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Medicina Universitaria 2002;4(I: [Etica, filosofia e historia de la medicinal Mal de siete dias scar Angel Ulloa Gregor, Armando Hugo Ortiz La Facultad de Medicina de la Universidad Autnoma de Nuevo Leén resguarda, en su Archivo Histérico, la docu- ‘mentaciGn generada o recibida desde su fundacién en 1859, Existen algunos textos anteriores a esa fecha; sin embar- 0, llama la atencién un acervo de tres manuscritos de asuntos médicos de la Colonia, muy remotos en tiempo y en distancia, pues fueron remitidos @ fines del siglo XVIII a la provincia de Coahuila, desde sitios fuera de 1a juris- dicci6n del Nuevo Reino de Leén. Sobre uno de ellos ha- remos algunas acotaciones. El documento a comentar consta de una foja tamafio oficio, con tres paginas escritas. A la letra dice: N31 Con fecha de 29 de Mayo iltimo me ha comunicado el Excmo, Sr. D. Eugenio de Laguno la Real Orden del te- nor siguiente “En la cludad de Cuba se ha descubierto un espectfico reservativo del mal de Siete dias, que era una de las prin- cipales causas de la despoblacién de aquelta isla. Este ‘mal es una especie de alferecia, que acomete a los recién nacidos en los primeros siete dfas de su vida, siendo tan {fio el término, que pasado, sin que acomeia el accidente, queda por lo comin asegurada la eriatura, Se erefa incu- rable, habiendo sido ineficaces todos los esfuerzos y re- ‘medios, que usaron los antiguos para evitar la muerte de los pacientes, la cual rara vez dexaron de experimentar en el término expresado; y los que escapaban, morian infaliblemente a la edad de siete o veintiin aos, en que les repetta. Pero introducido el uso del aceyte de Palo, conocido también con el nombre de aceyte canimar y bal- samo de copayva, y apticando al recién nacido en el corte del cordén umbilical, luego que se hace la operacién, una dosis como la que se vende en esos Dominios por medio real de moneda corriente, no hay ejemplo de que en Cuba haya acometido el accidente @ nifio alguno a quien se aplique el preservativo. ¥ deseando el Rey que su uso se ropague en beneficio de la humanidad y de sus amados vasallos de esos dominios de Indias, donde es casi gene~ ral este mal, e iguales los estragos que causa, comunico a usted de su Real Orden esta noticia, a fin de que la haga piiblica en ese distrito, avisando oportunamente los efec- tos que se presenter, si se adopta el especifico” ¥ la (inserto?) a V. M. para que en puntual debido cumplimiento de lo que S. M. manda lo publique en el distrito a su cargo, cuidando V. M. de darme aviso de los efectos que este espectfico produzca en los casos que ocurra. Dios Guarde a V.M. muchos afios. Chihuagua 23 de septiembre de 1797 Pedro de Nava (ribrica), Al margen superior izquierdo: Se circulé a los justicias con fecha 6 de Noviembre Esta Real Orden se remiti6 desde Espaftaa la ciudad de México a principios de 1797, el vieey Marqués de Branci- forte publicé en mayo el bando para que se aplicara el pro- cedimiento indicado por el rey. Para tal efecto, el proto- medicato cité en sus oficinas a los cirujanos de la capital el 12.de mayo y alas parteras el 16, amonestindolos sobre fa prevencién seftalada, Copia de este documento se mand6 el 29 del mismo mes al general Pedro de Nava, gobernador de Chihuahua, capital de las Provincias Internas de Oriente, remitiéndolo cuatro meses mds tarde al gobemador de Coahuila, Anto- nio Cordero y Bustamante, con residencia en la entonces capital, Monclova, A su vez se les dio a conocer alas auto- ridades de varias poblaciones coahuilenses. De manera desconocida este documento lleg6 al Archivo Hist6rico de la Facultad de Medicina de la UANL. Por su naturaleza administrativa es probable que més copias del mismo se encuentren en otros archivos del virreinato. 108 Medicina Universitaria Volumen 4, Nim. 15, abri-junio, 2002, Sobre el cntomno hist6rico, e} doctor Francisco A. Plo- res consigna en 1886 que en México, al parecer, no hubo tal epidemia o al menos no con ese carécter, “cuyo nombre, antiguo ain se conserva en algunas de nuestras costas, que todavia parece que se presenta’! De acuerdo con el mismo doctor Flores, este documen- to se valoré casi desde su misma expedicién. El doctor José Maria Reyes, secretario del Protomedicato, publicé un articulo sobre el tema y, basado en informes de faculta- tivos que ejercfan en la Habana, se incliné por pensar que ‘el mal de siete dias era el tétanos de los recién nacidos. De acuerdo con los sintomas se puede considerar acer- tado el diagndstico, ta alferecfa es “una enfermedad de la infancia caracterizada por convulsiones y pérdida del co- nocimiento, conocida también como eclampsia infantil” Un volumen de obstetricia del siglo XIX mencionaba que el tétanos neonatorum: “es muy raro en Paris. Por el conitrario, bastante comtin en América... James Clark ase- ‘pura qu una causa muy frecuente del tétanos en los nifios, negros es la accién del humo de la madera verde que llena sus cabafias desprovistas de chimenea. Otras veces sigue a Ja cafda del cordén umbilical.” E1 tétanos es un trastomo neuromuscular causado por Ja exotoxina especifica de Clostridium tetani, descubierta ‘en 1884 por Nicolaier y aislada en cultivo puro por Kitastato en 1889. En el recién nacido es consecutivo casi siempre a infecciGn de la herida umbilical La copaiba o copayva es una oleorresina de varios érbo- les leguminosos tropicales de América, especialmente de Copaifera oficinalis diurética y laxante, empleada en un. tiempo en las més diversas aplicaciones. Contiene écido MALDESIETE DIAS ilGirico y 4cidos copafbicos. El bélsamo se llamé C. de los Jesuitas, empleado contra inflamaciones externas, De acuerdo con sus propiedades no hubo relaciGn di- recta de causa efecto entre Ia aplicacién det bélsamo de copaiba y la disminucién de la mortandad que menciona la circular. Se logr6, més bien, de manera indirecta, pues se ordené a comadronas y cirujanos que “en lugar de sebo, pabesa, sal unto, telarafia y otros ingredientes iniiiles 0 dafiosos, que suelen poner a los recién nacidos en el corte

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