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El museo de los museos de Murcia

Las mejores obras de los principales espacios artísticos


forman una singular y valiosa colección. El Teatro
Romano de Cartagena acaba de ser galardonado por la
UE, pero hay mucho más. Pasen y vean

En el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam) destaca 'La bañista', Odoardo


Tabacchi. Una pieza clave según el director de este centro, Juan García Sandoval.
«Aunque su autor no es español, sino italiano, la obra destila una sensibilidad notable a
la hora de plasmar el cuerpo femenino realizando el movimiento previo a una
zambullida en el agua, recogiendo una estética muy propia de los artistas europeos de
finales del siglo XIX que retomaba la mujer como pretexto estético e ideal moral»,
subraya. Es una escultura a tamaño natural, labrada en un solo bloque de mármol blanco
de Carrara, que recoge la imagen de una joven a punto de saltar a la piscina. El traje de
baño, a la moda de la época, y los relieves de las carnes, se plasman con sumo detalle,
otorgando a la figura una gran dosis de sensualidad y un logrado sentido de la
inmediatez.

El caballo asombroso
En las salas de El Cigarralejo se muestran 80 ajuares funerarios completos ordenados
cronológicamente, la responsable de este museo muleño, ubicado en una típica casona
del barroco murciano, no lo duda: El Caballito. Esta pieza, proveniente del santuario de
El Cigarralejo es un exvoto del siglo IV a.C. Se trata de una talla de piedra arenisca que
representa a un caballo ricamente enjaezado, donde se aprecian todos los detalles de la
montura (una doble manta) y de los atalajes, incluido el bocado de caballo. «Es
interesante tanto por su valor estético y antigüedad como por la información que nos
aporta (junto a los casi 200 exvotos restantes que aparecieron con éste) acerca de la
espiritualidad del hombre ibérico y sus creencias en determinados dioses, protectores de
los caballos y de la fertilidad, la naturaleza en general», explica Virginia Page.

La Cena es la estrella
El Salzillo es un clásico de los museos de la Región. «Un laberinto de emociones»,
según el arquitecto Yago Bonet Correa, encargado de su remodelación en 2002. Difícil
lo ha tenido su directora, María Teresa Marín Torres, para escoger una única pieza: 'La
Santa Cena', de 1761, que actualmente se encuentra en proceso de restauración. «Es una
de las composiciones más admiradas del barroco español por su excelente resolución y
por la expresividad de sus trece figuras. Representa el momento en el que Jesús anuncia
la traición, lo que provoca un movimiento ondulante entre los comensales por el estupor
causado, por lo que éstos levantan o extienden sus brazos y se dirigen unos a otros
significativas miradas buscando al traidor o la explicación de las enigmáticas palabras
del Maestro», detalla Marín Torres.

Cultura del Argar


El Museo Arqueológico de Murcia (Mam) sigue siendo un gran desconocido que guarda
sorprendentes tesoros sobre todo de la cultura del Argar y de cerámica ibérica. Luis
Enrique de Miquel Santed, director de este centro, 'salvaría' del hipotético incendio la
Vasija Lenticular de Monteagudo, de gran calidad y acabado, la obra más emblemática
del Mam. Una pieza, «muy representativa y característica de la prehistoria de la Región
de Murcia», de mediados del segundo milenio antes de Cristo perteneciente a la cultura
argárica, que se desarrolló en el sureste de la península Ibérica.

Un niño muy bello


El Museo Arqueológico Municipal de Cartagena guarda grandes sorpresas. Pero tiene
una pieza 'estrella', la Cabeza de niño con corona. Para la directora de este centro, María
Comas Gabarrón, es de «una belleza impresionante». «Se trata de un retrato en mármol
blanco de Paros, datado entre los años 40-50 d. C., de una gran calidad artística. Es el
retrato de un niño de unos seis años de edad. La imagen que por sus facciones está
sumamente idealizada, lleva corona de encinas entrelazada con telas, que se ciñen en su
cabeza». Fue hallada en 1857, en la calle Cuatro Santos.

Una delicada pieza


El Arqueológico de Lorca, en la casa de los Moreno, un palacio renacentista, tiene una
joya delicada. Se trata según explica su director, Andrés Martínez Rodríguez, de los
restos de dos túnicas de lino que formaban parte del ajuar funerario del enterramiento de
Cueva Sagrada, donde se hallaron los restos de cinco cadáveres humanos con señales de
cremación parcial, acompañados junto con las dos túnicas de lino, de otras importantes
piezas como: una estola tintada de rojo, un plato de madera, un pequeño telar de banda,
collares de cuentas de piedra y semillas, punzones de cobre y hueso, puntas de flecha de
sílex, restos de una bolsa de cuero, un carrizo decorado y un ídolo oculado de madera.
Este ajuar tiene más de 4.000 años de antiguedad y su singularidad radica en que se
conservan restos de piezas realizadas con material orgánico (lino, madera, hueso) que
no se suelen conservar con el paso del tiempo salvo que se den unas condiciones
excepcionales de temperatura y humedad.

El barco más antiguo


Impresiona la arquitectura del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de
Cartagena (Arqua), obra de Guillermo Vázquez-Consuegra. Continente y contenido.
Aquí no hay dudas: el Barco Fenicio Mazarrón 1, descubierto en 1988, un pecio fenicio,
completo en un 30%, de hace 2.700 años. «El barco más antiguo del mundo», señala
Negueruela. En su restauración se ha trabajado durante doce años, aplicando la técnica
liofilización, un tratamiento especial de la madera pionero en Europa. «No es que sea lo
más importante de este museo, es que es lo más destacado de los museos marítimos de
todo el mundo», recalca.

Iberos en Jumilla
En Jumilla, el Museo Jerónimo Molina destaca por una colección procedente del
poblado de Coimbra del Barranco Ancho, en este lugar se encontraron 150 sepulturas
iberas. Su pieza estrella es el Pilar-Estela de los jinetes ibéricos de Coimbra del
Barranco Ancho, de la primera mitad del siglo IV a. C. Para su director, Emiliano
Hernández, se trata una elemento «tallado en piedra calcarenítica, que está decorado en
sus cuatro caras en altorrelieve, en tres de ellas hay sendos jinetes, uno de ellos porta un
bastón de mando cogido de una forma ritual, solamente con los dedos índice y corazón.
La cuarta cara es una escena de imposición de mano. La divinidad, representada en
mayor tamaño, impone su mano sobre la cabeza de la difunta». «Todo ello tallado con
una exquisita delicadeza», añade.
Arquitectura almohade
En Cieza, el Museo Siyâsa cuenta con una espléndida muestra del patrimonio
arqueológico y etnográfico con varios motivos para el sombro y el mayor de ellos es
para su director, Joaquín Salmerón Juan, el arco original de la Casa con dos paños de
yeso con celosías formando rombos, decoración vegetal y escritura árabe. 4,20 metros
de altura. Es en más de un 80% original y el resto cuidadosamente restaurado (más de
400 fragmentos provenientes del despoblado hispano-musulmán enclavado sobre el
Cerro del Castillo.). «Singular porque este pórtico, en el actual estado de las
investigaciones, constituye la pieza de decoración arquitectónica más monumental de la
arquitectura almohade en Al Andalus tras la Giralda y los patios almohades de los
Reales Alcázares de Sevilla», argumenta Salmerón.

El pintor centenario
El Museo Ramón Gaya está en plena celebración del centenario del nacimiento del
pintor del Huerto del Conde, el año del pintor del 10.10.10, Ramón Gaya, nacido el 10
de octubre de hace ya un siglo ¿Cuál es la obra esencial de Gaya? «Me es difícil salvar
un solo cuadro del Museo. Después de darle vueltas elijo, 'El durmiente de Salzillo' de
1975», argumenta Manuel Fernández-Delgado. «No es propiamente un homenaje, pero
sí en este cuadro, Gaya homenaje a Salzillo, que para él es mucho más que un gran
artista: es casi una mañana, una mañana llena de rosas y de moscas, llena de polvo
vivo&hellip La copa, las flores y el tomate y San Juan dormido. El silencio del arte. La
fe en la creación, el alma apareciendo&hellip», recalca del director .

Música islámica
Un oasis real es el Museo de Santa Clara de Murcia. Lo que le hace único, además de su
arquitectura, es un fragmento de adaraja de una cúpula de mocárabes que fue decorada
con pinturas policromadas al temple. «Representa a un personaje femenino tocando el
mizmar, instrumento que debió ser utilizado por los músicos en los ambientes
cortesanos de época islámica», explica la directora de este centro. La pieza procede de
Dar as Sugra, palacio islámico del siglo XII, sede del Monasterio de clausura de Santa
Clara La Real, Murcia.

Capa de barniz negro


El Centro Arqueológico Los Baños alberga los importantes restos arqueológicos de unas
termas romanas ubicadas en el municipio de Alhama de Murcia. Su joya es una copa de
barniz negro sobrepintada procedente del taller de Gnathia en la Apulia italiana que
tuvo sus producciones en los siglos IV y III a. C. Según explica el director de este
centro, José Baños, «fue hallada en un contexto ibérico asociado a tumbas en las
excavaciones realizadas en el Ayuntamiento Viejo en el año 1989. Se trata de una
cerámica de lujo pintada a mano con decoración geométrica y figurativa. El motivo
principal es una paloma en color blanco en el centro del borde y motivos vegetales y de
espirales en el resto, así como gallones en todo el cuerpo globular».

El altar del águila


El Museo Teatro Romano -una de las grandes sorpresas culturales de la Región- tiene
una evidente pieza estrella, el propio teatro, de entre los años V y I a. C., pero hay
mucho más en sus salas. 'Rea Silvia' es un relieve de extraordinaria calidad, 'Togado
Capite Velato' es una escultura, hallada hace unos años en las excavaciones de la curia
del foro..., pero destacan, sobre todo, los altares de mármol de Carrara donde se hallan
labradas las aves que simbolizan a la Triada Capitolina acompañadas por grupos de tres
jóvenes muchachas, que presiden la parte central de la Sala 2 del museo. Para su
directora, Elena Ruiz, destaca «el altar del águila, emblema del dios Júpiter». «El ave se
muestra aquí de forma majestuosa, apoyando sus poderosas garras en un peñón rocoso,
representada de frente con las alas desplegadas y la cabeza vuelta a la izquierda. Le
acompaña un cortejo femenino interpretado como las Musas las cuales están en clara
relación con Apolo y con las artes escénicas», señala.

Arte al aire libre


Ceutí es un gran museo al aire libre. Manuel González Solano, actual alcalde y concejal
de cultura durante la época de mayor expansión del Museo al Aire Libre de Ceutí, y
Presentación López Piñero, concejala del cultura, escogen el mural 'Jardín Metafísico',
de Ouka Leele. El mural de más de 200 metros cuadrados, que la artista comenzó a
pintar en 2002, representa la alegría de la vida y en él se refleja, según ella misma, la
alegría que le transmitían los vecinos que pasaban por su lado durante la realización del
mural, los cuales le daban opiniones y le lanzaban piropos.

El destino del año


Caravaca es el destino del año. ¿Qué se puede ver en el Museo de la Vera Cruz? Hay
varias piezas que merecen el rango de únicas. Su director, Indalecio Pozo Martínez,
escoge la arqueta de plata sobredorada que regaló a la Vera Cruz de Caravaca don
Lorenzo Suárez de Figueroa, maestre de la Orden de Santiago, en 1390. Un buen
ejemplo de orfebrería hispana bajomedieval que contiene la primera representación
conocida de la Vera Cruz de Caravaca. Posee gran valor simbólico para los devotos
porque ha albergado a la Sagrada Reliquia durante más de 600 años.

Grandes y pequeños, interactivos, modernos, algunos con la necesidad de un urgente


reciclaje; todos ellos necesitados de visitantes, todos ellos con ajustados presupuestos.
El Museo Teatro Romano de Cartagena acaba de ser galardonado con uno de los seis
Grandes Premios que reconocen los mejores proyectos de conservación del patrimonio
cultural de la UE. Es la joya de los Museos Regionales (en los primeros cinco meses de
este año ha recibido 50.000 visitas) gracias a una laberíntica e inteligente intervención
del arquitecto Rafael Moneo. Dan ganas de aplaudir al acabar la visita.

Hay museos arqueológicos, de arte sacro y de bellas artes, algunos con nombre propio
(Salzillo, Gaya, Emilio Pérez Piñero, Campillo, Gabarrón, Carmen Conde-Antonio
Oliver); pero también hay museos sardineros, taurinos, dedicados a la Semana Santa,
del ferrocarril, de artillería, de la Vera Cruz, de la conserva, de salazones, de la ciencia,
del esparto, de carruajes, del arroz, del vino, del carnaval, del fútbol aguileño, de
bordados, aeronáuticos, mineros, etnológicos, de la Guerra Civil e incluso un curioso
museo de grafología (dedicado a Augusto Vels) en Puerto Lumbreras.

Quince directores de quince de los principales museos de la Región escogen la 'pieza


estrella' de sus centros, eso que salvarían (no importa el tamaño) en caso de incendio. Se
forma así un hipotético museo de museos con esas piezas imprescindibles en cada uno
de los museos regionales.

Existen casi un centenar de museos en la Región. A esta nómina se han sumado las
colecciones permanentes de las fundaciones Molina Sánchez y Antonio Campillo, en la
Casa Díaz Cassou de Murcia, y el museo dedicado al artista José Carrilero en Caravaca.
El próximo será el Museo del Cante de las Minas, 200 metros cuadrados en los bajos de
la Casa del Piñón, que tiene previsto abrir sus puertas como un gran centro audiovisual -
«impactante y sensorial», según el alcalde unionense Francisco Bernabé-, a finales de
este mes. El coste total del proyecto, financiado por el Plan E, es de 200.000 euros.

En el horizonte queda el Muram (Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena) que


ya funciona como centro de exposiciones temporales (se abrirá en dos o tres años, dijo
el Consejero Pedro Alberto Cruz en la inauguración de la muesta sobre Rodin), y, a más
largo plazo, el Museo de Arte Contemporáneo de la Región de Murcia (Mucam) que
supone la recuperación del anfiteatro y coso de Cartagena. Un ambicioso proyecto
firmado por los arquitectos Amman-Cánovas-Maruri.

Y se ha despejado las brumas de la crisis para el futuro museo de Paleontología y de la


Evolución humana, en Torre Pacheco. El museo, cuya apertura está prevista para finales
de 2011, con un presupuesto de 9 millones de euros, se ubicará junto al Cabezo Gordo y
al yacimiento de la Sima de las Palomas. En Mula, en Convento de San Francisco (más
de 4.800 metros cuadrados) se convertirá en Museo de Arte Moderno y Contemporáneo,
con obra de casi 90 artistas murcianos del XX. El presupuesto inicial asciende a
2.453.894 euros. Para este verano está prevista la inauguración del Museo del Papel, en
el Museo y Centro de Arte de Blanca (Mucab).

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