Sei sulla pagina 1di 2

Spurgeon: ¿cuál es el texto bíblico apropiado?

Marzo 17, 2010 by Allan Román


Allan Román
Tiene un Certificado de Teología de Spurgeon’s College, Londres y
traduce:www.spurgeon.com.mx

Una pregunta que se le presenta al obrero cada vez que ha de compartir la palabra
es: ¿cuál es el texto apropiado? ¿Cómo podría saberlo? El pastor Spurgeon tiene
unos comentarios sumamente útiles al respecto:
“Cuando un versículo se sujeta fuertemente a tu mente y no puedes liberarte de él
con facilidad, no necesitas buscar adicionalmente cuál ha de ser tu tema apropiado.
Como el pez, mordisqueas muchas carnadas, pero cuando el anzuelo te ha
atravesado lo suficiente, ya no discurres más. Cuando el texto se apodera de
nosotros, podemos estar seguros de que lo hemos asido también, y seguramente
podemos dedicarle toda nuestra atención. Podemos usar también otra
comparación: tienes un puñado de textos en tu mano y tratas de separarlos; les
das con fuerza con el martillo pero tu labor es en vano; por fin encuentras uno que
se desmorona con el primer golpe y brilla al disolverse y percibes joyas del más
raro esplendor que resplandecen en su interior. Crece delante de ti como una
semilla fabulosa que se convierte en un árbol mientras el observador la mira. Te
encanta y te fascina, o su peso te lleva a ponerte de rodillas y pone sobre ti la
carga del Señor. Has de saber entonces que éste es el mensaje que el Señor quiere
que entregues; y, sintiendo esto, estarás tan atado por esa escritura que no
tendrás descanso hasta no haber entregado toda tu mente a su poder, y hasta no
haber hablado sobre ella según el mensaje que te dé el Señor. Espera que te sea
dada esa palabra elegida aun si tienes que esperar hasta una hora antes del
servicio”.
No sólo recomienda esperar la guía del Espíritu Santo, sino que aconseja mucha
oración solicitando esa guía: “Clamen a Dios”, -declaraba Spurgeon- “busquen a
Dios en oración para la elección de un pasaje”. Ampliando el tema, Spurgeon decía:
Oren acerca de la Escritura; es como pisar las uvas en el lagar, como trillar el grano
en la era y como quitarle la escoria al oro. La oración es dos veces bendita; bendice
al predicador que suplica y al pueblo al que ministra. Cuando te viene tu texto en
respuesta a tu oración, será muchísimo más apreciado por ti; vendrá con un sabor
divino y con una unción completamente desconocidos para el orador formal para
quien un tema da lo mismo que otro”.
Entonces debemos confiar en el Espíritu Santo para elección del texto. También
debemos orar y la oración debe ser ferviente y persistente. ¿Qué más se requiere?
La confianza en el Espíritu Santo y la oración pidiendo la guía no deben volver
perezoso al predicador. No se trata solamente de: ‘Abre su boca y el Señor la
llenará’. Tiene que estudiar duro: tiene que hacer uso de libros, de comentarios,
pero sobre todo tiene que hacer una concienzuda lectura de la Biblia. Éstas son las
sugerencias que nos proporciona el pastor Spurgeon:
“Yo recomiendo que se acuda una y otra vez a la propia Palabra de Dios, y que se
lea un capítulo, y que se ponderen sus versículos, uno por uno; también se puede
seleccionar un solo versículo y aplicarle toda la atención de la mente. Pudiera ser
que no encuentre su texto en el versículo o en el capítulo que lea, pero debido a
que su mente está involucrada activamente en temas santos, le vendrá la palabra
que necesita”. Esto, obviamente, es lo que el propio pastor Spurgeon hacía.
Spurgeon leía y estudiaba varios capítulos de la Palabra de Dios diariamente, y leía
la Biblia completa al menos una vez al año. Ya hemos visto en un artículo anterior
que Spurgeon consideraba que la Biblia es el libro de texto del cristiano. También lo
es para el ministro cristiano. Aunque el ministro cristiano puede tener su pequeña
biblioteca conformada por los ‘clásicos’ cristianos y por comentarios bíblicos, debe
recordar que cuando “el hambre de libros sea grande en la tierra”, “hay un libro
que todos ustedes tienen, y que es su Biblia”. Spurgeon describía al ministro con su
Biblia como “David con honda y piedra… plenamente equipado para la reyerta.
Nadie puede decir que no cuenta con un pozo del cual sacar mientras las Escrituras
estén a su alcance. En la Biblia tenemos una biblioteca perfecta y quien la estudia
cabalmente será un mejor letrado que si hubiera devorado todos los volúmenes de
la Biblioteca de Alejandría. Entender la Biblia debe ser su ambición”.
Para terminar les dejo este dato interesante: el pastor Spurgeon conoció a un
ministro que había aprendido tan bien la Biblia que llegó a ser “una concordancia
andante” que podía darles el capítulo y el versículo de cualquier pasaje citado, o
viceversa, cuando se le mencionaba el capítulo y el versículo, podía citar el texto de
memoria. Sería difícil emular a ese ministro pero alguien podría intentarlo. Pero al
menos podríamos conocer el contenido de cada libro, los detalles de sus historias,
sus doctrinas, sus preceptos y los detalles principales de cada libro.

extr. de
http://www.biblia.com/spurgeon-¿cual-es-el-texto-biblico-apropiado/

Potrebbero piacerti anche