Francisco Delich
MEGA-
ERSIDAD
Discursos plurales
eXIV
LA REFORMA PEDAGOGICA
Ustedes dejan la Universidad de Buenos Aires cuando comienza la Re-
forma Pedagdgica, cuando sus primeros frutos sefialan que otros horizontes
se contemplan para las nuevas generaciones.
El Ciclo Basico Comin que acaba de inaugurarse constituye sélo el
primer paso de la Reforma. Debe seguirse de cambios sustanciales en el
Curriculo de todas las correras y de la generalizacién de los doctorados en to-
da la Universidad, para actualizar los conocimientos, modernizar el sistema
de enseianza, lograr mejores rendimientos, esto ¢s, para que otra vez, con
serenidad y sin jactancia, cada uno de ustedes recién graduados pueda
‘mostrar su diploma, el diploma que gand con esfuerzo de la mejor escuela
de Derecho.
Este Ciclo Basico Comin constituye por eso mismo un logro mayor en
Ja Jarga tarea de transformar una universidad pasiva en un centro de irra-
diacion cientifica, una universidad silenciada en una universidad de debate
permanente, una universidad atomizada e impersonal en una universidad
solidaria,
Pero no s6lo son los objetivos del Ciclo Basico Comin, ni esta forma
de encaminarse al futuro, 10 que explica la esperanza y la emocién, sino
‘también la generosidad y el compromiso de quienes lo llevan a cabo. Viejos
funcionarios de la Direccién General de Construcciones que vieron nacer
hhace veinte afios la Ciudad Universitaria, ahora volvieron con mas canas @
‘poner lo mejor de si mismos para que tuviésemos estructuras adecuadas. La
Universidad no pag6 horas extras, ni pagaré desvelos y sacrificios; como no
sea enfatizando una y otra vez su agradecimiento. La Universidad no refor-
26 su plantel de personal administrativo y un puflado de técnicos de nuestro
servicio de computacién, de Exactas, de Ingenieria, ordenan el trabajo de
10s 60.000 estudiantes que encontraron sus aulas, asignaturas y docentes sin
dificultades. Otro puflado de funcionarios habia capacitado docentes, orga-
nizado los contenidos curriculares, generado nuevas estrategias de ensefian-
‘24 paia que cl 25 de marzo fuera el comienzo de sesenta mil comienz0s.
'Y también EUDEBA, la editorial que fue para mi generaci6n el stmbo-
to dela cultura sin fronteras, que hace un afto parecia extinguirse en medio
de la opacidad, ha vuelto para una segunda y admirable juventud. BUDE-
BA edit6 durante el verano decenas de miles de volimenes, fasciculos y
‘guias de trabajos para que el 25 de marzo 60.000 manos los tuvieran a su al-
1‘cance a precio reducido. El 24 a la medianoche un grupo de empleados de
EUDEBA habia armado en la sede ‘José Luis Romero” sus estanterias, las
habia pintado y estaba en sus puestos después de dos jcrnadas agotadoras.
‘ovenes y viejos docentes, algunos de los que estaban y otros que volvieron
para comenzar a formar una nueva comunidad docente, plural y eficiente.
Hubo quién se lanz6 en la television, quien prefirié la psicologia para
ahuyentar los malos augurios; quien rescat6 el didlogo socratico: los docen-
tes del Ciclo Basico, viejos y jovenes no vacilan en usar bien la imaginacién
Ellos saben en su mayoria que inauguraban un nuevo ciclo en la Universi-
dad de Buenos Aires, en varios sentidos.
Por todo esto pude decir a los ingresantes en 1985, que la Universidad
habrd puesto lo mejor de si misma para que también ellos puedan poner lo
mejor de sf mismos. Por todo esto, como sefalo, los nuevos latidos del
Cielo Basico consolidan muy antiguas esperanzas, porque sopla un nuevo
espiritu, porque detrotamos a nuestros iinicos enemigos, la indiferencia y el
excepticismo.
Algunos de ustedes se orientaran al ejercicio profesional, otros tal vez
prefieran la investigaciOn, la docencia o la justicia, pero cualquicra sca la
actividad la Universidad no siente que los pierde acaso porque los recibe co-
mo candidatos al doctorado, tal vez porque los espera como graduados acti
‘vos. En todo caso el destino de ustedes se cruza con la Universidad para
siempre y pot eso mismo la Universidad por siempre les reclamard una con-
ducta acorde con la buena fe y el leal saber.
Ha llegado también el momento de dar otro paso adelante en la norma-
lizacién de la Universidad y este paso, como otros que dimos hasta ahora,
seré crucial para el futuro. estamos creando las condiciones estructurales
para la nueva ensehanza, pero ningin cambio de planes y sistemas puede
servitnos, si no conseguimos que los docentes de la Universidad recuperen
Ja confianza necesaria en la propia comunidad, en su propia capacidad, en
sus propios derechos. Maltratados por los acontecimientos politicos, victi-
‘mas no pocas veces de arbitrariedades de origen extraacadémico, general-
mente mal pagados, con muchas dificultades |y poco aliento,, con una
peligrosa tendencia a la indiferenciacién, el claustro docente que ahora se re-
‘constituye debe asumir plenamente sus responsabilidades para que la Uni-
versidad encuentre su ritmo de crecimiento en todos los planos de la activi-
dad.
Dijimos hace poco mas de un aflo que fbamos a reconsiruir el claustro
dogente can las que hahian side exclnidos, con los que habian permanecida
en la Universidad, en fin con todos aquellos que compartieron nuestro pro:
yecto de universidad de alto nivel cientifico y democratico. En estas sema-
‘has préximas habremos terminado de reincorporar docentes a quienes debe-
mos agradecerles su generosidad: nadie reclamé haberes caidos, ni recom-
Pensas materiales de ninguna clase; cada uno obtuvo lo que acaso més
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seal
queria, la devolucién de las llaves de la puerta de esta su casa. Dijimos que
la vuelta de unos no debia significar la salida de otros.
Dijimos que no habia de generarse rencores si queriamos reconstruir
Ia Universidad para largo tiempo. Si asi ocurre, no es mérito de esta gestién
sino de aquellos que como muchos de los que me escuchan cierran las heri-
das del alma en silencio, sin altisonancias.
En las proximas semanas iniciaremos la fase final de la revisién de los
concursos realizados a partir de 1980, sin animo de revanchas, para que en
el mas breve plazo se pueda clarificar la situacién de los docentes que parti-
ciparon de ellos.
‘No s¢ ha impugnado personas sino excepcionalmente, cuando muy evi
dentes inconduictas universitarias lo hizo imperdonable. Se han impugnado
procedimientos. No permitiremos que docentes de larga trayectoria sean in-
justamente agraviados, pero tampoco que la arbitrariedad imperante en el
pais en la época de los concursos nos impida construir la nueva Universi-
dad
El Consejo Superior respetaré como lo ha hecho hasta ahora, el marco
del estado de derecho y ningtin impulso subalterno, venga de donde venga,
nos desviard de esta vocaciOn por la equidad, que es también obligacién éti-
a y juridica.
Pero queremos que producidas las reincorporaciones, revisados los concur-
sos, la gran puerta de acceso a la Universidad sean los concursos legitimos y
transparentes. Hemos llamado mas de 1.300, estan culminando los prime-
ros convocades y tenemos ya las primeras designaciones docentes con el Es-
tatuto de la Universidad constitucional. Este es el camino para recuperar no
solamente la mejor ensefianza, sino para refundar el claustro en el mareo de
libertad y sobre todo de respeto, a Tatos perdidos en medio de tanta confu-
sign, Es en el concurso donde un docente puede mostrar que no es Jo mismo
ser doctor que no serlo, conocer dos, tres o mas idiomas que no conocer
ninguno, haber publicado una obra que no haber escrito diez lineas; es en él
‘coneurso donde el mérito aparece sin que sea pregonado; ¢s en el concurs
donde reconocemos la calidad del colegs que ninguna designacién de ningu-
na entidad puede conferir. El concurso es el camino de ia ley, del Estatuto,
fuente del respeto de nosotros mismos y pasamos a exigir el respeto que co-
‘mo profesor de esta Universidad se merece, no porque la posiciOn que ocu-
pa lo decida sino porque el mérito que logré con muchos afios de vocacién,
estudio y esfuerzo lo convoque por su propio peso. Es también el concurso,
el que otorga el derecho a votar y elegir las nuevas autoridades, ¢s el concur
so el que otorga autoridad académica y moral. Asumir sus rexponsahilida:
des implica que los docentes de la Universidad debemos exigirnos a nosotros
‘mismos el maximo de conocimientos y experiencias para brindarlos & los es
tudiantes y exigir también a los estudiantes que hagan el maximo de esfuer-
20s para mejorar la ensefianza.
Todos tenemos razén en exigir mas y mas democracia. Todos los do-
93centes tendran también razén si exigen ims y mids nivel de conocimientos y
todos los estudiantes tendrén razén si exigen que sus profesores los exijan.
EI movimiento estudiantil puede y debe pedir facilidades para estudiar,
pero no pidié nunca ni lo hara ahora que esas facilidades para estudiar se
‘ransformen en facilidades para aprobar.
Facilitar la ensefanza, abrir las puertas de igualdad de oportunidades
no es equivalente a la mediocridad de la enseRanza, al nivelamiento por los
ppeores 0 bajos rendimientos.
Asumir responsabilidades implica distinguir tiempos y calidades para
ue los docentes, como todos, aceptemos ejercer derechos y cumplir obliga
ciones. No lo hacen asi unos advenedizos que aprovecharon las citcanstan-
cias de la Universidad silenciada para encaramarse en algunas cévedras, que
firmaron de su pufo y letra pedidos de informes a los servicios de inteligen-
‘ia para que éstos certificaran su buena fe autoritaria y pretenden erigirse
‘ahora en fiscales de la democracia y se ofuscan porque el rector de la Uni-
versidad quiere saber quiénes y por qué razones no concurren a tomar exa-
menes.
El rector de la Universidad tiene la obligacién legal y moral de saber
quiénes cumplen y quiénes no cumplen con sus funciones docentes. Los an-
tiguos reflejos de unas cabecitas confusas piensan que alguien puede creer
en derechos absolutos y sin contrapartidas. Hace tiempo que no existen ta-
les derechos como no sea el derecho a la vida.
Existe naturalmente libertad de comercio pero no hay libertad para co-
merciar con el sexo 0 con las drogas. Existe libertad de ideas en la Universi
ad pero no existe libertad de précticas totalitarias. Y es una practica total
{aria amedrentar a otros removiendo fantasmas del pasado como si nada
hhubiese cambiado en la Republica desde el advenimiento de la democracia.
Es una préctica totalitaria pasar por encima de las instituciones para satisfa
cer reivindicaciones de un modo extra legal.
Es aqui, en la Facultad de Derecho, donde reafirmamos nuestra volun-
tad de ejercer el derecho y la ética universitaria hasta sus dltimas consecuen-
cias, sin concesiones al oportunismo de unos y ala mala fe de otros.
Con el espiritu pionero con que se animé el Ciclo Basico Comin, con el
ejemplo de aguel viejo y respeiado maestro de la Universidad argentina, el
recientemente fallecido Alfredo Lanari, seguiremos construyendo la Uni-
versidad argentina para el siglo xx1,
Recordemos el espiritu pionero con el que se construyé nuestra Nacién,
Recordemios a los sabios como Ameghino y Honceay, a los viejos maestros
decesta casa, a nuestros padres, abuelos y bisabuelos iamigrantes, alos gale-
S€8 que se instalaron en la Patagonia inhOspita, a los daneses, alemanes,
be
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franceses, italianos, espafioles que se ramaron en la pampa hiimeda,
a los gauchos judios que regaron de sud el litoral argentino, a los arabes
gue fecundaron el noroeste
Recordemos y rindamos homenaje a su memoria para que el mismo es-
piritu pionero nos aliente, para que como ellos y con ellos construyamos
‘una Universidad sin fronteras.
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