Sei sulla pagina 1di 30
| les beds eles ve LA CRVZ, | I. | A : (922 os pmtosic (BZ | [> ed. opw. Avrepena pe SueBLa. fo, oso. Maeegeveet UNA INTRODUCCION. LAS POSIBILIDADES DEL TEXTO Miche! Foucault (L’archéologie du savoir) distingue entre ""do- ‘cumento” y “‘monumento” como las dos instancias entre las que se desliza un pensamiento epistemolégico;! el documento 5 lo que nos permitiria una “lectura”; los otros nos ofrecen tan s6lo un testimonio, concluido, Nuestra persecuci6n, ansiosa, es de una lectura, no-de una contemplaci6n, y, para canalizetla, vamos inevitabiemente de una instancia a la otra; si, faltos de libertad, nos dejamos aplastar a veces por los documentos como .si_fueran monumentos 0, poco perspicaces, estamos ciegos v no vemos a documentalidad, a la inversa a veces caemos vi de la ceguera complementaria y, al monumentalizar dock tos, hacemos cesar la lectura, {Padriamos, desde cierta teoria de ta lectura, convertir todo, aun lo que aparentemente tiene el cerrado aspecto del monumento, en un documento legible y ala leotura como el trémite necesario para reconstruir un proceso? 20, por el contrario, debemos ser obedientes a una exigencia ‘que bloquea y que, consolidando una actitud reverencial frente 1 Michel Foucault, Larchéologte ty snot, tad. espaol de Aurctio Garzin de ‘camino, Méxio, Siglo XX1, Ta. ed, 1978. Pap. 9 y sg". ln historia ha eambiado {ke posleibnrespecto del documento: se atibuye come tatea primordia, noel int petarlo, ni tampoco determina si es verzy cul sea su valor expesivo sino tabs {ovdesde el intetiory eaborarlo,. Hay que separr la historia dela imagen ena que ‘rante acho Tempo se compels (se) y por medio dela cul encontraba su justi Fieacon entropolegica: kx de una memora milenria y eolectiva que se ayudaba con dlocumentor materiales pata recobrat Ia lorania de sus recuerdos la historia es ‘Serta manera para una fociedn, de da esttuto Y elboracton a una masa de doco imentor de ln que no fe para. La storia, en si forma tradicional, se dedicaba a ‘Ipemoran fos monumentos del parado, a traformatlos en documentos y ahacet hablar eso ratros En nestor dias, la storia eo __enmonumentos". Afado ¢ estas categoria las de “lecturs™y “contempla —aaper, come ps fs pencuar en ombia, dela pobiemdtea actual der Nistor. No sta dereconstuir aif acts despre Sade anna weno queso me Tio, de estabiocer una sete. : 13 a los hechos del origen, aparentemente indispensable para afir- mar el sentido de una cultura, impide el desarrollo necesario, respiratorio parle cultura ao fae Entre monumento, porque acompafia la aparicion del Nuevo Mundo en el horizonte de la historia europea y la consagra, y documento, por todas las vibraciones que lo recorren y que sbren puerto uneepteain furns e yeere ane Sot Ge lo pluma de CoIDh senor apssen cone a eee ee bajo posible que tendria que ver, lo digo de entrada, no slo con la historia escrita, la del fin de una época y el comienzo de otra, sino también con una historia todavia no del todo trazada, la de la “escritura” latin Na CuyO momento inicial, privilegia- do; resiita-en laresrtra colembina ques soak en oe, coincidencia Gnica, da renovada —y europea— existencia hist6- ricaa Américamisma,? istoria discontinua la de la escritura latinoamericana en cas- tellano, quie, naturelmente, se mezcla con la europea y tarda, como es sabido, en tener su propio 4mbito politico; ademés, esta integrada por experiencias desiguales tanto Por el valor que se les atribuye como por las pulsiones que las recorren y que darian 0 dan cuenta de su forma; el trazado de esa historia es- taria ligado, como en otras éreas del conocimiento, al gran tema de la especificidad de la cual podria decirse, como realidad ° como aspiracién, que no ha dé seF un equivalente a una esencia ni estar lena irmacion orgullosa em: Pirlea:ta-historia~de Ta escritura latinoamericana, entonces, ‘concebida no como un encadenamiento causal que tendria el 12 de Octubre de 1492 ; ni ‘Como una ue se ha ido teiiendo en-virtud de reglas que producen todavie, de tal ‘manera que en todo lo que se ha producido y se produce po- 2 Relacin entre existenciny concienca. {Et Ia eistencia un en sf fuera de fs ‘concencia que i conoce? Lo tel sn embargo, espero a concencia lo Hace exist 41 su ver, no ae trata sino inicalmente de concienla cognosetva; luego se tate oe ‘onctenca histrica lo que implica que ex eny por lo “otto” ia vida sot, as deter sminaciones estuctuales. A su vez, lt forma de la concienca historca “que es #0 {odo~ se va estableciendo de acuerdo con protocolos que expresa, dan cise y or eran su voluntad de ser 6 su proceso de conformacion dichos protocols son dis ‘uses capaces de imponer la yoluntad de ser de la concieniahistica a taves de oceans rovamene cea lao, dane oto oer 4 : dridmos advertir por qué en este sitio y no en otre parte todo sudo producirse. 3 1 Eres gontido “si ese sentido tiene alguna forma os textos de Colén se ofrecen hasta cierto punto herméticos porque su ‘mundo, a pesar_ de! Descubrimiento, no es el nuestro— y suas rentes, =poraue su mundo es todavia el nuestro, eniamético y ‘desgartado, todavia, como decie Pedro Henriquez Urefia, en “busca de nuestra expresiOn”. « Esa dualidad es ya un espacio de inquisiciOn, es ya un objeto de busqueda; tal vez no un punto de partida sino esa clase de impresiones que lleva, acaso por veri- cuctos, a tratar de precisar cémo se puede investigar, por donde; de todos modos, es un Incilar To ae eet fantasmeyericaments lejos y cerca simulténeamente, casi un acorde hegeliano que su- giere entradas y salides miltiples y, necesariamente, una riqueza Pots entfr en la eseriura de Colin, lo que corientemente se denomina ‘Los cuatro viajes del Almirante”, voy a considerar lo {que nos ha llegado como un texto nico, que, por cierto, es un “corpus” también “‘interferido”, en la medida en que grandes momentos y sectores de lo que Colén personalmente escribié hhan sido modificados —esumidos y comentados— por Fray Bartolomé de las Casas; $ podemos decir que esa interferencia es,_por lo menos, una “lectura” que gravita sobre la que pode- mos Hlevar a cabo nosotres y, asf sea tenuemente, en algo inter- viene en su forma, Por otra parte, y sea como fuere, en tanto es mo concbi in Nats oe eI itr? Por un nd, extn fo mati toque pofanos conde "taj citenry aun erin fea ay iBom qu ha nid em vv camo eta pespeli, tanque no a haya vad lmtp, ooo, no rte ofa o win tay en to dea oprtone de eta que sean a props Sun etrminado sts Shy estar claents ns nsgyh pose eos eo re Savers danntido tobe ouch tpeeon cone uprtn ices opemcione foruone htc, en gue condicones, cio se Gentvlan, come se inteacinn fue pute, gue bniean en Taaclbn compos stems production ete. Ve lr {Wouon ce Incjes Dei, De la rometlole, Buenos Ae, Sigo 331 Eire, I92y Leotare tle difrence Pa Seu 1963. : “Yer Pero Heneuee Ure, Ses eanyoren sce de muestra e=rein, Buenos (NS eli ge vamos &margar eI muy comntede Ausra Madi Ente. dems que, poblbloment,itedaremrantes quits decider teumaladon go> ‘on sno flor de suet uae perches pro a neean7t ts mate SEALs nortan, 9 aque nor fecremor hl cumpo de ub, es de ay Bartolome des Ge Verootes lap 4235794 | ——— f un “corpus” eserituraro, aunque quizésnoliterarioen elsentido corriehte de la palabra, se ofrece en tantos planos que no se tratarf pera mi de una “explicacion”, ni de “texto”en el sen. tido escolar de la expresi6n, ni finalista, en el sentido de la her- menéutica clasica. Sin embargo, tampoco podria decirse que no ‘sea _literario en absoluto y no s6lo porque el tiempo confiere esa densidad casi-todos fo documentos fundamentals sino per ue, en todo caro, como_esritura comparte con To que pods: ‘mot entender por “iteraturs” un aspetto~ eI de Ta acebn Go 1s marca, lo que crea delicados problemas de limites; © por ello, y sin otorgarle un'timbre literario que acaso le esté negado por la realidad y por la teorfa, actuaré sobre ese corpus “como si fue- ra” literario, no para dignificarlo sino porque los instrumentos Propios del trabajo sobre lo que se acepta como literario tienen més posibilidades. No obstante, por ahora sélo puedo anti que mi osadia llega, nada més, y para estar de acuerdo con la indole néutiea det corpus, que a procura clertos sbordajes ten. dientes@ rasgar una superficie, Pero la conveniencia no constitu. ye necesariamente una legitimidad: no puedo olvidar que las anunciadas maniobras navales han de pertenecer al instrumental de la critica literaria y que su objeto, literario o no en un senti- do estricto, no tiene nada que ver con la esfera, epocal o teérica, en la que dichos instrumentos se han forjads, Para volver und vez mds el problema diré que le fue it imagenes son tan_puras, que no deberia haber mayor inconve- niente en eoToGarI, al rienos, junto a libros de viajes o trazados do utopias que_saTioran aforaunadamente de Ta pluma dé lot “hominis de lettres” o del talents compHiathvO ge Ine Teuete dores; cred, con todo, que puedo prescindir de ese ejercicio de condescendencia —en que suele concluir todo el esfuerzo com- va, “Foblimes de Ia structuration du text", en Le nowree G1 "Linguistique et Littrature", Pars, 1968, En ete tabajo 3, de manera muy pertinent, neesio de ft ‘specie de acuerdo socal que ten lupat en cada épocs; pores razon ae tatvas Iidarees de los conceptos de "gonero"=, Ur Lexis neck ido seepado nicer cumpli con certo fin puode pura ser cans tn tn momento posterior ee fin no lo era: un sermbn 0 un aegato politic, por ejemplo, medion 6 romano, 3 hoy para nosotros literatura y no diactsmoo apologa. No seria diffe hacer der. ‘ender esta idea de una obsevacion de Claude Lev Straus (La pense sauege acer el caricterartfstico que seatrbuye, pasado alg tempo, a objetosproducidos at sanalmente para uso domésic y cotiiano,o ea funcionies 16 paratista~ mediante el concepto de/“Gexto!"Y su radical histor cidad; dicho més decididamente, lo que para cierta época no es. “texto” 0 “literatura” porque areanoniacin de at categorfas que definen texto o literatura, a trabajo ae-ampliaion due er aibuto de la lecture colectve cuando esta ; exter 0 ue eSroclome que see treve silos, =eorm6 ocure sin ir ms lejos on ta praducsién-popular= concTaye, queda Tegitimad et len- guaje con que se To aborda y de ninguna manera se siente que haya alli un forzamiento o un abuso. De este modo, si “Los ' cuatro viajes” sirvieron hasta ahora para discurrir sobre I des- cl it ue ocurrio después, 0 para trazar una biogra- | ffa_del Almirante, hoy pueden servir para pensar en una practica iia "ened tue consitaye-on Goble objeto problems: Hee rtado su dterminecon corte précticav, por el oto, He IMAGH gue puede rer on Artic con todo ef proceto es \[eriturario posterior. ; ‘Otro problema se desprende de estas consideraciones; de xxtos haremos, como se ha dicho, un “corpus”, pero Une de tos tants ess rut practices eacunivs ferentes, aunque todos estén dirigidos, desde el punto de vista del contenido de la araumentacion, aun mismo fin: diario, car- ‘tas, testamento sugieren medios expresivos diversos e, incluso, Giom porturr tiess-personlen, verso estado ‘de énimo y Se oe junimmlon-7 ow awed orem, nada mente, el "corpus", concepto regido por Ta idea de unidad: de este modo, lo_que godamos entender sera también fragmentario ‘aunque ni el gesto critico de Ia fragmentacion ni lo fragment: de lo que podamos entender reproduce Ta fragmentacion prima: ria y fdotica: solo se hace cargo de ella en To que implica de ges- to bésico ordenador. Dicho de otro modo, si tamamos especies diferentes’ para constituir un texto e ir-en su interior en todas Tas direceiones, lo que podamos obtener en cuanto a compren- sign se conformard teniendo en cuenta esa manera de constitu= aca cumple respesto-de otros lscurts o de {a artevacion misma de lo Soclel que es donde el dacuro Gende sus efectos, (Ver nota ial que es donde el discurso Gende sus efectos. ibn; esté advertencia especifica lo que para nosotros son con diciones bésices del llamado “trabajo critico” que sigue en la cconstitucién de su forma la forma de constitucién del objeto sobre el quese constituye. § Sea como fuere, diversidad discursiva y comunidad de fines, texto dnico por naturaleza 0 por composicién, no nos podemos ocultar ef hecho de que se trata de un texto “antiguo” con to- dos 10s problemas que esta situaci6n implica; el primero de ellos es, justamente, la nocibn misma de “antigiiedad’, respecto de la cual la edad no seria el elemento més radical de definicion sino, bésicamente, la red de referencias en las que todo texto necesa- riamente se inscribe; a mayor distancia referencial mayor antigue- _dad aunque, e& Revesario. GesiTlo- a SwTanCa EVE TROY re, Ig ie ereeererreehn de lectura; por vez fia decirse quetas-crénicas de Bernal Diaz del Castillo son menos antiguas que.las-propias Car- tas_de Hern Cortés, aunque se refieran ismos hechos. ‘Sin énimo de hacer de esta nocién un concepto perfectamente bien definido, respecto al corpus colombino debo decir que su Cantigiedad no tendré_en mi lectura otro.alcance que ée, pero no-haré de ala una jecura antigua; mi letra ext au turn, muy determinada y condicionada para que esa reproduecion-sea posible; al contrario, mi lectura trataré de ser “moderna” pero ntido de que procuraré hallar “significados” actuales II{_donde_probeblemente_no_los haya ni_es0_constituya el roblema; serd “moder las actitudes filosOficas que la gu/an desd @ este objeto de examen y @ Tas que no podria renunciar, ni ver- 8 Algunaspreckiones sobre “trabajo erftico" al menos en ls aleances que tene 1a expresion aqui, se dan en mis propios libros, Produccibn litera y produccion social, Buenos Aves Sudamericana, 1975 y Le memoria compartide,Wéxieo, Edto- ‘al Vernruzan, 1982, Ademds el estublecimlento de este concepto ha sido mi preo- ‘ipaclon permanente de estos éltiorafos, lo que puede verse en artealosy oat [piecidas entctanto no recopids todavia en yolumen, especialmente "Escritura ¥ trabajo crtca, presetado en Uppal, Succ, en el Congieso Internacional de “Ago do 1978 y en publicacion en Acta Podtce, México, UNAM; tame bidn “Aceén textual / Accion sobre los textos", publiado porla Universidad Aut ‘noma de Puebla, en el volumen E-lenguaje, 1980, y por Revista MBeroamericena, No, 114115, Pitsburgh; finalmente, hay que mencionat “Nuevas precisiones sob "Trabfo Creo", nculdo en Linguistica y Literatura, Xalapa, Universidad Vero cruzana, 1978, 18 fen cuanto a las “mmaneras de ver”, a dadera ni falsamente, en pro de la recreacion, en el plano opera: Gional, de un horizonte seméntico que si llego a comprender po ha de ser por mi capacidad de “situarme.en la época”,, como suele decirse si na posibilidad de percibir, desde ahora y aqui, “> una instancia de sentido, A la vez, s6lo puedo aspirar a que tal instancia_de sentido sea_pertinente para las exigencias totales ‘aue la manera de ver “actual” comporta aunque persista, inex- tinguiblemente, la dada acerca de si ese sentido es exacta 0 aproximadamente el que tienen los escrites de Colén. 1. LA RESTITUCION DE UN SABER. |. EI Texto, 0 “corpus”, colombino se presenta, ante todo y a primera vista, como un damero o, mejor, como un lugar en el {que se interfieren —para dar un matiz que sugiee una “ecci6n” Giscursiva! — 0 se cruzan (una red)o, mejor atin, se interactian_ | umarasas_determinaciones sobre su escritura, féciles de per- cibir y de entender: cierta cultura persohal (lecturas biblicas 0 sagrodes), 1a dela Sab (eorfsana o europea), cle. 4tas-experiencias (nduticas o cientiicas realizadas 0 conocides), |, poco lo detienen; pues bien, en virtud de esa continuidad consi gue, @ pesar de ios sefialados recortes, “expresar”-0, lo que es |p sls conalizar Te sorpesa.datie ina forma que se lutte intalii ible v conocido; la “expresion” se centra en otra clase de rasgos, acaso més efectivos © que se sittian en un plano diferente de aquél en el que ponfamos “representar” y designar’; son, para m{, la “adhesion” alos mandantes, por un ado, y el “entusiasmo, por el otro, frente a la naturaleza ("Y | i hermoses que yo vide tan verdes y con sus hojes como las de || Castilla en el mes de Abril y de mayo, y mucha agua”). Se tra tarla, entonces, de un cambio de direccién que tomarfa su escri- tura lo cual puede ser entendido en una doble vertiente; por una parte, | “referente” poderoso el que la arrastra hacia esta nueva zona y, por la otra, el cambio de plano saldria de una) Suerte de nels en virtudde Te cual Tos mecanforos prelsina? res més vivos, que constituian lo central de cierto modelo, s© muestran jfcapaces de("producir” en el rumbo habitual, conoci- do y tangjadorDe la "Tepresentacion”” a Ta “expresividad”: he ‘aqui_un punto novedaso no ya porque sefalaria un origen de tuna linea acaso caracteristica sino porque los “‘modelos” apare- ‘cen en ¢stadode fuston-o-de confusi6n: el azoro escriturario tiene su dramatismo y Sus Feapariciones, nutre, quizés, la noto- ria situacién dilemética que recorre tanto la historia de América Latina como los episodios de escritura que la acompafian; dicho de otro modo, los modelos, que confieren seguridad, empiezan a fallar apenas se apttcarry en esa deficiencia engendrani mecanis., ‘Thos SupTetorios que se proTongan desde ellos STeMpTE- UN BOCo fuera de propésito o tardiamente. No seria descabellado seialar ‘que en esta instancia la cultura latinoamericana se ha ido consti- tuyendo y, a la vez, la escritura latinoamericana ha venido pro- duciendo y hallando su émbito de prodiiccién més propio. 2. El “corpus” colombino esté compuesto, como ya se ha sefialado, de cuatro tipos de discurso: una “relaci6n", que en realidad es un (“diario” de viaje, escrito entre t492 y 1493, un memorial”, referido al Segundo Viaje escrito en 1499, una "eg, fica prese-talation ef Tuizan Mil acenc, que da cuenta del Cuart to Viale, escrita en 1503-y, ita mente dos-“testamventos” complementarios, el primero de'1498 y el segundo - texto més, el de una carta a los Reyes Catélicos que habria escrito el 14 de febrero de 1493, durante el regreso del Primer Viaje, en medio de una espantosa ‘tormenta; segiin comenta ‘el Padre Las Casas, para que “‘los Reyes hobiesen noticia de su viaje; tomé_un_pe rgamino y escribié en él todo lo que pudo de todo lo que habia hallado... lo envolvié en un paflo encerado, atado muy bien y mandé traer un grun bar de tadere puso on x am jersona 24 2 ito : gchar en la mar’. Este os 5 asi lo manda.geher en t8 or primera supiese qué ef@-~ ¥ Carta de Colon” v fue impreso Pel OT se conoce come fre fo cust hace supOneT GUS OO arta vez en abril ee sfaje ser que et bartil, sin la carta, us, aunque puede ser Greg los marinos. El prrojado a et agues, PUNGU® Pet nar @ oe haya sido ech ros Bar a hecho relmpresiones iat eres imilar? iz discur- sivo en 2. oT sve el temor a que tod0s8 DETER gi git indias” et pat yo que conocemos. come ETT sflado, por el pate una "ralacion™ compe ‘Tpiario” de a bordo ave atic : Tay Bator de as es yen relied une sleet) Ermirante,« Dieho compende ©. nop ("Dice en algun os ‘que da lugar, en lus Te nbién ci ar a mirante Que 1FEP2 "oe gual Ls if et Almiranre por la mafiana.. ("In Nomine sete cerca, el envio inical ("Im Nortes veces..." Si vero’ THe Colén, transeito tal cual y WveRe" DN en On ata on Tipresiones textuales del Almiren fa, la sinopsi i spartio aquel dia Le Carta de Colin - 15 8€ meer scot sen wjn de coon sane en seal lt Oat ab aye ar snl eh ges ee orn ke Lia 9 HR ae New Yor gro Pom. come adem INGE hye recipe Fole sere pay Deca eect ceo +S Espana hecho uh enon et oa Torun ee ee ular 0, lo que explicaria Oost jue el Papa Aljandro en efecto, e14, © og Wet a per nee emp de MOBLIN Consetn aus Ble er ae, de Dem 8 yc de om fal Se Yr ae sees & eae tes de 1519, (Politica) 'y em Solemn y foe ly Sen Varun sion a oh ye jr en Paton et Arto 26 et ae wh Wg aco. geal i esa Vi, 1916 NE Rene teaia ano” de Las rea Ta fi ta, lo que es amortig ubicacién gura de ut iortiuedo, En la meal dea 8 Tos ro las primeras c ‘Modernizacién acumul Gon el objeto ‘de hare” introduetc pores pias, Ta sele ‘ortografica que iantO cada do, expresion que en este caso se enriquece mucho puesto que "el mundo” es también el ‘Nuevo Mundo” atrapado en el "Vie~ jo” y modulado segin una interaccién previsible. Desde Tuego, por otra parte, que una cuestién semejante afecta, de hecho, a todo texto que doviene objeto de lectura-y supone, en todo texto —aun en los de transcripcién fiel, porque la més fiel trans- cripcién implica alguna modificacin, aunque sea de arreglo en el papel, de tinta o de espacializacién-, la existenciano de una virtualidad sino més bien de un proceso'al que, metaféricamen- te, designemos como un ‘pal palabra con la que que- ‘ems audit.a una marca oranlzada piimera y borrada po Tas _testantes; este proceso recuperado, nos podria hacet ver o sent Ta presencia de la escritura corno un juego de fuerzes que di men su supremacia en el papel en el instante primero, cuando la escritura comienza. Aunque, corrientemente, dirigidos porun criterio de lectura que pone toda su atencién en lo “expresado”, soslayamos la accién del palimpsesto y contribuimos asu oli: = j do, deberiamos correair esta orientacién y tenerla en cuenta | ‘como rastro, recuperaria como zona de operaciones que sigue latiendo —porque esté latente— en lo expresado, Tarea que va, por cierto, mucho més alld de la “critica textual” y para la cual i (Cuando se partb de Barcelona el Alnizante dej6 alos reyes wn iro de toda su nx ‘Tqacion y rumbos o eaminos que habla llevado o uafdo en aquel su descubrimiento y primer viaje"), Fernando Colén también lo menciona en Ia historia que escribio 3 {cbre su pate y que aparecio en Venecia en 1571 ("da que punto fu dligentssino ~ “> Famirngllo a sat domo in porno minutamente tutto quello que scsedeva nel Magio") pro, segin fa que maneié fue ots evbuistela dude acerca dela rene re aaEeE Sata Fer fn ede matzo Ge 1554, vo condo Meee & \SERACEE Gotae por topes e der fox par imprimis el Dirio de a Bordo, com Gus no se produ: gque copia habia tendo ‘en sus mancs este descendiente pera ‘cer la netesaiasoieited? De todos modes, Las Css Iara 2 su copin-snopis Et Libro de le Primera Navegclin y Descubrinento delat Indias pero no Yo publics: ‘blo en 1825 aparece este matetial —que es el que luego se diulg6 en miles edi onca~ publiado por la "Coleccin defo Viajes y Deseubrimientos que hicieron por ‘nat los expales dee fines del siglo XV"; el eoordinadoredustador de ests obra fa don Martin Feminder de Navarete, Probublemente una ediein reciente de Soaqufn Arce y M. Gil Estee (Alpigaan, A. Tallon, 1972), continge la misma tre Yyectorla, as como la del Instituto de Culture Hupénica, de Madrid y, probable: Trente;de 1973, Nohemes podid consulta ninguna de estas ediciones pero'un semarlo {ote le a popular de Ausra, que es In que manejamos, con la versién Indiada de Senz no ofvese mayores dudas nen pincipl, diferencias preoeupantes 2 2 1 SP alos que les atribuimes legibilidad y posibilidades de ser traba- jaclos como textos, quiero decir con una sctitud “literatia”._ 3. Del conjunto de estas observaciones, acaso_preliminares, se desprende una necesided que podria formulae asf Spode. mos, @ pesar de no recorrer el camino hacia atrés, caracterizar esta escritura en su aspecto final, e! que nos llega ahora? Para referirme a ello no hay com Ipezar si no acepto que actia en mi, después de una lecture nada comoda, un principio que lla- maré “intuitivo” a falta de nombre mejor, aunque entendiendo por tal no una “revelacién” sino una suerte de condensacién no razonada, inmediata, de un tipo o un sistema de conocimientos. ' sae eo ee re Pecan te eau i ductiv sobre la escritura; es més, podria decir que dicho “principio” se escritue 28, esto es : een s sl (a sseriture; 1o.e5 comprensivas de Ta scsi ae ejerce sobre la organizaci6n escrita y percibe en ella, ¢ tan solo - reconsants® &! problema; no tratseece, °F !05 términos en que siente en ella, un “ritmo” que seria propio de la prose de estos E SES Pero procuraré tener exe ee Sl manuscrito ni de textos, asi como en otros textos el ritmo serfa otro pero siem- : Bas fe He Teepe Ueto su esttematay oS pre existente. A su vez, dicho “ritmo” se entenderia como el = Paleogene OY que actin some Hi iS abla: deplazamIamno le i oo Be oj 8 paleografic 2s eN Sui ni i | saréfice aun ima, Ti pers ‘masa de escritura), gesto sintdctico y prosédico 0, mejor dicho, Paleografia, una grafemnagser 7 OY fructitero conse ao i quiere ig ica sino de una lecture desplazamiento del que son agentes la sintaxis y la prosodia; la confluencia de movimientos genera ese ritmo que se percibe \struir, con la Morar que sobre i que no estos, csi ocultindone yee et? SN depostader yess Y $e siente, asi para sentirlo haya que etravesarinfinitas barreras scritura.6 ° otros, diferentes procesos de como, por ejemplo, a que impone o erige una manera de leer que excluye tal principio intuitivo, o bien, por otro laco, la que i un sistema organizativo que nos es ajeno o lejano en el tiempo, o bien la que implica una percepci6n exclusiva de signi- ficados, mensajes, representaciones o imagenes, excluyente de cualquier otro objet rcepcion.’ Pero hay algo més: si el ritmo da cuenta de una organizacién que descansa sobre ciertos ‘subsistemes lingiisticamente necesarios, en cada texto hay una 7 Una obseraciin de Jean Pierre Faye, (Théotie du récit", en Change No. 5, Paris, 1963) nos acerca s Ine de “itma”: “As, a teavés deena puttin de Tor 6 Se entien q i ibm eg iene ae Ia “Hecture™ cost ee enaegting = °Ad | bo ola cule eter” cobsttuye ef istante 'Y)tempos, aparece en la naracion insur expec de neva pono, Posada dels | Re TST nine crate mete eae sintris,generlzada sobre toda superficie del pigng © dela secede pines a lecture adm to ero ella no tiene por objetivo recortar mecinicamente Ia pigina en parigrafos, en a Une itd perebent decorate del etedous cake’ Beale td va iendo modinest® Petmanecen invul i 1 ser a redlcarones aus leg gona es et a rauvo o su prosodia se reducila a exe tipo de decorado sin func a algo no extu- "No Not Tek, etn como sa ea fae lant maleate poco an orca. Aron en —c) Teaeion; ma AUN gostene todo eh ularizacién Wwe_lo hace nico, insusti inico, insustituible, ZOué gers S evidente i Qué seré lo A nadie escapara el problema que ahora toma forma y que stablecer la pre enn PONCE A eA Dregunta, es dea g es de indole ideol6gica; a saber, como entrar en un texto cuyo l._Nos faltan ciert se conereta del “ritme" secpctelt pare contexto nos es desconocido, mucho o del todo, puesto que tem $ datos que, en ef ea declarébamos que el _conocimiento del_contexte mpre “paelmnenta cones T indispensable y fundante? Se podria desde luego, reanudar fa ‘empresa filaldgiea hay quien la hizo y la hace con conviccién y con éxito~ pero en la perspectiva aqui insinuada se trata de otra cosa, que la ingenuidad filolégica suele, en buena hora, saltarse, @ seber une relacion concreta y vivida que permitiria, precisamente, dejar de seguir apelando al contexto en virtud de haberlo entendido en su capacidad productiva. Un “dejar de la- do” que no seria un simple capricho inmanentista sino la garan- tia contra la impunidad de que suele revestirse un mecanismo tan frecuente como empobrecedor, en virtud del cual en la rela- cién “texto-contexto” no hay més que una direccién, la del con- = lenguee, Dene we fexto sobre el texto, jamés una interaccién de mayor comple- nal lr jided. cimiento 0 fad nua escrita se nos ai cién / Considerando 12s_dos_imposibilidades (conocimiento de las todo porque ns eeermitacion del espacio trate - frelaciones entre lengua hablada_y escrita y conocimiento del Ta palabra pe et NO 18 Un seit afoot Sbre contexte Tinallatieocultural) podtla por mi parte sefialar que, ony cho espacio constituye ‘desde luego, la actitud arqueolégica no es en modo alguno desde- rela consecuencia, alguien quecs | fable ni indtil as1 como, correlativamente, la experiencia cultu- Jado la horizor lic + otro modo, af faced Productiva de amba entre lengua hablada y eam tanto directo de ia ral directa es en este caso impensable. Dada las circunstancias, 'y reconociendo os Ifmites, no nos queda més camino para en- trar en el texto que recurrir a otros expedientes o a variar de actitud puesto que la exigencia-arqueolégica, en su anhelo de Una taconsttucelon TORT. no Bie nos-estf edad sino que, ademés, no es congruente con una teorfa de la relacion texto- ‘gontexto que tiene otros fundamentos; para el caso, y para sim- plificar, se tr logia epistemolégica’ atrave- sada por una voluntad de andlisis textual cuyo" objetivo serie lograr el perfeccionamiento de cierto horizonte intelectual, en- eeinado en un texto, que ‘significa”"todavia para nuestro propio = horizonte intelectual; a investigacion que en esa perspectiva se Tamers odes, desencadena deberia —al menos es lo que esté por debajo y por fica que noe ross detrés de nuestra gestién— entregarnos alguna luz también sobre IMO$ a sabiendas de que nos situs’ 4 ‘nuestro propio.mundo. - — 5 tug. No voy a insistir, ciertamente, sobre el hecho, siempre reite- : rado por medio de declaraciones que a veces progresan y otras 31 smo: la producciér acon actia siemr Te ena i couia or pesar de Tos ‘abordajes Tans sere a eae aiid sus limites, ignoran dicha acci oo. , , actitud; a la ae et 6 jaL_el texto es o seria una parte o una : i una muestr ; parte o-una muest seca en_catmbio_presentare-come-“deconstuctin", tanto imple cuanto més se cor n Tos pres inés simple “Comparten Tos presupuestos qui menian oferty ano mi ined de cer cuanto meno me compari ‘ales resspustos, Do Ie necesided de tanto shut tebrico y metodoisco tte parece so ao del ig explicacin_¢e las inmensas dificutades que | entrafia hacer (c} teratia sol 10s de andlog. ia sobre textos de andloga situa Ahora bien, écémo acti bien, écémo acta el contexto? Quiero decir,en i ir,en la instancia de le produ Jnstanet jocion, Por de pronto, sumariamente, puedo je acta en un primer ni apuntar ue acta en imer nivel en cuanto que eri del texts ot on avg tniods © ee come 4 en Ga pero ae yor dvi, ro tren Gea para matizar esta relacié i fences sone dich ibn en el sentido de que, tr Sesorlo dei erry moan silo rere ae Ca Dee 10 tan sélo reproducido. : porta detatar esque el cotentoatia torn en =) mentos de interpretacién,ya imponiéndole ri clone ya i ais vex ¥ Come To mumron le role fa one a z mponiéndole contenidos teérieos res_en al si6n_podria IN gus cna ea goin logar a*hacerse explic fron sep bo eis bei wor fala de eo oo ae en a Bre 1 Es un hecho conocido que la palabra“contexto" se ha ido extendiendo en au al 1 j 1a palabra“contexto™ so a do extendiendo en sa acim deste abuso implia volver afelaciona los conceptos orginarios: "tex y “eontexto™ 0 sa, sumariamente, odo aquelioextratextual que . ual que tene alg que ver | _ “ademas, presenta de maner ig a “ura implica, puesto que sie mera do estas dos perspectives, 1d explicitacion consistiria en. 3 mers ar efectivamente ol slcance ProueTe igel sistema social 0, ‘que.es lo mismo, su operatividad_concreta, alimento_de la red textual seul seré el camino que emprends en Guanto 8 [oe textos de Colon? La meet de dificultades pres Gentemente enunciada no: Corerjna voluntad que seria, dentro de tas exigencias 0 condiciones Mie funcionamiento que le podriamos ion gpisternolOgico” {2 de obtener uns atribuir a [a “arqueologi fl fativa y aceso_modesta ee alizacion’” de un texto, lejano-& Teer por Tas razones apuntades "7, seguramente, por muchas otras;_tal_actualizacion. ‘consistiria en alcanzar, como $e pueda, un" asta productor” aunaue nos Foductor” aunque nose es juera formelizar_el esquema productive ‘central en su totalidad. En el caso ‘de apro- cmos veriamos, me parece, GUe ‘tal pensamiento, como Pro: iariza un discurso Pero, ximar aimee pima, explica, ordena y_pecul clear algo del mundo que alimen fe esta escritura o que esta eset! ray una relacion entre mundo Y pecritura a traves de mediacio: ane es (ol pensemiento_es_uia Tas privilegiadas; Sesomiento-se tiende de alguna ‘manera hacia Tas trante__ ese pensemionto $= ends Ce FT porgue To a poraue 10 J mente erop porgue sos. concierne todavia DOseIEO Ya oder hacerlo intlgibe dese nveso propio fo: ‘igonte epistemol6gic0. ‘Se trata, en este instante, de tomar conciencia sobre una actions aiente de nuestra parte; evdenternents 2, maners ect in ses note pretend tenet eran _par se expuesta G2 Une er a a at contrario, esta en ‘su etapa polemica y Sus términos se articulan ‘con los términos en tos que transcurren discusiones variadas en frentandose con posiciones diversas, tradicionales y contempo raneas. Tomando en ‘cuenta este alcance de la insistencia y SU sentido oraareforzando un poco mas [a posicion, avs Ja inten: tién que quia el trabajo 2 ini 0 "saber", res de obtener uncierto "saber 1 a ance seria [a “restitucion de alguns rragmentos cult: ee a confluyeron en la constitucion So raidad 102 ¥ emer valet 7 fundamental, de 1a cual este Texte ‘expres anges, Sn ean Sea seo, ‘sts Scoacton 0 hay si \ ltr ys proyectos crs dv inc que ean ane a oe englban mbes termi qente, aunque no S62, como To Rermos sotialado, un mero retle- jo. Meat Ii, HOMBRE DE SU TIEMPO: IMPLANTACION, DESTITUCION, CATAFALCOS Y BANOS. LA MISION HISTORICA DE ESPANA En su tan abarcativa y pedag6gica Historia de la Literatura His- Panoamericana, Enrique Anderson Imbert resuelve el problema que en si, por su sola existencia, plantean los textos de Colén, en unas pocas Iineas;1 se limita a sefialar que Colén vio poco y erradamente, lo que, sarcésticamente, implica algo relacionado con las condiciones en las que se desarrollé la conquista;acaso lu- gar comin sobre Colén que o bien las previé o, para no rechazar lo que podria ser una dialéctica de la textualidad, las fij6; claro que no serian los textos quienes darian esa indicacién sino el propio Colén a través de ellos; su mérito, que no se le retacea, consistiria en que fueron proféticos porque la conquista, efec- tivamente, se llevd @ cabo segin tales parémetros; a pesar de ello, esa obra podria ser escasamente incluida en la literatura sin que para corregir esa apreciacion sea suficiente que haya sido lo primero que se escribiera en estos suelos o en estas aguas; desde luego, sin creer en el determinismo geogréfico, se me hace que lo que se vefa, chocando con lo que se creiay'sesentia, tuvo que haber gravitado de alguna manera sobre esa escritura confiriéndole algo de esta situacién, si no de lo que podia fluir del lugar. Sea como fuere, y tomando distancia respecto de quel enfoque, marcado por lo que solemos designar como “contenidismo",me atrevo a suponer, en una primera intuicién, que vale la pena indagar en tales escritos una presunta primera vibracion de lo que se podria designar como el “campo latino- 1 Ver Eavique Anderson Imbert, Historie de a Iiteratua hspanoamericana, MExi. 0, F.CE, Brevario No, 89, 1956! "Con su prow espafla sprendida en Portugal el [ehovds Colén se puso esibirdsgartadsmente lo que ela,Pero apenas vi Ames fa: crfa extar navegando frente a Asa; sdemis, a colin del oro lo encepsecta. De- 116 de sentise desencantado ante su propio descubrkointo: lus pobres, pobladas ‘de hombres desnudos... Y acaba por parecernsrsgos de estilo esas ecuelas nots sobre a bela desnudes de los indian” : 35 de Fern {), observando el pasado. Pay emericano” ieeno”, cuyos perfile: 1 anes siguen siondo obj Tere eemes de Geterminacion ds offer ee de precision, :0-Metodolégicas, lo corrogibles tentative, Pero, por otra perte, estos textos so reypart® MO 50 Puede desdear ef eee el hecho de qui Sess més minucios, sobre ane comms cue insta Aue es poco probable ién global del nueve cons ido mas bien por la apart inteleci Paraba el Renacimiento: 2 Ver Jouguin Balague, Chlesino S.A. 1958, pe 5° oper ‘némica, humana y politica que presentaba el que_en esos planos se fue preparando un cambio en el pensa- Iniento, ef cual, sin duda, operé en todos los espectos de la vida social europea en los dos y tres siglos siguientes 4 Para entender ese alcance “significante” de los textos de Colén_en el mundo europeo, limitado sin duda, asf_no pueda cberanalo puntuaciones de eon BUnUALEnte sito on on Setemo 8 TlocTonessg- nificativas, se me ocurre que hay que regresar a Esparee y refle- Wionar ante todo sobre su ircunstancla para Ta estitura Colom. Bing, y sobre ciertos destinos o, mejor dicho, sobre como ciertos ‘destinos se unieron en la visin de los descendientes, Nada més elocuente para ilustrar esta imagen que las asociaciones que se producen, indefectiblemente, cuando se considera que la Capilla Real, que esté en Granada, y la Catedral, que esté en Sevilla, establecen un contrapunto de significaciones casi inmediatas; en efecto, en el primer recinto se contempla la tumba de los Reyes Catélicos, en el segundo un mausoleo consagrado a Colén,s en forma de tumba, no obstante que sus restos estén sepultados en Santo Domingo, como corresponde;S si bien pueden existir ra Zones muy precisas que aconsejaban la ereccion de este monu: ‘mento no deja de llamar la atencién que se haya sentido la nece- sidad de levantar un monumento que, quizés, expresa que Colén no pertenece al mundo que descubrié sino al de su ~~ ee 4 tema ques nici aul sue on extnso pants se eloma oho Cap. ‘en una contaign con una pregunta sobre ls “letors” de fos textos de Coin ‘eat esta modalidad expose, tlacionada mis con una acid socativa qu con ‘na deliberacibn, proponesslznas difultadcs de Tetra el econ debt, 3 perie Xe, uniendo los cabo, ompletando las ideas que de pronto © isindan y no com” ttiyen sino bastante despuce 5 Ver Jos L. Romero, Crit» onen en ef mundo feudo-ureus, Mexico, Siglo XO Elors, 1980, ple. 27 es ners de ns (unl nobles, Nett {3s y suntuosas, constituyron ol dsesperado tesimonio dees fn de imponet 3b cra socedad el sentimicnto dela superiridad dla vida noblray dela eternidad dev gloria Ista cita se aplicn, desde Ivo, a lat costumbres de os Reyes p03 18 tumba de Colbn (Ve anol siguiente). oman kis ROSE? 6 Vor en el ico de Sant [, Moron, El Alnbunte de l mar Octane, Buenos ‘Altes, Libera Hachette S.A. 134, ef "Apgndice sobre Tos restos de Cola". pe. 809, L momumento de Sevils es moderno, de lio treo del siglo XIX ven e alcane estlstico dela tumba de Tos Reyes algo as como una guslacion postuma Y ‘pero los restos que contenedeben serfs desu hijo Diero que, seplago por 5 deso en Santo Domingo junto su padre, fue tasladado con detgnacion et ea Sela —> nes histori 8s histori ~grigen. De todos mod: rien os, ambos emplazami dard fuse en, Antlcta, Sev, erent 2 clon an | tanto tuvo que vor S80° 1803, de la Coca de Goo? FBCOF- Alescubierta por tego", desarrollo posterscr ie*2Ci6n que Par Colin two sn anraga ane E88 cscs ¥ de allt salio con gas ont evistes con los eyes btimiento; | Pala 12 dias del merents°Y Patt Yo.do W cles sacle Vine’ fa vile dan sti¥© del mismo ane ge oe Gre vine a alos, que es puey ars eee miei ee ve "Bede atone ia"), Ade més, no es un mister’, Partin cteae ea knee cya resolucise eet StiCo Broceso dela nestOR $2 iu a empresa del unfante final coinci nidad” espafiola, me lel descubrimiento cide casi al dia con | n° Granade, incorporada despus Anal tarde, Crista durante af at Cole consequi red~—e5te pre ‘qué punt oe Sente afo de 1492 despre 2 trata de una Vlas = 2 Ta guerra en Ta nits cede Vusstras Altezas habia dado a Vues, pee MES, Por la informe ee San i que yo de enviarm a le La rete Cristobal Colén, Indias... pensaron i fefinada ¢ Tonumentos en un der eed @ lugar, puesto Paha: dltimo besten fi esti mbién, ef centro: mis. dit, Poco compren. on en el pais que, finalmente, la derrota. Correlativamente, e] monumento deno- mminedo Canllla Real estéerigido li mismo por los tlunfadores ‘como sefial_de triunfo, es el primero que mandan_construir.8 Tiene, por lo tento, un valor inmediato, el de consagrar un triun- fo pero, también, otro no menos importante, el de significar_ una “implantacion” de tong toring culile) aoe an Bo tiene una gran fuerza simb6lica— sobre otra. La Capilla Real es, desde el punto de vista arquitectonico, de estilo “gético flori- do” o que scentin un poco més el gesto de mata en viru ‘que se trata de una forma bastante diferente? la totalidad de Tos rasgos o elementos de este acto difieren de lo que la Co- rona hizo en otras partes, por ejemplo en Cordoba, cuya Cate- dral esté superpuesta a la Mezquita, como para taparla Er al mismo tempo, ef un aesto en el que se cruzan, aml guamente, 1a dominacion y el respeto; en ese orden, pero incli andose inde hacia lo que significa “implantar”, se puede consi Gerar la Catedral de Mexico que no conserva el Templo Mayor sino ocultandolo en la tierra y apropidndose de sus rrateriales;19 ahora bien, en el caso de la “'superposicion” podria decirse que eliminar, relativamente incomple- implica un’ deseo evident. to, acaso detenido en sus consecuencis finales por una irepri 8 La Capita Real de Granada fue comensada a construr en 1505 y coneuita en || 1809, Cuando comencé a tabsjar este tems, hacia 1974, encontré materia! como para fundar mis conclsiones; lamentablemente no seit eas fuenesen la actus fad, 1981, no pude halla ninguna monopatia sobre ese monument Los teustrot e ia Bbloteca Nacional de Mexico guardan una fica de un trtajo que no et, pertenesiente« Mariano Martin Calvo, y ques ita "La Capi Red de Granada”, 9. Después de numeross, y vas, pesquiss en bbloteces, he detio resignanme a 1a Enciclopedia Universal Sopena, nica, por otra parte, que dee algo sobre el cari {ee del gotico flordo o flamiger: “Finalmente ene siglo XVI, se nota una nuers smanifestacin extranjera y arstoritiea por a inflencia de artistas slemanes amen- con y borgoteses que tajeton a Espafa le decadencs Mlonds, cancterizads, entre ‘otras coms por la abundancia de decoracion, Unida con una comiete de natura (Gio, y con ft influencia mudéjar,produj una tina manifetaci6e de esto gotco, ‘muy expfiola,y se conoce hoy ‘con el nombre de exo kabelina” No he podide hula, en la Biblotece Nacional de México, obras de Vielet le Duc; Jantzen, aquen consuls, trabsjatobre el gotco clisco, Reims, Amiens, Charues. Enciclopedia Unk versal Sopena, T. IV, Barcelona, 1963. 10 Ver Eduardo Matos Moctezuma, "Flats en el Templo Mayor", en El arte del Templo. Mayor, Publcacén del INBACLNA. y SEP, Méxco, 1981: “Sin fmbargo, a ert doses se enfrentarin otos doses Gente exrafa veda de hero 29 mible fascinacién, quizs P, quizss fa "rotada y Dorel hecho de serio. —<”® ®i"@® Una cultura de. n cambio, la “implantacién’” leat lantacién” que se hace en Gr de Yosser la Capilla Real, obedece tal ver a venece,Y ge fteineton remolzad por in semtimicnte ie ens 10 de desdén por lo ener rn : ue no Son difciles de imaginar see oe a “mento espectacula tadica en el “erate Alhambra;! 1 Por es0 apare to, no ilustra arabe, lo simboli contin dee Ctoel ee ao de Meio, 1982: Se sana ear ete ae veered on logue oruaba lore Baie cai rabian servido de cimientc : cai ae pd Tee elon fs como dea Catedral de Sela obo stones pa seats OTN pe aoa chee oe 1am fo enna depositada toda 1a car cena oe Nie gece te camy io sino que se constiuye sey Ee eceegsmcminsmess Bos or ee een Sat aetna too hte DM a cacao ant gen geen mae Coonan la Alhambra no fue demolida y la Capilla esté cerca de ella fue para consagrar la comparacion y para mostrar, en ella, renovadls | die a dia, claro y legitimo triunfo después de ardua lucha sobre otro que n0 se entiende, usurpador y por ardua_lucha sobre _otro_que no se entiende, usurpador y por. ambos conceptos rechazable, sa Sin embargo Tos Sgniicaciones no se detienen en este nivel del enfrentamiento; cabe preguntarse por un matiz de naturale 2a estilfstica qu? tiene su relieve;en el momento en que la Capi Ila Real es construida, el gotico flori¢o,elegido para cumplir me: jor con los fines a que esté destinado, esté en declinacién, como estilo arquitectonico, en el resto de Europa, de donde procede; de todos modes, habria que interrogarse sobre la relacion que existe entre esta implantacion y la tvadicion arquitecténica cas tellane que no podia ser, desde luego, la morisca. Sea como fue- re, Ia eleccién del estilo parece obedecer a una especie de ley de la Ydiscrona"que caracteriza las relaciones entre Ia cultura es: pafola y la europea, Por otra parte, la idea misma de construir ‘unarcapilla parece seguir una costumbre bastante difundida en el sentido de que era frecuente atribuirlas, lo mismo que los altares en las iglesias 0 catedrales, ‘'a familias 0 a gremios y a cofradias fegas’’t?2, lo que permitia, a su vez, una mayor atencién al tra: bajo de pintores y escultores; en este caso, la costumbré més o menos privada © civil es asumida par la monarquia que, si por este lado es sensible a una préctica burguese, por otro se confir- mma en esta manera de pensar en la medida en que, cuando co: menzé la construccion del edificio, al propio Fernando ordené reducir"Tas proporctones To-que-di usar, fialmente, « un local algo aburguesedo, imagen que parece congruente cor el sentido ‘que, posteriormente a la muerte de Isabel, dio Fernando a su gestién, esto es un pronunciado economicismo con el cual la mistica se articula, notoriamente-a través de la. idea de zat3 Podrfa decirse, en resumen, que el Reino de Granada apare- jue_un_codi ‘ce como un tipico espacio de choque entre cultures y cédigos, 12Ver Hale, op. it, pi. 307. 130 de ondenamiento adnistratw. Ram ‘cosy otros etudios, Bos Altes, Espasa Calpe, Col. Aveta No, 1268, 1962) sos {fone que, setin Maulavelo, "Fernando pareca ms sto y aforturado que sin « 6 46 tng Gromer be a de rechazo sistemético a los que, aunque existentes, son poco conocidos, de posibilidad de aplicacion anacrénica de normas y quizas reglas en decadencia o en franco desuso en otros lugares, de reduccién economicista. No obstante, estos rasgos no agotan lo que podria ser una descripcién; existen otros que me atreve- tla a calificar como contradictorios si es ‘que los anteriores con- fguran un sistema; por ejemplo, ciertas inflexiones renacentistas en Ta propia Capilla (6leos de Berruguete y de Bermejo), antago- nicas del gético; esta presencia podria indicar, quizés, menos tuna voluntad de sincretismo que, acaso, un tipo de intercambio que, operando en el interior de una estructura, sugiere una cier- ta tendencia a la modernidad. Sea como fuere, este aspecto del juego de fuerzas esta encaminado claramente a un fin, laclimi- nacién de lo arabe que, “én este esquema, encarna la fuerza ven- fa aunque quizés con algunos residuos en el plano simbélico. De este modo, si bien la Capilla constituye un momento y un de concentrecién de plurales significaciones, la reaccién antidrabe debia cubrir muchos otros campos, sin duda el religio- 0, también eI racial y, sobre todo, al dat estlo-Ge vids de ol Ja Alhambra, conservada para ejemplificar el triunfo, debia ser Tages Sate Te eo rT la Alhambra debia ser el nivel més alto, consagrado, de una coti- dianeidad en la cual todo un pueblo se encontraba;a su vez, esa ees notorios eperecen destacadisimos en la Alhambra, que resume, de este modo, lo corporal extendido y aqui concentrado as como lo institucional, a causa del nivel de solemnidad que su- pone la morada del sultan. éCudles son esos signos? Por un lado, ya lo sefialé, la escritura, por el otro, el bafio, espacio en el que confluyen importantes instancias de la vida morisca, y que tiene lug: ¥ prodente™. Segin Castilione (UlCortsino), “El de los Reyes Catlicos es el rk ado mis cukdadosamen'e planeado que la Historia puede pretentat", Una muestra de tal vistud de plancaibn nos es proporcionada por Irancisco Sellano Colom (La Cancleria de Femind el Catlico": en Vide » Obra de Fernando el Catolico, Zaragora (Fspaba), Instlucion ‘Fetrando el Catélice’ (CS-LC), de bs Exema. Di. potaciin Provincial de Zaragoza, 1955) quien describe con mintcia esa exeaion do 4a cancleriay las previsiones hechas por el monara; Ia creacion de mone, por ta parte, sera otro dato mis ps indieat un epi acionalisa, 42 ena hab vor mise nt i convi- yeblo ‘derrotado y persegul ide ne nara eo yr ejemplo de aque Larreta, novela er la gio de resistencia encia : je ndscleo ideo! ve gan reeube nies ou ses, como !ugar social ea Sy Er bof, entoness, SOP, pital, sPaEEE COT Tay condense ot as arabe Y. correlate, Sa a nel mun lai relevado Oo erado, en el MUNGO CTE sy cuerpo for swingide. fee podriamos decir que, 6 ay Cu peragonicos: falta de agua ¥ ‘significado. Pero si las ¢ acto dt a ae ae acteristics de or sido, en realidad, Deb fos en una fuente eS com ido, en realidad, Dobie menos, @S — jo Sanchez do sefycion musulman, habr an Wt ido un origen imico, de que el arte arabe ‘tamente y e° vida espaficla, Tos érabes hub aoe ur do sefiala que las ¥' Fabomoe een i Cade orga lo que se concluy’ hispanico sen niga te ie etre, ox, 09, ci sea sex arn oF ‘Y, por oto ils plan ablandado tt SOP Se ceaeetea etait ngs ny ago 0 debit a, a “iunf en las tien sc eaceroasn Soe Seeacaenrneacatasesteme cetdente, Lesa, avo 8c dC Jrente 2 Ab, ol te eciamet 43 habria contin juado una tendencia expresive tipicamenta, raigal. _deciden_consagret mente, espafiola;! 5 i iat segin este antecedente, el gotico florido, implantar el gotico Y iicién, palabras eminentemente eu : Paneer a oreo capatich estableceria con su_im- GUT ornate ‘cont wwacielon ‘aa It : , Pech més que. precisan, 0 matey aed trates no habelan saergune manera, es repudar une Vinee vorica dela que ellos “ps most ue sar o-matizar 0-adeptar. For-ouo lado MSMOS STE 5 ep producto, diferente, es caro, del Eenomencs similares se producen en todos mis See estaban mifondo con horror y desde Sn asf nstrumento que, en nombre de 12 los-ordenes= «iii seats aueato aor orien. te 6, Espatia en algo sufrié la re el espacio mozérabe, que el abe de rcienternenes re quistada Unidad espafiole, suspende un proce aun ap sensi dea wndnas d rim’ 0 PONNTETS Sit gr a sen cin 3 guas remanct que, 984 vez comes sabido, inl vivaren- menos 1a wera ce el gtico, par utr paloras de Haley © Ertarlamos frente Una paraoja hist « menos locals eteamente ntrasonal, Ge IMgaterTa 2 , dad total en el momento en See SS ae Cele ee ria, v del Baltico al Estrecho de ‘Gibraltar’.t7Y si esto se ins- is a de-une radical: Yuna perspective politica no menos pol iticos son los al ? Me real ala practica del baFio, tances legales que tiene la respuest rargue se puede advert en la Real Cédula ave Isabel dirige @ ' plan a sus pies los signos caractristicos d ‘aiios después del Descubrimiento y cuyo tra- lo s.de Ja cultura vencida y 15En Espata y el Jem Velazquez poss oiifySe alan Guta tes tran, 20 seo nae ques, ocos aot eos am ara anita enermedadt ; ‘ana sabi ca oid os tempos ale ase exit ae re ea ete bafarse, impidiera 2 jos indios, Por fuerza, si re lo premuilin-en a Expats musuimana’s noose eee fuere menester, zembullirse con frecuencia en las aguas del s recopiado enclitmen Caribe”! ® yue pareciera haber una unidad_de conducta entre 2 cle supe: 4 soon: “Sabena ue Srautector eapfol anterior ssa of ep ene oe Geedia ao amon jor a la invasion: el arco de herrady debfa mucho a la Er irl wnat gue embelcen ment erradura, el sistema de cons- 9 Suma, Tomes babe, Spe eters ees te Eamatte | sa, ae ire alg cultura drabe y ae falta de culture eninsul reaccion frente a los Signos tect abate ie sions olay lo Los Precedentes de ls De ristiana y gran devoto de lo ari icho de otro mode, [ate eran ee Jee eran Le a erento tio meme cr 8 cn pst 1y en La Cocosa (Cac jo (1972), De él resulta que i arts Cen Clot ee Sead tng cheno ta ue lenis scans tt Sa milly Wdemunn en: Oca | 7 a olan de establecer diferencias ni especficidades iiaa ae En el min mtd de oa Ma inadelos “que dana la lida stvacion espafila cierto aire de mecanicided | a ice gpa aan ee fern jiciadaiecruaie © S¢V8- POT 2 admin ntid y el alcance de estas reflexionet LE i ani tae emesis Pesieron nunes nen singin pare coalmente #0 Tengiy a schockalasaioe se | 3 posible tions + ede ee © : nactnes aie ove taf a : i Sse ne setae megane carn «enn yon in tn meine oR i ESETHELM“Frownga La Gniteloncrbe on opp elec oso gu pt fr ty ota encima oe Hae ae 1! et lates, 1361 “Toutes om da souls, le ep gue Tote fps Reconaul Mon Nenender Pel i iu ita ronan ws Moyen A darn monger me ase so Hae op. ae 319- \ i ermine still, alors en vole de fitations ala dee ee, {a Ver Chao Sinchex Albornox (“Los tne 9 stor i | Tess i ve Se tan ‘ibérica, Madrid, r. La formacién de tos dot {bia 0 fresca, se quedaron pasma | ire ti, Gr, ie Seas nen tea tune a, oie asa om is ' i a eB at eee elke io rt menaon i enact : i ‘menester, zambullitse of “aun esti por por resolver In cuestion de hasta porn fer i fse 45 44 i ién para oven Pensar en la escritu 1] Te tare Gus laeseritaravtransiony Se registra en el diario gee entOilaaracteri ariinit ude de tos indian ai dereralzade ae POT emp, Elles andan todos desnudos cet 2 /2 des- ! como su mar “ ema: | Goiheadinan jk Wat iene Pate de (ulin en bus trtnliiat dre los pari6, y también las mujeres...”, 12 de octubre hasta el 23 de diciembre), similar o correlativa de la ininteligibilidad ini- cial de sus lenguas ("... de siete que yo hice tomar para le llevar y Vanesa ia pacio que tax que, concretamente en el es hombre Je ~en el cual se junta el aes nasa (hritoph Oumiu der don Quote des Ocean) nqrcen, let Orean to reprocha fell Geri, La naturatens de es baer coment oe ao Indermacon Meio, tcipcoe ein ha “E., 1978, a 60 cién, de modo ta! que acta Iuego en niveles superestructurales ©, como en el caso de la escritura, en zonas entendidas como pu- ros “instrumentos”” expresivos, 0 sea como mecanismos al servi cio fiel de necesidades de expresién. Como losefialamos, el trueque se desencadenaapenas Col6n po: ne los pies en ls nuove terre pero en lest allan fr ‘mas progresivas. como contenidas eri las Frases en que las consigna, Asi, iniciaimente, cuando escribe que “més todo lo que tignen lo dan por cualquier "(13 de octubre), trata més bien de describir y, correlativamente, de explicar, casi dirfa de explicarse_a s! mismo, lo que esté viendo. Parece por lo tanto I6- iGo, casi una consecuencia, que ce inmediato aparezca una ac {ud de recuento o de inventario, “Y nos traian papagayos y hilo de algod6n en ovillos y azagayas y otras cosas muchas y nos las trocaban..." (12 de octubre), que encuentra su terreno més pro- picio y desinteresado en la relacién directa con la naturaleza, no mediada por el lucro sino iluminada por el renacentista deseo de-saber: "Y aumerep que baycencett Tu tas-y muchos arboles que valen mideho en Espaia para tinturasy medicines de “especeria”, que halla también su limite: "...mds yo no los cognoz- co, de que lievo grande pena." (19 de octubre). La descripcién, ‘que descensa en una estructura de intercambio para llevarse @ cabo, se presenta entonces comoinformgcién que es, por razones féciles de entender, incomplet®) pero, ademés, de circuito in- tertumpido pues a rece dliferida; justamente, acaso para llenarese espacio de la interrupcién, las descripciones vienen acompafiadas de juicios que tienen una connotacién casi triunfal: “mas todo lo que tienen lo dan por cualquier cosa que les den, aque fasta los pedazos de las escucillas y de las tazas de vidrio ro. tas rescataban, fasta que vi dar diez y seis ovillos de algodén por tres ceotfs de Portugal, que es una blanca de Castlla”.

Potrebbero piacerti anche