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PROGRAMA DE MONITOREO

PARQUE NACIONAL QUEBRADA DEL CONDORITO Y


RESERVA HÍDRICA PROVINCIAL PAMPA DE ACHALA

INFORME FINAL
MARZO 2008

Coordinación Técnica: Dr. Marcelo Cabido


Coordinación Técnico-Administrativa: Mgter. Julia Junquera
Mgter. Evangelina Natale
Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

INDICE

Resumen Ejecutivo 3
Descripción y diagnóstico de la UC 13
Capitulo I- Monitoreo de la vegetación a escala de paisaje y de comunidad 34
Capitulo II- Monitoreo de la vegetación a nivel de comunidad y monitoreo de 54
pastizales
Capitulo III- Monitoreo de Polylepis australis (“tabaquillo”) 83
Capitulo IV- Monitoreo de Puma concolor (“puma”) y Lycalopex culpaeus 136
smithersi (“zorro colorado”)
Capitulo V- Monitoreo de la comunidad de anfibios 161
Capitulo VI- Monitoreo de Akodon boliviensis 172
Capitulo VII- Monitoreo de las áreas de Uso Público 195
Personal capacitado 238

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RESUMEN EJECUTIVO

A partir del diagnóstico inicial de la Unidad de Conservación, puede concluirse que hay
dos aspectos principales en el manejo del área protegida que deben ser considerados
especialmente en el Programa de Monitoreo: la herbivoría por ganado introducido (o la
falta de ella) y el uso público (especialmente en las áreas destinadas a tal efecto en la
Zonificación y Plan de Manejo del área).
La herbivoría por ganado introducido ha sido el uso de la tierra predominante en
la altiplanicie de Achala por, al menos, los últimos 200 años. La creación de la Unidad
de Conservación (Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Provincial) determinó
un cambio sustancial en los regímenes de manejo: una parte del territorio de la Unidad
fue liberada de la herbivoría, mientras otros territorios fueron sometidos a distintas
cargas ganaderas. Esta distribución de la carga ha tenido dos consecuencias principales
en el manejo de la Unidad de Conservación: por un lado, permitió establecer convenios
con pequeños productores del área de Reserva Provincial, que dispusieron de potreros
para alimentar sus animales en territorio del Parque Nacional, estableciendo así un
sistema de manejo integrado novedoso para la APN. Por otra parte, los nuevos patrones
de distribución del ganado permitieron disponer de un experimento casi natural para
desarrollar el programa de monitoreo objeto de este Informe. De esta manera, se dispuso
de un diseño experimental apropiado para monitorear el efecto del cambio en el régimen
de manejo sobre la diversidad de diferentes grupos de organismos, incluyendo distintos
niveles de organización, desde el paisaje hasta poblaciones de especies individuales.
El segundo aspecto tiene en cuenta el efecto del uso público, especialmente
sobre senderos y caminos utilizados por turistas y visitantes para acceder a sitios claves
de la Unidad de Conservación. Mientras en el Parque Nacional se ha prestado especial
atención al mantenimiento y conservación de los senderos (particularmente en el acceso
a la Quebrada del Condorito), en distintos sitios de la Reserva Provincial (Ej. Los
Gigantes y Champaquí), estos muestran marcadas evidencias de deterioro que las
primeras actividades de monitoreo han detectado en forma contundente.
Los grupos de organismos seleccionados para desarrollar el Programa de
Monitoreo han sido ampliamente justificados en ocasión del establecimiento de dicho
Programa. A nivel del paisaje se han monitoreado los cambios en los tipos de cobertura
del territorio a través de sensores remotos de diferentes épocas.

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Tabla 1. Potreros del Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Hídrica Provincial de Achala para los cuales se ha llevado a cabo el monitoreo a nivel
comunitario y de algunas poblaciones. Se indica la superficie de cada potrero, la superficie útil (es decir descontando la roca) y la carga anual promedio
durante el período evaluado. Además, para los potreros con uso estacional se indica la carga de los períodos en los cuales los poteros tienen animales y la
época de uso y el tipo de animales.

Potrero SupTotal Sup. útil Carga anual Carga época Tipo de


(ha) (ha) Set 04 - Set 07 estacional3 animales
Trinidad 1T1 607 414 ug 114 - todo el año vacas
ug/ha 0.27 caballos
3T 258 230 ug 55 - todo el año vacas
ug/ha 0.24 caballos
4T2 242 150 ug 21 - todo el año vacas
ug/ha 0.14 llamas4
5T 199 182 ug 35 - todo el año ovejas
ug/ha 0.19 llamas
6T 266 242 ug 40 - todo el año vacas
ug/ha 0.16 caballos
7T 793 577 ug 0 - sin sin
ug/ha 0.00 animales animales
8T 875 696 ug 203 - todo el año vacas
ug/ha 0.29 caballos
9T 1019 227 ug 127 333 julio- vacas
ug/ha 0.17 0.46 octubre5 caballos
10T 1073 865 ug 217 - todo el año ovejas
ug/ha 0.25 vacas/caballos
11T 573 437 ug 37 339 junio vacas
ug/ha 0.08 0.77 caballos
12T 1035 783 ug 60 332 abril-mayo vacas
ug/ha 0.08 0.42 caballos

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(Continuación..)
Ensenadas 1E 226 123 ug 26 - todo el año vacas
ug/ha 0.21
3E 70 61 ug 13 122 diciembre- ovejas
ug/ha 0.21 1.99 enero6 vacas/caballos
4E 256 207 ug 58 103 julio- vacas
ug/ha 0.28 0.50 diciembre caballos
5E 239 588 ug 45 104 enero-junio vacas
ug/ha 0.24 0.55 caballos
6E 733 559 ug 0 - sin sin
ug/ha 0 animales animales7
7E 1453 1027 ug 204 - todo el año ovejas
ug/ha 0.20 vacas/caballos
Fuera PN CS (st) 794 528 ug 138 291 diciembre- vacas
ug/ha 0.26 0.55 julio caballos
RP1 (c) s/d s/d ug s/d s/d s/d vacas
ug/ha 0.258 caballos
RP2 (g) s/d s/d ug s/d - todo el año ovejas
ug/ha 0.398 vacas/caballos
1
Incluye los antiguos potreros 1 y 2; 2 Incluye los antiguos potreros 4 y NN; 3Promedio de los meses durante los cuales el potrero tiene animales; 4Si bien
según los convenios este potrero no ha tenido ovejas, se ha encontrado mucho bosteo de estos animales en las parcelas evaluadas, posiblemente porque los
animales se pasan del potrero 5T; 5Algunos años ha habido algunos caballos durante todo el verano o incluso durante todo el año; 6Si bien el pico de carga es
durante diciembre y enero, durante el resto del año, a partir del 2005, hubo 3 caballos; asimismo, en las parcelas evaluadas hubo mucho bosteo de oveja, ya
que están cerca de los corrales de las casas; 7En este potero se mantienen unos pocos caballos durante el año; 8Valores estimados a partir del boteo medido
alrededor de la parcela.

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A nivel comunitario el programa se ha centrado en el seguimiento de pastizales,


pajonales, céspedes, roquedales, bosques de Polylepis australis, y comunidades de
anfibios. También se ha contemplado el seguimiento de poblaciones de Akodon
boliviensis, Puma concolor y Lycalopex culpaeus smithersi. El Programa de Monitoreo
se completa con la evaluación del impacto del uso público, específicamente sobre el
efecto senderos de acceso y recorrida del Parque Nacional y la Reserva Provincial.
En la figura 1 y en la tabla 1 se presenta un esquema simplificado de las
condiciones actuales de uso en territorios del Parque y Reserva Nacional, mostrando las
diferentes cargas (o ausencia de herbivoría), que han permitido poner en marcha el
Programa de Monitoreo.

E1
E5 RP1
E6 E4
E3

CS E7

T7
T1
T3

T5 T6
T4 T9

T8
T11

T10 T12

Figura. 1. Parque (en blanco) y Reserva Nacional


(rosado), con los nombres de los diferentes potreros
o áreas evaluadas en el presente monitoreo (ver
Tabla 1). El área RP2 no se incluye en el mapa por
estar más al norte, en la zona de los Gigantes.

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Se presenta a continuación una síntesis de las principales tendencias de cambio


(en algunos casos) y del estado inicial (en otros) de los diversos componentes del
monitoreo mencionados en el párrafo anterior.

1. Escala de paisaje

-Los resultados de esta etapa del monitoreo ponen en duda la existencia de un


piso superior de pastizales determinado por el clima, y sugieren fuertemente que estos
pastizales son, en gran parte, comunidades sucesionales mantenidas por el fuego y las
actividades ganaderas.
-El disturbio asociado al ganado modificó, y probablemente seguirá
modificando, substancialmente la configuración del paisaje en el área de estudio. Las
comunidades más perjudicadas por la presión ganadera intensiva y los fuegos asociados
al manejo son los bosques de tabaquillo y, en menor medida, los pajonales. La presión
ganadera intensiva, en cambio, promueve la expansión de pedregales, pavimentos de
erosión y céspedes.
-Las cargas altas necesarias para mantener los céspedes producen degradación
del suelo e impiden la recuperación de los bosques. El manejo rotativo con descansos
puede ser una alternativa que permita recuperar las especies leñosas y al mismo tiempo
mantener estabilizada la relación césped/pajonal. La cobertura vegetal muestra una
tendencia a la recuperación en situaciones de exclusión ganadera.
-En general, los resultados a nivel de paisaje coinciden con los obtenidos a nivel
de comunidad, pero es necesario prolongar el monitoreo por varios años y realizar un
análisis integrado de ambos niveles para confirmar todas las tendencias encontradas.
Por estas razones, la conservación de los céspedes, comunidades de alta diversidad alfa,
representa un cierto conflicto con la conservación de los bosques de tabaquillo y los
suelos, que son indispensables para la conservación de los recursos hídricos. Debido a
este conflicto, también evidenciado en estudios a otras escalas, los efectos del manejo
ganadero dentro del Parque deben ser cuidadosamente monitoreados en el futuro.

2. Escala de comunidades
2.1. Comunidades de pastizal
En general, los resultados confirman las tendencias observadas a nivel de paisaje.

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-Los pajonales avanzaron sobre los céspedes, pero el avance fue menor con alta
carga en invierno y sin ovejas.
-Las leñosas tienden a aumentar con cargas bajas o nulas, y a disminuir con
cargas altas, tanto anuales como invernales.
-En general, hubo una recuperación de la superficie vegetada, que fue mayor con
cargas bajas o nulas en el otoño y en el invierno.
-Bajo exclusión ganadera, el avance de la erosión se detiene.

Todas estas tendencias son preliminares y deben ser confirmadas con algunos años más
de observación

2.2. Comunidades de Bosques y Dinámica poblacional de Polylepis australis


(tabaquillo)
-Los remanentes de bosques de tabaquillo de la Unidad de Conservación a la
fecha de su concreción tenían una densidad, estructura, capacidad de regeneración y
suelos extraordinariamente afectados por las actividades humanas. Los fuegos y la
presencia de ganado doméstico seguramente son las dos actividades antrópicas que más
afectan a los bosques en la actualidad. La tala posiblemente haya sido un problema en el
pasado pero no parece serlo en la actualidad.
-Los tabaquillos tienen múltiples adaptaciones para resistir a los fuegos y al
ramoneo, no obstante cuando estos factores superan ciertos umbrales y son aplicados
reiteradamente por cientos de años, el bosque no se desarrolla adecuadamente.
-El estado de conservación de los suelos está severamente afectado por las
actividades antrópicas.
-De las variables topográficas, la que más se destaca es la altura sobre el nivel
del mar encontrándose un óptimo de cobertura boscosa, crecimiento individual y
productividad de semillas alrededor de los 1850 metros sobre el nivel del mar.
-Hay incipientes invasiones por especies exóticas que, de no combatirse
activamente y de forma integral, serán el gran problema de las próximas décadas.
-El monitoreo llevado a cabo entre los años 2005 y 2007, no mostró diferencias
en la dinámica poblacional entre bosques dentro y fuera del Parque Nacional. Sin
embargo, en un análisis más detallado, agrupando las parcelas de bosque por cuenca, se

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puede ver que los bosques dentro del Parque tienen valores intermedios para algunos de
los parámetros poblacionales como la mortalidad y la fecundidad. Esto coincide con el
estado de conservación de las cuencas que, en el caso de la cuenca del río Condorito,
está en niveles intermedios. En el caso de la cuenca del río Santa Clara, que es la cuenca
con mejor estado de conservación, la ocurrencia de incendios y la presencia de ganado
en los potreros más altos estarían reduciendo los parámetros poblacionales.
-A pesar de lo expuesto en el punto anterior, es evidente el aumento en el
reclutamiento de nuevos individuos en lugares dominados por pasturas y la
transformación de antiguos “matorrales” en bosques, lo cual no hubiera ocurrido
probablemente si no se hubieran implementado las actuales medidas de manejo.

2.3. Comunidades de Anfibios


-En términos generales, no surgen de esta primera etapa del monitoreo
diferencias significativas en la diversidad de anfibios en sitios bajo diferentes
condiciones de pastoreo.
-Hypsiboas pulchella cordobae es la especie más abundante en el área de estudio
y la única con características de especie bioindicadora en cuanto a la intensidad de
herbivoría, ya que su abundancia fue mayor en los sitios bajo pastoreo, tanto intensivo
como moderado.
-Entre las variables ambientales, la vegetación flotante surge como relevante, ya
que coberturas altas afectarían la abundancia de algunas de las especies.
-Desde el punto de vista metodológico resulta adecuado a los fines del
monitoreo la revisión de pedreros, a través de la remoción de rocas durante las horas del
día, momento en que los anfibios se encuentran en sus refugios. Durante la noche, el
esfuerzo deberá estar orientado, más bien, a la visualización de los ejemplares en
actividad y al registro de cantos.
En los próximos monitoreos, se recomienda una campaña mensual en el período
comprendido entre septiembre y abril, a los fines de abarcar todo el período de actividad
de los anfibios en la Unidad de Conservación. En el análisis de nuevos datos, deberá
considerarse el efecto de la temperatura, hora del muestreo, intensidad de viento y
precipitaciones.

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3. Nivel Poblacional
3.1. Monitoreo de Akodon boliviensis
-Se encontraron diferencias en la abundancia de pequeños mamíferos entre
zonas con distinto régimen de manejo (intensidad de carga). La interpretación de estos
resultados no es simple.
-Entre las explicaciones posibles debe considerarse que el diseño utilizado se
orientó a evaluar diferencias entre las áreas, sin estimar específicamente los efectos de
un potencial factor perturbador, en nuestro caso la presencia/ ausencia del ganado.
-La fauna de pequeños mamíferos de las parcelas muestreadas estuvo constituida
por ensambles de muy baja riqueza específica. Se encontraron diferencias en los valores
de abundancia entre las parcelas sometidas a diferente manejo ganadero.
-Esas diferencias pueden explicarse a través de la presión del ganado que podría
haber pauperizado (por acción directa y/o indirecta) la composición y abundancia de la
fauna de predadores y/o modificado la disponibilidad de ciertos recursos para algunas
especies de pequeños mamíferos oportunistas, las cuales bajo tales condiciones
prosperaron e incrementaron dramáticamente sus abundancias. Los altos valores de
abundancia se observarían en las parcelas E4 y E7, mientras que en la parcela E6, sin
presión ganadera desde hace años y en vías de recuperar su pastizal, la abundancia fue
menor.
-Akodon boliviensis podría ser el ejemplo de una especie oportunista que
evoluciona favorablemente en su abundancia en áreas perturbadas por el bajo número de
predadores y diferencias en disponibilidad.
-Estos resultados deberían considerarse mas bien como una línea de base a partir
de la cual establecer las actividades de monitoreo.

3.2. Monitoreo de Puma concolor (Puma) y Lycalopex culpaeus smithersi (Zorro


colorado)
-Las densidades de puma son mayores dentro del Parque Nacional y las de zorro
colorado son mayores en la Reserva. En el área de estudio, aparentemente este efecto
“fuente”, con pumas que podrían dispersarse desde el Parque hacia la Reserva,
posiblemente sea potenciado por la caza de pumas que se practica en la Reserva (a pesar
de estar prohibido por ley provincial), dejando territorios vacantes que son

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constantemente ocupados por individuos que se encuentran en etapa de dispersión. De


esta manera, se incrementa la productividad y “exportación” de pumas desde el Parque
hacia áreas adyacentes.
-Los estimadores de densidad utilizados son índices relativos, no brindando
estimaciones de densidad absoluta (Ej. número de pumas por kilómetro cuadrado). Por
otro lado, éstos estimadores no han sido calibrados para hábitats de pastizal y bosque de
altura como Pampa de Achala, por lo que las conclusiones sobre la relación entre sus
magnitudes y la densidad real de las poblaciones de puma y zorro colorado deben ser
tomadas con cautela. Sin embargo, para el caso del puma, el hecho de que el índice
empleado brinde un indicador apropiado de tendencias poblacionales en otras áreas de
distribución del puma (Ej. oeste de EE.UU.), hace que pueda inferirse que los índices
propuestos son apropiados para monitorear las poblaciones de estos carnívoros en
Pampa de Achala.
-A pesar de las limitaciones destacadas, se recomienda monitorear las tendencias
poblacionales interanuales de puma y zorro dentro del Parque y la Reserva con el diseño
propuesto.

4. Monitoreo de uso público


-El uso público en senderos de la Reserva Provincial ha producido síntomas
evidentes de erosión como la aparición de vías paralelas, destrucción de la cubierta
vegetal y pérdida del suelo, dejando expuesta la roca. Estos procesos están activos
actualmente y se requiere la implementación de medidas de manejo para frenar y
revertir los procesos de erosión que afectan a un gran porcentaje de las áreas abiertas al
público. No puede obviarse la incidencia del sobrepastoreo en la erosión de las sendas.
-Contrariamente, en el Parque Nacional se hace evidente que el mantenimiento
de las sendas redunda positivamente en la calidad y estado de conservación de las
mismas.

RECOMENDACIONES Y CONSIDERACIONES FINALES


-Se recomienda continuar con el Programa de Monitoreo al menos durante los
próximos 10 años. Para ello, se aconseja fuertemente establecer lazos formales con
instituciones de ciencia y técnica de nivel provincial y nacional. La Unidad de

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Conservación debe ofrecerse a científicos y técnicos como un “experimento natural” de


enorme importancia.
-Se recomienda incorporar en el Programa de Monitoreo al cóndor (Vultur
gryphus). Esta recomendación se basa en que, como especie carroñera, el cóndor puede
constituirse en un indicador clave de la dinámica de otros grupos de organismos, como
por ejemplo Akodon boliviensis y otros micromamíferos.
-Se recomienda incorporar al Programa de Monitoreo el efecto de las invasiones
biológicas. En este sentido, es urgente la consideración del riesgo que implica la
presencia de leñosas exóticas, de probada capacidad invasora en otros territorios de las
Sierras de Córdoba.

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DESCRIPCIÓN Y DIAGNÓSTICO DE LA UNIDAD DE CONSERVACION

1. Ubicación. Importancia de la Unidad de Conservación en el contexto local,


regional y global
La Unidad de Conservación (Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva
Provincial), comprende parte del cordón central de las Sierras Grandes de Córdoba
(específicamente, la Sierra de Achala), y las laderas y quebradas que descienden de ellas
hacia el este y el oeste. Ocupa parte de los Departamentos Punilla, Cruz del Eje, Pocho,
San Alberto, Santa María y Calamuchita. Limita al norte por la ruta provincial No. 28, y
al sur por el camino que une la localidad de Yacanto de Calamuchita con el Cerro Los
Linderos. Sus límites oriental y occidental están representados por la cota altitudinal de
1.500 m.
El sistema de Sierras Pampeanas es una región exclusiva en el continente
americano y se extiende por las provincias del noroeste de Argentina, con
manifestaciones de escasa altitud en la provincia de Buenos Aires. Difiere del sistema
de Los Andes ya que se trata de sustratos litológicos antiguos (basamento metamórfico
precámbrico), con intrusiones graníticas pertenecientes al Paleozoico Inferior a Medio.
El cuadro litológico se completa con expresiones metamórficas y sedimentarias de
menor extensión y distinta datación. Es también diferente de los viejos escudos de
Brasilia y Guyania y, obviamente, a los potentes sedimentos cuaternarios que han
rellenado los bloques hundidos de la enorme llanura Chaco-Pampeana.
La orogenia andina del Terciario rejuveneció a las antiguas Sierras Pampeanas,
fracturándolas y originando ascensos y descensos diferenciales de los bloques
fracturados. Esto determinó el aislamiento geográfico de algunos de los sectores más
elevados. Considerando el grado de aislamiento, la altitud en relación a los territorios
más bajos que la rodean y su superficie, la "isla" más importante desde el punto de vista
biogeográfico es la Pampa de Achala, donde se encuentra la Unidad de Conservación,
compuesta por el Parque Nacional Quebrada del Condorito, la Reserva Nacional y la
Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala.
La región central de Argentina, específicamente la Pampa de Achala en la
Provincia de Córdoba, constituye un punto de confluencia de distintas corrientes
florísticas y faunísticas. El área comprende ecosistemas de pastizal de montaña y

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enclaves forestales de Polylepis australis ("tabaquillo"), extendidos por arriba del límite
de distribución de especies leñosas de la Provincia Fitogeográfica Chaqueña. Conviven
allí especies austro-brasileras, chaqueñas de llanura, del Chaco Serrano, pampeanas,
andinas, patagónicas y magallánicas. La región de Achala representa el límite más
austral y oriental de especies andinas. Esto también confiere a la Unidad de
Conservación un carácter único; si bien muchas de las especies que se presentan en ella
se distribuyen también en otras regiones biogeográficas, es el único caso en el centro del
país en que se observa tan llamativa concurrencia de especies de distintas corrientes
biogeográficas. Además de esta particularidad, el área es de extrema importancia a nivel
continental y mundial, ya que reúne, en una superficie relativamente reducida, cerca de
30 especies endémicas de la flora y la fauna, como así también numerosos taxones
endémicos a escala de la República Argentina. La mayoría de los endemismos locales
corresponden a niveles jerárquicos bajos (razas, variedades, subespecies), y pueden
considerarse como neoendemismos (es decir, originados recientemente); esto indica un
aislamiento geográfico relativamente tardío y, a la vez, un sitio propicio para procesos
de diferenciación y especiación. También se presentan en la Unidad de Conservación
numerosas especies casi endémicas de los sectores más altos de las Sierras Pampeanas,
compartidas principalmente con las Sierras de San Luis, y especies emblemáticas como
el cóndor andino (Vultur gryphus).
Fitogeográficamente, el área protegida pertenece al Distrito Chaqueño Serrano;
no obstante, casi el 50 % de su flora es de linaje andino y patagónico.
Zoogeográficamente, el área forma parte, según algunos autores, de la Subregión
Andino-Patagónica, Dominio Central o Subandino; otros la ubican en la Zona Andina,
Subzona Patagónica. Es evidente que la Unidad de Conservación se corresponde
principalmente con la región andino-patagónica y puede ser considerada como una
verdadera isla en territorios extra-andinos. En síntesis, el área protegida es relevante
desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad por: a) es representativa
de un sistema orográfico y biológico único a escalas nacional, continental y global; b) se
compone de especies animales y vegetales de linaje biogeográfico muy variado; c)
reúne cerca de 30 taxones endémicos de flora y fauna y, d) constituye un sitio de
especiación y diferenciación biológica. A estos valores debe agregarse la importancia

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del área en la economía hídrica provincial, ya que reúne numerosas cabeceras de


cuencas de captación de agua.

2. Diagnóstico del estado y problemas de conservación de las distintas secciones de


la Unidad de Conservación
En la tabla 1 figuran las proporciones de cada unidad vegetación y ambiente,
para cada una de las secciones de la Unidad de Conservación. El diagnóstico se realizó
considerando estas superficies y las características de cada unidad.

Parque RN RN RHPA RHPA RHPA


Nacional Sur Norte Sur Norte Oeste
1- Bosque 13 16 3 6 3 1
2- Pajonal arbustivo 9 6 2 10 2 2
3- Pajonal grueso c/vegas 8 5 13 3 3 2
4- Pajonal fino 27 25 24 15 11 14
5- Césped 2 2 8 2 5 1
6- Afloramiento c/pajonal 29 27 18 27 30 27
7- Afloram. c/roca exp. 11 19 25 34 42 45
8- Roca expuesta 1 1 7 2 5 7
Total (has) 24379 8134 4356 28017 39162 10580
Tabla 1. Proporción (%) del territorio de cada sección ocupado por distintas unidades de
vegetación y ambiente. RN= Reserva Nacional; RHPA= Reserva Hídrica Provincial
Pampa de Achala

Parque Nacional Quebrada del Condorito


Valores
-Bosques. Ocupan un 13% del área del Parque y tienen un alto valor para la
conservación de la biodiversidad, tanto de flora como de fauna. No están muy
representados afuera del Parque, salvo en la RN Sur, por lo cual su conservación
depende en gran medida del Parque. Son muy valiosos para la conservación de riqueza
de especies y endemismos, para la protección del suelo y el recurso hídrico. También
poseen gran valor estético.

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-Afloramientos con pajonal. Ocupan cerca del 29 % del área del Parque, y contienen a
los pajonales de Festuca, comunidad que se encuentra casi con exclusividad en esta
clase, y tiene alta riqueza de especies. Su conservación en el área del Parque es
importante, debido a que en zonas con actividad ganadera comercial, en la Reserva
Provincial, están en proceso de disminución por erosión de sus suelos.
-Pajonal fino. Ocupa un 27 % del área. Si bien no tienen un valor para la conservación
especialmente alto, es en el Parque donde existe la mayor proporción de los mismos,
mientras que en áreas fuera del Parque, por las actividades ganaderas están
disminuyendo su abundancia. Se asocian a una alta diversidad de aves e insectos.
-Suelos. El área del Parque tiene los suelos en un buen estado de conservación, ya que
predominan las comunidades con buena cobertura vegetal y suelos profundos y
esponjosos. Esto da al Parque mucha flexibilidad para su manejo.
-Recurso hídrico. Debido al buen estado de los suelos, así como a la alta cubierta
vegetal (pajonales y bosques), el valor del Parque como protector del recurso hídrico es
alto.
-Valor forrajero. Si bien la calidad nutritiva y la proporción de especies muy palatables
de los pajonales dominantes no es excesivamente alta, el buen estado de conservación
de los suelos, sumado al prolongado descanso de los campos, hacen de los mismos muy
aptos para mantener ganado en cargas leves o moderadas. Esto es importante debido a
los convenios de pastaje con los pobladores de la Reserva Provincial, vecinos al Parque.
-Valor escénico. Es alto, debido a la alta proporción de bosques, dormideros de
Cóndores (Vultur gryphus), diversidad de fauna y de paisajes.
-Valor científico. Es alto, debido al gran número de especies en general y especies
endémicas en particular, y a la posibilidad de contar con sectores con mínimo impacto
antrópico.

Problemas
-Acumulación de biomasa. Debido al nulo o muy bajo consumo de biomasa vegetal,
(desde que fue excluido el ganado en 1997), se está acumulando paulatinamente cada
vez más biomasa seca. Si bien en parte el problema se atenúa con los convenios de
pastaje, no es suficiente, y el riesgo de incendio aumenta con el tiempo.

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-Ausencia de céspedes. Dado que estas comunidades se mantienen bajo cargas


relativamente altas de herbívoros, la exclusión al ganado está provocando el reemplazo
por pajonales de los escasos céspedes presentes en el área. Si bien su riqueza de
especies no es alta, su equitatividad sí lo es, por lo cual resultan comunidades con
diversidad alta. Los parches de césped, además, contribuyen a la heterogeneidad del
paisaje, y a la belleza escénica. El valor forrajero de los céspedes es alto, especialmente
si están bien manejados, con pulsos de carga animal y descansos.

-Actividades turísticas. Trae aparejado cierto riesgo de incendios y erosión localizada,


así como contaminación con materia fecal y residuos.
-Camino de las Altas Cumbres. Es un foco linear de erosión, quemas intencionales,
contaminación con hidrocarburos, residuos y mortalidad de fauna. Se desconoce si este
camino puede estar fragmentando el hábitat de ciertas especies como ocurre en otros
lugares del mundo donde este fenómeno está mejor estudiado.
-Invasión con salmónidos. Estos peces desplazan a la fauna ictícola nativa y
aparentemente tendrían impacto negativo sobre las poblaciones de anfibios endémicos.
-Pérdida de diversidad vegetal. La exclusión del ganado, y la ausencia de grandes
herbívoros silvestres, amenazan la biodiversidad. Si bien los pajonales pastoreados son
comunidades relativamente ricas en especies, al clausurar al ganado, todos ellos
disminuyen mucho su riqueza de especies y diversidad. Las vegas corren el riesgo de
perder muchas de sus especies exclusivas si se transforman en pajonales de Poa
stuckertii. Esto además contribuye a disminuir la diversidad del paisaje y la belleza
escénica.
-Pérdida de algunas especies asociadas a hábitats degradados. Al disminuir la
proporción de hábitats degradados, especialmente los pedregales de Sorghastrum y
Stipa, debido a la su paulatina recuperación, algunas especies exclusivas de los mismos,
como Noticastrum argenteum, corren el riesgo de disminuir mucho su abundancia o
desaparecer del PN

Amenazas
-Fuego. La amenaza de incendios aumenta con el tiempo, con la creciente acumulación
de biomasa seca. Si bien para la integridad de los suelos y para los pastizales esto no

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representa una amenaza seria (al haber poco ganado, la vegetación se recupera rápido
luego de un fuego impidiendo que se desencadenen procesos erosivos), para los bosques
de Polylepis es una amenaza importante. Especialmente si éstos están ubicados en sitios
con poca roca natural que protege a los árboles del fuego. Se produce un 30% de
mortalidad de Polylepis cuando resultan quemados en su totalidad, que al no haber roca
en las inmediaciones, pasan de los pastos circundantes a los árboles. Si son quemados
parcialmente, se produce un retraso en el crecimiento, y una disminución en la
producción de semillas. Esto va provocando la retracción de los bosques. Asimismo, el
fuego es una amenaza para la infraestructura del Parque, y para su imagen ante el
público. La falta de instrumentos regulatorios para penalizar los fuegos en las áreas
aledañas de RN y RHPA contribuye a esta amenaza.
-Pérdida de diversidad vegetal. Este problema puede agravarse mucho con el tiempo, si
no se hace un manejo adecuado. Sí, como se ha observado en clausuras, algunos
pajonales de Deyeuxia hironymi se transforman con el tiempo en pajonales de Poa, la
amenaza es aún más seria. Una pérdida de diversidad vegetal de tal magnitud puede a
largo plazo conducir a una pérdida de diversidad de fauna.
-Incremento de las actividades turísticas dentro de la jurisdicción del PN. A partir de la
difusión pública de la creación del PN, el número de visitantes ha ido constantemente en
aumento, en particular aquéllos que practican el denominado turismo alternativo
(caminantes, andinistas, ciclistas, conductores de vehículos de doble tracción). Si esta
tendencia continua sin que haya un desarrollo paralelo en infraestructura, control y
vigilancia, información, regulación de operadores turísticos, etc., puede presentar una
amenaza para los objetivos del PN, en particular por aumento de la incidencia de
fuegos, procesos erosivos locales, contaminación por residuos, incidentes con especies
animales protegidas y accidentes y extravíos. La prohibición de circulación de vehículos
por los caminos no habilitados ha contribuido a disminuir en parte esta amenaza.
-Demanda de especies amenazadas en el mercado de mascotas (especialmente
Prystidactilus achalensis). Si esta demanda continúa, puede representar una amenaza
concreta de las poblaciones de este reptil, algunas de las cuales son bastante accesibles
para recolectores ilegales, por ubicarse cerca de rutas de libre y copiosa circulación.

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-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un


progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua. Algunos ejemplos son sauce mimbre, zarzamora y crataegus.
-Posibles inconvenientes relacionados con animales problema. Este es el caso particular
del puma. Los individuos que habitan en áreas de uso público intenso y caza prohibida
tienden a familiarizarse con los seres humanos. Hay antecedentes de accidentes en otras
áreas.

Áreas de interés para su puesta en valor


-Áreas de Interés Turístico-Cultural: Quebrada del Condorito (área de mayor visitación
de todo el PN)
-Áreas de avistaje de fauna (a precisar)
-Áreas que, en un territorio pequeño, permitan observar unidades representativas de los
diferentes tipos de vegetación y la principales especies vegetales endémicas (sendero de
interpretación; a precisar).
-Áreas de Interés Científico:
-Áreas de restos arqueológicos (pueden transformarse en áreas de interés turístico si se
lo estima apropiado)
-Área propuesta como zona intangible (límites a precisar)

Áreas críticas
-Quebrada del Condorito. Conjuga una intensa visitación con gran valor escénico, área
de nidificación de aves y bosque de Polylepis australis. Es probablemente una de las
áreas del PN donde el conflicto turismo-conservación (ver más abajo) es más agudo. Es
posible que debe ser considerada como ‘área de sacrificio’, concentrando el turismo y
desviándolo de otras quebradas.
-Áreas de las Ensenadas, Trinidad y Dos Tranqueras, de acceso relativamente fácil y
donde las poblaciones de lagarto verde parecen ser particularmente abundantes.
Presentarían los problemas más serios de extracción de fauna protegida.
-Cuesta de Argel. Esta ruta tradicional se ha propuesto como posible sendero turístico y
a la vez atraviesa el centro de una zona inicialmente propuesta como intangible. En un

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PN de dimensiones relativamente reducidas, es importante considerar muy críticamente


este conflicto entre uso turístico y conservación.

Reserva Nacional. Sector Sur

Valores
-Bosques. Ocupan un 16% del área, que es un porcentaje más alto que en el parque, lo
cual convierte a esta zona en altamente valiosa para su conservación.
-Afloramientos con pajonal. Ocupan el 27 % del área, y contienen a los pajonales de
Festuca, que son muy ricos en especies. Debido a que se encuentran pastoreados, la
riqueza de estos pajonales es alta en el presente, y no corre el riesgo de disminuir.
-Pajonal fino. Ocupan un 25 % del área, y son refugio de aves, insectos y roedores.
-Suelos. El área tiene los suelos en un buen estado de conservación, ya que predominan
los bosques y pajonales.
-Recurso hídrico. El valor del área como protectora del recurso hídrico es alto, ya que se
encuentran pocas áreas de roca expuesta o suelos someros.
-Valor forrajero. Es relativamente alto, debido al buen estado de conservación de los
suelos, y a que el pastoreo mantiene la diversidad de los pajonales, y por ende la
presencia de especies palatables.

Problemas
-Quema de bosques. En el pasado cercano cientos de hectáreas de bosque han sido
quemadas, presumiblemente para transformar el bosque a pajonales y céspedes más
productivos para el ganado.
-Ganadería. Si bien las cargas ganaderas no son altas, y los pastizales se mantienen en
general en buen estado, el ramoneo que sufren los individuos de Polylepis por el ganado
disminuye la regeneración natural del bosque.
-Puesta en práctica de regulaciones conservacionistas. Dado que el área está bajo
dominio privado, es difícil implementar medidas de manejo orientadas a objetivos de
conservación.
-Invasión con salmónidos. Estos peces desplazan a la fauna ictícola nativa y
aparentemente tendrían impacto negativo sobre las poblaciones de anfibios endémicos.

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Amenazas
-Quema de bosques. Es probable que se sigan provocando incendios para mejorar la
calidad de la pastura, lo cual puede afectar a los bosques de Polylepis más grandes, si
son alcanzados por el fuego.
-Aumento de la erosión. Al ser una zona con manejo ganadero, las áreas con pajonales
de Festuca corren riesgo de erosionarse luego de un incendio, o por excesiva presión del
ganado. Asimismo, la proporción de la unidad 7 (afloramiento con roca expuesta) es
más alta que en el parque, mostrando el resultado de la erosión de las últimas décadas.
Asimismo, esta es una unidad donde la erosión es muy activa en la actualidad, y por
ello, los suelos que aún quedan en ella corren alto riesgo de perderse en las próximas
décadas.
-Plantaciones de pino. En la Estancia Yatalaya existen plantaciones de pino. Los pinos
se dispersan hacia las zonas más altas, la presencia de pinares altera profundamente la
estructura comunitaria y el funcionamiento ecosistémico de los sistemas nativos.
-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un
progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua. Algunos ejemplos son sauce mimbre, zarzamora y crataegus.
En el caso del sauce mimbre, su erradicación plantearía un conflicto con la provisión de
fuentes de combustible alternativas (ver más abajo).

Áreas de interés para su puesta en valor


-Quebrada del Yatán. Es un área extensa cubierta por bosque de Polylepis, lo cual tiene
alto interés para la conservación de la biodiversidad, así como alto interés científico.
Tiene interés también como área turística de bajo impacto

Áreas críticas
-Vertiente este. Esta zona tiene bosques y afloramientos con pajonal de Festuca
(unidades 1 y 6) ambas con alto valor para la conservación de la biodiversidad. Estas
áreas son críticas ya que debido a la combinación de pendientes pronunciadas, uso
ganadero y fuego, corren riesgo de seguir erosionándose y perder gran parte de su
biodiversidad. Asimismo, el área es crítica por las plantaciones de pino que se
encuentran en sus proximidades.

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Reserva Nacional. Sector Norte

Valores
-Pajonal grueso con vegas. Es el sector con mayor proporción de pajonal con vegas (13
%), unidad valiosa como recurso hídrico, así como por su heterogeneidad a una escala
de 30 x 30 metros, que contribuye a aumentar el valor escénico del área. Asimismo, las
vegas albergan muchas especies vegetales exclusivas, y son importantes para la fauna
de anfibios de la zona.
-Céspedes. Este sector tiene una proporción de céspedes del 8%. Estos tienen
importancia por su equitatividad de especies, y valor forrajero. Sin embargo, para que
este valor forrajero sea aprovechado óptimamente, se deben manejar de manera de
permitir periódicamente el descanso del pastizal.
-Diversidad de tipos de vegetación. En el área, se combinan los céspedes y pajonales
(unidades 3, 4, 5 y 6) de una forma equilibrada, lo cual le da al área gran valor por su
heterogeneidad a escala de paisaje.
Problemas
-Suelos. Este sector tiene una proporción alta (7%) de roca expuesta (unidad 8),
mostrando que céspedes y pajonales con buenos suelos han desaparecido del área. La
proporción de afloramientos con roca expuesta (unidad 8) es también alta (25%),
evidenciando la disminución de pajonales de Festuca y céspedes.
-Extracción de fauna. Debido a la demanda de especies amenazadas en el mercado de
mascotas (especialmente Prystidactilus achalensis), se hace una extracción continua de
las mismas.
-Invasión con salmónidos. Estos peces desplazan a la fauna ictícola nativa y
aparentemente tendrían impacto negativo sobre las poblaciones de anfibios endémicos

Amenazas
-Aumento de la erosión. Al ser una zona con manejo ganadero, es probable que los
procesos erosivos ya desencadenados continúen, y aumente la proporción de roca
expuesta (unidades 7 y 8) y disminuyan céspedes y pajonales. Los incendios utilizados
como herramienta de manejo incrementan este riesgo.

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-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un


progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua. Algunos ejemplos son sauce mimbre, zarzamora y crataegus.
En el caso del sauce mimbre, su erradicación plantearía un conflicto con la provisión de
fuentes de combustible alternativas (ver más abajo).

Áreas críticas
-Área en torno al Camino de las Altas Cumbres. En esta área aparentemente se
concentran poblaciones de Prystidactilus achalensis. Por la fácil accesibilidad podría
ser un área crítica de extracción de fauna para proveer al mercado de mascotas.

Reserva Hídrica Provincial de Achala. Sector Sur

Valores
-Bosque. Este sector tiene más proporción de bosques que las otras dos áreas de la
Reserva Provincial (6%). Este se concentra principalmente al sur del Cerro Champaquí,
en la cuenca del Río Tabaquillo. Asimismo, se encuentra cierta proporción en la cuenca
del Río Los Reartes, y en la vertiente este de la sierra.
-Pajonal arbustivo. Es el sector con mayor proporción de esta unidad (10%), que tiene
valor por su diversidad y fisonomía particular.
-Afloramientos con pajonal. Ocupan el 27 % del área, y contienen a los pajonales de
Festuca, que son muy ricos en especies. Debido a que se encuentran pastoreados, la
riqueza de estos pajonales es alta en el presente, y no corre el riesgo de disminuir.
Valor escénico, turístico y deportivo: La zona del Cerro Champaquí es muy visitada por
acampantes y caminantes y en menor medida por deportistas que practican escalada en
roca.

Problemas
-Ganadería y fuego. Los pajonales son quemados como herramienta de manejo, lo cual
sumado a la presión del ganado, han provocado la erosión del suelo en grandes
superficies. Las unidad 8, altamente erosionada, ocupa el 2 % de la superficie, y está
concentrada en un área de unos 8 x 8 km., desde el Cerro Champaquí al norte y al este.

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La unidad de afloramiento con roca expuesta (7) ocupa una proporción considerable de
la superficie (34 %), evidenciando la desaparición de muchos pajonales de Festuca y
sus suelos.
-Actividades turísticas. es un problema por el riesgo de erosión, contaminación con
materia fecal y residuos.

Amenazas
-Erosión del suelo. Es probable que los procesos erosivos asociados a la ganadería y
quema se sigan incrementando, y aumente la proporción de las unidades 7 y 8, y
disminuyan los pajonales y céspedes (unidades 4, 5 y 6). En el caso de la zona del Cerro
Champaquí, el incremento descontrolado de las actividades turísticas, la proliferación de
senderos no demarcados y arreglados, agravan el problema.
-Disminución de bosques. La ganadería, el fuego y la tala amenazan la perpetuación a
largo plazo de los bosques que no están protegidos naturalmente por su inaccesibilidad.
El hecho de que los bosques dentro de este sector estén concentrados en un área casi
única (el río Tabaquillo), incrementa la amenaza, ya que un único fuego puede hacer
mucho daño.
-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un
progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua. Algunos ejemplos son sauce mimbre, zarzamora y crataegus.
En el caso del sauce mimbre, su erradicación plantearía un conflicto con la provisión de
fuentes de combustible alternativas
-Forestaciones con pinos. En la vertiente este de la sierra, se han realizado numerosas
forestaciones con pinos, que desplazan especies nativas, y favorecen el establecimiento
de especies de sotobosque exóticas. También aumentan el riesgo de incendios y su
presencia y manejo no se compatibiliza bien con el estilo de vida tradicional de los
productores de la zona, particularmente los pequeños productores.

Área de interés
-Área de interés turístico-deportivo Cerro Champaquí. Esta área es la de mayor
atractivo turístico de la sección y una de las más concurridas y con mayor organización
turística de toda la Unidad de Conservación.

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-Cuenca del Río Tabaquillo. Contiene al único bosque de tabaquillo de una superficie
considerable dentro del sector RHPA sur. Es un área de interés científico y turístico.

Áreas críticas
-Zona Sur. Al sur del Cerro Champaquí, se encuentran bosques (unidad 1) asociados al
Río Tabaquillo, así afloramientos con pajonal (unidad 6). Ambas unidades son de alto
valor para la conservación de la biodiversidad, y criticas debido a que por las
actividades ganaderas y el impacto turístico, corren alto riesgo de perderse o disminuir
su superficie, transformándose en afloramientos con roca expuesta (unidad 7) o
pajonales arbustivos (unidad 2).

Reserva Hídrica Provincial Achala. Sector Norte

Valores
-Afloramiento con pajonal: Es el sector con mayor proporción de afloramiento con
pajonal (30 %), que son valiosos por contener a los pajonales de Festuca y pequeños
parches de céspedes derivados de los mismos.
-Céspedes. Este sector tiene una proporción relativamente alta (5%) de céspedes, que
son importantes por su equitatividad y valor forrajero. Deben ser manejados
adecuadamente.
-Valor escénico, turístico y deportivo: La zona de Los Gigantes es muy visitada por
acampantes, caminantes y deportistas que practican escalada en roca.
-Diversidad de paisajes. El extremo norte de la reserva es único por la orientación norte
de sus laderas. Allí convergen especies del bajo que alcanzan una altura mayor en las
laderas norte con especies típicas de los paisajes de altura.
-Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Grandes. En el sector de Los
Gigantes (20 ha), se está realizando un proyecto piloto de recuperación de áreas
degradadas mediante la reforestación con Polylepis australis. Esta zona tiene valor
científico, como ejemplo de restauración de hábitats. Se está averiguando la factibilidad
y costos de hacer este tipo de recuperación, así como los mejores métodos para
realizarlo.

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Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

Problemas
-Sobrepastoreo y quema de los pajonales. El sector Norte de la reserva, junto con la
oeste son las áreas más afectadas por la erosión en gran parte debida a la falta de
cobertura vegetal causada por el pastoreo y la quema. El 42 % del área consiste en
afloramientos con roca expuesta (unidad 7) y otro 5 % es roca expuesta (unidad 8),
ambos en expansión y de muy bajo valor para la conservación y también muy bajo valor
forrajero. Sus afloramientos rocosos con pajonal están perdiendo los pajonales por
erosión del suelo.
-Actividades turísticas. Es un problema por el riesgo de erosión, contaminación con
materia fecal y residuos, y ahuyentamiento de ciertas especies de fauna (por ejemplo por
visita de las cuevas adonde anidan los vencejos de collar).
-Falta de demarcación de senderos. En el área de Los Gigantes, con gran afluencia
turística, la falta de demarcación de los senderos principales amplifica la erosión
asociada al paso de la gente. El problema es tan acentuado, que se detecta con la imagen
satelital, ya que una alta proporción de la clase 8 (roca expuesta) se halla asociada al
principal camino de ascenso.
-Pérdida de bosques. Indicios como el hallazgo de raíces y la composición florística de
la vegetación actual indican que en el pasado muchos de los valles que en la actualidad
están compuestos por céspedes de pastoreo en el pasado eran bosques de Polylepis.
Probablemente su disminución es debido a las prácticas ganaderas.
-Actividades mineras. La mina de uranio ubicada en Los Gigantes y otras explotaciones
menores de cuarzo han expuesto varias hectáreas de roca disminuyendo la biodiversidad
del sitio y aumentando la escorrentía.
-Recurso hídrico. En la actualidad el valor de la reserva provincial norte como protector
del recurso hídrico es bajo, ya que se encuentran grandes áreas de roca expuesta,
pedregales y suelos someros.

Amenazas
-Erosión del suelo. La probabilidad de que la erosión actual siga incrementándose es
alta. Esto se debe a que la presión ganadera no disminuye. Es probable que en las
próximas décadas aumente la proporción de clases con mucha roca expuesta (7 y 8) en
reemplazo de pajonales y céspedes (4, 5, y 6). En el caso puntual del sector de Los

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Gigantes, el incremento descontrolado de las actividades turísticas, la proliferación de


senderos no controlados y asociados a las actividades turísticas, sumado a las prácticas
ganaderas actuales pueden desencadenar una pérdida masiva de los suelos y una
consecuente pérdida de diversidad florística y faunística.
-Desaparición bosques. Este sector sólo tiene un 3% de bosque. La ganadería, el fuego
y la tala, así la falta de viabilidad de la semilla de Polylepis, amenazan la perpetuación a
largo plazo de los bosques que no están protegidos naturalmente por su inaccesibilidad.
-Mina de uranio. Su re-apertura es una amenaza, que traería aparejada la contaminación
del los arroyos y ríos.

Áreas de interés
-Área de interés turístico-deportivo Los Gigantes. Esta área sustenta intensa actividad
turística, la mayor de la sección, aunque no llega a alcanzar el desarrollo que posee el
área del Cerro Champaquí.
-Área de reforestación con Polylepis australis. El área piloto del Proyecto de
Conservación y Reforestación de las Sierras Grandes está ubicada en un valle cercano a
la cumbre del cerro Los Gigantes, y es una zona de interés científico, turístico y
educativo.

Áreas críticas
-Los Gigantes. Es el área que combina mayor proporción de bosque de tabaquillo en el
sector, con actividades turísticas y ganaderas, lo cual plantea agudos conflictos socio-
ambientales (ver más abajo).

Reserva Hídrica Provincial de Achala. Sector Oeste

Valores
-Bosques mixtos. En las nacientes del Río Mina Clavero, se encuentran bosques mixtos
de Polylepis australis y Maytenus boaria con especies del bajo, tales como Lithrea
ternifolia, Fagara coco y otros.
-Afloramiento con pajonal. Si bien está en retroceso, esta unidad, que alberga los
pajonales de Festuca, le da valor al área.

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-Pajonal fino y céspedes. Estas unidades (4 y 5) ocupan una proporción relativamente


chica en este sector, y son las áreas con mayor potencial para la producción ganadera.
-Valor escénico, turístico y deportivo. Desde el camino de las Altas Cumbres, la vista
del Valle de Traslasierra tiene un gran valor escénico. En la zona de La Ola se realizan
actividades de escalada, y en las nacientes del río Mina Clavero prácticas de parapente.
También se realizan caminatas en distintos sitios.
-Fauna nativa. Debido a que no han sido sembrados con truchas, los ríos de la vertiente
oeste de las sierras albergan al bagrecito de los torrentes, especie que está actualmente
en serio retroceso.

Problemas
-Sobrepastoreo y quema. el sector oeste de la reserva es el área más afectada por la
erosión. Esto se debe en gran parte a sus pendientes pronunciadas y a la falta de
cobertura vegetal causada por el pastoreo y la quema. El 45 % del área consiste en
afloramientos con roca expuesta (unidad 6) y otro 7 % es roca expuesta (unidad 8).
-Perdida de los bosques. Los bosques (en algunos casos bosques mixtos), que ocupan
sólo el 1 % de esta unidad, son muy valiosos, lo cual los hace muy proclives a su
disminución por tala.
-Recurso hídrico. En la actualidad el valor de la reserva provincial oste como protector
del recurso hídrico es bajo, ya que se encuentran grandes áreas de roca expuesta,
pedregales y suelos someros.
-Camino altas cumbres. Es un foco linear de erosión, quemas intencionales,
contaminación con hidrocarburos, residuos y de mortalidad de fauna. Se desconoce si
este camino puede estar fragmentando el hábitat de ciertas especies como ocurre en
otros lugares del mundo donde este fenómeno está mejor estudiado.

Amenazas
-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un
progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua.
-Desaparición de bosques: Este sector sólo tiene un 1% de bosque lo cual los hace
proclives a desaparecer. El hecho de que parte de estos bosques sean mixtos, lo cual es

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Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

una situación bastante única dentro de la Unidad de Conservación, aumenta la pérdida


que esto representa. En especial la ganadería caprina, el fuego y la tala amenazan los
bosques de este sector.
-Erosión. Debido a las altas pendientes, y a los procesos erosivos actualmente muy
activos, el área corre un alto riesgo de perder las pocas zonas con buenos suelos que aún
se conservan.

Áreas de interés
-Área de Cerro Hermoso. Es un área de interés turístico. Presenta un desarrollo
incipiente de microempresas familiares de turismo educativo, ecológico y de aventura,
por parte de los pequeños productores de la zona.
-Cursos de agua. Tienen alto interés científico por estar relativamente libres de la
invasión de salmónidos exóticos. Constituyen sitios útiles de referencia para el estudio
comparativo de la fauna de agua dulce de la Unidad de Conservación.

Áreas críticas
-Área de Cerro Hermoso. Presenta una de las mayores concentraciones de pequeños
productores de toda la unidad de Conservación, y por lo tanto es un área crítica en
relación a los conflictos socio-ambientales descriptos en la próxima sección.

Conflictos socioambientales entre explotación y conservación de recursos

Con los productores locales


Los principales conflictos socio-ambientales con la población local se plantean
en el área de RHPA, pues es en ella donde se encuentra la mayor cantidad de pobladores
locales, la mayoría de ellos totalmente dependientes de la producción de sus tierras y
muchos de ellos en situación socioeconómica marginal. Le sigue en importancia la RN,
dado que en la práctica resulta muy difícil regular el uso de recursos en esta área de
dominio privado. Finalmente, en el PN en sí los conflictos socio-ambientales con los
pobladores locales son menos importantes. Cabe destacar, sin embargo, que por formar
las tres áreas una unidad ambiental indisoluble, el manejo adecuado del PN no puede
hacerse en aislamiento, sin resolver los conflictos planteados en la RN y PN.

Marzo 2008 29
Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

La actividad más crucial en la estrategia de reproducción social de los


productores de toda la zona es la ganadería. El progresivo deterioro de los mercados en
los cuales insertan su producción y la creciente demanda de bienes y servicios no
tradicionales por su parte, han llevado a una situación de empobrecimiento y presión
sobre los recursos naturales.
La caza furtiva no es una amenaza muy seria. Los productores no la practican en
modo importante pues los mercados de comercialización de fauna no están
suficientemente desarrollados en la zona, y también por las actividades de difusión
realizadas en la zona por la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba y la
APN. No obstante, la caza de puma se sigue practicando, sobre todo en relación a las
pérdidas que esta especie puede ocasionar en la ganadería.
El manejo ganadero en sí no debería constituir una amenaza, dado que la acción
de grandes herbívoros es imprescindible para mantener el mosaico de céspedes y
pajonales que caracterizan a la zona y para la preservación de la diversidad de especies
vegetales. Sin embargo, el manejo dominante de las pasturas atenta contra algunos de
los objetivos de conservación, en particular la conservación de la estructura y dinámica
de los bosques y la conservación del suelo. La carga promedio por hectárea no siempre
es excesiva, pero su muy heterogénea distribución espacial frecuentemente desencadena
procesos erosivos de distinto grado (desde erosión laminar y peladares incipientes hasta
cárcavas de varios metros de profundidad). La mayoría de los establecimientos carece
de apotreramiento que permita un adecuado manejo de las pasturas Los animales
tienden a concentrarse en determinados sectores del pastizal, en los que se
desencadenan procesos de pérdida de cobertura vegetal y posteriormente de suelo. Por
el otro lado, evitan pastorear en otros sectores, donde se desarrollan pajonales, los
cuales son incendiados por los productores para favorecer el rebrote. Estos fuegos
frecuentemente se extienden más allá de los sectores a los que fueron destinados. Los
incendios y el ramoneo por parte del ganado (de los cuales el daño más severo es
producido por el ganado caprino) amenazan los bosques de las quebradas. Una
estrategia de conservación de los recursos naturales a largo plazo es incompatible con
este tipo de uso. Del mismo modo, el control estricto del pastoreo en el PN tiene poco
sentido si no se controla la erosión y el fuego en las áreas circundantes, que constituyen
una unidad ambiental indisoluble con el mismo. Por otro lado, no existe la normativa

Marzo 2008 30
Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

para regular la carga animal o tipo de manejo ganadero en la RHPA y la RN y la


mayoría de estos productores vive en condiciones de pobreza. La simple disminución
del número de animales podría afectar las ya precarias condiciones económicas de las
cuales depende su reproducción social. Si bien el apotreramiento es una opción técnica
recomendable, la mayoría de los productores no está en condiciones de realizarlo debido
a su alto costo y a la baja rentabilidad actual de la producción ganadera. La única vía de
acción realista para disminuir este conflicto hasta el momento han sido
recomendaciones y acuerdos entre productores individuales y el personal de algunos
organismos oficiales (especialmente la Secretaría de Ambiente, el Programa Social
Agropecuario Nacional, APN y la Universidad Nacional de Córdoba). En este sentido,
cabe destacar el éxito de los convenios de pastoreo establecidos con el PN. Este éxito ya
ha arrojado resultados positivos tanto en el aumento de la productividad ganadera,
cuanto en la notable recuperación de pastizales y bosquecillos en sus establecimientos.
Sin embargo, este procedimiento es notablemente más ventajoso en la práctica para
productores cuyos campos están relativamente cerca del PN (Ej. productores de la
Comunidad de Cerro Hermoso, dentro de la sección oeste de la RHPA). Además, cabe
destacar que en este momento la oferta de pastoreo del PN supera la demanda de los
productores. Si esta última aumentase considerablemente o se introdujeran en el parque
otros herbívoros, que compitieran por las tierras de pastoreo con el ganado, podrían
desencadenarse nuevos conflictos.
En cuanto a la tala, durante la últimas décadas ha habido una presión de
explotación intensa de los bosques nativos. En los últimos años ha aumentado el uso de
gas y kerosene. Esto se debe a que cada vez resulta más difícil acceder a leña, al
mejoramiento de las vías de acceso a la zona y también a la mayor comodidad de
utilización de los combustibles fósiles. Hay conciencia generalizada de la necesidad de
proteger los tabaquillos. No obstante la extracción de leña sigue siendo una práctica
común. Al respecto caben las mismas consideraciones que en e punto anterior: más que
la implantación de medidas compulsivas, funcionan los acuerdos e incentivos. Un
ejemplo en este sentido es el Programa de protección de la vegetación nativa en la
RHPA y prevención de incendios en el Parque y Reserva Natural Provincial Chancaní.
También se estudian proyectos de implantación de bosquecillos energéticos, pero sus

Marzo 2008 31
Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

riesgos en cuanto a la invasión de especies vegetales exóticas necesitan evaluarse


cuidadosamente.

Con la actividad turística


La actividad turística representa una alternativa económica para los productores
del área de RHPA la RN y es uno de los usos previstos formalmente para el PN.
Algunas actividades turísticas entran en conflicto con los objetivos de conservación.
Los ejemplos más notables son los incendios accidentales, la producción de desechos, la
extracción o alteración de patrones de conducta de individuos de especies animales o
vegetales amenazadas, la erosión de vías de circulación (particularmente en el caso de
motocicletas y automotores) y la penetración cultural de las comunidades tradicionales.
El conflicto uso turístico-conservación es uno de los más cruciales a enfrentar en
toda la Unidad de Conservación, ya que, por razones económicas y por las finalidades
mismas de las áreas protegidas, es un uso de gran importancia. La resolución del
conflicto debe pasar por la regulación cuidadosa del tipo de actividades favorecidas,
restringidas y prohibidas. Esto deberá hacerse de modo diferencial no sólo entre el PN,
la RN y la RHPA sino también en distintos sectores de éstas áreas protegidas. Al
respecto, pueden distinguirse tres modalidades de turismo: (1) Turismo ‘del día’ o
camping independiente, donde el visitante visita el área a pie, a caballo, en bicicleta o en
vehículo, pero no pernocta, o bien pernocta en su carpa y consume víveres traídos de la
ciudad; (2) Turismo operado por los productores locales, generalmente incluyendo
cabalgatas, caminatas, etc., y comiendo y pernoctando en la vivienda del productor; (3)
Excursiones organizadas por operadores ajenos a la zona. De las tres, las excursiones
organizadas aparecen como las más nocivas por su gran escala e impacto físico y
cultural, y por no contribuir directamente a la economía local. El turismo ‘del día’
aparece como el más apropiado para el PN, sobre todo si se controla estrictamente el
uso del fuego y el sitio de acampe. El turismo operado por productores locales aparece
como el menos conflictivo para las áreas de RPHA y RN, pues activa la economía local,
los productores ejercen cierto control sobre las actividades de los turistas, y en general
no requiere gran infraestructura y se maneja a pequeña escala. Sin embargo, esta
actividad no necesariamente ayudaría a disminuir las presiones originadas por la

Marzo 2008 32
Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

explotación ganadera, ya que esta última (sobre todo la ganadería bovina) demanda
relativamente poca mano de obra.
La explotación turística apropiada de la Unidad de Conservación debería
contemplar no sólo la protección de determinados valores amenazados, sino también la
integración con la puesta en valor de algunos de ellos (Ej. circuitos turístico-educativos
en torno a recursos naturales y culturales). Además, no debería perderse de vista que el
objetivo último de las áreas protegidas es la conservación. En este sentido, deberá
garantizarse que determinadas áreas de excepcional valor (Ej. el área intangible del PN
o ciertas áreas relictuales identificadas dentro de la RN y la RP) son total o parcialmente
restringidas al turismo.

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CAPITULO I: MONITOREO DE LA VEGETACIÓN A NIVEL DE PAISAJE

AUTORES: Cingolani A.M.; Renison, D.; Hoyos, L.; Cabido, M.; Zak, M.; Tecco,
P.A. y Gurvich, D.E.

OBJETIVOS

• Detectar los cambios a nivel de paisaje en la proporción de las distintas unidades


de vegetación para áreas sujetas a diferentes manejos, tanto dentro del Parque
Nacional como en la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala.

• Detectar cambios en la cobertura vegetal, grupos funcionales de plantas


(indicadores de la diversidad alfa y composición florística) e indicadores de
erosión en parcelas ubicadas en diferentes comunidades vegetales en áreas
sujetas a diferentes manejos, tanto dentro del Parque Nacional como en la
reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala.

PARTE 1. INFORMACIÓN DE BASE Y DIAGNÓSTICO INICIAL

INTRODUCCIÓN
Para manejar adecuadamente la Unidad de Conservación constituida por el
Parque Nacional Quebrada del Condorito y la Reserva Hídrica Provincial de Achala es
importante entender hasta qué punto el paisaje ha sido modificado por la actividad
ganadera. Por ello, el objetivo del presente diagnóstico fue interpretar la vegetación del
área en relación a la historia de impacto ganadero y fuegos asociados, así como a las
características físicas del paisaje. Para lograr esto nos basamos en un mapa de
vegetación que representa el área de la Unidad de Conservación por encima de los 1700
metros de altitud, y consta de 8 unidades de vegetación (Tabla 1.1, Cingolani et al.,
2004). Este mapa refleja patrones de distribución de la vegetación que son el resultado
de la historia de uso ganadero actuando sobre un paisaje físicamente heterogéneo. La
historia de uso que refleja este mapa, por la fecha en la que fue realizado (2001), es
previa a la implementación de las políticas de manejo del Parque Nacional.

Marzo 2008 34
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Utilizamos mapas de distancia a asentamientos humanos y distancia a caminos


como variables indicadoras del disturbio asociado al ganado, ya que los animales se
concentran cerca de casas y caminos, especialmente unas décadas atrás cuando el
ganado ovino era más abundante. Asimismo, las quemas son más frecuentes en las
zonas más accesibles a la gente.

METODOLOGÍA

La vegetación en relación a los indicadores de uso ganadero


En una primera aproximación, dividimos la Unidad de Conservación (124.583
ha) en 10 categorías de distancia (combinando distancia a casas y a caminos de alta
intensidad de uso) y analizamos las superficies ocupadas por las diferentes unidades de
vegetación en cada franja (Fig. 1.1). Se observa claramente el aumento de la superficie
de ambos tipos de bosques (v1 y v2) a medida que nos alejamos de casas y caminos.
Los pastizales (v3, v4 y v5) en conjunto muestran una leve tendencia a disminuir con la
distancia a casas y caminos, pero esta tendencia es más acentuada en los céspedes (v5).
Tanto los afloramientos con erosión (v7) cómo los pavimentos de erosión (v8) muestran
una clara tendencia a disminuir con la distancia a las fuentes de disturbio, mientras que
los afloramientos con pajonales (v6) no varían en relación a estos factores. Este primer
análisis sugiere que el disturbio producido por la actividad ganadera ha causado una
considerable retracción de los bosques y un aumento importante de la superficie de roca
expuesta por erosión. Sin embargo, esta aproximación no tuvo en cuenta las
características físicas del paisaje, que podrían estar actuando de forma subyacente a
estos patrones. Por eso hicimos el análisis conjunto que explicamos en la próxima
sección.

Análisis conjunto de todos los factores


Para evaluar el efecto del disturbio en relación a la variabilidad física natural del
paisaje, realizamos un análisis conjunto de los diferentes factores que determinan los
patrones de la vegetación. Como variables asociadas al ganado tuvimos en cuenta la
distancia a caminos y casas. Como variables físicas, tuvimos en cuenta la fisiografía, la
distancia a los ríos, la altitud y diferentes índices asociados a la topografía. Utilizamos

Marzo 2008 35
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un método de análisis logístico para construir un modelo matemático que permite


predecir la presencia de cada tipo de vegetación en función de las características físicas
mencionadas y las variables asociadas al disturbio. A continuación, describimos los
resultados obtenidos para cada una de las 8 unidades de vegetación:

Tabla 1.1: Unidades de vegetación (v1-v8), una breve descripción de las mismas, área (ha)
y proporción con respecto al área total (%).
Unidad de Descripción ha %
vegetación
v1 Bosque cerrado Dominada por bosquecillos de Polylepis australis. Frecuentes 3157 2,5
afloramientos rocosos bajo el canopeo.
v2 Bosque abierto Mosaico de bosquecillos de P. australis, pajonales arbustivos 11.674 9,4
y afloramientos rocosos.
v3 Pajonal grueso Pajonales de Poa stuckertii, frecuentemente combinados con 5053 4,1
vegas de Eleocharis albibracteata y Alchemilla pinnata y
otras comunidades
v4 Pajonal fino Dominado por D. hieronymi, Festuca tucumanica y/o F. 24.922 20,0
hieronymi. Pequeños parches de otras comunidades.
v5 Césped Dominado por céspedes de A. pinnata y C. fuscula, con 4810 3,9
parches de otras comunidades y palanganas de erosión.
v6 Pajonal & Pajonales y afloramientos con pequeños parches de pedregales 37.969 30,5
afloramiento y pavimentos de erosión. Se pueden encontrar individuos
aislados de P. australis.
v7 Erosión & Mosaico de afloramientos rocosos, pedregales erosionados, y 30.572 24,5
afloramiento pavimentos, con pequeños parches de vegetación. Puede haber
individuos aislados de P. australis
v8 Pavimento de Dominado por pavimentos de erosión planos de roca masiva, 6426 5,2
erosión que cubren más del 80 % de las superficie. Muy poca
vegetación.
Total 124583 100

Bosques cerrados (v1). Están presentes a lo largo de todo el rango altitudinal


analizado pero son más abundantes a altitudes intermedias (alrededor de 1900 m), lo
cual coincide con información de otros trabajos, que indican que el tabaquillo crece
mejor y se recupera mejor del fuego y ramoneo a altitudes entre 1800 y 1900 m. Están
preferentemente en situaciones topográficas bajas, sitios con poca insolación y
pendientes pronunciadas. Además, a igualdad de otros factores, son más abundantes
lejos de las casas y los caminos que cerca de los mismos, apoyando los resultados de
muchos trabajos que señalan el fuerte efecto negativo del ganado y el fuego sobre los
bosques.

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cerca lejos cerca lejos


30 35
25 30
Cobertura (%)

v2

Cobertura (%)
20 25 v8
20
15
15
10
v1 10
5
5 v7
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
35
30 v5
30
Cobertura (%)

25

Cobertura (%)
25
20
20
15 v4 15 v6
10 10
5 5
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 v3 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Franjas de distancia camin
caminos/casas
os/casas Franjas de distancia caminos/casas

Figura.1.1: Proporción ocupada por las 8 unidades de vegetación (v1 a v8, ver
descripción el Tabla 1) en las 10 franjas de distancia a fuentes de disturbio asociado
al ganado (casas y caminos).

Bosques abiertos (v2). Son más abundantes en posiciones topográficas bajas y


sitios con poca insolación y mucha pendiente, al igual que los bosques cerrados.
Además, disminuyen a mayores altitudes y también aumentan con la distancia a las
fuentes de disturbio, aunque el aumento es menos pronunciado. Interpretamos que los
bosques abiertos son una comunidad de reemplazo de los bosques cerrados, cuando hay
una frecuencia baja de fuegos y una acción moderada del pastoreo, que no permite la
recolonización de los claros que abre el fuego.
Pajonales gruesos (v3). Se encuentran preferentemente en las pampas más altas,
en sitios con poca pendiente y posiciones topográficas bajas. A igualdad de otros
factores, estos pajonales son más abundantes lejos de las casas. Esto avala la
información de otros trabajos que indican un aumento de pajonales en situaciones con
poco disturbio asociado al ganado.
Pajonales finos (v4). Son muy abundantes y muestran poca relación con las
variables analizadas en este trabajo. Es posible que esto se deba en parte a que esta
unidad agrupa comunidades dominadas por diferentes especies (Tabla 1.1), que se
relacionan de forma distinta con la altitud y la posición topográfica. Además, son
comunidades sucesionales que reemplazan a los céspedes en ausencia de fuego y
ganado, pero pueden ser reemplazadas por pajonales gruesos o bosques de tabaquillo si

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esta ausencia de disturbio se prolonga en el tiempo. Por ello la relación con las variables
indicadoras de disturbio resulta muy débil.
Céspedes (v5). Al igual que los pajonales gruesos, los céspedes habitan en las
pampas más altas en sitios con poca pendiente. Pero a diferencia de lo que sucede con
los pajonales, tienden a ser más abundantes cerca de las casas, lo cual está de acuerdo
con los trabajos que indican que los céspedes se mantienen en situaciones de alta
intensidad de uso ganadero.
Pajonales & aforamientos (v6). Al igual que los bosques de tabaquillo, esta
unidad se asocia a posiciones topográficas bajas en lugares con altas pendientes. A
diferencia de lo que sucede con los bosques, esta unidad no muestra ninguna relación
con la altitud ni con la distancia a los caminos. Interpretamos que los pajonales con
afloramientos reemplazan a los bosques en sitios donde el fuego ha eliminado casi
completamente la cobertura arbórea, y el pastoreo no permite su recuperación,
especialmente a mayores altitudes.
Erosión & afloramientos (v7). Se asocia a posiciones topográficas altas y sitios
con mucha insolación. Tiende a aumentar con la altitud, y se puede encontrar tanto en
sitios con poca pendiente como en sitios muy escarpados. Es más abundante cerca de las
fuentes de disturbio que lejos de éstas. Interpretamos que es una unidad que reemplaza a
los pajonales con afloramiento, al eliminarse el suelo y la vegetación por la acción
intensiva del ganado. Ese reemplazo se produce más fácilmente en las posiciones
topográficas altas, ya que los suelos son más frágiles y susceptibles.
Pavimentos de erosión (v8). Al igual que las áreas erosionadas con
afloramientos (v7), esta unidad se asocia a posiciones topográficas altas y sitios con
mucha insolación. Pero a diferencia de la unidad anterior, tiende a presentarse
únicamente en áreas poco escarpadas. Es más abundante cerca de las casas y los
caminos, indicando que el uso ganadero es un factor importante en la expansión de estos
pavimentos.

Simulación de máximo y mínimo disturbio


Finalmente, quisimos averiguar cómo sería el paisaje si durante toda su historia
hubiera tenido un impacto ganadero mínimo, y cómo sería si hubiese tenido un impacto
máximo. Para ello utilizamos los modelos matemáticos cuyos resultados explicamos en

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la sección anterior. Por medio de dichos modelos, extrapolamos para todo el paisaje la
situación lejos y cerca de las fuentes de disturbio. Es decir, hicimos mapas simulando
cómo sería el paisaje en su totalidad (teniendo en cuenta sus características físicas) si
toda el área hubiese tenido un disturbio similar al experimentado por las áreas muy
lejanas y muy cercanas de casas y caminos.
Encontramos que en una situación de mínima presión de pastoreo, el paisaje
estaría dominado por bosques, afloramientos, y pajonales tanto gruesos como finos (Fig.
1.2). Es notorio destacar que los bosques (considerando ambos tipos de bosques en
conjunto) ocuparían casi la mitad de la superficie, es decir, aproximadamente cuatro
veces más de lo que ocupan en la actualidad (Fig. 1.2). Las superficies erosionadas, en
cambio, ocuparían una porción relativamente baja del paisaje, y los céspedes serían casi
inexistentes.

35

Erosion & afloramiento (v7)


30
Pajonal & afloramiento (v6)
25

20
Area (%)

Pajonal fino (v4)


15

10 Césped (v5)
Pavimento de erosión (v8)
5 Bosque abierto (v2)
Pajonal grueso (v3)
0 Bosque cerrado (v1)
Baja Presente Alta
Presión de pastoreo acumulada

Figura 1.2: Proporción (%) ocupada por cada unidad de vegetación (ver
descripción en Tabla 1) cuando se simula una baja presión de pastoreo
acumulada, cuando se considera la situación presente, y cuando se simula una
alta presión de pastoreo acumulada.

Por lo contrario, en una situación de máxima presión de pastoreo (Fig. 1.2), el


paisaje estaría dominado por afloramientos, pajonales finos y áreas erosionadas, con una
proporción relativamente alta de céspedes. Los bosques y los pajonales gruesos en
cambio, serían casi inexistentes. Es importante destacar que en conjunto, las áreas de
roca casi pura (unidades v7 y v8) ocuparían cerca del 40 % de la superficie. Si a ello le

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sumamos la roca descubierta de los afloramientos rocosos naturales de la unidad v6,


encontramos que el paisaje resultante tendría una superficie vegetada bastante más baja
que el paisaje actual.

CONCLUSIONES
• El disturbio asociado al ganado modificó, y probablemente seguirá modificando,
substancialmente la configuración del paisaje en el área de estudio.
• Las comunidades más perjudicadas por la presión ganadera intensiva y los
fuegos asociados al manejo son los bosques de tabaquillo, y en menor medida
los pajonales.
• La presión ganadera intensiva, en cambio, promueve la expansión de pedregales,
pavimentos de erosión y céspedes.
• Por estas razones, la conservación de los céspedes, comunidades de alta
diversidad alfa, representa un cierto conflicto con la conservación de los bosques
de tabaquillo y los suelos, que son indispensables para la conservación de los
recursos hídricos.
• Debido a este conflicto, también evidenciado en estudios a otras escalas, los
efectos del manejo ganadero dentro del Parque deben ser cuidadosamente
monitoreados.
• Los resultados de esta etapa del monitoreo ponen en duda la existencia de un
piso superior de pastizales determinado por el clima, y sugieren fuertemente que
estos pastizales son en gran parte comunidades sucesionales mantenidas por el
fuego y las actividades ganaderas.

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PARTE 2. CAMBIOS EN LA VEGETACIÓN A ESCALA DE PAISAJE (ANÁLISIS


2001-2006)

METODOLOGÍA

Mapa base de vegetación (2001)


El mapa de base de la vegetación de la Reserva Hídrica Provincial Pampa de
Achala y Parque Nacional Quebrada del Condorito se realizó utilizando un recorte de
una imagen LANDSAT-TM, path-row 229-082, del 02-01-2001. El recorte se geo-
referenció a la proyección Gauss-Krüger (faja 3), sobre la base de cartas topográficas
1:50.000 y toma de puntos en el campo con GPS. Se utilizó el algoritmo del vecino más
próximo y el tamaño de píxel se transformó a 30 x 30 m. Se trabajó con el área por
arriba de los 1700 m.
Se definieron 8 unidades principales de vegetación (Tabla 1.1) en función de la
fisonomía, composición florística, relevancia para el manejo, y capacidad de la imagen
satelital para reconocerlas. Esto último se detectó a través de diversos análisis
estadísticos que relacionaron información de campo en 100 sitios puntales con la
reflectancia en los mismos sitios (Cingolani et al., 2004). Los algoritmos de
clasificación supervisada producían errores importantes en la clasificación de estas
unidades, tales cómo confundir bosques de Polylepis con céspedes de Alchemilla. Sin
embargo, los análisis estadísticos indicaban que estas unidades eran potencialmente
discriminables, o sea, tenían una diferencia en reflectancia pequeña, pero
estadísticamente significativa. Por ello se ideó una forma distinta de clasificación, que
sólo tiene en cuenta las diferencias en reflectancia relevantes para la diferenciación de
cada clase. Esta clasificación estuvo basada en los resultados de un Análisis
Discriminante, a partir del cual se derivaron funciones de clasificación (Cingolani et al.,
2004, Tabla 2.1).

Mapa de vegetación del 2006


Utilizamos una imagen satelital TM del 9 de diciembre de 2006 para realizar un
mapa de vegetación actualizado (utilizando las mismas unidades de vegetación) de la
Unidad de Conservación. Co-registramos espacialmente la imagen del 2006 con la

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imagen de enero del 2001 sobre la cual se hizo el mapa base. Buscamos puntos
análogos en ambas imágenes, sobre los cuales calculamos las funciones de
transformación de la imagen comparación. Utilizamos el algoritmo del vecino más
próximo.

Tabla 2.1: Funciones lineales de clasificación utilizadas para cartografiar las 8 unidades
principales del mapa de vegetación de la Reserva Hídrica y Parque Nacional.
Unidad de Vegetación
Banda v1 v2 v3 v4 v5 v6 v7 v8
Banda 1 25.96 25.12 24.30 24.71 24.37 25.47 26.15 25.22
Banda 2 -6.14 -5.41 -4.67 -5.53 -4.60 -5.12 -4.21 -3.83
Banda 3 -0.98 -2.03 -1.53 -1.56 -2.44 -2.85 -2.53 -0.70
Banda 4 0.31 1.51 1.53 2.14 2.82 2.11 0.92 -0.45
Banda 5 -0.98 -1.11 -1.03 -0.79 -1.09 -1.33 -1.21 -1.66
Banda 71 12.32 12.48 12.53 12.65 12.65 12.54 12.14 11.90
Banda 82 -5.51 -5.54 -5.99 -6.35 -6.01 -5.22 -4.94 -4.17
NDVI 272.39 34.95 66.49 -40.06 -102.83 -73.89 139.68 410.63
Constante -1540.75 -1532.74 -1545.61 -1578.05 -1600.61 -1576.75 -1621.34 -1603.23
1
Térmica, 2equivalente a la banda 7 de una imagen TM.
Nota: para realizar la clasificación, a cada píxel de la imagen se le deben aplicar las 8 funciones, y luego
asignarle la clase con la cual se obtenga el valor más alto.

Realizamos la co-registración atmosférica de la imagen del 2006 con la imagen


2001. Para ello seleccionamos 200 puntos que sabemos que no han cambiado en su
cobertura, y tomamos la reflectancia en todas las bandas de dichos puntos, para ambas
imágenes. Luego, para cada banda espectral, se hizo una regresión lineal, de tal manera
de obtener una función de transformación que convierta la imagen del 2006 en un
equivalente espectral de la imagen 2001.
Finalmente, clasificamos la imagen del 2006, utilizando los mismos algoritmos
que los usados para el mapa base (Tabla 2.1). Debido a que la imagen del 2006 es de
aproximadamente un mes antes que la imagen del 2001, la co-registración atmosférica
no las pudo igualar completamente. Por este motivo, en la imagen 2006 aparecieron
muchos pajonales gruesos (v3) clasificados como bosques de Polylepis cerrados y
abiertos (v1 y v2). Para resolver este problema, transformamos todos los pixeles que en
el año 2001 eran pajonales gruesos y en el año 2006 fueron clasificados como bosques
(v1 y v2) en pajonales gruesos (v3). Durante el verano 2007-2008 realizamos recorridos
de campo para constatar el mapa 2006. Fueron necesarios alrededor de 20 viajes de
campo, ya que debido al mal tiempo, muchos viajes fueron poco fructíferos. Estos

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recorridos se hicieron conjuntamente con el relevamiento florístico (ver informe a nivel


de comunidad).

Análisis de datos
Cálculo de indicadores
Para cada fecha, se calculó la proporción de cada unidad de vegetación en los
diferentes potreros del Parque Nacional, así como diferentes zonas de la Reserva
Nacional, y tres zonas geográficas de la Reserva Hídrica: norte, centro y sur. A partir de
estos datos, y teniendo en cuenta los valores promedio de diferentes tipos de cobertura
para cada unidad (Cingolani et al., 2004), se calculó la proporción en cada potrero/zona
de cada comunidad vegetal.
Con estos datos, se construyeron tres índices, utilizando la misma lógica que en
el análisis a nivel de comunidad.

Índice de césped

IC = (CE-PF-PG) x 100
CE+PF+PG

siendo: CE, proporción de céspedes en el potrero; PF: proporción de pajonal fino en el


potrero; PG: proporción de pajonal grueso en el potrero.
Este índice cuantifica la relación entre las comunidades de césped y las
comunidades de pajonal del potrero, independientemente de cuanto haya de otros tipos
de cobertura. Un valor de cero indica que existe la misma proporción de céspedes que
de pajonales, mientras que valores negativos indican una mayor proporción de pajonales
que de céspedes, y valores positivos indican mayor proporción de céspedes. Los casos
extremos (-100 y 100) indican que no hay céspedes y pajonales respectivamente. No
hubo casos en que ambos tipos de cobertura estuvieran ausentes.
En el Parque Nacional, que está dominado por pajonales, un aumento de este
índice en el tiempo indica que hay una apertura del pajonal e implicaría una tendencia al
aumento de la diversidad del paisaje. Una disminución indica un avance de la paja sobre
el césped, con una tendencia a la disminución de la diversidad y a la acumulación de
biomasa muerta y en pie. Fuera del Parque Nacional, donde los pajonales son más

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escasos, un aumento de este índice puede señalar una pérdida de diversidad y un riesgo
de degradación incipiente.

Índice de leñosas

IL = (BT+PAx0.2+HE-PF-PG-CE-PAx0.8) x 100
BT+PAx0.2+HE+PF+PG+CE

siendo: BT, bosque de tabaquillos, PA, pajonal arbustivo; HE, helechal, PF, pajonal
fino; PG, pajonal grueso; CE, césped. Los helechales se consideran junto con las
comunidades de leñosas porque suelen estar asociados a las mismas.
Al igual que antes, valores cercanos a cero indican una proporción similar de
vegetación leñosa (y tipos de cobertura asociadas) y vegetación herbácea, mientras que
valores menores o mayores a cero indican una mayor proporción de herbáceas o leñosas
respectivamente.
Un aumento de este índice señala que las leñosas avanzan sobre la vegetación
herbácea, y es indicador de un aumento de la diversidad beta, ya que existen
proporcionalmente pocas situaciones con abundantes especies leñosas (Cingolani et al.,
2004). Asimismo, es indicador de una tendencia hacia la recuperación de los bosques.
Una disminución de este índice, por lo contrario, indica una pérdida de diversidad beta y
un mayor retardo en la recuperación de los bosques.

Índice de superficie descubierta

ISD = (SDES-SCUB) x 100


SDES+SCUB

siendo: SDES, la suma de toda la superficie descubierta (incluyendo suelo desnudo y


roca) y SCUB, la suma de toda la superficie cubierta por vegetación.
Valores cercanos a cero indican una proporción similar de superficie cubierta y
descubierta, mientras que valores negativos indican una mayor proporción de superficie
cubierta, y valores positivos, una mayor proporción de superficie descubierta. Un
aumento de este índice señala un avance de la erosión por sobre la superficie con
vegetación, mientras que una disminución del índice señala una tendencia a la
recuperación de la cobertura.

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Comparación de ambos mapas


Se analizaron los cambios en los tres índices para 6 categorías de manejo: (0) áreas sin
ganado; (1) pastoreo rotativo con cargas anuales bajas (0.08 - 0.19 UG/ha útil); (2)
pastoreo continuo con cargas anuales bajas (0.13 - 0.19); (3) pastoreo rotativo con
cargas anuales altas (0.21 - 0.28); (4) pastoreo continuo con cargas anuales altas (0.23 -
0.29); (5) Reserva Nacional; (6) Reserva Provincial. Las categorías de 0 a 4 son potreros
o áreas dentro del Parque Nacional. Para la Reserva Nacional y Provincial se
desconocen las cargas y los manejos exactos, pero en general, las cargas son moderadas
y altas. Se realizaron ANOVAS para comparar entre las 6 categorías. Se excluyeron los
potreros menores a 100 hectáreas porque en general fueron difíciles de categorizar.

RESULTADOS
En los Anexos 1 y 2 se incluyen los dos mapas (2001 y 2006). En la base de datos
adjunta se detallan los valores de los índices para cada potrero/zona analizada. A
continuación, se describe como variaron los tres índices para cada tipo de manejo.

Índice césped
En los Potreros del Parque Nacional, el índice de césped se mantuvo constante o
disminuyó (Fig. 2.1), pero en ningún caso aumentó. Esto indica que hubo una tendencia
al avance de la paja sobre el césped. Para el caso de los potreros sin carga, la
disminución del índice fue baja, debido a que ya en el año de base (2001), la proporción
de césped era muy baja. Por eso resulta difícil que baje más aún, especialmente en
magnitudes detectables a esta escala. Algo muy similar sucedió en los potreros rotativos
con carga baja. En cambio, en los potreros con uso continuo y cargas bajas, el índice de
césped era relativamente alto en el año base, y su disminución fue importante. Esto
señala que las cargas bajas no detienen el avance de los pajonales. Para los potreros del
Parque Nacional con cargas altas se detectó una pequeña disminución de los céspedes
en relación a los pajonales, incluso en el caso de los potreros con pastoreo continuo, que
comenzaron con un índice relativamente alto. Es decir que las cargas altas pueden
demorar el avance de los pajonales, pero no producen un aumento del césped. En la
Reserva Nacional, que en general se maneja con cargas moderadas y altas (aunque
desconocemos el manejo exacto en todos lados) hubo un avance muy pequeño de los

Marzo 2008 45
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céspedes. En la Reserva Provincial se detectó un avance mayor de los céspedes,


posiblemente asociado a cargas altas en muchas zonas, y en algunos casos, al uso del
fuego.

Índice de leñosas
Las leñosas aumentaron en los potreros/zonas sin ganado y en los potreros/zonas
con bajas cargas, mientras que en las situaciones con carga alta se mantuvieron
constantes o tuvieron una tendencia a disminuir. No hubo una relación significativa con
el valor del año base (2001). Además, se detecta una tendencia a que, ante cargas
anuales medias similares, el manejo rotativo permite una mayor recuperación de leñosas
que el manejo continuo.

10

5
Cambio en el índice de césped

-5 -20

Indice de césped (2001)


-10
-40

-15

-20 -60

Sin Rotativo Continuo Rotativo Continuo RN RHPA


ganado Carga Carga Carga Carga
baja baja mod-alta mod-alta

Figura. 2.1: Barrar rojas: cambio en el índice de césped para diferentes manejos en la UC.
Línea negra: valores promedio del índice de césped en el año base (2001). Las diferencias
fueron significativas entre el valor de cambio más negativo (continuo carga baja) y el valor de
cambio más positivo (RHPA).

Índice de superficie descubierta


La superficie descubierta disminuyó en los potreros/zonas del Parque Nacional
sin herbivoría, y también en la Reserva Nacional. En los demás casos, el índice
permaneció relativamente constante y no hubo diferencias entre usos. No hubo una
relación con el valor del año base. No se conoce el manejo de la Reserva Nacional en su

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totalidad, por lo cual es difícil interpretar las causas de la recuperación diferencial en


estas situaciones.

Interpretación de los resultados


En general, los resultados coinciden con lo encontrado a nivel de comunidad.
Las mayores diferencias se encuentran en la Reserva Provincial y en la Reserva
Nacional, porque en estos casos, la representatividad del análisis a nivel de comunidad
es baja, ya que sólo se analizaron unas pocas áreas pilotos. Con la comparación de
mapas, en cambio, se analizan las áreas completas.

6
Cambio en el índice de leñosas

Indice de leñosas (2001)


0 -40

-60
-2

-80
-4

Sin Rotativo Continuo Rotativo Continuo RN RHPA


ganado Carga Carga Carga Carga
baja baja mod-alta mod-alta

Figura 2.2: Barras rojas: cambio en el índice de leñosas para diferentes manejos en la UC.
Línea negra: valores promedio del índice de leñosas en el año base (2001). Las diferencias entre
los valores más altos y los valores más bajos fueron significativas.

En las situaciones con carga baja y nula, los pajonales avanzaron, mientras que
en situaciones con cargas moderadas y altas, el índice de césped se mantuvo constante.
El único caso de un aumento claro del índice de césped fue en la Reserva Provincial,
donde posiblemente se sigue utilizando el fuego en algunas zonas. Estos resultados,
conjuntamente con los obtenidos a nivel de comunidad, sugieren que el pajonal no
puede reducirse sólo con cargas altas. Sin embargo, las cargas altas permiten mantener
las proporciones de pajonal y césped relativamente constantes.

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2
Cambio en el índice de superficie descubierta

Indice de superficie descubierta (2001)


0
0

-2 -20

-40

-4
-60

-6 -80

Sin Rotativo Continuo Rotativo Continuo RN RHPA


ganado Carga Carga Carga Carga
baja baja mod-alta mod-alta
Figura 2.3: Barras rojas: cambio en el índice de superficie descubierta para diferentes manejos
en la UC. Línea negra: valores promedio del índice de superficie descubierta en el año base
(2001). Las diferencias entre los valores más altos y los valores más bajos fueron significativas.

Las leñosas aumentaron en las áreas sin carga y con cargas bajas, en particular
cuando los potreros tienen descanso en parte del año. Esto coincide con lo encontrado
en el análisis a nivel de comunidad, y confirma que para que los bosques se recuperen
es necesario eliminar el ganado o mantenerlo a cargas bajas y con descansos.
Se encontró una tendencia al aumento de la superficie con vegetación en los
sitios clausurados al ganado, en coincidencia con lo encontrado a nivel de comunidad.

CONCLUSIONES
• Las cargas altas necesarias para mantener los céspedes producen degradación del
suelo e impiden la recuperación de los bosques.
• El manejo rotativo con descansos puede ser una alternativa que permita
recuperar las especies leñosas y al mismo tiempo mantener estabilizada la
relación césped/pajonal.
• La cobertura vegetal muestra una tendencia a la recuperación en situaciones de
exclusión ganadera.
• El fuego controlado podría ser una opción de manejo, pero es necesario realizar
experimentos y mediciones.
• En general, los resultados a nivel de paisaje coinciden con los obtenidos a nivel
de comunidad, pero es necesario tomar unos años más de datos, y realizar un

Marzo 2008 48
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análisis integrado de ambos niveles, para confirmar todas las tendencias


encontradas.

Marzo 2008 49
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Marzo 2008 50
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mountains of Córdoba, Argentina? Forest Ecology and Management, 219, 229-


241.

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ANEXO 1

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ANEXO 2

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CAPITULO II: MONITOREO DE LA VEGETACIÓN A NIVEL DE


COMUNIDAD Y MONITOREO DE PASTIZALES

AUTORES: Cingolani, A.M.; Vaieretti, M.V.; Giorgis, M.A.; Gurvich, D.E.; Cabido,
M.; Tecco, P.A.; von Muller, A.R. & Renison, D.

OBJETIVOS

• Generar una propuesta para el manejo de pastizales que permita incrementar los
niveles de biodiversidad y disminuir el riesgo de incendio minimizando los
impactos ambientales negativos.
• Obtener un plan de monitoreo a escala de potrero con indicadores claros de las
tendencias del sistema bajo distintos manejos. (Medición de indicadores de la
biodiversidad, de acumulación de biomasa y de erosión)
• Propiciar ámbitos de participación y reflexión conjunta con los ganaderos
vecinos en función de acordar un uso ganadero compatible con la conservación
en la Reserva Hídrica Provincial Achala, y en la medida de lo posible intentar
una mejora en la eficiencia de producción de carne y lana.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, la mayor parte del piso superior de vegetación de las Sierras


Grandes de Córdoba está dominado por pastizales y roquedales, que en muchos casos
son de origen antrópico. A partir de la introducción del ganado, las altas presiones de
pastoreo y pisoteo, junto con el fuego utilizado como herramienta de manejo, han
causado en gran parte del área una pérdida de los bosques originarios y su reemplazo
por pastizales y por áreas de roca expuesta (Renison et al., 2006, Cingolani et al., 2007).
Debido a la dominancia de pastizales y roquedales, el monitoreo a nivel de comunidad
fue realizado principalmente sobre estas comunidades, aunque incluimos algunas áreas
de bosques abiertos y arbustales de tabaquillo (Polylepis australis). Los sitios que aún
conservan bosques cerrados han sido incluidos dentro del monitoreo de bosques de
tabaquillo, y también dentro del monitoreo a nivel de paisaje.
Debido a la extinción de los grandes herbívoros nativos (principalmente
guanacos), el sistema perdió un componente importante de su funcionamiento
(Cingolani et al., 2003, 2007, García et al., 2007). Por ello, al crearse el Parque

Marzo 2008 54
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Nacional Quebrada del Condorito se decidió conservar el ganado doméstico en algunas


áreas, a cargas bajas y moderadas, para reemplazar, al menos parcialmente, la función
que cumplían los herbívoros nativos (APN 2007). Por eso resulta importante evaluar
comparativamente la evolución de las comunidades en situaciones con exclusión del
ganado, situaciones en las cuales se conservó el ganado dentro del Parque, y situaciones
que continúan con el manejo tradicional, fuera del Parque.

METODOLOGÍA

Manejos evaluados

A partir de los años 2003 y 2004 se implementaron sistemas de pastoreo


estacional y continuo bajo diferentes cargas (en su mayor parte de bovinos) en las áreas
Ensenadas y Trinidad del Parque Nacional con el fin de evaluar con qué tipo de manejo
es posible cumplir más efectivamente con los objetivos de conservación del Parque
(APN 2007). La implementación se hizo a través de convenios de herbivoría con los
productores vecinos. En este informe presentamos los resultados de la evaluación de los
cambios en la vegetación entre setiembre de 2004 y setiembre de 2007. Además de
evaluar diferentes manejos dentro del Parque Nacional, hemos evaluado dos potreros
representativos sin ganadería (dentro del Parque) y tres áreas bajo manejo tradicional,
fuera del Parque Nacional (Cingolani & Ferioli 2006, Tabla 1, Fig. 1).

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Tabla 1: Potreros del Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Hídrica Provincial de Achala para los cuales estamos realizando un monitoreo de la
vegetación a nivel de comunidad. Se indica la superficie de cada potrero, la superficie útil (es decir descontando la roca) y la carga anual promedio durante el
período evaluado. Además, para los potreros con uso estacional se indica la carga de los períodos en los cuales los potreros tienen animales y la época de uso y
el tipo de animales.

Potrero SupTotal Sup. Útil Carga anual Carga época Tipo de


(ha) (ha) Set 04 – Set 07 estacional3 animales
Trinidad 1T1 607 414 ug 114 - todo el año vacas
ug/ha 0.27 caballos
3T 258 230 ug 55 - todo el año vacas
ug/ha 0.24 caballos
4T2 242 150 ug 21 - todo el año vacas
ug/ha 0.14 llamas4
5T 199 182 ug 35 - todo el año ovejas
ug/ha 0.19 llamas
6T 266 242 ug 40 - todo el año vacas
ug/ha 0.16 caballos
7T 793 577 ug 0 - sin sin
ug/ha 0.00 animales animales
8T 875 696 ug 203 - todo el año vacas
ug/ha 0.29 caballos
9T 1019 227 ug 127 333 julio- vacas
ug/ha 0.17 0.46 octubre5 caballos
10T 1073 865 ug 217 - todo el año ovejas
ug/ha 0.25 vacas/caballos
11T 573 437 ug 37 339 junio vacas
ug/ha 0.08 0.77 caballos
12T 1035 783 ug 60 332 abril-mayo vacas
ug/ha 0.08 0.42 caballos

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(Continuación…)
Ensenadas 1E 226 123 ug 26 - todo el año vacas
ug/ha 0.21
3E 70 61 ug 13 122 diciembre- ovejas
ug/ha 0.21 1.99 enero6 vacas/caballos
4E 256 207 ug 58 103 julio- vacas
ug/ha 0.28 0.50 diciembre caballos
5E 239 588 ug 45 104 enero-junio vacas
ug/ha 0.24 0.55 caballos
6E 733 559 ug 0 - sin sin
ug/ha 0 animales animales7
7E 1453 1027 ug 204 - todo el año ovejas
ug/ha 0.20 vacas/caballos
Fuera PN CS (st) 794 528 ug 138 291 diciembre- vacas
ug/ha 0.26 0.55 julio caballos
RP1 (c) s/d s/d ug s/d s/d s/d vacas
ug/ha 0.258 caballos
RP2 (g) s/d s/d ug s/d - todo el año ovejas
ug/ha 0.398 vacas/caballos

1
Incluye los antiguos potreros 1 y 2; 2 Incluye los antiguos potreros 4 y NN; 3Promedio de los meses durante los cuales el potrero tiene animales; 4Si bien según
los convenios este potrero no ha tenido ovejas, se ha encontrado mucho bosteo de estos animales en las parcelas evaluadas, posiblemente porque los animales
se pasan del potrero 5T; 5Algunos años ha habido algunos caballos durante todo el verano o incluso durante todo el año; 6Si bien el pico de carga es durante
diciembre y enero, durante el resto del año, a partir del 2005, hubo 3 caballos; asimismo, en las parcelas evaluadas hubo mucho bosteo de oveja, ya que están
cerca de los corrales de las casas; 7En este potero se mantienen unos pocos caballos durante el año; 8Valores estimados a partir del bosteo medido alrededor de
la parcela.

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E1
E5 RP1
E6 E4
E3

CS E7

T7
T1
T3

T5 T6 T9
T4

T8
T11

T10 T12

Figura 1: Parque Nacional (en blanco) y Reserva Nacional


(rosado), con los nombres de los diferentes potreros o áreas
evaluadas en el presente monitoreo (Tabla 1). El área RP2
no se incluye en el mapa por estar más al norte, en la zona
de los Gigantes.

Metodología de campo: diseño de monitoreo y mediciones

Parcelas permanentes

En el año 2004 marcamos 142 parcelas de 4 x 4 m repartidas en los potreros y


situaciones descriptas en la tabla 1. En los años siguientes (2005 y 2006) marcamos
parcelas adicionales, hasta llegar a un total de 200 (VER SIG Programa de Monitoreo).

Marzo 2008 58
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Presentamos acá los resultados obtenidos para las primeras 142 parcelas, es decir, los
cambios ocurridos en tres años, ya que es el tiempo mínimo necesario para comenzar a
detectar tendencias definidas en la vegetación y en la erosión del suelo.
Para cada parcela, hicimos mediciones iniciales de pendiente, exposición, altitud
sobre el nivel del mar, posición topográfica y profundidad del suelo. Además, en las
parcelas que tenían bordes de erosión con una zona de contacto entre la roca y el suelo
(aproximadamente la mitad de las parcelas), pintamos una línea, de longitud variable
según las características de la parcela, para hacer un seguimiento del avance de los
bordes y consiguiente pérdida de suelos (Anexo 1).
Una vez por año (a partir del 2004), durante el mes de setiembre, realizamos
distintas mediciones en las parcelas. Por un lado, estimamos la utilización de la parcela
a través de la frecuencia de bosteo de sus alrededores. Para ello tiramos al azar 50 veces
un cuadrado de 30 x 30 cm y registramos la cantidad de veces que se encuentra bosta de
cada tipo de animal doméstico. Por otro lado, estimamos el porcentaje ocupado por
distintos tipos de cobertura, que han demostrado ser adecuados como indicadores de la
diversidad y del estado de degradación del suelo (Tabla 2, planilla de campo en Anexo
2). Finalmente, en las parcelas en las cuales se pintó una línea, medimos con una regla
la distancia entre la línea pintada y el borde del escalón, cada 25 cm de borde. El tiempo
necesario para realizar los muestreos fue de aproximadamente 20 días de campo por
año, dos o tres personas por día.

Pajas finas Incluyen las gramíneas en penacho Deyeuxia hieronymi,


Festuca tucumanica, Festuca hieronymi y otras de menor
abundancia
Pajas gruesas Se trata de la gramínea en penacho Poa stuckertii
Graminoides perennes Incluyen gramíneas cortas, como Piptochaetium montevidiense
o Eragrostis lugens, y otras monocotiledóneas de hojas finas
como Eleocharis albibracteata o Carex fuscula
Graminoides anuales Principalmente Muhlenbergia peruviana
Dicotiledóneas bajas Incluyen especies como Alchemilla pinnata o Eryngium
agavifolium, E. nudicaule y otras
Tabaquillo Polylepis australis, de forma arbustiva o arbórea
Otras leñosas y sufrútices Incluyen especies tales como Berberis hieronymi, Satureja spp,
Gaultheria poeppigii, y otras.
Broza La mayor parte es de paja fina y gruesa.
Musgos
Líquenes
Suelo desnudo
Roca expuesta por Se trata de áreas rocosas relativamente planas, por debajo del
erosión y pedregullo nivel del suelo (esto se observa en muchas áreas en las cuales
quedan remanentes de suelo, formando escalones).

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Afloramientos Se trata de áreas rocosas naturales, que se elevan generalmente


por encima del nivel del suelo.
Tabla 2. Tipos de cobertura estimados en el campo.

Análisis de datos: cálculo de indicadores

A partir de los datos tomados en el campo, calculamos cinco índices que


representan las características más importantes de las comunidades vegetales y la
integridad de los suelos. Los primeros cuatro índices varían entre -100 y 100. El quinto
índice es siempre un valor positivo.

Índice de césped

IC = (GP+GA+D-PF-PG-B) x 100
GP+GA+D+PF+PG+B

siendo: GP, graminoides perennes; GA, graminoides anuales; D, dicotiledóneas bajas;


PF, paja fina; PG, paja gruesa; B, broza.
Este índice cuantifica la relación entre especies formadoras de céspedes (GP,
GA y D) y especies formadoras de pajonal (PF y PG, además de broza) de la parcela,
independientemente de cuanto haya de otros tipos de cobertura. Un valor de cero indica
que existe la misma proporción de césped que de pajonal, mientras que valores
negativos indican una mayor proporción de especies de pajonal que de especies de
césped, y valores positivos indican mayor proporción de especies de césped. Los casos
extremos (-100 y 100) indican que no hay especies formadoras de césped y de pajonal,
respectivamente. No hubo casos en que ambos grupos de especies estuvieran ausentes.
Cuando este índice tiene valores cercanos a cero la cantidad de especies de la
parcela es máxima (Anexo 3). Es decir que para sitios dominados por pajonal, un
aumento del índice de césped en el tiempo señala que hay una apertura del pajonal e
implicaría una tendencia al aumento de la diversidad alfa (Cingolani et al., 2003),
mientras que una disminución señala un avance de la paja sobre el césped, con una
tendencia a la disminución de la diversidad y a la acumulación de biomasa muerta y en
pie. Sin embargo, para los sitios dominados por césped, un aumento de este índice
señala una disminución de la diversidad.

Índice de leñosas

Marzo 2008 60
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IL = (T+OL+HE-PF-PG-GP-GA-D-B) x 100
T+OL+HE+PF+PG+GP+GA+D+B

siendo: T, tabaquillos, OL, otras leñosas y sufrútices; HE, helechos, PF, pajas finas; PG,
pajas gruesas; GP, graminoides perennes; GA, graminoides anuales; D, dicotiledóneas
bajas; B, broza. Los helechos se consideran junto con las leñosas porque suelen estar
asociados a las mismas.
Al igual que antes, valores cercanos a cero indican una proporción similar de
vegetación leñosa (y tipos de cobertura asociadas) y vegetación herbácea, mientras que
valores menores o mayores a cero indican una mayor proporción de herbáceas o leñosas
respectivamente.
Un aumento de este índice señala que las leñosas avanzan sobre la vegetación
herbácea, y es indicador de un aumento de la diversidad beta, ya que existen
proporcionalmente pocas situaciones con abundantes especies leñosas (Cingolani et al.,
2004). Asimismo, es indicador de una tendencia hacia la recuperación de los bosques.
Una disminución de este índice, por lo contrario, indica una pérdida de diversidad beta y
un mayor retardo en la recuperación de los bosques.

Índice de superficie descubierta

ISD = (SDES-SCUB) x 100


SDES+SCUB

siendo: SDES, la suma de toda la superficie descubierta (incluyendo suelo desnudo y


roca) y SCUB, la suma de toda la superficie cubierta por vegetación vascular (pajas,
graminoides, etc.), así como musgos, líquenes y broza.
Valores cercanos a cero indican una proporción similar de superficie cubierta y
descubierta, mientras que valores negativos indican una mayor proporción de superficie
cubierta, y valores positivos, una mayor proporción de superficie descubierta. Un
aumento de este índice señala un avance de la erosión por sobre la superficie con
vegetación, mientras que una disminución del índice señala una tendencia a la
recuperación de la cobertura.

Índice de degradación

ID = (GA+MUS+LIQ+SD-VVP)

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(GA+MUS+LIQ+SD+VVP)

siendo: GA: graminoides anuales; MUS; musgos, LIQ, líquenes; SD: suelo desnudo;
VVP: vegetación vascular perenne.
Este índice señala la degradación de la superficie que aún conserva suelo (es
decir, sin tener en cuenta la proporción de roca). Esta degradación es evidenciada por el
aumento de suelo desnudo, musgos, líquenes y vegetación anual. Valores positivos del
índice implican que hay una mayor proporción de estas categorías de vegetación que de
vegetación vascular perenne. Valores negativos indican lo contrario.
Un aumento del índice señala un aumento de la degradación. Una disminución
señala una tendencia a la recuperación. Se calculó para complementar el índice anterior,
suponiéndose que éste sería más sensible a los cambios a corto plazo.

Índice de avance de la erosión

Para las parcelas en las cuales se pintó una línea, se promediaron los valores de
distancia (cm) medidos cada 25 m, entre la línea pintada y el contacto con el suelo. Este
promedio, para todas las parcelas, tuvo un valor muy cercano a cero en el año 2004
cuando se midieron por primera vez. A medida que pasó el tiempo estos valores o bien
aumentaron, o bien permanecieron constantes. En algunos casos, se detectó que algunos
pequeños segmentos de la línea pintada se habían tapado, y eso se consideró como cero.
Es decir que el índice permite estimar el avance de la erosión, pero no la recuperación.
Esto significa que cuando hay una recuperación, se detecta como un "no avance".

Análisis de datos: evaluación de los cambios en los indicadores

Para evaluar los cambios en el tiempo para cada parcela, calculamos la pendiente
de la regresión lineal entre el valor de cada índice en función del tiempo. Es decir que el
valor de cambio obtenido representa el cambio del índice en promedio, sobre una base
anual. Esto significa que, por ejemplo, un cambio en alguno de los índices (por ejemplo
el índice de césped) de "+10" significa que por cada año los céspedes aumentaron un 5
% y los pajonales disminuyeron un 5 %, pero no con respecto al total de la parcela, sino
con respecto al total de la superficie cubierta por césped+pajonal. Es decir que en los 3
años evaluados la superficie de césped aumentó en un 15 %, y la del pajonal disminuyó

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en un 15 % (por ejemplo, el césped pasó de tener un 50 % a tener un 65% y el pajonal


de un 50 a un 35 % de la superficie ocupada por la suma de ambos tipos de cobertura).

RESULTADOS

En un análisis exploratorio de los datos, encontramos que los cambios en los


cuatro primeros índices fueron muy dependientes de la estructura inicial de la
comunidad. Por ello clasificamos las parcelas en cuatro tipos (Fig. 2, Tabla 3), según la
abundancia inicial de los distintos tipos de cobertura, y luego analizamos los cambios
producidos dentro de cada uno de estos tipos.
1. Pajonal arbustivo. Se trata de pajonales con leñosas, afloramientos rocosos y roca
expuesta por erosión. Es un grupo bastante variable.
2. Césped degradado. Se trata de céspedes con roca expuesta por erosión (muchas veces
se trata de parcelas marcadas en el límite entre la roca expuesta y el césped), líquenes,
suelo desnudo y alta cobertura de graminoides anuales.
3. Pajonal. Dominan las pajas finas y/o gruesas, con poca abundancia de otros tipos de
cobertura.
4. Césped no degradado. Dominan graminoides perennes y dicotiledóneas, poca paja
fina y gruesa, poco suelo desnudo, musgos y líquenes. En general no tienen roca
expuesta ni afloramientos.

Dentro del Parque Fuera del Parque


1. Pajonal arbustivo 12 3
2. Césped degradado 14 4
3. Pajonal 65 8
4. Césped no degradado 30 6
TOTAL 121 21
Tabla 3: Número de parcelas dentro y fuera del Parque, en los cuatro tipos de vegetación
(total 142).

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100%

90%

80%
Roca expuesta (erosión)
70% suelo desnudo, liquenes y musgos
Afloramiento rocoso
Cobertura

60%
Leñosas
50%
Graminoides anuales
40% Dicotiledóneas
30% Graminoides perennes
Pajas gruesas y finas
20%

10%

0%
1 2 3 4

Tipos de vegetación
Figura. 2: Tipos de cobertura promedio para los 4 tipos de vegetación (1- Pajonal
arbustivo, 2- Césped degradado, 3- Pajonal, 4- Césped no degradado) en los cuales
clasificamos las parcelas evaluadas.
Tendencias generales dentro y fuera del Parque Nacional

El índice de césped, en promedio, disminuyó tanto adentro como afuera del


parque, en casi todos los tipos de vegetación. Esto significa que en general hubo un
avance de la paja por sobre el césped. El avance fue más importante en los céspedes no
degradados (tipo de vegetación 4), tanto afuera como adentro del Parque. Sólo para los
pajonales arbustivos (tipo 1) se encontró un aumento en el promedio de este índice,
dentro del Parque. Es decir que en dichos casos, las especies de césped aumentaron en
relación a las especies de pajonal. En el caso de los pajonales (tipo 3), dentro del
Parque, el cambio promedio fue prácticamente cero, lo cual quiere decir que no hubo un
avance neto ni de las especies de césped, ni de las de pajonal (Fig. 3a).
El índice de leñosas no cambió diferencialmente en los distintos tipos de
vegetación, ni fuera del Parque ni en comparación con las parcelas ubicadas dentro del
Parque (Fig. 3b). Es decir que hubo tanto aumentos como disminuciones en el índice, en
todas las situaciones. Sin embargo, para los pajonales arbustivos se encontró una
tendencia (aunque estadísticamente no fue significativa) de las leñosas a aumentar
dentro del Parque, y a disminuir afuera del mismo. Para los otros tipos de vegetación,
los valores de cambio son prácticamente cero, es decir, que las leñosas se mantuvieron
constantes (en general, ausentes, ya que estos tipos tienen una cobertura nula o
despreciable de leñosas).
El índice de superficie descubierta en general disminuyó, indicando una
tendencia generalizada a la recuperación de cobertura vegetal. La única excepción
fueron los céspedes degradados fuera del Parque, dónde se encontró una tendencia al

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aumento de la degradación. Sin embargo, ninguna de estas tendencias fue


estadísticamente significativa (Fig. 3c).
El índice de degradación en general disminuyó, indicando una tendencia general
a la recuperación de la vegetación vascular perenne. La recuperación fue mayor en los
céspedes degradados (tipo 2) que en los otros tipos de vegetación. En los céspedes no
degradados (tipo 4) hubo, incluso, una leve tendencia al aumento de la degradación
(Fig. 3d).
El índice de avance de la erosión tuvo un aumento promedio de 0.5 cm,
considerando el total de las 67 parcelas medidas, pero no fue diferente adentro del
Parque que afuera.

10 1.0
a) b)
Cambio en el Indice de césped

Cambio en Indice de leñosas

0.5
0

0.0

-10
-0.5
Fuera del Parque Nacional
Dentro del Parque Nacional

-20 -1.0
1 2 3 4 1 2 3 4
2 10
c)
Cambio en el Indice de sup.desc.

d)
Cambio Indice de degradación

0 0

-1

-2 -10

-3

-4 -20
1 2 3 4 1 2 3 4
Tipo de vegetación Tipo de vegetación

Figura. 3: Cambio en los índices de (a) césped, (b) leñosas, (c) superficie descubierta y (d)
degradación. Valores negativos indican una disminución en el tiempo del valor promedio del
índice, mientras que valores positivos indican un aumento en el tiempo del valor del índice. En
(a) tanto las diferencias entre tipos de vegetación como las diferencias entre el Parque y fuera
del Parque fuerano significativas, en (b) y en (c) ninguna diferencia fue significativa, y en (d) las

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diferencias entre tipos de vegetación fueron significativas, pero las diferencias entre adentro y
afuera del Parque no.

Tendencias detalladas bajo distintos manejos

Para interpretar en mayor detalle los cambios en función del manejo, para cada
potrero hemos utilizado diferentes variables, promediadas para los tres años (setiembre
2004 hasta setiembre 2007): carga media anual, carga otoño-invierno (abril-setiembre),
carga sólo del invierno (julio-setiembre), carga primavera-verano (octubre-marzo),
carga sólo del verano (diciembre-febrero), variabilidad de la carga (calculada como el
desvío estandard de las cargas mensuales) y carga máxima. Además, consideramos el
promedio por potrero de la frecuencia de bosteo alrededor de la parcela. Tuvimos en
cuenta tres variables: bosteo total (para el cual se sumaron las frecuencias de los tipos
de animales, ponderando por el valor de unidades ganaderas que representan), bosteo
sólo vacuno, y bosteo sólo ovino.
Cabe destacar que a nivel de potrero, el promedio del bosteo medido alrededor
de las parcelas (promediado por potrero) se asocia muy bien con la carga media del
potrero (R = 0.69), pero representa con mayor precisión la situación de las parcelas en
estudio, y de este modo, complementa el dato de carga.
A continuación, analizamos en detalle cada uno de los índices y sus cambios en
los distintos potreros, e interpretamos dichos cambios en función del manejo de los
potreros.

Índice de césped

Tal como ya hemos visto, este índice disminuyó en la mayoría de los casos, es
decir que el avance de la paja sobre los céspedes fue bastante generalizado. Sin
embargo, hubo aumentos del índice en algunas situaciones (Fig. 4): (a) En el pajonal
arbustivo en una de las clausuras, donde hubo un importante aumento. Sin embargo,
este valor corresponde a una única parcela, en la cual se observó un aumento importante
de la abundancia de Sorghastrum pellitum, una especie muy consumida por el ganado.
Se trata de un sitio muy rocoso donde el avance de la paja se ve dificultado. (b) En
algunos pajonales (tipo 3) y pajonales arbustivos (tipo 1) de potreros con pastoreo
continuo y estacional de vacas y caballos, pero sin ovejas.

Marzo 2008 66
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En el resto de las situaciones, se encontró o bien una disminución, o bien un


valor no diferente de cero. En particular, la disminución del índice (es decir el avance de
la paja) fue especialmente importante en todos los céspedes no degradados. Los valores
más altos de avance de paja se encontraron en los potreros clausurados al ganado, lo
cual coincide con lo esperado.
Sin embargo, para ningún tipo de vegetación hubo una relación consistente de la
carga media del potrero con el valor de cambio del índice (Tabla 4, Fig. 5). Las únicas
relaciones consistentes que se encontraron fueron con la carga del potrero en la estación
de mayor sequía, es decir, entre julio y setiembre y con el bosteo ovino alrededor de las
parcelas (Tabla 4). Estas relaciones se encontraron para todos los tipos de vegetación,
con excepción del pajonal (tipo 3) en el caso de la carga de invierno, y del césped no
degradado (tipo 4) en el caso del bosteo ovino. Estos resultados implican que el avance
de la paja sobre el césped se ve frenado más (e incluso en unos pocos casos revertido)
en los sitios que tienen alta carga durante los meses de julio a setiembre
(independientemente de la carga que tengan el resto del año). El otro factor que influye,
es la presencia de ovejas. Aparentemente, estos animales no sólo no impiden el avance
de la paja, sino que parecen favorecerlo.

1- Pajonal 2- Césped 3- Pajonal 4- Césped no


arbustivo degradado degradado
Carga media 0.02 -0.08 -0.24 0.09
Carga primavera-verano (oct-mar) 0.34 0.28 0.00 -0.09
Carga otoño-invierno (abr-set) 0.34 0.41 -0.07 0.27
Carga verano (dic-feb) 0.21 0.18 0.02 -0.28
Carga invierno (jul-set) 0.45 0.56 0.02 0.39
Variabilidad de la carga (desv-st) 0.36 0.23 0.03 -0.13
Carga máxima 0.33 0.40 0.03 -0.29
Bosteo total1 -0.19 -0.25 -0.27 -0.18
Bosteo bovino -0.24 -0.28 -0.23 0.02
Bosteo ovino -0.48 -0.51 -0.53 -0.20
Tabla 4: Correlación entre promedios de carga (de los 3 años) y los cambios en el índice
de césped por potrero. Se señalan en negrita las correlaciones más importantes (en general
P < 0.15).1Para calcular el bosteo total se hace una suma ponderada de todos los tipos de
bosta, según los correspondientes equivalentes vaca.

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a) Pastoreo todo el año (sin ovejas) b) Pastoreo estacional (sin ovejas)


Clausura Clausura 0.16
Cambio (índice de césped)

0.21 0.24 0.27 0.29 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25 0.26
20 20

10 10

0 0

-10 -10

-20 -20
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST

Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
c) Pastoreo todo el año (con ovejas)
Clausura Clausura 0.14 0.19
Cambio (índice de césped)

0.20 0.25 0.39


20

10
Pajonales arbustivos (1)
Céspedes degradados (2)
0 Pajonales (3)
Céspedes no degradados (4)

-10

-20
6E 7T 4T 5T 7E 10T G

Potreros (en orden de carga creciente)

Figura 4: Cambio en el índice de césped para cada tipo de vegetación, en los distintos potreros
en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio del cambio es
muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese tipo de
vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y ordenados
según carga promedio anual creciente.

Índice de leñosas
Tal como ya se observó en el análisis más general, este índice varió poco en el
período estudiado (el valor de cambio calculado por potrero no fue mayor o menor a 6 o
-6 respectivamente, Fig. 5). El tipo de vegetación que mostró los cambios más
importantes fue el pajonal arbustivo, que es el que tiene mayor abundancia de leñosas.
Para los otros tipos de vegetación, muchas parcelas no cambiaron (valor de cambio
igual a cero) debido a que directamente, no tuvieron leñosas en ninguna de las fechas
(es decir que el índice de leñosas fue en todas las fechas igual a -100).
En los pajonales arbustivos (tipo 1) se observa una tendencia de los potreros con
cargas nulas, bajas y moderadas (potreros 7T, 1E y 12T) a aumentar las leñosas (con
excepción de una de las clausuras, 6E, donde el índice disminuyó), y con cargas altas a

Marzo 2008 68
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disminuir las leñosas (potreros 8T y G). Una excepción fue el área "C", con una carga
alta, pero que mostró un aumento del índice de leñosas.
Los céspedes degradados y los céspedes no mostraron cambios importantes,
siendo los valores de cambio en todos los casos, muy cercanos a cero. Para el caso de
los pajonales, también en la mayor parte de los casos los valores fueron cercanos a cero,
excepto en un potrero bajo pastoreo continuo, con cargas moderadas (1E).
Dado que el único tipo de vegetación que tuvo cambios relativamente
importantes fue el pajonal arbustivo, sólo analizamos la correlación entre el manejo y
los cambios para ese tipo de vegetación (Tabla 5). No hubo ninguna tendencia, pero si
se elimina el potrero clausurado (6E), que tuvo un comportamiento no esperado para
una clausura (una disminución del índice de leñosas), la tendencia fue negativa para
todas las variables de carga, es decir que a mayor carga, mayor disminución de leñosas,
y a menor carga, un aumento de leñosas, confirmando las tendencias que se observaban
visualmente en la Fig. 5. En particular, las variables que tuvieron la correlación más alta
fueron la carga media del potrero y la carga de la época seca.

a) Pastoreo todo el año (sin ovejas) b) Estacional (sin ovejas)


6 6
Clausura Clausura 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25
Cambio (índice de leñosas)

0.16 0.21 0.24 0.27 0.29 0.26

4 4

2 2

0 0

-2 -2

-4 -4

-6 -6
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST

Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
Pastoreo todo el año (con ovejas)
6
Cambio (índice de leñosas)

Clausura Clausura 0.14 0.19 0.20 0.25 0.39


4

2
Pajonales arbustivos (1)
Céspedes degradados (2)
0
Pajonales (3)
Céspedes no degradados (4)
-2

-4

-6
6E 7T 4T 5T 7E 10T G

Potreros (en orden de carga creciente)

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Figura 5: Cambio en el índice de leñosas para cada tipo de vegetación, en los distintos potreros
en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio del cambio es
muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese tipo de
vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y ordenados
según carga promedio anual creciente.

Todos Sin 6E
Carga media -0.12 -0.56
Carga primavera-verano (oct-mar) 0.02 -0.42
Carga otoño-invierno (abr-set) -0.04 -0.53
Carga verano (dic-feb) 0.00 -0.34
Carga invierno (jul-set) -0.16 -0.56
Variabilidad de la carga (desv-st) 0.01 -0.16
Carga máxima 0.17 -0.24
Bosteo total1 -0.08 -0.50
Bosteo bovino 0.03 -0.36
Bosteo ovino -0.31 -0.52
Tabla 5. Correlación entre el cambio del índice de leñosas
promediado por potrero y las variables de manejo (promedio de
los 3 años) para el pajonal arbustivo. Se señalan en negrita las
correlaciones más importantes (en general P < 0.15). Los demás
tipos de vegetación no se consideraron porque la mayor parte de
los valores de cambio son igual a cero. En la segunda columna,
las mismas correlaciones, pero eliminando el potrero 6E.1Para
calcular el bosteo total se hace una suma ponderada de todos los
tipos de bosta, según los correspondientes equivalentes vaca.

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Índice de superficie descubierta

Para este índice, el cambio en general fue negativo para casi todos los potreros y
tipos de vegetación (Fig. 6). Es decir que como ya hemos visto, hay una tendencia a la
recuperación. Sólo en los céspedes degradados de un potrero con carga relativamente
alta dentro del Parque Nacional (8T) se encontró un cambio positivo (aumento de la
degradación) importante. Para el caso de los pajonales arbustivos, se observa que en las
situaciones de pastoreo continuo o sin pastoreo hay una tendencia al aumento de la
degradación, mientras que en las situaciones de pastoreo estacional hay una tendencia
(independiente de la carga) a la disminución de la degradación (Fig. 6). Esta tendencia
difícil de explicar se corroboró a través de las correlaciones. Estas correlaciones
mostraron que la recuperación es mayor cuánto más variabilidad existe en la carga
(mayor desvío estandard de la carga), y cuánto mayor es la carga máxima. Valores altos
de ambas variables indican que se trata de pastoreo estacional (Tabla 6).
El resto de las correlaciones encontradas en relación al manejo también muestran
tendencias difíciles de explicar. Tanto para los pajonales (tipo 3) como para los
pajonales arbustivos (tipo 1) hay una tendencia mayor a la recuperación a medida que se
aumenta la carga. Sólo para los céspedes no degradados (tipo 4) se encontró la
tendencia contraria, es decir que la mayor carga produce un aumento de la degradación.
Para los céspedes degradados no se encontró ninguna tendencia.

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Pastoreo todo el año (sin ovejas) Estacional (sin ovejas)


10 10
Cambio (índice de sup.desc.)

Clausura Clausura 0.16 0.21 0.24 0.27 0.29 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25 0.26

5 5

0 0

-5 -5

-10 -10

-15 -15
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST

Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
Pastoreo todo el año (con ovejas)
10
ce de sup.desc.)

Clausura Clausura 0.14 0.19 0.20 0.25 0.39

0
Pajonales arbustivos (1)
Céspedes degradados (2)
(índice

Pajonales (3)
Cambio (índi

-5 Céspedes no degradados (4)

-10

-15
6E 7T 4T 5T 7E 10T G

Potreros (en orden de carga creciente)

Figura. 6: Cambio en el índice de superficie descubierta para cada tipo de vegetación, en los
distintos potreros en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio
del cambio es muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese
tipo de vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y
ordenados según carga promedio anual creciente.

1- Pajonal 2- Césped 3- Pajonal 4- Césped no


arbustivo degradado degradado
Carga media -0.32 0.05 -0.36 0.12
Carga primavera-verano (oct-mar) -0.28 -0.06 -0.11 -0.14
Carga otoño-invierno (abr-set) -0.50 0.01 -0.36 0.40
Carga verano (dic-feb) -0.08 -0.04 0.10 -0.34
Carga invierno (jul-set) -0.56 0.10 -0.43 0.43
Variabilidad de la carga (desv-st) -0.87 -0.24 0.23 -0.06
Carga máxima -0.81 -0.07 0.06 -0.15
Bosteo total1 -0.20 -0.12 -0.08 -0.10
Bosteo bovino -0.14 -0.08 -0.28 0.05
Bosteo ovino -0.04 -0.21 0.27 -0.08
Tabla 6. Correlación entre promedios de carga (de los 3 años) y los cambios en el índice
de superficie descubierta por potrero. Se señalan en negrita las correlaciones más
importantes (en general P < 0.15).1Para calcular el bosteo total se hace una suma
ponderada de todos los tipos de bosta, según los correspondientes equivalentes vaca.

Marzo 2008 72
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Índice de degradación

Este índice también señaló una tendencia generalizada hacia la recuperación de


la vegetación, es decir, disminuyó en la mayor parte de los potreros y tipos de
vegetación. Sólo los céspedes no degradados mostraron una tendencia consistente a
aumentar la degradación, en particular en los potreros con mayores cargas (Fig. 7).

Pastoreo todo el año (sin ovejas) Estacional (sin ovejas)


Cambio (índice de degradación)

15
Clausura Clausura 0.16 0.21 0.24 0.27 0.29 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25 0.26
10 10

5
0 0

-5
-10 -10

-15
-20 -20

-25
-30 -30

-35
-40 -40
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST

Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
Pastoreo todo el año (con ovejas)
Cambio (índice de degradación)

Clausura Clausura 0.14 0.19 0.20 0.25 0.39


10

-10 Pajonales arbustivos (1)


Céspedes degradados (2)
Pajonales (3)
-20
Céspedes no degradados (4)

-30

-40
6E 7T 4T 5T 7E 10T G

Potreros (en orden de carga creciente)

Figura. 7: Cambio en el índice de degradación para cada tipo de vegetación, en los distintos
potreros en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio del
cambio es muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese
tipo de vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y
ordenados según carga promedio anual creciente.

Las correlaciones con las variables de manejo indican que a mayor carga (sobre
todo carga de otoño-invierno y carga media), menor recuperación o incluso cierto
aumento de la degradación para el caso de los céspedes no degradados (Tabla 7 y Fig.
7). Las tendencias son consistentes y si se elimina el potrero E6 son todavía más fuertes.

Marzo 2008 73
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1- Pajonal 2- Césped 3- Pajonal 4- Césped no


arbustivo degradado degradado
Carga media 0.48 0.32 -0.23 0.49
Carga primavera-verano (oct-mar) 0.70 0.37 0.06 0.31
Carga otoño-invierno (abr-set) 0.68 0.47 -0.20 0.52
Carga verano (dic-feb) 0.58 0.33 0.20 0.02
Carga invierno (jul-set) 0.72 0.30 -0.38 0.44
Variabilidad de la carga (desv-st) 0.37 0.32 0.22 -0.04
Carga máxima 0.46 0.35 0.06 -0.11
Bosteo total1 0.30 0.45 0.06 0.28
Bosteo bovino 0.27 0.38 -0.08 0.31
Bosteo ovino -0.25 0.11 0.16 0.19
Tabla 7. Correlación entre promedios de carga (de los 3 años) y los cambios en el índice
de degradación por potrero. Se señalan en negrita las correlaciones más importantes (en
general P < 0.15).1Para calcular el bosteo total se hace una suma ponderada de todos los
tipos de bosta, según los correspondientes equivalentes vaca.

Índice de avance la erosión

Para este índice no analizamos cada potrero por separado, porque el número total
de parcelas en las cuales se midió este índice fue bajo, y por lo tanto, muchos potreros
tenían sólo una o dos parcelas. Por eso, comparamos entre cuatro intensidades de carga.
Sitios sin animales, con cargas bajas, medias y altas. En las parcelas ubicadas en
potreros sin animales, la erosión se mantuvo estable, es decir que el avance fue
prácticamente nulo. En cambio, en las parcelas ubicadas en potreros con animales, se
detectó un avance de más de 0.5 cm en promedio. Estos promedios fueron muy
similares en sitios con cargas bajas, medias y altas. Sin embargo, cuando se considera la
proporción de parcelas que tuvo avances de más de 1cm en promedio, los sitios de
cargas altas tuvieron mayores valores que los sitios con media y baja carga (Fig. 8).

Interpretación

En general, se encontró un aumento de la paja por sobre el césped, y una


tendencia a la recuperación de la cobertura en general, y también de la vegetación
vascular perenne. Estas tendencias generalizadas se podrían atribuir a la disminución de
los fuegos. En el Parque Nacional, desde que se tomó posesión de las tierras, se ha
realizado un estricto control de incendios. En las tierras privadas posiblemente la
difusión realizada por el Plan Provincial de Manejo del Fuego, que incluye amenazas de

Marzo 2008 74
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castigos, disuadió a los productores de quemar los pastizales, que es una práctica
tradicional utilizada para producir un rebrote verde de la paja en la época seca de
escasez forrajera.

0.7

0.6
Avance de la erosión (cm)

0.5
15 %

0.4

0.3
9%
6%
0.2

0.1 0%

0.0
Sin ganado Carga baja Carga moderada Carga alta
(0.00) (0.08 – 0.19) (0.20 – 0.26) (0.27 – 0.40)
Figura 8: Avance promedio de los bordes de erosión en parcelas
ubicadas en potreros con carga nula, baja, moderada y alta. Los
sitios sin ganado difirieron significativamente de los restantes. El
porcentaje escrito dentro de las columnas indica el número de
parcelas donde se detectaron avances mayores a 1 cm en
promedio.

Hemos observado que la mayor carga en el invierno contiene el avance de la


paja, e incluso puede producir cierto avance del césped, pero al mismo tiempo, impide
la recuperación de la superficie degradada y en algunos casos incluso promueve un
aumento de la degradación. Estos cambios se deben a que el mayor consumo de paja, en
particular de paja fina (Festuca spp y Deyeuxia hieronymi), se da hacia fines del
invierno y, además, es la estación en la cual el suelo está menos protegido por
vegetación, en particular en los céspedes (tanto los degradados como los no
degradados). Esta falta de protección es la que posiblemente está determinando un
aumento de la degradación.
Asimismo, hemos observado que la mayor carga, tanto anual como invernal,
promueve una disminución de las leñosas y las cargas bajas, en cambio, promueven un
aumento de las mismas. Esto coincide con todos los estudios que señalan que el
consumo de tabaquillo es alto durante todo el año, aunque en invierno es mayor (Teich
et al., 2005, Teich 2006, Giorgis en prep.). Asimismo, es posible que otras leñosas,
aunque no consumidas, se vean afectadas por el daño mecánico que pueden ejercer los
animales al caminar.

Marzo 2008 75
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Por otro lado, encontramos que en los potreros con mayor carga de ovejas, el
avance de las pajas es mayor. Es posible que esto se deba a que las ovejas no comen
pajas, ni siquiera en la estación de mayor escasez, y en cambio comen los pastos
formadores de céspedes hasta muy cerca del suelo, dañándolos considerablemente.
El índice de superficie descubierta fue el único que respondió de forma poco
esperable y difícil de explicar, ya que en los dos tipos de pajonales muestran una
tendencia a disminuir con mayor carga. En los céspedes no degradados, en cambio, se
observa la tendencia esperable, que es a una mayor recuperación cuanto menor carga.
El índice de avance de los bordes de erosión muestra claramente que bajo
exclusión ganadera la erosión se detiene.
Si bien muchas de estas tendencias son bastante claras, es necesario más tiempo
de monitoreo, que permita el análisis de las 200 parcelas, para llegar a conclusiones
definitivas

CONCLUSIONES

• En general, los pajonales avanzaron sobre los céspedes, pero el avance fue
menor con alta carga en invierno y sin ovejas.
• Las leñosas tienden a aumentar con cargas bajas o nulas, y a disminuir con
cargas altas, tanto anuales como invernales.
• En general, hubo una recuperación de la superficie vegetada, que fue mayor con
cargas bajas o nulas en el otoño y en el invierno.
• Bajo exclusión ganadera, el avance de la erosión se detiene.
• Todas estas tendencias son preliminares y deben ser confirmadas con algunos
años más de observación, y la inclusión de las 200 parcelas de monitoreo.
• Todas estas tendencias coinciden en líneas generales con lo observado en el
monitoreo a nivel de paisaje.

Marzo 2008 76
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BIBLIOGRAFÍA

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Condorito. Resultados 2003-2005 y propuesta de manejo 2006-2008. Informe
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CINGOLANI, A.M., CABIDO, M., RENISON, D. & SOLÍS-NEFFA, V. (2003) Combined
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RENISON, D., HENSEN, I., SUAREZ, R. & CINGOLANI, A.M. (2006) Cover and growth
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Marzo 2008 77
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mountains of Córdoba, Argentina? Forest Ecology and Management, 219, 229-


241.

Marzo 2008 78
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ANEXO 1. Ejemplos de líneas pintadas sobre la roca para medir el avance de la erosión

Parcela 53 (16-10-04) Parcela 113 (7-10-04)

Parcela 67 (28-9-06) Parcela 21 (13-10-06)

Marzo 2008 79
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ANEXO 2. Planilla de campo utilizada para medir los datos necesarios para calcular los indicadores a nivel de comunidad

Sitio Nº Potrero Pendiente (%)


Fecha Latitud: Orientación
Longitud: WGS / CI
Operador Altitud Tamaño cuadrado 4x4 m
Suelo: muy húmedo seco Topografía: valle / ladera baja / Observaciones
húmedo muy seco l. media / l.alta / cumbre convexa /
medio pampa
Cobertura tipos de vegetación (%) pueden sumar más de 100 (Broza-SD-Ped-Roca no se superp.)
Pajas finas Hierbas altas Musgos
Pajas gruesas (poa) Helechos Broza
Graminoides peren Arbustos/Cactus Suelo Desnudo
Gramin anuales Tabaquillo/Maitén Pedregullo
Hierbas bajas Líquenes Roca (nat/eros)
Atura vegetación (máx en 25 x 25 cm) Altura tabaquillos / Número de tabaquillos:

Bosteo FREC/50 Vaca Caballo Oveja Llama Cabra


nº deposiciones

Sin Laminar Escalones Escalones Cárcava


erosión (muy tenue) incipientes consolidados (cm a m -
< 5 cm - transversales (5-40 cm transversales) longitudinal)
V/P (pintada) V/P (no pintada) V/V o V/S
Largo escalones (cm)

Marzo 2008 80
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Tipo
Distancia 1
Distancia 2
Distancia 3
Altura (cm)
s.desnudo
musgos
líquenes
veget anual
veget peren

Tipo
Distancia 1
Distancia 2
Distancia 3
Altura (cm)
s.desnudo
musgos
líquenes
veget anual
veget peren

Herbivoría S. pell Carex Poa Dey

Marzo 2008 81
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ANEXO 3. Relaciones entre el índice de césped y la diversidad alfa

Durante los meses de diciembre de 2007 a marzo de 2008 (20 días de campo)
se hizo un relevamiento de la composición florística de las parcelas, y se
relacionaron los valores del índice de césped calculado para el año 2007 con la
cantidad de especies presentes en cada parcela. Este relevamiento se hizo
conjuntamente con los recorridos para corroborar el mapa de vegetación del año
2007 (ver informe del monitoreo a nivel de paisaje).
En la figura se puede observar que el valor máximo de riqueza se encuentra
en las parcelas con un valor del índice cercano a cero, es decir, con proporciones
similares de especies de céspedes y especies de pajonal.

60

50
Riqueza de especies

40

30

20

Céspedes no degradados (4)


10
Pajonales (3)

Céspedes degradados (2)

0 Pajonales arbustivos (1)


-100 -50 0 50 100

Indice de Césped

Riqueza = -0.0016xIndiceCésped2 + 0.049xIndiceCésped + 40.718


R2 = 0.3923

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CAPITULO III: MONITOREO DE LOS BOSQUES DE TABAQUILLO


(POLYLEPIS AUSTRALIS)

AUTORES: Daniel Renison, Paula Marcora y Ricardo Suárez

PARTE 1: INFORMACIÓN DE BASE Y DIAGNÓSTICO INICIAL DEL ESTADO


DE CONSERVACIÓN DE LOS BOSQUES DE TABAQUILLO

OBJETIVO
• Proveer información de base y un diagnóstico inicial del estado de
conservación de los bosques de tabaquillo en la Unidad de Conservación
Parque Nacional Quebrada del Condorito y Reserva Hídrica Provincial
Pampa de Achala.

INTRODUCCIÓN
En las montañas de Sudamérica el tema de la influencia humana sobre las
características de los bosques de altura de Polylepis (en Córdoba llamado tabaquillo)
ha conducido a dos puntos de vista opuestos y muchas veces confrontados. Según
algunos autores, los bosques de tabaquillo en el límite superior de su distribución,
forman bosques densos con individuos de porte arbóreo únicamente en profundos
cañadones donde están más protegidos del viento y las heladas. En posiciones
topográficas expuestas, presumiblemente se retarda el crecimiento de los tabaquillos,
y cuando están presentes, producen muchas ramificaciones basales laterales,
formando matorrales (Enrico y col. 2004). Sin embargo, en las montañas de
Sudamérica, una larga historia de disturbios humanos conduce a la presunción de que
es este impacto humano el factor principal que explica la distribución y
características de los bosques de tabaquillo (Kessler 2002). Bajo esta interpretación,
los bosques densos y de porte arbóreo estarían en los grandes cañadones debido a
que allí se encuentran protegidos del impacto humano, es decir son lugares
inaccesibles para el ganado, los fuegos y la extracción de leña. Para realizar un
diagnóstico de los bosques en la actualidad, es importante determinar en que medida
las características del bosque de tabaquillo son producto de las actividades humanas

Marzo 2008 83
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y en que medida de la topografía. Aquí nuestro objetivo es proveer la información


de base y analizar los efectos de múltiples factores de impacto humano histórico y
del relieve local en el desarrollo de los bosques y matorrales de tabaquillo tomando
en cuenta (1) la cobertura de la copa de los árboles, (2) el tipo de crecimiento
dominante, (3) la estructura de los bosques en cuanto a la distribución de tamaños de
los árboles, (4) la regeneración del bosque y (5) estado de conservación de los suelos.
A partir de esa información se podrá realizar una interpretación de la condición de
nuestros bosques en la actualidad (diagnóstico inicial). No es el objetivo aquí
reportar contenidos relativos a la distribución y extensión de los bosques, ya que ello
se reporta en otra sección de este informe (ver Información de base y diagnóstico
inicial de la vegetación a nivel paisaje).
Los resultados aquí reportados están basados en el muestreo en 146 parcelas
que se establecieron en 5 cuencas hidrográficas entre marzo y diciembre del 2003.
Las cuencas incluyen en parte el Parque Nacional Quebrada del Condorito (46
parcelas) y las restantes 100 parcelas están en propiedades privadas de la Reserva
Hídrica Provincial Pampa de Achala o zonas vecinas más bajas. Los estudios de
cobertura de la copa de los árboles y del tipo de crecimiento dominante fueron
publicados en Renison y col. (2006). Los estudios de regeneración fueron publicados
en Renison y col. (2004) y Torres y col. (2008), la estructura de tamaños y el estado
de conservación de los suelos son datos inéditos.

METODOLOGÍA
Caracterización de las cuencas de estudio
Las cinco cuencas hidrográficas fueron seleccionadas por su diferente historia
de uso del suelo y porque representen tanto ríos que desaguan hacia el Este como
hacia el Oeste (Fig. 1).
Las cuencas pueden ordenarse por su grado de degradación de 1 a 5 según el
porcentaje de roca expuesta por erosión y el número de asentamientos humanos – lo
cual en las Sierras Grandes es un buen indicador de impacto humano a largo plazo.
Las características físicas y los indicadores del impacto humano en las cinco
cuencas del estudio, se resumen en la tabla 1.

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Establecimiento de las parcelas de estudio


La ubicación de las parcelas se seleccionó inicialmente en base a los permisos
obtenidos para los estudios de los distintos propietarios y utilizando SIG (Cingolani y
col., 2004). Elegimos al azar áreas dentro de propiedades donde teníamos permisos y
unidades de vegetación que supuestamente contenían bosques o matorrales
esparcidos (i.e. con una cobertura de P. australis generalmente >5%) y estratificamos
la muestra para obtener una distribución comparable en alturas (1400 a 2500 m
s.n.m.) y cuencas hidrográficas. En el campo, localizamos las parcelas usando GPS y
las seleccionamos para su muestreo cuando: (1) había por lo menos un individuo de
P. australis adulto de 2 m o más de alto, y (2) todos los individuos eran accesibles
para su medición. Este procedimiento excluyó parcelas en barrancas profundas, y
acantilados que eran inaccesibles sin implementos especiales para escalar. Cuando la
ubicación de la parcela seleccionada era inaccesible o sin árboles >2 m (N = 29),
trasladamos la ubicación de la parcela al área más próxima de 30 x 30 m que
satisfacía estos requerimientos. Aplicando este procedimiento establecimos 30
parcelas en cuatro de las cuencas. En la cuenca del río Mina Clavero establecimos
solamente 26 parcelas porque no pudimos encontrar 30 áreas adecuadas.
En cada parcela registramos: (1) el porcentaje cubierto por tabaquillo
(estimación visual, proyección de la cobertura del follaje/900 m2); (2) para todos los
ejemplares de P. australis más altos que 30 cm, la altura y el número de
ramificaciones basales (como indicativo del tipo de crecimiento de los matorrales);
(3) altura de todos los tabaquillos mayores a 30 cm, (4) en 10 subparcelas de 1 x 1 m
el número de plántulas menores a 5 cm; (5) estado de conservación del suelo como
roca expuesta por erosión, compactación del suelo y composición química; (6)
posición topográfica en tres categorías: 1. fondo de valles y pendientes bajas suaves
(en adelante llamados fondo de valle), 2. laderas medias, y 3. laderas altas y cumbres
convexas (en adelante llamados laderas altas); (7) altura sobre el nivel del mar; (8)
inclinación de la pendiente; (9) orientación de la pendiente; (10) porcentaje de
afloramientos rocosos naturales; y (11) incidencia del sol medido como la trayectoria
del sol no cubierto por montañas, afloramientos rocosos u otros obstáculos (en un
área plana sin obstáculos: 180 grados).

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1 3

Figura 1: Mapa de vegetación de la Unidad de Conservación donde se han señalado las


parcelas individuales y las cinco cuencas hidrográficas tomadas para el estudio y monitoreo
de los bosques de tabaquillo. 1. Mina Clavero; 2. Yuspe; 3. Condorito; 4. Los Molles; 5,
Santa Clara (en orden creciente de estado de conservación). Los bosques están representados
en azul (bosques ralos) y marrón (bosques densos).

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(1) M. (2) Yuspe (3) Condorito (4) Los Molles (5) Sta. Clara
Clavero
% de roca expuesta 34 31 14 7 7
2
Asentamientos humanos/km 0.65 0.51 0.09 0.21 0.02
% cobertura Polylepis 1 3 6 15 15
% afloraciones naturales 25 27 19 20 16
Área (ha) 8925 3899 20888 468 6057
Pendientes <10 % 29 37 62 <1 52
Pendientes 10-30 % 65 56 34 11 43
Pendientes > 30 % 6 7 4 89 4
Orientación general W E E W E
Potreros alambrados No Algunos Si No Si
Cargas ganaderas actuales Muy alto Alto No Moderado No
Registros de fuego Sin En 7 años, 16 Sin En 18 años, 3 fuegos Fuegos reiterados
informaci fuegos < 3-4 ha. información > 10 ha. desde 1960 a 1997.
ón
Parque Nacional desde 1997 No No Si No Si
Tabla 1: Datos sobre caracterización de cuencas obtenido con SIG (Cingolani y col., 2004).

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Evaluación del impacto antrópico


Los disturbios antrópicos del pasado son muy importantes para entender la
dinámica de bosques y medir la degradación ecológica. Idealmente, las cargas
ganaderas y eventos de fuego deberían conocerse durante varios siglos para entender
la cobertura actual de tabaquillo, que es el producto de influencias antropogénicas y
del medio durante varias generaciones de tabaquillos. Para entender el tipo de
crecimiento, es necesario un tiempo histórico menor, pues presumiblemente el
crecimiento es influenciado por el ambiente que afecta al árbol durante su período de
vida. Sin embargo, como en la mayoría de las montañas de Sudamérica, en las
montañas de Córdoba no están disponibles los registros completos sobre las cargas
ganaderas y fuegos. La construcción de potreros data desde principios del siglo
veinte, y es aún incompleta con > 25% de área dedicada a la ganadería sin
alambrados. Pocos propietarios tienen la voluntad de declarar las cargas ganaderas
pasadas, y virtualmente ningún propietario está dispuesto a indicar eventos de fuego,
ya que la quema de bosques es ilegal.
Como no hay registros sobre el impacto humano, lo sustituimos por
indicadores obtenidos de los mapas de vegetación y erosión (Cingolani y col., 2004).
Según el análisis, se usó como indicador del impacto humano: (1) la proporción de
roca expuesta por erosión en todas las unidades de vegetación exceptuando los
bosques, en cuadrados de 90 x 90 m alrededor de nuestras parcelas de estudio (en
forma similar a Renison y col., 2004; los bosques se descontaron para evitar un
razonamiento circular, porque protegen los suelos en un grado mayor que sectores
con tipos de vegetación abierta). En las montañas de Córdoba la roca expuesta por
erosión debería ser un buen indicador de presión de pastoreo durante tiempos
prolongados, ya que la presión de pastoreo (estimado a través de la deposición de
excrementos) y la proporción de suelo expuesto a la erosión están altamente
correlacionadas en estas montañas (Cingolani y col. 2003). También se usó (2) el
estado de degradación de la cuenca medido como proporción de roca expuesta y
número de establecimientos ganaderos (ver arriba la descripción de las cuencas), y
(3) la distancia a los establecimientos ganaderos. Esta distancia es un buen indicador
debido a que las actividades ganaderas generalmente son mayores cerca que lejos de
las casas (Cingolani y col. 2007).

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Las tres medidas de impacto humano integran el período completo de


pastoreo doméstico, i.e. desde el tiempo en que la ganadería fue introducida en las
montañas hasta el presente. Si bien algunos de estos indicadores no son
completamente independientes de la posición topográfica (Cingolani y col. 2003), al
considerar un área grande alrededor de nuestra parcela, incluimos varias posiciones
topográficas, minimizando el sesgo debido a esta causa.
El empleo del fuego era y posiblemente sigue siendo muy común en la cría de
ganado, y contribuye a la erosión del suelo al reducir la cobertura vegetal. Para
cuantificar los eventos de fuego en el corto plazo, registramos las cicatrices de fuego
en cada uno de los Polylepis encontrados dentro de las parcelas y asignamos un
código basado en la experiencia obtenida en Renison y col., 2002: 0. no presenta
cicatrices de fuego, 1. hay cicatrices, pero sin vestigios de carbón, 2. cicatrices con la
mayor parte de la superficie cubierta de corteza pero con vestigios de carbón, 3.
cicatrices abiertas con carbón en la superficie de las ramas principales, sin indicios
de fuego en las ramas menores, en el suelo generalmente se encuentra presente
madera quemada, 4. indicios de corteza quemada, cicatrices con carbón en las ramas
principales y menores, habiendo ocurrido el fuego probablemente en los últimos 2 o
3 años, 5. corteza quemada en las ramas principales y menores, habiendo ocurrido el
fuego dentro del último año. En el mejor de los escenarios, estos puntajes representan
eventos de fuego durante unas pocas décadas pasadas, de manera que sólo podemos
utilizar estos índices de impacto de fuego para explicar la arbustización (y no la
cobertura de Polylepis, estructura). Para determinar la influencia de la tala,
registramos si había evidencias de troncos o evidencia de ramas cortadas en la
parcela.

RESULTADOS

Impacto de fuego, ramoneo y tala


Las cicatrices de fuego estaban presentes en por lo menos un individuo de
tabaquillo en el 70% de las parcelas, indicando el extensivo uso del fuego que se
realiza en la zona. Afortunadamente, aún dentro de parcelas con fuegos muy
recientes, muchos árboles no presentaron cicatrices de fuego por estar protegidos por

Marzo 2008 90
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rocas o arroyos. El impacto de fuego difería entre cuencas y no aparecía relacionado


con el impacto humano de la cuenca, ya que el daño por fuego fue menor en las
cuencas de las categorías 2 y 3, y mayor en las cuencas 1, 4 y 5 (recordamos que
ordenamos las cuencas según su estado de conservación, siendo la 1 la peor y la 5 la
mejor). Las posiciones topográficas más altas tenían mayor proporción de cicatrices
que las posiciones más bajas (fondos de valles), lo cual seguramente es debido a que
los fuegos se propagan más fácilmente hacía arriba que hacía abajo. En cambio no se
encontraron asociaciones significativas entre las cicatrices de fuego y la altura sobre
el nivel de mar, inclinación y orientación de la pendiente y porcentaje de
afloramientos naturales.

Fotos donde se visualiza el ramoneo de los


tabaquillos en los potreros del parque
nacional con herbivoría doméstica a bajas
cargas. Se observa que el porcentaje de
consumo es casi el 100% de la producción
– a igual que con cargas más altas de la
ganadería tradicional

En absolutamente todas las parcelas encontramos evidencias de ramoneo por


ganado doméstico presente o pasado. En cambio, nunca encontramos troncos o ramas
cortadas u otros indicios de tala, sugiriendo que en la actualidad la tala no es un
problema de envergadura.

Cobertura de tabaquillos por parcela


La cobertura de tabaquillos por parcela varió entre < 1% al 95% con un
promedio de 21 % de cobertura (n = 146 parcelas). Las variables topográficas y de
impacto humano (en este caso la proporción de roca expuesta por erosión en los
alrededores de la parcela) que inciden sobre la cobertura del bosque son la altura

Marzo 2008 91
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sobre el nivel del mar con coberturas máximas a alturas intermedias de alrededor de
1850 m snm (Fig. 2). También se encontró una fuerte incidencia del impacto humano
sobre la cobertura del bosque, ya que en sitios muy impactados la cobertura era
menor que en los sitios más impactados, siendo esta tendencia más notoria en las
cuencas mejor conservadas (Fig. 3). Posiblemente el patrón sea menos marcado en
las cuencas degradadas debido a que en estas cuencas los bosques remanentes se
encuentran en sitios muy inaccesibles y el impacto humano ya no los afecta tanto. La
posición topográfica, el porcentaje de afloramiento de roca natural, la orientación de
la ladera y la incidencia del sol no tuvieron un efecto significativo en la cobertura de
bosque.

100 Y = -316.1 + 0.37*X - 0.0009*X^2


% cobertura de Polylepis

80

60

40

20

0
1200 1500 1800 2100 2400
Altura (m s.n.m.)
Figura 2: Porcentaje de cobertura de tabaquillo/parcela en
relación con la altura (m snm). La curva indica la mejor
aproximación al modelo cuadrático y la ecuación que mejor
describe la relación se encuentra en la parte superior de la
figura. Como se puede ver en la figura, el porcentaje de
cobertura es máxima alrededor de los 1850 m snm y
disminuye tanto hacia zonas más elevadas como más bajas.

Tipo de crecimiento del tabaquillo


El tipo de crecimiento (arbusto – árbol) se midió cómo número de
ramificaciones basales por individuo. Este varió entre 1 y 45, con un promedio de
2.95 (n = 3969 individuos medidos). No hubo correlación entre el porcentaje de
cobertura de bosque por parcela y el número promedio de ramificaciones
basales/parcela sugiriendo que la división que a veces se realiza entre bosquecillos y
matorrales de tabaquillo no tienen un límite claro sino que son un continuo. El
número de ramificaciones fue explicado por múltiples variables en combinaciones

Marzo 2008 92
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complejas y en ocasiones de difícil explicación. En los fondos de valles, los


tabaquillos tienen menos ramificaciones basales que las laderas medias y altas (Fig.
4) aunque ello pude deberse a que los fondos de valle también tienen menos fuegos
(ver resultados de fuegos) y los fuegos tienden a arbustizar a los tabaquillos. Las
cuencas difirieron en el número de ramificaciones basales, mostrando que las
cuencas con menos disturbios tendían a tener más ramificaciones basales (Fig. 5)
posiblemente porque en estas cuencas hay más cantidad de tabaquillos accesibles a
los disturbios cómo el fuego.
% Cobertura de Polylepis

% Cobertura de Polylepis
100 100
Cuenca 1 Cuenca 2

raíz(y) = 3.23-0.02*X raíz(y) = 3.33-0.03*X


50 50

0 0
0 20 40 60 0 20 40 60
Índice de impacto humano Índice de impacto humano
% Cobertura de Polylepis

% Cobertura de Polylepis

100 100
Cuenca 3 Cuenca 4

raíz(y) = 5.45-0.07*X raíz(y) = 7.05-0.18*X


50 50

0 0
0 20 40 60 0 20 40 60
Índice de impacto humano Índice de impacto humano
% Cobertura de Polylepis

100
Cuenca 5
raíz(y) = 7.55-0.24*X

50

0
0 20 40 60
Índice de impacto humano
Figura 3: Porcentaje de cobertura de tabaquillo/parcela en relación con el
impacto humano medido como porcentaje de roca expuesta por erosión del
suelo, para cinco cuencas clasificadas según el estatus de conservación desde
la peor (1) hasta la mejor (5).

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El número de ramificaciones basales fue mayor cuando hubo más cicatrices


de fuego, pero esta asociación fue significativa solamente en las cuencas 2 y 4 (Fig.
6). Adicionalmente, hubo mayor número de ramificaciones basales a mayor número
de cicatrices en individuos ubicados en laderas pero esta relación no se encontró para
individuos en fondos de valles (Fig. 7).
El número de ramificaciones basales también se asoció con la altura sobre el
nivel del mar interactuando con la posición topográfica. En los fondos de valles, el
promedio del número de ramificaciones basales decreció con la altura sobre el nivel
del mar, mientras que la tendencia opuesta se observó para las laderas medias (Fig.
8).

5 B B
Ramificaciones basales

4 A

0
Fondos Laderas Laderas
de valle medias altas

Figura 4: Promedio ± ES del número de


ramificaciones basales por
tabaquillo/parcela en tres posiciones
topográficas. El número de ramificaciones
basales no difiere entre individuos ubicados
en laderas medias y altas y es mayor que el
de individuos en fondos de valle.

5
Ramificaciones basales

C
4 BC
B B
3 A

0
1 2 3 4 5
Cuenca

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Figura 5: Número promedio ± ES de las


ramificaciones basales por tabaquillo/parcela
para cada cuenca según el estatus de
conservación desde la peor (1) a la mejor (5).
Diferentes letras sobre las barras indican
diferencias significativas.

Ramificaciones basales
Ramificaciones basales

10 10
Cuenca 1 Cuenca 2
8 8 Raíz(y) = 1.58+0.10*X
6 6
4 4
2 2
0 0
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego Índice de impacto del fuego
Ramificaciones basales

Ramificaciones basales

10 10
Cuenca 3 Cuenca 4
8 8 Raíz(y) = 1.60+0.17*X
6 6
4 4
2 2

0 0
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego Índice de impacto del fuego
Ramificaciones basales

10
Cuenca 5
8
6
4
2
0
0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego
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Figura 6: Número de ramificaciones basales por tabaquillo/parcela en relación con el


índice de impacto de fuego para 5 cuencas de las montañas de Córdoba. Las líneas de
tendencias indican la mejor aproximación a la raíz cuadrada del número de
ramificaciones basales. Las líneas se dibujaron solamente cuando la relación era
significativa (P = 0.05).

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10 10

Ramificaciones basales
Fondos de valle

Ramificaciones basales
8 8 Laderas medias
6 6
4 4

2 2

0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego Índice de impacto del fuego

10
Ramificaciones basales
Laderas altas
8
6
4
2

0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego

Figura 7: Número de ramificaciones basales por tabaquillo /parcela en relación con el índice
de impacto de fuego para fondos de valles, laderas medias y altas. Las líneas de tendencias
como en la figura 5.

Medimos un total de 3952 tabaquillos mayores a 30 cm (N = 146 parcelas), y


la densidad promedio fue de 300 individuos/ha. En su conjunto, la distribución en
tamaños de los tabaquillos presentó una forma de curva en J invertida (Fig. 9), con
muchos individuos pequeños y progresivamente menos individuos más grandes,
registrándose la mayor altura en un individuo de 14 m.

10 10
Fondos de valle Laderas medias
Basal ramifications
Basal ramifications

8 raíz(y) = 2.26-(3.5-4*X) 8 raíz(y) = 0.16-(8.4-4*X)


6 6
4 4
2 2
0 0
1200 1500 1800 2100 2400 1200 1500 1800 2100 2400
Altura (m s.n.m.) Altura (m s.n.m.)

10
Laderas altas
Basal ramifications

8
6
4
2
0
1200 1500 1800 2100 2400
Altura (m s.n.m.)

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Figura 8: Número de ramificaciones basales por tabaquillo /parcela en relación con la altura
(m s.n.m.) para fondos de valles, laderas medias y altas. Las líneas de tendencias como en la
figura 5.
Este tipo de curva indica que en su conjunto las Sierras Grandes tiene un
patrón de nacimientos, crecimientos y mortalidades de tabaquillos que no presenta
grandes fluctuaciones (las cuales se notarían cómo clases de tamaña supernumerarias
y otras sub-representadas).

Foto. Tabaquillo con múltiples fustes producto de reiteradas quemas.

300

250
Individuos por ha.

200

150

100

50

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Clase de tamaño

Marzo 2008 98
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Figura 9: Histograma del número de individuos por hectárea en


función de su clase de tamaño en base a 146 parcelas distribuidas en
5 cuencas hidrográficas. Las clases de tamaño son en cm: (1) 30-
115; (2) 116-200; (3) 201-285; (4) 286-370; (5) 371-455; (6) 456-
540; (7) 541-625, (8) 626-710; (9) 711-795; (10) 796-880; (11)
>881.

Marzo 2008 99
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Estructura de los bosques


Recuadro 1: Conceptos básicos
Un “rodal” de bosque se puede definir como un grupo de árboles
relativamente homogéneos en edad, estructura, composición y ambiente. Los factores
que afectan al desarrollo del rodal pueden ser el tipo de disturbio inicial que proveyó
el espacio necesario para que nacieran los árboles ahora presentes en el rodal,
patrones ambientales existentes en el sitio del disturbio, composición de especies
antes del disturbio, otros disturbios posteriores, etc.
Los disturbios ejercen un fuerte control sobre la formación y
desarrollo de los rodales. Los rodales pueden ser iniciados por un disturbio como es
el fuego o un viento fuerte y su desarrollo puede ser retardado por el ramoneo de
herbívoros. Luego de un disturbio fuerte, cómo lo puede ser un fuego, el rodal entra
en: (1) Etapa de establecimiento. El sitio abierto por el disturbio es colonizado por
plantines de árboles o por el rebrote basal de los árboles ya existentes. Esta etapa
dura desde el disturbio hasta que la nueva cohorte de árboles ocupa todo el espacio y
los individuos empiezan a competir entre ellos. (2) Etapa de raleo o competencia.
Los árboles continúan creciendo, la competencia entre ellos es intensa y la principal
causa de mortalidad es la competencia. Cuando un árbol muere el espacio es ocupado
por sus vecinos mediante crecimiento de la copa, por lo que el rodal sigue teniendo
esencialmente una sola cohorte. (3) Etapa de transición o de bosque maduro. Los
árboles ya tienen un tamaño tal que cuando un individuo se muere los vecinos no
pueden ocupar ese espacio totalmente, lo que posibilita que surjan nuevas cohortes
de individuos en los sitios soleados que se generan. (4) Etapa de estabilidad,
mosaico cambiante, o bosque maduro o vegetación “clímax”. Tienen una
distribución de tamaños estable, es decir hay más árboles jóvenes que adultos. Los
árboles más viejos mueren y en los claros surgen nuevas cohortes que pasan por las
etapas mencionadas anteriormente. Esta etapa sigue hasta que aparece otro gran
disturbio. Cuando los disturbios son muy reiterados, el sitio deja de tener una
dinámica de rodales, la mayor parte de la superficie es reemplazada de forma
permanente por pastos, hierbas, suelo desnudo o roca madre expuesta por la erosión
y pueden llamarse bosques degradados o remanentes de bosques.

Marzo 2008 100


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Las 146 parcelas de estudio pueden dividirse usando técnicas estadísticas de


agrupación en conglomerados en cuatro grupos según la estructura de sus bosques. El
grupo 1 representa bosques degradados, es decir remanente de bosques o árboles
aislados y escasa cobertura, el grupo 2 incluye bosques semi-degradados, se
diferencia del grupo anterior por su mayor número de árboles, especialmente en las
clases pequeñas. El grupo 3 son bosques o rodales jóvenes o en estado de
competencia y el grupo 4 incluyó una mezcla de bosques maduros y en estado de
mosaico cambiante. La proporción de cada grupo o rodal en el total de parcelas
puede observarse en la figura 10.
La cobertura de bosque y helechales fue menor en el grupo 1, intermedias en
el grupo 2 y 3, y más altas en el grupo 4. Los troncos muertos en pié y caídos – los
cuales son de gran importancia para la conservación de varios grupos taxonómicos,
cómo hongos degradadores de la madera y pájaros carpinteros, sólo se encontraron
en cantidades considerables en el grupo 4 (bosques maduros). Es de destacar además
que los bosques con troncos muertos tienen una gran diversidad de hongos
degradadores de la madera – recientemente encontrándose en estos bosques de
tabaquillo varias especies nuevas para la ciencia (Robledo y col. 2003). El pajonal
fino fue más común en el grupo 2 apoyando la hipótesis que estos son rodales menos
9%
impactados que los del grupo 1 donde se encontraron en mayor proporción los
céspedes de pastoreo degradados y la roca expuesta por erosión. No había diferencias
en el porcentaje de afloramiento naturales encontrados en los cuatro grupos de
parcelas (Tabla 2).

Grupo 3 Grupo 4
Estableci-miento Bosques
y competencia 9% maduros
10 % 68 %

13 %
Grupo 2 Grupo 1
Semide- Bosques
gradados degradados

Marzo 2008 101


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Figura 10: Proporción de los distintos tipos de bosques en 146


parcelas de estudio.

1 2

Fotos que representan los estadios que sucesionales del bosque de tabaquillo (1)
degradados; (2) semi-degradados (en este caso con un pino al fondo escapado de las
plantaciones de Calamuchita); (3) Establecimiento y competencia; (4) Maduro.

Los antecedentes anteriores indican que los grupos 1 a 4 pueden considerarse


cómo estados sucesionales del bosque, que van desde los más tempranos o
impactados por el hombre (1) hasta los tardíos o menos impactados (4). Confirmando
esta hipótesis, las cuencas menos conservadas tenían mayor proporción de bosques
en estados sucesionales tempranos y las cuencas mejor conservadas tienen mayor
proporción de bosques en estados sucesionales tardíos (Fig. 11).

Marzo 2008 102


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Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 ANOVA


Variable N = 99 N = 15 N = 19 N = 13 DF = 3
Cobertura de 7.8 ± 0.6 22.7 ± 2.7 53.7 ± 2.2 72.3 ± 4.1 F = 353.5
bosque (%) A B C D P < 0.001

Helechos (%) 3.3 ± 0.5 5.1 ± 2.6 6.8 ± 1.6 30.0 ± 5.0 F = 45.1
A A A B P < 0.001

Volumen de 1.8 ± 1.1 2.1 ± 1.2 2.2 ± 0.9 19.6 ± 8.6 F = 10.6
troncos muertos A A A B P < 0.001
2
caídos (m )

Volumen de 0.1 ± 0.1 7.0 ± 3.7 1.6 ± 0.5 47.2 ± 18.9 F = 41.8
troncos muertos A B AB C P < 0.001
2
en pié (m )

Pajonal fino 29.0 ± 1.8 32.0 ± 3.8 20.6 ± 2.6 15.1 ± 4.2 F = 3.9
(%) AB A BC C P = 0.004

Césped 6.8 ± 0.9 5.3 ± 1.9 2.4 ± 0.8 0.8 ± 0.4 F = 4.7
degradado (%) A A AB B P = 0.004

Roca expuesta 7.4 ± 0.8 5.1 ± 2.0 2.2 ± 0.4 0.5 ± 0.4 F = 23.0
por erosion (%) A AB BC C P < 0.001

Afloramientos 19.2 ± 1.5 23.1 ± 4.0 15.6 ± 2.3 17.1 ± 4.6 F = 0.8
naturales (%) P = 0.49

Tabla 2: Características biológicas de cada tipo de grupo. Se reporta la media y el error


estándar, letras distintas indican diferencias significativas entre grupos según la prueba
estadística del ANOVA.

También se encontró un patrón entre el estado sucesional y la altura sobre el


nivel del mar, encontrándose la mayor parte de los bosques en estados sucesionales
tardíos a alturas sobre el nivel del mar intermedias. En estas alturas el crecimiento de
los tabaquillos es mayor, lo cual en parte podría explicar este resultado (Marcora y
col. 2008). No se encontró un patrón con la posición topográfica, la inclinación y
orientación de la pendiente, ni la insolación.

Marzo 2008 103


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Serie1
1.0
Serie2
Serie3
0.8
Serie4

0.6

0.4

0.2

0.0 Estado de conservación de la cuenca


1 2 3 4 5

Figura 11: Proporción de bosques en los distintos estados sucesionales (grupos


1 a 4) en cinco cuencas hídricas de las Sierras Grandes. Las cuencas se
ordenaron de la menos (1) a la más conservada (5) según indicadores de
impacto humano (ver primer resultado del monitoreo de bosques).

Regeneración
Medimos la lluvia de semillas usando 107 trampas colocadas durante la época
en que maduran las semillas a distancias de entre 0.1 y 13 metros a árboles
semilleros. Casi el 50 % de las trampas capturó al menos una semilla (53 de 107
trampas) siendo el record de 8003 semillas/m2. No registramos semillas en ninguna
de las trampas ubicadas a más de 6 metros de los árboles semilleros. Cómo era de
esperar, la lluvia de semilla era mayor cerca del árbol semillero y estaba
positivamente asociada al tamaño del árbol semillero más cercano y además era
mayor pendiente abajo. El modelo que mejor explicó la lluvia de semilla fue el
siguiente: ln (LLS +1) = e^ ((-0.336*D) + (0.010*P) + (0.004*A)), donde LLS =
Semillas capturadas /m2, D = Distancia al árbol más cercano (m), P = Pendiente
hacía el semillero más cercano (grados), y A = Altura del semillero más cercano
(cm). Esto indica que para obtener una buena lluvia de semilla (y por ende
regeneración) es muy importante la presencia de un árbol semillero de buena
envergadura en las cercanías (6 m aproximadamente), y que esta distancia puede ser
un poco mayor si el sitio de interés está pendiente abajo.
Un estudio reciente de Pollice (2007) sobre la productividad de las semillas
determinó que la ganadería influye negativamente en los árboles pequeños (menores

Marzo 2008 104


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a 3 m de altura) pero no en los más grandes e inaccesibles que pueden producir hasta
224.000 semillas por árbol. Confirmando el efecto negativo del ganado debido al
ramoneo además, se encontró mayor producción de semillas en ramas excluidas que
en las accesibles al ganado. La productividad de las semillas encuentra su óptimo a
alturas sobre el nivel del mar intermedias (Marcora y col. 2008). El estudio de la
viabilidad de las semillas también determinó un efecto negativo del impacto humano,
siendo en muchos casos nula la viabilidad de las semillas en sitios muy impactados
(Renison y col. 2004), mientras que la viabilidad de las semillas aumenta con la
altura sobre el nivel del mar incluso hasta los 2700 m snm (Marcora y col. 2008).
Estudios de polinización en la especie demostraron que no hay aún un efecto de la
fragmentación per se en la reproducción de los tabaquillos (Seltmann y col. 2007a)
La germinación y establecimiento de los tabaquillos es posible en casi todos
los tipos de micrositios salvo los muy erosionados, siempre que halla lluvia de
semillas (Torres y col. 2008). En ninguna de las parcelas se encontraron plántulas a
más de 10 m de un árbol semillero, de vuelta confirmando la escasa dispersión de las
semillas. Estudios detallados muestran que en presencia de ganadería las plántulas de
tabaquillos son intensamente ramoneadas, consumiéndose casi el 100 % de la
producción de las plántulas y juveniles accesibles al ganado y así afectando el
crecimiento y supervivencia de los pequeños tabaquillos (Teich y col. 2005; Teich
2006). Además, los tabaquillos están asociados con abundantes micorrizas (Menoyo
y col. 2007) los cuales pueden ser perjudicados por el pisoteo del ganado.
No se encontraron patrones marcados en cuanto a la reproducción de los
tabaquillos con la posición topográfica, la inclinación y orientación de la pendiente,
ni la insolación.

Estado de conservación de los suelos


Incluso en bosques, se observan procesos de erosión y compactación de los
suelos, lo cual es de importancia ya que ello puede producir cambios irreversibles en
el sentido que los bosques no pueden o tardarán mucho más en recuperarse si se
pierden los suelos o son muy compactados. Para estudiar el estado de conservación
del suelo tomamos cómo medida del impacto humano la distancia a casas – ya que en
este caso el tomar la roca expuesta por erosión cómo indicador podría llevar a

Marzo 2008 105


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razonamientos circulares. Además usamos una muestra de 100 parcelas situadas


fuera del Parque Nacional donde el manejo ganadero ha sido relativamente constante
en los últimos años, debido a que la exclusión ganadera en el parque puede haber
llevado a mejoras en el estado de conservación del suelo que introducirían ruido en
nuestros análisis. Incorporamos además la variable rugosidad del paisaje (cómo en
Cingolani y col. 2007). Un análisis de regresión múltiple mostró que la roca expuesta
por erosión, si bien muy variable, era en promedio mayor cerca de casas que lejos
(Fig. 12a). Los suelos también estaban más compactados (medido con penetrómetro)
cerca que lejos de las casas, encontrándose también que los paisajes más rugosos
tenían suelos menos compactados que los paisajes menos rugosos (Fig. 12b). El
ganado compacta los suelos al pisar, y posiblemente la rugosidad del paisaje influya
porque generalmente los paisajes más rugosos tienen menos ganado debido a las
dificultades de su manejo en este tipo de paisajes.
Dureza del suelo (kg/cm )
2

40 (a) 4
(b)
Roca expuesta (%)

30 3

20 2

10 1

0 0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Distancia a casas (km) Distancia a casas (km)

Figura 12: Roca expuesta (a) y dureza del suelo (b) en función a la distancia a casas de
ganaderos. En la figura b la línea continua representa sitios con mucha rugosidad y la línea
punteada representa sitios con poca rugosidad, lo que representa que la compactación del
suelo aumenta a medida que nos acercamos a las casas, pero incluso a una misma distancia
a casas si el terreno es rugoso el suelo es menos compacto que en terrenos poco rugosos.

Se tomaron muestras de suelo de las 100 parcelas en sitios con ganadería. En


laboratorio se determinó Carbono y Nitrógeno total, Calcio, Magnesio, Sodio,
Potasio, Fósforo y pH. Se encontró menos materia orgánica cerca de las casas que
lejos de éstas, y a una misma distancia, había menos en paisajes poco rugosos. Esta
tendencia coincide con la de compactación del suelo. La acidez del suelo aumenta a

Marzo 2008 106


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medida que nos alejamos de las casas y disminuye en pendientes y en sitios más
rugosos. La salinidad del suelo aumenta cerca de las casas (Fig. 13). La posición
topográfica, la orientación y la insolación en ningún caso incidieron en el estado de
conservación de los suelos.

(a) (b)
Eje 1 (Materia orgánica)

4 4

2 2

Eje 2 (Acides)
0 0
-2 -2
-4
-4
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Distancia a casas (km) Distancia a casas (km)

3 (c)
2
Eje 3(Salinidad)

1
0
-1
-2
0 1 2 3 4 5 6 7
Distancia a casas (km)

Figura 13: Propiedades del suelo en función de las distancias a las casas cómo indicador de
impacto humano. Las líneas indican las tendencias: (a) la línea de puntos indica el patrón
para los sitios con rugosidad baja y la línea continua para una rugosidad alta. (b) Las dos
línea de puntos indican la tendencia para sitos con rugosidad baja y las dos líneas continuas
indican rugosidad alta. La más alta de ambas líneas indica pendientes bajas y la más alta
pendientes altas. (c) Se representa una sólo línea ya que la distancia a las casas fue la única
variable que influyó.

Especies exóticas invasoras leñosas


Modelos desarrollados por Sala y col. (2000) sugieren que para el año 2100
en las zonas templadas del hemisferio sur las invasiones biológicas serían el segundo
determinante de pérdida de biodiversidad, luego del cambio en el uso de la tierra.
Los bosques de tabaquillo no escapan esta realidad, algunas de las 146 parcelas de
monitoreo presentaban especies exóticas leñosas, y muchas de las áreas de la Unidad
de Conservación que antes tenían bosques nativos ahora están siendo recolonizadas
por bosques de especies exóticas. En un relevamiento exhaustivo realizado por
Giorgis y colaboradores de la UNC encontraron las siguientes especies dentro de la

Marzo 2008 107


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Unidad de Conservación (Tabla 3) – ver más detalles en informe del proyecto a APN
– Giorgis y col. (2006).

Especie Nombre vulgar Ocurrencia Ocurrencia Cobertura


(nº de parcelas) (%) Max. (%)
Cotoneaster Cotoneaster 19 3.1 11
Rubus ulmifolius Zarzamora 18 3.0 70
Rosa spp Rosa mosqueta 17 2.8 2
Salix sp Mimbre 5 0.8 30
Pyracantha angustifolia Crataegus 5 0.8 50
Coton horizontalis Rastrera roja 3 0.5 1
Pinus spp Pino 3 0.5 2
Betula pendula Abedul 2 0.3 3
Morus alba Mora 1 0.2 3
TODAS 43 7.1 80
Tabla 3: Especies leñosas exóticas encontradas en la zona sur de la Unidad de
Conservación

Figura 15: Mapa de (a) presencias de leñosas exóticas en la zona sur de la Reserva Hídrica
de Achala y de (b) presencia potencial de leñosas exóticas en base a sus posibles
restricciones climáticas y edáficas.

Marzo 2008 108


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Existe una tendencia en las Sierras Grandes de emigración de las poblaciones


humanas y consecuente disminución de las actividades ganaderas, por lo que podría
esperase una lerda pero eventual recuperación de sus bosques. Pero cómo puede
visualizarse en la figura 15, estos bosques no serán necesariamente de especies
nativas. Algunas de estas especies, cómo los pinos evapotranspiran grandes
volúmenes de agua diariamente reduciendo el recurso en suelo y ríos, y en África y
Oceanía donde las plantaciones de pinos exóticos tienen más edad que las nuestras se
ha comprobado que con el tiempo estas especies se vuelven invasoras. Evaluaciones
a nivel mundial muestran que forestaciones de pinos y eucaliptos disminuyen entre
un 30% y 70% el volumen de ríos y arroyos, dependiendo de las precipitaciones
anuales, y han provocado la reducción total del caudal en algunos casos (Farley y
col. 2007). Una disminución de los caudales de los arroyos del valle de Calamuchita
ya ha sido comprobada por investigadores de la Universidad de San Luis (Jobbágy y
Nosetto 2006). Se ha visto que el impacto es más severo en lugares más secos con
precipitación media anual menor a 1250 mm (tengamos en cuenta: la precipitación
media anual en Sierras Grandes de Córdoba es 840 mm). Además del cambio en el
régimen de humedad del suelo, en los bosques de pino se pierde una gran cantidad de
biodiversidad nativa, y los incendios de pinos y el proceso de cosecha provocan
erosión de los suelos. Cómo ejemplo, si la cosecha es hecha a tala rasa, y los
deshechos son quemados, el flujo de sedimento puede aumentar hasta 10 veces, la
pérdida de nutrientes puede ser de hasta 60% y la vegetación del sotobosque
generalmente desaparece.

La zona sur de la reserva es la más afectada por esta problemática. Sin


embargo el centro y norte no son ajenos a esta problemática. Varias especies de
Cotoneaster, el mimbre, rosa mosqueta, pinos y zarzamora ya están presentes en el
Parque Nacional en pequeñas áreas pero con la suficiente abundancia cómo para ser
un problema en el futuro. Existen varias plantaciones de pinos en las cercanías del
parque, que ya están comenzando a semillar o pronto lo estarán. En el área norte hay
una gran plantación de pinos desde Copina hacía el norte y al menos un
emprendimiento nuevo en la zona baja de Los Gigantes. Finalmente, estos bosques
de leñosas exóticas están acompañados de toda una flora, fauna y cultura de
protección hacía estas especies. Por ejemplo, en La Cumbrecita se ha creado una

Marzo 2008 109


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reserva para proteger los bosques (de pinos), se introdujeron ardillas y el estado
nacional y provincial subsidia fuertemente estas plantaciones no sólo al momento de
implantarlas sino al apagar los incendios de estos bosques exóticos con fondos
públicos.

CONCLUSIONES PARTE 1: ESTADO DE LOS INDICADORES


a. Los remanentes de bosques de tabaquillo de la Unidad de Conservación a
la fecha de su concreción tenían una densidad, estructura, capacidad de regeneración
y suelos extraordinariamente afectados por las actividades humanas.
b. Los fuegos y la presencia de ganado doméstico seguramente son las dos
actividades antrópicas que más afectan a los bosques en la actualidad. La tala
posiblemente haya sido un problema en el pasado pero no parece serlo en la
actualidad – al menos en comparación a los fuegos y el ramoneo.
c. Los fuegos retardan el desarrollo de los bosques reduciendo el tamaño de
los árboles por quema, fomentando su arbustización por rebrote con múltiples fustes,
aumentando la mortalidad y retardando la producción de semillas.
d. El ganado retarda el crecimiento de plantines y juveniles, aumenta su
mortalidad y retarda la producción de semillas en árboles de hasta 3 m. Árboles de
mayor porte no son afectados directamente por el ganado.
e. Los tabaquillos tienen múltiples adaptaciones para resistir a los fuegos y al
ramoneo, no obstante cuando estos superan ciertos umbrales y son aplicados
reiteradamente por cientos de años, evidentemente el bosque no se desarrolla
adecuadamente.
f. Los tabaquillos de buen porte son prodigiosos productores de semillas, por
lo que la germinación y establecimiento temprano depende principalmente de la
proximidad de estos ejemplares, siempre y cuando el suelo no esté severamente
erosionado.
g. La mayor parte de los bosques son fragmentos o árboles aislados debido a
las actividades antrópicas, es necesario manejar la zona para obtener más bosques
maduros con todas las implicancias que ello tiene para la preservación de la
biodiversidad y los recursos hídricos de la zona.

Marzo 2008 110


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h. El estado de conservación de los suelos está severamente afectado por las


actividades antrópicas. Ello es alarmante, ya que son los suelos los que retienen las
semillas para que puedan germinar los futuros tabaquillos, el agua para que puedan
crecer los árboles y otra vegetación, y proveer los nutrientes necesarios. Además, de
los suelos abundantes y esponjosos depende uno de los servicios más fundamentales
que nos brindan las Sierras Grandes: el agua.
i. De las variables topográficas la que más se destaca es la altura sobre el
nivel del mar encontrándose un óptimo de cobertura boscosa, crecimiento individual
y productividad de semillas alrededor de los 1850 metros sobre el nivel del mar. La
posición topográfica, insolación, orientación y pendiente parecen no tener tanta
importancia en el desarrollo de los bosques, muchos de los patrones observados en la
actualidad relacionados a la topografía en la realidad son mediados por el efecto
topográfico sobre la influencia humana.
f. Hay incipientes invasiones por especies exóticas que si no se combaten
activamente y de forma integral serán el gran problema de las próximas décadas.

Foto. Renoval de tabaquillo en la


Pampa del Hospital luego de la
exclusión ganadera en el Parque
Nacional

Marzo 2008 111


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PARTE 2: MONITOREO DEL CRECIMIENTO Y CARACTERÍSTICAS


REGENERATIVAS DE LOS BOSQUES DE TABAQUILLO EN EL PARQUE
NACIONAL QUEBRADA DEL CONDORITO Y RESERVA HÍDRICA PROVINCIAL
DE ACHALA

OBJETIVO
Evaluar a nivel de población, el efecto de las pautas de manejo aplicadas para
proteger los bosques de tabaquillo en el Parque Nacional Quebrada del Condorito y
Reserva Hídrica de Achala.

INTRODUCCIÓN
Con el objeto de proteger los bosques de tabaquillo, entre otros recursos, en el
Parque Nacional Quebrada del Condorito (PNQC) se redujo la carga ganadera
excluyéndola completamente en la mayoría de los sectores con bosques y
manteniendo una carga baja en otros sectores. Además se eliminó el uso del fuego
como práctica de manejo, reduciendo así la frecuencia de fuegos a incendios
ocasionales. En la Reserva Hídrica de Achala tuvo vigencia el plan de manejo del
fuego en prevención y control de fuegos, diversos proyectos de desarrollo sustentable
y el control de guardaparques provinciales entre otros. Estas medidas de manejo se
diseñaron en base al conocimiento de que tanto el ganado como el fuego afectan
negativamente distintas etapas y procesos del ciclo de vida de los tabaquillos
(crecimiento, supervivencia, producción de semillas, etc.- ver primera parte de este
informe). Sin embargo es necesario conocer si las poblaciones están evolucionando
en sentido favorable desde la aplicación de estas medidas. Para ello se deben integrar
los efectos que ejercen ganado y fuego sobre las distintas etapas y procesos para
conocer su efecto a nivel del crecimiento poblacional. Esto permite entender cuanta
importancia tiene sobre el desarrollo de la población un disturbio que afecta
puntualmente a un parámetro en una etapa del ciclo de vida, por ejemplo cuan
importante es para el crecimiento de la población de tabaquillos que un disturbio
aumente la mortalidad de renovales. Identificar etapas y procesos claves para el
desarrollo de la población es de gran utilidad a la hora de decidir acciones de manejo
ya que nos indica en donde concentrar nuestros esfuerzos. También es útil para

Marzo 2008 112


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planear un monitoreo a futuro, ya que nos permite reducir las mediciones


concentrándonos sólo en las etapas y procesos relevantes para el crecimiento del
bosque. Una forma de integrar toda la información de las distintas etapas de una
población es a través de la construcción de matrices de proyección poblacionales y el
análisis de las matrices de elasticidad.
Dado que el ganado y el fuego reducen el crecimiento, supervivencia y
fecundidad de los tabaquillos (Teich y col. 2005, Renison y col. 2002a, 2004, Pollice
2007) esperamos que dentro del parque las poblaciones tengan una tasa de
crecimiento mayor respecto a parcelas fuera del parque donde se han mantenido
cargas ganaderas tradicionales.

METODOLOGÍA

Efectos del ganado


El estudio fue realizado en las 146 parcelas establecidas en el año 2003,
descriptas en la primera parte de este informe.
En cada parcela, durante el invierno del 2005 se escogieron al azar 4
individuos de tabaquillo pertenecientes a distintas clases de altura. Las clases de
altura se definieron para representar distintos estadios del ciclo de vida de los
tabaquillos: 1) 4-30cm; 2) 31-60cm; 3) 61-200cm y 4) >200cm. A cada individuo se
le midió supervivencia y crecimiento en altura durante el invierno de 2006 y 2007
cuando finalizaron las estaciones de crecimiento (setiembre 2005-agosto 2006 y
setiembre 2006-agosto 2007). Además se asignó a cada individuo un valor de
accesibilidad de 1 a 3 para representar si los individuos eran accesibles para el
ganado, o estaban parcial o totalmente fuera del alcance del ganado.
Para evaluar la viabilidad de las semillas, en cada parcela se escogió un árbol
semillero al que se le juntó semillas durante 3 años. Las semillas se hicieron
germinar en condiciones estándar de laboratorio.
Los datos de producción de semillas por árbol y de los efectos del ganado
sobre ésta, se tomaron de la tesina de Pollice (2007). La lluvia de semillas se midió
por tres años (2005 a 2007) a través de 107 trampas ubicadas a distintas de entre 0.1
y 13 m desde el árbol semillero. El potencial de germinación más la supervivencia de

Marzo 2008 113


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plántulas durante un año, se midió a campo sembrando 6 grupos de 600 semillas en


20 parcelas con y sin ganado que fueron revisadas después de un año de haber sido
sembradas.

Efectos del fuego


Se delimitaron diez áreas de estudio en las que ocurrieron incendios en
distintos años. Pocos días después de cada incendio, se registraron las áreas afectadas
y se eligieron al azar individuos quemados y controles no quemados, en total se
seleccionaron 566 individuos abarcando un amplio rango de tamaños (4 a 920cm de
altura). Los individuos fueron identificados con un número y a cada uno se le midió:
1) porcentaje quemado, 2) altura previa al incendio (usando el esqueleto remanente),
3) índice de volumen, 4) número de fustes basales, 5) porcentaje de roca y suelo
desnudo bajo la copa, 6) posición topográfica, 7) pendiente, 8) orientación y 9)
recorrido solar. Durante los dos años siguientes a los incendios, a cada individuo se
le midió: 10) supervivencia, 11) altura, 12) índice de volumen, 13) número de fustes
basales, y 14) porcentaje de brotes ramoneados. Esta última variable nos permite
analizar el efecto de la interacción entre fuegos y ramoneo del ganado sobre las
variables respuesta.
El potencial de germinación más la supervivencia anual de plántulas, se midió
sembrando 40 grupos de 600 semillas sobre sustratos quemados y no quemados que
fueron revisadas después de un año y medio de haber sido sembradas. Además,
durante las primaveras de 2004 y 2005 se arrojaron cien cuadratas al azar bajo la
copa de árboles semilleros quemados y no quemados en las cuales se contó el
número de plántulas recién germinadas (Alinari 2006).

RESULTADOS DEL MONITOREO DURANTE DOS AÑOS


Efectos del ganado sobre las etapas del ciclo de vida
La mortalidad se concentró en las clases de tamaño menores y fue similar
dentro y fuera del PNQC y entre años. Cómo en el parque hay parcelas con ganado,
reagrupamos las parcelas según presencia/ausencia de ganado, en esta caso de
detecta que la mortalidad es mayor en sitios con ganado (Tabla 1).

Marzo 2008 114


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Al final de dos estaciones de crecimiento (periodos 2005-2006 y 2006-2007)


encontramos que el crecimiento en altura fue similar dentro y fuera del PNQC. Se
encontraron diferencias de crecimiento entre años, siendo el crecimiento del periodo
2005-2006 mayor que el del periodo 2006-2007, y entre clases de altura, siendo el
crecimiento mayor en individuos más altos (Tabla 2). Además, los individuos fuera
del PNQC están con mayor frecuencia en micro sitios inaccesibles para el ganado y
el fuego. Por ello, aunque las parcelas tienen altas cargas de ganado y frecuentes
fuegos, los individuos escapan de estos disturbios ya que sólo logran establecerse en
micro sitios protegidos. Los potreros con ganado dentro del parque estarían
reduciendo el promedio de crecimiento. Teich (2006) determinó que el ganado
consume casi el 100 % de la productividad del tabaquillo, incluso a muy bajas cargas
ganaderas.

Clase de Altura Muertes en parcelas con Muertes en parcelas sin


Ganado (%) Ganado (%)
1 (4-30cm) 23.26 12.20
2 (31-60cm) 9.09 11.11
3 (61-200cm) 3.03 0
4 (>200cm) 2.27 0
Tabla 1: Porcentaje de muertes en relación al número total de individuos de
cada clase de altura observada en parcelas con y sin ganado.

Los individuos entre 4 y 30cm de altura (clase 1) crecieron significativamente


menos que individuos mayores a 61cm. Durante la etapa de 4 a 30 cm es de esperar
que los individuos inviertan sus recursos en el desarrollo del sistema radical. Un
individuo con menos de 200 cm de altura crece en promedio 5.58cm/año, con lo cual
necesita 36 años para superar los 200cm, altura con la que puede escapar
parcialmente de la presión de ramoneo y la mortalidad causada por fuegos.
No encontramos diferencias significativas en la lluvia de semillas/m2 entre
parcelas ubicadas dentro y fuera del PNQC ni entre años. En promedio llegan al
suelo 558.07 semillas/m2. El no haber encontrado diferencias en la lluvia de semillas
dentro y fuera del PNQC puede deberse a que los árboles semilleros tienen más de 3
metros y por ende el ramoneo del ganado les afecta poco.

Marzo 2008 115


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Clase de altura (rango de Crecimiento periodo Crecimiento periodo


altura de los individuos de 2005-2006 (cm/año) 2006-2007 (cm/año)
cada clase)
1 (4-30 cm) 0.49 3.61
2 (31-60 cm) 4.06 4.78
3 (61-200 cm) 10.19 8.37
4 (>200 cm) 23.65 10.15
Tabla 2: Crecimiento medio de individuos de las cuatro clases de altura
medidos al final de los periodos de crecimiento (invierno de 2006 y 2007).
Las medias incluyen individuos dentro y fuera del PNQC debido a que no
hay diferencias entre estos sitios.

Tampoco encontramos diferencias en germinación y establecimiento entre


parcelas dentro y fuera del PNQC. Un año después de haber sido sembradas las 600
semillas se encontraron 0.83 plántulas, es decir que el 0.13% de las semillas llegan a
ser plántulas de un año. La viabilidad de las semillas es variable y en promedio baja
para todas las parcelas y años. El 4% de los individuos tuvo altos valores de
viabilidad siendo 64% el valor máximo encontrado. En contraposición, el 18% de los
individuos no produjo semillas viables. En general para todas las parcelas, durante
los años 2004 y 2006 la viabilidad fue mayor que durante el año 2005. Las parcelas
fuera del PNQC tuvieron en promedio porcentajes de viabilidad mayores que las
parcelas dentro del PNQC (Tabla 3). A nivel de cuencas no hay un patrón que se
repita con los años.

Porcentaje de semillas viables 2004 2005 2006


Dentro del PNQC 14.8 6.32 20.70
Fuera del PNQC 20.70 8.91 19.10
Tabla 3: Porcentajes de viabilidad de semillas de árboles semilleros dentro y fuera del
PNQC para tres años.

Proyecciones simulando efectos del ganado


Inicialmente los estadísticos poblacionales se calcularon para dos situaciones:
dentro y fuera del PNQC, en simulaciones sin fuegos. Los resultados preliminares no
mostraron diferencias en las tasas de crecimiento poblacional entre estas dos
situaciones. Notamos que los individuos fuera del PNQC han quedado en sitios
parcialmente inaccesibles para el ganado y por lo tanto fuera del alcance de los

Marzo 2008 116


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

disturbios. Sin embargo, fuera de estos sitios seguros, no se observa reclutamiento de


nuevos individuos y en consecuencia la población no está creciendo. Por el contrario,
dentro del PNQC en sitios sin ganado y próximos a una fuente semillera se observa
un incipiente reclutamiento y avance del bosque.
Debido a que dentro del PNQC hay parcelas con ganado, en una segunda
aproximación para la construcción de las matrices de proyección, las parcelas se
agruparon en dos categorías según si tenían o no ganado. Los resultados de estas
proyecciones muestran que las poblaciones en ambos casos crecen, pero las
poblaciones con ganado crecen más lentamente por el efecto de la mortalidad de los
pequeños. De hecho, durante los dos años de seguimiento de estas poblaciones, se
observó que en las parcelas dentro del PNQC con presencia de ganado, aún en las
que el ganado estaba presente un solo mes al año, no había reclutamiento de nuevos
individuos y los individuos ya establecidos eran altamente ramoneados, en
coincidencia con Teich y col. (2005).
El análisis de las matrices de elasticidad muestra que la supervivencia de los
individuos mayores a 60 cm de altura tiene mayor importancia para el crecimiento de
la población. Cuando el ganado está presente la supervivencia de los individuos
mayores a 200cm se vuelve más relevante para el crecimiento poblacional. Por lo
tanto, es fundamental que las medidas de manejo se concentren en la protección de
estos individuos y apunten a propiciar el reclutamiento de individuos mayores a 200
cm.

Efectos del Fuego


El crecimiento post-fuego difirió entre años y clases de altura (Tabla 4). Un
año después del incendio, el crecimiento promedio para todas las clases de altura fue
negativo debido a que en la mayoría de los individuos murió la copa y rebrotaron
desde la base. A partir del segundo año se observó un crecimiento positivo de los
individuos quemados.
El 34% de los individuos quemados murieron dentro de los dos años
posteriores al fuego mientras que individuos controles, no quemados, tuvieron un 2%
de mortalidad. El 84% de las muertes se observaron durante el primer año pos fuego.

Marzo 2008 117


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

Los árboles muertos tenían en promedio el 97% de su superficie quemada,


aunque había individuos muertos con sólo el 10% de la superficie quemada. Los
individuos quemados que sobrevivieron tenían en promedio el 74% de la superficie
quemada, aunque había individuos 100% quemados que rebrotaron desde la base y
sobrevivieron. El porcentaje quemado de los individuos no difirió entre individuos
con y sin ganado.
La mortalidad aumentó en clases de altura mayores (Tabla 5).

Clase de Altura Crecimiento en altura (cm) 1 Crecimiento en altura (cm) 2


año post fuego años post fuego
4-30 cm -0.08 7.58
31-60 cm -13.45 7.56
61-200 cm -41.64 13.27
>200 cm -55.56 10.51
Tabla 4: Crecimiento en altura de individuos después de 1 y 2 años de haber sido
quemados. Los valores negativos se deben a que los individuos se redujeron de
tamaño después de haber sido quemados.

Clase de Porcentaje de individuos muertos en 2 años pos fuego


Altura
4-30 cm 13.33
31-60 cm 19.64
61-200 cm 26.37
>200 cm 31.19
Tabla 5: Porcentaje de individuos de cada clase de altura que mueren en dos años
posteriores al fuego.

No se observaron diferencias en el número de plántulas de semillas


sembradas en sustratos quemados y no quemados, como así tampoco en el número de
plántulas encontradas bajo la copa de árboles quemados y no quemados (Alinari
2006).

Proyecciones simulando efectos del fuego


Las poblaciones de tabaquillo decrecen y podrían extinguirse localmente
cuando se simulan fuegos con recurrencia de 22 años o menos. Sin embargo, es
importante resaltar la necesidad de profundizar en el estudio y seguimiento de la
respuesta de las poblaciones al fuego, es de esperar que la acumulación de fuegos

Marzo 2008 118


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

sobre las poblaciones tenga un efecto negativo y que el periodo entre fuegos deba ser
cada vez mayor.
El análisis de la matriz de elasticidad indica que la supervivencia de los
individuos mayores a 200 cm tiene gran impacto sobre el crecimiento de las
poblaciones y por lo tanto, la protección de estos individuos debería ser priorizada en
decisiones de manejo. Estos resultados coinciden con los obtenidos de la matriz de
ganado que también señala la importancia de aumentar la cantidad de individuos
mayores a 200cm.

CONCLUSIONES DE LA SEGUNDA PARTE


El monitoreo durante los años 2005, 2006 y 2007 no mostró diferencias en la
dinámica poblacional entre bosques dentro y fuera del PNQC. En un análisis más
detallado, agrupando las parcelas de bosque por cuenca, se puede ver que los bosques
dentro del PNQC tienen valores intermedios para alguno de los parámetros
poblacionales como la mortalidad y la fecundidad. Esto coincide con el estado de
conservación de las cuencas que, en el caso de la cuenca del río Condorito, está en
niveles intermedios (ver parte 1 de este informe). En el caso de la cuenca del río
Santa Clara que es la cuenca con mejor estado de conservación, la ocurrencia de
incendios y la presencia de ganado en los potreros más altos estarían reduciendo los
parámetros poblacionales. En estas dos cuencas, la presencia estacional de ganado
(convenio de herbivoría) en las parcelas más altas ubicadas en pastizales podría estar
afectando negativamente la tasa de crecimiento poblacional. De hecho, se pudo
observar que aún en parcelas con baja carga estacional de ganado, los individuos
tenían altos porcentajes de ramoneo y sólo había plántulas en micro sitios protegidos.
En estas áreas es difícil que el bosque pueda expandirse mientras se mantenga la
presencia de ganado. Fuera del PNQC existen parches de bosque que por su
aislamiento geográfico tienen buen estado de conservación y por ello presentarían
valores más altos para ciertos parámetros poblacionales.
Por otro lado, las especies longevas pueden responder muy lentamente a
cambios ambientales tales como la exclusión de ganado y fuegos, y podría estar
ocurriendo que para una especie de lento crecimiento como es el tabaquillo, el
tiempo transcurrido desde la creación del parque no sea suficiente para observar

Marzo 2008 119


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

cambios en la dinámica poblacional. Sin embargo, es evidente el aumento en el


reclutamiento de nuevos individuos en lugares dominados por pasturas y la
transformación de antiguos “matorrales” en bosques, lo cual no hubiera ocurrido
probablemente si no se hubieran implementado las actuales medidas de manejo. El
efecto positivo de la creación del PNQC sobre el mejoramiento de los bosques de
tabaquillo pudo haber quedado enmascarado en los resultados al incluir en las
parcelas pertenecientes al PNQC algunas con presencia de ganado y otras en donde
han ocurrido incendios.

Marzo 2008 120


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PARTE 3: SUGERENCIAS DE MANEJO Y MONITOREO

PROPUESTA DE MANEJO
Se considerarán tres aspectos: (1) Área a considerar; (2) ¿Cuál debería ser la
meta?; (3) ¿Qué hacer para llegar a la meta propuesta?

Área a considerar.
Tradicionalmente se habló del área de bosque y del manejo de los bosques
(Ej. TDRs de esta consultoría). Sin embargo estudios recientes de Renison y col.
(2006) y Cingolani y col. (2007) demuestran que en la actualidad los bosques están
restringidos a ciertos ambientes debido a los fuegos, ramoneo por ganado doméstico
y posiblemente talas del pasado, y que virtualmente casi toda la Unidad de
Conservación debería manejarse cómo un mosaico cambiante de pastizales y bosques
de tabaquillo. Ello en principio no es incompatible con otros objetos de conservación
(salvo si se quiere incluir cómo objeto de conservación un paisaje antrópico o
cultural que hasta el momento no tiene nada de sustentable). Los parches de bosque
de tabaquillo pueden ser manejados para estar mezclados con absolutamente todas
las otras unidades de vegetación – incluyendo los céspedes de pastoreo (Ej. ver foto
de la alta cuenca del río los tabaquillos) y zonas de pampa (ver foto).

Foto 1: Tabaquillos y céspedes de pastoreo Foto 2: Tabaquillos en zonas de


en la alta cuenca del Río los Tabaquillos, pampa en la alta cuenca del río Santa
RHA. Clara.

Marzo 2008 121


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¿Cuál debería ser la meta?


Para optimizar la conservación de la biodiversidad y los recursos hídricos
idealmente se maneja la zona para que el área de los bosques y su estructura tenga
características similares a las que tenía en las épocas anteriores a las grandes
intervenciones humanas en la zona – ya que en este tipo de bosques evolucionaron y
están adaptadas la mayoría de las especies presentes en la zona, y en consecuencia
serán óptimos los ciclos de nutrientes y del agua. Sabemos que los bosques pre-
intervención no tenían especies exóticas. Lo que no sabemos es cómo eran los
bosques de tabaquillo pre-intervención humana en cuanto a su extensión y estructura.
Por ello debemos usar otro tipo de información para establecer metas. Una buena
aproximación es usar las simulaciones realizadas en Cingolani y col. (2007) para
determinar cómo podría haber sido la unidad de conservación si todo hubiera sido
manejado cómo fue manejado lejos de las casas y caminos (donde el impacto
humano ha sido menor) – ver informe sobre unidades del paisaje de esta consultoría.
En esta aproximación se determinó que en una situación de mínimo impacto humano
el 48% del área de conservación podría haber sido bosques de tabaquillo (20%
bosques densos y 28% bosques ralos) y en definitiva proponemos que esta debería
ser la meta inicial en cuanto al porcentaje de bosques en la unidad de conservación.
Las áreas que en la actualidad más se asemejan a esta meta son las cuencas de los
ríos Santa Clara y del Sur, dentro del PN. En cuanto a la estructura del bosque, es
importante lograr una distribución más equitativa de bosques en etapas sucesionales
de establecimiento, raleo, transición y mosaico cambiante, y eliminar los bosques
degradados (ver sección estructura de los bosques existentes de este informe). El área
que en la actualidad más se asemeja ha esta meta son algunos sectores del río Los
Molles – en particular la zona denominada “El Hueco” donde existen varios árboles
con más de 300 cm en circunferencias y un sotobosque muy particular con troncos
caídos en distintos estados de descomposición, renovales de tabaquillo creciendo
sobre los troncos y toda una micota muy rica en especies, muchas de ellas nuevas
para la ciencia.
En resumen, proponemos que la meta sea alcanzar un 48 % de cobertura
boscosa con una distribución relativamente equitativa en cuanto a los estados
sucesionales del bosque y con un mínimo de especies exóticas. Esta meta llevará

Marzo 2008 122


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cientos de años en cumplirse y eventualmente puede y debe haber variabilidad en


cuanto a los % de cobertura y estructura entre sitios. La cobertura boscosa deberá ser
mayor alrededor de los 1850 metros sobre el nivel del mar donde el tabaquillo
encuentra su óptimo altitudinal, mayor en las zonas de dominio público que en las
zonas de dominio privado donde es importante compatibilizar con los intereses
productivos. Además en los sitios donde hay ganadería la cobertura de bosque puede
ser mayor en las grandes quebradas poco apreciadas para la ganadería y menor en
sitios donde la ganadería es más provechosa. La zona del Champaquí y Los Gigantes
deberían ser especialmente protegidas debido a que son las dos zonas más altas de la
unidad de conservación y con el cambio climático los bosques y muchas especies de
altura podrían encontrar en estas dos zonas refugio de aumento en temperaturas. Sin
embargo, durante las próximas décadas la meta debería ser aumentar la superficie de
bosque y su estado de madurez en absolutamente todos los sitios de la unidad de
conservación donde esto sea factible, ya que su extensión y estado de madurez se
encuentran muy reducidos.

Mapas de bosque (verdes


claros y oscuros) actuales y
bosques potenciales según
Cingolani (2007)

Imágenes de cómo podrían ser la Unidad de Conservación del


futuro

Marzo 2008 123


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¿Qué hacer para llegar a la meta propuesta?


Por ahora las posibilidades pasan por el manejo de especies exóticas, manejo
de la herbivoría y los fuegos. En menor medida puede ayudar la reforestación
asistida, y en todo momento debe controlarse que la tala no vuelva a ser un factor
impactante en la disminución de las poblaciones del tabaquillo, cómo lo fue en otras
épocas. En las secciones siguientes se detallan estos puntos y finalmente se sugiere
un plan detallado para el Parque Nacional y la Reserva Hídrica.
a. Manejo de especies exóticas
La unidad de conservación cuenta con un informe sobre las posibilidades de
manejo de especies exóticas en toda el área de conservación realizado por Giorgis y
col. (2006).
b. Manejo de la herbivoría y fuego
Los principios básicos del manejo que se proponen más abajo están basados
en los siguientes conceptos. (1) En general tanto los grandes herbívoros
(principalmente ganado doméstico) cómo los fuegos reducen en forma directa el
crecimiento poblacional de los tabaquillos, aunque la herbivoría en ciertas
condiciones promueve el establecimiento muy temprano. A su vez, (2) la herbivoría
sólo es un factor importante en los tabaquillos menores de 2 metros de altura,
mientras que (3) el fuego afecta casi todas las clases de tamaño causando un fuerte
impacto. Un hecho interesante es que si bien la herbivoría incide negativamente por
ramoneo, (4) la herbivoría tiene un efecto secundario positivo al disminuir la
biomasa seca y la incidencia de fuegos. Por ello, la presencia de herbivoría y la
expansión y madurez del bosque son compatibles si se maneja adecuadamente.
La exclusión de la herbivoría debería aplicarse en zonas donde no hay
bosques (pastizales y roquedales) pero si renovales, bosques degradados y en
bosques en etapa de establecimiento con una altura promedio de árboles menor a 3
metros. Esto permitirá el establecimiento de nuevos individuos y el crecimiento hasta
quedar fuera del alcance del ganado. La herbivoría puede permitirse e incluso su
presencia sería positiva al disminuir probabilidad de incendios, en bosques en estado
de competencia, maduros y en etapa de mosaico cambiante. Debe procurarse
herbivoría de bajo impacto – cómo por ejemplo los camélidos, y de no ser esto

Marzo 2008 124


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posible se lo reemplaza por ganado doméstico a bajas cargas – siempre teniendo en


cuenta la integridad de los suelos.
c. Manejo mediante reforestación asistida
En algunas áreas de la Unidad de Conservación los individuos de tabaquillo
remanentes son muy escasos y sus semillas tienen poca viabilidad. Es por ello que en
estas áreas y con el fin de acelerar la expansión del bosque es conveniente una
reforestación asistida. También es conveniente la reforestación para reemplazar
leñosas exóticas peridomésticas, con el fin de crear refugio para la fauna en sitios
muy frecuentados por el turismo (Heil y col. 2006), y para recuperar áreas muy
degradadas y sin vegetación (Renison y col. 2005).

Plan detallado para el Parque Nacional y Reserva Hídrica


Exóticas invasoras
Se sugiere implementación de plan de control de exóticas ya existente
(Giorgis y col. 2006), gradual re-emplazo de plantas exóticas peri-domesticas por
nativas (ejemplo mimbre, Cotoneaster y Rosas por tabaquillo, maitén y calafate
nativo), cortar con los incentivos provinciales y nacionales de plantación de
forestales exóticas en la reserva y zonas co-lindantes (principalmente pinos – pero no
debería incentivarse ninguna exótica). Debe seguir fomentándose las iniciativas
cómo las de la guardaparque Aldana D. Calamari, reportados en Jaacks (2008).

Fotos 1 y 2. Pino y tabaquillo en el sur de la reserva hídrica.


Fuegos

Marzo 2008 125


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Se debe continuar con las actividades de control y prevención de fuegos tal


cómo se ha estado realizando en los últimos años con el fin de reducir su incidencia a
niveles que mejor asemejan a los regimenes de fuegos naturales de la zona. Si bien
en otras regiones como en los bosques de EEUU se ha recomendado el uso del fuego,
ellos tienen otra realidad, básicamente han suprimido absolutamente todos los fuegos
(antrópicos y naturales) por los últimos 80 años y ello les ha causado desequilibrios.
Nosotros tenemos una historia de siglos de reiteradas quemas “prescriptas” que aún
no ha finalizado a pesar de los grandes e excelentes esfuerzos de los gobiernos
nacionales y provinciales. Desde la perspectiva de los bosques, sólo
recomendaríamos las quemas prescriptas si ello repercute en una disminución de la
incidencia de los fuegos (por ejemplo, al crear cortafuegos) – aclarándose que ello
debe ser determinado por especialistas en manejo del fuego y no implicamos para
nada que los cortafuegos creados por fuego son efectivos para reducir su incidencia.
Herbivoría
Debido a la degradación existente en la mayoría de los suelos de la Unidad de
Conservación incluyendo los bosques actuales (ver parte 1 de este informe), en toda
la unidad de conservación deben realizarse esfuerzos para eliminar el ganado
europeo y cambiarlo por herbívoros americanos de menor impacto (por ejemplo
guanacos o llamas, ñandúes, vizcachas y ciervos nativos).
Para recuperar los bosques en el Parque Nacional se sugiere cambios en el
manejo ganadero. Justifican dichos cambios que en el pasado los convenios de
herbivoría se han realizado en todos los potreros de pampa sin bosques y no en las
zonas con bosques (con el fin de proteger el bosque). Sin embargo no hay
absolutamente ningún potrero del parque que en la actualidad no tenga tabaquillos
adultos y/o renovales aislados remanentes de bosques más extensos del pasado. Debe
haber un cambio de paradigma y estos potreros deben ser manejados para recuperar
sus bosques. Sugerimos un plan con rotaciones de aproximadamente 25 años, donde
se excluye el ganado de un tercio de los potreros por vez. Si fuera necesario, el
ganado que se saca de los potreros con pastizales puede ir a los potreros con extensos
bosques de las Cuencas del Río Santa Clara y del Sur – aunque los autores de esta
consultoría temen por la integridad de los suelos y preferirían que la herbivoría de
estos extensos bosques sea por camélidos – por ejemplo continuando con las

Marzo 2008 126


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introducciones de guanacos ya realizadas. La selección de los potreros con y sin


herbivoría debería crear un mosaico donde los potreros con herbivoría actúan de
cortafuegos a los potreros sin herbivoría, además de albergar flora y fauna
característica que necesita de la herbivoría (Cingolani y col. 2003; García y col.
2008). Se destaca, que la exclusión debe ser completa, ya que cargas moderadas de
ganado domestico repercuten en el ramoneo de los renovales casi a un 100% de su
productividad.
En la Reserva Hídrica hay dos situaciones distintas. Extensas áreas donde se
está abandonando la ganadería – una tendencia que seguramente seguirá
incrementándose (Aide y Grau 2004). Estas situaciones deben aprovecharse y aquí se
espera que los bosques se recuperen naturalmente y el manejo debería ser similar al
sugerido en el Parque Nacional. En otras áreas se continúa con una economía basada
en la ganadería, aquí deben re-doblarse los esfuerzos para que no se quemen los
bosques, y fomentar económicamente la recuperación de los bosques mediante
exclusión rotativa de ganado (25 años), siempre con control y prevención de fuegos.
Reforestación
Se puede acelerar la recuperación de los bosques mediante plantación de
tabaquillos en todos los potreros dedicado a la recuperación de bosques con
exclusión de herbívoros. Debido a que las semillas de tabaquillo sólo se dispersan
unos 10 metros (Torres y col. 2008), la plantación de árboles es especialmente
recomendada cuando los remanentes de tabaquillo son pocos y están separados por
más de 100 metros (recordamos que la meta es llegar a un 50% de bosques, por ello
no es necesario (ni factible, ni recomendable) plantar absolutamente en todos los
sitios. Consideramos además que el árbol nativo debe ser un recurso útil y valorado
por los pobladores de la zona – por lo que debería fomentarse económicamente la
creación de bosques energéticos (con especies nativas y no exóticas) en los
alrededores de las viviendas. Estos bosques deberán tener unas 10-15 hectáreas bajo
exclusión ganadera de al menos 25 años y pueden comenzar a cosecharse ramas de
algunos individuos a los 15 años de plantados (Renison y col. 2005). Además,
podrían tener la doble función de proteger del ganado y sus heces a las tomas de agua
de las viviendas. Todas las viviendas de dominio público (nacional y provincial)
deberían dar el ejemplo e ir reemplazando gradualmente sus especies exóticas que las

Marzo 2008 127


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

rodean y que son posibles focos de invasiones biológicas por especies nativas. Desde
hace 10 años funciona en la zona el proyecto de conservación y reforestación de las
Sierras de Córdoba www.reforestacion.com.ar que puede facilitar estas actividades, y
es cada vez más abundante la bibliografía que facilita la reforestación (Renison y col.
1998; Renison y col. 2002b; Renison y col. 2005).

1996 2000

1999

2006 2005

Fotos. Evolución de una área de reforestación en Los Gigantes desde antes de su plantación
en 1998 hasta el año 2006. Al fondo el refugio del Club Andino Villa Carlos Paz.

PLAN DE MONITOREO
El plan de monitorio inicial, el cual consideramos fue exhaustivo y
minucioso, resultó excelente como primera aproximación y para evaluar el estado de
conservación de los bosques y los manejos realizados. Sin embargo, es muy intenso
en mano de obra, una frecuencia anual resulta demasiado pequeña para detectar
cambios en bosques y nuestras simulaciones integrando todos los estadios mostraron
que lo importante es el número de árboles adultos. Por ello recomendamos su

Marzo 2008 128


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ejecución en una ocasión más con el fin de corroborar los resultados aquí obtenidos
más a largo plazo. Luego sería conveniente pasar a un plan de monitoreo más
extensivo pero menos detallado. Además, es importante incluir parcelas que en la
actualidad no tienen bosques, ya que puede ser más importante detectar una
expansión/retracción del bosque, que la evolución de los bosques existentes. Abajo
bosquejamos los planes a corto y largo plazo.

Plan a corto plazo (20 años)


Para monitorear el estado de maduración, la expansión o retracción de los
bosques del área de conservación sugerimos realizar el seguimiento de 137 parcelas
de bosque establecidas en el año 2003 (se retiraron 13 parcelas del monitoreo por
complicaciones con los propietarios) y 46 nuevas parcelas establecidas en el año
2006 que se encuentran en las cercanías de bosques (pero no dentro). En el años
2014 o 2015 se sugiere medir nuevamente la cobertura de bosque, la altura de todos
los individuos mayores a 30cm, altura de los árboles muertos en pié, la altura y
perímetro de los troncos y ramas muertas en el suelo, cicatrices de fuego y bosteo. La
información base de estas parcelas se provee en el archivo adjunto (bosques.xls)
donde también se encuentran las coordenadas de las parcelas (usar datum Campo
Inchauspe). Las parcelas están marcadas con una estaca de hierro de construcción en
su centro y 4 esquinas – las cuales se complementó con pilas de piedras cuando se
juzgó necesario. Puede ayudar a ubicar las parcelas el hecho que todos los árboles de
más de 200 cm en altura están marcados con una chapa de aluminio colgadas de un
alambre muy fino y holgado.
Las metas de conservación se cumplirían en la medida que en aquellas
parcelas donde en el año 2003 había alta densidad de bosque, los árboles sean más
altos, envejezcan y haya más árboles muertos en pié o caídos en el piso. No es de
esperar establecimiento de nuevas plántulas salvo en los sitios donde el dosel se abrió
por muerte de individuos. En cambio, en parcelas con baja densidad de bosque (o
nula en las establecidas en el 2006) se esperaría un aumento en la cobertura del
bosque, número de tabaquillos y sus alturas.
Se estima que este plan de monitoreo llevará aproximadamente 100 días de
campo y 50 días ingreso de datos y elaboración de informe. Para el campo se

Marzo 2008 129


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necesita un equipo de 2 personas, GPS y cinta métrica. Para el procesamiento de los


datos, PC y programas de estadística adecuados. La planilla de toma datos es muy
simple y puede ser confeccionada a gusto del equipo de campo. La planilla para
ingresar los datos en Excel u otro programa debería ser idéntica a la provista. Es
intención de los autores de esté capítulo completar este monitoreo de conseguirse los
fondos necesarios – aunque con mucho gusto delegaremos este trabajo a otras
personas que lo quisieran desarrollar, los cuales pueden contar con nuestra
cooperación en resolver dudas o inconvenientes que surjan.

Plan sugerido a largo plazo


Tradicionalmente se pensó en el área con bosque y del monitoreo de los
bosques. Sin embargo nuestros estudios recientes demuestran que en la actualidad los
bosques están restringidos a ciertos ambientes debido a los fuegos, ramoneo por
ganado doméstico y posiblemente talas del pasado, y que virtualmente casi toda la
Unidad de Conservación debería manejarse cómo un mosaico cambiante de
pastizales y bosques de tabaquillo – y por consiguiente con el fin de establecer si se
está cumpliendo con las metas debe monitorearse los bosques en todo el área de
conservación. Para un monitoreo más extensivo del bosque se deberían determinar
500 parcelas de 60 x 60 metros, distribuidas en toda la unidad de conservación y de
manera equitativa entre posiciones topográficas y alturas sobre el nivel del mar, sin
importar el tipo de unidad de vegetación existente al momento de seleccionar las
parcelas. Cada 10 años se evaluará en cada parcela: (1) el porcentaje de cobertura
arbórea a través de imágenes satelitales con buena resolución (1x1 m), y a campo
sólo las que tienen bosque según el procedimiento anterior: (2) cicatrices de fuego,
(3) bosteo, (4) el número de troncos caídos, (5) especies exóticas y porcentaje de la
cobertura que ocupan; (6) número de árboles muertos en pie, que son buenos
indicadores de la madures de los bosques. El seguimiento de estos parámetros nos
permitirá conocer cambios en la cobertura del bosque y en el estado de madurez, y
evaluar a largo plazo patrones de distribución de los bosques en función de la
topografía, su respuesta al cambio climático global e invasiones biológicas. Las
metas de conservación se cumplirían si en el conjunto de parcelas aumenta la
cobertura de bosque y se encuentra mayor número de troncos caídos y árboles

Marzo 2008 130


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

muertos en pie. Las cuantificación de las cicatrices de fuego y bosteo permitirían


interpretar los resultados.
Se estima que este plan de monitoreo llevará aproximadamente 50 días de
procesamiento de imágenes satelitales, 50 días de campo y 50 días ingreso de datos
y elaboración de informe, por cada vez que se ejecute (década). Las salidas de campo
deben realizarse con un equipo de dos personas, la parte de laboratorio implica
personal especializado en el uso de imágenes satelitales y PC de alta potencia. Este
plan es una propuesta de monitoreo no ensayada, pero que mejora muchas de las
limitaciones del monitoreo actual que está pensado para monitorear los bosques
existentes en la actualidad pero no su expansión o retracción.

COMENTARIOS FINALES
Durante esta consultoría nos hemos concentrado en el tabaquillo, algunos
lectores estarán preguntando ¿qué pasa con las otras especies del bosque de
tabaquillo? Es imposible con la información y tiempos disponibles contestar esta
pregunta de forma rigurosa. Pero nuestras observaciones a campo indican que el
tabaquillo es una especie clave que forja la evolución del sistema que viene por
detrás. Por ejemplo, tanto en el Parque Nacional cómo una zona de reforestación con
tabaquillo ubicada en Los Gigantes son miles los individuos de Maitén (Maytenus
boaria) que están apareciendo dentro de los nuevos bosques – debido a la dispersión
de sus semillas por aves que se posan en los tabaquillos y ayudados en su
reclutamiento por la exclusión ganadera. El sotobosque de los nuevos bosques se
están asemejando al de los bosques existentes, en Los Gigantes ahora son más
frecuentes las aves típicas de los bosques de tabaquillo (observación personal) e
incluso lo mismo ocurre con los hongos degradadores de la madera (Robledo,
comunicación personal). Los suelos se están volviendo más esponjosos (estudio en
realización por Nicolás Latorre) y la erosión de los suelos en bosques se está
frenando en sitos con exclusión ganadera. Otros atributos de los bosques suponemos
tardaran años en recuperarse, por ejemplo, los suelos a más de 10 cm. de profundidad
se observan aún compactados, y los organismos que dependen de los bosques
maduros (ciertas orquídeas y hongos) tardaran cientos de años en recuperarse.

Marzo 2008 131


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

AGRADECIMIENTOS
Cientos de voluntarios que ayudaron al proyecto de reforestación de las
Sierras Grandes y en las investigaciones. Por el financiamiento y/o apoyo a Whitley
Laing Foundation, Fundación Volkswagen y DFG, Alemania, Programa de
Voluntariados Universitarios, Club Andino Córdoba, Cooperativa Integral de Agua y
Servicios Públicos de Villa Carlos Paz, Centro de Derechos Humanos y Ambiente
(CHEDA), Ecosistemas Argentinos, Embajada Británica en Buenos Aires,
Asociación Los Algarrobos, Parques Nacionales y GEF, Club Andino Carlos Paz,
Colegio Umberto Illia, Martin Luther University Halle Wittenberg, Institute for
Geobotany and Botanical Garden, Gobierno de Córdoba - Plan Provincial de Manejo
del Fuego- Agencia Córdoba Ambiente, Escuela Nuestra Sra. del Valle en Los
Gigantes, Cátedra de Ecología General, F.C.E.F.y N, Universidad Nacional de
Córdoba, Ranger y World Challange. A todos ellos muchas gracias.

Marzo 2008 132


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

BIBLIOGRAFÍA
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CINGOLANI, A.M., CABIDO, M.R., RENISON, D. & SOLÍS Neffa, V. 2003. Combined
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CAPITULO IV: MONITOREO DE PUMA (PUMA CONCOLOR) Y ZORRO


COLORADO (Lycalopex culpaeus smithersi)

AUTORES: Pia, M.V.

OBJETIVOS
• Obtener información de base y un diagnóstico inicial sobre las poblaciones de
carnívoros para la planificación del monitoreo del Parque Nacional Quebrada
del Condorito.
• Conocer la densidad relativa de puma y zorro colorado dentro de la Unidad
de Conservación.
• Diseñar programas de monitoreo de la tendencia poblacional específicos para
puma y zorro colorado y proponer metodologías para la continuación del
monitoreo a largo plazo

INTRODUCCION
Entre los mamíferos, el grupo de los predadores tope, está representado por
especies clave para el ecosistema como reguladores de las poblaciones de herbívoros,
disminuyendo la presión que éstos ejercen sobre la vegetación (Miller et al., 2001).
Se ha determinado que los niveles de biodiversidad del ecosistema son
consistentemente más altos en sitios ocupados por predadores tope que en sitios con
solo niveles tróficos menores (Sergio et al., 2006). Sin embargo, su conservación es
un tema conflictivo y relevante, tanto dentro como en la periferia de áreas protegidas
(Wang y Macdonald 2006, Treves y Karanth 2003, Hoogesteijn et al., 1993); los
pobladores que habitan en sitios periféricos a áreas de conservación frecuentemente
se sienten perjudicados por su presencia, ya que consideran que las áreas protegidas
actúan como refugios de carnívoros y otras especies que afectan sus actividades
económicas (Pia 2004).
El resultado de este conflicto puede extenderse más allá de las poblaciones y
afectar al ecosistema entero. Muchas especies “conflicto” son también especies
clave, cuya remoción afecta la estructura de todo el ecosistema. Sin embargo, los

Marzo 2008 136


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predadores pueden causar perdidas significativas sobre las actividades humanas.
Ignorar este hecho no contribuye a la conservación de estas especies (Woodroffe et
al., 2005).
El puma (Puma concolor), es el mamífero de mayor distribución latitudinal
en América, abarcando un amplio rango de diversidad de hábitats (Iriarte et al.,
1991). A pesar de esto, según datos de su distribución histórica, el puma abarcaba
una mayor extensión en todo el continente. La presión de caza, los cambios en las
prácticas de manejo de las tierras y la alteración de la base de presas, han restringido
su distribución, principalmente a áreas montañosas no pobladas y sitios poco
accesibles, aislando sus poblaciones (Currier 1983).
El zorro colorado (Lycalopex culpaeus smithersi) es una subespecie endémica
de Pampa de Achala, posiblemente aislada de otras poblaciones de zorro colorado del
piedemonte de los Andes. Son cánidos medianos, principalmente carnívoros, que
generalmente se comportan como predadores oportunistas, aunque pueden ser
localmente selectivos para alguna presa (Novaro 1997, Pia et al., 2003).
Aunque el control de carnívoros fue siempre el eje de las soluciones de
manejo llevado a cabo por muchas instituciones gubernamentales, generalmente
existe poca consideración de las circunstancias, estacionalidad, comportamiento,
estado poblacional y otras condiciones que afectan el rol de los carnívoros en el
ecosistema (Miller et al., 2001).
Por este motivo, detectar a tiempo cambios y tendencias en las poblaciones de
carnívoros es un requisito necesario para basar pautas de control que garanticen su
conservación y manejo sustentable. La estimación de abundancia absoluta o relativa,
y su posterior inferencia sobre la variación espacial y temporal es la base de la
elaboración de estos programas (Walker et al., 2000).
Para evaluar la metodología más apropiada para monitorear las poblaciones
de zorros y pumas a largo plazo se deben realizar pruebas de potencia (Gerrodette
1987, Steidl et al., 1997, Gibbs et al., 1998). Estas pruebas deben ser realizadas
utilizando como muestra piloto los datos obtenidos en un estudio preliminar sobre
densidades relativas de zorros y pumas (Pia y Novaro 2005). El programa de
monitoreo debe diseñarse de manera que asegure una potencia de detección mínima
de las tendencias de la población.

Marzo 2008 137


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Debido a que los carnívoros como el puma y el zorro colorado son especies
nocturnas, crípticas y se dispersan a bajas densidades, es dificultoso monitorear
cambios en sus poblaciones (Beier y Cunningham 1996). Para obtener índices de las
tendencias poblacionales a lo largo de grandes extensiones y con un bajo costo se
recomienda el uso de métodos de muestreos indirectos como el conteo de sus huellas
u otros signos (Smallwood y Fitzhugh 1995, Beier y Cunningham 1996, Travaini et
al., 2003, Novaro et al., 2000).
Entre algunos de estos métodos, las estaciones odoríferas (Roughton y
Sweeny 1982) han adquirido gran importancia en la evaluación de densidades
relativas de zorros en la patagonia Argentina, donde Novaro et al., (2000) calibraron
el índice de estaciones odoríferas para zorros colorados con abundancias absolutas
del mismo. Asimismo, en Norteamérica se encontraron correlaciones positivas entre
la densidad de signos y el tamaño poblacional de pumas (Van Dike et al., 1986) y se
puede, así, obtener un índice de tendencia poblacional (Smallwood and Fitzhough
1992, 1995, Cunningham et al., 1995).

Antecedentes del estudio de carnívoros tope en el PNQC


En el año 2000 se realizó un estudio sobre los efectos directos e indirectos del
ganado doméstico sobre la ecología trófica del zorro colorado (Lycalopex culpaeus
smithersi) evaluando su dieta, disponibilidad y selección de presas en dos sitios con
diferente abundancia de ganado doméstico. El estudio fue llevado a cabo en el
Parque Nacional Quebrada del Condorito (en adelante Parque) con baja carga de
ganado y la Reserva Nacional Quebrada del Condorito, con alta carga. En este
estudio se encontró que los zorros consumieron principalmente roedores nativos y
cuises, seguidos por aves, carroña (ganado mayor), liebres, tucos y ovejas (ganado
menor). Se encontraron diferencias significativas en la dieta entre los sitios de
estudio, principalmente debido a que los zorros consumieron más carroña y aves en
la Reserva que en el Parque, y a que consumieron tucos sólo en el Parque. Las
densidades de cricétidos y tucos fueron significativamente mayores en el Parque, y
no se encontraron diferencias en la abundancia de liebres entre los dos sitios. Con
este estudio se concluyó que el ganado puede afectar la ecología trófica de los
carnívoros en forma directa, siendo una presa potencial, e indirecta, modificando la
selección de otras presas. Esto se debe a los efectos negativos que produce el ganado

Marzo 2008 138


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sobre el alimento y la cobertura vegetal, reduciendo la densidad e incrementando la
vulnerabilidad de cricétidos y tucos en Achala a través del pisoteo del suelo que
destruye cuevas, la competencia por forraje y la reducción de la cobertura de pastos
(Pia et al., 2003).
En el año 2002, se realizó un estudio preliminar en los alrededores de
Condorito, donde se llevaron a cabo encuestas a los productores (n = 24). Casi la
totalidad de los sistemas productivos son minifundistas, de infraestructura precaria
(31% posee alambrados) y escaso manejo. El 70%, encierra al ganado menor en
corrales durante la noche, no así al ganado mayor. El 92% de los consultados
confirmó la presencia de estos depredadores en sus campos, y casi el 30% tuvo
problemas con perros asilvestrados o de vecinos. El 67% sufrió otras causas de
muertes, como falta de alimento (79%), robo (50%) e incidencia de enfermedades y
efectos climáticos (25%). Por predación, el 10% lo atribuyó al puma, el 3% al zorro,
el 47% a ambos y el 21% a ambos depredadores y perros. El 59% y el 74%
identifican la muerte por puma y zorro, respectivamente, por la forma de matar. El
30% tuvo muerte de terneros, ovejas y corderos, y el 10% de caprinos por pumas.
Casi el 40% perdió corderos por zorros. Más del 50% opina que el daño por
depredadores aumentó desde la creación del Parque Nacional Quebrada del
Condorito. Solo el 30% realiza control sobre predadores y poco efectivos. En cuanto
a las pérdidas económicas, en éste estudio la predación por puma reflejó una pérdida
cinco veces mayor con respecto al zorro colorado. En el año 2005, se comenzaron a
monitorear las densidades relativas de puma dentro del Parque. La densidad relativa
de pumas es mayor en el Parque, seguramente, debido a características geográficas
de cada zona relevada, y a las diferencias en la presencia humana y ganado
doméstico.
Los estudios de dieta difirieron entre años en los pumas, y entre años y sitios
en los zorros. Debido al difícil encuentro de heces de puma en los alrededores del
Parque, sólo se obtuvieron datos de dieta de puma dentro del Parque. De la misma
manera que los zorros, los pumas consumieron un mayor porcentaje de biomasa de
cuises, observándose un incremento en el consumo del mismo en el último año de
análisis, seguido de pequeños roedores, liebres y ganado doméstico (Pia 2005).

Marzo 2008 139


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Área de Estudio
El estudio se llevó a cabo en Pampa de Achala (S 31º 50’, O 64º 52’), una
altiplanicie granítica (2000-2200 m) ubicada en las Sierras Grandes de Córdoba,
Argentina. La vegetación está caracterizada por pajonales, con parches de céspedes
de pastoreo y bosquecillos de altura (Luti et al., 1979) que alternan con afloramientos
rocosos. La temperatura media es de 5º C y 11º C en invierno y verano,
respectivamente (Cabrera 1976). La precipitación media anual es de 850 mm. y se
concentra principalmente entre los meses de octubre a abril (estación húmeda). En
esta región existe desde 1996 el Parque Nacional Quebrada del Condorito, donde se
ha removido la totalidad del ganado doméstico en un sector del mismo y se han
prohibido las quemas de pastizales y bosques. El área que circunda al parque es la
Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala, en adelante Reserva). En la Reserva se
practica la ganadería extensiva, principalmente vacuna, pero también son abundantes
las majadas ovinas que representan el tipo de ganado más vulnerable a la predación
por puma (Pia 2004).

PARTE 1. MONITOREO DE TENDENCIAS POBLACIONALES DE PUMA (Puma


concolor)

METODOLOGÍA
Para monitorear las poblaciones de puma se estimó la densidad relativa por
medio del conteo de signos (heces y huellas) en transectas a lo largo de quebradas,
sendas, rocas y ribera de los ríos (Beier y Cunningham 1996, Smallwood y Fitzhugh
1995, Stander 1998). Los sitios de muestreo fueron elegidos al azar de entre los
existentes dentro del Parque y la Reserva. Las transectas se recorrieron a pie,
georreferenciando con un GPS el principio y el final de las mismas. Cada transecta se
inició en el metro cero, y se recorrió registrando todos los signos que se encontraran
en una faja de 5 metros de ancho. La transecta se dividió en segmentos de 500 m de
largo, con el fin de facilitar la manipulacion de los datos, georreferenciando los
segmentos con GPS (es decir, un punto cada 500 metros de transecta recorrida). El
largo de la trasecta varió en longitud entre 2 y 4 kilometros. La planilla utilizada para
este monitoreo se presenta en el Anexo 2 y 3. En el Parque se realizaron 21, 18, y 11

Marzo 2008 140


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transectas en los años 2005, 2006 y 2007, respectivamente, y se recorrieron entre
22.5 y 104 kilómetros en total. Mientras que en la reserva se realizaron 11 transectas
y se recorrieron 13.5 kilómetros (Tabla 1, Fig. 1).

Figura 1: Ubicación de las transectas de puma dentro del Parque y la Reserva Las transectas
están marcadas en color celeste

Marzo 2008 141


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RESULTADOS

A continuación se presentan las tablas con los datos obtenidos del monitoreo
de pumas. Los mismos se presentan como la cantidad de segmentos con presencia de
signos (heces y huellas) positivos de puma en todo el recorrido de la transecta. Se
calculó el promedio de segmentos con signos positivos relevados cada dos
kilómetros de transecta recorrida en el Parque y la Reserva, debido a que las
transectas recorridas no poseen el mismo largo (Tabla 1). El monitoreo de signos de
pumas, no así el estudio de tendencia poblacional, se viene realizando desde el año
2005, por lo que se presentan todos los datos en conjunto. Sin embargo, los
monitoreos dentro de la Reserva comenzaron a realizarse durante los últimos meses
del año 2007, y pueden no ser lo suficientemente robustos para su utilización en las
pruebas de potencia de tendencia poblacional, por lo que en un futuro deberán
realizarse nuevas transectas en esta área. Se observó una mayor densidad relativa de
puma en el Parque que en la Reserva en el año 2007. Asimismo, dentro del Parque se
observa una tendencia creciente de la densidad relativa de pumas entre años; no
obstante, al parecer existen fluctuaciones en sus poblaciones como se observa en el
año 2006 (Fig. 2).

Área Periodo LT (Km.) Nº Tr Nº Seg NºSS/2Km DS


PNQC 2005 70 21 140 1,14 0,11
PNQC 2006 104 18 208 0,42 0,40
PNQC 2007 22,5 10 45 2,18 0,85
RHPA 2007 13,5 11 27 0,18 0,57
Tabla 1: Densidad relativa de puma en el Parque y la Reserva, expresada
como el número de segmentos con signos de puma por cada dos kilómetros de
transecta. LT: largo transecta total, Nº TR: numero de transectas totales, Nº
SEG: número de segmentos totales del conjunto de transectas, NºSS/2KM:
número de segmentos con signos de puma cada 2 kilómetros.

Marzo 2008 142


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2,50
PNQC RHPA
2,00

Nº SS/2KM
1,50

1,00

0,50

0,00
2005 2006 2007

Figura 2: Densidad relativa de puma en el Parque y la Reserva,


representada por el número de segmentos con signos de puma
por cada dos kilómetros de transecta, entre los años 2005 y
2007.

PARTE 2. MONITOREO DE TENDENCIAS POBLACIONALES DE ZORRO


COLORADO (Lycalopex culpaeus smithersi)

METODOLOGÍA
Para monitorear las poblaciones de zorro colorado se estimó su densidad
relativa por medio del método de estaciones odoríferas (Roughton y Sweeny 1982,
Sargeant et al., 1998, Novaro et al., 2000). Dentro del Parque y la Reserva, se
operaron durante al menos un día y una noche de 6 a 15 líneas (unidades muestrales)
de 5 estaciones odoríferas cada una (Roughton y Sweeny 1982). Las estaciones se
instalaron a lo largo de caminos secundarios y/o sendas internas, intentando
muestrear cada sitio en forma homogénea. En cada estación, ubicada en forma
alternada a derecha e izquierda a 1.5 a 10 m de la senda, se removieron piedras y
vegetación con pala y/o rastrillo en una circunferencia de 1.5 m de diámetro. En cada
estación odorífera, se alisó el suelo con un secador y rodillo de pintura, agregando
arena fina en los casos en que fue necesario, para lograr un sustrato apropiado para la
identificación de huellas (Fig. 3). La separación entre estaciones en cada línea fue de
0,4 Km. y entre líneas de 1,3 Km., para lograr independencia entre unidades
muestrales (Roughton y Sweeny, 1982). Las distancias pueden ser calculadas con el
tacómetro de un vehículo o utilizando la función TRIP del GPS. Se utilizó como

Marzo 2008 143


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cebo huevo fermentado presentado sobre una estaca de madera en el centro de la
estación (Fig. 4). En los sitios con roca expuesta, donde no se pudo utilizar estaca de
madera, se presentó el cebo sobre una piedra pequeña colocada en el centro de la
estación. El atrayente se preparó colocando el contenido de, al menos, 40 huevos en
un balde, y mezclando los mismos diariamente (la cantidad de huevos necesarios
variará en función de la cantidad de estaciones operadas). El balde debe ser tapado
con tela media sombra para evitar el ingreso de insectos, y debe dejarse fermentar
durante 15 días a temperatura ambiente. Para evitar la descomposición del atrayente
el mismo debe prepararse 15 días antes de iniciar el monitoreo. En los casos que el
atrayente se endurezca, se debe agregar una pequeña parte de agua con el fin de
ablandarla. Debe tenerse precaución con el uso del huevo fermentado, utilizando
guantes, ya que en él puede desarrollarse la bacteria Salmonella, causante de serios
problemas de salud. Luego de que las estaciones estuvieron activas durante una
noche, fueron revisadas a la mañana siguiente, identificándose las huellas de los
animales que las visitaron y registrándose los datos en la planilla correspondiente
(Anexo 1 y 3) (Fig. 5). En cada sitio de muestreo, los resultados se expresaron como
el porcentaje de EO (estaciones odoríferas) con huellas de zorros con respecto al total
de estaciones operables (Índice de estaciones odoríferas = IEO) (Novaro et al.,
2000). Las estaciones fueron consideradas no operables cuando su superficie fue
destruida por heladas, viento, lluvia o pisoteo de ganado, o cubiertas por nieve.

Figura 3: Utilización de rodillo para alisar la superficie de la estación


odorífera.

Marzo 2008 144


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Figura 4: Presentación del cebo (huevo fermentado) sobre estaca en


el centro de la estación odorífera

Figura 5: Revisión de estación odorífera e identificación de la huellas

RESULTADOS
Se realizaron dos muestreos dentro del Parque y la Reserva, una en la
estación seca de 2007 y la otra en la estación húmeda de 2008. En el primer muestreo
se analizaron 8 líneas en cada área, y en la segunda ocasión 6 y 11 líneas en la
Reserva y en el Parque, respectivamente (Fig. 6). Los datos se presentan como el
porcentaje de visitas a estaciones odoríferas por zorro colorado en los distintos sitios
de estudio (%IEO) (1º muestreo: Tabla 2, 2º muestreo: Tabla 3). En la estación

Marzo 2008 145


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húmeda se observó una mayor frecuencia de visita por zorro colorado en ambos
sitios, en comparación con la estación seca (Fig. 7).

Figura 6: Ubicación de las líneas con estaciones odoríferas de zorro dentro del Parque y la
Reserva. (Las líneas están marcadas con círculos rojos)

Marzo 2008 146


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Sitio N* Media %IZC DS


PNQC 36 22,00 0.3
RHPA 35 22,86 0.3
Tabla 2: Porcentaje de visitas a estaciones odoríferas por
zorro colorado (%IZC) en el Parque y la Reserva, en la
estación seca de 2007. DS: desvío estándar del porcentaje
medio de visitas.* Nº de estaciones odoríferas operables

Sitio N* Media %IZC DS


PNQC 45 33,3 2.05
RHPA 23 39,1 2.05
Tabla 3:. Porcentaje de visitas a estaciones odoríferas por
zorro colorado (%IZC) en el Parque y la Reserva, en la
estación húmeda de 2008. DS: desvío estándar del porcentaje
medio de visitas.* Nº de estaciones odoríferas operables

50,00
Seca Humeda
40,00
Porcentaje de visitas

30,00

20,00

10,00

0,00

PNQC RHPA

Figura 7: Densidad relativa de zorro colorado en el parque y


la reserva, representada por la media del porcentaje de visitas
a las estaciones odoríferas en la estación seca 2007 y húmeda
2008

Marzo 2008 147


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PARTE 3. PRUEBAS DE POTENCIA PARA EVALUAR EL MONITOREO DE
POBLACIONES DE PUMA Y ZORRO COLORADO EN EL PARQUE NACIONAL
QUEBRADA DEL CONDORITO Y RESERVA HÍDRICA PROVINCIAL DE
ACHALA

METODOLOGÍA
Para evaluar la metodología más apropiada para monitorear las poblaciones
de zorros y pumas a largo plazo, se realizaron pruebas de potencia (Gerrodette 1987,
Steidl et al., 1997, Gibbs et al., 1998). Para ésto se utilizaron los datos obtenidos en
este estudio preliminar sobre densidades de zorros y pumas en el Parque y la Reserva
como muestra piloto. Para las pruebas se utilizó el programa InfoStat versión 1.1
desarrollado por InfoStat (2002), que permite, a partir de la varianza obtenida de los
datos del premuestreo, modificar el tamaño muestreal, el nivel de significancia
(alfa=α) y el incremento que se requiere de la media de la poblacion, para obtener la
potencia de los parámetros seleccionados. Asi, se puede obtener la tendencia de la
población estudiada a partir de un nivel inicial y evaluar las probabilidades de que
distintos diseños de monitoreo puedan detectar tendencias significativas cuando éstas
existen. De esta manera se puede analizar el esfuerzo de muestreo (definido por el
tamaño de la muestra) necesario para monitorear la población apropiadamente. Se
puede evitar así utilizar una muestra demasiado pequeña para detectar una
determinada tendencia o realizar un esfuerzo de muestreo excesivo y gastar así
recursos que pueden ser destinados a otros fines.
Para definir el nivel inicial de la población simulada en la prueba de potencia
generalmente se utiliza el valor medio de densidad (relativa o absoluta) estimado en
el muestreo piloto. Este valor debe ser calculado para cada unidad muestral, para asi
poder obtener su correspondiente varianza, la cual será utilizada con el programa
InfoStat. Para definir el diseño de monitoreo puesto a prueba en cada simulación, las
principales características a establecer son: 1) probabilidad de error tipo I (α), 2)
número de unidades muestrales (transectas, cuadrados, etc), 3) número de conteos
efectuados en cada unidad muestral durante cada ocasión de muestreo, 4) la cantidad
de ocasiones de muestreo durante el período mínimo en el cual se desea evaluar la
tendencia. Se consideró que una potencia de prueba aceptable es de
aproximadamente 0.80 (u 80%, Gibbs et al., 1998). La mayor parte de las

Marzo 2008 148


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evaluaciones fueron hechas para determinar la potencia del sistema de monitoreo
para detectar una tendencia creciente de la población luego de un período de
muestreo de 1 año con dos ocasiones de muestreo cada año (estacionales). En el caso
del puma se evaluó el sistema de monitoreo más apropiado agrupando los datos del
Parque y la Reserva. Esto se hizo así porque el tamaño de muestra en ambas áreas era
muy pequeño e influirían en las pruebas de potencia requiriendo tamaños de
muestras muy grandes e imposibles de realizar en el período del monitoreo. Sin
embargo, para la continuidad del monitoreo se deberá seguir con el plan de
monitoreo que se propone a continuación y realizar los analisis de tendencias
poblacionales de manera separada para el Parque y la Reserva. Estas consideraciones
obedecen a que el puma es un carnívoro que vive en menores densidades que los
zorros y tiene una menor tasa reproductiva, por lo que sus poblaciones pueden ser
más sensibles a reducciones excesivas de tamaño, a pesar de que algunos individuos
pueden utilizar ambas áreas (Parque y Reserva), y de que los individuos de ambas
áreas pueden pertenecer a la misma población biológica. En el caso del zorro
colorado se evaluó el sistema de monitoreo conjuntamente para el Parque y la
Reserva.
En cuanto a los datos de densidad relativa de zorro colorado utilizados para
las evaluaciones de potencia del sistema de monitoreo, se consideró el método de
análisis de datos propuesto por Sargeant et al. (1998). Estos autores analizaron las
características de los datos de estaciones odoríferas para coyotes (Canis latrans, una
especie ecológicamente similar al zorro colorado) en el oeste de EE.UU. Sargeant et
al. (1998) y recomendaron utilizar la proporción de líneas de estaciones con al menos
una visita, en lugar de la proporción de estaciones odoríferas con visitas. Por lo tanto,
se utilizó ésta variable para las simulaciones con el InfoStat. Se calcularon las
proporciones de líneas con al menos una visita en conjunto para el Parque y la
Reserva, divididas en la estación seca del 2007 y húmeda del 2008. Las variables
utilizadas como valor medio de densidad relativa inicial para la prueba de potencia
fueron la media entre las estimaciones de las dos estaciones y las dos áreas y su
varianza.

Marzo 2008 149


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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Puma (Puma concolor)


Para el puma se realizaron dos pruebas de potencia por separado. La primera
se realizó con los datos obtenidos en este estudio en base a la tabla 4. Los resultados
de las evaluaciones de potencia para el monitoreo de la población de pumas en el
Parque y la Reserva se presentan en la tabla 5. Se partió de 12 transectas debido a
que éste fue el tamaño de muestra del estudio piloto en cada área. Se trabajó
inicialmente considerando errores de tipo I (α) de 5 %, pero en la mayoría de los
casos se utilizaron α mayores, o sea, niveles más flexibles que son generalmente
aceptables.

NºSS/KM*
Seca Húmeda Media Varianza
1,335 0,091 0,713 0,387
Tabla 4: Datos de media y varianza de signos de
pumas para las dos áreas y las dos estaciones
utilizados en las pruebas de potencia.*NºSS/KM:
número segmentos con signos de puma por kilómetro

Nº Tr Prob. error tipo I Potencia de detección (%) % Incremento


12 0,05 5 10
12 0,3 32 10
20 0,3 33 10
12 0,05 8 20
118 0,3 80 20
158 0,2 80 20
12 0,05 12 30
30 0,3 64 30
53 0,3 80 30
71 0,2 80 30
12 0,05 26 50
48 0,05 81 50
37 0,1 80 50
Tabla 5. Evaluaciones de potencia de pruebas para el monitoreo de tendencias de la
población de pumas en el Parque y la Reserva.

Marzo 2008 150


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Para las dos áreas, utilizando 12 transectas de recuento de signos de puma
para detectar una tendencia de aumento del 10% en la densidad relativa de la
población con un error del 5%, solo se obtiene una potencia del 5%. (Tabla 5). La
potencia aumenta a medida que el tamaño muestral aumenta. Para observar grandes
cambios (30-50%) el número de transectas necesarias para alcanzar una potencia del
80% varia de 37 transectas (para detectar un aumento del 50% con α= 0.1) a 71
transectas (para detectar un aumento del 30% con α=0.2) en ambos sitios.
Aumentando la probabilidad de error tipo I, la potencia de un monitoreo puede
aumentar. Si se aceptaran aumentos α 0.2 y 0.1, pueden obtener potencias del 80%,
para observar aumentos en las poblaciones del 30 o 50%, respectivamente.
La segunda prueba de potencia, se realizó utilizando como muestra los datos
obtenidos de los monitoreos de puma dentro del Parque en los años 2005 y 2006
(Tabla 6). Los resultados de las evaluaciones de potencia para el monitoreo de la
población de pumas en el Parque entre los años 2005 y 2006 se presentan en la Tabla
7. Se partió de 21 y 18 transectas debido a que éstos fueron los tamaños de muestra
del estudio piloto en cada año, y se trabajó inicialmente considerando errores de tipo
I (α) del 5 %.

NºSS/KM*
Año Seca Húmeda Media Varianza
2005 0,53 0,49 0,51 0,0004
2006 0,18 0,24 0,21 0,0009
Tabla 6: Datos de media y varianza del monitoreo de signos de
pumas dentro del parque entre los años 2005 y 2006. *NºSS/KM:
número segmentos con signos de puma por kilómetro

Año Nº Tr Prob. error tipo I Potencia de detección (%) % Incremento


2005 21 0,05 100 10
2006 18 0,05 52 10
2006 33 0,05 81 10
2006 25 0,1 80 10
2006 18 0,05 100 30
Tabla 7: Evaluaciones de potencia de pruebas para el monitoreo de tendencias de la
población de pumas en el parque entre los años 2005 y 2006.

Marzo 2008 151


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Como se observa en la tabla 7, en el año 2005 el tamaño muestral alcanzado
en cada estación de muestreo fue suficiente para lograr una potencia mayor al 80%
(α=0.05), para observar un incremento del 10% en la población de pumas el año
siguiente. No obstante en el año 2006, el número de transectas fue menor, y la
densidad relativa de pumas disminuyó notablemente con respecto al 2005, por lo que
la potencia del monitoreo alcanzó el 52 % (α=0.05) para observar un aumento en la
población del 10%. Sin embargo aumentando el tamaño muestral para las dos
estaciones de muestreo con un α=0.1, se logra una potencia del 81% para observar un
aumento del 10% en la población de pumas (Tabla 7).

Zorro colorado (Lycalopex culpaeus smithersi)


Los resultados de las evaluaciones de potencia para el monitoreo de la
población de zorro colorado en el Parque y la Reserva se presentan en la tabla 8.

Nº Líneas Prob. error tipo I Potencia de detección (%) % Incremento


17 0,05 9 10
30 0,3 47 10
17 0,05 24 20
57 0,1 80 20
48 0,15 81 20
17 0,05 48 30
34 0,05 81 30
26 0,1 81 30
20 0,05 82 40
17 0,05 91 50
Tabla 8. Evaluaciones de potencia de pruebas para el monitoreo de tendencias de la
población de zorro colorado en el Parque y la Reserva.

Para las dos áreas, utilizando 17 líneas de estaciones odoríferas por estación
para detectar una tendencia de aumento del 10% en la densidad relativa de zorros con
un error del 5%, sólo se obtiene una potencia de 9%. (Tabla 8). Con un aumento del
20% (α=0.1), se necesitan 57 líneas por estación para llegar a un 80% de potencia. La
potencia aumenta sólo con grandes cambios en las poblaciones: aumentos del 30%

Marzo 2008 152


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con un α=0.1 necesitan 26 líneas por estación, y aumentos del 40 % con un α=0.05
necesitan 20 líneas por estación, logrando una potencia del 80% en ambos casos.
Recomendaciones para el monitoreo de tendencias de Puma y Zorro Colorado
En el caso del monitoreo de la tendencia poblacional de pumas en el Parque,
se recomienda trabajar con 2 conteos anuales sucesivos en 20 transectas de un
promedio de 2 Km. de largo. Este esquema de monitoreo, permitirá trabajar con una
probabilidad de error de tipo I del 5%. Como se observa en las tablas 6 Y 7, al
aumentar el tamaño de muestra en partes iguales en cada estación y sitio, aumenta la
potencia del monitoreo a valores de α relativamente pequeños y aceptables para este
tipo de estudios.
Estas transectas deberán monitorearse de manera homogénea en todo el
Parque en la estación seca y húmeda. Para esto, se pueden utilizar los mismos sitios
donde se realizaron las transectas en años anteriores, a menos que se desee modificar
la ubicación de alguna de las transectas ya utilizadas. Para el monitoreo de pumas en
la Reserva, a menos que haya suficientes recursos para que puedan hacerse muchas
más repeticiones de conteos, o que puedan relevarse alrededor de 53 transectas en
cada estación, se recomienda establecer un umbral de detección de cambios en
tendencias poblacionales del 50 %, con un error del 10% (Beier y Cunningham 1996)
con el que deberán realizarse 37 transectas. En cualquier caso es recomendable
establecer un número mayor de transectas que las 11 utilizadas en el muestreo piloto
de la Reserva. Para disminuir el tamaño de muestra necesario para el monitoreo de
pumas, no se debe pasar por alto ningún registro de huella de puma que pueda
subestimar la densidad relativa de los mismos.
Para el monitoreo de la tendencia poblacional de zorro colorado en el Parque
y la Reserva se recomienda trabajar con 2 conteos anuales sucesivos en las áreas
muestreadas en el estudio piloto, agregando otras áreas al monitoreo tanto del parque
como de la reserva. Se recomienda realizar 26 líneas de estaciones odoríferas entre
ambos sitios por estación para detectar un 30% de aumento en las poblaciones de
zorros con un error de tipo I del 30%.

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CONCLUSIONES GENERALES
Limitaciones de la metodología empleada
Las metodologías empleadas en este estudio, tienen limitaciones que deben
ser consideradas. Por un lado, los estimadores de densidad utilizados son índices
relativos, no brindando estimaciones de densidad absoluta (Ej. número de pumas por
kilómetro cuadrado) sino indicadores indirectos. Por otro lado, éstos estimadores no
han sido calibrados para hábitats de pastizal y bosque de altura como Pampa de
Achala, por lo que las conclusiones sobre la relación entre sus magnitudes y la
densidad real de las poblaciones de puma y zorro colorado deben ser tomadas con
cautela. Sin embargo, para el caso del puma, el hecho de que el índice empleado
brinde un indicador apropiado de tendencias poblacionales en otras áreas de
distribución del puma como el oeste de EE.UU., hace que pueda inferirse que los
índices propuestos son apropiados para monitorear las poblaciones de estos
carnívoros en Pampa de Achala.

Conclusiones sobre las densidades de carnívoros


Las densidades de puma son mayores dentro del Parque y las de zorro
colorado son mayores en la Reserva. Sin embargo, el efecto “fuente” que podría
ejercer el Parque sobre las poblaciones de pumas en la Reserva es similar al que
ocurre en Patagonia donde las estancias ganaderas son adyacentes a campos donde se
ha retirado el ganado ovino y hoy no se caza a estos carnívoros (Novaro 1997). En el
área de estudio, aparentemente este efecto “fuente”, con pumas que podrían
dispersarse desde el Parque hacia la Reserva, posiblemente sea potenciado por la
caza de pumas que se practica en la Reserva (a pesar de estar prohibido por ley
provincial), dejando territorios vacantes que son constantemente ocupados por
individuos que se encuentran en etapa de dispersión. De esta manera, se incrementa
la productividad y “exportación” de pumas desde el Parque hacia áreas adyacentes, y
en consecuencia se intensifica el conflicto con los pobladores.
Se recomienda monitorear las tendencias poblacionales interanuales de puma
y zorro dentro del Parque y la Reserva con el diseño propuesto (evaluando
anualmente los cambios a llevar a cabo para precisar el plan de monitoreo).

Marzo 2008 154


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Marzo 2008 157


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ANEXO 1. Planillas para la toma de datos de zorro colorado
Zorro colorado
Estaciones odoríferas:
Área:
Fecha instalación:
Fecha revisión:
Condiciones meteorológicas locales de la noche operativa:

1 2 3 4 5

N…

Nº No Operable

N° EST OPERABLES =
Resultados:
IZC= IZIN=

Especies Índice
Zorro colorado
Zorrino

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ANEXO 2. Planillas para la toma de datos de puma


TR Nº GPS INICIAL GPS FINAL:
FECHA
SITIO NOMBRE
VEGETACION CLIMA
METROS/PASOS ESPECIE SIGNO METROS/PASOS ESPECIE SIGNO

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ANEXO 3. Materiales y/o equipos necesarios para el monitoreo de Puma y Zorro Colorado

Puma:
• Planillas
• Lápiz
• GPS (baterías)
• Caballo (según la distancia de la transecta)

Zorro colorado:
• Planillas
• Lápiz
• Pala, rastrillo, secador de piso y rodillo
• Estacas de madera (puede ser palo de escoba) y maza
• Tacho grande con arena fina
• Cebo
• Camioneta (indispensable)
• Cinta de color para marcar estaciones sobre el camino
• GPS

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CAPITULO V: MONITOREO DE LA COMUNIDAD DE ANFIBIOS
AUTORES: Monguillot, J., J. Dominino y C. Casaveccia

OBJETIVOS:

● Obtener un diagnóstico inicial sobre las comunidades de anuros a fin de definir


indicadores en el PNQC y RHPA.

● Diseñar y poner a punto el programa de monitoreo de anfibios para la Unidad


de Conservación.

INTRODUCCION
Los anfibios son considerados organismos más susceptibles que otros
vertebrados a las perturbaciones del ambiente, debido a que presentan un ciclo de
vida que consta de una larva acuática y un adulto terrestre, es decir con
requerimientos y uso de hábitat distintos, y por lo tanto, sensibles a los cambios
ocurridos en ambos ambientes. Las etapas de desarrollo y metamorfosis de los
anfibios, además, son especialmente vulnerables, tanto a las fluctuaciones naturales
como a los impactos antrópicos. Estos diferentes requerimientos y tipos de hábitat
usados, facilita el impacto de una mayor cantidad de agentes, factores potenciales o
genera más vías de afectación (Raffo, 2006). A escala global las poblaciones de
anfibios están declinando abruptamente (Blaustein y Wake 1990; Phillips 1990,
Pechmann 1991, Blaustein, Wake y Sousa 1994, Green 2002). Entre las causas de su
declinación se encuentran: la presencia de contaminantes, en particular
agroquímicos, con efectos sobre el desarrollo y la viabilidad de larvas y juveniles, el
desecamiento de humedales y la perdida de hábitat, la predación por especies
exóticas, y el aumento de la incidencia de organismos patógenos (Taylor 1999,
Relyea 2000, Bradley 2002, Kiesecker, J. M. 2002, Vredenburg 2004, entre otros
autores).
Los grupos más afectados por la rápida declinación en América Latina
incluyen a las ranas comunes (Leptodactylidae), los sapos (Bufonidae) y las ranas
trepadoras (Hylidae). A pesar de la poca importancia que se le ha dado a los anfibios
en el seguimiento de fauna en las unidades de conservación de la APN, mayormente
concentrado en aves y mamíferos de valor especial, su declinación global, la carencia

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de conocimiento sobre el estado de su diversidad, y su utilidad para evaluar la
efectividad de áreas protegidas, hacen del monitoreo de anfibios una prioridad para el
manejo de nuestras unidades de conservación.
En este contexto, el Plan de Monitoreo del Parque Nacional Quebrada del
Condorito y Reserva Hídrica Provincial Achala, surgido a partir de la elaboración de
la Línea de Base de la Biodiversidad (2005) de esa gran unidad de conservación,
incluye dentro de los indicadores de biodiversidad a monitorear, a la comunidad de
anfibios presente en este Piso Superior de Pastizales y Bosquecillos de Altura de las
Sierras Grandes de Córdoba. La batracofauna de Pampa de Achala ha concitado el
interés científico desde hace décadas, dado el alto grado de endemismo en las formas
presentes. De las seis especies confirmadas para el Piso Superior de las Sierras
Grandes (2.000 – 2.400 msnm), tres son endémicas estrictas de estas pampas de
altura.
El Parque Nacional y la Reserva Provincial conservan muestras del ambiente
de pastizales de altura, quebradas y bosques de tabaquillo (Polylepis australis),
presentes por encima de la cota de los 1.500 msnm. En estos ambientes, la herbivoría
por especies silvestres de porte (guanacos, venados), ha sido un componente natural
del sistema hasta hace unos 300 años, momento en el cual el ganado doméstico
comenzó a ocupar el lugar de los herbívoros nativos, hasta desplazarlos totalmente en
los últimos 100 años.
La creación del parque en 1996, ha inhibido la herbivoría por ganado
doméstico en gran parte de su superficie, manteniéndose ésta solo en algunos
sectores, y en la casi totalidad de la Reserva Provincial.

MATERIALES Y METODOS

Área de Estudio

El estudio se llevó a cabo en Pampa de Achala (S 31º 50’, O 64º 52’), una
altiplanicie granítica (2000-2200 m) ubicada en las Sierras Grandes de Córdoba,
Argentina. La vegetación está caracterizada por pajonales, con parches de céspedes
de pastoreo y bosquecillos de altura (Luti et al., 1979) que alternan con afloramientos
rocosos. La temperatura media es de 5º C y 11º C en invierno y verano,
respectivamente (Cabrera 1976). La precipitación media anual es de 850 mm. y se

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concentra principalmente entre los meses de octubre a abril (estación húmeda). En
esta región existe desde 1996 el Parque Nacional Quebrada del Condorito, donde se
ha removido la totalidad del ganado doméstico en un sector del mismo y se han
prohibido las quemas de pastizales y bosques. El área que circunda al parque es la
Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala, en adelante Reserva). En la Reserva se
practica la ganadería extensiva, principalmente vacuna, pero también son abundantes
las majadas ovinas.

Objeto de monitoreo

Se definió como objeto del monitoreo de anfibios, a la comunidad local compuesta


por las siguientes especies, en su fase adulta (Fig. 1):
Chaunus arenarum
Chaunus achalensis (endémico)
Odontophrynus occidentalis
Odontophrynus achalensis (endémico)
Pleurodema kriegi (endémico)
Hypsiboas pulchella cordobae

Se estimaron la diversidad y abundancia relativa de las especies mencionadas


en sectores sin pastoreo y en otros con pastoreo por ganado doméstico, en este caso
con dos intensidades de carga (pastoreo moderado y pastoreo intenso).

Sitios de muestreo

Los sitios muestreados fueron (Fig. 2):

1- Sin pastoreo: un potrero en la seccional “Lomitas”, uno en el área EB de


Achala, y uno en el potrero n° 9 de la seccional “La Trinidad”. Estos potreros
no han sido sometidos a uso ganadero en los últimos cinco años, por lo que
han sido considerados como la condición de control sin pastoreo.
2- Pastoreo intermedio: el potrero nº 7 de la seccional “Lomitas”, dentro de la
zona de uso público extensivo del Parque Nacional, el n° 7 de la seccional
“La Trinidad”, y el n° 6 de la seccional “Las Ensenadas”. Estos potreros han

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estado sometidos a uso ganadero intermedio en los últimos seis años, no
superando en promedio la capacidad de carga del sistema, 0,3 equivalentes
vacas (EV) por hectárea.
3- Con pastoreo intenso: un potrero en la Estancia “La Pampilla”, y otro en la
Estancia “Santo Tomás”, todos dentro de la Reserva Hídrica Provincial. Los
valores de carga, están próximos a 1 EV por hectárea

A los fines de minimizar fuentes de error en la toma de datos y de


homogeneizar las características ambientales de los sitios de muestreo, de modo de
disminuir el ruido ambiental y favorecer el análisis de los efectos del pastoreo, todos
los sitios de muestreo seleccionados estuvieron ubicados fuera de las áreas de uso
público, en un rango altitudinal de 1.900 – 2.150 m.s.n.m. (el más representativo de
la unidad), y en potreros similares en cuanto a fisiografía y vegetación.

En cada sitio de muestreo, se definieron como ambientes más importantes a


considerar, los arroyos de bajo orden, con presencia de pedreros en la faja
comprendida entre el cauce y 200 m a cada lado de éste.

Fecha y frecuencia del monitoreo


Las campañas de monitoreo tuvieron lugar en las siguientes fechas:

15 – 16 de octubre de 2007: Relevamiento y ubicación de sitios de muestreo.


Ajuste de metodología
7 – 9 de diciembre de 2008: Muestreo
19 – 20 de enero de 2008: Muestreo
13 – 14 de marzo de 2008: Muestreo

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Figura 2: Ubicación de los sitios de muestreo

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Actividades realizadas

En cada sitio de muestreo, se implementó un diseño de muestreo en bloques,


para obtener información más detallada de las diferencias en la comunidad de
anfibios en los distintos ambientes. Se muestrearon seis arroyos al azar por condición
de pastoreo y seis para la situación sin pastoreo. En cada uno, se realizó una transecta
de observación de 50 metros de largo, y 5 metros de ancho a ambos lados del cauce.
Los muestreos de pedreros, consistieron en la revisión por levantamiento de 10 rocas
de más de 30 cm de circunferencia. Las especies fueron identificadas por
observación directa de los ejemplares, y por el canto. No pudo diferenciarse
Odontophrynus achalensis de O. occidentalis, especies muy similares
morfológicamente entre sí. Por esto todos los escuercitos observados y escuchados,
fueron consignados como Odontophrynus sp.
Los sitios de muestreo fueron georreferenciados, y se realizó para cada uno,
una breve descripción ambiental, información que fue compilada junto a los
resultados obtenidos, en planillas Excel (Planilla de base de datos). Las variables
ambientales (vegetación de ribera, vegetación flotante, vegetación sumergida, fondo
con limo o fondo de roca desnuda, fueron divididas en 4 clases de cobertura (Clase
A: 0 – 25%; Clase B: 26 - 50%; Clase C: 51 - 75%; Clase D: > 76%). La temperatura
y velocidad del viento durante el muestreo, la precipitación (medida como la
ocurrencia de lluvias en la semana previa al muestreo), y la hora de los muestreos
(realizados entre las 17 y las 05 hs), fueron tomadas como covariables en el análisis
de los datos. Los efectos de la temperatura, hora del día, velocidad del viento y
precipitaciones, no fueron considerados en el presente informe.
Las especies fueron identificadas por observación directa de los ejemplares, y
por el canto. No pudo diferenciarse Odontophrynus achalensis y O. occidentalis,
especies muy similares morfológicamente entre sí, por lo que todos los escuercitos
observados y escuchados, fueron consignados como Odontophrynus sp.
Para calcular la diversidad de especies, se utilizó el índice de diversidad de
Shannon. Para la comparación de la diversidad en distintas condiciones de pastoreo,
se utilizó el test propuesto por Magurran (1988). El número de especies, y la
abundancia media de cada especie en cada una de las 18 transectas, fue comparada
mediante tests ANOVA de Kruskall-Wallis, considerando como factores las

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intensidades de pastoreo, la presencia-ausencia de pedreros, y cada una de las 4
clases de cobertura definidas para cada variable descriptora del ambiente. De
corroborarse algún efecto significativo, los pares de grupos fueron posteriormente
contrastados mediante tests U de Mann-Whitney.

Logística y equipamiento
El monitoreo fue llevado a cabo por tres profesionales biólogos. Para la
realización de las campañas, se contó con las pickups de la Delegación Regional
Centro (APN) a tiempo completo, y se utilizaron las instalaciones del Centro
Operativo Achala, en el Parque Nacional, para pernocte y tareas de gabinete.
El equipamiento utilizado fue:

• GPS Garmin modelo Etrex


• Reflector 12 V con batería
• Cinta métrica metálica 50 m
• Linternas de mano (2)
• Linternas frontales (2)
• Grabador
• Cámara fotográfica digital Nikon Coolpix 4300
• Waders

RESULTADOS
El número de especies no fue afectado por las condiciones de pastoreo
considerados, ni por ninguna otra variable.
La intensidad de pastoreo solo tuvo un efecto sobre la abundancia de
Hypsiboas cordobae (resultó además la especie más abundante) (H = 7,38; p > 0,05;
N = 18; test ANOVA de Kruskall-Wallis), la que resultó mayor en sitios con
pastoreo intensivo, con respecto a los sitios sin pastoreo (Z = 2,33; p> 0,05; test U de
Mann-Whitney), e incluso mayor en los sitios con pastoreo intermedio que en los
sitios no pastoreados (Z = 2,01; p >0,05), siendo estadísticamente similar entre los
sitios con pastoreo intensivo y medio.
De las variables descriptoras del ambiente, solamente la cobertura de la
vegetación flotante tuvo efectos significativos sobre las abundancias de dos especies

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(Chaunus arenarum: H = 8,77; p < 0,05; Pleurodema krieggi: H = 11,82; p < 0,01;
test ANOVA de Kruskall-Wallis). En el caso de P. krieggi, la mayor abundancia fue
observada en los pedreros relacionados a arroyos con una cobertura de vegetación
flotante por debajo del 50%, y preferentemente por debajo del 25% con muchos
casos de 0% de cobertura (Clase A vs C: Z = 2,12; p < 0,05; Clase A vs D: Z =2,90;
p < 0,01; todas las otras relaciones: NS). Por otra parte, C. arenarum fue más
abundante con coberturas entre 26 y 50% de macrofitas flotantes (Clase B vs A: Z =
2,00; p < 0,05; Clase B vs D: Z = 2,83; p < 0,01; todas las otras relaciones: NS).
En cuanto a la diversidad de especies, los valores observados fueron mayores
en los sitios sin pastoreo (0,90) que en los sitios con pastoreo intensivo (0,74), y
estos a su vez fueron más diversos que los sitios con pastoreo moderado (0,64). Sin
embargo, estas diferencias no fueron significativas (p > 0,05; test t para el índice de
Shannon).

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
No surgen de este primer monitoreo, diferencias en la diversidad de anfibios
atribuibles a la condición de pastoreo de los sitios relevados.
Hypsiboas cordobae se presenta como la especie más abundante en el área de
estudio y con características de especie bioindicadora del uso de los sitios, en cuanto
al pastoreo.
Entre las variables descriptoras del ambiente, la vegetación flotante surge
como relevante, ya que coberturas altas afectarían la abundancia de algunas de las
especies.
Metodológicamente, resulta adecuado a los fines del muestreo, la revisión de
pedreros removiendo rocas durante el horario diurno, momento en que los anfibios se
encuentran en sus refugios. Durante la noche, el esfuerzo deberá estar orientado a la
visualización de los ejemplares en actividad, y al registro de cantos.
En los próximos monitoreos, debería realizarse una campaña mensual, en el
período comprendido entre septiembre y abril, a los fines de abarcar todo el período
de actividad de los anfibios en Pampa de Achala.
En el análisis de nuevos datos, deberá considerarse el efecto de la
temperatura, hora del muestreo, intensidad de viento y precipitaciones.

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Resulta de utilidad disponer de weaders para los muestreos a campo. Por la
noche, y particularmente en verano, los pastizales están muy húmedos, lo que
sumado a la presencia de numerosas vertientes, hacen difícil desplazarse sin mojarse
por completo. Más aún, los weaders permiten muy buenas aproximaciones a las
márgenes de arroyos, en sectores donde es imposible hacerlo sin ingresar al cauce.

Marzo 2008 170


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA
BIBLIOGRAFIA

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Monitoreo del Parque Nacional Quebrada del Condorito y Reserva Hídrica
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Nacionales. Volumen I y II. 211pp. Córdoba.
FEINSINGER, P. 2004. El diseño de estudios de campo para la conservación de la
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University Press, New Jersey. 179 pp.
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de Parques Nacionales. Córdoba.
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Anuros en la Reserva Natural Otamendi. Informe de Avance.
Administración de Parques Nacionales. Bs. As.

Marzo 2008 171


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CAPITULO VI : MONITOREO DE AKODON BOLIVIENSIS

AUTORES: Polop, J.J. y J.W. Priotto

OBJETIVO
• Diferenciar entre fluctuaciones naturales en la abundancia de Akodon
boliviensis y cambios como resultado de la aplicación de regímenes de
manejo (herbivoría).

INTRODUCCIÓN
En general, los roedores son animales altamente prolíficos y muy adaptables,
fluctuando marcadamente algunas poblaciones en densidad (Crespo et al., 1970;
Krebs y Myers, 1974; Taitt y Krebs, 1982; Henttonen et al., 1985, de Villafañe et
al., 1988; Polop y Sabattini, 1993). Son reconocidos por su inmediata y extendida
respuesta a los cambios ambientales (Beatley, 1969, 1976; Reichman y Van De
Graaff, 1975; Whitford, 1976), habiendo desarrollado mecanismos para responder
rápidamente al incremento de presión competitiva, por lo que se constituyen en
excelentes indicadores de cambios a nivel ambiental. Estos animales poseen una
capacidad de crecimiento tipo “explosivo” de sus poblaciones.
Estudios previos sobre roedores correlacionaron la diversidad y abundancia
de las especies de roedores con la complejidad del suelo y de la vegetación (Dueser y
Shugart, 1979; Murúa y Gonzalez, 1979; Kravetz y Polop, 1983; Bonaventura y
Kravetz, 1989). Rowenzweig y Winakur (1969) observaron que varias variables del
hábitat, incluyendo diversidad de altura del follaje, densidad de la vegetación y
estructura del suelo, influenciaron significativamente la distribución y la diversidad
de las especies en las comunidades de roedores del desierto de Arizona. Por otro
lado, M'Closkey y Fieldwick (1975) obtienen significativas segregaciones en
microhábitats de tres variables del hábitat; demostrando también que la distribución
local y la abundancia de los roedores es predecible por una medida de la complejidad
del hábitat.
La conversión de la tierra para propósitos agrícolas es una causa directa no
sólo de pérdida de biodiversidad, sino también de cambio en la composición y

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variación en la composición numérica de las comunidades. Como un asunto de


conveniencia, la pérdida de biodiversidad es comunmente cuantificada en términos
de tasa de pérdida de diversidad de especies, y menos apreciado es el impacto de la
destrucción no de otras formas de vida, sino de sus interacciones.
Dentro de la fauna de pequeños roedores de la Pampa de Achala, Akodon
boliviensis es la especie que se registra en mayor abundancia. La zona de altas
cumbres es el único ambiente donde se lo captura en la provincia, y se lo hace en
hábitats de estepas de gramíneas, bordes de arroyos y laderas rocosas (Polop, 1989,
1991; Priotto et al., 1996). Según Redford y Eisemberg (1992) en otras
localizaciones en el país se lo ha registrado en áreas con alta cobertura vegetal y en
campos de cultivos. Presenta un ciclo reproductivo estacional, con un número
promedio de 4,7 embriones por hembra, en un rango de 3 a 7. Piantanida et al.,
(1989) registraron un tamaño promedio de camada de 5,0 individuos.
Uno de los conceptos más importantes desarrollados por la teoría de
ecosistemas está relacionado al flujo de energía a través del ecosistema. Los
modelos han sido basados en el tema central del flujo de energía y el análisis de las
partes componentes a través de la cual tal energía fluye en cascada (Grodzinski y
Wunder, 1975). Los pequeños mamíferos constituyen uno de tales componentes y de
esta manera el flujo de energía a través de sus poblaciones se convierte en un aspecto
importante de estudio. Sus relaciones con otros componentes del sistema pueden ser
descriptas a través de sus hábitos alimenticios. En ecosistemas donde la red
alimentaría está constituida por pocos miembros, como en comunidades de desiertos,
zonas árticas o semidesérticas, los pequeños mamíferos constituyen el centro de la
red (especies claves) (Pitelka, 1957; Tikhomirov, 1959; Naumov, 1975).
Desde este punto de vista del ecosistema a los representantes del género
Akodon se los puede caracterizar como omnívoros, con una dieta compuesta
principalmente por semillas, invertebrados y hojas, teniendo como base el consumo
de invertebrados (Redford y Eisemberg, 1992; Castellarini, inéd.), reconociendo que
la dieta de los roedores varía estacionalmente y en relación al tipo de hábitat, a la
intensidad de los disturbios y a la oferta del alimento (Polop et al., 2001). Por otro
lado, los roedores serían las presas más importantes para carnívoros como el zorro y
el puma, aves como el aguilucho y águilas, y serpientes, en el ecosistema de la

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Pampa de Achala. López, (2001) registró que los múridos en general constituyen el
42% de la dieta total del zorro colorado, quien se comporta como predador selectivo
en Pampa de Achala, siendo A. boliviensis la especie con mayor ocurrencia entre las
presas.
Por ello nuestra hipótesis de trabajo consiste en que en las áreas de pastizales
bajo el impacto del pastoreo, A. boliviensis se constituye en una especie indicativa
del efecto que produce tal actividad, viéndose significativamente disminuidas su
representación numérica. Esto tendría efectos en el resto de la cadena alimentaria,
pudiendo afectarse las interacciones entre otros componentes del ecosistema.
En el proyecto inicial se había planificado un esquema de muestreo y
subsecuente análisis basado en el objetivo de evaluar los efectos de un potencial
factor perturbador (ganado) del ambiente, bajo circunstancias donde se tiene poco o
ningún control sobre las condiciones de la prueba o sus localizaciones. Por las
características de la forma de la toma de muestras y de sólo poder disponer de la
etapa post-operacional en el estudio de las áreas a estudiar se proponía un diseño tipo
“evaluación de accidente”, la cual no trabaja con la línea de base de datos. En estos
estudios son necesarios los supuestos modelo-dependientes y los análisis para separar
los efectos de tratamientos de las influencias confusas de tiempo y localidad en
pruebas de impacto.
El esquema de evaluación de accidente se planteó, como se dijo, a fin de
evaluar los efectos de las acciones del impacto investigado sobre la vida silvestre,
ello mediado por los cambios en los valores de abundancia poblacional resultantes de
ese impacto. El esquema de muestreo mencionado significaba disponer de potreros
bajo uso ganadero, que fueran luego (en el momento de inicio del relevamiento de
datos) liberados del ganado por un período de al menos tres ciclos reproductivos del
objeto de estudio. Este período es necesario para posibilitar la validez de las
conclusiones, dado que los estudios de impacto deben incluir una dimensión
temporal a sus diseños. La condición necesaria para la aplicación del esquema de
muestreo por evaluación de accidente no se pudo obtener en el área, y los tiempos y
períodos en los que se desarrollaría el estudio eran muy cortos, por ello fue necesario
cambiar el diseño.

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No habíamos considerado aplicar un estudio manipulativo en Pampa de


Achala porque si se aplicara solo mediría diferencias entre los parches, sin poder
asignarse la responsabilidad de las diferencias que pudieran existir, que podrían ser,
además, consecuencia de las diferencias en zona, vegetación, proximidad a lugares
con presencia humana, predación, etc. Sin embargo, la falta de una prueba firme de
asignación de responsabilidad a un determinado factor no impediría realizar la
comparación de las abundancias de roedores en las áreas, ni disminuiría la
importancia de tales investigaciones. En realidad lo que podríamos determinar son
diferencias de abundancia de fauna entre situaciones que supondríamos son
consecuencia de una acción que ha sido hipotetizada.

METODOLOGÍA

Diseño del muestreo y análisis estadístico


El muestreo se realizó en la zona del Parque Nacional que se encuentra entre
el Parador del Cóndor y la Posta del Qenty, a ambos lados de la ruta de las Altas
Cumbres (Fig. 1). La ubicación de las áreas y los sistemas de muestreo fue realizada
utilizando los mapas ofrecidos gentilmente por la Dra. Ana Cingolani. En ellos se
seleccionaron para el estudio tres áreas con distinto uso ganadero: un área de carga
continuada, en la cual se viene realizando en forma permanente la actividad ganadera
desde hace muchos años a la que denominamos parcela E7; una de carga discontinua,
que recibe acción de ganado en solo un período del año (junio – diciembre) llamada
parcela E4; y un área en la que se ha evitado la acción del ganado desde hace tiempo
a la que llamamos parcela E6. En cada parcela los sistemas de muestreo se ubicaron
en los hábitat de pajonales, especificados con los colores amarillo y rosado en la
figura 1.
En cada una de esas áreas se dispuso del registro de capturas de pequeños
mamíferos a partir de líneas de trampeo activadas entre el 25 y el 29 de febrero. Estas
líneas activadas por cuatro noches consecutivas consistieron en 10 estaciones
equidistantes 6 m una de otra. Ellas fueron registradas con GPS Garmin eTrex
Legend Cx y se encuentran en el SIG del programa de monitoreo. (Nota: 7E33F
significa que la referencia geográfica corresponde al punto final (F) de la línea 3 de

Marzo 2008 175


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la unidad de muestreo 3 de la parcela 7E. Las referencias sin la letra F corresponden


al inicio de la línea.) Las trampas utilizadas corresponden a modelos de captura viva
(tipo Sherman). En cada área se dispusieron tres unidades de muestreo separadas por
al menos 100 m. Estas condiciones fueron replicadas a través del terreno.

6E
4E 3E

7E

camino viejo
tranquera La Pampilla
La Posta El Cóndor
7E pastoreo todo el año rojos: céspedes
6E sin pastoreo (a veces unos pocos amarillos y rosados: pajonales
caballos) verdes y celestes: roca con
4E junio-diciembre pajonal

Figura 1: Clasificación supervisada de la zona de muestreo en la que se especifica la


ubicación de las parcelas y descripción de los componentes.

Cada unidad de muestreo estuvo compuesta por tres líneas de capturas


separadas por al menos 50 m entre si. De ello resultó que cada parcela disponía de 90
trampas distribuidas en tres unidades de muestreo de 30 trampas cada una. Ello dio
como resultado un número total de 270 trampas por noche, distribuidas en 3 unidades
de muestreo de 3 líneas cada una en cada parcela, con 10 trampas por línea. En otros
términos, se dispuso de tres repeticiones de cada situación. Las referencias de las
coordenadas de cada línea de muestreo en cada unidad de muestreo se detallan a
continuación:
Como atrayente durante todo el estudio se utilizaron cebos embolsados en
papel, consistentes en una pasta elaborada con pasta de maní y grasa vacuna. Los
pequeños mamíferos capturados fueron determinados por procedimientos estándar.
Asimismo se los clasificó por categoría de edad como juveniles y adultos, y por sexo.
Luego de ser medidos de acuerdo a protocolos estándares y marcados mediante
caravanas en las orejas, fueron liberados en proximidades de la trampa en la que

Marzo 2008 176


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habían sido capturados. También se determinó el estado de desarrollo, en machos por


posición testicular y en hembras por abertura o cierre de la vagina. Las hembras
preñadas fueron detectadas por palpación y/o peso, mientras que las lactantes por el
desarrollo de las mamas.
Cómo índice de abundancia se aplicó el criterio del índice de densidad
relativa (IDR): número de animales capturados/número de trampas x número de
noches. Como los animales no fueron remocionados sino marcados y liberados en su
lugar de captura fue necesario realizar modificaciones, para lo cual se corrigieron los
registros no considerando las recapturas en el numerador de la relación.
Para comparar los valores de abundancia total y para la especie de mayor
registro se utilizó un ANOVA, considerando a los tipos de carga ganadera como
factores, utilizándose como test a posteriori el de Tukey.
La campaña fue realizada por tres personas: Dr. José Priotto, Téc. Marcos
Torres y Dr. Jaime J. Polop. El segundo día de campaña fueron acompañados por
personal de APN, el Lic. Maximiliano Ceballos y el Gpque. Alvaro Sánchez. Se
utilizó como medio de movilidad una camioneta Toyota, y para la captura y registro
de datos, 300 trampas tipo “Sherman”, notebook, pesolas, caravanas, aplicador de
caravanas, etc.

RESULTADOS
Se realizó un total de 125 capturas, correspondientes a 99 Akodon boliviensis,
22 Oxymycterus rufus, 3 Monodelphys sp. y 1 Reithrodon auritus. La captura en
relación a las parcelas de muestreo se registró según tabla 1 y Anexo 4. La parcela
4E fue la que registró la mayor riqueza de especies (4), en tanto que en las dos
restantes se capturaron las mismas especies y en igual número (2).

Especie 4E 6E 7E
A. boliviensis 53 8 38
Monod. sp 3
Oxym. rufus 12 1 9
Reit. auritus 1
69 9 47
Tabla 1: Número de individuos capturados por especie y
parcela.

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A. boliviensis fue la especie que predominó numéricamente en la captura en la


totalidad de las parcelas, siendo posible observar su proporción entre ellas en la
figura 1.
7

38

55

Parcela 6E Parcela 4E Parcela 7E

Figura 1: Proporción de A. boliviensis registrados en


las parcelas de muestreo en Pampa de Achala
(Córdoba), 2008.

Al analizar los datos de abundancia (IDR) totales y para A. boliviensis se


observó que éstos cumplían con la homogeneidad de varianza (P = 0,684 y P = 0,954
respectivamente). Al comparar los valores de abundancia de los registros totales
entre las parcelas se observó que hubo diferencias entre ellas (0,002), y por el test a
posteriori de Tukey, que las diferencias estuvieron dadas entre las parcelas 4 y 6 (P=
0,002), y 6 y 7 (P= 0,030). Algo similar se observó al analizar los valores de
abundancia por parcela de A. boliviensis, que registró diferencias entre parcelas
(0,000), registrándose esa diferencia entre las parcelas 4 y 6 (P= 0,001), y 6 y 7 (P=
0,003).
Las diferencias estadísticas son mostradas en forma gráfica en las figuras 2 y
3.
Por otro lado, se proveyó a los guardaparques de material consistente en bibliografía
sobre los pequeños mamíferos de la Pampa de Achala, un Manual de control de
roedores y una guía sobre las características generales y fotos o esquemas de los
roedores sigmodontinos registrados en la Pampa de Achala (Anexo 1). Además,
durante el día de estadía en campo se los instruyó sobre las actividades de captura -
marcado y recaptura de pequeños mamíferos, su identificación, sexado y
determinación del estado reproductivo.

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2,5

1,5
IDR

0,5

0
6E 4E 7E
Parcela

Figura 2: Valores de IDR promedios y desvíos de las capturas totales


de pequeños mamíferos por parcela en Pampa de Achala (Córdoba)
2008.

2,5

1,5
IDR

0,5

0
6E 4E 7E
Parcela

Figura 3: IDR promedios y desvíos por parcela para A. boliviensis en


Pampa de Achala (Córdoba) 2008.

CONSIDERACIONES
La distribución de los organismos es un fenómeno resultante de diversos
procesos ambientales y del propio organismo. La ecología clásica reconoce que la

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Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

ocurrencia de los individuos está controlada por algún factor ambiental. No obstante,
aún resulta tema de discusión cuáles son los más importantes y bajo qué
circunstancias.
A pesar de su aparente simplicidad, el hecho de que algunos organismos se
encuentren en ciertas zonas y no en otras puede revestir una enorme cantidad de
características biológicas particulares y una aun mayor importancia práctica, por
ejemplo, en la decisión de estrategias de conservación, manejo o control poblacional.
La composición de especies vegetales, la estructura y la presencia de otras especies
animales son importantes determinantes de la calidad de un hábitat. Además, se ha
demostrado que ellas ejercen una fuerte influencia sobre el tamaño y persistencia de
las poblaciones animales.
Los resultados obtenidos a través del muestreo informado son categóricos en
resaltar las diferencias en abundancia de pequeños mamíferos entre zonas con
distinto régimen de manejo, aunque no son de fácil interpretación. El diseño con el
que se trabajó fue solo para evaluar diferencias entre las áreas, sin poder instrumentar
aquél que hubiera podido medir específicamente los efectos de un potencial factor
perturbador, en nuestro caso, el régimen de herbivoría. De esta manera lo que se
pudo registrar es que la fauna de pequeños mamíferos de las parcelas muestreadas
estuvo constituida por ensambles de muy baja riqueza específica, y que hubo
diferencias en los valores de abundancia entre las parcelas sometidas a diferente
manejo ganadero. En relación a las diferencias por parcelas una posible
interpretación a probar a futuro es que la presión ganadera podría haber pauperizado
(por acción directa y/o indirecta) la composición y abundancia de la fauna de
predadores y/o modificado la disponibilidad de ciertos recursos para algunas especies
de pequeños mamíferos oportunistas, las cuales bajo tales condiciones prosperaron e
incrementaron dramáticamente sus abundancias. Los altos valores de abundancia se
observarían en las parcelas E4 y E7, mientras que en la parcela E6, sin presión
ganadera desde hace años y en vías de recuperar su pastizal, la abundancia fue
menor. Ello permitiría sacar como otra conclusión que, A. boliviensis podría ser el
ejemplo de una especie oportunista que evoluciona favorablemente en su abundancia
en áreas perturbadas por el bajo número de predadores y diferencias en
disponibilidad.

Marzo 2008 180


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

Sin embargo, otra forma de considerar la información provista por este


informe es la de añadirla como parte integrante de la constitución de una línea de
base de la región.

Marzo 2008 181


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

BIBLIOGRAFIA
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Jornadas Argentinas de Mastozoología. San Luis. Pp. 41.

Marzo 2008 182


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

ANEXO 1. Guía con características generales de roedores sigmodontinos registrados en


Pampa de Achala.

SUBFAMILIA SIGMODONTINAE
Las cúspides de los molares superiores e inferiores, en los representantes de este
grupo que las poseen, se disponen en dos filas longitudinales. El forámen infraorbital es
pequeño, y por él pasa una tira del músculo masetero que se une al rostro. No poseen proceso
postorbital en el hueso frontal.

Tribu Akodontini
Género Akodon
Es uno de los géneros más grandes y complejos. Posee una amplia distribución en
nuestro país y, taxonómicamente es uno de los más pobremente conocido de los múridos
sudamericanos. El número de taxas asignado a Akodon ha sido muy variable,
reconociéndose en algunos casos 90 (Tate, 1932) y en el otro extremo 33 (Honacki et al.,
1982). Los molares tienden a ser algo simplificados o tetralofodontes, y el tercer molar
inferior tiende a ser reducido en tamaño (Reig, 1987).

Akodon boliviensis
- Caracteres físicos distintivos
En los ejemplares de esta especie en la provincia la longitud cabeza-cuerpo
varió en un rango de 84 y 114 mm entre juveniles y adultos, mientras que la
variación para el largo de la cola fue de 57 a 85 mm, de la pata posterior de 22 a 25
mm y de las orejas de 13 a 15 mm. Son animales de pelaje largo y sedoso. Su
coloración es gris pardusco con tonalidades rojizas y amarillentas, posee pelos más
largos y oscuros intercalados. Su vientre es plomizo, con las puntas de los pelos
amarillentas, y la cola bicolor es dorsalmente más oscura. El cariotipo de individuos
de poblaciones capturados en la provincia de Córdoba fue de 2n= 40. Los pares
autosómicos 1-18 son telocéntricos, y el 19 es metacéntrico. Los cromosomas X son
subterminales, y el Y es un pequeño metacéntrico (Pinna Senn, et al., 1992).
- Distribución
Olrog y Lucero (1981) y Redford y Eisemberg (1992) registran su
distribución desde el sur de Perú y Bolivia, extendiéndola en Argentina por el
noroeste hasta la provincia de Córdoba.

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- Registros en Córdoba
Se lo ha capturado en los pastizales de altura de las Sierras de Achala (Polop,
1989 y 1991), y Sierra de Comechingones (Priotto et al., 1996). En Pampa de Achala
representa el componente más abundante de la fauna de roedores.
- Hábitats
Se lo registra en hábitats de estepas de gramíneas, bordes de arroyos y
laderas rocosas (Polop, 1989, 1991; Priotto et al., 1996). Según Redford y Eisemberg
(1992) en otras localidades se lo ha registrado en áreas con alta cobertura vegetal y
en campos de cultivos.
-Hábitos
Se lo ha citado como crepusculares y nocturnos (Mares et al., 1989). En
Córdoba se lo registró también con actividad diurna (Priotto y Polop, 1997). Se lo
considera de comportamiento agresivo.
- Reproducción
Presenta un ciclo reproductivo estacional, con un número promedio de 4,7
embriones por hembra, en un rango de 3 a 7. Piantanida et al. (1989) registraron un
tamaño promedio de camada de 5,0 individuos.
- Alimentación
Posee una dieta en base a invertebrados (Redford y Eisemberg, 1992).
Castellarini (inéd.) en la provincia de Córdoba lo cita como omnívora.
- Categorización
Insuficientemente conocida.

Género Oxymycterus
A todos los representantes del género se los conoce como hocicudos por tener
el rostro del cráneo alargado y delicado. De orejas redondeadas y cola relativamente
corta. El tercer molar es pequeño, y los molares exhiben un patrón simplificado
(tetralofodonte).

Oxymycterus rufus
- Caracteres físicos distintivos

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Son individuos de tamaño relativamente grande: el largo de cabeza y cuerpo


varía entre los 105 mm en los juveniles a los 166 mm en los adultos. El largo de la
cola alcanza los 72 mm en los juveniles y los 121 mm en los adultos; en tanto que la
pata posterior oscila en un rango de 28 mm a los 33 mm; y las orejas entre los 18 mm
a 22 mm entre juveniles y adultos. La coloración dorsal del pelaje es rojizo oscuro,
con las puntas de los pelos amarillo-anaranjados. Posee una banda de tono oscuro a
lo largo de la región dorsal media, mientras que en los flancos es más claro. La
superficie ventral es amarillenta ocrácea mezclada con gris. La cola es oscura y
posee escasos pelos.
- Distribución
Desde el sureste de Brasil, Uruguay, por el este y centro de Argentina (Olrog
y Lucero, 1981).
- Registros en Córdoba
Se lo registró en áreas serranas: Cosquín, Embalse del Río Tercero, Cerro de
Oro, Pampa de Achala, Villa Dolores, Río Ceballos, Yacanto, Las Rosas, Los Pozos,
y Nono, en las localidades de Chucul, Gigena y Espinillo, y en la zona de la laguna
Saladillo en el Departamento Unión.
- Hábitats
Utiliza con frecuencia hábitats de alta cobertura y con poco disturbio por
actividad humana. Se lo captura en terraplenes, bordes de arroyos y pastizales
naturales.
- Hábitos
La actividad diaria fuera de sus nidos incrementa desde el amanecer hacia el
mediodía, y desde aquí declina hacia la noche (Priotto y Polop, 1997).
- Reproducción
Desde la reproducción en bioterio se obtuvieron camadas con un número
promedio de 4 crías por hembra. No se han realizado estudios de la actividad
reproductiva en el campo. Se lo ha registrado siempre en muy bajos números, y sin
constituir un componente estable en la estructura de las comunidades de roedores de
la provincia.
- Alimentación

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La dieta para esta especie esta basada particularmente en artrópodos (Kravetz,


1972) y en semillas de Chenopodium album (Castellarini, inédito).
- Categorización
No amenazada.
- Comentarios generales
Incluimos aquí un conjunto de observaciones que se han realizado en
Oxymycterus sp. de Pampa de Achala. Las medidas registradas en una serie de
individuos de juveniles a adultos variaron para el largo cabeza-cuerpo entre los 100 y
los 150 mm; para el largo de cola entre 87 y 113 mm; para el largo de la pata
posterior entre 28 y 30 mm; y para el largo de la oreja entre 20 y 21 mm. La
coloración dorsal de sus ejemplares es amarronada, con tintes rojizos y negruzcos y
con una mancha frontal que se extiende detrás del hocico, mientras que el vientre es
ocráceo a rojizo más intenso. Se lo ha registrado en la Pampa de Achala, por encima
de los 2.100 msnm, en muy bajos números en proximidad de arroyos, quebradas y
pastizales de altura (Polop, 1989, 1991). Son de hábitos nocturnos. El número
promedio de embriones detectados en hembras preñadas fue de 3. No se han hecho
estudios sobre la biología poblacional.

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Akodon boliviensis

Oxymycterus rufus

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Tribu Oryzomyini
Género Oligoryzomys
Se los suele llamar colilargos o coludos ya que su mejor caracterización es la
gran longitud de la cola, que supera en tamaño al de la cabeza-cuerpo. Se ha
registrado solo un representante del género en la provincia.

Oligoryzomys flavescens
- Caracteres físicos distintivos
El largo de la cola alcanza en el rango juveniles-adultos entre los 98 y los 129
mm, y es más larga que la cabeza y cuerpo (87-185 mm). Son de tamaño pequeño;
sus patas son relativamente largas (desde los 21 a los 30 mm entre juveniles a
adultos) y las orejas cortas y cubiertas de pelos (desde 12 a 16 mm entre juveniles a
adultos). El pelaje es largo y de coloración relativamente uniforme. El dorso es
pardusco amarillento, los flancos de un amarillento un poco más intenso, y la grupas
más anaranjadas. El vientre es blanco amarillento con las bases de los pelos gris
plomo. Su cola bicolor es oscura dorsalmente y clara ventralmente. Las corridas
electroforéticas de los ejemplares de Pampa de Achala ofrecen patrones distintos a
los del resto de la provincia (Theiler, comunicación personal), manteniendo un
número de 68 cromosomas (Polop, 1989).
- Distribución
Ocupa desde el sureste de Brasil, Uruguay y en Argentina hasta la provincia
de Río Negro (Cabrera, 1961; Redford y Eisenberg, 1992; Olrog y Lucero, 1981).
- Registros en Córdoba
En la provincia se lo ha capturado en numerosas localidades: Yacanto,
Chucul, Gigena, Cosquín, Bengolea, El Rastreador, Melo, Cerro de Oro, Villa
Dolores, Laguna Larga, Cruz del Eje, Villa de María, Embalse del Río Tercero, Las
Rosas, Los Pozos, Nono, Villa Candelaria, La Cañada (Departamento Río Cuarto),
Pampa de Achala (Manjón et al., 1983; Polop, 1989, 1991; Polop et al., 1982, 1985).
- Hábitats
Se los observa en hábitats próximos al agua como bordes de arroyos, y
también en bordes de bosques, terraplenes de ferrocarril y bordes de cultivos. Utiliza
los espacios próximos a rocas, aunque se lo encuentra más frecuentemente debajo de

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la vegetación herbácea tupida. Llega hasta los pastizales de altura de 2200 msnm
(Polop, 1898, 1991).
- Hábitos
Es de hábitos tanto diurnos como nocturnos, no presentando un modelo claro
de actividad en el uso temporal del espacio (Priotto y Polop, 1997).
- Alimentación
Se lo ha citado, para otras provincias, alimentándose de vegetales e
invertebrados (Redford y Eisenberg, 1992), con variación estacional de la dieta,
donde predominan semillas de Monocotiledóneas y de Dicotiledóneas (Ellis et al.,
1998).
- Reproducción
Sus capturas han registrado siempre muy bajos números, y localizadas en
períodos circunscriptos del año. No existen datos para la provincia sobre su
comportamiento reproductivo, aunque se cita un número promedio de 5,1 embriones
por hembra (Barlow, 1969).
- Categorización
No amenazada
- Comentarios generales
En individuos de poblaciones de esta especie se han determinado sueros
positivos para Hantavirus en el sur de la Provincia de Córdoba (Levis et al., 1997)

Género Graomys
A los representantes de este género se los asemeja por parecidos morfológicos
con el género Phyllotys, sin embargo, en Graomys la cola es más larga que la
cabeza y el cuerpo y termina con un mechón de pelos que le dan apariencia de un
pincel.

Graomys griseoflavus – pericote común, rata orejuda -


- Caracteres físicos distintivos
Son de tamaño mediano, con un largo de cabeza y cuerpo que varían entre: 95-127
mm; cola: 116-161 mm; pata posterior: 25-27 mm; oreja: 19-25 mm, para juveniles y
adultos respectivamente. La cola es más larga que la cabeza y el cuerpo. Tienen

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orejas grandes de coloración oscura. El dorso de los animales es pardo grisáceo, los
flancos ocráceos, y el vientre es completamente blanco o levemente amarillento,
contrastando fuertemente con la coloración de los lados y dorso. Sus patas son
blancas dorsalmente y las plantas son oscuras. La cola es bicoloreada, marrón oscura
o negra a dorsal y blanca amarillenta a ventral y posee un pincel terminal.
- Distribución
Como Graomys griseoflavus ha sido citado en Bolivia, Paraguay, Brasil hasta
la provincia del Chubut en Argentina (Olrog y Lucero, 1981; Redford y Eisenberg,
1992).
- Registros en Córdoba
Se lo ha registrado en la región centro-norte de la provincia. La forma 2n= 42
fue determinada para la provincia de Córdoba en las localidades de Santiago Temple
y Villa de María (Theiler y Gardenal, 1996). Como Graomys griseoflavus se lo ha
registrado en esta provincia en varias localidades: Laguna Larga, Embalse del Río
Tercero, Villa de María, Cruz del Eje, Villa Dolores, Villa Candelaria, La Cañada
(Departamento Río Seco), Tanti Viejo, Santiago Temple, La Paz, Colonia Tirolesa,
Pampa de Achala, Yacanto, Nono, Las Rosas, Los Pozos (Piantanida, 1981; Polop et
al., 1982 y 1985; Polop, 1989 y 1991; Polop y Sabattini, 1993). Theiler y Gardenal
(1996), Theiler y Blanco (1997), Theiler et al. (1999) reconocen dos formas
cariotípicas en la provincia, en las cuales se determinaron barreras reproductivas: el
tipo 2n= 42 como G. centralis, y el complejo 2n= 36-38 como G.griseoflavus. Tiranti
(1998) propuso una nomenclatura similar.
-Hábitats
Utiliza los espacios donde la fisonomía del ambiente es de tipo arbustiva,
rocosa o bajo vegetación herbácea tupida. Habita en bosques, en sus bordes y en el
ambiente peridoméstico, habiéndosela registrado en galpones conviviendo con Rattus
y Mus.
- Hábitos
Tiene gran destreza para trepar, llegándoselo a considerar como
semiarborícola. Es de hábitos nocturno.
- Reproducción

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En bioterio se han registrado camadas de 7 crías por hembra, y en el campo se


han obtenido hembras preñadas entre noviembre y marzo.
- Alimentación
Se ha descripto su dieta sobre la base de hojas, frutos e insectos (Mares et al.,
1989), en tanto que Campos (1997) registró el consumo de altos porcentajes de
Prosopis flexuosa, Lycium sp y Geoffroea decorticans. Se lo ha citado también como
herbívoro estricto que puede conservar considerablemente bien el agua (Redford y
Eisenberg, 1992). En Córdoba aún no se han realizado estudios sobre su
alimentación.

Oligoryzomys flavescens

Graomys griseoflavus

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Género Phyllotys

Son los llamados ratas orejudas o pericotes. De tamaño mediano a pequeño,


poseen abundante y largo pelaje, orejas muy grandes y ojos muy saltones. Tienen una
dentición molar simplificada (tetralofodonte). La cola es igual o más corta que la
longitud cabeza-cuerpo.

Phyllotys xanthopygus – pericote -


- Caracteres físicos distintivos
Se trata de roedores de tamaño mediano, con un largo de cabeza-cuerpo que
va entre los 113 y los 135 mm para juveniles y adultos respectivamente. En esos
ejemplares el largo de la cola es de 121-155 mm; el de la pata posterior: 21-29 y el
de la oreja entre 20 y 25 mm respectivamente. Tienen un pelaje suave, largo y
abundante. La coloración del dorso del cuerpo es grisácea con tintes amarillentos,
con los dos tercios basales de los pelos gris oscuro; y el vientre es gris pálido.
Poseen el borde interno del pabellón de la oreja de color claro, y una cola peluda que
es tan o más larga que la distancia cabeza-cuerpo, y que en su porción terminal posee
pelos más largos y oscuros que le dan forma de pincel. El número de cromosomas
obtenidos en individuos de la provincia es de 2n=38, con 18 pares de autosomas
bibraquiales al igual que los cromosomas sexuales (Polop, 1989).
- Distribución
Como P.darwini se lo cita en el noroeste Argentino, extendiéndose por los
Andes hasta la provincia de Santa Cruz, y en Chile por los Andes hasta las
adyacencias de Magallanes (Olrog y Lucero, 1981; Redford y Eisenberg, 1992).
- Registros en Córdoba
En la Provincia se lo ha capturado exclusivamente en la zona serrana, donde
fue citado como P.darwini (Polop et al., 1982; Polop, 1989, 1991), pero los trabajos
de Galliari et al. (1996) y Pearson (comunicación personal) lo llevan a la nominación
especifica de P.xanthopygus: Embalse del Río Tercero, Bialet Massé, Yacanto,
Cosquín, Cerro de Oro, Villa Dolores, Río Ceballos, Las Rosas, Los Pozos, Nono,
Cruz del Eje, Pampa de Achala.
- Hábitats

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Se lo registra asociado especialmente con hábitats rocosos (Polop et al., 1982;


Polop, 1989, 1991). Es muy común capturárselo en trampas ubicadas próximas a
pircas en las zonas serranas de la provincia. Además de ser un componente numérico
importante del bosque serrano, se capturó como el más importante representante de
la fauna de sigmodontinos del piso de "romerillar" en las Sierras Grandes (Polop,
1991).
- Hábitos
Otros representantes de este género han sido caracterizado como de hábitos
nocturno (Mares et al., 1989).
- Alimentación:
Se lo ha citado como de dieta omnívora (Mares et al., 1989), y también de
hábitos alimentarios muy flexibles (granívoro, herbívoro), dependiendo de la
estación del año y del tipo de vegetación (Redford y Eisenberg, 1992). En las
poblaciones de la provincia de Córdoba no se han realizado estudios sobre
alimentación y ciclo de vida.
- Reproducción
En bioterio se han obtenido entre 3 y 8 crías por hembra, mientras que en
animales provenientes de Pampa de Achala se ha contabilizado un promedio de 3,2
fetos por hembra (Polop, 1989).
- Categorización
No amenazada.

Género Reithrodon
Por su cabeza, ojos saltones y orejas grandes, redondeadas y pilosas se los
suele llamar vulgarmente ratas o ratones conejo. Tienen la cola más corta que la
cabeza-cuerpo.

Reithrodon auritus – ratón conejo -

- Caracteres físicos distintivos


Son de tamaño mediano, semejante al de los pericotes. El largo de su cabeza
y cuerpo es desde 93 mm en juveniles y hasta 155 mm en adultos. La cola varió entre
72 y 95 mm, la pata posterior entre 25 y 33 mm, y las orejas entre 19 y 35 mm para

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juveniles y adultos respectivamente. El pelaje es largo y suave, de coloración dorsal


gris anteado a marrón, con los flancos más amarillentos y el vientre es entre
amarillento y anaranjado claro.
- Distribución
Su distribución se extiende en Argentina por toda la región central y sur, y
próximo al Uruguay (Olrog y Lucero, 1981; Redford y Eisenberg, 1992).
- Registros en Córdoba
Se lo ha registrado sólo por encima de los 2.000 msnm, en la Pampa de
Achala, y en muy bajos números (Polop, 1989,1991), y en la localidad de
Washington al sur de la provincia.
- Hábitats
Se lo ha capturado en pastizales de altura de Stipa y Festuca, próximos a
cursos de agua.

- Hábitos
En Pampa de Achala se los ha encontrado habitando en grietas y en cuevas de
largas galerías.

- Alimentación
No se han registrado datos de su alimentación o ciclo de vida en la provincia.

- Categorización
Insuficientemente conocida.

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Phyllotys xanthopygus

Reithrodo auritus

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CAPITULO VII: MONITOREO DE LAS ÁREAS DE USO PÚBLICO

AUTORES: Rodríguez Groves, V., Ceballos, M. Sánchez, A. y M. Zanello

OBJETIVOS

• Establecer el nivel de base de indicadores de las áreas de Uso Público,


específicamente a nivel de suelo y vegetación.
• Diseñar un programa de monitoreo de las condiciones ambientales que
facilite el manejo de las áreas de uso turístico.

INTRODUCCIÓN
El cambio es una característica inherente de los ambientes naturales. En áreas
prístinas, el cambio continuo de condiciones o sucesión ecológica es la norma.
Cuando en ambientes naturales se realizan actividades recreativas, la dirección
natural de los cambios y su velocidad son alterados (Hammit y Cole 1998). El
desarrollo y uso de infraestructura con fines recreativos (Ej.: senderos, áreas de
esparcimiento, de acampe, etc.), traen asociados cambios inevitables tales como la
destrucción y alteración de la vegetación y la compactación y la pérdida de suelo
(Leung y Marion 2000). En áreas naturales protegidas, en donde se ofrece al público
la oportunidad de recrearse, es imprescindible limitar los cambios sobre el ambiente,
de manera tal que no se vea comprometido el objetivo primario de conservación.
Los nuevos marcos conceptuales para el manejo de las actividades turísticas-
recreativas en áreas naturales protegidas, se basan en dos aspectos fundamentales, a)
una planificación que siga criterios adecuados en cuanto al diseño de las áreas de uso
y regulación de las actividades y b) la prescripción de estándares de cambio
aceptables en el ambiente y monitoreo periódico de condiciones (Kuss et.al.1990).
Es de destacar, que se considera que el monitoreo de condiciones constituye una
herramienta fundamental, ya que permite detectar tempranamente condiciones no
aceptables y por ende asegurar la implementación de medidas correctivas en caso de
ser necesario (Marion 1998).

¿Porque no restringir el número de visitantes para limitar el impacto?

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La preocupación por el mantenimiento de condiciones aceptables en zonas de


uso recreativo en áreas protegidas, ha llevado a numerosos investigadores a estudiar
la relación entre cantidad de uso y grado o severidad del impacto. Es así, que una de
las primeras premisas a ser evaluada, fue la hipótesis de que el grado de impacto
dependía de la cantidad de uso (evaluar si existía una relación lineal entre estas
variables, o sea si a mayor uso había mayor impacto). Tras años de estudio, se
encontró que si bien existe una relación positiva entre uso e impacto, ésta no es lineal
sino asintótica (como la curva que se muestra en la Fig. 1). Es decir que el mayor
impacto ocurre en la primera etapa de uso, y el uso posterior (en igual o mayor
cantidad) no implica necesariamente un incremento en la severidad del impacto.
Tanto la velocidad como la severidad máxima del impacto variarían de acuerdo a las
características intrínsecas de las áreas naturales particulares (Cole 1995; Marion y
Cole 1996).

Figura 1: Esquema de la
relación entre cantidad de
uso y grado de impacto1

Una importante implicancia acerca de esta relación, es que la aplicación del


concepto de “Capacidad de Carga”2 para el manejo del impacto ocasionado por
actividades recreativas no resulta viable (Kuss et. al. 1990). Esto se debe a que son
numerosos los factores que intervienen en la determinación del tipo y grado de
cambio en el ambiente, entre estos los siguientes:
- características ambientales, Ej.: topografía, vegetación, suelo, etc.,
1
Fuente: Marion 1998.
2
La premisa de este concepto es determinar el número ideal de visitantes que garantizaría un grado
aceptable de impacto. Por lo que se considera que un determinado grado de impacto depende de
una determinada cantidad de uso, es decir que existe una relación lineal.

Marzo 2008 197


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- características de diseño de las áreas: Ej: largo de pendientes en los senderos,


tipo de terreno de áreas de acampe.
- características de manejo (control y mantenimiento de las áreas), Ej.:
frecuencia de arreglo de senderos, recorridas de control y vigilancia de los
sitios, monitoreo.
- y características de uso, Ej: cantidad de visitantes, comportamiento de los
visitantes, tamaños de grupo, etc.
Es así que, para el mantenimiento de condiciones ambientales acordes con los
objetivos de uso y conservación de un área determinada, es necesario considerar al
conjunto de factores que determinan esos cambios. Es por esta razón que el manejo
de uno sólo de estos factores, la cantidad de uso (es decir en número de visitantes a
un área), no garantiza el resultado esperado, el de mantener condiciones aceptables.
Por otro lado, en ambientes de alta montaña, un muy bajo uso recreativo,
puede ocasionar un impacto sobre el suelo y/o la vegetación que llevará mucho
tiempo en revertirse naturalmente. Esto mayormente nos indica que en sitios muy
frágiles, si se pretende conservar la “pristindad” de los mismos, se deberá desalentar
su uso recreativo.
En síntesis, podemos decir que la cantidad de uso debe tenerse en
consideración, pero no deberá establecerse un esquema de manejo basado
exclusivamente en la limitación de uso.

¿A que nos referimos con “límites de cambio aceptable”? ¿para que sirve
establecerlos?
Como se mencionó en la introducción, la lógica detrás del concepto de
“Límites de cambio aceptable” (LCA), es simple: dado que las actividades
recreativas inevitablemente ocasionan impactos o cambios no aceptables en el
ambiente, entonces, para que estos cambios no sean tan severos como para
comprometer el objetivo de conservación del área, es necesario determinar que grado
y características de cambio se consideran consistentes con ese objetivo. A partir de
esta determinación, se debe centrar el manejo del área en el mantenimiento de los
estándares establecidos como aceptables. En resumen, el determinar los límites de
cambio aceptable nos sirve para fijar metas para el mantenimiento de condiciones

Marzo 2008 198


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deseadas. Por supuesto que la implementación de este concepto presenta sus


complejidades, principalmente porque para que resulte práctico, debe plasmarse
sobre factores de manejo concretos o, mejor dicho, factores “manejables”.
Traduciéndolo a la práctica: sabemos que en áreas naturales entre los
cambios no aceptables o impactos más habituales, consecuentes de la actividad
recreativa, podemos nombrar los siguientes: senderos con un ancho o incisión
excesivos, múltiples senderos abiertos sin planificación y que no conducen a ningún
lado, áreas extensas sin cobertura vegetal o con alarmantes signos de erosión, basura
en sitios de acampe, etc. También, podemos nombrar impactos sobre la fauna: es
sabido que, en algunos casos, las actividades recreativas han provocado que aves
abandonaran su sitio de nidificación, o que los animales concentren sus actividades
en derredor a sitios de uso recreativo, alterando sus dietas o hábitos naturales.
Conociendo esto, el paso siguiente será preguntarnos por ejemplo: ¿a que
vamos a llamar un ancho “excesivo” de senda?, ¿en que áreas no vamos a permitir
una pérdida de cobertura vegetal?, ¿vamos a permitir que se forme alguna nueva
senda sin planificar?, ¿dado que siempre se pierde algo de suelo en los senderos, cuál
va a ser la incisión máxima tolerable?, ¿si un segmento muy corto del sendero
presenta impacto, lo consideraremos inaceptable?, ¿cuánto es un segmento muy
corto?
Como se puede observar, son numerosas las preguntas que podemos
formular. A fin de que el manejo sea efectivo, se deberá considerar con cuidado el
tipo de preguntas y las respuestas a las mismas. Tanto unas como otras deberán estar
signadas por la realidad del área, es decir, por las características ambientales, por el
perfil de los visitantes y por la capacidad de manejo. Por sobre todo, debe realizarse
un esfuerzo por establecer consistencia entre los objetivos de conservación y uso del
área, y las condiciones ambientales que se espera prevalezcan. Es de esperar que
bajo estas premisas intervenga la subjetividad de los administradores del área, y esto
no debe verse como un aspecto negativo.
Aquí cabe enfatizar que el fin último de la aplicación del concepto de LCA,
es el de mantener condiciones del ambiente natural, en áreas abiertas al público, que
sean consistentes con los objetivos de conservación de un área protegida. Es, en
definitiva, lo que distinguirá a un área protegida, de una que no lo es. También es lo

Marzo 2008 199


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que nos permitirá comunicar un mensaje efectivo de conservación, porque, ¿cómo


vamos a comunicar a los visitantes que en el área tenemos por objetivo salvaguardar
las condiciones naturales, si las áreas por donde transitan se presentan impactos que
impiden apreciar la condición natural del lugar? Además, ¿cómo vamos a instar a los
visitantes a ser cuidadosos y respetar la naturaleza si en el área se presentan, por
ejemplo, extensas áreas sin cobertura vegetal, suelos erosionados, vegetación dañada
o sitios donde se acumula basura?

El concepto de límites de cambio aceptable, ¿sólo es aplicable a las condiciones


ambientales?
No! Es más, para lograr un manejo integral de un área es necesario considerar
otros aspectos relacionados a las actividades turístico-recreativas. Uno de estos
aspectos es el tipo de “experiencia recreativa” que se le va a ofrecer al visitante; lo
que se conoce como “experiencia del visitante”. Con esto nos referimos a las
características de las oportunidades de recreación, esparcimiento o educación que va
poder disfrutar el visitante en el área.
En un área se pueden ofrecer distintos tipos de oportunidades de recreación,
por ejemplo, en un sector se puede ofrecer al visitante la oportunidad de tener una
experiencia de solaz en un entorno poco modificado, con poco desarrollo de
infraestructura, y poca cantidad de encuentro con otros visitantes o grupos. En otro
sector, por el contrario, se puede brindar una fácil accesibilidad a través del
desarrollo de infraestructura, oportunidades de acceder a servicios (ej: sanitarios,
proveeduría, etc.), con altas probabilidades de encontrar a otros visitantes, y en sitios
con atractivos particulares, puede concentrarse una gran cantidad de personas.
De esta manera, se puede ofrecer dos o más oportunidades de recreación. En
todos los casos deberán considerarse, además de las condiciones ambientales, las
condiciones sociales, es decir, el número de encuentros con otras personas, la
posibilidad de encontrar sitios sin otros visitantes, etc. Por esto, también deben
considerarse parámetros sobre los cuales establecer límites de cambio de las
condiciones sociales que caracterizan a la experiencia. Entonces, para que un
visitante pueda recrearse en un entorno de solaz, las preguntas clave serán: ¿cuántos
encuentros tendrá con otros visitantes?, ¿a qué llamaremos “alta/baja concentración

Marzo 2008 200


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de visitantes”?, ¿deberá haber un límite a la cantidad de encuentros en senderos en


sectores de alta concentración de uso?
Se puede decir que las condiciones sociales ligadas a las diferentes
oportunidades de recreación, están estrechamente vinculadas con las características
ambientales y viceversa. Esto se debe a que, a fin de alcanzar metas “manejables”,
es natural que en sitios donde se concentra gran cantidad de visitantes haya que
implementar infraestructura a fin de evitar un daño severo sobre el suelo o la
vegetación en sitios puntuales. También puede que para facilitar el acceso se recurra
a infraestructura, y está deberá estar en óptimas condiciones si no queremos afectar
la calidad de la experiencia recreativa del visitante. Por lo tanto, deberemos fijar los
límites de cambio aceptables de la infraestructura. Por ejemplo, podremos tener
mayor tolerancia a la calidad de la pintura de una escalera, pero no será aceptable
que los escalones estén flojos.
También deben tenerse en cuenta los factores de manejo, es decir el tipo o
características de las intervenciones en los sectores de uso turístico tendientes a
facilitar el mantenimiento de condiciones aceptables. Ejemplo de estos factores son:
el tipo y cantidad de cartelería informativa, indicativa o restrictiva, que se permitirá
en el área, la presencia de un “guarda” del área que controle de alguna manera las
actividades en las áreas de uso, la implementación de infraestructura que facilite el
acceso y evite procesos erosivos, etc. En relación a esto últimos factores, puede no
detallarse la medida de cambio aceptable, pero sí deberán establecerse los tipos de
intervención aceptable para las diferentes oportunidades recreativas.

¿Cómo llegamos al manejo efectivo de las áreas de uso turístico aplicando el


concepto de Límites de Cambio aceptable?
Considerando todos los aspectos tratados más arriba, sólo resta poner manos a
la obra!
Dijimos que para manejar un área de uso turístico debemos considerar una
serie de factores relacionados a las características ambientales y de uso del área. Para
ello, lo mas adecuado es realizar una línea de base, o inventario preliminar de
condiciones. Esto nos ayudará no sólo a saber en qué estado se encuentra el área,
sino también a orientar nuestra estrategia de manejo basada en el concepto de LCA.

Marzo 2008 201


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Una vez que contamos con información general, debemos establecer las
oportunidades de recreación que caracterizarán la oferta en el área. A partir de
entonces, podemos escoger los indicadores sobre los cuales estableceremos los
límites de cambio aceptable sobre el ambiente, las condiciones sociales y la
infraestructura asociada.
Luego, realizaremos el muestreo a campo de estos indicadores y
constataremos si se presentan situaciones no aceptables. Este proceso, es el
monitoreo de condiciones. El último paso para el manejo efectivo del área, será el de
implementar medidas de manejo tendientes a revertir situaciones no deseadas, si es
que éstas se presentan.
En la figura 2 se esquematiza el proceso descrito más arriba y se detallan cada
uno de los pasos que figuran en el esquema.

METODOLOGÍA
A continuación se presenta de manera resumida la secuencia de pasos que se
siguieron, tanto para la determinación de la línea de base como para la elaboración
del programa de monitoreo; también se presentan los objetivos específicos de cada
uno.

Línea de base de condiciones ambientales de senderos


Se evaluaron un total de 27.5 km de senda. De ellos, 14.6 km, corresponden a
la zona de Champaquí, 6.65 km a Los Gigantes y 6.25 km al Parque Nacional
Quebrada del Condorito.

Objetivos
1. Caracterizar las áreas de senderos peatonales en cuanto a tipo de vegetación
en el área, pendientes y características generales
2. Caracterizar el estado de la senda considerando grados de cambio
previamente establecidos y registro de indicadores de impacto.
3. Establecer estaciones de muestreo para el seguimiento de condiciones del
suelo y vegetación en puntos fijos a través de un registro fotográfico.

Marzo 2008 202


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4. Asegurar las mejores técnicas para la implementación del programa de


monitoreo.

Métodos de muestreo

Caracterización general de los senderos


Para el registro de las características de los senderos se utilizó un GPS
Garmin E-Trex. Los senderos se registraron con “waypoints”, así como con metros
recorridos desde el inicio del sendero (utilizando la función de Procesador de
Trayectoria). Los tramos registrados, con características similares en cuanto a
vegetación, tipo de suelo y/o pendientes, fueron de longitud variable. También se
registraron puntos relevantes, como por ejemplo, el inicio del sendero, miradores, fin
del sendero, sitios de interés particular, etc.

OPORTUNIDADES DE RECREACIÓN
(Incluyendo factores ambientales y sociales)

Selección de parámetros e
indicadores y establecimiento de
estándares aceptables

Inventario de condiciones ambientales


(Muestreo a campo)

¿Se mantienen los estándares?

MONITOREO
SI NO

Continuar con manejo Instaurar medidas

Figura 2. Esquema de manejo de las condiciones ambientales de las áreas de uso


turístico.

Marzo 2008 203


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A fin de facilitar la caracterización general y del estado de la senda, los


resultados son presentados en función de las características ambientales y estado de
los tramos registrados (para lo cual se consideran los datos de los diferentes
segmentos dentro de estos tramos). Esto ayuda a visualizar no sólo la extensión del
impacto sino también su distribución a lo largo del mismo.

Caracterización del estado de los senderos


Dada la extensión de los senderos a evaluar, se utilizaron dos técnicas de
evaluación rápida: aquella conocida como “Evaluación de clase de condiciones”
(ver mas abajo, punto “a”) y el registro de indicadores de cambios no aceptables
(más abajo se presenta el detalle de los indicadores). Esto último complementa la
primer técnica mencionada, brindando un mayor detalle de las características del
cambio en un determinado tramo del sendero. Asimismo se realizó un registro
fotográfico de los aspectos más relevantes de cada tramo en cuanto a impacto y
características.
Asimismo, a fin de contar con datos más detallados de la velocidad y
características de los cambios más comunes en suelo y vegetación, (por ejemplo:
pérdida de suelo, cambio de densidad de vegetación y ancho de senda), se
establecieron puntos fijos de monitoreo, donde se espera se continúe el registro
fotográfico (ver metodología más adelante).

a) Evaluación de las clases de condiciones


Esta técnica consiste en asignar una clase de condición a segmentos, dentro
de cada tramo registrado, de acuerdo a las características que se presentan más abajo.
De esta manera, se registra el lugar y largo aproximado del segmento, según el
cambio evidenciado en la vegetación y el suelo.
Se definieron 5 clases de condiciones según signos de disturbio en el suelo y
la vegetación:

C0: La senda no se distingue, puede que haya un mínimo de disturbio en la


vegetación, en parte de algunos segmentos. En roca no se distingue de ninguna
manera.

Marzo 2008 204


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C1: Senda distinguible, se evidencia un mínimo de disturbio en la vegetación, puede


que ésta se encuentre con menor cobertura o menor altura, con respecto a los
costados de la senda. En roca no se percibe, pero hay ciertos signos en algunos
tramos de la senda.

C2: En la senda hay notablemente menor cobertura de la vegetación. En roca es


levemente evidente.

C3: En la senda no hay vegetación, pero si puede haber materia orgánica / sobre
roca, la senda es bien notoria. Se presentan impactos leves y ocupan un porcentaje
bajo del sendero.

C4: No hay vegetación en la senda, se evidencia la pérdida de suelo, suelo rocoso,


escalones de erosión de más de 10 cm pero menos de 50 cm y / o senda de más de
2.5 m – 3m de ancho. Roca: Se nota el desgaste de la roca. Sendas paralelas o
sociales.

C5: La erosión y deterioro del área es muy evidente. Alto impacto

b) Registro de Indicadores de condiciones no aceptables


Se registraron los indicadores que se mencionan más abajo, tomando nota del
largo aproximado en que se presentaban, definiendo de esta manera los segmentos
afectados dentro de cada tramo. No se registraron segmentos de menos de 10 m de
largo en Champaquí y Los Gigantes. En el PNQC se registraron todos los segmentos
de más de 1 m de largo.
Los indicadores registrados son los siguientes:

Escalones de erosión (EE): Diferencia de más de 5 cm entre la superficie del sendero


y el costado del mismo. La presencia de escalones de erosión denota pérdida de
suelo, impacto muy difícil (o imposible) de revertir (Hammit y Cole 1998).

Marzo 2008 205


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Ancho excesivo (AE): Los senderos se caracterizan por presentar suelo desprovisto
de vegetación, lo que incrementa el potencial de erosión al haber mayor exposición a
los agentes erosivos, el agua y el viento (Hammit y Cole 1998; Leonard y Plumley
1979). Por esta razón es importante mantener el área sin cubierta vegetal
estrictamente dentro del ancho de senda necesario para el uso recreativo. Se
registraron segmentos que presentan ancho excesivo, definido éste como: de más de
2,5 m en Champaquí, y 2 m en Los Gigantes y el PNQC:

Sendas paralelas / sociales (SP): las sendas paralelas a la principal o planificada, y


las sendas sociales (abiertas por los visitantes y que por lo general no conducen a
ningún sitio), se crean generalmente por la presencia de obstáculos (grandes rocas,
raíces, troncos caídos) o deficiencias en el drenaje por lo que los visitantes buscan
sitios más apropiados por donde movilizarse.

Anegamiento de suelo (AS): El anegamiento del suelo es un indicador de deficiencias


de drenaje. Los suelos con alto contenido de humedad son más susceptibles a la
pérdida de horizontes superficiales, dado que sus partículas se adhieren más
fácilmente al calzado de los usuarios del sitio (Hammit y Cole 1998; Kuss et.al.
1990). Este problema puede acrecentarse con la utilización de caballos (Cole 1991).
En los senderos, el anegamiento del suelo favorece su ensanchamiento, ya que los
usuarios, al intentar esquivar el área anegada, pisotean la vegetación adyacente al
sendero. Se registraron sitios de más de 1 m2 con evidencia de anegamiento.

Raíces expuestas (RE): es consecuencia de la pérdida y compactación del suelo. No


sólo puede comprometer la salud y estabilidad de los árboles, sino que puede
representar un peligro para los peatones.

Cruce de arroyos afectados (CAA): La pérdida de vegetación y/o erosión en sitios


cercanos a cuerpos de agua podría provocar una mayor sedimentación a los mismos.
Se registró el estado de todas las áreas cercanas a los cruces de arroyo, considerando
cobertura vegetal y signos de erosión.

Marzo 2008 206


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RESULTADOS DEL MUESTREO A CAMPO: LÍNEA DE BASE


Primero se describen las características generales de los senderos y luego se
caracteriza el estado de cada uno en función de los cambios observados sobre los
indicadores previamente establecidos.

Sector Champaquí

Condiciones ambientales de los senderos


A continuación se caracteriza cada uno de los senderos evaluados, en función
de los parámetros e indicadores previamente establecidos. Al final de la evaluación
de cada sendero se presenta, a modo de conclusión, una comparación entre los
mismos. En las tablas se presentan los resultados del muestreo, caracterizando
tramos de 200 m de longitud. Se describen las características generales, destacando
las clases de condiciones que se presentan (en primera instancia se menciona la
condición predominante en el tramo y luego el detalle de segmentos con condiciones
no aceptables y cantidad de segmentos afectados por los parámetros de cambio no
aceptable previamente definidos. (Para más detalle en cuanto a la metodología
utilizada para la caracterización, ver sección Metodología más arriba).

Características de los impactos en cada sendero


Sendero Villa Alpina – Refugio Moisés López (Tabla 1)
En este sendero se destaca como distintivo que los primeros 1.10 km
transcurren a través de un pinar (Pinus spp.), los estratos arbustivo y herbáceo son
casi nulos y están conformados en su mayoría por especies exóticas entre las que se
destacan leñosas como Rubus ulmifolius (zarza mora), Pyracantha angustifolia
(grateus o piracanta), Rosa rubiginosa (rosa mosqueta) y Cotoneaster sp., todas ellas
invasoras capaces de provocar (al igual que los pinos) cambios significativos en los
ecosistemas invadidos. A estos cambios, se suman aquellos ocasionados por el paso
peatonal y de caballos, particularmente asociados a las fuertes pendientes que se
presentan en este tramo, (de entre 15 – 25%) y que resultan en general de más de 50
m de largo cada una. En este sector es notoria la pérdida de suelo, denotado tanto por
los escalones de erosión (de entre 0.70 y 1.0 m), como por las raíces expuestas de los
Marzo 2008 207
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pinos. En su mayor parte, la senda trascurre sobre roca expuesta (dada la pérdida de
suelo).
Además, son numerosas las sendas paralelas y sociales, lo cual acrecienta la
superficie de suelo sin ningún tipo de cobertura vegetal. El ancho de la senda en este
tramo varía de entre 1 m y 5 m, y un sector donde las numerosas sendas ocupan hasta
10 m de lado a lado. También el ancho de senda resulta excesivo (de mas de 2 m) en
varios segmentos.
En los siguientes 5 km aproximadamente, el ambiente cambia totalmente, y
en la mayor parte trascurre en pastizal con predomino de Stipa sp., Sorghastrum
pellitum y Festuca tucumanica. En menor medida se observan por sectores pajonales
de Deyeuxia hieronymi o Poa stuckertii. Se observan también ejemplares de
Polylepis australis y Maytenus boaria. Entre las especies exóticas se destacan Rubus
ulmifolius (zarza mora) y Rosa rubiginosa (rosa mosqueta) aunque, por el momento,
su presencia es más notoria en proximidades del pinar, a la vera de cursos de agua.
Si bien el ambiente es muy diferente al pinar, no escapa al problema de
escalones de erosión que se presentan en el transcurso de prácticamente todo el
sendero. El ancho de senda resulta excesivo, pudiéndose observar cambios
significativos incluso sobre roca (como por ejemplo el desgaste de la misma en
sectores amplios, de hasta 5 y 7 m). En cuanto a la presencia de sendas paralelas y
sociales, cabe destacarse que las mismas ocurren mayormente en la cercanía del
refugio Moisés López.
Considerando la totalidad de la senda (es decir incluyendo el sector bajo el
pinar), se observa que en el 63% se presentan escalones de erosión, en el 30% el
ancho de senda resulta excesivo y el 31% presenta sendas paralelas o sociales
visibles. En muchos tramos se presentan estos tres tipos de impactos más comunes
juntos. Esto explica que en la mayoría de los tramos se considera que la condición
prevaleciente es de C4 y C5, es decir de alto impacto.
Tanto la presencia de fuertes pendientes, como el paso de equinos en toda la
senda, sin duda acrecientan la incidencia de los impactos registrados. Además no hay
ningún tipo de medida de manejo para este sendero. Debe considerarse también que
el área es, en general, utilizada para el pastoreo de ganado bovino, y que el pastoreo

Marzo 2008 208


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tampoco es regulado, lo cual sin lugar a duda incide en la pérdida de cobertura


vegetal aportando a la erosión generalizada que se observa en el área.

Sendero Moisés López – Escalante (Tabla 2)


Este sendero trascurre entre pastizal, muy similar a lo descrito para el tramo
anterior, aunque en este caso no se observaron a la vera del camino exóticas leñosas.
En muchos tramos prevalece la roca expuesta, alternado con pastizal, por lo que la
senda es muy notoria sobre este último y no tanto sobre la roca, destacándose la
presencia de escalones de erosión en un alto porcentaje de la senda, ya sea sobre el
pastizal propiamente dicho, como a los costados de las áreas que trascurren sobre
roca. En el tramo de los últimos 1000 m, concretamente a la altura del waypoint F10
resulta alarmante la pérdida de suelo, erosión y deterioro general del área asociada al
cruce del arroyo Las Socabonas (Fotos 0123, 0124).
En cuanto al ancho de senda, en dos sectores se notó como distintivo que ésta
era excesiva, en el caso del área en el waypoint F33 (fotos 0100 y 0101), y en el área
mencionada anteriormente en los últimos 1000 m, waypoint F10. En el sector del
waypoint F27, la senda trascurre mayormente sobre roca y arenisca, siendo notoria la
pérdida de suelo que originó la exposición; así, la senda queda claramente definida,
siendo su ancho excesivo (fotos 0106, 0107, 0108).

Marzo 2008 209


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TRAMO CARACTERIZACIÓN (Suelo y Vegetación) PEND CONDI METROS AFECTADOS FOTOS


(%) CIÓN
EE AS SP/S OTROS
300 Arenisca, herbáceas y pastizal. Sector sin pinos. 15 C3 150 SD
100 Roca gde y media, pinar y herbáceas 20 C5 100 RE

300 Suelo orgánico, roca media y chica. Arenisca y 15 C5 150 50 150


pinocha.
200 Suelo orgánico – roca chica / media. 25 C4 50 100 200 RE

100 Roca media y chica. 10 - 25 C5 100 100


SP1

100 Roca chica – arenisca. 10 C5 100 100 -

100 Salida Arenisca, roca chica. Pastizal a los costados. 10 C4 100 - -

300 Arenisca, tierra, pedregullo. 15 C4 300 - -

100 Césped (pampa) 10 C2 - - -

200 Pedregullo, tierra, arenisca 10 C4 200 50 -


200 Tierra, arenisca / Roca 30 C5 200 50
184

700 Roca media y chica. Césped a los costados. 10 C4 600 200

Marzo 2008 210


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(Continuación….)
100 Roca expuesta 30 C4 100 100 13

100 Césped 8 C1 - - -

70 Roca. Pastizal a los costados. 30 C4 70


185
100 Arenisca y roca. Pastizal a los costados. 15 C5 100 50
200 Arenisca y roca. 15 -30 C4 100

700 Tramos cortos de roca, roca media, roca cuarzo y 15 C5 400 200
arena.
500 Tramos intercalados, roca, roca media, arenisca. 20 -30 C5 200 100 100
300 Roca media 25 C4 250 250

500 191,192,1 Roca 30 C5 500 500 500 Gdes


93 ccvas a
los
costados
15 - 16
200 Materia organica, pastizal C2 – C5 50 50 50
[Wpt 194]

5470 3420 1600 1700

PORCENTAJE DE SENDA 63 30 31
AFECTADA (%)
Tabla 1. Caracterización e impacto del Sendero Villa Alpina – Refugio Moisés López

Marzo 2008 211


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Las sendas paralelas, son evidentes en el sector del waypoint F33, donde el
anegamiento del área sea probablemente lo que ha motivado la apertura de otras al
costado. Por otro lado, en el waypoint F05, también se observan sendas paralelas
bien definidas en área de pastizal. El 18% de la senda se considera con ancho
excesivo, destacándose que en gran parte trascurre sobre roca expuesta (que en la
mayoría de los casos podría inferirse que la pérdida de suelo ya ha ocurrido en estos
sectores)
La presencia de escalones de erosión muy evidentes en gran parte de los
tramos es lo que ha determinado mayormente la calificación de C5 para un gran
número de los mismos. Cabe notar que aproximadamente 39% de la senda está
afectada por escalones de erosión.

Sendero Escalante – González (Tabla 3)


Esta senda de apenas 500m, conecta los dos refugios principales de la base
del Champaquí. Comienza con una huella de vehículo todo terreno, en la cual se
presentan escalones de erosión de entre 0.2 y 0.3m, y el ancho de senda, es excesivo.
En cuanto a las sendas paralelas, están determinadas en el primer tramo por la huella
de 4x4. En el último tramo la senda se nota sobre la roca de manera conspicua,
aunque no como deteriorada.

Puesto González – Cima Champaquí (Tabla 4)


La senda trascurre mayormente sobre roca; sin embargo, se observan en el
30% de la misma escalones de erosión, que reflejan el gran retroceso de suelo en el
sector. Son numerosas las sendas para ascender a la cima del Champaquí; en el
presente informe se registraron aquellas que son visibles desde la senda evaluada. El
ancho de senda no es un problema crítico en esta área, ya que al transcurrir
mayormente sobre roca es poco visible; son escasos los tramos que trascurren sobre
suelo.

Marzo 2008 212


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TRAMO CARACTERIZACIÓN (Suelo y Vegetación) PEND CONDICIÓN METROS AFECTADOS FOTOS


(%)
EE AS SP/S OTROS
1000 Roca. Pastizal. Suelo expuesto 5 – 30 C3 – C5 400 10 100
F10 0
2500 F12 Suelo expuesto, césped. Roca expuesta. 15 -30 C5 500 50 500 SE
0

50 F13 y 14 Pastizal y césped. Suelo org, roca 15 C4 – C5 100 SE

260 F15 Suelo cont. Org. / Roca / Arenisca. Pastizal. 10 C4 50 50

380 F05 Arenisca entre pastizal / Césped. Algo de roca C4 250 200
250 F21 Suelo desnudo, roca, pastizal/césped C3 – C4

400 F23 Pastizal / Césped- Roca C3 200 EE:0.7,


1.2
100 F27 Roca expuesta. Arenisca. Pastizal / césped en C5r 50 100 EE:0.5 –
“parches” 0.7
30 F28 Roca expuesta con manchones de pastizal. C3r 30 EE:0.5
C4

70 F29 Roca expuesta C5 70 EE:1.0

35 F30 Pastizal. Suelo expuesto en senda C5 35 35 EE:0.5

70 F31 Pastizal, roca C5 70 EE: 2.0 /


0102

Marzo 2008 213


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(Continuación…)
400 F33 Pastizal, césped. C5 350 35 350 EE:0.5-
0 1.0 / 0101
125 F39 Césped (ciperaceas). Pastizal C5 125 12 125
5
F41 Césped y pastizal C3 – C4 50 EE: 0.5 /
0096
350 Hue4x4 Césped y Pastizal C3 – C4 70 Suelo
anegado.
6020 1470 53 870
5
PORCENTAJE DE
SENDA AFECTADA (%) 24 9 14
Tabla 2. Características y e impacto en Sendero Moisés López – Escalante

Marzo 2008 214


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TRAMO Wpt CARACTERIZACIÓN PEN CONDICI METROS AFECTADOS


(Suelo y Vegetación) D ÓN FOTO
(%) EE AS SP/ OTROS
S
100 Schmp Césped - Pastizal - C3 50 100 100 Hu 4x4
0024
342 195 Arena – Césped, pastizal. C5 20

160 196 Roca 10 C3r - - -


602 120 100 100

PORCENTAJE DE SENDA
23 16 16
AFECTADA (%)

Tabla 3. Características y e impacto en Sendero Escalante – González

TRAMO CARACTERIZACIÓN (Suelo y PEND CONDICIÓN METROS AFECTADOS FOTOS


Wpt Vegetación) (%)
EE AS SP/S OTROS
024 Roca C3r

150 025 Roca. Manchones de Pastizal 15 C3 – C4 Cárcav


a
340 026 Inicio senda C3 100

50 028 Roca C4 50 10

Marzo 2008 215


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(Continuación…)
30 029 Césped 8 SD
(Parche
s)
40 030 Césped, suelo desnudo Roca C5 30 40 EE:0.9
Expuesta
50 Roca C5 50 30 EE:0.3
031 -1.0

340 032 Roca y Pastizal (4m sobre mallin) C4 20 200 EE: 0.5
-0.7

400 033 Pastizal C4 10


430 034 Roca (tranquera) 30 C3r 200 100 EE:0.3
C4
240 035 Roca C3r 200 EE:0.2-
C4 0.8
150 036 Roca - Césped C2r 50 EE:0.5
C4
135 037 Roca - Césped C3r 50 EE:0.8
C5
103 038 Roca C2r

2508 760 10 370

PORCENTAJE DE
SENDA 30 0.4 14
AFECTADA (%)
Tabla 4. Características y e impacto en Puesto González – Cima Champaquí

Marzo 2008 216


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Sector Los Gigantes


Sendero Rotonda – Club Andino (Tabla 5)
Desde el inicio de la senda, y por aproximadamente 400 m, ésta trascurre
sobre roca y arenisca, siendo notable la baja cobertura de vegetación a sus costados.
El ancho de senda en gran parte de los primeros metros es excesivo; además, por
espacio de 100 m desde la senda, se presentan senderos paralelos. En estos tramos las
pendientes son de entre 15 y 25 %.
Los siguientes 400 m, aproximadamente, también trascurren sobre roca, pero
a los costados la vegetación presenta mayor cobertura y, por ende, es más notoria la
senda; sin embargo, no se presentan problemas considerables, aunque se observan en
algunos segmentos un ancho de senda excesivo y sendas paralelas. En el sector
comprendido entre los 800 y 1600 m, aproximadamente, se presenta una pendiente
fuerte con roca y escasa vegetación; en esos tramos la senda es poco visible.
El sector más afectado es el que trascurre entre los 3000 y 3800 m, desde el
inicio, ya que se presentan numerosos escalones de erosión transversales a la senda,
de entre 0.5 a 1.0 m de alto. Las pendientes en este sector son fuertes, la vegetación
predominante es de césped y pastizal y suelo orgánico expuesto.

Bifurcación (de senda a Club Andino) - Cerro de la Cruz (Tabla 6 y 6b)


Se trata de un sendero alternativo al principal. Se considera importante su
seguimiento e implementación de medidas de manejo, ya que no se encuentra tan
deteriorado como otros sectores en el área. Este sendero transita mayormente por
roca y césped denotándose que la vegetación al costado del sendero es césped
pastoreado con pendientes considerables, algunas superando el 40 %.
El segmento donde se encuentra la bifurcación (punto 600), presenta roca-
arenisca con escasa vegetación y el ancho de la senda supera los 2 m, alcanzando en
sectores 3 m de ancho; éste uno de los tramos más afectados, y, agravando la
situación, se presentan numerosas apachetas, lo que insta al tránsito en mayor
cantidad de sitios.
El otro tramo afectado del sector es el que transcurre entre los puntos 253 y
258, presentando escalones de erosión de hasta 1 m de alto com vegetación en
“islas”, lo que da cuenta de una alta pérdida de suelo (ver punto 269, foto 8571).

Marzo 2008 217


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Los últimos 350 m requieren de una caracterización particular, ya que se trata


del sector de la senda principal de acceso al Cerro de La Cruz. Esta senda se
encuentra altamente afectada por la erosión; aproximadamente el 50% de la misma
presenta escalones de erosión, con grandes cárcavas, y algunas en formación por la
alta pérdida de suelo. El ancho de senda es notorio, tanto en áreas con suelo orgánico
como sobre roca, y resulta notoria la gran cantidad de sendas en todo este sector.
Resulta uno de los más impactados por el uso turístico en el área de Los Gigantes.
El sector del balcón propiamente dicho se encuentra sumamente mantenido, y
además se han implementado mejoras para facilitar el paso de los visitantes, lo cual
también garantiza su seguridad.

Marzo 2008 218


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WPT Tramo CARACTERIZACIÓN (Suelo y Vegetación) PEND CONDICI METROS AFECTADOS


(%) ÓN
EE AS SP/ OTROS FOTO
S
208 Roca y arenisca. Césped bajo, pastoreado 15 C4r 0011

209 210 Roca rojiza, arenisca 15 (50) C4r 200 AS:4 0012 /
20 (100) Roca 0001
25 (80) rojiza
210 410 Arenisca, sin vegetación, pastizal y césped a los 10 C3r 100 100 0013
costados.

211 550 Mallín C3 50 50 0006

212 600 Roca media, césped bajo 40 (70) C4 50 100 Perdida 0016
30 (100) de suelo
213 870 Roca 25 C3r

214 1000 Roca – rojiza C4r 200 0017


215 1260 Roca – Roca media 20 (200) C5r 50 200 200 0018
0019
0020

216 1620 Cruce aguada, Pastizal poa, roca media 20 (30) C4 10 CA 0024
aceptable
217 1685 Roca y pastizal 55 C3r 20
C4r

218 1780 Roca y pasto bajo 30 C3r 30 AS:3.0 0025

Tabla 5.Características y e impacto en el sendero Rotonda – Club Andino.

Marzo 2008 219


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219 1945 de
Porcentaje Mallin - Roca C4 100
12 20 12 EE:0.5 – 0026 -
senda afectado 1.00 0028
(%) AS:0.70
220 2075 Cruce de arroyo (cartel), pastizal [cueva de los 45 (70) C3 Senda 0030
pajaritos] poco
distingui
ble
238 2175 Roca, pastizal y suelo orgánico 45 (70) 0072
0069
237 2280 Pastizal y herbáceas C2 0068
0067
236 3000 Pastizal C2 20 EE:1.00 0066
C5 Trans
235 3130 Pastizal (Quebrada) 45 (100) C3 10 EE:0.50 0065

234 3160 Roquedal 45 (20) C3 0064


233 3300 Pastizal y césped 25 (100) C2 50 EE:0.5- 0063
C5 1.0 0062
(Transv) 0061
232 3400 Césped y Pastizal 25 (70) C2 70 EE:0.5- 0059
C5 0.71.0 0058
(Transv) 0059
231 3500 Césped y Pastizal - Roquedal 30 (70) C2 0056
C3
230 3620 Pastizal 30 (100) C3 50 EE:0.5 0055
C5 0052
229 3740 Pastizal 15 C3 50 EE:0.2 – 0050
C5 1.00 0049
0048
230 3860 Roca y Arenisca. Cañadon C3 0045
0046
3860 460 800 450

Tabl 5. Características y e impacto en el sendero Rotonda – Club Andino (Continuación….)

Marzo 2008 220


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

TRAMO CARACTERIZACIÓN (Suelo y PEND CONDICIÓN METROS AFECTADOS


Vegetación) (%)
EE AS SP/ OTROS FOTO
S
Cruz ppio (km0) Césped (y Festuca)- Roca y roca media 10 - 25 C2 2 8543
- Roca C3
251 (200m) Roca y césped - Roca 30 - 40 C1 20 Muchas Apachetas a los 100 8544 [251]
C2 EE 0.5 8545 [252]

253 (432) Roca media y césped pastoreado 30 (50) C2 15 Mirador [254] 100m2 se 6-8546 [253]
(mulhebergia) 20 (20) C3r arenisca
-15 (50) EE 0.7 7-8547 [255]
-35 (100) AS: 2.0

256 (600) Roca y Césped- Arenisca C2 30 8548


257 (730 Roca media (escaso césped) C3 30 8549 [256]
bifurcación) 30 8550
258 (1000) Roca C3r 20 20 CA:C5 EE:0.50 – 0.70 8551
Césped C1 césp 10 10 (Transv) 8552
C5 Césp 30 [258]
C5 CA 8553
[259]
260 (1280) Roca y Roca media C3r (Foto) 45 (100) 2 100 EE:0.2 (transv) 8558 SE
Pastizal (pendiente 40) C1 (Past) 40 (20) AS:4.0 [260]
8559 C1
[261]
262 (1450) Cesped y festuca C4 40 10 EE:0.30 8561
[262] N-O
263 Roca aflorando, césped C5 50 EE:0.70 - 8562
(1.70) C3 / C4 20 0.50 [263] N-E
C3r
Tabla 6. Caracterización e impacto en el sendero Bifurcación – Cerro de la Cruz

Marzo 2008 221


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

264 (1.93) Roca C4 20 EE::0.70 8565


Césped C5 10 (Transv) [264] S-O
50 8566 S
8567
266 (2.15) Roca s/veg C4r 30 20 Roca desgastada 8568
Roca chica, césped C3 AS:3.0 -1.0 [267]
Roca 8569

268 (2.30) Cesped C3 AS:0.7 8570 [268]


Arenisca

269 (2.65) Isla de césped sobre roca C5 50 EE:0.8 en isla 8571


Césped Perd Suelo 8572
8573
[269]
270 (2.40) Césped y roca C2 / C3 6 No se nota senda
EE: 0.10
271 (2.44) Roca y césped a los costados C1 50 (100) 3 EE: 1.0
(transv.)
2440 268 170 0

Porcentaje de 11 7 0
senda afectado
(%)
Tabla 6. Caracterización e impacto en el sendero Bifurcación – Cerro de la Cruz (Continuación…)

Marzo 2008 222


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

TRAMO CARACTERIZACIÓN (Suelo y PEND CONDICIÓN METROS AFECTADOS


Vegetación) (%)
EE AS SP/S OTROS FOTO
272 (2.60) Roca media y arenisca C5 ¿ ¿ Ver mapa ubicación Esto es para el otro
lado.
8574
273 (2.66) Arenisca – Pastizal, césped 30 (50) C5 15 20 EE:1.20 8575
AS: 3 /4 [273] p/arriba
274 (2.76) Arenisca 10 C3 AS: 0.5 (50) 8576

275 (2.80) Roca 25 C5 30 30 200 AS: 4 8577


[275]
276 (2.82) Roca expuesta 25 C5 20 20 AS:4 8578
277 (2.84) Roca expuesta, césped. 30 C5 30 30 AS: 3 8580
Suelo expuesto en cárcava en inicio Cárcava en p/arriba
formación junto a
otra de 0.70
278 (2.87) Suelo expuesto, roca C5 30 30 Perdida de suelo en 8571
[278]

279 (2.93) Suelo expuesto 15 C4 50 EE: 0.70 8572


AS:0.7 [279]
Cárcava
280 (2.97) Suelo desnudo C4 20 CAA
Signo baño
AS: 0.70
281 (3.01) Roca muy marcada C4r AS:0.50
350 175 130 220

Porcentaje
de senda
50 37 63
afectado
(%)
Tabla 6b. Caracterización e impacto en el sendero Cerro de la Cruz (2)

Marzo 2008 223


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Tramo Wpt CARACTERIZACIÓN (Suelo y PEND CONDICIÓN METROS AFECTADOS FOTOS


Vegetación) (%)
IM AS ANEG OTROS
335 Bifsenda 20 (50) C1
565 C Puma AS 2m

820 Soc 1 C1 10 20 10 IM: 0.15


C3 AS: 4.0
SS: 20m
987 C2 5 IM:0.58
1.1 Curva 5 (50) C1 20 Arreglo canaleta 3m de
largo.
1270 10 AS:4
1360 C1r Roca
1480 C3 5
1560 C2 Mirador

1600 C2 IM: 0.15


Huella auto
1730 C2
1790 109 C2 Bifurcación Bici
2510 110 11(20) C2 20 20 AS:4.0m

Tabla 7. Sendero Principal

Marzo 2008 224


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2600 Pedreo Blanco (Punto 9) C2 F4


2740 Escalones en roca 30 C2 Buen Estado F4
2840 112 20 C4 F5
En restaur
2850 Sitio arreglado C2
2940 Pastizal Festuca C2
3030 Escalones C2
3600 113 Arroyo C2
4010 114 Senda condor C2 Escalones - arreglos

115 Balcón C2
116 C2
4460 Pastizal Festuca C2 IM:0.1
AS:0.7
4490 117 Juntura con senda vehicular C2 Área de acampe:
(Área de acampe) SD(2):10x10
5020 118 Fin zona de acampe. C1 Con vegetación
5200 Huella de camioneta (Pavimento) C1 10 IS: 0.20
5240 Huella camioneta, vegetación C2 10
5410 Roca pavimento C2
5500 Suelo orgánico y rocas 15 (80) C3 20
Tabla 7. Sendero Principal (Continuación…)

Marzo 2008 225


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

5580 Suelo orgánico s/rocas C2


5700 Arenisca y rocas medias 25 C3
15
6250 119 Césped (suelo orgánico) C2
6250 55 55 50

Porcentaje de senda 0.08 0.08 0.08


afectado (%)
Tabla 7. Sendero Principal (Continuación…)

Marzo 2008 226


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

CONCLUSIONES: COMPARACIÓN DEL ESTADO DE LOS SENDEROS


Resulta evidente la alta necesidad de implementación de medidas de manejo
en la Reserva Provincial para frenar y revertir los procesos de erosión que afectan a
un gran porcentaje de las áreas abiertas al público. No puede obviarse la incidencia
del sobrepastoreo en el área, pero las condiciones prevalecientes en los sectores de
mayor concentración de visitantes no dejan lugar a dudas de que las actividades que
realizan son las promotoras del deterioro en los mismos. Por otro lado, en el Parque
Nacional se hace evidente que el mantenimiento de las sendas redunda positivamente
en la calidad de las mismas.
Los datos tomados a través del presente trabajo corresponden más bien a
estimaciones (es decir no medidos con precisión), debido principalmente al gran
esfuerzo que requiere la evaluación de tantos kilómetros de senda; por ende, se
evaluaron los métodos mas rápidos y efectivos a la hora de presentar resultados.
Resulta necesario poner mas énfasis en la descripción de las clases de condiciones,
ya que ha resultado difícil por la gran variedad de situaciones que se presentan en las
tres áreas y en cada una de las mismas. Sin embargo, a pesar de las posibles
imprecisiones, los resultados presentados son representativos y contundentes para
indicar el estado de los distintos tramos de las sendas, la ubicación de los sitios mas
problemáticos y de aquellos que se encuentran en buenas condiciones.

Marzo 2008 227


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

Largo Condición Metros Metros Metros con Porcentaje


Total predominante con EE con AS SP / S c
afectado (%)
del en senda
Sendero
(m)
CONDORITO

Senda 6250 C2 0 55 55 EE: 0%


Principal AS: 0.08%
SP:0.8%
Aneg: 0.8%

LOS
GIGANTES

Rotonda – 3860 C3 – C4 460 800 450 EE: 12%


Club Andino AS:20%
SP:12%
Bifurcación – 2440 C3 268 170 0 EE:11%
entrada senda AS:7%
CºCruz
Senda Base 350 175 130 220 EE:50%
CºCruz AS: 37%
SP:63%

CHAMPAQUI
V. Alpina – M. 5470 C4 – C5 3420 1600 1700 EE: 63%
López AS: 30%
SP:31%
M. López - 6020 C4 – C5 1470 535 870 EE: 39%
Escalante AS: 18%
SP:23%
Escalante – 602 C3 120 100 100 EE: 23%
González AS: 16%
SP:16%
González – 2508 C3r – C4 760 10 370 EE: 30%
Cima AS: 0.4%
SP:14%
Champaqui
b c
Suma de metros afectados. Porcentaje del total de sendero afectado; EE: Escalones de erosión; AS: Ancho de senda
excesivo; SP/S: Sendero paralelos o sociales. .
Tabla 8. Comparación de los senderos

Marzo 2008 228


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

PROGRAMA DE MONITOREO

Propuesta general

El programa de monitoreo se basa en el concepto de “Límites de Cambio


Aceptable”. Esta propuesta sigue el esquema (Fig. 2) que se presentó con
anterioridad, y que se presenta nuevamente, a fin de facilitar su interpretación.

1. Oportunidades de recreación
(Incluyendo factores ambientales y
sociales)

2. Selección de indicadores y
establecimiento de estándares
aceptables

Inventario de condiciones
(Muestreo a campo)

¿Se mantienen los estándares?

SI NO
3. MONITOREO

Continuar con manejo Instaurar medidas correctivas

Figura 2. Esquema de manejo de las condiciones ambientales de las áreas de uso turístico.

A continuación se explica en detalle, cada uno de estos pasos:

1-Definición de oportunidades de recreación que caracterizará la oferta turística en el


predio
Las oportunidades de recreación se describen de manera cualitativa y
demanda la selección e identificación de categorías de uso que refleje la gama de
condiciones que se desea ofrecer en el área. La descripción debe incluir los niveles

Marzo 2008 229


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

de aceptabilidad de condiciones en cuanto a: grado de impacto, cantidad y tipo de


interacción entre grupos y tipo de manejo. En concreto, al definir las oportunidades
recreativas, se pretende establecer con claridad las condiciones deseadas para el uso
recreativo en un determinado sector del área protegida.
Como producto se obtienen descripciones narrativas de las condiciones
naturales, sociales y de manejo definido como apropiado y aceptable para cada
oportunidad de recreación. Esta caracterización aporta al establecimiento de una
zonificación de uso; debemos recordar que el objetivo de la zonificación es el de
minimizar los conflictos de uso y de esta manera optimizar el manejo del área en su
conjunto.

2-Establecimiento de estándares de cambio aceptables


El objetivo de este paso es el de otorgar una mayor especificidad a la
caracterización de las oportunidades de recreación. Para ello se utilizan indicadores
medibles para determinar estándares de adecuación para cada oportunidad de
recreación. Estos estándares proporcionan un fundamento sobre el cual decidir la
aceptación o no de una condición determinada.
La elección de los indicadores y de los estándares es un aspecto fundamental
para el manejo de las áreas de uso recreativo. Sin embargo, debe considerarse que
tanto los indicadores como los estándares pueden cambiar con el tiempo a fin de
optimizar el manejo. El proceso integral de manejo depende altamente del monitoreo
y la evaluación como herramientas clave para revisar los indicadores y estándares, y
éstos pueden ser redefinidos en caso de considerarse apropiado.

3-Monitoreo: Inventario y evaluación periódica de condiciones


El monitoreo consiste en evaluar periódicamente las condiciones existentes y
describir la diferencia entre dichas condiciones y aquellas consideradas aceptables.
El muestreo de las condiciones es un paso clave del monitoreo y estará
guiado por los indicadores seleccionados. Asimismo, el segundo paso clave del
monitoreo es la evaluación de los resultados obtenidos; básicamente consiste en
definir si se mantienen o no los estándares establecidos. El resultado de dicha
evaluación es lo que permitirá orientar las medidas de manejo concretas; nos

Marzo 2008 230


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

permitirá diseñar y de esta manera optimizar las tareas de mantenimiento de los


sectores de uso turístico.
Por otro lado, el seguimiento de las condiciones de los indicadores en las
estaciones de monitoreo nos brindarán datos aplicables al manejo a largo plazo.

Propuesta de monitoreo

1) Indicadores y estándares aceptables (metas de manejo)


En la Tabla 9 se presentan los indicadores a medir para realizar la evaluación
de las condiciones de senderos y áreas de esparcimiento. También se presentan los
estándares de los límites de cambio aceptable para cada uno de los indicadores, lo
cual servirá para comparar los resultados obtenidos con los esperados. Se propone
evaluar los estándares definidos en la tabla 9.

2) Toma de datos
a) Inventario de condiciones
Una vez al año, preferentemente al finalizar la temporada estival3 (Marzo –
Abril), se realizará el monitoreo de todos los circuitos de uso recreativo (en toda su
extensión). Para evaluar el estado de los senderos, se registrará el largo de todo
segmento de más de 10m en Champaquí y Los Gigantes, dentro de los tramos ya
definidos, y de más de 1m de largo en el PNQC, de acuerdo a lo establecido mas
abajo.
Para el inventario de condiciones de áreas de esparcimiento, puntos
panorámicos, miradores se evaluará, si se han abierto más que los que están
establecidos previamente, el porcentaje del total del área que ocupa el mirador o sitio
de esparcimiento desprovisto de vegetación, y la presencia de signos de erosión.
También se evaluará el estado de la las estructuras asociadas a los senderos (tales
como barandas, plataformas, escalones, etc.) en cuanto a la calidad de la función para
lo cual fue implementada, y la calidad visual de la misma.

3
Se considera conveniente tener un registro de las condiciones al final de la temporada de uso a fin de
planear el acondicionamiento de las áreas de uso recreativo para el comienzo de la siguiente
temporada. De esta manera, se asegurará que la temporada comience con estándares adecuados de
condiciones ambientales.

Marzo 2008 231


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

PARA EVALUAR SE MIDE… A FIN DE DETERMINAR SI SE ALCANZÓ EL


LAS CONDICIONES ESTÁNDAR:

Reserva Hídrica Parque Nacional Qº


Condorito
DE SENDEROS 1. Porcentaje de sendero afectado por ≥ 15% ≥ 5%
signos de erosión (condición C4 –
C5)

2. Condición de cruces de arroyos C4 y/o C3 y/o


Infraestructura en Infraestructura en
buen estado óptimo estado

3. Número de sendas paralelas o ≥ 15% ≥1


sociales

DE ÁREAS DE 4. Número de áreas de esparcimiento A definir Sólo los establecidos


ESPARCIMIENTO / por senderos
MIRADORES EN
CIRCUITOS
5. Porcentaje del área desprovista de ≥70% ≥ 40%
vegetación miradores

6. Presencia de signos de erosión, Se tolera presencia Se tolera suelo


anegamiento u otros. de pérdida de suelo desnudo pero no
leve, denotado por signos de erosión aún
algunas raíces incipientes.
expuestas o roca
expuesta.

DE 7. Calidad de la infraestructura en Óptima Óptima


INFRAESTRUCTURA cuanto a su función
8. Calidad visual de la infraestructura Aceptable Aceptable

Tabla 9. Indicadores y estándares para dos oportunidades de recreación

Senderos
Para el muestreo de las condiciones ambientales en senderos, se recomienda
la utilización de la planilla 1, completándola de la siguiente manera:
Con la ayuda de un GPS se localizaran los tramos ya registrados y se medirán
los segmentos en condiciones no aceptables dentro de los mismo. A segmento nos
referimos a tramos de más de 10m de largo en Champaquí y Los Gigantes, y de más
de 1m en el PNQC De esta manera, se registraran las siguientes condiciones
consideradas no aceptables:

Clases de condición C4 y C5:

Marzo 2008 232


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

C4: No hay vegetación en la senda, se evidencia la pérdida de suelo, suelo rocoso,


escalones de erosión de más de 10cm pero menos de 50cm y / o senda más de 2.5m
– 3m. Roca: Se nota el desgaste de la roca. O Sendas paralelas o sociales.

C5: No hay vegetación en la senda, tampoco material orgánico. Hay erosión


evidente: incisión de la senda supera los 5cm de profundidad, se observa roca
expuesta, raíces expuestas y/o suelo fino muy volátil.

Indicadores de Impacto:
- Escalones de erosión (EE): Diferencia entre la superficie del sendero y la
elevación a uno de los costados (a modo de “escalón”) de más de 5cm, y en
donde se evidencia la falta de cobertura vegetal y presenta suelo expuesto.
- Ancho excesivo de senda (AE): considerado como de más de 2 metros en
Champaquí, Gigantes y Senda Principal en PNQC.
- Senderos paralelos o sociales: las sendas paralelas a la principal o
planificada, y las sendas sociales (abiertas por los visitantes y que por lo
general no conducen a ningún sitio).

Asimismo, en la columna OTROS se registrará la presencia de las siguientes


condiciones:
- Anegamiento de suelo (AS): sitios de más de 1m2 con evidencia de
anegamiento.
- Cruce de arroyo afectado (CAA): con signos de erosión o pérdida de
cobertura
- Raíces expuestas (RE): Se observan raíces en la superficie del sendero
- Condición de miradores y áreas de acampe: Porcentaje del área desprovista
de vegetación.
- Infraestructura: Estado en cuanto a seguridad para el visitante, y calidad de la
misma.

Marzo 2008 233


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

Tramo Segmentos afectados


Condición Metros afectados de cada indicador
EE:
AS:
SP/S:
Otros:
EE:
AS:
SP/S:
Otros:
EE:
AS:
SP/S:
Otros:
EE:
AS:
SP/S:
Otros:
Planilla 1. Toma de datos

3) Análisis de datos

Evaluación de condiciones observadas: ¿se mantienen los estándares?


A fin de facilitar la evaluación de los datos recolectados y determinar el grado
de adecuación de las condiciones, se propone la planilla 2. En esta planilla se podrá
optar por detallar el resultado de los parámetros evaluados, o simplemente indicar si
se alcanzó o no el estándar establecido.

Marzo 2008 234


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

Largo Condición Metros Metros Metros con Porcentaje


Total predominante con EE con AS SP / S c
afectado
del en senda (%)
Sendero
(m)
PN Qº
CONDORITO

Senda EE:
Principal AS:
SP:
Aneg:

LOS
GIGANTES

Rotonda – EE:
Club Andino AS:
SP:

Bifurcación – EE:
entrada senda AS:
SP:
CºCruz
Senda Base EE:
CºCruz AS:
SP:

CHAMPAQUI
V. Alpina – M. EE:
López AS:
SP:

M. López - EE:
Escalante AS:
SP:
Escalante – EE:
González AS:
SP:
González – EE:
Cima AS:
SP:
Champaqui

Marzo 2008 235


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

BIBLIOGRAFÍA

COLE, D.N. 1991. Ecological impacts of Wilderness recreation and their


management. En: J. Handee, G.H. stankey y R.C. Lucas, eds. Wilderness
Management. Golden, CO: North American Press, pp 425-466.

HAMMIT, E.H. & COLE, D.N. 1998. Wildland Recreation. Ecology and Management.
John Wiley & Sons, Inc. New York. 355 pp.

KUSS, F.R., GRAEFFE, A.R., & VASKE, J.V. 1990. Visitor impact management. The
PLanning Framework. Vol 2. National Parks and Conservation Association.
Wash. D.C.

LEONARD, R.E. & PLUNLEY, H..J. 1979. The use of soils information for dispersed
recreation planning. In Recreation Impact On Wildlands. Conference
Proceedings. USFS N-R-6-001. Pp. 130-136.

LEUNG, Y-F., & MARION, J.F. 2000. Recreation Impacts and Management in
Wilderness: A state-of-the-knowledge Review. USDA Forest Service
Proceedings RMRS-P-15-Vol-5.

MARION, J.L. 1998. Recreation ecology research findings: Implications for


wilderness and park managers. In: Proceedings of the National Outdoor
Ethics Conference, April 18-21, 1996, St. Louis, MO. Gaithersburg, MD:
Izaak Walton League of America. Pp 188-196.

Marzo 2008 236


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

ANEXO 1. Detalle fotográfico de caracterización de cada una de las clases de condiciones

Clases de condiciones.

Se definieron 5 clases de condiciones según signos disturbio en el suelo y


vegetación. A continuación se describen y se muestra una foto ilustrativa cada una de
las clases.

C0: La senda no se distingue, puede que


haya un mínimo de disturbio en la
vegetación, en parte algunos segmentos.
En roca no se distingue de ninguna
manera.

C1: Senda distinguible, se evidencia un


mínimo de disturbio a la vegetación,
puede que esta se encuentre en menor
densidad o menor altura, con respecto a
los costados de la senda. En roca no se
percibe, pero hay ciertos signos en
algunos tramos de la senda.

C2: En la senda hay notablemente menor


densidad de vegetación. En roca es
levemente evidente.

Marzo 2008 237


Programa de Monitoreo PNQC y RHPA

C3: En la senda no hay vegetación, pero


si puede haber materia orgánica / sobre
roca, la senda es bien notoria. Se
presentan impactos leves y ocupan poco
porcentaje.

.C4: No hay vegetación en la senda, se


evidencia la pérdida de suelo, suelo
rocoso, escalones de erosión de más de
10cm pero menos de 50cm y / o senda
más de 2.5m – 3m. Roca: Se nota el
desgaste de la roca. O Sendas paralelas
o sociales.

C5: La erosión y deterioro del área es


muy evidente. Alto impacto

Marzo 2008 238


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PERSONAL CAPACITADO

• Emiliano Galli (Voluntario Parque),


• Julio Domínguez (Voluntario proyecto de reforestación)
• Julieta Pollice (Voluntario Parque y bióloga egresada UNC)
• Axel vonMüller (Agrónomo UNC)
• Julieta Alinari (Bióloga egresada UNC).
• Olalla Martinez (Guardaparque de la APN
• German Solveira, (Guardaparques de la APN)
• Ismael Pino (personal del Parque)
• Verónica Pino (personal del Parque)
• Roberto Altamirano (personal del Parque)
• Leonardo X. Barrios Caro (desempeña su trabajo en el P. N. El Palmar)
• Maximiliano Ceballos (Técnico de la Delegación Regional Centro);
• Álvaro Sánchez (Guardaparque de la APN);

Marzo 2008 239

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