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AUTORES, TEXTOS Y TEMAS CIENCIAS SOCIALES Colecci6n ditigida por Josetxo Beriain Randall Collins - CADENAS DE RITUALES DE INTERACCION Proemio y traduccién de Juan Manuel Iranzo SN A ¢ G@ antrroros re a todos los miembros de una sociedad —y en otto h 1975) he defendi la mecénica durkhei clona, ademas, un elemento cricial para desai icto, algo que, en el nivel macro, es vi funcionalismo, Una critica que a menudo recibe el ans reraliza demasiado: nnipresentes, si todo es 16 no loes? En tal caso, el concepto no serviria para discrini ices 80s. La critica es més pk tendlido como algo funcios ido un claro modelo de los ingre: ritual, de de la teorfa del ser uno delos peores pecadores: propongo qt en todas partes, Con est cones ms relevantes dl Erving Goffman ls aporiaciones mis S owglte:nowesentia ntrcado or elena joa dea sociedad ens conunto se reser el de wn nivel de andlisis propio y especifico al que aplicar su yero mantiene consistentemente inmediata y los actores no realizan con propi se define la realidad soci Pero al operar a tin nivel de mi ;poca Goffman ayn ‘c6mo sienten exactamente los pa ‘conformidad ritual, ylo hizo de malismo micro en un des realedes 1al; «Uso el término ‘rit oa 1s cuando esti en la inmediata lor para él» (Goffman 1956/1 357) 8 Joga a la que Durkheim propuso He ee das de comportamiento que prescriben cémo deberia con- ‘hombre ante es0s objetos sagracos» (Durkheim 1912/1965: sociedad y sus objetos y Goffman efecttian y rituales han de producirse 1 los objetos sacros s iil no vuelve a celebrarse al cabo de un imaria transaccién comerci suando existe una relacién persor sentimiento de desaire; no saludar a alguien a qu hhacerse eco ceremonialmente de su marché {que se ignora o menosprecia esa relacion enel capitulo 6, en la discusién sobre los diversos tipos de besos.) ‘conversacionales menores acttian Jaciones personales. Son recorda- iduos a otros, cual es su lad 0 respeto, ¥ jones que todo el 35 as diferencias entre unos completo contacto io, gentes) etsonas que se conocen, iamente coma sienten un mutuo) ‘Hola, Pac amistosa de reconocimiento personal al margen cionales, que lo recordamos y q "mos compartido ci -mpo, que ahora concl sigue ahiy se reanudara El beso de buenas noches que los padres A Enfasis con los nifios peque- te que proclama que, aunque el otro contintia allty seguir {que los nifios rezaban. que me la gu no tengas miedo'— Mi desarrollo del andl fas y sucintas acotaciones tedricas sobre fades de desarrollo, En sus primeros artfculos fundame and Demeanor» 7 -e Work: An Anal $55/1967)— Goffman propon« los demas, inclu in para no agraviar a terceros, ide la privacidad, del que es un ‘que concede a las tos que pod desde los cuartos de aseo y los dorm las ‘cocinas’ donde se guisan las act también como el callején trasero de la cass ‘Goffman elabara aqui también mat rn en el modelo dramattirgico o de ‘prosceniolt etbackstage) de su primer libro, Goffman vineula ambos tipos de ritualismo c fe los rituales que diferen 1956/1967: 73) le juzga simplista por ‘mismo desde el |. Los moda vade acci6n, una tarea ala que denomina ‘salvar las apariencias’ (face work). No es wna acci6n unilateral dnicamente, sino que es redproca, En cada situacién concreta a que acceda, el astoradguitiré una cara —o ‘sf mismo’ social—en la misma medi- re aegats Sbarticlpes cooperen en realizar el ritual que sosti- oe see de tal realidad situacional y de quiénes son sus g fae ‘es. Entre la deferencia y los modales hay reciprocidad," meee ae cl f mismo situacional esté idealizado. 0, como mini- £2, ave lo xenifique para causar una cera impresi¢ny. por See He ae Bae ‘imagen completa del ser individual que ‘Silla dear todos os momentos de wu vidal ideaiacen tastiend las suaciones slo cadonasdestacionee eter Tere ices de) las situaciones venideras. eae. wndar tai Ors turbio de la vida cotidiana prc su contraste con ue se vefan sometidos a tensién o transgredidos, man us6 el material que obtuvo de su trabajo de do de incdgnito en la seceis Pate oa n la seccién de esquizofrénicos de un o—para dejar sentad ques sguen conclca persist Pautas menores y sencillas de decoro ritual se le etiquet enfermo mental (Goffman 1961 met como base empirica de su descripcién del ‘salvar las aparencias’o‘quear ble’ en n esta investigacién 5 ritual y el trabajo de ‘quedar bien’ en Goffman 1955, 1967) y ifica que a los cia st mismo lactd quelos sce demasiado simplista. Creo mas | ii iepermte nostar igus sendecoronn dest mira ax un hombre completo low Mle ines pari ace leo iy xls, pero evidencn deena psn event tno ceremonilconjaton(Gattman 1986/967 8889) 38 participar con ellos en gia de Goffman es menos de mostrar por qué se suicida la gente que de sson las condiciones normales que sustentan la solidaridad social y dan sentido a la vida, En la misma vena, en las investigaciones que realiz6 a lo largo de toda su carrera Goliman prest6 mucha atencién a las dificulta- des que afloran a la hora de ejecutar rituales con efectividad. Mete- duras de pata, patinazos, momentos embarazosos, derrumbes de la fachada situacional, ruptura de marcos... Goffman los analizé to- dos como formas de probar que la realidad ordinaria de la vida cotidiana no es automata sino el to de un trabajo de cons- truccién interaccional exquisitamente preciso. Por el mismo moti- ‘vole interesaban los desviados expertos. Estudio a los artistas de la confianza: es0s profesionales sintonizan con los puntos vulnerables de la situacién; sus técnicas revelan los rasgos de las estructuras de normalidad de que se sirven para engafiara sus victimas. Estudio a los agentes de espionaje y contraespionaje por ser especialistas en fingir —y en ver mas alld de— Ia apariencia de normalidad; la fina trama de las apariencias normales se aprecia mejor al advertir los nimios detalles que delatan a un agente (Goffman 1969), Este tema de investigacidn puede parecer extravagantemente aventurado, pero sus conchisiones evidencian las abrumadoras presiones inherentes mantener una apariencia de normalidad y la di los espfas y contraespias fracasan a menudo debido a la dificultad niveles de conciencia rflexiva o capas de autoc le presentarse bajo una identidad les de deferencia reciproca. La estrate- tantemente una apariencia de normalidad. Aquf, nuevamente un ‘caso extremo ilumina el mecanismo que produce lo normal. La vida sigue casi siempre rituales rutinarios, principalmente, porque es lo mis facil y porque hacer algo de manera diferente suele estar plaga- do de dificultades. A Goffman se le atribuye una visién maquiavélica dé “los individuos se disfrazan de lo que més les convenga; la vida es un teatro cuyos actores urden entre bambalinas embrollos con los que, cuando regresen al proscenio, esperan engafiar y controlar a los demas, Nada mas cierto, especialmente en La presentacién de la per .sona, donde Goffman usa abundante material procedente de la so- ciologia industrial y ocupacional precisamente para producir ese efecto: vendedores que engatusan y lian a sus clientes y les hacen pagar de mas; trabajadores que se muestran cumplidores en pre- 39) 18 superiores y regresan a su propio ritmo no bien se sgestores que fingen estar al cabo de la calle de todo lo los trabajadores y que se encierran en las salitas para almorzar o los aseos reservados a los ejecutivos para que nadie les ea en una situacion no formal o vulnerable, Es por este m que Goffman res én mostrando que Dahrendorf 1958) hallo en Goffman los micro-fundamentos da oa teorfa del conflicto de clase entre quienes imparten y quienes reci- ben brepara hacerse con alguna ventaja y enellos. La a cesisn de situaciones que deben ser actuadas para defi realidades sociales y esto fuerza al actor y a la auidiencia a par +a impresién de realidad. facién agresiva de ividuos que do- fender a ote, etalon de elloey hess lp in y del grupo; pero los acreedores del presti- glo situacional son quienes lo logran sin infring ales de la i h consumado insulto el que se le de una charla convenciot valiéndose de dobles sentidos para que cuanto se. a lena impresiéna los demas; cia las personas ante Ta de haberse presentado vest prada en los afios treinta. modelo bisico de Goffman. Organiz6 omnoa alguna discusién tesrica, pero la, fentretejfa con una propia y con frecuencia muy innovadora recopi- laci6n de materiales empfricos, cuya sustancia solia ser tan sorpren- dente que su relevancia tedrica se perdia de vista, dems, su termi- nologfa cambiaba de un escrito a otro y todo refinamiento te6rico que hubiera afiadido quedaba ast obnubilado. reconocimiento amistoso, una atencién que anuncia un posible ‘un control agresivo del espacio piblico, Relaciones téci Gin ms complicadas se dan entre pequefios grupos cuyos terri- interaccionales intersecan: por ejemplo, una pareja puede iren pUiblico signos vinculares que van del alineamiento de sus ‘cuerpos a tomarse de las manos, etc, y que transmiten un mensaje de ‘no aproximarse’, al menos mientras mantengan activo el foco ‘mutuo de su relacién (Goffman 1971). |, entre otros temas. Las referen- ccias expresas de sus primeros textos a la teorfa durkheimiana del ritual brillan por su ausencia después, a pesar de que su durkhei- ‘mianismo es uno de sus cimientos constantes; cuanto hizo es con- 2. La copresencia fisica deviene encuentro en toda regla cuando se transforma en interaccién enfocada, con un foco de atencién co- min, de intensidad y obligacién variable. Asf lo ilustra el nivel de interaccién, restimamos los materiales que Goflman nos ona, ne viday agrupados en rubros que pronto empleart para presentar ese modelo, de a mantener sus fronteras por si solo» (Goffman 1967: 113). Los interlocutores se sienten comprometidos a evitar que los temas de- caigan y a suavizar la transicién de unos a otros; estén bajo presién. 1.Elritual acaeceen condiciones de copresencia situacional, Goff- ‘man fue pionero en explicar en detalle las varias maneras en qu ccucrpos humanos congregad pa fidedigns tema se enmarca como algo en cierto ben tomarse con sentido del hum ‘écitaalerta al menor signo de al il oamenazador; cuando algo asi apunta, atrae su atenci6nen el acto. Ala inversa, una perso- zna que esté en un lugar piblico se sentiré obligada, aunque esté sola, a apaciguar la reaccién de los dems a cualquier movimiento nado en que haya incurrido. Asf, por ejemplo, cuan- Wvidado algo y debe volver sobre sus propios pasos, re- procharselo en voz audible es sefial tacita de que una conducta ex- trafia tiene un sentido normal (vid. exclamaciones de respuesta’ en Goffman 1981). Desentenderse de los presentes supone tna técita labor interaccional: un fino ajuste de la mirada y el contacto ocular, tuna concienzuda sincronizaci6n con la trayectoria de los demas ppeatones que tanto puede expresar ‘desatencién cortés' como un Ja parcialidad apropiadas; ylos referidosa sus logros,con la espera da admiracién. La presién situacional nos insta a permitir que el otro exponga’su version, por evidentemente ficticia que sea, y a mostrarnos de acuerdo con él en tanto consiga sostener la consis- tencia situacional. Por descontado que el modelo dramattirgico sélo es una metéfo- ra, como el propio Goffman advirtis en la conclusién de La presenta- ior de la persona en la vida cotidiana: «Este estudio... investiga la estructura de los encuentros sociales —Ia estructura de esas entida- des de la vida social que acontecen siempre que una persona penetra centla inmediatez de la presencia fisica de otra. El factor clave de esta estructura es el mantenimiento de una sola definicién de la situa- ‘cién» (1959: 254). Goffman se hace eco aqui del santo y sefia del interaccionismosimbélico, ‘la definicién dela situacién’ —lo que hace que una realidad compattida sea en efecto real para sus participan- tes, segtin el famoso dictton de W.L Thomas—; pero al traducirlo en 13. Goffman no sistemstig sus erftics a et iterpretaciones de manera algo 43 requiere activos esfuerzos para mantenerse, para 3. Los rituales presionan para mantener la solidaridad social y la Pee ae Borda ameldan: uno se muestra como miembro de a sole foe deatentnes més ue cage oo fc agua por el que debe ps odo tual de interac el poder y la gloria. a En su obra posterior, sobre todo en —que, encuantoad locales, pasando por un conocimient -s pretéritas, hasta las obligaciones concomitantes a Jpjados de intimidad mutua, Entre los diversos tipos de vinculo social ‘xisten también limites y las personas dedican bastante esfuerzo a ‘mantener un lazo presupuesto como para 1s estrecho (Goffman 1963: 151-190), honran lo que se valora lam6 objetos sagrados. Goftmas al que en los pequetios rituales cotidianos de ese momen- j6n se trata como aun pequefio dios (Goffman Iinea de trabajos anteriores cledicados a las re sensacién de Jo que opera en el nivel ales no germinan por si En obras postreras, como Frame Analy puede haber escenarios contenidos den- i im 1895/1982). Todo en el de la pequefia escala. El programa de bisqueda de cédigos Adin he de hablar brevemente de la rama del anélisis del ritual influida por el movimiento te6rico del estructuralismo francés y sus 45

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