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DEL JESUS HISTORICO AL CRISTO DE LA FE A TRAVES DE LOS EVANGELIOS José Marfa Melero Martinez Ninguna cuestién religlosa se ha discutido tanto como ta historia de Tests do Nazaret A. Schweitzer die: «Representa lo mds importante que jan em prendié e hizo la eutoreflexién filséfica»...«Cada nueva época de tateologta dlescubria en Jestis sus propias ideas y no podia imagindrselo de otro modo. Y no solo se refejaban en € las distintas épocas: ca individu fo intespretaba segtin su propia personalidad, No hay ninguna tarea histériea més personal ‘que escribir una vida de Jess» y J. Jeremtas aLas racionalisias describen a desis como un predicador moral; los idealistas como la quintaesencia del hu Imanisino; los estras lo ensalzan como el amigo de los pobresy el reformaddor social, las innumerables pseudocientficos hacen de él und figura de no elas I, LA ILUSTRACION A Tlustracién sometié a un examen racional todos los datos religio- S08 y se confronté criticamente con la historia de Tests. Es la época de la «reologéa liberal» que produjo innumerables «vi- das de Jesiis» caracterizadas todas por su «positivismo histéricos rebo- sante de «optimismon. Esta época considera el evangelio de Me como el més fidedigno por ser el més antiguo, Es sometido a una critica racionalista inter- pretado a menudo con hipétesis fantésticas”, (4) Scuwexzm, A. entigacionr sobre la vide de Je. Valecl, 199, pig 85-48 (Ee, "te taba ha sido posible por la beca disfuada duane el mes de Septcrbre de 1996 en Ja Jpn Nacional Espana de Soviogo y Monserrat de Roma queda testioni seio de si gait, (2) Fenoains, 1: at problems de Jess histricns en: Aba EI manta control de Mrevo Tes tamer, Salamanca, 1981, pg 201 (Siguem), ©) Lavounsiis, Rs A Jessel Crist por lt evangellos, Slane, 1986, pp. 36-40 (Sigue- sme), LACON, M, Vangel! Sioa e Aut degli Apostll, Frio, 1994. pp. 3950 (lle Di Ch; Gascu, P, Gest srieo ed Ermeneuten Essense, Roma, 1973, (P1B-PUG); CARA, Ts Dela evangelias a Jes tiie, Madi 971 (BAC). a 118 HL D. Reimarus (1694-1768) EI mayor representante del Racionalismo en los estudios evangéli- cos, Los escritos de Reimarus fueron publicados postumamente por cl filésofo Lessing entre 1774-1778 por miedo a las reacciones que podia suscitar en la censura, Es el promotor de una religién natural y filoséfica. Distingue en los evangelios, el proyecto de Jestis y Ia tarea de los discfpulos. Jestis no quiso fundar una religidn, no realiz6 milagros. Fue un Mesias politico que sofiaba con implantar un reino temporal. Lo central del mensaje de Jestis es el anuncio del Reino de Dios que esta cerca. FI no pretendié ser el «Hijo de Dios». Los discipulos inventaron todo para justificar este fracaso de un mesianésmo liberador. La teorfa del «frauide» con- siste en convertir el mensaje politico religioso de Jess en un mensaje escatolégico-religioso. Desilusionados los discfpulos por este fracaso han dado a la vida de Jestis la imagen que nos transmiten Ios evan- clios. Escuela de Tubinga. Surgida en cl clima del Idealismo se sittia en el extremo contrario a estas posturas racionalistas. Ferdinand Chsristian Baur (1792-1860) convierte a Jess en el portador de valores espirituales como fa libertad y justicia que la con- Ciencia moderna habfa desarrollado por la via racional. David Friedrich Strauss (1808-1874) reduce a un «sfmbolo» la fi- ura de Jestis, EL mito neotestamentario no es sino la transposicién y represen- tacién en términos hist6ricos del ideal religioso de los primeros cristia- nos, El Cristo de los evangelios, confesado por los cristianos como Dios encamado es un Jestis «nitificado» con elementos tomados del jjudaismo, helenismo y la experiencia cristiana. Existe un «hiafo» insuperable entre Jestis de Nazaret y el Cristo de Jos evangelios a causa de la accién invasora del mito, Una «vida de Je- sis» es por tanto una empresa irrealizable, Los otros tubingeses no le siguen en esto, todavia consideran los Evangelios como documentos esencialmente teolégicos, que reflejan Jas tendencias de los varios grupos cristianos a saber: Mt el grupo «u- daizante o petrinon, Le el grupo ético cristiano emancipado de la Ley © «paulinismon, mientras que la tendencia conservadora que triunfaré con el «catolicismon estaba representada por Juan, pero también por Mc (evangelio considerado como una abreviacidn de Mt segtin la hipé- tesis de J. J. Griesbach). Como se puede observar estos exégetas estuvieron guiados por pre~ supuestos filos6ficos exteriores al mensaje evangélico y que condicio- 16 su lectura, Hegel y la dialéctica (tesis, antitesis y sintesis). La Escuela Liberal de la «Vida de Jestis» En oposici6n a Ia postura de Strauss escribieron «Vidas de Jestis» H. J. Holtzmann, B. Weiss, A. Harnak, E, Renan entre otros. Estaban persuadidos de que es posible, baséndose en las fuentes hist6ricamente puras es decir Me y Q, escribir una vida de Jess y hasta delimitar su itinerario psicol6gico. Esta «Escuela» tenia como objetivo liberar la imagen de Testis de las alteraciones que el kerigma de Ia iglesia primitiva y los dogmas cristol6gicos Ie haban aportado, Se trataba de descubrir el «hombren Jestis. La Escuela Liberal se dej6 arrastrar més allé de su proyecto cial, porque por una parte habfa rechazado la interpretacién dogmética de Jestis, de otra la habfa sustituido por presupuestos de carécter filo- séfico 0 teol6gico. Su equivocacién consistié en haber cambiado la tu- tela dogmética por Ia filosGfica y haber reducido Cristo al hombre Je~ sts, ipo perfecto del hombre religioso segiin un ideal preconcebido. Jesiis como «objeto» de la historia, reconstruido con los instrumen- tos de Ia racionalidad historiogréfica dejando a parte completamente Ia fe, la tradicién y el dogma. Jestis como «sujeto» de la historia, portador de un proyecto y de tuna serie de valores transmitidos a través de su enseftanza y de st ac cién histérica A, Hamnack la esencia del cristianismo se recapitula en tres gran- des valores: la paternidad de Dios, fraternidad entre los hombres, valor infinito de la persona humana, Jestis habria reinterpretado de un modo nuevo su relacién con el Padre como tna renovacién espiritual dentro de la historia E. Renan «Vida de Jestis» parte del presupuesto de 1a identifica cién de los Evangelios con documentos hist6rico-biogrificos al ejem- plo de las memorias de Séerates recogidas por sus disefpulos. Los libe- rales no aceptaban completamente la historicidad, negando lo sobrena~ tural. Quieren reducirlo a un minimo (milagros, resurreccién...) como jncrustaciones depositadas en la fe de los primeros cristianos, removi- das éstas, era ficil llegar al fondo hist6rico inalterado. Con su recurso a la ocurrencia y a hipétesis psicol6gicas hacen erefbles los stcesivos desarrollos de la actividad de Jests Por una parte los evangelios eran documentos histéricos y por otra no. El criteria era més de indole filos6fico que histético 0 literario. M, Kuler reacciona contra las pretensiones de las «Vida de Jestis» ccon su libro sobre el «asf llamado Jestis de ta historia» y el «Cristo de la Biblia» (1892). Intenta demostrar que el Jestis hist6rico de los escri- {ores modernos esconde el Cristo vivo de la Biblia porque el tinico 1g 120 Cristo real es el Cristo de la predicacién y de la fe y no el Jestis del pa- sado. Introduce una distincién que tendré una enorme suerte entre el «/e- stis de la historia y el Cristo del kerigman. Nuestro interés esté en el Cristo de la predicacién apostélica confesado en Ia fe y no en el Jestis de Ia historia, sobre el cual sabemos muy poco, al menos con certeza cientifica, Kiihler considera como inttil y vano el estudio de Ia Escuela Libe~ ral sobre la vida de Jestis. Los evangelios no son «biografias de Jestis» sino relatos de la pasidn con una larga introdueci6n, eNosorret no ereemos en Cristo a causa de fa Biblia. sino que creemes en fa Biblia a causa de Crist. nosotros tenemos fe, en la palabra de la Bi- lia a causa de Cristo de ta Biblia», Wrede, el autor del «secreto mesidinico en el evangelio de Me» sos- tiene que el evangelio sobre el cual la Escuela Liberal basa la recons- truccidn de la historia de Jests no es un libro de historia sino una na- rracién elaborada con motivos teolégicos. Marcos no es un « y «para la existencia». El segundo Heidegger «Del camino al habla» (1959) es el que sirve directamente a la «Nueva Hermenéutica> como el primero habia servi- do para Bultmann, EI Ienguaje es el hecho principal de la existencia humana, Ia expe- riencia primera que nace del contacto con el ser. El hombre nace del lenguaje y vive del lenguaje. No es tanto el hombre el que habla cuanto el lenguaje. Hay un lenguaje auténtico y otro inauténtico. El poeta es el creador del Ienguaje, es el pastor del Jerguaje, el pastor del ser. El que lo acoge, lo recoge y lo hace pre- sente, H, Gadamer «Verdad y Método» (1960)®. La tarea de la herme- néutica no consiste tanto en entender al autor (Schleiermacher) cuanto en entender el texto. La comprensisn no es una especie de comunién misteriosa de las almas, sino una «biisqueda de sentido» propuesto por el texto. Una ver creado, el texto se emancipa del autor y conquista una per- sonalidad y una vida independiente: aquella de un sujeto que es inte- rrogado pero que a su vez. interroga a aquel que Io interroga. El sentido de un texto no es dado sobre todo de aquello que queria decir el autor, sino de aquello que el texto dice al lector «hic et munc». De un texto no se encuentra nunca una interpretaci6n definitiva ya que desde el momento en que es leido por cada generacién, es suscep- ible de un indefinido crecimiento de sentido, B) R. Bultmann K, Barth hablando de Bultmann su cantiguo alumno» dice: «Wo pretendo aceptar, ni de sus amigos, ni de sus adversarios, la afirma- (9) Gaoaven, H.C: Verdad y Método, Salamanca, vl, |, 1988, vo. I, 1992 (Sigueme), (10) LarouRELLe, R, Del Jes istérico al Cristo de laf a tanés dels eval p, 57-66, GRECH, P., Gesdstovico e Ermenentica Bsisenile, pp. 31-49; ECO, Uy Mt nome della ros, Milano, 1980 (Bonpian) cién segtin la cual Bulimann es sin duda un autor comprensiblen. Dante «Lasciate ogni speranza..o» Biografia Nacié en 1884 en la parroquia protestante de Wiefelstede cerca de Oldenburg en la Baja Sajonia; permanecié siempre luterano, Tuyo una quieta y paeffica existencia pasada en Breslau donce fuc nombrado profesor en 1916. En Giesse donde se trasladé en 1920 sucediendo a Wilheilm Bousset. Después fue a Marburg a donde He~ g6 en 1921 y donde permaneci6 hasta 1954, Dejé la catedra por el limite de edad. Uno de sus escritos, el quizés mis famoso «Creer y Comprender» (1933) lleva esta dedicatoria «Este primer volumen esid ligado al nombre de Mariin Heidegger en el grato recuerdo del tiempo transcurrido en Marburg». Cuando Heidegger es nombrado rector de Friburgo in Brisgonia, se separé de su maestro. Participé en la eBekennende Kirche» que fue una de las més altas formas de oposicién al régimen nazista. Bultmann fue uno de los milkiples opositores eclesidsticos al pirrafo ario de la toma de posesién del rectorado de Heidegger. Numerosas influencias confluyen en el pensamiento de Bultmann. Dostojievsky, Kirkegaard, Schleiermacher, Weiss, Hermann, etc. Primera proposicién «El mensaje del NT es de naturaleza mitoldgico en sentido milesaristi- co, 0 sea cuando Fests los apéstoles y fa Iglesia primitiva de los Hechos predicaban estaban a la espera del fin préximo del mundon"™. Jestis no es s6lo que ha tenido conciencia y ha predicado el fin inminente del mundo sino que ha vivido a la espera cada dfa de su vida. Bultmann dice “«Aparece siempre con mayor evidencia que la espera y la esperanca esca: talégica conciluyen el nicleo dela predicacién neotestamentarias. (11) Burson, R, Dar Urtristemu in Ralanen der antkenRelisionen, 1949, tind, I ers- anivao prinitivo, Milan, 1964 (Gacean); 1D, wesus Chists und dic Mitiologie» (€9S1} en val IV. Glauben und Verstehen, TBbingen, 1965 0. CB Moby). wad. «Gest Cristo ela Mitclogian ent Credre © Conprendere Brescia 1982, ed. pp. 1017-106, (Quesiiana. En adelante siempce cia Ia versién liana. Scrwarrnk, A Die Geschi- ‘hte der Leben-Jene- Forschung tad it Lami vite illo penser, Mila, 1965 (Bd. de Coma), (12) Boman, Re: aGes Casto e la Mitolgins en: Credere ¢ Comprendere, 1026 123 14 La primitiva comunidad cristiana tienen Ia misma comprensién del RAD que tuvo Jestis. Esperaba la venida del Reino de una manera in- mediata, Pablo pensé que estaria todavia con vida cuando sucediera Ta resurreccién de los muertos. Inquictud, impaciencia, dudas de las que tenemos reflejo en la 2 Pedro, ‘el anuncio del fin préximo det mundo resuena en todo el NT». El juicio divino debe poner fin al mundo. La escatologia biblica radica enel mito del «eterno retornon. Resumiendo: en el cristianismo primitivo toda la historia es absor- bida por la escatologia. Estamos en el tiempo final, no se puede hacer ningiin programa social sélo cabe Ia ética negativa de 1a abstinencia y de la santificacién'®, Miticidad de todo el mundo representativo del NT. Contraste con el enguaje cientifico hoy adquirido por la humanidad. En suma, declara- cién del mito neotestamentario. Segunda proposicién La representacién del RAD es mitoldgica... Toda la represen acién del mundo presupuesta en la predicacién de Jesits y en general fen el NT es mitoldgicam (P. ej. tres planos de la realidad: cielo, tierra, infierno; los milagros, los demonios)"”). Bultmann distingue dos tipos diversos de mitos: 1. La fatbula, la leyenda (el ascenso a los cielos, el descenso a los infiernos, los milagros), 2, Mitos que descubren la fuente inagotada e intencional de signifi- cados (la escatologta, la cruz. y la resurrecciGn). {Cuil es el criterio para distinguir este doble tipo de mitos? La perspectiva cientifica, El criterio es el de la razén cientfica. Bt hombre modeme esti convencido que el curs de fa naturale y dela histori no son de hecho inerrumpidas por la intervencin de fuerzas sobre- naturales, El mito neotestamentario segtin Bultmann debera 1) Llevar a consideraciones existenciales de Ta naturaleza superan- do el sentido fisicalista de Ia realidad, ) defender 1a intencionalidad religiosa del mito sobre el terreno existencial, (03) Burm R: Stra ed Escattogia, Milano, 1962, pg 46 (Bompan), (04) dp. 42, 4. U5) Burtnoe R: «Gest Cito ela Mitlogiaw en: Crederee Comprendre pp. 1019-1020. {6 tid, pp 1020-1021 ©) ampliar el sentido de la investigacién histérica (Historie, pasado objetivo, dato cientifico, y Geschichte, siempre abierto, renova- ble, representable, ligado a Ia estructura interpretante). Una her- menéntica que no sea unilateral «reduceién» filos6fica. El hombre de hoy no puede entender el lenguaje del NT porque esti en contradiccién permanente con sus concepciones del mundo y de Ta historia, La cuestidn acuciante para Bultmann es: {Cudl es el significa- do de la predicacién de Jestis y de la predicacién de todo el NT para el hombre moderno? Las concepciones mitolégicas estén superadas y no caben mis posi- bilidades que: 1. seguir creyendo, renunciando a comprender, sacrificiura inte- Hectus (Jo que Bonhéeffer critica de Barth «positivismo de fa re- velacién>, 2. acentuar la fuerza contestaria y la incidencia social del anuncio de la salvacién, 3, ante el evangelio de Jess narrado en forma mitol6gica, leer el mito como comprensién auténtica de la existencia que no sea una doctrina ineficar; la existencia como-ser-para-la-clecci6n, La cruz, y la resureccidn como evento salvifico (Heilsgescheden)"”. Este modo de interpretar el NT es un método hermenéutice, es la «desmitologizacién» 0 «desmitizacién» tan subrayada por Bultmam"®, ‘Tercera proposicién {Qué es el mito? {Qué es la realidad? {Qué es la historia? Veamos la respuesta de Bultmann, El mito \o entiende el autor en el sentido hist6rico-lingtifstico de Ia historia de las religiones; mitolégica es la concepcién en la cual To no-mundano, lo divino aparece como mundano, el més alld. como el mis ac4, Io celeste como el mas all, Dios viene pensando como Iejanfa espacial. Bl culto se entiende como experiencias materiales cn las cuales vienen comunicadas fuerzas inmateriales. No se habla de mito en el sentido moderno de la ciencia que no significa otra cosa que ideologia”. (07) Bi, ig. 1001, (08) Mi, op. 1031-1032; 1D, «ll problema dell Emeneutics» en Credere e Comprendere, 1p. 365-588; 1D, «Sul problema della demitizazione» en: Credere ¢ Comprerdere, pp 1003-1012. (09) Damtxou, 1: La démitisation dans L'école & Alexandiay em: Castes, I, (ed) pro lem deta demitzmcione, Padova, 1961, pp 85-49 126 Habria tres sentidos de la palabra mito: 1. fibula, 2. fuente inagotable de significados (una realidad que «da que pen- sap» como dice P. Ricoeur), 3. utépico antropolégico, existencial «besser». ‘Se puede considcrar el mito como un valor permanente que permite acoger simblicamente la realidad de Dios. El mito puede servit como lenguaje de la fe, ‘Tres son los mitos del NT (segtin Bultmann): la comprensién de la existencia en la fe, la cruz y la resurreccién, Estos tres mitos eristianos hacen presente un auténtico diseiio existencial que convierte a fe en el evento Cristo» en salvifica ‘Los mites expresa la iden de que el hombre no ex elsefior del mundo y de su vide, que el mundo, en el cual vive, etd leno de enigmas y misterioa, ‘que n ta vida luanana tty una cantidad grande de enignuse y nisterion La ‘mitologia expresa una cera comprensién dela exstenca hananas®® Se nuede decir que tos mits dan a ta realidad trascendente una objetvi- ddd inmanenie a este mundo, Atribuyen una objevidad mundana lo ee no es mundano>®®. La realidad. El mito habla de una realidad, El concepto de realidad se puede entender de dos modos: 1. lugar en el que el hombre se encuentra, propio de la ciencia y de la técnica y en cuanto tal desmitizante porque prescinde de las fuerzas sobrenaturales de las cuales habla el mito y que elimina ¢l mitagro. El hombre es un objeto. Su realidad es una realidad ‘mundana, 2. Esto es inapropiado para la realidad del hombre (piensa Bult- mann) y recurre a la efilosofta de la existencia». El hombre es responsable de si mismo. La vida que es «historia» se hace a través de «decisiones» que abren al hombre al futuro en el cual debe elegir. El hombre no es sélo substancia. Es voluntad, Elec- cién de accién, absolutez de decisiGn, existir para la eleccién”. Za historia la objecién mas grave es esta: ,Cémo podemos decir ue un evento sucedido una vez para siempre como el de Cristo puede (20) Ricotun, P tfeoménetique des symbols et flexion philsophigue» cn I problema della. ”. Jestis nos ensefia una ética general ni una ética humnanista ni del va- Jor, sino un ética de la obediencia®, ‘La decisiGn es esencial para el hombre. El resultado de la decisién de querer-ser creyente, de entrar en la paradoja de la fe, en este caso’ ‘El momento de la deesiGn contiene todo to que es necesaro para lade isin, en cuanto en esto ext la totaidad de a existenciaen juego”. La uni6n entre la decisién y el evento salvifico no se apoya en nin grin nexo objetivo, se apoya én la absolutez de la decisi6n que quiere coger el camino del paradoxal encuentro. No hay mediaciones natura- les, ontol6gicas, hist6ricas 0 teol6gicas. ‘ios ex para Jess Ja fuerza (die Machi) que coloca al hombre en tas: tuaczn de la decisions", Dios no es una esencia metafisica, ni csmica, ni una ley, sino fuer za personal y una voluntad santa y benévola: desis no trae la novedad de un nuevo concepto de Dios (Gottesbegri), no ia revelacién de ung esencia de Dios, sino que él anuacia la venida det Rab, y de su voluntads", La vida auténtica es aquella en que el hombre es puesto en el ins- tante de la decision. En Jestis el hombre es visto como ser exisiencial, es decir una vida, animada de decisién hic et nunc. {Cémo es posible ligar el motivo del absoluto humano en la deci- sin con el evento Cristo? ,Cémo puede el kerigma pretender la even- tualidad histérica’? ‘Ve en el evento, el hecho decisivo de la salvacién, en la muerte de Jess, mas exactamente en su muerte y resurreccién. La muerte y resu- (65) ttt, pig. (C6) Toi, pi. 44 GD) tod, pi. 8. (G8) toi, pp. 74-75 29) Io, pi. 76, (40) tod, pi, 80. (4D to, pp. 128-129, 129 130 rreccién como datos de historia, que pueden ser controlados y contras- tados a través de observaciones™ El evento nos o1ro que su palabra, que alcanea a tos odes. La decision es toda del hombre. No existe sino la esencia del anun- cio, La palabra misma se convierte en evento; el evento se resuelve cn 1a palabra, Cristo es solamente la palabra que interpela. «A través de la palabra que penetra le manera nueva en la situaci6n del ‘hombre, en cuanto que fo nterpela el hombre es colocado delante de la deci si6n yes as que la palabra se convierte para él en evento, No en cuanto pala- ‘bra objtiva y que se puede observar en el evento, sino que est el ovente para Ihacerta eventon, La verdad no reside fuera de o que pasa entre la palabra y el oyente. La paradoja consiste en esto. Un evento no experimentado, no his- torizado es crefdo como evento de salvacién por fuerza de Ia fe, porque es wanunciado» como tal, Jestis reducido s6lo al anuncio. Jestis reduci- do al kerigma. Disolucién de la cristologia en la predicacién. El evento en Ia palabra, El evento de Cristo no es la encamnacién de! Verbo, sino lage en esto como evento: ‘Jestis nos reenvia a alguna cosa percibible en general, a partir det cual se aseguraria el perdén de Divs; él lo anuncia solanienten®™ EL drama del tedlogo de Marburg no se resuelve, «ill refugio del nuncio de una paradoja no salva de la paradojidad del anuncio». Es la soledad del antropocentrismo existencial que le acecha. En un «soli- tario» dentro de la Iglesia, No desde dentro de la Iglesia, En Ia decisién el Cristo anunciado en Ia palabra se convierte en «evento de salvacién». Cristo es todavia real. El «antropocentrismo existencial» de Bultmann contrasta con el «objetivismo» de Barth, El dilema teologia del objeto = Dios 0 teologia del sujeto = mito an- tropocéntrico?™, Hay distancia entre el «Resucitado» de K, Barth y (42) toi pi 178, (8) td, pi, 180. (44) th, pe, 182 4) tie ie. 180. (46) Bune, Rs Nuovo Testamenioe Mitlogia, pp. 58-59. La situacidn teil stu y Jos temas particulars deste volunen me han hecho necesariamente eaten colo, ine ‘erso aungeesllencioso, con R-Bultmann, Su nombre es eitadorirrent, Pro su proce acon ere Sache) me ha estado sempre presente tinal donde, vino perfetamen tel método que usa y cules son los resliodes alos qu conduc, he decididodelibead mente, rechazavio-y no tererio en cuenta. Respeco Bulnann ros prncpios, sit intencions, su trabajo y también el eel desu efeela» en: «R Boltmann Eln Vers thn 1u verstohens en: heolgische Studien 34 (1952) eit por I. Mabini Ove Boltmanne en: Nuovo tetamentoe Mitologia, pp. 57-58. «R, Bultnannsdesitologza» el seventa de Jn paso interpretindo como enaciicao de Ta fe» al Resucada, laf el eal la pre «el crefdo como resucitado» a través del acto humano existencial (ke- rigma) de R. Bultmann, En el primer caso Jesiis y sus discfpulos son dos cosas y Ia fe un acto derivado en contraste con el hecho primordial que Ia ha constitui- do, en el segundo parece todo uno la fe y el hecho primordial, que Ile~ val evento de Ia existencia. La posicién de Bultmann fue discutida por filésofos como K. Jas- pers, que decfa que el paso de la existencia inauténtica a la auténtica puede suceder por cualquier razén y no tiene necesidad de ningtin evento objetivo en la historia, Cristo puede haber dado un ejemplo, pero no es necesario un «acto de Dios» para la susodicha transicién, Conelusién Radicalizé las posturas de Strauss, Kithler, Wrede, Para é1 el Cris- tianismo tiene su inicio en el Cristo-Predicado; el kerigma presupone Ja cxistencia histérica de Jestis pero el no muestra por él ningin inte- rés. Un Cristo postpascual que sélo se entiende a la luz. de la Resurrec- cidn y del acontecimiento de la Pascua ‘Que Jestis haya nacido, haya vivido, fuera crucificado, muetto y re- sucitado es mis que suficiente para la fe cristiana: la «factualidad» es el tinico substrato hist6rico necesario al evento de Ia salvacién, El Was, es decir la personalidad moral de Jestis, el Wie su ensefianza su accién, su mensaje no revisten ningtin interés teolégico. «no el lo que, sino el que de su predicaciOn es lo decisivor... «Lo que sucedé en el corazén de Jestis, no lo se, ni me importa saberlon®™, Entre el Jestis de Nazaret y el Cristo del kerigma hay una verdadera ruptura que se expresa en los hechos siguientes: a) en lugar de Jests, e! Kerigma propone Ia figura mitica del Hijo de Dios, b) mientras la proclamacién de Jesis anuncia la venida inminente del Reino, la Iglesia primitiva predica el Cristo muerto por nues- dn ene au orien (Nuovo Testamentoe Mitloga, pg, 170). Esta inerpreacda no es ‘erdadens el mcimnto dela fe en et Resuctado proce dela apsicionhistsa del Re= sucitado mismo, yen esta aparcin com tl no ese racimiento de af, que cositaye el evento de Ia Pascu» Dog II pia S31. aceidn de Dios viene dda steal he- ho de que elas (los primeros eines) han ered. Y que ellos hayaneridocoxsiye el ‘contenido vendadero def Pascua, la sustaein dela prodiacin, el contenido extencil de Ia Ipesay 1s saeraentos. Jessen cuando tal no ha estado» (Dogme II2 pig. 534 ce {ado por |. Mancini «Ole Baltmant en Nuovo Testamento e Mitologa, pp. 38.99. firmacion que Jas ha suit es vida en su significado inmediatoy simply es 36 folamente ue constye a propsicén conta de tod cl fstinono notevtaneniaron (©) Burney, R: Credere« Comprendore, pp. 97-101 y 251 BL 132 tros pecados y resucitado: el predicador se ha convertida en predicado, ©) mientras Jestis habla de obediencia incondicional al Padre, el kerigma ahora habla de la obediencia a la Iglesia Los sinépticos no buscan legitimar el Kerigma por medio de la his- toria, sino al contrario legitimar Ia historia por medio del kerigma: es este titimo el que ilumina todo y a todo da sentido. En el fallo del profeta de Nazaret, el kerigma ve respuesta de Dios a la pregunta del hombre: en el crucificado, Dios pronuncia un jutcio de con- dena sobre la suficiencia del hombre y proclama la voluntad de perdén y de vida auténtica para cualquiera que consienta en morir a sf mismo. Esquematicamente se puede decir que el discurso de Bultmann so- bre Jestis se articula en dos tiempos: 1. una critica radical que define Ia empresa como imposible, es ‘ads ilegitima de un estudio historiografico sobre Jestis, 2. un momento positivo y ereador en el cual se trata de sustituir a la historiogtatia por una feologéa y hermenéutica del kerigma. 1, Para Bultmann es wtdpico escribir una vida de Jesiis. La imagen que oftecen los evangelios esté «mitizada» por la comunidad primiti- va. Jestis fue un rabino y los sindpticos presentan a Cristo como Hijo de Dios. «No podemos saber nada sobre la vida y la personalidad de Fests» «sabemos por el contrario mucho de su predicacién»... que nos hace lle- gar a Jest". Huibo un proceso de reelaboracién de Ia comunidad. Una ‘«relativay seguridad, Los evangelios son «kerigmay no «cr6nicas. 2, Lo que importa es el «significado» de la existencia de Jess que el kerigma nos da.a conocer, es decir, el hombre en su abandono total a Dios que en la fe encuentra la salvaci6n, Jesiis no tenfa conciencia de ser el Mesfas sino uno en el cual se realiza de un modo decisivo la Pa- labra de Dios. 3. El histérico y el tedlogo Bultmann parecen ignorarse En Jestis y en La historia de ia tradicion sindptica™ de una parte estudia la pre- dicacién de Jestis buscando reconstruirla; de otra parte el teélogo pare- ce que hace abstraccién de su investigacién histérica, Escepticismo hist6rico, sobre el Jestis prepascual, La preocupacién por el Jestis pre- pascual es condenable, El kerigma lleva en si mismo su propia inteligibilidad: basta que nos sea dirigido para que la posibilidad de Ia fe quede asegurada, (48) Buvtwann, R: Ges, pp 109-108. (49) Burra, R Ges ID, L'hstore del triton synpique, Pats, 1973 (Seu En nombre de la fe y del kerigma Bultmann niga el interés por el Jestis hist6rico, La teologfa de Bultmann como «teologta del kerigmea» desde el momento en que el evento de la revelacién se concentra en el kerigma y en la decisién de fe en Dios que nos interpela. 4, Bl kerigma ocupa el primer sitio. Dado que el mundo de NT es un universo mitico, Desmitologizaci6n y problema de Testis estin inti mamente ligados. La «desmitologizaciny del NT y del kerigma en que viene expresado es necesaria, Mito para Bultmann es lo que habla de un mundo sobrenatural, di vino, trascendente, en términos propios de nuestra mundo espacial y temporal: describe la accién de Dios en términos de causalidad hist6r ca, cronolégica, psicolégica. EI mito es cualquier representacién en la cual lo no-c6smico aparece como césmico, Io divino aparece cemo hu- ‘mano y Dios mismo aparece como remoto espacial. La mitologizacién se produjo por influjo del helenismo, judafsmo y gnosticismo. Cruz y resurreccién son una unidad, constituyendo una sélo eve to. «césmico» con el cual el mundo es juzgado y se da Ta posibilidad de vivir la vida auténtica. La cruz. significa el juicio de condenacién del mundo, mientras que la resurreccién significa la posibilidad de una vida auténtica que se concede al hombre mediante la obediencia de la fe, Por consiguiente la resurrecci6n forma parte del kerigma no a titulo de acontecimiento histérico realmente sucedido, como la crvz, sino como anuncio de Ia salvacién. slut resurreccin de Jesis no puede ser un milagro que crea la fa partir del cua pudieran todos os que buscan creer con toda seguridad en Criston®™ El acto salvifico de Dios no pasa por tanto a través de la libertad de Jestis, Dios se sirve del profeta de Nazaret para hacerlo un «fmbolo eficaz de la salvacién> El evento histético de Testis de Nazaret se anuncié en la predica- cién. Ahora cl kerigma conserva la actualidad en Ia predicacién de 1a Iglesia. La vida y existencia de Jestis no revisten ningin interés. J. Jeremfas Desde Ia derecha protestante J. Jeremias critica fuertemente a Bult- mann, «El problema del Jestis histéricon®, Est de acuerdo con el (60) Burma, Rs Nuova Testamentoe Miologi pp. L617 (1) LaTouRELLs, A Jens ef Cristo a través de las evangelion, pp. 40-45; Gxoon, Pa Gest stovico e Emeneuilea Bistesile pp. 6885. (62) sonsntas, J: problema del Joss bistcico» en: Abba. El mantaje central del Nuevo Tes- ‘amen, Salaratea, 1681, pp. 189-214; ID, Teolopa del Mvevo Testomento, vel. 1, Sala smanea, S74 133 134 ‘maestro en subrayar el mérito de la «ex sola gratiaw de Ia salvaci6n; pero la teoria bultmmaniana corre el riesgo de «vaciar» el mensaje evan- gélico del contenido de la Encarnacién. El inicio de nuestra fe no esté en el kerigma postpascual ~dice Jere- mias~ sino en el hecho histérico de Ia vida de Jestis, Es mas los Evan- gelios nos dan una descripcién bastante fie! de la situacién prepascual. EL significado de la muerte de Cristo no es una interpretacién del ke- rigma, sino de Jestis mismo, Pablo sin Jesti, es incomprensible. ‘Una actividad de investigaci6n es el tinico modo de decir «Si» ala Encarnaci6n en un punto bien definido de Ia historia (estudios filol6gi- cos, critica de las fuentes, historia de las formas, ete.) Mientras Bultmann reduce la revelacién al s6lo kerigma, Jeremias la reduce al s6lo Jest de la historia. Coneluye rechazando las pretensiones teolégicas de Bultmann y afirma la «continuidad histériea y teoldgica entre Jestis y el kerigma cristolégico»” C) Los Postbultmanianos El problema es el siguiente: después de Strauss y Bultmann no se puede pensar en volver a la investigaciGn liberal sobre la vida de Testis que descartaba el kerigma y crefa encontrar el mensaje moral en la pre- dicacién del maestro. Si nosotros consideramos ahora el Cristianismo ‘como fe en el Cristo del Kerigma, jes posible y tiene sentido buscar la vida y Ia ensefianza de Jestis? ;Jests habl6 en los mismos términos en los cuales hablaba la Iglesia después de la Resurreccién? E. Kisemann' La Cruz y Ia Resurreccién es el punto central de nuestra fe en Fests, ‘Los evangelistas Mt, Me y Jn integran la historia en el kerigma para que no se convierta en mera absttaccidn. El Jestis de Le es whistéricon, en cuanto que Le transforma la escatologfa en «Historia de la salva- cidn». La revelacién no se algo te6rico sino que invade la historia y se verifica en la historia, La revelacin puede ser aceptada o rechazada, la historia olvidada, El cuarto evangelio, con su acento anti-docetista, no puede no subrayar el hecho de que Jesucristo se ha encarnadbo. (63) Latourette, Ri A Jess ef Cristo através de los evangelios, pp. 46-48; Gace, Ps Gest storia Ermeneutca Estencale, pp. 20-21, (64) Ken, Ea problema del Jess hiséico» en: Bayes Evegteos. Selamanes, 1978, ‘pp. 199-185 (Sigueme),confereneiapronunciada en a sein de angus alurans de Mac burg, en Jugenbeim el 20 de Octubre de 1953, publieada por primera vez en ZTHK 51 (1958), pp. 125-153. La vida de Jestis es constitutiva de nuestra fe, porque el Cristo de la fe y cl Jestis de la historia son la misma persona, Es verdad que la fe pascual es el fundamento del kerigma, zero no Ja tinica fuente de su contenido. ««Solamente los evangelios presentan el mensaje de Cristo, en et ewadro de la vida terrena de Jes, La vida hist6rica de Jestis tiene importancia para la fe de la Iglesia. La Iglesia sabe que ‘ce imposible entender al Jess terreno si no se parte de la Pascua...» que ie Ceversa no se puede captar de moxlo exlecuad el significado de la Pescua, si se hace absiraceidn del Jess histrico»!™. Continidad real exstente entre la predicacién de Jesis y el kerigina posidlico. aka euestion del Jests hisérico es legttinamente aguella de la Continidad del evangelio en ta discentinuidad de los momentos temorales y el de a varied del kerigmas®. Sélo en la proclamacién postpascual lo implicito se hace explicito, en el semel de Jestis, se hace éphapax de Cristo. Toda esta fe no es algo «nuevo» tiene su fundamento en la autoridad misma del Jess his- trico™, G. Bornkamm*) ‘Tres affos después de la conferencia de Kéisemann y treinta cespués de la publicacién del Jessis de Bultmann el profesor de Heidelberg como ilustracién concreta al programa de Kiisemann publicé el libro Jestis de Nazaret. Kaisemann daba importancia a las palabras de Jess. Bornkamm considera mis las «acciones» de Jestis y por tanto su personalidad, es decir el impacto que ha ejercicio entre sus seguidores y de este se de- duce la «mesianidady de Cristo. La Iglesia fue Ia que tradujo el mensaje escatol6gico y el actuar me- sidnico de Cristo a una cristologia, Nadie puede negar que la tradicién evangélica encuentra un sélido fundamento en la historia prepascual de Tests EI grupo postbultmaniano Hega a una especie de consenso en algu- ros puntos importantes: rechazan el punto de vista liberal, lo que Ila- man «sobrenaturaly; aceptan la continuidad hist6rica y teol6gica entre (55) Ksean Bl problema del Jess histone en Bayes Begdcos, pg, 16, (56) Bd. pg. 167 (51) Wi ig. 188 (58) LaTOURELLs, RA Jens ef Cro 0 ravés de os evangelos, pp. 48-54; GaacaP: Gest Storicas Ermenica Essensa yp. 22-2, (59) Bowweasas, G Jes de Nazar, Salamanca, 1915 (Sigue). 135, 136 el Jests de la historia y el Cristo del kerigma y por tanto admiten Ia le- jtimidad de la investigacién entomo a la historia prepascual de Jestis; acepian la desmitologizaciéa en cuanto traduce el mensaje de Cristo a nuestra generacién'! Conclusion 1. No se puede volver a aquel tipo de investigacién sobre Ia histo- tia de Jestis como lo concibié Ia Bscuela Liberal de la Leben- Jesu-Forschung. 2. Hay «continuidads hist6rica y teolégica entre el Testis de Ia his- toria y el Cristo del kerigma. Es por tanto legitimo, es més «ne- cesarion realizar estudios sobre la existencia histérica de Jests 3. Mientras Bultmann subraya la diferencia entre la predicacin de Jestis y el Cristo del kerigma, los postbultmanianos subrayan los, elementos comunes. 4, Todos estén de acuerdo en indicar el «valor existencial del ke- rigmam para el hombre de hoy. Bste punto nos leva a estudiar la «Nueva Hermenéuticay. D) La «Nueva Hermenéutica» J. Robinson EL kerigma no es ta objetivacién de un nuevo principio, sino un en- cuentro con Dios. La nueva investigacién, consiste fundamentalmente en el encuentro con el Jestis hist6rico, el Jestis que se ha mostrado en la historia, El kerigma pretende procurar un encuentro existencial con la perso- na de Jestis, a través de los datos que nos ofrece la historiografia mo- dema, «in el caso de ta nueva investigacin, este problema focal consstvta en ‘el usar todas tas fuentes posibles y el métede histérico corriente de modo tal ‘que podames llegar a wna intligencia de la accién histérica de Jess y de su ‘ersgnalidad,exstencia en términos que pueden ser comparados con ef Kerig- El kerigma es diverso: gnéstico, docetista, paulino. Entre los distin- tos kerigmas que existen en el NT, nosotros elegimos aquel que produ- (60) Lsrovnsunt, RA Jess ef Crist a través de las evangells, pp. $485; Green, P: Gesb storico e Enmeneutoa Eustenhle p. 2123. (6 Rowson, 1A new quest of the historical sus, London, 1959; trad. frencesa: Le Kénge de Legliseet le Seer de Pstoire, Gente, 1960. (©) Bed, ie. 88. ce Ia apertura existencial, que ya habia producido en nosotros un didlo- go con el Jestis hist6rico, EI Jesiis histérico no funda mas verifica el kerigma, La historia es el empefio del dilogo con el pasado que dete fructi- ficar y en cl cual el «yo» se actualiza y se revela a si mismo exis- tencialmente, El libro de Robinson suscit6 bastante escepticismo sobre la posibi- lidad de encontrar la vida y palabras auténticas de Jest Perrin Examina uno a uno los dichos de Jestis para ver si son auténticos. Utiliza cuatro criterios: © Criterio de antigiedad: cuanto mas antiguo es un dicho mas po- sibilidades tiene de que sea auténtico (mejor si se remonta al ambiente palestino). © Criterio de testimonio miltiple: cuando un dicho esti atestigua- do en el mayor niimero de fuentes mas vilido es. * Criterio de discontinuidad (0 desemejanza): un dicho de Jess tiene mas posibilidades de ser auténtico, cuanto mas desemejan- te es del kerigma cristiano y de las ensefianzas rabinicas con- tempordneas. © Criterio de cohesién: es mas probable que un dicho sea auténti- co cuanto es més coherente con otros dichos que nosotros, con Jos otros criterios, hemos establecido como auténticos. Perrin con estos criterios establecia un minimo auténtico al sien por cien. Con relacién al Jestis hist6rico su posici6n es: Estamos lists a admiir que el NT en general hace entender que ta fe cristina es necesarianente la fe en el Cristo dela proclamacién de a Iglesia, proclamacién en la cual ef conociiento histbrico tiene hay dia algina parte, pero siempre como proclanacién y no como conocinienta histbrico. Como ‘proclamacién ayuda a constyuir fa imagen de la fey a proveer un contenido a ina fe que ceree en Jess", (68) Penn, Ni Rediscovering the Teaching of Jesus, London, 1967 (64) Prune, N: Rediscover ie Teaching of Jesus, 1967; Gate, P: Geo sorcoe Ermsncat x Existence, p. 24-26, Un bre qu explcaamplanenite todos esos etering eval ign hsrica ys autores que ls han propugada ese de LAMBIAS Fait stor ‘a del vongel, Bologna, 1976, 2ed, (Bd. Debonian). Una presonacin exhavstna de todos 4os eter, su formacidn historia, evoluci y principales defensores de cada ura de ellos. ‘Abundante bibliog 138 Fuchs y Ebeling Profesores de la universidad de Marburg son los padres de la «Nue- va Hermenéutica, Parten del segundo Heidegger, que atribuye al lenguaje Ia tarea de «interperlar»; debe provocar e inducir a la decisién, Fuchs «evento del lenguaje», Bbeling evento de la palabra». Ebeling: ‘ta potencia del evento de fa palabra consist en ef hecto de que esta palabra es eapaz de ransformarse cuando un hambre habla a otro, comunicdndole al. {guna casa de su propia existencia, desu voluntad, de su amor, de su esperan. ‘a de su alegria, desu dolor, pero tambitn de su durca de su elo, de ‘maldad, haciéndoto ast participe de eson*® La palabra es el hombre mismo. Cuando viene la Palabra de Dios el ‘mondo cambia, La predicacién de Cristo es una Sprachereignis, un lenguaje gene- rador de fe y de amor. A través de éste se constituye la Iglesia o el cverpo de Cristo, Hay que descifrar el sentido de la existencia por medio del lengua- Je. Ellenguaje es generador de! hombre. La tarea de la hermenéutica es ttansformar la palabra del pasado, rigida de un texto, en una palabra viva, actual, que no deja de interpelar. EL lenguaje auténtico tiene el valor de interpelar més que de infor- ‘mar. Descubrir la comprensién de la existencia que propone, Si el texto es religioso, el evento del lenguaje cs la fe. La interpreta- cién del texto no es completa hasta que el lector-oyente no haya repro- ducido en su vida la fe que esté en el origen del texto, La predicacién de Jestis fue un «evento del lenguajen, Hay que afrontar los evangelios desde el punto de vista existencial. Se trata de saber como Jestis ha entendido su propia existencia frente a Dios. La decisién de fe es importante porque solo la Palabra de Dios expresa la verdad del hombre. La fe en un ser nuevo frente a Dios, a los hombres y al mundo, La vida de Jestis es interpretacién auténtica de la existencia. Todo lo que contradice este principio es inauténtico. Para Bultmann to que importa del Jestis de Ia historia es solamente el checho» de su existencia y de su muerte en cruz, es decir el Das no (65) Bae, G: Das Wesen des Chvsichen Glubens. Tbingen, 1959; tad, fancesa Lesson ede a fos, Pts, 1970, pg. 216; 1D, Wort und Glaube 1 Tibingen, 1960: Paces, Zar Frage nach dem istorschen Jesus, Tibingen, 195, 20d; Gree, P, ska nuova srmeacu 6 Pac ed Ebeling» en: Eres! ed Ermeneuti. Ati della XXt Seta Bib dl na, Besa, 1972, pp. 35-65: ID, Ger storiea e Ermeneutco Eslstercite, pp. 96-120; LATOURELLE, RA Jessel Crista a través de los evangelion, pp. 7-7. el Was ni el Wie, Kasemann, se opone a esa tesis y dice que es impor- tante también conocer la modalidad de la existencia de Jestis, La «Nueva Hermenéutica» sostiene que el kerigma esta en conti- uidad con la predicacién de Jestis, que ha anunciado que el «tiempo» y la «hora del Reino es ahora. «Si antes, escribe Fuchs, se interpretaba el Jest histérico con la ayuda del kerigma cristiano primitvo, ahora e interpreta este Kerigmas conta ayuda del Jess histrio; las dos direceiones de a inerpretcion se completars*™ La investigaci6n histérica sobre Jesis no es sélo posible sino nece- saria Creer es aceptar la fe en Jestis y reproducirla en nosotros. La fe en Jesiis se convierte en evento en su lenguaje, por lo que la historia de Jestis es historia de su lenguaje. El verdadero nticleo es la cruz y la resurreccién. Conelusiones 1. Con Fuchs y Ebeling no estamos tanto en interpretar un texto, sino en que el texto interpreta, ilumina y juzga nuest:a exis- tencia, 2. EI problema del Jestis hist6rico en la «Nueva Hermenéutica» Pertenece a la comtiente bultmaniana, Ebeling sostiene que esta persona es Ia legitimacion y fundamento del kerigma. En esta perspectiva no se puede afirmar nada sobre Jestis que no esté ba- sado sobre el Jestis histérico. 3, Heidegger, Fuchs, Ebeling han subrayado una funcién muy im- portante del lenguaje y que a veces se olvida: la de interpretar. La decisién existencial, la conversién y Ia decision a late, Aun- que esta funcién interpretativa no es la tnica. 4, Un punto débil de la «Nueva Hermenéutica» es la «desvaloriza- idm de los sacramentos como lugar de encuentro actual, perso- nal con Cristo glorificado y con el evento objetivo de Ia salva- cién que es él. La «Nueva Hermenéutica» esté privada de una teologia de los sa- cramentos, La identificacién de la palabra con la salvacién es tipica- ‘mente protestante; en esto la escuela bultmaniana no hace sino Hevar Ja doctrina luterana hasta las titimas consecuencias. (66) Poen, B: Zur Frage nach dm hitrische Jesus, Tibingen, 1965, 224, pig. 7, citedo por [Laroursuus, RA Jess el Cristo atranésde los evangelias, pig. 6, (6 Lxvoureuis, R.A deste ef Cristo a tras de los evangelig, pp, 73-81; Gatch, P Gest sorieo¢ Ermeneisiea Enenle, pp. 96-12. En cl campo exeptico catsic el autos representative ¥ que dslogs de tit 0 en etorgigantes de In exégesie protestant ex Scum, HL: {én entendi y vivid Jaton propia muerie? Refleianesexegtias y 139 Ml. LA TERCERA BUSQUEDA Podemos situar entomo al afio 1980 el inicio de una nueva etapa en los estudios sobre cl Jestis de la historia, profundamente diferente de los anteriores y que se ha llamado «Tercera Biisqueda». He aqui sus principales caraeteristicas: 4) Preocupaci6n por situar a Jestis en su coniexto socio-histérico. Han contribuido a conocer mejor el judaismo de su tiempo entre ellos los descubrimientos de Qumrén, Este «esiis del juclatsmo» en un Jess muy diferente, del que presentan los postbultmanianos con su criterio de «deseme- janza. ) Han resultado de gran importancia para conocer mejor la situa- cién hist6rica y social del tiempo de Jestis las investigaciones arqueologicas en Palestina y en Istael, que estan en pleno auge. La erercera biisqueda> del Jestis de 1a historia tiende a conver- tirse en la biisqueda de la Galilea de la historia. ©) Se recurre mucho a la literatura apécrifa tanto judia como cris- tiana, a los targumes y a los documentos de Nag Hammadi @) Los textos se leen criticamente, pero en general, los autores de la wtercera biisqueda» tienen mayor confianza que los postbult- manianos en las posibilidades de acceder al Iestis de la historia 2) Los actuales estudios sobre Jestis se realizan desde una perspec- tiva interdisciplinar, coneretamente la sociologia y la antropolo- gia cultural, 1) Las preocupaciones teoldgicas estén mucho menos presentes que en épocas anteriores. No se plantean las relaciones con el Jestis de la historia y el Cristo de la fe y la investigacién no se realiza en instituciones teol6gicas sino profanas. Los diversos Penordoncn, Salamanca, 1982 (Sigueme); 1D, Regno de Dio «destino di Ges 1986 Urea Book; ID, vangelo a Luca, 4 vo, Brescia, 1587 (Pail). Entre los tlogoscliicos que han asundo este tra del ess hstrcoy of Cisto e a {e destacan en obes: Rana. K, THOSING, W.: Crilagta Estudio teligic yexege- ‘co, Mai, 1975 (Cristian: Ausxe0, 3: Critlogia yAntroplogta Mad, 1973 (Cis. tiandad); Kasten, W.: Jessel Cristo, Slamanes, 1976, pp. 13-73 (Sieveme); GALor, C, (Gi se tu, 0 Cristo, Firenze, 1977, pp. 23-40 (Bd. Foren); Pore lends de Nasir Historia de Dias, ios en fa histrta, Madd 1981, pp. 41-58; 181-212 (Pauas). Du. ‘qv0e. C. Chistloga, Salamanca, 1974, pp. 96-125 (Sigueme); GovzAucz ne CARDED, (0: Jest de Nearet, Apraxinacin a la eristologia, Madi, 1975, pp. 329 (BAC), DU ‘voc, C, KAsenn, E, Boer, L, Kasten, W. PaNnENaens, W.: Jeers en la storia Yen la fe, Salamanca, 1977 Fandacién 3. Mach Sigueme); Siirarnckx, E: En tomo al roblena de a Crisoogi, Maid 1983 (Cesandad) ID. Jv fa historia de Ven "Te Mad, 1985 (Cestandad) BuEKO,B: Loe rsirs de Crit en la telega contenpord- neo, Mads, 197 (BAC), BavtHasaa, U. von, Teodramitin, 3. Lox personajes del da ‘na: el homie ex Cristo, Maid, 199, pp. 61-141 Enovent), Proestantes Pannenens, W.: Feadamentos de Cristlogi, Salamanca, 1974 (Siguem), , Milano, instrumentos de los historiadores se usan con mayor profusin y rigor. g) La nueva investigacién proviene fundamentalmente del mundo anglosajén. Hay un desconocimiento reefproco entre la :nvesti- gacién alemana y la anglosajona, p. ej. el reciente libro de J Gnilka sobre Jestis no menciona a ninguno de los autores nor- teamericanos. h) Bsta «Tercera Biisqueda» no la podemos tipificar, esquemati- zindola. Tienen un claro aire de familia comiin, aunque con di ferencias notables entre los autores, p. ej. «lesiis Seminary. Problemas metodolégicos 1. Los criterios de historicidad La actual investigacién sobre Jests, intenta afrontar con rigor meto- dolégico la figura de Jestis, pero «sin atenerse a la utilizacién exclusi- vista del criterio de desemejanza» cuyos inconvenientes son manifies- tos”, Sanders dice que hay que pattir de los «hechos claves» de la vida de Jesiis. Crossan hace un inventario meticuloso de los dichos de Jestis que se encuentran tanto en los textos candnicos como apécrifos. Intenta ser formalmente muy estricto, Meier es el que ha reexaminado la cuestién de los criterios tradicio nales de historicidad y ha ofrecido una versién integradora de los mis- mos. Establece cinco criterios primatios y otros varios secundatios. ‘+ Incomodidad de un dicho 0 hecho de Jess que provoca en la Iglesia primitiva (p. ej. el «bautismon). (68) Acunnns, Rs Estado actual 6 og estudio soso ol Jess histvico dbspués de Bulmanns ‘en: Bris Bilicos, 54 (1996) pp 433-463; SCALA, G: «La wore rleoeaw de Gest ‘Stovico Il Rabbi ebro di Nazaret eit Mesa crocfissn en: Studia Patevin 40 (199) pp. 2-25 ea vest tren del vangell ela Tera leerea ci Gest en: Lateranum 61 (1995) 1p. 195-234; 1D, «Ges, poets eseatologen dllarstauaione dao» en Studia Pat ina 40 (19) pp. 85-102. Todos estos arteuos tienen unm abundant biligrai sabre los distines autre ‘Citesiapreferentementeulizado por Rulimann exe writeria de desemejanaae sil e a teu de Jess Toque es desemejnte de su anbieteculuraly que no se encn'a en {in otro docimenta exer cantenparineo al NT: Estas autores de a «Tercera Bisqneda> ‘oloean a Jes en el judasnoy ons embicnt cultural de st epoca Es attic de Jess todo lo aparece en el NTy no demos demostar que es ehautnioe.Ctro de ute ida det material evangslicn mientras nose deineste locity, Los que leg la a Tenia! han de probaria, ACURR, stad ata de Ios estiog soe el Isis hi ico despos de Btlimante, p37, 442-483, ©) ML Ma * Discontinuidad que debe usarse pero de forma no exclusiva y en relacién con los demas, © Atestacién miiltiple: iene mas valor un dicho o un hecho atesti- guado en varias fuentes (Me, Q) y en formas diversas (pardibo- las, milagros), + Coherencia: lo que resulta coherente con un minimo establecido con los criterios anteriores * Rechazo y ejecucién: no sitve para nada establecer Ia historic dad de un dicho o un hecho pero es muy importante la imagen de Jestis que tiene que explicar el rechazo que experimenté de parte de las autoridades. Ha de explicar el hecho de la cruz. Meier acaba el tratamiento de los criterios de historicidad en estas palabras: “so dels crterios vids es ms un arte que wha cencia y debe ha- cerseatendlendo con fnara de esprit a cade caso india y no como si se ‘raise de una explcacién mecinica. Nunea se Insstird sfiientenente en ‘qe exe arte proparciona sélo grades variables de probabilidady no certezas absotuias™ Autores principales E. P. Sanders Est muy preocupado por enraizar a Jestis con el judafsmo. Quiere explicar dos hechos fundamentales: la crucifixién de Fests y la apari cidn de un movimiento judfo con su nombre. Los diseipulos de Jestis continuaron fundamentalmente su misma predicacién, el anuncio de la restauracidn escatol6gica de Israel, pero poco a poco fueron introduciendo en primer plano y como realidad de- cisiva la figura de Jestis. R.H. Horsley Ha mostrado Ia relevancia de Jess en las concretas circunstancias, econémicas, sociales y politicas de la Galilea de su tiempo. Jestis se re- Jacionada con las ideologias y preocupaciones de los mas extensos am- bientes campesinos populares de Palestina. Jestis és un profeta que promovia una transformacisn social, muy lejos del Jestis celote 0 cuasi-celote de Brandon, Jestis se dirige a sec- tores campesinos. (0) th, pig 487 J.D. Crossan Se trata de un trabajo interdisciplinar. Su metodologfa tiene unos problemas bisicos: desvalorizacién del evangelio de Mc y del relato de In pasién, y da un valor excesivo al evangelio de Tomés y al hipotético evangelio de la Cruz, el valor de Q less es wn judo (habria que coneretar que wn judo galilen; como pa Iestino forma parte ce ta enltura mediterranea y de fos volores antropotdgi- os; y 25 un eampesing, en el semid de que fandamenialmenie est enaizado fas eategoris cuturaes del eamypo gaileoy ve con mucho recelo el nuevo estilo de vida de las lites urbanas»™, Crossan emparenta a Fests con fildsofos efnicos, una actitud contra- cultural, libre, socialmente critica con la cultura convencional en nom- bre del Reino de Dios presente. Su obra adolece de una debilidad muy grave: la incapacidad de ex- plicar hist6ricamente la cruz, P. Meier Este autor hace dos afirmaciones bisicas: 1, La situacién de Galilea en aquel tiempo era muy tranguila si se compara con el caos reinante tanto al final del reinado de Hero- des el Grande como, poco después, en visperas de la guerra ju- dia; o si se compara con Ia situacién de Judea, donde s> sontia mucho mas directamente la opresién de los romanos, 2. Jestis es un profeta escatolégico que anuncia la proxima inter- vencién decisiva de Dios y, por tanto, no est preocupido por los problemas sociales. Jestis es un gjudfo marginal» de modo que resulté odioso, peligroso © sospechoso de todos, desde los piadosos fariseos hasta el vigilante Pilato, pasando por los politizados sumos sacerdotes™ Problemas mis discutidos de la «Tercera Brisqueda» 1, Bl valor que le atribuye a los apécrifos, 2. Precisar la relacién de Jesis con la situacién social de su tiempo. 3. La relaci6n con el judafsmo, to, pig, 45. P) tod pig, 458. 143 144 4, La relacién recfproca e fatima entre 1a comprensién del RAD y Ja idea que se tiene del Jestis hist6rico. Hijo de Dios y RAD de-~ ben tratarse como problemas diferentes en la predicacién de Jesés. 5. En la investigacién actual se han dado imagenes diversas de Je~ sis segtin el rasgo que se favorece: mago (Smith), carismético (Vermes, Borg), exorcista (Twelftree), profesta social (Horsley, Kaylor), sabio 0 maestro (Crossan, Mack), sanador, profeta es- catolégaico (Sanders, Meier)”. «Los estudios biblicos saldrian muy beneficiados si cada mafiana todos los exégetas repitiesen como un mantra: Q es un documento hi- potético cuya extensidn, tenor literal, comunidad, esiratos y proceso de redaccién no se pueden conocers, Postura Catélica 1. «No se puede separar al Jestis hist6rico del Cristo de la fe. No hay otro Jesiis sino el Resucitado o el Crucificado ya re- ssucitado>. 2. «La Iglesia confiesa y conoce a Jestis como el Cristo», el «Hijo de Dios vivos Mat, 16, 16. 3, El mismo y tinico Jesucristo esté en la Iglesia, La Iglesia estd en Jesucristo, la totalidad del misterio salvador de Cristo pertene- cea la Iglesia, donde él protonga su presencia salvadora””. En Albacete a 28 de enero de 1997. Festividad de Santo Tomas de Aquino (0) tb po 463; Caossny, J.D: Jes: vida de un compestio Ju, Barcelona, 1994 (Plane ta) iD, deaie:biogroie rvolacionaria, Barcelona, 1956 (Planets); Ventas, Gi: Fests Jno, Barcelona, 1997; ID, La relgin de Jesse judlo, Barcelona, 1995 (Plane), (04 ea, ig 457. (5) Comisin Episcopal ps a Dotrna dela Fe dela CEE, Cristo presente en lo gles, 20 de Febrero de 1992

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