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' TEOSOFIA NEMO MADRID R, VELASCO, TP., RUBIO, 20 Soi INTRODUCCION * Los hombres nacen, viven sus cortas vidas y- mue- ren; levintanse las naciones, Hegan & una cierta altu + y eaen; las eivilizaciones son construidas, formadas y pulimentadas, sélo para que cada una de ellas de caiga 4 su ver y sea sucedida por nuevos sistemas desarrollados por nuevas razas de hombres. En la setualmente todo-poderosa civilzacién Buropea, que con tanta rupider se lanza 4 su Zénit, un clemento falta que ha ocupade lugar preferente en los sistemas nds grandes que permanecen todos hoy dia olvida- ddos. Aquel elemento es el papel desempeniado por la naturalera mis elevada del hombre en el desen volvimiento evolucionario, el prictico conocimiento del alma, Fl entero objetivo de la civilizacién Occidental, es cl mejorar la condicién material de la bumanidad Con este fin-no cesan de arder de dia y de noche hhoraillos enormes, por esta razén los telares prodt- cen kildmetros sin fin de telas de algodén, por esto tuna red de rails de hieero aprisiona Ia tierra; esta es (0) aon an nde A, ie 19 Pes, alo gue Te Bomiay Theeph!Paenia Fo, By Tokar Hae 6 fa causa de que perenne y de que enloquecidas corran tras las ri Nadie duda que para trasladamos de un punto 4 multitudes vidas estén en lucha otro, lo hacemos mis répidamente dle lo que nuestros padres lo hacian, Nadie duda de que gozamos de co- modidades en Tas cuales jams ellos sonaron, Pero et precio d que pagamos todas estas cosas es bien caro, De dia en dia crece Ia lucha por la mera existencia, el débil es aplastado contra la pared, el hombre que se detiene 4 tomar aliento, es pisoteado, y el que se apresura, se convierte en un eselavo bajo un sistema que convierte al mundo en una_miquina enorme, en Ja cual los séres humanos funcionan 4 manera de en: sgranajes 6 grandes ruedas fatalmente empujados ha- cia adelante, descansando sélo cuando la vida termi: 1a, La filosofia ques una tal eivilizacidn corresponde, cs una filosofia de negacién: el fio ¥ despiadado ma- tetialisme moderno, Pero empieza los hombres 4 ver que algo falta en este estado de cosas, Sienten uo vacio no satisfecho cn su interior, y una conviecidn no confesada de que emalguna parte existe un mundo que no podemos ver, a pesarde Io cual es este mundo una realidad. Un amargo clamor empieza é oirse: «|Nos habcis arve- atado nuestros dioses, y nada nos habéis dado en ceambiols Y ast es que las viviendas de los mediums cspiritistas se hallan atestadas de ardientes investiga: dores, ¥ la cancisn favorita es la que toca en los rei nos de lo misterioso y de lo invisible, y & la verdad en todas partes se perciben las seftales de una reac: cidn en contra las doctrinas y procedimientos de la edad de hierro. oe En esta reaccidn contra la tendeneia 4 negar toda aapariencia de verdad 6 de razdn a las antiguas ereen- cias y filosofias, y en esta tentativa para proporcio- far una puerta de escape & todos los que compren den la inestabilidad de los cimientos de la civiliza ida moderna y sus anejos sistemas de pensamiento, la Sociedad Tenséfica desempena un papel proemi nente, Empezando con la firme conviccién de que las grandes cuestiones de lo que es 1 hombre, de dénde iene y & dénde va, son despuvs de todo, los asuntos ris impostantes que merecen llamar Ia atencién de ‘cualquiera, invita d todos cuantos en el mundo ente- ro estan interesados en esta investigacién, acumu: Jar sus energias en una gran Universal Fraternidad ppara descubrir a verdad y favorecer el progreso es: piritual del género humano. El dar una breve noticia de tos fines de la Sociedad Teosfica y de sus traba jos es el objeto de esta compilacién de estractos de ‘obras Teosdficas. La existencia de Paramatma es una verdad funda ‘mental; y el sentimiento de una Deidad es innato y perfectamente natural en el hombre. «Los legislado- res y hombres de Estado, y sobre todo los moralistas™ y filsofos,» dice Sir James Mackintosh, “Vaughn ofrece una mejor y mis floséfiea defini «Un tedaofo, dice, es un individue que nos offece ‘una teoria de Dios 6 de sus obras, basada, no sobre Ja revelacidn, sino sobre la inspiracién personal.» Bajo este punto de vista, todos los grandes. pensado- res y fildsofvg, y especialmente todos los fundadores de religiones, escuclas flossticas 6 muevas sectas, son recesariamente tedsofos. Existen, por lo tanto, la ‘Teosofia y los teésolos desde que los primeros albo- res del ysamiento impulsaron al hombre & ‘buscar instintivamente los medios para expresar sus jpiniones personales 6 independientes. Faxistian ted: sofos anteriormente dla era cristiana, aun cuando los autores cristianos atribuyan 4 la primera parte del siglo tercero de nuestra era el desarrollo del sistema de la Teosoia eciética ‘Didgenes Lacreio hace remontar Ia Teosofia hasta tuna época anterior & los Ptolomeos y designa como su fandador 4 un hierofante egipcio lamado Pot Amoun, nombre copto que significa sacerdate consa- grado 4 Amoun, dios de la sabidurta La historia ensemta que fue revivificada por Any ‘monius-Sacess, fundador de la escuela neo-platinica. ‘Titulabanse él y sus diseipulos Pilaletheianes, aman tes de la verdad, mientras otros les Hamaban anal gistas, causa de su método para interpretar todas las leyendas sagradas, los mitos, s{mbolos y miste rios por medio de una regla de analogia 6 correspon dencia y de considerar 10s acontecimientos del mun do exterior como expresion de las operaciones y ex: perimentos del alma humana, El objeto que se proponia Ammonius era el de re- conciliar & todas las sectas, 4 todos los pueblos, 4 todas las razas bajo una misma fe la ereencia tii fen un poder supremo, eterno, desconocide ¢ innomi- nado, gobernando al univers por leyes inmutables. Su objeto era ensayar un sistema primitive de Teoso- fia, debiendo ser este esencialmente el mismo para todos los paises, conseguir que los hombres abando- nasen sus luchas y contiendas, unir sus esfuerzos y tos como hijos de una made comin, y ar las antiguas religiones de las imp rezas humanas, poco a poco corrompidas, fundiéndo- las y explicéndolas segin los prineipios de una filo sofia pura. Y hé aqui por qué eran ensefados en la escuela ecléctica de Teosofia al mismo tiempo que todas las filosofias de la Grecia, los sistemas buddhis- ‘ta, vedantino y migico 6 zoroastriano. ‘De ahi viene también que observemos en los tes solos de Alejandria ese caricter eminentemente bud: dhista € indio, et respeto 4 los parientes y 4 los an- cianos, un carito paternal por toda Ia raza humana y tun sentimiento de compasién hasta hacia los anima. les inferiores, ‘Tratando de fundar un sistema de disciplina moral que obligase los hombres 4 vivir segin las leyes de sus paises respectivos, y 4 elevar su espiritu por la - 16 — indagacion y contemplacién de la Verdad absoluta, sit objeto principal, al misio tiempo, abjeto que con sideraba indispensable para aleanzar todos los demas, cera el de sacar de las diferentes doctrinas religiosas camo de las varias cuerdas de un instrumento de mi sica, la melodia llena y armoniosa que habia de hallar eco en todo corazén amante de la verdad, Es, por lo tanto, la Teosefia, Ia Religion Sabidne ria arciiea, la docttina esotérica universalmente re- conocida en tiempos antiguos como tendencia civili- zadora, Todos los documentos antiguos nos presen- tai esa Sabiduria como una emanacidn del principio vino, y la comprensién clara de la. misma la repre sentan nombres como el Buddha indio, el Nebo-La- bilonio, el Thoth de Memphis, el Hermes de la Gre- cia, asi como por los nombres. dados 4 varias diosas, ‘coma Methis, Neitha, Atenas y la Sophia de los _gndsticos; en fin, por el nombre mismo de los Vedas, ‘que proviene de la palabra saber. Los antiguos fils sofos de Oriente y Ocidente, los Hierofantes del an- tiguo Egipto, los Rishis del Aryavarta y los Theodi daktoi de la Grecia, comprendian bajo ese titulo to- dos los conocimientos relativos 4 las cosas ocultas y cesencialmente divinas, Las Mercazah de los rabinos hebrdicos, las series seculares y populares eran de- signadas con aquel nombre, porque no eran sino ¢l veiiculo, la forma exterior de conocimientos esotér cos supetiores. Recibian los Magos de Zoroastro su instruceida ¢ inieincidn en. los subterrineos ¥ logias secretas de la Bactriana; tenian los Hierofantes egip- ios, as{ como los Griegos, sus aporretia 6 conferen- cias secretas, durante las cuales el pst convertiase cen un Hpoptn, 6 sea en Vidente —y- Creia la Teosofia ecléotica en una esencia unica y ‘suprema, desconocida é inconcebible: «;eémo podria ‘mos conocer al conocedor? pregunta la Brikada: ranyaka upanishad. Bl sistema estaba caracterizado por tres rasgos principales. La teoria dé la esencia en ‘cuestidn, la doctrina del alma humana como emanae cidn de esa misma esencia, y siendo, por lo tanto, de ‘gual naturaleza; y finalmente, su tourgia. A causa de cesta altima ciencia, fueron tan mal comprendidos Jos neovplaténicos por nuestra ciencia materialista actual, Siendo la teurgia esencialmente el arte de aplicar los poderes divinos del hombre Ia subordinacién de Tas fuerzas ciegas de la Naturaleva, fueron desde lue- go llamados magos sus fieles, de la. palabra magh que significa hombre sabio, Los eseépticos de siglo pasado no se hubiesen apartado mas de la verdad que nuestros escépticos modernos si hablindoles del fFondgrafo 6 del teldgrafo se hubiesen echado & reir Sucede, por lo general, que los ridiculizados y los infieles 6 hereges de wna_generacién, convirtigronse fen sabios y santos en Ia siguiente Por lo que hace & Ia divina esencia y a Ia natura leza del alma y del Espirit, son las ereencias de Ja Teosofia moderna las mismas que las de la antigua “Teosofia EI Dyu popular de las naciones arianas es idéntion al Jao de los ealdeos y hasta al Jpiter de los rom nos, poco adelantados en ciencia y flosofia; asi como el antiguo Jahve de Jos samaritanos, el Tew 6 Tiuscu de los normandos, al Duw de los bretones y al Zeus de los Tracios (1), — 18 En cuanto 4 la Esencia absoluta, lo Uno y Todo, sea que aceptemos la filosofia griega de los pitagéri cos, la cabalista de los caldeos 6 la filosofia ariana, siempre nos dari el mismo resultado. ‘La ménada primitiva del sistema pitagérico que se absorbe en el seno de la oscuridad, siendo ella mis: ‘ma oscuridad (para la inteligencia humana), fué to mada por base de todas las cosas; esta idea podemos hallariaen toda su pureza en los sistemas filosdficos dle Leibnitz y de Spinoza, El teés0%, apoysindose en la Cabala que hablando le En-soph, propone esta pregunta: «Quin es, pues, capaz de comprenderle, ya que no tiene forma y es no-existente?s 6 que se acuerde del siguiente ad. sirable verso del Rig Veda: Quién sabe de dénde brots esta creacidn inmensa, si ered Su voluntad 6 permanecié muda? Salo El lo sabe—quizis no lo sepe (1. Acepe el coneepto idéntico de Brahma, queen ss Upanisl eepreetd como cin ia sin pie abn: 6 en ins de acterdo con ton Stabhd- ‘eset Nepal mntenga gue mada existe exexpto “Soubtdverstanca 5 natealra}, que existe po 5 hel camino de la Teosfa pray absolut Eat ena Teowaia qe inputs & bobres como Hegel, Fichte y Spinoza 4 proseguir los trabajos de los antiguos fldsofos griegos y a especular acerca de 1a Sustancia tnica, la Deidad, el Todo divino, 19 — procedente de la Sabidurfa divina, incomprensible, desconocida é innominada en todas las filosofias re- ligiosas, antiguas y modernas, exceptuando el ju- daismo, y por consiguiente, et ctistianismo y el isla mismo, Por lo tanto, todo tedsofo que se conforma ‘con una teoria de la divinidad ebisada, no en la re- velaciéa, sino en Ia inspieacién personal,» puede aceptar cualquiera de las definiciones anteriores 6 pertenecer & cualquiera de esas religiones, sin salirse de los estrictos limites de la Teosofia, pues no es esta otra cosa mas que la ereencia en lo Divino con siderado como Zodo, el Origen de toda existencia, lo Infinito que no puede ser comprendide ni conocido. Lo que sélo el universo revela, 6 también Aguel, como podriamos decir para agradar 4 los que quie ren sexualizar, lo que no se puede antropomorfizar sin blasfemia. La verdadera Teosofia aborrece la ‘materializacién bratal; prefiere ereer que concentra do en sf mismo desde la eternidad, el Espiritu divino no quiere, ni crea, sino que en el esplendor intinito que por todas partes emana de ese gran Centro, lo que produce todo lo visible é invisible ¢s slo’ un ayo que en si contiene los poderes de generacién y cconcepcidn, el que 4°su ver produce lo que los grie {gos llaman el macrocosmo, los cabalistas, Tikoun 6 Adam Kadmon, el Hombre arquetipo, ¥ os aos, Purusha, Bralin manitestado 6 el varén divino, Cree también la Teosofia en la andstasis 6 continuacién de la existencia, y en la transmigracisn (evoluciin) & serie de alteraciones del yo personal; creencia que puede ser defendida y explicada por medio de pris cipios strictamente filosdficos, si se establece una iferencia entre el Parawetma (el Espiritu transcen -- 20 — dente Supreme) y el Fivasma (el espiritu individual) de los Vedantinos Para definir claramente la Teosofia, hemos de consideratla bajo todos sus aspectos. No ha sido el ‘mundo interior ocultado & todos por una impenetra- ble obscuridad. Gracias 4 aquella intuicién superior {que nos da la Teosofia 6 conocimiento de Dios, y {que transporta la inteligencia del mundo de la forma al del Espiritu sin forma, algunos hombres. pudieron ten todas las épocas y en todos los paises percibir 4 vyeoes las cosas del mundo interior 6 invisible. Ast es ‘que la Samadhi 6 Diyan yogsamédki de los ascetas indios, la Daimonoplexia 6 iluminacién espiritual de los neo-platénicos, la 6 ealma;> ast como los antiguos griegos buscaban 4 Aému, el sér coculto 6 dios-alma del hombre, con el espejo simbs lico de los misterios tesmoforianos, de igual modo los espirtistas actuales que los espiritus, es decir, las almas de las personas desencarnadas, son capaces de comunicarse de un modo visible y tangi- b ‘con los que en la tierra amaron. (2) Y todos ellos, voguis, dros, fildsofos griegos y espirtistas modernos, bassin su ereencia en este hecho, que el alma que esté encarnada y su Espitity que no lo esté jamés—el verdadero yo,—no se hallan separados del alma wn versal y’ de los demas espiritus por ef espacio, sino simplemente por una diferenciacién de cualidades, ~ 33 pues no pueden existir barreras en la extensién: sin limites del universo, y que una vez descartada esta diferencia—por la contemplacisn abstracta, segsin los igriegos y ls dtios que produce la liberacisn tempo- ral del alma oprimida, y segin los espittistas, por el ‘mediumismo—hécese posible esta unin-entre los es piritus encarnados y desencarnados, Hé aqui por ‘qué pretendian los yoguis de Patanjali y con ellos después, Plotino, Porfiio y demas neo-platénicos, que se habian unido 4 Dios durante sus horas de éxtasis, 6 mis bien que habian legado 4 convertise con Elen un sélo sér, y esto repetidas veces en el ‘ranscurso de su vida. Por errénea que parezca esa idea de unidn cuando se aplies al Espiritu universal, ha sido y es ain defendida por filésofos demasiado eminentes para que se pueda desechar put plemente como una quimera, El tinico punto negro de esa filosofia de extremo misticismo, en los casos de los Theodidaktoi, es que querian incluir bajo el nombre de percepcidn sensual, 10 que sédlo es ilumé nacién extitica. En el caso de los yoguis, que afirma ‘ban poder contemplar 4 Tswara ecara 4 caras, sit pretensida fué efieazmente echada por tierra por la légica austera de Ios discipules de Kapila, fundador de la filosofia Sankhya. En cuanto a las afirmaciones pparecidas de los griegos que siguieron sus buellas, de tuna larga serie de extiticos y por fin de los dos iti ‘mos que desde hace cien afos se han vanagloriado de evér 4 Dios,»—Jacobo Bahme y Swedenborg—son pretensiones que habrian de ser discutidas floséfiea y l6gicamente, y que lo hubiesen sido si alguno de nuestros hombres de ciencia mis eminentes que se focupan de espiritismo, lnubiesen mirado con mayor ~ 24 — interés la filosofia de ese sistema que sus fondmenos vulgares Dividianse los tedsofos de Alejandria en nedtitos, iniciados y maestros 6 hierofantes; estaban copiadas sus reglas sobre las de los antiguos misterios de Orfeo, quien, segiin Herodoto, las habia traido de la India. Hacia Ammonius jurar 4 sus diseipulos el no divulgar sus doctrinas superiores excepto a los que Faesen dignos de las mismas 6 que hubiesen sido ini ciados y que sabian ver 4 los dioses, los dngeles y los demonios de los demas pueblos, segiin la Ayponia 6 sentido tcito esotérico. «Existen los dioses, pero no son estos lo que hoi pollo(el vulgo ignorante supone), dice Epicuro, «noes ateo aquel que niega la existencia de les dioses que adora la muchedumbre, sino aquel aque presta 4 esos doses las opiniones de esa muche- dumbre. Declara & su vex Aristoteles, que «lo que se llama Tos dioses, no son sino los primeros principios de la divina esencia que impreggna al mundo natural.» Plotino, discipulo de Ammonius, el , uniéndose dla iglesia, pero & menos de uniros « ella, no podeis serlo. El Koran enseha la oS fraternidad universal, y el Mahometano ha querido con frecuencia hacer de vosotras sus hermanos por medio de la espada y el fuego; porque 4 menos de que os convirtdis en un secuaz del Profeta no sois rmxis que un perro infiel, Cada una de las sectas y re ligiones, limita més 6 menos esta idea de Fraternidad 4 los mezquinos limites de su creencia particular ‘También los Revolucionarios Franceses abogaban en ped de una fraternidad universal. Deefan: «Venid, sed nuestros hermanos, pensad y obrad como nosotros, 6 si no os cortaremos Ia cabeza.» Lo mismo puede decirse acerca de la fraternidad de todas las socieda- des privadas de origen modern, tales como Comu nistas, Fenianos, etc., ete. La fraternidad universal ‘que ha resultado de nuestra cviizacién moderna, esta «Ala vista en los ejércitos en pie de guerra existentes en Europa, en donde mujeres y nites, lisiados & in vvélidos, tienen que trabajar y snorirse de hambre para sostener & hombres robustos sin empleo especial, que les protejan contra una vista de sus hermanos de mis alld de sus fronteras. EI Teosofista hace esta universal Fraternidad in. condicional. Parte del principio de que todos los hombres, y hasta todos los animales y dems cosas, proceden de una fuente universal, y que por lo tanto, todos pertenecemos 4 una misma familia, debiendo cada uno respetar los derechos de los demi, Le im: porta muy poco si sois Indio, Cristiano, Judo, Maho metano 6 Parsi, 6 si después de todo no erecis en nada, puesto que si obrdis con arreglo al principio de Fraternidad Universal, podéis estar seguros de que obriis bien, y de que recibirtis vuestra recom: pensa. ores La Teosofia inculea el principio de una Fraterni- dad Universal entre los hombres, como formando parte de la Vida Universal; y si sus preceptos son stricta y sinceramente puestos en prictica, los lazos, de simpatia entre las diferentes razas sera. atados ‘mis intima € inseparablemente, y los sentimientos diel hombre hacia el hombre sein lo que deben ser, tener en cuenta ni el color, ni la creencia, ni Ia casta, pero sabiendo y creyendo que todos ellos son igualinente criaturas de Dios, a cuya imagen el hom- bre ha sido formado, Cada uno de los hombres, ast como cada uno de los otras seres, forman una parte integral de aquella Vida Universal que penetra y anima la Creacién entera; y procurando injutiar ros unos 4 otros, no hacemos mas que proceder vio- Tentamente contra aguella vida, que es la vide del mando, Apenas si es necesario el decir que ninguna distinciin de rasa es posible hacer en el mando futuro; yen el terreno de la préctica ninguna de semiejantes distineiones se observan en la Fraternidad de los Himalayas, que esta compuesta de toda clase de ra zas y castas, Thibetanos, Tartaros, Mongoles, Chi nos, Japoneses, Siameses, Birmanos, Cingaleses, Cop- 0s, Griegos, Hingaros, Ingleses, Bengalis, Sikime- ses, Madrases, Sikks, Rajputs, ete, ete, trabajando ‘en comin y ardientemente, en pré dei bienestar ge: neral de la humanidad. Es seguro que la diferencia entre el Europeo y el Asidtico sera tenida bien poco en cuenta, desde el momento en que se considere & todas las razas de la humanidad como derivadas de Ja mista fuente original, y 4 todas las religiones del ‘mundo como procedentes del mismo origen: si pode- mos dar crédito 4 las modernas investigaciones, la 9 Jnumana raza, al abandonar su cuna en el Asia Cen- tral, pasé 4 Egipto y de alli é Europa, Los Indios re- resentan la rama mis antigua del gran tronco Asié- tico; y los Europeos deberian cousiderarlos como a hermanos de diferente color, pero couservando mu chas de las antiguas costumbres y habitos que fueron ‘en un tiempo comunes 4 todos, Quince siglos hace que se levanté en Alejandefa una escuela de filosofia, fandada por un verdadero Teosofista, Tau bondadoso cra su espirtu, tan sabias sus ensenaneas, que Am ‘monius Saccas era llamado Theodidaktos, 6 enseftado por Dios. Dicen que nacié de padres Cristianos, pero sus principios eran mis anchos que los de cualquier secta, y el mundo entero lo ha reclamado para st Intenté una coalicién de todas las sectas, ya. filos6f = £28 6 religiosas, puesto que ereia en la unidad de la verdad 4 despecho de In diversidad de sus manifesta: ciones. Sostenta que creencias tan antagonistas exte tiormente como el Paganismo y el Cristianismo, eran, sin embargo, fundamentalmente idénticas, y al mis- ‘mo tiempo que querfa suprimir las Fabulas de los sacerdotes del Paganismo, procuraba poner é un lado también, como inexactos, los comentarios ¢ interpre- taciones erréneas de la doctrina de Cristo, debidos los Padres de la Iglesia. I! hubiera querido condu: cisnos d las fuentes originales, descubrir la verdad primitiva, restaurar todos los sistemas religiosos a su ppureza original, y para coronar el conjunto y hacer posible este gran schema de investigaciin Teossfica, ‘enseiiaba la Fraternidad de los hombres, En su épo a, lo mismo que en a presente, e des que podian responder este mensaje de amor, de tolerancia y de mituo auxilio. Entonces, como fan almas gran- -- 60 = ahora, en medio del torbellino del mundo y del suc- fio intoxicador de los placeres egoistas, existia una rminoria de nobles corazones que podian sentirse con movidos ante las humanas tristezas, una minoria de nobles inteligencias que podian comprender la divina verdad de la docrrina de Ammonio. Athenégoras, Longino, Platina, Origenes, Porfirio, Jamblico, Sopa- ter, Juliano, Proclo y muchos otros, tanto Paganos como Cristianos, adoptaron esta doctrina y la ense. ftaron, Su influencia penctré profundamente en la constitucién del Cristianismo naciente, y despecho de Jos sangrientos progresos de la iglesia y de sus so brevivientes édios de sectas, su dulee influencia toda. via se deja sentir sobre nosotros después de un trans- ‘curso de mil quinientos afos, & manera del debil per- fume de una flor que ayer en nuestro jardin florecta y que hoy ha muerto en nuestra casa. dEstin los tiempos Jo suficientemente maduros para una rest rreccién de esta. santa doctrina? Mirad en torno vues- tuo y contestad, Ved a la India rebosande de multi tudes en las cuales no existen ni el deseo ni la capa: cidad para la unidn, Ved 4 la cristiandad en masa ar- ‘mada hasta los dientes, unos contra otros, marchan- do, invadiendo, matando, conquistando y dando et meatis més completo 4 las més sagradas enseftanzas de su religion. Mirad 4 los hombres eémo convirtien doen sofismas las santas palabras que en su nite aprendieron, ecipsan el rayo brillante de su razén y santifican la espada que va derramar la sangre ino- cente de sus hermanos. FE Y SABER El enemigo mus fatal para el alma es Ia duda. EL {que duda de sus propias fuerzas, se inutiiza & sf mis. mo. Aquel que se sobrepone 4 sus dudas, se eleva un plano superior. Aquel que cree, y tiene confanza plena en s{ mismo, es mas fuerte que el que duda de siis propias fuerzas. Ademés, cuanta més confiansa iene un hombre en los otros, mayor es la amistad, y ‘mayor nimero de amigos tiene. La amistad es la me ddida de Ia influencia, y por consiguiente, de poder (Con objeto de abreviar, hablaré vinicamente en este capitulo, de la ereencia, del saber y de In te). El sa ber procede de la creencia; y la consecuencia del sa ber es Ia fe, 6 mejor dicho, aquello que aproxima In fe y la hace posible, 6 sea: La Intuicién. La fe per fecta procede del conocimiento perfecto; pero desde el momento efi que somos séres imperfectos, y que, Por consiguiente, no poseemos conocimiento perfeeto inguno-no sélo el que de nosotros: mismos proce de, siéndalo menos todavia el de los otros — jedmo podemos ni siquiera aproximarnos una definicién 6 de la fe? jy: mucho menos en lo referente al conoci miento de los poderes que puede conferir 4 su posee: dor! Por qué tenemos que despreciar las palabras de Jesits, cuando ni siquiera sabemos lo que queria sig. nificar por fe? Ciertamente que la considerata de un valor inmen- so, cuando decia: «Si vuestra fe fuese sélo como un ‘grano de mostaza, dirs & las montafas, quitiéos de ‘aqui y arrojaros al mar, y ast sucederia.» Es evidente ‘que la unia a Ia voluniad, puesto que lo anterior debla hacerse mandindolo, y no se hace referencia alguna 4 plegaria 6 siplica de ningiin género. Qué gran pensador ha existido jamas que haya ensalzado Ta Duda, 6 ensefado que én alguna ocasién ha sido causa de grandes beneficios para su poseedor? {Nin- ‘guno! Es sencillamente un poder destructor—una ne- gncién; nada construye; todo cuanto toca destruye. El deseo de conocer la verdad es recomendable. EI respeto hacia los demés conduce al cambio de ideas y 4 la investigaci6n. Esto es bueno. Jamas dudéis de una-proposicién hasta que estéis seguros de comprenderla por completo, Jamis dudtis de la verdad de otra, hasta que su filsedad sea un hecho demostrade. Comprended las cosas, antes de dese: charlas. Sed hospitalarios para con el caminante; por {que si bien en muchas ocasiones os llevaréis un chas- co, podéis quizds algunas veces dar hospitalidad 4 un angel. Algunos pensamientos son dngeles enviados. Es el saber el objetivo final de Ia accién mental, yen su estado mas elevado se encuentra en el mun- ‘do del espirity, en un grado de intensidad suficiente para quedar imprognado de un deseo por algo més (grande; teniendo una idea mucho mas elevada acerca — 63 de la humana naturaleza y de sus posibilidades, no ‘meramente con la idea de «conocer el bien y el mal», sino con la resolucién de hacer el bien, y de poseer Ja facultad de hacerlo bajo todas las circunstancias. Entonces puede decirse verdaderamente que esté uno ‘en el camino del poder. Asi lo reconozco yo. Anali- zad, examinad, estudiad todos los hechos y fenéme- nos de esta existencia; pesad las estrellas y soles del espacio, y seguid sus trazas en sus viajes eternos; disecad la forma humana, y observad las circunvolu ciones del cerebro, y si por fin, no creéis en manera alguna en la divinidad del poder ereador, si no eredis en elespiritu que ha escapado 4 vuestro telescopio, vuestro escalpelo, y a vuestras balanzas, no me igdis que vuestros conocimientos os colocan en el ‘camino que al poder conduce, puesto que el poder verdadero es reposo, tranquilidad, confianza y harmo: nfa. Aquello que no produce satisfuccién i reposo niinguno, es destructor. Asi es que el saber puede, acumulindose en el alma, 6 bien engrandecerla, 5 com traerla y debilitarla. Si el saber convierte 4 wa hom bre en egoista y ongulloso, le causa perjuicios; pero aquel saber que es causa de que conozea lo pequetio insignificante que uno es, y lo poco que sabe, y de ‘cuan poca utilidad son realmente para él todos aque- los conocimientos, le pone en un estado negativo y receptive con respecto al mundo de inteligencias que le rodean. Entonces es cuando estas se aproximan y hhablan & su alma, y entonces es cuando concibe wna idea de «Brahms, eAllah», «Jehovahs, Palabras Meontde coma Agulos de quienes estos dee, Jud hantenide nada que perder, Sin embargo, ona vet ha tenid lugar, a de ls preensones 4 la po Senén El presnmid, sempre ce Tt la costume de habla aceea dela, como de ago parecido creel como algo manera de gue come infer al conoitiento, Peo exo demuestra nyestra ignorancia. La fe es a la mente Divina lo que el saber es la natural. Por medio del saber, cosas de utilidad son producidas y multplica ddas sobre la tierra. Por medio de la fe, se de Ja materia gracias al espfritu, la cual desde un estado vuelve castico ¢ informe, asume las formas que ta voluntad determina, No de otra manera con panes y peces aliments Jostis & la multitad hambrienta. Unos pocos ppeces y nos cuantes panes fueron suficientes para proporcionarle un aiicleo de atraccién; y en obedien: cia & su voluntad la materia asumié la forma deseada, En vista de este principio de evolucién él dice: «Si uestra fe fuese del tamafo de un grano de mostaza, Airiais 4 esta montata muévete,» ete, ey esto tendia lugar.» «Primero buscad el reino de Dios, y después todas las demés cosas os sera concedidas.» El reino esti dentro de vosotros;> emino lo tentis;» es ido lo sufcente para un ato dia? 4 todos To mints qe el el hambre I miseria rel en todas us formas. causan estos inflice, hay que agregar el torible y- dsconscldor aeiiniento de conterplar la iquza lio y ef ienestar en manos Geers, cues caracteesy vidas no demesne trancra alguna un meso mucho mayor a quads truck menos grendera de nino. “Fro hombre pregunta cl por qué den existenia del sufiento en el mundo; pero en parle in que en cuanto estas sean, mgjo + general, El clérigo dice que tales la voluntad de Dios, or feliz desgraciado pregunta la causa de sus padeci= ‘mientos. Rebélase ante la aparente injusticia de la hu: ‘mana suerte; cierra sus putios ante las superftuidades de la elegancia, posibie es que maldiga 4 la tierra en Ja cual vive sumido en la miseria, mientras que su hhermano tiene todo cuanto puede desear. Ninguna de Jas explicaciones dadas satisfacen ni & su razén ni a sus sentimientos. Afirma el economista que las des ‘gualdades en-la vida social, son el efecto necesario de una civilizacién elevada: que es imposible tener ‘breros sin negocios, ni negocios sin capital, ni capi tal sin lujo; y que la fuerza de la inteligencia tiene derecho a gaancias, como lo tiene la fuerza corpo. ral, El eandidato un centro gubernativo pretende ‘gue todo esto es 1a consecuencia de malas leyes, y es, el bienestar sera Y¥ que no debemos nosotros poner a sui sabiduria en. tela de juicio, sino someteraos 4 su autoridad. AE] le ha parecido bien el hacer ricos & unos pocos, y po: bres a la inmensa mayoria, et conceder ln salud a lunos, y a otros no, perturbarnos a todos, si bien & ‘unos mucho mis que 4 otros, y que debemos aceptar los hechos con devota resignacién, sin contemplarlos ‘con dudas y disgusto, Pero estos argumentos no responden, al parecer, por completo al caso en cuestién, Existe una enorme cantidad de tristeza mental y de sufrimientos corpo- rales que no quedan satisfechos con los mismos, y no se ve bien claro que las desigualdades de la vida pro- ccedan tinicamente de una civilizacién mis elevada de leyes injustas, Todavia queda. uno menos satiste cho con la explicacién de la parcialidad de Dios, de ae tuna Pateridad que contempla con simpatia & os poeos tan slo de sus hijo, y que ex por completo Indiferente para con el resto. ¥ el aterido y hanbien te mendigo no ala eon reveencia su ojos al elo Bi plensa que de all vienen su misera y su dolor. Debe exisir alguna mejor soluciin para el probe ana de ios sufimiento hamanos, conta ual quede Ia mente satisfecha, que satisfaga al sentido moral y que tbace el vewadero spite del mismo: justamen- te ahora es ewan fa Teosofa a gran insractora inspzadora de la humanida, lege cot au doctrina de KARMA explcando y justifeando los hechos de ta vid tal come fos conocemnos. Bsn doctrina sonic te que los hombres son lo que de at mismo ellos than hecho, que sus propios actos son los qu han eres do lsiturcin que oeupan en la vida, que sufen 6 gozan porque ban descado el placer 6 el dolor. La ondictin en a vida no es un accidente; ex un efecto. Peto la mayor parte de los hombres dirin: geémo es sto posible? Mi condicién empez6 con mi infancia, emo, pies, puede haber sido determinada por mi ‘ondnct esce entonces?;Vuestra doctrina implica la consecuencia de que yo soy lo que soy porque yo iso me he preparado para ello en un estado pre viol A lo que la Teosotia contesta: «Precisamente, as es, No es esta vuestra primera vida terrena, ni quizds la centésima, En el lento proceso por medio del cual la Naturaleza os ha conducido desde la infancia hasta Ja edad viril, vuestra vida ha estado constituida por iversos dias, separados unos de otros por noches de suefio, Asi es que en el proceso extraordinariamente lento por medio del cual o8 esti educando desde el plany mas inferior de la humana pequener, hasta 9 — el més superior, aquél en que la sabiduriaos hara semejantes 4 dioses, vuestra existencia se halla com- puesta de distintas vidas separadas unas de otras por periodos de existencia fuera del plano material Durante estas vidas en la tierra es cuando obriis, aprendéis y formas vuestro caracter; tal como es quel caracter asi son las vidas que siguen dé ren despu Jas cuales son la expresion de! mismo. Re-nacimiento, Fe-encarnacion es la ley del humano desenvolvimiento: aparcos unt y ot vex en el mando 4 fin de que odais progresat, avanzar y luear para lograr’ la perfecciin, Karma express hasta qué punto con vues t1o5 esluerzos os habeis aproximado 4 ella: yosotros, sois lo que de vosotros mismos habéis hecho: vues wa cond icin es aquella para la cual estéis apro piados.» : : “Co pase ur ose prog con I a Yor bucsa fa~—Acatola pobrera las gues Schild 6 i eral lang, can el merito de demetito a que mele hecho Seee dors «No, deapiés de todos contest la Tesi ‘pero silo ince wiesto grado de felis Le ilcdad no depend nt de a siquce, ni de au cio; a sl degra la constuenla eceoria de escatonbienes de freuna y de condiciones humic 1a lege latter son condiciones de ln mente, infudas, sin dud alguns, por los objets materiales ue nos rdean, pero no determina por elo, Los Hos no sn sempre elie, por lo tanto no ay que consierros com ls conceuenein de buenas ne sions del pasado on pobres no son empre deat Giada, por mista sn no feucmen qe er oh ellos a consecueacn del mal antetionment comet = 100 — Ps el estado de ta mente y no el estaile de ta bolsa, lo (que demuestra lo que Karma implica en cada caso.» En cuanto un hombre cualquiera ve claramente que su condicin presente es el resultado tan sélo.de su conducta en vidas anteriores; que significa y ex: presa, no meramente lo que ha hecho, sino lo que 5: que no es ni un accidente, ni un capricho, ni una fatalidad, sino que es un efecto necesario de una ley inmutable, ha dado el més grande de los pasos hacia la satisfaccidn, Ja harmonia y un porvenir mejor. Porqute obsérvese, qué nubes no desvaifece una con: ccepcion semejante y qué implsos no engendra en el seutido del perfeccionamiento individual. EL senti miento de injusticia desaparece. Podra: no conocer las pasadas vidas cuyos efectos en la actualidad experi: imenta, pero la eualidad de estos efectos le hace ded cir cual habri sido la cvalidad de sus vidas pasadas. Cosecha lo que ha sembrado, Podré ser triste, last moso 6 perturbador, pero por lo menos es justo, Lat envidia también de qué envidiar después dle todo la nnicho mayor felicidad de aquellos que a fa misma tienen derecho, y que hubiera’ podido ser tambien suya si hubiese hecho lo necesario para obte- nerla? La animosidad se calma. No hay lugar para ella ett cuanto se ha visto que las causas que la dan origen no existen, y que Ja dinica persona merecedo- ra de condenacisn es uno miemo, Mas todavia, mue- re por completo todo resentimiento nacido a la vista del divino favoritismo, aquella creencia particular ‘mente amarga de que el Ser Supremo es obstinado 6 caprichoso, y de que reparte & su antojo alegrias y tristezas, acariciando 4 unos de sus hijos y rechazan- do a otros, sin tener en cuenta nila elevacién moral ni Tos premios 4 los que por sus vidas se han hecho. acreedores. Es imposible tener confianza en un tal ser, y la inion teoria que puede poner las cosas en su lugar debido es la teoria de la Ley Karmica, ley {que no respeta en manera alguna las personas, que mira cada hombre precisamente como mira é todos Jos dems. que toma nota hasta de los actos mas insig- nificantes en su libro de cuentas, que los vahia del cdo mis exacto y preciso, y que cuando el tiempo del vencimiento sea on una de las futuras de la larga cadena tle las ‘mismas—paga con la més escrupulosafidelidad, Con- centrando asi In responsabilidad para cada hombre cen él mismo tan sélo, Karma coldease en lugar de la Providencia, calma el resentimienta, abate el descon tento y vindica 4 a justicia, Pero hace todavia mas que esto: estima, dori gen al espiritu de empresa. Si somos .nosotros ahora lo que de nosotros mismos hemos hecho, seremos en sea en Ia misma encamacién, lo futuro to que hagamos de nosotros mismos, El molde para el futuro esta hoy en uestras manos. La calidad de las futuras encarnaciones no depende en ‘manera alguna de la casualidad, 6 de una voluntad superior, sino sencillamente lo que les comunicamos por nuestros actos presentes, ¢s lo que las caracteri zari. La responsabilidad, el poder son nuestros, nues tos tinieamente, Hs tan cierto que nuestro remnaci miento dependerd de la linea de condueta que haya: mos seguido durante nuestra vida, como que la por- cin final de esta misma vida sera la conseeuencia de la primera parte de la misma. El remnacimiento es, de hecho, una expresién de caracter, y el caracter ‘5 expresa lo que somos y lo que hacenios — 102 — Aquel, pues, que desee una reencarnacién supe: rior debe mejorar su reencarnacién presente, Aper- cfbase de las faltas que corrompen su vida—la indo. lencia, ta ivvitabilidad, la edtera, la frivolidad, la ava. ricia, el odio, Ia. Iujuria, la falta de caridad—y acabe ‘con ellas domindndolas. Por encima de todas las de- ms faltas, y comprendiéndolas & todas, se cierne el Egoismo, el triste amor de deseo personal en contra de los derechos, privilegios y de la felicidad de los ‘otros hombres, un amor que inflama 4 cada uno de tos elementos inferiores de la constitucién humana, y que mata todo sentimiento elevado y superior. Aquel que quiera prepararse para si mismo un mis feliz re nacimiento, debe empezar por hacer mis felices las vidas de los dems, Debe respetar sus derechos, con: sultar sus sentimientos, extender el circulo de sus pla- eres, stcrificandose él mismo generosamente, a fin de que sea en provecho de sus hermanos. A. medida que ast se conduce, se va manifestando su propia y ims elevada naturaleza, y satisfacciones mucho més Jicadas le lenan de un indecible placer. Gracias 4 na benuita ley de la existencia, su vida, ls salvard; porque, no solamente experimenta, placeres micho més exquisitos que todos tos que sus, tsfuerzos egoistas podrian proporcionarle, sino que ademés modela su caracter en harmoala con el ver dadero y perfecto concepto de belleza que preside en Ia pura ides dela dignidad humana, y ademds amo dda y prepara los materiales destinados 4 premiar ex su préxima encarnacidn los esfuerzos que en Ia pre- sente ha verificado, Ciertamente an principio que estimula los mis ele: vados motives que en la humana naturaleza existen, quel que pierde asi — 193 — puede muy bien ser causa de Ia regeneracién de Ia Vida buimana, Aquel que contempla su presente como el producto de su pasado, aquel que presiente que su faturo serd la consecuencia de su presente, aquel que ‘encuentra en Karma el infalible tesoro para todo es fuerzo y para cada sinsabor, aguel que desea en st préxime re-nacimiento encontrar mds alegria y me nos miserias que las que en la actualidad le abruman, procurari encontrar en sus generosos servicios en fa- vor de sus semejantes, en pro de sus hermanos, lama Wr felicidad de sus facultades mas elevadas, y su ‘confianza en una re-cncaracién superior ser absolu ta, pues se apoyard en aquella ley 4 la que nada pue- de quobrantar, on auuella fuerza que no puede fallar. 1x REENCARNACION ‘A Ia mayor parte de las personas que no son toda- via Teosofistas, ninguna doctrina parece més singular que la de la Reencarnacién, 6 lo que es lo mismo, que todo hombre nace repetidas veces en Ia vida terrena: puesto que la creencia general es que sélo una vez hacemos, y que sélo esta vex es la que determina nuestro futuro. Y, sin embargo, es claro y evidente, hhasta dejarlo de sobra, que una vida sola, por larga que sea, no es mas adecuada para adquirir conoci Imientos, para atesorar experiencia, para dar solider & Tos principios y para formar el caracter, que lo que lo seria un dia en la infancia para eumplir con los debe. res de la virilidad madura. Cualquier hombre puede aclarar estas ideas por si mismo, considerande, por tuna parte, el faturo probable que la Naturaleza des tina d la humanidad, y por otra, su presente prepara cién para el mismo. Aquel futuro incluye evidente ‘mente dos cosas: una elevacién del individuo 4 una excelencia divina, y su gradual comprensién del Uni: vverwo de Verdad. = 103 — La preparaciéa presente, como quiera que sea, consta_sélo de un muy imperfecto conocimiento de uuna miiy pequena porcién de una forma de existen cia, y este conocimiento debe ser obtenido principal mente por medio del uso parcial de sentidos engafa, dores; de una sospecha mas bien que ereeneia, de que Ia esfera de la verdad supersensible puede exceder & Io sensible, como el gran universo sobrepuja & nuestra tiérra; de una serie de faeultades morales y espiritua les parcialmente desarrolladas, ninguna de ellas agu: dda, ninguna de ellas libre en su accién, pero todas em pequetiecidas por el no uso, envenenadas porla preo cupacién y pervertidas por la jgnorancia; estando ademds la naturaleza entera,limitada en sus intereses Yy fectada en sus empresas por las necesidades siem pre presentes de un cuerpo fisico, el cual mucha més «que el alma, se inclina 4 ereer que él es el real «Vo. {Esta acaso un tal sér, mezquino, extraviado, carnal y fenfermizo, en disposicién de entrar & la muerte en tuna carrera sin Himites ele adquisiciones espirituales? Ahora bien, sélo existen tres. caminos para llegar al vencimiento de una tan obvia como mala disposi ‘in: un poder transformador en la muerte, una post: ‘mortem y completa disciplina espititual y una serie de reencarnaciones. Nada existe evidentemente en la mera separacién del alma, det eterpo, que sea capaz de conferir sabiduria, de ennoblecer el caricter 6 de aniquilar disposiciones adquiridas por medio de la vida carnal. Si un poder tal exieticse en ln muerte, todas las almas, al quedar desencarnadas, serfan pre- cisamente iguales, lo cual es un absurdo palpable. No puede tampoco una disciplina post-mortent llenar los rrequisitos necesarios, y esto por nueve razones: 1.* el eS conocimiento de Ia humana vida por parte del alma, siempre resultaria insignificante, 2, de las varias fa ccultades susceptibles de ser desarrolladas dnicamente durante Ia encarnacisn, permaneciendo algunas dor tmidas, cuando la muerte, janis se desayrollarian; 3 la no satisfactoria naturaleza de la vida material no que daria plenamente demostrada; 4°, no habria tenido lugar ninguna deliberada conquista de la carne por parte del espiritu; 5, el significado de la Praternidad Universal babria’ sido muy imperfectamente visto: 62, el deseo por Ia existencia en la tierra bajo dife: rentes condiciones, impediria de un modo persistente cl progreso diseiplinario: 7. la justicia exacta dificil mente seria conseguida; 8, lx disciplina misma seria, insuficientemente variada y copiosa; 9.°, no tendria lugar progreso ninguno en las sucesivas razas de Ia tierra, ‘Queda, pues, como iltima alternativa, una serie de reencarnaciones: en otras palabras, que el principio permanente del hombre, dotado durante cada uno de fos intervalos entre dos vidas tervenas con los resul: tados obtenidos en la primera de ellas, volverd en busca de mas experiencia y esfuerzo. Si las nueve ne cesidades anteriores, que una disciplina meramente ‘spiritual después de Ia muerte no satisface, quedan satisfechas con la feencarnacién, debe existir con toda seguridad, una fuerte y legitima presuncién en favor de Ia misma. Ahora bien’ 1. Unicamente por medio de reencarnaciones pc de conocerse completamente la humana vida. Un hom ‘bre perfecto debe haber experimentado cada uno de los tipos de relacién y deber terreno, cada una de las fases de existencia, de afeccién, de pasién, cada = 107 = variedades de conflcto, No es posible que una sola vida pueda proporcionar mis que wna muy diminuta poreidn para una tal experiencia 2. Las reencarnaciones dan ocasion para el desen voleimiento de todos aguellas facultades que pueden fnicamente serlo durante ta encarnaciin. Aparte de algunas cuestiones levantadas por Ia doctrina oculta, podemos muy fécilmente ver que algunas de las més ricas adquisiciones del alma, vienen tinieamente gra- cas al contacto con relaciones humanas, y por medio dde suftimientos y enfermedades. Son ejemplo de las rmismas, la simpatia, In toleraneia, le paciencia, la energia, la fortaleza, la previsién, la gratitud, la com ppasiGn, la beneficencia y el altruism, 3. Silo por medio de reencarnaciones queda ple namente demostrada la antisatisfactorin naturaleea de fa vida material. Una encarnacién prueba inieamen: te Ia futlidad de sus propias condiciones para conse: aguir la felicidad. Exige la verdad que todos los que se hallan sujetos 4 las mismas condiciones, pasen por Jas mismas pruebas. Durante el transcurso del tiem po, ve el alma que un ser espiritual no puede ser ali= ‘mentado con alimentos groseros, y que cualquier ela se de corta y feliz univin con Jo Divino debe ser ihi- 4. La subordinacton de la naturale Superior es inicamente posible por medio de muchas vidas terrenas, No son pocos, por cierto, aquellos quienes es necesario convencer de que el cuerpo es sélo una ediscara y no un constituyente del Zigo real; ¥ a otros, de que sus pasiones deben ser dominadas por aquel Zo. Hasta que el espiritu tiene pleno po- inferior & ta — 108 — der sobre la carne, el hombre no esti dispuesto para tuna existencia puramente espiritual. A nadie hemos conocido que haya obtenido una tal vietoria durante cesta vida, y podemos, por fe tanto, estar seguros de ‘que otras vidas son necesarias para supli la deficien- cia de una sola, . 5. El significado de la fratermdad Universal se converte on aparente solo & medida que el velo del yo 19 do los intereses eguistas se vd actarando, y esto tiene tunicamente lugar por medio de aquella lenta eman cipacidn de creencias convencionales, de errores per sonales y de opiniones mezquinas, gracias 4 una série de efectos producides por las reencaraciones. Un profundo sentimiento de solidaridad presupone uni fusidn del uno en el todo: un proceso que se extionde sobre muchas vidas. 6, Fl deseo de otras formas de experiencia terreite puede unicamente ser estinguido sufriéndolas, Obvi tes que si cualquiera de nosotros se enconitrase tran: portada al mundo invisible, sentria no haber experi: mentado Ia existencia en otra situacién, 6 redeado de otras personas. Desearia haber sabido lo que es el poser rango, riquezas, belleza, 6 haber vivide en 2 zas y climas distintos, 6 haber conocido mas el mun. doy la sociedad, EI progeeso espiritual ne pueds tener lugar mientras los deseos terrenos lancen al alma hacia atris, y de ellos se libra. logrando sucesi: vamente el cumplimiento de los mismos para despre- ciarlos después. Cuando el ciclo de un conocimiento tal ha sido recorrido, el sentimiento causado por la ignorancia, ha muerto por completo, 7. Las Reencarnaciones dan lugar a, que d cada hombre se le haga justicia exacia, La verdadera sen- = 109 tencia debe cumplirse en el plano, en el euil el acto (que la ha originado ha tenide lugar; de otra manera su naturaleza cambia, sus efectos desnaturalizades y- sus influencias eolaterales se pierden, El ultraje fisico tiene que ser castigado con una pena fisiea, no basta uun_nuevo sentimiento interno de arrepenti Vidas horrorosas encuentran una eonsecuencia. apro piada en horrores visibles, Pero una vida es en esceso corta para el preciso balance de las cuentas, y mu chas se nevesitan para que cada una de las’ buet ¥ malas acciones cometidas puedan recibir su premio 6 su castigo en la misma tierra, en fa cual se llevaron 4 efecto, 8. Las reencarnaciones aseguran tn variada co iosa disciplina que todos nosotros necesitamos, Macha parte de esta distiplina viene por medio de los senti- dos, gracias a las condiciones de Ia vida fisea, yal través de procesos psico-fsiolégicos: todo lo cual fal: tatia en un estado post-mortem, Considerada la reen camnacion bien como un procedimiento educative 6 bien como un procedimiento penal para eastigar ol ‘mal cometido, una série de vueltas repetidas a la tierra es necesaria para que la diseiplina sea com: pleta 9. Las reencarnaciones aseguran in progreso cow ‘ino en las rasas sucesivas de hombres, Si cada nite aacido nuevamente, fuese una alma ereada por vex primera, no tendria lugar ningiin progreso humane xeneral mas que por herencia. Pero si un nino tal es la flor de muchas encarnaciones, es él la expresion de tun pasado cumplido y al mismo tiempo la de un fu turo posible. La marea de vida le eleva de este modo alturas cada vez mayores, 4 medida que cada ola = tt — rompe en Ia orilla & mayor altura, La gran evolucién de tipos més perfectos exfye una profusidn de exis. tencias terrenas para que sti éxito sea completo, Estos puntos ilustran la maxima universal de que la «Naturaleza nada hace porsaltos.» No introduce, en este aso, en uns region del espiritu.y de la vida cspiritual, 4 un ser que poco es lo que ha conocido ademas de la materia y de la vida material, y aun res: ecto de las mismas con conocimientos bien limita- dos. El hacer esto, equivaldria é introducir sibita. ‘mente 4 un mozo de labranza en una reunién de me- talisicus, El eorrer tas de un ideal cualquiera implica algimn conocimiento preliminar acerea de su naturale: ta, objetivos, y de las exigencias mentales que re: ‘guiere; y cuanto mas elevado sea el ideal que nos pro: ponemos, mayor debe ser la preparacion que necesi- ta, Es inevitable que un ser que tiene ante si una eternidad de progreso al través de zonas de eonoci: mientos y de experiencia espiritual, aproximandose ccontinuamente al Sol Central, tiene que estar prepa rado para ello gracias « una larga adquisicisn de las facultades que s6lo pueden servirle para aleanzarlo, Su delicadeza, su vigor, su penetracién, su diferencia, con respecto a las que evocan las necesidades del pla- no material, demuestran el contraste de Ia vida terre nna y de la vida delespiritu. Y demuestran en exceso tambien lo inconcebible de una sibita transicion de la una 4 la otra, de un proceso desecnocido en cual- {quiera de los dems departamentos del taller de la ‘Naturaleza, y la imposibilidad de un quebrantamiento de la ley de progreso al través de la Evolucién, Un hombre, antes de que pueda conventirse en un «dis,» debe llegar & ser un hombre perfecto, y no puede lle gar d ser un hombre perfecto ni en setenta aftos de vida terrena, ni en un miimero cualquiera de aos de vida, de la cual las condiciones hmimanas se hallen La producci rea, al través de un largo curso de in‘luencia espit tualizadora mientras la materia nos rodea, existe ius trada en agricultura en'la planta algodén, Cuando lega la epoca de la cosecha, las distintas vitalidades del sol, del are, de la terra y del tallo, eulminan en uum capullo que abriéndose deja libre el copo que en su interior encierra Aquella blanca, suave y delicada produccisn es la consecuencia de ats de adherencia al suelo, Pero la luz del sol y la luvia del cielo han transformado particulas groseras en un delicado cope. Y del mismo modo el hombre, largo tiempo arraigado en Ia arcill: les & medida que penetrindole le elevan gradualmen te, transmutan 4 cada uno de los elementos groseros cen su espititual equivalente, le purgan, purifican y ennoblecen, y cuando el evolucionarie proceso esta completo, arrancan la envoltura postrera que al alma perfecta cubre y la dejan libre para que eoncluya para Siempre su unién con lo material «Cierto es, haste la evidencia, que a no ser que un hombre nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios.» Renacimiento y revida“deben preceder er camino hasta que sus proposites se hayan realizado, ‘A la verdad, si fagsemos meras vietimas de una ley evolutiva, si fuésemos s6lo miserables tomos con ade una naturalera pura, rica y ete recibe las influencias de lo alto, las cun- quienes a Naturale jugs in peda, fa perspectva tales se encuentra lsatisfacion, anotvo abr para Nalverne locos de desesperacin, Prola Tentfia non Jrogura que no ebm tan tte porvni el que n08 tipera, Nos hace ver que las reencarnacones on ley yore hombre, puesto que consiyen a ondiion osu progren, eeu es tambinuna ly; y tambien Ieee que puede prpararls, mejorartas disminue las El no puede libertarse del engranj, nl podta hacero aun euando quiera. Dotado con la fclad de age Ia mdquina del mejor modo posible, impul sade ¢ponern en acié, puede harmoniar aus ap Didar int dl Supremo, yal trav de a ora to temporal lo eterno reorer et eamino con rs St ges comeeen uma lt! insane tom In eeteza de que lato como lls pueden, Geren Hegar por fin 4 aquella cafe em dowde el daciment'y lamvere son sl ecerdon dl psd =x CONSTITUCION DEL HOMBRE (aterm es Bader El problema de los problemas, sea que lo conéide- remos bajo el punto de vista religioso, cientifco 6 flo s6fico, ha sido, es y serd, el hombre. El hombre, se gin todas las religiones, procede de Dios. Tanto la ‘moderna ciencia, como la moderna filosofia, han cre do borrar el nombre de Dlos de sus libros, sustitu yéndolo con los. nombres de Causa Primera, Fuerza, ete, con lo cual no han hecho mas que bajar la ca beza 4 pesar suyo ante Algo de lo cual no pueden rescindir. En todas partes, en el _universo entero, encontra ‘mos la misma Trinidad misteriosa, los tres elementos indisolubles, inseparables, Ia eterna sintesis de todo cuanto existe. En religion, damos a esta trinidad os nombres de Padre, Hijo y Espiritu Santo; en ciencia 8 4 la conocemos como Fuerza, Materia y Movimiento, y ‘en filosofia nos encontramos la Causa, el Medio y el Efecto, Seguin todas las religiones, el hombre es la imagen de Dios, por lo tanto, si Dios es trino y uno, debe el hombre también ser trino y uno. “En el hom- bre religiosamente considerado, eneontramos Espiti- tu, Alma y Cuerpo, lo cual harmoniza perfectamente con las tres personas de la Trinidad en las grandes Religiones Orientales, Asi es que tenemos en la. ti: ple manifestacién de ta Trimurti India lo siguiente: Nara Agni Brahma. BI Padre Nati Vaya Vishnu La Madre Virad) Surya ‘Siva ELHijo La primera esa trinidad oculta 6 no manifestada- tuna pura abstraccidn, La segunda, Ia activa 6 revela da.en los resultados de la ereaci6n, que procede de la primera, su espiritual prototipo. Y la tercera es a imagen desnaturalizada en forma de dogmas huma- nos, los cuales esti sujetos 4 las variaciones que la fantasia religioso-materialista de las distintas naciones les somete. En el hombre considerado cientificamente tenemos Ja Vida, que corresponded fa Fuerza; la Sustancia, 6 materiales que le constituyen, la Materia; y el rest! tado producido por Ia Vida sobre la Sustancia 6 ele- mentos inorganicos, considerados per se, es lo que Uamamos Movimiento. Consideranclo al hombre psicoldgicamente, nos en- contramos con sus tres facultades, Voluntad, Intel gencia y Sensibilidad, La Voluntad corresponde 4 la ‘Causa; la Inteigencia al Medio, y es, en efecto, la In teligencia en el hombre el Medio, el instrumento del cual se vale el Divino Principio Volitivo durante. su evolucidn al través de Ia materia, Finalmente, tene- ‘mos en el hombre la Sensibilidad, que corresponde Ja Materia, : oo He agus, pues, la divisién fundamental det hombre en tres clementos 6 principios, sea que le considere- ‘mos bajo el punto de vista religioso, cientifeo 6 filo séfico. Llamaremos nosotros a éstos, Cuerpo, Alma y Espiritu, considerando al Alma como al hombre pro Piamente dicho, que se sirve del aspeeto ilusorio de Ja misma; cl Cuerpo, para atesorar el mayor nimero posible de experiencias y de buenas eualidades, que son las que conceden al Espiritu, euanco con él el Alma se ha unido, una individualidad determinada, sin dejar por esto de formar y de constituir parte del Espiritu Universal La division ternaria det hombre la encontrames 10 ‘nismo en fos libros de Confucio que en las Epistolas dle San Pablo, el gran apéstol del Cristianismo, que en las obras de los Santos Padres, Origenes, Clemen te de Alejandria, Athenagoras, etc, ete Aunque es esta la divisién fundamental, presci. ddiendo de otras divisiones del hombre en diversos ele- ‘mentos 6 principios, vamos 4 dar una ligera idea de Ja division septenaria: findase esta para dividie al hombre en siete principios, en los grados evolutivos de los mismos, $0 que es lo mismo, considera al hombre como un ser en evalucién y a esta se atiene para analizar un individuo. Los siete principios son los siguientes: 1." Cuerpo fisico, 2. Principio Vital 3.° Alma Phistica, 4.° Alma Animal. 3° Alma inte: lectual. 6° Alma Espiritual. 72° Espivitu, 1, El Cuerpo Fisico. Este es el que pertenece & : = 16 — la moderna ciencia, si bien mucho le falta para cono- cerlo completamente. Fl inmenso adelanto de la ciru- fa, sélo demuestra el gran atraso de la Medicina; si ‘esta conociese el cuerpo humano, la mayor parte de las admirables operaciones quirirgicas no serfan ne- 2. El Principio Vital, que es comin 4 la Natura leza entera, lo sentimos, pero no lo definimos. 3. Alma Plastica 6 Cuerpo Astral, también se co- rnoce con el nombre de «doble fiidico» y otros mu- chos: es la reproduccién etérea del cuerpo en el cual reside, Es en muchas ocasiones la causa de las mu- chasilusiones que se forjan los que creen ver 6 comu- nicar con las almas de los difuntos. Es un principio puramente material, y se desvanece 4 medida que el ‘cuerpo fisico se descompone. 4. El Alma Animal,—El principio que domina en la presente hnumanidad, si bien como en la inmensa ‘mayoria de los casos

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