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INTRODUCCIÓN
Una de las características de los seres humanos es que tenemos conciencia del
tiempo. Sabemos que nuestra existencia se desarrolla en una línea temporal de
alcance finito; vivir implica avanzar siempre hacia ese límite. Vivir significa atravesar el
tiempo. Estar en la vida, mientras tanto, supone ser atravesado por el tiempo siendo
testigos de los cambios y transformaciones que van ocurriendo en nosotros, en los
otros y en la misma sociedad.
El paso del tiempo va dejando huellas sobre nuestra corporeidad, nuestro
psiquismo, nuestros vínculos. El paso del tiempo pone en evidencia procesos de
crecimiento orgánico, de maduración bio-psicológica, de logros y conquista de roles y
posiciones dentro de la sociedad. En fin, no podemos comprender la magnífica y
compleja transformación que se produce a partir de nuestra concepción, sin apelar al
tiempo como soporte en el que podemos desplegar nuestro potencial humano.
A lo largo de la historia, el interés del hombre por conocer y explicar los
procesos de cambio y transformación de lo humano se ve reflejada en fábulas, mitos,
creencias religiosas, teorías filosóficas y científicas. A partir del siglo XIX con la
constitución de la psicología como disciplina científica, comenzaron a realizarse
estudios sistemáticos que dieron lugar al nacimiento de la psicología evolutiva. No
obstante, diversas razones hicieron que esta rama de la psicología se dedicara a los
primeros años de vida y a la adolescencia y tuviera escasa consideración por otras
momentos de la vida. Una de las razones más influyentes ha sido el peso de la
concepción biologicista propia de la época que suponía que los procesos madurativos
(no sólo biológicos sino también psicológicos) se completaban al alcanzar la juventud.
Desde posturas más críticas, se sostiene que este interés de la psicología
evolutiva por las edades más tempranas tiene su raíz en el interés socio-político de la
cultura occidental de disponer de mayor cantidad de conocimientos para poder diseñar
tecnologías e instituciones sociales que permitan su colonización subjetiva, con el fin
de hacer de ellos miembros obedientes y productivos de la sociedad capitalista. Ese
planteo se sostiene en una concepción ternaria de la vida (vigente hasta fines del siglo
XX) en la que la infancia y la adolescencia son períodos de preparación y formación
para el futuro; la juventud y la adultez son períodos de productividad biológica, social y
cultural; y la vejez un período de declinación y muerte.
Pretendemos que el texto sirva como una guía para que los lectores puedan
profundizar su conocimiento de los cambios psicológicos que ocurren en diferentes
momentos de la vida. Sabemos que el contenido de esta obra hará que el lector no
pueda adoptar una perspectiva de extrañamiento y de pasividad; el proceso de lectura
promoverá la revisión, la evaluación y la anticipación acerca de su propio proceso de
desarrollo. Los alcances de este texto no se limitan, por lo tanto, solamente a ofrecer
información sistematizada sobre el proceso evolutivo, ni sobre alguno de sus ciclos en
particular, sino que además intentan aportar herramientas que le permitan a los
lectores revisar y regular de un modo más conciente sus procesos de desarrollo.
Para el desarrollo de esta Unidad vamos a trabajar sobre los dos primeros
capítulos. El propósito de esta primera unidad es caracterizar el desarrollo evolutivo
desde una perspectiva psicológica o, más precisamente, focalizar el objeto de estudio
de la psicología del desarrollo. Como se verá a continuación, el campo de
conocimientos encargado de explicar los cambios y transformaciones que se producen
en el curso del desarrollo se ha constituido a lo largo de los dos últimos siglos,
configurándose disciplinarmente como Psicología Evolutiva, y reconceptualizada
contemporáneamente como Psicología del Desarrollo. Esa transformación disciplinar
ha sido producida por un conjunto de transiciones conceptuales y por cambios de
perspectivas; tanto en lo relativo al objeto de estudio, los métodos de investigación, los
supuestos básicos relativos al desarrollo, el cambio evolutivo y el sujeto, entre otros
aspectos relevantes.
La investigación científica se basa en la utilización de modelos teóricos en base
a los cuales se elaboran teorías que explican aspectos más particulares del objeto de
estudio. En el campo de la psicología evolutiva se pueden identificar tres modelos
generales que han dado origen a explicaciones generalmente antagónicas sobre el
desarrollo humano. En el capítulo 1 se caracterizan brevemente los modelos
mecanicista, organicista y contextual-dialéctico; focalizando este último por ser el de
más amplia utilización en la investigación psicológica contemporánea y, además,
porque en él se basa el Enfoque del Curso Vital.
En el capítulo 2 se presenta el Enfoque del Ciclo Vital, que constituye la matriz
teórica que sostiene la mayor parte de la producción contemporánea de Psicología del
Desarrollo. El mismo, ofrece una serie de principios explicativos de carácter
multidisciplinario que conforman una referencia ineludible para pensar y describir el
desarrollo humano a lo largo del Curso de la Vida, obligándonos a replantear nuestras
concepciones provenientes de la Psicología Evolutiva tradicional. El capítulo finaliza
con una síntesis en la que se explicita la concepción de desarrollo psicológico, su
dinámica y estructuración a lo largo de la vida. Este posicionamiento delinea la trama
conceptual básica sobre la que se estructura el texto y que será desplegada en los
siguientes capítulos, cuando se aborden diferentes aspectos del desarrollo.
Capítulo 1:
La psicología del
Desarrollo
NUESTROS PROPÓSITOS
Capítulo 1
La Psicología del Desarrollo
Mecanicista
Leyes universales y normativas
El breve panorama que hemos trazado nos permite observar que a lo largo
del siglo XX la psicología evolutiva ha progresado hacia una visión más
comprensiva y totalizadora del desarrollo humano. Estos avances no sólo se
relacionan con la evolución de la disciplina, sino también por la extensión del Curso
Vital -motivado tanto por causas demográficas como por el impacto de las
tecnologías sanitarias- generando nuevos intereses acerca de la adultez y la vejez,
temáticas que llevaron a un profundo replanteo de las concepciones tradicionales
del estudio del cambio evolutivo a nivel psicológico.
La ampliación de los conocimientos producidos por la psicología evolutiva a lo
largo del siglo XX derivó en la emergencia de nuevos criterios en la
conceptualización del desarrollo y en la explicación del cambio evolutivo a lo largo
de todo el Ciclo Vital.
En las últimas décadas, la psicología del desarrollo se ha interesado por todo
el ciclo vital, otorgándole mayor importancia al cambio social e histórico en el
desarrollo individual. De ese modo, el sujeto es estudiado a lo largo de todo el curso
de su existencia, interpretando el cambio como una evolución constante íntimamen-
te ligada a los contextos, con los que mantiene una relación de recíproca interde-
pendencia e interrelación.
Capítulo 2:
El enfoque del
curso vital
deDesarrollo
NUESTROS PROPÓSITOS
Una vez que hayamos comprendido estos conceptos básicos de este enfoque
podremos comprender el carácter complejo, multidimensional y dinámico del
desarrollo humano y estaremos en condiciones de comprender el significado que
para la psicología actual tiene el desarrollo como proceso de cambio evolutivo
básico y constitutivo de la experiencia humana. Por ello, en el final del capítulo
encontrará un último eje conceptual denominado:
Capítulo 2
El Enfoque del Curso Vital
Problemas de la Psicología
del Desarrollo: Concepto de Desarrollo
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