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SYLLABUS COMPRA COMPULSIVA Las compras pueden pasar de ser por necesidad o simple placer ocasional a convertirse en un afan desmedido que requiere tratamiento. Sin embargo, los afectados no piden ayuda hasta que las deudas les ahogan o su relacién de pareja se tambalea ASTRID MULLER 4 primera ver que la sefiora 1, acu> comprando. Incluso a veces ecultaba las que les proporciona la compra por cats- dig ala consulta estaba abatida. Las compras para que no las vieran ni su logo. Internet, pleas con sti marido eran continuas. Fl marido ni sus hijos. Fl s6tano ya estaba Adinast, mds que el producto adquirido ‘motivo, por regla general, as cartas de repleto de cajas desbordadas con flore- ola forma de comprar, lo que en realidad aviso de facturas impagadas que llena~ 10s, cojines y candeleros. Por miedo, la cuenta para los compradores compulsi- ban el buzén de casa. La sefiora L, al sefiora ne comprababa el saldo de su vos esl acto en si Les resulta una suerte parecer, derrochaba demasiado dinero cuenta bancaria; tampoco se atrevia ya de evasién: los afectados se concentran fen ropa y complementos para el hogar. a abrir el correo. Su comportamiento lade tal modo en el acto de comprar que Dia si, dia también se encaprichaba con _avergonzaba tanto que no pedia hablar _olvidan los sentimientos desagradables articulos que enecesitaba» poseer Pero la del tema con nadie yy reluyen de los conflctos.Para ellos no slusién en los objetos recién adguirides Sinembargo, muchas personas presen- existe ninguna estrategia de distracci escendia presto. No obstante, no podia tan el mismo problema que la sefiora L tan ipida, efeciva y de aceptacién social resistirse al mpulso de comprary seguir para ellas, la necesidad de comprar se como ir de compras convierte en una adicci6n. Al principio, Algunos sienten verdadero placer al Jas compras resultan un modo de ahu- comprar. fs cierto que la intensidad de ‘yentar el mal humor o de recompensar los momentos de stisfacci6n no aleanza el trabajo realizado; después, con eltiem- el éxtasis que proporcionan las dogas, poy lapersstencla, se convierten en un pues el acto de comprar apenas altera la foc) Pere ease problema serio que requiere tratamien-conciencia, pero en la imaginacién del ERECT R EMT to, Entre los psicdlogos se conoce como afectado la sensaclén de placer parece ieee «compra compulsivav infinita, Mientras consumen, muchos eee ee eae Los afectados casi nunca utilizan los se imaginan los elogios y los gestos de ECC CESEIECUEEE objetos comprados. Muchas veces ni los _admitacién que recibirin por su acertada POEMS EEMN desempaquetan, Con frecuencia silen- eleccién. Pre aes cian haberlos adquirido o los esconden, Incluso en muchos casos se olvidan por Frustracién, no diversion OP CRIUROM TIC completo de su existencia, El tipo de Fl efecto, sin embargo, es efimero, Al Pane Ere producto depende de as preferencias de pasar por caja o, en su caso, al recibir el eee ane cada cual: desde 2apatosy bolsos, pasan- pedido, aparecen el arrepentimiento, a PMCS «cdo por articulosclectrénicoso utensilios vergitenza y la mala conciencia. Los pro- eerste ie de cocina, hasta alimentos. No siempre blemas reprimidos durante unos instan- Peer ry Jas compras son de consumo propio; en tes wuelven a emerger. coon jcasiones estas personas también gus- En clerto modo, a todos nos asalta el tan obsequiara los demds. Algunos afec-impulso de acometer una compra insen- ees tados se complacen con lot cumplides sata de ver en cuando, No obstante, el Pe es yy Ia atencién personal y exclusiva que comprador compulsivo se diferencia del EMIT EIEN | ceciben a cambio, incluso el trato casi comprador ocasional de ofertas odel que ere ee amistoso de los vendedores, En cambio se da unaalegria para compensarun mal ctros prefieren el supuesto anonimate dia por la frecuencia exagerada y las ean- 86 MeNTEYcERERRO 46/2011 Lidades desmedidas en las adqulsiclones que exceden sus capacidades econémi- cas. Los compradotes compulsivos inten- tan mitigar, justifcar 0, con frecuencia, disimular las consecuencias negativas de su comportamiento a través de menti- ras 0 engafios, Por ejemplo, en arae de satisfacer su necesidad cometen a veces delitos como la falsificacin de cheques os pedidos con nombre fas, Bn 1994, a psiquiatra Susan McElroy, dela Universidad de Cincinnati, formu 16 los criterios cienificos de diagnéstico para el comprador compulsivo. Les alec tados son cotalmente conscientes de su condueta descontrolada de consumo y dels datos resultantes, sin embargo, no son capaces de dominar ss impulso, Por ‘otro lado, la conducts de compra compul siva no se manifiesta de un dia para otro, sino que se desarralla de modo progres vy0 a lo largo de los anos. La mayoria de pacientes enmascara su pérdida de com- trol hasta que las deudas les ahogan ola pareja amenaza con dejarles. Sibien este trastorno de conducts pu de parecer a priori un fendmeno de nues tos dias, nada més lejos: el psiquiatra alemén Emil Kraepelin (1856-1926) ya Jo describ hace mas de un siglo. Kraepelin, registe6 en sus manuales este comporta rmiento bajo el nombre de voniomaniay (compra compulsiva} y lo catalogs como ‘un trastorno del control de impulsos Pese ala larga existencia del concepto, las investigaciones relacionadas son es: casas Psielogas y socidlogos no empe- zarona mostrar un mayor interés por e! problems, muy extendido ya, hasta los hos noventa En Alemania, por ejemplo, seestima que un 6 por cento de los ad tos esté expuesto a padecer el trastorno, sies que no Jo sufre ya, sepin se des prende de la encuesta Hevada a cabo en 2005 por investigadores de la Universi dad de Hohenheim y la Universidad de Ludwigshafen £1 equipo de Investigacién del pst quiatra Lorrin Koran, de la Universidad de Stanford, obtuvo resultados muy s: TIN REVELADOR Los compraderes compulivesperden con raider a isin de sus nuevos objetor mientras que los nimeros ros irumpen en su cuenta bancaia. rillares en 2006. Seguin su estudio, en EEUU hasta un 6 por ciento de la pobla- cién manifiesta sintomas de adiccién a las compras. Ambos trabajos coincidian asimismo en una de sus conclusions: la compra compulsiva se manifiesta con ‘mayor frecuencia en jévenes que entre personas mayores EL habito de comprar en exceso se con- sidera un problema tipico de mujeres in efecto, los resultados de numerosos studios indiean que entze un 80 y un 95 por cento de los pacientes diagnosti- ceados por compra compulsiva son muje- zes Sin embargo, ambos sexos presentan Ja mismas probabilidades de padecer el ‘rastorno obsesivo compulsivo, segtin la ‘nvestigacion de Koran, 87 Muchos afectados acumulan sus com= pras en casa, El creciente desorden y la ‘neapacidad de encontrar las casas pro- vocan nuevas adquisiciones indies. Las actividades sociales, como invitar a los amigos a cenar a casa, se reducen por la verguenza del caos que de maners pro- agresiva tnunda el hogar. Asimismo, los afectados pierden cada ver més la capa ceidad de decidir sobre a conventencia de comprar un producto, dado que yanno s3- iAdictos 0 no? Fn 1984, la psquiatra Susan McElroy, dl Ia Universidade Cincinnai, form 6 los siguientes crteros de dagnéstico para la compra compulsva sm Actos © ansas de comprar de forma iracional, con impulos irefrenables y dominantes. 'Aduiscion de mas artculos de os ‘que puede permits el afectado, = Compras continuadas de productos indies durant prolongados pefodos de tiempo. sSulemiento considerable a causa se I consante necesdad de comprar aheracn de hs funconessocales 0 Iaborales, y aparicion de problemas financiers (deus © quebra}. ss Manifestacion de excesos de compras no Solo durante las fases manlacas © hipomaniacas 88 ben lo que poseen eighoran su verdadera situaeién econémica, Entre los compradores compulsivos que acuden a tratamiento, mas de un 90 por cient padece como minimo una afeccidn psiquica concomitante. Segiin un estudio desarrollado en el Hospital Universitario de Erlangen, entre los tras- tornos més comunes se encontraban la depresion y las fobias, con un 80 por ciento, ¥ uno de cada tres pacientes pa- decia trastornas alimentarios w otto tipo de adiccion Ante Ia cantidad de sintomas con- comitantes, debemos plantearnos sila compra compulsiva es an sindrame con entidad propia o si, en cambio, se trata mas bien de una afeccisn ai ida de otras enfermedades psiqulsteicas. tal momento, los cientificos no han lo- grado responder con certeza la cuestién, Yampoco existe un modelo exhaustive sobre as causas que originan el trastorno de Ia compra compulsiva No obstante, cada vez existen més in= licios de que problemas de autoestima, alta impulsividad y bajo autocontral contribuyen ala adicci6n a las compras, ‘os pacientes se describen a menudo a s{ mismos como personas inseguras y con miedo social, Existe una estrecha fas. relacion entre el impulso consumista y estado emocional. Fn muchos casos el bajo estado de animo provocs los «ata ues de comprass También influye elen- torno cultural y socal, Asi el fendmeno SUBIDON CON LA TARJETA, El acto de comprar desata una sensacin de placer en las afectados. El objeto adauirido fn ses algo secundaria, Mientras compran, los problemas desaparecen, de Ia compra compulsiva se conoce casi tinicamente en paises con sistemas eco- némicos capitalistas Asimismo se considera la existencia de postales causas neutobiolégieas, como por ejemplo, un desequilibrio en la do- pamina y la serotonina, No obstante, ebido a las numerosas enfermedades concomitantes, resulta dificil atribuir tales hallazgos de forma especifica a la adiceién a las compras. Impulsos irrefrenables Los expertos discrepan a la hora de ca talogar esta psicopatologia en el sistema de clasficacibn psiquistrica. Para la ma- yoria de los psiquiatras deberia const= derarse como un tzastorno del contzol de Jas impulsos, categoria bajo la que se relinen otras conductas que perjudican al propia afectado o a otras personas de su entorne, caso de la cleptomania y de la ludopatia, La compra compulsiva lene en comin con tales trastornos la Incapacidad por parte del paciente de resistrse a los impulsos y de justificar de forma racional su comportamiento Ademis, los compradores compulsivos persisten, a pesar de las consecuencias negativas, en su conducta, caracteistica que también aparece en el tyastorno del control de impulsos, Por su parte, otros autores contemplan 1 mecanismo psicolégico que aparece tras la compulsién de las compras como tuna verdadera adiccibn, sin necesidad de sustancias adictivas, Segin e rmiento, la dependencia a las compras, al juego, al trabajo, al sexo o 2 Internet se puede clasificar bajo una misma catego ria: conductas adictivas La discusién sobre 31 se trata de un impalso desconttolado o de una adic~ ign es probable que importe poco a los pacientes, mas la confusion en La clasificacisn clentifiea del rastorno di= Siculta la proliferaci6n de tratamientos, Pese & que los exeesos de consumo ge- Indicador de Hohenheim El equipe de investigacién de la compra compulsiva en la Universidad de Hohenheim (Forschungsgruppe Kaufsucht) desarrollé un cuestionario para determinar signos de la patologia en pacientes o prabandos. A continuacién, algunas de las 16 preguntas en desacuerdo de acuerdo. ‘Cuando tengo dinero, tengo la necesidad de gastarlo. ‘A menudo siento una necesidad incomprensible, ‘un deseo imperioso de salir y comprar cualquier cosa ‘Muchas veces compro alge solo porque es barato. (Mas de una vez me he comprado algo que, en realidad, no me podia permitir. Ir de compras es para mi una forma de huir dela desagradable cotidianidad y de relajarme. |A veces tengo mala conciencia después de haberme comprado algo. (Sereeningverfahren zur rhebung von kompensatorschem und sichtigem Kaufveralten (Skok. 6. Reab et al. Hogrefe: Gottingen, 2005) nneran un enorme sufrimiento entre los cientes aprenden a reducir sus ataques afectados y su entorno, @ menudo los de compra a través del conocimiento ‘meédicos y los psicdlogos pasan poralto del arigen de sus impulsos. Al mismo © trivializan los sintomas. Aunque las tiempo asimilan una conducta de con- {obias y las depresiones concomitantes sumo adecuado Ya que los compradores seasisten con éxito, raras veces selogra _compulsivos presentan, por lo general, rnormalizar la conducta de compra del dificultades para administrar de manera paciente correcta su dinero, el programa incluye Por tal motivo, los medicamentos el aprendizaje y entrenamiento en la cestablecidos no suelen funcionar. Asi, gestiGn de fnanzas, si como en el uso por ejemplo, un tratamlente con anti- de las tarjetas de débito y de crédito, Si depresivos ayuda en contadas ocasiones bien la mayoria de los pacientes no ad a solventar el problema. Asimismo, los ministtan sus proplas cuentas bancarias ‘escasos estudios publicados sobre los in- los bancos les han retirado las tarjetas hhibidores de la recaptacign de serotoni- o bien algtin familiar ha asumido la res zna(SSRD en compradores patologicos no ponsabilidad financiera—, estas son solo demuestran una eficacia contrastada de ayudas provisionales; tarde o temprano tales sustancias respecto a un placedo. los pacientes deberin gestionar de nuevo su dinero, Aprender a consumir En 2008, através de un estudio con un Parece que los primeros tratamientot grupode terapia de 60 afectados, demas. con psicoterapia han dado resultados tramos que l tratamiento resulta eficaz, favorables. El equipo de investigadores Tras a terapia, a mitad de los probandos de James Mitchell, psiquiatra de la Uni- no manifestaba los criterios relacionados versidad de Dakota del Norte, ha desarro- con una adiccisn a las compras, aunque lado una terapla cognitiva conductual en muchos alin perduraban algunos ideada para compradores compulsivos. sintomas. Por ahors, el desarrollo e in: Por su parte, el departamento de enfer- _vestigaci6n de este tipo de propuestas medades psicosomsticas y psicoterapia especifcas de tratamiento se vishumbra de] Hospital Universitario de Erlangen como el vestigio més prometedor para ha creado una versién alemana del _abordarcon éxito el problema de la com: mismo programa, En 12 sesiones los pa Astrid Miler es psisiog, bigs un estudio sobve tropa conductal en reacién af om ra campulsiva en el Hospital Universitaria de lange, Alemania En la actualiad, investiga nel Instituto de ivestigacion nevopsquit cde Fago en Dakota del Note (EEUU) BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA | REVIEW OF COMPULSIVE BUYING DIS: ‘ORDER, 0. W. Black en World Peychia try, vol 6, pigs. 14-18, 2007. STATES. LM, Koran et al. en Amer «an Journal of Psychiatry, vol. 183, pigs. 1806-1812; 2006. GROUP COGNITIVE BEHAVIORAL THERAPY POSTTREATMENT AND 6-MONTA FOL LOW-UP RESULTS. A. Miller et al, en Journal of Cincal Psychiatry, vl. 68, pigs. 1131-1138; 2008. 208 SUCH WIRD, C. Karsten, Patmos Dusseldorf, 2008. 89

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