El papel reaccionario de la religin se manifiesta adems en que es profundamente ho
stil a la ciencia, a la concepcin cientfica del mundo. La iglesia ahogo implacable
mente durante muchos siglos a la ciencia y persigui a los sabios. Prohibi la propa gacin de las ideas de vanguardia y destruyo los libros de los pensadores progresi stas, encarcelando a los autores y llevndolos a la hoguera en las llamas de la in quisicin perecieron numerosos hombres de vanguardia de su tiempo, entre los que f iguraban varones de la ciencia tan ilustres como Giordano Bruno Lucilio Vanini y muchos ms. A pesar de todos sus esfuerzos, la iglesia no pudo detener el desarrollo de la c iencia, imperiosamente dictada por las demandas de la produccin material. En nues tros das, impotentes para refutar las conquistas cientficas ms grandes, los eclesist icos procuran conciliar la ciencia con la religin y demostrar que los adelantos c ientficos no contradicen a la fe, sino que concuerdan con ella. Las tentativas de esta ndole son totalmente infructuosas. La ciencia y la religin son incompatibles. La ciencia proporciona al hombre conocimientos fidedignos del mundo y de las leyes de su desarrollo. Lo ayuda a dominar las fuerzas naturales y sociales y a organizar la actividad productiva. Y la religin tergiversa la ese ncia del mundo, ofrece nociones ficticias de ella, embota el entendimiento y la voluntad del hombre y lo priva de la fe en el triunfo de la ciencia y el progres o. Las supervivencias religiosas en el socialismo y vas de superarlas En la unin sovitica la iglesia est separada del estado; y la escuela, de la iglesia . Esto significa que la iglesia no tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos de l estatales ni a influir en el contenido y organizacin de la enseanza. Por otro la do, el estado tampoco se inmiscuye en el ejercicio de los ritos religiosos. Por supuesto, la separacin de la iglesia del estado no implica, ni mucho menos, q ue la iglesia este fuera del control estatal. Los intereses de los trabajadores exigen