el retraso de las comunicaciones, se
realizaban bastante mas tarde del acontecimiento, lo gue
Marcela
‘ocasioné situaciones tragicémicas, como sefi
Inch, como el caso del festejo de la jura de Lu
Len 1725, que se festej4 durante 22 dias en Potost, el
tileimo dia se enteraron que habia fallecido hacia cuatro
meses. Con tantos matrimonios que tuvo Felipe Il, cada
uuno con sus correspondientes fiestas piblicas, no serfa de
lexttafiar que aqui en América se festejara el casamiento
‘cuando el ey ya estaba viudo,
‘A mis de toda las diversiones, comunes a otras
barrocas, las polticas se caracterizaban por una suntuos!-
sima entrada o desfile. Una de las més importantes fue la
relacionada con la visita del exeelentisimo Arzobispo
Diego Morcillo Rubio Auién, camino a posesionarse
como Virrey del Perd, visita que fue descrita con mucho
devalle por Arzinz y que ha quedado también grabada,
aristcamente gracias al pintor Melchor Pérez de Holgu‘n.
El Arcobispo liegs el sbado 25 de abril de 1716 a las
tres de la tarde, acompafiado por los oidores, tos muchos
caballeros, cortegidores de varias provincias, eclesidsticos,
muchos maestros y curas, La Imperial Villa lo amaba y lo
recibié con muchas demostraciones. Le hicieron dos arcos
triunfales, el primero y principal una cuadsa més atriba
de la parroquia de San Martin, construido con columnas
saloménicas, corintia, jénicas, dérias ytoscanas, adornado
Femando
con telas y reas sedas y esculturas. El otro arco triunfal
estaba colocado en una de las exquinas de la Plaza del
Regocio,
Le dieron la bienvenida el premio de azoguetos, los
yun “escuadeén de 300 hombres compuestos
de la nobleza de varias naciones de Europa y peruanos
hijos sayos" aron con su excelencia hasta el primer
arco triunfal donde lo recibi el eabildo con un palio de
riquisimo nacarforrado en seda. Los miembros del eabildo
llevaron el palio, Luego se dio principio a armoniosa
sando ésta la usbanidad y liberalidad (
1 dos nifios), en verso muy elegance, ofrecién-
dose de parte de Ia Villa aplaudieron su feliz venida”. Se
volvi6 a escuchar la mésiea compuesta por el fraile Agus-
tino Fray de la Torre.
‘Acabada la miisica, el cabildo le entregé un caballo
chileno ricamente adornado, montado en él y acompariado
pot los principales del cabildo y los alealdes ordinatios
(vestidos a lo cortesana), caminé por las calles de Potost
‘A su paso estaban las de "hermoso sexo que llenabs
balcones, ventanas y tablados que se hicieron, canta
matrona ilustze, tanta doncella honesta, tanta dama
celebrada: todas galana y ricamente adornadac’
“La distancia desde el arco triuntal hasta la Iglesia
Mayor es dilatada, y con ser asf todos los baleones,
‘anas, puerias y cruceros se haban cubierto de innumerable
55reente, y las paredes de uno y otto lado de arsiba abajo
aadomadas de rias y varias colgaduras de rasos, terciopelos
y otros mil tapices de seda y pafios de corte, de telas,
damascos, cuadros de primoroses pinceles, paises yretratos”
{Arzins, tomo 3, pig. 47 - 49). En el cuadro de Melchor
Pérez de Holgufn se pueden observar las pinturas que
adomaban las paredes, que representaban, aparentement,
historias miticas.
En la Iglesia Mayor lo espers el vicaro y todo el clero,
se ofa al mismo tiempo el sonido de tambores y clarines
y los instrumentos de los indios. En la Plaza del Regocijo
le rindis honotes la noble infanceriaricamente ataviada,
que realisé demostraciones militares. Las fiestas duraton
8 dias y fueron famosas las mascaradas, de las que habla-
remos en el capitulo respective,
‘Una deseripeién similar nos da Arséns en ocasién de
Ia jurade fidelidad al nuevo rey Luts I, en 1725. También
en esta ocasign se presentaron mascaradas tanto de los
espafioles como de lo indios. En cambio, en el desfile, el
protagonismo fue de los espanoles y criollos con un
marcado predominio militar. Segiin Ia descripcién de
‘Arzins, marcharon en esa ocasién 600 mosqueteros,
escopeteros ¥ piqueros bajo el mando del corregidor de
‘Tarija; luego las autoridades de la Villa de Potost y la
caballerfa, unos en gallardos caballos y otros en mulas
ricamente adornadas; todos adomados con sombrero de
tues picos y grandes joyas en el pecho,
De la misma manera desfilé toda la infancerfa,
eompuesta mucha parte de la noblesa de Espatia y el
resto de la peruana, que con esmero de ricas galas a la
francesa ¢ inglesa, de teas, brocados, rasos y patios de
Segovia, fue de excesiva costo porque todo fue nuevo...
‘A Ia infanteria y caballeria siguieron el tribunal de la
Inguisicién, e iustre cabildo vestido alo cortesano con
cadenas de oro y joyas, yel decano de los veinticuatro
cabildantes con el pendén real.
En el medio de la plaza se erigis un tablado cubierto
de ricas eds, “en cuya principal pate se vio a imagen
del sefior Luis Fernando I puesto a caballo (que s6lo se
hizo de pincel para esta funcisn)”, Subieron el decano y
otras autoridades por unas gradas doradas y aquel toms el
juramento: “Casilla y Indias por el Rey don Luis Femando
I, que Dios guarde, a que respondieron todos Viva, Viva".
Hizo salva la infanterta, epitiendo tes veces el juramento,
‘Acto seguido, los alealdes ordinarios derramaron monedas
a la plebe. El juramento se repitié en otros dos tablados
donde estaba la efigie del nuevo Rey, ubicados en la plaza
de la Compania de Jess yen la de La Merced.
Se concedié indulto a los presos por deitos no graves
val dia siguiente, luego de la misa por la salud del monatca,
se tepitieron las salvas, repiques de campanas y marchas
56
rilitares. Luego vinieron los toros, las méscaras y las
ccomedias a los que nos referizemos més adelante (Ar2ins,
tomo 3, pag 182-183).
La Fiesta divertia, alegraba, domesticabs, constrafa un,
proyecto comiin en tomo a un Santo patrén o a un Rey,
pero también destruta al convertirse, no pocas veces, en
‘escenario de violencia y de rebel.
Durante el enfrentamniento entre Vicufas y Vasconge-
dds, las Fiestas Pablicasenardecieron los énimos y aumen
taron la violencia existente, Por varias décadas, a fines
del siglo XVI y principios del siglo XVI, as fiestas se
‘empanaban por los disturbios ente las diferentes naciones
que habitaban en Potosf, especialmente cuandl se reac
zaban los juegos y torneos. Los bandos estuvieron elarae
‘mente divididos: los erollos, andaluces y extremefios, por
‘un ado, y los vascongados y navartos, por el ott.
‘A fines del siglo XVIII, la Fiesta de San Bartolomé,
cen la localidad de Macha, fue el detonante para la suble
vvacién general de indios en el norte de Potosf
La fiesta mas transgresora en todo sentido es el Cama-
val, sla ocassn para cuestionaro para burlarse del pode.
Uneejemplo de ello es el Camaval de Oruto de 1783.
‘A dos afos de la sublevacién del 10 de febrero de
1781, amediados de febrero de 1783, el corregidor Urrutia
instruy6 sumaria en tomo a las noticias que citculaban
cen fa Villa en telacisn aun nuevo alzamiento que debfa
llevarse a cabo el lunes de carnaval. La Sumaria fue
iniciada, principalmente, por la declaracién dada por el
teniente de las milicias de Chichas Don Juan Josep Eche-
varei, quién declaré el 19 de febrero que halléndose ese
fa en “casa de Dota Marfa Portillo y con motivo de
Ihaher entrado a la sazén un elérigo hermano suyo, nom
bbrado Francisco Portillo, se excondié en una alcoba, y de
abt apercibié que la dicha sefiora le cont6 al citad clérign,
Ihabfa ofdo que los cholos de esta Villa preparaban para
las proximas Camestolendas un nuevo alboroto 0
alsamiento” (AGI CHARCAS 601. Libro Il, Cuademo
10. Sumaria de 19 de febrero de 1983).
‘Urrutia hico lamar a Marfa Portillo para que aclarase
donde habfa escuchado tal eosa, pero ello neg la version
del teniente, seg ella, nunca habia hecho un comentario
dde esa naturaleza a su hermano.
En cambio, otros, corroboraron la noticia de que eran,
los “cholos" los que preparaban el alzamiento. Juan de
Unrutia, por ejemplo, declaré que “el 27 del pasado mes
de febrero, por la noche, a cosa de las nueve, con motivo
de ser jueves de comadres (el jueves antes de carnaval),
‘076 en uno de los bailes que salen por las calles, en la
cesquina de don Jacinto Rodriguez, cantar unos versos,