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Introducción:

Luego del primer encuentro con el equipo de Greenpeace, acordamos que el tema a del
proyecto sería el de “Basura Electrónica”. Definido el tema, el desafío era doble: ¿Como
vamos a producir hechos en lo social? ¿Cómo armar un diseño participativo?
Sin duda ya esta elección implicaba una primera intención: que es la preocupación por mejorar
y difundir las amenazas que posee nuestro planeta. La intención así a simple vista es buena,
pero como siempre, está presente el debate sobre si las acciones desarrolladas sobre
plataformas virtuales producen cambios en la vida real.
Como expresó Iván Gallo en unos de los teóricos:” La viralidad como tal no existe, lo que
existe son procedimientos”
Por lo cual el camino a seguir sería:

• Ingresar a la nueva pedagogía interactiva centrada en los usos de aplicaciones de la


red para viralizar productos y contenidos.

• Avanzar en la difusión del tema y en el uso de las herramientas de la web 2.0, para
promocionarlos, hacerlos conocidos y eventualmente viralizarlos.

En Marcha
Ya definidos estos lineamientos generales, el próximo paso fue fijar un objetivo medible.
Partiendo de la opinión de Hernán Nadal, integrante de Greenpeace: “No podemos ponernos
como objetivo a cuántas personas le cambiamos la conciencia”.
Entonces el primer objetivo de nuestro proyecto fue juntar equipos electrónicos que ya no se
usen más para así ser reciclados y donados a entidades que lo necesiten.
El tema del objetivo a viralizar fue: “Reciclá los artefactos eléctricos en desuso”
En la elección del tipo de comunicación del tema, se nos plantearon varías líneas: realizar una
emotiva, otra planteada desde el humor o una formal. Finalmente apostamos a esta última y
creamos Fundación Reeco, una organización sin fines de lucro. Desde la cual nos serviría
para informar y difundir el tema de la basura electrónica, la cual es una problemática que no
esta todavía muy instalada en la sociedad.
Fundación Reeco se hace presente a través de su Website www.fundacionreeco.tk, y en
plataformas sociales como Facebook (perfil y pagina “me gusta”) Twitter, Sonico , My Space y
Youtube.

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El primer paso fue invadir las redes sociales, lo cual se realizó a través de la difusión del
primer video “Donar y reciclar”. También buscamos difundir a través de nodos efectivos y
líderes de opinión como Hernán Nadal de Greenpeace y diferentes organizaciones ecológicas.
El resultado fue que en poco tiempo logramos gran cantidad de usuarios tanto en Facebook
como en Twitter. Pero no así en Sonido y My Space, por lo cual decidimos cerrar a éstas
últimas.

Además, creamos otros dispositivos de persuasión interpersonal masiva, como encuestas y


aplicaciones novedosas. Por ejemplo creamos dos grupos en Facebook: “Para los que no
tenemos un touch screen y nos la bancamos igual carajo” y “Para los que todavía tenemos un
nokia 1100 guardado en casa”. Con estas aplicaciones logramos una rápida adhesión gracias
a la apelación del humor y la nostalgia.

Piedras en la red
Para la segunda etapa, el desafío debía reflejar el papel de los usuarios como productores y
receptores al mismo tiempo de información.
El objetivo inicial como se mencionó antes era conseguir participación activa de los seguidores
a través de donaciones de artefactos eléctricos en desuso. Donde Fundación Reeco se
proponía como intermediaria entre los futuros donantes y las empresas de reciclaje. Pero nos
dimos cuenta que generar esta acción participativa y real no era viable, ya que los usuarios si
bien participaban generando contenidos en la página de Facebook y Twitter, no sucedía lo
mismo esta acción en la vida real.

Por lo tanto tuvimos que hacer un replanteo y rediseño de nuestra estrategia,


La siguiente salida fue transmitir el mensaje de adhesión a la Ley de Basura Electrónica y
fomentar la participación de nuestros contactos a través de sus firmas a un petitorio en favor de
la aplicación de la ley. Subimos al sitio web el petitorio y lo difundimos a través de Facebook y
Twitter.

Al mismo tiempo Fundación Reeco se convirtió en una plataforma madre del resto de los
grupos de la comisión ecológica, desde donde difundimos los trabajos de los compañeros.
El balance de esta segunda etapa fue positivo porque se generó una sinergia positiva entre
los grupos de la comisión, logrando así más credibilidad a nuestro proyecto.

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También seguimos sumando contactos en Facebook y seguidores en Twitter, cabe destacar
que la participación seguía siendo un aspecto negativo a resolver. Esto lo vimos reflejado en
la escasa cantidad de firmas que juntamos por el petitorio.

En este sentido damos la razón a David de Ugarte1 cuando afirma que : “Los movimientos
surgen por autoagregación espontánea, así que planificar qué va a hacer quién y cuándo no
tiene ningún sentido, porque no sabremos el qué hasta que el quién haya actuado”.
Sin embargo, este no fue el único inconveniente a afrontar, ya que en el momento de alto
crecimiento de usuarios, nuestra cuenta de Facebook fue cerrada. Hasta ese momento
habíamos llegado a tener más de 1000 amigos. Sin embargo, más allá de este inconveniente
seguimos adelante. Reabrimos una nueva cuenta y en cuatro días conseguimos 800 contactos
gracias a la virilización previa alcanzada por Fundación Reeco y al apoyo de los compañeros
de comisión.

Ya cerca de la segunda presentación en el teórico, consideramos que era necesario


Posicionar a la institución como una fundación seria y sin fines lucrativos. Esto nos aportaría
más credibilidad en la difusión de la campaña sobre la Ley de Basura Electrónica. Para lo cual
diseñamos un video documental con entrevistas a senadores de diferentes partidos políticos
que dieron su posición sobre la urgencia de la promulgación de una Ley de Basura Electrónica.
También sumamos la opinión de una integrante del staff de Greenpeace Argentina.
Los resultados fueron positivos, ya que logramos una congruencia entre la red social online y la
vida real.

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“El poder de las redes”, David de Ugarte.

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Conclusiones finales

A partir del trabajo realizado en redes sociales, entendimos que las herramientas por sí solas
no funcionan, sino que es fundamental la convergencia cultural entre todos los participantes de
una red. Lo que define a las redes sociales en Internet, justamente es que tenemos la
posibilidad de interactuar con otras personas aunque no las conozcamos, el sistema es abierto
y se va construyendo obviamente con lo que cada usuario a la red aporta, cada nuevo miembro
que ingresa transforma al grupo en otro nuevo.

Por lo cual, si bien sentimos que haber tenido una escasa participación de los usuarios como
generadores de contenidos fue un punto negativo, intervenir en una red también significa
compartir los intereses, preocupaciones, problemáticas. Y aunque sólo funcione como un lugar
de encuentro para compartir afinidades, ya es exitosa desde ese punto, porque rompió con un
aislamiento e ignorancia. Sin duda creemos que nuestra semilla aporto algo en el tema de la
Basura Electrónica.

El camino a lo largo del proyecto fue un constante replanteamiento y rediseño de estrategias,


sabíamos que no nos podíamos quedar sólo con sumar usuarios. Sino que debíamos ir
generando nuevos contenidos para no caer en la repetición ni en el estancamiento, después lo
que los usuarios hicieran o no con eso ya no dependía de nosotros.

ENTREGA FINAL DATOS. Cátedra: Piscitelli


Comisión Nº 15 Fecha: 7 de Julio de 2010

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