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PUENTES JULIO 202 ‘América Latina. Pasado, presente, Parados sobre este instante presente, sombrio y dotoroso el pasado y el futuro se nos presentan como materia indisoluble. €Qué pasé que pueda ayudarnos a vislumbrar qué pasors? Las raices de este caos y esta desolacién se hunden irvemediablemente en nuestra historia reciente. Los modelos de construccién politica, os paradigmas econémicos, los proyectos democraticos latinoamericanos, estan hoy en cuestién. La crisis histrica que atravieso la Argentino parece haber sepultado nuestro sistema de creencias y valores y ha ensanchado la sensacion de abismo al pensar el futuro, Ha impactado tanto en ls insituciones pblicas como en nvestra vida privoda ‘Tombiéa ha sido un llamado al pensamiento y la accién, que debe debatise entre lo perplejidad de la observacion y el imperativo de encontrar explicaciones y posibles, caminos de solida, €Cusles Son las aces dela crisis? éSe explica centralmente por un conjunto de condiciones externas impuestas al conjunto social? © por el contrario las claves estin cna acciones desplegadas por los actores de cada una de las sociedades a ‘une presencia latent, un trauma iresuelta, incorparado a la geografia de Buenos Aires y la posibilidad de percibirla Yyace en la conciencia de sus habitantes, La cascara urbane suipo ensordecer ests lamadas coa sus corazas de aluminio Ly betén yerigit desde entonces rwevos rascacielos,Ellegado de la dictadura en el patsaje se plasmé en autopistas, esta dios de Fitba, plazas de cemento: una caparazén dura sobre la camme de la ciudad. Un espacio pico reducido para une sociedad atomizada: viviendas demolidas pare trazar vias de circulaciéa rSpida y parques sin verde, cruzados por desni- veles y sembrados de hocmigén, para desalentar al pase- ante y prevenir la movilizacién, ECudnto cambi6 Buenos Aires desde entonces? Las conti ridades sutles revelan mas que las rupturas notorias y se ‘adivinan en Forma inquietante y seceta, A eliferencia de esas fotos de las ciudades evropeas de posquerra destvidas por las bombas, donde las uinas dan cuenta del desastre pero también de su final, no hay nada en la Buenos Aires de hoy que permita pensorla muy dstinta a aquela que amparé el terror. Como para asequrar la neutralizacion de todo recuerdo y todo simbolo, la voluntad de borrar las huellas del crimen se consumé en la prctica extrema de arroja los Prisioneros al ro, licuacion literal de la aposicion, disolu- teadas y desaparecidas. E lugar pesmanecié intacto hasta que en mayo del 2001, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires lo declaré de utilidad piblica y sujeta a expropiacién, por ley 12.71. Aunque todavia na se ha efec- tuado, la ley dispone la donacién del inmueble a sin de la Memoria y la Resistencia Jorge "Nono" Por otro lado, recuperando el mismo sentido de huella del pasado, en San Fernando permanecen, abandonadas, las instalaciones del Astilero ASTRASA. El lugar es recordado como simbolo de la represién militar porque en la madru- gad del 24 de marzo de 1976, con la complicidad de la empresa, la dictadura cobré sus primeras victimas entre las trabajadores navales. Cada 24 de marzo se realizan ‘marchas de cepudio hasta el lugar Resulta interesante observar el trabajo de marcas reai- zado en torno a los lugares donde funcionaron centras clandestinos de detencién. A diferencia de lo que ocurrié cn la ciudad de La Plata, en el interior de la provincia las posibilidades de sefiaarlos qued6 obstaculizada por dis- tintos motivos, entre ellos porque la mayorta peemenecen ‘atin en manos de fuerzas militares. Sin embargo, exislen excepciones. En Tandil, un grupo independiente de mit tantes por la memoria lograran instalar una roca en la puerta de "La Huerta" que denuncia los hechos ocurridos. en el lugar. Lo mismo ocurrié en Olavarria con el Centro q PUENTES JULID 2th “La explosién piblica de las marcas de memoria que se dio entre los afios 94-96 también tiene su correlato en {os trabajos realizados en el interior de la provincia de Buenos Aires, donde existen centenares de marcas ‘que han contribuido a desplegar en el espacio pablico relatos, memorias y sentidos sobre experiencias dolorosas vinculadas con el pasado reciente.” conocido como “Monte Peni", donde un cartel sobre la rut lo sefila como "ugar del horror’. Enotes civdades, como Mar del Plata, Bahia Blanca, Qulimes y Lomas de Zamora, existen puntos que aunque no fron maccados tienen una sgnifcacién social vinculado con el horror de la dictadura los ciadadanos ast lo recuerdon fn otro extremo, se encuentra el caso de la Manson Sere en Moron. En este predio de cinco hectéreas funcion® durante los primeros anos de lo dictadura militar un Centro de detencion y tortucasa cargo dela Fuerza Aérea de Moron, bajo tas drdenes del Brigadier Miguel Angel Comes, con asistencia dela Policia Bonaecense de Cas telar. El 24 de marzo de 1978. cuatro detenids lograron escapar de alli A partir de ese da, el lugar dej6 de fur cionar como luge clandestno por “no runic la condo tes de seguridad necesarias”. Con el etorno dela deme Crocia, el lugar fue cedido alo Manicipalidad de Mors iy actvalmente ali funciona ta Asociacion "Seré por la Memoria la Vida" y la Secretaria de Decechos Huma- 10s del Municipio, Aunque las viejas edficaciones fue ‘on demolidas, e conserva e porto original Por timo, en los muros de las civersasloalidades de lo provincia, es comin enconteargafitsypintada con los nombres de los desaparecidos imagenes que cepresen tan el horror, e recuerdo y la lucha, Los panvelosblon os son quis el simbolo més importante ea estas mar Cas urbana por su presencia contnda en stints formas de conmemoracionreivindicando et sentido socal de la lucha por la verdad, la justicia y la memoria. ‘Aunque ls bésqueda no ha terminado, fueron relevados un importante nimero de trabajos de memoria. Si bien muchos de los procesos se inciaron después de 1996, la instalacign de marcas como recordaci de las victimas, ‘epuaialterrorismo de Estado y denuncia de lugares del horror, ha estado presente en as polices contra el ovido como una forma constant de abordar el pasado ceciente intexpelavo,crerloy cecrearlo, Las marcas del horror y la vida Las formas y contenido de las marcas de memoria se van transformando conforme al paso del tiempo. La modifica cn de las consiqnas de la lucha y a reivindicaci6n generd, PUENTES JINLIN 200? ao Een Peloat ree eta, Pence cats ea Ce Senn) eect or See ee oer Sa ree Senet teat ees ESC) Cee or Recetas eee er et eee Aree et Cam! eee eee la sede de la Comisién por la Memoria. Ademés, a oe provincia, Haste el momento pudo verse en e es eee Ceo acne ony eee eer ea eee tt sabe todo a partir de la década del go, un cambio impor- tante en los actos y espacias de conmemoracion. Durante los afios Bo, con el retorno de la democracia, los Familias de lo victimas sintieron la necesidad de instalar pablicamente el drama individual que habian vivido y mos trar que era colectivo. Las pocos trabajos de marcas de memoria que datan de esta épaca estin atravesados por este sentido, Las marcas de los dltimos afios, en cambio, promueven et recuerdo de los desaparecidos apelando a la reconstruccion desu identidad, Las vitimas aparecen individuaizadas,carac: tevizades, recordadas desde sus lugares de pertenencia social ‘Ademis, las placas, murals, parques, calles y monmentos ppromueven el sentido de lo memoria y operan como espacios de transmisin y reapropiacion de los hechos relacionados con la dita dictadura militar Uniendo cada uno de estos puntos es posible detectar que las marcas del horror ylas marcas de a vida conven en los espa~ ios ubanas dando lugar a una topografia de la memoria. Sin ‘embargo, no son sélo simbolos sino materia que interpela 2 otras, y los pone en relacién con un pasado comén. Es ast como las civdades que tuvieron mayor cantidad de victimas ‘© estwieron mas proximas a centros clandestinos de deten ibn son las que mas han traba ado en la marcacion de espa- cos de memoria. Este hecho na habla de una reacién frente al horror sino de una politica de memoria contra el olvido: smaccar las ciudad es parte de un ejrcicio colectvo, de una practica que hace ee en el recuerdo. 4 La pedagogia de la memoria “Aprender es reconstruir la historia” En su paso por Buenos Aires, Regina Wyrwoll y Annegret Ehmann, pedagogas del programa aleman “Aprender de la historia”, dialogaron con Puentes sobre las formas de transmitir el pasado, or Pablo Gianera foto Alejo Garganta Bermadez Surgido en Alemania, el programa “Aprender de la his toria, Nazismo y Hotocausto en to educacion en Alema sia" y su sitio en Internet, conforman la primera expe: Fiencia de este tipo en el mundo. Et objetivo central que persigue es brindar un panorama de ls diversos abor dajes pedagagicos orientados a reflexionar sobre el pasado y crear un foro de comunicacién para docentes y alumnos det mundo entero, Para el lanzomiento del sitio en su versin espana, estu- Veron en Buenos Aires Regina Wyrwoll, dicectora del pro- grama, y Annegret Ehmann, historiadora, especialista cen pedagogta de la memoria y asesora del emprendi- iiento, En esa oportunidad, Puentes dialogé con ellas sobre los interrogantes que plantea la enseiianza de las cexperiencias traumaticas de la historia en la educacién formal — Como puede definirse la pedagooia de la memoria? ‘Annegret Ehmann: £5 una pregunta verdaderamente dif- il. Por un lado, pienso en una formaciéa informal que atraviesa a la sociedad, determinada por el discurso pilblico y que tiene o veces una incidencia mayor que la educaci6n formal Lo que pasa en television, por ejemplo, 0 le querella de los historiadores, 0 cémo la sociedad tematiza determinadas fechas. Desde 1977 hubo en Ale ‘mani una sucesion de debates porque se cumpltan cine "0 ‘cuenta afios de algin acontecimiento retacionado con la questa, A esto se sum6 el debate péblico en torno al diseio de los memoriales y los intercambios entre los pares uy las familias, Es decir, el universo de ta educacion no oficial 3 ‘través de lacual se forman opiniones y posturas. De hecho, cuando en la escuela, en la educacién formal, se temati- zan estas cuestiones, en realidad los alumnos ya traen una serie de conacimientos y opiniones. Qué grodo de institucionaizacién tiene, entonces, la ppedagogia de la memoria en Alemania? AE: En Alemania Federal, lo impulsos mas decisivosvinie- ron de ta movilizacin ciudadana, de las ONGS, y de los atistas y escritores La institucionaizacion es un proceso posterior. EL Estado se ve ante la demando de hacer alga {yentonces lo hace. En Alemania Oriental, en cambio, el Estado bajé linea desde el comienzo, impuso una inter pretacién y un determinado ritvak: las fiestas conmemo- ‘ativas del antifascismo. La gente estaba obligado a part cipar de esas ceremonias y esto no estaba articulado con, ‘singin discurso democrtico. Muchos participaban por con- viecién, pero ot lo hacion meramente por coercién —dUisted piensa entonces que la institucionalizacién pone en peligro a la pedagogia de la memoria? AE: En esas formas impuestas, termina anquilossndose en PUENTES JOLIN 202

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