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Las Danzas de la Muerte

Índice

 Tema
1. Análisis

 Género
1. Hibridez
2. Diferentes orígenes

 Autor

 Contexto histórico
1. La literatura en ese momento

 Métrica
1. Octava. Definición

 Bibliografía
Tema

Se denomina Danzas de la Muerte a una sucesión de texto e imágenes


presididas por la Muerte como personaje central, que por lo general está
representada por un esqueleto, cadáver o un vivo en descomposición que, en
actitud de danzar, dialoga y arrastra uno por uno a una relación de personajes
habitualmente representativos de las más diversas clases sociales, pudiéndose
así ver cómo la muerte los invita a participar en su danza macabra, y hasta en
ciertas ocasiones en una forma humorística.
De la Muerte, según se ve en el texto, no está libre ninguna clase social (ni el
Papa, ni el Obispo, ni el Rey, ni el Príncipe). Así la muerte tiene presente un
sentimiento democrático, sin preferencias por los integrantes de la nobleza o
clero. La Muerte rechaza todas las riquezas del mundo y subraya la igualdad de
todas las personas y su supremacía sobre ellas.

LA MUERTE

Yo soy la muerte que a todas las criaturas


Que hay y habrá en el mundo destroza y arrasa
Hombre, te pregunto: di, ¿por qué procuras
Tanto por la vida que en un punto pasa?
La fuerza de un recio gigante es escasa
y de este mi arco no puedes escapar
segura es tu muerte si doy en tirar
con esta mi flecha cruel que traspasa.

En este fragmento podemos ver dos cosas: la concepción de igualdad que


posee la muerte y que ninguna clase social está exenta de ella

Análisis

Viéndolo objetivamente, la muerte no encarna la imagen de ningún personaje


vivo concreto, sino que constituye una representación abstracta que abraza a
toda la humanidad. El texto castellano hace del rostro de la muerte el rostro de
toda la humanidad. En este sentido, la potencialidad de la ironía y de la crítica
macabra del personaje en danza constituye un recurso efectista,1 único en el
poema. Así, vemos cómo, a pesar de estar ya tan próxima la muerte, cada
personaje, en la mayoría de las ocasiones finge no conocer a la señora que los
invita a danzar, y se limitan a aborrecer a un cuerpo horrible al cual pretenden
ignorar. Esta estrategia poética permite al autor radicalizar su ironía frente a la
vanidad de cada uno de los estamentos, sorprendiendo a cada personaje
destinado a danzar en su actividad diaria.
En ese entonces, el personaje de la muerte estaba representado por la imagen
del vivo en forma de un esqueleto carnoso. Así, el vivo se enfrentaba a la visión
1
Efecto causado por un procedimiento o recurso empleado para impresionar fuertemente el
ánimo.
de su propia muerte, teniendo el rostro del vivo. Por este motivo, el rostro
mismo de la muerte, pertenece a un poder universal.

En la sociedad de la Baja Edad Media se mantienen los tres estamentos, muy


marcados: nobleza, clero y estado llano. También se le concede un papel
importante a la caballería, sobre todo por su heroísmo y porque la idea de
cruzada sigue latente. Con el desarrollo urbano hay un nuevo grupo, la
burguesía, que a pesar de vivir a veces tan bien como la nobleza, pertenece al
Estado Llano, que es, sin duda, el grupo más heterogéneo y numeroso. Sin
embargo, hay un aspecto en el cual todos los hombres, independientemente,
del estamento al que pertenezcan, son iguales: la muerte.

LA MUERTE

No os enfade, señor Padre Santo,


Bailar en la danza que tengo ordenada.
No ha de valeros ese rojo mando;
por lo que hicisteis cobraréis soldada.
Nada os vale predicar cruzada,
Proveer obispados ni dar beneficios.
Aquí moriréis, sin hacer bullicios.
¡Danza emperador sin carga agraviada!

Aquí podemos observar: la vanidad y el abuso de Padre Santo y que la muerte


no acepta ningún beneficio, no le interesa, sino que le importa cobrar aquellos
pecados que cometió ese personaje.

Género

Las danzas de la muerte no pueden insertarse en ninguno de los tres géneros


conocidos (épico-narrativo/dramático/lírico) propiamente dichos, porque poseen
características de diferentes a la vez. Por eso, desde la perspectiva de los
géneros es un híbrido2: en este caso, pueden observarse rasgos tanto del
género dramático como del lírico.
Decimos que presenta características del género dramático porque se presentan
no solo personajes, sino que también un diálogo entre ellos.
Y afirmamos que presenta rasgos del género lírico porque se asocia a un estilo
particular que se traduce en el ritmo, versos, estrofas, rimas de un modo en el
que la escritura artística es (original e irrepetible) el resultado de una elección
expresiva muy precisa, condicionada por la lengua y el uso de los recursos
estilísticos.

2
El género hibrido no existe. Solo supone que hay una “mezcla de géneros” en una misma obra
literaria.
Víctor Infantes hizo un exhaustivo estudio de las Danzas de la Muerte, en el
que analizó sus orígenes, desarrollo e influencias. El resultado de ello es el libro
Las Danzas de la Muerte. Génesis y desarrollo de un género medieval (siglos
XIII-XIV). En él, hace una descripción de lo que considera una ‘danza de la
muerte completa’, es decir, con texto literario y representación gráfica.

Autor

El texto castellano que leímos es de autor anónimo; se cree que fue escrito
probablemente por un fraile franciscano en el siglo XV.
Esta obra, que entronca con una tradición tardo-medieval de procedencia
franco-germánica, constituye, según la crítica, la mejor versión de las tres que
se conocen (en francés, alemán y castellano).
Hay distintas hipótesis sobre el origen común de esta tradición poético-
dramática. Suele aceptarse como verosímil que existiera un poema original en
latín a partir del cual se crearon las tres diferentes versiones que hoy
conocemos.

Contexto histórico

Como contexto histórico en el que surge “la danza de la muerte” se pueden


ubicar varios acontecimientos de gran importancia:

En primer lugar, podemos mencionar el caso de la peste negra que fue una
devastadora pandemia que asoló Europa en el siglo XIV y que causó la muerte
de un 30 a un 60% de la población del continente europeo, reduciendo la
población mundial estimada desde 450 millones hasta 350 ó 375 millones en el
año 1400. La mayor parte de los científicos cree que la peste negra fue un
brote de peste bubónica, una terrible enfermedad que se ha extendido en
forma de epidemia varias veces a lo largo de la historia, lo cual llevó a una
crisis económica (entre otras crisis).

Esta terrible y arrasadora enfermedad que terminó con tres cuartos de la


población europea fue de suma preocupación para la sociedad, por ello sirvió
de inspiración tanto en la pintura como en la literatura.

Este hecho influyó, por ejemplo, en la concepción que durante el período se


tuvo de la muerte y de la forma en la que deben vivir los hombres, a saber:

 Una intención moralizadora que evoca la penitencia, la resignación, el


temor ante la muerte personal y el fin de los tiempos, para contrarrestar
la tendencia del hombre al placer ante la brevedad de la vida.

 También, un retrato sarcástico de la conducta de los hombres en


aspectos político-sociales, económicos y religiosos, revelando una
aversión por miembros de la sociedad aristocrática y de la alta jerarquía
eclesiástica, a causa de su abuso de poder y su riqueza.

 A través de la ironía y la crítica, instar a llevar una vida conforme a las


enseñanzas de los Evangelios.

En general, todas las investigaciones coinciden en que la Peste Negra y la crisis


del siglo XIV cumplieron un papel de fundamental importancia para el
desarrollo y difusión del género. No es casualidad que los primeros testimonios
de la Muerte en el arte medieval aparezcan después de 1350. En 1348 la
terrible epidemia devastó la población europea. Durante tres años todo el
territorio europeo fue víctima de la terrible enfermedad que se denominó Peste
Negra debido a las manchas oscuras que aparecían en los cuerpos de las
víctimas -principalmente en las axilas y zonas de la ingle. El descenso
demográfico fue de proporciones nunca vistas en la historia del hombre. Frente
a tal terrible epidemia, el hombre se encontró cara a cara con la Muerte,
descubriendo su efecto devastador e inevitable, y la marca espiritual y física
que dejaba en todo lo que tocaba. Ya no la veía como una muerte que afectaba
al individuo sino como una muerte que afectaba a toda la sociedad por igual y,
por consiguiente, a él mismo. El morir se convirtió en un hecho cotidiano y
habitual. Los artistas ya no necesitaban recurrir a alegorías o símbolos como
sucedía en los misterios o moralidades; el mejor referente era la propia
realidad, se pintaba lo que se contemplaba. El hombre tomó conciencia sobre la
muerte y a la vez sobre la vida. Se produjo el pasaje de la consideración de la
muerte en 3ra persona a la muerte en 1ra. Persona (mi muerte).

El hombre, basándose en la doctrina cristiana, reflexiona que el buen morir


deriva del buen vivir. El carácter moralizante y didáctico del género surge de
esta toma de conciencia. Por otro lado, se buscaba este tipo de arte como un
efectivo antídoto contra la Peste Negra: la crisis de valores. La sensación
generalizada de la fugacidad de la vida y la constante presencia de la muerte
lanzaron a muchos hombres a una existencia desenfrenada donde la comida, el
placer y la holganza eran la forma más preciada de gozar la vida. La concepción
de la buena vida estaba basada en las diversiones, las fiestas, la ostentación
en el vestir y, en definitiva, el disfrute absoluto de los bienes materiales. Por
este motivo, la literatura de esta época está en evidente lucha contra los
pecados capitales y hace hincapié en las enseñanzas de la iglesia para combatir
la falta de valores. Era importante destacar los valores espirituales por sobre
los materiales para que todos los hombres lograsen la vida eterna. Como
podemos observar, detrás de la terrible presencia de la muerte que acosa a
todos los hombres y sus macabras representaciones, hay un mensaje de
esperanza y justicia divina en las Danzas de la Muerte. Casi todas las muestras
conservadas de una relevancia plástica vinculada con las Danzas están inmersas
en el contexto religioso del siglo XIV: abadías, capillas, iglesias, cementerios,
etc.
Métrica

Las Danzas de la Muerte son una composición de 79 octavas 3 de arte


mayor. Una octava es un tipo estrófico de arte mayor, formada por ocho
versos endecasílabos que riman según el esquema A-B-A-B-A-B-C-C.

Bibliografía

Infantes, Víctor, Las Danzas de la Muerte: génesis y desarrollo de un género


medieval: (siglos XIII–XVII), Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca,
1997.

Everyman (Datos incompletos)

Centro Virtual Cervantes

http://www.docstoc.com/docs/20622970/La-Danza-de-la-Muerte

http://saavedrafajardo.um.es/WEB/archivos/NOTAS/RES0013.pdf

3
Una octava consiste en una estrofa poética de arte mayor, formada por ocho versos
endecasílabos que riman según el esquema A-B-A-B-A-B-C-C.

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