El idealismo objetivo fue el primero en acentuar con toda energa el momento
espiritual del arte frente al momento sensorial. Vincul as la objetividad del arte con el espritu: lo sensual era para l, que segua sin reparos a la tradicin, igual a lo contingente. La generalidad y la necesidad, que para Kant prescriben al juicio esttico su canon, pero restan problemticas, son construibles para Hegel mediante el espritu, la categora que en el lo domina todo. Es evidente el progreso de esa esttica sobre todas las precedentes; as como la concepcin del arte se libera de las ltimas huellas del divertimento feudal, su contenido espiritual (que es su determinacin esencial) es arrancado desde el principio a la esfera del mero significar, de las intenciones. Ya que Hegel entiende el espritu como lo que es en si y para si, lo conoce en el arte como su sustancia, no como algo sutil y abstracto que flota sobre el. Esto esta contenido en la definicin de lo bello como la aparicin sensorial de la idea. Pero el idealismo filosfico no era tan partidario dela espiritualizacin esttica como la construccin hara pensar. Mas bien, se presentaba como el defensor de lo sensorial que era consumido por la espiritualizacin; esa teora de lo bello como la aparicin sensorial de la idea era, en palabras del propio Hegel, afirmativa en tanto que apologa de lo inmediato como algo que tiene sentido; la espiritualizacin radical es lo contrario de esto. Sin embargo, ese progreso se paga caro; pues el momento espiritual del arte no es lo que la esttica idealista llama espritu, sino el impulso mimtico paralizado como totalidad. El sacrificio del arte por esa mayora de edad cuyo postulado era consciente desde la problemtica frase de Kant nada sensorial es sublime se notaria ya en la modernidad. Con la eliminacin del principio de copia en la pintura y en la escultura, de las muletillas en la msica, fue casi inevitable que los elementos puestos en libertad (los colores, los sonidos, las configuraciones absolutas de palabras) se presentaran como si expresaran algo en si mismos. Pero eso es una ilusin: esos elementos solo hablan mediante el contexto en que se encuentran. A la fe supersticiosa en lo elemental, en lo no mediado, que el expresionismo comparta y que desde ah hay) a las artes aplicadas y a la filosofa, le corresponde constitutivamente la arbitrariedad y la contingencia en la relacin entre material y expresin.