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Ex rearro pe Antonio Burro VALLEJO Leonor Ortega Aledrtara RESUMEN: Er ciguiento artiou octudia y muestra los racgoa do la dramaturgis de Duero Vallejo, alenindove en Ja relacia entre sus tainas y su expresion escénica mediante Ia escenogratia, la inture, la mises, Buere Valle Palabras elaves: teatro, eseonografia, musica y pintura, EL 14 do Octubre do 1949 fue ropresentads en el teatro Espaiol la obra que habia redibido el premio Lope de Vega; se trataba de Historia de una esealera del autcr novel Antonio Buero Vallejo, Hsta obra cunstituyd un gran éxito, a pesar de ser la primera pieza ‘que nuestro autor Ilevé a la ogeona, éxito sin procodente on la historia moderaa del teatro (las masde 170 representaciones del drama llevaron a sustituir al sempiterne Tenorio por ‘una ‘nueva pieza leatral) que scompa al autor que nos ocups desde ese momenta hasta hoy dia, tanto por parte del zector de a critica eomo por el piblicg; aia estas consideracio nes edjuntamos la ayuda que recibid el conjunto global de su dramaturgia, podremos com- Prendern parte algunas delasrazones que fevorecieron eu buena fortuna y el interés eon ‘que fueron seguidos eada uno de sus estrenos, comenzando a escribir una piexa anual que ‘obtenta (aunque no siempre} una favorable acogida en Jos criticas yen los espectadores. La presencia do grandes dirostoros eesénicoe que #e preocuparon en resclver con acierto los probiemas escénices ocasionades por el exacto montaje de uno de sus dramas (entre los ue pueden ser citados, hay que destacar 3 Cayetano Luca de Tena, José Tamayo, Antonio Vieo, Claudio de la Torre) y la artuacién de grandos intérpretes dal teatro cepavicl ya con ‘sagrados (como Kodero, quien incorporé a su carrera el drama bueriano e interprets aver- tadamonte numerosos papeles de protagonista, oe] propio Carlas Lemos) 0 noveles (coro Fernando Guillén, Adolfo Marsillach, Berta Riaza, Milagros Losl, Antonio Puga) fueron Bl teaty de Antonio Buero Velajo fectores de peso para comprender que Buero era un autor mas que interesante para el mundo dela escena, La habilidad del autor que ocupa este articulo estriba en la aparente facilidad con la que cade una de sus obras Izg6 e impresion6 al publico, @ erticus y a espectadores; en Historia de una eseatera, Buero nes protenta su taiverso testral mediante Ia eonjuncién de das concepeiones tan opuestas como el sainete y Ja"visidn agéniea” unamunisna. Por un, lado, sainete cra una forma teatral muy conoside y aplaudida, caracterizada pur peque- fhas historias, personajes costumbrisias y tépicos, con un final foliz a una trama no dema. siado enrevesada; Buere desterré toda vision nona y un final feliz, eareeteristico de esta forma teatral a Ia que tantos autores habian realizado concesiones para Ilenar la sala y subsistir; por otro, la concepeién unamuniana sobre la tragedia brindé al autor el plantoa- miento del problema del ser sobre las tablas, con un lenguaje claro, un estilo previso y unos métodes innovadores, Ho aqui la importancia y la trascendencia de esta draraaturzia, Como bien apunta Ricardo Doménech, Ia primera pieza escrita por Buero y estrena- da tras Historia de un esealera contiene todas Tas ideas y los temas que el autor desarro- argon adelante; asi, Er la ardionte oscuridad constituys una magnifica fabula que mues- tia tanto a situacion social de la Espaiiade posguerra como la reflexién sobre elser huma- no, sus luchas, sus limilaciones y sus deseos de superacidn. Maniflesta el ansia (quizd también le esperanza vaga) de trescender nuestro mundo para logar a comprender un ‘misterio, el de nuestra vida, simbolizado en esta obra por la contraposicién entre as tinie- blas o el mundo de los personajes y de lau, que se encuentran un espacio fisico exterior a la residencia donde viven “enclaustradas” los personajes. Para tal finalided e) autor ‘muestra el concepto “agénico” de la existencia como lucha & través de la opsicion de perso- rnajes gue simbolizan los distintes modes de actuar y pensar del ser, fundamentalmente encontramos das tipos: uno encarnado por Ignacio, que se cuesticna sabre Ia verdadora cesencia del murdo y del hombre y rechara la vision despreocupada, alegre y maniquea de lamsyoria, cuyo expononto so oncuontran Carlos “muchacho fuerto y aanguinco, do agra- able y enérgica expresién" un personaje que no se plantea esas euestiones y que muestra una trivialidad que raya en el orgullo propioen elenfrentamienwo entre el persongje activo (Carlos) contra ol contemplative (Ignacio); 1a fnalidad de oste enfrontamionto se enevon- tra en la exploracion de la propia realidad mediante su aceptacion, pues ningtin personaje (calvo Ignacio) la asume y asf nos presenta el aulor a sus personajes: ‘Son ciegos Jovenes 3 flices, al parecer; tan seguros de st mismos que, cuando se Jovantan, caminan con faced y selocelizan admirablemonte,aponas cin vacila ‘ones otanteos, La ilsiea de normalidad es.con frecuencia, complete, y el espes- tailor acabarfa por olvidar Ia deegracta sien que loz aquesa, sino faese por un Aetalle ieroductibie,que a veces se Is hace recerdar:estas gentes nunca ee enfien- tan sea lacera de ee intorlocuter Isla de Arvierdn— LEONOR ORTEGA ALCANTARA Estos cieges viven en un mundo casi normal y totalmente despreosupado, incluso poseen un don, el de poder comunicarse y “visualizarse” a distancis sin ver; la trvialidad desu vide se destruiré con la legada de Ignacio a la institucién, cuyas normas comenza- ‘a a ser incumplidas a causa del replanteamiento de su propia realidad y de intento de ‘ransformar la vida durante su estancia en la residencia: Inacio El mayer obstéculo que hay entre td y yo esté en que no me eomprendes. (Ardiontements)Loscompaiterosyticon cllos, me intsrestis misde lo que crocs! ‘Ne duele como una mutilacién propia vuestra ceguera. (Me duele, ami por todos vosotros!.. ahora estdn brillands las estrellas con todo au explendos, y que los videntes gozan de Ia maravilla de su presencia, Esos mundos lejanisimes estén, ‘bt, tas los crstalesl sleance de nuestra vista...,si la tuvigramos! A ti eso no te importa, desdichado, Pues yo las aio, quisiora contemplarlas; siento gravitar su alee luz sobre mi rostr, jy me parece que eas las veo! La muerte de Ignacio no constituird un fracaso pues su asesino, Carlos, se plantearé Jos misnoo problemas; eu paso por la institucién no cord infructuoso. En este primer drama encontramos ya rasgns que se convertirén en las constantes del teatro de Buero: tenemos, por un lado] enfrentamiento dedos personajes (contempla- tivo y astivo), el hecho de que los personajes aparezean con una tara (fisiea moral), los personajes no estsn determinados por una divinidad y, por ultimo, el tema de Espana. ‘La ceguera, sordera, defurmidades fisicas y mentales constituyen los impedimentos ‘de los personajes en obras como En le ardiente oscuridiad, Bl coneiorto de San Ovidio, El sueriode la razon 0 La doble historia del doctor Vaimy, estas taras sirven al autor para ~de manera alegérica~ mostrar las limitaciones que condicionan al ser humano en tanto que ‘arece de una libertad suficiente para eomprender lo que Deménech llama “al mistarie de ruestroser'y de nuestro destino en el mundo’; sin embargo.esa limitacidn debe ser supera- ‘4a para poder aprebenderle con una doble finalided: el cuestionamionto de nusstras reali dades sociales y éticas y su eneauzamiento desde un panto de vista existencial y moral. Asi afirma Domenech: ‘La tragedia de! indvidac es un propésite evidence a simple vista pero que llega a ‘su ltimas conscovonsiaa «través do lestarae sina peiquicusde Ioe persons; ‘stos,Lmitados 2 causa de esas taras, so encuentran mas cerea de encontrar la ‘olucién sobre el misterio hombre! munde qus el resto doles personajes nermales. En los dramas histérieos, el personaje lisiado sirve asimismo pare contraponer ¥ confrontar dos actitudes ante la realidad, Ia del que se vale de cualquier medio para obta- ‘er sus intereces y enriquecerse frente al personaje que debe subsistir en su medio como s0a; Buero enfrenta en ocasiones las dos realidedes (David/Valindin, El concierto de San Ovidio), bien mediante la explicacién de un personaje (Velfzquer, Pedro/Marqués, Las Bl teatro de Antonio Buero Valle ‘Meninas; Bsquilache, ciego! Ensenada) y ensefa la existencia de una doble moral, la que permite onriquecor a los nobles a costa do los demds (convirtiéndese on criminales que escapan a las leyes reales) y la que castiga a seres mas indefensos, por criminalidad: (Cacré por un monte pensando en las tristezasv en las injusticins dol reino.Podre Briones se opuso # vuostra autorided; pero jquiéa le fra6 a la vobeldia? Mts ‘pomue su eapitsn se lueraba eon ol hambre de les scldados. Se s126 contra los Impuestos porque los impuestes estin hundieado al pais {Es que el Peder solo ‘sabe acallar con sangre Io quo 61 mismo incuba? Eeta injusticia plantoa en la cbra bueriana otra prooeupacida clave, ol toma de Espatia vylasrazones de su decadencia social y espiritual poseen una cimentacién histérica: en estos Gramas el autor repitela antinomia entre personajes activos y contemplatives, quienes mues- ‘tran la existencia de una injusticia social, acoptada cominmente y que ocasiona todos los ales presentes en Espana, constituyenco un caldo de cultivo originario de los desastres, sociales contempordneos; una sociedad que se-caracterizé en el pasado por el provecho indi vidual ye! enriquecimienta partienlar ha ocesionadl en el presente laexistencia de una elite ‘que vive 2 ensta de los demas y caracterizada por su falta de escrupulos para beneficiarse a ‘costa de una inmensa mayoria, un grupo que intenta subsistir de cualquier moda. Esta situacién social pretérita determina la situseién social contempordnea y las pautas y modo e ser de los individuos; éstos se comportan, ocasionalmente, como verdaderos automates (La debie historia del dector Valmy), cores “activos" que viven una falea realidad y eon atra: patos por ella; esta consideracién sélo la pueden manifestar jos reflexivos (Ignacio, David, Esqullache, Pedro, Velazquez, Mario)o distanciados de la acci6a, bien mediante el recurso de Jn ironia como es el caso de Martin, un picaro que nos muestra la realidad social do la époea en Las Meninas a través de su parlamento directo al publica: (AL pitlico) No, no somos pinturas. Bscupimos, hablamo: » callemos sogtin va sl | ‘vienta. Todavia estamos vivo...Estode hablar alirees una maneradeayudarse. | ‘So cvontan las cosas como si ya hubieran pasedo y asi so soportan mej...) Yo ‘jo muchas (historias) pero esta pudo ser verdadera ;Quien dice que nc? ;Usarce? Otro tipo de personajes distanciador es creado por el autor mediante la caracteriza- in del personaje historico de manera reflexiva, como Velazquezen Las Meninas, Esquilache en Un soviador para un pueblo, Hay en El concierto de San vidio (de manera secunda- ria), Larra en La detonacién o el propio Gora en El suent de le razon; son personajes que ‘monologan ante la incomprensicn de sus allegados mis présimos; asi, Velizquez encuen- tra Ia Gnica comprensicn en Pedro qua seré ejecutado eon posterioridad, eon lo que mues- tra al personaje en la mas absoluta soledsd; este vinculo se establece también entre Esquilacke y Fernandita, correspondiendo al misme tipo que el vineulo entre Juana e Ig- ‘nacio, aunque no pertenezcan atin drama histériea, Be Aumavés dela dramaturgia de Buero se pueden contermplar personajes “vietimas" del enfrontamionto antre los dos personajes.entre actives y reflexivoe: son vietimas que el deseo de poder 0 Ia ambicion del activo han provocado, seres mas © menos indefensas, ingcentes en todo caso del drama que va a oponer a las personajes antagonists. Como ya eo ha dicho. esta lucha de contrarias simboliza Ta otarna pregunta sobre el hombro y quo realiza impenitentemente el Padre de £1 trageluz, como una forma de busear Ia verdad, pero tres une experioacia amarga, Buero nos presenta este tercor tipo de personaje como rosultade de les tropelia del activo (par ejemplo, Adriana es esposaamante y “galga’ de Valindin siendo maltratada ‘uando Geto lo crea convenient) o come esperanza de futuro (como la infanta Margarita ‘que esta hecha de luz”). Hstos personajes juegan un papel definitive Is hora de contestar 41la pregunta sobre la esperanza (0 n0) en el drama de Buero;esos personajes (generalmen- teencarnados por mujeres) pueden aolucioncr la amibigiiedad de su obra. La repeticin de conductas constituye otro elemento simbélico; conduetas pretéri- tas y presentes pucden ser establecidas enire Un sonador para un pueblo y La doble historia del doctor Valmy” la violencia lato en amas obres contra seree indefens0s on un aparente estado de orden; los personajes castigados sufren una mayor tortura a causa de surelacién con el perscnaje contemplative (Fernandita seré violada, los personajes que deseribe Valmy se atacan unos a otros sin causa aparenta, son unos perturbados monta- Jes), mientras éste permanece lejos de la escena violenta (Esquilache se encuentra fuera, Valmy analiza friamonte los compértamientos pasados, excluyéndose de la accién dra. matica), siempre distanciado y sumergido en sus propias cavilaciones; asi, Rsquilache busca el bien de la sociedad en que vive y lucha contra le invisible mano enemiga que coarteré todo su poder ¢ impediré ol eancamiento del pais y, con él, el de la sociedad y del hombre en particuler, hundiendo a la situacién social espariola en gran medida, earacte- ieaile por una conducla represora, por valores impuestos que seran objeto de andlisis, concienzuda o intensamente, por al doctor Valmy: los hijos, como en la tragedia grioga, ‘argan con jos errores de sus mayores, va sean dramas” simbdlico-realistas” o historicistas, op formas distintas de indagar sobre el hombre y la vida.“Cualquiera que sea su apa riencia, insisto en que encierra siempre o casi siompre parecidas exploracione:”, afirraa 1 propio autor sobre el conjunto de su obra dramatica; en verdad, el teatro de Buero ‘mantione unes temes y unes preocupaciones comunes a lo largode su deserrollo queson Ja busqueda y comprensién sobre la naturaleza del ser, su transcendencia,ol mistorio de nuestra existencia (el fracaso/esperanza), el caracter relativamente cielico del tiempo, le antinomia do earastores como eimbolos de] alma humana y el tema de Espaiia que, por un lado, sirve de explicacién a los males sociales y morales qua sufte el hombre contem. orénneo (ya que esos problemas, al no ser reparados en épocas pasadas, se tansmiten 2 Ins generaciones futuras)y por otro muestra al compromise del autor eon Ia época en que vive, & traves de ataque y Ia denuncia al régimen franauista desde esos dos pilares, ‘oncioneia social y eonciencia ética ‘eo de Arriaran — 128 El.teatro de Antonio Buero Vallejo Si nuestro autor ya posefa una forma teatral sdecunda para representar su visién “tragica” sobre el hombre, gracias al sainete y al concepto agonico de tragedia, logrd asi- ‘mismo innovar la dramaturgia espafiola dele postguerra mediante diversos elementos.cuyo ensamble ha sido llamado “efecto de inmersién” ola conversién del espectador en un actor 0 personaje mas, a través de componentes mas 0 menos novedosas,como fueron la comple- jidad cseénica, la misiea y Ia pintura, la inclusién do personajoe distanciades con una, determinads funcién, el juego eseénico y la presencia de elementos ereadores de un am- Diente ontrieo. La escenografia Desde sus primeros dramas,Buero muestra una especial preocupacién par el uso debido del espacio escénico, por la uramoya de cas pieza. Cada obra del autor contiene, al inicio, un ‘minucioso y largo fragmento Ja acotacién] destinado 2 la dascripeién de todo lo que debe parecer en el escenarior nada de particular tendria ésta sino fuese por la minuciosicad donde ‘cada elemento se incorpora a otrv;asf pues;tenemos este 0 estos escenariosen las piezas: “Historia de une escolero; ds rellenos uaides par la exealera con Su hee En la ardiente oscuridad; una habitacion de la institucién de los invidentes, con cris- tales tras los cuales se ven drboles y un campo de deporte; dentro, sillones, mesas colocén- dese estos musbles lo més espasiadamente pesible. Un sonador para él pueblo; una plataforma giratoris une y separa los émbitos de Esquilache y del rey. Sobre la escens, numerosas farolas, Las Meninas;el escenario xe divide ontres ospacios coneretos, als inquierda se mues- tra la Casa del Tesoro, a la derecha el Alcazar yen el centro, elevado,elobrador de Velazquez con una gran tabla delante de sf, el lienzo que esté pintands. El concierto de San vidio; se trata de espacios sucesivos,caidas las cortinas repre- senta el Hospicio de los Quince Veinte; después muestra la casa de Valindin donde vive Adriana (un espacio cerrado) y donde se alojardin los ciegoe, seguidamente el lugar alquila- do por Valindin para Ta feria eon la tribuna donde cantardn y serén objeto de burls los ciegos,finalmente una calle donde “ejecuta” David a Valindin. Con el telon bajado y el efec- 1 de las lucce, Haty habla al pablico. Er tragalue;1a escena se divide en tres partes, una central y amplia, que muestra la casa (donde viven Mario y sus padres) sobre la que se proyecta ocasionalmente la sombra do un tragaluz;a iaquiorda y derecha del espectador, vemos ol lugar donde trabaja el her- mano Ge Mario y una caieteria, en un plano mas elevado que el dela ease. La dotle historia del docior Valmy; Buero sigue una técnica cinematogrética, Casi sin Iuces, vemos al doctor dictar a eu secretaria y euande comienza su narracién, se van Iola de Arviorin | LEONOR ORTEGA ALCANTARA ‘huminando diverses expacios de un escenario separado en dos lugares cerrados (a casa y ls profoctura do polieia) y que #9 encuentran wnides mediante esealones por donde co | puede acceder 2 ellos; se encuentran en un plano elevadozun tercer espacio seria el plano | inferior que hace las veces de consulta del doctor y de calle-parque. Estos espacios diversos | son iluminados y mostrados a réfagas. El sueno de (a razonen la mas absolute oscuridad, contemplamos al rey Fernando | vty ctesrnars, 3 deiondo, entes La Quint del Goi, debe de Gaye do cue pinturas negras, expresiones vives de su imaginacién 2 eausa de su sordera. Las pinturas vvan siendo mosiradas 7 destacadas al publico mientras transcurre la accidn; existe un uso ceapecial de lao pinturas como contrapunto al titulo. Misica y pintura Desde su primera obra, Buero utiliza estos elementes para situar y oponer diversos cstados de énimo, para mostrar ta hecho quo sucede entre bambalinas o situar uns época;, ss importancia es éecsiva, tanto en los dramas histéricas coro en los simbslic-realistas yyhay que destecar que Buero estudis pintura. De esta manera podemos observar el am- bicnte exterior de Ia institueidn de los invidontes (hay frondosos Arboles al inicio quo von, perdiendo sus boias y un campo de deportes, ielas pintadas que sirven de ambientacin): {tenemos un cuad;o viviente en la conclusién de Las Meninas, precisamente es este cusdro «1 quo musstra “toda la tristeza de Bspatta dentro. Quien ves a estos zeres comprendoré lo inremediablemente condenadas al dolor que estn. Son fantasmas vives de personas cuya verdad cs le muerte, Quien los yea miaiana lo advertiré con espanto.., implicando al piblico en esta eontemplacién, por otra parte el ebjeto de acusacién a Velézquer es st ‘eadro la Venus del espejo” y las referencias pictorias son nuumerosas en el drama. En El concierto de San Otidio, el discko de la tribuna de la feria es caactamen te nnismo que Buero contempls en una pintura de Ia que destacan las ciegos con arejas de burro y el pavo real, construfdo y pintado en escena; en esta ocasida, la pintura ambienta Ja acsién y la onmarea. Por ol eontraro, on El everto dela razén, los cuadros dela Quinta el Sordo muesiran la progresiva desesperanza de Goya, incapaz de oir, que descontia de todos sus préximos los representa (en algunos casos) la vez que expreca su dolor porque no oye lo que dicen les personajes; de ahi quo uno de los momontos més grotescos torri- Lies sea el enfrentamiento entre Leocadis y Gumersinda, en presencia del pintor, quien oye cacareos y ebuznos respectivamente bien el sueto de Goya donde todas las figuras se le enfreatan, presagiande un aeontecimiento que poco tiempo después ocarrira ‘Vemos que la pintura juega un papel importante dentro dea concepcicn de Ia inmer- sin dramética; no lo es menos el de la miisice cuya finalidad es la misma. Bl ‘claro de luna” ge Fauré se opone a “la muerte de Axe” de Grieg en Bn la ardiente oseuridad, a primera a mode de hilo musical sugiere un ambiente plaido y feliz frente al anuncio del Bl teatro de Antonio Busro Vallejo asosinato de Ignacio, mediante una melodia méa vigoroce; “el concierto de Primavera” de Las cuatro estacianes de Vivaldi abre y cierra Un sofiador para un pueblo y as fineién ex dobie,situa la época y simbollza el arden (supuesto)y la esperanza de que éste exista en e| futuro. Eseuchamos miisiea de Corelli en Lav Moninas y =u significado muestra cl distan- clamiento entre una realicad existente y una sofada, dela misma manera que en El con. cierto... donde ésta se opone « una miisica més vulgar y de diversidn. Musica de los afios veinte sefiala y dibuja a los dos “loons” en La coble historia...; inalmente, hay que saftalar Jos ruidos (tren, gato, exc.) que se producon fuera de escena con un valor simbolico, El personaje distanciando. Finalmente me referiné a estos personajes que no participan direetamonts on Ta ae. cidn sino que la inierpretan y la muestran al publico, estos personajes son deedoblamientos al propio autor (Hatiy en El eoncierta... Ly olla en Le dobie historia... Martin en Las Meninas). Ciertos personajes reflexionan sobre un hecho pasado y atros interrumpen la accion, detienen los latérpretes y paran el tiempo para mostrar algo importante;envian un mensaje al ospoctador quo los haco participes do los problomas que exprese Buero en sus obras, Ja le Arriarén — 199

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