FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL 177
SECCION V. DECISIONES JUDICIALES Y DOCTRINAS
DE LOS PUBLICISTA
3.25 Ex arricuto 88 (ip) vet Esraruro
Después de cnumerar las tres categorfas de reglas consideradas hasta aqui,
el articulo $8 del Estatuto contintia autorizando a la Corte a aplicar
“las decisiones judiciales y Jas doctrinas de los publicistas de mayor com-
petencia... como medio auxiliar para ie determinacion de las reglas de
derecho
Las sentencias judiciales y las opiniones de los autores, en virtud de esta
posicién, no se colocan en e! mismo plano que los tratados, la costumbre
y_los principios generales de derecho. Aprecen no como fuentes auténomas,
sino como simple “medio auxiliar" para la determinacién de las reglas de
derecho. Las implicaciones y los fundamentos de cste enfoque requieren ser
examinados, puesto que parecerfa que el valor juridico de las decisiones
judiciales es muy diferente del que se da a las opiniones de los tratadistas.
3.26 Decisiones JuvictAes ¥ ARBITRALES
Las decisiones judiciales a que se refiere el articulo $8 son, en primer lugar,
las de la Corte Internacional misma, Esto se hace evidente por la referencia
al articulo 59. Este articulo tiene la funcién de conferir a las decisiones de
la Corte la autoridad de res judicata. “La decisién de la Corte no es obligato-
ria sino para las partes en litigio y respecto del caso que ha sido decidido.”
Su formulacin negativa debe explicarse por el hecho de que la regla referente
a que la decisién de la Corte obliga a las partes ya aparece consignada en
el articulo 94 de la Carta,
Para volver sobre la terminologia, explicada anteriormente (ver 3.018), las
sentencias judiciales pueden clasificarse como modos de creacién de derecho.
Sin embargo, elas sélo pueden producir reglas particulares, Esto es exacta.
mente lo que dispone el articulo 59. En lo que respecta a las normas generales
de derecho, para los fines del articulo 38, sélo constituyen un “medio auxiliar
para la determinacién” de elas.
Pero el modo de creacién es derivativo, ya que las decisiones judiciales
ctean obligaciones para Jas partes s6lo por virtud de una norma superior.
Esto ¢s, en Ia actualidad, una regla convencional sefialada especificamente
en el articulo 59 del Estatuto yen el articulo 94 de la Carta. Pero la misma
regla estaba en vigor antes de 1945 en calidad de regla consuetudinaria, como
Jo demuestran numerosos precedentes en la historia del arbitraje. Por la
misma razén, puede considerarse como un principio general de derecho,
puesto que esti reconocida por todos los sisternas internos de derecho (véase
la Opinion Consultiva sobre Awards of Administrative Tribunals (1954)
IC} Rep. 53).178 FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL
Resulta de ello que no sdlo las decisiones de la Corte de La Haya constitu-
yen un modo de crear reglas particulares de derecho internacional, sino que
jo mismo ocurre con las decisiones de cualquier tribunal internacional, sin
importar su formacién, siendo irrelevante si dicho fenémeno se ha estipulado
expresamente 0 no en Jos tratados por Jos cuales los wibunales han quedado
establecidos. (Cf. Arbitral Award Made by the King of Spain (1960) IC]
Rep. 192 y 55 a 217.) Y las decisiones de otros tribunales internacionales
igualmente constituyen “medio auxiliar para la determinacién de las reglas
de derecho”.
3.27 DECISIONES INTERNACIONALES Y DESARROLLO DEL DERECHO INTERNACIONAL
Las decisiones judiciales son ejemplos de la aplicacién deliberada del de-
recho internacional. Aunque en cstricto derecho, la decision o Ia orden
dada obliga por si misma, se Iega a clla por medio de razonamiento, en
el caual la Corte o el tribunal indica las reglas de derecho que aplica y
los medios por los cuales la valider y el significado de dichas reglas quedan
determinados. Asi, una decisién judicial o arbitral representa una opinion
con respecto al verdadero contenido del derecho internacional, expresada
por un drgano establecido, mediante un convenio celebrado entre Estados
comprometidos a cumplir sus decisiones, ¢ integrado por personas de re-
conocida competencia, quienes utilizan un procedimiento contencioso que
permite a las partes de la controversia expresar sus distintos puntos de
vista en relacién con Jo que es derecho. El resultado de esto es que la
decisién tiene —como lo admiten todos los sistemas juridicos— un valor
muy considerable como medio de indicar la existencia y el contenido de las
reglas de derecho. Tiene, ademds, valor especial en un sistema juridico
que es en gran parte consuetudinario y que ha de ser determinado consecuen-
temente a través de cuantiosas investigaciones de los precedentes. i
La Corte Internacional misma se refiere constantemente a sus decisiones |
anteriores (para ejemplo, véase Lauterpacht, The Development of Internatio-
nal Law by the International Court, pp. 9, 155 y ss.; Sorensen, Sources du |
droit international, p. 166). El valor ilustrativo de estas decisiones depende
de la autoridad de la Corte y del procedimiento mediante el que se dictan
y no de su fuerza obligatoria, la cual queda limitada al circulo de las partes
ya la orden o mandato efectivo. Se atribuye él mismo valor a las Opiniones
Consultivas de la Corte que a sus decisiones (cf. Sorensen, loc. cit.)
Los tribunales de arbitraje, aunque no s¢ encuentran constituides del
mismo modo que la Corte Internacional, y no estan establecidos por un
tatado multilateral como ésta, dictan sus Jaudos sujetos a los mismos resguar-
dos procesales, y por ese motivo tienen alta autoridad. La Corte Interna:
cional hace referencias a esos laudos con gran frecuencia (cf. Sorensen, op.
cit., p. 162).
El confiar en las decisiones judiciales y arbitrales para la determinacién
de.jas normas de derecho, ha liegado a ser una parte importante y habitual j
de Ia practica internacional. Ello permite conferir una certidumbre a las
eeeFUENTES DEL DEREGHO INTERNACIONAL, 179
normas consuetudinarias, que de otro modo no tendrian, y asi facilitan
en gran parte su aplicacién. Segiin hemos visto en Ja ultima seccién, a través
de tales decisiones los principios generales de derecho se incorporan en la
prictica al derecho internacional. As{, las decisiones internacionales contri-
buyen muy directamente al funcionamiento de esta fuente y, en verdad,
desempefian con frecuencia un papel decisivo en el desarrollo del derecho
internacional, sin Negar a constituiz, sin embargo, una fuente distinta por
si misma.
En ciertos sistemas de derecho interno, y especialmente en los paises del
common law, como resultado de la aplicacién de la regla de stare decisis,
las decisiones engendran normas generales de derecho. Esta regla o princi-
pio no se aplica en el derecho internacional, En todos los Estados, tienen
fuerza vinculante para Jas personas las reglas que constituyen lo que se Hama
una “jurisprudencia establecida”, porque dichas personas estan sometidas a la
jurisdiccién obligatoria de sus tribunales. Sin embargo, en el plano interna-
cional, Ia Corte Internacional no tiene jurisdiccién obligatoria, sino dentro
de una esfera muy limitada (ver 11.17 y 11.18). Por lo tanto, dentro de ese
ordenamiento, las reglas no pueden tener fuerza vinculante, sino en una
situacién particular, que es Ja situacién del procedimiento. Muchas de las
decisiones de la Corte Internacional se ocupan tanto de las reglas procesales
que han de aplicarse ante ella, como de los derechos y deberes de las
partes, Y aqui la Corte es verdaderamente la duefia de la situacién y
las partes que comparecen ante ella tienen que obedecer sus reglas. Su
atribucién est fundada en el tratado, ya que la Corte tiene poder general para
determinar la manera de ejercer sus funciones y “establecerd, en particular, sus
reglas de procedimiento” (ver articulo 30 del Estatuto) . Ella ejercita esta facul-
tad fijando el “Reglamento de la Corte” (Art. 30), dando érdenes en casos
especiales (Art, 48), y en el curso de sus decisiones, Estas decisiones son,
por consiguiente, una fuente de derecho en los casos que se le someten;
pero, a pesar de su autoridad general, esa norma no tiene fuerza vinculante
para otros tribunales,
En resumen, el articulo 38 (1d) —supeditado a las reservas antes sefialadas—
refleja la situacion actual de manera exacta. Las sentencias judiciales y los
laudos arbitrales son, de hecho, un “medio auxiliar para la determinacion
de normas de derecho”, pero debe entenderse que “auxiliar” no significa
“secundario”. Por el contrario, en muchas areas del derecho internacional,
tales decisiones constituyen el mejor medio de determinar qué ¢s Derecho.
Por consiguiente, las decisiones judiciales y arbitrales representan una
parte integrante de la practica internacional para la creacién de normas
consuetudinarias. Aunque las decisiones no se derivan directamente de los
Estados, se producen por érganos establecidos especialmente para ese objeto
mediante acuerdos entre ellos, los que a su vez estén alli representados en
los procedimientos que conducen a la decisién. Los Estados, del mismo modo,
aseguran su ejecucién, garantizada —cn el caso de la Corte Internacional—
por el Consejo de Seguridad (articulo $f de la Carta), Estas caracteristicas
explican suficientemente la importancia de su contribucién en el proceso180 FUENTES DEL DFRECHO INTERNACIONAL,
de formacién de la costumbre (cf. Rousseau, Principes géndraux du droit
international public, vol. 1, p. 857; Tunkin, op. cit. p. 218).
3.28 ELEMENTO DE FQUIDAD EN LAS DECISIONES JUDICIALES Y ARBITRALES
Debido a que el articulo $8 (2) del Estatuto autoriza a la Corte para
decidir casos ex cequo et bono, si las partes asi lo convienen, ella puede
abstenerse en dichos casos de aplicar las reglas de derecho internacional. En
esos casos, Ia regla de derecho o bien es complementada, o atemperada 0
hasta ignorada por completo, pues las partes han estado de acuerdo en
que su rigurosa aplicacidn habria de conducir a resultados injustos (cf,
Rousseau, op. cil., pp. 988 y ss). El recurrir a una especie de equidad
hace posible que se puedan tener plenamente en cuenta las circunstancias
especiales del caso sin atender a reglas que son, necesariamente, de cardcter
general. Por definicién, las decisiones ex acquo et bono no admiten gene
talizacién alguna y no pueden contribuir a la formacién de normas del
derecho internacional. De todos modos, en este campo, la practica que
existe es muy escasa y la poca que hay est4 circunscrita a los tribunales
arbitrales (cf. Rousseau, loc. cit.). A la Corte Internacional atin no se Je ha
pedido que decida ningun caso ex aequo et bono.
$.29. Enset
[ANZA DE LOS PUBLICISTAS
EI segundo medio subsidiario a que se refiere el articulo 88 del Estatuto
es el de “las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las dis-
tintas naciones”. El contenido preciso del derecho internacional carecié
por mucho tiempo de certidumbre y fue muy dificil de determinar; sus
reglas eran tan escasas e ineficaces y el mimero de personas familiarizadas
con ellas tan pequefio, que las obras de los autores que s¢ habfan dedicado
a tratar esta rama del derecho, tan poco conocida, proporcionaban Ja prin-
cipal y casi la tinica fuente de informacién acerca de él. Era santo mds
necesario recurrir a ellos por cuanto se reconocia universalmente que, en
ausencia de normas positivas, debfa recurrirse al derecho natural y al dere-
cho romano como fuentes del derecho internacional; pero éstos —el primero
especialmente solo eran accesibles a através de las obras de los publicistas.
Los mas notables ofrecian reglas maneables y aceptables que no pod{an
descubritse en otra parte, Los grandes maestros del derecho internacional
entre ellos Vitoria, Grocio’ y Vatel— desempefiaron de esta manera un
papel principal en el desarrollo de ese derecho.
Las condiciones que dieron lugar a esto no han dejado de actuar del todo
en el presente. El derecho internacional contimia siendo, en muchos de
sus aspectos, dificil de descubrir o interpretar. Por tanto, las investigaciones
de los estudiosos siguen siendo muy ttiles, no s6lo para precisar el derecho
positivo, sino también como guia para su desarrollo y como medio para lenar
sus deficiencias.
El arifeulo 38 (1 a)’ sefiala muy apropiadamente que la’ Corte’ debeFUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL 181
cxaminar Jas ensefianzas de los publicistas més capacitados “de las distintas
naciones”. Este requisito se encuentra en armonia con las reglas -fijadas
Para formar la composicién representativa de la Corte y convlas demds
disposiciones del articulo 38, que vinculan el proceso de la-formacién’ del
cerecho Internacional con Ja nocién del consentimiento “general. “Es muy
necesario, al considerar las ensefianzas de los publicistas, tener en cuenta
Jas opiniones que se criginan 0 prevalecen en las diferentes regiones del
mundo, Por esta razén también, ademds de las obras individuales, los
bajos de sociedades ilustrad pastas internacionabnente —como el
Instituto de Derecho Internacional— tienen especial autoridad,
Las opiniones particulares y los votos disidentes de los jucces de Ia Corte
también merecen atencién, Ellos son de gran importancia, no s6lo a causa
de la reputacién y de los cargos de sus autores, sino también en virtud de
las condiciones en que producen sus opiniones, Pociria decitse que a dichas
opiniones corresponde una jerarqufa intermedia entre las ensefianzas de los
publicistas y las decisiones judiciales
La Comision de Derecho Internacional —que constituye a la ver un
cuerpo de publicistas que aetiian con su respectiva capacidad personal y
como. Gagsno de la institucién internacional— proporciona también trabajo
soctrinario de gran autoridad (ver 3.19 y 3.37). Igualmente, deben men,
cionarse las opiniones jurfdicas preparadas por las secretarias de las or.
anizaciones internacionales en el desempefio de sus funciones [cf Schach.
ter, “The Development of International Law through the Legal Opinion of
the United Nations Secretariat", 25 BYZL, 19 (1948) }.
co’