Los rboles son fuente de vida.

No solo en lo tocante a los ecosistemas

naturales, sino tambin para la supervivencia del ser humano. Su uso
para alimentarse, calentarse y construir un sinfn de objetos supone una
explotacin que, entre otros factores, dispara la deforestacin y, con
ella, la destruccin del hbitat.
De hecho, la vida tal y como la conocemos comienza con las plantas.
Mucho antes, hace alrededor de cuatro mil millones de aos, se
formaron las primeras molculas, consideradas las formas de vida ms
primitivas. Pero no fue hasta que se produjo la fotosntesis oxignica,
hace alrededor de 3.500 millones de aos, cuando se empez a oxigenar
la atmsfera.
Por lo tanto, las primeras plantas terrestres, que surgieron hace
alrededor de 450 millones de aos no fueron pioneras en realizar el
proceso de la fotosntesis y liberar oxgeno a la atmsfera. Aunque s es
cierto que la radiacin solar se aprovechaba para formar azcares a
partir del agua y del dixido de carbono de la atmsfera, clave de la
fotosntesis, y que a partir de aquellos se desarrollaron las primeras
clulas vegetales, antecesoras de las algas y de las plantas.

Las plantas empezaron a ser erectas y a crear la madera tras una gran
sequa, primero como hierbas o arbustos, y luego como rboles. Los
seres humanos, por su parte, provienen de los hominoideos, cuyos

fsiles superan los 6 millones de aos. Y, como es bien sabido, nuestra

historia, indudablemente, se vincula a los rboles desde sus inicios.
Los pulmones del planeta
Al margen de las utilidades inmediatas que obtenemos de los rboles, su
existencia es clave para nuestra supervivencia, as como para infinidad
de seres vivos.
En cifras, los rboles son necesarios para la supervivencia de nueve de
cada diez de las especies conocidas, y el porcentaje probablemente
aumentara si vamos ms all del hbitat y nos centramos en la
produccin de oxgeno.
Los rboles, as es, nos ayudan a respirar. Solo las algas y otras plantas
marinas producen alrededor del 70 por ciento, pero los rboles son
decisivos para que la atmsfera sea respirable por los humanos. En otro
caso, sera un aire enrarecido.