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INFORME FINAL
MARZO 2008
INDICE
Resumen Ejecutivo 3
Descripción y diagnóstico de la UC 13
Capitulo I- Monitoreo de la vegetación a escala de paisaje y de comunidad 34
Capitulo II- Monitoreo de la vegetación a nivel de comunidad y monitoreo de 54
pastizales
Capitulo III- Monitoreo de Polylepis australis (“tabaquillo”) 83
Capitulo IV- Monitoreo de Puma concolor (“puma”) y Lycalopex culpaeus 136
smithersi (“zorro colorado”)
Capitulo V- Monitoreo de la comunidad de anfibios 161
Capitulo VI- Monitoreo de Akodon boliviensis 172
Capitulo VII- Monitoreo de las áreas de Uso Público 195
Personal capacitado 238
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RESUMEN EJECUTIVO
A partir del diagnóstico inicial de la Unidad de Conservación, puede concluirse que hay
dos aspectos principales en el manejo del área protegida que deben ser considerados
especialmente en el Programa de Monitoreo: la herbivoría por ganado introducido (o la
falta de ella) y el uso público (especialmente en las áreas destinadas a tal efecto en la
Zonificación y Plan de Manejo del área).
La herbivoría por ganado introducido ha sido el uso de la tierra predominante en
la altiplanicie de Achala por, al menos, los últimos 200 años. La creación de la Unidad
de Conservación (Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Provincial) determinó
un cambio sustancial en los regímenes de manejo: una parte del territorio de la Unidad
fue liberada de la herbivoría, mientras otros territorios fueron sometidos a distintas
cargas ganaderas. Esta distribución de la carga ha tenido dos consecuencias principales
en el manejo de la Unidad de Conservación: por un lado, permitió establecer convenios
con pequeños productores del área de Reserva Provincial, que dispusieron de potreros
para alimentar sus animales en territorio del Parque Nacional, estableciendo así un
sistema de manejo integrado novedoso para la APN. Por otra parte, los nuevos patrones
de distribución del ganado permitieron disponer de un experimento casi natural para
desarrollar el programa de monitoreo objeto de este Informe. De esta manera, se dispuso
de un diseño experimental apropiado para monitorear el efecto del cambio en el régimen
de manejo sobre la diversidad de diferentes grupos de organismos, incluyendo distintos
niveles de organización, desde el paisaje hasta poblaciones de especies individuales.
El segundo aspecto tiene en cuenta el efecto del uso público, especialmente
sobre senderos y caminos utilizados por turistas y visitantes para acceder a sitios claves
de la Unidad de Conservación. Mientras en el Parque Nacional se ha prestado especial
atención al mantenimiento y conservación de los senderos (particularmente en el acceso
a la Quebrada del Condorito), en distintos sitios de la Reserva Provincial (Ej. Los
Gigantes y Champaquí), estos muestran marcadas evidencias de deterioro que las
primeras actividades de monitoreo han detectado en forma contundente.
Los grupos de organismos seleccionados para desarrollar el Programa de
Monitoreo han sido ampliamente justificados en ocasión del establecimiento de dicho
Programa. A nivel del paisaje se han monitoreado los cambios en los tipos de cobertura
del territorio a través de sensores remotos de diferentes épocas.
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Tabla 1. Potreros del Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Hídrica Provincial de Achala para los cuales se ha llevado a cabo el monitoreo a nivel
comunitario y de algunas poblaciones. Se indica la superficie de cada potrero, la superficie útil (es decir descontando la roca) y la carga anual promedio
durante el período evaluado. Además, para los potreros con uso estacional se indica la carga de los períodos en los cuales los poteros tienen animales y la
época de uso y el tipo de animales.
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(Continuación..)
Ensenadas 1E 226 123 ug 26 - todo el año vacas
ug/ha 0.21
3E 70 61 ug 13 122 diciembre- ovejas
ug/ha 0.21 1.99 enero6 vacas/caballos
4E 256 207 ug 58 103 julio- vacas
ug/ha 0.28 0.50 diciembre caballos
5E 239 588 ug 45 104 enero-junio vacas
ug/ha 0.24 0.55 caballos
6E 733 559 ug 0 - sin sin
ug/ha 0 animales animales7
7E 1453 1027 ug 204 - todo el año ovejas
ug/ha 0.20 vacas/caballos
Fuera PN CS (st) 794 528 ug 138 291 diciembre- vacas
ug/ha 0.26 0.55 julio caballos
RP1 (c) s/d s/d ug s/d s/d s/d vacas
ug/ha 0.258 caballos
RP2 (g) s/d s/d ug s/d - todo el año ovejas
ug/ha 0.398 vacas/caballos
1
Incluye los antiguos potreros 1 y 2; 2 Incluye los antiguos potreros 4 y NN; 3Promedio de los meses durante los cuales el potrero tiene animales; 4Si bien
según los convenios este potrero no ha tenido ovejas, se ha encontrado mucho bosteo de estos animales en las parcelas evaluadas, posiblemente porque los
animales se pasan del potrero 5T; 5Algunos años ha habido algunos caballos durante todo el verano o incluso durante todo el año; 6Si bien el pico de carga es
durante diciembre y enero, durante el resto del año, a partir del 2005, hubo 3 caballos; asimismo, en las parcelas evaluadas hubo mucho bosteo de oveja, ya
que están cerca de los corrales de las casas; 7En este potero se mantienen unos pocos caballos durante el año; 8Valores estimados a partir del boteo medido
alrededor de la parcela.
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E1
E5 RP1
E6 E4
E3
CS E7
T7
T1
T3
T5 T6
T4 T9
T8
T11
T10 T12
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1. Escala de paisaje
2. Escala de comunidades
2.1. Comunidades de pastizal
En general, los resultados confirman las tendencias observadas a nivel de paisaje.
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-Los pajonales avanzaron sobre los céspedes, pero el avance fue menor con alta
carga en invierno y sin ovejas.
-Las leñosas tienden a aumentar con cargas bajas o nulas, y a disminuir con
cargas altas, tanto anuales como invernales.
-En general, hubo una recuperación de la superficie vegetada, que fue mayor con
cargas bajas o nulas en el otoño y en el invierno.
-Bajo exclusión ganadera, el avance de la erosión se detiene.
Todas estas tendencias son preliminares y deben ser confirmadas con algunos años más
de observación
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puede ver que los bosques dentro del Parque tienen valores intermedios para algunos de
los parámetros poblacionales como la mortalidad y la fecundidad. Esto coincide con el
estado de conservación de las cuencas que, en el caso de la cuenca del río Condorito,
está en niveles intermedios. En el caso de la cuenca del río Santa Clara, que es la cuenca
con mejor estado de conservación, la ocurrencia de incendios y la presencia de ganado
en los potreros más altos estarían reduciendo los parámetros poblacionales.
-A pesar de lo expuesto en el punto anterior, es evidente el aumento en el
reclutamiento de nuevos individuos en lugares dominados por pasturas y la
transformación de antiguos “matorrales” en bosques, lo cual no hubiera ocurrido
probablemente si no se hubieran implementado las actuales medidas de manejo.
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3. Nivel Poblacional
3.1. Monitoreo de Akodon boliviensis
-Se encontraron diferencias en la abundancia de pequeños mamíferos entre
zonas con distinto régimen de manejo (intensidad de carga). La interpretación de estos
resultados no es simple.
-Entre las explicaciones posibles debe considerarse que el diseño utilizado se
orientó a evaluar diferencias entre las áreas, sin estimar específicamente los efectos de
un potencial factor perturbador, en nuestro caso la presencia/ ausencia del ganado.
-La fauna de pequeños mamíferos de las parcelas muestreadas estuvo constituida
por ensambles de muy baja riqueza específica. Se encontraron diferencias en los valores
de abundancia entre las parcelas sometidas a diferente manejo ganadero.
-Esas diferencias pueden explicarse a través de la presión del ganado que podría
haber pauperizado (por acción directa y/o indirecta) la composición y abundancia de la
fauna de predadores y/o modificado la disponibilidad de ciertos recursos para algunas
especies de pequeños mamíferos oportunistas, las cuales bajo tales condiciones
prosperaron e incrementaron dramáticamente sus abundancias. Los altos valores de
abundancia se observarían en las parcelas E4 y E7, mientras que en la parcela E6, sin
presión ganadera desde hace años y en vías de recuperar su pastizal, la abundancia fue
menor.
-Akodon boliviensis podría ser el ejemplo de una especie oportunista que
evoluciona favorablemente en su abundancia en áreas perturbadas por el bajo número de
predadores y diferencias en disponibilidad.
-Estos resultados deberían considerarse mas bien como una línea de base a partir
de la cual establecer las actividades de monitoreo.
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enclaves forestales de Polylepis australis ("tabaquillo"), extendidos por arriba del límite
de distribución de especies leñosas de la Provincia Fitogeográfica Chaqueña. Conviven
allí especies austro-brasileras, chaqueñas de llanura, del Chaco Serrano, pampeanas,
andinas, patagónicas y magallánicas. La región de Achala representa el límite más
austral y oriental de especies andinas. Esto también confiere a la Unidad de
Conservación un carácter único; si bien muchas de las especies que se presentan en ella
se distribuyen también en otras regiones biogeográficas, es el único caso en el centro del
país en que se observa tan llamativa concurrencia de especies de distintas corrientes
biogeográficas. Además de esta particularidad, el área es de extrema importancia a nivel
continental y mundial, ya que reúne, en una superficie relativamente reducida, cerca de
30 especies endémicas de la flora y la fauna, como así también numerosos taxones
endémicos a escala de la República Argentina. La mayoría de los endemismos locales
corresponden a niveles jerárquicos bajos (razas, variedades, subespecies), y pueden
considerarse como neoendemismos (es decir, originados recientemente); esto indica un
aislamiento geográfico relativamente tardío y, a la vez, un sitio propicio para procesos
de diferenciación y especiación. También se presentan en la Unidad de Conservación
numerosas especies casi endémicas de los sectores más altos de las Sierras Pampeanas,
compartidas principalmente con las Sierras de San Luis, y especies emblemáticas como
el cóndor andino (Vultur gryphus).
Fitogeográficamente, el área protegida pertenece al Distrito Chaqueño Serrano;
no obstante, casi el 50 % de su flora es de linaje andino y patagónico.
Zoogeográficamente, el área forma parte, según algunos autores, de la Subregión
Andino-Patagónica, Dominio Central o Subandino; otros la ubican en la Zona Andina,
Subzona Patagónica. Es evidente que la Unidad de Conservación se corresponde
principalmente con la región andino-patagónica y puede ser considerada como una
verdadera isla en territorios extra-andinos. En síntesis, el área protegida es relevante
desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad por: a) es representativa
de un sistema orográfico y biológico único a escalas nacional, continental y global; b) se
compone de especies animales y vegetales de linaje biogeográfico muy variado; c)
reúne cerca de 30 taxones endémicos de flora y fauna y, d) constituye un sitio de
especiación y diferenciación biológica. A estos valores debe agregarse la importancia
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-Afloramientos con pajonal. Ocupan cerca del 29 % del área del Parque, y contienen a
los pajonales de Festuca, comunidad que se encuentra casi con exclusividad en esta
clase, y tiene alta riqueza de especies. Su conservación en el área del Parque es
importante, debido a que en zonas con actividad ganadera comercial, en la Reserva
Provincial, están en proceso de disminución por erosión de sus suelos.
-Pajonal fino. Ocupa un 27 % del área. Si bien no tienen un valor para la conservación
especialmente alto, es en el Parque donde existe la mayor proporción de los mismos,
mientras que en áreas fuera del Parque, por las actividades ganaderas están
disminuyendo su abundancia. Se asocian a una alta diversidad de aves e insectos.
-Suelos. El área del Parque tiene los suelos en un buen estado de conservación, ya que
predominan las comunidades con buena cobertura vegetal y suelos profundos y
esponjosos. Esto da al Parque mucha flexibilidad para su manejo.
-Recurso hídrico. Debido al buen estado de los suelos, así como a la alta cubierta
vegetal (pajonales y bosques), el valor del Parque como protector del recurso hídrico es
alto.
-Valor forrajero. Si bien la calidad nutritiva y la proporción de especies muy palatables
de los pajonales dominantes no es excesivamente alta, el buen estado de conservación
de los suelos, sumado al prolongado descanso de los campos, hacen de los mismos muy
aptos para mantener ganado en cargas leves o moderadas. Esto es importante debido a
los convenios de pastaje con los pobladores de la Reserva Provincial, vecinos al Parque.
-Valor escénico. Es alto, debido a la alta proporción de bosques, dormideros de
Cóndores (Vultur gryphus), diversidad de fauna y de paisajes.
-Valor científico. Es alto, debido al gran número de especies en general y especies
endémicas en particular, y a la posibilidad de contar con sectores con mínimo impacto
antrópico.
Problemas
-Acumulación de biomasa. Debido al nulo o muy bajo consumo de biomasa vegetal,
(desde que fue excluido el ganado en 1997), se está acumulando paulatinamente cada
vez más biomasa seca. Si bien en parte el problema se atenúa con los convenios de
pastaje, no es suficiente, y el riesgo de incendio aumenta con el tiempo.
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Amenazas
-Fuego. La amenaza de incendios aumenta con el tiempo, con la creciente acumulación
de biomasa seca. Si bien para la integridad de los suelos y para los pastizales esto no
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representa una amenaza seria (al haber poco ganado, la vegetación se recupera rápido
luego de un fuego impidiendo que se desencadenen procesos erosivos), para los bosques
de Polylepis es una amenaza importante. Especialmente si éstos están ubicados en sitios
con poca roca natural que protege a los árboles del fuego. Se produce un 30% de
mortalidad de Polylepis cuando resultan quemados en su totalidad, que al no haber roca
en las inmediaciones, pasan de los pastos circundantes a los árboles. Si son quemados
parcialmente, se produce un retraso en el crecimiento, y una disminución en la
producción de semillas. Esto va provocando la retracción de los bosques. Asimismo, el
fuego es una amenaza para la infraestructura del Parque, y para su imagen ante el
público. La falta de instrumentos regulatorios para penalizar los fuegos en las áreas
aledañas de RN y RHPA contribuye a esta amenaza.
-Pérdida de diversidad vegetal. Este problema puede agravarse mucho con el tiempo, si
no se hace un manejo adecuado. Sí, como se ha observado en clausuras, algunos
pajonales de Deyeuxia hironymi se transforman con el tiempo en pajonales de Poa, la
amenaza es aún más seria. Una pérdida de diversidad vegetal de tal magnitud puede a
largo plazo conducir a una pérdida de diversidad de fauna.
-Incremento de las actividades turísticas dentro de la jurisdicción del PN. A partir de la
difusión pública de la creación del PN, el número de visitantes ha ido constantemente en
aumento, en particular aquéllos que practican el denominado turismo alternativo
(caminantes, andinistas, ciclistas, conductores de vehículos de doble tracción). Si esta
tendencia continua sin que haya un desarrollo paralelo en infraestructura, control y
vigilancia, información, regulación de operadores turísticos, etc., puede presentar una
amenaza para los objetivos del PN, en particular por aumento de la incidencia de
fuegos, procesos erosivos locales, contaminación por residuos, incidentes con especies
animales protegidas y accidentes y extravíos. La prohibición de circulación de vehículos
por los caminos no habilitados ha contribuido a disminuir en parte esta amenaza.
-Demanda de especies amenazadas en el mercado de mascotas (especialmente
Prystidactilus achalensis). Si esta demanda continúa, puede representar una amenaza
concreta de las poblaciones de este reptil, algunas de las cuales son bastante accesibles
para recolectores ilegales, por ubicarse cerca de rutas de libre y copiosa circulación.
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Áreas críticas
-Quebrada del Condorito. Conjuga una intensa visitación con gran valor escénico, área
de nidificación de aves y bosque de Polylepis australis. Es probablemente una de las
áreas del PN donde el conflicto turismo-conservación (ver más abajo) es más agudo. Es
posible que debe ser considerada como ‘área de sacrificio’, concentrando el turismo y
desviándolo de otras quebradas.
-Áreas de las Ensenadas, Trinidad y Dos Tranqueras, de acceso relativamente fácil y
donde las poblaciones de lagarto verde parecen ser particularmente abundantes.
Presentarían los problemas más serios de extracción de fauna protegida.
-Cuesta de Argel. Esta ruta tradicional se ha propuesto como posible sendero turístico y
a la vez atraviesa el centro de una zona inicialmente propuesta como intangible. En un
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Valores
-Bosques. Ocupan un 16% del área, que es un porcentaje más alto que en el parque, lo
cual convierte a esta zona en altamente valiosa para su conservación.
-Afloramientos con pajonal. Ocupan el 27 % del área, y contienen a los pajonales de
Festuca, que son muy ricos en especies. Debido a que se encuentran pastoreados, la
riqueza de estos pajonales es alta en el presente, y no corre el riesgo de disminuir.
-Pajonal fino. Ocupan un 25 % del área, y son refugio de aves, insectos y roedores.
-Suelos. El área tiene los suelos en un buen estado de conservación, ya que predominan
los bosques y pajonales.
-Recurso hídrico. El valor del área como protectora del recurso hídrico es alto, ya que se
encuentran pocas áreas de roca expuesta o suelos someros.
-Valor forrajero. Es relativamente alto, debido al buen estado de conservación de los
suelos, y a que el pastoreo mantiene la diversidad de los pajonales, y por ende la
presencia de especies palatables.
Problemas
-Quema de bosques. En el pasado cercano cientos de hectáreas de bosque han sido
quemadas, presumiblemente para transformar el bosque a pajonales y céspedes más
productivos para el ganado.
-Ganadería. Si bien las cargas ganaderas no son altas, y los pastizales se mantienen en
general en buen estado, el ramoneo que sufren los individuos de Polylepis por el ganado
disminuye la regeneración natural del bosque.
-Puesta en práctica de regulaciones conservacionistas. Dado que el área está bajo
dominio privado, es difícil implementar medidas de manejo orientadas a objetivos de
conservación.
-Invasión con salmónidos. Estos peces desplazan a la fauna ictícola nativa y
aparentemente tendrían impacto negativo sobre las poblaciones de anfibios endémicos.
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Amenazas
-Quema de bosques. Es probable que se sigan provocando incendios para mejorar la
calidad de la pastura, lo cual puede afectar a los bosques de Polylepis más grandes, si
son alcanzados por el fuego.
-Aumento de la erosión. Al ser una zona con manejo ganadero, las áreas con pajonales
de Festuca corren riesgo de erosionarse luego de un incendio, o por excesiva presión del
ganado. Asimismo, la proporción de la unidad 7 (afloramiento con roca expuesta) es
más alta que en el parque, mostrando el resultado de la erosión de las últimas décadas.
Asimismo, esta es una unidad donde la erosión es muy activa en la actualidad, y por
ello, los suelos que aún quedan en ella corren alto riesgo de perderse en las próximas
décadas.
-Plantaciones de pino. En la Estancia Yatalaya existen plantaciones de pino. Los pinos
se dispersan hacia las zonas más altas, la presencia de pinares altera profundamente la
estructura comunitaria y el funcionamiento ecosistémico de los sistemas nativos.
-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un
progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua. Algunos ejemplos son sauce mimbre, zarzamora y crataegus.
En el caso del sauce mimbre, su erradicación plantearía un conflicto con la provisión de
fuentes de combustible alternativas (ver más abajo).
Áreas críticas
-Vertiente este. Esta zona tiene bosques y afloramientos con pajonal de Festuca
(unidades 1 y 6) ambas con alto valor para la conservación de la biodiversidad. Estas
áreas son críticas ya que debido a la combinación de pendientes pronunciadas, uso
ganadero y fuego, corren riesgo de seguir erosionándose y perder gran parte de su
biodiversidad. Asimismo, el área es crítica por las plantaciones de pino que se
encuentran en sus proximidades.
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Valores
-Pajonal grueso con vegas. Es el sector con mayor proporción de pajonal con vegas (13
%), unidad valiosa como recurso hídrico, así como por su heterogeneidad a una escala
de 30 x 30 metros, que contribuye a aumentar el valor escénico del área. Asimismo, las
vegas albergan muchas especies vegetales exclusivas, y son importantes para la fauna
de anfibios de la zona.
-Céspedes. Este sector tiene una proporción de céspedes del 8%. Estos tienen
importancia por su equitatividad de especies, y valor forrajero. Sin embargo, para que
este valor forrajero sea aprovechado óptimamente, se deben manejar de manera de
permitir periódicamente el descanso del pastizal.
-Diversidad de tipos de vegetación. En el área, se combinan los céspedes y pajonales
(unidades 3, 4, 5 y 6) de una forma equilibrada, lo cual le da al área gran valor por su
heterogeneidad a escala de paisaje.
Problemas
-Suelos. Este sector tiene una proporción alta (7%) de roca expuesta (unidad 8),
mostrando que céspedes y pajonales con buenos suelos han desaparecido del área. La
proporción de afloramientos con roca expuesta (unidad 8) es también alta (25%),
evidenciando la disminución de pajonales de Festuca y céspedes.
-Extracción de fauna. Debido a la demanda de especies amenazadas en el mercado de
mascotas (especialmente Prystidactilus achalensis), se hace una extracción continua de
las mismas.
-Invasión con salmónidos. Estos peces desplazan a la fauna ictícola nativa y
aparentemente tendrían impacto negativo sobre las poblaciones de anfibios endémicos
Amenazas
-Aumento de la erosión. Al ser una zona con manejo ganadero, es probable que los
procesos erosivos ya desencadenados continúen, y aumente la proporción de roca
expuesta (unidades 7 y 8) y disminuyan céspedes y pajonales. Los incendios utilizados
como herramienta de manejo incrementan este riesgo.
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Áreas críticas
-Área en torno al Camino de las Altas Cumbres. En esta área aparentemente se
concentran poblaciones de Prystidactilus achalensis. Por la fácil accesibilidad podría
ser un área crítica de extracción de fauna para proveer al mercado de mascotas.
Valores
-Bosque. Este sector tiene más proporción de bosques que las otras dos áreas de la
Reserva Provincial (6%). Este se concentra principalmente al sur del Cerro Champaquí,
en la cuenca del Río Tabaquillo. Asimismo, se encuentra cierta proporción en la cuenca
del Río Los Reartes, y en la vertiente este de la sierra.
-Pajonal arbustivo. Es el sector con mayor proporción de esta unidad (10%), que tiene
valor por su diversidad y fisonomía particular.
-Afloramientos con pajonal. Ocupan el 27 % del área, y contienen a los pajonales de
Festuca, que son muy ricos en especies. Debido a que se encuentran pastoreados, la
riqueza de estos pajonales es alta en el presente, y no corre el riesgo de disminuir.
Valor escénico, turístico y deportivo: La zona del Cerro Champaquí es muy visitada por
acampantes y caminantes y en menor medida por deportistas que practican escalada en
roca.
Problemas
-Ganadería y fuego. Los pajonales son quemados como herramienta de manejo, lo cual
sumado a la presión del ganado, han provocado la erosión del suelo en grandes
superficies. Las unidad 8, altamente erosionada, ocupa el 2 % de la superficie, y está
concentrada en un área de unos 8 x 8 km., desde el Cerro Champaquí al norte y al este.
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La unidad de afloramiento con roca expuesta (7) ocupa una proporción considerable de
la superficie (34 %), evidenciando la desaparición de muchos pajonales de Festuca y
sus suelos.
-Actividades turísticas. es un problema por el riesgo de erosión, contaminación con
materia fecal y residuos.
Amenazas
-Erosión del suelo. Es probable que los procesos erosivos asociados a la ganadería y
quema se sigan incrementando, y aumente la proporción de las unidades 7 y 8, y
disminuyan los pajonales y céspedes (unidades 4, 5 y 6). En el caso de la zona del Cerro
Champaquí, el incremento descontrolado de las actividades turísticas, la proliferación de
senderos no demarcados y arreglados, agravan el problema.
-Disminución de bosques. La ganadería, el fuego y la tala amenazan la perpetuación a
largo plazo de los bosques que no están protegidos naturalmente por su inaccesibilidad.
El hecho de que los bosques dentro de este sector estén concentrados en un área casi
única (el río Tabaquillo), incrementa la amenaza, ya que un único fuego puede hacer
mucho daño.
-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un
progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua. Algunos ejemplos son sauce mimbre, zarzamora y crataegus.
En el caso del sauce mimbre, su erradicación plantearía un conflicto con la provisión de
fuentes de combustible alternativas
-Forestaciones con pinos. En la vertiente este de la sierra, se han realizado numerosas
forestaciones con pinos, que desplazan especies nativas, y favorecen el establecimiento
de especies de sotobosque exóticas. También aumentan el riesgo de incendios y su
presencia y manejo no se compatibiliza bien con el estilo de vida tradicional de los
productores de la zona, particularmente los pequeños productores.
Área de interés
-Área de interés turístico-deportivo Cerro Champaquí. Esta área es la de mayor
atractivo turístico de la sección y una de las más concurridas y con mayor organización
turística de toda la Unidad de Conservación.
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-Cuenca del Río Tabaquillo. Contiene al único bosque de tabaquillo de una superficie
considerable dentro del sector RHPA sur. Es un área de interés científico y turístico.
Áreas críticas
-Zona Sur. Al sur del Cerro Champaquí, se encuentran bosques (unidad 1) asociados al
Río Tabaquillo, así afloramientos con pajonal (unidad 6). Ambas unidades son de alto
valor para la conservación de la biodiversidad, y criticas debido a que por las
actividades ganaderas y el impacto turístico, corren alto riesgo de perderse o disminuir
su superficie, transformándose en afloramientos con roca expuesta (unidad 7) o
pajonales arbustivos (unidad 2).
Valores
-Afloramiento con pajonal: Es el sector con mayor proporción de afloramiento con
pajonal (30 %), que son valiosos por contener a los pajonales de Festuca y pequeños
parches de céspedes derivados de los mismos.
-Céspedes. Este sector tiene una proporción relativamente alta (5%) de céspedes, que
son importantes por su equitatividad y valor forrajero. Deben ser manejados
adecuadamente.
-Valor escénico, turístico y deportivo: La zona de Los Gigantes es muy visitada por
acampantes, caminantes y deportistas que practican escalada en roca.
-Diversidad de paisajes. El extremo norte de la reserva es único por la orientación norte
de sus laderas. Allí convergen especies del bajo que alcanzan una altura mayor en las
laderas norte con especies típicas de los paisajes de altura.
-Proyecto de Conservación y Reforestación de las Sierras Grandes. En el sector de Los
Gigantes (20 ha), se está realizando un proyecto piloto de recuperación de áreas
degradadas mediante la reforestación con Polylepis australis. Esta zona tiene valor
científico, como ejemplo de restauración de hábitats. Se está averiguando la factibilidad
y costos de hacer este tipo de recuperación, así como los mejores métodos para
realizarlo.
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Problemas
-Sobrepastoreo y quema de los pajonales. El sector Norte de la reserva, junto con la
oeste son las áreas más afectadas por la erosión en gran parte debida a la falta de
cobertura vegetal causada por el pastoreo y la quema. El 42 % del área consiste en
afloramientos con roca expuesta (unidad 7) y otro 5 % es roca expuesta (unidad 8),
ambos en expansión y de muy bajo valor para la conservación y también muy bajo valor
forrajero. Sus afloramientos rocosos con pajonal están perdiendo los pajonales por
erosión del suelo.
-Actividades turísticas. Es un problema por el riesgo de erosión, contaminación con
materia fecal y residuos, y ahuyentamiento de ciertas especies de fauna (por ejemplo por
visita de las cuevas adonde anidan los vencejos de collar).
-Falta de demarcación de senderos. En el área de Los Gigantes, con gran afluencia
turística, la falta de demarcación de los senderos principales amplifica la erosión
asociada al paso de la gente. El problema es tan acentuado, que se detecta con la imagen
satelital, ya que una alta proporción de la clase 8 (roca expuesta) se halla asociada al
principal camino de ascenso.
-Pérdida de bosques. Indicios como el hallazgo de raíces y la composición florística de
la vegetación actual indican que en el pasado muchos de los valles que en la actualidad
están compuestos por céspedes de pastoreo en el pasado eran bosques de Polylepis.
Probablemente su disminución es debido a las prácticas ganaderas.
-Actividades mineras. La mina de uranio ubicada en Los Gigantes y otras explotaciones
menores de cuarzo han expuesto varias hectáreas de roca disminuyendo la biodiversidad
del sitio y aumentando la escorrentía.
-Recurso hídrico. En la actualidad el valor de la reserva provincial norte como protector
del recurso hídrico es bajo, ya que se encuentran grandes áreas de roca expuesta,
pedregales y suelos someros.
Amenazas
-Erosión del suelo. La probabilidad de que la erosión actual siga incrementándose es
alta. Esto se debe a que la presión ganadera no disminuye. Es probable que en las
próximas décadas aumente la proporción de clases con mucha roca expuesta (7 y 8) en
reemplazo de pajonales y céspedes (4, 5, y 6). En el caso puntual del sector de Los
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Áreas de interés
-Área de interés turístico-deportivo Los Gigantes. Esta área sustenta intensa actividad
turística, la mayor de la sección, aunque no llega a alcanzar el desarrollo que posee el
área del Cerro Champaquí.
-Área de reforestación con Polylepis australis. El área piloto del Proyecto de
Conservación y Reforestación de las Sierras Grandes está ubicada en un valle cercano a
la cumbre del cerro Los Gigantes, y es una zona de interés científico, turístico y
educativo.
Áreas críticas
-Los Gigantes. Es el área que combina mayor proporción de bosque de tabaquillo en el
sector, con actividades turísticas y ganaderas, lo cual plantea agudos conflictos socio-
ambientales (ver más abajo).
Valores
-Bosques mixtos. En las nacientes del Río Mina Clavero, se encuentran bosques mixtos
de Polylepis australis y Maytenus boaria con especies del bajo, tales como Lithrea
ternifolia, Fagara coco y otros.
-Afloramiento con pajonal. Si bien está en retroceso, esta unidad, que alberga los
pajonales de Festuca, le da valor al área.
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Problemas
-Sobrepastoreo y quema. el sector oeste de la reserva es el área más afectada por la
erosión. Esto se debe en gran parte a sus pendientes pronunciadas y a la falta de
cobertura vegetal causada por el pastoreo y la quema. El 45 % del área consiste en
afloramientos con roca expuesta (unidad 6) y otro 7 % es roca expuesta (unidad 8).
-Perdida de los bosques. Los bosques (en algunos casos bosques mixtos), que ocupan
sólo el 1 % de esta unidad, son muy valiosos, lo cual los hace muy proclives a su
disminución por tala.
-Recurso hídrico. En la actualidad el valor de la reserva provincial oste como protector
del recurso hídrico es bajo, ya que se encuentran grandes áreas de roca expuesta,
pedregales y suelos someros.
-Camino altas cumbres. Es un foco linear de erosión, quemas intencionales,
contaminación con hidrocarburos, residuos y de mortalidad de fauna. Se desconoce si
este camino puede estar fragmentando el hábitat de ciertas especies como ocurre en
otros lugares del mundo donde este fenómeno está mejor estudiado.
Amenazas
-Avance de especies vegetales invasoras. Observaciones circunstanciales sugieren un
progresivo avance de especies exóticas a partir de antiguos puestos, sobre todo a lo
largo de cursos de agua.
-Desaparición de bosques: Este sector sólo tiene un 1% de bosque lo cual los hace
proclives a desaparecer. El hecho de que parte de estos bosques sean mixtos, lo cual es
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Áreas de interés
-Área de Cerro Hermoso. Es un área de interés turístico. Presenta un desarrollo
incipiente de microempresas familiares de turismo educativo, ecológico y de aventura,
por parte de los pequeños productores de la zona.
-Cursos de agua. Tienen alto interés científico por estar relativamente libres de la
invasión de salmónidos exóticos. Constituyen sitios útiles de referencia para el estudio
comparativo de la fauna de agua dulce de la Unidad de Conservación.
Áreas críticas
-Área de Cerro Hermoso. Presenta una de las mayores concentraciones de pequeños
productores de toda la unidad de Conservación, y por lo tanto es un área crítica en
relación a los conflictos socio-ambientales descriptos en la próxima sección.
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explotación ganadera, ya que esta última (sobre todo la ganadería bovina) demanda
relativamente poca mano de obra.
La explotación turística apropiada de la Unidad de Conservación debería
contemplar no sólo la protección de determinados valores amenazados, sino también la
integración con la puesta en valor de algunos de ellos (Ej. circuitos turístico-educativos
en torno a recursos naturales y culturales). Además, no debería perderse de vista que el
objetivo último de las áreas protegidas es la conservación. En este sentido, deberá
garantizarse que determinadas áreas de excepcional valor (Ej. el área intangible del PN
o ciertas áreas relictuales identificadas dentro de la RN y la RP) son total o parcialmente
restringidas al turismo.
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AUTORES: Cingolani A.M.; Renison, D.; Hoyos, L.; Cabido, M.; Zak, M.; Tecco,
P.A. y Gurvich, D.E.
OBJETIVOS
INTRODUCCIÓN
Para manejar adecuadamente la Unidad de Conservación constituida por el
Parque Nacional Quebrada del Condorito y la Reserva Hídrica Provincial de Achala es
importante entender hasta qué punto el paisaje ha sido modificado por la actividad
ganadera. Por ello, el objetivo del presente diagnóstico fue interpretar la vegetación del
área en relación a la historia de impacto ganadero y fuegos asociados, así como a las
características físicas del paisaje. Para lograr esto nos basamos en un mapa de
vegetación que representa el área de la Unidad de Conservación por encima de los 1700
metros de altitud, y consta de 8 unidades de vegetación (Tabla 1.1, Cingolani et al.,
2004). Este mapa refleja patrones de distribución de la vegetación que son el resultado
de la historia de uso ganadero actuando sobre un paisaje físicamente heterogéneo. La
historia de uso que refleja este mapa, por la fecha en la que fue realizado (2001), es
previa a la implementación de las políticas de manejo del Parque Nacional.
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METODOLOGÍA
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Tabla 1.1: Unidades de vegetación (v1-v8), una breve descripción de las mismas, área (ha)
y proporción con respecto al área total (%).
Unidad de Descripción ha %
vegetación
v1 Bosque cerrado Dominada por bosquecillos de Polylepis australis. Frecuentes 3157 2,5
afloramientos rocosos bajo el canopeo.
v2 Bosque abierto Mosaico de bosquecillos de P. australis, pajonales arbustivos 11.674 9,4
y afloramientos rocosos.
v3 Pajonal grueso Pajonales de Poa stuckertii, frecuentemente combinados con 5053 4,1
vegas de Eleocharis albibracteata y Alchemilla pinnata y
otras comunidades
v4 Pajonal fino Dominado por D. hieronymi, Festuca tucumanica y/o F. 24.922 20,0
hieronymi. Pequeños parches de otras comunidades.
v5 Césped Dominado por céspedes de A. pinnata y C. fuscula, con 4810 3,9
parches de otras comunidades y palanganas de erosión.
v6 Pajonal & Pajonales y afloramientos con pequeños parches de pedregales 37.969 30,5
afloramiento y pavimentos de erosión. Se pueden encontrar individuos
aislados de P. australis.
v7 Erosión & Mosaico de afloramientos rocosos, pedregales erosionados, y 30.572 24,5
afloramiento pavimentos, con pequeños parches de vegetación. Puede haber
individuos aislados de P. australis
v8 Pavimento de Dominado por pavimentos de erosión planos de roca masiva, 6426 5,2
erosión que cubren más del 80 % de las superficie. Muy poca
vegetación.
Total 124583 100
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v2
Cobertura (%)
20 25 v8
20
15
15
10
v1 10
5
5 v7
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
35
30 v5
30
Cobertura (%)
25
Cobertura (%)
25
20
20
15 v4 15 v6
10 10
5 5
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 v3 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Franjas de distancia camin
caminos/casas
os/casas Franjas de distancia caminos/casas
Figura.1.1: Proporción ocupada por las 8 unidades de vegetación (v1 a v8, ver
descripción el Tabla 1) en las 10 franjas de distancia a fuentes de disturbio asociado
al ganado (casas y caminos).
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esta ausencia de disturbio se prolonga en el tiempo. Por ello la relación con las variables
indicadoras de disturbio resulta muy débil.
Céspedes (v5). Al igual que los pajonales gruesos, los céspedes habitan en las
pampas más altas en sitios con poca pendiente. Pero a diferencia de lo que sucede con
los pajonales, tienden a ser más abundantes cerca de las casas, lo cual está de acuerdo
con los trabajos que indican que los céspedes se mantienen en situaciones de alta
intensidad de uso ganadero.
Pajonales & aforamientos (v6). Al igual que los bosques de tabaquillo, esta
unidad se asocia a posiciones topográficas bajas en lugares con altas pendientes. A
diferencia de lo que sucede con los bosques, esta unidad no muestra ninguna relación
con la altitud ni con la distancia a los caminos. Interpretamos que los pajonales con
afloramientos reemplazan a los bosques en sitios donde el fuego ha eliminado casi
completamente la cobertura arbórea, y el pastoreo no permite su recuperación,
especialmente a mayores altitudes.
Erosión & afloramientos (v7). Se asocia a posiciones topográficas altas y sitios
con mucha insolación. Tiende a aumentar con la altitud, y se puede encontrar tanto en
sitios con poca pendiente como en sitios muy escarpados. Es más abundante cerca de las
fuentes de disturbio que lejos de éstas. Interpretamos que es una unidad que reemplaza a
los pajonales con afloramiento, al eliminarse el suelo y la vegetación por la acción
intensiva del ganado. Ese reemplazo se produce más fácilmente en las posiciones
topográficas altas, ya que los suelos son más frágiles y susceptibles.
Pavimentos de erosión (v8). Al igual que las áreas erosionadas con
afloramientos (v7), esta unidad se asocia a posiciones topográficas altas y sitios con
mucha insolación. Pero a diferencia de la unidad anterior, tiende a presentarse
únicamente en áreas poco escarpadas. Es más abundante cerca de las casas y los
caminos, indicando que el uso ganadero es un factor importante en la expansión de estos
pavimentos.
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la sección anterior. Por medio de dichos modelos, extrapolamos para todo el paisaje la
situación lejos y cerca de las fuentes de disturbio. Es decir, hicimos mapas simulando
cómo sería el paisaje en su totalidad (teniendo en cuenta sus características físicas) si
toda el área hubiese tenido un disturbio similar al experimentado por las áreas muy
lejanas y muy cercanas de casas y caminos.
Encontramos que en una situación de mínima presión de pastoreo, el paisaje
estaría dominado por bosques, afloramientos, y pajonales tanto gruesos como finos (Fig.
1.2). Es notorio destacar que los bosques (considerando ambos tipos de bosques en
conjunto) ocuparían casi la mitad de la superficie, es decir, aproximadamente cuatro
veces más de lo que ocupan en la actualidad (Fig. 1.2). Las superficies erosionadas, en
cambio, ocuparían una porción relativamente baja del paisaje, y los céspedes serían casi
inexistentes.
35
20
Area (%)
10 Césped (v5)
Pavimento de erosión (v8)
5 Bosque abierto (v2)
Pajonal grueso (v3)
0 Bosque cerrado (v1)
Baja Presente Alta
Presión de pastoreo acumulada
Figura 1.2: Proporción (%) ocupada por cada unidad de vegetación (ver
descripción en Tabla 1) cuando se simula una baja presión de pastoreo
acumulada, cuando se considera la situación presente, y cuando se simula una
alta presión de pastoreo acumulada.
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CONCLUSIONES
• El disturbio asociado al ganado modificó, y probablemente seguirá modificando,
substancialmente la configuración del paisaje en el área de estudio.
• Las comunidades más perjudicadas por la presión ganadera intensiva y los
fuegos asociados al manejo son los bosques de tabaquillo, y en menor medida
los pajonales.
• La presión ganadera intensiva, en cambio, promueve la expansión de pedregales,
pavimentos de erosión y céspedes.
• Por estas razones, la conservación de los céspedes, comunidades de alta
diversidad alfa, representa un cierto conflicto con la conservación de los bosques
de tabaquillo y los suelos, que son indispensables para la conservación de los
recursos hídricos.
• Debido a este conflicto, también evidenciado en estudios a otras escalas, los
efectos del manejo ganadero dentro del Parque deben ser cuidadosamente
monitoreados.
• Los resultados de esta etapa del monitoreo ponen en duda la existencia de un
piso superior de pastizales determinado por el clima, y sugieren fuertemente que
estos pastizales son en gran parte comunidades sucesionales mantenidas por el
fuego y las actividades ganaderas.
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METODOLOGÍA
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imagen de enero del 2001 sobre la cual se hizo el mapa base. Buscamos puntos
análogos en ambas imágenes, sobre los cuales calculamos las funciones de
transformación de la imagen comparación. Utilizamos el algoritmo del vecino más
próximo.
Tabla 2.1: Funciones lineales de clasificación utilizadas para cartografiar las 8 unidades
principales del mapa de vegetación de la Reserva Hídrica y Parque Nacional.
Unidad de Vegetación
Banda v1 v2 v3 v4 v5 v6 v7 v8
Banda 1 25.96 25.12 24.30 24.71 24.37 25.47 26.15 25.22
Banda 2 -6.14 -5.41 -4.67 -5.53 -4.60 -5.12 -4.21 -3.83
Banda 3 -0.98 -2.03 -1.53 -1.56 -2.44 -2.85 -2.53 -0.70
Banda 4 0.31 1.51 1.53 2.14 2.82 2.11 0.92 -0.45
Banda 5 -0.98 -1.11 -1.03 -0.79 -1.09 -1.33 -1.21 -1.66
Banda 71 12.32 12.48 12.53 12.65 12.65 12.54 12.14 11.90
Banda 82 -5.51 -5.54 -5.99 -6.35 -6.01 -5.22 -4.94 -4.17
NDVI 272.39 34.95 66.49 -40.06 -102.83 -73.89 139.68 410.63
Constante -1540.75 -1532.74 -1545.61 -1578.05 -1600.61 -1576.75 -1621.34 -1603.23
1
Térmica, 2equivalente a la banda 7 de una imagen TM.
Nota: para realizar la clasificación, a cada píxel de la imagen se le deben aplicar las 8 funciones, y luego
asignarle la clase con la cual se obtenga el valor más alto.
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Análisis de datos
Cálculo de indicadores
Para cada fecha, se calculó la proporción de cada unidad de vegetación en los
diferentes potreros del Parque Nacional, así como diferentes zonas de la Reserva
Nacional, y tres zonas geográficas de la Reserva Hídrica: norte, centro y sur. A partir de
estos datos, y teniendo en cuenta los valores promedio de diferentes tipos de cobertura
para cada unidad (Cingolani et al., 2004), se calculó la proporción en cada potrero/zona
de cada comunidad vegetal.
Con estos datos, se construyeron tres índices, utilizando la misma lógica que en
el análisis a nivel de comunidad.
Índice de césped
IC = (CE-PF-PG) x 100
CE+PF+PG
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escasos, un aumento de este índice puede señalar una pérdida de diversidad y un riesgo
de degradación incipiente.
Índice de leñosas
IL = (BT+PAx0.2+HE-PF-PG-CE-PAx0.8) x 100
BT+PAx0.2+HE+PF+PG+CE
siendo: BT, bosque de tabaquillos, PA, pajonal arbustivo; HE, helechal, PF, pajonal
fino; PG, pajonal grueso; CE, césped. Los helechales se consideran junto con las
comunidades de leñosas porque suelen estar asociados a las mismas.
Al igual que antes, valores cercanos a cero indican una proporción similar de
vegetación leñosa (y tipos de cobertura asociadas) y vegetación herbácea, mientras que
valores menores o mayores a cero indican una mayor proporción de herbáceas o leñosas
respectivamente.
Un aumento de este índice señala que las leñosas avanzan sobre la vegetación
herbácea, y es indicador de un aumento de la diversidad beta, ya que existen
proporcionalmente pocas situaciones con abundantes especies leñosas (Cingolani et al.,
2004). Asimismo, es indicador de una tendencia hacia la recuperación de los bosques.
Una disminución de este índice, por lo contrario, indica una pérdida de diversidad beta y
un mayor retardo en la recuperación de los bosques.
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RESULTADOS
En los Anexos 1 y 2 se incluyen los dos mapas (2001 y 2006). En la base de datos
adjunta se detallan los valores de los índices para cada potrero/zona analizada. A
continuación, se describe como variaron los tres índices para cada tipo de manejo.
Índice césped
En los Potreros del Parque Nacional, el índice de césped se mantuvo constante o
disminuyó (Fig. 2.1), pero en ningún caso aumentó. Esto indica que hubo una tendencia
al avance de la paja sobre el césped. Para el caso de los potreros sin carga, la
disminución del índice fue baja, debido a que ya en el año de base (2001), la proporción
de césped era muy baja. Por eso resulta difícil que baje más aún, especialmente en
magnitudes detectables a esta escala. Algo muy similar sucedió en los potreros rotativos
con carga baja. En cambio, en los potreros con uso continuo y cargas bajas, el índice de
césped era relativamente alto en el año base, y su disminución fue importante. Esto
señala que las cargas bajas no detienen el avance de los pajonales. Para los potreros del
Parque Nacional con cargas altas se detectó una pequeña disminución de los céspedes
en relación a los pajonales, incluso en el caso de los potreros con pastoreo continuo, que
comenzaron con un índice relativamente alto. Es decir que las cargas altas pueden
demorar el avance de los pajonales, pero no producen un aumento del césped. En la
Reserva Nacional, que en general se maneja con cargas moderadas y altas (aunque
desconocemos el manejo exacto en todos lados) hubo un avance muy pequeño de los
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Índice de leñosas
Las leñosas aumentaron en los potreros/zonas sin ganado y en los potreros/zonas
con bajas cargas, mientras que en las situaciones con carga alta se mantuvieron
constantes o tuvieron una tendencia a disminuir. No hubo una relación significativa con
el valor del año base (2001). Además, se detecta una tendencia a que, ante cargas
anuales medias similares, el manejo rotativo permite una mayor recuperación de leñosas
que el manejo continuo.
10
5
Cambio en el índice de césped
-5 -20
-15
-20 -60
Figura. 2.1: Barrar rojas: cambio en el índice de césped para diferentes manejos en la UC.
Línea negra: valores promedio del índice de césped en el año base (2001). Las diferencias
fueron significativas entre el valor de cambio más negativo (continuo carga baja) y el valor de
cambio más positivo (RHPA).
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6
Cambio en el índice de leñosas
-60
-2
-80
-4
Figura 2.2: Barras rojas: cambio en el índice de leñosas para diferentes manejos en la UC.
Línea negra: valores promedio del índice de leñosas en el año base (2001). Las diferencias entre
los valores más altos y los valores más bajos fueron significativas.
En las situaciones con carga baja y nula, los pajonales avanzaron, mientras que
en situaciones con cargas moderadas y altas, el índice de césped se mantuvo constante.
El único caso de un aumento claro del índice de césped fue en la Reserva Provincial,
donde posiblemente se sigue utilizando el fuego en algunas zonas. Estos resultados,
conjuntamente con los obtenidos a nivel de comunidad, sugieren que el pajonal no
puede reducirse sólo con cargas altas. Sin embargo, las cargas altas permiten mantener
las proporciones de pajonal y césped relativamente constantes.
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2
Cambio en el índice de superficie descubierta
-2 -20
-40
-4
-60
-6 -80
Las leñosas aumentaron en las áreas sin carga y con cargas bajas, en particular
cuando los potreros tienen descanso en parte del año. Esto coincide con lo encontrado
en el análisis a nivel de comunidad, y confirma que para que los bosques se recuperen
es necesario eliminar el ganado o mantenerlo a cargas bajas y con descansos.
Se encontró una tendencia al aumento de la superficie con vegetación en los
sitios clausurados al ganado, en coincidencia con lo encontrado a nivel de comunidad.
CONCLUSIONES
• Las cargas altas necesarias para mantener los céspedes producen degradación del
suelo e impiden la recuperación de los bosques.
• El manejo rotativo con descansos puede ser una alternativa que permita
recuperar las especies leñosas y al mismo tiempo mantener estabilizada la
relación césped/pajonal.
• La cobertura vegetal muestra una tendencia a la recuperación en situaciones de
exclusión ganadera.
• El fuego controlado podría ser una opción de manejo, pero es necesario realizar
experimentos y mediciones.
• En general, los resultados a nivel de paisaje coinciden con los obtenidos a nivel
de comunidad, pero es necesario tomar unos años más de datos, y realizar un
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BIBLIOGRAFÍA
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TEICH, I., CINGOLANI, A.M., RENISON, D., HENSEN, I. & GIORGIS. M.A., (2005) Do
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ANEXO 1
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ANEXO 2
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AUTORES: Cingolani, A.M.; Vaieretti, M.V.; Giorgis, M.A.; Gurvich, D.E.; Cabido,
M.; Tecco, P.A.; von Muller, A.R. & Renison, D.
OBJETIVOS
• Generar una propuesta para el manejo de pastizales que permita incrementar los
niveles de biodiversidad y disminuir el riesgo de incendio minimizando los
impactos ambientales negativos.
• Obtener un plan de monitoreo a escala de potrero con indicadores claros de las
tendencias del sistema bajo distintos manejos. (Medición de indicadores de la
biodiversidad, de acumulación de biomasa y de erosión)
• Propiciar ámbitos de participación y reflexión conjunta con los ganaderos
vecinos en función de acordar un uso ganadero compatible con la conservación
en la Reserva Hídrica Provincial Achala, y en la medida de lo posible intentar
una mejora en la eficiencia de producción de carne y lana.
INTRODUCCIÓN
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METODOLOGÍA
Manejos evaluados
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Tabla 1: Potreros del Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Hídrica Provincial de Achala para los cuales estamos realizando un monitoreo de la
vegetación a nivel de comunidad. Se indica la superficie de cada potrero, la superficie útil (es decir descontando la roca) y la carga anual promedio durante el
período evaluado. Además, para los potreros con uso estacional se indica la carga de los períodos en los cuales los potreros tienen animales y la época de uso y
el tipo de animales.
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(Continuación…)
Ensenadas 1E 226 123 ug 26 - todo el año vacas
ug/ha 0.21
3E 70 61 ug 13 122 diciembre- ovejas
ug/ha 0.21 1.99 enero6 vacas/caballos
4E 256 207 ug 58 103 julio- vacas
ug/ha 0.28 0.50 diciembre caballos
5E 239 588 ug 45 104 enero-junio vacas
ug/ha 0.24 0.55 caballos
6E 733 559 ug 0 - sin sin
ug/ha 0 animales animales7
7E 1453 1027 ug 204 - todo el año ovejas
ug/ha 0.20 vacas/caballos
Fuera PN CS (st) 794 528 ug 138 291 diciembre- vacas
ug/ha 0.26 0.55 julio caballos
RP1 (c) s/d s/d ug s/d s/d s/d vacas
ug/ha 0.258 caballos
RP2 (g) s/d s/d ug s/d - todo el año ovejas
ug/ha 0.398 vacas/caballos
1
Incluye los antiguos potreros 1 y 2; 2 Incluye los antiguos potreros 4 y NN; 3Promedio de los meses durante los cuales el potrero tiene animales; 4Si bien según
los convenios este potrero no ha tenido ovejas, se ha encontrado mucho bosteo de estos animales en las parcelas evaluadas, posiblemente porque los animales
se pasan del potrero 5T; 5Algunos años ha habido algunos caballos durante todo el verano o incluso durante todo el año; 6Si bien el pico de carga es durante
diciembre y enero, durante el resto del año, a partir del 2005, hubo 3 caballos; asimismo, en las parcelas evaluadas hubo mucho bosteo de oveja, ya que están
cerca de los corrales de las casas; 7En este potero se mantienen unos pocos caballos durante el año; 8Valores estimados a partir del bosteo medido alrededor de
la parcela.
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E1
E5 RP1
E6 E4
E3
CS E7
T7
T1
T3
T5 T6 T9
T4
T8
T11
T10 T12
Parcelas permanentes
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Presentamos acá los resultados obtenidos para las primeras 142 parcelas, es decir, los
cambios ocurridos en tres años, ya que es el tiempo mínimo necesario para comenzar a
detectar tendencias definidas en la vegetación y en la erosión del suelo.
Para cada parcela, hicimos mediciones iniciales de pendiente, exposición, altitud
sobre el nivel del mar, posición topográfica y profundidad del suelo. Además, en las
parcelas que tenían bordes de erosión con una zona de contacto entre la roca y el suelo
(aproximadamente la mitad de las parcelas), pintamos una línea, de longitud variable
según las características de la parcela, para hacer un seguimiento del avance de los
bordes y consiguiente pérdida de suelos (Anexo 1).
Una vez por año (a partir del 2004), durante el mes de setiembre, realizamos
distintas mediciones en las parcelas. Por un lado, estimamos la utilización de la parcela
a través de la frecuencia de bosteo de sus alrededores. Para ello tiramos al azar 50 veces
un cuadrado de 30 x 30 cm y registramos la cantidad de veces que se encuentra bosta de
cada tipo de animal doméstico. Por otro lado, estimamos el porcentaje ocupado por
distintos tipos de cobertura, que han demostrado ser adecuados como indicadores de la
diversidad y del estado de degradación del suelo (Tabla 2, planilla de campo en Anexo
2). Finalmente, en las parcelas en las cuales se pintó una línea, medimos con una regla
la distancia entre la línea pintada y el borde del escalón, cada 25 cm de borde. El tiempo
necesario para realizar los muestreos fue de aproximadamente 20 días de campo por
año, dos o tres personas por día.
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Índice de césped
IC = (GP+GA+D-PF-PG-B) x 100
GP+GA+D+PF+PG+B
Índice de leñosas
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IL = (T+OL+HE-PF-PG-GP-GA-D-B) x 100
T+OL+HE+PF+PG+GP+GA+D+B
siendo: T, tabaquillos, OL, otras leñosas y sufrútices; HE, helechos, PF, pajas finas; PG,
pajas gruesas; GP, graminoides perennes; GA, graminoides anuales; D, dicotiledóneas
bajas; B, broza. Los helechos se consideran junto con las leñosas porque suelen estar
asociados a las mismas.
Al igual que antes, valores cercanos a cero indican una proporción similar de
vegetación leñosa (y tipos de cobertura asociadas) y vegetación herbácea, mientras que
valores menores o mayores a cero indican una mayor proporción de herbáceas o leñosas
respectivamente.
Un aumento de este índice señala que las leñosas avanzan sobre la vegetación
herbácea, y es indicador de un aumento de la diversidad beta, ya que existen
proporcionalmente pocas situaciones con abundantes especies leñosas (Cingolani et al.,
2004). Asimismo, es indicador de una tendencia hacia la recuperación de los bosques.
Una disminución de este índice, por lo contrario, indica una pérdida de diversidad beta y
un mayor retardo en la recuperación de los bosques.
Índice de degradación
ID = (GA+MUS+LIQ+SD-VVP)
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(GA+MUS+LIQ+SD+VVP)
siendo: GA: graminoides anuales; MUS; musgos, LIQ, líquenes; SD: suelo desnudo;
VVP: vegetación vascular perenne.
Este índice señala la degradación de la superficie que aún conserva suelo (es
decir, sin tener en cuenta la proporción de roca). Esta degradación es evidenciada por el
aumento de suelo desnudo, musgos, líquenes y vegetación anual. Valores positivos del
índice implican que hay una mayor proporción de estas categorías de vegetación que de
vegetación vascular perenne. Valores negativos indican lo contrario.
Un aumento del índice señala un aumento de la degradación. Una disminución
señala una tendencia a la recuperación. Se calculó para complementar el índice anterior,
suponiéndose que éste sería más sensible a los cambios a corto plazo.
Para las parcelas en las cuales se pintó una línea, se promediaron los valores de
distancia (cm) medidos cada 25 m, entre la línea pintada y el contacto con el suelo. Este
promedio, para todas las parcelas, tuvo un valor muy cercano a cero en el año 2004
cuando se midieron por primera vez. A medida que pasó el tiempo estos valores o bien
aumentaron, o bien permanecieron constantes. En algunos casos, se detectó que algunos
pequeños segmentos de la línea pintada se habían tapado, y eso se consideró como cero.
Es decir que el índice permite estimar el avance de la erosión, pero no la recuperación.
Esto significa que cuando hay una recuperación, se detecta como un "no avance".
Para evaluar los cambios en el tiempo para cada parcela, calculamos la pendiente
de la regresión lineal entre el valor de cada índice en función del tiempo. Es decir que el
valor de cambio obtenido representa el cambio del índice en promedio, sobre una base
anual. Esto significa que, por ejemplo, un cambio en alguno de los índices (por ejemplo
el índice de césped) de "+10" significa que por cada año los céspedes aumentaron un 5
% y los pajonales disminuyeron un 5 %, pero no con respecto al total de la parcela, sino
con respecto al total de la superficie cubierta por césped+pajonal. Es decir que en los 3
años evaluados la superficie de césped aumentó en un 15 %, y la del pajonal disminuyó
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RESULTADOS
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100%
90%
80%
Roca expuesta (erosión)
70% suelo desnudo, liquenes y musgos
Afloramiento rocoso
Cobertura
60%
Leñosas
50%
Graminoides anuales
40% Dicotiledóneas
30% Graminoides perennes
Pajas gruesas y finas
20%
10%
0%
1 2 3 4
Tipos de vegetación
Figura. 2: Tipos de cobertura promedio para los 4 tipos de vegetación (1- Pajonal
arbustivo, 2- Césped degradado, 3- Pajonal, 4- Césped no degradado) en los cuales
clasificamos las parcelas evaluadas.
Tendencias generales dentro y fuera del Parque Nacional
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10 1.0
a) b)
Cambio en el Indice de césped
0.5
0
0.0
-10
-0.5
Fuera del Parque Nacional
Dentro del Parque Nacional
-20 -1.0
1 2 3 4 1 2 3 4
2 10
c)
Cambio en el Indice de sup.desc.
d)
Cambio Indice de degradación
0 0
-1
-2 -10
-3
-4 -20
1 2 3 4 1 2 3 4
Tipo de vegetación Tipo de vegetación
Figura. 3: Cambio en los índices de (a) césped, (b) leñosas, (c) superficie descubierta y (d)
degradación. Valores negativos indican una disminución en el tiempo del valor promedio del
índice, mientras que valores positivos indican un aumento en el tiempo del valor del índice. En
(a) tanto las diferencias entre tipos de vegetación como las diferencias entre el Parque y fuera
del Parque fuerano significativas, en (b) y en (c) ninguna diferencia fue significativa, y en (d) las
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diferencias entre tipos de vegetación fueron significativas, pero las diferencias entre adentro y
afuera del Parque no.
Para interpretar en mayor detalle los cambios en función del manejo, para cada
potrero hemos utilizado diferentes variables, promediadas para los tres años (setiembre
2004 hasta setiembre 2007): carga media anual, carga otoño-invierno (abril-setiembre),
carga sólo del invierno (julio-setiembre), carga primavera-verano (octubre-marzo),
carga sólo del verano (diciembre-febrero), variabilidad de la carga (calculada como el
desvío estandard de las cargas mensuales) y carga máxima. Además, consideramos el
promedio por potrero de la frecuencia de bosteo alrededor de la parcela. Tuvimos en
cuenta tres variables: bosteo total (para el cual se sumaron las frecuencias de los tipos
de animales, ponderando por el valor de unidades ganaderas que representan), bosteo
sólo vacuno, y bosteo sólo ovino.
Cabe destacar que a nivel de potrero, el promedio del bosteo medido alrededor
de las parcelas (promediado por potrero) se asocia muy bien con la carga media del
potrero (R = 0.69), pero representa con mayor precisión la situación de las parcelas en
estudio, y de este modo, complementa el dato de carga.
A continuación, analizamos en detalle cada uno de los índices y sus cambios en
los distintos potreros, e interpretamos dichos cambios en función del manejo de los
potreros.
Índice de césped
Tal como ya hemos visto, este índice disminuyó en la mayoría de los casos, es
decir que el avance de la paja sobre los céspedes fue bastante generalizado. Sin
embargo, hubo aumentos del índice en algunas situaciones (Fig. 4): (a) En el pajonal
arbustivo en una de las clausuras, donde hubo un importante aumento. Sin embargo,
este valor corresponde a una única parcela, en la cual se observó un aumento importante
de la abundancia de Sorghastrum pellitum, una especie muy consumida por el ganado.
Se trata de un sitio muy rocoso donde el avance de la paja se ve dificultado. (b) En
algunos pajonales (tipo 3) y pajonales arbustivos (tipo 1) de potreros con pastoreo
continuo y estacional de vacas y caballos, pero sin ovejas.
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0.21 0.24 0.27 0.29 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25 0.26
20 20
10 10
0 0
-10 -10
-20 -20
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST
Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
c) Pastoreo todo el año (con ovejas)
Clausura Clausura 0.14 0.19
Cambio (índice de césped)
10
Pajonales arbustivos (1)
Céspedes degradados (2)
0 Pajonales (3)
Céspedes no degradados (4)
-10
-20
6E 7T 4T 5T 7E 10T G
Figura 4: Cambio en el índice de césped para cada tipo de vegetación, en los distintos potreros
en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio del cambio es
muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese tipo de
vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y ordenados
según carga promedio anual creciente.
Índice de leñosas
Tal como ya se observó en el análisis más general, este índice varió poco en el
período estudiado (el valor de cambio calculado por potrero no fue mayor o menor a 6 o
-6 respectivamente, Fig. 5). El tipo de vegetación que mostró los cambios más
importantes fue el pajonal arbustivo, que es el que tiene mayor abundancia de leñosas.
Para los otros tipos de vegetación, muchas parcelas no cambiaron (valor de cambio
igual a cero) debido a que directamente, no tuvieron leñosas en ninguna de las fechas
(es decir que el índice de leñosas fue en todas las fechas igual a -100).
En los pajonales arbustivos (tipo 1) se observa una tendencia de los potreros con
cargas nulas, bajas y moderadas (potreros 7T, 1E y 12T) a aumentar las leñosas (con
excepción de una de las clausuras, 6E, donde el índice disminuyó), y con cargas altas a
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disminuir las leñosas (potreros 8T y G). Una excepción fue el área "C", con una carga
alta, pero que mostró un aumento del índice de leñosas.
Los céspedes degradados y los céspedes no mostraron cambios importantes,
siendo los valores de cambio en todos los casos, muy cercanos a cero. Para el caso de
los pajonales, también en la mayor parte de los casos los valores fueron cercanos a cero,
excepto en un potrero bajo pastoreo continuo, con cargas moderadas (1E).
Dado que el único tipo de vegetación que tuvo cambios relativamente
importantes fue el pajonal arbustivo, sólo analizamos la correlación entre el manejo y
los cambios para ese tipo de vegetación (Tabla 5). No hubo ninguna tendencia, pero si
se elimina el potrero clausurado (6E), que tuvo un comportamiento no esperado para
una clausura (una disminución del índice de leñosas), la tendencia fue negativa para
todas las variables de carga, es decir que a mayor carga, mayor disminución de leñosas,
y a menor carga, un aumento de leñosas, confirmando las tendencias que se observaban
visualmente en la Fig. 5. En particular, las variables que tuvieron la correlación más alta
fueron la carga media del potrero y la carga de la época seca.
4 4
2 2
0 0
-2 -2
-4 -4
-6 -6
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST
Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
Pastoreo todo el año (con ovejas)
6
Cambio (índice de leñosas)
2
Pajonales arbustivos (1)
Céspedes degradados (2)
0
Pajonales (3)
Céspedes no degradados (4)
-2
-4
-6
6E 7T 4T 5T 7E 10T G
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Figura 5: Cambio en el índice de leñosas para cada tipo de vegetación, en los distintos potreros
en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio del cambio es
muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese tipo de
vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y ordenados
según carga promedio anual creciente.
Todos Sin 6E
Carga media -0.12 -0.56
Carga primavera-verano (oct-mar) 0.02 -0.42
Carga otoño-invierno (abr-set) -0.04 -0.53
Carga verano (dic-feb) 0.00 -0.34
Carga invierno (jul-set) -0.16 -0.56
Variabilidad de la carga (desv-st) 0.01 -0.16
Carga máxima 0.17 -0.24
Bosteo total1 -0.08 -0.50
Bosteo bovino 0.03 -0.36
Bosteo ovino -0.31 -0.52
Tabla 5. Correlación entre el cambio del índice de leñosas
promediado por potrero y las variables de manejo (promedio de
los 3 años) para el pajonal arbustivo. Se señalan en negrita las
correlaciones más importantes (en general P < 0.15). Los demás
tipos de vegetación no se consideraron porque la mayor parte de
los valores de cambio son igual a cero. En la segunda columna,
las mismas correlaciones, pero eliminando el potrero 6E.1Para
calcular el bosteo total se hace una suma ponderada de todos los
tipos de bosta, según los correspondientes equivalentes vaca.
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Para este índice, el cambio en general fue negativo para casi todos los potreros y
tipos de vegetación (Fig. 6). Es decir que como ya hemos visto, hay una tendencia a la
recuperación. Sólo en los céspedes degradados de un potrero con carga relativamente
alta dentro del Parque Nacional (8T) se encontró un cambio positivo (aumento de la
degradación) importante. Para el caso de los pajonales arbustivos, se observa que en las
situaciones de pastoreo continuo o sin pastoreo hay una tendencia al aumento de la
degradación, mientras que en las situaciones de pastoreo estacional hay una tendencia
(independiente de la carga) a la disminución de la degradación (Fig. 6). Esta tendencia
difícil de explicar se corroboró a través de las correlaciones. Estas correlaciones
mostraron que la recuperación es mayor cuánto más variabilidad existe en la carga
(mayor desvío estandard de la carga), y cuánto mayor es la carga máxima. Valores altos
de ambas variables indican que se trata de pastoreo estacional (Tabla 6).
El resto de las correlaciones encontradas en relación al manejo también muestran
tendencias difíciles de explicar. Tanto para los pajonales (tipo 3) como para los
pajonales arbustivos (tipo 1) hay una tendencia mayor a la recuperación a medida que se
aumenta la carga. Sólo para los céspedes no degradados (tipo 4) se encontró la
tendencia contraria, es decir que la mayor carga produce un aumento de la degradación.
Para los céspedes degradados no se encontró ninguna tendencia.
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Clausura Clausura 0.16 0.21 0.24 0.27 0.29 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25 0.26
5 5
0 0
-5 -5
-10 -10
-15 -15
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST
Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
Pastoreo todo el año (con ovejas)
10
ce de sup.desc.)
0
Pajonales arbustivos (1)
Céspedes degradados (2)
(índice
Pajonales (3)
Cambio (índi
-10
-15
6E 7T 4T 5T 7E 10T G
Figura. 6: Cambio en el índice de superficie descubierta para cada tipo de vegetación, en los
distintos potreros en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio
del cambio es muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese
tipo de vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y
ordenados según carga promedio anual creciente.
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Índice de degradación
15
Clausura Clausura 0.16 0.21 0.24 0.27 0.29 0.08 0.08 0.17 0.21 0.24 0.28 0.25 0.26
10 10
5
0 0
-5
-10 -10
-15
-20 -20
-25
-30 -30
-35
-40 -40
6E 7T 6T 1E 3T 1T 8T 12T 11T 9T 3E 5E 4E C ST
Potreros (en orden de carga creciente) Potreros (en orden de carga creciente)
Pastoreo todo el año (con ovejas)
Cambio (índice de degradación)
-30
-40
6E 7T 4T 5T 7E 10T G
Figura. 7: Cambio en el índice de degradación para cada tipo de vegetación, en los distintos
potreros en evaluación. En los casos en que no hay barra, es o bien porque el promedio del
cambio es muy cercano a cero, o porque faltan datos (es decir, no tenemos parcelas con ese
tipo de vegetación en ese potrero). Los potreros están agrupados según tipos de manejo, y
ordenados según carga promedio anual creciente.
Las correlaciones con las variables de manejo indican que a mayor carga (sobre
todo carga de otoño-invierno y carga media), menor recuperación o incluso cierto
aumento de la degradación para el caso de los céspedes no degradados (Tabla 7 y Fig.
7). Las tendencias son consistentes y si se elimina el potrero E6 son todavía más fuertes.
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Para este índice no analizamos cada potrero por separado, porque el número total
de parcelas en las cuales se midió este índice fue bajo, y por lo tanto, muchos potreros
tenían sólo una o dos parcelas. Por eso, comparamos entre cuatro intensidades de carga.
Sitios sin animales, con cargas bajas, medias y altas. En las parcelas ubicadas en
potreros sin animales, la erosión se mantuvo estable, es decir que el avance fue
prácticamente nulo. En cambio, en las parcelas ubicadas en potreros con animales, se
detectó un avance de más de 0.5 cm en promedio. Estos promedios fueron muy
similares en sitios con cargas bajas, medias y altas. Sin embargo, cuando se considera la
proporción de parcelas que tuvo avances de más de 1cm en promedio, los sitios de
cargas altas tuvieron mayores valores que los sitios con media y baja carga (Fig. 8).
Interpretación
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castigos, disuadió a los productores de quemar los pastizales, que es una práctica
tradicional utilizada para producir un rebrote verde de la paja en la época seca de
escasez forrajera.
0.7
0.6
Avance de la erosión (cm)
0.5
15 %
0.4
0.3
9%
6%
0.2
0.1 0%
0.0
Sin ganado Carga baja Carga moderada Carga alta
(0.00) (0.08 – 0.19) (0.20 – 0.26) (0.27 – 0.40)
Figura 8: Avance promedio de los bordes de erosión en parcelas
ubicadas en potreros con carga nula, baja, moderada y alta. Los
sitios sin ganado difirieron significativamente de los restantes. El
porcentaje escrito dentro de las columnas indica el número de
parcelas donde se detectaron avances mayores a 1 cm en
promedio.
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Por otro lado, encontramos que en los potreros con mayor carga de ovejas, el
avance de las pajas es mayor. Es posible que esto se deba a que las ovejas no comen
pajas, ni siquiera en la estación de mayor escasez, y en cambio comen los pastos
formadores de céspedes hasta muy cerca del suelo, dañándolos considerablemente.
El índice de superficie descubierta fue el único que respondió de forma poco
esperable y difícil de explicar, ya que en los dos tipos de pajonales muestran una
tendencia a disminuir con mayor carga. En los céspedes no degradados, en cambio, se
observa la tendencia esperable, que es a una mayor recuperación cuanto menor carga.
El índice de avance de los bordes de erosión muestra claramente que bajo
exclusión ganadera la erosión se detiene.
Si bien muchas de estas tendencias son bastante claras, es necesario más tiempo
de monitoreo, que permita el análisis de las 200 parcelas, para llegar a conclusiones
definitivas
CONCLUSIONES
• En general, los pajonales avanzaron sobre los céspedes, pero el avance fue
menor con alta carga en invierno y sin ovejas.
• Las leñosas tienden a aumentar con cargas bajas o nulas, y a disminuir con
cargas altas, tanto anuales como invernales.
• En general, hubo una recuperación de la superficie vegetada, que fue mayor con
cargas bajas o nulas en el otoño y en el invierno.
• Bajo exclusión ganadera, el avance de la erosión se detiene.
• Todas estas tendencias son preliminares y deben ser confirmadas con algunos
años más de observación, y la inclusión de las 200 parcelas de monitoreo.
• Todas estas tendencias coinciden en líneas generales con lo observado en el
monitoreo a nivel de paisaje.
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BIBLIOGRAFÍA
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CINGOLANI, A.M., CABIDO, M., RENISON, D. & SOLÍS-NEFFA, V. (2003) Combined
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ANEXO 1. Ejemplos de líneas pintadas sobre la roca para medir el avance de la erosión
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ANEXO 2. Planilla de campo utilizada para medir los datos necesarios para calcular los indicadores a nivel de comunidad
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Tipo
Distancia 1
Distancia 2
Distancia 3
Altura (cm)
s.desnudo
musgos
líquenes
veget anual
veget peren
Tipo
Distancia 1
Distancia 2
Distancia 3
Altura (cm)
s.desnudo
musgos
líquenes
veget anual
veget peren
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Durante los meses de diciembre de 2007 a marzo de 2008 (20 días de campo)
se hizo un relevamiento de la composición florística de las parcelas, y se
relacionaron los valores del índice de césped calculado para el año 2007 con la
cantidad de especies presentes en cada parcela. Este relevamiento se hizo
conjuntamente con los recorridos para corroborar el mapa de vegetación del año
2007 (ver informe del monitoreo a nivel de paisaje).
En la figura se puede observar que el valor máximo de riqueza se encuentra
en las parcelas con un valor del índice cercano a cero, es decir, con proporciones
similares de especies de céspedes y especies de pajonal.
60
50
Riqueza de especies
40
30
20
Indice de Césped
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OBJETIVO
• Proveer información de base y un diagnóstico inicial del estado de
conservación de los bosques de tabaquillo en la Unidad de Conservación
Parque Nacional Quebrada del Condorito y Reserva Hídrica Provincial
Pampa de Achala.
INTRODUCCIÓN
En las montañas de Sudamérica el tema de la influencia humana sobre las
características de los bosques de altura de Polylepis (en Córdoba llamado tabaquillo)
ha conducido a dos puntos de vista opuestos y muchas veces confrontados. Según
algunos autores, los bosques de tabaquillo en el límite superior de su distribución,
forman bosques densos con individuos de porte arbóreo únicamente en profundos
cañadones donde están más protegidos del viento y las heladas. En posiciones
topográficas expuestas, presumiblemente se retarda el crecimiento de los tabaquillos,
y cuando están presentes, producen muchas ramificaciones basales laterales,
formando matorrales (Enrico y col. 2004). Sin embargo, en las montañas de
Sudamérica, una larga historia de disturbios humanos conduce a la presunción de que
es este impacto humano el factor principal que explica la distribución y
características de los bosques de tabaquillo (Kessler 2002). Bajo esta interpretación,
los bosques densos y de porte arbóreo estarían en los grandes cañadones debido a
que allí se encuentran protegidos del impacto humano, es decir son lugares
inaccesibles para el ganado, los fuegos y la extracción de leña. Para realizar un
diagnóstico de los bosques en la actualidad, es importante determinar en que medida
las características del bosque de tabaquillo son producto de las actividades humanas
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METODOLOGÍA
Caracterización de las cuencas de estudio
Las cinco cuencas hidrográficas fueron seleccionadas por su diferente historia
de uso del suelo y porque representen tanto ríos que desaguan hacia el Este como
hacia el Oeste (Fig. 1).
Las cuencas pueden ordenarse por su grado de degradación de 1 a 5 según el
porcentaje de roca expuesta por erosión y el número de asentamientos humanos – lo
cual en las Sierras Grandes es un buen indicador de impacto humano a largo plazo.
Las características físicas y los indicadores del impacto humano en las cinco
cuencas del estudio, se resumen en la tabla 1.
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1 3
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(1) M. (2) Yuspe (3) Condorito (4) Los Molles (5) Sta. Clara
Clavero
% de roca expuesta 34 31 14 7 7
2
Asentamientos humanos/km 0.65 0.51 0.09 0.21 0.02
% cobertura Polylepis 1 3 6 15 15
% afloraciones naturales 25 27 19 20 16
Área (ha) 8925 3899 20888 468 6057
Pendientes <10 % 29 37 62 <1 52
Pendientes 10-30 % 65 56 34 11 43
Pendientes > 30 % 6 7 4 89 4
Orientación general W E E W E
Potreros alambrados No Algunos Si No Si
Cargas ganaderas actuales Muy alto Alto No Moderado No
Registros de fuego Sin En 7 años, 16 Sin En 18 años, 3 fuegos Fuegos reiterados
informaci fuegos < 3-4 ha. información > 10 ha. desde 1960 a 1997.
ón
Parque Nacional desde 1997 No No Si No Si
Tabla 1: Datos sobre caracterización de cuencas obtenido con SIG (Cingolani y col., 2004).
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RESULTADOS
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sobre el nivel del mar con coberturas máximas a alturas intermedias de alrededor de
1850 m snm (Fig. 2). También se encontró una fuerte incidencia del impacto humano
sobre la cobertura del bosque, ya que en sitios muy impactados la cobertura era
menor que en los sitios más impactados, siendo esta tendencia más notoria en las
cuencas mejor conservadas (Fig. 3). Posiblemente el patrón sea menos marcado en
las cuencas degradadas debido a que en estas cuencas los bosques remanentes se
encuentran en sitios muy inaccesibles y el impacto humano ya no los afecta tanto. La
posición topográfica, el porcentaje de afloramiento de roca natural, la orientación de
la ladera y la incidencia del sol no tuvieron un efecto significativo en la cobertura de
bosque.
80
60
40
20
0
1200 1500 1800 2100 2400
Altura (m s.n.m.)
Figura 2: Porcentaje de cobertura de tabaquillo/parcela en
relación con la altura (m snm). La curva indica la mejor
aproximación al modelo cuadrático y la ecuación que mejor
describe la relación se encuentra en la parte superior de la
figura. Como se puede ver en la figura, el porcentaje de
cobertura es máxima alrededor de los 1850 m snm y
disminuye tanto hacia zonas más elevadas como más bajas.
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% Cobertura de Polylepis
100 100
Cuenca 1 Cuenca 2
0 0
0 20 40 60 0 20 40 60
Índice de impacto humano Índice de impacto humano
% Cobertura de Polylepis
% Cobertura de Polylepis
100 100
Cuenca 3 Cuenca 4
0 0
0 20 40 60 0 20 40 60
Índice de impacto humano Índice de impacto humano
% Cobertura de Polylepis
100
Cuenca 5
raíz(y) = 7.55-0.24*X
50
0
0 20 40 60
Índice de impacto humano
Figura 3: Porcentaje de cobertura de tabaquillo/parcela en relación con el
impacto humano medido como porcentaje de roca expuesta por erosión del
suelo, para cinco cuencas clasificadas según el estatus de conservación desde
la peor (1) hasta la mejor (5).
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5 B B
Ramificaciones basales
4 A
0
Fondos Laderas Laderas
de valle medias altas
5
Ramificaciones basales
C
4 BC
B B
3 A
0
1 2 3 4 5
Cuenca
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Ramificaciones basales
Ramificaciones basales
10 10
Cuenca 1 Cuenca 2
8 8 Raíz(y) = 1.58+0.10*X
6 6
4 4
2 2
0 0
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego Índice de impacto del fuego
Ramificaciones basales
Ramificaciones basales
10 10
Cuenca 3 Cuenca 4
8 8 Raíz(y) = 1.60+0.17*X
6 6
4 4
2 2
0 0
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego Índice de impacto del fuego
Ramificaciones basales
10
Cuenca 5
8
6
4
2
0
0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego
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10 10
Ramificaciones basales
Fondos de valle
Ramificaciones basales
8 8 Laderas medias
6 6
4 4
2 2
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego Índice de impacto del fuego
10
Ramificaciones basales
Laderas altas
8
6
4
2
0 1 2 3 4 5
Índice de impacto del fuego
Figura 7: Número de ramificaciones basales por tabaquillo /parcela en relación con el índice
de impacto de fuego para fondos de valles, laderas medias y altas. Las líneas de tendencias
como en la figura 5.
10 10
Fondos de valle Laderas medias
Basal ramifications
Basal ramifications
10
Laderas altas
Basal ramifications
8
6
4
2
0
1200 1500 1800 2100 2400
Altura (m s.n.m.)
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Figura 8: Número de ramificaciones basales por tabaquillo /parcela en relación con la altura
(m s.n.m.) para fondos de valles, laderas medias y altas. Las líneas de tendencias como en la
figura 5.
Este tipo de curva indica que en su conjunto las Sierras Grandes tiene un
patrón de nacimientos, crecimientos y mortalidades de tabaquillos que no presenta
grandes fluctuaciones (las cuales se notarían cómo clases de tamaña supernumerarias
y otras sub-representadas).
300
250
Individuos por ha.
200
150
100
50
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Clase de tamaño
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Grupo 3 Grupo 4
Estableci-miento Bosques
y competencia 9% maduros
10 % 68 %
13 %
Grupo 2 Grupo 1
Semide- Bosques
gradados degradados
1 2
Fotos que representan los estadios que sucesionales del bosque de tabaquillo (1)
degradados; (2) semi-degradados (en este caso con un pino al fondo escapado de las
plantaciones de Calamuchita); (3) Establecimiento y competencia; (4) Maduro.
Helechos (%) 3.3 ± 0.5 5.1 ± 2.6 6.8 ± 1.6 30.0 ± 5.0 F = 45.1
A A A B P < 0.001
Volumen de 1.8 ± 1.1 2.1 ± 1.2 2.2 ± 0.9 19.6 ± 8.6 F = 10.6
troncos muertos A A A B P < 0.001
2
caídos (m )
Volumen de 0.1 ± 0.1 7.0 ± 3.7 1.6 ± 0.5 47.2 ± 18.9 F = 41.8
troncos muertos A B AB C P < 0.001
2
en pié (m )
Pajonal fino 29.0 ± 1.8 32.0 ± 3.8 20.6 ± 2.6 15.1 ± 4.2 F = 3.9
(%) AB A BC C P = 0.004
Césped 6.8 ± 0.9 5.3 ± 1.9 2.4 ± 0.8 0.8 ± 0.4 F = 4.7
degradado (%) A A AB B P = 0.004
Roca expuesta 7.4 ± 0.8 5.1 ± 2.0 2.2 ± 0.4 0.5 ± 0.4 F = 23.0
por erosion (%) A AB BC C P < 0.001
Afloramientos 19.2 ± 1.5 23.1 ± 4.0 15.6 ± 2.3 17.1 ± 4.6 F = 0.8
naturales (%) P = 0.49
Serie1
1.0
Serie2
Serie3
0.8
Serie4
0.6
0.4
0.2
Regeneración
Medimos la lluvia de semillas usando 107 trampas colocadas durante la época
en que maduran las semillas a distancias de entre 0.1 y 13 metros a árboles
semilleros. Casi el 50 % de las trampas capturó al menos una semilla (53 de 107
trampas) siendo el record de 8003 semillas/m2. No registramos semillas en ninguna
de las trampas ubicadas a más de 6 metros de los árboles semilleros. Cómo era de
esperar, la lluvia de semilla era mayor cerca del árbol semillero y estaba
positivamente asociada al tamaño del árbol semillero más cercano y además era
mayor pendiente abajo. El modelo que mejor explicó la lluvia de semilla fue el
siguiente: ln (LLS +1) = e^ ((-0.336*D) + (0.010*P) + (0.004*A)), donde LLS =
Semillas capturadas /m2, D = Distancia al árbol más cercano (m), P = Pendiente
hacía el semillero más cercano (grados), y A = Altura del semillero más cercano
(cm). Esto indica que para obtener una buena lluvia de semilla (y por ende
regeneración) es muy importante la presencia de un árbol semillero de buena
envergadura en las cercanías (6 m aproximadamente), y que esta distancia puede ser
un poco mayor si el sitio de interés está pendiente abajo.
Un estudio reciente de Pollice (2007) sobre la productividad de las semillas
determinó que la ganadería influye negativamente en los árboles pequeños (menores
a 3 m de altura) pero no en los más grandes e inaccesibles que pueden producir hasta
224.000 semillas por árbol. Confirmando el efecto negativo del ganado debido al
ramoneo además, se encontró mayor producción de semillas en ramas excluidas que
en las accesibles al ganado. La productividad de las semillas encuentra su óptimo a
alturas sobre el nivel del mar intermedias (Marcora y col. 2008). El estudio de la
viabilidad de las semillas también determinó un efecto negativo del impacto humano,
siendo en muchos casos nula la viabilidad de las semillas en sitios muy impactados
(Renison y col. 2004), mientras que la viabilidad de las semillas aumenta con la
altura sobre el nivel del mar incluso hasta los 2700 m snm (Marcora y col. 2008).
Estudios de polinización en la especie demostraron que no hay aún un efecto de la
fragmentación per se en la reproducción de los tabaquillos (Seltmann y col. 2007a)
La germinación y establecimiento de los tabaquillos es posible en casi todos
los tipos de micrositios salvo los muy erosionados, siempre que halla lluvia de
semillas (Torres y col. 2008). En ninguna de las parcelas se encontraron plántulas a
más de 10 m de un árbol semillero, de vuelta confirmando la escasa dispersión de las
semillas. Estudios detallados muestran que en presencia de ganadería las plántulas de
tabaquillos son intensamente ramoneadas, consumiéndose casi el 100 % de la
producción de las plántulas y juveniles accesibles al ganado y así afectando el
crecimiento y supervivencia de los pequeños tabaquillos (Teich y col. 2005; Teich
2006). Además, los tabaquillos están asociados con abundantes micorrizas (Menoyo
y col. 2007) los cuales pueden ser perjudicados por el pisoteo del ganado.
No se encontraron patrones marcados en cuanto a la reproducción de los
tabaquillos con la posición topográfica, la inclinación y orientación de la pendiente,
ni la insolación.
40 (a) 4
(b)
Roca expuesta (%)
30 3
20 2
10 1
0 0
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Distancia a casas (km) Distancia a casas (km)
Figura 12: Roca expuesta (a) y dureza del suelo (b) en función a la distancia a casas de
ganaderos. En la figura b la línea continua representa sitios con mucha rugosidad y la línea
punteada representa sitios con poca rugosidad, lo que representa que la compactación del
suelo aumenta a medida que nos acercamos a las casas, pero incluso a una misma distancia
a casas si el terreno es rugoso el suelo es menos compacto que en terrenos poco rugosos.
medida que nos alejamos de las casas y disminuye en pendientes y en sitios más
rugosos. La salinidad del suelo aumenta cerca de las casas (Fig. 13). La posición
topográfica, la orientación y la insolación en ningún caso incidieron en el estado de
conservación de los suelos.
(a) (b)
Eje 1 (Materia orgánica)
4 4
2 2
Eje 2 (Acides)
0 0
-2 -2
-4
-4
0 1 2 3 4 5 6 7 0 1 2 3 4 5 6 7
Distancia a casas (km) Distancia a casas (km)
3 (c)
2
Eje 3(Salinidad)
1
0
-1
-2
0 1 2 3 4 5 6 7
Distancia a casas (km)
Figura 13: Propiedades del suelo en función de las distancias a las casas cómo indicador de
impacto humano. Las líneas indican las tendencias: (a) la línea de puntos indica el patrón
para los sitios con rugosidad baja y la línea continua para una rugosidad alta. (b) Las dos
línea de puntos indican la tendencia para sitos con rugosidad baja y las dos líneas continuas
indican rugosidad alta. La más alta de ambas líneas indica pendientes bajas y la más alta
pendientes altas. (c) Se representa una sólo línea ya que la distancia a las casas fue la única
variable que influyó.
Unidad de Conservación (Tabla 3) – ver más detalles en informe del proyecto a APN
– Giorgis y col. (2006).
Figura 15: Mapa de (a) presencias de leñosas exóticas en la zona sur de la Reserva Hídrica
de Achala y de (b) presencia potencial de leñosas exóticas en base a sus posibles
restricciones climáticas y edáficas.
reserva para proteger los bosques (de pinos), se introdujeron ardillas y el estado
nacional y provincial subsidia fuertemente estas plantaciones no sólo al momento de
implantarlas sino al apagar los incendios de estos bosques exóticos con fondos
públicos.
OBJETIVO
Evaluar a nivel de población, el efecto de las pautas de manejo aplicadas para
proteger los bosques de tabaquillo en el Parque Nacional Quebrada del Condorito y
Reserva Hídrica de Achala.
INTRODUCCIÓN
Con el objeto de proteger los bosques de tabaquillo, entre otros recursos, en el
Parque Nacional Quebrada del Condorito (PNQC) se redujo la carga ganadera
excluyéndola completamente en la mayoría de los sectores con bosques y
manteniendo una carga baja en otros sectores. Además se eliminó el uso del fuego
como práctica de manejo, reduciendo así la frecuencia de fuegos a incendios
ocasionales. En la Reserva Hídrica de Achala tuvo vigencia el plan de manejo del
fuego en prevención y control de fuegos, diversos proyectos de desarrollo sustentable
y el control de guardaparques provinciales entre otros. Estas medidas de manejo se
diseñaron en base al conocimiento de que tanto el ganado como el fuego afectan
negativamente distintas etapas y procesos del ciclo de vida de los tabaquillos
(crecimiento, supervivencia, producción de semillas, etc.- ver primera parte de este
informe). Sin embargo es necesario conocer si las poblaciones están evolucionando
en sentido favorable desde la aplicación de estas medidas. Para ello se deben integrar
los efectos que ejercen ganado y fuego sobre las distintas etapas y procesos para
conocer su efecto a nivel del crecimiento poblacional. Esto permite entender cuanta
importancia tiene sobre el desarrollo de la población un disturbio que afecta
puntualmente a un parámetro en una etapa del ciclo de vida, por ejemplo cuan
importante es para el crecimiento de la población de tabaquillos que un disturbio
aumente la mortalidad de renovales. Identificar etapas y procesos claves para el
desarrollo de la población es de gran utilidad a la hora de decidir acciones de manejo
ya que nos indica en donde concentrar nuestros esfuerzos. También es útil para
METODOLOGÍA
sobre las poblaciones tenga un efecto negativo y que el periodo entre fuegos deba ser
cada vez mayor.
El análisis de la matriz de elasticidad indica que la supervivencia de los
individuos mayores a 200 cm tiene gran impacto sobre el crecimiento de las
poblaciones y por lo tanto, la protección de estos individuos debería ser priorizada en
decisiones de manejo. Estos resultados coinciden con los obtenidos de la matriz de
ganado que también señala la importancia de aumentar la cantidad de individuos
mayores a 200cm.
PROPUESTA DE MANEJO
Se considerarán tres aspectos: (1) Área a considerar; (2) ¿Cuál debería ser la
meta?; (3) ¿Qué hacer para llegar a la meta propuesta?
Área a considerar.
Tradicionalmente se habló del área de bosque y del manejo de los bosques
(Ej. TDRs de esta consultoría). Sin embargo estudios recientes de Renison y col.
(2006) y Cingolani y col. (2007) demuestran que en la actualidad los bosques están
restringidos a ciertos ambientes debido a los fuegos, ramoneo por ganado doméstico
y posiblemente talas del pasado, y que virtualmente casi toda la Unidad de
Conservación debería manejarse cómo un mosaico cambiante de pastizales y bosques
de tabaquillo. Ello en principio no es incompatible con otros objetos de conservación
(salvo si se quiere incluir cómo objeto de conservación un paisaje antrópico o
cultural que hasta el momento no tiene nada de sustentable). Los parches de bosque
de tabaquillo pueden ser manejados para estar mezclados con absolutamente todas
las otras unidades de vegetación – incluyendo los céspedes de pastoreo (Ej. ver foto
de la alta cuenca del río los tabaquillos) y zonas de pampa (ver foto).
rodean y que son posibles focos de invasiones biológicas por especies nativas. Desde
hace 10 años funciona en la zona el proyecto de conservación y reforestación de las
Sierras de Córdoba www.reforestacion.com.ar que puede facilitar estas actividades, y
es cada vez más abundante la bibliografía que facilita la reforestación (Renison y col.
1998; Renison y col. 2002b; Renison y col. 2005).
1996 2000
1999
2006 2005
Fotos. Evolución de una área de reforestación en Los Gigantes desde antes de su plantación
en 1998 hasta el año 2006. Al fondo el refugio del Club Andino Villa Carlos Paz.
PLAN DE MONITOREO
El plan de monitorio inicial, el cual consideramos fue exhaustivo y
minucioso, resultó excelente como primera aproximación y para evaluar el estado de
conservación de los bosques y los manejos realizados. Sin embargo, es muy intenso
en mano de obra, una frecuencia anual resulta demasiado pequeña para detectar
cambios en bosques y nuestras simulaciones integrando todos los estadios mostraron
que lo importante es el número de árboles adultos. Por ello recomendamos su
ejecución en una ocasión más con el fin de corroborar los resultados aquí obtenidos
más a largo plazo. Luego sería conveniente pasar a un plan de monitoreo más
extensivo pero menos detallado. Además, es importante incluir parcelas que en la
actualidad no tienen bosques, ya que puede ser más importante detectar una
expansión/retracción del bosque, que la evolución de los bosques existentes. Abajo
bosquejamos los planes a corto y largo plazo.
COMENTARIOS FINALES
Durante esta consultoría nos hemos concentrado en el tabaquillo, algunos
lectores estarán preguntando ¿qué pasa con las otras especies del bosque de
tabaquillo? Es imposible con la información y tiempos disponibles contestar esta
pregunta de forma rigurosa. Pero nuestras observaciones a campo indican que el
tabaquillo es una especie clave que forja la evolución del sistema que viene por
detrás. Por ejemplo, tanto en el Parque Nacional cómo una zona de reforestación con
tabaquillo ubicada en Los Gigantes son miles los individuos de Maitén (Maytenus
boaria) que están apareciendo dentro de los nuevos bosques – debido a la dispersión
de sus semillas por aves que se posan en los tabaquillos y ayudados en su
reclutamiento por la exclusión ganadera. El sotobosque de los nuevos bosques se
están asemejando al de los bosques existentes, en Los Gigantes ahora son más
frecuentes las aves típicas de los bosques de tabaquillo (observación personal) e
incluso lo mismo ocurre con los hongos degradadores de la madera (Robledo,
comunicación personal). Los suelos se están volviendo más esponjosos (estudio en
realización por Nicolás Latorre) y la erosión de los suelos en bosques se está
frenando en sitos con exclusión ganadera. Otros atributos de los bosques suponemos
tardaran años en recuperarse, por ejemplo, los suelos a más de 10 cm. de profundidad
se observan aún compactados, y los organismos que dependen de los bosques
maduros (ciertas orquídeas y hongos) tardaran cientos de años en recuperarse.
AGRADECIMIENTOS
Cientos de voluntarios que ayudaron al proyecto de reforestación de las
Sierras Grandes y en las investigaciones. Por el financiamiento y/o apoyo a Whitley
Laing Foundation, Fundación Volkswagen y DFG, Alemania, Programa de
Voluntariados Universitarios, Club Andino Córdoba, Cooperativa Integral de Agua y
Servicios Públicos de Villa Carlos Paz, Centro de Derechos Humanos y Ambiente
(CHEDA), Ecosistemas Argentinos, Embajada Británica en Buenos Aires,
Asociación Los Algarrobos, Parques Nacionales y GEF, Club Andino Carlos Paz,
Colegio Umberto Illia, Martin Luther University Halle Wittenberg, Institute for
Geobotany and Botanical Garden, Gobierno de Córdoba - Plan Provincial de Manejo
del Fuego- Agencia Córdoba Ambiente, Escuela Nuestra Sra. del Valle en Los
Gigantes, Cátedra de Ecología General, F.C.E.F.y N, Universidad Nacional de
Córdoba, Ranger y World Challange. A todos ellos muchas gracias.
BIBLIOGRAFÍA
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Mundial (convenio de donación TF-028372-AR), a través de un proyecto
GEF (Global Environmental Facility), gestionado por la Administración de
Parques Nacionales.
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A. & HENSEN, I. 2005. The restoration of degraded mountain forests: effects
OBJETIVOS
• Obtener información de base y un diagnóstico inicial sobre las poblaciones de
carnívoros para la planificación del monitoreo del Parque Nacional Quebrada
del Condorito.
• Conocer la densidad relativa de puma y zorro colorado dentro de la Unidad
de Conservación.
• Diseñar programas de monitoreo de la tendencia poblacional específicos para
puma y zorro colorado y proponer metodologías para la continuación del
monitoreo a largo plazo
INTRODUCCION
Entre los mamíferos, el grupo de los predadores tope, está representado por
especies clave para el ecosistema como reguladores de las poblaciones de herbívoros,
disminuyendo la presión que éstos ejercen sobre la vegetación (Miller et al., 2001).
Se ha determinado que los niveles de biodiversidad del ecosistema son
consistentemente más altos en sitios ocupados por predadores tope que en sitios con
solo niveles tróficos menores (Sergio et al., 2006). Sin embargo, su conservación es
un tema conflictivo y relevante, tanto dentro como en la periferia de áreas protegidas
(Wang y Macdonald 2006, Treves y Karanth 2003, Hoogesteijn et al., 1993); los
pobladores que habitan en sitios periféricos a áreas de conservación frecuentemente
se sienten perjudicados por su presencia, ya que consideran que las áreas protegidas
actúan como refugios de carnívoros y otras especies que afectan sus actividades
económicas (Pia 2004).
El resultado de este conflicto puede extenderse más allá de las poblaciones y
afectar al ecosistema entero. Muchas especies “conflicto” son también especies
clave, cuya remoción afecta la estructura de todo el ecosistema. Sin embargo, los
METODOLOGÍA
Para monitorear las poblaciones de puma se estimó la densidad relativa por
medio del conteo de signos (heces y huellas) en transectas a lo largo de quebradas,
sendas, rocas y ribera de los ríos (Beier y Cunningham 1996, Smallwood y Fitzhugh
1995, Stander 1998). Los sitios de muestreo fueron elegidos al azar de entre los
existentes dentro del Parque y la Reserva. Las transectas se recorrieron a pie,
georreferenciando con un GPS el principio y el final de las mismas. Cada transecta se
inició en el metro cero, y se recorrió registrando todos los signos que se encontraran
en una faja de 5 metros de ancho. La transecta se dividió en segmentos de 500 m de
largo, con el fin de facilitar la manipulacion de los datos, georreferenciando los
segmentos con GPS (es decir, un punto cada 500 metros de transecta recorrida). El
largo de la trasecta varió en longitud entre 2 y 4 kilometros. La planilla utilizada para
este monitoreo se presenta en el Anexo 2 y 3. En el Parque se realizaron 21, 18, y 11
Figura 1: Ubicación de las transectas de puma dentro del Parque y la Reserva Las transectas
están marcadas en color celeste
RESULTADOS
A continuación se presentan las tablas con los datos obtenidos del monitoreo
de pumas. Los mismos se presentan como la cantidad de segmentos con presencia de
signos (heces y huellas) positivos de puma en todo el recorrido de la transecta. Se
calculó el promedio de segmentos con signos positivos relevados cada dos
kilómetros de transecta recorrida en el Parque y la Reserva, debido a que las
transectas recorridas no poseen el mismo largo (Tabla 1). El monitoreo de signos de
pumas, no así el estudio de tendencia poblacional, se viene realizando desde el año
2005, por lo que se presentan todos los datos en conjunto. Sin embargo, los
monitoreos dentro de la Reserva comenzaron a realizarse durante los últimos meses
del año 2007, y pueden no ser lo suficientemente robustos para su utilización en las
pruebas de potencia de tendencia poblacional, por lo que en un futuro deberán
realizarse nuevas transectas en esta área. Se observó una mayor densidad relativa de
puma en el Parque que en la Reserva en el año 2007. Asimismo, dentro del Parque se
observa una tendencia creciente de la densidad relativa de pumas entre años; no
obstante, al parecer existen fluctuaciones en sus poblaciones como se observa en el
año 2006 (Fig. 2).
Nº SS/2KM
1,50
1,00
0,50
0,00
2005 2006 2007
METODOLOGÍA
Para monitorear las poblaciones de zorro colorado se estimó su densidad
relativa por medio del método de estaciones odoríferas (Roughton y Sweeny 1982,
Sargeant et al., 1998, Novaro et al., 2000). Dentro del Parque y la Reserva, se
operaron durante al menos un día y una noche de 6 a 15 líneas (unidades muestrales)
de 5 estaciones odoríferas cada una (Roughton y Sweeny 1982). Las estaciones se
instalaron a lo largo de caminos secundarios y/o sendas internas, intentando
muestrear cada sitio en forma homogénea. En cada estación, ubicada en forma
alternada a derecha e izquierda a 1.5 a 10 m de la senda, se removieron piedras y
vegetación con pala y/o rastrillo en una circunferencia de 1.5 m de diámetro. En cada
estación odorífera, se alisó el suelo con un secador y rodillo de pintura, agregando
arena fina en los casos en que fue necesario, para lograr un sustrato apropiado para la
identificación de huellas (Fig. 3). La separación entre estaciones en cada línea fue de
0,4 Km. y entre líneas de 1,3 Km., para lograr independencia entre unidades
muestrales (Roughton y Sweeny, 1982). Las distancias pueden ser calculadas con el
tacómetro de un vehículo o utilizando la función TRIP del GPS. Se utilizó como
RESULTADOS
Se realizaron dos muestreos dentro del Parque y la Reserva, una en la
estación seca de 2007 y la otra en la estación húmeda de 2008. En el primer muestreo
se analizaron 8 líneas en cada área, y en la segunda ocasión 6 y 11 líneas en la
Reserva y en el Parque, respectivamente (Fig. 6). Los datos se presentan como el
porcentaje de visitas a estaciones odoríferas por zorro colorado en los distintos sitios
de estudio (%IEO) (1º muestreo: Tabla 2, 2º muestreo: Tabla 3). En la estación
Figura 6: Ubicación de las líneas con estaciones odoríferas de zorro dentro del Parque y la
Reserva. (Las líneas están marcadas con círculos rojos)
50,00
Seca Humeda
40,00
Porcentaje de visitas
30,00
20,00
10,00
0,00
PNQC RHPA
METODOLOGÍA
Para evaluar la metodología más apropiada para monitorear las poblaciones
de zorros y pumas a largo plazo, se realizaron pruebas de potencia (Gerrodette 1987,
Steidl et al., 1997, Gibbs et al., 1998). Para ésto se utilizaron los datos obtenidos en
este estudio preliminar sobre densidades de zorros y pumas en el Parque y la Reserva
como muestra piloto. Para las pruebas se utilizó el programa InfoStat versión 1.1
desarrollado por InfoStat (2002), que permite, a partir de la varianza obtenida de los
datos del premuestreo, modificar el tamaño muestreal, el nivel de significancia
(alfa=α) y el incremento que se requiere de la media de la poblacion, para obtener la
potencia de los parámetros seleccionados. Asi, se puede obtener la tendencia de la
población estudiada a partir de un nivel inicial y evaluar las probabilidades de que
distintos diseños de monitoreo puedan detectar tendencias significativas cuando éstas
existen. De esta manera se puede analizar el esfuerzo de muestreo (definido por el
tamaño de la muestra) necesario para monitorear la población apropiadamente. Se
puede evitar así utilizar una muestra demasiado pequeña para detectar una
determinada tendencia o realizar un esfuerzo de muestreo excesivo y gastar así
recursos que pueden ser destinados a otros fines.
Para definir el nivel inicial de la población simulada en la prueba de potencia
generalmente se utiliza el valor medio de densidad (relativa o absoluta) estimado en
el muestreo piloto. Este valor debe ser calculado para cada unidad muestral, para asi
poder obtener su correspondiente varianza, la cual será utilizada con el programa
InfoStat. Para definir el diseño de monitoreo puesto a prueba en cada simulación, las
principales características a establecer son: 1) probabilidad de error tipo I (α), 2)
número de unidades muestrales (transectas, cuadrados, etc), 3) número de conteos
efectuados en cada unidad muestral durante cada ocasión de muestreo, 4) la cantidad
de ocasiones de muestreo durante el período mínimo en el cual se desea evaluar la
tendencia. Se consideró que una potencia de prueba aceptable es de
aproximadamente 0.80 (u 80%, Gibbs et al., 1998). La mayor parte de las
NºSS/KM*
Seca Húmeda Media Varianza
1,335 0,091 0,713 0,387
Tabla 4: Datos de media y varianza de signos de
pumas para las dos áreas y las dos estaciones
utilizados en las pruebas de potencia.*NºSS/KM:
número segmentos con signos de puma por kilómetro
NºSS/KM*
Año Seca Húmeda Media Varianza
2005 0,53 0,49 0,51 0,0004
2006 0,18 0,24 0,21 0,0009
Tabla 6: Datos de media y varianza del monitoreo de signos de
pumas dentro del parque entre los años 2005 y 2006. *NºSS/KM:
número segmentos con signos de puma por kilómetro
Para las dos áreas, utilizando 17 líneas de estaciones odoríferas por estación
para detectar una tendencia de aumento del 10% en la densidad relativa de zorros con
un error del 5%, sólo se obtiene una potencia de 9%. (Tabla 8). Con un aumento del
20% (α=0.1), se necesitan 57 líneas por estación para llegar a un 80% de potencia. La
potencia aumenta sólo con grandes cambios en las poblaciones: aumentos del 30%
1 2 3 4 5
N…
Nº No Operable
N° EST OPERABLES =
Resultados:
IZC= IZIN=
Especies Índice
Zorro colorado
Zorrino
Puma:
• Planillas
• Lápiz
• GPS (baterías)
• Caballo (según la distancia de la transecta)
Zorro colorado:
• Planillas
• Lápiz
• Pala, rastrillo, secador de piso y rodillo
• Estacas de madera (puede ser palo de escoba) y maza
• Tacho grande con arena fina
• Cebo
• Camioneta (indispensable)
• Cinta de color para marcar estaciones sobre el camino
• GPS
OBJETIVOS:
INTRODUCCION
Los anfibios son considerados organismos más susceptibles que otros
vertebrados a las perturbaciones del ambiente, debido a que presentan un ciclo de
vida que consta de una larva acuática y un adulto terrestre, es decir con
requerimientos y uso de hábitat distintos, y por lo tanto, sensibles a los cambios
ocurridos en ambos ambientes. Las etapas de desarrollo y metamorfosis de los
anfibios, además, son especialmente vulnerables, tanto a las fluctuaciones naturales
como a los impactos antrópicos. Estos diferentes requerimientos y tipos de hábitat
usados, facilita el impacto de una mayor cantidad de agentes, factores potenciales o
genera más vías de afectación (Raffo, 2006). A escala global las poblaciones de
anfibios están declinando abruptamente (Blaustein y Wake 1990; Phillips 1990,
Pechmann 1991, Blaustein, Wake y Sousa 1994, Green 2002). Entre las causas de su
declinación se encuentran: la presencia de contaminantes, en particular
agroquímicos, con efectos sobre el desarrollo y la viabilidad de larvas y juveniles, el
desecamiento de humedales y la perdida de hábitat, la predación por especies
exóticas, y el aumento de la incidencia de organismos patógenos (Taylor 1999,
Relyea 2000, Bradley 2002, Kiesecker, J. M. 2002, Vredenburg 2004, entre otros
autores).
Los grupos más afectados por la rápida declinación en América Latina
incluyen a las ranas comunes (Leptodactylidae), los sapos (Bufonidae) y las ranas
trepadoras (Hylidae). A pesar de la poca importancia que se le ha dado a los anfibios
en el seguimiento de fauna en las unidades de conservación de la APN, mayormente
concentrado en aves y mamíferos de valor especial, su declinación global, la carencia
MATERIALES Y METODOS
Área de Estudio
El estudio se llevó a cabo en Pampa de Achala (S 31º 50’, O 64º 52’), una
altiplanicie granítica (2000-2200 m) ubicada en las Sierras Grandes de Córdoba,
Argentina. La vegetación está caracterizada por pajonales, con parches de céspedes
de pastoreo y bosquecillos de altura (Luti et al., 1979) que alternan con afloramientos
rocosos. La temperatura media es de 5º C y 11º C en invierno y verano,
respectivamente (Cabrera 1976). La precipitación media anual es de 850 mm. y se
Objeto de monitoreo
Sitios de muestreo
Logística y equipamiento
El monitoreo fue llevado a cabo por tres profesionales biólogos. Para la
realización de las campañas, se contó con las pickups de la Delegación Regional
Centro (APN) a tiempo completo, y se utilizaron las instalaciones del Centro
Operativo Achala, en el Parque Nacional, para pernocte y tareas de gabinete.
El equipamiento utilizado fue:
RESULTADOS
El número de especies no fue afectado por las condiciones de pastoreo
considerados, ni por ninguna otra variable.
La intensidad de pastoreo solo tuvo un efecto sobre la abundancia de
Hypsiboas cordobae (resultó además la especie más abundante) (H = 7,38; p > 0,05;
N = 18; test ANOVA de Kruskall-Wallis), la que resultó mayor en sitios con
pastoreo intensivo, con respecto a los sitios sin pastoreo (Z = 2,33; p> 0,05; test U de
Mann-Whitney), e incluso mayor en los sitios con pastoreo intermedio que en los
sitios no pastoreados (Z = 2,01; p >0,05), siendo estadísticamente similar entre los
sitios con pastoreo intensivo y medio.
De las variables descriptoras del ambiente, solamente la cobertura de la
vegetación flotante tuvo efectos significativos sobre las abundancias de dos especies
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
No surgen de este primer monitoreo, diferencias en la diversidad de anfibios
atribuibles a la condición de pastoreo de los sitios relevados.
Hypsiboas cordobae se presenta como la especie más abundante en el área de
estudio y con características de especie bioindicadora del uso de los sitios, en cuanto
al pastoreo.
Entre las variables descriptoras del ambiente, la vegetación flotante surge
como relevante, ya que coberturas altas afectarían la abundancia de algunas de las
especies.
Metodológicamente, resulta adecuado a los fines del muestreo, la revisión de
pedreros removiendo rocas durante el horario diurno, momento en que los anfibios se
encuentran en sus refugios. Durante la noche, el esfuerzo deberá estar orientado a la
visualización de los ejemplares en actividad, y al registro de cantos.
En los próximos monitoreos, debería realizarse una campaña mensual, en el
período comprendido entre septiembre y abril, a los fines de abarcar todo el período
de actividad de los anfibios en Pampa de Achala.
En el análisis de nuevos datos, deberá considerarse el efecto de la
temperatura, hora del muestreo, intensidad de viento y precipitaciones.
OBJETIVO
• Diferenciar entre fluctuaciones naturales en la abundancia de Akodon
boliviensis y cambios como resultado de la aplicación de regímenes de
manejo (herbivoría).
INTRODUCCIÓN
En general, los roedores son animales altamente prolíficos y muy adaptables,
fluctuando marcadamente algunas poblaciones en densidad (Crespo et al., 1970;
Krebs y Myers, 1974; Taitt y Krebs, 1982; Henttonen et al., 1985, de Villafañe et
al., 1988; Polop y Sabattini, 1993). Son reconocidos por su inmediata y extendida
respuesta a los cambios ambientales (Beatley, 1969, 1976; Reichman y Van De
Graaff, 1975; Whitford, 1976), habiendo desarrollado mecanismos para responder
rápidamente al incremento de presión competitiva, por lo que se constituyen en
excelentes indicadores de cambios a nivel ambiental. Estos animales poseen una
capacidad de crecimiento tipo “explosivo” de sus poblaciones.
Estudios previos sobre roedores correlacionaron la diversidad y abundancia
de las especies de roedores con la complejidad del suelo y de la vegetación (Dueser y
Shugart, 1979; Murúa y Gonzalez, 1979; Kravetz y Polop, 1983; Bonaventura y
Kravetz, 1989). Rowenzweig y Winakur (1969) observaron que varias variables del
hábitat, incluyendo diversidad de altura del follaje, densidad de la vegetación y
estructura del suelo, influenciaron significativamente la distribución y la diversidad
de las especies en las comunidades de roedores del desierto de Arizona. Por otro
lado, M'Closkey y Fieldwick (1975) obtienen significativas segregaciones en
microhábitats de tres variables del hábitat; demostrando también que la distribución
local y la abundancia de los roedores es predecible por una medida de la complejidad
del hábitat.
La conversión de la tierra para propósitos agrícolas es una causa directa no
sólo de pérdida de biodiversidad, sino también de cambio en la composición y
Pampa de Achala. López, (2001) registró que los múridos en general constituyen el
42% de la dieta total del zorro colorado, quien se comporta como predador selectivo
en Pampa de Achala, siendo A. boliviensis la especie con mayor ocurrencia entre las
presas.
Por ello nuestra hipótesis de trabajo consiste en que en las áreas de pastizales
bajo el impacto del pastoreo, A. boliviensis se constituye en una especie indicativa
del efecto que produce tal actividad, viéndose significativamente disminuidas su
representación numérica. Esto tendría efectos en el resto de la cadena alimentaria,
pudiendo afectarse las interacciones entre otros componentes del ecosistema.
En el proyecto inicial se había planificado un esquema de muestreo y
subsecuente análisis basado en el objetivo de evaluar los efectos de un potencial
factor perturbador (ganado) del ambiente, bajo circunstancias donde se tiene poco o
ningún control sobre las condiciones de la prueba o sus localizaciones. Por las
características de la forma de la toma de muestras y de sólo poder disponer de la
etapa post-operacional en el estudio de las áreas a estudiar se proponía un diseño tipo
“evaluación de accidente”, la cual no trabaja con la línea de base de datos. En estos
estudios son necesarios los supuestos modelo-dependientes y los análisis para separar
los efectos de tratamientos de las influencias confusas de tiempo y localidad en
pruebas de impacto.
El esquema de evaluación de accidente se planteó, como se dijo, a fin de
evaluar los efectos de las acciones del impacto investigado sobre la vida silvestre,
ello mediado por los cambios en los valores de abundancia poblacional resultantes de
ese impacto. El esquema de muestreo mencionado significaba disponer de potreros
bajo uso ganadero, que fueran luego (en el momento de inicio del relevamiento de
datos) liberados del ganado por un período de al menos tres ciclos reproductivos del
objeto de estudio. Este período es necesario para posibilitar la validez de las
conclusiones, dado que los estudios de impacto deben incluir una dimensión
temporal a sus diseños. La condición necesaria para la aplicación del esquema de
muestreo por evaluación de accidente no se pudo obtener en el área, y los tiempos y
períodos en los que se desarrollaría el estudio eran muy cortos, por ello fue necesario
cambiar el diseño.
METODOLOGÍA
6E
4E 3E
7E
camino viejo
tranquera La Pampilla
La Posta El Cóndor
7E pastoreo todo el año rojos: céspedes
6E sin pastoreo (a veces unos pocos amarillos y rosados: pajonales
caballos) verdes y celestes: roca con
4E junio-diciembre pajonal
RESULTADOS
Se realizó un total de 125 capturas, correspondientes a 99 Akodon boliviensis,
22 Oxymycterus rufus, 3 Monodelphys sp. y 1 Reithrodon auritus. La captura en
relación a las parcelas de muestreo se registró según tabla 1 y Anexo 4. La parcela
4E fue la que registró la mayor riqueza de especies (4), en tanto que en las dos
restantes se capturaron las mismas especies y en igual número (2).
Especie 4E 6E 7E
A. boliviensis 53 8 38
Monod. sp 3
Oxym. rufus 12 1 9
Reit. auritus 1
69 9 47
Tabla 1: Número de individuos capturados por especie y
parcela.
38
55
2,5
1,5
IDR
0,5
0
6E 4E 7E
Parcela
2,5
1,5
IDR
0,5
0
6E 4E 7E
Parcela
CONSIDERACIONES
La distribución de los organismos es un fenómeno resultante de diversos
procesos ambientales y del propio organismo. La ecología clásica reconoce que la
ocurrencia de los individuos está controlada por algún factor ambiental. No obstante,
aún resulta tema de discusión cuáles son los más importantes y bajo qué
circunstancias.
A pesar de su aparente simplicidad, el hecho de que algunos organismos se
encuentren en ciertas zonas y no en otras puede revestir una enorme cantidad de
características biológicas particulares y una aun mayor importancia práctica, por
ejemplo, en la decisión de estrategias de conservación, manejo o control poblacional.
La composición de especies vegetales, la estructura y la presencia de otras especies
animales son importantes determinantes de la calidad de un hábitat. Además, se ha
demostrado que ellas ejercen una fuerte influencia sobre el tamaño y persistencia de
las poblaciones animales.
Los resultados obtenidos a través del muestreo informado son categóricos en
resaltar las diferencias en abundancia de pequeños mamíferos entre zonas con
distinto régimen de manejo, aunque no son de fácil interpretación. El diseño con el
que se trabajó fue solo para evaluar diferencias entre las áreas, sin poder instrumentar
aquél que hubiera podido medir específicamente los efectos de un potencial factor
perturbador, en nuestro caso, el régimen de herbivoría. De esta manera lo que se
pudo registrar es que la fauna de pequeños mamíferos de las parcelas muestreadas
estuvo constituida por ensambles de muy baja riqueza específica, y que hubo
diferencias en los valores de abundancia entre las parcelas sometidas a diferente
manejo ganadero. En relación a las diferencias por parcelas una posible
interpretación a probar a futuro es que la presión ganadera podría haber pauperizado
(por acción directa y/o indirecta) la composición y abundancia de la fauna de
predadores y/o modificado la disponibilidad de ciertos recursos para algunas especies
de pequeños mamíferos oportunistas, las cuales bajo tales condiciones prosperaron e
incrementaron dramáticamente sus abundancias. Los altos valores de abundancia se
observarían en las parcelas E4 y E7, mientras que en la parcela E6, sin presión
ganadera desde hace años y en vías de recuperar su pastizal, la abundancia fue
menor. Ello permitiría sacar como otra conclusión que, A. boliviensis podría ser el
ejemplo de una especie oportunista que evoluciona favorablemente en su abundancia
en áreas perturbadas por el bajo número de predadores y diferencias en
disponibilidad.
BIBLIOGRAFIA
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Jornadas Argentinas de Mastozoología. San Luis. Pp. 41.
SUBFAMILIA SIGMODONTINAE
Las cúspides de los molares superiores e inferiores, en los representantes de este
grupo que las poseen, se disponen en dos filas longitudinales. El forámen infraorbital es
pequeño, y por él pasa una tira del músculo masetero que se une al rostro. No poseen proceso
postorbital en el hueso frontal.
Tribu Akodontini
Género Akodon
Es uno de los géneros más grandes y complejos. Posee una amplia distribución en
nuestro país y, taxonómicamente es uno de los más pobremente conocido de los múridos
sudamericanos. El número de taxas asignado a Akodon ha sido muy variable,
reconociéndose en algunos casos 90 (Tate, 1932) y en el otro extremo 33 (Honacki et al.,
1982). Los molares tienden a ser algo simplificados o tetralofodontes, y el tercer molar
inferior tiende a ser reducido en tamaño (Reig, 1987).
Akodon boliviensis
- Caracteres físicos distintivos
En los ejemplares de esta especie en la provincia la longitud cabeza-cuerpo
varió en un rango de 84 y 114 mm entre juveniles y adultos, mientras que la
variación para el largo de la cola fue de 57 a 85 mm, de la pata posterior de 22 a 25
mm y de las orejas de 13 a 15 mm. Son animales de pelaje largo y sedoso. Su
coloración es gris pardusco con tonalidades rojizas y amarillentas, posee pelos más
largos y oscuros intercalados. Su vientre es plomizo, con las puntas de los pelos
amarillentas, y la cola bicolor es dorsalmente más oscura. El cariotipo de individuos
de poblaciones capturados en la provincia de Córdoba fue de 2n= 40. Los pares
autosómicos 1-18 son telocéntricos, y el 19 es metacéntrico. Los cromosomas X son
subterminales, y el Y es un pequeño metacéntrico (Pinna Senn, et al., 1992).
- Distribución
Olrog y Lucero (1981) y Redford y Eisemberg (1992) registran su
distribución desde el sur de Perú y Bolivia, extendiéndola en Argentina por el
noroeste hasta la provincia de Córdoba.
- Registros en Córdoba
Se lo ha capturado en los pastizales de altura de las Sierras de Achala (Polop,
1989 y 1991), y Sierra de Comechingones (Priotto et al., 1996). En Pampa de Achala
representa el componente más abundante de la fauna de roedores.
- Hábitats
Se lo registra en hábitats de estepas de gramíneas, bordes de arroyos y
laderas rocosas (Polop, 1989, 1991; Priotto et al., 1996). Según Redford y Eisemberg
(1992) en otras localidades se lo ha registrado en áreas con alta cobertura vegetal y
en campos de cultivos.
-Hábitos
Se lo ha citado como crepusculares y nocturnos (Mares et al., 1989). En
Córdoba se lo registró también con actividad diurna (Priotto y Polop, 1997). Se lo
considera de comportamiento agresivo.
- Reproducción
Presenta un ciclo reproductivo estacional, con un número promedio de 4,7
embriones por hembra, en un rango de 3 a 7. Piantanida et al. (1989) registraron un
tamaño promedio de camada de 5,0 individuos.
- Alimentación
Posee una dieta en base a invertebrados (Redford y Eisemberg, 1992).
Castellarini (inéd.) en la provincia de Córdoba lo cita como omnívora.
- Categorización
Insuficientemente conocida.
Género Oxymycterus
A todos los representantes del género se los conoce como hocicudos por tener
el rostro del cráneo alargado y delicado. De orejas redondeadas y cola relativamente
corta. El tercer molar es pequeño, y los molares exhiben un patrón simplificado
(tetralofodonte).
Oxymycterus rufus
- Caracteres físicos distintivos
Akodon boliviensis
Oxymycterus rufus
Tribu Oryzomyini
Género Oligoryzomys
Se los suele llamar colilargos o coludos ya que su mejor caracterización es la
gran longitud de la cola, que supera en tamaño al de la cabeza-cuerpo. Se ha
registrado solo un representante del género en la provincia.
Oligoryzomys flavescens
- Caracteres físicos distintivos
El largo de la cola alcanza en el rango juveniles-adultos entre los 98 y los 129
mm, y es más larga que la cabeza y cuerpo (87-185 mm). Son de tamaño pequeño;
sus patas son relativamente largas (desde los 21 a los 30 mm entre juveniles a
adultos) y las orejas cortas y cubiertas de pelos (desde 12 a 16 mm entre juveniles a
adultos). El pelaje es largo y de coloración relativamente uniforme. El dorso es
pardusco amarillento, los flancos de un amarillento un poco más intenso, y la grupas
más anaranjadas. El vientre es blanco amarillento con las bases de los pelos gris
plomo. Su cola bicolor es oscura dorsalmente y clara ventralmente. Las corridas
electroforéticas de los ejemplares de Pampa de Achala ofrecen patrones distintos a
los del resto de la provincia (Theiler, comunicación personal), manteniendo un
número de 68 cromosomas (Polop, 1989).
- Distribución
Ocupa desde el sureste de Brasil, Uruguay y en Argentina hasta la provincia
de Río Negro (Cabrera, 1961; Redford y Eisenberg, 1992; Olrog y Lucero, 1981).
- Registros en Córdoba
En la provincia se lo ha capturado en numerosas localidades: Yacanto,
Chucul, Gigena, Cosquín, Bengolea, El Rastreador, Melo, Cerro de Oro, Villa
Dolores, Laguna Larga, Cruz del Eje, Villa de María, Embalse del Río Tercero, Las
Rosas, Los Pozos, Nono, Villa Candelaria, La Cañada (Departamento Río Cuarto),
Pampa de Achala (Manjón et al., 1983; Polop, 1989, 1991; Polop et al., 1982, 1985).
- Hábitats
Se los observa en hábitats próximos al agua como bordes de arroyos, y
también en bordes de bosques, terraplenes de ferrocarril y bordes de cultivos. Utiliza
los espacios próximos a rocas, aunque se lo encuentra más frecuentemente debajo de
la vegetación herbácea tupida. Llega hasta los pastizales de altura de 2200 msnm
(Polop, 1898, 1991).
- Hábitos
Es de hábitos tanto diurnos como nocturnos, no presentando un modelo claro
de actividad en el uso temporal del espacio (Priotto y Polop, 1997).
- Alimentación
Se lo ha citado, para otras provincias, alimentándose de vegetales e
invertebrados (Redford y Eisenberg, 1992), con variación estacional de la dieta,
donde predominan semillas de Monocotiledóneas y de Dicotiledóneas (Ellis et al.,
1998).
- Reproducción
Sus capturas han registrado siempre muy bajos números, y localizadas en
períodos circunscriptos del año. No existen datos para la provincia sobre su
comportamiento reproductivo, aunque se cita un número promedio de 5,1 embriones
por hembra (Barlow, 1969).
- Categorización
No amenazada
- Comentarios generales
En individuos de poblaciones de esta especie se han determinado sueros
positivos para Hantavirus en el sur de la Provincia de Córdoba (Levis et al., 1997)
Género Graomys
A los representantes de este género se los asemeja por parecidos morfológicos
con el género Phyllotys, sin embargo, en Graomys la cola es más larga que la
cabeza y el cuerpo y termina con un mechón de pelos que le dan apariencia de un
pincel.
orejas grandes de coloración oscura. El dorso de los animales es pardo grisáceo, los
flancos ocráceos, y el vientre es completamente blanco o levemente amarillento,
contrastando fuertemente con la coloración de los lados y dorso. Sus patas son
blancas dorsalmente y las plantas son oscuras. La cola es bicoloreada, marrón oscura
o negra a dorsal y blanca amarillenta a ventral y posee un pincel terminal.
- Distribución
Como Graomys griseoflavus ha sido citado en Bolivia, Paraguay, Brasil hasta
la provincia del Chubut en Argentina (Olrog y Lucero, 1981; Redford y Eisenberg,
1992).
- Registros en Córdoba
Se lo ha registrado en la región centro-norte de la provincia. La forma 2n= 42
fue determinada para la provincia de Córdoba en las localidades de Santiago Temple
y Villa de María (Theiler y Gardenal, 1996). Como Graomys griseoflavus se lo ha
registrado en esta provincia en varias localidades: Laguna Larga, Embalse del Río
Tercero, Villa de María, Cruz del Eje, Villa Dolores, Villa Candelaria, La Cañada
(Departamento Río Seco), Tanti Viejo, Santiago Temple, La Paz, Colonia Tirolesa,
Pampa de Achala, Yacanto, Nono, Las Rosas, Los Pozos (Piantanida, 1981; Polop et
al., 1982 y 1985; Polop, 1989 y 1991; Polop y Sabattini, 1993). Theiler y Gardenal
(1996), Theiler y Blanco (1997), Theiler et al. (1999) reconocen dos formas
cariotípicas en la provincia, en las cuales se determinaron barreras reproductivas: el
tipo 2n= 42 como G. centralis, y el complejo 2n= 36-38 como G.griseoflavus. Tiranti
(1998) propuso una nomenclatura similar.
-Hábitats
Utiliza los espacios donde la fisonomía del ambiente es de tipo arbustiva,
rocosa o bajo vegetación herbácea tupida. Habita en bosques, en sus bordes y en el
ambiente peridoméstico, habiéndosela registrado en galpones conviviendo con Rattus
y Mus.
- Hábitos
Tiene gran destreza para trepar, llegándoselo a considerar como
semiarborícola. Es de hábitos nocturno.
- Reproducción
Oligoryzomys flavescens
Graomys griseoflavus
Género Phyllotys
Género Reithrodon
Por su cabeza, ojos saltones y orejas grandes, redondeadas y pilosas se los
suele llamar vulgarmente ratas o ratones conejo. Tienen la cola más corta que la
cabeza-cuerpo.
- Hábitos
En Pampa de Achala se los ha encontrado habitando en grietas y en cuevas de
largas galerías.
- Alimentación
No se han registrado datos de su alimentación o ciclo de vida en la provincia.
- Categorización
Insuficientemente conocida.
Phyllotys xanthopygus
Reithrodo auritus
OBJETIVOS
INTRODUCCIÓN
El cambio es una característica inherente de los ambientes naturales. En áreas
prístinas, el cambio continuo de condiciones o sucesión ecológica es la norma.
Cuando en ambientes naturales se realizan actividades recreativas, la dirección
natural de los cambios y su velocidad son alterados (Hammit y Cole 1998). El
desarrollo y uso de infraestructura con fines recreativos (Ej.: senderos, áreas de
esparcimiento, de acampe, etc.), traen asociados cambios inevitables tales como la
destrucción y alteración de la vegetación y la compactación y la pérdida de suelo
(Leung y Marion 2000). En áreas naturales protegidas, en donde se ofrece al público
la oportunidad de recrearse, es imprescindible limitar los cambios sobre el ambiente,
de manera tal que no se vea comprometido el objetivo primario de conservación.
Los nuevos marcos conceptuales para el manejo de las actividades turísticas-
recreativas en áreas naturales protegidas, se basan en dos aspectos fundamentales, a)
una planificación que siga criterios adecuados en cuanto al diseño de las áreas de uso
y regulación de las actividades y b) la prescripción de estándares de cambio
aceptables en el ambiente y monitoreo periódico de condiciones (Kuss et.al.1990).
Es de destacar, que se considera que el monitoreo de condiciones constituye una
herramienta fundamental, ya que permite detectar tempranamente condiciones no
aceptables y por ende asegurar la implementación de medidas correctivas en caso de
ser necesario (Marion 1998).
Figura 1: Esquema de la
relación entre cantidad de
uso y grado de impacto1
¿A que nos referimos con “límites de cambio aceptable”? ¿para que sirve
establecerlos?
Como se mencionó en la introducción, la lógica detrás del concepto de
“Límites de cambio aceptable” (LCA), es simple: dado que las actividades
recreativas inevitablemente ocasionan impactos o cambios no aceptables en el
ambiente, entonces, para que estos cambios no sean tan severos como para
comprometer el objetivo de conservación del área, es necesario determinar que grado
y características de cambio se consideran consistentes con ese objetivo. A partir de
esta determinación, se debe centrar el manejo del área en el mantenimiento de los
estándares establecidos como aceptables. En resumen, el determinar los límites de
cambio aceptable nos sirve para fijar metas para el mantenimiento de condiciones
Una vez que contamos con información general, debemos establecer las
oportunidades de recreación que caracterizarán la oferta en el área. A partir de
entonces, podemos escoger los indicadores sobre los cuales estableceremos los
límites de cambio aceptable sobre el ambiente, las condiciones sociales y la
infraestructura asociada.
Luego, realizaremos el muestreo a campo de estos indicadores y
constataremos si se presentan situaciones no aceptables. Este proceso, es el
monitoreo de condiciones. El último paso para el manejo efectivo del área, será el de
implementar medidas de manejo tendientes a revertir situaciones no deseadas, si es
que éstas se presentan.
En la figura 2 se esquematiza el proceso descrito más arriba y se detallan cada
uno de los pasos que figuran en el esquema.
METODOLOGÍA
A continuación se presenta de manera resumida la secuencia de pasos que se
siguieron, tanto para la determinación de la línea de base como para la elaboración
del programa de monitoreo; también se presentan los objetivos específicos de cada
uno.
Objetivos
1. Caracterizar las áreas de senderos peatonales en cuanto a tipo de vegetación
en el área, pendientes y características generales
2. Caracterizar el estado de la senda considerando grados de cambio
previamente establecidos y registro de indicadores de impacto.
3. Establecer estaciones de muestreo para el seguimiento de condiciones del
suelo y vegetación en puntos fijos a través de un registro fotográfico.
Métodos de muestreo
OPORTUNIDADES DE RECREACIÓN
(Incluyendo factores ambientales y sociales)
Selección de parámetros e
indicadores y establecimiento de
estándares aceptables
MONITOREO
SI NO
C3: En la senda no hay vegetación, pero si puede haber materia orgánica / sobre
roca, la senda es bien notoria. Se presentan impactos leves y ocupan un porcentaje
bajo del sendero.
Ancho excesivo (AE): Los senderos se caracterizan por presentar suelo desprovisto
de vegetación, lo que incrementa el potencial de erosión al haber mayor exposición a
los agentes erosivos, el agua y el viento (Hammit y Cole 1998; Leonard y Plumley
1979). Por esta razón es importante mantener el área sin cubierta vegetal
estrictamente dentro del ancho de senda necesario para el uso recreativo. Se
registraron segmentos que presentan ancho excesivo, definido éste como: de más de
2,5 m en Champaquí, y 2 m en Los Gigantes y el PNQC:
Sector Champaquí
pinos. En su mayor parte, la senda trascurre sobre roca expuesta (dada la pérdida de
suelo).
Además, son numerosas las sendas paralelas y sociales, lo cual acrecienta la
superficie de suelo sin ningún tipo de cobertura vegetal. El ancho de la senda en este
tramo varía de entre 1 m y 5 m, y un sector donde las numerosas sendas ocupan hasta
10 m de lado a lado. También el ancho de senda resulta excesivo (de mas de 2 m) en
varios segmentos.
En los siguientes 5 km aproximadamente, el ambiente cambia totalmente, y
en la mayor parte trascurre en pastizal con predomino de Stipa sp., Sorghastrum
pellitum y Festuca tucumanica. En menor medida se observan por sectores pajonales
de Deyeuxia hieronymi o Poa stuckertii. Se observan también ejemplares de
Polylepis australis y Maytenus boaria. Entre las especies exóticas se destacan Rubus
ulmifolius (zarza mora) y Rosa rubiginosa (rosa mosqueta) aunque, por el momento,
su presencia es más notoria en proximidades del pinar, a la vera de cursos de agua.
Si bien el ambiente es muy diferente al pinar, no escapa al problema de
escalones de erosión que se presentan en el transcurso de prácticamente todo el
sendero. El ancho de senda resulta excesivo, pudiéndose observar cambios
significativos incluso sobre roca (como por ejemplo el desgaste de la misma en
sectores amplios, de hasta 5 y 7 m). En cuanto a la presencia de sendas paralelas y
sociales, cabe destacarse que las mismas ocurren mayormente en la cercanía del
refugio Moisés López.
Considerando la totalidad de la senda (es decir incluyendo el sector bajo el
pinar), se observa que en el 63% se presentan escalones de erosión, en el 30% el
ancho de senda resulta excesivo y el 31% presenta sendas paralelas o sociales
visibles. En muchos tramos se presentan estos tres tipos de impactos más comunes
juntos. Esto explica que en la mayoría de los tramos se considera que la condición
prevaleciente es de C4 y C5, es decir de alto impacto.
Tanto la presencia de fuertes pendientes, como el paso de equinos en toda la
senda, sin duda acrecientan la incidencia de los impactos registrados. Además no hay
ningún tipo de medida de manejo para este sendero. Debe considerarse también que
el área es, en general, utilizada para el pastoreo de ganado bovino, y que el pastoreo
(Continuación….)
100 Roca expuesta 30 C4 100 100 13
100 Césped 8 C1 - - -
700 Tramos cortos de roca, roca media, roca cuarzo y 15 C5 400 200
arena.
500 Tramos intercalados, roca, roca media, arenisca. 20 -30 C5 200 100 100
300 Roca media 25 C4 250 250
PORCENTAJE DE SENDA 63 30 31
AFECTADA (%)
Tabla 1. Caracterización e impacto del Sendero Villa Alpina – Refugio Moisés López
Las sendas paralelas, son evidentes en el sector del waypoint F33, donde el
anegamiento del área sea probablemente lo que ha motivado la apertura de otras al
costado. Por otro lado, en el waypoint F05, también se observan sendas paralelas
bien definidas en área de pastizal. El 18% de la senda se considera con ancho
excesivo, destacándose que en gran parte trascurre sobre roca expuesta (que en la
mayoría de los casos podría inferirse que la pérdida de suelo ya ha ocurrido en estos
sectores)
La presencia de escalones de erosión muy evidentes en gran parte de los
tramos es lo que ha determinado mayormente la calificación de C5 para un gran
número de los mismos. Cabe notar que aproximadamente 39% de la senda está
afectada por escalones de erosión.
380 F05 Arenisca entre pastizal / Césped. Algo de roca C4 250 200
250 F21 Suelo desnudo, roca, pastizal/césped C3 – C4
(Continuación…)
400 F33 Pastizal, césped. C5 350 35 350 EE:0.5-
0 1.0 / 0101
125 F39 Césped (ciperaceas). Pastizal C5 125 12 125
5
F41 Césped y pastizal C3 – C4 50 EE: 0.5 /
0096
350 Hue4x4 Césped y Pastizal C3 – C4 70 Suelo
anegado.
6020 1470 53 870
5
PORCENTAJE DE
SENDA AFECTADA (%) 24 9 14
Tabla 2. Características y e impacto en Sendero Moisés López – Escalante
PORCENTAJE DE SENDA
23 16 16
AFECTADA (%)
50 028 Roca C4 50 10
(Continuación…)
30 029 Césped 8 SD
(Parche
s)
40 030 Césped, suelo desnudo Roca C5 30 40 EE:0.9
Expuesta
50 Roca C5 50 30 EE:0.3
031 -1.0
340 032 Roca y Pastizal (4m sobre mallin) C4 20 200 EE: 0.5
-0.7
PORCENTAJE DE
SENDA 30 0.4 14
AFECTADA (%)
Tabla 4. Características y e impacto en Puesto González – Cima Champaquí
209 210 Roca rojiza, arenisca 15 (50) C4r 200 AS:4 0012 /
20 (100) Roca 0001
25 (80) rojiza
210 410 Arenisca, sin vegetación, pastizal y césped a los 10 C3r 100 100 0013
costados.
212 600 Roca media, césped bajo 40 (70) C4 50 100 Perdida 0016
30 (100) de suelo
213 870 Roca 25 C3r
216 1620 Cruce aguada, Pastizal poa, roca media 20 (30) C4 10 CA 0024
aceptable
217 1685 Roca y pastizal 55 C3r 20
C4r
219 1945 de
Porcentaje Mallin - Roca C4 100
12 20 12 EE:0.5 – 0026 -
senda afectado 1.00 0028
(%) AS:0.70
220 2075 Cruce de arroyo (cartel), pastizal [cueva de los 45 (70) C3 Senda 0030
pajaritos] poco
distingui
ble
238 2175 Roca, pastizal y suelo orgánico 45 (70) 0072
0069
237 2280 Pastizal y herbáceas C2 0068
0067
236 3000 Pastizal C2 20 EE:1.00 0066
C5 Trans
235 3130 Pastizal (Quebrada) 45 (100) C3 10 EE:0.50 0065
253 (432) Roca media y césped pastoreado 30 (50) C2 15 Mirador [254] 100m2 se 6-8546 [253]
(mulhebergia) 20 (20) C3r arenisca
-15 (50) EE 0.7 7-8547 [255]
-35 (100) AS: 2.0
Porcentaje de 11 7 0
senda afectado
(%)
Tabla 6. Caracterización e impacto en el sendero Bifurcación – Cerro de la Cruz (Continuación…)
Porcentaje
de senda
50 37 63
afectado
(%)
Tabla 6b. Caracterización e impacto en el sendero Cerro de la Cruz (2)
115 Balcón C2
116 C2
4460 Pastizal Festuca C2 IM:0.1
AS:0.7
4490 117 Juntura con senda vehicular C2 Área de acampe:
(Área de acampe) SD(2):10x10
5020 118 Fin zona de acampe. C1 Con vegetación
5200 Huella de camioneta (Pavimento) C1 10 IS: 0.20
5240 Huella camioneta, vegetación C2 10
5410 Roca pavimento C2
5500 Suelo orgánico y rocas 15 (80) C3 20
Tabla 7. Sendero Principal (Continuación…)
LOS
GIGANTES
CHAMPAQUI
V. Alpina – M. 5470 C4 – C5 3420 1600 1700 EE: 63%
López AS: 30%
SP:31%
M. López - 6020 C4 – C5 1470 535 870 EE: 39%
Escalante AS: 18%
SP:23%
Escalante – 602 C3 120 100 100 EE: 23%
González AS: 16%
SP:16%
González – 2508 C3r – C4 760 10 370 EE: 30%
Cima AS: 0.4%
SP:14%
Champaqui
b c
Suma de metros afectados. Porcentaje del total de sendero afectado; EE: Escalones de erosión; AS: Ancho de senda
excesivo; SP/S: Sendero paralelos o sociales. .
Tabla 8. Comparación de los senderos
PROGRAMA DE MONITOREO
Propuesta general
1. Oportunidades de recreación
(Incluyendo factores ambientales y
sociales)
2. Selección de indicadores y
establecimiento de estándares
aceptables
Inventario de condiciones
(Muestreo a campo)
SI NO
3. MONITOREO
Figura 2. Esquema de manejo de las condiciones ambientales de las áreas de uso turístico.
Propuesta de monitoreo
2) Toma de datos
a) Inventario de condiciones
Una vez al año, preferentemente al finalizar la temporada estival3 (Marzo –
Abril), se realizará el monitoreo de todos los circuitos de uso recreativo (en toda su
extensión). Para evaluar el estado de los senderos, se registrará el largo de todo
segmento de más de 10m en Champaquí y Los Gigantes, dentro de los tramos ya
definidos, y de más de 1m de largo en el PNQC, de acuerdo a lo establecido mas
abajo.
Para el inventario de condiciones de áreas de esparcimiento, puntos
panorámicos, miradores se evaluará, si se han abierto más que los que están
establecidos previamente, el porcentaje del total del área que ocupa el mirador o sitio
de esparcimiento desprovisto de vegetación, y la presencia de signos de erosión.
También se evaluará el estado de la las estructuras asociadas a los senderos (tales
como barandas, plataformas, escalones, etc.) en cuanto a la calidad de la función para
lo cual fue implementada, y la calidad visual de la misma.
3
Se considera conveniente tener un registro de las condiciones al final de la temporada de uso a fin de
planear el acondicionamiento de las áreas de uso recreativo para el comienzo de la siguiente
temporada. De esta manera, se asegurará que la temporada comience con estándares adecuados de
condiciones ambientales.
Senderos
Para el muestreo de las condiciones ambientales en senderos, se recomienda
la utilización de la planilla 1, completándola de la siguiente manera:
Con la ayuda de un GPS se localizaran los tramos ya registrados y se medirán
los segmentos en condiciones no aceptables dentro de los mismo. A segmento nos
referimos a tramos de más de 10m de largo en Champaquí y Los Gigantes, y de más
de 1m en el PNQC De esta manera, se registraran las siguientes condiciones
consideradas no aceptables:
Indicadores de Impacto:
- Escalones de erosión (EE): Diferencia entre la superficie del sendero y la
elevación a uno de los costados (a modo de “escalón”) de más de 5cm, y en
donde se evidencia la falta de cobertura vegetal y presenta suelo expuesto.
- Ancho excesivo de senda (AE): considerado como de más de 2 metros en
Champaquí, Gigantes y Senda Principal en PNQC.
- Senderos paralelos o sociales: las sendas paralelas a la principal o
planificada, y las sendas sociales (abiertas por los visitantes y que por lo
general no conducen a ningún sitio).
3) Análisis de datos
Senda EE:
Principal AS:
SP:
Aneg:
LOS
GIGANTES
Rotonda – EE:
Club Andino AS:
SP:
Bifurcación – EE:
entrada senda AS:
SP:
CºCruz
Senda Base EE:
CºCruz AS:
SP:
CHAMPAQUI
V. Alpina – M. EE:
López AS:
SP:
M. López - EE:
Escalante AS:
SP:
Escalante – EE:
González AS:
SP:
González – EE:
Cima AS:
SP:
Champaqui
BIBLIOGRAFÍA
HAMMIT, E.H. & COLE, D.N. 1998. Wildland Recreation. Ecology and Management.
John Wiley & Sons, Inc. New York. 355 pp.
KUSS, F.R., GRAEFFE, A.R., & VASKE, J.V. 1990. Visitor impact management. The
PLanning Framework. Vol 2. National Parks and Conservation Association.
Wash. D.C.
LEONARD, R.E. & PLUNLEY, H..J. 1979. The use of soils information for dispersed
recreation planning. In Recreation Impact On Wildlands. Conference
Proceedings. USFS N-R-6-001. Pp. 130-136.
LEUNG, Y-F., & MARION, J.F. 2000. Recreation Impacts and Management in
Wilderness: A state-of-the-knowledge Review. USDA Forest Service
Proceedings RMRS-P-15-Vol-5.
Clases de condiciones.
PERSONAL CAPACITADO