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I. INTRODUCCIÓN
I. INTRODUCCION
La técnica de rotaciones de cultivos anuales fue presentada y discutida "en terreno" en el GTT en
Rotaciones durante el año 2004, conformado en inicio por 18 productores, con una superficie en
producción de cultivos anuales de 20.000 hectáreas. En las actividades grupales y durante el Día de
Campo, realizado en el Centro Experimental Carillanca, de Instituto de Investigaciones
Agropecuarias, Temuco, se consideraron los aspectos generales positivos al utilizar secuencias de
cultivo que la investigación nacional y extranjera señala como las mas apropiadas para producir
trigo, lupino, avena, arveja, maíz, cebada entre otras especies anuales, de tal forma que al entregar
productos o materias primas a las plantas elaboradores de alimentos principalmente para salmones,
éstas, actores de la cadena agroalimentaria estuvieran seguras que compran un grano con
trazabilidad, bajo normas de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA's), características que las rotaciones
ayudan a definir y conseguir.
Es por tanto la misión de esta publicación orientar, informar a productores, empresarios, estudiantes
de pre y postgrado en Ciencias Agrícolas y afines sobre el uso de las rotaciones, sus objetivos,
alcances en la producción como técnica agronómica, y efectos en las proyecciones económicas-
financieras de la empresa agrícola. Con la información en esta publicación no se pretende “dar
recetas” de cuando, como y donde practicar rotaciones, sino que se da a conocer los fundamentos,
principios y reglas generales de la producción cultivos anuales a través del tiempo, aprovechando
las diferencias entre las especies, lo que se traduce en resguardo de la calidad de la producción, del
suelo, menores costos. Esta publicación se presenta en ocho capítulos, conclusiones y sumario,
anexos y un glosario para la comprensión del público general.
Las especies y variedades de cultivos anuales que se incluyen en las rotaciones son diferentes según
la zona en que se practiquen. Los principales factores que determinan la adaptación de las especies
y de las variedades son el clima y el suelo. Para tipificar las rotaciones que se realizan en Chile, se
han caracterizado en el capítulo II, macro ambientes o zonas agroecológicas según clima, tipo de
suelo y topografía que apoya el principio de elección, diversidad y adaptación de especies en la
producción agrícola . En el capítulo III, se explica el concepto y desarrollo de la rotación de cultivos
desde inicios de la agricultura en el país, los modelos existentes esto es, su estructura de acuerdo a
la intensidad de uso del suelo, tipo de clima de manera de combinar el potencial de los recursos
naturales y el potencial productivo de las diferentes especies agrícolas. Se define además la
terminología relacionada con la estructura de la rotación, la que se utiliza a través de los diferentes
capítulos.
El uso intensivo del suelo, los paquetes tecnológicos asociados y la ausencia de modelos de
sucesión de cultivos o rotaciones adecuadas han afectado negativamente la calidad ambiental y en
especial las propiedades del suelo disminuyendo su capacidad para conservar materia orgánica y
entregar nutrientes a las plantas. Estos aspectos negativos de la carencia de las rotaciones en un
sistema de producción agrícola y sus efectos ambientales generales son expuestos en el capítulo IV.
Concurrentemente el capítulo V indica cuantitativamente los efectos positivos del uso de rotaciones
en los aspectos fitosanitarios y nutricionales en un sistema de producción.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
Fundación Chile. Santiago, Chile 91 p.
Esta publicación busca orientar en las decisiones de uso de la tierra, tales como el uso de las
rotaciones de cultivo.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
Fundación Chile. Santiago, Chile 91 p.
Las especies y variedades de cultivos anuales que se incluyen en las rotaciones son diferentes según
la zona agroecológica en que se realicen. Los principales factores que determinan la adaptación de
las especies y de las variedades son el clima y el suelo. Para tipificar las rotaciones que se realizan
en Chile, se han caracterizado macro ambientes según clima, tipo de suelo, topografía y producción
agrícola (Silva y Acevedo, no publicado). La actividad agropecuaria se realiza en Chile
principalmente entre los paralelos 32° y 42° Latitud Sur. En esta área, de aproximadamente 1.000
Km de longitud, se distinguen cinco zonas agroecológicas (Figura 1):
6,0). Tienen textura franco arcillo arenosa a arcillosa en superficie, un subsuelo arcilloso de
permeabilidad lenta y un substrato de roca descompuesta con escasa cohesión, características que
favorecen el escurrimiento superficial de agua y la formación de cárcavas y canalículos activos de
erosión.
La agricultura es de secano. Los cultivos principales son trigo harinero y avena. En menor cantidad
se cultivan leguminosas como garbanzo, chícharo y lenteja. Destacan las rotaciones trigo-avena,
trigo-garbanzo, trigo-chícharo y trigo-lenteja. El barbecho, como práctica de dejar una temporada o
más el suelo sin cultivar es practicado en esta zona estimándose que existen 37.518 has bajo este
manejo, siendo la rotación trigo-barbecho la más común. El rubro importante de la zona es la
ovejería, que utiliza praderas naturales permanentes y en rotación con trigo.
Los suelos aluviales de textura gruesa (suelos arenales) se ubican a orillas del río Itata y Laja (VIII
Región), y se extienden hacia el sur hasta del río Renaico. La densidad aparente es de 1,4 g/cm3 y
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tienen muy baja retención de agua, entre 2,5 y 5%. El agua aprovechable está entre 128 y 211 m3/ha
en los primeros 30 cm de suelo, tienen bajos contenidos de materia orgánica (1,5%) y el pH es 6,2
a 6,5 (Del Pozo y del Canto, 1999).
Los trumaos del valle central (Arrayán), se encuentran al oriente de Chillán y Los Angeles. Son
suelos de origen volcánico, profundos, de textura media. La densidad aparente es baja, 0,8 g/cm3,
tienen alrededor de un 23% de retención de agua en los primeros 30 cm. El agua aprovechable es
de 552 m3/ha. El pH varía de 5,8 a 6,2, la materia orgánica es alta (13%). Tienen niveles bajos a
medios de fósforo, altos en potasio y adecuados en calcio (Del Pozo y del Canto, 1999).
La zona Central de Riego es la zona que presenta el mayor potencial productivo para cultivos
intensivos. Los principales cultivos anuales son: trigo, maíz, remolacha, arroz, frejol, papa,
maravilla, cebada y avena. Destaca la rotación trigo-maíz y trigo-frejol (Novoa et al, 1991) en la
RM y VI, mientras que para la VII y VIII destaca la rotación trigo-remolacha. Los cultivos anuales
son intercalados con praderas mixtas (leguminosas-gramíneas) o con alfalfa
El clima del sector oeste de esta zona, situada entre 300 y 600 m.s.n.m. corresponde a mediterráneo
temperado (Agroclima Precordillera baja) con una pluviometría anual promedio que varía entre
1100 a 1200 mm. La temperatura media anual es de 14 °C. La temperatura media máxima del mes
más cálido de 28,8 °C y la media mínima del mes más frío de 3,5 °C. El período libre de heladas es
de 5 meses. El clima del sector este de esta zona, situada a una altitud mayor a 600 m.s.n.m., inicios
de precordillera, corresponde a un mediterráneo frío (Agroclima Carillanca) con pluviometría anual
mayor a 1.200-1.300 mm. Las precipitaciones entre marzo y agosto constituyen entre el 69 y 79%
del total anual, en los diferentes sitios. El déficit hídrico es de 3 a 4 meses. La temperatura media
anual es de 12,5 a 13,9°C. La temperatura media máxima del mes más cálido varia entre 27 y 29°C
y la media mínima del mes más frío entre 2,9 y 4,8 °C. El período libre de heladas es de 3 a 4 meses
en los sitios sobre los 400 m.s.n.m. (Novoa y Villaseca, 1989).
La agricultura es fundamentalmente de secano, siendo los cultivos principales: trigo, avena, lupino,
raps, cebada y lenteja. Destaca la rotación trigo-avena, trigo-lupino y en menor magnitud trigo-raps.
La ganadería está constituida por ovinos y bovinos, que utilizan praderas naturales permanentes y
en rotación con trigo. También existen praderas sembradas de trébol subterráneo y ballica perenne,
pero en menor superficie.
El clima en el sector norte de esta zona corresponde a un mediterráneo marino (Agroclima Angol)
con una precipitación anual de 800 a 1.100 mm, siendo el mes de junio el mas lluvioso con 225
mm. La temperatura media anual es de 13,3 ºC con una máxima media de enero de 28 ºC y una
mínima media del mes mas frío (agosto) de 4 ºC. El período libre de heladas es de 6 meses,
noviembre a abril, inclusive. El clima en el sector sur de esta zona es mediterráneo marino
(Agroclima La Unión). La pluviometría anual es de 1.100 a 1.500 mm, que se concentran en otoño
e invierno. El déficit hídrico es de 3 a 4 meses. La temperatura media anual fluctúa entre 11,4 y
12,3 °C. La temperatura media máxima del mes más cálido varia entre 19,0 y 23,8 °C y la media
mínima del mes más frío entre 6,5 y 3,2 °C. El período libre de heladas en los sectores de menores
altitudes, es de 5 a 6 meses (Novoa y Villaseca, 1989).
La agricultura del Secano Interior Sur incluye los cultivos de trigo, papa, avena, lupino, destacando
la rotación trigo-avena, trigo-papa y trigo-lupino. Existen alrededor de 227.000 ha de praderas
naturales, siendo la rotación trigo-pradera la más utilizada. El barbecho en esta zona ocupa una
superficie menor, de 13.890 ha.
El clima corresponde a marino fresco (Agroclima Loncoche y Purranque). Aún cuando existe
lluvia todo el año, del orden de 1.500 a 2.100 mm, ésta disminuye en verano, determinando 3 a 4
meses sub-húmedos. La temperatura media anual fluctúa entre 12,5 y 10,9 °C. La temperatura
máxima media del mes más cálido varia de 21,4 a 27,1ºC y una mínima media del mes más frío
entre 3,0 y 3,3 ºC. El período libre de heladas es de 3 a 4 meses (Novoa y Villaseca, 1989).
en la zona es el agrícola destacando los cultivos de trigo harinero y papa en rotación con praderas
o arveja.
La práctica de cultivar dos o mas especies vegetales en una misma superficie se denomina
genéricamente policultivos (Kass, 1978). Este no es un concepto nuevo, sino una técnica de
intensificar la agricultura desde hace siglos que busca maximizar la productividad por unidad de
superficie en cada temporada agrícola (ASA, 1976). La forma o método de utilización agrícola del
suelo en la forma mas eficiente donde se desarrolla un sistema de producción depende de las
características y variaciones del suelo y del clima. En zonas donde el clima y el suelo son más
favorables para la producción de cultivos, los sistemas son más complejos debido al mayor número
de cultivos que se pueden elegir. Así en Argentina, Brasil, México y algunos estados de
Norteamérica, ambientes en los cuales no existen problemas de heladas y hay agua suficiente se
practica el cultivo intercalado o el cultivo de relevo, forma de policultivo que consiste en la siembra
simultánea o de reemplazo de dos especies en una misma temporada agrícola, lo que significa que
pueden realizarse dos cosechas al año, una de cada especie.
Dadas las características del clima de la superficie dedicada a la producción de cultivos anuales en
Chile, se practica “ la rotación” como otra forma de policultivo, que consiste en producir especies
vegetales en secuencia en un mismo lugar (Yates, 1954). La sucesión de diferentes especies en el
mismo suelo a través del tiempo, generalmente año a año, caracteriza la agricultura chilena, siendo
común que se obtenga sólo una cosecha al año o temporada agrícola. En casos especiales se obtiene
dos cosechas al año, en específico en la Zona Norte (IV Región, que en este trabajo no se incluye) a
VI Región.
Las rotaciones en Chile comenzaron a ser utilizadas tan pronto los colonos desmontaron el bosque y
habilitaron suelo para la agricultura y ganadería, aproximadamente desde la segunda mitad del siglo
XIX. Desde entonces el método de siembra preparación y manejo del suelo para cultivos de granos,
papas y forrajes consistió en la eliminación de los residuos de la superficie con el uso de fuego y la
posterior inversión de sus capas más superficiales. Se iniciaron así los procesos de erosión y
acidificación que han afectado y comprometen la calidad del suelo.
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1. Modelos extensivos
El primer tipo de rotación de cultivos practicado en Chile fue la sucesión barbecho-trigo, práctica
común utilizada en la producción de cereales en zonas semiáridas y templadas con una pluviometría
suficiente para satisfacer los requerimientos de agua del trigo. En la zona sur, el trigo se alternaba
con la papa (Cuadro 1a)
El barbecho consistía en dejar el suelo invertido, sin producción, desde la cosecha del trigo o papa
por un período de un año o a veces hasta dos o más años. El suelo al cabo de un año de barbecho, si
no era sembrado con otro cultivo, se cubría de vegetación natural y/o malezas que constituye lo que
hoy reconoce como, pradera sucesional o natural (P. Natural), recurso que aún utiliza la agricultura
campesina de la zona centro sur y sur del país. Este es el modelo extensivo de rotación, en el cual el
suelo no estaba sometido a intervención continua o intensiva año tras año.
Cuadro 1a. Algunas rotaciones extensivas practicadas en Chile en los inicios de la agricultura
(1900-1940) por zona agroecológica y de producción.
ZONA AGROECOLOGICA "MODELOS" EXTENSIVOS (AÑOS)
ZONA CENTRAL 1 2 3 4 5 6 7 .....n
RIEGO P.Natural barbecho trigo barbecho trigo barbecho P.Natural P.Natural
P.Natural barbecho trigo P.Natural P.Natural P.Natural P.Natural P.Natural
PRECORDILLERA 1 2 3 4 5 6 7 .....n
Centro-Sur barbecho papas trigo P.Natural P.Natural barbecho papas P.Natural
papas P.Natural P.Natural P.Natural P.Natural P.Natural trigo P.Natural
2. Modelos semi-intensivos
La necesidad de intensificar y diversificar la producción agrícola para satisfacer los requerimientos
de alimentos y fibras de la creciente población del país derivó en nuevas secuencias de distintos
cultivos en el tiempo. La práctica del barbecho fue cambiando tanto en duración como en superficie
y en estos modelos de rotaciones “mas tecnificadas”, la duración del barbecho disminuyó de uno a
dos años a un período comprendido solo entre los meses de febrero a mayo para siembras de
invierno.
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En las décadas de 1970 y 1980, las Universidades e INIA definieron nuevas rotaciones, modelos
semi-intensivos de uso del suelo, que comprenden una fase praderas y una fase cultivos anuales,
aumentando la intensidad de uso del suelo a través del tiempo, optimizando el rendimiento del trigo
y ajustándose en el tiempo a los cambios de precios y mercado de los granos (Cuadro 1b). Este tipo
de rotación tiene una duración que varía entre dos o mas años de pradera y desde uno a tres años de
cultivos anuales.
Cuadro 1b. Algunas rotaciones practicadas en Chile desde los inicios de la intensificación de la
agricultura (1960-1980) por zona agroecológica y de producción.
ZONA
AGROECOLOGICA MODELOS SEMI-INTENSIVOS (AÑOS)
ZONA CENTRAL 1 2 3 4 5 6 7 ....n
RIEGO alfalfa alfalfa alfalfa alfalfa remolacha trigo maíz alfalfa
Tr. rosado Tr. rosado Tr. rosado Tr. rosado remolacha trigo maíz Tr. rosado
Tr. rosado Tr. rosado remolacha trigo Tr. rosado Tr. rosado remolacha trigo
Tr. rosado Tr. rosado maíz trigo Tr. rosado Tr. rosado maíz trigo
Tr. rosado Tr. rosado frejoles trigo Tr. rosado Tr. rosado frejoles trigo
PRECORDILLERA 1 2 3 4 5 6 7 ....n
(Centro) P. Natural P. Natural P. Natural P. Natural trigo P. Natural P. Natural P. Natural
Tr. Subt Tr. Subt Tr. Subt Tr. Subt trigo Tr. Subt Tr. Subt Tr. Subt
P. Natural P. Natural P. Natural avena trigo P. Natural P. Natural P. Natural
PRECORDILLERA 1 2 3 4 5 6 7 ....n
(Sur) P. Artif P. Artif P. Artif P. Artif Trigo P. Artif P. Artif P. Artif
P. Artif P. Artif P. Artif Avena Trigo P. Artif P. Artif P. Artif
(1)
P. Artif P. Artif Avena Raps/Leg. Trigo P. Artif P. Artif Avena
Un modelo semi-intensivo recomendado ampliamente por INIA desde los años ochenta consistió en
una rotación con una duración o ciclo de la sucesión de cinco años. En este modelo, (1), en el
cuadro 1b, la fase pradera tiene generalmente dos años de duración, dependiendo de la persistencia
de la especies forrajeras utilizadas y una fase de cultivos anuales de tres años. Un ciclo de esta
rotación contempla la sucesión: pradera dos años, avena seguida de leguminosa de grano o raps,
luego trigo el quinto año. En este tipo de rotación el triticale y la cebada pueden ser incluidos en
reemplazo del trigo. Al término del quinto año, se completa el ciclo de la rotación, sembrando una
nueva pradera que marca el inicio de un nuevo ciclo. La especie que comienza la fase de cultivos
anuales (después de la pradera), avena, se denomina cultivo “cabecera de rotación”. Teniendo al
trigo como el cultivo principal del modelo, el cultivo sembrado el año anterior a éste (raps o
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leguminosa) se denomina precultivo (pc) y el cultivo sembrado dos años antes (avena) es el pre-
precultivo (ppc), definición y nomenclatura adoptada por Universidades e INIA.
3. Modelos intensivos
Debido al cambio paulatino en el valor de mercado de los granos y de la leche y carne desde fines
de la década de los ochenta, los productores rediseñaron la rotación semi-intensiva (Cuadro 1b) en
un modelo intensivo (Cuadro 1c).
Cuadro 1c. Algunas rotaciones intensivas practicadas en Chile (1980-2005) por zona agroecológica
y zona de producción.
PRECORDILLERA 1 2 3 4 5
RIEGO, Sur (*) papas remolacha trigo avena trigo
papas remolacha trigo avena raps
PRECORDILLERA 1 2 3 4
SECANO Centro Sur y Sur trigo raps avena leguminosa
trigo avena raps trigo
trigo avena lupino trigo
avena raps trigo
avena lupino trigo
SECANO INTERIOR 1 2 3 4
Sur avena lupino trigo avena
avena trigo lupino trigo
avena lupino trigo cebada
avena raps trigo cebada
PRECORDILLERA 1 2
Y SECANO INTERIOR avena trigo
Sur lupino trigo
* Al existir riego se desarrollan estas rotaciones en las regiones VIII y IX.
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El modelo intensivo se utiliza en predios orientados a la producción de granos, con solo la fase de
cultivos anuales no contando con la fase de praderas. Los modelos intensivos para suelos con riego,
capacidad de uso Clase Ir, IIr, y Clase III incluyen papas, remolacha, trigo, avena, trigo, maíz y
frejoles. En suelos de secano incluyen raps, lupino, trigo, avena, cebada y triticale, todos en sistema
de manejo de suelos con inversión. Para suelos bajo cero labranza pueden practicarse para la clase
IV de moderada pendiente.
La intensificación de los sistemas de producción ha provocado una alteración de los ciclos naturales
de nutrientes (Doran, 1980, Doran et al 1984, Scott et al, 1987), lo que significa una menor entrega
de éstos desde la fracción orgánica limitando su fertilidad, aumentando la compactación del suelo lo
que coadyuda a un aumento del escurrimiento superficial de agua, afectando negativamente la
capacidad de retención de agua por el suelo y el uso eficiente del agua (Linn and Doran, 1984). Por
otra parte, el enfoque agronómico de las últimas décadas no ha demandado mayor eficiencia en el
uso de insumos como nutrientes, agua y otros recursos. Por ejemplo, no ha considerado con
suficiente énfasis la residualidad de las formas inorgánicas de los nutrientes en el suelo provenientes
de diferentes fuentes: fertilizantes; fijación biológica y de residuos vegetales.
Desde la década de 1980 ha aumentado el uso de fertilizantes comerciales en la producción agrícola del
país. Es así , por ejemplo, que el uso de nitrógeno (N) ha aumentado en 183%, el uso de fósforo (P2O5)
en 100%, y el uso de potasio (K2O) sobre 83%. La fertilización NPK representa un 46,3% de los costos
directos de producción, tanto para las siembras de invierno como para las de primavera; y de éste
aproximadamente el 50% corresponde al fertilizante nitrogenado (Urquiaga y Zapata, 2000). Esto, está
provocando un aumento de los costos de producción y disminución del retorno marginal.
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El recurso suelo es frágil y vulnerable, a veces dañado irreversiblemente cuando ha sido utilizado a
un grado de intensidad mayor que su capacidad de uso. De esta manera, su capacidad productiva
está limitada por su manejo, por lo se necesita cada vez un mayor aporte energético y químico para
lograr un nivel de producción acorde a las necesidades de alimentos, siempre crecientes. Como
consecuencia la relación insumo/producto de los suelos dañados o degradados tiene un valor más
alto que el promedio (Natl. Res. Counc., 1991). Es así que la producción de cultivos anuales en
Chile como en la generalidad de los países con actividad agrícola y exportadora de alimentos, se
caracteriza por (i) existir productos de precios fluctuantes y bajos; conjuntamente con (ii) altos
costos de producción, (iii) ejercer una presión creciente y amenazante sobre la calidad ambiental, en
especial del recurso suelo.
La intensificación del uso del suelo, aun cuando es “no sustentable” en el largo plazo, ha derivado
en una agricultura exitosa en aumentar el rendimiento de los cultivos anuales. Los rendimientos
medios alcanzados en Chile con estos cultivos están dentro de los más altos del mundo: trigo 45,7
qq/ha, maíz 110,7 qq/ha, avena 43,9 qq/ha, lupino 27,2 qq/ha, raps 36,5 qq/ha, cebada 48 qq/ha
(ODEPA, 2004). Existe, sin embargo, un costo ambiental asociado a la intensificación del uso del
suelo, a la falta de rotaciones adecuadas y a malas prácticas de labranza. Esto se ha manifestado en
erosión y aumento del CO2 ambiental como producto del uso indiscriminado de la quema de
rastrojos y de inversión de la capa superficial del suelo (aradura) y consecuente oxidación de la
materia orgánica, pérdidas de carbono del suelo, acidez del suelo asociada al uso de fertilizantes
amoniacales y contaminación de suelos y aguas por uso excesivo de fertilizantes y pesticidas.
La rotación es una práctica agronómica que busca la optimización del uso de los recursos agua y
nutrientes por parte de los cultivos. La alternancia de especies con diferente hábito de crecimiento,
precocidad, sistema radical (profundidad, masa, longitud, capacidad exploratoria), uso de agua y
nutrientes, resistencia a enfermedades, diferentes habilidades de competencia y asociación con
malezas produce un mayor equilibrio de la biodiversidad (microorganismos, banco de semillas,
insectos) y de las características químico-físicas del suelo. Esto conduce a una combinación de
factores abióticos (suelo y clima) y bióticos (enfermedades, plagas de insectos y malezas) que
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favorece el crecimiento y desarrollo de las plantas de interés económico (Karleen et al, 1991,
Karleen et al, 1994).
El hongo Gaeumannomyces graminis var. tritici, causante del “mal del pie” en algunos cereales de
invierno, particularmente trigo y cebada, es un patógeno peligroso que se acentúa en trigos de
invierno que siguen a un cultivo de cereal. En el noroeste de los Estados Unidos, la inclusión de
arveja o lenteja por sólo un año en la secuencia de cultivos, es generalmente suficiente para reducir
el inóculo del hongo a niveles seguros para el cultivo de trigo que sucede (Cook, 1986). La
experiencia es similar en Australia, donde el rendimiento de trigo cultivado después de lupino ha
superado notablemente el rendimiento de trigo después de trigo en ambientes donde la incidencia
del mal del pie es importante (Nelson and Delane, 1991). En consecuencia, en Australia se
recomienda la rotación con lupino o arveja para el control de esta enfermedad radical, enfatizándose
la necesidad de que la leguminosa crezca libre de gramíneas para ser efectiva como cultivo que
rompa el ciclo.
Así como hay experiencias respecto de que la inclusión de leguminosas en las rotaciones disminuye
la incidencia del mal del pie en cereales, también hay evidencia que respalda que este efecto
también se observa con otras enfermedades. Es así como Cook (1986) señala que las leguminosas
en la rotación también pueden disminuir la incidencia de Cephalosporium, otro patógeno radical
importante en monocultivo de trigo invernal en el noroeste de los Estados Unidos.
Asimismo, en New South Wales, Australia, Felton et al. (1998) observaron una drástica
disminución de la incidencia de pudrición de la corona ocasionada por Fusarium graminearum
Schwabe Group 1, aún bajo condiciones de mayor disponibilidad de agua, cuando el trigo seguía a
un cultivo de garbanzo. Esta es una de las enfermedades más importantes en la región cerealera del
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Igualmente, Wilson and Hamblin (1990) observaron que el lupino previo al trigo, produce un efecto
“limpiador” de la pudrición radical común causada por el hongo Bipolaris sorokiniana (Sacc.)
Shoem. Esta enfermedad es de ocurrencia mundial, pero particularmente importante en Queensland,
Australia, y en Canadá
La rotación lupino-trigo beneficia a ambos cultivos, ya que no sólo mejora la sanidad del trigo, sino
que también ayuda al control de enfermedades del lupino como la pudrición radical y “mancha
café” causados por el hongo Pleiochaeta setosa.
La rotación con lupino, arveja o haba es efectiva en reducir la incidencia de Pratilenchus spp.
(Loughman et al., 1998). Las lesiones de raíces provocadas por éste y otros nematodos son un
problema recurrente en cultivos de trigo y cebada en Australia.
2. Control de malezas
El número total de especies de malezas presentes en un suelo depende en gran medida del sistema
de cultivo, siendo usualmente menor (10 a 15 especies) en sistemas intensivos y altamente
productivos con una baja diversidad de cultivos en la rotación. El número de especies aumenta
(llegando a 50 o más especies) en suelos cultivados en forma extensiva en que usualmente se
practican rotaciones altamente diversificadas o que incluyen un mayor número de cultivos.
Sin embargo, las rotaciones de cultivo disminuyen la incidencia de algunas especies de malezas
nocivas. Por ejemplo, en la zona Central de Riego de Chile, el trigo al igual que otros cereales de
invierno disminuye la presencia de maicillo, correhuela u otras malezas altamente competitivas a
los cultivos de primavera-verano. Este tipo de malezas disminuye su incidencia debido a que en
septiembre-octubre, meses en que comienzan su crecimiento, el trigo cubre totalmente el suelo,
interceptando el paso de la luz. Su disminución favorece a los cultivos de primavera como frejol,
maravilla o maíz.
La presencia de leguminosas de grano en rotación con cereales podría ayudar, además, a retardar la
aparición y aumento de biotipos de gramíneas como avenilla y ballica resistentes a herbicidas, si
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Cuadro 2. Efecto residual de N y P en cultivo de lenteja, trigo, raps y avena, sobre la fertilidad
de suelos Andisoles, Ultisoles y Alfisoles (estrata suelo 0-20 cm) en sistema
tradicional con quema de rastrojo (Rouanet, datos no publicados).
Inicio estación de crecimiento Término estación de crecimiento (a cosecha)
N inorgánico P N inorgánico P
(ppm) (ppm) (ppm) (ppm)
Ultisol-Alfisol
Lenteja 14.7 8.8 21.8 11.5
Trigo 12.5 8.6 8.2 11.8
Raps 11.2 10.2 9.0 12.2
Avena 15.2 10.2 12.3 12.9
Lupino 13.5 13 34.7 23.2
Andisol
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El efecto residual de N aplicado como fertilizante al cultivo anterior puede ser sustancial. En un
experimento de largo plazo con cebada en Rothamsted, Inglaterra, se encontró que entre un 28 y un
15
39% del N aplicado (como N) permanecía en el suelo (entre los 0 y 70 cm) como N mineral,
15
mientras que en el rastrojo se encontró en la forma orgánica. Una pequeña cantidad (8%) de N
residual mineral se recuperó en la primavera siguiente y una menor aún (3%) en la subsiguiente.
15
(Glendining et al., 2001). Por otra parte un 25 a 29% del N aplicado a arroz permaneció en el
suelo después de la cosecha principalmente en el estrato 0-5 cm. El 15N no contabilizado a cosecha,
probablemente se perdió como emisiones de N en forma gaseosa alcanzando un 53 y 55% del N
aplicado, sin ser afectado por el manejo del residuo postcosecha (sin residuos, residuos quemados).
Solo un 3% del N proveniente del fertilizante, urea, aplicado al cultivo de arroz, fue absorbido por
el cultivo siguiente de arroz al cual no se aplicó fertilizante (Phongpan and Dossier, 2003).
El Cuadro 3 muestra estimaciones de las cantidades de N fijadas por algunas leguminosas de grano
y forrajeras (Adaptado de Mulongoy et al., 1992, citados por Jiménez Zacarías y Peña Cabriales,
2000). Si bien las cifras del Cuadro 3 son promedios, los rangos de fijación simbiótica por las
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En Australia occidental, The Department of Agriculture (2005) informa que el trigo alcanzó un
rendimiento de 2720 kg/ha con 14% de proteína, cuando el cultivo precedente fue lupino, manejado
con aplicación de herbicida para latifoliadas y herbicida para gramíneas, en comparación a 1970
kg/ha con 11.4% de proteína cuando el cultivo precedente fue trigo
en forma de cepillo redondo, cubiertos por gran densidad de pelos radicales, que crecen en
respuesta al estrés por fósforo (Keerthisinghe et al., 1998). Estas raíces proteoídeas tienen la
particularidad de exudar ácidos orgánicos de cadena corta, particularmente cítrico (Gardner et al.,
1983), y algunas enzimas, especialmente fosfatasa ácida (Miller et al. 2001), que solubilizanfosfatos
del suelo normalmente no disponibles para las plantas, aumentando la disponibilidad de P y ciertos
micronutrientes (Borie, 1991). Gracias a ello, se ha encontrado que el lupino puede utilizar fosfatos
inaccesibles para otros cultivos, como por ejemplo, la soya (Braum and Helmke, 1995).
Estudios realizados en rotaciones que incluyen lupino, muestran también un aumento del fósforo
residual en estratas más superficiales del suelo. De acuerdo a Borie (1991) y Astorga et al. (2003) L.
albus favorece también una alta disponibilidad de fósforo para el cultivo siguiente en la rotación, la
que puede derivarse del efecto extractor de fósforo desde estratas más profundas del suelo,
dejándolo disponible para el cultivo siguiente en la rotación.
Efectos positivos se observan con leguminosas aún cuando no dispongan de las adaptaciones antes
descritas para el lupino. Los agricultores del Reino Unido consideran que la fertilización fosfatada y
potásica para cereales puede reducirse en 25 a 30 kg/ha, en ambos elementos, después de un cultivo
de arveja para grano (Davies et al., 1985). Esto se atribuye a la baja relación C/N de los residuos
que deja la leguminosa, que fomentan la actividad microbiana y eventualmente aumentan la
disponibilidad de nutrientes (Doran et al., 1987). También, las leguminosas que logran desarrollar
una raíz profunda pueden reciclar calcio y otros elementos desde el subsuelo (Power, 1990).
La rotación semi-intensiva comprende una fase de praderas y otra fase de cultivos anuales, en una
secuencia de cultivos anuales de grano pequeño (trigo, avena, cebada, triticale, raps), leguminosas
de grano (lupino, arvejas, lentejas) y praderas. Este tipo de rotación es recomendado para suelos de
capacidad de uso I a IV en manejo de suelo con inversión (tradicional), las que pueden practicarse
para la clase VI, de pendientes moderadas en cero labranza. El ciclo de duración es de 3 a 5 años,
comprendiendo 2 a 3 años de cultivos anuales y 2 a 3 años de pradera, dependiendo de la
persistencia de las especies pratenses.
La alternancia de especies con diferente hábito de crecimiento, precocidad, sistema radical , uso de
agua y nutrientes, resistencia a enfermedades, diferentes habilidades de competencia y asociación
con malezas produce un equilibrio de la biodiversidad y de las características químico-físicas del
suelo. Esto combinación específica de factores abióticos (suelo y clima) y bióticos (enfermedades,
plagas de insectos y malezas) tienen un efecto en el crecimiento, desarrollo y rendimiento de las
plantas de interés económico (Karleen et al, 1991, Karleen et al, 1994).
En rotaciones semi-intensivas con dos a tres años de praderas se ha observado que el rendimiento de
las especies cabecera de rotación es menor al obtenido sembrado después de otras especies anuales
(Cuadro 4).
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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PPC PC “C” Rdto “C” qq/ha PPC PC “C” Rdto “C” qq/ha
PArtif PArtif T 54 PArtif PArtif T 40
R P T 67 L P T 41
A R T 84 A R T 65
En suelos Andisoles, Ultisoles y Alfisoles el rendimiento del trigo, avena y raps antecedidos por
praderas artificiales de dos años (PArtif) es menor al obtenido si estas mismas especies tienen como
precultivo otras especies anuales. Los mayores rendimientos se obtienen en ambos suelos con los
mismos precultivos. Por ejemplo, en el caso del trigo, su rendimiento es mas alto se obtiene cuando
es antecedido por raps (pc) y avena (ppc) (rotación ART).
En el caso del trigo el precultivo que tiene un mayor efecto positivo sobre el rendimiento es raps, en
avena son las leguminosas y para el raps es la avena. También en estas rotaciones se puede utilizar
una especie pratense por un año (P), como el trébol encarnado, subterráneo o hualputra u otra
(Cuadro 4), generalmente para producción de semillas. En este caso, aun cuando se observa un
efecto positivo de la leguminosa pratense de un año sobre el rendimiento de trigo y avena en todos
los tipos de suelo, éste es inferior al efecto del raps y leguminosa de grano respectivamente
Cuadro 5. Pérdida de materia orgánica del suelo (MO) en la estrata 0-20 cm al cabo de 10 años de
aplicación de diferentes rotaciones semi-intensivas (Suelos Andisoles) (Rodríguez, N., datos no
publicados).
Materia Orgánica (%) % Pérdida de MO
Rotación 1992 2001 Pérdida kg/ha
Re-T-Tr-Tr 10,5 9,2 1,3 23.000
Re-T-L-C 11,1 8,6 2,5 50.000
M-T-Tr-Tr 11,6 9,9 1,7 34.000
M-T-L-C 11,6 9,8 1,8 36.000
Re-T-M-Al (5 años) 11,1 10,1 1,0 20.000
Re-T-M-Tb (5 años) 11,3 10,9 0,4 8.000
Re, remolacha; T, trigo; Tr, trébol rosado; L, leguminosa (frejol); M, maíz; Al, alfalfa; Tb, trébol blanco;
C, cebada.
Se observa en el Cuadro 5 que la rotación con inclusión de sólo cultivos anuales remolacha, (Re)-
trigo (T), leguminosa de grano (frejol) (L) y cebada (C), con ausencia de pradera, mostró una mayor
disminución de la materia orgánica al cabo de dos ciclos, (ocho años de cultivo) en relación a la
observada en aquella en que se incluyeron dos años de trébol rosado (Tr) en cada ciclo de la
rotación. Igualmente, la rotación que incluyó cinco años de trébol blanco (Tb) fue la que
experimentó la menor pérdida de MO del suelo, corroborando el valor de las praderas en la
mantención de la fertilidad del suelo (Jenkinson and Rayner, 1977). Además, la inclusión de
praderas en la rotación disminuyó la densidad aparente del suelo, aumentando su porosidad (Cuadro
6).
En el Cuadro 6 se desprende que la inclusión de praderas disminuyó la densidad aparente del suelo
en la estrata superficial (0-20 cm) del suelo. Por otra parte, la inclusión de pradera mantiene en el
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suelo una mayor porosidad y un menor espacio ocupado por sólidos, lo que implica una mejor
infiltración del agua, que disminuye el escurrimiento y la erosión del suelo (Lal, 1995). La alfalfa
(Al) por tener una raíz pivotante, con mayor volumen y densidad penetra en el suelo y ejerce un
mayor efecto en la disminución de la densidad aparente del suelo (Rodríguez, N., comunicación
personal).
Los suelos con rotaciones que incluyen sólo cultivos anuales, como remolacha (Re), Trigo (T),
leguminosas de grano (L) y Maíz (M) presentan mayor densidad aparente, menor espacio poroso y
un mayor volumen del suelo ocupado con sólidos, lo que implica que son mas propensos a la
compactación (Rodríguez N, comunicación personal).
Aunque la fase praderas en las rotaciones semi-intensivas tiene efectos beneficiosos sobre la
conservación de la materia orgánica y densidad aparente del suelo, suele aumentar la presencia de
malezas y/o de enfermedades radiculares que pueden disminuir el rendimiento y aumentar los
costos de producción del cultivo cabecera de rotación. Lo anterior origina que la avena se utilice
preferentemente como cabecera de rotación, ya que no presenta enfermedades radiculares, tiene un
rápido crecimiento y su uso es múltiple en el sistema de producción (heno, grano, soiling, pastoreo).
Las rotaciones intensivas incluyen sólo cultivos anuales como papas, remolacha, trigo, avena y maíz
en suelos con riego y capacidad de uso Clase Ir, IIr, y Clase III., y raps, trigo, avena, cebada y
triticale en suelos de secano con inversión. Bajo cero labranza pueden practicarse en suelos de clase
IV. La duración de las rotaciones puede ser de 2 a 4 años en función del número de especies a
cultivar, que depende principalmente del valor que los productos tengan en el mercado. En estos
modelos de rotaciones intensivas la diversificación es menor ya que se incluye solo trigo, lupino y
avena, siendo el objetivo principal la optimización del rendimiento de trigo. Al no incluir praderas
en la sucesión, las enfermedades radiculares del trigo disminuyen. Actualmente se ha hecho común
bajo condiciones de secano una rotación corta de dos años, lupino-trigo y avena-trigo, modelo muy
intensivo que ha derivado cada vez con mayor frecuencia en un monocultivo de trigo, el que se
practica intensamente desde el 2000 en la Zona de la Precordillera Centro-Sur y Secano Interior Sur
de Chile
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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Al igual que en las rotaciones semi intensivas, en la proyección de las rotaciones intensivas es
importante considerar el efecto del precultivo (pc), en la elección del cultivo a sembrar la temporada
siguiente, situación que se presenta comúnmente debido a las variaciones en cada temporada
agrícola de los precios y mercado de los granos. En el cuadro 7 se observa el efecto del precultivo
(pc) en la productividad de las principales especies cultivadas en diferentes zonas agroecológicas,
expresado como el rendimiento relativo (%) obtenido en diferentes combinaciones de precultivo en
relación al máximo rendimiento obtenido en investigación realizada en situación de agricultor.
Cuadro 7. Variación del rendimiento en grano (%) respecto al máximo obtenido(1) de especies
anuales según precultivo en diferentes zonas agroecológicas
Precordillera Centro-Sur (Suelo Andisol)
Cultivo
Avena Trigo Raps Lenteja Lupino
R.M (qq/ha) (1) 70 95 45 20 40
Precultivo Rendimiento relativo (% de R.M.)
Avena 80 68 100 82 95
Trigo 96 42 87 100 100
Raps 97 80 70 95 --------
Lenteja, arveja, frejol 100 100 98 88 --------
Lupino 100 100 -------- -------- 68
Remolacha 100 100 -------- --------- --------
Pradera 80 75 60 60 60
El efecto del pc sobre el rendimiento del cultivo siguiente se debe a las características morfológicas
y fisiológicas de las diferentes especies, señaladas previamente en los Cápitulos III, V y VI. El
Cuadro 7 muestra que todas las especies tiene un rendimiento menor si se siembran después de
pradera (como cabecera de rotación) que al ser sembradas después de cualquiera de las otras
especies anuales. Sin embargo, el monocultivo en general disminuye el rendimiento, efecto también
probado en algunas especies por Novoa et al. (1995), lo que está asociado a la presencia de
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En las zonas Central de Riego y Precordillera Centro-Sur el precultivo remolacha es el mejor para el
trigo ya que la residualidad de fósforo es muy alta, lo que favorece la expresión potencial del
rendimiento. Las leguminosas, también son adecuadas como precultivo para el trigo ya que tienen
una alta residualidad de nitrógeno y fósforo en todos los sistemas productivos considerados. Russell
and Fillery (1996) informaron la fijación de 321 kg/ha de N, de los cuales 91 kg/ha (28%),
provinieron de la biomasa subterránea de un cultivo de lupino de hoja angosta. Según estos autores,
la cantidad y la tasa neta de mineralización del N de la biomasa subterránea del lupino sugieren que
esta es una fuente importante de N para el cereal cultivado a continuación. En ensayos realizados en
la zona del secano interior sur (ZSIS) suelo Alfisol y en la zona de precordillera centro sur (ZPCCS)
suelo Andisol, ambas en el Sur de Chile, el rendimiento de trigo después de trigo y lenteja fue 2200
y 5200 kg/ha, respectivamente, en la primera zona y 2600 y 6000 kg/ha, respectivamente en la
segunda zona (Rouanet, 1989). En ambas localidades, la diferencia en rendimiento se atribuyó, en
parte, a la presencia de plantas afectadas por “mal del pie” en el trigo sembrado después de trigo.
En rotaciones intensivas en suelos Andisoles, Alfisoles y Ultisoles de tres años de duración (Figuras
2a,b; 3a,b y 4a,b), en las que se incluyó sólo cultivos anuales, el rendimiento del cultivo del tercer
año de la rotación varió significativamente en función de las diferencias del sistema radicular, el
patrón de absorción de nutrientes y la residualidad de nutrientes que presentaron tanto el precultivo
(pc) como el pre-precultivo (ppc). Lo anterior influyó en la presencia de malezas, enfermedades e
insectos específicos, que incidieron en el rendimiento y costo de producción del cultivo del tercer
año de la rotación.
Tanto en suelos Andisoles como Alfisoles y Ultisoles, el precultivo de trigo tuvo un efecto
depresivo sobre el rendimiento de trigo al mantener un monocultivo de tres e incluso de dos años
(Figuras 2a y 2b). En estos mismos suelos el rendimiento de trigo puede aumentar sobre el 100% al
utilizar como precultivos raps, avena o leguminosa de grano debido a la disminución en la
expresión de enfermedades radiculares (mal del pie) y disminución de infestaciones intensas de
malezas gramíneas (Roget, 2003; Huber y McCay-Buls, 1993). El trigo en monocultivo o sembrado
después de pradera disminuyó su rendimiento hasta en 50% (Hornby, 2003).
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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100
Rendimiento (qq/ha, 0 % Humedad)
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
TTT LTT ALT TLT RAT ART RRT
Figura 2a. Rendimiento de trigo (cultivo tercer año) en distintas rotaciones intensivas, Suelo Andisol
(Ej rotación ALT; ppc avena (A), pc Lupino (L), cultivo trigo (T).
70
Rendimiento (qq/ha, 0 %
60
50
Humedad)
40
30
20
10
0
TTT LTT RAT LAT LRT RLT ART
Figura 2b. Rendimiento de trigo (cultivo tercer año) en distintas rotaciones intensivas, Suelo Alfisol,
Ultisol (Ej rotación RAT; ppc raps (R), pc avena (A), cultivo trigo (T).
80
70
60
50
40
30
20
10
0
AT A LLA RLA T RA LRA LT A
Figura 3a. Rendimiento de avena (cultivo tercer año) en rotaciones intensivas, Suelo Andisol (Ej
rotación RLA; ppc raps (R), pc lupino (L), c avena (A).
70
Rendimiento (qq/ha, 0 % Humedad)
60
50
40
30
20
10
0
TTA LTA TLA ALA LRA TRA RLA
Figura 3b. Rendimiento de avena (cultivo tercer año) en rotaciones intensivas, Suelo Alfisol, Ultisol. (Ej
rotación LRA; ppc lupino (L), pc raps (R), c avena (A).
Sin embargo en ambos suelos su rendimiento disminuye al ser cabeza de rotación y en rotaciones
que sólo incluyen cereales como avena y trigo, como en la rotación ATA (Fig 3a) y rotación TTA
(Fig 3b). Este menor rendimiento se debe a la dificultad de realizar un adecuado control de malezas
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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gramíneas comunes a cereales de grano pequeño. Por otra parte, la avena y el trigo son especies de
alto consumo de nitrógeno y por tanto, el contenido de nitrógeno residual en el suelo, al final de la
estación de crecimiento es bajo para el cultivo siguiente en la rotación. La fertilización con
nitrógeno en rotaciones que incluyen sólo cereales (trigo, avena, cebada, triticale) debe ser
manejada de acuerdo a la recomendación de un análisis de suelo, restituyendo el N utilizado por el
cultivo anterior para evitar bajos rendimientos por deficiencia de este nutriente y obtener una
adecuada calidad.
Agronómicamente, todo cereal puede beneficiarse al ser cultivado después de una leguminosa, sin
embargo, la mayor disponibilidad de nitrógeno puede ser indeseable desde el punto de vista de su
utilización. Es el caso de la cebada cervecera, es un cultivo que debe incluírse con especial cuidado
en las rotaciones por las exigencias de la industria respecto a su nivel del proteína en el grano. En
Australia, resultados en 60 sitios a través de siete temporadas han llevado a concluir que la cebada
es más rentable cuando sigue a un cultivo no-leguminosa (canola o incluso trigo) en la rotación
(Paynter, 2001). Esto se debe a que el productor de cebada maltera debe obtener un grano con
proteína entre 9.5 y 11.5%, castigándose el exceso. Los resultados australianos indican que la
cebada siguiendo a lupino produce un grano con 12.3% de proteína como promedio, en tanto que la
misma variedad produce un grano con el tenor requerido cuando sigue a un cultivo no-leguminosa.
Al utilizar el raps (R) y leguminosas de grano (L), lupino, arvejas o lentejas como precultivo de la
avena se obtiene un aumento de rendimiento de 15 a 20% tanto en suelos Andisoles como Alfisoles
y Ultisoles. Lo anterior obedece al control más eficaz de malezas gramíneas durante la estación de
crecimiento de la leguminosa y el raps, y a la residualidad de nitrógeno y fósforo disponible para los
cultivos que siguen en la rotación. Cuando en la sucesión la leguminosa es el lupino, se favorece
también una mayor disponibilidad de fósforo para el cultivo siguiente en la rotación (Astorga et
al.,2003). En todas las secuencias de cultivos anuales, el rendimiento de avena y trigo está
estrechamente relacionado con la extracción de nitrógeno en el grano. Este aspecto tiene cada vez
más importancia en el diseño de rotaciones debido a que los nutrientes tienen alta incidencia en los
costos de producción de cultivos anuales (Rouanet, 1999; Rouanet et al., 2000).
40
Rendimiento(qq/ha, 0 % Humeda)
35
30
25
20
15
10
0
RRR ATR TLR AAR TAR LTR LAR
Figura 4a. Rendimiento de raps (cultivo tercer año) en rotaciones intensivas, Suelo Andisol (Ej rotación
TAR; ppc trigo (T), pc avena (A), c raps (R).
35
Rendimiento (qq/ha, 0 %Humedad)
30
25
20
15
10
0
LRR RTR RRR TTR LAR TLR
Figura 4b. Rendimiento de raps (cultivo tercer año) en distintas rotaciones intensivas, Suelo Alfisol,
Ultisol (Ej rotación LAR; ppc lupino (L), pc avena (A), c raps (R).
Los cereales como precultivo aumentan el rendimiento de raps en 10-15% al asegurar un control de
malezas de hoja ancha más eficaz ya que este tipo de malezas disminuyen notoriamente el
rendimiento de raps, en especial en los estados tempranos de desarrollo. Además, el raps y los
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cereales no tienen enfermedades en común. El maíz cuyo control de malezas es en base a atrazina,
herbicida de mayor residualidad, es recomendado incluirlo al menos dos años antes que el raps. Las
leguminosas como precultivo de raps, aun cuando pueden tener efecto de residualidad de herbicidas
y la probabilidad de persistencia de esclerotinia favorecen su rendimiento al proporcionar una
mayor residualidad de fósforo, nutriente esencial para el raps, en especial en suelos Andisoles.
60
Pérdida de Materia Orgánica (ton/ha)
50
40
30
20
10 y = -5.0714x + 44.214
R2 = 0.6885
0
0 1 2 3 4 5 6
Años de pradera en una rotación
Figura 5. Pérdida de materia orgánica del suelo en rotaciones semi-intensivas con diferentes
años de pradera (Suelos Andisoles) (Rodríguez, N., datos no publicados
90
80
70
Rendimiento (qq/ha)
60
50 100%
40 70%
30
20
10
0
1993 1997 2001 1993 1997 2001
Re-T-Tr-Tr M-T-L-C
Temporadas y rotaciones
Re, remolacha; T, trigo; Tr, trébol rosado, M. Maíz, L; leguminosa (frejol); C, cebada
Figura 6. Efecto de la rotación en la respuesta del rendimiento de trigo a aplicaciones de
nitrógeno (100% de la dosis recomendada y 70% de la dosis recomendada) en un suelo
Andisol. (Rodríguez, N., datos no publicados)
La figura 6 muestra la variación de la respuesta del trigo a la aplicación de nitrógeno por efecto de
la inclusión de años de praderas en la rotación. En los primeros años (1993) de la rotación maíz-
trigo-frejol-cebada (M-T-L-C), solo cultivos anuales, se observa una respuesta en rendimiento de
trigo a mayores aplicaciones de N. Desde el segundo ciclo de la rotación, 1997 en adelante, dado
que el maíz tiene baja residualidad de N en el suelo como precultivo, la respuesta en rendimiento
del trigo a altas aplicaciones de N disminuye paulatinamente hasta niveles mínimos al cabo de 8
años de esta rotación (2001). En la rotación con remolacha y dos años de trébol rosado (Re-T-Tr-
Tr) la respuesta del rendimiento a aplicaciones mas altas de nitrógeno es menor desde el inicio de la
rotación, ya que el suelo ha aumentado su nitrógeno disponible debido a que la remolacha es un
cultivo que deja un alto nitrógeno residual en el suelo y al aporte de este nutriente al suelo por la
fijación simbiótica del trébol rosado por un período de dos años en la sucesión. A fines del tercer
ciclo de rotación con remolacha y la inclusión cada dos años de trébol rosado la respuesta en
rendimiento del trigo a la aplicación de nitrógeno es nula, debido a la alta entrega de nitrógeno por
el suelo. Contrario a lo que se observa en la rotación con la inclusión de solo cultivos anuales, la
mayor entrega de nitrógeno desde el suelo puede conducir a una disminución en las dosis de
nitrógeno a aplicar para lograr altos rendimientos, alterando positivamente la economía de este
nutriente en la rotación.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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De mayor relevancia son los cambios que se observan en la eficiencia de uso de N de las plantas por
la inclusión de especies leguminosas en la rotación. En modelos intensivos de rotación, de ciclo
corto (dos años), muy utilizados en la actualidad, el trigo hace mayor uso o absorbe una mayor
cantidad de nitrógeno derivado del suelo (Ndds), proveniente de la mineralización de la materia
orgánica, que del fertilizante (Nddf) al tener de precultivo una leguminosa, como lupino (L) que al
tener otro cereal, como avena (A) de precultivo (Figura 7).
250
200
150 N total
N kg/ha
Nddf
100 Ndds
50
0
CL T-L CL T-A TR T-L TR T-A
Manejo suelo y rotación
De la absorción total promedio de nitrógeno, 190 kg/ha, en el cultivo de trigo, el 64% deriva del
suelo (Ndds) y solo el 36% deriva del fertilizante (Nddf) (Figura 7). Al usar precultivo el lupino, la
planta de trigo absorbe un 69% de Ndds, superior al utilizarse la avena como precultivo, alcanzando
un 60% de Ndds en la planta. Esta diferencia de uso de nitrógeno tiene implicancias también en la
economía del nitrógeno fertilizante en el sistema de producción. Este efecto del precultivo en
rotaciones intensivas cortas sobre la eficiencia de uso de N se observa tanto en manejo de suelo con
cero labranza (CL) como con labranza tradicional (TR) (Figura 7). Al comparar los rendimientos
de trigo siguiendo a un cereal (avena), a una oleaginosa (lino) o a una leguminosa (garbanzo, haba,
arveja, chícharo, lenteja, lupino, vicia), Strong et al. (1986) encontraron que la absorción de N por
el trigo fue mayor en la secuencia leguminosa-trigo que en las secuencias cereal-trigo u oleaginosa-
trigo. Sin embargo, los incrementos relativos en rendimiento fueron en general menores que los
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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incrementos relativos en rendimiento de N, sugiriendo que existieron otros factores limitantes del
rendimiento.
El mayor contenido de nitrógeno residual que deja el cultivo de lupino en el suelo, derivado de la
fijación simbiótica, en comparación a la residualidad de nitrógeno después del cultivo de avena,
tiene importante connotación económica ya que la elección de una rotación adecuada puede
disminuir la necesidad de aplicación de nitrógeno en forma de fertilizante (Nddf). El impacto de la
rotación con leguminosas en la disponibilidad de nitrógeno para el cultivo de trigo se ha
documentado en numerosas oportunidades. Luego de seis años de observaciones, Gooding and
Davies (1997), informan niveles promedio de 85 kg/ha de N en los 90 cm superiores de suelo luego
de un cultivo de haba invernal, en comparación a sólo 45 kg/ha de N luego de un cultivo de trigo
invernal. Los agricultores del Reino Unido estiman que la fertilización para cereales puede reducise
entre 19-75 kg/ha de N luego de un cultivo de arveja para grano (Davies et al., 1985). En Francia,
se estima que un cultivo de arveja retorna al suelo alrededor de 50 kg/ha de N (Plancquaert, 1978),
aunque se advierte que el la absorción de este N de la arveja al cultivo siguiente puede ser
extremadamente variable (Doré et Meynard, 1992; Carrouée et LeSouder, 1992).
En 130 experimentos sobre rotación conducidos en Australia se observó que el rendimiento de trigo
después de lupino superaba en 45% el rendimiento de trigo sobre trigo (Rowland et al. 1986). Se
afirma que gran parte de este aumento en rendimiento de trigo en Australia entre 1960 y 1980 se
debió al uso de mejores rotaciones, que permitieron un mayor aprovechamiento del nitrógeno
proveniente de la fijación simbiótica de las leguminosas (Gooding and Davies, 1997). Peoples and
Herridge (1990) señalan aumentos de 2000 a 3680 kg/ha en el rendimiento de cereales cuando éstos
siguieron a leguminosas de grano tropicales, los que corresponden a aumentos relativos de 16 a
353% en comparación a los rendimientos del monocultivo cereal-cereal.
La acidificación del suelo, medido con el valor del pH, es un fenómeno de degradación de la
calidad química del suelo, con una intensificación a través de los años de uso de los suelos. El
diseño de rotaciones semi-intensivas, con diferencias en años en la inclusión de cultivos anuales o
praderas, significa un uso diferente en nitrógeno fertilizante, de importancia en la acidificación del
suelo, ya que en la actualidad se utiliza preferentemente urea, de reacción ácida en el suelo. Sin
embargo cualquier tipo de rotaciones con aplicación de cal, reducen menos el pH del suelo.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
Fundación Chile. Santiago, Chile 91 p.
6,6
6,0
5,8
5,6
5,4
1992 1996 1999 2001
Años de manejo
Re, remolacha; T, trigo, L, leguminosa (frejol); C, cebada; M, maíz; Al, alfalfa; Tr , trébol rosado
Figura 8. Efecto de distintas rotaciones en el cambio del pH (acidificación) del suelo, con y sin
CaCO3 aplicada (4000 kg /ha), Suelo Andisol (Rodríguez, N, datos no publicados)
En la figura 8 se observa que la rotaciones (1) y (3) acidifican menos el suelo. Estas aunque tienen
una duración de la fase praderas diferente entre sí, en ambas se utilizan 4000 kg/ha de cal (CaCO3).
Sin adición de cal la acidificación es más marcada, aún cuando se incluya una pradera , como en la
rotación (2) (Figura 8).
Cuadro 8. Efectos del manejo de rotaciones y de aplicación de cal en los índices de pH, contenido
de bases (Cmol+) y CIC de suelos Andisoles (Rodríguez y Rouanet, datos no publicados)
Cal Ca Mg K CIC pH
aplicada Cmol+ (H2O)
Rotación kg/ha 1992 2001 1992 2001 1992 2001 1992 2001 1992 2001
(1) M-T-Tr-Tr 0 4,8 2,1 0,55 0,22 0,17 0,28 5,70 2,77 6,3 5,4
(2) M-T-L-C 0 4,8 3,8 0,44 0,32 0,16 0,34 5,52 4,61 6,2 5,6
(3) R-T-L-C 4000 5,2 5,8 0,54 0,55 0,16 0,28 6,08 6,84 6,3 6,2
(4) R-T-Tr-Tr 4000 5,6 5,8 0,59 0,46 0,17 0,22 6,51 6,68 6,4 6,0
Re, remolacha; T, trigo; Tr, trébol rosado, C, cebada; M, maíz; L. leguminosa (frejol)
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El contenido de bases y la CIC disminuye tanto en rotaciones semi-intensivas como intensivas sin
aplicación de cal en suelos andisoles. Así, como es el caso de las rotaciones (3) y (4) con aplicación
de cal, se mantienen las propiedades químicas del suelo por un período de tiempo considerable,
(Cuadro 8). En un suelo acidificado, bajo pH y contenido de bases de intercambio como es el caso
de los Andisoles de la precordillera, es necesario mantener la productividad en los cultivos con
adiciones de cal, en cualquier tipo de rotación.
Ya que las rotaciones intensivas han derivado en la actualidad una rotación corta (Cuadro 1c), de
dos años, como lupino-trigo y avena-trigo, la elección de los cultivos en la sucesión tiene en la
actualidad efectos más marcados en la calidad del suelo y en la eficiencia de uso de nutrientes y
agua. El objetivo principal es siempre la optimización del rendimiento de trigo, lo que es posible, ya
la incidencia de enfermedades radiculares disminuye al no incluir praderas en la sucesión. Sin
embargo y como lo indican los cuadros Nº 5 y 6 y las figuras 5, 6 y 8 la ausencia de una fase de
praderas acompañado con una mayor uso de urea, intensifica la pérdida de fertilidad del suelo,
debido a una disminución del pH y de la CIC (Figura 7, Cuadro 8)
La cero labranza (CL) constituye una forma diferente de hacer agricultura si se le compara con la
labranza tradicional (LT). El hecho de no labrar el suelo y dejar los rastrojos sobre él determina una
serie de consecuencias agronómicas sobre las rotaciones. La primera, y tal vez más evidente, es que
los residuos de cosecha no son incorporados al suelo produciéndose una acumulación y
estratificación de materia orgánica sobre éste (Rouanet et al, 1995, Valle et al, 2004), la que se
descompone lentamente.
12
Contenido de humedad (%)
A
10 B
C
D D D
8
CL
6
LT
4
2
0
0-2 2-5 5-15
Profundidad (cm)
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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Cabe señalar que cantidades de residuo relativamente bajas, suficientes para cubrir el 40% del
suelo, ya permiten reducir en forma significativa la erosión provocada por el impacto de la gota de
lluvia. A un mismo nivel de cobertura, los rastrojos más finos de algunos cultivos como trigo
protegen mejor el suelo que los rastrojos más gruesos como los de maíz y lupino (Acevedo y Silva,
2003). El rastrojo de lupino no cubre totalmente la superficie del suelo, incluso a cosecha (Rouanet,
J.L, Libro Avena, en prensa).
La menor radiación recibida por la superficie del suelo en cero labranza junto al mayor contenido de
agua del suelo hace que su temperatura media sea más baja y, en consecuencia, los procesos
biológicos sean más lentos. La Figura 10 muestra que existe una menor temperatura máxima y
menor amplitud térmica en un suelo no labrado (CL) que en LT.
35
Temperatura (ºC)
30
25
CL mín
20 LT mín
CL máx
15
LT máx
10
5
Ago Sep Oct Nov
Tiempo
Figura 10. Temperatura mínima y máxima a 2 cm de profundidad en un suelo con trigo en
cero labranza (CL) y labranza tradicional (LT), en Santiago (Valle et al, datos no
publicados).
El principal efecto de la cero labranza sobre las propiedades químicas del suelo está vinculado al
aumento de la materia orgánica de éste. La importancia de la materia orgánica radica en el aporte
directo de nutrientes esenciales como N, P y S y micronutrientes, además de coloides orgánicos que
aumentan substancialmente la CIC .
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La microflora y/o microfauna del suelo aumentan con el aporte de materia orgánica a través de los
rastrojos, especialmente en los primeros 5 cm de suelo. Así, suelos en CL aumentan la población
microbiana en un 30 a 40%. La función más importante la realiza la acción combinada e integrada
de hongos, actinomycetes, bacterias e individuos pertenecientes a la mesofauna, que transforman la
materia orgánica proveniente de rastrojos en humus.
Por lo anteriormente expuesto, los rastrojos de los cultivos sobre el suelo pueden utilizarse dentro
de las rotaciones con el fin de:
- Proteger el suelo de la erosión hídrica y eólica.
- Disminuir el escurrimiento superficial del agua.
- Favorecer la infiltración del agua.
- Disminuir la evaporación directa del agua desde la superficie del suelo.
- Incorporar materia orgánica (y por lo tanto C,N,P,S y otros) al suelo.
- Generar coloides orgánicos por descomposición.
- Mejorar la estructura y estabilidad de los agregados del suelo.
- Evitar el encostramiento superficial de los suelos.
- Mejorar la aireación del suelo.
- Evitar las temperaturas muy altas y muy bajas en el suelo.
- Aportar elementos nutritivos a las plantas y mejorar la fertilidad del suelo.
- Mejorar la actividad biológica del suelo.
Cuadro 9. Relación Carbono / Nitrógeno (C/N) de los rastrojos de los principales cultivos anuales.
Cultivo
C/N
Trigo 60-90
Arroz 80-90
Cebada 80-90
Maíz 50-60
Raps 40-50
Lupino 30-40
Lenteja 30-40
Suelo 10-12
Microorganismos del suelo 6-7
Una parte importante de la superficie agrícola de Chile posee clima mediterráneo, con veranos
secos y lluvias concentradas en invierno. Esto hace que los rastrojos comiencen a descomponerse
sólo una vez que se inician las lluvias en otoño, cuando las temperaturas bajas determinan una
descomposición más lenta, persistiendo por un mayor tiempo el rastrojo en el suelo.
Asimismo, la cero labranza con presencia de grandes cantidades de rastrojos sobre el suelo dificulta
el control de malezas debido a una menor eficiencia de los herbicidas suelo-activos, especialmente
usados en leguminosas, y a cambios en el tipo de malezas. Desde el punto de vista fitosanitario,
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Debido a las condiciones y dificultades mencionadas, el resultado de una rotación con cultivos en
cero labranza con rastrojos sobre el suelo depende de las especies involucradas en la rotación, de la
variedad elegida, del manejo de los residuos según sus características y cantidad, de los
agroquímicos utilizados, y de modificaciones en la fecha de siembra y fertilización, entre otros
aspectos.
El trigo es el cultivo más ampliamente sembrado en las cinco zonas agroecológicas del país
descritas en este documento y es el que deja rastrojos de más lenta descomposición por su alta
relación C/N. Por ello, a continuación se describirán en forma específica cuatro rotaciones en cero
labranza con rastrojos sobre el suelo que incluyen a este cultivo: trigo-avena, trigo-raps, trigo-
lupino y trigo-maíz. En cada una de estas rotaciones se analizará el efecto de los rastrojos sobre el
establecimiento y rendimiento del cultivo siguiente, el control de malezas, y la incidencia de
enfermedades y plagas, especialmente las babosas.
Cuadro 10. Efecto del manejo de residuos sobre el establecimiento (plantas/m2) de trigo y avena
(adaptado de Vidal y Troncoso, 2003).
(a) (b)
140 140
120 120
Rendimiento Relativo (%)
80 80
60 60
y = -0.3493x + 100
40 40
R2 = 0.0314 y = -1.4785x + 100
R2 = 0.2444
20 20
0 0
0 2 4 6 8 10 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Como consecuencia de lo anterior, la eliminación de rastrojos en esta rotación es poco efectiva para
aumentar el rendimiento (Cuadro 11), por lo que se recomienda el manejo de rastrojos de menor
costo, es decir, dejar el rastrojo parado. Este manejo se realiza al momento de la cosecha del cultivo
anterior, cosechando con la automotriz lo más cercano a la espiga posible, y utilizando picadores y
esparcidores para distribuir el rastrojo y capotillo (que produce el mayor efecto alelopático).
Cuadro 11. Efecto del manejo de rastrojos sobre el rendimiento de cultivos de trigo y avena
(adaptado de Vidal y Troncoso, 2003).
14
Residuos al momento de la
12
siembra (Ton/ha)
10
8
6
Santiago
4
Temuco
2
0
0 5 10 15 20 25
Tiempo (años de simulación)
Figura 12. Valores simulados de rastrojos sobre el suelo de la rotación trigo-avena para la
zona de Santiago y Temuco (García de Cortázar, datos no publicados).
En esta rotación las principales malezas son gramíneas, destacando en el sistema de cero labranza
las malezas de semilla pequeña como la ballica (Lolium multiflorum), la vulpia (Vulpia spp.) y el
pasto del perro (Bromus spp.).
Pese a que las babosas son polífagas, su agresividad varía dependiendo de la pluviometría y el
cultivo involucrado. Los cereales pueden soportar una mayor presión de babosas antes de disminuir
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su rendimiento que las leguminosas. Se considera daño severo de D. reticulatum cuando se detecta
la presencia de 5 babosas/ m2 , lo que es común en cultivos de la X región, haciendo que la cero
labranza con residuos sea imposible de realizar si no se manejan los rastrojos (Aguilera, 2001).
Raps
120
Rendimiento relativo (%)
100
80
60
40 y = -2.6352x + 100
20 R2 = 0.4672
0
0 2 4 6 8 10
Rastrojos (ton ha-1)
Figura 13. Efecto de la cantidad rastrojos de trigo sobre rendimiento de raps. Los datos se
expresan en relación a tratamiento con quema que se considera un 100% (Vidal y Troncoso,
2003).
La rotación trigo-raps facilita el control de malezas de hoja ancha en trigo y de gramíneas en raps.
Recientemente se han producido variedades primaverales de raps con resistencia a herbicidas de la
familia de las imidazolinonas, que facilitan el control de malezas en el raps y pueden ser usadas en
los casos que el control de malezas sea complejo. En relación a las enfermedades, se ha observado
aumento de pie negro (Lepthosphaeria maculans = Phoma lingam) en raps cuando se dejan los
rastrojos de raps sobre el suelo. En presencia de rastrojos el cultivo de raps es fuertemente atacado
por babosas considerando daño severo de D. reticulatum cuando se encuentran 2 babosas/m2
(Acevedo y Silva, 2003).
rastrojo. Esto se debe a una importante pérdida de plántulas en la emergencia o poco después
Lupino
120
y = -6.9503x + 100
Rendimiento Relativo (%)
100 2
R = 0.6587
80
60
40
20
0
0 2 4 6 8 10
Rastrojos (ton ha-1)
Figura 14. Efecto de la cantidad rastrojos de trigo sobre rendimiento de lupino. Los datos se
expresan en relación a tratamiento con quema que se considera un 100% (Vidal y Troncoso,
2003).
Cuadro 12. Establecimiento relativo (%) de L. angustifolius var. Danja y L. albus var. Rumbo bajo
5 y 1 tonelada de rastrojo de trigo/ha, respecto al control establecido sin trigo que se considera
100% (Silva y Acevedo, datos no publicados).
10
Residuos al momento d ela
9
8
siembra (Ton/ha)
7
6
5
4
3 Santiago
2 Temuco
1
0
0 5 10 15 20 25
Tiempo (años de simulación)
Figura 15. Valores simulados de rastrojos sobre el suelo de la rotación trigo-lupino para la
zona de Santiago y Temuco (García de Cortázar, datos no publicados).
Por lo tanto, en las rotaciones con cultivos cuyo establecimiento se afecta fuertemente por rastrojos
(ej. leguminosas en la rotación cereal-leguminosa) se recomienda hilerar el rastrojo o reducir su
volumen por medio de animales, enfardado u otro sistema.
El hilerado se realiza mediante el uso de rastrillo de descarga lateral. Con el hilerado una fracción
del rastrojo se pone en filas paralelas de aproximadamente 1,5 metros de ancho que se ubican a 10 o
12 metros de distancia. En estas franjas libres de rastojo se logra un adecuado establecimiento de
lupino. Otra opción es retardar la fecha de siembra hacia fines de invierno y sembrar el lupino sobre
el rastrojo del cereal con mayor grado de descomposición.
Si bien no se cuenta con estudios específicos, en la VIII Región de Chile se ha observado que en el
lupino establecido en cero labranza aumenta el ataque de rizoctonia (Rhizoctonia spp.) y de
antracnosis (Colletotichum gloesporoides), mientras que la presencia de rastrojos reduce el ataque
de mancha café (Pleiochaeta setosa). En presencia de rastrojos el cultivo de lupino, al igual que el
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de raps, es fuertemente atacado por babosas, considerando daño severo de D. reticulatum cuando se
encuentran 2 babosas/m2 (Acevedo y Silva, 2003).
Cuadro 13. Rendimiento de maíz de grano (qq/ha) en labranza tradicional (LT) y cero labranza
(CL) (Acevedo y Silva, datos no publicados).
Figura 16. Cambios en el contenido de nitratos en un suelo con rotación trigo-maíz cultivado
por seis años en cero labranza, en comparación con un suelo en que se mantuvo la labranza
tradicional ( Martínez et al., 2003).
Al igual que en raps, han aparecido híbridos de maíz con resistencia a herbicidas de la familia de las
imidazolinonas, que permiten un buen control de malezas. Maíces clearfield o IMI (resistentes a
imidazolinonas), tratados con adecuados agroquímicos y dosis, muestran importantes variaciones en
la producción y rendimiento en grano cuando son sembrados sobre rastrojo de trigo (Cuadro 14).
Cuadro 14. Biomasa y rendimiento del híbrido México IMI (M. IMI) tratado con dos dosis de
imidazolinona en cero labranza (Acevedo y Silva, datos no publicados).
Dado al actual escenario de mercado y precios de los productos agrícolas, y basado en los
antecedentes entregados en los capítulos II al VII, que afirman la existencia de efectos ambientales
en el país y agronómicos de los modelos de rotaciones intensivas en el rendimiento, se presenta el
resultado económico de diferentes combinaciones o sucesiones de tres años de cultivos anuales, con
manejo de suelo cero labranza eliminado el rastrojo mediante el uso del fuego. Los datos de
rendimiento se han obtenido para las diferentes combinaciones de ensayos de investigación en las
zonas de Precordillera, suelo Andisol (Trumao) y Secano Interior, suelos Alfisol y Ultisol (Rojo
arcillosos), del Sur de Chile, IX Región. Los cultivos en sucesión en los diferentes modelos son
cuatro: Trigo (T); Avena (A); Raps (R); y Lupino (L).
Para determinar el resultado económico se elaboró una ficha técnica para cada cultivo, con
tecnología cero labranza, representativa de productores de tamaño medio, para las condiciones de
precordillera y secano interior de la zona Centro Sur y Sur. Para determinar el valor de las ventas se
consideraron los precios de los granos a productor (puesto fundo) de las últimas cuatro temporadas,
es decir, 2004/2005, 2003/2004; 2002/2003 y 2001/2002, para los meses de enero a marzo.
El resultado económico que se presenta para cada cultivo así como para la rotación corresponde al
Margen Bruto por hectárea, promedio de los tres años de la rotación. Este se ha determinado
restando al valor de la producción los costos directos. Es decir, no se ha considerado los costos
indirectos ni los gastos generales de la empresa. Los costos directos de un cultivo anual
corresponden a maquinaria, mano de obra, semilla, fertilizantes, herbicidas y funguicidas. Para
maquinaria se consideró que esta era propia del productor, excepto la cosechadora.
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El mayor margen bruto sería aportado por el trigo, del orden de los $180.000 por hectárea. El lupino
y la avena alcanzarían márgenes brutos del orden de los $100.000 por hectárea, y el raps valores
menores. El resultado económico comentado corresponde a un rendimiento normal para cada uno
de los cultivos, equivalente a los que logran los medianos productores en la zona.
En el Cuadro 16 se presenta el resultado económico de cada uno de los cultivos que componen la
rotación para el secano interior, para el nivel de precios y rendimientos que se indican.
Para el secano interior, como en el caso de la zona de precordillera, el mayor margen bruto sería
aportado por el trigo, con valores sobre los $200.000 por hectárea, para el precio considerado en el
estudio. El lupino alcanzaría un margen bruto del orden de los $100.000 por hectárea, y la avena y
el raps valores de $85.000 por hectárea.
Cuadro 16. Resultado económico cultivos de rotación. Zona Secano Interior (SI).
Valor de la Costos Margen Rendimiento
CULTIVO Precio($/qq)
Producción Directos Bruto (qq/ha)
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($ / ha)
TRIGO 540.000,0 344.140,5 195.859,5 9.000,0 60,0
AVENA 275.000,0 164.275,0 85.725,0 5.000,0 50,0
RAPS 434.000,0 289.780,0 82.220,0 12.400,0 30,0
LUPINO 225.000,0 121.578,0 103.422,0 9.000,0 25,0
El dato considerado para obtener el resultado económico de una rotación corresponde al costo
directo de producción (Cuadros 15 y 16) para los sectores precordillera y secano interior,
respectivamente. El valor de la producción se ha obtenido a partir del rendimiento de cada uno de
los cultivos que componen la rotación.
Cuadro 17. Modelos de rotaciones con mayor margen bruto. Zona Precordillera (PC).
El resultado económico se expresa en términos del margen bruto por hectárea y el rendimiento que
se presenta corresponde al obtenido por cada cultivo en la sucesión de tres años, originando
distintos modelos de rotación.
En primer lugar se observa que los cuatro cultivos, es decir, trigo, lupino, avena y raps, están
presentes en las rotaciones con mejor resultado económico. Debido a que el raps es el cultivo que
presenta el menor resultado económico de los cuatro para esta zona (Cuadro 15), se esperaría que la
rotación en que participa entregue un bajo resultado económico, pero no resulta ser así. Esto sería
debido al aporte que hace como precultivo al rendimiento de los otros cultivos, especialmente a los
cereales avena y trigo.
Otro punto a observar es que el trigo está presente en cada una de las diez mejores rotaciones, lo
que se explica por el mayor margen bruto que entrega con relación a los otros cultivos.
En el Cuadro 18 se presentan las diez rotaciones con el menor resultado económico, para el sector
de precordillera (PC) en suelos Andisoles. En términos generales estas se caracterizan por presentar
una repetición de un mismo cultivo en años sucesivos – TTT- (Figuras 2a y 2b) y además por no
integrar el trigo entre ellos – RRR- (Figura 4a). Esto se explica por el efecto en el rendimiento que
tiene la repetición en años sucesivos de un cultivo como sucede en RRA o LRR y también porque el
trigo es el cultivo con el mayor resultado económico de los cuatro y que al no estar presente en la
rotación se afecta el resultado económico de la misma.
Cuadro 18. Modelos de rotaciones con menor margen bruto. Zona Precordillera (PC).
También se observa que los cuatro cultivos, es decir, trigo, lupino, avena y raps, están presentes en
las rotaciones con mejor resultado económico. Si bien el lupino es el cultivo que presenta el menor
resultado económico de los cuatro para el sector de secano interior, está presente en las rotaciones
con mejor resultado económico. Esto se debería a las propiedades del lupino y los aportes al suelo
que presenta como precultivo al rendimiento de los otros cultivos, especialmente a los cereales
avena y trigo, como se observa en las sucesiones RLT, RLA y TLR, figuras 2b, 3b y 4b,
respectivamente.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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Cuadro 19. Modelos de rotaciones con mayor margen bruto. Zona Secano Interior (SI).
La sucesión ART para el trigo es adecuada desde el punto de vista agronómico, presentando
consecuentemente el mayor rendimiento para trigo de las diez rotaciones con mayor resultado
económico para la zona secano interior. Sin embargo su margen bruto es el menor de los
presentados en el Cuadro 19, lo que se explica por el bajo rendimiento relativo que se obtuvo en
avena y especialmente en raps, que es el mas bajo observado en el mismo cuadro.
Otro punto a observar, al igual que en el sector de precordillera, es que el trigo está presente en la
mayoría de las diez mejores rotaciones, lo que se explica por el mayor margen bruto que entrega
con relación a los otros cultivos.
Para este sector no existe un patrón claro de la mejor sucesión de cultivos en la rotación. En general
se puede decir que las mejores rotaciones no tienen repetición de un cultivo de un año a otro, con
excepción de LAA y RTT. También se puede observar que en las tres rotaciones con mejor
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resultado económico está presente la combinación trigo-raps, dentro de la secuencia de tres años,
como son TRT, TRA y RLT.
Un resultado relevante que surge de la investigación es que las mejores rotaciones para el sector de
precordillera no son las mismas para el sector de secano interior, aunque hay algunas rotaciones que
se repiten entre las diez mejores en ambos sectores. Estas son TRT, TRA, LTA, RTT y ART. Sin
embargo la ubicación de estas rotaciones en la escala de resultado económico es diferente entre
ambos sectores. Así por ejemplo, la rotación TRT se ubica en primer lugar para el sector secano
interior, pero en cuarto lugar en precordillera. La rotación TRA se ubica en segundo lugar en el
secano interior y en décimo lugar en precordillera. Por otra parte, la mejor rotación del sector
precordillera, que es TLT, no se encuentra entre las diez mejores para el sector secano interior.
En el Cuadro 20 se presentan las diez rotaciones con el menor resultado económico para el sector de
secano interior. Estas se caracterizan por presentar repetición de un mismo cultivo en años
sucesivos, especialmente el trigo, como son TTT, TTA y TTR. Las dos primeras secuencias
presentan también los menores rendimientos para el trigo y la avena respectivamente, dada las
condiciones y efectos como precultivos que tienen estas especies, en las que solo incluyen cereales,
aspectos discutidos en el capítulo III y V.
Por otra parte la repetición de raps sobre raps, RRR, al igual que en el sector de precordillera, se
encuentra entre las rotaciones con menor resultado económico, lo que se debe a la fuerte caída del
rendimiento cuando este cultivo se repite en el mismo suelo a través de años.
Cuadro 20. Modelos de rotaciones con menor margen bruto. Zona Secano Interior (SI).
Asimismo las rotaciones con menor resultado económico para el secano interior tampoco
incorporan el trigo entre los cultivos, con excepción de aquellas rotaciones en que el cultivo se
repite (rotaciones 1, 2 y 3), dando origen al monocultivo. El trigo es el cultivo que presenta el
mayor margen bruto por hectárea, por lo que al estar ausente en la rotación se afecta el resultado
global de la misma.
En el Anexo I se presentan las figuras IA y IB con el margen bruto de todas las combinaciones o
sucesiones de cultivos anuales, considerando Trigo (T); Avena (A); Raps (R) y Lupino (L), para las
zonas de precordillera Centro-Sur y secano interior Sur respectivamente.
Las consideraciones económicas han tenido y tendrán influencia en las decisiones de uso de la
tierra, y por consecuencia en el uso de la práctica de las rotaciones. Se han identificado tanto en el
país como en el extranjero beneficios en la producción de cultivos utilizando secuencias de
diferentes especies en el tiempo, los que se pueden explicar en parte en esta publicación. Existe aún
necesidad de investigación básica y aplicada para entender mejor los beneficios de las rotaciones
acompañada de políticas públicas que también influencian el uso agrícola de la tierra. Ambos
factores reforzarán el uso y adopción amplia de esta técnica agronómica que es económicamente
viable, ambientalmente sustentable y socialmente aceptable. Se espera que esta publicación apoye el
mejoramiento de una oferta diversificada de materias primas agrícolas, que permita aumentar la
competitividad del sector y satisfacer la exigente demanda de los mercados actuales, en especial
para el sector industrial elaborador de alimentos para humanos y distintas especies animales.
A través de los capítulos de esta publicación se señala que existen efectos positivos generales de la
práctica de las rotaciones, tales como:
• Aumento del rendimiento de los cultivos en comparación al monocultivo.
• Ruptura del ciclo de muchas especies de enfermedades, malezas, e insectos.
• Aumento de la disponibilidad de nutrientes en los primeros 20 cm del suelo conservando la
calidad química del suelo y protegiendo al medio ambiente al disminuir la recarga de las
aguas subterráneas con exceso de elementos químicos.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
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• Mantención de la calidad del suelo, lo que permite un mejor enraízamiento de las plantas.
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Yates, F. 1954. The analysis of experiments containing different crops. Biometrics 10, 324-346.
ANEXO I. Resultado económico de diferentes rotaciones de cultivos anuales para las Zonas
de Precordillera Centro-Sur (Suelo Andisol) y Secano Interior Sur (Suelo Ultisol y Alfisol).
200.000
150.000
100.000
50.000
0
R
LR
R
R
R
R
AR
R
TR
R
R
R
AA
LL
LR
R
AL
LA
AR
TL
LT
TR
TA
AT
TT
R
R
Margen bruto
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0
A
TA
A
A
LA
A
A
A
A
AA
A
A
A
A
TR
R
LR
TT
LT
TL
TA
AT
AR
LL
AL
LA
AA
R
R
R
300.000
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0
T
T
TT
T
T
LT
T
T
AT
T
T
T
T
T
T
TT
TR
R
LT
TL
LR
AR
LL
AT
TA
AL
LA
AA
R
R
R
R
Margen bruto ($/ha)
Figura IA. Resultado económico de rotaciones para raps, lupino o trigo. Zona Precordillera
Centro-Sur, suelo Andisol. Ej rotación ART; ppc avena (A), pc raps (R), c trigo (T).
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
Fundación Chile. Santiago, Chile 91 p.
140.000
Margen bruto ($/ha)
120.000
100.000
80.000
60.000
40.000
20.000
0
R
LR
R
R
AR
R
R
TR
R
R
AA
LR
LL
LA
AL
R
LT
TL
AR
TR
AT
TA
TT
R
R
R
R
Margen bruto ($/ha)
180.000
160.000
Margen bruto ($/ha)
140.000
120.000
100.000
80.000
60.000
40.000
20.000
0
A
A
AA
A
A
A
LA
A
A
TA
A
LL
LA
AL
AR
AA
LR
TA
AT
R
LT
TL
TR
TT
R
180.000
160.000
Margen bruto ($/ha)
140.000
120.000
100.000
80.000
60.000
40.000
20.000
0
T
T
LT
T
AT
T
T
T
T
TT
T
AA
LR
LL
R
LA
AL
AR
LT
TR
TL
AT
TA
TT
R
Figura IB. Resultado económico de rotaciones para raps, lupino o trigo. Zona
Secano Interior Sur), suelos Ultisol u Alfisol Ej rotación LAT; ppc lupino (L), pc
avena (A), c trigo (T)
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
Fundación Chile. Santiago, Chile 91 p.
GLOSARIO
Alelopatía.
Efectos perjudiciales o benéficos que son ya sea directa o indirectamente el resultado de la acción
de compuestos bioquímicos que, liberados por una planta ejercen su acción en otra.
Aluminio intercambiable
Ión Aluminio, soluble en condiciones de suelo muy ácido (pH menor a 5,0). Este está fuertemente
unido a la material orgánica del suelo o está presente en la forma de aluminio (Al3+) o cationes de
hidróxido de aluminio. Estos iones de aluminio intercambiable son adsorbidos preferentemente a
otros cationes por las cargas negativas de los coloides del suelo. El aluminio adsorbido está en
equilibrio con los iones aluminio en la solución del suelo, y los iones aluminio contribuyen a la
acidez del suelo por su tendencia a hidrolizarse, produciendo iones H+ que disminuyen el pH de la
solución del suelo
Arcillas (dispersables)
Constituyentes esenciales de gran parte de lo suelos y sedimentos, en su mayor parte, productos
finales de la meteorización de los silicatos que, formados a mayores presiones y temperaturas, en el
medio exógeno se hidrolizan. El tipo 2:1 como la montmorrilonita o esmectita que aceptan agua (y
cationes) dentro de su matriz, son arcillas dispersables.
Atrazina
Herbicida que no ocurre en forma natural, soluble al agua. Su molecula es 2.Cloro-4-etilamino-6-
isopropilamino-1,3,5-triazina. Una vez aplicada al suelo es absorbida por las plantas, raíces y en
parte por las hojas o degradada durante un período de dias a meses. Es de gran eficiencia sobre las
malezas gramíneas y numerosas latifoliadas, La duración de su acción es de 26 meses. Es estable en
condiciones neutras y levemente ácidas o alcalinas.
Densidad aparente
La masa de suelo seco por unidad de volumen total del mismo incluyendo el espacio con aire. El
volumen total se determina antes del secado a 105 ºC hasta peso constante.
Inóculo
Es la parte del agente causal de una enfermedad (patógeno, insecto) que entra en contacto con la
planta hospedera.
Rotaciones de Cultivos y sus Beneficios para la Agricultura del Sur. Rouanet, J.L. (Ed.).
Fundación Chile. Santiago, Chile 91 p.
Esclerotinia
Enfermedad inducida por Sclerotinia sclerotium, un hongo que ouede infectar numerosos cultivos,
entre ellos el raps. El cuerpo que conserva el hongo es el esclerocio que puede sobrevivir en el suelo
durante 5 a 10 años. Infecta a las plantas por las raíces y sus síntomas aparecen en primavera como
necrosis de pétalos florares, hojas que interrumpen la alimentación de los granos en desarrollo,
diminuyendo el rendimiento.
m.s.n.m.
Altitud de un lugar expresado en Metros Sobre el Nivel del Mar. Ej, 200 m.s.n.m., indica que el
lugar está ubicado a una altitud de 200 m sobre el nivel del mar.
15
N
Isótopo estable del nitrógeno de ocurrencia natural en el medio ambiente. Se utiliza como traceador
en estudios del sistema suelo-planta
Planta hospedera.
Organismo vegetal que permite el desarrollo y subsistencia de patógenos o insectos parásitos o
comensalistico. Dependiendo del tipo de organismo, la planta huésped puede experimentar o nó
daño a su crecimiento, desarrollo y productividad.
Raíz proteoídea
Raíz en forma de cepillo desarrollada por lupino blanco en respuesta a deficiencia de fósforo
Rizósfera
Región del suelo sujeto a la influencia de las raíces de las plantas, caracterizada por una zona de
mayor actividad microbiológica.
Saprofitos
Organismos como hongos que se nutren de materia orgánica muerta
Sustancias aleloquímicas
Sustancias químicas producidas por plantas con efectos inhibidores o promotores en el crecimiento
de otras plantas o insectos