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COLECCION «RECURSOS DIDACTICOS» ANTROPOLOGIA TEOLOGICA (Apuntes compilados por José Juan Del Col, sdb) INSTITUTO SUPERIOR “JUAN XX! Bahia Blanca 1994 INDICE INTRODUCCION — 1. Diversos tipos de antropologia 2. El método de la antropologia teolégica 3. En qué sentido exacto se puede hablar de aintro- pologia teol6gica Contenido global de . El proyecto de Dios nome pg. 7 LACREACION, COMIENZO DELASALVACION.... Introduccion |. Relates biblicos de los origenes en el Antiguo Testamento La creacién y Cristo en el Nuevo Testamento IIL El hombre, imagen de Dios en el Antiguo Testa- mento IV. Reflexin teolbgica sobre la creacién . 15, ‘CIENCIA FE ANTE EL PROBLEMA DE LOS ORIGENES.. |, La evolucién césmica y biol6gica La antropogént IV. Evolucién y V. Actitud de la Iglesia ante et evolucionismo VI. Cristo, “alma de la evolucién” ‘ELHOMBAE EN EL PLAN DE SALVACION DE Dios. |. Eldon inefable de la gracia Teologia del quehacer humano en el mundo EI hombre, “imagen de Cristo” en el Nuevo Tes- tamento -- pg. 51 rcee Qe 74 LARESPUESTANEGATIVA LALLA problema del pecado or |. Fundamentos biblicos Late de la Iglesia Qué es el pecado original en nosotros DESTINO FINAL DEL HOMBRE Y DEL MUNDO. Término natural del proceso Mundo nuevo para una humanidad nueva Caracteristicas del cielo nuevo y de | Manifestacién del mundo nuevo y de la humanidad nueva V. Anverso de la humanidad futur INTRODUCCION 1. Diversos tipos de antropologia Definicién nominal de antropologia El vocablo “antropologfa” significa discurso (en griego, “logos”) sobre el hombre (“4nthropos”’). Definicién real “Antropologia” designé primeramente el estudio de los caracteres fisiomorfol6gicos (“fysis”, naturale- ‘orfé”, exterior, aspecto) del hombre en sus va- laciones individuales, raciales y sexuales. Pas6 luego a indicar el origen, historia y contenido de la cultura. Bajo el influjo de Kant -quien la definié “una doctrina del conocimiento del hombre, ordenada sistemética- mente”-, el término “antropologia” llegé a incluir todo Jo que responde a la pregunta “;Qué es el hombre?” Tipos de antropologia Fundamentalmente, hay tres maneras de respon- der a esa pregunta, que corresponden al enfoque cien- tifico positivo, al filoséfico y al teolégico. ~ Al enfoque o discurso cientifico positivo -que se mantiene en el campo de lo observable, de lo fenomé- nico 0 aparente, y de lo empirico o experimentable-, pertenecen la Antropolo; Cultural. Fisica y la Antropologia * La Antropologin Fisica estudia al hombre en cuan- to animal. Abarca la somatologia y la paleantropolo- gia. La somatologia se ocupa de los caracteres fisiomor- fol6gicos del cuerpo (“soma”), distinguiéndose, por ej, en anatomfa (que estudia la estructura de las diferen- tes partes del cuerpo) y fisiologia (de “fysis”, natura- leza; que estudia la vida y las funciones orgénicas). La paleantropologia (de “palaiés”, viej>, antiguo) trata del origen y evolucién de la especie humana, basdndose sobre todo en los restos humanos antiguos. * La Antropologia Cultural estudia los orfgenes y evolucién de los comportamientos humanos; su es- tructura y funcionamiento en todo tiempo y lugar. A ella pertenecen la arqueologfa (de “arjaios’, antiguo; - estudia lo relativo a las artes y monumentos de la antigiiedad), la etnologia (de “ethnos”, pueblo, raza; - estudia las razas y pueblos en sus aspectos y relacio- nes) y la etnografia (que es la descripci6n ~"grafé” = escrito, cuadro- de las razas 0 pueblos), la lingiiistica (0 ciencia del lenguaje), el folklore (0 estudio de las costumbres, tradiciones y artes populares. - En inglés, “folk” = pueblo, gente), y la historia cultural. La psi- cologia (de “psyjé”, alma, vida, persona; trata del alma, sus facultades y operaciones; de todo lo que atafie al espiritu, al cardcter, a la conducta ... de las personas), la sociologfa (que estudia las sociedades humanas) y Ja ecologfa (que estudia las relaciones entre los orga- nismos y el medio. - En griego, “oikos” = habitacién, residencia), son ciencias muy vinculadas a la Antro- pologfa Cultural. = Al discurso filos6fico corresponde la Antropolo- gia Filosdfica. Esta aborda al hombre, no como un ob- jeto en el universo, sino como sujeto personal; no desde fuera, sino desde dentro (en sus fines, en su apertura al futuro, en su sentido tiltimo); no desde puntos de vista sectoriales (biolégico, fisiolégico, sociolégico, politico, econémico, etc), sino en su globalidad. - Al discurso teolégico corresponde la Antropolo- gia Teolégica. Esta, diversamente de las ciencias y la filosoffa que estudian al hombre a la luz de la simple raz6n, lo hace a la luz de la revelaci6n. Estudia, pues, al hombre segtin Dios lo ve y lo quiere, como se des- prende de la Palabra de Dios. 2. El método de la antropologia teolégica La Antropologfa Teolégica investiga al hombre conforme a la Sagrada Escritura, a la Tradicién y Ma- gisterio Eclesidstico, y a la Reflexién Teolégica. Sagrada Escritura La Palabra de Dios contenida en la Biblia nos da a conocer la situacién existencial del hombre con rela~ cién a Dios, es decir, qué es el hombre a los ojos de Dios, cual es su vocacién y destino, y cudl es la suerte que le espera al mundo en que el hombre se agita. Dios se nos ha revelado actuando, o sea, realizando su pro- yecto eterno acerca del hombre y del mundo en Ia his- toria del pueblo judfo; historia que culmina en el “Acontecimiento Cristo”. Tradicién y Magisterio Eclesiéstico Oida la Sagrada Escritura, se investiga cémo esos temas fueron desarrollados por los Padres de los pri- meros siglos, cuyo testimonio tiene gran valor por el contacto que tuvieron con los testigos de Cristo; y lue- go se estudia cémo fueron reflexionados por la comu- nidad eclesial a lo largo de la historia y propuestos por el Magisterio de la Iglesia. Mencién aparte merece el Documento del Concilio Vaticano II titulado “Gau- dium et spes”, 0 sea, la constitucién pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual; en ella se encuentra el es- bozo mas notable de Antropologia Teolégica que haya aparecido en el Magisterio. Advertencia No forzosamente hay que leer la Biblia 0 los Do- cumentos del Magisterio tal como suenan; a veces es preciso interpretarlos. Se ha de superar el literalismo bfblico y descubrir Ia intencién didactica de los autores, lo que ellos pre- tendian ensefiar, comunicar. Debe distinguirse el en- vase (la formulacién literaria) del contenido (el mensaje revelado). Teniendo en cuenta el ambiente cultural en que surgieron los libros inspirados, su gé- nero literario propio (hist6rico, didActico, poético, etc.), el fin que se proponen los autores, no siempre el sen- tido gramatical obvio de un texto btblico es lo que Dios quere comunicarnos. Asi, el cuadro cultural de la Bi- blia es mitico, precientffico: el univ2rso es concebido como una gran casa de tres pisos; los padecimientos psicosométicos son considerados posesiones diabéli- cas; Dios tiene su trono en las alturas, ete. El mismo criterio debe extenderse a los textos de los Santos Padres y del Magisterio Eclesiéstico. El Con- cilio de Trento, por e., habla de Adén como de un per- sonaje histérico del cual descienden biolégicamente todos los hombres, pero sin pretender ensefiar eso, sino 10 para condenar el pelagianismo, el cual negaba que los hombres nacen afectados por el pecado original. Reflexi6n Teolégica El te6logo afiade la penetracién racional de los datos revelados. Trata de ahondar con las herramien- tas intelectuales que le proporcionan las conquistas de la antropologia actual. Por ej,, hoy se ha vuelto més din4mico, mas relacional, el concepto de persona. La Enciclica “Ecclesiam Suam” de Pablo VI, describe la Historia de la Salvaci6n como “un largo y variado dié- logo que nace de Dios y teje con el hombre una admi- rable y multiple conversacién”. La teologia actual, ademés, tiene muy en cuenta que el hombre es un ser hist6rico, a quien Dios ofrece la salvacién a través de acontecimientos que lo van interpelando y que le van exigiendo una respuesta. Como el centro de la Histo- ria de la Salvaci6n es Cristo -por quien, en quien y para quien todo fue hecho-, el hombre se salva uniéndose a El. Esta perspectiva cristocéntrica es una de las ca- racteristicas de la antropologfa postconciliar. Si bien la Biblia es una cristalizacién privilegiada (inspirada) de la Palabra de Dios, Dios continda ha- blando a través de los “signos de los tiempos” (“Gau- dium et spes”, n° 4 y n° 11), esos acontecimientos en que afloran las preocupaciones de la humanidad en un momento dela historia, acontecimientos portadores de valores evangélicos, que abren perspectivas hacia el futuro. La Teologia reflexiona sobre ellos, méxime para ver cémo debe estar presente la Iglesia y cémo debe obrar en el mundo actual. Asi, por ej,, los grandes des- cubrimientos geograficos produjeron la profundiza- cién de la doctrina sobre la salvacién de los no-evangelizados; el cambio acelerado del mundo ha hecho que se reflexionara sobre la historicidad del u hombre y se elaborara una teologia del progreso, etc. Conclusion Los escritos del Nuevo Testamento son normativos, por ser inspirados, pero no exhaustivos; no agotan la posibilidad de “lectura” del Gran Acon- tecimiento que es Cristo. De lo contrario, equé sentido tendrian todos los Concilios y la reflexién secular de los te6logos? “Sigue creciendo en la Iglesia la comprensién de las cosas y de las palabras transmitidas” (Constitucién “Dei Verbum”, n° 8). Lo mismo cabe decir del misterio del hombre. 3. En qué sentido exacto se puede hablar de antropo- logia teolégica La revelaci6n no nos da una antropologia, como tampoco nos ofrece una cosmologia, una geografia 0 una historia revelada. Existen antropolog(as de los autores bfblicos, de- terminadas por las épocas en que vivieron y por las corrientes de pensamiento a las que pertenecfan. Esas concepciones del hombre no son dato revelado: son un “vehiculo” de la revelacién, algo as{ como el “alfabe- to” de Dios. Nos interesa ese “alfabeto”, ese lenguaje, para entender lo que Dios quiere comunicarnos a tra- vés del mismo. Tampoco el Magisterio Eclesiéstico ensefta una antropologta. Eso sf, siempre ensefia en una antropo- logfa, desde una antropologfa. En las declaraciones del Magisterio se adoptan diversos sistemas antropol6gi- cos (platénico, agustiniano, aristotélico-tomista, carte- 12 siano). Pero nunca se quiso “canonizar” ninguno de ellos. La revelacién nos entrega una perspectiva existen- cial del hombre: nos sefiala nuestra finalidad en el mundo, nos ilumina sobre el sentido de nuestra exis- tencia; nos ensefia que somos criaturas Ilamadas a decidirnos en la fe por una vida comandada, no por el egoismo, sino por el amor (Ga 5, 6). 4, Contenido global de la antropologia teolégica La Antropologfa Teolégica considera todo el men- saje cristiano desde el punto de vista de la persona humana a la que Dios se comunica. Hoy se ha dado en teologia un viraje o giro antropolégico; el hombre es el centro de convergencia, el centro de interés, de la reflexiGn teol6gica; la teologia se pregunta a cada paso: Qué tiene que ver con el hombre esta verdad de fe? 5. El proyecto de Dios sobre el hombre y el mundo No debe separarse lo que en la realidad y en la Biblia est4 siempre unido: el hombre y el mundo. EI hombre advierte que se encuentra amasado entre las cosas: “Yo soy yo y mi circunstancia”, decia Ortega y Gasset. Es una parte integrante del mundo, su cispide. Sin el hombre, el mundo no tendria senti- do: serfa como un libro sin lector. As{ como no hay hombre sin mundo, tampoco hay hombre sin Cristo: el sentido ultimo del fenéme- no humano, solo se puede percibir a la luz de Cristo. No existe més que un tinico proyecto de Dios acer- 2B ca del hombre y el mundo. No hay que dividir al Dios Creador del Dios Redentor. El fin de la creacién es la reunién del hombre y el universo en Cristo (“recapi- tulacién en Cristo”. Cf Ef 1, 3-6). La teologta actual ha superado la dicotom{a entre el “orden de la Creaci6n”, puramente natural, y el “orden de la Salvaci6n” (pro- mesa - alianza - resurreccién), que seria sobrenatural. En concreto hay un solo orden, el de la creacién, in- trinsecamente ordenada a la salvaci6n, que es su co- ronamiento. Todo ha de ser visto en un tinico designio de creacién y redencién en Cristo. En esta perspectiva no hay dos historias, una profana y otra sagrada, sino un solo devenir humano, asumido por Cristo, Sefor de la historia. 4 LA CREACION, COMIENZO DE LASALVACION, INTRODUCCION El hombre tiene hoy clara conciencia de que es li- bre en sus opciones y decisiones fundamentales. Pero a la vez se siente condicionado por los determinismos de la materia y la red de leyes forjadas en la conviven- cia social. Se experimenta como “ser-en-el-mundo-con- otros”; sabe que su destino esta unido al mundo material y humano. Por eso, porque se siente limitado, condicionado, intuye oscuramente que existe un Ser Absoluto, dis- tinto de él, superior a él, del cual dependen totalmen- te él y su mundo. Y se pregunta por el origen de su ser creatural, por su relacién con Aquel que es el funda- mento y la consistencia de la realidad y el que da sen- tido a Su existencia personal. La respuesta de Dios a los interrogantes del hom- bre sobre los orfgenes se halla consignada en la Biblia Ahfa creacién viene a ser la puesta en marcha del plan eterno de Dios acerca del hombre, ya que aparece como la preparacién del campo y del sujeto de una alianza estrecha en la que Dios invita al hombre a participa de su misma vida. La afirmaci6n de que el hombre es un ser creado, es el primer dato antropoldgico bfblico. Ese carécter creatural hace del hombre un ser esencialmente refe- rido a Dios. 15

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