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huevo léxico ortografico ONS SK hueso grafema Fig. 14. Diagrama de algunas de las activaciones que se producen al escribir la palabra “hueso” La organizacion del léxico ortografico es similar a la ya explicada para los otros léxicos y, como en los demas, la variable mas importan- te es la frecuencia de uso, pues es la que marca el umbral de activacién. Cuando la tepresentacion de una palabra no esta bien consolidada se pueden producir errores de omision o intercambio de algunas letras (¢j escribir “bervo” por “verbo”). Aunque también intervienen otras varia- bles Iéxicas ademas de la frecuencia, como son la categoria gramatical, la complejidad morfoldgica, etc. Una segunda posibilidad de realizar la escritura esponténea es « vando la representacién fonolégica, en vez de la ortografica, tal como si la fuésemos a pronunciar. Esa representacién fonoldgica se descom- pone en fonemas y los fonemas se convierten en grafemas mediante el mecanismo de conversién de fonemas en grafemas. Esta forma de escritura, llamada fonolégica, no es inusual, ya que a veces no dispo-48 Sistema de Procesamiento Lingiiistico nemos de la correspondiente forma ortogréfica de la palabra que que- remos escribir (por ejemplo, en el caso de los apellidos desconocidos) © disponemos de una forma incompleta. Incluso algunas veces tene- mos esa representacién, pero no la consultamos, simplemente porque no tenemos muy automatizado el uso de la ruta léxica. Especialmente los nifios escriben mal muchas veces las palabras, no porque no dis- pongan de su representacién en el léxico, sino porque no lo consultan y de hecho cuando se les obliga a acceder al léxico, por ejemplo en los dictados, cometen menos errores de ortografia (Cuctos, 1993a). El problema en este caso es que, como deciamos antes, algunos fonemas pueden ser escritos mediante mas de un grafema y esto puede llevar a escribir las palabras de manera ortograficamente incorrecta. Asi, cuando se escribe a través de la ruta fonolégica la palabra “caballo” se pueden producir 8 formas distintas todas ellas fonolégicamente correctas (cavallo, cabayo, kaballo, cavayo, etc.) pero s6lo una correc- ta desde el punto de vista ortografico. En consecuencia, esta ruta es adecuada cuando se trata de palabras compuestas por los fonemas que slo se pueden representar mediante un grafema, pero pueda dar lugar a errores ortograficos con las palabras que tienen los fonemas que se pueden representar mediante varias letras distintas /O/, /g/, /b/, etc. Estos son, en definitiva, los procesos implicados en la escritura de palabras: en linea continua se representa la ruta ortografica y en linea discontinua la fonolégica (Fig. 15). Sistema, semantico Léxico fonoldgico Léxico ortografico Almacén de Conversién Almacén de fonemas fonema-grafema grafemas Escritura Fig. 15. Modelo de los procesos de escritura.El Sistema de Procesamiento Lingiiistico 49 Uniendo los procesos de escritura al modelo expuesto en las paginas anteriores, tenemos ya un modelo completo de todos los procesos que intervienen a nivel Iéxico en el lenguaje, tanto oral como escrito y tan- to en comprensién como en produccién, Con este modelo podemos dar cuenta de cualquier tarea sea ésta de repeticién, comprensién oral, escri- ta, lectura en voz alta, escritura espontanea, escritura al dictado, copia, etc. Lo vamos a ver a continuacién con la escritura al dictado y la copia (Fig. 16). Escritura al dictado La escritura al dictado es una actividad bastante frecuente, especialmen- Palabra hablada Palabra escrita | [ Analisis acdstico Analisis visual | Léxico auditivo Léxico visual y \ a y Conversion grafema-fonema Conversin Sistema actistico-fonolégico| seméntico / Léxico fonolégico|“*¢ [Léxico ortografico| Y Vy Y ‘Almacén de Conversion ‘Almacén de fonemas fonema-grafema grafemas ' Habla Escritura Fig. 16. Modelo de todos los procesos que intervienen en el lenguaje, tanto oral como escrito.50 El Sistema de Procesamiento Lingiiistico te en el periodo escolar y universitario (los estudiantes universitarios pasan gran parte del tiempo de clase tomando apuntes) y también en determinadas profesiones. Veamos cudles son los procesos que nos per- BP g Pi miten realizar esta tarea. Primero, es necesario percibir oralmente la palabra. A partir de la identificacion de los fonemas hay varias posibili- dades, pues si echamos un vistazo al modelo anterior vemos que son varias las rutas que podemos tomar para llegar desde la “palabra habla- “escritura”, en la parte da” situada en la parte superior izquierda, a la inferior derecha. La primera y mas comtinmente usada es a través del sis~ tema semdntico, esto es, percibimos la palabra mediante el sistema de andlisis auditivo, reconocemos esa palabra en el léxico auditivo, recupe- ramos su significado en el sistema semédntico, buscamos su forma orto- grafica en el léxico ortogréfico y finalmente los grafemas que correspon- den a esa palabra en el almacén de grafemas. Pero no es ésta la tinica via posible, pues todos sabemos que algunas veces podemos estar escribien- do al dictado sin entender las palabras que escribimos. En ese caso, el camino seria saltandose el sistema semantico, pasando directamente del léxico fonolégico al léxico ortografico. Esta segunda ruta, llamada direc- ta, nos permite escribir con la ortografia adecuada a pesar de no entrar en el significado. Hay todavia una posibilidad mas, que es sin consultar ninguno de los léxicos. Cuando tenemos que escribir una palabra que nunca hemos oido ni visto antes 0 una pseudopalabra no podemos con- sultar el Iéxico porque obviamente no existe representacién para esa palabra. Los procesos que intervienen en este caso son: anilisis auditivo para identificar los fonemas, mecanismo de conversién actistico en fono- légico y mecanismo de conversion fonema en grafema. En general, usamos la ruta léxica para las palabras frecuentes (por- que son las que tienen representacién léxica) y la ruta fonolégica para las desconocidas. Sin embargo, el uso de una u otra ruta no es exclu- yente, sino que normalmente ambas intervienen y el resultado final de escribir una palabra 0 pseudopalabra viene dado por la aportacién de las dos. En un trabajo publicado no hace mucho (Cuetos, 1993b) com- probamos que los sujetos, estudiantes universitarios, cuando tenian que escribir al dictado palabras desconocidas hacian uso de ambas rutas: cuando esa palabra se parecia a una palabra conocida, hacian uso de la ruta léxica y la escribfan con la misma ortograffa (por ejemplo, /isporia/ la escribian con “h” (“hisporia”) por su similitud con la palabra “his- toria”) y si no se parecia a ninguna de las que tenian en su léxico se basaban en la frecuencia del grafema, esto es, tendian a escribir con los grafemas mas frecuentes (“b” mas que “v”, “sin h” mas que “con h”). Veremos que en el caso de los pacientes esta interaccion puede desapa- recer, simplemente porque una de las rutas deja de funcionar a causa de la lesion,El Sistema de Procesamiento Lingiiistico 51 Copia Otra forma de escritura es la copia, consistente en escribir palabras (o pseu dopalabras) que el sujeto tiene delante de su vista. En términos del modelo expuesto en la pagina anterior la copia supone pasar de la “palabra escri- ta” en la parte alta del modelo a la “escritura” en la parte baja. Veamos entonces, con el modelo delante, cual es el camino 0 caminos a recorrer. En principio, cuando hacemos una copia, lo légico es que entenda- mos las palabras que vamos escribiendo, lo que significa que accedemos al sistema semantico. En este caso el recorrido es el siguiente: andlisis visual para identificar las letras, léxico visual para reconocer la palabra y sistema semAntico para recuperar el significado. A continuacién Iéxi- co ortografico para recuperar la ortografia de la palabra, almacén de grafemas y finalmente los procesos motores. Pero también existe la posibilidad de realizar una copia sin entrar en el significado. El recorrido podria ser el mismo que el anterior, excepto el paso por el sistema seméntico que se evitaria pasando directamente del léxico visual al léxico fonoldgico y de éste al ortografico. O incluso directamente del léxico visual al léxico ortogréfico. Y aun tiene que haber otra via, puesto que somos capaces de copiar pseudopalabras y palabras desconocidas de las cuales no tenemos repre- sentacion. Estos estimulos se pueden copiar a través de la via fonolégica, primero la de lectura y después la de escritura. En este caso intervendri- an los siguientes procesos. Primero, identificacién de los grafemas en el analisis visual después, conversién de los grafemas en fonemas; posterior- mente, la conversion de fonemas en grafemas y por tiltimo, los procesos motores. Esta ruta tiene el inconveniente de que los cambios de grafemas a fonemas y viceversa puede dar lugar a errores ortogrficos en los fone- mas que se representan con dos mas grafemas (es la ruta que utilizan generalmente los nifios pequefios y que hace que cometan errores orto- graficos cuando copian, para desesperacin de sus profesores). Hay ademas una cuarta via que conecta directamente el sistema de analisis visual con el nivel de grafemas sin la intervencién de ningtin proceso intermedio. O incluso la copia esclava que ni siquiera necesita la identificacién de las letras, simplemente se dibujan, aunque esta Ulti- ma no se puede considerar una forma de escritura, sino mas bien se tra- ta de dibujo de letras. Procesos motores Una vez, seleccionados los grafemas, se almacenan en un retén de cor- to plazo similar al fonolégico que hemos descrito antes, aunque en52 El Sistema de Procesamiento Lingilistico este caso lo que se retiene son los grafemas, mientras dura el proceso de escritura. Este almacenamiento de los grafemas se ve realmente necesario cuando tenemos que escribir una palabra larga, y especial- mente si la tenemos que escribir despacio (por ejemplo cuando escri- bimos con buena letra). A este almacén lo denominamos retén grafé- mico. A partir del retén grafémico entran en funcionamiento los procesos destinados a dibujar la palabra sobre el papel o a articular los sonidos, sien vez de escribir la palabra la queremos deletrear. Si la vamos a dele- trear tenemos que recuperar el nombre de las letras y los programas motores encargados de pronunciar esos nombres. Si la vamos a escribir, la primera decisién a tomar es el tipo de letra que utilizaremos: mayis- cula cuando se comienza una oracién, se escribe un nombre propio o simplemente se quiere hacer una letra clara (por ejemplo cuando se rellena un impreso) y miniscula en otros casos. Por otra parte, se pue- de escribir con letra cursiva, script o de cualquier otro tipo. Estas for- mas diferentes de representar cada letra se denominan aldgrafos y al almacén de memoria en el que se encuentran almacén aldgrafico. Des- pués de seleccionar los alégrafos viene la recuperacién de los procesos motores en los que se encuentran especificadas la secuencia, direccién y tamaiio proporcional de los movimientos a realizar para dibujar los alé- grafos. La forma concreta que finalmente queda reflejada sobre el papel 0 pizarra es el grafo. Si en vez de escribir a mano escribimos a maquina o con el ordena- dor, los patrones motores son otros, tal como se puede ver en el siguien- te diagrama (Fig. 17): 2.6. Procesamiento de oraciones Hasta ahora hemos estado refiriéndonos a la comprensi6n y produccién de palabras, como si el lenguaje se redujese a palabras aisladas. Sin embargo, no es en las palabras donde reside el mensaje, sino en la rela- cién que se establece entre-las palabras de una oracién. Cuando escu- chamos o leemos las palabras aisladas “violinista”, “actriz”, “flores” y “enviar”, cada una de ellas nos evoca ciertos significados que tenemos almacenados en el sistema semdntico, pero no nos aportan ningin men- saje, ninguna informacién que nosotros no conociéramos, tinicamente nos activan la informacién que ya poseemos. En cambio, cuando esas palabra se unen en una oraci6n, por ejemplo “El violinista envié flores ala actriz”, nos estén aportando una informacién que quizas descono- ciamos. Si cambiamos el orden de las palabras “La actriz envid flores al violinista”, el contenido del mensaje cambia.El Sistema de Procesamiento Lingiiistico 53 Retén grafémico Nombre de ; Alografos las letras er Patrones motores Patrones motores lescritura maquina| escritura mano Ordenes muscul. Ordenes muscul. Ordenes muscul. del habla mano y brazo mano y brazo Deletreo oral Escritura a maquina Escritura a mano Fig. 17. Modelo de los procesos motores de escritura. Por lo tanto, pasar del nivel de !a palabra al nivel de la oracién impli- ca pasar al nivel del mensaje. Pero cuando pasamos al nivel de la ora- cin tenemos que hablar ademas, de un nuevo tipo de palabras a las que no habiamos hecho referencia hasta ahora, porque carecen de significa- do: las palabras funcionales. Las palabras funcionales, formadas por pre- posiciones, articulos, conjunciones, etc., tienen una misién puramente sintactica, esto es, su papel es el de servir de conexién entre las de con- tenido (sustantivos, verbos y adjetivos). De manera que si las de conte- nido son las que contienen cl significado, las funcionales juegan un papel fundamental en la asignacién de los papeles gramaticales, pues depen- diendo de las conexiones que establecen entre las palabras de contenido puede variar totalmente el sentido de la oracién. Asi, el mensaje de la oracién anterior “El violinista envié flores a la actriz” puede pasar a ser justamente el contrario con slo cambiar alguna de las palabras funcio- nales: “Al violinista le envié flores la actriz”. Orden en que aparecen las palabras y colocacién de las palabras funcionales, son por lo tanto, dos factores importantes en la formacién de la estructura sintactica. El procesamiento de oraciones, tanto en lo que respecta a la com: prensién como a la produccién, ha tenido un gran desarrollo en los ulti mos afios (y en buena medida gracias a los estudios con pacientes afa54 El Sistema de Procesamiento Lingtiistico sicos, como describiremos en el préximo capitulo). Veamos entone: cudles son los principales mecanismos cognitivos que intervienen en ambas actividades. Comprensién de oraciones Cuando escuchamos 0 leemos una oracién, ademés de reconocer las palabras que la componen, intentamos averiguar cuales son las relacio- nes que existen entre esas palabras, con el fin de extraer el mensaje que esa oracién contiene. Dicho en términos muy simples, lo que intentamos €s poder responder a la pregunta de “quién hizo qué a quién”. Y para ello, tenemos que realizar una serie de actividades como la de identifi- car los diferentes sintagmas que componen la oracién, averiguar la rela- ci6n que existe entre esos sintagmas, comprobar los papeles teméticos que cada uno de ellos juega, etc. Segtin la mayoria de los modelos de comprensién de oraciones, existen, al menos, dos estadios diferentes (Mitchell, 1987): 1.- Un primer estadio en el que se segmenta la oraci6n en sus corres- pondientes sintagmas y se etiquetan sintacticamente (sintagma sujeto, sintagma predicado, etc.). 2.- Un segundo estadio en el que se asignan los papeles tematicos a esos sintagmas. 5 El primer estadio esta fuera del control consciente y consiste en la aplicacién automatica de una serie de estrategias sintécticas. Una de las estrategias mas simples consiste en asignar los papeles “sujeto-verbo- objeto” a las estructuras formadas por las palabras “nombre-verbo- nombre”. Otra estrategia sintdctica es la de unir un sintagma con el sus- tantivo que est4 ms préximo. En la oracién “Juan no vio a Luis porque estaba en clase” tendemos a considerar, por el factor proximi- dad, que quien estaba en clase es Luis, aunque la frase “estaba en cla- se” puede referirse tanto a Juan como a Luis. En este primer estadio influyen los factores mas superficiales, como son, la categoria grama cal de las palabras, el ordert de las palabras, los rasgos prosédicos si se trata del lenguaje oral o los signos de puntuacién si se trata del escrito, la concordancia entre sustantivos y verbo, etc. La forma como se lleva a cabo este proceso esta en este momento sujeta a una fuerte discusion, ya que algunas hipétesis defienden estrategias de tipo lingiiistico (Fra- zier, 1987), mientras que otras basan la explicacion en factores mas pragmaticos, como pueden ser la frecuencia de uso (Cuetos, Mitchell y Dorley, 1996). En el segundo estadio se comprueba la plausibilidad de la estructu- ra construida y se asignan los papeles tematicos. Este segundo estadioEI Sistema de Procesamiento Lingilistico 55 esta bajo el control consciente y de hecho, si la informacién seménti- ca y/o pragmatica lo aconsejan, puede obligar al primer estadio a rea- lizar de nuevo el andlisis. Asi, por ejemplo, si leemos la oracién “Mientras el payaso bebia el pollo...”, nuestra primera intencién pue- de ser la de entender que el payaso se estaba bebiendo el pollo por aplicacién de la estrategia candnica “sujeto-verbo-objeto”. La infor- macién seméntica nos indica que no es asi y que debemos rehacer la comprensién (la lectura completa de la oracién y la presencia de la coma hubiesen impedido esta interpretacin errénea: “Mientras el payaso bebja, el pollo se escapaba de la pista”). Las variables que influyen en este segundo estadio son, por lo tanto, de tipo seméntico y pragmatico (el significado de las palabras, la plausibilidad de la ora- ion, etc.). En algunas oraciones los papeles tematicos coinciden con los grama- ticales, lo que hace mas facil su comprensién. En otras, sin embargo, el papel del sujeto verbal no coincide con el de agente de la accién, y por ello resultan més dificiles de procesar, especialmente para ciertos tipos de pacientes afésicos, como veremos. Es el caso de las pasivas, pues en una oracién como esta: “Juan fue besado por Maria”, Juan hace el papel de sujeto gramatical pero no es el agente de Ia accin de besar. Algunos autores como Schwartz, Fink y Saffran (1985) consideran que el andlisis de la funcién verbal se debe considerar como un proce- so independiente de los anteriores, por lo que distinguen tres estadios en vez de dos. EI primero seria el de segmentacién de la oracién en sus principales componentes: verbos, sintagmas nominales, predicados, etc. y especifi- cacién de los papeles gramaticales de cada uno. El segundo el de andlisis de fa forma verbal para determinar las relaciones tematicas que lleva asociadas. Asi, un verbo intransitivo como “mirar” requerira un objeto directo ademas del sujeto, en cam- bio, un verbo intransitivo como “estornudar” sélo requerira un suje- to. Algunos verbos requieren un sujeto animado mientras que otros no lo necesitan, Esta es la raz6n por la que, siendo aparentemente iguales estas dos oraciones, sin embargo, son bastante diferentes: “El nifilo rompié el jarrén”, “La picdra rompié el jarrén”. Este estadio puede resultar especialmente dificil con los verbos anténimos (dar- tomar, tirar-empujat, comprar-vender, etc.) ya que el empleo de uno u otro implica cambios en los papeles de los sintagmas nominales (Ej “EI soldado dio una flor a la campesina” vs “El soldado recibié una flor de la campesina”). El tercer estadio seria, como en los modelos anteriores, el de asigna cién de los papeles tematicos a partir del significado del verbo y de le fancién gramatical de los sintagmas.56 EI Sistema de Procesamiento Lingiiistico Produccién de oraciones En cuanto a la produccién de oraciones, también se lleva a cabo en varios estadios, tres segiin el conocido modelo de Garrett (1982). EI primer estadio es de planificacién del mensaje que se quiere tran mitir. Esto implica un acceso al sistema semdntico para activar los sig- nificados que se expresan en la oracién, En este estadio, estos significa dos todavia aparecen en forma abstracta, no tienen una forma léxica definida. Ademis, en este estadio se especifica la informacién sobre los papeles tematicos de la oracién, esto es, aparece indicacién sobre quién hard el papel de agente de la oracién, quién el de objeto, etc. En el segundo estadio se construye la estructura de la oracién. Por lo tanto, aqui ya se elige el tipo de estructura concreta que'se va a emple- ar y, en funci6n de esa estructura el orden de las palabras. Si se trata de una oracién activa el nombre que hard de agente ira en primer lugar, si es pasiva entonces ira después del verbo, etc. En este estadio también se disponen las palabras funcionales, puesto que su papel es el de nexo que permite construir la estructura oracional. Finalmente, ya en el tercer estadio, se rellena la estructura con las palabras de contenido (nombres, verbos y adjetivos) especificas que for- maran la oraci6n, Este estadio exige, por lo tanto, acceso al léxico fono- logico para dar forma al concepto activado en la fase inicial. Asi, si el concepto activado era el de “carnivoro doméstico amigo del hombre”, en el tercer estadio hay que llamarlo de alguna manera, entre las muchas disponibles: “perro”, “can”, “animal”, “doberman”, “61”, “ste”, ete. Aunque este modelo de Garrett ha sido muy discutido, la mayoria de los modelos de produccién siguen postulando esos mismos procesos. Las diferencias van més en la relacion que existe entre los estadios. Asi, los modelos interactivos, por ejemplo, el de Stemberger (1985) también distingue un estadio de construccién de la estructura y otro estadio de busqueda de las palabras concretas, pero postula que ambos estadios funcionan en paralelo y de manera interactiva. En la siguiente figura se expone un modelo general de producci6n, formado por los procesos que la mayoria de los autores coinciden en admitir. La relaci6n(serial o interactiva) que pueda existir entre estos procesos es lo que diferencia unos modelos de otros (Fig. 18). 2.7. Relaciones estructura - funcién en el procesamiento lingiiistico Tal y como ya hemos dicho en la introduccién, los procesos que aqui hemos descrito tienen necesariamente una base neurobioldgica. En elEl Sistema de Procesamiento Lingiiistico 57 Representacién del mensaje Acceso al significado Elaboracién de las estructuras sintacticas Acceso al léxico Fig. 18. Modelo general de produccién de oraciones. caso del sistema de percepcion visual vefamos que el isomorfismo entre mente y cerebro era muy claro, ya que cada médulo estaba perfecta- mente localizado (percepcién de la forma en el Area V3, percepcin del color en el area V4, percepcidn del movimiento en el area VS, etc.). Bien es cierto que en el lenguaje no se conoce con tanta exactitud cuales son las zonas exactas de cada modulo, probablemente porque los process del lenguaje son mas complejos y no tienen una localizacién tan preci- sa (es posible que algunos procesos se correspondan en realidad con cir- cuitos cerebrales mas que con zonas especificas) y porque es dificil sepa- rar los componentes ya que en cualquier tarea lingiiistica, por simple que sea, son muchas las dreas cerebrales que interactiian. En términos aproximativos se puede establecer cierta corresponden- cia entre los modelos cognitivos que hemos descrito y los modelos ana- témico-funcionales, aunque todavia queda mucho que precisar. Asi, de acuerdo con el modelo de Wernicke- Geschwind (Geschwind, 1965), cuando oimos una palabra es la zona auditiva (areas 41 y 42 de Brod- mann) la primera que se activa (esta actividad se corresponderia con el primer anilisis auditivo). La respuesta del area auditiva pasa a la cir- cunvolucién temporal superior (area 22) (corresponderia aproximada- mente con la recuperacion de la forma léxica) y de aqui a un area exten- sa y difusa de la zona temporo-parieto- occipital que abarca las58 El Sistema de Procesamiento Lingiiistico circunvoluciones angular y supramarginal (4reas 39 y 40) (andlisis del significado). Cuando leemos una palabra las areas que se activan son las visuales primarias (andlisis visual) y la respuesta pasa a zonas del lobu- lo occipital fuera del area primaria (recuperacién de la forma visual de la palabra) y finalmente de aqui a la zona temporo-parieto-occipital (activacion del significado). Si queremos pronunciar una palabra, la activacién de la zona temporal posterior pasa al area de Broca donde se programa la forma articulatoria y se transmite la informacién al area motora para que regule los movimientos de los muisculos del habla. Sin embargo, las técnicas actuales de neuroimagen (tomografia por emision de positrones, resonancia magnética funcional, etc.) estan per- mitiendo localizar con mayor precisin las areas cerebrales que inter- vienen en el procesamiento lingiiistico. En general, los estudios realiza- dos con estas técnicas estan confirmando el papel de las zonas clasicas del lenguaje, pero también muestran la participacion de otras zonas cerebrales que no se sospechaba tenian relacin con el lenguaje. La uti- lizacion de tareas lingiiisticas muy especificas y de cuidados diseiios experimentales en los que existen buenas condiciones de control, estan permitiendo conocer con precisi6n las zonas cerebrales concretas que intervienen en cada actividad. Asi, Petersen, Fox, Posner, Mintun y Raichle (1988) comprobaron que la presentacién de series de letras escritas que los sujetos vefan de manera pasiva, esto es, sin tener que dar ningtin tipo de respuesta, iricrementaba el flujo sanguineo de las reas primaria y secundaria visual de ambos hemisferios. Pero cuando esas series de letras formaban palabras (o pseudopalabras pronuncia- bles, por ejemplo “cifoje”) se activaba una region del cortex occipital izquierdo que no lo hacia cuando se trataba de series de letras no pro- nunciables (por ejemplo “kthmls”). Ciertamente esto confirma que el procésamiento de las palabras escritas es cualitativamente distinto del procesamiento visual en general. Igualmente, cuando los sujetos percibian estimulos auditivamente y también de manera pasiva, incrementaba el flujo sanguinco de las are- as primaria y secundaria auditiva. Pero adems, con las palabras y pseu- dopalabras pronunciables ¥e activaba una zona del hemisferio izquier- do, el area de Wernicke, que no se activaba ante tonos simples ni tampoco ante vocales. Tal como afirmabamos al hablar de la percep- cidn del habla, los estimulos verbales exigen un andlisis de tipo cualita- tivo que no requieren los demas estimulos auditivos y que se realiza en el area de Wernicke. Cuando Ia tarea exige el reconocimiento y comprension de las pala~ bras, el mayor aporte de flujo sanguineo se produce en Ia circunvo- lucién temporal superior, media e inferior del hemisferio izquierdo. Asi, Howard, Patterson, Wise, Brown, Friston, Weiller y Frackowiak (1992)EI Sistema de Procesamiento Lingiiistico 59 encontraron que la lectura de palabras incrementaba significativamente el gasto de flujo sanguineo en la parte posterior de la circunvolucién temporal media del hemisferio izquierdo. Por su parte Demonet, Cho- llet, Ramsay, Cardebat, Nespoulous, Wise, Rascol y Frackowiak (1993) comprobaron que el procesamiento fonolégico de las palabras estaba asociado con la circunvolucién temporal superior del hemisferio izquierdo, mientras que el procesamiento semantico producia activacién de las circunvoluciones temporal media e inferior (en el procesamiento seméntico hay un amplio ntimero de regiones implicadas, pero el lobu- lo temporal inferior del hemisferio izquierdo juega un papel clave). En cuanto a la repeticién de palabras, puesto que intervienen procesos tan- to de comprension como de produccién, esta tarea supone activaciones simétricas alrededor de las dos cisuras de Silvio (Wise, 1996). Sin embargo, cuando la tarea de repeticién se realiza de forma automética, el area de Broca y el érea de Wernicke no reciben una aportacion mayor de flujo sanguineo, En este caso, la activacin se produce en las areas sensorial y motora de la cara, asi como en el cortex insular (Kolb y Whishaw, 1996). Respecto a las oraciones, los estudios atin no han conseguido la finu- ra que estan consiguiendo con las palabras aisladas, ya que en una ora- cién, por sencilla que sea, intervienen gran ntimero de procesos, inclui- dos los de razonamiento, y eso hace que el flujo sanguineo Ilega de manera practicamente uniforme a toda la corteza cerebral. No obstan- te, un trabajo reciente realizado por Stromswold, Caplan, Alpert y Rauch (1996) muestra que el procesamiento de la informacion relativa a oraciones se produce en las regiones de la corteza de asociacién peri- silviana izquierda. Y en un tipo particular de oraciones (las oraciones de relativo incrustadas) que exigen una gran carga de memoria, la zona que mis se activa es el par opercularis del area de Broca.3 Tipos de Trastornos Afdsicos 3.1. Hacia una nueva tipologia EI modelo del procesamiento lingiiistico descrito en el capitulo anterior nos permite interpretar, en términos cognitivos, los diferentes trastornos del lenguaje que se pueden producir a consecuencia de una lesion cere- bral. Tal como ya hemos discutido, los procesos que componen el siste- ma lingiifstico tienen una base organica y cuando se produce una lesion se dafia alguno de estos componentes. Dependiendo de cual sea el com- ponente dafiado se produciran diferentes alteraciones en el lenguaje; de manera que a través del tipo de déficit que muestre un paciente pode- mos inferir qué médulo 0 médulos del sistema de procesamiento del lenguaje han sido daiiados y cuales permanecen intactos, Sélo es nece- sario disponer de un modelo en el que aparezcan detalladas las funcio- nes de cada médulo, Pero incluso un modelo de este tipo nos permite ir més alld y hacer predicciones sobre cual sera la ejecucién que el pacien- te tendré en algunas tareas antes de aplicdrselas. Asi, si sabemos que un paciente sufre una lesién que le afecta tnicamente al sistema semantico, podremos predecir que tendra problemas en la tarea de denominacién de dibujos, ya que los dibujos tienen que ser reconocidos antes de que puedan ser nombrados. En cambio, no experimentara necesariamente dificultades en tareas de lectura en voz alta, puesto que la lectura en voz alta se puede realizar por otras vias alternativas, sin tener que pasar por el sistema semAntico. Igualmente podremos predecit que no tendra difi- cultades en tareas de decisi6n léxica ni oral ni visual, ya que estas tare- as se realizan en los léxicos, aunque si las tendra en tareas de categori- zacién o de emparejamiento palabra-dibujo. De hecho, si algtin paciente no se ajustase a las predicciones del modelo, eso exigiria realizar algu-62 Tipos de Trastornos Afisicos nas modificaciones sobre él, ya que los modelos tienen que ser capaces de explicar todas las caracteristicas de los pacientes por extrafias que éstas parezcan. En consecuencia, la tipologia de trastornos que expondremos en este capitulo no se ajusta a la de los sindromes clasicos (Broca, Wernicke, afa- sia de conduccién, etc.) y que son los que aparecen en la mayor parte de los manuales de afasia, sino que los tipos de trastornos que describire- mos estan determinados por los componentes del sistema lingiiistico. La alteraci6n de cada componente da lugar a una clase de trastorno distin- to que requiere una interpretacién (y un tratamiento) diferentes. No importa que ese trastorno constituya un sintoma tipico de algdn sindro- me que sucle ir asociado a otros sintomas (por ejemplo, el agramatismo como sintoma mas caracteristico de la afasia de Broca, o las parafasias como sintoma principal de las afasias de Wernicke) o que sea un sinto- ma aislado (por ejemplo la dificultad para repetir nombres desconocidos, 0 los problemas de anomia), puesto que en cualquier caso cada sintoma requicre una explicacién en base al modelo de procesamiento lingiiistico, vaya solo 0 acompafiado. Esta concepcién implica que no se persiguen las asociaciones de sintomas, sino que, por el contratio, lo que se inten- ta es averiguar si esos sintomas pueden aparecer de manera indepen- diente unos de otros, ya que eso supondria la intervencién de procesos distintos. Estamos, por lo tanto, ante una neuropsicologia de disociacio- nes contrariamente a la clasica que era de asociaciones. Y consecuente- mente, el ntimero y tipos de trastornos vendra determinado por los dife- rentes procesos que componen el sistema de procesamiento lingiiistico. "Vamos entonces a describir cada uno de los trastornos que pueden surgir, como consecuencia de la lesién de los procesos descritos en el capitulo anterior, El orden que seguiremos sera el mismo que empleamos al explicar los procesos. Por ello, comenzaremos por los trastornos de percepci6n del habla, seguiremos con los trastornos de produccién oral, trastornos de lectura, de escritura y finalmente los trastornos a nivel de oraci6n, tanto en comprensién como en produccidn, En términos gene- rales (aunque después ya iremos especificando), a los trastornos de per- cepcién del habla los vamos a denominar agnosias auditivas, a los de denominacién anomias, a los de lectura dislexias, a los de escritura di grafias y a los trastornos de comprensién y produccién de oraciones, comprensién asintactica y agramatismo, respectivamente. 3.2. Agnosias auditivas A consecuencia de la lesién cerebral, muchos pacientes tienen dificulta- des para comprender el habla. En términos neurologicos sufren una afaTipos de Trastornos Afisicos 63 sia receptiva. Sin embargo, los origenes de estas dificultades pueden ser muy variadas, y por ello, también las caracteristicas de los pacientes. Franklin (1989) estudié a nueve pacientes que podrian ser etiquetados de afasia receptiva, puesto que todos compartian la incapacidad para comprender las palabras cuando se las presentaban verbalmente y sin embargo, una evaluacién cuidadosa indicé que habia diferencias nota- bles entre ellos. Unos tenian severamente dafiada la capacidad de dis- criminar fonemas, mientras que otros no tenian ninguna dificultad con esta tarea. Unos eran incapaces de realizar tareas de decisin Iéxica ver- bal y otros realizaban estas tareas sin errores. Franklin encontré que, habia, al menos, cuatro tipos diferentes de trastornos de percepcién auditiva. Por lo tanto, la tnica forma de poder diferenciar todos los trastornos posibles es siguiendo el modelo, en este caso de percepcién y comprension del habla. Y esto es lo que vamos a hacer, describir los trastornos que pueden aparecen cuando se daiia alguno de los procesos que intervienen en la comprensién del lenguaje oral y que aparecen en la figura 4 del capitulo anterior. Recordemos que el primer andlisis que realizamos al escuchar el habla es de tipo puramente fisico, lo que llamamos el andlisis aciistico, ya que lo hacemos en base a las variables fisicas de intensidad y fre- cuencia. De esta manera, cuando se produce una lesién en este estadio, el paciente, no solo deja de percibir el habla, sino también el resto de los sonidos ambientales. Su trastorno no es muy diferente al de los sor- dos periféricos, a no ser porque su audiometria es normal, lo cual es esperable, ya que la lesién se localiza en el cerebro, no en los érganos auditivos. No en vano a este trastorno se le conoce con el nombre de sordera cortical. Y para que aparezca la sordera cortical tienen que estar dafiados ambos hemisferios, esto es, tiene que producirse una lesion bilateral de las zonas temporales, ya que el andlisis aciistico, al no ser especifico para el lenguaje puede ser realizado por ambos hemisfe- rios, razén por la cual, basta con que uno quede intacto para que el paciente contintie oyendo. Sordera cortical Incapacidad para discriminar sonidos verbales y no verbales a pesar de presentar una audiometria normal. El segundo tipo de operacién que realizamos al percibir el habla es la de identificacién de los fonos a partir de los rasgos articulatorios y pos- terior clasificacién de los fonos en determinados fonemas, dependiendo de cada idioma (tal como explicabamos en el capitulo anterior). Este64 Tipos de Trastornos Afasicos proceso de identificacién de los fonemas ya es especifico del lenguaje y, por lo tanto, el trastorno en este proceso se produce por una lesién uni- lateral del hemisferio izquierdo. Lichtheim (1885) sugirié que este tras- torno se debia a la lesién del area comprendida entre el cortex auditivo y el area de Wernicke. Esta misma opinién es la que defendié poste- riormente Geschwind (1965), aunque recientemente se ha visto que estos pacientes también suelen sufrir lesiones subcorticales. A diferencia de la sordera cortical, en este caso, el paciente puede seguir haciendo andlisis en base a las variables fisicas, por lo que puede identificar los sonidos ambientales, pero no puede reconocer los sonidos lingiiisticos. Cuando se le habla, sabe si esos sonidos tienen una alta 0 baja frecuencia e intensidad, discrimina incluso si quien le habla es un hombre 0 mujer, o si le habla en el idioma propio o en un idioma extranjero, pero no consigue categorizar esos sonidos en fonemas. A este tipo de trastorno se le conoce con el nombre de sordera verbal pura, sordera para el sonido de las palabras, o también sordera especi- fica para las palabras. Puesto que su problema es sdlo de percepci6n auditiva, los pacientes que sufren sordera verbal pura se caracterizan por un habla espontanea fluida con velocidad y entonacién normales. No muestran parafasias, ni sustitu- ciones, ni ningtin otro tipo de errores del habla. La lectura en vor alta y la comprensién lectora también son normales, al igual que la escritura. En contraposicién, muestran una incapacidad, en muchos casos total, para comprender el lenguaje hablado. Y aunque pueden discriminar la voz humana de otros sonidos, no la comprenden, dicen que suena como una lengua extranjera. El tinico habla que les suena normal es la suya propia. Esta dificultad para percibir el habla es especialmente grande cuando no ven la cara de la persona que les habla (cuando escuchan la radio, el telé- fono o simplemente cuando a persona se encuentra de espaldas). Cuando se les articulan bien las palabras, se les habla despacio y se utilizan pala- bras frecuentes, les resulta bastante mas facil la comprensién. Pero si se les habla un poco deprisa no consiguen entender nada. Un paciente decia “Puedo oir las palabras con toda claridad, pero no puedo captar lo que dicen”, otro decfa “Oigo tédo revuelto, como si se tratase de gente extran- jera hablando a lo lejos. Pienso que deberian hablar mas alto, pero si gr tan es atin més confuso” (Ellis y Young, 1988, pag. 147). Quizas habria que distinguir dos tipos de sordera verbal pura, pues- to que hemos visto que dentro del proceso que llamamos de andlisis auditivo existen dos estadios consecutivos, el fonético y el fonolégico, por lo que es posible que algunos pacientes fallen en el primero y otros en el segundo. Sin embargo, hasta el momento no se ha hecho esta dis- tincién, probablemente porque atin no se han diseiiado tareas lo sufi- cientemente finas como para discriminar entre ambos trastornos, En