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Los mercados de renta fija han trazado una espectacular evolución alcista durante los últimos 30 años, una tendencia que ha culminado en 2016 con numerosos bonos soberanos ofreciendo rentabilidades negativas. Este hecho, unido al sentimiento en el mercado de que la fase deflacionista podría haber tocado suelo, lleva a los gestores a reclamar mucha cautela en la inversión en esta clase de activo, decantándose sobre todo por emisiones con duraciones cortas y primando la deuda corporativa (sobre todo con grado de inversión) frente a los bonos soberanos. “Es prácticamente imposible concebir que la deuda pública ofrezca durante los próximos años rentabilidades similares a las que han registrado en los últimos ejercicios. De hecho, la tendencia hacia el populismo y el giro de política monetaria a política presupuestaria bien podrían traducirse en mayores rendimientos de los bonos [en este activo, cuando aumenta el rédito de un bono, baja su precio, y viceversa] y rentabilidades negativas para los inversores en renta fija”, advierte Phil Apel, de Henderson.
La victoria de Donald Trump en EE UU dio alas a la Bolsa y supuso una ingente salida de dinero del mercado de bonos porque los inversores descontaron que sus políticas traerán más inflación y tipos de interés superiores. “Esta reacción no tiene mucho sentido por fundamentales en el mercado del euro porque la inflación en Europa no remontará de manera significativa en 2017. Entendiendo que la volatilidad de la deuda soberana será mayor, abogamos por duraciones menores y una eficiente diversificación”, según Santander Asset Management.
Los mercados de renta fija han trazado una espectacular evolución alcista durante los últimos 30 años, una tendencia que ha culminado en 2016 con numerosos bonos soberanos ofreciendo rentabilidades negativas. Este hecho, unido al sentimiento en el mercado de que la fase deflacionista podría haber tocado suelo, lleva a los gestores a reclamar mucha cautela en la inversión en esta clase de activo, decantándose sobre todo por emisiones con duraciones cortas y primando la deuda corporativa (sobre todo con grado de inversión) frente a los bonos soberanos. “Es prácticamente imposible concebir que la deuda pública ofrezca durante los próximos años rentabilidades similares a las que han registrado en los últimos ejercicios. De hecho, la tendencia hacia el populismo y el giro de política monetaria a política presupuestaria bien podrían traducirse en mayores rendimientos de los bonos [en este activo, cuando aumenta el rédito de un bono, baja su precio, y viceversa] y rentabilidades negativas para los inversores en renta fija”, advierte Phil Apel, de Henderson.
La victoria de Donald Trump en EE UU dio alas a la Bolsa y supuso una ingente salida de dinero del mercado de bonos porque los inversores descontaron que sus políticas traerán más inflación y tipos de interés superiores. “Esta reacción no tiene mucho sentido por fundamentales en el mercado del euro porque la inflación en Europa no remontará de manera significativa en 2017. Entendiendo que la volatilidad de la deuda soberana será mayor, abogamos por duraciones menores y una eficiente diversificación”, según Santander Asset Management.
Los mercados de renta fija han trazado una espectacular evolución alcista durante los últimos 30 años, una tendencia que ha culminado en 2016 con numerosos bonos soberanos ofreciendo rentabilidades negativas. Este hecho, unido al sentimiento en el mercado de que la fase deflacionista podría haber tocado suelo, lleva a los gestores a reclamar mucha cautela en la inversión en esta clase de activo, decantándose sobre todo por emisiones con duraciones cortas y primando la deuda corporativa (sobre todo con grado de inversión) frente a los bonos soberanos. “Es prácticamente imposible concebir que la deuda pública ofrezca durante los próximos años rentabilidades similares a las que han registrado en los últimos ejercicios. De hecho, la tendencia hacia el populismo y el giro de política monetaria a política presupuestaria bien podrían traducirse en mayores rendimientos de los bonos [en este activo, cuando aumenta el rédito de un bono, baja su precio, y viceversa] y rentabilidades negativas para los inversores en renta fija”, advierte Phil Apel, de Henderson.
La victoria de Donald Trump en EE UU dio alas a la Bolsa y supuso una ingente salida de dinero del mercado de bonos porque los inversores descontaron que sus políticas traerán más inflación y tipos de interés superiores. “Esta reacción no tiene mucho sentido por fundamentales en el mercado del euro porque la inflación en Europa no remontará de manera significativa en 2017. Entendiendo que la volatilidad de la deuda soberana será mayor, abogamos por duraciones menores y una eficiente diversificación”, según Santander Asset Management.
En Europa la previsin de consenso habla de un crecimiento ms
moderado que en EE UU y que ser muy similar al registrado en 2016 (en torno al 1,6%). Los mayores costes energticos y la incertidumbre en torno al impacto del Brexit deberan verse compensados en gran medida por los vientos de cola que soplan al otro lado del Atlntico. La zona euro seguir consolidando su crecimiento a lo largo del ao, aunque ceder algunas dcimas respecto al ao anterior resultado de la ralentizacin de su socio comercial britnico. Sin embargo, estimamos que el consumo privado y la inversin seguirn creciendo a tasas suficientes para asegurar crecimientos intertrimestrales del 0,5%, segn Santander Asset Management. LA BOLSA SE PRESENTA COMO EL ACTIVO CON MS POTENCIAL La renta variable se presenta como el activo con mayor potencial de revalorizacin en un ao en el que la volatilidad ser la tnica dominante debido a los numerosos focos de incertidumbre (econmicos y polticos) que hay sobre la mesa. Por ese motivo, la mayora de los expertos aconseja a los inversores tener una estrategia activa y aprovechar las posibles fases bajistas para incrementar el peso de las acciones en las carteras. Redirigimos nuestra estrategia desde preservar patrimonio hacia conseguir rentabilidad. En este sentido, subimos los niveles de exposicin a Bolsa hasta el 20% para aquellos perfiles ms defensivos y hasta el 85% en los casos ms agresivos, explica Bankinter en su informe de estrategia para 2017. La Bolsa estadounidense est en mximos histricos y los mltiplos a los que cotizan muchas compaas hace tiempo que dejaron de estar baratos. Sin embargo, la victoria de Donald Trump ha inyectado gasolina a Wall Street y los analistas creen que el prximo ejercicio las acciones americanas seguirn encabezando el ranking de revalorizaciones. Las rentas variables global, estadounidense y asitica podran ser las ms beneficiadas en un entorno general de reflacin e iniciativas nacionales favorables para el crecimiento de los beneficios empresariales. Esta mejora ser menos pronunciada en la zona euro, donde las perspectivas de crecimiento son ms moderadas y el riesgo poltico y de noticias adversas sigue siendo alto. Tambin nos gusta la renta variable de Japn, ya que el pas est siendo escenario de experimentos para impulsar el crecimiento y la inflacin, aconsejan los analistas de Pioneer. Cuidado con los bonos
Mientras en EE UU la poltica fiscal tomar el relevo a los estmulos
monetarios como motor del crecimiento, en Europa el banco central no encuentra de momento a quien pasarle el testigo. Otro ao ms el BCE ser la clave de bveda de la economa continental. Como la caja de herramientas monetarias es finita, empiezan a surgir voces que reclaman a aquellos pases europeos con las cuentas ms saneadas que asuman de una vez su responsabilidad. El fin de la austeridad aunque solo sea por mero instinto de supervivencia de los partidos en el Gobierno frente al auge del populismo ya no es una quimera. La expansin monetaria ha permitido salir de la recesin, pero con un crecimiento muy bajo. Y esto, a largo plazo, tiene consecuencias negativas. El apoyo de los bancos centrales hace que no haya presin en los Gobiernos para realizar las necesarias reformas estructurales, a la vez que un crecimiento bajo eleva el descontento social. La eleccin de Trump y sus promesas electorales podran suponer el principio del fin del estancamiento poscrisis financiera, argumenta Rosa Duce, economista jefe del centro de inversiones de Deutsche Bank. Esta opinin es compartida por Monica Defend, directora de asignacin de activos de Pioneer Investments, para quien durante el prximo ao asistiremos al alumbramiento de un nuevo marco econmico y poltico: Unas polticas fiscales ms expansivas, ejecutadas principalmente mediante bajadas de impuestos, constituirn la va que tomarn muchos Gobiernos para abordar el crecimiento social y servirn tambin para tratar de impulsar el crecimiento y la inflacin, adems de reducir la carga de deuda.
Espaa, debido a los compromisos asumidos con Bruselas para cumplir
los objetivos del dficit, tiene difcil jugar la baza fiscal. De hecho, el recin nombrado Gobierno ya ha subido algunos impuestos. El ritmo de mejora del PIB espaol se desacelerar el prximo ao, como reflejan las previsiones de casi todos los servicios de estudios (se espera una mejora prxima al 2,5% mientras que 2016 se cerrar con un incremento del PIB superior al 3%). A pesar de esta ralentizacin, Espaa volver a ser, junto con Irlanda, el pas del rea euro que ms crezca en 2017. La formacin de Gobierno pone fin a la incertidumbre poltica y permite iniciar la preparacin de unos Presupuestos que se ajusten al lmite del dficit del 3,1%. Esto reduce las dudas sobre la gestin de las cuentas pblicas, permite retomar decisiones de gasto relativas a la obra pblica e, indirectamente, reactivar ligeramente el PIB. A eso hay que sumar el rcord histrico del turismo y la buena evolucin del sector exterior, subraya en Bankinter. En el caso de Japn, la pujanza del sector exterior gracias al debilitamiento del yen y las nuevas medidas monetarias del banco central nipn permitirn a la economa aumentar su tamao a un ritmo anual prximo al 0,5% en 2016. Para el prximo ao se espera un comportamiento ligeramente superior siempre y cuando el Gobierno tome medidas de estmulo adicionales en un entorno donde el factor demogrfico juega claramente en contra. El uso que haga el primer ministro del margen de maniobra que tiene ser clave en 2017. Desafortunadamente, la trayectoria del gasto pblico japons hasta la fecha no resulta muy convincente, pero Shinzo Abe dispone de otras opciones, como elevar el salario mnimo, sostienen los expertos de Robeco en su informe de perspectivas.